ensayo teoría de las organizaciones (Max weber)

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Max weber y sus aportes a la administración: una organización burocrática como ideal tipo, no como normativa 
El mundo administrativo y organizacional ha tenido diversos cambios y contraposiciones en cuanto a los diversos postulados que surgían de acuerdo con la época: desde Adam Smith y la introducción de la “mano invisible” junto con la división del trabajo, Charles Babbage y el menor costo del trabajo y Frederick Taylor por medio de la organización rentable del trabajo y del taller, hasta la introducción de Henry Fayol y la organización administrativa y la sistematización del trabajo dirigencial. En pleno siglo XX, la teoría más conocida y utilizada dentro de las organizaciones era la Taylorista – la cual también causó mucha controversia- basada en la implementación de prácticas administrativas y mejorar la relación dirigente – obrero; no obstante, el fayolismo hace su aparición dentro del pensamiento administrativo de la época y empieza a tomar fuerza, teniendo como fundamenta la sistematización del trabajo del dirigente.
Todos los postulados que se tenían sobre las organizaciones hasta el fayolismo se catalogaban de fácil comprensión hasta que, con la introducción del Alemán, Max Weber, se da un giro de 180° grados a todos los postulados reinantes del siglo XX. Si bien Max Weber era sociólogo y filosofo, contribuyó a la administración de manera indirecta, un profundo complemento de bases racionales, un nuevo enfoque sobre los esquemas de sustento formal de la organización. Para muchos, las obras y los aportes de Weber han sido catalogados como los más pujantes y fecundos dentro de la ciencia como la sociología, economía y la filosofía; en el ámbito administrativo, era un pilar fundamental junto a Taylor y Fayol, a quienes se asocia con Weber en cuanto a los componentes estructurales de la organización, aunque tenían enfoques totalmente distintos. Max Weber se preocupaba por las características esenciales y las consecuencias de la burocracia. Desde esta perspectiva, se dice que su mayor contribución fue considerar la organización en conjunto, atendiendo a sus estructuras de poder y patrones de comportamiento. 
Pero, a ciencia cierta, Weber no habló propiamente del ámbito empresarial. En su libro “Economía y sociedad”, se toca una pequeña parte que es muy utilizada en la administración. Según George (1968), Weber enfatizó los aspectos psicológicos y psicosociológicos en las investigaciones concernientes a las relaciones humanas y teorías organizacionales, por medio de la incorporación de una visión de sistema abierto. Por otro lado, Boisvert (1980) reconoce un aporte significativo de Weber hacia las preguntas que quedaban en las teorías postuladas por Taylor y Fayol: ¿Cómo organizar? El enfoque de las teorías clásicas iba encaminado a detalles como la máxima amplitud de control, la asignación de autoridad y responsabilidad, el número de niveles jerárquicos, agrupamiento de funciones, pero dejaban de lado la manera de hacer funcionar la organización como un conjunto. Es ahí cuando Weber, por medio de la formulación de las características de la burocracia y la descripción del modelo de dominación legal que permite hallar la respuesta: la dominación legal en la dirección administrativa burocrática. 
Max Weber describió y aportó, además de los ideales tipos de organización, cuatro tipos de actividades sociales como la Racional en finalidad, Racional en Valor, Afectiva y tradicional; dos tipos de ética: convicción y responsabilidad; y los tres tipos de autoridad, de la cual distingue: la tradicional, la legal y la carismática. En cuanto a la organización, Weber analizó profundamente a las organizaciones formales desde puntos de vista muy diferentes. Parte de un cuadro del tipo de dominación legal pura; luego introduce las categorías fundamentales de la propia burocracia como la jerarquía administrativa, la formación profesional, la separación total entre la dirección y los medios de administración y normas, y la ausencia de apropiación del puesto por parte del titular; y finalmente, añade el ideal tipo de la dirección administrativa burocrática, compuesto por funcionarios individuales enfocados en la división del trabajo, la obediencia, la jerarquía de autoridad, la selección formal, cumplir reglas y regulaciones formales, poseer competencias sólidamente establecidas, seguir y dejarse orientar en una carrera, entre otros. La organización burocrática está diseñada científicamente para funcionar con exactitud, con la finalidad de alcanzar los fines para los cuales fue diseñada: resolver racional y eficientemente los problemas de las organizaciones.
El postulado de Max Weber si bien posee unos principios, debe ser tomado con precaución y no desenfocarlo de su finalidad, como lo hace la administración moderna en cuanto a los criterios señalados por Weber. Si se analiza la organización burocrática actual, esta se encuentra por mucho lejos de lo señalado en el ideal tipo de la dirección administrativa burocrática, con solo mirar a los jefes empresariales de hoy día, quienes se adjudican un derecho de fijar el modo de uso de los medios de producción y de imponer normar y reglas que van en contradicción con el derecho o la racionalidad impersonal propuestas por Weber. 
Ahora bien, sí bien se analiza el aporte “indirecto” de Weber hacia la administración, se puede evidenciar que se asocia su pensamiento junto con los de otros teóricos, es importante señalar que resulta fantasioso categorizar el pensamiento “weberiano” dentro de una escuela o en la misma línea de las teorías clásicas. Weber, en primera instancia, era filósofo y sociólogo; sus obras iban encaminadas a criticar el entorno que observaba, analizar la burocracia dentro de la sociedad, solucionar el conflicto entre racionalidad e irracionalidad. Por ende, no se puede tomar tan a la ligera y tergiversar lo planteado por él. No aplica para un solo sector, sino que aplica para todas las formas de la actividad humana; es universal. Weber tiene cabida dentro del ámbito administrativo, de eso no hay duda, pero se debe tomar con la debida prudencia y mantener los conceptos de acuerdo con los parámetros establecidos; entenderlos de fondo, para así evitar y mitigar los abusos que del pensamiento weberiano se ha hecho. Weber, en las propias palabras de Freund, nunca sonó con hacer de la racionalización occidental la base de una concepción del mundo; nunca la catalogó como modelo a seguir para organizar cualquier cosa, veía más bien de manera crítica que la dominación legal y la administración burocrática ejercían sus funciones sin pasión ni entusiasmo, realizaban una expropiación total de trabajadores en cuanto a los medios de administración y de abastecimiento. Que la dominación legal en la dirección administrativa burocrática sirva como un ideal, una crítica a la administración tradicional, sea una herramienta para formar conceptos singulares que permitan comparar, analizar y comprender, y no se imponga o se acoja como normativa sin antes darle una profunda comprensión desde lo deductivo.