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TP 5 - Antiparasitarios

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FARMACOLOGÍA II 
 
 
 
 
 
 
 
DROGAS ANTIPARASITARIAS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
E. A. Vives, D. Medvedosky, M. Poggi y R. Rothlin 
 
 
 
 
2014
1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
Existen un gran número de parásitos que infectan al ser humano, por lo que se 
debe tener en cuenta la complejidad de su ciclo de vida, la diferencia en su 
metabolismo y la gran cantidad de agentes que se han desarrollado para su 
tratamiento. 
 
Desde el punto de vista taxonómico los parásitos se dividen en protozoarios y 
helmintos. Los protozoarios a menudo presentan ciclos de vida complejos, pero 
son unicelulares. En cambio, los helmintos poseen sistemas neuromusculares, 
tracto digestivo, órganos de reproducción y tegumentos muy desarrollados. 
En consecuencia, no sorprende que la mayoría de los agentes que son 
efectivos contra los helmintos carezcan de actividad contra los protozoarios y 
viceversa. 
 
La sensibilidad de los parásitos a los agentes quimioterapéuticos está 
relacionada en gran medida con su taxonomía y su metabolismo. Los parásitos 
y las drogas antiparasitarias pueden ser agrupados entonces según estos dos 
parámetros, aunque el enfoque es imperfecto ya que algunos agentes son 
activos contra patógenos que pertenecen a más de un grupo. Esto es 
particularmente válido para el Praziquantel, que es activo contra un amplio 
espectro de trematodos y cestodos, para el Albendazol que posee actividad 
contra trematodos y cestodos y para la Ivermectina que es activa contra 
nematodos y artrópodos hematófagos. 
 
De todos modos este enfoque proporciona un marco lógico para la 
organización de los datos. 
 
A continuación describiremos brevemente a cada grupo, mencionando las 
drogas que se utilizan en el tratamiento de cada uno de ellos y luego 
desarrollaremos las drogas que se comercializan en nuestro país. Los 
fármacos antibacterianos mencionados, los nitroimidazoles y los nitrofuranos 
serán descriptos en otros cuadernillos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 
 
PARTE I: PROTOZOOS 
 
Los seres humanos albergan una gran variedad de parásitos protozoarios que 
pueden ser transmitidos por insectos vectores, directamente desde otros 
reservorios mamíferos o de una persona a otra. Debido a que los protozoos se 
multiplican rápidamente y no existen disponibles vacunas eficaces, la 
quimioterapia ha sido la única manera práctica de tratar a las personas 
infectadas y de reducir la transmisión. 
 
El sistema inmune juega un papel crucial en la protección contra las 
consecuencias patológicas de infecciones protozoarias. Por lo tanto, las 
infecciones oportunistas con protozoos son más comunes en bebés, personas 
con cáncer, personas trasplantadas, personas bajo tratamiento con 
inmunosupresores o uso prolongado de antibióticos y las personas con el virus 
de inmunodeficiencia humana (VIH) en estadío avanzado de la enfermedad. El 
tratamiento de las infecciones por protozoos es especialmente difícil en 
individuos inmunocomprometidos, y el resultado es a menudo insatisfactorio. 
 
La mayoría de los medicamentos antiprotozoarios han estado en uso durante 
años a pesar de los grandes avances en la ciencia biológica en cuanto a la 
biología del parásito, las defensas del huésped, y los mecanismos de la 
enfermedad. Sin embargo aún no existen agentes que sean satisfactorios para 
el tratamiento de las infecciones por protozoos importantes, como la 
tripanosomiasis africana (enfermedad del sueño) y la enfermedad de Chagas 
crónica. Muchos fármacos antiprotozoarios eficaces son tóxicos en dosis 
terapéuticas, un problema que además es exacerbado por el aumento de 
resistencia a los medicamentos. El desarrollo de resistencia también es una 
seria amenaza para la mejor tolerancia a los agentes antiprotozoarios en uso 
actual. Por desgracia, muchas de estas enfermedades afectan a los pobres en 
los países en desarrollo, y hay poco incentivo económico para las compañías 
farmacéuticas para desarrollar nuevos medicamentos antiparasitarios. Los 
científicos y los médicos que trabajan en este campo deben ser creativos y han 
recurrido a medicamentos desarrollados originalmente para otras indicaciones 
(como anfotericina y miltefosina para el tratamiento de la leishmaniosis), a 
fármacos en investigación, o a ciertos agentes desarrollados para uso 
veterinario, para poder contar con nuevas terapias antiparasitarias. 
 
Dentro de los Protozoos encontramos cuatro grupos distintos: amebas, 
flagelados, ciliados y apicomplexa. 
 
1. Amebas: 
 
La amebiasis afecta alrededor del 10 % de la población mundial, causando 
enfermedad invasiva en aproximadamente 50 millones de personas y muerte 
en cerca de 100.000 personas al año. La amebiasis es más frecuente entre las 
personas que viven en la pobreza y en las zonas con saneamiento deficiente. 
Existen tres especies morfológicamente idénticas pero genéticamente distintas 
de Entamoeba (E. histolytica, E. dispar y E. moshkovskii) que se han aislado de 
las personas infectadas. Aunque las proporciones varían en todo el mundo, E. 
dispar y E. moshkovskii causan alrededor del 90 % de las infecciones humanas 
3 
 
y E. histolytica es responsable de sólo el 10 %. Sin embargo, sólo la E. 
histolytica es capaz de causar enfermedad y por lo tanto requiere tratamiento. 
 
Los seres humanos son los vectores conocidos para estos protozoos que se 
transmiten casi exclusivamente por la vía fecal-oral. Los quistes ingeridos de E. 
histolytica a través de alimentos o agua contaminados sobreviven al contenido 
gástrico ácido y se transforman en trofozoitos que residen en el intestino 
grueso (Esquema 1). El resultado de la infección por E. histolytica es variable. 
Muchas personas no presentan síntomas pero excretan la forma de quiste 
infeccioso, por lo que son una fuente de nuevas infecciones. En otras 
personas, los trofozoitos de E. histolytica invaden la mucosa colónica con 
generando colitis y diarrea con sangre (disentería amebiana). En una pequeña 
proporción de pacientes, los trofozoitos de E. histolytica que invaden la mucosa 
colónica logran llegar a la circulación portal alojándose en el hígado, donde 
generan un absceso hepático amebiano. 
 
 Esquema 1: ciclo de vida de los protozoarios intestinales. 
 
La piedra angular del tratamiento de la amebiasis es el metronidazol 
(compuesto nitroimidazol) o sus análogos tinidazol y ornidazol, (que serán 
descriptos con más detalle en el cuadernillo correspondiente). Estos 
compuestos son los fármacos de elección para el tratamiento de la colitis 
amebiana, el absceso hepático amebiano y cualquier otra forma de amebiasis 
extra intestinal. Debido a que el metronidazol es absorbido en el intestino, los 
niveles en la luz del colon pueden llegar a ser subterapéuticos y ser menos 
eficaz contra los quistes. Por lo tanto los pacientes con amebiasis (colitis 
amebiana o absceso hepático amebiano) también deben recibir un agente 
luminal para erradicar los trofozoitos de E. histolytica que residen dentro de la 
luz intestinal. Los agentes luminales también se usan para tratar a los 
individuos asintomáticos que se encuentren infectados con E. histolytica. La 
paromomicina (un aminoglucósido no absorbido) y el iodoquinol (compuesto 
8–hidroxiquinolina) son dos agentes luminales eficaces. El furoato de 
diloxanida es otro agente luminal eficaz, pero no está disponible en nuestro 
Los quistes 
infectan al 
hombre vía oral 
En el tubo digestivo 
liberan los 
trofozoitos a partir 
de los quistes 
 
El trofozoito 
(forma patógena) 
se reproduce en la 
pared intestinal 
 
En la luz del 
intestino dan 
origen a nuevos 
quistes 
 
Los quistes 
son eliminados 
con las heces 
La 
Amebiasis 
puede ser 
extraintestinal 
 
Los quistes 
contaminan agua, 
alimentos, manos, 
moscas, etc. 
 
4 
 
país. La nitazoxanida también es activa contra E. histolytica. 
 
2. Flagelados 
 
2.1 Sin kinetoplasto 
 
2.1.1 Giardia: 
 
La giardiasis, causada por Giardia lamblia, es prevalente en todo el mundo y es 
la infección intestinal porprotozoarios más frecuente. La infección se produce 
por la ingestión de los quistes del parásito, que se encuentran en el agua o 
alimentos contaminados con materia fecal. La giardiasis es una zoonosis y los 
quistes se liberan de animales o de seres humanos infectados que pueden 
contaminar el agua potable. La transmisión de persona a persona a través de la 
vía fecal-oral es especialmente común entre los niños en los centros de 
atención de día y guarderías, así como entre los individuos institucionalizados y 
los homosexuales masculinos. 
 
La infección por Giardia resulta en uno de tres síndromes: el estado de 
portador asintomático, o la diarrea aguda auto limitada, o la diarrea crónica. La 
infección asintomática es más frecuente, estos individuos excretan quistes de 
Giardia y sirven como fuente de nuevas infecciones. La mayoría de los adultos 
con infección sintomática desarrollan una enfermedad auto limitada aguda con 
heces acuosas y malolientes, distensión abdominal y flatulencia. Sin embargo, 
una proporción significativa de estas personas llegan a desarrollar un cuadro 
de diarrea crónica (> 2 semanas de enfermedad) con signos de malabsorción 
(esteatorrea) y pérdida de peso. 
 
El tratamiento con un curso de 5 días de metronidazol por lo general es 
exitoso, aunque puede tener que ser repetido o prolongado en algunos casos. 
Una dosis única de tinidazol, probablemente sea superior al metronidazol para 
el tratamiento de la giardiasis. La paromomicina se ha utilizado para tratar a 
las mujeres embarazadas para evitar los posibles efectos mutagénicos de las 
otras drogas. La nitazoxanida, la furazolidona y el tinidazol se emplean para 
el tratamiento de la giardiasis en niños inmunocompetentes <12 años de edad. 
 
2.1.2 Tricomonas 
 
La tricomoniasis es causada por Trichomonas vaginalis. Este organismo habita 
en el aparato genitourinario del huésped humano, donde causa vaginitis en la 
mujer y, con poca frecuencia, uretritis en los hombres. La tricomoniasis es una 
enfermedad de transmisión sexual con > 200 millones de personas infectadas 
en el mundo. La infección con Trichomonas se ha asociado con un mayor 
riesgo de adquirir la infección por VIH. Sólo las formas de trofozoitos de T. 
vaginalis han sido identificados en las secreciones infectadas. 
 
El metronidazol sigue siendo el fármaco de elección para el tratamiento de la 
tricomoniasis. Sin embargo, existen fracasos del tratamiento debido a que los 
organismos resistentes son cada vez más frecuentes. Tinidazol parece ser 
mejor tolerado y se ha utilizado con éxito en dosis más altas para tratar T. 
5 
 
vaginalis resistentes a metronidazol. La nitazoxanida muestra actividad frente 
a T. vaginalis in vitro, pero no ha sido objeto de ensayos clínicos y no está 
autorizada para el tratamiento de la tricomoniasis. 
 
2.2 Con kinetoplasto 
 
2.2.1 Tripanosomas 
 
La tripanosomiasis africana, o "enfermedad del sueño", es causada por la 
subespecie del hemoflagelado Trypanosoma brucei y es transmitida por la 
mosca tse-tsé hematófaga del género Glossinia. La infección causa una 
enfermedad seria y también amenaza el ganado, lo que lleva a la desnutrición 
proteica. En los humanos, la infección es mortal si no es tratada. 
 
El parásito es completamente extracelular, y la infección humana temprana se 
caracteriza por el hallazgo de los parásitos en el torrente sanguíneo o linfático, 
sin afectación del SNC (estadío1). El estadío 2 de la enfermedad se caracteriza 
por la afectación del SNC. Los síntomas de la enfermedad en etapa temprana 
incluyen enfermedad febril, linfadenopatía, esplenomegalia y miocarditis 
ocasional, estos resultan de la diseminación sistémica de los parásitos. Hay 
dos tipos de tripanosomiasis africana, la de África Oriental (Rhodesia) y la de 
África Occidental (Gambia), causadas por T. brucei rhodesiense y T. brucei 
gambiense, respectivamente. T. brucei rhodesiense produce una forma 
progresiva y rápidamente fatal de enfermedad que se caracteriza por la 
participación temprana del sistema nervioso central e insuficiencia cardíaca 
terminal. T. brucei gambiense causa una enfermedad que se caracteriza por la 
participación posterior del SNC y un curso más a largo plazo que progresa a los 
síntomas clásicos de la enfermedad del sueño durante meses o años. Los 
síntomas neurológicos incluyen confusión, falta de coordinación, déficits 
sensoriales, signos psiquiátricos, alteración del ciclo del sueño y la eventual 
progresión al estado de coma y muerte. 
 
Cuatro medicamentos se utilizan para el tratamiento de la enfermedad del 
sueño. El tratamiento estándar para la enfermedad en etapa temprana es la 
pentamidina para T. brucei gambiense y suramina para T. brucei 
rhodesiense. Ambos compuestos se deben dar por vía parenteral durante 
largos períodos y no son eficaces contra la enfermedad en etapa tardía. La 
fase del SNC tradicionalmente se ha tratado con melarsoprol, que es un 
agente altamente tóxico que causa una encefalopatía reactiva fatal en 2-10 % 
de los pacientes tratados. Por otra parte, la falta de respuesta a este agente 
está dando lugar a un número creciente de fracasos del tratamiento. La 
eflornitina, que fue desarrollado originalmente como un agente antitumoral y 
aprobado como medicamento huérfano, ofrece la única alternativa para el 
tratamiento de la enfermedad en etapa tardía. Este compuesto es un inhibidor 
de la ornitina decarboxilasa, una enzima clave en el metabolismo de la 
poliamina. Este compuesto ha demostrado marcada eficacia contra ambas 
etapas (temprana y tardía) de la infección por T. brucei gambiense, sin 
embargo, es ineficaz como monoterapia para las infecciones de T. brucei 
rhodesiense. Cabe destacar que la eflornitina tiene significativamente menos 
efectos secundarios que el melarsoprol y es más eficaz que el melarsoprol para 
6 
 
el tratamiento de la fase tardía de la tripanosomiasis gambiense, lo que sugiere 
que la eflornitina es el mejor tratamiento de primera línea entre los disponibles 
para esta forma de la enfermedad. Aunque eflornitina es caro y difícil de 
administrar, la terapia combinada con nifurtimox y eflornitina (NECT) permite 
una menor exposición a la eflornitina con buena eficacia y una reducción de 
eventos adversos. 
 
La tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas, una infección 
zoonótica causada por el Trypanosoma cruzi, afecta a unos 15 millones de 
personas desde México hasta Argentina y Chile. Cada año se añaden entre 
50.000-200.000 nuevas infecciones. La forma crónica de la enfermedad en 
adultos es una causa importante de miocardiopatía, megaesófago, megacolon 
y muerte. Las vinchucas, insectos hematófagos triatomíneos infestan viviendas 
rurales pobres y más comúnmente transmiten la infección a los niños 
pequeños. En las zonas endémicas también puede ocurrir la transmisión 
transplacentaria. También puede ocurrir la reactivación de la enfermedad en 
pacientes que están inmunodeprimidos ya sea trasplantados enfermos con 
SIDA, leucemia y otras neoplasias. La infección por T. cruzi también puede 
transmitirse a través de transfusiones sanguíneas. Los signos y síntomas no 
siempre son completos e incluyen: nódulos cutáneos (chagomas) en el sitio de 
inoculación, fiebre, adenitis, erupciones en la piel y hepatoesplenomegalia. En 
raras ocasiones puede generar miocarditis aguda y muerte. 
 
Los tripomastigotes metacíclicos penetran en las células anfitrionas, 
especialmente macrófagos, donde proliferan como amastigotes. Estos se 
diferencian en tripomastigotes que entran en el torrente sanguíneo. Los 
tripomastigotes circulantes no se multiplican hasta que invaden otras células o 
son ingeridas por un insecto vector hematófago (Esquema 2). 
 
 
Esquema 2: ciclo de vida del T. cruzi. 
TUBO DIGESTIVO DEL VECTOR El vector del T. cruzi (Triatoma o 
vinchuca) se infecta al chupar 
sangre del hombre o mamífero 
infectado con tripomastigotes 
sanguíneos 
 
Esferomastigotes en el 
estómago 
 
Epimastigotes en el intestinomedio que se multiplican por 
división binaria 
 
Tripomastigotes 
metacíclicos (infectantes) 
 
El vector pica al hombre o 
animal y defeca los 
tripomastigotes 
metacíclicos 
Los tripomastigotes metacíclicos 
ingresan al organismo, son 
fagocitados por macrófagos, en cuyo 
citoplasma se transforman en 
amastigotes y se multiplican por 
división binaria 
 
Los amastigotes se diferencian en 
tripomastigotes, rompen las 
células, llegan a la sangre e invaden 
diversos órganos 
7 
 
 
Después de recuperarse de la infección aguda que dura un par de semanas a 
meses, los individuos suelen permanecer asintomáticos durante años a pesar 
de tener parasitemias esporádicas. Durante este período, la sangre puede 
transmitir los parásitos a los receptores de transfusiones y, accidentalmente, a 
los trabajadores de laboratorio. Aproximadamente el 20-30 % de los individuos 
infectados con el tiempo progresa a enfermedad clínicamente evidente que se 
caracteriza por una enfermedad crónica del tracto gastrointestinal y del 
corazón. La destrucción progresiva de las células del miocardio y las neuronas 
del plexo mientérico resultan del tropismo especial del T. cruzi por las células 
musculares. 
 
Dos medicamentos nitroheterocíclicos, nifurtimox y benznidazol se utilizan 
para tratar esta infección. Ambos agentes suprimen la parasitemia y pueden 
curar la fase aguda de la enfermedad de Chagas en el 60-80 % de los casos, 
sin embargo, ambos fármacos son tóxicos y deben tomarse durante largos 
períodos. 
 
Claramente, se necesitan nuevos fármacos con mejor potencia contra parásitos 
en la fase crónica y con menores efectos tóxicos. 
Sin embargo, anta la ausencia de nuevos fármacos, se han utilizado otras 
medidas tales como el control de vectores y la mejora de las viviendas para 
reducir la transmisión de la enfermedad de Chagas. 
 
2.2.2 Leishmanias 
 
La leishmaniosis es una zoonosis transmitida por vectores y causada por 
alrededor de 20 especies diferentes de protozoos intramacrofágicos obligados 
del género Leishmania. Pequeños mamíferos y caninos generalmente sirven 
como reservorios de estos patógenos, que pueden ser transmitidos a los 
humanos a través de la picadura de algunas 30 especies diferentes de 
flebótomos hembras. 
 
Varias formas de leishmaniosis afectan a las personas en el sur de Europa y 
muchas regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo. Los 
promastigotes flagelados libres extracelulares, regurgitados por las moscas 
dentro del huésped cuando se alimentan, son fagocitados por los macrófagos 
tisulares. Estos se transforman en amastigotes, que residen y se multiplican en 
los fagolisosomas hasta que se liberan. Los amastigotes liberados luego 
propagan la infección por la invasión de más macrófagos. Los amastigotes 
ingeridos por los flebótomos durante su alimentación se transforman de nuevo 
en promastigotes, completando de este modo el ciclo de transformación. El tipo 
de enfermedad causada por Leishmania, ya sea localizada o sistémica, 
depende de la especie o subespecie de parásito infectante, la distribución de 
los macrófagos infectados y especialmente de la respuesta inmune del 
huésped. En orden creciente de afectación sistémica y el potencial de 
gravedad clínica, los síndromes de la leishmaniosis humana se han clasificado 
en: cutánea, mucocutánea, cutánea difusa y formas viscerales (kala azar). La 
leishmaniosis cada vez más está siendo reconocida como una infección 
oportunista asociada al SIDA. Las formas cutáneas de la leishmaniosis 
8 
 
generalmente son autolimitadas, y la curación ocurre entre los 3-18 meses 
después de la infección. Sin embargo, esta forma de la enfermedad puede 
dejar cicatrices deformantes Las formas mucocutáneas, cutánea difusa y 
visceral de la enfermedad no se resuelven sin tratamiento. La leishmaniosis 
visceral causada por L. donovani es fatal si no es tratada. 
 
La terapia clásica para todas las especies de Leishmania es el antimonio 
pentavalente (gluconato de antimonio sódico; estibogluconato de sodio).La 
resistencia a este compuesto ha llevado a un fallo generalizado de este 
medicamento en la India, aunque sigue siendo útil en otras partes del mundo. 
Como alternativa, la anfotericina B liposomal es un agente muy eficaz para la 
leishmaniosis visceral, y actualmente es el fármaco de elección para la 
enfermedad resistente al antimonio. Es importante destacar que el tratamiento 
de la Leishmania ha sufrido grandes cambios, debido al éxito del primer agente 
activo por vía oral, la miltefosina. La miltefosina fue aprobada por la FDA para 
el tratamiento de la leishmaniosis cutánea, mucosa y visceral en marzo de 
2014. El fármaco también parece ser activo para el tratamiento de los perros, 
que sirven como un importante reservorio animal de la enfermedad. La 
paromomicina se ha utilizado con éxito como un agente parenteral para la 
enfermedad visceral, y las formulaciones tópicas de paromomicina tienen 
eficacia contra la enfermedad cutánea. La pentamidina también puede ser 
utilizada para la enfermedad cutánea. 
 
3. Ciliados 
 
3.1 Balantidium: 
 
La balantidiasis es causada por el protozoo ciliado Balantidium coli, es una 
infección del intestino grueso que se puede confundir con amibiasis. Sin 
embargo, a diferencia de la amebiasis, esta infección por lo general responde a 
la terapia con tetraciclina. 
 
4. Apicomplexa 
 
4.1 Subclase coccidia 
 
4.1.1 Isospora belli: 
 
Isospora belli es un parásito coccidio, que causa diarrea en pacientes con SIDA 
y responde al tratamiento con trimetoprima-sulfametoxazol. 
 
4.1.2 Cyclospora cayetanensis: 
 
Cyclospora cayetanensis Es otro parásito coccidio, que causa diarrea auto 
limitada en hospedadores normales y puede causar diarrea prolongada en 
personas con SIDA. Es susceptible a trimetoprima-sulfametoxazol. 
 
4.1.3 Toxoplasma 
 
9 
 
La toxoplasmosis es una infección zoonótica cosmopolita causada por el 
protozoo intracelular obligado Toxoplasma gondii. Aunque los gatos y otras 
especies de felinos son los huéspedes naturales, quistes tisulares (bradizoítos) 
se han recuperado de otras especies de mamíferos. Las cuatro rutas más 
comunes de infección en humanos son: ingestión de carne mal cocida que 
contiene quistes tisulares, ingestión de materia vegetal contaminada con tierra 
que contiene ooquistes infectivos, contacto oral directo con heces de gatos con 
ooquistes e infección fetal transplacentaria con taquizoitos de madres con 
infección aguda (Esquema 3). 
 
 
Esquema 3: ciclo de vida del Toxoplasma gondii. 
 
La infección primaria por T. gondii produce síntomas clínicos en alrededor del 
10 % de los individuos inmunocompetentes. La enfermedad aguda suele ser 
auto limitada y rara vez se requiere tratamiento. Sin embargo, las personas que 
inmunocomprometidas tienen el riesgo de desarrollar encefalitis por toxoplasma 
por la reactivación de los quistes depositados en el tejido cerebral. La gran 
mayoría de los casos de encefalitis por toxoplasma se observa en pacientes 
con SIDA, en los que la enfermedad es fatal si no se reconoce y se trata 
adecuadamente. Las manifestaciones clínicas de la toxoplasmosis congénita 
varían ampliamente, pero la coriorretinitis, que puede presentar décadas 
después de la exposición perinatal, es el hallazgo más comúnmente 
reconocido. 
 
El principal tratamiento para la encefalitis por toxoplasma consiste en 
pirimetamina (antifolato) y sulfadiazina junto con el ácido folínico 
(leucovorina). Sin embargo, la terapia debe interrumpirse en cerca del 40 % de 
los casos debido a la toxicidad causada principalmente al compuesto a base 
CICLO INTESTINAL: 
En las células epiteliales 
intestinales los taquizoitos 
se reproducen por 
esquizogonia (asexuada), 
dando lugar a esquizontes y 
luego merozoitos. 
 
Los merozoitos dan lugar a 
macro y microgametocitos 
que luego dan lugar a los 
gametos. 
Los gametos realizan la 
reproducción sexuada 
desarrollándose los 
ooquistes 
 
Los ooquistes 
seeliminan con 
la materia fecal 
En el medio ambiente 
los ooquistes maduran 
formando 2 
esporoquistes con 4 
esporozoitos c/u. 
Los ooquistes y los 
quistes infectan al hombre 
y otros animales vía oral 
(huésped intermediario). 
 
Hay reproducción 
intracelular de 
taquizoitos (infección 
aguda). 
 
Los taquizoitos 
hacen invasión 
extraintestinal 
(incluye feto) vía 
hematógena o 
linfática 
Se forman 
quistes en tejidos 
con bradizoitos 
(infección 
crónica) 
 
Gatos y otros felinos 
(huésped definitivo) 
 
10 
 
de sulfa. En este caso, la sulfadiazina puede ser sustituida por clindamicina 
sin pérdida de eficacia. Los regímenes alternativos que combinan 
azitromicina, claritromicina, atovacuona, o dapsona, ya sea con 
trimetoprima-sulfametoxazol o pirimetamina y ácido folínico son menos 
tóxicos pero también menos eficaces que la combinación de pirimetamina y 
sulfadiazina. . 
 
La espiramicina, que se concentra en el tejido placentario, se utiliza para el 
tratamiento de la toxoplasmosis aguda adquirida durante el embarazo para 
prevenir la transmisión al feto. Si se detecta infección fetal, se administra la 
combinación de pirimetamina, sulfadiazina y ácido folínico a la madre (sólo 
después de las primeras 12-14 semanas de embarazo) y al recién nacido en el 
periodo postnatal. 
 
4.1.4 Cryptosporidium 
 
Cryptosporidia son parásitos protozoarios coccidios que pueden causar diarrea 
en un número de especies animales, incluyendo los seres humanos. Su 
taxonomía está evolucionando, pero Cryptosporidium parvum y C. hominis 
parecen dar cuenta de casi todas las infecciones en los seres humanos. 
 
Los ooquistes en las heces infectadas pueden propagarse por contacto directo 
de humano a humano o a través del agua contaminada, siendo esta último 
reconocida como una ruta establecida en la infección epidémica. Los grupos de 
riesgo son los viajeros, los niños en las guarderías, los homosexuales 
masculinos, los cuidadores de animales, los veterinarios y demás personal 
sanitario. Los individuos inmunodeprimidos son especialmente vulnerables. 
Después de la ingestión, el ovocito maduro se digiere y libera esporozoitos que 
invaden las células epiteliales del intestino y penetran en la membrana celular 
sin entrar en el citoplasma. En la mayoría de las personas, la infección es auto 
limitada. Sin embargo, en los pacientes con SIDA y otras personas 
inmunodeprimidas, la gravedad de la diarrea secretora puede requerir 
hospitalización y terapia de apoyo para prevenir graves desequilibrios 
electrolíticos y deshidratación. 
 
El tratamiento más efectivo para la criptosporidiosis en pacientes con SIDA es 
la restauración de la función inmune a través de la terapia antirretroviral de 
gran actividad (TARGA). La nitazoxanida ha mostrado actividad en el 
tratamiento de la criptosporidiosis en niños inmunocompetentes y es 
posiblemente eficaz en adultos inmunocompetentes. Su eficacia en niños y 
adultos con infección por VIH y SIDA no está claramente establecida, aunque 
algunos estudios mostraron un beneficio modesto en un subgrupo de hombres 
adultos con SIDA y criptosporidiosis crónica. 
 
4.1.5 Plasmodium 
 
El paludismo, también denominado malaria, representa actualmente la 
enfermedad tropical más importante con alrededor de 300 millones de 
personas infectadas y 3,5 millones de muertes anuales en todo el mundo. Se 
11 
 
considera una enfermedad re emergente, que está presente en más de 90 
países, fundamentalmente en áreas tropicales. 
 
Los parásitos causantes de la malaria son esporozoarios del orden Eucoccida, 
familia Plasmodiidae, género Plasmodium. Diferentes especies parasitan al 
hombre y a diversos animales. 
Las 2 especies principales de Plasmodium que afectan al hombre son P. vivax 
y P. falciparum. Existen otras 2 especies, de importancia regional, que son P. 
malariae y P. ovale. El parásito más letal es P. falciparum porque puede 
producir parasitemias que incluyen a más del 20 % de los eritrocitos 
circulantes. Por el contrario, P. vivax, P. ovale y P. malariae producen menor 
parasitemia. 
 
Existen 2 ciclos diferentes, uno que se desarrolla en el mosquito, en el que hay 
reproducción sexual (ciclo esporogónico) y otro que se efectúa en el hombre, 
con reproducción asexual (ciclo esquizogónico) (Esquema 4). En esta 
parasitosis, el mosquito (del género anófeles) es un hospedero definitivo y el 
hombre un hospedero intermediario. 
 
Reproducción sexual (ciclo esporogónico): se efectúa en las hembras de los 
mosquitos del género Anófeles, que se infectan al ingerir sangre de una 
persona que tenga los parásitos sexualmente diferenciados. Estas formas 
sexuadas entran al estómago del mosquito, donde maduran y llegan a 
constituir gran cantidad de esporozoitos. Luego se diseminan por el cuerpo del 
mosquito, y se colocan de preferencia en las glándulas salivales, donde 
permanecen hasta ser inoculados al hombre durante una nueva picadura. La 
duración del ciclo en el mosquito varía entre 7 y 14 días, según la especie de 
Plasmodium. 
 
Reproducción asexual (ciclo esquizogónico): el ciclo en el hombre comienza 
con la penetración intracapilar de los esporozoitos a través de la piel, que 
rápidamente pasan a la circulación, donde permanecen alrededor de 30 min, 
antes de invadir los hepatocitos. Existen dos etapas en esta reproducción, la 
preeritrocítica y la eritrocítica. 
 
Etapa preeritrocítica: se inicia con la penetración de los esporozoitos a los 
hepatocitos. Dentro de cada hepatocito parasitado se forma el esquizonte 
hístico primario; después de 6 a 12 días, sufre ruptura y libera miles de 
merozoitos histológicos, que van a la circulación para invadir los eritrocitos. En 
P. vivax y ovale, algunas formas hísticas se desarrollan muy lentamente en el 
hígado y pueden permanecer latentes por varios meses, por lo que se han 
llamado hipnozoitos. Cuando éstos salen tardíamente a la circulación producen 
las recaídas. Esto no sucede con P. falciparum y malariae. 
 
Etapa eritrocítica: los merozoitos procedentes de esquizontes hísticos invaden 
los eritrocitos. El esquizonte maduro al romper el eritrocito libera merozoitos. 
Esta liberación ocurre cada 48 h en P. vivax, P. falciparum y P. ovale y cada 72 
h en P. Malariae. Cada una de estas formas del parásito invade un nuevo 
eritrocito y da comienzo a otro ciclo eritrocítico. Algunos merozoitos al parecer, 
tienen una determinación genética para constituir los elementos masculinos y 
12 
 
femeninos, o sea los gametocitos, que circulan como formas infectantes para 
los mosquitos y no producen sintomatología en el hombre. Estos gametocitos si 
no son ingeridos por los mosquitos, desaparecen espontáneamente de la 
sangre. 
 
 
 
Esquema 4: ciclo de vida del Plasmodium spp. 
 
Las manifestaciones clínicas dependen del parásito, del número de parásitos y 
del estado inmunitario del paciente. El cuadro clínico característico se resume 
básicamente en escalofríos, fiebre y sudoración, asociados a anemia, 
leucopenia y posteriormente a esplenomegalia. 
 
El mecanismo de transmisión, en condiciones naturales, se hace mediante los 
mosquitos hembra del género anopheles. Otros mecanismos menos frecuentes 
son: inoculación directa de sangre con parásitos a través de la placenta, por 
transfusión sanguínea, accidentalmente por jeringas contaminadas o por 
transplante de órganos. En estos casos sólo aparece el ciclo eritrocítico, sin 
existir invasión previa al hígado. 
 
Los antipalúdicos se dividen dependiendo de la etapa del parásito que atacan y 
el fin clínico correspondiente. 
 
Esquizonticidas hísticos utilizados en la profilaxis causal: son fármacos que 
actúan contra las formas hísticas primarias de plasmodios en hígado, que en 
un mes o menos inician la etapa eritrocítica de la infección. Evitan la 
CICLO ESPOROGONICO (SEXUAL) CICLO ESQUIZOGONICO (ASEXUAL) 
La hembra de mosquito 
Anopheles se infecta al ingerir 
sangre de una persona con 
microgametocitos (macho) y 
macrogametocitos(hembra) 
Maduran y se transforman en 
macrogametos que son 
fecundados por los 
microgametos formando un 
ooquiste 
Dentro del ooquiste se 
constituyen gran cantidad de 
esporozoitos que se liberan y se 
localizan preferentemente en las 
glándulas salivales 
Los esporozoitos penetran la piel, 
pasan a la circulación e invaden los 
hepatocitos 
Etapa pre-eritrocitaria 
En cada hepatocito se forman el 
esquizonte tisular primario, madura, 
rompe el hepatocito y libera miles de 
merozoitos tisulares 
Etapa eritrocitaria 
Los merozoitos invaden eritrocitos y 
forman trofozoitos que a su vez se 
dividen y forman esquizontes, éste 
rompe al eritrocito y libera merozoitos 
que invaden eritrocitos e inician otro 
ciclo eritrocítico 
Algunos merozoitos se constituyen en 
con microgametocitos (macho) y 
macrogametocitos (hembra) 
infectantes para los mosquitos 
13 
 
maduración de los esquizontes hepáticos en el ciclo preeritrocítico, ejemplo: 
cloroguanida (proguanil), utilizado para la profilaxis causal del paludismo por 
P. falciparum. 
 
Esquizonticidas hísticos utilizados para evitar recaídas: los fármacos actúan 
en las formas histológicas latentes de P. vivax y P. ovale que persisten 
después de que pasaron a la circulación las formas hísticas primarias. Las 
formas hísticas latentes producen el paludismo recidivante o recaídas, meses o 
años después de la infección inicial. La primaquina es el fármaco prototipo 
reservado para evitar recaídas. 
 
Esquizonticidas hemáticos utilizados en la curación clínica y la supresión: 
actúan en las etapas eritrocíticas asexuadas de los parásitos del paludismo 
para interrumpir la esquizogonia 
Los medicamentos en cuestión pueden dividirse en dos grupos. Los de acción 
rápida, incluyen los clásicos alcaloides antipalúdicos como: cloroquina, 
quinina y sus derivados similares, quinidina, mefloquina, halofantrina, y los 
de acción más lenta, como la pirimetamina, cloroguanida y antibióticos 
antipalúdicos, éstos preparados más a menudo se utilizan junto con 
equivalentes de acción más rápida. 
 
Se considera que el Plasmodio es resistente una droga cuando el parásito 
sobrevive a concentraciones del fármaco que previamente lo eliminaban o 
prevenían su multiplicación. La resistencia a la cloroquina está descripta 
fundamentalmente para el P. falciparum. Para el P. vivax se ha reportado 
resistencia a la primaquina, pirimetamina y sulfas fundamentalmente, y en 
menor medida a la cloroquina. No se ha observado resistencia del P. ovale y P. 
malariae a la cloroquina. 
 
4.2 Subclase piroplasmia 
 
4.2.1 Babesia: 
 
La babesiosis, causada ya sea por Babesia microcoti o B. divergens, es una 
zoonosis transmitida por garrapatas, que superficialmente se parece a la 
malaria, ya que los parásitos invaden los eritrocitos produciendo una 
enfermedad febril, hemólisis y hemoglobinuria. Esta infección por lo general es 
leve y auto limitada, pero puede ser grave o incluso mortal en los individuos sin 
bazo o severamente inmunocomprometidos. Actualmente la terapia 
recomendada es con una combinación de clindamicina y quinina para la 
enfermedad severa, y la combinación de azitromicina y atovacuona para 
infecciones leves o moderadas. 
 
4.3 Diversos géneros del Phylum Microspora 
 
4.3.1 Microsporidium: 
 
Son hongos parásitos eucariotas unicelulares que forman esporas que pueden 
causar una serie de síndromes y enfermedades, incluyendo diarrea en 
individuos inmunocomprometidos. Las infecciones por microsporidios del 
14 
 
género Encephalitozoon, incluyendo E. Hellum, E. intestinalis y E. cuniculi, han 
sido tratados con éxito con albendazol, un derivado de bencimidazol inhibidor 
de la polimerización de tubulina. Las personas inmunocomprometidas con 
microsporidiosis intestinal por E. bieneusi (que no responde tan bien al 
albendazol) han sido tratadas con éxito con el antibiótico fumagilina. 
 
DROGAS ANTIPROTOZOARIAS 
 
I. Anfotericina B 
 
La farmacodinamia, farmacocinética y la toxicología de la anfotericina B se 
presentan en el cuadernillo de drogas antimicóticas. Sólo aquellas 
características de la droga pertinente para su uso en la leishmaniosis se 
describen aquí. 
 
La anfotericina B liposomal fue aprobada para el tratamiento de la 
leishmaniosis visceral. Es un agente muy eficaz que cura > 90 % de los casos 
de leishmaniosis visceral y se ha convertido en el fármaco de elección para los 
casos resistentes al antimonio. Se considera un fármaco de segunda línea para 
la leishmaniosis cutánea o mucosa, donde ha demostrado ser eficaz para el 
tratamiento de pacientes inmunocomprometidos. 
El mecanismo de acción de la anfotericina B contra la Leishmania es similar a 
la base de las actividades antifúngicas de la droga. Leishmania tiene una 
composición de esteroles similar a patógenos fúngicos y el fármaco se une a 
estos. Después de casi 30 años de uso, aún no se han reportado casos de 
resistencia significativa a la droga. 
 
II. Eflornitina 
 
Eflornitina es un inhibidor irreversible, que se une covalentemente, a la enzima 
ornitina decarboxilasa. Esta enzima cataliza y limita el primer paso en la 
biosíntesis de las poliaminas (Esquema 5). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Esquema 5: Mecanismo de acción de eflornitina 
Ornitina Putrescina Espermidina 
Crecimiento 
y división 
celular 
Eflornitina 
Ornitina 
decarboxilas
15 
 
Estos compuestos, como putrescina, espermidina, y en los mamíferos, 
espermina, son requeridos para la división celular y para la diferenciación 
normal de las células. En los tripanosomas, la espermidina además, se 
requiere para la síntesis de tripanotión, que es un conjugado de espermidina y 
glutatión que reemplaza muchas de las funciones de glutatión en las células del 
parásito. 
 
El déficit de estas sustancias genera que los parásitos se transformen en las 
formas cortas, que no se replican y que además son incapaces de sintetizar las 
glicoproteínas variables de superficie, pudiendo ser removidas por el sistema 
inmune. 
Dado que en los seres humanos, eflornitina es rápidamente metabolizado con 
una vida media corta y que el parásito no puede metabolizarla con suficiente 
rapidez, el fármaco daña preferentemente el parásito. 
 
La eflornitina actualmente se usa para tratar la fase tardía de la tripanosomiasis 
por T. brucei gambiense, ya que es ineficaz para la tripanosomiasis de África 
Oriental. La eflornitina es a la vez más segura y más eficaz que el melarsoprol 
para la fase tardía de la enfermedad del sueño gambiense. 
 
La eflornitina se administra por infusión intravenosa. El fármaco no se une a las 
proteínas plasmáticas, pero se distribuye bien y penetra en el líquido 
cefalorraquídeo. Más del 80 % de la droga se elimina por riñón en forma 
inalterada. 
 
Las dosis terapéuticas de eflornitina son grandes y requieren la 
coadministración de grandes volúmenes de líquidos por vía intravenosa. Esto 
plantea limitaciones prácticas significativas en lugares remotos y puede causar 
sobrecarga de fluidos en pacientes susceptibles. La eflornitina causa 
reacciones adversas en la mayoría de los pacientes tratados, que 
generalmente son reversibles con la retirada del fármaco. Las reacciones más 
frecuentemente reportadas son dolor abdominal y cefalea, seguidas por 
reacciones en los sitios de inyección. Las reacciones más graves aunque 
menos frecuentes son fiebre, trombocitopenia, convulsiones y diarrea. Con los 
tratamientos prolongados puede ocurrir pérdida de audición reversible. 
 
III. 8-hidroxiquinolinas 
 
El 8-hidroxiquinolina iodoquinol halogenado (diiodohidroxiquina) y el 
clioquinol (iodoclorhidroxiquina) se han utilizado como agentes luminales para 
eliminar la colonización intestinal por E. histolytica. Iodoquinol es el más seguro 
de los dos agentes y se utiliza por vía oral. 
Ambos compuestos actúan por quelación de iones ferrosos esenciales para el 
metabolismo de los parásitos. 
 
Estos fármacos son pobremente absorbidos desde el tracto gastrointestinal. La 
mayorparte de una dosis oral se excreta en las heces. Puede ocurrir absorción 
sistémica que genera aumento de las concentraciones de iodo en sangre. Las 
drogas se distribuyen en los tejidos. El iodo libre y los metabolitos conjugados 
16 
 
con glucurónido y sulfato aparecen posteriormente en la orina. Las porciones 
no absorbidas se eliminan en las heces. 
 
Cuando se utilizan en las dosis apropiadas y la duración de la terapia no es 
mayor a los 20 días, los efectos adversos son poco frecuentes. La reacción 
tóxica más importante, que se ha atribuido principalmente al clioquinol, es la 
neuropatía mielo-óptica subaguda. La administración de iodoquinol en altas 
dosis en niños con diarrea crónica se ha asociado con atrofia óptica y pérdida 
permanente de la visión. 
Dado que estos compuestos contienen iodo, los pacientes pueden presentar 
iodismo cutáneo manifestado por: forunculosis generalizada, reacciones 
papulosas y pustulosas, erupciones acneiformes, bullas, vegetaciones o 
Iododermas tuberosos, urticaria y prurito. Además los pacientes pueden 
presentar: efectos gastrointestinales (anorexia, náuseas, vómitos, diarrea, 
calambres abdominales, prurito anal), fiebre, escalofríos, cefaleas, vértigo y 
agrandamiento de la tiroides 
 
Debido a su perfil de efectos adversos, se prefiere el empleo de paromomicina 
como agente para tratar la amibiasis luminal, sin embargo. Iodoquinol se utiliza 
en combinación con metronidazol para tratar a individuos con colitis amebiana 
o absceso hepático amebiano, pero también puede ser utilizado como agente 
único en pacientes asintomáticos infectados con E. histolytica. 
 
IV. Nitroimidazoles: 
 
Pertenecen a este grupo el Metronidazol, el Secnidazol, el Tinidazol y el 
Ornidazol siendo el primero la droga patrón. Este grupo tiene indicaciones 
antiparasitarias y contra bacterias anaerobias patógenas. Su farmacodinamia, 
farmacocinética y reacciones adversas serán descriptas en el cuadernillo 
correspondiente. 
Aquí se describirán brevemente sus acciones terapéuticas. 
 
El Metronidazol y los nitroimidazoles relacionados son activos in vitro contra 
una amplia variedad de parásitos protozoos anaerobios y bacterias 
anaeróbicas. El compuesto es directamente trichomonicida. La droga también 
tiene una potente actividad amebicida contra E. histolytica. Los trofozoitos de 
G. lamblia también se ven afectados por el metronidazol. El metronidazol 
manifiesta actividad antibacteriana contra todos los cocos anaerobios, los 
bacilos Gram negativos anaerobios y los bacilos Gram positivos anaeróbicos 
formadores de esporas. Los bacilos Gram positivos no esporulados a menudo 
son resistentes, como así también los son las bacterias aerobias y anaerobias 
facultativas. 
 
El metronidazol es clínicamente efectivo en tricomoniasis, amebiasis, giardiasis 
y en una variedad de infecciones causadas por bacterias anaerobias 
obligadas, incluyendo Bacteroides, Clostridium y bacterias microaerofílicas 
tales como Helicobacter y Campylobacter spp. 
 
El Benznidazol, otro derivado de 5-nitroimidazol, es eficaz en la enfermedad 
de Chagas aguda. 
17 
 
 
V. Nitrofuranos: 
 
Furazolidona es un derivado nitrofurano utilizado como tratamiento alternativo 
para la giardiasis. La furazolidona está disponible en forma líquida útil para 
niños pequeños. 
 
Nifurtimox es un derivado nitrofurano activo contra las formas amastigote y 
tripomastigote de T. cruzi y T brucei y que puede ser curativo tanto en los 
estadíos tempranos como tardíos de la enfermedad. 
 
La farmacodinamia, farmacocinética y reacciones adversas de ambos 
compuestos serán descriptas en el cuadernillo correspondiente. 
 
VI. Nitazoxanida: 
 
La nitazoxanida es un agente antiparasitario oral, sintético, de amplio espectro, 
que fue sintetizado originalmente en la década de 1980 basado en la estructura 
de la niclosamida (antihelmíntico). Se encontró inicialmente que tenía actividad 
contra las tenias y los estudios posteriores in vitro sugirieron que era eficaz 
contra un número de helmintos intestinales y protozoarios. La nitazoxanida está 
aprobada por la FDA para el tratamiento de la criptosporidiosis y giardiasis en 
niños. 
 
La nitazoxanida y su metabolito activo, la tizoxanida, inhiben el crecimiento de 
esporozoitos y ovocitos de C. parvum e inhiben el crecimiento de los trofozoitos 
de G. intestinalis, E. histolytica, y T. vaginalis. También tiene actividad contra 
otros protozoos, incluyendo Blastocystis hominis, Isospora belli y Cyclospora 
cayetanensis. La nitazoxanida también demostró actividad contra los helmintos 
intestinales: Hymenolepis nana, Trichuris trichiura, Áscaris lumbricoides, 
Enterobius vermicularis, Ancylostoma duodenale, Strongyloides stercoralis y 
Fasciola hepática. También han sido reportados efectos contra algunas 
bacterias anaerobias o microaerofílicas, incluyendo Clostridium spp y H. pylori. 
La nitazoxanida tendría actividad antiviral y ahora está siendo sometida a 
ensayos clínicos para el tratamiento de la hepatitis C. 
 
La nitazoxanida interfiere con la reacción de transferencia de electrones de la 
enzima dependiente de PFOR, que es esencial para el metabolismo 
anaeróbico en protozoos y especies bacterianas. Un mecanismo propuesto 
para la nitazoxanida es el bloqueo de la primera etapa de la cadena PFOR 
mediante la inhibición de la unión del piruvato con el cofactor pirofosfato de 
tiamina (Esquema 6). Aún no han sido reportados casos de resistencia clínica a 
la misma. 
 
Tras la administración oral, la nitazoxanida se hidroliza rápidamente a su 
metabolito activo, la tizoxanida, que se somete a conjugación principalmente a 
glucurónido tizoxanida. La biodisponibilidad después de una dosis oral es 
excelente, y las concentraciones máximas en plasma de los metabolitos se 
detectan dentro de 1-4 horas después de la administración del compuesto 
original. Tizoxanida se une 99,9 % a las proteínas plasmáticas. Tizoxanida se 
18 
 
excreta por orina, bilis y heces. El glucurónido tizoxanida se excreta en la orina 
y la bilis. 
 
 
 
Esquema 6: Mecanismo de acción de Nitazoxanida. 
 
Hasta la fecha, los efectos adversos parecen ser raros con nitazoxanida. Se 
han reportado dolor abdominal, diarrea, vómitos y dolor de cabeza, además de 
un tinte verdoso en la orina de la mayoría de las personas que toman la 
nitazoxanida. 
 
VII. Pentamidina 
 
La pentamidina es una diamina aromática de amplio espectro, con actividad 
contra varias especies de protozoos patógenos y algunos hongos. 
 
La pentamidina se usa para el tratamiento de la etapa inicial la infección por T. 
brucei gambiense. La pentamidina es un agente alternativo para el tratamiento 
de la leishmaniosis cutánea. Se ha utilizado para el tratamiento de enfermedad 
visceral pero se prefieren los agentes menos tóxicos. La pentamidina también 
es un agente alternativo para el tratamiento y la profilaxis de la neumonía 
causada por el hongo ascomiceto Pneumocystis jirovecii (anteriormente 
conocido como P. carinii) en pacientes inmunocomprometidos, que no toleran a 
trimetoprima-sulfametoxazol y no son candidatos a agentes alternativos como 
atovacuona o la combinación de clindamicina y primaquina. 
 
El mecanismo de acción de las diamidinas se desconoce. Los compuestos 
dicatiónicos parecen mostrar varios efectos en un parásito dado y actuar por 
mecanismos dispares en diferentes parásitos. Las diamidinas se concentran en 
el interior parasitario a través de un sistema de captación de alta afinidad 
dependiente de energía. Las diamidinas hidrofóbicas cargadas positivamente 
pueden ejercer sus efectos tripanocidas reaccionando con una variedad de 
dianas intracelulares cargadas negativamente. Esto puede generar la 
agregación ribosómica, la inhibición de la síntesis de ADN y proteínas, la 
inhibición de varias enzimas y la pérdida del cinetoplasto, entre otros efectos. 
 
Membrana del 
trozofoíto 
Ferrodoxina 
Ferrodoxina 
Ferrodoxina:NAD 
oxidoreductasa 
NADH 
oxidasa 
Piruvato:Ferrodoxinaoxidoreductasa 
Piruvato + pirofosfato de tiamina 
NITAZOXANIDA 
19 
 
La pentamidina se comercializa para inyección o para su uso como un aerosol 
 
Después de una dosis intravenosa única, la droga desaparece del plasma con 
una t 1/2 aparente de varios minutos a unas pocas horas. La t1/2 de eliminación 
es muy lenta, con una duración de semanas a meses y la droga se une 70 % a 
las proteínas plasmáticas. Este compuesto altamente cargado no se absorbe 
bien por vía oral y no atraviesa la barrera hematoencefálica, lo que explica por 
qué es ineficaz contra la fase tardía de la tripanosomiasis. 
Después de múltiples dosis parenterales, las concentraciones más altas de la 
droga se encuentran en hígado, riñón, adrenales y el bazo, mientras que en el 
cerebro sólo se encuentran trazas. La inhalación pentamidina en aerosol se 
emplea para la profilaxis de la neumonía por Pneumocystis, el uso esta vía 
resulta en poca absorción sistémica y disminución de la toxicidad. 
 
La pentamidina es un agente tóxico, y alrededor del 50 % de los individuos que 
reciben el fármaco a las dosis recomendadas muestra algún efecto adverso. La 
administración intravenosa de pentamidina puede estar asociada con 
hipotensión, taquicardia y cefalea. Estos efectos son probablemente 
secundarios a la capacidad de pentamidina de unirse a receptores de 
imidazolina y se pueden mejorar disminuyendo la velocidad de la infusión. Las 
diamidinas fueron diseñadas originalmente para su uso como hipoglucemiantes 
y pentamidina conserva esa propiedad. La hipoglucemia, que puede ser 
potencialmente mortal, puede ocurrir en cualquier momento durante el 
tratamiento, incluso tras semanas en terapia. La supervisión estricta de la 
glucemia es clave. Paradójicamente, en algunos pacientes se han observado 
pancreatitis, hiperglucemia, y el desarrollo de diabetes dependiente de insulina. 
La pentamidina es nefrotóxica (~ 25 % de los pacientes tratados muestran 
signos de disfunción renal). Otros efectos adversos incluyen erupciones 
cutáneas, tromboflebitis, anemia, neutropenia y elevación de las enzimas 
hepáticas. La administración intramuscular de pentamidina, aunque es eficaz, 
se asocia con el desarrollo de abscesos en el sitio de la inyección. Pentamidina 
en aerosol se asocia con pocos eventos adversos. 
 
Dentro de las drogas antiprotozoarias, describiremos a un grupo en particular 
que son las 
 
DROGAS ANTIPALÚDICAS 
 
Desarrollaremos aquí las drogas más relevantes. 
 
Los organismos susceptibles para cada droga se describen en la siguiente 
tabla (Tabla 1) 
 
Tabla 1: Indicaciones de algunas drogas utilizadas en el paludismo 
DROGA EFICACIA COMPROBADA INAFICAZ PARA 
Cloroquina 
Formas eritrocíticas 
asexuadas del P. vivax y de 
cepas susceptibles del P. 
falciparum. 
Gametocitos del P. vivax. 
Estadíos extraeritrocitarios 
de los plasmodios. 
20 
 
Mefloquina 
Formas eritrocíticas 
asexuadas del P. falciparum y 
P. vivax resistentes a 
cloroquina 
Formas hepáticas y 
gametocíticas de P. 
falciparum y formas latentes 
tisulares de P. ovale 
Quinina 
Gametocitos del P. vivax y P. 
malariae. 
Formas eritrocíticas 
asexuadas de los cuatro 
plasmodios. 
Infecciones por P. falciparum, 
resistente a la Cloroquina y 
otros fármacos. 
Esporozoitos o formas pre-
eritrocíticas de los cuatro 
plasmodios. 
Primaquina 
Recaídas de los P. vivax y P. 
ovale. 
Formas exoeritrocitarias de P. 
falciparum y P. vivax 
Estadíos eritrocíticos del P. 
vivax. 
Formas asexuadas 
sanguíneas del P. 
falciparum. 
Pirimetamina 
Infecciones por P. falciparum 
resistente a la Cloroquina. 
Formas eritrocíticas 
asexuadas de los cuatro 
plasmodios. 
Ataques palúdicos primarios 
agudos. 
Cura radical de las 
infecciones por P. vivax 
 
 
Los mecanismos de acción propuestos para cada droga se describen en la 
siguiente tabla (Tabla 2) 
 
Tabla 2: mecanismos de acción propuestos para las drogas 
DROGA MECANISMO DE ACCIÓN 
Cloroquina Interfieren con la desintoxicación del hemo parasitario (que 
en su metabolismo produce radicales libres), generando 
daño oxidativo a las membranas, las proteasas digestivas y 
otras biomoléculas importantes 
Mefloquina 
Quinina 
Primaquina 
La primaquina se puede convertir a intermediarios 
electrofílicos que actúan como mediadores en la reacciones 
de oxido-reducción. Esto generaría especies reactivas de 
oxígeno que interferirían con el transporte de electrones 
mitocondrial en el parásito. 
Pirimetamina 
Inhibe el pasaje de dihidrofolato a tetrahidrofolato , por 
inhibición de la enzima dihidrofolato reductasa 
+ sulfonamidas: inhibe la síntesis de ácido dihidropteroico a 
partir del ácido p- aminobenzoico por la inhibición de la 
dihidropteroato sintetasa (paso metabólico previo a la 
síntesis de dihidrofolato) 
 
A continuación se describen la farmacocinética, reacciones adversas y 
precauciones a tener con cada una de las drogas descriptas anteriormente 
 
I. Cloroquina 
 
21 
 
Tiene buena absorción. Presenta un secuestro intenso en tejidos y, en 
particular, hígado, bazo, riñones, pulmones, tejidos que contengan melanina y, 
en menor extensión cerebro y médula espinal. La depuración renal constituye 
la mitad de su eliminación sistémica total, la excreción aumenta al acidificar la 
orina. La t1/2 terminal es de 30 a 60 días y es posible detectar huellas del 
medicamento en la orina años después de haber sido administrado con fines 
terapéuticos. Dada su unión extensa a tejidos, se necesita una dosis inicial de 
saturación para lograr cifras plasmáticas eficaces. 
 
Después de la administración parenteral junto con la salida lenta de cloroquina 
desde un pequeño compartimiento central, puede ocasionar concentraciones 
altas en plasma potencialmente letales, por un lapso transitorio. Por tal razón la 
cloroquina se administra en forma lenta, por goteo intravenoso constante o en 
fracciones pequeñas, por vía subcutánea o intramuscular. La toxicidad aguda 
suele surgir cuando se administran dosis terapéuticas o altas con demasiada 
rapidez por vía intravenosa. Las manifestaciones tóxicas afectan 
fundamentalmente al aparato cardiovascular y comprende hipotensión, 
vasodilatación, supresión de la función miocárdica, anormalidades 
electrocardiográficas y al final, paro cardiaco. 
 
Las dosis orales de cloroquina contra un ataque palúdico pueden ocasionar 
alteraciones gastrointestinales, cefaleas leves transitorias, alteraciones visuales 
y urticaria. La administración duradera de dosis supresoras a veces causan 
efectos adversos como cefalea, visión borrosa, diplopía, erupciones cutáneas 
liquenoides, aclaramiento del color del cabello, ensanchamiento del intervalo 
QRS y anormalidades de la onda T. Todas las complicaciones anteriores 
suelen ser leves y desaparecen poco después de interrumpir el fármaco. 
 
Siempre hay que esperar para la acción de la cloroquina 7 días contados a 
partir del primer día de iniciado el tratamiento. Se han señalado casos 
infrecuentes de hemólisis y discrasias sanguíneas. También puede manchar el 
lecho ungueal y las mucosas. Puede precipitar un ataque agudo de psoriasis. 
Si aparecen alteraciones hematológicas el tratamiento debe ser suspendido. 
No se debe emplear en embarazadas, y la lactancia debe suspenderse. 
 
II. Diaminopiridinas 
 
Incluye a los antifolatos pirimetamina y al fansidar, combinación de 
pirimetamina con la sulfonamida de larga acción sulfadoxina. La pirimetamina 
por vía oral se absorbe de forma lenta y completa. Se acumula en riñones, 
pulmones, hígado y bazo, y se elimina con lentitud. La t1/2 en plasma es de 80 a 
95 h. 
 
Las dosis de pirimetamina sola, como antipalúdico, ocasionan poca toxicidad 
salvo en casos infrecuentes de erupciones cutáneas y depresión 
hematopoyética. Las cantidades excesivas generan una anemia megaloblástica 
similar a la de la deficiencia de ácido fólico, que involuciona fácilmente al 
interrumpir el uso del fármaco o con la administración de ácido folínico. 
 
Las sulfonamidasson las que generan la toxicidad que surge con la 
22 
 
administración conjunta de estos antifolatos. La combinación pirimetamina-
sulfadoxina no se recomienda como profilaxis antipalúdica porque entre 1:5000 
a 1:8000 personas presentan reacciones cutáneas graves y a veces mortales, 
como eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis 
epidérmica tóxica. La pirimetamina-sulfadoxina está contraindicada en 
personas con reacciones previas a sulfonamidas, mujeres que dan de mamar y 
niños menores de 2 meses de edad. 
 
III. Mefloquina 
 
La mefloquina es oral, porque los preparados parenterales causan reacciones 
locales intensas. Una vez ingerida se absorbe de manera satisfactoria, proceso 
estimulado por la presencia de alimento. Posee extensa circulación entero 
hepática, se distribuye de forma amplia, fuertemente unida a proteínas 
plasmáticas (98 %), se elimina con lentitud, con una t1/2 terminal de unos 20 
días. Se excreta por heces y bilis, sólo cantidades muy pequeñas de este 
fármaco aparecen en orina. 
 
En general es un fármaco bien tolerado. Se presentan a menudo reacciones 
adversas como náuseas, vómitos tardíos, dolor abdominal, diarreas, disforia y 
mareos, que muestran con frecuencia relación con la dosis y que desaparecen 
de modo espontáneo y a veces es difícil diferenciarlas del cuadro clínico del 
paludismo. Los signos de toxicidad en el sistema nervioso central (SNC) se 
observan en casi la mitad de las personas que reciben el fármaco: mareos, 
ataxia, cefalea, alteraciones de la función motora o en el nivel de conciencia, 
perturbaciones visuales y auditivas que desaparecen espontáneamente y 
suelen ser leves. Debido a que la mefloquina posee vida media larga, los 
efectos indeseables pueden presentarse tardíamente (a las 2 ó 3 semanas), 
también las dosis elevadas influyen en la incidencia de algunos efectos 
secundarios. 
Se debe evitar su uso en embarazadas y en niños menores de 2 años ó 15 kg. 
 
La administración conjunta de mefloquina con betabloqueantes, antagonistas 
cálcicos, digitálicos, antidepresivos, quinidina y quinidina, puede desencadenar 
alteraciones cardiovasculares graves. La mefloquina puede reducir los niveles 
séricos del ácido valproico. 
 
IV. Primaquina 
 
La primaquina ocasiona hipotensión intensa después de su administración 
parenteral, y por ello se utiliza mejor la vía oral. La absorción en el tubo 
digestivo es casi completa. 
 
Dosis mayores que las habituales causan a veces molestias epigástricas y 
abdominales leves o moderadas en algunos sujetos, las cuales suelen 
desaparecer si se ingiere el fármaco con los alimentos. Son menos comunes la 
anemia leve, cianosis (metahemoglobinemia) y leucocitosis. 
En los individuos con deficiencia de glucosa-6- fosfato deshidrogenasa, se 
puede producir fundamentalmente hemólisis intravascular aguda. Puede tener 
también efecto sobre la medula ósea y causar leucopenia, anemia y cianosis 
23 
 
por metahemoglobinemia. En casos severos pueden ser necesarias 
transfusiones de sangre. 
La primaquina no se debe administrar en embarazadas y en niños menores de 
4 años por el riesgo de hemólisis. Tampoco cuando hay riesgo de 
granulocitopenia, incluyendo artritis reumatoidea y lupus eritematoso y en 
general, cuando existan daños hematológicos. 
 
La pirimetamina puede aumentar los efectos leucopénicos y trombocitopénicos 
de los fármacos depresores de médula, y cuando se administra con los 
antagonistas de los folatos existe la posibilidad de anemia megaloblástica. 
 
V. Quinina 
 
Se absorbe rápidamente por vía oral, es degradada extensamente (solo el 5 % 
se excreta inalterada en la orina). Se une en alto grado a proteínas 
plasmáticas. Tiene una t1/2 de 4-5 hs. Este fármaco alcanza en el líquido 
cefalorraquídeo solo 2-5 % de la concentración plasmática, atraviesa la barrera 
placentaria y ocasiona daños al feto. 
 
Si se administra repetidamente a dosis terapéuticas completas, surge un 
“conjunto” característico de síntomas que dependen de la dosis llamado 
cinconismo. En su forma leve aparecen tinnitus, cefalea, náuseas y trastornos 
visuales; cuando se continúa con el uso del medicamento o después de 
administrar dosis únicas elevadas pueden surgir manifestaciones 
gastrointestinales, cardiovasculares y dermatológicas. 
A dosis terapéuticas puede causar hiperinsulinemia e hipoglucemia profunda 
por sus efectos estimulantes potente en las células pancreáticas β, 
complicación que puede ser grave. 
Las expresiones usuales de la hipersensibilidad a la quinina son 
enrojecimiento, prurito, erupciones cutáneas, fiebre, molestias gástricas, 
disnea, zumbido en los oídos y perturbaciones visuales; la forma más común 
es la hiperemia extrema de la piel, acompañada de prurito intenso y 
generalizado. Con menor frecuencia surgen hemoglobinemia y asma por 
quinina. 
La quinina puede ocasionar hemólisis leve, en ocasiones sobre todo en sujetos 
con deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa. Las soluciones 
parenterales de quinina son fuertemente irritantes y por ello no se deben aplicar 
por vía subcutánea. 
 
No se debe usar en embarazadas, ni durante la lactancia. Está contraindicada 
en pacientes con deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa. 
 
La quinina tiene interacciones con múltiples fármacos. Los antiácidos 
incrementan la absorción de la quinina y su toxicidad. Sin embargo, la quinina 
aumenta el efecto de anticoagulantes orales con riesgo de hemorragia. El ácido 
fólico reduce el efecto de la quinina. La neostigmina causa reversión del efecto 
farmacológico de la quinina. Además, se debe administrar con precaución la 
nitroglicerina, cuando se recibe quinina, por la hipotensión postural. 
 
 
24 
 
 
 
PARTE II: HELMINTOS 
 
Las infecciones por helmintos o parásitos gusanos, afectan a más de dos mil 
millones de personas en todo el mundo. En las regiones de pobreza, rurales y 
en los trópicos, donde la prevalencia es mayor, la infección simultánea con más 
de un tipo de helmintos es común. 
 
Las formas patógenas para los seres humanos son Metazoos y se pueden 
clasificar en gusanos redondos (nematodos) y dos tipos de gusanos planos, 
trematodos (trematodos) y tenias (cestodos). Estos eucariotas biológicamente 
diversos varían con respecto al ciclo de vida, la estructura corporal, el 
desarrollo, la fisiología, la localización dentro del huésped y la susceptibilidad a 
la quimioterapia. Formas inmaduras invaden a los seres humanos a través de 
la piel o el tracto GI y evolucionan en gusanos adultos bien diferenciados con 
distribuciones características en los tejidos. Con pocas excepciones, como 
Strongyloides y Echinococcus, estos organismos no pueden completar su ciclo 
vital y replicarse en el huésped humano para producir crías maduras. Por lo 
tanto, la medida de la exposición a estos parásitos dicta el número de parásitos 
que infectan al anfitrión, una característica reconocida como intensidad de la 
infección, que a su vez determina la morbilidad causada por la infección. En 
segundo lugar, cualquier reducción en el número de organismos adultos por la 
quimioterapia se mantiene a menos que se produzca la re infección. 
 
Los fármacos antihelmínticos actúan de forma local dentro de los intestinos 
causando la expulsión del tracto GI o sistémica de los helmintos. Son drogas 
de amplio espectro seguras y efectivas. Sin embargo, la terapia para ciertos 
helmintos tisulares, como las filarias, no es plenamente eficaz. 
En las zonas endémicas la desparasitación se ha asociado con beneficios para 
la salud, incluyendo mejoras en los niveles de hemoglobina, el crecimiento y la 
condición física, el rendimiento cognitivo y el estado nutricional. 
 
Como con los protozoos, describiremos brevemente a cada grupo, 
mencionando las drogas que se utilizan en el tratamiento de cada uno de ellos 
y luego desarrollaremos las drogas que se comercializan en nuestro país. 
 
1. Nematodos (gusanos redondos): 
 
Los principales nematodos parásitos de humanosincluyen los helmintos 
transmitidos por el suelo (“HTS” o "geohelmintos") y las filarias. 
 
1.1 Áscaris lumbricoides 
 
Áscaris lumbricoides, conocido como "gusano redondo" parasita un billón o 
más personas en todo el mundo. En algunas regiones tropicales, la ascaridiasis 
afecta entre el 70 y el 90% de las personas. También se observa en los climas 
templados. Las personas se infectan por la ingestión de alimentos o suelos 
contaminados con huevos de A. lumbricoides embrionados. Las mayores 
cargas de áscaris se producen en niños en edad escolar en los que el parásito 
25 
 
puede causar obstrucción intestinal o ascaridiasis hepatobiliar. 
 
Los agentes preferidos para su tratamiento son los bencimidazoles (BZ), 
mebendazol y albendazol y el pamoato de pirantelo. La cura con cualquiera 
de estos fármacos se puede lograr en casi el 100 % de los casos. En casos 
raros, tras la quimioterapia con BZ, los áscaris hiperactivos pueden migrar a 
sitios inusuales y causar complicaciones graves, como apendicitis, oclusión de 
la vía biliar, obstrucción intestinal y perforación con peritonitis. Por esta razón, 
algunos profesionales recomiendan el uso de pirantelo ya que este agente 
paraliza los gusanos antes de su expulsión. Para aliviar las complicaciones 
obstructivas puede ser necesaria la cirugía. Pirantelo es considerado seguro 
para su uso durante el embarazo, mientras que los BZ deben evitarse durante 
el primer trimestre. 
 
1.2 Toxocara canis 
 
La toxocariasis es una infección zoonótica causada por el áscaris canino 
Toxocara canis, es una helmintiasis común en América del Norte y Europa. 
Tres grandes síndromes son causados por la infección por T. canis: larva 
migrans visceral (LMV), larva migrans ocular (LMO), y toxocariasis encubierta 
(ToxE). La ToxE puede representar una causa subestimada de asma y 
convulsiones. El tratamiento específico de LMV se reserva para pacientes con 
síntomas severos, persistentes o progresivos. El albendazol es el fármaco de 
elección. Por el contrario, la terapia para el tratamiento antihelmíntico de LMO y 
ToxE es controvertido. En el caso de LMO, a menudo se indica el tratamiento 
quirúrgico, a veces acompañado de esteroides sistémicos o tópicos. 
 
1.3 Anquilostoma 
 
Necator americanus, Ancylostoma duodenale 
 
Estas especies de anquilostomas estrechamente relacionados infectan ~ 1000 
millones de personas en países en desarrollo. 
N. americanus es la anquilostomiasis predominante en todo el mundo, 
especialmente en América, África subsahariana, el sur de China y el sudeste 
de Asia, mientras que A. duodenale es endémica en Egipto y norte de la India y 
China. La infección también se produce en las minas y grandes túneles de 
montaña, por lo tanto, se conocen como “enfermedad de los mineros” y 
“enfermedad del túnel”. Las larvas de anquilostoma viven en los suelos y 
penetrar la piel expuesta. Después de llegar a los pulmones, las larvas migran 
a la cavidad oral donde son tragadas. Después de unirse a la mucosa del 
intestino delgado, los gusanos adultos se alimentan de la sangre del huésped. 
Hay una relación general entre el número de parásitos intestinales (carga), el 
recuento de huevos fecales y la pérdida de sangre fecal. En los individuos con 
reservas de hierro bajas, la correlación se extiende a la carga de 
anquilostomiasis y el grado de anemia por deficiencia de hierro. Las infecciones 
por anquilostoma ocurren mayormente en adultos. 
 
El albendazol es el agente de primera elección contra ambos A. duodenale y 
N. americanus. Esta droga tiene como ventaja la actividad contra otros 
26 
 
nematodos gastrointestinales. También puede utilizarse mebendazol. 
Albendazol oral también es el fármaco de elección para el tratamiento de larva 
migrans cutánea, que se debe más comúnmente a la migración por la piel de 
larvas del anquilostoma canino, A. braziliense. Ivermectina oral o tiabendazol 
tópico también pueden ser utilizados. 
 
1.4 Trichuris trichiura 
 
La infección por Trichuris (triquina) afecta alrededor de 1000 millones de 
personas en países en desarrollo. Se adquiere por la ingestión de huevos 
embrionados. En los niños, la carga de helmintos Trichuris puede provocar 
colitis, síndrome disentérico y prolapso rectal. 
 
Mebendazol y albendazol son los fármacos más eficaces para el tratamiento 
de la triquina. Ambos fármacos proporcionan reducciones significativas en la 
carga de helmintos incluso cuando se utilizan en una dosis única. Sin embargo, 
la terapia de dosis única con cualquiera de los fármacos es a menudo ineficaz 
para lograr la "cura" (es decir, la eliminación total de la carga), por lo que se 
requiere típicamente un curso de 3 días de la terapia. 
 
1.5 Strongyloides stercoralis 
 
S. stercoralis, a veces llamada lombriz enana, es casi único entre los helmintos 
en ser capaz de completar su ciclo vital en el huésped humano. El organismo 
infecta 30-100.000.000 personas en el mundo, con más frecuencia en las 
zonas tropicales y otros lugares cálidos y húmedos. También se encuentra en 
individuos institucionalizados que viven en condiciones insalubres y en los 
inmigrantes, viajeros y militares que viven en las zonas endémicas. 
 
Las larvas infectantes que se encuentran en el suelo contaminado con materia 
fecal, penetran en la piel o las membranas mucosas, viajan a los pulmones y 
finalmente maduran en gusanos adultos en el intestino delgado, donde residen. 
Muchas personas infectadas son asintomáticas, pero algunos manifiestan 
erupciones de la piel, síntomas gastrointestinales inespecíficos y tos. 
La enfermedad diseminada, potencialmente mortal, conocida como síndrome 
de hiperinfección, puede ocurrir en personas inmunodeprimidas, incluso 
décadas después de la infección inicial, cuando la replicación del parásito en el 
intestino delgado no es desactivada por una respuesta inmune competente. La 
ivermectina es el fármaco de elección para el tratamiento de la 
estrongiloidiasis. La hiperinfección puede requerir un tratamiento prolongado o 
repetido. Los BZ muestran son menos eficaces que la ivermectina. 
 
1.6 Enterobius Vermicularis 
 
Enterobius, la “lombriz intestinal”, es una de las infecciones más comunes de 
helmintos en los climas templados. A pesar de que este parásito rara vez causa 
complicaciones serias, el prurito en la región perianal y perineal puede ser 
intenso, y el rascado puede causar una infección secundaria. En las mujeres, 
los gusanos pueden pasear en el tracto genital y penetrar en la cavidad 
peritoneal, pudiendo generar salpingitis o incluso peritonitis. Debido a que la 
27 
 
infección se propaga fácilmente a través de los miembros de una familia, 
escuela o institución, el médico debe decidir si se debe tratar a todas las 
personas en contacto cercano con una persona infectada. Puede ser requerido 
más de un curso de terapia. 
 
El pamoato de pirantelo, mebendazol y albendazol y son muy eficaces. 
Dosis orales únicas de cada uno deben repetirse después de 2 semanas. 
Cuando su uso se combina con normas de higiene personal, puede ser 
obtenida una proporción muy alta de curación. El tratamiento es simple y casi 
desprovisto de efectos secundarios. 
 
1.7 Trichinella spiralis 
 
T. spiralis es un parásito zoonótico. La triquinosis generalmente es causada por 
el consumo de carne de cerdo sub o sin cocinar. Cuando son liberadas por el 
contenido ácido del estómago, las larvas enquistadas maduran en gusanos 
adultos en el intestino. Los adultos entonces, producen larvas infecciosas que 
invaden los tejidos, especialmente el músculo esquelético y el corazón. La 
infección severa puede ser mortal, pero más típicamente causa dolor muscular 
marcado y complicaciones cardíacas. Afortunadamente, la infección es 
fácilmente prevenible. Toda la carne se debe cocinar a fondo antes de ser 
comida. Las larvas enquistadas mueren por la exposición al calor de 60° C 
durante 5 minutos. 
 
El albendazol y mebendazol son eficaces contra las formas intestinales de T. 
spiralis que están presentesen la infección temprana. La eficacia de estos 
agentes o cualquier agente antihelmíntico sobre las larvas que han migrado al 
músculo es cuestionable. 
 
1.8 Filariasis Linfática 
 
Wuchereria bancrofti, Brugia Malayi y B. Timori 
 
Los gusanos adultos que causan filariasis linfática humana (FL) habitan en los 
vasos linfáticos. La transmisión se produce a través de la picadura de 
mosquitos infectados. Cerca del 90 % de los casos se deben a W. bancrofti, la 
mayor parte del resto se deben a la B. malayi. Las principales regiones 
endémicas son el África subsahariana, el subcontinente indio, el sudeste de 
Asia y la región del Pacífico y en cuatro países tropicales de América (Haití, 
República Dominicana, Guyana y Brasil). 
La reacción del huésped a los gusanos adultos inicialmente causan inflamación 
linfática que se manifiesta por fiebre, linfangitis y linfadenitis. Esto puede 
progresar a la obstrucción linfática y es a menudo exacerbado por ataques 
secundarios de celulitis bacteriana, lo que lleva a linfedema que se manifiesta 
por hidrocele y elefantiasis. En algunas personas también ocurre una reacción 
inmune acentuada a microfilarias, denominada eosinofilia pulmonar tropical. 
 
El Programa Global para la Eliminación de la FL recomienda que todas las 
personas en situación de riesgo se traten una vez al año con una combinación 
oral de dos fármacos el dietilcarbamato (DEC) por su efecto sobre micro y 
28 
 
macrofilaras, en combinación con albendazol para aumentar la actividad sobre 
macrofilaras. En muchas partes de África subsahariana y Yemen, donde son 
co-endémicas la loiasis o la oncocercosis, se recomienda el uso de 
ivermectina en reemplazo de DEC. Ambas drogas disminuyen la microfilarias 
circulantes en sujetos infectados, lo que reduciría la probabilidad de que los 
mosquitos transmitan FL a otros individuos. 
Aunque la quimioterapia disminuye la incidencia de linfangitis filaria, no está 
claro si se revierte el daño linfático u otras manifestaciones crónicas de la FL. 
En la elefantiasis de larga data, se pueden requerir medidas quirúrgicas para 
mejorar el drenaje linfático y eliminar el tejido redundante. 
 
1.9 Loa loa 
 
L. loa (loiasis) es un parásito filarial que migra en tejidos, y que se encuentra en 
grandes regiones de los ríos de África central y occidental. El parásito se 
transmite por moscas de venado. Los gusanos adultos residen en los tejidos 
subcutáneos y la infección pueden ser reconocida cuando estos gusanos 
migran causando inflamaciones subcutáneas episódicas y transitorias 
"Calabar”. Los gusanos adultos también pueden pasar a través de la 
esclerótica, causando "gusano ocular”. En raras ocasiones, se producen 
encefalopatía, cardiopatía o nefropatía sobre todo en pacientes con alta carga 
parasitaria que reciben tratamiento quimioterápico. 
 
El DEC actualmente es el mejor fármaco para el tratamiento de loiasis, pero es 
aconsejable comenzar con una dosis inicial pequeña para disminuir reacciones 
en el huésped que resultan de la destrucción de microfilarias. Para mejorar las 
reacciones agudas post-tratamiento se pueden administrar glucocorticoides. 
 
 1.10 Onchocerca volvulus 
 
Transmitida por la mosca negra cerca de arroyos y ríos caudalosos, O. volvulus 
infecta a personas en África subsahariana, Yemen, México, Guatemala, 
Ecuador, Colombia, Venezuela y Brasil, causando oncocercosis o “ceguera de 
los ríos”. Las reacciones inflamatorias, principalmente hacia las microfilarias en 
lugar de los gusanos adultos, afectan a los tejidos subcutáneos, los ganglios 
linfáticos y los ojos. La oncocercosis es una causa muy importante de ceguera 
infecciosa en todo el mundo y es consecuencia de la destrucción de 
microfilarias acumuladas en los ojos, un proceso que evoluciona a lo largo de 
décadas. . 
 
La ivermectina es el fármaco de elección para el control y tratamiento de la 
oncocercosis. El tratamiento elimina a las microfilarias de los tejidos, impide el 
desarrollo de ceguera, e interrumpe la transmisión. También da lugar una 
disminución de la producción de microfilarias en el útero de los gusanos 
hembras. 
 
1.11 Dracunculus medinensis 
 
Conocido como dragón de guinea o gusano Medina, este parásito provoca la 
dracunculiasis, una infección < 5.000 casos a partir de 2009, la mayoría de los 
29 
 
cuales ocurrieron en la zona rural de Sudán, Ghana y Malí. Las personas se 
infectan al beber agua que contiene copépodos que transportan las larvas 
infectantes. Después de alrededor de 1 año, los gusanos hembras adultos 
migran y emergen a través de la piel, generalmente en las piernas o los pies. 
 
No hay antihelmíntico eficaz para el tratamiento de la infección por D. 
medinensis. El metronidazol puede proporcionar alivio sintomático y funcional, 
facilitando la eliminación del gusano a través de la supresión indirecta de las 
respuestas inflamatorias del huésped. 
 
2. Cestodos (gusanos planos) 
 
2.1 Taenia saginata 
 
Los seres humanos son los huéspedes definitivos para Taenia saginata, 
conocida como la tenia de vaca. Esta forma más común de la tenia se detecta 
por lo general después del paso de la proglótide desde el intestino. Es 
cosmopolita, y se producen con más frecuencia en el África subsahariana, 
Oriente Medio y América, donde se consume carne cruda o poco cocida. La 
cocción de la carne a 60° C durante > 5 minutos, previene esta infección que 
rara vez produce enfermedad clínica grave. 
 
El praziquantel es el fármaco de elección para el tratamiento de la infección 
por T. saginata, aunque también se pueden utilizar niclosamida. Ambos 
medicamentos son muy eficaces, fáciles de administrar y relativamente libres 
de efectos secundarios. La evaluación de la cura puede ser difícil debido a que 
los segmentos, así como escólex por lo general se expulsan en un estado 
parcialmente digerido. 
 
2.2 Taenia solium 
 
Taenia solium o tenia del cerdo, también tiene una distribución cosmopolita. 
Este cestodo causa dos tipos de infección. La forma intestinal con tenias 
adultas, causada por el consumo de carne mal cocida, que contiene cisticercos, 
o más comúnmente por transmisión fecal-oral de huevos infectivos de T. solium 
de otro huésped humano infectado. La cisticercosis, es la forma sistémica y 
mucho más peligrosa que suele coexistir con la forma intestinal, y es causada 
por formas larvales invasoras del parásito. La infección sistémica se produce 
por la ingestión de material infeccioso con contaminación fecal o por los 
huevos liberados desde un segmento grávido que pasan hacia el duodeno, 
donde se digieren las capas externas. En cualquier caso, se da por el acceso 
de las larvas a la circulación y los tejidos, exactamente como en su ciclo en el 
huésped intermediario (por lo general el cerdo). La gravedad de la enfermedad 
resultante depende del tejido particular implicado. La invasión del cerebro 
(neurocisticercosis) es común y peligrosa, pudiendo generar epilepsia, 
meningitis y aumento de la presión intracraneal, en función de las reacciones 
inflamatorias a los cisticercos y/o su tamaño y ubicación. 
 
Niclosamida es la droga preferida para el tratamiento de las infecciones 
intestinales con T. solium, ya que no tendrá ningún efecto sobre la 
30 
 
neurocisticercosis oculta. El albendazol es el fármaco de elección para el 
tratamiento de la cisticercosis. La quimioterapia para el tratamiento de la 
neurocisticercosis es controvertida, siendo apropiada sólo cuando se dirige a 
los cisticercos vivos y no en contra de los cisticercos muertos o moribundos (se 
demuestra con el uso de contraste en la neuroimagen) o en lugares donde las 
imágenes cerebrales revelan un gran carga de parásitos. El tratamiento previo 
con glucocorticoides es muy recomendable en esta situación para minimizar las 
reacciones inflamatorias tras la muerte de los parásitos. 
 
2.3 Diphyllobothrium Latum 
 
Diphyllobothrium latum, la tenia de los peces, se encuentra más comúnmente 
en los ríos y lagos del hemisferio norte. El consumo

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