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Evaluacion-de-cambios-emocionales-y-estres-en-personas-hipertensas

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NADAD 
 
Universidad Nacional Autónoma de México 
Facultad de Estudios Superiores Iztacala 
 
 
 
 
 
UNAM IZTACALA 
 
 
 
 
“Evaluación de cambios emocionales y 
estrés en personas hipertensas” 
 
 
 
 
 
 
 
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
L I C E N C I A D A E N P S I C O L O G Í A 
P R E S E N T A 
ABRIL GISELA ALVARADO ROMÁN 
 
 
 
 
 
 
 
Directora: Mtra. Esther María Marisela Ramírez Guerrero 
Dictaminadores: Mtro. Enrique Bernabé Cortés Vázquez 
Lic. Juana Olvera Méndez 
 
 
 
 
 
 
 
 
Los Reyes Iztacala, Edo de México, Noviembre 2010 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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A 1r I MI ~arnQ. 
A ... ~ mI PQpa. 
A m~ abuelitQ ... 
. ,. E sperQn2.Q 
y ejeY\1plo 
de \0 posible. 
NADAD 
 
 
AGRADEZCO… 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
…A mis padres por ser el ejemplo y trazo 
de mi camino, mis raíces sólidas, agua y 
sol que me iluminaron en mis momentos 
de oscuridad. 
…A mi mamá por su paciencia al estar 
conmigo en mis días y mis noches, en la 
felicidad y en las caídas; por tus palabras 
que me levantaron cuando mis fuerzas se 
vencían, porque tu vida son hechos que me 
han enseñado más que las palabras. 
…A mi papá por ser mi fortaleza, mi 
protección y mi guía; por enseñarme lo 
que da valor a una vida; por ser como el 
árbol vigía -siempre presente brindando 
sabiduría -. 
…A mi hermano por sus palabras tan 
fuertes que al gritarlas al viento me 
dieron el coraje para luchar cuando 
sentía perder la fe, porque el eco de tus 
razones se tornaron mi inspiración. 
…A mi familia por ser cada miembro 
de esa tierra firme que me sigue haciendo 
crecer. A ti que con pocas palabras te 
hiciste presente. A ti por tener fe en mí. 
Porque uno a uno son mi cobijo y refugio. 
NADAD 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
…A mis amigos que estuvieron presentes 
en mis alegrías, en mis luchas, en mis 
triunfos. A los que sin llamarlos estuvieron 
conmigo cuando los necesite. A ti por ser 
esa parte racional que me hacía 
reaccionar y levantar el rostro. A ti por ser 
sensible ante lo que me es difícil expresar. 
A ti que sin palabras me comprendiste y 
supiste estar. Porque cada uno a su 
manera me reflejo lo que necesite. 
…A aquellas personas que de mi 
camino se alejaron, porque gracias a ti 
crecí, me fortalecí y poco a poco me hiciste 
evolucionar. Porque la ausencia también 
es enseñanza y sin caídas no podría saber 
que puedo levantarme. 
…A mis maestros, forjadores de mi 
cultura, humanidad y conciencia que a 
lo largo de mi etapa escolar agregaron su 
granito de arena en mi formación 
profesional. 
…A ti por ser quien ha despertado en mí 
los sentimientos más intensos, motivando 
mi esfuerzo por ser cada vez una mejor 
persona. Por lo que eres, por lo que 
significas, por lo que te admiro. 
Por amarme e inspirarme a amarte. 
…A cada uno, porque aún sin darse cuenta, 
ha contribuido para hacer de mí lo que hasta hoy soy… 
…Porque esto no hubiera sido posible sin ustedes…GRACIAS! 
 ÍNDICE 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
ÍNDICE 
 
Pág. 
RESUMEN 1 
 
INTRODUCCIÓN 2 
 
CAPÍTULO 1. Psicología de la Salud. 
 
1.1. Evolución del pensamiento de salud y enfermedad 8 
1.2. Antecedentes de la Psicología de la Salud 18 
1.3. Definición de Psicología de la Salud 20 
1.4. Disciplinas relacionadas con la Psicología de la Salud 25 
1.5. Modelos explicativos 31 
 
CAPÍTULO 2. Cambios emocionales y estrés. 
 
2.1. Definición de estrés 36 
2.2. Estrés y salud 45 
2.3. Afrontamiento de estrés 50 
 
CAPÍTULO 3. Enfermedades Crónicas. 
 
3.1. Definición de enfermedad crónica 63 
3.2. Definición de Hipertensión 67 
3.3. Clasificación de la hipertensión 70 
3.4. Hipertensión y estrés 74 
 
CAPÍTULO 4. Método. 
 
4.1. Objetivo general 79 
4.2. Objetivos específicos 79 
4.3. Método de investigación 79 
4.4. Hipótesis 80 
4.5. Metodología 80 
4.6. Procedimiento 82 
 
CAPÍTULO 5. Resultados. 
 
5.1. Resultados 85 
 
CONCLUSIONES 97 
 
BIBLIOGRAFÍA 103 
 
ANEXOS 109
 RESUMEN. 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
RESUMEN 
 
El incremento de las enfermedades crónico-degenerativas en los últimos años ha 
dado lugar a la necesidad de abordarlas a través de la integración entre los 
conocimientos básicos de la Psicología y el área de Salud. El objetivo de este estudio 
es describir la influencia que ejercen los cambios emocionales y estrés en personas 
hipertensas que habitan en la Ciudad de México y área Metropolitana. Se seleccionó 
una muestra de 52 personas con hipertensión. Se les aplicaron 2 instrumentos: 
“Funcionamiento Psicosocial” y “Funcionamiento de la Salud”, de Ramírez y Cortés 
(2000). Para el análisis estadístico se utilizaron las correlaciones de Pearson y 
Spearman. Se encontraron diferencias significativas entre estrés psicológico (cambios 
emocionales) y enfermedad crónica; no existiendo diferencias significativas entre 
estrés de vida y enfermedad crónica. Se concluyó que los cambios de estado de 
ánimo posiblemente estén vinculados más a la percepción de su enfermedad que a la 
propia hipertensión. 
 
Palabras clave: hipertensión, estrés, cambios emocionales. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN. 2 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
INTRODUCCIÓN 
 
A partir del siglo XX el cuadro de morbi-mortalidad de la población mundial ha 
experimentado cambios que lo alejan de las antiguas epidemias de enfermedades 
infectocontagiosas. En los países con alto desarrollo económico se ha incrementado 
la esperanza de vida de la población, con un predominio de las enfermedades 
crónico degenerativas entre las causas principales de enfermedad y de muerte. En 
los países en vías de desarrollo coexisten problemas como la desnutrición, la 
violencia y la accidentalidad, con enfermedades crónicas degenerativas y 
enfermedades infectocontagiosas. Las primeras agobian especialmente a la 
población infantil; las segundas a la población adulta (Florez, 2004). 
Principalmente durante la última mitad del siglo XX, las enfermedades 
cardiovasculares, entre las que se incluye la enfermedad coronaria, el accidente 
cerebrovascular, la arteriopatía obliterante periférica, se han convertido en la primera 
causa de muerte en todos los países del mundo industrializado. En los primeros años 
de este siglo se observó que paralelamente al aumento de la esperanza de vida de la 
población, se producía un incremento de las muertes por enfermedad cardiovascular, 
las que según informes médicos tienen en la Hipertensión Arterial un importante 
factor de riesgo. Solo en Estados Unidos, 50 millones de personas son hipertensos y 
en elmundo la cifra rebasa los dos billones de personas ((Borroto, Granados, Veloz y 
Pérez, s.f.). 
Sumado a esto acorde a los estudios de prevalencia de hipertensión realizados por 
Banegas (2006), ésta afectará el 29% de todos los adultos del mundo, se estima que 
en economías desarrolladas también se acelerará notablemente la prevalencia de 
Hipertensión. Aunque esta predicción es a 25 años, demasiado tiempo para un futuro 
en gran manera imprevisible, marca una tendencia de evolución desfavorable de la 
que debemos tomar buena nota a corto plazo, sobre todo si observamos lo que ha 
ocurrido en la última década y tomamos en cuenta el envejecimiento progresivo de la 
población. 
INTRODUCCIÓN. 3 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
De aquí la necesidad de profundizar cada vez más en el estudio de las causas que 
dan origen a este padecimiento, los cuales de no ser tratados adecuadamente 
puede conducir a la muerte del que la padece con el consiguiente proceso traumático 
en el seno familiar y en el círculo de sus más allegados amigos o compañeros 
(Borroto, et al, s.f.). 
Por otro lado, según estimaciones de Weiss (1985 citado en Fernández-Ballesteros y 
Carrobles, 1988), aproximadamente un 50%, de la varianza en las diez más 
importantes causas de mortalidad son explicadas por variables comportamentales o 
estilos de vida. 
 
En respuesta a estas necesidades, la psicología ha evolucionado generando 
cambios, tales como el surgimiento de nuevas ramas, entre ellas se encuentra la 
Psicología de la Salud, que, según Florez (2004) hoy en día se caracteriza por la 
búsqueda de una integración cada vez mayor entre los conocimientos básicos de la 
ciencia psicológica, de una parte, y sus extensiones al ámbito de la salud, de otra; 
muestra de ello es el auge de la investigación básica en el campo de la 
psiconeuroendocrinoinmunología y de sus extensiones a la comprensión de 
fenómenos como el estrés y sus asociaciones con la enfermedad. Además, el 
momento se caracteriza por la incorporación de mayor fundamento teórico y 
metodológico a las actividades que se desarrollan para promover la salud y para 
prevenir las enfermedades, por lo cual tiene una gran relevancia si se toma en 
cuenta el riesgo que representan los estilos de vida inadecuados en el contexto 
actual de morbi-mortalidad de nuestra población. 
 
Montesinos (1999) estima que para el año 2025 habrá 800 millones de personas 
mayores de 65 años de edad, dos tercios de ellos en países en desarrollo. Este 
cambio demográfico presenta grandes desafíos para la Psicología de la Salud. En las 
próximas décadas será necesario establecer programas efectivos y eficientes en la 
prevención y retardo de las enfermedades e invalidez, mantener la salud, 
independencia y movilidad de estas personas. Es claro que la mayor parte de las 
INTRODUCCIÓN. 4 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
condiciones que afectan a los ancianos pueden ser detectadas tempranamente, 
prevenidas y tratadas. Esto ciertamente presupone que la sociedad tome la decisión 
de asignar los recursos necesarios para esas acciones. 
 
En este sentido, la Psicología de la Salud juega un papel importante, ya que 
considera pertinente, al igual que todas las disciplinas relacionadas con la salud, 
enfatizar más los aspectos de promoción de la salud, prevención y detección 
temprana de enfermedades que permitan una mejor calidad de vida, independiente y 
móvil en la creciente población de adultos viejos. Se trata de un cambio demográfico 
de proporciones severas no sólo para la manera en que practicamos e investigamos 
en Psicología de la Salud sino que también para la forma en que entendemos el 
curso de la vida en la especie humana. 
 
Si agregamos a esto lo que Rodríguez y Zurriaga (1997) suponen, que la relación 
entre los cambios de vida y el estatus de salud está mediado por el estrés, es 
importante mencionar que México es uno de los países con mayores niveles de 
estrés en el mundo en razón de que presenta los principales factores que provocan 
esa enfermedad tales como pobreza y cambios constantes de situación. El reporte 
de Pereyra (2004) agrega que los cambios que se viven a nivel político y social y el 
elevado índice de pobreza que registra el país provocan que la gente viva en 
constante tensión y depresión. Asimismo, a nivel mundial, uno de cada cuatro 
individuos sufren de algún problema grave de estrés y en las ciudades, se estima 
que el 50 por ciento de las personas tienen algún problema de salud mental de este 
tipo. El asunto es grave porque el estrés es un importante generador de patologías. 
En países como Estados Unidos, el 70% de las consultas médicas son por 
problemas derivados del estrés y una cuarta parte de los medicamentos que se 
venden en ese país, son antidepresivos u otro tipo de drogas que afectan al sistema 
nervioso central. 
 
Así mismo, el estrés se relaciona con otras alteraciones de la salud y otros 
comportamientos habituales que no suelen ser mortales (aunque algunos de ellos 
INTRODUCCIÓN. 5 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
son factores de riesgo), pero que deterioran notablemente el funcionamiento normal, 
el bienestar y la calidad de vida de las personas que los padecen (el asma, el dolor 
crónico, las alteraciones gastrointestinales, el insomnio, el alcoholismo). 
 
Por su parte Buceto, Bueno y Mas (2001) basándose en la National Center for Health 
Statistics (1992), han encontrado que en la actualidad las tres principales causas de 
muerte en los países más avanzados son las enfermedades del corazón, el cáncer y 
los accidentes cerebrovasculares; y el estrés es uno de los principales factores de 
riesgo relacionados con estas alteraciones de la salud, contribuyendo además, 
indirectamente, a favorecer, en muchos casos, la presencia de otros factores de 
riesgo relevantes (la hipertensión, la conducta de fumar, la obesidad). Puede 
suponerse, por tanto, que el estrés aumenta la vulnerabilidad del organismo a 
desarrollar trastornos de la salud que pueden resultar mortales. 
 
Además, en otros casos en los que no llega a propiciar la aparición de 
enfermedades, el estrés deteriora el funcionamiento normal del organismo y 
ocasiona experiencias negativas o poco gratificantes (disminuye el rendimiento 
laboral, las personas se encuentran con menos energía, empeora el estado de 
ánimo, dificulta el disfrute de las experiencias cotidianas, aumenta la tensión 
muscular, etc.), deteriorándose, en definitiva, su bienestar y su calidad de vida. 
 
Igualmente se ha observado que el estrés está relacionado con trastornos 
psicológicos (trastornos de ansiedad, depresión, etc.), tanto en su etiología, 
desarrollo y mantenimiento, como en su tratamiento. 
Estos argumentos justifican la necesidad de considerar al estrés como una respuesta 
significativa que puede alterar la salud, el bienestar y la calidad de vida. 
 
Dentro de la misma línea Lipowski (1975 citado en Rodríguez y Zurriaga, 1997) 
agrega que la percepción que cada individuo tiene de un síntoma de enfermedad 
varía, así como su aceptación del mismo. El cuadro final de una enfermedad que la 
persona construye es, el resultado de la experiencia pasada, de las características 
INTRODUCCIÓN. 6 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
de personalidad, del entrenamiento que el individuo haya tenido previamente 
respecto a la enfermedad, y del contexto general y sistema social en el que la 
enfermedad se produzca. La naturaleza o tipo de los síntomas o enfermedad 
constituyen la influencia fundamental para que las personas los tomen en cuenta o 
las consideran nada más que una molestia simplemente. 
 
En general,si se aprecia la enfermedad como una forma particularmente grave de 
estrés, entonces las respuestas pueden incluir la formación de una emoción 
negativa, o de una secuencia de ellas, como ansiedad, depresión, culpa, desamparo, 
desesperación, vergüenza, disgusto, ira (Lipowski, 1967 citado en Rodríguez y 
Zurriaga, 1997). 
 
En este sentido, Rodríguez y Zurriaga (1997) mencionan que el tipo de reacción que 
una persona desarrolla ante la enfermedad viene matizado por el nivel de gravedad 
de la enfermedad, al menos por el nivel de “gravedad percibida”. 
Además, la enfermedad, sobre todo la crónica, conduce a una pérdida de roles 
claves en la vida de la persona, roles ocupacionales, sociales, familiares, sexuales. 
Esta pérdida provoca una aflicción muy potente que puede cambiar a una persona y 
significar para ella un tiempo prolongado de profunda perturbación psicológica. 
 
Es así que, en definitiva las enfermedades crónicas aquejan a un cada vez mayor 
número de población, conjuntamente, tomándose en cuenta que una enfermedad 
crónica, como su definición la precisa, una vez que se diagnostica permanece por el 
resto de la vida de la persona pudiendo ser desde algunos años hasta décadas 
enteras; y considerando el avance que hasta estos días ha tenido la psicología de la 
salud principalmente por su preocupación por la calidad de vida de las personas 
incluyendo los factores tanto físicos como emocionales, el objetivo del presente 
trabajo es describir la influencia que ejercen los cambios emocionales y el estrés en 
personas hipertensas que habitan en la Ciudad de México y área metropolitana. 
 
Contribuyendo así no solo a la realización de estudios donde se conjunte la salud 
INTRODUCCIÓN. 7 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
física y el estado emocional del individuo, ya sea como factor desencadenante de la 
enfermedad o como resultado del diagnostico; sino que además dichos estudios 
abran nuevas líneas de investigación que correspondan a las características que 
identifican a la población mexicana. Dado que es de nuestro conocimiento que el 
ritmo de vida de cada población tiene un diferente y variado perfil, por lo que 
asimismo el desarrollo, aceptación y afrontamiento de las enfermedades se dará de 
diferente forma en cada población. Entender dichos procesos conlleva a llevar a cabo 
acciones que puedan ayudar a bajar los costos que traen consigo las enfermedades, 
y al mismo tiempo mantener un nivel alto de calidad de vida dentro de la población 
en general. 
 
 Esta investigación incluye, en el Capítulo 1 la presentación de la evolución del 
pensamiento de salud y enfermedad que dan lugar a los antecedentes y definición de 
la Psicología de la Salud, las disciplinas relacionadas y los modelos explicativos. En 
el Capítulo 2, los aspectos correspondientes a los cambios emocionales y estrés. 
Mientras que, en el Capítulo 3 se habla de las enfermedades crónicas, 
específicamente la hipertensión y la relación que tiene con el estrés. En tanto, en el 
Capítulo 4 se muestra el método a seguir en este estudio; presentando el objetivo 
general y los objetivos específicos; así como la metodología empleada. Para finalizar, 
en el Capítulo 5 se describen los resultados encontrados en cuanto a las diferencias 
significativas entre estrés psicológico (cambios emocionales) y enfermedad crónica; y 
se exponen en las conclusiones la posible vinculación entre los cambios de estados 
de ánimo y la percepción de su enfermedad más que con la hipertensión arterial 
misma. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 8 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
CAPÍTULO 1. PSICOLOGÍA DE LA SALUD 
 
A lo largo del tiempo, el hombre se ha preocupado por eliminar las enfermedades y 
ha descubierto diferentes métodos para aminorar los dolores que acechan su cuerpo; 
sin embargo, la concepción que se ha tenido acerca de la enfermedad/salud ha sido 
diversa, de tal modo que para poder llegar a la conceptualización de salud y 
enfermedad, línea inicial que ha desarrollado la Psicología de la Salud, se han 
seguido varios caminos, no obstante, el método más utilizado para evaluar el 
concepto de enfermedad ha sido a través de la entrevista (Perrin y Gerrity, 1981 
citado en García y Peralbo, 1999) o de preguntas abiertas/cerradas (Potter y 
Roberts, 1984 citado en García y Peralbo, 1999). 
Por mencionar algunos ejemplos, pues existen muchos otros que han servido de 
gran ayuda en el desarrollo de esta área. 
 
1.1. Evolución del pensamiento de salud y enfermedad 
 
 
En la Grecia antigua se consideraba que la mente y el cuerpo estaban esencialmente 
unidos, de tal manera que se influían de un modo recíproco. De acuerdo con este 
planteamiento se entendía que la enfermedad se debía a causas naturales. 
Hipócrates es, probablemente, el mejor representante de esta tradición. Él plantea 
que mientras la salud era el resultante de un estado de armonía del individuo consigo 
mismo y con el exterior, la enfermedad devenía de la ruptura de ese equilibrio por 
causas naturales. Ahora bien, dentro de las causas naturales se incluían tanto las 
de naturaleza biológica como las relativas al comportamiento del individuo, así como 
a su personalidad. 
 
Al mismo tiempo, en China, también se desarrollaba una concepción naturalista de la 
salud y de la enfermedad. Esta aproximación evolucionó de un modo independiente 
a las nociones desarrolladas en el mundo occidental, aunque también entendía la 
enfermedad como un fenómeno natural. El concepto clave para entenderlas sería el 
balance entre fuerzas. Por ejemplo: cuando el cuerpo padece mucho calor o mucho 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 9 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
frío o cuando se sufre un acontecimiento emocional o cuando se da un desequilibrio 
entre fuerzas. Esta visión sigue vigente aun en día en la medicina china actual. 
 
Durante la Edad Media se fue produciendo un cambio en esta concepción naturalista, 
especialmente dentro del mundo occidental. Cada vez adquiría más prestigio el 
enfoque espiritualista de la enfermedad, debido, entre otras razones, a que la 
práctica médica fue quedando bajo los auspicios de la Iglesia Católica. La 
enfermedad pasó a ser vista, al menos en parte, como resultado de la fe y 
arrepentimiento del pecado. 
 
Mientras que en la época del Renacimiento se recuperó una cierta 
conceptualización de la enfermedad en términos naturalistas. Durante este período, 
se vivió un renovado interés por el estudio de las ciencias, fruto del cual fueron, por 
ejemplo, el desarrollo del microscopio o la realización de autopsias (Simón, 1999). 
 
Dentro de este periodo el filósofo francés René Descartes separó la mente del 
cuerpo, colocando lo mental y lo espiritual en compartimientos separados con su 
base corporal representada por el cuerpo y el cerebro. Desde entonces, el dualismo 
cartesiano ha dominado el pensamiento dentro de las ciencias biológicas y sociales, 
continuando con la separación mente-cuerpo, que permea la mayor parte de los 
constructos modernos de la vida emocional y mental. Por ejemplo, en la medicina, 
no se evalúa los estados sentimentales del paciente, sus patrones o motivación de 
pensamiento con los fenómenos exteriores a su conciencia individual, además que 
su método impide observar la verdad completa o mejor dicho al paciente 
integralmente. Por lo que es importante comprender el funcionamiento emocional y 
sus diversas facetas, en la que desempeña un papel sobresaliente la modulación de 
los fenómenos relacionados con la preservación o pérdida de la salud (Domínguez, 
2007). 
 
Por otro lado, entre otros muchos factores que han influido en este cambio cabedestacar el papel de algunos sociólogos y antropólogos como por ejemplo McKeown 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 10 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
(1990 citado en Fernández, 1993) quien, a partir de los años sesenta, empezó a 
analizar la relación entre enfermedades y sociedad. Sus trabajos pusieron en 
entredicho la visión tradicional de la enfermedad como un hecho eminentemente 
biológico es decir: ciertos organismos o sustancias atacan al cuerpo, las medicinas 
acaban con estos gérmenes patógenos o sus consecuencias y las vacunas impiden 
su irrupción, al poner de manifiesto que mientras el organismo de las personas de 
todas las razas no ha variado sustancialmente en los últimos treinta mil años, las 
enfermedades que se padecen han ido variando al mismo ritmo que ha ido 
evolucionando la sociedad. Por ejemplo; los japoneses padecen enfermedades 
diferentes que los norteamericanos, pero los nietos de japoneses afincados en 
Estados Unidos padecen el tipo de enfermedades de la sociedad a la que pertenecen 
ellos, no las de la sociedad a la que pertenecieron sus antepasados. 
 
Así, la salud es un valor complejo que puede ser entendido socioculturalmente (lo 
que supone combinar los conocimientos científicos con las tradiciones y costumbres 
sociales, como ocurre con el consumo de vino o alcohol durante la comida) y que se 
traduce en conductas que se aproximan o alejan de ella, lo que implica el 
reconocimiento de que la salud es un estado y, por tanto es situacional, o no 
permanente. Además, Green y Simons-Morton, (1988 citado en García y Peralbo, 
1999) agregan que, dado que abarca aspectos físicos, psicológicos y sociales nunca 
se alcanza plenamente pues cuando se incluyen los aspectos psicológicos en la 
evaluación del estado de salud, se considera que el comportamiento del individuo no 
sólo ha de ser creador, socialmente integrado y satisfactorio (en cuanto a 
rendimiento y gratificaciones se refiere), sino que, además, debe comportar un cierto 
grado de felicidad (Insúa y Musacchio, 2006). 
 
Como señala Camarero (1984 citado en Fernández-Ballesteros y Carrobles, 1988) el 
comportamiento ejerce siempre un rol, en alguna medida, de forma directa o 
indirecta, positiva o negativa, en todo proceso y resolución del enfermar. 
 
Godoy (1999) en sus investigaciones ha encontrado que hasta muy recientemente, la 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 11 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
salud humana ha sido generalmente conceptualizada como la mera ausencia de 
enfermedad de forma que, convencionalmente, ha sido entendida de una forma 
negativa: el estado caracterizado por la ausencia de enfermedad, incapacidad o 
invalidez. 
 
Sin embargo, García y Peralbo (1999) se oponen, mencionando que la salud se 
persigue a través de toda aquella actividad que no conduce a daño físico y/o 
psicológico en uno mismo y/o en los individuos de una determinada comunidad (lo 
cual significa conocer las conductas que llevan a estados no saludables o a la 
enfermedad), e implica el conocimiento de las relaciones conducta-salud/enfermedad 
y la capacidad para tomar las decisiones que conduzcan a la selección de las 
conductas apropiadas y la evitación de las inapropiadas. 
 
De tal forma antiguamente la salud se concebía como el estado de carencia de 
enfermedad; en la actualidad la situación se ha invertido y se considera la 
enfermedad como un estado de carencia de salud. Sin embargo, ambas son 
vivencias de los seres humanos basadas en apreciaciones objetivas y subjetivas 
sobre su funcionamiento y bienestar (Insúa y Musacchio, 2006). 
 
Una de las características de los primeros estudios sobre la relación entre el 
desarrollo cognitivo de los sujetos y el concepto de enfermedad es la descripción de 
las respuestas de los sujetos y la determinación de su frecuencia atendiendo a los 
niveles de edad, pero no explican las diferencias encontradas en términos de un 
marco teórico cognitivo-evolutivo (García y Peralbo, 1999). 
 
Por ejemplo, Bibace y Walsh (1980 citado en García y Peralbo, 1999) identificaron 
seis estadios de desarrollo cognitivo para el área temática de la enfermedad física, a 
saber, fenomenismo, contagio (característico del estadio preoperacional), 
contaminación, internalización (característico de las operaciones concretas), 
fisiológico y psicofisiológico (característico de las operaciones formales). 
En este sentido, podríamos preguntarnos si, en cierta medida, las concepciones que 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 12 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
los niños puedan tener acerca de la salud y la enfermedad son resultado también de 
la interiorización de las concepciones expresadas por los padres u otros adultos a su 
alrededor. 
 
Complementando, García y Peralbo (1999) afirman que los conceptos como salud o 
enfermedad se construyen a través de la interacción. 
 
Al respecto, Insúa y Musacchio (2006) comentan que existen dos opiniones 
principales sobre la enfermedad: la primera dice simplemente que la enfermedad es 
un proceso diagnosticado por un médico; la segunda se refiere al aspecto subjetivo 
del paciente y sostiene que es un estado de sufrimiento que el sujeto considera 
patológico. 
 
El polo más claro conceptual y operativamente, menciona Godoy (1999), ha sido 
siempre el relativo a la enfermedad, definida como la anomalía o alteración, 
momentánea o duradera, del componente biofísico (enfermedad física o médica) o 
psicológico (enfermedad mental) del organismo y acompañada del componente 
subjetivo de incapacidad, malestar o sufrimiento. 
 
A lo que Insúa y Musacchio (2006) concretizan diciendo que, la enfermedad es una 
disminución del nivel de salud, un estado de invalidez y defectuoso de la vida 
humana; o sea: una pérdida de la salud. 
 
Sin embargo, Godoy (1999) se opone a que la salud sea la simple ausencia de 
enfermedad y de malestar o sufrimiento asociados a la misma, agrega que la salud 
implica muy diferentes dimensiones de bienestar, de ajuste psicosocial, de calidad de 
vida, de funcionamiento cotidiano, de protección hacia posibles riesgos de 
enfermedad, de desarrollo personal, etcétera. 
 
Según George Stone (1987, citado en Brannon y Feist, 2001), las definiciones de 
salud pertenecen a dos categorías distintivas que consideran la salud como: 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 13 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
1. Un estado ideal que implica que cualquier enfermedad o daño es una 
desviación de la buena salud y que el estado ideal puede restaurarse, 
eliminando la enfermedad. 
2. Un movimiento en una dirección positiva: Esta definición evita este problema 
considerado la salud como una dirección sobre un continuo. Donde la salud 
es multidimensional, todos los aspectos de la vida –biológicos, psicológicos y 
sociales - deben ser tenidos en cuenta. Siguiendo esta definición, un científico 
que descuide la seguridad personal de la salud física para buscar una cura 
que permita dar con la clave para resolver una enfermedad contagiosa estaría 
marchando en dirección contraria a la salud biológica, pero avanzaría en 
dirección positiva en lo que respecta al concepto de salud social, e incluso, 
psicológica. 
 
En busca de concretizar, en 1946, las naciones Unidas crearon la Organización 
Mundial de la Salud (OMS), e incluyeron dentro del concepto de salud que es un 
estado de bienestar físico, mental y social completo y no solo la ausencia de 
enfermedad. 
 
Por otro lado, considerando la base de aportes genéticos, moleculares y 
constitucionales es posible formular, de modo resumido, la siguiente definición de 
enfermedad: es un acto humano en el que importauna reducción (letal, temporaria o 
definitiva) de los niveles de realización de la personalidad hasta límites incompatibles 
con las necesidades vitales propias de la dignidad de la condición humana, 
consecuencia de fracasos (parciales o totales) de sus sistemas defensivos 
(biológicos, psicológicos o socioculturales o todos), que producen una alteración 
orgánica y funcional, y que se manifiesta por formas de adaptación inadecuadas o 
dolorosas y aflictivas. 
 
En general, es preferible hablar de un estado de salud relativa al referirse a alguien 
que goza de buena salud. Es indudable que determinar cuándo este estado de salud 
tiende a disminuir, en qué momento el paciente comienza a considerarse enfermo y 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 14 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
en cuál el médico lo diagnostica como tal, depende de los niveles mínimos de 
realización compatibles con la dignidad de la condición humana, de acuerdo con el 
juicio valorativo del binomio médico-paciente y con la cultura en la cual ambos están 
insertos (Insúa y Musacchio, 2006). 
 
Así, Linden, Nather y Wilms (1988, citado en García y Peralbo, 1999) sugieren que 
las percepciones de los pacientes y las concepciones de la enfermedad están 
determinadas por su nivel educacional, visión del mundo, sistema de valores, estilo 
de vida y experiencia personal. 
 
Por lo tanto, partiendo de que, el balance de salud es, a nivel individual, el proceso o 
estado de equilibrio dinámico que tiene, en sentido positivo, el bienestar físico, 
psíquico y social, y, en sentido negativo, la ausencia de enfermedades, trastornos, 
síntomas o necesidades físicas, psíquicas y sociales. Los indicadores del balance de 
salud se obtendrían a partir de los juicios del individuo o de los profesionales que lo 
evalúan tanto sobre los aspectos positivos como los negativos de la salud. 
 
En el ámbito de la comunidad, el balance de salud es también el mismo balance 
dinámico, sólo que ahora relacionado con las características de una determinada 
población. Y que el potencial de salud, se refiere a cualquier tipo de interacciones 
entre el sujeto y el medio para mantener el balance de salud y restablecerlo, en su 
caso. 
 
Entonces, la salud puede definirse como un proceso de relaciones dinámicas y 
bidireccionales entre dimensiones y competencias individuales (biopsicosociales) y 
características ambientales (biofísicas, sanitarias, socioeconómicoculurales) cuyo 
resultado es un estado caracterizado por el equilibrio y el correspondiente bienestar 
biopsicosocial, siendo la enfermedad la pérdida, momentánea o duradera, de dicho 
equilibrio dinámico, acompañada de los correspondientes trastornos, síntomas, 
discapacidades o necesidades físicas, psíquicas y/o sociales (Godoy, 1999). 
 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 15 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
O como plantea Santacreu (1991 citado en Godoy, 1999), la salud y la enfermedad 
deben ser entendidas como el estado actual de las relaciones entre el organismo y el 
ambiente o ecosistema en que éste se desenvuelve, siendo la salud la resultante de 
relaciones o respuestas a corto y largo plazo adaptativas, y la enfermedad de 
relaciones o respuestas a corto o largo plazo inadaptativas o desadaptadas, estando 
la capacidad de adaptación de un individuo a su ambiente o ecosistema determinada 
por los recursos biológicos y psicológicos que posee el individuo y las exigencias o 
presiones del propio ecosistema. 
 
Muchos de los factores mencionados, que se adscriben al nivel psicológico, son 
llamados por Insúa y Musacchio (2006), sociogénicos. Por ejemplo, las 
perturbaciones en las relaciones interpersonales, los divorcios y los reveses 
económicos no son exclusivamente psicológicas, ya que existe la evidencia de que 
antes de la iniciación de diferentes enfermedades se produce un incremento de 
estrés de origen social en el individuo. 
 
Las observaciones e investigaciones que comprueban la importancia de los factores 
sociales en la patogenia de las enfermedades justifican la elaboración de teorías 
sociológicas para explicarlas. Estas diferentes teorías sobre la enfermedad toman en 
consideración, en una forma u otra, los siguientes aspectos: el concepto de <<rol>>; 
el componente perceptivo (darse cuenta de la naturaleza mórbida de lo que se está 
viviendo) y los umbrales de sensibilidad ante lo mórbido; la toma de decisión al 
respecto, y las conductas consiguientes. 
 
La salud y la enfermedad son fenómenos multidimensionales, implicando importantes 
componentes tanto personales (biofísicos, cognitivo-afectivo-emotivo-motivacionales, 
conductuales y psicosociales), como ambientales (agentes patógenos, salubridad 
ambiental, etc.) sociales (estilo de relaciones grupales, apoyo social, etc.), culturales 
(ideas y valores sobre la salud, educación para la salud, etc.), políticos (legislación 
protectora, políticas de salud, etc.) e institucionales (asistencia sanitaria, cambios en 
los roles profesionales, etc.) (Godoy, 1999). 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 16 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
 
Por lo tanto, las conductas de salud incluyen dos tipos: los comportamientos que 
promueven o potencian un estado de salud general –por ejemplo, seguir un régimen 
alimenticio sano o hacer ejercicio físico-, y las conductas reductoras de riesgo, 
aquellas que contribuyen a disminuir la probabilidad de aparición de un problema 
asociado con alguna enfermedad –esto incluye conductas aparentemente dispersas 
como lavarse las manos después de ir al baño, dejar de fumar o usar el cinturón de 
seguridad del automóvil. 
 
Sin embargo la creencia de que la medicina moderna ha incrementado la expectativa 
de vida a través de la erradicación de las enfermedades infecciosas; el mejoramiento 
del contexto social, la prevención a través de vacuna y una mejor alimentación, entre 
otras cosas, han incrementado la esperanza de vida pero esto se ha acompañado 
del incremento de las enfermedades crónico-degenerativas con lo que la perspectiva 
de salud ha cambiado, ya que este tipo de enfermedades involucra patrones de 
comportamiento que se conocen genéricamente como estilos de vida (Reynoso, 
2005). 
 
Buceta, Bueno y Mas (2000) han observado que en la sociedad contemporánea los 
trastornos que afectan gravemente la salud, además de depender del deterioro que 
produce el inevitable paso de los años, ya no se deben mayoritariamente a 
infecciones malignas, como en general sucedía en el pasado, sino que, en 
muchísimos casos, se relacionan con un estilo de vida poco saludable, tanto por sus 
demandas personales y sociales como por sus déficits o excesos comportamentales. 
En general, estas alteraciones de la salud (trastornos cardiovasculares, respiratorios, 
gastrointestinales, cáncer), de tan amplio alcance en nuestros días, han sido 
denominadas alteraciones biopsicosociales, trastornos psicofisiológicos o, más 
tradicionalmente, enfermedades psicosomáticas, haciendo referencia a la destacada 
importancia de las cuestiones ambientales y psicológicas en su etiología, 
mantenimiento y/o tratamiento. También se ha observado que incluso en algunas de 
as enfermedades infecciosas más graves de nuestro tiempo (el SIDA), puede influir 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 17 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
el comportamiento habitual de las personas, reforzándose, todavía más, la 
trascendencia de las cuestiones ambientales y psicológicas. 
 
García y Peralbo (1999) concuerdan con esto, afirmando que la comprensión de la 
propia enfermedad puede influir en el estado emocional, en las estrategias de 
afrontamiento, en el seguimientodel tratamiento e, incluso, en la recuperación de la 
enfermedad. 
 
Pues, si se sabe cómo los sujetos conceptualizan la enfermedad se podrá 
incrementar la probabilidad de implementar inmediata y efectivamente la intervención 
más adecuada (Pidgeon, 1985 citado en García y Peralbo, 1999). El conocimiento 
del significado que tiene la enfermedad para el paciente puede ayudar al personal 
sanitario en sus esfuerzos por reducir la ansiedad y el miedo de los sujetos, además 
de aumentar consecuentemente el grado de adherencia al tratamiento, aumenta la 
empatía y facilita la explicación tanto de la enfermedad como de los procedimientos 
médicos y puede ser útil de cara a la prevención eficaz de las respuestas negativas 
asociadas con la hospitalización de los sujetos. 
 
En el caso específico de niños, García y Peralbo (1999) argumentan que el 
conocimiento que tienen los niños acerca de su enfermedad es esencial para que 
puedan responsabilizarse de su manejo y colaborar con sus padres o con los 
profesionales en la aplicación de los tratamientos, especialmente cuando se trata de 
enfermedades crónicas, ya que dicho conocimiento parece estar condicionado por 
aspectos evolutivos tan claves como el nivel de desarrollo cognitivo en que se 
encuentran los sujetos, o por experiencias de aprendizaje derivadas del tipo de 
enfermedades que hayan sufrido, o de la información que hayan recibido. 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 18 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
1.2. Antecedentes de Psicología de la Salud 
 
Altman y Revenson (1985, citado en García y Peralbo, 1999) señalan que, las 
diferencias de edad en las concepciones de salud y enfermedad también han sido 
estudiadas por investigadores que usan aproximaciones más psicosociológicas. Su 
trabajo se centra en el estudio de las expectativas individuales y de los valores sobre 
la salud como determinantes de la conducta saludable. Los estudios que utilizan el 
Modelo de Creencias sobre la Salud proponen que las creencias sobre la severidad y 
consecuencias de la enfermedad y sobre los costes y beneficios de adoptar acciones 
para mejorar la salud, están relacionadas con las conductas más o menos saludables 
que realiza el sujeto en cada momento. Estos estudios se han centrado más en las 
conductas dirigidas a prevenir la enfermedad que en aquellas dirigidas a promocionar 
la salud. Ésta implica actividades que realizan individuos sanos para tratar de 
aumentar su bienestar. La prevención de la enfermedad refleja acciones que realiza 
la gente saludable para evitar caer enfermos. La diferencia está por tanto en la meta 
de las acciones. 
 
Flanders (1943, citado en Brannon y Feist, 2001) desarrolló la noción de que las 
respuestas habituales, que las personas exhiben como parte de sus propias 
personalidades, están relacionadas con enfermedades específicas. 
 
Asimismo, Franz Alexander (1950 citado en Brannon y Feist, 2001), consideró los 
trastornos psicosomáticos como elementos estrechamente relacionados con 
conflictos de carácter personal y enfermedades específicas. Alexander afirmaba que 
determinadas personas resultaban más vulnerables que otras a los efectos del estrés 
en sus organismos y que cuando coincidían la vulnerabilidad del organismo y el 
estrés en sus organismos, las personas susceptibles de sufrir estas enfermedades 
desarrollarían el mal. Luzoro (1992) resume los trabajos de Franz Alexander y 
Flanders Dunbar, en el Instituto Psicoanalítico de Chicago, quienes en la década de 
los años cincuenta mencionando que ellos planteaban que los conflictos 
inconscientes sin resolver son los responsables de diversos trastornos orgánicos, y 
que es posible descubrir tipos "específicos" de personalidad en algunos de ellos: 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 19 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
ulcus gastroduodenal, asma bronquial, hipertensión esencial, etc. Los defensores de 
esta línea postularon, por ejemplo, que los asmáticos poseen una personalidad 
excesivamente dependiente de la figura materna, con inhibición de la hostilidad hacia 
ella, y que las situaciones que implican un peligro de separación de la madre o de los 
símbolos maternos desencadenan o agravan las crisis asmáticas; o que los 
hipertensos han tenido una infancia marcada por padres excesivamente estrictos, 
capaces de retirar su amor al menor signo de rebeldía, siendo esta situación la que 
lleva al niño a ocultar sus ataques de rabia y a desarrollar una inhibición crónica de 
sus tendencias agresivas que, finalmente, se somatizan. 
 
Penzo (1990), aunque desde otra perspectiva, concretiza mencionando que adoptar 
una perspectiva centrada en los pacientes obliga a tener en cuenta lo que los 
caracteriza como personas: los factores de interpretación o significación psicológica. 
 
Por lo que, como desarrollo científico y profesional, la necesidad de abordar 
convenientemente los problemas más graves de la salud, esto es, las enfermedades 
crónicas, por una parte, y el mayor interés actual por la promoción de la salud, por 
otra, ha hecho que, de una forma paralela a otras disciplinas de la salud, la 
Psicología y, especialmente, sus ramas más relacionadas (Psicología Clínica, 
Psicología Comunitaria) hayan sufrido un gran avance, generándose nuevas 
disciplinas como la Psicología de la Salud, o nuevas áreas interdisciplinarias, como la 
Medicina Conductual. 
 
Buen ejemplo del interés y expansión del campo es la aparición en los últimos años 
de múltiples etiquetas que enfatizan la importancia del comportamiento en los 
trastornos de la salud tales como, Psicoendocrinoinmunología, Inmunología 
Conductual, Dermatología Conductual, Oftalmología Conductual, Neurología 
Conductual o Neuropsicología Conductual, entre otras, o en el manejo de aspectos 
psicológicos en la prevención o tratamiento de los trastornos de la salud tales como 
Salud Conductual o Psicología Médica. 
 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 20 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
1.3. Definición de Psicología de la Salud 
 
Dadas las necesidades que se fueron identificando a través de la experiencia, surge 
una nueva rama de la Psicología, la Psicología de la Salud, quien esta interesada en 
el estudio de los procesos psicológicos en la salud, enfermedad y cuidado de la salud 
(Kaptein y Weinman, 2004). 
 
Insúa y Musacchio (2006) en este ámbito agregan que el ser humano tiene un 
sistema defensivo psicológico, biológico, social y cultural que lo protege 
maravillosamente frente a la enorme cantidad de agentes que de continuo perturban 
su equilibrio y su bienestar. A demás, todas las personas que pueden modificar una 
conducta son agentes de salud. Entre ellas se encuentran psicólogos, sociólogos, 
antropólogos, asistentes sociales, voluntarios, etcétera. 
 
La inclusión de los factores psicológicos en las concepciones médicas, que 
consideran la salud y la enfermedad como aspectos de un continuo ajuste a las 
exigencias momentáneas de la vida, permiten incorporar, en una teoría general de la 
enfermedad, muchos de los casos que eran dejados de lado en las dos 
concepciones, como la influencia de las emociones en la resistencia del organismo a 
las infecciones, la manifestación en el nivel metabólico (cantidad de ácidos grasos 
libres en sangre) de las actitudes en relación con los grupos de preferencia, la 
incidencia de experiencia traumáticas infantiles en las reacciones neurovegetativo-
endocrinas de los sujetos adultos, la posibilidad de condicionar funcionamientos 
anómalos de diferentes órganos y posteriormente desacondicionarlos , con el fin de 
hacer desaparecer la respuesta patológica, etcétera. 
 
Básicamente, son tres las razones que Amigo, Fernández y Pérez (1998)plantean 
como causas particulares de la emergencia de la psicología de la salud. En primer 
lugar, desde mediados de este siglo, asistimos a un cambio en la preocupación 
sanitaria que se ha desplazado, en una medida importante, desde las enfermedades 
infecciosas (que hoy se encuentran controladas bastante bien a través de los 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 21 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
antibióticos) hasta los trastornos de carácter crónico de etiología pluricausal que 
están ligados al estilo de vida propio de las sociedades industrializadas. El 
incremento de estas <<nuevas>> enfermedades (como el cáncer o los problemas 
cardiovasculares) es, en definitiva, producto de hábitos poco saludables o insanos 
que, actuando sinérgicamente, facilitan la aparición de enfermedad. 
 
En segundo lugar, este tipo de enfermedades crónicas, con las cuales el paciente 
tiene que convivir durante muchos años, suele conllevar una serie de cambios 
importantes en la calidad y estilo de vida de las personas (por ejemplo mantener una 
buena adhesión a los tratamientos crónicos). 
 
Finalmente, el modelo médico de la enfermedad, que entiende la enfermedad en 
términos de un desorden biológicos o imbalances químicos y, en definitiva, asume el 
dualismo mente-cuerpo entendiendo que el cuerpo y la mente son dos entidades 
separadas. 
 
De este modo, aunque el interés de los psicólogos en cuestiones de salud física data 
de los comienzos del siglo XX, Rodríguez-Marín (1998) menciona que el desarrollo 
real de la Psicología de la Salud se vincula con la publicación de un artículo de 
William Schofield por el American Psychologist, en 1969, en el que este autor 
exponía los resultados de un análisis de contenido sobre el Psychological Abstracts 
de 1966-1967, mostrando que en ese periodo se habían publicado muy pocos 
artículos sobre temas de aplicación de la Psicología al campo de la salud (excluida la 
salud mental en el sentido más restringido del término). 
 
En ese trabajo Schofield (1969 citado en Rodríguez-Marín, 1998), subraya la 
presencia "anémica" de la Psicología en el campo de Ios servicios de salud, "en 
número y en tecnología" frente al de otros profesionales sanitarios. Pero también 
indicaba las posibilidades de que esa presencia llegara a ser "robusta", y señalaba 
que eso dependía en muy buena parte de las decisiones y de los intereses de los 
propios psicólogos. Tomando nota de ello, la Asociación Norteamericana de 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 22 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
Psicología (APA), en 1973, nombró a Schofield presidente de un Grupo de Trabajo 
sobre Investigación en Salud. El grupo realizó un análisis de contenido semejante al 
primero, referido al periodo 1966/1973, llegando a la conclusión de que, en efecto, 
hasta ese momento el interés de los psicólogos en el estudio de la enfermedad/salud 
física había sido muy bajo. La acción del grupo de Schoffield, y sus informes, 
tuvieron un resultado altamente positivo y, a partir de ese momento, que se puede 
considerar como el del nacimiento de la Psicología de la Salud. 
 
Pasados algunos años, dado el crecimiento de la Psicología de la Salud y su 
constitución como un área genérica de la Psicología, surge la primera definición de 
Psicología de la Salud, dada por Matarazzo (1982 citado en Brannon y Feist, 2001), 
quien definió a la Psicología de la Salud como el conjunto de contribuciones 
educativas, científicas y profesionales de la disciplina de psicología a la promoción y 
mantenimiento de la salud, la prevención y tratamiento de la enfermedad, la 
identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad y 
las disfunciones relacionadas y al análisis y mejora del sistema sanitario y formación 
de política sanitaria. 
 
Esta definición la apoya Godoy (1999) quien sin modificar drásticamente la define 
como el conjunto de contribuciones científicas y profesionales (investigación, 
evaluación, intervención, formación y gestión) de la psicología relativas a la 
promoción y acrecentamiento de la salud y a la prevención, tratamiento y 
rehabilitación de la enfermedad, así como al análisis y mejora del sistema sanitario y 
políticas de salud, consistentes en la investigación de la importancia de los factores 
comportamentales en la preservación de la salud (y generación, mantenimiento o 
eliminación de la enfermedad) y la elaboración y aplicación de programas destinados 
al control o modificación de los mismos. 
 
Así, como señalan Kaptein y Weinman (2004) los psicólogos de la salud estudian los 
factores comportamentales asociados con el mantenimiento de la salud, y examinan 
cómo los pacientes con problemas de salud puede ser ayudados a mejorar su 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 23 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
calidad de vida. Los psicólogos de la salud además, examinan a los individuos en 
escenarios experimentales, trabajan con grupos en escenarios naturales, y observan 
las interacciones sociales que tienen lugar entre los profesionales del cuidado de la 
salud y los pacientes en variados contextos de cuidado de salud. 
 
Pues, como se ha venido mencionando, desde el punto de vista de la psicología de 
la salud, la salud y la enfermedad de los individuos es afectada por diferentes 
factores, influyendo factores inherentes a las disposiciones personales o 
personalidades, los grupos sociales que rodean a los individuos, los lugares físicos 
en los que se desenvuelve, las normas culturales y el ambiente sociopolítico 
(Marelich y Erger, 2004), a lo que Reynoso (2005) a demás agrega que, las 
conductas de salud se caracterizan por ser inestables y hasta cierto punto 
autónomas o independientes, refiriéndose a la poca relación que existe entre 
distintos comportamientos en una misma persona, es decir, el hecho de que un 
individuo lleve a la práctica cierta determinada conducta saludable no predice de 
ninguna manera que también practicará otras. 
 
Ogden (2004) por su parte, sugiere que desde el punto de vista de la psicología de la 
salud el ser humano debe ser visto como un complejo sistema y que las 
enfermedades son causadas por una multitud de factores y no por una sola causa. 
La enfermedad puede ser causada por una combinación de factores, biológicos, 
psicológicos y sociales. 
 
Marelich y Erger (2004) sostienen que el campo de la psicología de la salud 
primeramente se centra en los efectos de las disposiciones personales en cuanto a 
la salud y enfermedad, y secundariamente incluye los factores del ambiente social, 
aunque ambos factores son vistos como moderadores del diagnóstico, tratamiento y 
resultados. 
 
Esta aproximación refleja un modelo biopsicosocial de salud y enfermedad, donde lo 
bio incluye factores genéticos, virus, bacterias y defectos estructurales; lo psico 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 24 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
aspectos de salud y enfermedad en términos de cogniciones, emociones y conductas 
(Ogden, 2004). 
 
En la psicología de la salud, las teorías psicológicas y los métodos son aplicados 
para examinar como asegurar que la gente se mantenga saludable o logre una mejor 
adaptación para recobrarse de las enfermedades. 
 
Al respecto, Buceta, et al. (2000) agregan que los psicólogos deben ser los 
profesionales que tengan una visión de conjunto y controlen el proceso del 
tratamiento en su totalidad, valorando sus posibilidades y riesgos, considerando la 
interacción de todos los elementos que formen parte de la intervención y adoptando 
o sugiriendo las decisiones terapéuticas; pues debe tomarse en cuenta que en líneas 
generales, se puedeinfluir en el funcionamiento psicológico de los pacientes, para 
propiciar un comportamiento saludable, a través de tres líneas de actuación: 
o Controlando estímulos antecedentes y consecuentes, tanto externos como 
internos; 
o Propiciando una apropiada disposición psicológica de los pacientes; teniendo 
en cuenta que la disposición presente puede ser más flexible o más rígida y, 
por tanto, más o menos abierta a la influencia externa; 
o Entrenando a los pacientes para que dominen habilidades que les permitan 
autocontrolar su propio comportamiento. 
 
Así mismo, deben conocer principios básicos del aprendizaje que los ayuden a 
comprender mejor las conductas no saludables de los pacientes o su falta de 
adherencia a medidas beneficiosas, tales como utilizar estrategias operantes como el 
control del estímulo, la utilización de conductas incompatibles, el reforzamiento social 
y material a través de distintas técnicas, la extinción y el castigo positivo y negativo. 
 
Werner, Pelicioni y Chiattone (2003) acorde con la American Psychological 
Association, la más grande y más importante Sociedad Científica del área, destacan 
como atribuciones del Psicólogo de la Salud: 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 25 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
1. La identificación precoz de personas en situación de riesgo . definido en términos 
psicológicos, comportamentales y socioculturales. 
2. El desarrollo de programas efectivos de promoción de conductas saludables, 
considerando particularmente las cuestiones ambientales a las cuales normalmente 
se someten al individuo. 
3. La investigación, el entendimiento y la intervención en cuanto a los factores que 
permitan una buena Calidad de Vida para personas portadoras de enfermedades 
crónicas. 
4. La inclusión imprescindible de la perspectiva de realizar estudios e intervenciones 
en el campo Comunitario y de Salud Pública en los esfuerzos de la Psicología de la 
Salud. 
5. La necesidad urgente de enfocar los problemas de salud desde una perspectiva 
global. Es, por lo tanto, innegable el aporte que el psicólogo como profesional y la 
Psicología como ciencia tienen para ofrecer a las cuestiones cotidianas que 
involucran a individuos, comunidades y sociedades en la búsqueda del tan deseado 
bienestar biopsicosocial. 
 
La Psicología de l Salud debe verse como un punto de enlace estratégico entre la 
psicología y la medicina, y representa una plataforma idónea para introducir en el 
contexto del cuidado de la salud y de la enfermedad, la idea de que lo psicológico 
puede ser tan comprensible, objetivable y modificable como puede ser lo biológico 
(Gil Roales-Nieto, 2004 citado en Buela-Casal, 2004). 
 
1.4. Disciplinas relacionadas con la Psicología de la Salud 
 
Una vez que el ser humano comenzó a ser visto como un ser integral en base a un 
modelo biopsicosocial, la Psicología de la Salud no fue la única rama que surgió en 
respuesta a las necesidades identificadas, surgieron en paralelo otras disciplinas, 
algunas veces confundidas en cuanto que comparten parte de su objetivo de estudio. 
Entre ellas destacan: 
 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 26 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
La medicina comportamental que es definida por Kaptein y Weinman (2004) como el 
campo interdisciplinario interesado en el desarrollo e integración de las ciencias 
conductual, psicosocial, y biomédica, conocimientos y técnicas, relevantes para 
entender la salud y enfermedad, y la aplicación de estos para la prevención, 
diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. Según menciona Reynoso (2005) ésta surge 
como un paradigma tanto para la intervención y aplicación de programas clínicos 
como para la investigación empírica, ya que la investigación biomédica y la 
conductual se han desarrollado de manera independiente y, desde la perspectiva de 
la medicina, no han sido capaces de explicar hasta un punto satisfactorio el porqué 
algunas personas se mantienen sanas y otras se enferman. La medicina tiene que 
ver con el diagnóstico y tratamiento de enfermedades crónicas y no con los factores 
conductuales como estilos de vida, calidad de vida y manejo del estrés. Por el 
contrario, a la medicina conductual se le considera un área derivada de la terapia 
conductual, que en un inicio se enfocaba en el tratamiento de pacientes, 
actualmente, ha extendido la investigación sobre prevención y mantenimiento de la 
salud, ya que la prevención de la enfermedad a través de cambios conductuales y 
medioambientales se percibe como uno de los más prominentes medios de controlar 
algunas enfermedades crónicas que aquejan a la sociedad. 
 
Así, la Medicina Comportamental es una amalgama de elementos de las disciplinas 
comportamentales (psicología, sociología, educación de la salud) (Ogden, 2004) que 
abarca tanto la prevención como el tratamiento de las alteraciones biopsicosociales o 
psicosomáticas y de sus consecuencias perjudiciales para la salud y el bienestar 
(Buceta, et al. 2000). Resumiendo Godoy (1999) menciona que, la característica 
definitoria fundamental de la Medicina Conductual es la interdisciplinariedad: 
conjunto integrado de conocimientos biopsicosociales relacionado con la salud y la 
enfermedad físicas. 
 
En segundo lugar, se encuentra la salud comportamental, que Matarazzo (1980 
citado en Buceta, et al. 2000) define como un campo interdisciplinar dedicado a 
promocionar una filosofía de la salud que acentúe la responsabilidad del individuo en 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 27 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
la aplicación del conocimiento y las técnicas de las ciencias comportamental y 
biomédica, para el mantenimiento de la salud y la prevención de la enfermedad y la 
disfunción, mediante una variedad de actividades autoiniciadas, individuales o 
compartidas. Hace uso de reglas de educación conductual y estilo de vida que logran 
una integración de la mente y el cuerpo (Ogden, 2004). 
 
En tercera instancia se ubica la psicología médica, que Prokop y Bradley (1980 
citado en Reynoso, 2005) conceptualizan como el estudio de factores psicológicos 
relacionados con cualquier aspecto de enfermedad y salud física, así como con su 
tratamiento a nivel individual o grupal. La práctica de la psicología dentro de la 
enseñanza de la medicina también se denominó psicología médica, que se 
encuentra enfocada hacia la función que desempeña el médico en el proceso 
terapéutico y su orientación fundamental es psicodinámica. Insúa y Musacchio (2006) 
también definieron a la psicología médica como la integración médica de las ciencias 
del hombre (psicología, sociología y antropología). 
 
También se encuentra la medicina psicosomática, interesada principalmente como 
menciona Reynoso (2005) en la interacción entre variables fisiológicas y 
psicosociales en la enfermedad, es decir, las emociones y las enfermedades como 
su etiología, obviamente haciendo uso del modelo médico, lo cual da énfasis a un 
modelo biopsicosocial. Aunque esta perspectiva indica una interacción entre la mente 
y el cuerpo y sugiere los factores psicológicos, estos no solamente pueden ser vistos 
como consecuencias de la enfermedad pero puede contribuir a sus causas (Ogden, 
2004). 
 
En contraposición a las disciplinas antes mencionados, Ogden (2004) menciona que 
la psicología de la salud sugiere el rol de la mente tanto en la causa como en el 
tratamiento de la enfermedad pero difiere de la salud comportamental, la medicina 
comportamental y la medicina psicosomática; en que la investigación de la psicología 
de la salud es más específica de la psicología. 
 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 28 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en PersonasHipertensas. 
 
Para Pérez y Álvarez (1991 citado en Godoy, 1999) la Psicología de la Salud podría 
concebirse, con respecto a la Psicología Clínica, más que como dos campos 
diferenciables como una extensión uno del otro: la Psicología de la Salud se presenta 
como una extensión hacia la salud y la enfermedad físicas de la Psicología Clínica. 
 
Pérez (1991 citado en Rodríguez-Marín, 1998), respecto a la diferenciación entre 
Psicología Clínica y Psicología de la Salud, concluye que la psicología de la salud se 
ocupa de los asuntos psicológicos que puedan tener consecuencias fisiológicas, 
mientras que la psicología clínica se ocupa de los problemas psicológicos por sí 
mismos. 
 
Así, un psicólogo clínico de la salud ha sido definido como alguien que fusiona la 
psicología clínica con su enfoque en la asistencia y tratamiento de individuos en 
peligro y el campo contenido dentro de la psicología de la salud (Belar y Deardorff, 
1995 citado en Ogden, 2004). 
 
Godoy (1999) plantea que la Psicología de la Salud integra todas las actuaciones y, 
como resultado de esta integración, por razones científicas, éticas y prácticas, 
plantea como las estrategias más deseables; la promoción de la salud y la 
prevención de la enfermedad. 
 
Así, la intervención comportamental en el campo de la Salud, como lo señala Buceta, 
et al. (2000) tiene cuatro objetivos: 
Prevención primaria: aplicación de estrategias comportamentales para fortalecerla 
salud y prevenir la aparición de enfermedades que aún no están presentes; 
Prevención secundaria: empleo de estrategias para eliminar o controlar situaciones 
de alto riesgo y manifestaciones leves antes de que el problema se agrave; 
Tratamiento de enfermedades: uso de programas de intervención para la 
modificación de alteraciones ya consolidadas. 
Prevención terciaria: aplicación de estrategias con dos objetivos fundamentales; 
reducir la probabilidad de las recaídas en alteraciones ya superadas. 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 29 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
Kaptein y Weinman (2004) por su parte definen estos cuatro objetivos en cuatro 
campos de aplicación: promoción y mantenimiento de la salud; prevención y 
tratamiento de la enfermedad; etiología y diagnóstico correlacionando la salud y 
enfermedad y; un sistema de cuidado de la salud y normas de salud. 
 
La intervención comportamental para Buceta, et al. (2000) suele dirigirse a tres 
áreas: el control del estrés, el aprendizaje o eliminación de comportamientos 
habituales y, la modificación de respuestas concretas y/o condiciones ambientales 
relevantes específicas de cada trastorno. 
 
En este sentido, Insúa y Musacchio (2006) han encontrado que existen mecanismos 
psicológicos de adaptación que contribuyen a la producción de un estado de estrés y 
otros que tienden a solucionar la situación de desequilibrio hormonal y a la 
adaptación de la personalidad. Alrededor del episodio mórbido (antes, durante y 
después) se desarrolla una serie de acontecimientos emotivos, perceptivos y de 
conductas reactivas que constituye una parte integral de la forma habitual de la 
interacción social, en la cual se ven envueltos el paciente y otras personas 
significativas para él. 
 
Los factores externos a su vez son considerados importantes a raíz de que las 
situaciones de estrés muestran que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad 
y su pronóstico, a través de respuestas fisiológicas. 
 
Por lo tanto, se puede decir que la mayoría de las enfermedades psicosomáticas 
implican determinantes genéticos y ambientales y todos los estados de salud y 
enfermedad son influenciados por condiciones psicosociales. 
 
Para Galeno (siglo II d. C.) la enfermedad se instaura cuando una causa externa 
actúa sobre un individuo predispuesto y produce un desorden en su naturaleza que 
determina en su cuerpo una modificación anatomofisiológica anormal, más o menos 
localizada (éste es el esquema médico tradicional). 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 30 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
Así, los factores causales que pueden enfermar al hombre pueden ser gérmenes, 
tóxicos, agentes físicos, emociones, carencias alimenticias, decepciones, 
preocupaciones familiares o profesionales, esfuerzos excesivos, a veces 
consecutivos a niveles de aspiración muy elevados, etc. Estas causas de 
enfermedad se convierten en patógenas de acuerdo con la predisposición individual. 
 
Es evidente que los profesionales de la salud no psicólogos, en contacto directo con 
los enfermos, pueden ayudarlos mejor si dominan conceptos y estrategias 
psicológicos que puedan incorporar a su trabajo como médicos, fisioterapeutas, 
personal de enfermería, etc. Pero eso no quiere decir que puedan hacer el trabajo de 
un psicólogo. Los psicólogos deben ser los profesionales que tengan una visión de 
conjunto y controlen el proceso del tratamiento en su totalidad, valorando sus 
posibilidades y riesgos, considerando la interacción de todos los elementos que 
formen parte de la intervención y adoptando o sugiriendo las decisiones terapéuticas. 
Buceta, et al. (2000) mencionan que se puede influir en el funcionamiento 
psicológico de los pacientes, para propiciar un comportamiento saludable de modo 
que: 
o Se controlen estímulos antecedentes y consecuentes, tanto externos como 
internos; 
o Se propicie una apropiada disposición psicológicas de los pacientes, 
tendiendo en cuenta que la disposición presentes puede ser más flexible o 
más rígida y, por tanto, más o menos abierta a la influencia externa; 
o Y entrenando a los pacientes para que dominen habilidades que les permitan 
autocontrolar su propio comportamiento. 
 
Asimismo dentro del campo de la Educación, García y Peralbo (1999) agregan que la 
educación para la salud, como proceso educativo, las experiencias de aprendizaje 
que debe proporcionar pueden tener lugar en la familia, en la escuela o en cualquier 
otro ambiente, siendo condición imprescindible que exista la intencionalidad por parte 
de alguien (educador) de influir sobre el otro para producir cambios en su información 
o conocimiento, actitudes y conducta. Sin embargo, los esfuerzos para la educación 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 31 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
para la salud deben encaminarse a mejorar las habilidades, los conocimientos y la 
comprensión de las causas de la enfermedad. Lo esencial, no es utilizar la educación 
para la salud como instrumento de cambio cognitivo, que también es posible, sino 
saber qué contenidos y conductas pueden presentarse al niño en el camino de 
alcanzar progresivamente el conocimiento científico-técnico y social que les ayude en 
la evitación de la enfermedad y la promoción de su salud. 
 
1.5. Modelos Explicativos 
 
Existen 2 modelos explicativos para la enfermedad y la salud, dichos modelos se 
contraponen debido a la perspectiva y conceptualización en la que se basan. 
 
Por un lado se encuentra el modelo biomédico, el cual gobernó el pensamiento de la 
mayoría de los médicos a lo largo de 300 años, sostiene que la enfermedad puede 
ser explicada en las bases de procesos somáticos aberrantes, tales como 
desbalances bioquímicos o anormalidades neurofisiológicas. El modelo biomédico 
asume que los procesos psicológicos y sociales son francamente independientes de 
los procesos de padecimientos físicos. 
 
Esto significa, según Taylor (2007) que reduce a la enfermedad a un proceso de bajo 
nivel, tal como serían células desorganizadas o desbalances químicos, en lugar de 
reconocer el rol de procesos sociales y psicológicos generales. 
 
Acorde con Amigo, et al. (1998) el modelo biomédico descansa sobre dos básicos: el 
primero de ellos es la doctrinadel dualismo mente-cuerpo, en virtud del cual se 
entiende que el cuerpo es una entidad física y la mente forma parte del dominio 
espiritual; el segundo principio es el del reduccionismo, que asume que todo el 
procesos de la enfermedad se limita a una cuestión de reacciones físicas y químicas. 
 
A demás, Taylor (2007) agrega que el modelo biomédico explica la enfermedad en 
términos de mal funcionamiento biológico en lugar de reconocer una variedad de 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 32 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
factores de los cuales solamente algunos son biológicos y probablemente 
responsables del desarrollo de la enfermedad. 
 
En primer lugar, desde el modelo biomédico, el criterio fundamental para el 
diagnóstico de la enfermedad es la presencia de anormalidades bioquímicas. Esto 
ignora el hecho documentado de que esas alteraciones bioquímicas son condiciones 
necesarias pero no suficientes para el establecimiento del diagnóstico. Éste sería el 
caso, por ejemplo, de la llamada hipertensión de bata blanca, en la que la mediación 
de un parámetro biológico se puede mostrar insuficiente e, incluso, iatrogénico en el 
diagnóstico y tratamiento de la hipertensión esencial. 
 
En segundo lugar, el diagnóstico del estado físico de ende también, en gran medida, 
de la información que proporciona el paciente. Aunque el examen físico y las 
pruebas de laboratorio son decisivas para identificar la enfermedad, el diagnóstico 
descansa, además, sobre lo que el paciente es capaz de comunicar al profesional de 
la salud. 
 
En tercer lugar, la aproximación biomédica a la enfermedad, concentrada en el 
estudio de la problemáticas fisiológica, ignora la influencia de determinadas 
situaciones vitales en la salud de las personas. La enfermedad sólo esta mediada por 
la susceptibilidad biológica del organismo sino que también son decisivos en ella los 
eventos vitales estresantes que una persona sufre a o largo de su vida. 
 
Por otra parte, los factores psicológicos y sociales son fundamentales a la hora de 
determinar cuándo una persona y aquellos que le rodean llegan a verla como 
enferma. Puesto que estas etiquetas suele ser la razón última para tomar la decisión 
de buscar ayuda médica. 
 
En quinto lugar, el modelo biomédico también puede fracasar a la hora de determinar 
la recuperación de la salud después de la enfermedad. Se sobreentiende, en muchos 
casos, que la enfermedad finaliza cuando se han corregido las alteraciones 
CAPÍTULO 1. Psicología De la Salud. 33 
 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
fisiológicas. Sin embargo, no siempre ocurre así, tal y como queda ilustrado en el 
caso del dolor benigno, en el cual las consecuencias sociales pueden mantener las 
quejas del paciente. 
 
Finalmente, dentro de estas críticas el modelo biomédico, señala el hecho poco 
reconocido de que el resultado del tratamiento también se verá influido 
decisivamente por la relación médico-paciente (Amigo, et al. 1998). 
 
Por otro lado, se encuentra el modelo biopsicosocial, el cual sostiene que todos los 
factores biológicos, psicológicos y sociales son elementos determinantes de la salud 
y de la enfermedad. De este modo, tanto los que podrían calificar como 
macroprocesos (apoyo social, trastornos de salud mental) como los microprocesos 
(alteraciones bioquímicas) interactúan en el proceso de salud-enfermedad. De todo 
lo cual se desprende que la salud y la enfermedad tienen una causación múltiple, y 
múltiples, también son sus efectos. 
 
El modelo sostiene que para comprender los resultados en el dominio de la salud y la 
enfermedad se deben tener en cuenta todos los procesos implicados y se deben 
tratar de medir los tres tipos de variables. 
 
Para comprender el proceso de interacción de las variables biológicas, psicológicas y 
sociales, los investigadores, en general, han adoptado la teoría de sistemas. Según 
ésta, todos los niveles de organización en cualquier ente están relacionadas entre sí 
jerárquicamente, y los cambios en cualquier nivel afectarán a todos los demás. Por lo 
tanto, la salud la enfermedad y la atención médicas serían todos un conjunto de 
procesos interrelacionados que incluyen cambios que interactúan dentro del 
individuo, y éstos a, su vez, sobre los otros niveles (Amigo, et al. 1998). 
 
Además, Taylor (2007) agrega que el modelo biopsicosocial sostiene que la salud y 
la enfermedad son causados por múltiples factores y producen múltiples efectos. 
Más allá, el modelo sostiene que la mente y el cuerpo no pueden ser distinguidos en 
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 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
asuntos de salud y enfermedad por que ambos son claras influencias sobre el estado 
de salud individual. El modelo biopsicosocial enfatiza tanto la salud como la 
enfermedad más que ver a la enfermedad como una desviación de la salud. 
 
Becoña, Vázquez y Oblitas (2006) concluyen que la psicología de la salud utiliza 
como modelo central explicativo el modelo biopsicosocial. Este modelo asume, 
primeramente una perspectiva interdisciplinaria y, en segundo lugar, reconoce el 
peso de los componentes biológicos, procesos psicológicos y conductuales de la 
persona y el componente social. Aunque el psicólogo va a centrarse principalmente 
en la parte psicológica y conductual, no olvida las otras partes, la perspectiva 
interdisciplinaria, posibilita intervenir de modo comprensivo. Sin embargo, con mucha 
frecuencia se confunden los términos “multidisciplinaria” con “interdisciplinaria” y, 
más aún, se aprecia una clara falta de desarrollo del modelo biopsicosocial en las 
distintas aplicaciones. Es un desarrollo que se hace del todo necesario. 
 
Cabe aclarar que en opinión de Matarazzo (1989 citado en Buela-Casal, 2004) no 
hay distintas especialidades de la psicología sino distintas aplicaciones en las que se 
utiliza un núcleo de conocimientos científicos de la psicología. 
 
Por lo tanto la psicología de la salud solo es una de las tantas aplicaciones que tiene 
la Psicología, a través de la cual brinda una conjunción de los aspectos psicológicos 
del individuo con los reflejos físicos sintomáticos. Entre los aspectos psicológicos se 
encuentran los cambios emocionales y el estrés, entre muchos otros, que ejercen 
gran influencia en el estado y percepción de la salud. 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 2. Cambios Emocionales y Estrés. 
 Evaluación de Cambios Emocionales y Estrés en Personas Hipertensas. 
 
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CAPÍTULO 2. CAMBIOS EMOCIONALES Y ESTRÉS 
 
El estrés es un constructo de gran actualidad. Se encuentra en buena parte de la 
información que recibimos día a día y muchos profesionales de distintas disciplinas 
utilizan dicho término con notable frecuencia (Caballo y Simón, 2006). 
 
El concepto de estrés fue utilizado por primera vez, aparentemente, por el médico 
húngaro-canadiense Selye (1936,1956 citado en Carrobles, 1996) en el ámbito de la 
Salud, como un derivado o una adaptación del mismo término utilizado en el campo 
de la Física y, dentro de ésta, en el campo más específico de la dinámica de fuerzas, 
en el que el término estrés (stress, en inglés) se refiere, en general, a la noción del 
efecto producido sobre un cuerpo o una estructura sólida (o a la resistencia ofrecida 
por la misma) por la aplicación de una fuerza externa sobre ella. 
 
Aunque en las primeras aplicaciones del concepto de estrés en el campo de la salud 
por parte de Selye (1936, 1954, 1956 citado en Carrobles, 1996) y otros autores, se 
utilizaba un único término, el de estrés (stress), para designar todas las acepciones o 
componentes implicados en el concepto, posteriormente se estableció el acuerdo, 
tanto tácito como explícito, de establecer

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