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Meditación para empoderarte Rebekah Borucki ¿Cuándo? Desconozco tu situación, pero, en mi caso, las personas de mi vida que no me valoran y que no respetan mis límites no lo hacen con cita previa. Ojalá lo hicieran. Entonces podría ocultarme tras un muro de piedra en lugar de una valla, y quizá podría apagar todas las luces y fingir que no estoy en casa. Así que practica esta meditación siempre que la necesites. Si tienes que lidiar con una persona o una situación difícil que no puedes evitar, es posible que esta meditación pase a formar parte de tu práctica regular. O quizá te hayas alterado después de un incidente concreto en el que tus límites han cedido y ahora te sientes enfadado o humillado. Esta meditación también te ayudará en momentos de frustración aguda. ¿Dónde? Practícala en un lugar tan tranquilo como te sea posible y sin distracciones (perturbadoras). ¿Hay pájaros cantando y sopla una ligera brisa? Bien. ¿Hay niños gritando y teléfonos sonando? No tan bien. Pero si la necesitas en el trabajo o en cualquier otro lugar, adelante. ¿Postura? Estés donde estés, opta por un asiento que parezca firme y robusto. Si puedes sentarte en el suelo o sobre un cojín, adopta la postura fácil, yergue la espalda, abre el pecho, apunta con la coronilla al cielo y abre los hombros a la anchura de las caderas. Si estás en el trabajo, puedes adoptar la postura para meditar sentado en una silla. El lugar de trabajo suele ser un hervidero de luchas de poder y de situaciones que ponen los límites a prueba. Quizá podrías colar una copia de esta meditación en el tablón de anuncios de tu oficina, como si fuera un anuncio de salud pública (con un emoticono guiñando un ojo, por supuesto). Apoya las palmas de las manos en las rodillas o los muslos. Te recomiendo que practiques esta meditación con los ojos cerrados. Tienes 4 minutos para poner límites saludables Estás a punto de iniciar una meditación que te hará sentir que eres un ser poderoso. Poner límites firmes ayudará a tu corazón a cantar con libertad. Estás en un lugar seguro y eres libre de expresarte como desees. Eres libre de sentirte bien y de sentirte amado tal y como eres. 1. Observa tu respiración tal y como es ahora. ¿Es tranquila y equilibrada? ¿Rápida y trabajosa? Pasa unos instantes observando la respiración y cómo se alinea con cómo te sientes emocional y físicamente en este momento. 2. Ahora adopta una postura aún más potente. Eleva aún más la coronilla hacia el cielo, abre los hombros y el pecho y siente cómo las nalgas se arraigan hacia la tierra. 3. Empieza a practicar la respiración equilibrada (iguala la duración de inhalaciones y exhalaciones). Respira así con los ojos cerrados (si puedes) durante siete ciclos de respiración completos y mide la duración de las inhalaciones y las exhalaciones. Si te resulta cómodo, puedes medirlo contando. 4. Repite los mantras siguientes en voz alta, para enviar al Universo el potente mensaje de que hablas en serio. Repite cada mantra al exhalar durante cinco ciclos de respiración completos. Tras cada serie de respiraciones, abre los ojos y lee el mantra siguiente. Mantra 1- Digo que no a lo que no me conviene. Digo que sí a lo que me hace sentir bien. Mantra 2- Fijo límites saludables para mi persona. Mantra 3- Invierto en relaciones con gente que me quiere y me respeta tal y como soy. 5. Observa lo bien que sienta pronunciar estas afirmaciones en voz alta. O si has preferido pronunciarlas para tus adentros, observa cómo las han absorbido todas y cada una de las células de tu cuerpo. Estás sentado con la espalda erguida, en una postura potente y llena de energía. Irradias vibraciones positivas. 6. Finalmente, cierra los ojos durante tres gigantescas respiraciones de liberación. Inhala por la boca y, a continuación, deja salir hasta la última molécula de aire con una gran exhalación. Cuando termines, abre los ojos. ¡Este es tu día!
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