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Guía de Digestivo: Intestino D y G. Medicina II. Primer cuatrimestre 2019 Vet. M. Victoria Lódola Med. Vet. Carolina Gabriele INTEGRACIÓN DE LA FUNCIÓN GASTROINTENSTINAL El Sistema Digestivo incluye al tracto gastrointestinal primario (orofaringe, esófago, estómago, intestino delgado y colon), páncreas exócrino, hígado y tracto biliar. Su rol es proveer de nutrición, balance energético, metabolismo intermedio y excreción. Para cumplirlo se involucran seis funciones principales: a. La motilidad: que permite la prehensión del alimento y su tránsito hasta la excreción, al mismo tiempo mezcla y reduce el tamaño de la ingesta, su ritmo está regulado para optimizar la secreción, digestión y absorción. b. Secreción: las glándulas salivales, estómago, intestino, páncreas, hígado y tracto biliar agregan a la ingesta fluidos, electrolitos, ácidos, bicarbonato, mucus, sales biliares y enzimas para ayudar a la digestión y a la absorción. c. Digestión: los nutrientes son reducidos en tamaño por la digestión luminal y algo de fermentación por las bacterias colónicas. d. Absorción: el epitelio intestinal está altamente especializado para absorber nutrientes, electrolitos, minerales y agua. e. Flujo sanguíneo: la principal función circulatoria es el apoyo a todas estas actividades metabólicas. f. Metabolismo: el hígado realiza un amplio rango de funciones metabólicas sobre los carbohidratos, proteínas, ácidos nucleicos, factores de la coagulación, secreción biliar, porfirinas, metales, vitaminas, glutatión, hormonas, metabolismo intermedio y vigilancia inmunológica. Todos los elementos de este modelo integran funciones reguladoras por elementos neurales, endócrinos y parácrinos. ORGANIZACIÓN ESTRUCTURAL: La organización primaria consiste en una mucosa orientada hacia la luz, la submucosa, la muscular y la serosa. La mucosa consiste de epitelio superficial, lámina propia y la muscular de la mucosa. El epitelio cumple funciones de digestión, secreción, absorción y vigilancia inmunológica. La lámina propia contiene tejido conectivo, vasculatura sanguínea y linfática. La muscular de la mucosa es un músculo liso que cambia la forma y superficie del epitelio en respuesta al llenado luminal. La submucosa conformada de tejido conectivo, glándulas secretoras y vasos mayores. La motilidad está provista por las capas circular y longitudinal del músculo liso entre la submucosa y la serosa. Dos plexos nerviosos contienen el sistema nervioso intrínseco del tracto gastrointestinal, el submucoso entre la mucosa y la capa circular de músculo que regula al epitelio. El mientérico está entre ambas capas de músculo y regula su contracción. La serosa es una monocapa más externa de células que secretan fluido el mismo reduce la fricción de los movimientos musculares del tracto gastrointestinal. INERVACIÓN La inervación tiene dos componentes: a. Intrínseco: los ganglios del sistema nervioso entérico se localizan en la submucosa y entre las dos capas musculares lisas. Controlan la contractibilidad, secreción y función endócrina visceral, reciben fibras de ambos sistemas autónomos, simpáticos y parasimpáticos y sus neuronas a su vez pueden ser colinérgicas, adrenérgicas y/o peptidérgicas, y también secretan uno o más neurotransmisores. b. Extrínseco: componente parasimpático y uno simpático: Parasimpático: está provisto por el N. Vago y los nervios espinales pélvicos del sacro. El N. Vago inerva al tracto gastrointestinal superior y los nervios pélvicos del tracto gastrointestinal inferior. Las neuronas parasimpáticas tienen fibras preganglionares largas que hacen sinapsis dentro o cerca del órgano blanco. La neurona postganglionar se clasifica como colinérgica o peptidérgica y responden además de la acetilcodina a varios neuropéptidos como la sustancia P, el péptido intestinal VIP, el neuropéptido Y y el péptido liberador de gastrina. El nervio Vago es un nervio mixto, 75% de sus fibras son aferentes y el resto son eferentes. Los aferentes transmiten información desde mecano y quimio receptores hacia el sistema nervioso central. Las fibras eferentes llevan información motora desde el sistema nervioso central hacia la periferia. La inervación simpática está provista por los segmentos espinales T1 a L3. Dichas neuronas tienen una fibra preganglionar corta, sinapsis en los ganglios (celíaco, mesentérico superior, mesentérico inferior e hipogástrico) todo eso fuera del órgano. La neurona postganglionar del simpático son adrenérgicas y producen norepinefrina como único neurotransmisor, las fibras de estos nervios son 50% aferentes y 50% eferentes. MOTILIDAD OROFARINGE Y ESÓFAGO: toman la comida y el agua con los dientes y la lengua y con la acción mecánica reducen la porción alimentaria formando un bolo que llega a la base de la lengua y es impulsado hacia caudal por el esfínter crico- esofágico que se relaja para permitir así que el bolo pueda pasar al esófago craneal. En la orofaringe los mecanoreceptores transmiten por la vía aferente esta información al tallo cerebral y por la vía eferente se induce la relajación cricofaríngea y la contracción del esófago craneal luego se vuelve a contraer el esfínter cricofaríngeo y el ciclo se reinicia con cada deglución. En el perro prácticamente todo el largo del esófago tiene musculatura estriada y en el gato un tercio a un medio del esófago caudal tiene músculo liso. El músculo estriado va a estar inervado por fascículos somáticos del N. Glosofaríngeo y el N. Laríngeo Recurrente (rama del N. Vago) que se originan en el Núcleo Ambiguo. El músculo liso está inervado por las fibras autónomas del N. Vago que se originan en el núcleo motor dorsal de este nervio. ESTÓMAGO: comprende dos componentes: proximal (cardias, fundus y primer tercio del cuerpo) caracterizado por contracciones tónico-lentas y el distal (que es el resto del cuerpo y antro del estómago) caracterizado por contracciones propagatorias. Durante la deglución, cuando el esfínter gastroesofágico está abierto, la presión intragástrica disminuye. Ocurre la relajación receptiva y se produce en cada deglución sucesiva para poder acomodar así grandes volúmenes de alimento sin incrementar la presión intragástrica. Marcapaso gástrico: situado en proximal del fundus en la curvatura mayor. Éste genera los potenciales de acción para la contracción y propagación circunferencial y distal hacia el píloro. El vaciado gástrico está regulado por: a. Resistencia pilórica: varios parámetros fisiológicos participan que incluyen a la diferencia de presión entre el píloro y el estómago. b. Contenido líquido de la ingesta: va a ser más rápido cuanto mayor líquido contenga la ingesta. c. La composición de la ingesta: que va desde carbohidratos que pasarán muy rápido, las proteínas tendrán un pasaje intermedio y las grasas darán un pasaje por el estómago más lento. d. Acidez de la ingesta: pH muy ácidos o muy alcalinos tardarán más mientras que los pH intermedios pasarán más rápido. e. Osmolaridad de nutrientes: más lento cuanto mayor osmolaridad contenga el alimento. f. Las variaciones de temperatura: el alimento muy caliente o muy frío detienen los movimientos gástricos en cambio las temperaturas intermedias pasarán más rápido. INTESTINO: Las contracciones del intestino delgado tienen por objetivo tres funciones principales: Mezclado de la ingesta con las enzimas y otras secreciones. Circulación del contenido para contactar con la mucosa. Propulsión caudal del contenido: para cumplir esta función el intestino delgado tiene cuatro patrones de motilidad. 1. Segmentación: que es la contracción del músculo circular. 2. Peristalsis: propulsión y contracción craneal y relajación distal y por neurotransmisores.En la contracción craneal del bolo intervienen la acetilcolina y la sustancia P y los neurotransmisores de la relajación caudal al bolo son el VIP (péptido intrínseco vasoactivo) y el óxido nítrico. 3. Inhibidores intestino-intestinal: en un área donde el intestino está muy dilatada la actividad contráctil en el resto del intestino está inhibida, este reflejo se encuentra mediado por el sistema nervioso autónomo extrínseco. 4. Complejo de motilidad migratoria: mueven materiales indigestibles como moco y secreciones gástricas desde el estómago hacia el colon en un período de ayuno, esta acción es autónoma pero reforzada por la hormona motilina. ESTRUCTURA Y FUNCION DEL INTESTINO DELGADO Robert G. Sherding Anatomía La estructura del intestino delgado (ID) aporta un área de máxima superficie para el rendimiento óptimo de las funciones intestinales (digestión, absorción y secreción). El contacto entre la superficie mucosa y el contenido luminal, donde toman lugar estas funciones, está aumentado por: 1) la estructura tubular y plegada hueca del ID. 2) un revestimiento mucoso que está plegado y tiene proyecciones de la mucosa similares a dedos denominadas vellosidades. 3) la cubierta de la superficie mucosa de las vellosidades por una capa simple de células epiteliales especializadas que presentan microvellosidades sobre su membrana luminal (ribete en cepillo). El ID de los perros y gatos consiste en tres partes: el duodeno, la porción más corta y proximal que recibe la abertura estomacal, el colédoco y los conductos pancreáticos y se ubica en general a la derecha de la línea media; el yeyuno, la porción más larga que consiste hasta en 8 asas que ocupan la mayor parte del abdomen medio y están cubiertas por el omento y el íleon, la porción terminal corta que se abre en el colon ascendente. El riego arterial del ID llega principalmente a través de la arteria mesentérica craneal, aunque el duodeno también recibe sangre de la arteria gastroduodenal que se origina en la rama hepática común de la arteria celíaca. El drenaje venoso se dirige a la vena porta por las venas mesentéricas craneal y caudal y, para una porción del duodeno, a través de la vena gastroduodenal. Los linfáticos intestinales en general acompañan a las venas y las arterias intestinales. La linfa intestinal drena por los linfoductos intestinales a los ganglios mesentéricos, luego a los grandes troncos linfáticos intestinales que convergen y forman la cisterna del quilo (porción caudal dilatada del conducto torácico) y finalmente es transportada por el conducto torácico a la circulación venosa. El ID está inervado por el SNA. El control parasimpático y simpático extrínseco llega a través de los nervios vagos y esplácnicos, respectivamente. La inervación intrínseca de la función intestinal está dada por un retículo intramural de neuronas y fibras nerviosas denominado plexo mientérico y submucoso. Las capas de la pared intestinal desde el interior (lumen) hacia el exterior (serosa) son: el epitelio cilíndrico de la superficie mucosa, la membrana basal, la lámina propia la muscularis mucosae, la submucosa, las capas musculares circular y longitudinal y la serosa. La superficie luminal o borde microvelloso del epitelio está cubierta por una sustancia glucoproteica denominada glucocáliz. Una capa epitelial de una sola célula de espesor cubre los vellos intestinales y reviste los "valles" o criptas entre las vellosidades. Hay cuatro tipos de células epiteliales intestinales: 1) la célula cilíndrica o enterocito es la de mayor número y está especializada en la digestión y absorción. 2) la célula caliciforme que secreta mucus. 3) la célula de Paneth cuya función no es clara pero probablemente sea de naturaleza secretoria. 4) la célula enteroendocrina que secreta hormonas en respuesta a estímulos químicos. El recambio constante del epitelio intestinal se caracteriza por un equilibrio entre la producción celular en las criptas y la pérdida celular en la punta de las vellosidades. Sólo las células criptales indiferenciadas pueden replicarse. De esta manera, las células epiteliales inmaduras dentro de las criptas proliferan en forma continua para suministrar nuevas células epiteliales, las que migran a las vellosidades para ser finalmente extruidas dentro del lumen intestinal desde punta de las vellosidades. A medida que las células epiteliales vellosas migran, ellas maduran, se diferencian y se especializan en la digestión y la absorción. Este proceso de replicación, migración y diferenciación del epitelio intestinal a veces se denomina renovación epitelial y bajo condiciones normales dura de 2 a 6 días. El tiempo de renovación epitelial varía con la longitud vellosa en los diferentes segmentos intestinales y también entre especies. Se acelera en la enteropatía o por la resección quirúrgica de una porción del intestino y se prolonga por factores con ayuno alimenticio, uremia, radiación y agentes quimioterápicos que inhiben la síntesis del ADN. Además, la renovación celular es más rápida en los animales criados de manera convencional que tienen una microflora normal, que en los gnotobióticos. Si bien el modelo cripta-vello es una manera de simplificar las cosas, resulta útil para comprender la morfogénesis de las lesiones y los cambios funcionales en ciertas enfermedades diarreicas, en especial en las infecciones causadas por virus epiteliotrópicos que tienen predilección por diferentes partes del epitelio cripta- velloso. Por lo regular, la absorción realizada por las células diferenciadas de las vellosidades intestinales excede a la secreción producida por las células inmaduras de las criptas y se produce una absorción neta de la unidad cripta-vello. Los enterovirus que destruyen selectivamente el epitelio velloso (corona y rotavirus) causarán atrofia vellosa, malabsorción e hiperplasia criptal, con secreción neta por la unidad cripta-vello y diarrea. En general, la magnitud de la diarrea es directamente proporcional a la extensión de la destrucción vellosa. Esto contrasta con los virus que destruyen en forma selectiva el epitelio criptal, como los parvovirus, que inicialmente disrumpen las criptas y dejan intactos a los vellos; sin embargo, al faltar la proliferación de las células criptales ninguna reemplaza a las células vellosas que naturalmente se pierden y se presenta un colapso de toda la mucosa. A causa de la extensa pérdida de epitelio, la diarrea es importante y la regeneración de la mucosa es lenta. Otro componente de la microanatomía del ID que merece una atención especial es el tejido linfoide. Las células inmunocompetentes (linfocitos y plasmocitos) se distribuyen ampliamente a lo largo de todo el ID. Se localizan entre las células epiteliales de la mucosa, se esparcen de manera difusa a lo largo de la lámina propia por debajo del epitelio. Se ubican en varios sitios del tracto gastrointestinal en estructuras denominadas nódulos linfoides y como agregados únicos de nódulos linfoides denominados placas de Peyer. Estos inmunocitos participan en la respuesta inmune local a los antígenos que contactan la superficie de la mucosa mediante la producción de la inmunoglobulina A (IgA), la principal Ig de las secreciones intestinales y también por la producción de otros tipos de Ig y a través de la inmunidad mediada por células. Es interesante destacar que los animales criados en un ambiente libre de gérmenes carecen de coIonización bacteriana en la mucosa y tienen menos linfocitos y plasmocitos en la lámina propia en comparación con los animales convencionales. De esta manera, el constante contacto de la microflora normal (y sus antígenos) con la mucosa aparentemente estimula una inflamación fisiológica. Además de las células linfoides hay otros elementos que se esparcen en todo el ID y también participanen las respuestas inmunes: macrófagos, eosinófilos, neutrófilos y mastocitos. Digestión y absorción La función principal del ID es el suministro de los nutrientes, agua y iones esenciales por medio de los procesos de digestión y absorción. Las enzimas que son secretadas hacia la luz intestinal y se asocian con el ribete en cepillo de la mucosa descomponen el material ingerido y luego los productos de la digestión son transferidos desde el lumen intestinal a la sangre, donde quedan disponibles para uso sistémico como sustancias metabólicas. Para satisfacer los propósitos de esta exposición, las tres clases principales de nutrientes (grasas, carbohidratos y proteínas) serán analizadas en términos de las tres fases secuenciales de la digestión y la absorción (fases luminal, mucosa y de entrega). GRASAS: La digestión y absorción de las grasas es extremadamente eficiente. Bajo circunstancias normales, más del 95% de la grasa ingerida es absorbida y la excreción de grasa fecal en el perro permanece relativamente constante sobre un amplio rango de ingestión dietética. Una gran porción de la grasa habitualmente encontrada en las heces proviene de las células colónicas descamadas, secreciones colónicas y síntesis bacteriana. Los triacilglicéridos con ácidos grasos de cadena larga (16 a 18 carbonos) sobre un esqueleto de glicerol, son el principal componente de la grasa de la dieta, aunque una porción más reducida de ésta consiste en triacilglicéridos con ácidos grasos de cadena media (6 a 12 carbonos). La fase luminal de la digestión de las grasas incluye emulsificación, hidrólisis y micelarización con participación de la lipasa pancreática y lingual y las secreciones biliares. El estómago no contribuye al desdoblamiento de las grasas, pero cumple una función de depósito dado que bajo influencias neurohormonales regula la velocidad de entrada de las grasas en el duodeno. El primer paso de la digestión intraluminal de las grasas es la liberación de colecistoquinina (CCK) desde el duodeno. Esta hormona estimula una secreción pancreática rica en enzimas, que incluye a la lipasa. Simultáneamente, la CCK produce la contracción de la vesícula biliar y la relajación del esfínter de Oddi y se libera bilis en el interior del duodeno. De esta manera, en una cadena de sucesos bien coordinada, el duodeno es el receptor de la grasa de la dieta, la lipasa y los ácidos biliares. Los triaglicéridos duodenales son insolubles en el agua intraluminal y la lipasa hidroliza los lípidos, principalmente en la interfase aceite-agua. El área de superficie de esta interfase (y por lo tanto, la actividad de la Iipasa) aumenta por la emulsificación intraluminal. Como los ácidos biliares promueven la emulsificación a causa de su propiedad detersiva, facilitan la acción de la Iipasa pancreática. No obstante, la lipólisis se puede producir en ausencia de ácidos biliares. En la hidrólisis de los triglicéridos, la lipasa rompe de preferencia dos α-ácidos grasos dejando unido al glicerol un β-ácido graso (monoglicérido β). Los ácidos grasos libres y los monoglicéridos resultantes de la hidrólisis sufren el paso final de la fase luminal de la asimilación de las grasas denominado micelarización. Los ácidos grasos y los monoglicéridos insolubles son rápidamente "solubilizados" por la formación de agregados macromoleculares con ácidos biliares denominados micelas. Los ácidos biliares son moléculas anfipáticas que presentan regiones polares (hidrofílicas) y no polares (hidrofóbicas). Cuando se alcanza una concentración crítica de ácidos biliares, éstos se agregan en pequeñas esferas con el extremo hidrosoluble (polar) hacia el agua luminal y el extremo liposoluble (no polar) hacia el centro de la esfera. Los ácidos grasos, los monoglicéridos y las vitaminas lipo-solubles (A, D, E y K) son incorporados en el centro de esta esfera y mantenidos en solución micelar hasta que los enterocitos los absorben. El primer paso de la fase mucosa de la asimilación de las grasas es el desagregado de micelas en la superficie de la mucosa. Los ácidos grasos y los monoglicéridos liberados difunden pasivamente dentro de la célula epitelial. Los ácidos biliares liberados permanecen en el lumen hasta que alcanzan el íleon terminal donde el 95% es reabsorbido por transporte activo, reciclado al hígado y re-secretado en la bilis (circulación enterohepática). Una vez dentro de la célula, los ácidos grasos libres y los monoglicéridos son re-esterificados enzimáticamente a triglicéridos. Para poder ser transportados fuera de la célula, estos triglicéridos de reciente formación se agregan con lipoproteínas, colesterol y fosfolípidos, y forman grandes partículas de transporte denominadas quilomicrones. Por último, en la fase de entrega estos quilomicrones salen por la base de la célula epitelial hacia el interior de la lámina propia y penetran en el quilífero central de la vellosidad por un mecanismo no muy bien comprendido. La acción de bomba del músculo liso velloso impulsa la linfa cargada de quilomicrones dentro de los linfoductos que los transportan hasta el conducto torácico y luego a la circulación venosa. Las secuencias de eventos hasta aquí comentadas se presentan en la digestión y absorción de los triglicéridos, principales componentes de la grasa de la dieta. Los triglicéridos compuestos de ácidos grasos de cadenas más cortas (TAG CM), son digeridos y absorbidos en forma distinta y más eficiente. Las diferencias son dignas de mención porque los triglicéridos de cadena media están disponibles en el comercio para la dietoterapia de los síndromes de malabsorción y otros trastornos. La lipasa pancreática es más activa contra los triglicéridos de cadena media que contra los triglicéridos de cadena larga, es capaz de romper los tres ácidos grasos y deja un monoglicérido mínimo. Los ácidos grasos de cadena media (AGCM) resultantes forman micelas con mayor facilidad que los ácidos grasos de cadena larga (AGCL), si bien la micelarización quizá no sea necesaria porque los AGCM son más hidrosolubles. Asimismo, se estima que un 30% de la dosis oral de TAG CM puede ser absorbido intacto sin lipólisis previa. Una vez absorbidos en la célula epitelial, los AGCM no son reesterificados ni forman quilomicrones, sino que abandonan las células como ácidos grasos. Finalmente, y de mayor importancia, la fase de remoción de los AGCM es por entrada directa en el sistema venoso capilar del vello para su transporte hacia el hígado a través de la vena porta. Es importante conocer la fisiología de la digestión y absorción de las grasas para comprender la patogenia de la esteatorrea, pues la alteración de la secuencia en cualquiera de sus pasos puede potencialmente producir la pérdida de grasas fecales. De las tres clases de nutrientes, las grasas parecen las más susceptibles de sufrir alteraciones en su secuencia de digestión y absorción debido a la complejidad y especialización de la mayoría de los pasos. Las grasas son los únicos nutrientes que requieren micelarización (dependiente de los ácidos biliares) y transporte linfático. Además, los enterocitos de la punta vellosa (porción más susceptible a lesiones) son los más especializados en la absorción de las grasas. En consecuencia, la excreción de las grasas fecales (cuantificable por el análisis de la grasa fecal) es un importante indicador clínico del estado funcional del ID. La esteatorrea a menudo se manifiesta en los estados de mala digestión y malabsorción. CARBOHIDRATOS: Los carbohidratos de la dieta consisten en disacáridos (sacarosa, lactosa), que son digeridos en el ribete en cepillo de la superficie de las células epiteliales intestinales y polisacáridos (almidón, glucógeno), que primero son hidrolizados dentro del lumen por la amilasa pancreática a oligosacáridos y luego éstos son digeridos en el ribeteen cepillo. En respuesta a la entrada de la ingesta en el interior del duodeno, la liberación de la CCK estimula la secreción de amilasa por el páncreas. La digestión intraluminal del almidón por la amilasa pancreática es extremadamente rápida (en minutos) y eficiente y produce una mezcla de oligosacáridos (maltosa, maltotriosa y α-dextrinas). Las células epiteliales del intestino cumplen funciones de digestión tanto como de absorción de los carbohidratos. Las enzimas hidrolíticas denominadas oligosacaridasas (por ej., maltasa, sacrasa, lactasa, amiloglucosidasa) se encuentran en el ribete en cepillo de la superficie de estas células. Los oligosacáridos derivados de la digestión intraluminal del almidón más los disacáridos (sacarosa y lactosa) ingeridos, son rápidamente hidrolizados por estas enzimas a sus constituyentes monosacáridos en la interfase lumen-celular. Los monosacáridos resultantes (glucosa, galactosa y fructosa) son absorbidos por mecanismos de transporte activo. La glucosa y la galactosa son transportadas en forma activa a través de la membrana celular por un portador proteico, mediante un proceso que requiere energía y acopla su entrada con el ingreso de Na+. La fructosa (el otro monosacárido) es absorbida por difusión facilitada, que implica un portador específico que no requiere Na+. Una vez en el interior celular, los monosacáridos son liberados de sus portadores y salen de la célula. Estos difunden bajo un gradiente de concentración a través de la lámina propia y penetran a los capilares del sistema venoso portal. En general, la descomposición de los carbohidratos a una forma absorbible (monosacárido) es rápida y eficiente. El paso limitante en la digestión y absorción es el transporte activo del monosacárido hacia el interior celular. Sin embargo, la lactosa puede ser una excepción. Las evidencias sugieren que el paso limitante en la asimilación de la lactosa es su hidrólisis por la lactasa más que su absorción en la célula. La intolerancia a la lactosa puede explicar la frecuencia de diarrea inducida por la leche. Los cuadros clínicos en los que se observa malabsorción de los carbohidratos incluyen: 1) digestión alterada del almidón (amilorrea) causada por déficit de amilasa, generalmente encontrada en los perros con IPE completa y mala digestión generalizada; 2) malabsorción generalizada de carbohidratos debida a una alteración de la hidrólisis de los oligosacáridos junto a una deteriorada absorción de los monosacáridos, por lo general como consecuencia de una enfermedad mucosa grave y difusa (por ej., atrofia vellosa). 3) malabsorción de la lactosa de la dieta intolerancia a la leche, resultante de una insuficiencia de lactasa relacionada con la cantidad de leche ingerida. Las enzimopatías congénitas del borde luminal y el déficit de los portadores proteicos de monosacáridos rara vez generan malabsorción de carbohidratos en el hombre y aún no se describieron en los perros ni en los gatos. PROTEÍNAS: La digestión proteica se inicia en el estómago, pero la ausencia de pepsina no afecta a la digestión proteica normal. La mayor parte de la digestión proteica toma lugar en eI duodeno y yeyuno superior bajo la influencia de las proteasas pancreáticas. Estas proteasas son secretadas como pro-enzimas inactivas en respuesta a la CCK liberada cuando la ingesta penetra en el duodeno y también a consecuencia de la actividad vagal. Una de las pro-enzimas, el tripsinógeno, es convertida a tripsina activa por una enzima del borde luminal denominada enterocinasa; esta tripsina, a su vez, activa a otras proteasas y autocataliza la activación de más tripsinógeno. El pH óptimo para la actividad de las proteasas pancreáticas es de 8. El pH duodenal bajo creado por la entrada de ácido gástrico es bien neutralizado por la secreción de un jugo pancreático rico en bicarbonato en respuesta a la hormona secretina. La fase intraluminal de la digestión proteica es el resultado de la acción secuencial de endo y exopeptidasas. Estas enzimas proteolíticas tienen una actividad óptima contra uniones peptídicas específicas. La tripsina, la clastasa y la quimotripsina son endopeptidasas que rompen uniones peptídicas internas en la molécula proteica, produciendo péptidos pequeños. Las carboxipeptidasas A y B son exopeptidasas que actúan sólo sobre las uniones terminales y liberan péptidos pequeños y algunos aminoácidos. Por lo común, se secretan grandes cantidades de proteasas pancreáticas en respuesta a una comida, de modo tal que la fase celular intestinal es el paso limitante en la secuencia asimilatoria proteica más que la fase intraluminal. Se ha estimado que la secreción de proteasas pancreáticas debe disminuir a menos del 10% de la normal antes que se presente una mala digestión de proteínas manifiesta. En la fase mucosa de la digestión y absorción proteica, los pequeños péptidos que derivan de la digestión intraluminal son hidrolizados en la superficie luminal a aminoácidos y en algunos casos esto ocurre en el interior celular. Las peptidasas comprendidas en este paso se localizan dentro de la membrana (en el borde luminal) celular y en el interior de la célula y aparentemente son diferentes. Los aminoácidos resultantes son absorbidos y transportados a través de la célula por un mecanismo activo dependiente del Na+ que utiliza un portador proteico. Se conocen cuatro mecanismos diferentes, uno para cada grupo específico de aminoácidos. Los aminoácidos luego difunden a través de la membrana basolateral y penetran a los capilares para llegar al sistema venoso portal. Las enfermedades del páncreas exocrino o del ID pueden alterar el proceso de la asimilación proteica en el perro y el gato. Una IPE prominente (cuando la secreción de enzimas proteolíticas cae por debajo del 10% de lo normal) puede causar una mala digestión proteica grave, generalmente junto con mala digestión de las grasas y del almidón. Las enfermedades de la mucosa intestinal pueden ocasionar una absorción proteica defectuosa porque causan un deterioro en la digestión de los péptidos y una absorción reducida de los aminoácidos y péptidos pequeños. Por otra parte, algunas enfermedades intestinales se acompañan con una excesiva pérdida de proteínas endógenas. Movimiento Intestinal de agua y solutos: La diarrea, prescindiendo de la etiología, es básicamente el pasaje de heces que contienen un exceso de agua resultante de un movimiento anormal del agua y los solutos. En consecuencia, para comprender la patología de la diarrea se deben considerar los conceptos del movimiento intestinal normal de agua y solutos. En el caso del agua y iones, el ID es un órgano secretor y absortivo. Grandes volúmenes de líquidos que provienen principalmente de las secreciones endógenas (salival, gástrica, pancreática, biliar, intestinal) y, en menor grado, de los líquidos ingeridos, penetran en el lumen del ID convirtiéndose en una carga absorbible pero es necesaria una recuperación (resorción) distal eficiente de la mayor parte del líquido para prevenir una pérdida excesiva en las heces y una rápida depleción del volumen del LEC. Este proceso se denomina ciclo enterosistémico del agua. La mayor parte de este volumen se absorbe en el yeyuno. De esta manera llega un volumen de carga reducida a los sectores colónicos. Esta pequeña carga residual es manejada con mucha eficiencia por el colon, de manera tal que el resultado final son heces formadas más que diarrea. A través de la mucosa intestinal se presentan flujos continuos y simultáneos de agua e iones en direcciones opuestas: flujos absorbibles en dirección lumen a sangre y flujos secretorios en dirección sangre a lumen. Para la formación de heces normales, los flujos absorbibles deben exceder a los secretorios, de modo que el flujo total transmucoso sea de absorción neta.Aun cuando este flujo neto es relativamente pequeño, representa la resta de los líquidos en ambas direcciones. Un leve cambio en el porcentaje de este equilibrio (ligero incremento del flujo secretorio o disminución del flujo absorbible) es todo lo que se necesita para causar una acumulación masiva de líquido al lumen intestinal y concluir en una diarrea. Por este motivo no causa sorpresa que los animales con diarrea profusa mueran por deshidratación, desequilibrio electrolítico y shock. A nivel celular, el movimiento transepiteIial del agua y los solutos puede presentarse a través de las vías transcelular o intercelular mediante procesos activos o pasivos. El transporte acuoso en pasivo y secundario a los gradientes de presión osmótica e hidrostática generados principalmente por la transferencia de los solutos. En la vía transcelular, el soluto es transportado a través de la célula epitelial por mecanismos de transporte activo que implican bombas de membrana (bomba de sodio en la membrana basolateral) o portadores de membrana (portadores del ribete en cepillo). La otra ruta principal, la intercelular o derivación, comprende la difusión pasiva a través de los canales acuosos o poros en las uniones herméticas entre las células epiteliales bajo la influencia de gradientes de presión hidrostática, osmótica y electroquímicos. Motilidad intestinal: La motilidad del ID consiste en movimientos de mezcla y propulsión que permiten un contacto óptimo de la ingesta (contenido intestinal) con las secreciones y la superficie absorbente. Se reconocen tres tipos básicos de actividad motora en ID: segmentación, peristalsis y motilidad interdigestiva. Las segmentales son constricciones circunferenciales localizadas del lumen espaciadas por unos pocos centímetros que dividen el contenido en segmentos y producen una acción de mezclado. La frecuencia de estas contracciones varía según la especie: de 18 a 22/ minuto en el perro y de 28 a 30/minuto en el gato. Por otra parte, la peristalsis es una onda de contracción impulsora que envía el contenido intestinal corriente abajo. Durante el estado interdigestivo, en los perros en ayunas durante más de 12 horas hay un solo patrón de motilidad caracterizado por contracciones anulares intensas y recurrentes que comienzan en el estómago y continúan a lo largo de toda la longitud del ID. Estas contracciones interdigestivas se denominan "caseras" porque limpian el conducto en preparación para la próxima comida. Los principales determinantes de los patrones contráctiles del ID son las propiedades mioeléctricas inherentes al músculo liso y su onda de despolarización lenta (ritmo eléctrico basa). Sin embargo, la función motora está modulada por factores neurales, de modo que el SNA regula la motilidad mediante inervación intrínseca (intramural) y extrínseca. En general, la influencia parasimpática (colinérgica) transportada por los vagos es excitatoria y la influencia simpática (adrenérgica) conducida por los esplácnicos es inhibitoria del músculo liso intestinal. Los impulsos sensoriales provienen de los mecanorreceptores que responden a estímulos de presión, movimiento y estiramiento (volumen) o de los quimiorreceptores que responden a estímulos osmóticos, pH y productos de la digestión. Las hormonas gastrointestinales también pueden afectar la motilidad. Función endócrina: El canal gastrointestinal tiene una variedad de células endocrinas esparcidas en forma aislada entre las células mucosas denominadas colectivamente células APUD (Amine Precursor Uptake and Decarboxylation) o sistema neuroendocrino difuso a causa de sus propiedades bioquímicas particulares; éstas también se localizan en los islotes pancreáticos. Las células APUD producen hormonas polipeptídicas que incluyen gastrina, secretina, CCk, enteroglucagón, VIP, polipéptido inhibidor gástrico, somatostatina, motilina y otras, todas con efectos sobre la función gastroenteropancreática. Según esta lista, es evidente que el canal alimentario no sólo debe ser considerado como un órgano digestivo, sino también como un órgano endocrino. Algunos de estos péptidos gastrointestinales tal vez no ejerzan sus efectos como las clásicas hormonas circulantes, sino que son liberados localmente para actuar sobre los tejidos adyacentes (función paracrina). Además, la localización de algunos de ellos en las estructuras neurales dentro de la pared intestinal hace pensar en una función de tipo neurotransmisora (neurocrina). Está más allá del objetivo de este capítulo discutir las complejas funciones e interrelaciones de cada una de estas hormonas; no obstante, se encuentran disponibles numerosos estudios sobre el tema. Función inmune: El ID parece encontrarse en estado precario de separación de un medio externo, potencialmente hostil, por una barrera epitelial que sólo tiene una célula de espesor. El tejido linfoide intestinal juega el rol principal de "perro guardián" porque mantiene la inmunidad local de la mucosa, así como también contribuye al esquema general del sistema inmune corporal. Los anticuerpos secretorios intestinales (en especial la IgA) se originan en los plasmocitos localizados en la lámina propia por debajo de la superficie mucosa y cumplen un papel esencial en el mantenimiento de la superficie epitelial como barrera para la penetración de microorganismos, enterotoxinas y antígenos (alergenos) desde el lumen. Estos plasmocitos secretores de IgA primero son sensibilizados por los antígenos intestinales cuando son inmunoblastos, luego proliferan y penetran en la circulación hemolinfática para retornar a la mucosa intestinal y residir en la lámina propia. La inmunidad local mediada por células también actúa en las defensas intestinales. Otros mecanismos defensivos no inmunológicos son las secreciones digestivas normales, la peristalsis y la microflora nativa que aporta una barrera contra la colonización de los patógenos. La insuficiencia o el deterioro de la función inmune intestinal puede ser importante en una serie de desórdenes clínicos. Por otra parte, se ha postulado, pero sin comprobación, una respuesta inmune intestinal aberrante para ciertas enfermedades inflamatorias (enteritis eosinofílica y enteritis linfociticaplasmocítica), en las cuales la lámina propia se distiende con células que son participantes primarios o secundarios en las reacciones inmunes (linfocitos, plasmocitos, eosinófilos). ENFERMEDADES DEL INTESTINO GRUESO Keith P. Richter Estructura Normal El IG y recto juntos tienen una longitud aproximada de 0,2 a 0,6 m en el perro y 0,2 m en el gato (10 a 20% del ID). El largo del ciego es de 0,08 a 0,3 m en el perro y 0,02 a 0,04 m en el gato. El IG comienza como un segmento corto denominado colon ascendente. En el orificio ileal existe un esfínter anatómico definido, el esfínter ileocecal. Esta estructura es un esfínter verdadero por cuanto la presión intraluminal es más alta que en las áreas adyacentes. El colon transverso es la porción más craneal del IG a nivel de la doceaba vértebra torácica y conecta el colon ascendente al descendente. Corre hacia craneal y alrededor de la raíz del mesenterio. El colon descendente se funde con el recto en la entrada pélvica. El colon está conectado con el duodeno ascendente mediante el pliegue duodenocólico. Se palpa durante el examen físico, con la excepción de la zona craneal en los perros de tórax profundo. La irrigación normal del IG se realiza por intermedio de los vasos mesentéricos craneal y caudal. El drenaje venoso se realiza hacia la vena porta. El control nervioso proviene del SNA. Para la función normal el más importante es el sistema parasimpático. Los nervios vagos llevan la inervación parasimpática hasta la región craneal del IG y los parasimpáticos sacros inervan el resto del tubo por medio de los nervios pélvicos.El sistema simpático tiene una acción menor sobre el funcionamiento normal. Se origina en el tronco simpático paravertebral y transcurre hasta el IG mediante los ganglios simpáticos abdominales. Desde el punto de vista microscópico, la mucosa colónica es lisa y faltan las vellosidades. Las glándulas tubulares, que contienen mucus y células epiteliales, se extienden desde la superficie hasta la muscular de la mucosa. Estas glándulas están muy apretadas entre sí dejando una lámina propia no muy densa. El resto de la pared colónica es similar a la presente en el ID. FUNCION NORMAL Motilidad La principal función del colon es actuar como un reservorio para el almacenamiento, donde se completa la absorción de los líquidos y electrólitos. La actividad motora del colon es similar a la del ID, consistente en movimientos propulsivos (peristalsis) y contracciones segmentarias que actúan demorando el tránsito. Esto último posibilita la mezcla de modo que los líquidos y electrólitos son presentados a la superficie de la mucosa para la absorción. La velocidad de la segmentación rítmica colónica es menor que la medida en el ID, lo cual favorece el movimiento aboral de la ingesta. Este control de la actividad eléctrica está afectado por estímulos neurológicos, factores humorales, drogas y contenidos intraluminaIes. Dentro del colon existe un gradiente inverso de actividad eléctrica, con el máximo ritmo a nivel del marcapasos colónico en la zona media del órgano, el cual disminuye en frecuencia en dirección oral. Esta demora en el movimiento de los contenidos en la dirección aboral permite el almacenamiento hasta que se complete la absorción de líquidos y electrólitos. Sobre la mitad caudal del colon hay poco control de la actividad eléctrica, excepto en el 10% más caudal. La diarrea por diferentes causas a menudo desarrolla cuando se originan múltiples marcapasos en el IG craneal y se pierde el gradiente inverso. El colon posee otro tipo de actividad eléctrica caracterizada por salvas prolongadas que nacen en la zona media del tubo y progresan en la dirección aboral. Esta actividad es responsable por la descarga rápida de los contenidos colónicos durante la defecación. El principal estímulo para la motiIidad en el IG es la distensión mediada por los contenidos intraluminales, cuyo grado está determinado en gran medida por la cantidad de material indigerido que ingresa en el colon. Esta masa estimulará las contracciones segmentarias y de esa forma se limitará el tránsito de los contenidos intraluminales. La distensión también estimula la actividad propulsiva de la masa que permite la evacuación del colon. Esto explica los efectos beneficiosos paradójicos de los agentes formadores de volumen frente a la diarrea y el estreñimiento. En la diarrea, la adición de volumen estimula las contracciones segmentarias que limitan el tránsito y favorecen una absorción más completa. Durante la constipación, el aumento de la masa estimula la actividad propulsora necesaria para la evacuación fecal. Estos conceptos son vitales para comprender la terapéutica racional con las drogas modificadoras de la motilidad. Los anticolinérgicos reducen la segmentación rítmica, dejando una actividad propulsiva mínima para impulsar los contenidos en la dirección aboral a través de un tubo relativamente fláccido. Por el contrario, los analgésicos narcóticos incrementan la segmentación rítmica. Secreciones del Intestino grueso El principal producto secretorio del IG es el mucus, que es elaborado por el enorme número de células caliciformes presentes en la superficie de la mucosa. El moco actúa como lubricante para facilitar el pasaje de las heces y como protector de la pared colónica. La cantidad de secreción está determinada por los estímulos táctiles directos sobre las células caliciformes y por reflejos nerviosos locales. La estimulación parasimpática a través de los nervios pélvicos también aumenta la secreción del mucus, sumada a la estimulación de la motilidad. El moco protege a la pared de las excoriaciones y de la actividad de la flora bacteriana; también contiene una elevada concentración de bicarbonato que ayuda en la neutralización de los residuos ácidos provenientes del metabolismo microbiano. Si un segmento del colon sufre irritación, la mucosa secreta abundantes cantidades de mucus, agua y electrólitos, que a menudo redundan en diarrea. Absorción en el Intestino grueso Aproximadamente el 10 al 15% del líquido que ingresa en el canal alimentario ya sea por la ingestión o secreción alcanza el IG, mientras que el resto es absorbido por el ID. La absorción de agua en este sector es pasiva (ósmosis) luego de la absorción activa de sodio y cloruro. Este proceso también se encuentra acoplado a un mecanismo de transporte que resulta en la secreción de bicarbonato. La mayor parte de la absorción toma lugar en la mitad proximal del colon. Las heces normales contienen 75% de agua y 25% de material sólido. El color de la materia fecal es impartido por la estercobilina y urobilina, pigmentos derivados de la bilirrubina. El olor está causado por la acción bacteriana que genera la producción de compuestos tales como indol, escatol, mercaptanos y ácido sulfhídrico. Microflora normal del intestino grueso La concentración más alta de bacterias en las vías digestivas normales se localiza en el IG en general entre 10 y 100 organismos/gramo. La microflora residente es necesaria para impedir la colonización de patógenos y mantener la estructura y función de la mucosa normal. Las bacterias más abundantes en el IG son los anaerobios, en especial Bacteroides y Bifidobacterium. Otros microbios de aparición frecuente en grandes cantidades son los miembros de la familia Enterobacteriaceae, estreptococos, Clostridium y lactobacilos. Varios factores son necesarios para mantener las poblaciones bacterianas normales y prevenir los cambios patológicos inducidos por aquellas. Estos comprenden la motilidad colónica normal, la capa mucosa normal contra la mucosa y la respuesta inmune local (básicamente la IgA). Otros factores que afectan la flora colónica incluyen la dieta, interrelaciones entre la microflora residente, biliares endógenos y agentes antimicrobianos. SIGNOS DE ENFERMEDAD INTESTINAL DIARREA: contenido hídrico fecal excesivo. El moco fecal está causado principalmente por disturbios del intestino grueso y se describe con la diarrea crónica en esta región entérica. La diarrea aguda por lo usual está causada por la dieta, parásitos o enfermedades infecciosas. El diagnóstico se realiza a partir de una correcta anamnesis, examen físico, análisis coproparasitológico y métodos para la detección de antígeno de parvovirus con ELISA.. En la diarrea crónica debe excluirse todo tipo de parásitos intestinales por métodos seriados y semanales. Determinar si la diarrea es de intestino delgado o grueso. La anamnesis es la mejor herramienta, la falta de pérdida ponderal es indicadora de que la diarrea es de intestino grueso (excepto la pythiosis histoplasmosis o neoplasias malignas de este tramo). Los signos de diarrea de intestino grueso son: moco fecal, tenesmo marcado, hematoquesia, en la diarrea crónica de intestino delgado ocurre la mala absorción, mala digestión y pérdida proteica. MECANISMOS DE LA DIARREA La diarrea es la manifestación clínica más regular de enteropatía canina y felina y es uno de los motivos de consulta más frecuentes en la clínica de animales pequeños. La diarrea se define como la deposición que contiene exceso de agua, que lleva a un aumento anormal de la fluidez y peso de las heces. La acumulación del agua en el lumen intestinal es un proceso pasivo secundario al deterioro de los flujos de solutos transmucosos vinculado con alteraciones en la digestión, absorción, secreción,permeabilidad o motilidad. La patogenia de la diarrea comprende una combinación de cuatro mecanismos: 1) disminución de la absorción de solutos: diarrea osmótica 2) hipersecreción de iones: diarrea secretoria 3) aumento de la permeabilidad: diarrea exudativa 4) motilidad anormal. Este esquema clasificatorio bien establecido se basa en separaciones de algún modo artificiales y simplistas, de tal forma que la patogenia de la diarrea en la mayoría de los pacientes probablemente sea una integración compleja de mecanismos diferentes. Diarrea osmótica La diarrea osmótica se presenta cuando una absorción alterada produce una acumulación de solutos no absorbibles en el lumen intestinal, donde retienen agua por su actividad osmótica. Este exceso de solutos y de agua luminal causa una distensión intestinal y luego es expelido como una diarrea Iíquida voluminosa. Los solutos no absorbidos provienen principalmente de los nutrientes mal absorbidos, en particular los carbohidratos. Los glúcidos no absorbidos son hidrolizados por las bacterias colónicas a pequeños ácidos orgánicos que añaden moléculas osmóticamente activas que retienen agua en el lumen y acidifican el contenido colónico. Las grasas mal absorbidas ejercen un efecto osmótico mínimo a causa de su insolubilidad en agua; no obstante, los ácidos grasos no absorbidos son hidroxilados por las bacterias colónicas a ácidos grasos hidroxi, los que alteran el transporte acuoso y electrolítico en el IG y generan diarrea secretoria. Desde el punto de vista clínico, la diarrea osmótica por lo general es resultado de la mala digestión causada por la IPE o la malabsorción intestinal primaria promovida por enteropatías intrínsecas tales como desórdenes inflamatorios difusos, neoplásicos o atrofia vellosa. La diarrea osmótica por lo general mejora o cesa durante el ayuno y la osmolalidad de los líquidos fecales excede la suma de las concentraciones electrolíticas fecales (faltante osmolar) lo cual indica la acumulación de un soluto no electrolítico sin absorción. Otro ejemplo del mecanismo osmótico es la catarsis producida por los laxantes que presentan sustancias de escasa absorción (sulfato de magnesio, fosfato de sodio, lactulosa) que retienen osmóticamente agua en el lumen intestinal. Diarrea secretoria La diarrea secretoria ocurre cuando existe un flujo secretorio neto hidroelectrolítico hacia el lumen intestinal causado por una alteración de los procesos de transporte entérico normal, independiente de cambios en la permeabilidad de la mucosa o de gradientes osmóticos generados por solutos exógenos. Normalmente, el transporte mucoso bidireccional de agua y iones produce un estado de absorción neta de líquidos; empero, si la hipersecreción supera la capacidad absortiva o si la absorción es inhibida (en general ambas ocurren juntas), la secreción neta es expelida como una diarrea acuosa. Las secreciones intestinales son ísotónicas y similares al LEC, aunque la composición puede ser alterada durante el tránsito. La materia fecal contiene exceso de agua, electrólitos y bicarbonato. En consecuencia, la diarrea secretoria produce deshidratación isotónica, depleción de electrolitos y acidosis. En la diarrea secretoria pura, la osmolalidad fecal está representada casi en su totalidad por la concentración de Na+, K+ y sus aniones acompañantes. Los mediadores de la hipersecreción intestinal son numerosos y diversos y probablemente contribuyan a la patogenia de una amplia variedad de enfermedades diarreicas agudas y crónicas. Estos son enterotoxinas bacterianas, péptidos neurohumorales (por ej. V IP), productos de la respuesta inflamatoria (por ej. bradicininas y prostaglandinas), serotonina, estimulación parasimpática, ácidos biliares dihidroxi, ácidos grasos hidroxilados y ciertos laxantes. Los mecanismos por los cuales muchos de estos secretagogos influyen sobre la secreción intestinal no se comprenden muy bien. Diarrea exudativa (por permeabilidad) La patogenia de la diarrea puede comprender un aumento de la permeabilidad de la mucosa causado por una injuria de ésta. Como este mecanismo cobra importancia clínica cuando la permeabilidad se altera de manera que permite la exudación de proteínas plasmáticas, a menudo se lo denomina diarrea exudativa y está caracterizado por la efusión de proteínas plasmáticas, sangre o mucus desde los sitios de inflamación, ulceración o infiltración intestinal. El derrame transmucoso pasivo de líquido, electrólitos y proteínas hacia el lumen no sólo depende de la disrupción de la membrana, sino también del líquido intersticial subepitelial o presión hidrostática que actúa como fuerza impulsora de este movimiento. Cualquier factor que afecte la dinámica del líquido intersticial de la mucosa (en especial los factores que aumentan la filtración transcapilar neta) puede causar su acumulación y elevar la presión hidrostática tisular mucosa. Esto incrementa la permeabilidad de la mucosa y la efusión de líquidos provocando diarrea y, si el escape de proteínas plasmáticas es demasiado grande, da origen a un síndrome de EPP. Las situaciones clínicas caracterizadas por este mecanismo son: 1) inflamación de la mucosa con elevada permeabilidad capilar y dilatación arteriolar. 2) elevación de la presión venosa portal (hipertensión portal o IC derecha) 3) circunstancias que aumentan la presión hidrostática capilar. 4) obstrucción del flujo linfático debido a enfermedades intestinales que comprometen a los linfoductos (linfangiectasia, LSA o histoplasmosis). 5) reducción de la presión oncótica proteica asociada con estados hipoalbuminémicos. 6) expansión del volumen extracelular. Diarrea causada por disfunción motora La disfunción motora por sí misma rara vez cumple una función primaria en la patogenia de la diarrea. Puesto que en esencia la diarrea es una anormalidad en el transporte de líquidos y iones por la mucosa intestinal, las alteraciones motoras fundamentalmente son secundarias al aumento del volumen y fluidez de los contenidos entéricos promovido por uno de los mecanismos antes mencionados. No obstante, los disturbios motores que pueden estar asociados con la diarrea comprenden una enterocinesis anormalmente reducida que genera enterostasis e HMB en el ID, hipermotilidad que acelera el tránsito intestinal hasta el grado de volver insuficiente el tiempo de contacto con la mucosa para la digestión y absorción (por ej., hipertiroidismo felino) y evacuación prematura del colon vinculada con inflamación o "irritabilidad" colónica. La motilidad intestinal se ve afectada por la cirugía abdominal, muchas drogas, numerosas hormonas, enterotoxinas bacterianas y el SNA. Diarrea viral Durante las dos últimas décadas se descubrieron numerosos virus en las heces caninas y felinas ya sea mediante el aislamiento viral o la microscopia electrónica. En el perro, estos virus incluyen los “virus diminutos” aislados en animales normales (ahora se sabe que son parvovirus distintos de los parvovirus causales de la enteritis), coronavirus, parvovirus (productos de la enteritis parvovirósica) y rotavirus caninos, astrovirus, virus tipo paramixo, adenovirus y picornavirus. También se aislaron de las heces caninas los virus coxsackie y ECHO humanos. Algunos de estos se encuentran con igual frecuencia en las deposiciones normales y diarreicas y como tales aún no fueron definidos como enteropatógenos. Los coronavirus, parvovirus y rotavirus se establecieron como causas de enteritis y diarrea viral en la especie canina. El VMC también puede causar diarrea. En el gato, el enterovirus de mayor importancia clínica es el parvovirus causante de la panleucopenia felina (VPF); también se han encontrado como causales de diarrea felina a los coronavirus entéricos, rotavirus y astrovirtis. Además de estos,otros de importancia incierta como patógenos entéricos fueron revelados por microscopia electrónica en las muestras fecales de 195 virus tipo III y virus no cultivables similares a los picorvirus entéricos. Asimismo, en el gato el intestino puede estar comprometido como parte de una infección viral generalizada debida al ViLeF, VIF o PIF. Un síndrome similar a la panleucopenia (caracterizado por enterocolitis grave) fue asociado con la infección por ViLeF. En la PIF se puede presentar una enteritis o una serositis piogranulomatosa. MALADIGESTION: Insuficiencia pancreática exócrina. Rara vez cursa con hipoalbuminemia. En la enfermedad malabsortiva puede cursar con pérdida proteica o sin ella. La diarrea se presentará si en el colon se excede la capacidad absortiva y en consecuencia, el perro o el gato pueden perder peso sin tener diarrea. Si hay sospecha de enfermedad malabsortiva sin pérdida de proteína se puede realizar una biopsia intestinal o se puede implementar la dieta de exclusión con la utilización de antibióticos. Cuando se sospecha de enteritis por pérdida de proteínas se prefiere la ecografía abdominal y biopsia intestinal. Los animales con diarrea crónica de intestino grueso o moco fecal primero se examinan con tacto rectal para buscar engrosamiento o proliferación de la mucosa. El recto es el lugar más frecuente de la neoplasia colónica y la confirmación es mediante la biopsia. Previamente a esto, cuando un paciente presenta diarrea crónica colónica deben hacer múltiples exámenes fecales seriados y semanales para descartar la posibilidad de trichuriasis y giardiasis. HEMATOQUECIA: sangre roja en las heces Descartar coagulopatías y lesiones sangrantes focales en el colon distal, recto y región perianal. Pueden ser traumáticas, parasitarias, lesiones ulcerativas o neoplasias. MELENA: sangrado en el canal alimentario anterior o ingestión de sangre. La gastroduodenoscopia es el estudio más sensible para el diagnóstico, se presenta a menudo en pacientes con trombocitopenias y lesiones ulcerativas en estómago e intestino delgado, neoplasias. TENESMO: esfuerzo incipiente o doloroso en la micción o defecación. Causas: colitis, constipación, hernias perineales, enfermedad prostática y patología vesicouretral, fracturas pélvicas, neoplasias rectales y de sacos anales. Muestrear cualquier masa, lesión inflamatoria o llaga en el canal rectal. DISQUECIA: defecación dolorosa o difícil. Causada por lesiones inflamatorias obstructivas en el colon distal. CONSTIPACION: evacuación infrecuente y difícil de las heces. OBSTIPACION: constipación intratable. Observar la materia fecal para ver si tiene pelos, huesos, plástico, madera etc., Realizar radiografía simple, éstas demuestran la presencia de cuerpos extraños. La colonoscopia y biopsia demuestran la existencia de neoplasias de tipo infiltrativa en la pared colónica que provocan la constipación . ENFERMEDADES INTESTINALES ENTERITIS AGUDA Una enteritis aguda puede estar causada por agentes infecciosos, dieta inadecuada, cambios dietéticos abruptos, alimentos inapropiados, aditivos y/o parásitos. Es de presentación común y afecta especialmente a cachorros y gatitos. La diarrea puede aparecer con o sin vómitos, deshidratación, fiebre, anorexia y dolor abdominal. El diagnóstico se realiza principalmente por la anamnesis, examen físico y análisis de materia fecal. Siempre se debe realizar el estudio coproparasitológico aunque se haya desparasitado en forma seriada semanal. Si el paciente está febril debe realizarse en este caso un hemograma por posible neutropenia, test de ELISA de materia fecal por parvovirosis, serología y/o PCR para VIF/VILEF, glucemia y electrolitos séricos. Si hay dolor abdominal se debe solicitar una ecografía de abdomen y, si se sospecha de cuerpo extraño u obstrucción una radiografía simple de abdomen. ENTERITIS DE ORIGEN DIETÉTICO La enteritis leve se trata en forma sintomática con escasos estudios diagnóstico. La pueden ocasionar ingredientes de mala calidad (grasas rancias, enterotoxinas bacterianas o micotoxinas), alergia, intolerancia a los ingredientes y por lo general no hay sangre ni moco en la materia fecal. DIARREA PARVOVIRAL CANINA Hay dos agentes etiológicos, el parvovirus canino tipo I (PVC-I) que se manifiesta con diarrea leve, neumonitis, miocarditis y se considera con baja patogenicidad. El parvovirus tipo II (PVC-II) ocasiona la enteritis clásica de 5 a 12 días de evolución a partir de su contagio. El PVC-II provoca destrucción viral de las criptas intestinales y produce colapso velloso que se manifiesta con diarrea, vómitos, sangrado intestinal y posterior invasión bacteriana. La diarrea ocurre a las 24-48 hs de la enfermedad y puede no ser sanguinolenta. Puede haber pérdida proteica intestinal causada por hipoalbuminemia. El virus afecta a las células de alta replicación, se produce un daño de la célula progenitora medular ocasionando neutropenia haciendo que el animal sea susceptible a las infecciones, puede tener fiebre y shock séptico. El diagnóstico de aproximación se hace a partir de la neutropenia que sugiere la posible presencia de parvovirosis. El test de Elisa de materia fecal para la detección del Parvovirus C tipo II, confirmaría el diagnóstico. Se realiza tratamiento sintomático, soporte bajo internación con fluidoterapia y antibióticoterapia. ENTERITIS PARVOVIRAL FELINA, PANLEUCOPENIA FELINA También es un parvovirus y los signos son más leves que en el canino. Diagnóstico y tratamiento similar al del canino. ENTERITIS CORONAVIRAL CANINA Se presenta cuando el coronavirus invade y destruye a las células maduras sobre la vellosidad intestinal. Como las criptas intestinales se mantienen intactas las vellosidades regeneran con mayor rapidez. Las células de la médula ósea no van a ser afectadas, es mucho menos grave que el parvovirus canino y rara vez ocasiona diarrea hemorrágica. Las manifestaciones clínicas duran aproximadamente entre 3 y 20 días. Rara vez se llega al diagnóstico definitivo y el tratamiento es de soporte con fluidoterapia y antibióticoterapia. ENTERITIS CORONAVIRAL FELINA Similar a la del canino. Los felinos adultos son asintomáticos y los gatitos pueden tener diarrea leve transitoria y fiebre. PANLEUCOPENIA ASOCIADA CON VILEF Causa diarrea crónica. Es similar a la descripta por el parvovirus. Presenta pérdida ponderal, vómitos y diarrea con características de una diarrea de intestino grueso. El diagnóstico es a partir de la serología y/o PCR del virus de Vilef. El tratamiento va a ser sintomático. DIARREA ASOCIADA A VIF Se asocia con colitis purulenta marcada, la diarrea es de intestino grueso y en ocasiones puede causar ruptura colónica. Diagnóstico: serología y/o PCR para VIF. El tratamiento se basa en terapia de sostén. ENVENENAMIENTO POR SALMÓN Causado por Neorickettsia helminthoeca. Se produce al ingerir pescado infectado con un trematodo (Nanofietes salmoneliola) que transporta a esta rickettsia. Se disemina en el intestino del canino y afecta los linfonódulos. No afecta al felino. Los signos son fiebre, anorexia, linfoadenomegalia generalizada, diarrea de intestino delgado y puede volverse sanguinolenta. El diagnóstico es por presunción hábitat y consumo reciente de pescado crudo. El tratamiento se basa en el sostén y antibioticoterapia con doxicilina. CAMPILOBACTERIOSIS Causada por Campilobacter geguni. Prefiere las temperaturas altas (41°C) por eso las aves de corral son reservorios. Se registran en lugares de hacinamiento, afecta a animales jóvenes como en criaderos y refugios. Cursa con diarrea de predominancia mucoide, anorexia y fiebre. El tratamiento diagnóstico es difícil y el tratamiento se realiza con Eritromicina. SALMONELOSISLa bacteria puede provenir de animales infectados o de alimentos contaminados (aves de corral y huevos) y puede producir diarrea aguda, crónica, septicemia y/o muerte súbita en especial en animales muy jóvenes o geriátricos. El diagnóstico es a partir del hemocultivo con el aislamiento de la Salmonella sp. El tratamiento de pacientes con características sépticas requiere hospitalización y tratamiento de sostén. ENFERMEDADES CLOSTRIDIALES Clostridium perfringens y Clostridium dificcile, pueden encontrarse en perros clínicamente normales pero en algunos provocan diarrea. Para que provoque la enfermedad la bacteria debe poseer la capacidad de elaborar toxinas y las condiciones ambientales deben fomentar la producción de esporas. Produce diarrea aguda, sanguinolenta y va a ser autolimitante. El diagnóstico es por presunción y el tratamiento antibiótico terapia y sostén. BACTERIAS MISCELÁNEAS Yersinia enterocolítica, Aeromona hidrófila y Plesiomona yigeloide, pueden causar enterocolitis aguda o crónica en caninos y felinos. La diarrea de intestino delgado es común. La yersinia suele afectar al colon produciendo diarrea crónica de intestino grueso. El diagnóstico es a partir del cultivo fecal. El tratamiento se basa en terapia de sostén. HISTOPLASMOSIS Histoplasma capsulatum es una infección micótica que puede afectar al sistema gastrointestinal, respiratorio y/o retículo endotelial, esqueleto y ojos. Los pacientes se presentan con diarrea, pérdida ponderal puede afectar pulmón, bazo, hígado, linfonódulos, médula ósea, huesos y ojos. También pueden darse en el felino y lo más frecuente es la afectación respiratoria generando disnea, tos, fiebre y pérdida ponderal. El diagnóstico es la observación de las levaduras en las citologías de la mucosa rectal. Tratamiento con antimicótico específico. Parásitos del Canal Alimentario TRICHURIASIS Trichuris vulpis, se adquiere mediante la ingestión de huevos. Los adultos excavan en la mucosa colónica y cecal ocasionando inflamación, sangrado y pérdida proteica intestinal. Los pacientes caninos (rara vez en felinos) presentan hematoquecia y enteropatía perdedora de proteínas. Pueden presentar hiponatremia o hiperpotasemia, convulsiones por afectación del sistema nervioso central por la hipoanatremia marcada. Su diagnóstico es a partir del análisis de materia fecal. Tratamiento específico con antiparasitario. ASCARIDIASIS En caninos encontramos el Toxocara canis y Toxascaris leonina y en felinos el Toxocara cati y Toxascaris leonina también. El contagio se produce mediante la ingestión de huevos o por ruta placentaria para el T. canis y transmamaria en el caso de T. cati. Los gusanos adultos residen en el lumen intestinal produciendo reacción inflamatoria local, generan diarrea, retardo del crecimiento, pelo hirsuto y abdomen abalonado. El diagnóstico es a partir del análisis de materia fecal y el tratamiento específico con antiparasitario. ANQUILOSTOMIASIS El agente causal Ancylostoma sp y Uncinaria sp más común en caninos y menos frecuentes en felinos. El contagio ocurre por ingestión de huevos o por transmisión transcalostral y por penetración tegumentaria (percutánea). Ingieren tapones de mucosas o sangre del intestino. Generan hemorragia y anemia por déficit de hierro, sangre fecal franca y diarrea. El diagnóstico es por análisis de materia fecal y el tratamiento específico con antiparasitario. TENIASIS La más frecuente es el Dipylidium caninum. Tiene un ciclo indirecto. El canino y el felino son infectados cuando ingieren al hospedador intermediario (pulgas, piojos). Genera daño e irritación anal asociados con los segmentos reptantes desprendidos sobre el área. El propietario observa los segmentos motiles sobre las heces. El diagnóstico es a partir del análisis de materia fecal y el tratamiento específico con antiparasitario. ESTRONGILOIDIASIS El Strongyloides stercoralis afecta principalmente a los cachorros sobre todo en los que se encuentran en condiciones de hacinamiento. Estos parásitos producen larvas motiles que penetran la piel o mucosas sanas y pueden ser infectados por sus propias heces también. Antes que las larvas salgan del colon pueden adquirir grandes cargas parasitarias. Los pacientes presentan diarrea mucoide o hemorrágica, letargia y enfermedades sistémicas. Los signos respiratorios como la neumonía verminosa se producen porque los parásitos emergen e ingresan a los pulmones. El diagnóstico es a partir del análisis de materia fecal y tratamiento específico con antiparasitario. COCCIDIOSIS Isospora sp se encuentra principalmente en felinos y en caninos jóvenes que ingieren los quistes a partir del medio ambiente. La coccidiosis invade y destruye las células epiteliales vellosas intestinales dando diarrea leve a copiosa, a veces con sangre. El diagnóstico es a partir del análisis de materia fecal y el tratamiento específico con antiparasitario. CRIPTOSPORIDIOSIS Causada por el coccidio Cryptosporidium parvum. Ingieren ooquistes esporulados que provienen de animales enfermos o por el agua. Producen diarrea en felinos y en caninos jóvenes. Diagnóstico por análisis de materia fecal y tratamiento específico con antiparasitario. GIARDIASIS Protozoarios Giardia sp. El contagio es a través de la ingestión de quistes excretados por los animales enfermos o por el agua. Los signos van a variar de diarrea leve a copiosa. Tienen aspecto de “torta de vaca”, sin sangre o moco. Diagnóstico por análisis de materia fecal y tratamiento específico con antiparasitario. ENFERMEDAD MALA DIGESTIVA (corresponde a la insuficiencia pancreática exógena que se describe aparte) ENFERMEDAD MALA ABSORTIVA La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un proceso inflamatorio idiopático del intestino lo cual implica un diagnóstico por exclusión, afecta tanto a caninos como felinos. 1. ENTERITIS LINFOPLASMOCITARIA CANINA (ELP): Es común la diarrea crónica del intestino delgado pero si el duodeno es el afectado los vómitos son más frecuentes. El diagnóstico es a través del examen físico y la endoscopía con biopsia es fundamental. La lesión puede ser leve, moderada o intensa. El tratamiento es a partir de dietas de exclusión y antibiótico terapia prolongada y que afecte a microorganismos anaerobios. Si la ELP fuera grave requiere también empleo de glucocorticoides. 2. COLITIS LINFOPLASMOCÍTICA CANINA: Causa diarrea de intestino grueso, deposiciones blandas, con o sin sangre o moco. El diagnóstico es a partir de la biopsia. Tratamiento se basa en dietas de exclusión, dietas con fibra y antibióticos. 3. ENTERITIS LINFOPLASMOCITARIA CANINA: Cursa con vómitos y diarrea por mala absorción. El diagnóstico es a partir de la biopsia y el tratamiento se basa en dieta de alta digestibilidad y la utilización de glucocorticoides. 4. COLITIS LINFOPLASMOCITARIA FELINA: La hematoquecia es el signo clínico más frecuente. El diagnóstico se realiza por biopsia. Se utilizan en el tratamiento dietas ricas en fibra, hipoalergénicas y glucocorticoides. 5. GASTROENTEROCOLITIS EOSINOFÍLICA: Reacción alérgica a sustancias dietéticas como la carne y leche. Se presenta diarrea de intestino delgado e intestino grueso, pérdida ponderal y si hay compromiso duodenal está presente el vómito. El diagnóstico por biopsia y el tratamiento en base a dieta estricta hipoalergénica. 6. SÍNDROME DE ENTERITIS EOSINOFÍLICA/HIPEREOSINOFÍLICO FELINO: Participan mecanismos inmunomediados y neoplásicos. Diarrea de intestino delgado, vómito y/o pérdida ponderal son las principales manifestaciones. El diagnóstico es a partir de la biopsia intestinal y el tratamiento se basa en glucocorticoides a alta dosis. 7. ENTERITIS GASTRITIS GRANULOMATOSA: Es poco frecuente. Los signos clínicos son similares a todo lo descripto anteriormente.El diagnóstico a partir de la biopsia y el tratamiento con glucocorticoide y antibiótico terapia. 8. ENTEROPATÍA INMUNOPROLIFERATIVA DEL BASENJI: Enteropatía inmunoproliferativa que afecta al intestino delgado con infiltración linfoplasmocitaria asociada con clavas vellosas, dilatación de quilíferos, hipertrofia del pliegue del estómago y gastritis linfoplasmocítica. Es una forma grave de ELP, cuadro ondulante, pérdida ponderal, diarrea del intestino delgado y vómitos. La edad de aparición es entre los 3 y los 4 años. El diagnóstico de aproximación muestra hipoalbuminemia e hipergammaglobulinemia marcada. El diagnóstico definitivo a partir de la biopsia intestinal y el tratamiento basado en la alimentación de alta digestibilidad, antibióticos y glucocorticoides. 9. ENTEROPATÍA DEL SHARPEI: Forma grave de EII por déficit de IgA sérica y HMB. Diarrea con pérdida ponderal por disfunción del intestino delgado. Diagnóstico a partir de la biopsia intestinal. Tratamiento con dietas de exclusión y drogas inmunosupresoras. 10. HIPERMULTIPLICACIÓN BACTERIANA DEL INTESTINO DELGADO (HMB), DUODENO Y YEYUNO: están contaminadas con una cantidad excesiva de bacterias. Causas: Defecto anatómico que permite la retención de alimento o estrechamiento parcial de un área y de hipomotilidad que permite la hipermultiplicación bacteriana, Enfermedad de la mucosa intestinal Defecto de inmunoglobulina A Uso de antagonistas para receptores H2 Otros sin motivos reconocibles Las bacterias que causan la hipermultiplicación bacteriana son cultivos mixtos que ingresan al canal alimentario mediante la deglución. Con origen en cavidad bucal o alimento. Los más reconocidos son la Escherichia coli, enterococos y anaerobios como el Clostridium sp. Los enterocitos se lesionan por la desconjugación de los ácidos biliares, la hidroxilación de los ácidos grasos y generación de alcoholes. La HMB se puede dar en cualquier canino pero los carentes de inmunoglobulina A van a ser los más susceptibles. Presentan diarrea y/o pérdida ponderal aunque también puede haber vómitos. El diagnóstico es a partir de cultivos múltiples, cuantitativos de líquido duodenal. El análisis de hidrógeno respiratorio es más sencillo y el tratamiento se basa en combinaciones mixtas de antibióticos. 11. ENTEROPATÍA PERDEDORA DE PROTEÍNAS (EPP): Cualquier inflamación intestinal puede ser la causa de EPP: infiltración, linfangiectasia, congestión y sangrado. La linfangiectasia intestinal es poco frecuente, la obstrucción linfática ocasiona dilatación y ruptura de los vasos quilíferos con el posterior derrame del contenido linfático (proteínas, linfocitos, quilomicrones). Es frecuente ver que los animales afectados con enteritis del intestino delgado tengan ascitis trasudativa, el intestino pierde proteínas y el paciente padece de hipoproteinemia. 12. ENFERMEDAD INTESTINAL FUNCIONAL. Sindrome del intestino irritable. Diarrea, constipación y/o calambres del intestino grueso. Es una enfermedad idiopática del intestino grueso ocasionando diarrea crónica de este sector. La principal manifestación es el moco fecal. La presencia de sangre es infrecuente y la pérdida ponderal es excepcional. El diagnóstico consiste en la exclusión de todas las causas conocidas de enteritis de intestino grueso, colonoscopía con biopsia. El tratamiento se basa en una dieta rica en fibras. OBSTRUCCIÓN INTESTINAL La obstrucción simple en general es por cuerpo extraño. Ocasionan vómitos, anorexia, depresión o diarrea. Cuanto más oral es la obstrucción más intenso y frecuente va a ser el vómito, el intestino puede desvitalizarse y ocurrir así la peritonitis séptica. El diagnóstico es a partir de la palpación, una radiografía simple latero lateral de abdomen, ecografía abdominal y el tratamiento va a ser quirúrgico. La obstrucción intestinal incarcerada es una porción de intestino atrapada o estrangulada donde atraviesa una hernia, por ejemplo: hernia inguinal, umbilical u otra. El asa intestinal atrapada y rotada se dilata con rapidez acumulando líquido y favoreciendo la proliferación bacteriana liberando así endotoxinas produciendo shock séptico, esto ocurre con rapidez. Los signos clínicos incluyen dolor abdominal agudo, vómitos y depresión progresiva. El diagnóstico se basa en la palpación del asa intestinal dolorida, radiografía abdominal evidenciando una distención del asa incarcerada. El tratamiento es quirúrgico. Torsión vólvulo mesentérico: los intestinos rotan alrededor de la base mesentérica causando oclusión vascular. Como consecuencia el intestino se desvitaliza con rapidez. Si bien es poco frecuente, puede ocurrir en caninos de talla grande. El comienzo es agudo dando arcadas, vómitos, dolor abdominal y depresión. El diagnóstico es a partir de signos clínicos, dolor abdominal, radiografías que muestran un íleo diseminado uniforme y el tratamiento necesariamente es quirúrgico. Cuerpo extraño lineal: Numerosos objetos como cuerdas, cordones, medias de nylon, telas, etc. pueden ser cuerpos extraños lineales. Éste se va a fijar en una región y el resto sigue el recorrido hacia caudal. El intestino delgado trata de impulsar el objeto hacia aboral mediante el peristaltismo natural y de esta manera se pliega el intestino delgado (como un acordeón). Son más frecuentes en los felinos la ingesta de hilos o cordones por los hábitos de juego. El vómito de bilis y las flemas son frecuentes pero pueden ser asintomáticas durante días o semanas. El diagnóstico es a partir de la radiografía de abdomen que muestra una porción de intestino “plegado”. Difícil de diagnosticar en muchas ocasiones y el diagnóstico debe hacerse a partir de la anamnesis y una posible endoscopía. El tratamiento es quirúrgico. Intususcepción: es la introducción de un segmento intestinal dentro de otra porción del intestino. La primera es la intususcepción ileocólica. Se asocian con enteritis activa que afecta en forma ostensible la motilidad normal y promueve que el íleon que es más pequeño ingrese dentro del colon. Ocasiona obstrucción del lumen intestinal y congestión de la mucosa. Es frecuente la diarrea sanguinolenta, los vómitos, el dolor abdominal y una masa abdominal palpable. Los pacientes están hipoalbuminémicos como resultado de la fuga proteica de la mucosa intestinal. El diagnóstico se basa en la palpación de la masa intestinal elongada con engrosamiento obvio de la misma. La intusucepción es palpable. La radiografía simple rara vez otorga un diagnóstico, lo ideal es utilizar radiografía de contraste y ecografía abdominal. El tratamiento es quirúrgico. La Intususcepción yeyuno yeyunal. Es similar a la anterior por lo usual. Causan hematoquecia. El diagnóstico como el anterior. El tratamiento es quirúrgico. Enfermedad intestinal miscelánea: Sindrome de intestino corto: Se produce por la resección entre el 75 y el 90% del intestino delgado. El intestino remanente es incapaz de ingerir o absorber nutrientes. También puede haber HMB, especialmente si se extrae la válvula íleocecocólica. Se produce pérdida ponderal marcada, diarrea intratable sin moco ni sangre, se observan partículas alimenticias en las heces sin digerir. El diagnóstico se basa en conocer que el paciente fue sometido a cirugías previas. El tratamiento se basa en nutricional parenteral. CÁNCER DE INTESTINO DELGADO LINFOMA Proliferación neoplásica de linfocitos en la mucosa intestinal, linfonódulos abdominales bazo e hígado. Genera síndrome de malabsorción, HMB y/u obstrucción intestinal, pérdida ponderal progresiva crónica, anorexia, diarrea del intestino delgado y/o vómitos. Ocasiona enfermedad infiltrativa generando masas difusas. El diagnóstico de aproximación se basa en anamnesis, signos clínicos, ecografía abdominal y el definitivo por histopatología mediante
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