Logo Studenta

El nihilismo - María Luz Asprella

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

El nihilismo, en su etimología, refiere a la palabra nihil del latín, nada, (término que empezó a ser utilizado por los románticos alemanes para referirse a las doctrinas que propugnan la ausencia de convicciones verdaderas y, especialmente, la ausencia de valores). Dentro del Nihilismo, encontramos al nihilismo positivo, en este el sujeto consciente de la inmadurez de su existencia desarrolla un sentimiento de pérdida y odio por la vida. También tenemos lo que es el nihilismo negativo en el cual el sujeto afirma su inmadurez, la posee y modifica valores en ella.
Nietzsche integra el nihilismo activo, ya que en éste todos los valores que un sujeto tiene como la verdad, la bondad o el bien y Dios, entran en jaque y pierden validez. Para ‘esto utiliza la frase “Dios ha muerto”. De esta muerte que podría considerarse "negativa", se deriva una consecuencia notablemente positiva: el "gran" acto de la centralidad del ser humano. Lejos de ser la "muerte de Dios" o la muerte de la Verdad, ha obligado al hombre a convertirse en Dios, por lo que las generaciones que siguieron a esa muerte pertenecen, según Nietzsche, a una historia "superior". La "muerte de Dios", es decir, la pérdida de la base, conduce a la creación de nuevos valores. Este hombre ha matado ese Dios (ideas y valores tradicionales) para la creación de nuevos valores y además este actor toma el sentido de un “ultrahombre” o “superhombre”, individualista, autónomo y creativo.
Nietzsche ha considerado que la vida es lo único que tiene valor en sí mismo, y todo lo demás es útil para vivir. Otorga más lugar al sentimiento humano que a la razón. Se revela que la posición de Nietzsche es opuesta a la de Hegel, que había considerado el cristianismo como la religión más evolucionada, Nietzsche ve en él una moral esclava, que fomenta un comportamiento de sumisión. Sus seguidores se adaptan a los valores tradicionales. Otra diferencia con Hegel es que, aunque cree en un desarrollo lineal de la historia, en un proceso en el que la Idea es cada vez más reconocida, Nietzsche piensa en un desarrollo circular del tiempo, en un retorno eterno.
No hay una única verdad plantea Nietzsche a través de la metáfora de las máscaras. Entre el sujeto y objeto hay diferentes máscaras, y al sacar una descubrimos otras y así sucesivamente. Esto refiere también a que no hay una moral universal. Se lo considera fundante del pensamiento posmoderno por su crítica al pensamiento moderno (lo racional, verdad absoluta). 
Nietzsche habla de dos conceptos opuestos y complementarios que son: lo Apolíneo, Dios Apolo (la razón, la belleza, lo moderado, la mesura) y lo Dionisíaco, Dios Dionisio (la embriaguez, la sexualidad, lo irracional, la desmesura). En estos dos encontramos la famosa tragedia griega. De esta tragedia griega Nietzsche postula tres tipos de artistas: el apolíneo, del sueño; el dionisíaco, de la embriaguez; y al artista “del sueño y la embriaguez”. Este último es el artista trágico griego.
Desde el principio de su obra, Nietzsche ve la dimensión apolínea como la mesura, lo racional (es el tradicionalismo, el academicismo, la continuación extenuada de un arte figurativo e inmóvil, casi agotado), y la dimensión dionisíaca como la embriaguez, el entusiasmo, el frenesí creativo del arte y el valiente decir si y adelante. De esta manera, es coherente pensar que Nietzsche apoyaría los experimentos de las vanguardias, las nuevas auroras que se atreven a hacer nuevas jugadas con el arte y la vida.
Se encuentran influencias de Nietzsche en movimientos artísticos del siglo XX como el Surrealismo y el Dadaísmo, en las críticas que estos proponen a la norma establecida de su época, como ver y construir la obra desde realidad, de una manera más subjetiva e individual.

Continuar navegando

Otros materiales