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Unidad en la Diversidad La Experiencia de Malasia

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Unidad en la Diversidad: La Experiencia de Malasia
En Malasia se ha impuesto una política de “Unidad en la Diversidad”:
“Aceptar y festejar las diferencias en lugar de permitir que estas creen divisiones entre los grupos que conforman la población.”
Se dibujaron paralelos entre el desarrollo de indicadores clave – independencia, superficie terrestre, población, población en ciudad capital, PBI, crecimiento del PBI, PBI per cápita e inflación – que mostraban un progreso impresionante para un país tan relativamente joven (Malasia logró la independencia apenas en 1975 mientras que Perú lo hizo en 1821).
Sobre su gente, Malasia es un país multiétnico, compuesto mayoritariamente por:
· Los Malasios – Grupo étnico más extenso, se sirven del idioma Malay y son conocidos por sus buenas maneras.
· Los Chinos – Segundo grupo en cuanto a tamaño se refiere, mantienen el empleo de su propio idioma y costumbres.
· Los Hindúes – Tercer grupo, destacan por sus coloridas manifestaciones culturales y la riqueza de su gastronomía.
· Los Indígenas – Cuarto grupo en cuanto a demografía, se dividen en una multitud de pequeños subgrupos llmados generalmente Orang Asli.
· Los Sarawak – Poseen un gran número de musulmanes malayos, así como los pueblos Melanau, Semang, Bidayuh, Penan y Dayak.
· Los Sabah – En su mayoría aborígenes Dayak divididos en pequeñas parcialidades como los Bahau, Brunei, Kadazan, Dunsun y Suluk. 
Para mantener la paz y evitar fricciones entre culturas con historias y puntos de vistas tan dispares, la política de Unidad en la Diversidad es fundamental: Una de sus aplicaciones más exitosas fue en el sistema educativo, donde las escuelas enseñan a los alumnos en sus idiomas maternos impidiendo cualquier brote de alienación antes de que pueda manifestarse. Otro punto curioso a resaltar es la existencia de una avenida (800 m) a lo largo de la cual se levantan iglesias, templos, mezquitas y santuarios; donde una vez al año se realiza una caminata que se detiene en al menos cada edificio de culto representativo para una cultura.
Esta continua convivencia de culturas permite que otras formas de expresividad cultural – tales como los festivales y fiestas nacionales en el caso de los inmigrantes – se den públicamente sin mayor preocupación o riesgo, algunas – como el Año Nuevo Chino – habiendo incluso adquirido un tinte de “Puertas Abiertas” que se extiende hacia vecinos y amigos extranjeros.

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