Vista previa del material en texto
Entre las enfermedades emergentes del Siglo XXI, la enfermedad por virus Zika se encuentra entre las mayores preocupaciones para la salud pública a nivel mundial. Comparte el mismo mosquito vector con otros arbovirus de particular importancia para Salud Pública en las Américas, tales como Dengue y Chikungunya, además de la Fiebre Amarilla Urbana. HISTORIA DE LA ENFERMEDAD El virus se aisló por primera vez en 1947 en los bosques de Zika (Uganda), en un mono Rhesus durante un estudio sobre la transmisión de la fiebre amarilla selvática. En 1952 mediante estudios serológicos se demostró la infección en seres humanos (Uganda y Tanzania). Desde el año 2014 se ha detectado la circulación autóctona de virus Zika en las Américas. En febrero del 2014 las autoridades de salud pública de Chile confirmaron el primer caso de transmisión autóctona de infección por virus Zika en la isla de Pascua (Chile). En Argentina, en la semana epidemiológica 8 de 2016 se notificó el primer caso de transmisión local de virus Zika por vía sexual en la provincia de Córdoba. Posteriormente, entre las semanas 13 y 18 de 2016 tuvo lugar el primer brote de transmisión vectorial registrado en Argentina, en la provincia de Tucumán. En el mismo se confirmaron 25 casos. Desde entonces y hasta el momento actual no se registraron nuevos casos autóctonos de la enfermedad (sí se identificaron en el país 10 casos confirmados y 3 probables importados). ETIOLOGÍA: Agente etiológico: virus Zika, arbovirus de la familia Flaviviridae. Es un virus ARN monocatenario, identificado en Sudáfrica y muy relacionado genéticamente con los virus Dengue dentro de la familia viral. Reservorio: algunos autores han reportado el hallazgo de anticuerpos anti-Zika en varios animales, como grandes mamíferos (orangután, cebras, elefantes, etc.), y roedores en Pakistán. Los primates humanos y no humanos son probablemente los principales reservorios del virus. El período de incubación extrínseca del virus en los mosquitos es de alrededor de 10 días (similares a los 8 a 12 días requeridos por el virus Dengue). En Aedes aegypti, se podrían hallar altos niveles de virus en los mosquitos entre 20 y 60 días después de la infección. Transmisión: es principalmente vectorial, a partir de mosquitos infectados, principalmente del género Aedes (aegypti y albopictus). También se ha aislado virus Zika de otros mosquitos de géneros no Aedes, incluyendo Mansonia uniformis, Culex perfuscus, Culex quinquefasciatus y Anopheles coustani. Se ha sugerido, aunque no demostrado, la transmisión directa de los primates a humanos a través de mordeduras de animales. El virus Zika también se ha detectado en la saliva del 19,2% de los individuos infectados, pero la importancia epidemiológica de este hecho aún no ha sido determinada. Se ha documentado la transmisión sexual; asimismo, pueden producirse infecciones perinatales y congénitas por transmisión vertical. También existe la posibilidad de transmisión a través de transfusiones y trasplantes. MANIFESTACIONES CLÍNICAS: Período de incubación es de 3 a 12 días. Período de viremia: dura entre 5 y 7 días después de la aparición de los síntomas. Clínicamente, la infección por virus Zika no se puede diferenciar fácilmente de otras infecciones por arbovirus como Dengue y Chikungunya, ya que sus síntomas y signos no son patognomónicos. La infección se presenta inicialmente con: Dolor de cabeza. Exantema maculopapular descendente que involucra palmas y plantas. Puede ser pruriginoso e interferir en las actividades diarias del paciente y en el sueño. En su fase de convalecencia puede producir descamación laminar. Fiebre, malestar general, mialgias y anorexia. Conjuntivitis no purulenta. Compromiso articular: habitualmente se presenta en forma de poliartralgia con edema periarticular, bilateral y simétrico. A diferencia de los casos de infección por virus del Chikungunya, el dolor en los casos de enfermedad por el virus Zika tiende a ser menor y no es incapacitante: al examen físico puede observarse la presencia de un leve edema articular, aunque sin hiperemia ni calor local. Las articulaciones de las manos y las muñecas son las afectadas con mayor frecuencia, seguidas de las rodillas y los tobillos. Edema de extremidades. Algunas veces síntomas abdominales (dolor abdominal, diarrea). El edema de miembros y la conjuntivitis parecerían ser más comunes en las infecciones por virus Zika que en el dengue o el chikungunya, mientras que la hepatomegalia, leucopenia y trombocitopenia fueron menos comunes en infecciones por Zika. La evidencia disponible en cuanto al espectro de la enfermedad por virus Zika en bebés y niños infectados a través de picaduras de mosquitos indica que la mayoría de los niños no presentan síntomas o tienen una enfermedad leve, similar a los resultados en adultos infectados con la enfermedad. Es poco común que la gravedad de la enfermedad requiera hospitalización y la muerte por infección por el virus Zika en adultos es poco frecuente. COMPLICACIONES: Son principalmente neurológicas: pueden aparecer durante la fase aguda de la infección o después de ella. El síndrome de Guillain-Barré (SGB) es la complicación neurológica más frecuente. Es un trastorno en el que el sistema inmunitario del organismo ataca el sistema nervioso periférico, afectando tanto las fibras motoras como sensitivas, produciendo así debilidad muscular y alteración de sensibilidad en los miembros superiores o inferiores. Menos frecuentes: encefalitis, meningoencefalitis, cerebelitis, encefalomielitis aguda diseminada, mielopatía inflamatoria y alteraciones de nervios craneales. DIAGNÓSTICO: La infección por virus Zika puede sospecharse a partir de los síntomas y los antecedentes recientes (por ejemplo, residencia o viaje a una zona donde se sepa que el virus está presente). El diagnóstico de la infección por ZIKV puede realizarse por métodos directos o serológicos en muestras de suero a partir del sexto día del inicio de los síntomas detección de anticuerpos IgM específicos para virus Zika mediante ensayos de ELISA. Un resultado (-), descarta infección aguda. Un resultado (+) de IgM, requiere la toma de una segunda muestra entre una y dos semanas después de la primera, para titulación de IgG en muestras pareadas. La confirmación del diagnóstico de infección aguda por ZIKV dependerá de la demostración de seroconversión (negativo a positivo ó incremento hasta cuatro veces el título de IgG) con un ensayo cuantitativo, por ej. neutralización en cultivos celulares. El diagnóstico virológico por técnicas moleculares puede realizarse en muestras de suero tomadas hasta el sexto día del inicio de los síntomas, o en orina desde el día 5 al 15-20. Dado que la enfermedad por virus. Algunas de las pruebas de laboratorio utilizadas pueden dar reacciones cruzadas en individuos con historia previa de infección por otros flavivirus. Por esto, y como parte del diagnóstico diferencial, en regiones donde se haya documentado circulación de virus Dengue o en situaciones de brote se recomienda realizar en paralelo la determinación de IgM (ELISA) para Dengue y para Zika. Asimismo y dónde se encuentre disponible, la PRNT utilizando diferentes flavivirus (Dengue, Fiebre Amarilla y otros según el perfil epidemiológico del país) permitirá complementar el diagnóstico de Zika, si se demuestra un título de anticuerpos neutralizantes para ZIKV hasta cuatro veces más alto en comparación a los otros virus. DEFINICIÓN DE CASO DE ZIKA: Caso sospechoso: 1. Caso sospechoso de enfermedad por virus Zika en áreas con circulación viral: Paciente que presente exantema (habitualmente maculo-papular pruriginoso) y al menos dos o más de los siguientes signos o síntomas: • Fiebre, generalmente <38,5°C. • Conjuntivitis (no purulenta/hiperemia). • Artralgias.• Mialgia. • Edema periarticular. 2. Caso sospechoso de enfermedad por virus Zika en áreas sin circulación viral: Paciente que presente exantema (habitualmente maculo-papular pruriginoso) y al menos dos o más de los signos o síntomas anteriores, y que refiera además alguno de los siguientes antecedentes epidemiológicos: • Residencia o viaje a un área con transmisión local del virus del Zika en las 2 semanas anteriores a la aparición de los síntomas; • Contacto sexual de riesgo para Zika* en las 2 semanas previas a la aparición de los síntomas; • Forme parte de un conglomerado o aumento inusual de casos de fiebre o exantema en provincias con presencia del vector, y donde se descarten otras etiologías. * Contacto sexual de riesgo para Zika: aquel contacto sexual que se produce sin protección con: • Una mujer que en las 8 semanas anteriores al contacto sexual tenga antecedente de enfermedad, residencia o viaje a un área con transmisión local del virus Zika; • Un hombre que en los 6 meses previos al contacto sexual tenga antecedente de enfermedad, residencia o viaje a un área con transmisión local del virus Zika. Caso probable: Paciente que cumpla los criterios de caso sospechoso y presente también anticuerpos IgM anti- ZIKV, sin hallazgos de laboratorio que indiquen infección por otros flavivirus. Caso confirmado: Paciente que cumpla los criterios de caso sospechoso o probable y cuente con confirmación de laboratorio de infección reciente por el virus Zika, es decir, presencia de: • Detección de RNA del virus Zika y/o aislamiento viral en muestras de suero, orina o tejidos; • Prueba de neutralización positiva para ZIKV con panel de flavivirus, en par serológico con 10 a 15 días de intervalo entre muestras (títulos ≥ 20, y cuatro o más veces mayores que para otros flavivirus; y exclusión de otros flavivirus); ó • En fallecidos, detección molecular del genoma viral y/o aislamiento viral a partir de tejido de autopsia, fresco. Sospecha de brote: Conglomerados o aumento inusual de casos de fiebre o exantema en provincias con presencia del vector, y donde se descarten otras etiologías. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Dengue. Leptospirosis. Malaria. Rickettsiosis. Estreptococo del grupo A. Rubéola. Sarampión. Infecciones por parvovirus, enterovirus, adenovirus y Alfavirus. TRATAMIENTO No hay vacuna ni tratamiento específico para la fiebre por virus Zika. Por ello, el tratamiento es fundamentalmente sintomático. A los enfermos se les recomienda tomar abundante agua para reponer líquidos. ZIKA EN SITUACIONES ESPECIALES ZIKA EN EL EMBARAZO Las manifestaciones clínicas que permiten sospechar la infección por Zika en embarazadas, así como la evolución y pronóstico de la madre, no difieren de lo observado en población general. Los síntomas duran de 2 a 7 días y son en general autolimitados. En algunos casos el rash puede persistir hasta 15 días. El verdadero riesgo en las embarazadas afectadas por el virus Zika reside en el potencial del virus para producir anomalías del sistema nervioso central del feto, restricción del crecimiento intrauterino (RCIU), mortalidad fetal o abortos espontáneos como consecuencias de una infección congénita. SÍNDROME DE INFECCIÓN CONGÉNITA POR EL VIRUS ZIKA La infección intrauterina ha sido asociada con la aparición de diversas anomalías congénitas: El síndrome actualmente descrito incluye la presencia de microcefalia, y otros signos tales como desproporción cráneo-facial, cuero cabelludo redundante con rugosidades, hipertonía o espasticidad, irritabilidad, secuelas cognitivas y crisis epilépticas. Se presenta un amplio espectro de alteraciones del sistema nervioso central: Hipoplasia cerebral, así como hipoplasia o agenesia del cuerpo calloso. Es característica la presencia de calcificaciones cerebrales (principalmente corticales y subcorticales). Alteraciones de los ventrículos cerebrales. Anomalías de la fosa posterior. Lisencefalia (ausencia o reducción de las circunvoluciones cerebrales). Anormalidades auditivas y visuales, tales como hipoacusia central, alteraciones pigmentarias focales de la retina y atrofia coriorretiniana, predominantemente en el polo posterior, especialmente en la mácula e hipoplasia del nervio óptico. También se ha observado compromiso articular entre los RN. Éste puede ser secundario al compromiso grave del sistema nervioso central o a una acción directa del virus Zika en los tejidos articulares y óseos. Tal daño varía desde un pie torcido, hasta contracturas articulares congénitas permanentes en miembros superiores o inferiores (artrogriposis). Es necesario tener presente que todas estas anomalías se deben a alteraciones en los mecanismos normales del neurodesarrollo (proliferación neuronal y glial anormales, y los trastornos de la migración y postmigracionales); y pueden obedecer a múltiples causas, que deben ser consideradas e investigadas para el diagnóstico diferencial. DIAGNÓSTICO: EMBARAZADA SINTOMÁTICA Tipo de muestra para diagnóstico molecular: suero u orina. / Tipo de muestra para diagnóstico serológico: suero. Los síntomas de la enfermedad en la embarazada no difieren sustancialmente de los que se presentan en población general. Por ende, el tipo de muestra enviada y los estudios que se realicen siguen los mismos lineamientos generales de la enfermedad por virus Zika. EMBARAZADA ASINTOMÁTICA CON MALFORMACIONES FETALES DETECTADAS POR ULTRASONIDO COMPATIBLES CON CASOS SOSPECHOSOS. Tipo de muestra para diagnóstico serológico: suero, orina. / Tipo de muestra para diagnóstico molecular: líquido amniótico (AMNIOCENTESIS). El líquido amniótico se utilizará para efectuar diagnóstico molecular (RT-PCR) de virus Zika, a la vez que para descartar otras causas de malformaciones congénitas, tanto infecciosas como genéticas. ATENCIÓN GENERAL DE LA EMBARAZADA: No existe ninguna vacuna para prevenir ni medicamentos para tratar las infecciones por el virus del Zika. • Vigilancia fetal según EG (auscultación de FCF, Monitoreo fetal electrónico). • Vigilancia de dinámica uterina. • Laboratorio: General (hemograma, hepatograma, orina) y muestras para Zika según algoritmo. Tratamiento de los síntomas: • Reposo relativo. • Abundantes líquidos orales para prevenir la deshidratación. • Antifebriles/analgésicos: medios físicos (duchas frescas, paños fríos), paracetamol o acetaminofén VO cada 8hs. • No utilizar aspirina ni AINE hasta que se descarte infección por Dengue a fin de disminuir el riesgo de sangrado. • Antihistamínicos para manejo del rash con prurito: • 1ra generación: Dimenhidrinato VO c/8hs desde 1er trimestre. • 2da generación: Loratadina y Cetirizide VO c/12-24 hs a partir de 2do trimestre. DIAGNÓSTICO POR LABORATORIO DE INFECCIÓN POR EL VIRUS ZIKA ASOCIADA A SÍNDROME CONGÉNITO Tipo de muestra para diagnóstico molecular y/o serológico: suero materno y del recién nacido (RN). LCR (si se extrae para otros estudios). Otras muestras para diagnóstico molecular: Orina del RN. Idealmente deben obtenerse dentro de las 48 hs, ya que en muestras más tardías, puede ser difícil distinguir entre infección congénita, perinatal y postnatal. Deben realizarse además exámenes de laboratorio para diagnóstico diferencial de síndrome congénito por CMV, Herpes simple, Rubéola, toxoplasmosis y sífilis. DIAGNÓSTICO POR LABORATORIO DE TRANSMISIÓN VERTICAL DE VIRUS ZIKA SIN SÍNDROME CONGÉNITO Tipo de muestra para diagnóstico serológico: suero materno y del recién nacido. Tipo de muestra para diagnóstico molecular: suero y orina del RN. Todo recién nacido de madre con serología positiva para virus Zika debe ser estudiado por laboratorio siguiendo los lineamientos mencionados en el apartado anterior, de manera de detectar transmisión vertical del virusen niños asintomáticos al nacimiento. Las muestras de suero del bebé serán tomadas de ser posible, dentro de las 48 has de vida. DIAGNÓSTICO POR LABORATORIO DE INFECCIÓN POR VIRUS ZIKA ASOCIADO A ABORTO Y MUERTE FETAL INDICATIVOS DE INFECCIÓN CONGÉNITA Tipo de muestra para diagnóstico molecular y/o serológico: suero materno y fetal. Líquido amniótico (si se extrajo previamente para otros estudios). Otras muestras para diagnóstico molecular: placenta, membranas fetales, tejidos (cerebro, hígado, riñón, otros). Atención durante el parto y nacimiento: No existe ninguna indicación para cambiar la vía de parto obstétrica, es decir, la infección por el virus Zika o la microcefalia en sí mismos no son indicaciones de cesárea. Es importante señalar también que la cesárea innecesaria aumenta el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Lactancia materna: Por el momento no hay informes documentados de que el virus Zika se haya transmitido al lactante a través de la leche materna. En países en los que hay transmisión de virus Zika no se han descrito resultados neurológicos adversos ni enfermedades graves en lactantes con infección posnatal. A la vista de los datos disponibles, los beneficios de la lactancia materna para el niño y la madre superan los posibles riesgos de transmisión de virus Zika a través de la leche materna, por lo cual se recomienda no suspenderla. SEGUIMIENTO DEL RECIÉN NACIDO Y LACTANTE CON TRANSMISIÓN VERTICAL DE VIRUS ZIKA De acuerdo con la OMS, el diagnostico de microcefalia se realiza cuando la medida de la circunferencia craneana (perímetro cefálico- PC) es menor que dos (-2) desviaciones estándar por debajo de la media específica para el sexo y la edad gestacional. Por otra parte, la OMS considera que una medida de PC menor a tres (-3) desviaciones estándar se define como microcefalia severa. Todo recién nacido de una madre con una prueba con resultado positivo o no concluyente para infección por virus Zika, deberá contar con: • Evaluación para detectar anormalidades neurológicas, características dismórficas, esplenomegalia, hepatomegalia y exantema u otras lesiones cutáneas. Si se detecta una anormalidad, se recomienda hacer una consulta con el/los especialistas correspondientes. • Ecografía cerebral transfontanelar. • Evaluación de audición con pruebas de emisiones otoacústicas o prueba de respuesta auditiva evocadas del tronco encefálico. • Evaluación oftalmológica, que incluya un examen de la retina. • Otras evaluaciones específicas conforme a la presentación clínica del bebé. Si dicho recién nacido presenta microcefalia o malformaciones intracraneales, además de las evaluaciones anteriores, requerirá: • Consulta con un neurólogo pediátrico para determinar las evaluaciones de imágenes del cerebro (tomografía computada, resonancia magnética) y otras adicionales que correspondan (electroencefalograma). • Pruebas para la detección de otras infecciones congénitas como sífilis, toxoplasmosis, rubéola, infección por citomegalovirus e infecciones por virus del herpes simple. Se debe considerar consultar a un especialista en enfermedades infecciosas pediátricas. • Consulta con un genetista.