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TRASTORNO BIPOLAR - Adriana Santillán

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TRASTORNO BIPOLAR. CONSIDERACIONES CLÍNICAS Y EPIDEMIOLÓGICAS
Los trastornos bipolares son un conjunto heterogéneo de enfermedades que se caracterizan por alteraciones del estado de ánimo y sufrimiento subjetivo. El presente artículo es una revisión bibliográfica del trastorno bipolar, una enfermedad crónica y recurrente que se caracteriza por fluctuaciones patológicas de los estados de ánimo. En el artículo se discute las manifestaciones clínicas, la clasificación, los aspectos epidemiológicos, el curso de la enfermedad, las complicaciones y la comorbilidad del trastorno bipolar. El objetivo de la revisión bibliográfica es elevar el nivel de conocimientos sobre esta afección y facilitar su detección temprana con el fin de instaurar un tratamiento oportuno para disminuir el sufrimiento que ocasiona para la familia y para el paciente, así como la discapacidad y los costos a la salud pública.
Las manifestaciones clínicas del trastorno bipolar incluyen fluctuaciones patológicas de los estados de ánimo, que pueden ser episodios maníacos, hipomaníacos, depresivos o mixtos. Los episodios maníacos se caracterizan por un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable, aumento de la energía, disminución de la necesidad de dormir, pensamiento acelerado, distracción, aumento de la actividad, comportamiento impulsivo y grandiosidad. Los episodios hipomaníacos son similares a los maníacos, pero menos graves y no causan un deterioro significativo en el funcionamiento social u ocupacional. Los episodios depresivos se caracterizan por un estado de ánimo triste, vacío o irritable, pérdida de interés o placer en actividades, disminución de la energía, fatiga, dificultad para aumentar, pensamientos de muerte o suicidio, y cambios en el apetito y el sueño. Los episodios mixtos incluyen síntomas de manía y depresión al mismo tiempo. Además, los pacientes con trastorno bipolar pueden experimentar síntomas residuales interepisódicos, como ansiedad, irritabilidad, insomnio y fatiga.
En cuanto a su clasificación, el trastorno bipolar según el DSM V incluye dos tipos principales: el trastorno bipolar tipo I y el trastorno bipolar tipo II. Además, se incluyen otros trastornos relacionados, como el trastorno ciclotímico y el trastorno bipolar y relacionado debido a otra afección médica. El trastorno bipolar tipo I se caracteriza por la presencia de al menos un episodio maníaco, que puede ser precedido o seguido por episodios hipomaníacos o depresivos. El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por la presencia de episodios hipomaníacos y depresivos, pero no de episodios maníacos completos. El trastorno ciclotímico se caracteriza por la presencia de numerosos episodios hipomaníacos y depresivos que no cumplen los criterios para un episodio maníaco o depresivo mayor. 
Para llegar a un diagnóstico de trastorno bipolar, se deben cumplir los criterios diagnósticos establecidos en el DSM V. Para el diagnóstico del trastorno bipolar tipo I, es necesario que se cumplan los criterios de un episodio maníaco, que puede ser precedido o seguido por episodios hipomaniacos o depresivos. Para el diagnóstico del episodio maníaco, debe existir un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía dirigida a un objetivo, que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día, casi todos los días o cualquier duración que puede llegar a necesitar hospitalización. Durante este periodo existen tres o más de los síntomas siguientes o cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable, en un grado significativo y que representa un cambio notorio del comportamiento habitual: aumento de la autoestima o grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, habla más de lo habitual, pensamiento acelerado, distracción, aumento de la actividad, comportamiento impulsivo y placer excesivo en actividades placenteras que pueden tener consecuencias graves. 
Para el diagnóstico del trastorno bipolar tipo II, se requiere la presencia de episodios hipomaníacos y depresivos, pero no de episodios maníacos completos. Además, es importante considerar la historia familiar, los estudios complementarios como estudios de laboratorio, de neuroimagen, neuropsicológicas o marcadores genéticos, entre otros, así como la respuesta a los tratamientos; disminución de la necesidad de dormir, habla más de lo habitual, pensamiento acelerado, distracción, aumento de la actividad, comportamiento impulsivo y placer excesivo en actividades placenteras que pueden tener graves consecuencias. 
Una de las complicaciones es la demora en el diagnóstico adecuado, que puede alcanzar hasta 9 años o más, lo que puede resultar en una dilatación tanto en recibir un tratamiento adecuado como, incluso, en haber evitado recibir medicación no apropiada y potencialmente perjudicial. Además, el diagnóstico del trastorno bipolar puede ser difícil debido a que en la mayoría de los casos comienza con un episodio depresivo, y si los profesionales no tienen en cuenta los indicadores de una depresión bipolar, no se producirá un diagnóstico precoz de la enfermedad. También se menciona que hasta el 69% de las personas con trastorno bipolar obtienen un diagnóstico inicial incorrecto, lo que puede retrasar el tratamiento adecuado y empeorar la evolución de la enfermedad (Martínez, Montalván y Betancourt, 2019, p.471)
La edad de inicio del trastorno bipolar puede variar, pero la mayoría de los pacientes experimentan los primeros síntomas en la adolescencia o en la edad adulta temprana. Para un diagnóstico y tratamiento adecuado, es fundamental considerar cómo se desarrolla y avanza la enfermedad. Se estima que el paciente bipolar experimentará alrededor de diez episodios afectivos en su vida. Los pacientes bipolares tipo II suelen experimentar más episodios afectivos y depresivos que los pacientes bipolares tipo I. Mientras que, el ciclador rápido es un paciente que tiene cuatro o más episodios en un año. Estos pacientes tienen recaídas más frecuentes, pero son similares a las de otros pacientes bipolares. Hay que tener en cuenta que, los antidepresivos y otros medicamentos pueden provocar un ciclo rápido.
Se puede inferir que una limitación en la investigación del trastorno bipolar es la falta de estudios epidemiológicos en algunos países, y resulta preocupante pues se evidencia que los pacientes que son diagnósticos tardíamente tienen un peor pronóstico y una peor respuesta. Además, la comorbilidad con otros trastornos y enfermedades puede dificultar la investigación y el tratamiento del trastorno bipolar; pues aquello confunde el diagnóstico y puede llegar a dificultar el tratamiento o hasta perjudicar el estado funcional del paciente. También puede haber limitaciones en la investigación debido a la heterogeneidad de la presentación del trastorno bipolar, puesto que, la forma de presentación suele ser diferente entre hombres y mujeres, hay algunos estudios que apuntan a que los hombres suelen presentar más frecuentemente manía unipolar, mientras que las mujeres tienden a experimentar más episodios con características mixtas y más episodios depresivos. En general, la investigación del trastorno bipolar puede verse limitada por la complejidad y la necesidad de la enfermedad, así como por la falta de recursos y financiación para la investigación en algunos países.
La evidencia científica en la psiquiatría contemporánea ha demostrado que es una patología que exige sumo interés en el campo de la investigación por el alto grado de discapacidad que provoca. En definitiva, se destaca la importancia del diagnóstico precoz y oportuno del trastorno bipolar para evitar las recurrencias de episodios depresivos y maníacos, reducir los síntomas residuales y el riesgo de suicidio, y lograr el máximo funcionamiento del paciente. Y a su vez, se señala la urgencia de realizar más investigaciones epidemiológicas y clínicas para mejorar la comprensión y el tratamiento del trastorno bipolar.
BibliografíaMartínez, O., Montalván, O., y Betancourt, E. (2019). Trastorno Bipolar. Consideraciones clínicas y epidemiológicas. Revista Médica Electrónica, 41(2), 467-482. Recuperado de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242019000200467&lng=es&tlng=es.

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