Logo Studenta

VIH/SIDA: Datos y Cifras

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

VIH/SIDA
Nota descriptiva N°360
Noviembre de 2015 
Datos y cifras
· El VIH sigue siendo un importante problema de salud pública mundial, después de haberse cobrado más de 34 millones de vidas hasta ahora. En 2014, 1,2 millones de personas fallecieron a causa del VIH en todo el mundo.
· A finales de 2014 había 36,9 millones de personas infectadas por el VIH en todo el mundo, de los cuales 2 millones de personas contrajeron el HIV en 2014.
· A mediados de 2015 había 15,8 millones de personas infectadas por el VIH que recibían terapia antirretrovírica en todo el mundo.
· Entre 2000 y 2015 las nuevas infecciones por el VIH han disminuido en un 35%, y las muertes relacionadas con el sida en un 24%, lo cual significa 7,8 millones de vidas humanas salvadas gracias a los esfuerzos internacionales que llevaron a la consecución mundial de las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionadas con el VIH.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita los sistemas de vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer. A medida que el virus destruye las células inmunitarias y altera su función, la persona infectada se va volviendo gradualmente inmunodeficiente. La función inmunitaria se suele medir mediante el recuento de células CD4. La inmunodeficiencia entraña una mayor sensibilidad a muy diversas infecciones y enfermedades que las personas con un sistema inmunitario saludable pueden combatir. 
La fase más avanzada de la infección por el VIH se conoce como síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o sida, y puede tardar entre 2 y 15 años en manifestarse, dependiendo del sujeto. El sida se define por la aparición de ciertos tipos de cáncer, infecciones u otras manifestaciones clínicas graves.
Signos y síntomas
Los síntomas de la infección por el VIH varían en función del estadio en que se encuentre. Aunque en la mayoría de los casos el pico de infectividad se alcanza en los primeros meses, muchas veces el sujeto ignora que es portador hasta que alcanza fases más avanzadas. En las primeras semanas que siguen al contagio, las personas a veces no manifiestan ningún síntoma, y otras presentan una afección de tipo gripal, con fiebre, cefalea, erupción o dolor de garganta. 
A medida que la infección va debilitando su sistema inmunitario, el sujeto puede presentar otros signos y síntomas, como inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. En ausencia de tratamiento podrían aparecer también enfermedades graves como tuberculosis, meningitis por criptococos o diversos tipos de cáncer, por ejemplo linfomas o sarcoma de Kaposi, entre otros.
Transmisión
El VIH se puede transmitir por el contacto con diversos líquidos corporales de personas infectadas, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. No es posible contagiarse a resultas de contactos de tipo corriente y cotidiano como puedan ser los besos, abrazos o apretones de manos o por el hecho de compartir objetos personales, alimentos o bebidas. 
Factores de riesgo
Hay ciertos comportamientos y afecciones que incrementan el riesgo de que una persona contraiga el VIH, entre ellos:
· practicar coito anal o vaginal sin protección;
· padecer alguna otra infección de transmisión sexual como sífilis, herpes, clamidiasis, gonorrea o vaginosis bacteriana;
· compartir agujas o jeringuillas contaminadas, soluciones de droga u otro material infeccioso para consumir drogas inyectables;
· recibir inyecciones o transfusiones sanguíneas sin garantías de seguridad o ser objeto de procedimientos médicos que entrañen corte o perforación con instrumental no esterilizado;
· pincharse accidentalmente con una aguja infectada, lesión que afecta en particular al personal sanitario.
Diagnóstico
Las pruebas serológicas, como las pruebas diagnósticas rápidas o las pruebas inmunoenzimáticas, detectan la presencia o ausencia de anticuerpos contra el VIH1/2 y/o el antígeno p24 del virus. Cuando estas pruebas se utilizan en el contexto de una estrategia acorde con un algoritmo validado, es posible detectar la infección por el VIH con gran exactitud. Es importante saber que las pruebas serológicas detectan anticuerpos producidos por su sistema inmunitario, y no en la detección directa del VIH en sí mismo.
La mayoría de las personas crean anticuerpos contra el VIH1/2 en un plazo de 28 días, por lo que los anticuerpos pueden no ser detectables poco después de la infección. Esta fase inicial de la infección es la de mayor infectividad; no obstante, la transmisión del VIH puede tener lugar en todos los estadios de la infección. 
Las prácticas óptimas aconsejan repetir las pruebas en todas las personas diagnosticadas como VIH-positivas antes de que empiecen a recibir atención o tratamiento, a fin de descartar posibles errores de las pruebas o de la notificación. 
Asesoramiento y pruebas de detección
Las pruebas de detección han de ser voluntarias: se debe reconocer el derecho de las personas a declinar someterse a ellas. La realización de pruebas obligatorias o bajo coacción, ya sea por parte de un profesional sanitario, una autoridad, la pareja sexual o un miembro de la familia, es inaceptable pues es contraria a la buena práctica de la salud pública y constituye una violación de los derechos humanos.
Algunos países han introducido como alternativa las pruebas realizadas por el propio paciente, o están pensando hacerlo. Con estas pruebas, la persona que quiere conocer su estado recoge la muestra, realiza la prueba e interpreta sus resultados en privado. Las pruebas realizadas por el propio paciente no ofrecen un diagnóstico definitivo, sino que requieren nuevas pruebas realizadas por un profesional sanitario siguiendo un algoritmo nacional validado.
Todos los servicios de asesoramiento y pruebas de detección deben regirse por los cinco principios fundamentales recomendados a este respecto por la OMS: consentimiento informado, confidencialidad, facilitación de orientación (o asesoramiento), garantía de que los resultados de la prueba son correctos, y vinculación con la asistencia, el tratamiento y otros servicios.
Prevención
Las personas pueden reducir el riesgo de infección por el VIH limitando su exposición a los factores de riesgo. Los principales métodos para prevenir el contagio, a menudo utilizados de manera combinada, incluyen los que siguen: 
1. Uso de preservativos masculinos o femeninos
El uso correcto y sistemático de preservativos masculinos y femeninos durante la penetración vaginal o anal puede proteger contra la propagación de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas la infección por el VIH. Los datos demuestran que los preservativos masculinos de látex tienen un efecto protector del 85% o más contra la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
2. Pruebas de detección y asesoramiento en relación con el VIH y las ITS
La realización de pruebas de detección del VIH y otras ITS está altamente recomendada para todas las personas expuestas a cualquiera de los factores de riesgo, de modo que puedan conocer su estado y, llegado el caso, acceder sin demora a los oportunos servicios de prevención y tratamiento. La OMS también recomienda ofrecer pruebas de detección para el/la compañero/a sexual o para parejas.
La tuberculosis es la enfermedad de presentación más frecuente en personas con VIH. Si no se detecta o no se trata es mortal, y constituye la principal causa de muerte en personas con VIH (aproximadamente una cuarta parte de las muertes asociadas al VIH). La detección precoz de la tuberculosis y la instauración rápida de tratamientos antituberculosos y antirretrovíricos pueden evitar esas muertes. Es muy recomendable que los servicios de asesoramiento y pruebas de detección integren del cribado de la tuberculosis y que todas las personas diagnosticadas de VIH y tuberculosis activa inicien urgentemente un tratamiento antirretrovírico.
3. Circuncisión masculina voluntaria practicada por personal médico
La circuncisión masculina,cuando corre a cargo de personal sanitario cualificado, reduce en aproximadamente un 60% el riesgo de que un hombre resulte infectado por el VIH al mantener relaciones sexuales heterosexuales. Se trata de una intervención fundamental en contextos de epidemia generalizada con alta prevalencia del VIH e índices bajos de circuncisión masculina. 
4. Prevención basada en el uso de antirretrovíricos
4.1 Uso del tratamiento antirretrovírico como método de prevención
Según ha confirmado un ensayo de 2011, cuando una persona VIH-positiva sigue un régimen terapéutico eficaz con antirretrovíricos, el riesgo de que transmita el virus a una pareja sexual no infectada se puede reducir en un 96%. La recomendación que hace la OMS de iniciar un tratamiento antirretrovírico en todas las personas con VIH contribuirá de forma significativa a reducir la transmisión del virus. 
4.2 Profilaxis preexposición para la pareja VIH-negativa 
La profilaxis oral del VIH antes de la exposición consiste en la administración diaria de antirretrovíricos a personas no infectadas a fin de bloquear la adquisición del virus. Más de 10 estudios aleatorizados y controlados han demostrado la efectividad de la profilaxis preexposición para reducir la transmisión del virus en diferentes poblaciones, como las parejas heterosexuales serodiscordantes (es decir un miembro de la pareja infectado y el otro no), los hombres con relaciones homosexuales, las mujeres transgénero, las parejas heterosexuales de alto riesgo o los consumidores de drogas inyectables. 
En septiembre de 2015 la OMS publicó el documento titulado Directrices sobre cuándo iniciar el tratamiento antirretrovírico y sobre la profilaxis del VIH antes de la exposición, en el que recomienda la profilaxis antes de la exposición como opción preventiva para las personas con un riesgo considerable de infección por el VIH.
4.3 Profilaxis postexposición al VIH 
La profilaxis postexposición consiste en tomar antirretrovíricos, dentro de las 72 horas siguientes a la exposición al VIH para prevenir la infección. La profilaxis postexposición incluye servicios de asesoramiento, primeros auxilios, pruebas de detección del VIH y la administración de terapia antirretrovírica durante 28 días junto con atención complementaria. 
Las directrices actualizadas de la OMS publicadas en diciembre de 2014 recomiendan la profilaxis tras las exposiciones laborales y no laborales en adultos y niños. Las nuevas recomendaciones ofrecen pautas más simples basadas en antirretrovíricos ya utilizados en el tratamiento. La aplicación de las nuevas directrices facilitará la prescripción, mejorará la observancia y aumentará las tasas de compleción de la profilaxis posposición para prevenir la infección por el VIH en personas expuestas accidentalmente, como los profesionales sanitarios, quienes tienen relaciones sexuales sin protección o las víctimas de abusos sexuales.
5. Reducción de daños en los consumidores de drogas inyectables 
Las personas que se inyectan drogas pueden protegerse de la infección por el VIH utilizando material estéril, en particular agujas y jeringuillas, para cada inyección. Los paquetes integrales de medidas de prevención y tratamiento de la infección por el VIH, incluyen los componentes siguientes: 
· programas sobre las agujas y jeringuillas;
· tratamiento de sustitución de opiáceos para los consumidores de drogas y otras intervenciones de tratamiento de la drogodependencia basadas en criterios científicos; 
· asesoramiento y pruebas de detección del VIH; 
· tratamiento contra el VIH y atención a los infectados;
· acceso a preservativos; y 
· tratamiento de las ITS, la tuberculosis y la hepatitis vírica.
6. Eliminación de la transmisión del VIH de la madre al niño
La transmisión del VIH de una madre seropositiva a su hijo durante el embarazo, el trabajo de parto, el alumbramiento o el amamantamiento se denomina transmisión vertical o maternoinfantil. En ausencia de cualquier tipo de intervención durante estas etapas, las tasas de transmisión oscilan entre un 15% y un 45%. Es posible prevenir casi totalmente esta clase de transmisión administrando antirretrovíricos tanto a la madre como al niño, y ello en todas las etapas en que pudiera producirse la infección.
La OMS recomienda una serie de medidas de prevención de la transmisión vertical, que incluyen la administración, tanto a la madre como a su hijo, de antirretrovíricos durante el embarazo, el parto y el puerperio o, en la mujer embarazada seropositiva, incluso de por vida, con independencia de su recuento de células CD4. 
En 2014, el 73% [68-79%] de las aproximadamente 1,5 [1,3-1,6] millones de embarazadas infectadas por el VIH en todo el mundo recibieron antirretrovíricos eficaces para evitar la transmisión a sus hijos.
Tratamiento
El VIH se puede combatir mediante una politerapia que comprenda tres o más antirretrovíricos. Aunque no cura la infección por VIH, este tipo de tratamiento controla la replicación del virus dentro del organismo del sujeto y contribuye a fortalecer su sistema inmunitario, restableciendo así su capacidad para combatir infecciones. 
En 2015 la OMS publicó el documento titulado Directrices sobre cuándo iniciar el tratamiento antirretrovírico y sobre la profilaxis del VIH antes de la exposición, en el que recomienda que, una vez diagnosticada, toda persona infectada por el VIH inicie el tratamiento antirretrovírico lo antes posible.
A mediados de 2015, en el mundo había 15,8 millones de personas con VIH que estaban recibiendo tratamiento antirretrovírico. A finales de 2014, el 40% [37–45%] de la totalidad de las personas con VIH estaban en tratamiento antirretrovírico.
Las nuevas recomendaciones de la OMS —tratar a todas las personas con VIH y ofrecer antirretrovíricos como alternativa preventiva adicional a las personas con un riesgo considerable— incrementará de 28 a 37 millones el número de candidatos al tratamiento antirretrovírico. La ampliación del acceso al tratamiento está en el centro de una nueva serie de metas para 2020 que tienen por objetivo acabar con la epidemia de sida en 2030.
Respuesta de la OMS
La OMS está colaborando con los países en la aplicación de la Estrategia Mundial del Sector de la Salud para el VIH/sida 2011-2015. Para 2014-2015, la Organización ha identificado seis objetivos operacionales para ayudar de forma más eficiente a los países a avanzar hacia la consecución de las metas mundiales relativas al VIH.
· uso estratégico de los antirretrovíricos en el tratamiento y la prevención del VIH;
· eliminación del VIH en los niños y ampliación del acceso al tratamiento pediátrico;
· mejoramiento de la respuesta del sector de la salud al VIH en poblaciones clave;
· mayor innovación en la prevención, diagnóstico, tratamiento y atención al VIH;
· información estratégica para una expansión efectiva;
· vinculación más estrecha entre el VIH y resultados sanitarios conexos.
La OMS está trabajando en la elaboración de una nueva estrategia mundial para la respuesta del sector de la salud al VIH, 2016-2021.
La OMS es uno de los copatrocinadores del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), en el que lidera las actividades relacionadas con el tratamiento del VIH y la atención a los afectados y con la coinfección por el VIH y la tuberculosis, además de coordinar junto con el UNICEF la labor destinada a eliminar la transmisión maternoinfantil del virus.
Etapas de la infección por VIH
El VIH es un continuo
La mayoría pensamos sobre las enfermedades en términos muy simples: si se siente enfermo está enfermo, si se siente sano está sano. Sin embargo, debido a que el VIH puede causar cambios sutiles en el sistema inmunológico mucho antes de que la persona se sienta enferma, los doctores han adoptado el término “enfermedad por VIH” para abarcar el espectro completo del VIH, desde la infección inicial hasta el desarrollo del SIDA (que también se llama “enfermedad avanzada por VIH”).
El continuo del VIH que se describe a continuación, es representativo de la experiencia de muchaspersonas con VIH. El tiempo que tarda cada individuo en atravesar estas etapas varía. En la mayoría, el progreso de la enfermedad es relativamente lento, y lleva varios años desde la infección hasta desarrollar una depresión inmunológica grave.
Infección
Una vez que una persona se ha expuesto al virus, el VIH entra en el torrente sanguíneo y reside en las células, este es el momento en que ocurre la infección con el VIH. Las personas con VIH son consideradas infecciosas (pueden transmitir el virus a otras) inmediatamente después de infectarse con el virus.
Una persona con VIH es infecciosa en todo momento. Además, una persona no necesita tener síntomas o verse enferma para tener VIH. De hecho, las personas se pueden ver muy sanas durante muchos años, a pesar de que tengan VIH en su cuerpo. La única manera de averiguar si uno está infectado es haciéndose una prueba diagnóstica de VIH.
Infección primaria (o infección aguda)
La infección primaria con VIH es la primera etapa de la enfermedad por VIH, generalmente dura de una a dos semanas, cuando el virus se instala por primera vez en el cuerpo. Algunos investigadores usan el término infección aguda con VIH para describir el período de tiempo entre la infección y el desarrollo de anticuerpos (proteínas que el sistema inmunológico produce en respuesta a la infección) contra el virus (generalmente de 6 a 12 semanas) y que puede ser detectado con una prueba de VIH.
Hasta un 70% de las personas recién infectadas con VIH experimentarán síntomas “similares a los de la gripe” durante esta etapa. Estos síntomas que generalmente duran pocos días pueden incluir fiebre, escalofríos, sudores nocturnos y erupciones en la piel. Después, la persona infectada vuelve a verse y sentirse completamente bien. El 30% restante de las personas no tiene síntomas de infección aguda o los síntomas son tan leves que ni se dan cuenta.
Debido a las características generales de estos síntomas, los mismos pueden deberse a otros motivos y no al VIH, como por ejemplo a una gripe. Por ejemplo, si estuvo a riesgo de infectarse con el VIH hace unos días y ahora tiene síntomas de gripe, es posible que se deba al VIH, pero también es posible que tenga alguna otra infección viral. Si usted cree que pudo haber estado expuesto al VIH, considere llamar a la Línea de Información sobre SIDA para consultar si estuvo en una situación de riesgo y determinar si debería hacerse una prueba de VIH.
Durante la infección aguda del VIH, el virus llega hasta los ganglios linfáticos, se cree que este proceso tarda de tres a cinco días. Luego el VIH se replica activamente (hace copias de sí mismo) y libera partículas virales nuevas al torrente sanguíneo. Esta explosión de replicación rápida del VIH generalmente dura dos meses. Las personas tienen una “carga viral” (cantidad de virus en el cuerpo) muy alta durante esta etapa. Sin embargo, las personas con infección aguda por VIH no obtendrán un resultado positivo en la prueba de anticuerpos, ya que el cuerpo demora aproximadamente de uno a tres meses para producir los anticuerpos anti-VIH.
Algunas personas que temen haberse expuesto al VIH recientemente, quizás quieran saber más sobre las pruebas de carga viral PCR y ARN, que miden directamente la presencia del virus en lugar de los anticuerpos y por lo tanto se pueden usar durante la etapa aguda de la infección. Las pruebas de carga viral generalmente son usadas por los médicos, para controlar el progreso de la enfermedad por VIH en el cuerpo (lo que ayuda a los pacientes VIH positivos a hacer elecciones sobre estrategias apropiadas de tratamiento). La mayoría de las personas que quieren conocer su estado de VIH no necesitan una prueba de carga viral. La prueba de anticuerpos es la manera más barata, fácil y confiable de conocer el diagnóstico de VIH. Los individuos que han estado expuestos al VIH recientemente y que tienen síntomas consistentes con la infección aguda por VIH pueden solicitar a sus doctores una prueba de carga viral. Este análisis puede ayudar a identificar la infección con el VIH durante el “período ventana”, antes de que se desarrollen los anticuerpos anti-VIH, sin embargo, en definitiva se deberá hacer un análisis de anticuerpos para confirmar los resultados de la prueba de carga viral.
Algunos doctores ofrecen tratamiento a las personas recién infectadas (aquellas que están en la fase aguda de la infección con VIH) con una combinación de medicamentos anti-VIH. Los investigadores no están de acuerdo en si el tratamiento anti-VIH durante la etapa de infección primaria es útil. Aunque algunos investigadores son optimistas sobre el efecto del tratamiento anti-VIH bien temprano, también les preocupan los efectos secundarios de los medicamentos, los efectos a largo plazo en el cuerpo y la posibilidad de desarrollar un virus resistente a los medicamentos, si las personas usan medicamentos anti-VIH potentes antes de enfermarse debido a la enfermedad por VIH. Debería consultar con su doctor para tomar una decisión informada sobre cuándo comenzar a tomar medicamentos anti-VIH.
Conversión serológica
Este término se refiere al momento en que el sistema inmunológico de una persona VIH positiva responde a la infección mediante la producción de anticuerpos contra el virus. La mayoría de las personas desarrollan anticuerpos dentro de los tres meses de haberse infectado y en algunos casos dentro de los seis meses.
Si se hace una prueba de anticuerpos antes de que la conversión serológica haya finalizado, el resultado puede dar “negativo falso” porque aún no se han desarrollado suficientes anticuerpos. Un período ventana de tres meses entre la infección y la producción de anticuerpos es normal para la mayor parte de la población. Muy, muy raramente (sólo en unos pocos casos onunca), una persona puede tardar hasta seis meses en desarrollar anticuerpos. Para asegurarse de su estado de VIH, hágase una prueba de anticuerpos tres o más meses después de que se expuso a la infección con el virus. Para más seguridad, vuelva a repetirse la prueba seis meses después de haberse expuesto al virus.
La etapa asintomática
Después de la etapa aguda de infección con el VIH, las personas infectadas se siguen viendo y sintiendo bien por mucho tiempo, generalmente años. Durante esta etapa, lo único que indica que usted está infectado con el VIH es que su resultado será positivo para la prueba de anticuerpos y podría tener ganglios linfáticos inflamados.
Ésto significa que usted se ve y se siente sano, pero puede infectar a otros a través de las relaciones sexuales sin protección o al compartir agujas (especialmente si no se ha hecho la prueba y no sabe que está infectado).
A pesar de que una persona infectada puede parecer perfectamente sana, el VIH está activo y durante esta etapa, continúa debilitando el sistema inmunológico. En algunas personas, el virus parece dañar lentamente al sistema inmunológico, lo que lleva varios años. En la mayoría de las personas, sin embargo, en algún momento se produce un descenso rápido del sistema inmunológico y el virus se multiplica rápidamente. Este daño se puede observar en los análisis de sangre antes de que se experimentan los síntomas.
Las personas VIH positivas deberían obtener atención médica y comenzar a controlar el sistema inmunológico lo antes posible, después de recibir un resultado positivo. Los análisis inmunológicos periódicos, como el recuento de CD4 y la carga viral, le pueden brindar a usted y a su médico un mejor panorama de su salud inmunológica y del progreso de la enfermedad, y puede ayudarlo a tomar decisiones inteligentes sobre su tratamiento.
Obtener atención médica temprana puede ofrecerle mejores posibilidades de supervivencia y mejor calidad de vida. Se aconseja que las personas con VIH vean a un médico regularmente, aunque se sientan bien, ya que el virus puede estar dañando el sistema inmunológico. La atención rutinaria y temprana permite que las personas VIH positivas y sus proveedores de atención médica estén en control de su tratamiento antes de que aparezcansíntomas.
La etapa sintomática temprana y media
Cuando el sistema inmunológico se ve comprometido por la infección con VIH, muchas personas comienzan a experimentar síntomas leves, como erupciones en la piel, fatiga, sudores nocturnos, pérdida de peso, úlceras en la boca, infecciones por hongos en la piel y en la uñas. La mayoría, pero no todos, experimentará síntomas leves de este tipo, antes de desarrollar enfermedad más grave. Si bien el pronóstico varía mucho, dependiendo de varios factores, en general se cree que lleva de cinco a siete años para que aparezcan los primeros síntomas leves de enfermedad. Estos síntomas marcan las etapas temprana y media de la etapa sintomática de la enfermedad por VIH.
A medida que la enfermedad avanza, algunas personas pueden enfermarse mucho, aunque no hayan sido diagnosticadas con SIDA (la etapa tardía de la enfermedad por VIH). Los problemas típicos incluyen candidiasis oral o vaginal crónica, lesiones herpéticas recurrentes en la boca o en los genitales, fiebres continuas, diarrea persistente y pérdida significativa de peso.
Estos síntomas no son necesariamente específicos del VIH o del desarrollo de SIDA. Sin embargo, deben ser motivo de preocupación para la gente que es VIH positiva. Generalmente, los síntomas ocurren cuando el virus ya ha causado un daño considerable en el sistema inmunológico. Por eso, la gente con VIH no debería esperar hasta que aparezcan síntomas para recibir tratamiento médico. Además, las personas con un alto riesgo de infectarse con el VIH no deberían esperar a que aparezcan síntomas antes de hacerse una prueba diagnóstica.
Etapa tardía de la enfermedad por VIH (SIDA)
Cuando el daño al sistema inmunológico es más grave, las personas VIH positivas pueden padecer infecciones oportunistas (se llaman “oportunistas” porque son causadas por organismos que generalmente no producen enfermedad en personas con un sistema inmunológico normal, pero que se aprovechan para emerger en las personas con un sistema inmunológico comprometido). Algunas de las infecciones oportunistas más comunes incluyen la neumonía por Pneumocystis carinii (PCP), el complejo Mycobacterium avium (MAC), el citomegalovirus (CMV), la toxoplasmosis, y la candidiasis.
De acuerdo con el Instituno Nacional de Higiene, Instituto Nacional de Inmunología y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en USA, se puede dar un diagnóstico de SIDA a una persona VIH positiva que tenga un recuento de CD4 menor que 200/mm3 ó antecedentes de una “enfermedad definitoria de SIDA” (como una de las infecciones oportunistas mencionadas antes).
Es importante tener en cuenta que esta definición de SIDA puede aplicarse a personas VIH positivas que nunca experimentaron síntomas de enfermedad por VIH.
Recibir un diagnóstico de SIDA no implica que la persona diagnosticada morirá pronto; algunas personas han vivido muchos años después del diagnóstico. Ésto es aun más cierto en la actualidad, gracias a la disponibilidad de la terapia antirretroviral sumamente activa (TARSA), que ha ayudado a alargar la vida de miles de personas que viven con VIH/SIDA. Además, muchas infecciones oportunistas pueden ser prevenidas o tratadas con éxito. Ésto ha aumentado substancialmente la longevidad y calidad de vida de las personas que viven con VIH/SIDA.
¿Todas las personas que tienen VIH, finalmente desarrollan SIDA?
No lo sabemos con seguridad. Los estudios demuestran que la mayoría de las personas que no reciben tratamiento, se enfermarán en algún momento. Sin embargo, con atención médica rutinaria y con otros factores relacionados con el estilo de vida, como apoyo emocional, muchos supervivientes a largo plazo han estado viviendo con el VIH desde hace más de 20 años. Al usar los medicamentos en las primeras etapas de la infección y gracias a que se desarrollan nuevos medicamentos, ha sido posible posponer y quizás hasta prevenir el desarrollo de la enfermedad.

Continuar navegando