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Análisis de caso: la empresa privada y la construcción de paz en Colombia. Nuevas perspectivas desde la economía solidaria. Haizea Arratibel García Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Trabajo social, Especialización en Acción Sin Daño y Construcción de Paz Bogotá DC, Colombia 2018 Análisis de caso: la empresa privada y la construcción de paz en Colombia. Nuevas perspectivas desde la economía solidaria. Haizea Arratibel García Trabajo de grado como requisito parcial para optar al título de: Especialista en Acción Sin Daño y Construcción de Paz Directora: Claudia Patricia Sierra Pardo Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Trabajo Social, Especialización en Acción Sin Daño y Construcción de Paz Bogotá DC, Colombia 2018 La Guerra, madre La guerra, madre: la guerra. Mi casa sola y sin nadie. Mi almohada sin aliento. La guerra, madre: la guerra. Mi almohada sin aliento. La guerra, madre: la guerra. La vida, madre: la vida. La vida para matarse. Mi corazón sin compaña. La guerra, madre: la guerra. Mi corazón sin compaña. La guerra, madre: la guerra. ¿Quién mueve sus hondos pasos en mi alma y en mi calle? Cartas moribundas, muertas. La guerra, madre: la guerra. Cartas moribundas, muertas. La guerra, madre: la guerra. De Poemas sueltos IV (1939) Miguel Hernández Canción última Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto adonde fue llevada con su desierta mesa, con su ruinosa cama. Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su intensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza. De El hombre acecha (1937-1939) Miguel Hernández Agradecimientos Primero agradecer a la Especialización en Acción Sin Daño y Construcción de Paz por haberme dado la oportunidad de participar en esta maravillosa experiencia, académica, personal y política. Aunque no sepamos bien donde empieza uno y termina el otro. En especial a Patricia Sierra, coordinadora de la especialización, quien demostró dedicación en cada encuentro. A Sergio Rosas, por el apoyo emocional y la revisión de estilo. A Laura Estrada por todos los permisos y las horas que le robé en torno a mis ideas confusas. A Coro García, mi madre; Julián Arratibel, mi padre y Ane Arratibel, mi hermana, por el apoyo incondicional en la distancia. Por último, agradecer a todos los autores y las autoras de las que me he servido para poder construir este trabajo final. Resumen y Abstract IX Resumen La empresa privada ha sido tratada por diferentes sectores, públicos y privados, como una aliada fundamental dentro de la construcción de paz en periodos tanto de conflicto armado como de posconflicto o posacuerdo. Tomando como punto de partida esta relación nos preguntamos ¿la empresa privada tiene criterios claros que pauten su actuar dentro de la construcción de paz?, ¿cómo integran el enfoque de construcción de paz dentro de sus diferentes áreas o secciones? En segundo lugar, problematizamos el enfoque tanto de la construcción de paz como de la economía desde una doctrina neoliberal y exploramos si existen más enfoques o alternativas a lo hegemónico, para ello tomamos como referentes: (i) el Acuerdo de Paz de La Habana (2016); (ii) guías prácticas de construcción de paz donde se refleja la perspectiva de paz que proponen la Fundación Ideas para la Paz (FIP) y la Fundación Paz y Reconciliación (PARES), ambas con origen en el mundo empresarial y (iii) un aporte desde el DANSOCIAL que combina el enfoque de la economía solidaria en relación a la construcción de paz. Finalmente concluimos el texto abriendo una pregunta ¿en verdad la economía solidaria es una alternativa para construir paz? Palabras clave: Construcción de paz, Empresa privada, Economía Solidaria, Descolonización de la Paz. Abstract Private enterprise has been considered by different sectors, public and private, as a fundamental ally in the process of peacebuilding in periods of both armed conflict and post-conflict or post-agreement. Taking this relationship as a starting point, one asks herself: does private companies have a clear criteria that guide their actions within peacebuilding? How do they integrate a peacebuilding approach within their different areas or sections? Secondly, the focus of this text is put in both peacebuilding and economy from the point of view of a neoliberal doctrine and explore whether or not there are more approaches or alternatives to the hegemonic, for which are taken as referents: (i) the Havana Peace Agreement ( 2016); (ii) practical peacebuilding guides that reflect the perspective of peace proposed by Fundación Ideas para la Paz (FIP) and Fundación Paz y Reconciliación (PARES), which were originated in the business world; and (iii) a contribution from DANSOCIAL, which combines the approach of the solidarity economy in relation to peacebuilding. In the end of the text an open question is provided: is solidarity economy really an alternative to build peace? Keywords: Peacebuilding, Private Enterprise, Solidarity Economy, Decolonization of Peace. Contenido XI Contenido Introducción ......................................................................................................................... 1 1. ¿De qué hablamos cuando hablamos de construcción de paz? ........................... 5 1.1 Los hilos de la tela de araña .................................................................................. 5 1.2 Los triángulos de Galtung ...................................................................................... 7 1.3 Los constructores ................................................................................................... 9 2. ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector privado? ................ 12 2.1 Sector privado, el actor protagonista ................................................................... 13 2.1.1 Victimario ........................................................................................................... 14 2.1.2 Víctima ............................................................................................................... 15 2.1.3 Constructor de paz ............................................................................................ 15 2.2 Motivaciones de la empresa para ser constructora de paz................................. 19 2.2.1 Necesidad .......................................................................................................... 20 2.2.2 Moral .................................................................................................................. 22 2.2.3 Codicia ............................................................................................................... 23 3. Enfoques económicos para construir paz .............................................................. 26 3.1 Acuerdo de paz de La Habana ............................................................................ 26 3.2 Guías para la construcción de paz ...................................................................... 30 3.2.1 ¿Qué entienden las fundaciones por construcción de paz? ............................ 31 3.2.2 Criterios determinantes para las empresas constructoras de paz ................... 33 3.2.3 Dimensiones identificadas para la construcción de paz empresarial ............... 35 3.3 Propuesta desde la economía solidaria ..............................................................39 3.3.1 ¿Qué entendemos por economía solidaria? ..................................................... 40 3.3.2 Economía solidaria, empresa privada y construcción de paz .......................... 43 4. ¿La economía solidaria como alternativa del sector privado para construir paz?46 Bibliografía ......................................................................................................................... 51 Contenido XII Lista de figuras Figura 1. Tipos de violencia y de paz .................................................................................. 8 Figura 2. Niveles de liderazgo y enfoques de construcción de paz. .................................. 9 Figura 3. Pirámide de liderazgos en relación a los actores empresariales ...................... 18 Figura 4. Comparación de enfoques: empresa versus territorio. ...................................... 38 Figura 5. Sistema económico con diferentes enfoques. ................................................... 42 Contenido XIII Lista de tablas Tabla 1. Enfoque de construcción de paz versus otros enfoques. ................................... 11 Tabla 2. Ejemplo de indicadores y variables que utiliza el IEP para calcular el Global Peace Index. ....................................................................................................................... 21 Tabla 3. Rasgos en común de la empresa privada en la construcción de paz. ............... 24 Tabla 4. Comparativa de criterios determinantes para la construcción de paz. ............... 33 Tabla 5. Dimensiones de construcción de paz desde el sector empresarial .................... 35 Tabla 6. Resumen comparado de las guías. ..................................................................... 38 Contenido XIV Introducción El sector privado es un actor fundamental en la construcción de paz debido al gran poder de influencia sobre el Estado que le otorgan los conocimientos, el poder y el manejo del capital, el mercado nacional e internacional y las habilidades administrativas (Rettberg, 2012). Aclarar que las empresas privadas pertenecen al sector específico del sector privado, pues entre otras diferencias con el sector público o voluntario, la propiedad es de personas naturales que buscan el beneficio propio. En otras palabras, la empresa privada tiene gran dominio sobre los pilares de la modernidad y por lo tanto del desarrollo, conceptos preciados en el mundo actual y estándares establecidos por los países del Norte y metas a alcanzar por los países del Sur. Entonces, si el sector privado apoya en sus países o en los países en los que opera iniciativas de acuerdos de paz, existen más posibilidades de contar con, por ejemplo, financiamiento, punto crucial para poder llevar a cabo los objetivos y metas fijados. Por este motivo dentro de las mesas de negociación que se llevaron a cabo en La Habana con el Acuerdo de Paz entre el gobierno de Colombia y las FARC-EP, fueron invitados ocho representantes del sector empresarial que realizaron iniciativas de manera independiente a la construcción de paz en época de conflicto, entre ellos, Gonzalo Restrepo CEO del grupo Éxito y Sebastián Betancur, antiguo líder del think tank Proantioquia. Si bien, como señalamos anteriormente, consideramos al sector privado como una de las bases de la construcción de paz en periodos de posconflicto también creemos responsable crear alertas en torno al sector por dos motivos principalmente. En primer lugar, se evidencian ciertas prácticas y comportamientos, llevados a cabo de manera voluntaria o involuntaria, en periodos de conflicto y posconflicto que fortalecen a los victimarios y siguen vulnerando a las víctimas. Dejar claro que a pesar de que una empresa se veo obligada por motivos de seguridad, por ejemplo, tener algún tipo de relación prohibida por la ley del país con un grupo armado al margen de la ley, sigue siendo responsable y por lo tanto condenada. 2 Introducción En segundo lugar, a las actividades de una empresa privada, en muchas ocasiones, subyace una violencia estructural o simbólica la cual es naturalizada y aceptada como normal por la sociedad e incluso por las mismas personas que la padecen. Por ejemplo, la tendencia de ciertas élites enriquecidas colombianas es la acumulación de las tierras, creando una desigualdad cada vez más notoria en el reparto equitativo de la riqueza y el trabajo, pero dicha desigualdad se justifica, se sostiene y se externaliza hacia otros receptores, como la propia persona que sufre la violencia (Ordóñez, s.f.). Por eso, no sorprende que al comenzar la búsqueda de referentes, que relacionaran la construcción de paz con la empresa privada, percibiéramos que la mayoría de los textos naturalizaban la paz dentro de un sistema neoliberal, donde se proponía el paradigma de la modernidad, el Estado-nación, la democracia, la transparencia y los derechos humanos como el cambio deseable y esperable de una sociedad que está transitando de la guerra a la paz (Fontan, 2013). De este punto surge la pregunta que dio sentido a este trabajo ¿es posible construir paz desde la empresa privada a partir de un enfoque económico alternativo al neoliberal? Desde luego, no es una pregunta fácil de responder y por eso, el presente trabajo es más un esbozo de la temática que de una propuesta. Intentaremos responder al interrogante a través de los siguientes objetivos. En primer lugar, nos preguntamos si existen pautas o criterios que el sector privado, público o voluntario ha creado para construir paz desde las empresas privadas. Con el fin de determinar cuándo una empresa es constructora de paz, cuando no y si en verdad podemos hablar de empresas constructoras de paz o es una falta de sentido en relación a la propia lógica de construcción de paz. Para ello, trazaremos unas pautas que guíen el documento en relación a qué significa el enfoque de construcción de paz en el presente trabajo. Continuaremos caracterizando a la empresa privada como un actor dentro del contexto social para definir los papeles que ha tenido en Colombia y así identificar sus motivaciones constructoras de paz y poder determinar si tanto roles sociales como motivaciones y acciones pueden ser consideradas o no como construcción de paz. En segundo lugar, nos planteamos el objetivo de ver si existen diferentes enfoques económicos dentro del Acuerdo de Paz de La Habana para después vincularlo al tipo de puesta en práctica en la que deriva. En otras palabras, nos centraremos en analizar el grado de participación y la forma en la que se propone dicha participación desde los Acuerdos de Paz de La Habana a la empresa privada. Para ello, tomaremos como referentes de acción las guías prácticas, surgidas tras los acuerdos, propuestas por dos Introducción 3 fundaciones de origen empresarial: Fundación Ideas para la Paz (FIP) y Fundación Paz y Reconciliación (Pares). De hecho, el tema del sector privado y la construcción de paz todavía no está muy explorado y a pesar de que existan cada vez más referencias todas versan en torno un mismo enfoque económico. Por ello, nos parece interesante indagar en torno a enfoques económicos alternativos al neoliberal y ver si puede ser adoptado por las empresas privadas. Además, si queremos que la empresa privada participe de manera activa e integral en la construcción de paz pero no bajo los parámetros sobre los cuales ha estado actuando hasta el momento, si no todas muchas de ellas, debemos realizar propuestas y aportes desde diferentes áreas y sectores de la sociedad. Por ello, la metodología propuesta es el análisis de caso de la empresa privada en relación a la construcción de paz puesto que es un fenómeno actual y dependiente del contexto global que se refleja en lo local. En otras palabras,la empresa privada tanto de Colombia como de cualquier otro país depende de un mercado global y de unas relaciones “Norte-Sur” que marcan las pautas de relacionamiento inter e intra social. Entonces, sería ver dónde podemos motivar el cambio de lógica desde lo micro a lo macro. La información que nutre el presente documento proviene de fuentes secundarias, a partir de: (i) referentes bibliográficos nacionales e internacionales en torno a la temática, los cuales ayudaron a armar el cuerpo del trabajo; (ii) los Acuerdos de Paz de La Habana (2016), a partir de los cuales se buscan diferentes enfoques económicos; (iii) dos guías de construcción de paz desde las empresas propuestas, respectivamente, por Fundación Ideas para la Paz (FIP) y Fundación Paz y Reconciliación (Pares), las cuales son utilizadas de manera comparativa y (iv) informes nacionales e internacionales que tratan temáticas relacionadas con temas de paz y conflicto, como el indicador del dividendo de paz, con los que se consiguió nutrir de datos cuantitativos. Además, de una fuente primaria basada en una entrevista con preguntas abiertas realizada a un experto en economía solidaria. Este documento está organizado en cuatro partes, sin tener en cuenta la presente introducción. En primer lugar situaremos el enfoque de construcción de paz en términos teóricos con el fin de tener un punto de referencia base que nos ayude a dilucidar posteriormente si la empresa privada construye paz o realiza otro tipo de actividades. En segundo lugar, caracterizaremos a la empresa privada como actor social, por medio de: (i) los papeles que ha tenido y tiene en periodos de guerra y posguerra y (ii) las motivaciones que la empresa privada tiene para adquirir un enfoque de construcción de 4 Introducción paz. En tercer lugar, analizaremos los enfoques económicos presentes en los Acuerdos de Paz de La Habana (2016) para ver cómo se transforman en propuestas de acción real. Por último, se cierra el documento con una pregunta abierta que motiva a seguir indagando en torno a la temática planteada. 1. ¿De qué hablamos cuando hablamos de construcción de paz? El nombre de esta sección está inspirado en el título que le da a uno de sus cuentos Rymod Carver What we talk about when we talk about love?1, que habla de la manera en la que entendemos y vivimos el amor como sociedad pero también como personas. Para Jean Paul Lederach, el amor forma parte de la construcción de paz por eso la comparación ejemplifica de una mejor manera que las palabras que la construcción de paz es una forma de ver el mundo, que puede tener su parte individual pero cobra sentido cuando se comparte y se llegan a acuerdos mutuos. En otras palabras, se va a identificar a partir de lo ya dicho por la comunidad académica (el mutuo acuerdo) lo que significa la construcción de paz en relación a este trabajo. Con el fin de conseguir establecer un criterio propio en relación a si cuando la empresa privada promueve salarios justos o la empleabilidad en relación a población que ha sufrido el conflicto armado en realidad están o no dentro del enfoque de construcción de paz. 1.1 Los hilos de la tela de araña Las arañas son grandes e incansables constructoras. Van tendiendo hilo a hilo una red resistente y flexible que puede durar tanto unos minutos como un tiempo indefinido. La tela de araña recién tendida es más débil que aquella que se lleva construyendo durante años. Las arañas son buenas estrategas por eso, estudian el ambiente (las paredes, la posibilidad de alimento, la competencia por el espacio etc.) antes de comenzar a construir su tela. Por lo tanto, deben encontrarse lejos de la adversidad pero no aislada para no morir de hambre. 1 ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? 6 Introducción Lederach piensa que el tejido de la comunidad humana son “las relaciones entrecruzadas entre las personas, sus vidas, sus actividades, sus modalidades organizativas e incluso sus patrones de conflicto” (Lederach, 2016:159). Tomando como referencia la metáfora antes descrita, todos somos arañas tendiendo hilos e intentando evitar que nuestra tela se destruya. Por cual, cuando se habla de construir paz se debe tener en mente los diferentes tipos de violencia (directa, estructural y cultural, que más adelante analizaremos) para identificar cuál es el origen que motiva el hecho violento y, una vez identificado, poder enfocarnos en saber quiénes son aliados en la construcción de paz y quiénes no; qué cambios queremos conseguir y qué pasos o estrategias vamos a seguir para conseguirlo (Lederach, 2016). Para Borja Paladini: “La construcción de paz está relacionada con la capacidad de transformar los conflictos sin violencia y de forma proactiva, para que se reduzcan las dinámicas armadas y se incrementen las de cambio social constructivo y sin violencia” (Paladini, 2011:5). Esto quiere decir que para comprender lo que es construir paz debemos basarnos tanto en el cambio social constructivo como en la transformación de conflictos. Si bien son conceptos cercanos el uno del otro, no son lo mismo. El cambio social constructivo es una parte indispensable e indivisible de la construcción de paz que Lederach define así: El cambio social constructivo es el intento de desplazar las relaciones de aquellas definidas por el temor, la recriminación mutua y la violencia hacia las caracterizadas por el amor, el respeto mutuo y el compromiso pro-activo. El cambio social constructivo persigue cambiar el flujo de la interacción humana en el conflicto social a partir de ciclos de violencia relacional destructiva hacia ciclos de dignidad relacional y compromiso respetuoso. Los caudales del miedo destruyen. Los del amor construyen. (2016:99) A lo que Lederach hace referencia es a la transformación de las maneras de relacionarse entre los actores de un mismo contexto social con el fin de detener las dinámicas nocivas y repetitivas de comportamientos irracionales y llenos de odio y miedo hacia lo desconocido. Así, la transformación de conflictos se puede considerar como una herramienta para la construcción de paz pues se basa en el hecho de que el conflicto es normal en las relaciones humanas, forma parte de la vida y es un motor de cambio. No es una anomalía de nuestro sistema de relaciones o un estado excepcional del ser humano, es una expresión social del relacionamiento continuo entre diferentes sistemas políticos, sociales, culturales y religiosos. ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 7 Teniendo clara la parte del conflicto como parte del ser humano relacional y social se pueden tomar iniciativas y estrategias para que el posible cambio que pueda motivar el conflicto sea de manera pacífica y no violenta. En palabras de María Lucía Zapata “los y las constructoras de paz no sólo trabajan por reducir la violencia, sino también por explorar y responder a las causas que la originaron” (Zapata, 2013:29). Esto es, se tiene en cuenta el contexto social en el que se desenvuelven las relaciones, la temporalidad de las relaciones y visualiza un futuro deseable conjunto. Las enemistades que cimentan los conflictos violentos pueden surgir de la desconfianza, del miedo, del desconocimiento, del odio etc. que van definiendo lentamente la imagen del “Otro”. Las diferencias con ese “Otro” se enfatizan más que los puntos que se puedan llegar a tener en común, los cuales pueden llegar a motivar una conciliación que muestre una posibilidad de futuro conjunto y en paz (Lederach, 2016). La base está en conseguir un relacionamiento diferente entre los actores de la red. 1.2 Los triángulos de Galtung Si bien los conflictos dentro de la construcción de paz se ven como parte de un mecanismo social que motiva el cambio, no ocurre lo mismo con la violencia y se rechaza la justificación de lamisma cuando se relaciona a orígenes naturales o biológicos. La violencia es para Galtung una enfermedad que padecen sociedades y personas, la cual tiene una cura: la paz (Galtung, 2003). De manera complementaria a la idea de enfermedad de Galtung, Hannah Arendt plantea una relación entre, por un lado, el poder y la violencia y, por el otro, la legitimidad y la instrumentalización, diciendo que el poder “surge allí de donde las personas se juntan y actúan concertadamente” (Arendt, 2006, pág. 71). Dicho poder es legítimo y no hace falta justificarlo pues deriva del consenso inicial conjunto como sociedad. Mientras que la violencia deriva de la pérdida de poder y es el intento de retomar el control sobre lo que se está perdiendo (social, político, económico, religioso, entre otras posibilidades). Por lo tanto, la violencia instrumentaliza el poder que ya no existe o, en otras palabras, instrumentaliza su ausencia e intenta legitimar sus actos al romperse el consenso sobre la organización conjunta (Arendt, 2006). La pérdida de poder va interrelacionada a diferentes dimensiones sociales, dependiendo de a qué nivel se de dicha pérdida de poder. Aquí es donde ambos autores se relacionan y es que Johan Galtung (2003) identifica tres niveles de violencia: violencia cultural, 8 Introducción violencia estructural y violencia directa. La violencia cultural obedece a estándares socialmente aceptados como norma sobre lo que se considera la mayoría dentro de una comunidad y todo lo que se salga de dicha norma es violentado, pues obedeciendo a la definición de Arendt el poder deja de ser legítimo. En este nivel, podemos hacer referencia a temas relacionados con la raza, la etnia, la orientación sexual, la identidad de género, entre muchas otras. En lo referente a la violencia estructural, Galtung se refiere a las condiciones materiales que se ven afectadas (como educación, salud, servicios básicos, entre otros) dentro de un sistema desigual de repartición de poder donde los privilegiados, dentro del dicho sistema, marcan las pautas por medio de la violencia para el resto de la sociedad. Dentro de este tipo de violencia también debemos tener en cuenta las dimensiones políticas y económicas (Galtung, 2003). Por un lado, las políticas tanto a nivel macro, como por ejemplo, el grado de autonomía y soberanía de una nación dentro del Estado, como a nivel micro, como por ejemplo, las capacidades de decisión y representatividad de grupos étnicos. Por otro lado, la dimensión económica obedece al ya clásico sistema económico neoliberal basado en la competición por los recursos y los individuos, el cual impacta en las maneras de relacionamiento de las personas e instrumentaliza la ausencia de poder. Por último, Galtung señala la violencia directa como la interrelación de los tres tipos de violencia manifestada de manera evidente y observable sobre la integridad de la vida de una persona o grupo (Galtung, 2003). Cuando el sistema de opresión “falla” y permite que las personas reflexionen sobre la situación de violencia continua en la que viven (provocando la toma de consciencia sobre el poder real que tienen) pueden desencadenarse actuaciones de violencia directa dependiendo de cómo se trate el conflicto de base. En cambio, las respuestas de esos “unos”, que permanecen en situaciones privilegiadas, será de ejercer la violencia directa, pues dominan los mecanismos de control de los Estados, como la fuerza pública (Arendt, 2006). Figura 1. Tipos de violencia y de paz Fuente: Elaboración propia a partir de Johan Galtung, 2003. Violencia directa Violencia estructural Violencia cultural Paz Negativa Parte visible Paz Positiva Parte invisible ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 9 En consecuencia, creemos que construir paz no se adhiere solamente a la terminación de la violencia directa, lo cual sería una paz negativa, sino que conlleva a finalizar tanto con la violencia visible como con la invisible, a lo cual Galtung llama paz positiva (Galtung, 2003). En ocasiones la paz positiva puede parecer un inalcanzable utópico, pero por medio de las herramientas que otorga la construcción de paz, como la transformación de conflictos, es un objetivo más plausible. 1.3 Los constructores Este apartado es la parte final de lo que entendemos por enfoque de construcción de paz y está dedicado a los actores. Jean Paul Lederach propone una pirámide de actores que dependiendo de la posición (niveles de liderazgo) y de la capacidad que tengan en la sociedad (vertical u horizontal) se aproximarán a la construcción de paz de diferentes maneras. Figura 2. Niveles de liderazgo y enfoques de construcción de paz. Fuente: Elaboración propia a partir de “La imaginación moral” de Lederach, 2016. En el “Nivel 1” de liderazgo alto, Lederach sitúa a los líderes políticos, religiosos y militares de ambos bandos, además de organismos internacionales o estados que hacen las veces de mediadores y/o garantes. Todo este nivel cuenta con una visibilidad muy alta debido a sus posiciones sociales (Lederach, 2016). El énfasis de la negociación entre las partes estará centrada en el cese al fuego. La negociación se llevará a cabo por altas instancias y las decisiones que se tomen se verán reflejadas en los niveles subsiguientes. Nivel 1. Liderazgo alto Nivel 2. Liderazgo medio Nivel 3. Liderazgo de base De arriba hacia abajo Actuación en red De abajo hacia arriba 10 Introducción Por eso se llama enfoque “de arriba hacia abajo” y la capacidad que desarrolla es vertical. Por un lado, la ventaja es que el acuerdo puede traer beneficios inmediatos, como un cese al fuego. Por otro lado, los líderes visibles escogidos no tienen por qué ser los legítimos, es decir, no reside sobre ellos el poder consensuado del resto del grupo y por lo tanto, a pesar de que las decisiones se tomen en niveles tan elevados hay que tener en cuenta que no siempre tienen por qué ser representativos y apoyados (Lederach, 2016; Zapata, 2013). En el “Nivel 3” de liderazgo base se encuentran los actores locales que trabajan para construir la paz continuamente, a diario y muchas veces desde el propio territorio, como por ejemplo, líderes sociales, ONGs de base u organizaciones sociales. Las actividades que realizan son de acompañamiento a las comunidades o poblaciones que han sufrido el acto de violencia, como por ejemplo trabajo psicosocial o el apoyo en la creación de agendas de paz. Este enfoque es denominado por Lederach como de abajo hacia arriba y la capacidad que desarrolla es horizontal (Lederach, 2016). Si bien los procesos y las acciones de construcción de paz que promueven son valiosas y tienen mayor capacidad de impacto, normalmente carecen de la visibilidad necesaria para influir en los niveles superiores. En el “Nivel 2” identificado por Lederach como liderazgo medio, se sitúan los líderes académicos, intelectuales, ONGs que actúan a nivel más local y religiosos no tan visibles pero sí con alta capacidad de influencia sobre el resto de niveles y de la sociedad civil (Lederach, 2016). A este enfoque se le conoce como el enfoque en red por integrar, en ciertos de sus actores, la capacidad vertical y la capacidad horizontal, que pueden presentarse ambas juntas o por separado en los actores. En relación a la capacidad vertical encontramos a los actores que tienen comunicación tanto con los niveles altos de liderazgo como con los líderes de base, lo cual posibilita una conexión entre ambas esferas sociales (Zapata, 2013). En cambio la capacidad horizontal es la habilidad de ciertos actores para moverse entre las divisiones dentro del mismo nivel de liderazgo. María Lucía Zapata lo describe así: “La capacidad horizontal es esa capacidad de mantener un espacio de relación que cruce barrerasde la polarización entre diferentes grupos” (2013:106). En este trabajo identificamos a la empresa privada como actor dentro del enfoque en red por la posibilidad de contener ambas capacidades, juntas o separadas. Consideramos a la empresa privada dentro del enfoque en red debido a la posición social que ocupa debido al sistema en el que nos encontramos, es decir capitalista. El poder que le otorga ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 11 el capital hace que pueda situarse en una posición, no tan visible, pero sí muy eficaz en cuanto a influenciar las decisiones y acciones tanto del nivel alto como del nivel base de liderazgo. Al ser un actor tan fuerte es preferible tenerlo como un activo a favor de la construcción de paz y no en contra de ella, pues puede arruinar un proceso de posconflicto. * Este apartado servirá de cierre a la primera sección e intentará dar respuesta, de manera resumida, a la pregunta con la que abre este capítulo ¿De qué hablamos cuando hablamos de construcción de paz? Con el fin de que quede aún más claro ejemplificaremos la respuesta en una tabla y lo contrapondremos con aquello que no consideramos construcción de paz. Tabla 1. Enfoque de construcción de paz versus otros enfoques. Construcción de paz Otros enfoques de paz • Transformar los conflictos • Resolución o gestión de conflictos • Cambio social constructivo • Perspectiva a largo plazo • Perspectiva a corto plazo • Dinámicas flexibles que se adaptan al contexto • Metodologías y herramientas pre- establecidas • Paz positiva, fin de todas las violencias • Paz negativa, fin de la violencia directa • Enfoque de abajo a arriba y enfoque en red • Enfoque de arriba a abajo • Respeto por los derechos básicos de las personas • Cumplimiento de los derechos básicos como un logro y no como una obligación Fuente: Elaboración propia, (2018). 12 Introducción 2. ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector privado? Angelika Rettberg define al sector privado como un “conjunto de organizaciones y asociaciones empresariales que se ocupan de producir y distribuir los bienes y servicios que demandan los Estados y las sociedades, y que son, por tanto, pilares de la creación de riqueza (…)” (Rettberg, 2012:305). Además de generar empleo, motivar las relaciones internacionales, controlar los flujos de mercado, contener grandes conocimientos en administración y recursos humanos etc. Existen diferentes razones que justifican la creciente popularidad del sector privado en la construcción de paz, entre ellas lo que Mahon definió como el “poder estructural del capital” o el hecho de que independientemente de las intenciones políticas de los actores empresariales, en nuestro caso si quieren forman parte activa o no en la construcción de paz, tienen la capacidad de influenciar y configurar los procesos y decisiones políticas por el papel dominante que el sistema neoliberal les otorga (Rettberg, 2016). Por ejemplo, los movimientos sociales a pesar de que suelen ser más numerosos, visibles y orientados a objetivos concretos de cambio social no tienen la misma inferencia sobre las decisiones políticas porque el sistema del país no está centrado en las personas sino en el capital y sus instituciones. A pesar de todo, Zinaida Miller señala que una de las dimensiones menos tenidas en cuenta dentro de los acuerdos de paz y los periodos de posconflicto es la económica, ya que implicaría por parte de la justicia transicional (es decir, gobiernos nacionales e internacionales) reconocer su incapacidad a la hora de actuar en relación a “la represión económica pasada, un presente sin distribución o una futura incapacidad para superar la antigua desigualdad nacional (…)” (Miller, 2016:264). En cambio la justicia transicional, normalmente, se adscribe al cumplimiento de los derechos humanos, el esclarecimiento de la verdad y la garantía de no repetición. Este punto acarrea múltiples consecuencias, entre ellas, obviar al sector privado como un aportante sólido para conseguir una paz estable y duradera. Lemay-Hébert (2013) destaca la importancia del sector privado a través de estas palabras: ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 13 La dependencia de los sistemas capitalistas en el bienestar de los actores empresariales también se representa claramente en el modelo liberal predominante de la construcción de paz, que le da igual importancia al desarrollo de una economía saludable como a una democracia funcional en la promoción de una paz estable (traducción propia).2 Por lo tanto, consideramos que el sector privado es un aliado indispensable dentro de los acuerdos de paz y un buen apoyo para que las sociedades transiten era de conflicto armado a una era de paz. Aunque también encontramos limitante el hecho de que desde la literatura académica se caracterice a cierto perfil empresarial como el candidato ideal capaz de construir paz, lo cual crea la falsa imagen de que la construcción de paz desde la empresa privada solo es posible de la mano de la “paz liberal” y no existen alternativas posibles. Este apartado tiene tres partes. En primer lugar caracterizaremos a la empresa privada como el actor social que consideramos que es, matizando los roles que ha tenido en Colombia durante los conflictos armados y durante los múltiples periodos de posacuerdo que ha tenido durante el siglo XX y la reciente firma con las FARC-EP. En segundo lugar, nombraremos las motivaciones que la empresa privada tiene para vincularse al enfoque de construcción de paz. En último lugar, se dará respuesta a la pregunta con la que abre esta sección. 2.1 Sector privado, el actor protagonista Usualmente los autores que hablan de estos temas hacen referencia al término entorno complejo para definir los lugares desde los cuales trabajan las empresas. Un entorno complejo contiene alguno o todos, depende del entorno, de los siguientes factores: hay acciones de grupos armados al margen de la ley, alta presencia de economías ilegales fragilidad institucional y débil gobernabilidad. Por lo cual, Angelika Rettbeg señala que las empresas privadas que se encuentran en entornos complejos están en el mejor y en el peor de los casos al mismo tiempo. “Por un lado, enfrentan riesgos y retos que probablemente no enfrentarían si operaran en otro contexto. Por otro lado, es precisamente la existencia de esos riegos y retos lo que muchas veces lleva a las 2 The reliance of capitalist systems on the welfare of business actors is also captured well in the prevailing ‘liberal’ peacebuilding model, which dispenses equal importance to the development of a healthy economy and of a functional democracy in the promotion of stable peace (Cita recuperada de Rettberg, 2016:482). 14 Introducción empresas a trabajar en iniciativas innovadoras de cara a la superación del conflicto apostando por la construcción de paz y los derechos humanos” (Rettberg, 2010:104). En todo caso, podemos identificar a la empresa privada colombiana en relación al conflicto armado en tres roles: como victimario, como víctima y como constructora de paz. 2.1.1 Victimario Cuando las empresas privadas se encuentran operando en entornos complejos, los cuales hemos definido anteriormente, deben de tener en mente los principios de los Derechos Humanos (DDHH) y los principios del Derecho Internacional Humanitario (DIH). La empresa al considerarse parte de la sociedad civil se le reconoce derechos como por ejemplo, la protección al personal o a sus activos e inversiones. Entonces en el caso de que la empresa sufra algún tipo de daño provocado por el conflicto armado sobre su personal, instalaciones o producción tiene derechos de restitución o indemnización una vez finalizado el periodo de conflicto armado. Ahora bien, la empresaprivada también tiene responsabilidades y deben responder de manera penal o civil en caso de violar o incumplir algún derecho y/o ley; si es cómplice con algún grupo armado al margen de la ley o con las fuerzas del Estado. Por lo tanto, la empresa privada puede ser culpable de un crimen de guerra. En este sentido, las empresas con actividades en estos países deben ser especialmente cuidadosas a la hora de evitar ser cómplices de violaciones de derechos humanos o de participar indirectamente en el conflicto a través, por ejemplo, de proporcionar apoyo logístico a alguna de las partes en conflicto, ya sean gubernamentales o grupos armados de oposición (Prandi, 2010:22). En resumen, la empresa puede ser responsable del conflicto armado por acción u omisión, lo que conlleva a una vinculación directa o indirecta con grupos armados legales o ilegales. El ejemplo más característico en Colombia podría tratarse de la creación, financiación y mantenimiento de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) por parte de latifundistas centrados en el sector ganadero, palmero, bananero y azucarero, entre otros. Estas empresas tienen responsabilidades penales y sociales hacia las personas y comunidades que afectaron. Situaciones como la del ejemplo anterior hacen que “como resultado de las responsabilidad directas o indirectas efectivamente documentadas, el empresariado ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 15 colombiano ha sido frecuentemente señalado de ser –junto a otras élites regionales y militares- uno de los causantes de la violencia colombiana” (Rettberg, 2016, pág. 314). 2.1.2 Víctima A la empresa privada se le puede considerar víctima por costes directos sobre la empresa que son cinco principalmente. En primer lugar, la seguridad pues se debe contratar empresas de seguridad privada altamente cualificadas o llegar a acuerdos con el gobierno que generalmente conlleva a pagos más elevados por los servicios. En segundo lugar, se encontraría la gestión del riesgo donde las aseguradoras suben el costo de las pólizas de seguro y descienden la cobertura. Dentro de este apartado también encontraríamos la contratación privada de movilidad para los empleados al lugar de trabajo. En tercer lugar, se encuentran los costes sobre la pérdida de material, tal como la infraestructura o propiedad privada, y sobre la producción, habitualmente por destrucción o retrasos en la salida y llegada del producto. En último lugar, un coste sobre personal relacionado con extorsión, amenaza, secuestro, incluso muerte que conlleva a dificultades de mantener una planta estable de trabajadores, y por lo tanto dificultades en la contratación que habitualmente se tiende a compensar el riesgo a partir de salarios más altos (International Alert citado de María Prandi, 2016). Los costes indirectos son: humano, social, político, económico, y reputacional (International Alert citado de María Prandi, 2016). Humano representa a la pérdida en salud, capacidades intelectuales o físicas, la cual está relacionada coste de personal. El coste económico y reputacional están conectados pues es la pérdida de oportunidades a nivel internacional debido a la imagen que tenga la empresa o el país de origen que la alberga, a la pérdida de competitividad o a las fluctuaciones de las acciones. El social y político hace referencia al coste que conlleva emprender la actividad empresarial en un entorno complejo donde la presencia institucional o estatal es baja. Por lo tanto, las motivaciones económicas serán la principal motivación que accione a la empresa privada en adoptar un enfoque de construcción de paz (desarrollaremos esta idea en el punto 2.2). 2.1.3 Constructor de paz Las empresas colombianas que participan en la construcción de paz son múltiples y cumplen con diferentes roles. Algunos de estos actos se encuentran más cercanos que 16 Introducción otros a lo que consideramos, bajo los criterios iniciales, un enfoque de construcción de paz en las empresas privadas. Angelika Rettberg señala las siguientes iniciativas: participación como mediadores en las negociaciones de paz, suscripción de pactos voluntarios (Pacto Global, Principios Voluntario en Seguridad y Derechos Humanos, Guías Colombia de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, entre otras), la vinculación a planes de desarrollo local y paz, formando parte de la reintegración socioeconómica de los excombatientes, entre otras (Rettberg, 2016). A pesar de que algunas de estas acciones sí están articuladas entre varias empresas privadas e instituciones de carácter público o privado y ONGs, muchas otras son actos que surgen desde la improvisación al verse en entornos complejos. La empresa privada es un sector heterogéneo el cual querrá y podrá aportar de diferentes maneras dependiendo del área de experiencia, de la nacionalidad de los inversionistas y trabajadores, del tamaño, de su capacidad económica y humana, etc. Por ello “la simplificación de la categoría sector empresarial tiene varias implicaciones problemáticas para su vinculación fructífera al enfoque de construcción de paz” (Rettberg, 2016, pág. 310) tal como se señala a continuación. En primer lugar, asumir que todas las empresas operantes en países en conflicto armado, nacionales o extranjeras, estarán a favor del cese al fuego y del comienzo de un proceso de paz. Esto se debe a que “algunos sectores sufren, otros permanecen intactos y otros, de hecho, se benefician de las actividades de la guerra” (Tripathi, 2008, citado por Rettberg, 2016, pág. 310). En segundo lugar, no existen pautas claras ni estrategias viables y ajustadas a las capacidades respecto al construir paz ni por parte de los gobiernos ni por parte de agencias internacionales, entonces tras el interés inicial y la falta de información las empresas suelen desistir en su cometido (Rettberg, 2016). También puede ocurrir que las acciones que se emprenden como construcción de paz no lo sean, sino que recaigan en el discurso y no en la acción y en cuyo caso se potenciaría la crítica del window-dressing o el “embellecimiento de vitrinas” (Rettberg, 2016). En tercer lugar, existe un optimismo y un sobredimensionamiento de las capacidades reales que el sector empresarial puede abarcar en relación a la construcción de paz, pues en muchas ocasiones las expectativas que recaen sobre ellos superan a las expectativas que se tienen sobre el Estado u ONGs. Además, en muchas ocasiones la falta de representatividad del Estado en territorios apartados y las exigencias de la población local a que asuma responsabilidades en relación a servicios básicos como ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 17 salud, educación o construcción de infraestructuras, y la capacidad de las grandes empresas de asumirlo (muchas veces por medio de la RSE) hace que los papeles de competencias y responsabilidades de ambos actores, empresa y Estado, se confundan (Rettberg, 2016). Dichas problemáticas se vinculan con retos que el sector empresarial de paz debe asumir, creando estrategias y pautas para superarlas, ya sea de manera individual o vinculada a otros actores empresariales o no. A continuación enumeramos los retos: 1. Ampliar la construcción de paz va más allá de la RSE y de la inversión estratégica filantrópica (Rettberg, 2016). Si una empresa decide adoptar el enfoque de construcción de paz debe comprender que no va adscrito a un área concreta de la empresa sino que es el esfuerzo aunado de todas las áreas lo que hace que en verdad se construya paz. De lo contrario, serán proyectos con un enfoque de construcción de paz financiados por una empresa privada y no una empresa privada constructora de paz. 2. Crear estrategias para la construcción de paz adaptada a todos los sectores y características empresariales, que en algunoscasos puede ser el tamaño, en otros el territorio en el que opere o la mercancía que elabore. Deberán elaborarse estrategias que determinen las pautas a seguir dependiendo de las características que la empresa privada tenga. Todo ello con el fin de poder, primero, atraer a las empresas a que adopten el enfoque de construcción de paz y, segundo, motivar que sea sostenible y viable en el tiempo (Rettberg, 2016). 3. En relación al punto anterior, desarrollar programas, iniciativas, proyectos, charlas, etc. que faciliten la identificación de empresas aliadas para la construcción de paz donde se puede tener en cuenta: (i) las características del contexto, (ii) los conectores y divisores, entendido desde un enfoque de Acción Sin Daño que los conectores son esos actores sociales que potencian la construcción de paz y los divisores aquellos que no lo hacen pero es importante tenerlos identificados para no incurrir en acciones que potencien su poder en la escena social; (iii) las conflictividades del contexto, entre otras. Con el fin de poder compartir estrategias, mantener lineamientos comunes y ser un referente para el resto de empresas privadas del sector –o sectores públicos- que quieran adoptar el enfoque de construcción de paz (Rettberg, 2016). 4. Diferenciar y dividir las tareas pertenecientes al Estado y las tareas pertenecientes a la empresa privada para que se complementen y no se solapen, 18 Introducción con el fin de que la empresa privada contribuya al fortalecimiento institucional necesario y a la estimulación de las diferentes actividades económicas que puedan contribuir a la construcción de paz (Rettberg, 2016). Para ello es necesario una alianza público privada que en palabras de las Naciones Unidas “es un conjunto de relaciones voluntarias y de colaboración entre partes, públicas y privadas, en las que todos los participantes acuerdan colaborar para alcanzar un objetivo común o emprender una tarea concreta y compartir los riesgos y las responsabilidades, los recursos y las ventajas” (Pradini, 2010:41). En este punto ya queda claro que el sector empresarial es un actor fundamental del contexto pues lo influye y se ve influido por el mismo, tanto en periodos de conflicto armado como en periodos de posconflicto. Por ello, es interesante posicionarlos en una pirámide de actores, como la que Lederach realiza en sus escritos, con el fin de tener en cuenta las diferentes relaciones de poder dependiendo del nivel de liderazgo empresarial que desencadenan los diferentes roles dentro de dichos contextos. Figura 3. Pirámide de liderazgos en relación a los actores empresariales Fuente: Elaboración propia a partir de María Prandi, 2010. Más allá de los niveles de liderazgo en el sector empresarial podemos catalogarlo por la tendencia al cambio de relaciones entre las empresas privadas y el entorno, la comunidad o las instituciones. Nosotros identificamos tres niveles que, como veremos en el siguiente punto, están vinculados a las motivaciones empresariales para construir paz. En primer lugar, encontramos los actos estratégicos que llevan a cabo ciertas empresas privadas para poder solventar contratiempos presentes en entornos complejos. Estos actos se vinculan con la paz porque consiguen mitigar o apaciguar la violencia directa en dichos entornos, lo cual no quiere decir que se adopten enfoques de construcción de paz. Líderes empresariales Cámaras de Comercio nacionales Principales gremio CEOs de las grandes empresas Pymes Cámaras de Comercio Regionales Líderes empresariales regionales Pequeños comercios Sector informal Asociados empresariales a pequeña escala Nivel 1. Liderazgo alto Nivel 2. Liderazgo medio Nivel 3. Liderazgo de base ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 19 Normalmente son actos aislados que obedecen a una necesidad puntual y no tienen por qué repetirse a lo largo del tiempo ni tienen por qué trascender. Por eso mismo, tampoco obedecen a una lógica de alianza entre mismos sector o intereses. En segundo lugar, se encuentran las empresas que instrumentalizan el enfoque de construcción de paz, es decir, pueden reflejarlo dentro de sus políticas, líneas de inversión, etc. pero en el momento de “pasar a la acción” son invisibles. En otras palabras, el enfoque de construcción de paz queda en el papel. En tercer lugar, podemos encontrar las empresas que ven una necesidad de cambio en el país y ante esa necesidad financian o aportan a programas de construcción de paz, pero financiar un programa de construcción de paz no significa que estemos construyendo paz. Esta modalidad es más planificada y habitualmente conlleva a una articulación entre diferentes actores sociales: otras empresas privadas, instituciones gubernamentales de diferentes niveles, ONGs, líderes locales, comunidad etc. Este tipo de empresas privadas serían las más proclives a un cambio y a adoptar el enfoque de construcción de paz, pero se identifican dos problemas: (i) no saben cómo pasar de la intención a la acción y (ii) si bien el enfoque puede estar cercano a ciertas áreas de la empresa como la RSE, la inversión social o algo más externa por medio de su fundación, no es integral a toda ella. En este punto se suele confundir construir paz con, por ejemplo, actuar o implementar programas dentro de territorios priorizados por el conflicto armado o financiar programas que contienen ese enfoque. 2.2 Motivaciones de la empresa para ser constructora de paz Angelika Rettberg (2016) tiene un artículo titulado Need, Creed and Greed3 donde, a través de la cacofonía, nos indica las motivaciones principales que la empresa privada tiene para adoptar el enfoque de construcción de paz dentro de las labores que desempeña. Desarrollaremos a continuación dichas motivaciones. 3 Necesidad, Moral y Codicia. 20 Introducción 2.2.1 Necesidad Uno de los argumentos más fuertes que se utilizan por parte del gobierno u otras organizaciones como consultoras privadas u ONGs especializadas en el tema, es que si invierten en la construcción de paz se librarán de los costos directos e indirectos que les suponían los entornos complejos o directamente violentos (Rettberg, 2012). A continuación expondremos el argumento principal que se utiliza para “convencer”, económicamente hablando, a las empresas privadas de la inversión en la construcción de paz. El llamado “dividendo de la paz” en muchas ocasiones se considera “como única vía para desarrollar una actividad económica de mayor envergadura que conlleve el consiguiente aumento de beneficios y la reducción de los costes asociados al conflicto” (Prandi, 2010:60). En otras palabras, el cese del conflicto armado o la transformación de un entorno complejo generaría ganancias a nivel mundial aumentando el PIB aproximadamente un 12,6% lo que equivale a 14,3 trillones de dólares (IEP, 2017). El nombrado porcentaje se calcula por medio del Global Peace Index (GPI) el cual se basa en tres variables y múltiples indicadores, como queda ejemplificado en la Tabla 2. Las variables que más afectan al indicador en Colombia, según el informe de la IEP, son el impacto terrorista4 y el número de muertes por conflicto armado interno. Si bien el indicador se ha visto afectado positivamente por el proceso de paz de las FARC-EP y el gobierno nacional aún no ha variado mucho. Colombia se encuentra en el puesto 146 de 192 en el GPI pero en relación al porcentaje de pérdida de crecimiento económico sobre el PIB se encuentra situada en cuarto lugar después de Siria, Irán y Afganistán. Es decir, la pérdida del PIB es del 36,9% lo que equivale a, aproximadamente, 231 millones de dólares (IEP, 2017). 4 El Instute of Economics for Peace se basa en la lista de organizaciones terroristas extranjeras del Departamento de Estado de los EstadosUnidos (FTO en sus siglas en inglés) donde actualmente se encuentran el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 21 Tabla 2. Ejemplo de indicadores y variables que utiliza el IEP para calcular el Global Peace Index. Variables Indicadores Costo directo que produce la violencia - Para la víctima, el perpetrador y el gobierno. - En seguridad, infraestructuras, mercancías etc. Impacto económico que produce la violencia - El gasto y el efecto económico de contener, prevenir y lidiar con la violencia directa. Global Peace Index (GPI) - Conflictos nacionales e internacionales en curso - Militarización Fuente: Elaboración propia a partir del informe de la IEP, 2017. Estas cifras traducidas al mundo empresarial significan que el sector privado asume grandes riesgos incluyendo “pérdida absoluta de operaciones, gastos tangibles como impuestos potencialmente más altos para financiar esfuerzos militares y costos de oportunidad asociados con calificaciones crediticias, primas más altas sobre préstamos y dificultad para capacitar y retener personal calificado” (Rettberg, 2016:486). A pesar de las contundentes pruebas que presentan informes como el del Istitute of Economics for Peace (IEP) o autores que trabajan en el tema (Retberg, 2010; 2012; 2016) normalmente no es suficiente para que conlleve a la participación masiva en la construcción de paz por las empresas privadas, Angelika Rettberg señala dos motivos (2016). En primer lugar, los costos directos o indirectos se internalizan y normalizan dentro de las actividades de la empresa, en definitiva el sector privado está habituado al entorno complejo en el que desarrolla sus funciones y en muchas ocasiones existen resistencias al cambio por miedo al desconocimiento del porvenir aunque las cifras que se presentan por los gobiernos u otras organizaciones son sugerentes. En segundo lugar, no todas las empresas del sector privado se ven afectadas por los entornos complejos pues la distribución del conflicto armado dentro de un Estado no tiene porqué ser homogénea, de hecho ciertos sectores pueden beneficiarse como por ejemplo una empresa que brinde seguridad privada. En definitiva, lo complicado de convencer al sector privado de construir paz no reside en el hecho de mostrar la cantidad de capital que no se está ganando sino en la creación de estrategias que motiven a dar el primer paso hacia la adopción del enfoque de construcción de paz. En palabras de Angelika Rettbeg: “las empresas se involucran en el 22 Introducción proceso de paz una vez que se dan cuenta de que la paz es una necesidad para operar, atraer inversores y crecer” (traducción propia)5. 2.2.2 Moral La traducción más literal de creed es fe pero considero que la fe está más vinculado a la religión en cambio la moral puede entenderse en términos del rol que representa la ideología, los valores y la creencia religiosa dentro de las actividades y desempeños empresariales en el sector privado. Normalmente cuando una empresa se vincula a la construcción de paz lo hace por incentivos morales de ayuda y en caso de que la empresa tenga un área de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), se vinculará por medio de la misma. La RSE podemos entenderla como: "las políticas y actividades que van más allá del cumplimiento de los requerimientos obligatorios de la empresa, tales como la responsabilidad económica (ser lucrativo) y la responsabilidad legal (obedecer la legislación y adherirse a los reglamentos)" (Halme y Laurila, 2009:327). Sin importar la motivación inicial, es decir ideológica o religiosa, existe una tendencia generalizada hacia no hacer daño por medio de las acciones de lucro propio que lleva a cabo la empresa privada y esta tendencia se canaliza, la mayoría de las veces, por medio de la RSE. Por lo tanto, siguiendo la misma línea de la definición de RSE que hemos dado las empresas privadas están llamadas a tener un papel más activo en la vinculación a la construcción de paz con el fin de superar la inestabilidad del entorno y de las causas del conflicto armado. Este punto también tiene ciertas limitaciones pues que se realice una vinculación al enfoque de construcción de paz desde el área RSE no significa ni que trabajen desde o con el enfoque ni que el resto de áreas sepan de su existencia. Muchas empresas pueden adoptar el enfoque en sus políticas pero no llevarlo a cabo en sus acciones, en cambio empresas que tengan o no RSE dentro de sus áreas pueden llevar a cabo actos espontáneos relacionados con la construcción de paz que sean más integrales a sus actividades como empresa privada. En otras palabras, la existencia del enfoque de 5 “(…) business becomes involved in peacemaking once it realizes that peace is a necessity to operate, attract investors, and grow” (Rettberg, 2016:487). ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 23 construcción de paz en la RSE no asegura que integre o utilice el enfoque dentro del desarrollo de las actividades (Rettberg, 2012; 2016). 2.2.3 Codicia Una vez el gobierno, la consultora u ONG ha convencido a la empresa privada de vincularse a la construcción de paz por alguna de las dos motivaciones anteriormente descritas deben averiguar la manera de mantener a la empresa rentable y otorgarle nuevas motivaciones económicas que, habitualmente, se traducen en facilitar oportunidades de mayores y renovados ingresos. Rettberg considera que “es necesario apelar no solo a la construcción de la paz como autoprotección sino también como una estrategia vinculada a la obtención de ganancias (codicia)” (traducción propia)6. El mejor ejemplo de esto podría ser Colombia. El acuerdo de La Habana entre el gobierno y las FARC-EP ha atraído la atención internacional de diferentes maneras, principalmente como inversores, prestadores o donantes de altas cantidades de recursos financieros. La Inversión Extranjera Directa (IED) en 2017 fue, aproximadamente, de 14.5 millones de dólares, lo que supone una parte importante del PIB del país 196 millones de dólares aproximadamente en 2017 (El tiempo, 2018). Si bien el apoyo extranjero es importante para un país cuando está transitando de una economía de guerra a una economía de paz, es importante no dejar de lado el desarrollo laboral y empresarial con los territorios y desde los territorios para que en un futuro no se den relaciones de dependencia ni a nivel macro ni a nivel macro. También podemos hacer referencia al hecho de que las empresas privadas suscriben acuerdos voluntarios internacionales, no por convencimiento sino por marketing. Este hecho también puede vincularse a la paz y se llama “utilitarismo de la paz”. Por ejemplo, la suscripción a los Principios Voluntarios en Seguridad y Derechos Humanos (PV) que es una iniciativa multiactor, entre los que se encuentra el sector extractivo y energético. Esta iniciativa está pensada, principalmente, para contextos complejos y es un compromiso por cumplir los derechos humanos en relación a las medidas de seguridad privada y pública que se contratan. Suscribirse a un pacto como este no es construir paz 6 “(…) it is necessary to appeal not only to peacebuilding as self-protection but also as a strategy linked to making profits (greed)” (Rettberg, 2016:488). 24 Introducción es cumplir con las normas y las leyes de un país y con las pautas de derechos humanos. En otras palabras es cumplir con lo básico, lo cual no amerita ningún reconocimiento extraordinario. * A modo de cierre del este apartado podemos señalar que si bien creamos tres niveles de motivaciones empresariales para la vinculación o adopción del enfoque de construcción de paz dentro de sus actividades en la realidad los tres interactúan. Esdecir, puede que en ciertas empresas unas motivaciones sean más evidentes que otras pero esto no quiere decir que por la prevalencia de una se excluyan las demás, de hecho pueden ser complementarias y/o darse al mismo tiempo. Un punto importante a señalar es que si queremos que el sector o la empresa privada participen y adopten el enfoque de construcción de paz no solo hay que otorgar herramientas, estrategias y guías a dicho sector, sino que hay que encontrar la manera de: (i) restituir la confianza de la población en la empresa privada; (ii) transformar los referentes de las empresas en relación a acciones sujetas a, por ejemplo, la seguridad o el control que fueron soporte principal de sus acciones como victimarios y (iii) transformar las bases de relacionamiento de la empresa privada con su entorno para que la violencia indirecta que emana se disminuya o desaparezca. La construcción de paz desde el sector privado se ve de diferentes maneras y tiene diferentes tendencias pero destacamos cinco rasgos en común: Tabla 3. Rasgos en común de la empresa privada en la construcción de paz. Características del sector privado Grandes empresas, con área de RSE, con músculo financiero suficiente como para realizar inversión social estratégica. Tiene y ha tenido diferentes roles en los periodos de conflicto y posconflicto que no le ayudan a verse como el mejor aliado para la construcción de paz. La vinculación o participación en la construcción de paz no significa adoptar un enfoque de construcción de paz. No existen unos criterios claros que señalen qué se considera y qué no se considera construcción de paz en la empresa privada. Actúan desde el enfoque económico neoliberal. Fuente: Elaboración propia, (2018). Entonces, podemos afirmar que no existen criterios o pautas establecidas y claras que guíen a las empresas. Tampoco existen instituciones u organismos específicos ¿Cómo se entiende la construcción de paz desde el sector empresarial? 25 designados para realizar tal labor. Por esa razón, desde las lecturas realizadas casi cualquier tipo de vinculación con el enfoque de construcción de paz es válido, aún cuando simplemente están cumpliendo con su deber, responsabilidades y obligaciones como empresas, como respetar los derechos humanos. También podemos señalar que bajo el análisis académico realizado existe concordancia entre lo que se considera la adopción de un enfoque de construcción de paz y la forma de adoptarlo por la empresa privada. Es decir, al estar dentro de un sistema neoliberal tanto el enfoque como las exigencias planteadas como metas, porque no se llegan a cumplir todavía, es factible afirmar que la empresa privada puede ser constructora de paz. Pero, ¿cómo se refleja esta teoría en la acción? Y yendo más allá, ¿con un cambio de enfoque económico es posible superar esta barrera? 3. Enfoques económicos para construir paz En este capítulo tomaremos como referencia los dos enfoques económicos encontrados dentro de los Acuerdos de Paz de La Habana de 2016: enfoque de la economía capitalista y enfoque de la economía solidaria. A pesar de ser dos enfoques diferentes hay que tener en cuenta que ambos están dentro de un sistema neoliberal que permea todas las capas de la sociedad, incluida la económica. Desde este punto de partida proponemos dos ejemplos que ponen en práctica los enfoques económicos en relación a la construcción de paz y al sector privado. Vinculado al primer enfoque económico tomaremos el ejemplo de las guías prácticas de aplicación del enfoque de construcción de paz para las empresas privadas de la FIP y de PARES, donde realizaremos un análisis comparativo de ambas con el fin de dilucidar si en realidad están proponiendo una herramienta práctica. Vinculado al segundo enfoque económico, ha sido más complicado encontrar propuestas prácticas en construcción de paz dentro de la economía solidaria, pero finalmente se han recogido dos documentos vinculados al Departamento Administrativo Nacional de la Economía Solidaria (DANSOCIAL). Así, se hará una comparación y se hablará de las limitaciones dentro de la economía solidaria. 3.1 Acuerdo de paz de La Habana El Acuerdo de Paz de La Habana es un buen comienzo que ayuda a identificar dos de los diferentes enfoques que existen dentro de la construcción de paz. Por un lado, se encuentra el gobierno representante del Estado moderno, el cual se encarga, entre otras cosas, de la protección de las instituciones y de la reproducción y mantenimiento de un sistema hegemónico neoliberal donde la economía es capitalista. Por otro lado, se las FARC-EP vinculada a una lucha armada insurgente de izquierdas que aboga por una manera de entender la economía relacionándola con la solidaridad. Si bien estas perspectivas no son una novedad, desde una mirada académica, sí supone una novedad y un reto la propuesta de construir paz desde la economía solidaria dentro Perspectivas de construcción de paz para el sector privada: ¿quién y cómo aporta? 27 de un sistema neoliberal, la cual se centra en el territorio. En el punto 6 del acuerdo se hace una referencia general hacia las diferentes medidas para contribuir y garantizar su implementación (punto 6, sección 6.1.3) donde tiene en cuenta a la empresa privada para: (…) contribuir a garantizar la productividad, el acceso a mercados y en general la sostenibilidad de los proyectos contemplados, entre otros, en la Reforma Rural Integral, el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos y en los planes de reincorporación a la vida civil. (2016:198) A partir de esta referencia notamos que de los tres puntos a los que se refiere en la cita (punto 1, Reforma Rural Integral (RRI); punto 3, Fin del Conflicto y punto 4, Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito) tan solo existe una referencia directa a la empresa privada dentro del punto uno, en el resto de puntos si bien se enmarca dentro de un modelo económico hegemónico las propuestas económicas se articulan desde la economía solidaria. Dentro del punto uno, Reforma Rural Integral (RRI), se hace referencia a la empresa privada localizada en territorio como parte de los mecanismos de concertación y diálogo social entre los diferentes niveles de gobierno (nacional, regional y local), comunidades y campesinado con el fin de aunar agendas de desarrollo común “orientada(s) hacia la sostenibilidad socio-ambiental, el bienestar de los pobladores rurales y el crecimiento económico con equidad” (2016:18). Si bien es interesante que la empresa privada se tenga en cuenta como actor del territorio, el punto uno del acuerdo se centra en el desarrollo para la superación de la pobreza y el cierre de la brecha entre el campo y la ciudad en la economía solidaria y sus formas de asociatividad. Para argumentar dicho punto pondremos dos ejemplos. El primero se haya en la introducción del punto y habla de la transformación estructural del campo y el cierre de la frontera agrícola a través de promover la asociatividad solidaria (2017:11). El segundo lo encontraremos referido dentro del punto 1.3.3. que está dedicado enteramente a “estímulos a la producción agropecuaria y a la economía solidaria” y donde se señala que: Estímulos a la economía solidaria y cooperativa: con el propósito de estimular diferentes formas asociativas de trabajo de o entre pequeños y medianos productores y productoras, basadas en la solidaridad y la cooperación, y que promuevan la autonomía económica y la capacidad organizativa en especial de las mujeres rurales, y fortalezcan la capacidad de los pequeños productores y productoras de acceder a bienes y servicios, comercializar 28 Introducción sus productos y en general mejorar sus condiciones de vida, de trabajo y de producción (…). (2016:28) Si bien ninguno de los dos ejemplos son una definición de la economía solidaria,sirve para comprender dónde se quiere aplicar (territorios rurales priorizados), con quiénes (campesinos y campesinas) y para qué (conseguir cerrar la brecha de pobreza y desigualdad entre el campo y la ciudad). Además, en algunas de las partes en las que se refiere a la asociatividad o a la economía solidaria dice que obedecerá a la ley que rija dicho tipo de economía, es decir la Ley 454 de 1998. Como parte fundamental de la reincorporación económica y social a la vida civil de los excombatientes se encuentra la obtención de un empleo, para ello encontramos dos opciones. En primer lugar, por medio de una empresa privada u otro organismo externo ya creado, al cual se ve como fundamental en el punto 6 (como lo señalamos en la cita del inicio) pero revisando el punto 3 en específico no encontramos mención directa a la empresa privada en el mismo. Por otro lado, como una propuesta de reincorporación económica productiva para las FARC-EP se propone la creación de una cooperativa regida por los principios de la economía solidaria denominada Economías Sociales del Común (ECOMÚN). En dicha cooperativa podrá afiliarse de manera voluntaria cualquier excombatiente. La afiliación se refiere al monto económico obligatorio que debe darse si un miembro externo quiere llegar a formar parte de los beneficios que pueda llegar a dar la cooperativa. En último lugar, hacemos referencia al Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos (PNIS) el cual se encuentra en el punto 4 del acuerdo y es uno de los puntos más conflictivos. Pues según el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011: Colombia rural razones para la esperanza existía una extensión de 62.000 hectáreas de coca cultivada en pertenecientes a 63.660 hogares, pero en el estudio Colombia: Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2015 incrementó el número de hectáreas a 96.000. Los dos principales motivos para la vinculación al cultivo de coca son la rentabilidad con un 30%, pues se calcula que en promedio se recogen 4.800 kg por hectárea cultivada lo cual da una ganancia bruta de 4.542 dólares por hectárea de hoja fresca de coca recogida, y en segundo lugar, la falta de más opciones laborales con un 25%. Todo esto para decir que existe una gran cantidad de hogares en busca de opciones laborales o productivas que mantengan los estándares de calidad de vida conseguidos con el cultivo de la hoja de coca. A pesar de ello, no se encuentra explícitamente en el Perspectivas de construcción de paz para el sector privada: ¿quién y cómo aporta? 29 punto la manera en que la empresa privada puede apoyar al desarrollo alternativo de las personas que cultivan la hoja de coca, menos aún unas pautas de alianza o cooperación entre el sector público, el privado y la comunidad. La alternativa propuesta en los acuerdos es desde la economía solidaria y la asociatividad. Así las cosas, podemos destacar que en términos generales, el sector privado se tiene en cuenta como actor dentro del territorio y se nombra como aliado para llevar a cabo los programas y proyectos pero no refleja ningún papel específico o detallado dentro de alguno de los puntos, lo cual causa que no existan leyes que se traduzcan en políticas públicas que obliguen o sugieran la participación de la empresa privada en la construcción de paz y mucho menos pautas o criterios que establezcan qué es la construcción de paz desde la empresa privada. En relación a la economía solidaria se ve como una alternativa para el desarrollo rural y la transformación del campo colombiano, como una opción viable del desarrollo del territorio desde el propio territorio con ayuda económica, técnica, educativa, etc. desde el gobierno central. Esta perspectiva de la economía solidaria no es más que una afirmación de la economía hegemónica pues establece en el centro del aprovechamiento de las oportunidades para el desarrollo a las comunidades rurales, los campesinos en proceso de sustituir cultivos de uso ilícito o los excombatientes en proceso de reintegración a la vida civil. Entonces, en caso de que las iniciativas de economía solidaria fracasen en el cierre de la brecha y la obtención de la igualdad la responsabilidad recaerá sobre ellos mismos y no sobre el sistema externo (económico, social, político etc.) (Contreras, 2017). En otras palabras, la responsabilidad de “salvarse” recae en los beneficiarios, lo cual se expresa por medio de centrar la asistencia técnica, económica, educativa, etc en las capacidades que dichos beneficiarios tienen en el momento de aprovechar las oportunidades que se les presentan. Aunque, dichas “asistencias” no se piensan en relación a sus capacidades sino en relación al sistema neoliberal, es decir se centran en las personas pero el beneficiario es el sistema que consigue reproducirse. A partir de los Acuerdos de Paz de La Habana (2016) tomaremos dos ejemplos de qué propuestas existen a la hora de materializarse los enfoques económicos, el hegemónico y el solidario. 30 Introducción 3.2 Guías para la construcción de paz Desde la perspectiva de la economía hegemónica para la puesta en práctica de la construcción de paz en la empresa privada se encuentran aportes importantes, específicamente, por parte de dos fundaciones de origen empresarial: Fundación Ideas para la Paz – FIP (1999) y Fundación Paz y Reconciliación – PARES (2013). Nos parece interesante rescatar ambas fundaciones porque las dos publicaron guías prácticas para la construcción de paz orientadas a las empresas tras la firma de los acuerdos de paz de La Habana en noviembre de 2016, lo cual permite que sean fácilmente comparables entre ellas. La comparación se realizará en torno a tres puntos: (i) lo que entienden por construcción de paz, (ii) los criterios determinantes para considerar a una empresa constructora de paz y (iii) las dimensiones que se proponen para construir paz desde la empresa privada. De esta manera se espera comprobar las posibles limitaciones que tienen las guías en relación a la noción de construcción de paz propuesta para las empresas privadas. Antes de entrar en materia situaremos brevemente a ambas fundaciones y las aproximaciones generales que toman en las guías. La FIP es un centro de pensamiento independiente creado en 1999 por un grupo de empresarios colombianos preocupados por el periodo de violencia que estaba pasando el país. Por lo tanto, se propusieron aportar a la construcción de una paz estable y duradera en Colombia desde diferentes ejes, entre ellos “Empresa, paz y DDHH”. Desde este eje se crea primero una Agenda para la construcción de paz del sector empresarial y después una guía práctica llamada ¿Cómo construir paz desde las empresas?, la cual integra el enfoque académico de la construcción de paz con el lenguaje empresarial. PARES está legalmente constituida como organización no gubernamental en el 2013 con el objetivo principal de construir paz y reconciliación nacional a través de diferentes líneas de investigación e incidencia entre ellas conflicto, paz y posconflicto. Dentro de esta línea fue que crearon en el 2017 “Invirtiendo en el futuro. Guía para construir paz desde el sector empresarial en Colombia”, la cual propone un modelo de construcción de paz empresarial basado en tres ejes: (i) víctimas y excombatientes, (ii) territorios prioritarios y (iii) retos del posconflicto. Los tres ejes transversalizados por las Alianzas Público-Privadas (APP). PARES considera que los retos del posconflicto son cuatro: restablecimiento de las capacidades del Estado, construcción de confianza en las instituciones del Estado, recuperación de la seguridad en los territorios y reconstrucción del tejido social de las comunidades. Como veremos más adelante, las dimensiones que se proponen en la guía Perspectivas de construcción de paz para el sector privada: ¿quién y cómo
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