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PSICOLOGÍA EVOLUTIVA II - Andrea Perez

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PSICOLOGÍA EVOLUTIVA II
Tema I: Ubicación de la asignatura dentro de la psicología evolutiva y psicología del desarrollo. 
Bleichmar: La deconstrucción del acontecimiento.
Punto del programa: Valor del acontecimiento; emergencia de lo nuevo.
Definición de acontecimiento de la autora: Algo que marca un antes y un después; una experiencia que marca la ruptura de la continuidad. El acontecimiento de interés es el que se encadena con la producción traumática del encuentro. Producto de lo acaecido (lo que ocurre en lo real, observable en una situación). Todo aquello intangible capaz de producir efectos y que debe ser volcado a una simbolización eventualmente posible para evitar efectos compulsivos para el psiquismo.
Existen distintos rangos de acontecimientos ya que no todos tienen el mismo alcance ni la misma amplitud cronológica ni la misma capacidad de producir efectos en el aparato psíquico. 
El trauma psíquico surgirá de toda vivencia que suscite los afectos penosos del horror, la angustia, la vergüenza, el dolor psíquico y la sensibilidad del sujeto. Lo vivido o su recuerdo opera a modo de un cuerpo extraño que conserva su eficacia presente.
Ahora bien, la historia traumática debe ser buscada en el interior de la historia, lo traumático es eficaz en cuanto a la producción de síntomas cuando se ve arrancado de toda historización posible. Entonces, el traumatismo es lo que escapa al relato que no puede ser recubierto por el yo porque es la parte motora de lo acontecimental (del orden de lo exógeno) que acosa y llega a derribar las formas habituales de defensa del yo.
Lo acaecido como tal adquiere carácter traumático por su capacidad de devenir traumático y deviene acontecimiento en la medida que es ubicado en una serie temporal significativa, remitiendo a los modos que el lenguaje y el discurso permiten apropiarlo.
Debemos correlacionar el modo de funcionamiento psíquico con la eventualidad de lo real, ya que nos interesa la comprensión de aquello que lo real produce en el psiquismo. Nadie queda exento de que su acaecer sea interrumpido por el azar, pero todos tenemos la posibilidad de que esta sea tolerada. Se trata de reconocernos tanto vulnerables como capaces de domeñar intrapsíquicamente lo que nos acaece: Tolerancia a la angustia de castración. 
Cabral: En la cura analítica, proteger a la historia de la historia.
Punto de programa: Proceso de historización. Reversibilidad e irreversibilidad del tiempo. Temporalidad retroactiva.
Solo utilizando la historización, se puede construir el campo de lo no historizable. Es en la cura analítica donde reconocemos un dispositivo genuino de protección de la historia (seguro, no el único), en lo que esta contiene de empuje a la realización del propio ser frente a la presión uniformante de la historia del Otro.
Toma el concepto de Nachträglich de Freud, y dice que la noción de posterioridad (al igual que el apres-coup de lacan) preserva una dimensión escandalosa, aquella por la cual es el futuro el que puede constituir al pasado como causa al conferirle una cualidad de eficacia psíquica que no le era consustancial en el momento de su inscripción, sino que adviene en el tiempo ulterior de su asociación con la segunda escena. No hay una inmanencia del trauma, sino al contrario, existe una exmanencia de este: solo desde la exterioridad de una segunda escena adquiere la primera su significación traumática. Debemos modificar nuestra concepción del pasado, importa la significación. 
Lo no historizable: Toma aportes de Prigogine. El suceso al igual que el trauma y el deseo inconsciente propone el desafio de reservar un lugar para el azar y la indeterminación en nuestra formalización de la estructura y sus determinismos. Es la dimensión de real la que determina la imposible reabsorción de la singularidad radical del deseo por el universal del lenguaje y sus arquetipos. 
Delucca y Petriz: Aprendiendo a enseñar. 
Punto del programa: Contenido y significado de su estudio.
Habla del proceso de enseñanza-aprendizaje-formación, alude a dejar aprender, dejar ser. Tiene como finalidad la integración dinámica entre el proceso de aprendizaje individual, el proceso de elaboración grupal que el conjunto de integrantes construye y el proceso de enseñanza de los contenidos.
Toma al grupo como conjunto de sujetos singulares temporoespacialmente relacionados, con confluencia de entrecruzamientos y anudamientos deseantes que ocupan lugar y cumplen funciones con una finalidad común. Esto, como todo encuentro con el otro, moviliza el interjuego identificatorio producido en transferencia. El sujeto es anterior al grupo, pero advino como sujeto por el grupo familiar. Entonces, el grupo se constituye en el espacio privilegiado en el cual el sujeto con otros, pero a veces pese a otros, deberá aprender a rescatar su subjetividad y tolerar diferencias. Contribuye al sentimiento de pertenencia y libidinización del espacio y tiempo compartidos.
Delucca: Hacia una reformulación crítica del criterio evolutivo en psicología.
Punto del programa: Revisión crítica del concepto evolutivo en psicología. Contenido y significado de su estudio. Fundamentos teóricos.
Luego del abandono del paradigma positivista que buscaba uniformidades empíricas aparentes, consideramos la descripción fenoménica como un primer nivel de análisis de los hechos que intentamos explicar. En nuestro caso serán los trabajos psíquicos que realiza el sujeto que se esta desprendiendo de sus objetos primarios (pubertad, adolescencia) o los que enfrentan el viejo en sus nuevos posicionamientos, nos interesan los procesos en juego más que la edad. 
En nuestra labor no descartamos las descripciones, pero el enfoque esta en explicar por qué las cosas se organizan de determinada manera. 
El término evolución refiere a una serie de transformaciones sucesivas, lo cual no refiere necesariamente a progreso y menos un progreso unilineal, necesario y constante. Sino que puede haber tanto progresos, como retrocesos, alteraciones y mutaciones inesperadas. A su vez, también adviene el factor del azar. Por eso utilizamos la noción de “condiciones de posibilidad” para derribar el dogmatismo determinista absoluto.
En cuanto al desarrollo, si bien se encuentra ligado a la evolución, aquí nos referimos en relación con los procesos madurativos biológicos (motricidad, percepción, maduración neuronal y gonadal) que son apoyatura infraestructural para el surgimiento de lo psíquico. En otras palabras, los procesos madurativos configuran condiciones de posibilidad para que el niño pueda apropiarse del universo simbólico al que adviene y lo precede. Para ello necesitara indefectiblemente la presencia y el encuentro con las instancias parentales y en esto interviene el azar. 
En cuanto al factor temporal, decimos que no hay un tiempo único que abarque todos los acontecimientos del universo, tendremos en cuenta el tiempo cronológico (lineal e irreversible); el tiempo madurativo (irreversible, referido a lo real del cuerpo) y el tiempo lógico que refiere a procesos psíquicos, donde se articula lo nuevo y las marcas ya constituidas, es un tiempo reversible, tiempo de la subjetividad que deviene historia singular. Lo que cada uno va construyendo, metabolizando e interpretando. Aquí tomamos los conceptos de retroacción o resignificación, respecto a las discontinuidades o los momentos claves, la emergencia de lo nuevo, la repetición, lo traumático y sus retornos que pueden o no ser resignificados.
Considerar el entrecurzamiento del tiempo madurativo y el psíquico, supone no caer en reduccionismos evolutivos. Abordaremos los momentos claves en el devenir con procesos y trabajos psíquicos específicos, observando de que modo la estructura constituida, el proyecto identificatorio, se cuestiona, verifica o se reelabora. 
En relación con el sujeto singular, la estructura (estructura en términos de estructura compleja abierta donde se superponen determinación o azar) edípica la tomamos como la estructura lógica organizante de deseo, de las identificaciones que marcael lugar y la función del sujeto en la escena familiar. Esta estructura jugara dialécticamente con la estructura narcisista constituida en la relación dual-imaginaria madre-bebé. 
La estructura familiar es una estructura compleja, matriz relacional estructurante de la subjetividad y mediadora en parte entre el sujeto y la cultura.
Hornstein: Determinismo, temporalidad y devenir.
Punto del programa: Desarrollo, temporalidad y estructura: diferenciaciones y entrecruzamientos.
El autor habla de que la historia no se reduce a un tiempo único, sino que el azar produce complejidad. El trabajo analítico considera la copresencia del azar y el determinismo. Un psiquismo abandonado al azar (que fuera solo desorden) no constituiría organización y no accedería a la historicidad. Es un psiquismo pobre y mutilado: el determinado por incapaz de transformarse y el azaroso incapaz de siquiera nacer.
Sistemas abiertos autoorganizados son aquellos que ante una perturbación aleatoria reacciona con aumento de complejidad, en lugar de quedar desorganizado o destruido. Podemos pensar como autoorganización a la identificación, ya que por medio de ella el yo se apropia de investiduras objétales. El yo es auto alteración, suponiendo un trabajo de duelo, de elaboración sobre representaciones identificatorias. 
El proceso de identificación implica una renuncia a los objetos que en un principio representaron los soportes de la libido objetal y narcisista; luego el yo se impone como objeto de relevo transformando el deseo hacia el objeto en investimento yoico (narcisismo secundario). 
Lo inconsciente es resultado de una historia libidinal e identificatoria. Si bien el Edipo es estructurante, mediante la retroacción las experiencias ulteriores producen resignificaciones. El conflicto Eros-Tanatos es la matriz desde la cual se despliega toda la vida psíquica. Tanatos quiere reestablecer un estado anterior por la destrucción de todo lo que vino posteriormente (retorno hacia lo desorganizado), pero para Eros (se encarga de ligar y complejizar), se trata de conservar el pasado, integrándolo en unidades y organizaciones mas amplias. 
Tres principios: nirvana (tendencia de Tanatos, deseo de no tener que desear); de placer (subroga la exigencia de la libido, ignora la realidad); de realidad (subroga el influjo del mundo exterior).
La compulsión de repetición es una simbolización que se repite, superarla permite que el sujeto salga de su organización advenida y que se abra una verdadera historia.
Lewcowicz: La historización de la adolescencia
Punto del programa: Proceso de historización. Reversibilidad e irreversibilidad del tiempo. Temporalidad retroactiva.
Entendemos la historización como un proceso, una operación en torno a dos marcas distintas o el juego de dos marcas. Tres conceptos de temporalidad.
1) Sucesión: despliegue de lo contenido en los comienzos, la marca 2 despliega lo que en 1 este plegado. No hay alteración cualitativa en 2, sino que solo hay repetición: una sola marca.
2) Sustitución: El 1 cae en el pasado y se inscribe una marca 2, se sustituye, también una sola marca.
3) Suplementación: La segunda marca historiza solo si se inscribe después de una primera, pero la altera. 2 suplementa a 1, introduce un termino suplementario permitiendo la historización.
Significación de las etapas vitales. 3 términos. 1- Son marcas reales corporales; 2- Practicas sociales y la significación socialmente ofrecida; 3- Sujeto, las marcas anteriores producen un sujeto que tiene que significar eso, producen un plus de actividad psíquica de significación. 
Si hay historización en la adolescencia es que la serie de marcas con que se estructura la vida psíquica del bebé no alcanzan para significar el segundo momento. O sea que hay historización solo si el conjunto de las primeras marcas socialmente instituidas que estructuran la primera vida psíquica no es suficiente para estructurar la segunda. 
Najmsnobich: Entrevista a Illia Prigogine ¿Nuevos paradigmas?
Ella enfatiza en la visión histórica diciendo que la irreversibilidad del tiempo es una propiedad fundamental de la naturaleza, ya que sin su rol constructivo no se podría pasar de un nivel de organización al siguiente. Todo lo que vemos en la naturaleza sigue un patrón evolutivo, inestable que se transforma. 
Prigogine ve al azar como fuente de creación, el principio explicativo del cambio y la transformación, una posibilidad para evitar el desencanto de un mundo determinado. El azar tiene que ser comprendido y valorado como principio de cambio. 
En nuestra vida cotidiana distinguimos lo que ya aconteció (infancia) de lo que no aconteció (muerte), sin embargo, la vida es irreversible al igual que la evolución biológica.
Yuni y Urbano: Psicología del desarrollo. Enfoque del curso vital.
Punto del programa: Psicología del desarrollo. Enfoques y perspectivas del curso vital.
Psicología del desarrollo: campo de conocimiento en el que convergen los aportes de diferentes enfoques, su objeto es la interpretación, descripción y explicación de las transformaciones psicológicas vinculadas al proceso del desarrollo humano (capacidades, facultades y procesos psíquicos del curso de la vida). Tiene un carácter integrador e interdisciplinario que se basa en la naturaleza compleja del psiquismo humano. Esta se intereso por todo el ciclo vital otorgándole mayor importancia al cambio social e histórico en el desarrollo individual. Interpreta al cambio como una evolución constante íntimamente ligada a los contextos. 
El enfoque del curso vital no es una teoría en si misma, sino es un enfoque. Conjunto de premisas que orienta a la descripción, interpretación y el análisis de los procesos de desarrollo evolutivo a lo largo de todo el curso vital. Le otorga mayor importancia a los procesos del sujeto, reconociendo la importancia del medio que, junto con el individuo, participa en la construcción y la autorregulación de su propio desarrollo. 
El papel relevante del sujeto en los procesos de desarrollo se relaciona con su carácter activo porque sus procesos de adaptación suponen el despliegue de estrategias de afrontamiento. Este enfoque resalta las diferencias, variaciones y transformaciones en el curso de la vida de cada sujeto individual. 
Premisas: concepto de desarrollo evolutivo: El desarrollo ontogenético es un proceso que se produce a lo largo de la vida aun en la vejez. En cada fase las transformaciones se dan por la interacción entre los logros adquiridos en procesos y acontecimientos vitales previos, con la irrupción de procesos que generan discontinuidad y que introducen experiencias innovadoras que desestructuran el ciclo vital e impulsan al sujeto hacia un nuevo equilibrio.
Sistemas influyentes en el desarrollo evolutivo: Resulta de las interacciones dialécticas entre 3 sistemas: Influencias normativas asociadas a la edad cronológica y sus roles sociales; Influencias normativas de los acontecimientos históricos y culturales de cada contexto social; Influencias biográficas, propias de cada individuo.
Los eventos no normativos son sucesos inesperados que afectan las capacidades del sujeto (como un accidente o una enfermedad), situaciones que generan disrupciones en el ejercicio de roles familiares o sociales.
El desarrollo evolutivo es multidireccional, es un proceso de constitución y reconfiguración de la subjetividad, la identidad, las capacidades y funciones psíquicas, y el sentido existencial del sujeto, a partir de la dinámica interactiva de despliegue/repliegue las potencialidades y limitaciones emocionales, afectivas, cognitivas y sociales que reconocen como punto de origen la concepción y como punto de cierre la muerte. 
La maduración psicológica en cada fase del curso vital implica metabolizar la discontinuidad y generar una versión particular y comprensiva de los avatares del desarrollo personal dentro de un acontecer histórico y de ciertas coordenadas sociales y culturales, tareas que le permitan al sujeto sostener un sentido de integridad, continuidad y mismidad existencial.
Tema II:La familia como estructura compleja.
Abelleira, Delucca: Acerca de la familia
Punto del programa: La organización familiar a través del tiempo.
En 1970 Berenstein concibe al grupo familiar como un sistema con una estructura inconsciente regulado por el principio de intercambio y el tabú del incesto. Se accedía al funcionamiento del inconsciente a través de las producciones familiares: sistema de nombres propios, representaciones del tiempo y espacio, circulación del dinero, discurso, mitos y creencias.
Berenstein considera que la organización familiar como sistema psicosocial basada en el intercambio subyace a nivel inconsciente y se pone de manifiesto en los lazos biológicos. De aquí su definición de grupo familiar: Sistema relacional entre dos familias con tabú del incesto, reguladora del intercambio dentro del grupo familiar y de este con otro para renovar el parentesco por medio de la alianza heterosexual. 
La EFI (estructura familiar inconsciente) obra como operador en el cual se generan significaciones de la cultura, las cuales llegan a los integrantes de la familia mediante transformaciones que les dan sentido y significados a las relaciones familiares. Una de sus ampliaciones refiere a la transmisión generacional. Esta se trata de la transmisión de significados inconscientes de una generación a otra que solo sucede mediante un acuerdo fundante y estructurante inconsciente entre los integrantes de la familia.
En 1990 Berenstein pone acento en el concepto de vínculo: se crea en presencia de otro que me ubica a mí. Liga dos espacios psíquicos propiciando un efecto de constitución intersubjetiva y constituyen a estos sujetos del vinculo en ese proceso de co-presencia el otro allí significa. La presencia del otro propicia la constitución subjetiva en tanto vertiente: semejante (mecanismos identificatorios, empatía, me reconozco en el otro), diferente (espacio de incomodidad que mediante la palabra puede ser restituida o encuadrada) y ajeno (aquello no asimilable del otro, no verbalizable).
Entonces, concebimos a las familias como una estructura abierta, compleja, heterogénea y en permanente intercambio entre sí y con el afuera, como toda construcción de la cultura. Expuesta a transformaciones a lo largo de la historia y en su propio devenir. Se abre un lugar de mayor relevancia al azar y al acontecimiento como operantes en la construcción de la subjetividad y os vínculos. Hablamos de un sujeto vinculado que forma y construye su ser con el otro.
Cada sujeto construye, ante la discontinuidad de la presencia o en ausencia del otro, representaciones sobre lo que anhela y desea inconscientemente que el otro sea para él. Siempre habrá una distancia entre la representación imaginaria y lo que el otro es en tanto sujeto singular.
Se espera que se ejerzan en la familia funciones de sostén y de amparo, de discriminación-corte y transmisión de la ley. Estas funciones son operatorias y necesarias para la constitución y construcción de la organización psíquica de los sujetos. Son provenientes del conjunto familiar en el comienzo de la vida, pero son ampliadas a otras redes vinculares extrafamiliares a lo largo del devenir.
Dos funciones fundamentales: Función amparadora primaria: Cuidados brindados por la madre, amparo y sostén biológico y psíquico, que lo catectice, libidinice y desee que ese niño viva. Se constituyen en el primer portavoz de la cultura, operan y se constituyen para el hijo en el primer contexto identificatorio que fundará el Yo. 
Función simbólica de corte y diferenciación. Es la función ordenadora de los vínculos intersubjetivos ejercida desde las instancias parentales. Se ubican como referentes de una ley de la cultura y le transmiten de forma explícita e implícita los valores, ideales y modelos que ellos han interiorizado en cuanto a lo prohibido y lo permitido para cada vínculo. 
Ambas funciones operan en el psiquismo infantil como condiciones de posibilidad de los procesos de identificación y diferenciación constituyentes de la alteridad. Este proceso de construcción de la subjetividad incluye lo intrasubjetivo en tanto el sujeto es capaz de inscribir y metabolizar; lo intersubjetivo que se construye en y por los vínculos y lo transubjetivo: lo que se inscribe de las marcas sociales y culturales.
Función filial: Al interior de una familia, implica la impronta de lo novedoso que cada hijo le impone a la organización familiar. Y la función de las familias de origen: tradiciones familiares. 
Las SIS (significaciones imaginarias sociales) son reglas, valores e ideales constuidos por el conjunto familiar en un momento histórico determinado, tienen un papel fundamental en la construcción de la subjetividad ya que operan como los organizadores de sentido de cada época social-historica, estableciendo lo prohibido y lo permitido, lo bueno y lo malo. Una suerte de sistema de interpretación de la realidad y de valorización. 
Castoradis: Avance de la insignificancia.
Las ideologías de izquierda se derrumbaron gradualmente y la idea de la sociedad de consumo triunfaron: crisis de sentido. En una crisis hay elementos opuestos que combates, mientras que lo que caracteriza a la sociedad contemporánea es la desaparición del conflicto social y político, ya nadie sabe que es ser ciudadano, ni madre ni padre. El capitalismo necesita conformismo generalizado respecto al consumo, política, ideas, cultura, etc. La historia es creación y cada sociedad es una creación particular.
Castoradis: La crisis del proceso identificatorio.
Punto del programa: Familia y cultura.
En nuestra cultura, el proceso identificatorio, la creación de un si mismo individual-social pasaban por lugares que ahora están en crisis. Pero porque no existe ninguna totalidad de SIS que pueda hacerse cargo de esta crisis. 
Las SIS tienen una triple función: Estructuran las representaciones del mundo en general, imponen lo que hay que hacer y lo que no; y establecen los tipos de afectos característicos de una sociedad (la fe, por ejemplo).
La instauración de estas tres dimensiones se da por su concretización mediante todo tipo de instituciones particulares y mediadoras. Primer grupo que rodea al individuo: la familia.
Castoradis dice que la única significación realmente presente y dominante es la capitalista, ya que uno vale por lo que gana. Todo ese mundo del consumo se filtra en las familias y alcanza al individuo desde su primera etapa de socialización. 
No puede no haber crisis del proceso identificatorio ya que no hay una autorrepresentación de la sociedad morada de sentido y valor.
Delucca, Petriz: Jóvenes padres de hoy. Continuidades y discontinuidades del vínculo inter y transgeneracional.
Punto de programa: Configuraciones vinculares.
Los abuelos ya no son ni aceptan ser demandados como cuidadores, sino que su función se agrega a la parental, adquiriendo el valor de suplemento. 
Abuelidad gozosa (que conservan espacios de placer propios); abuelidad garante (consientes de su papel de apoyo para contribuir a la estabilidad de las familias); abuelidad proveedora (de afectividad y económicas); abuelidad constructiva (se esfuerzan por mantener la unión familiar); y la abuelidad perpleja (no encuentran los códigos que le permitan integrarse en las nuevas construcciones y modos de intercambio).
Hornstein: La subjetividad y lo histórico social: hoy y ayer. Piera Aulagnier.
Punto del programa: Vincularidad e inconsciente. Tramas y anudamientos intersubjetivos.
Piera piensa al Yo como efecto de la apropiación de representaciones identificatorias que sobre él formularon los objetos investidos. Distingue un núcleo estable del yo (simbólico) y las figuras sucesivas de su proyecto identificatorio. 
Hay un devenir identificatorio, donde el objeto se transforma en sujeto a través de las vicisitudes pulsionales. 
Encuentro y producción de subjetividad: El deseo consciente de hijo condensa, para la madre, diversas representaciones inconscientes procedentes de su historia. La relación del padre con su hijo arrastrará las huellas de la relación consu propio padre.
Violencia secundaria: se le impone al niño una elección, un pensamiento o una acción motivados en el deseo materno. La madre es portavoz tanto de las manifestaciones de niño como de la cultura. Su discurso comenta, predice, acuna, libidiniza al infans con su discurso que porta significación. La psique metaboliza esos enunciados. 
Hay una sombra hablada supuesta por la madre hablante, proyecta sobre el cuerpo del infans y ocupa el lugar de aquel al que se le dirige el discurso del portavoz. El discurso de ir por la sombra le permite a la madre ignorar el ingrediente sexual inherente a su amor por el niño, ese discurso intenta impedir el retorno de lo reprimido. La sombra esta constituida por una serie de enunciados testigos del anhelo materno referente al niño, conducen a una imagen identificatoria que se anticipa a lo que enunciara la voz de ese cuerpo, por el momento ausente. Esta sombra también esta conformada por deseos inconscientes.
Tópica (Piera): tiene 3 instancias: el proceso originario (el pictograma), lo primario (la fantasía) y lo secundario (la representación ideica). Cuando los 3 espacios se han constituido, toda información impuesta por la existencia del “afuera de la psique” será metabolizada por cada una de las instancias. Para el proceso originario, todo existente es auto engendrado por la psique. Para el primario, todo existente es efecto del poder del deseo del Otro; y para el secundario todo existente tiene una causa que el discurso podrá conocer.
El pictograma niega lo “fuera de sí”, forjando dos representaciones: la realización del deseo implicara una unión entre representante y el objeto representado, y en la otra el propósito del deseo será la desaparición de todo objeto que pueda suscitarlo. Este proceso persistirá a lo largo de toda la vida como ese fondo representacional que vincula cada nuevo encuentro con esos primeros encuentros y sus componentes somáticos.
El proceso primario comienza al reconocerse la existencia de un espacio separado del propio. La puesta en escena fantasmática representa dos espacios sometidos a la omnipotencia del deseo materno: representaciones en las cuales el niño es objeto deseado y representaciones en las cuales la meta a la que apunta el deseo del Otro es el displacer. Entonces, este proceso resulta del conocimiento de una diferencia entre dos espacios y dos deseos. No desaparece la omnipotencia, sino que cambia de lugar: deseo del Otro.
El yo surge como efecto, nace del transito de un estado de pasividad y dependencia a un estado inverso, y poco a poco puede representarse como separado y diferenciado del mundo. Para devenir, el yo debe separarse del otro primordial.
Trayectoria identificatoria: Mientras hay vida, hay trayecto identificatorio ya que el yo esta constituido por un conjunto de identificaciones producto de los enunciados que, sobre el yo, formularon los otros significativos.
Freud a la identificación narcisista le agrega una identificación primaria: la identificación edípica no es solo narcisista, ya que introduce en el yo el tercero. El niño ocupa lugares condicionados por el deseo materno que quieren preservar el vínculo. 
La trama pulsional: El infans moriría sin los cuidados de la madre que implanta la vida pulsional. En el encuentro boca-pecho, un mismo objeto se constituye en causa de la desaparición de la necesidad y del placer erógeno. 
El cuerpo es investido por el yo como origen del placer, producto del cuerpo a cuerpo con el otro y con el discurso de otro sobre ese cuerpo (el cuerpo hablado). Este cuerpo-placer es lo primero con lo que cuenta el yo. El placer erógeno es condición del placer narcisista o identificatorio, pero a su vez, el yo tiene tratos con el cuerpo-sufrimiento.
La práctica analítica: Piera adopta la expresión “teorización flotante”, una actitud que moviliza todo lo que conoce el analista respecto del funcionamiento psíquico. Lo que sucede es que lo que surja dependerá de la historia transferencial. La interpretación analítica resignifica los enunciados identificatorios mediante los cuales el yo se define como yo pasado, yo actual y como enunciante de un anhelo futuro. Nuestra tarea consiste en proveer palabras al afecto y permitirle un lugar en el capital fantasmático del que dispone. Esto nos lleva a un riesgo de la violencia secundaria, sea por la imposibilidad de escuchar al otro en su alteridad o por atribuirnos poder de transformación rari. Si no te pones pa la proyección, no sos funcional al show.
La violencia primaria impone sus palabras al niño en tanto este necesita que pongan en palabras los desbordantes afectos. El análisis invierte esto, teniendo la interpretación como finalidad encontrar en esas demandas, inhibiciones, síntomas, los conflictos que lo originan y remontar estos a aquellas experiencias que fueron su fuente, proponiéndose dilucidar ciertas violencias padecidas.
Del contrato narcisista a lo histórico-social: El yo inaugura un tiempo historizado; el conflicto identificatorio se reabre cada vez que hay conflicto entre aquello que el yo es, aquello que esperaba devenir y aquello que el cree haber devenido. Requiere de nuevos espacios y de nuevos destinatarios a los cuales demanda placer y reconocimiento narcisista (primer espacio: investimento familiar, segundo; medio escolar en niño; amigos para el joven y para el adulto lo profesional). Un tercer espacio es lo histórico-social: una subcultura con la que comparten intereses, exigencias y esperanzas.
Para Castoradis, psique y sociedad son irreductibles e indisociables. La psique se socializa incorporando el magma de SIS y la sociedad sobrevive gracias a esa incorporación. La psique es un sistema abierto estructuralmente y cerrado organizativamente. Lo histórico-social es la base productiva que constituye a los sujetos. La subjetividad es el producto de la incorporación de SIS creadas por el colectivo de sujetos. Entonces el sujeto deviene dando a su pasado y a su porvenir un sentido, eligiendo un proyecto identificatorio y una interpretación de su historia reelaborada sin cesar.
Roudinesco: La familia en desorden.
Punto del programa: Lo que permanece y lo que cambia
La familia se considera como una institución doblemente universal: asocia un hecho de cultura construido por la sociedad a un hecho de la naturaleza inscripto en las leyes de reproducción biológica. 
Dentro de los dos grandes ordenes de lo biológico (diferencia sexual) y lo simbólico (prohibición del incesto y otros interdictos) se desplegaron las transformaciones de la institución familiar a lo largo de generaciones.
En sentido amplio, la familia se definió como un conjunto de personas ligadas entre sí por matrimonio y filiación, como estructura jerárquica de dominación patriarcal.
3 grandes periodos en la evolución de la familia; Familia “tradicional”: Mundo inmutable y sometido ante la autoridad patriarcal; Familia “moderna”: Fundada en el amor romántico, sanciona a través del matrimonio la reciprocidad de sentimientos y deseos carnales. Y Familia “posmoderna” (1960): Une por un periodo de extensión relativa a dos individuos en busca de relaciones íntimas o expansión sexual.
Ahora bien, para el psicoanálisis, la familia esta fundada sobre el asesinato del padre por el hijo, la rivalidad entre estos, el cuestionamiento de la omnipotencia patriarcal. Para validad la tesis del deseo reprimido por la madre, hay que demostrar que Edipo mata a su padre para llevar a cabo el incesto. Freud reinterpreta esto diciendo: Edipo no es culpable del asesinato, sino de ser un sujeto culpable de desear a su madre, de tener un inconsciente. 
La transformación de la sexualidad y la mirada puesta sobre la mujer y el niño dentro de la familia, genero un nuevo ordenamiento de las relaciones de alianza. La mujer se individualizo a medida que se acerco al placer sin reproducción y en cuanto al niño, se proyecto una identidad diferente a la de sus padres: paso del niño objeto a niño sujeto. Patriarca mutilado en tanto jefe de familia.
Tema III: Lugares, funcionesy vínculos de la estructura familiar. Diferentes niveles de análisis. Diversidad y familia.
Abelleira y Delucca: Teorizando sobre el proceso de separación en la familia.
Punto del programa: Divorcio. Nuevas construcciones familiares.
El divorcio esta incluido en un proceso anudado a la historia de la pareja, a su devenir como familia y los tiempos históricos en que este transcurre. 3 momentos: De construcción, alude al tiempo entre el encuentro inicial de la pareja, constitución del vínculo, sucesión de convivencia, advenimiento de los hijos y comienzo del malestar vincular.
Cuando por diferentes motivos la pareja enfrenta la separación del vínculo conyugal, se abre una operatoria de transformaciones en los vínculos que supone un complejo trabajo de reconocimiento de pérdidas, reformulación de las modalidades de intercambio relacional y necesidad de creación de otras alternativas vinculares. A esto le llamamos momento de deconstrucción (proceso psíquico que implica una mirada crítica sobre el vínculo por parte de los sujetos) y momento de nuevas construcciones.
Ese otro con quien en los primeros tiempos del encuentro se coincidía nivel media naranja, se va transformando en alguien tan diferente que ya no se tolera, como un enemigo.
La separación de la pareja se configura como una crisis en el devenir de ese vínculo que involucra a todo el grupo familiar. Crisis en tanto instala un cambio brusco y decisivo en el curso de un proceso, asociado a la idea de muerte en tanto ruptura de una continuidad. Pero a su vez, implica la posibilidad de crear otras maneras de funcionamiento, nuevas organizaciones vinculares, impensables en el momento de la ruptura.
Entre el momento de la pérdida segura y de la incierta creación de lo nuevo, transcurre un tiempo singular en el que predominan el dolor, la hostilidad, la incertidumbre y los interrogantes.
Cuando frente a lo que irrumpe, el sujeto y el grupo lo incorporan y logran cambios y transformaciones radicales subjetivas y vinculares, hablamos de acontecimiento: cuando la familia logra acceder al tiempo de las nuevas construcciones vinculares. 
La familia se enfrenta a una paradoja: desprenderse del otro (esposa/o) con todo el esfuerzo que supone, pero a su vez y simultáneamente, necesitan construir un nuevo vínculo en tanto padres sin convivencia. Una lucha constante entre la necesidad de “ausencia” del otro para realizar el duelo y la necesidad de “presencia” del otro para construir lo nuevo.
En relación al vínculo fraterno, se refuerza en sus aspectos solidarios, apuntando a sus integrantes en su solidez y permanencia: algunos se van con la madre y otros con el padre.
Consideramos que se ha logrado una nueva construcción cuando la eficaz elaboración del duelo y la crisis por la ruptura da lugar al acontecimiento. Es decir, cuando ambos miembros de la expareja pueden elaborar nuevos pactos con el fin de sostener la parentalidad.
Alberti y Méndez: La familia en la crisis de la modernidad.
Punto del programa: El parentesco cultural. Lugares del parentesco.
Familia: institución presente en toda sociedad bajo distintas formas. Los elementos comunes: matrimonio e hijos nacidos de esta unión. Para que la familia exista tiene que haber una terceridad que la reconozca como tal mediante normas explícitas. Esta unión esta basada por lo tanto en una red de derechos y obligaciones: económicas, religiosas, sociales, afectivas, sexuales, etc. 
En este pasaje a la cultura se instala la prohibición del incesto, que implica el establecimiento de diferencias a partir de una marca significante, madre, padre, son denominaciones que significan la prohibición de la unión sexual con los hijos. Por esta articulación entre naturaleza y cultura se instala un nuevo orden: El orden simbólico, el cual funda las instituciones de la cultura y tiene como fundamento la universalidad de la prohibición.
Es fundamental para entender el tema del parentesco, el análisis de la función simbólica. Todo hecho social pertenece a un sistema simbólico y adquiere sus significados en un campo semántico determinado. El nombre del padre otorga la posibilidad de ingresar en el orden de lo simbólico.
Piera: El espacio al que el yo puede advenir.
Punto del programa: Funciones simbólicas: reciprocidad y efectos recíprocos.
Todo sujeto nace en un espacio hablante, y ese espacio ofrece al yo un hábitat conforme a sus exigencias.
Microambiente: Es entre la psique singular y el ambiente psíquico, es el medio familiar catectizado por el niño como metonimia del todo. Aquí adviene el yo. Es una totalidad para el niño, constituido por el discurso y el deseo de la pareja paterna, este microambiente aludirá al portavoz, a la violencia primaria y a la sombra hablada.
Lo que el infans metaboliza es una pura representacion de su relación con el mundo, se trata de un fragmento del mundo conforme a la interpretación que la represión le impone al trabajo de la psique materna, remodelado para tornarlo homogéneo a la organización de lo originario y lo primario. Es posible decir, que la psique “toma en sí” un objeto marcado por el principio de realidad y lo metaboliza en un objeto modelado por el principio de placer.
La función de prótesis de la psique materna permite que la psique encuentre una realidad ya modelada por su actividad y que, gracias a ello, será representable. En el momento del encuentro infans-madre vemos una dinámica peculiar: La madre ofrece un material psíquico que es estructurante por haber sido ya remodelado y que respeta las exigencias de la represión; y el infans recibe este alimento psíquico y lo reconstruye tal como era en su forma arcaica para aquella que, lo había recibido del Otro. 
La violencia primaria es necesaria para permitir el acceso del sujeto al orden de lo humano, precediendo en mucho al nacimiento del sujeto, hay un discurso preexistente que le concierne: la sombra hablada.
El análisis de las relaciones entre el portavoz y el cuerpo del infans como objeto del saber de la madre y el portavoz y la acción de represión, permitirá esclarecer la problemática identificatoria, cuyo eje es la transmisión sujeto a sujeto de algo reprimido, indispensable para las exigencias estructurales del yo.
El discurso de y por la sombra es el que permite a la madre ignorar el ingrediente sexual inherente a su amor por el niño. En el discurso materno todo aquello que habla el lenguaje de la libido y del amor es dedicado a la sombra (enunciados testigos del anhelo materno ante el niño, que anticipa lo que enunciara la voz de ese cuerpo). 
En el proceso secundario, el anhelo se expresa en los enunciados del discurso mediante el Yo materno da sentido a su relación identificatoria y libidinal con el niño. Este, soporte del anhelo, desempeña el papel de instancia represora en relación con el deseo inconsciente de la madre, convirtiéndose en un apoyo al servicio de sus defensas, a modo de dique que la protege del retorno de lo reprimido.
Berenstein: Del ser al hacer. Curso sobre la vincularidad.
Punto del programa: Vínculos de consanguinidad y de alianza.
Dos tipos de vínculo: de sangre que corresponden al parentesco (madre, padre con hijos) que se remiten a la descendencia y la transmisión genética; y de alianza, los cuales la relación se basa en compromisos recíprocos entre las personas (como el matrimonio), como un contrato, y la pareja tiene relaciones sexuales. 
La vida biológica es el sostén material del cuerpo erógeno, y pasa a vida humana en el vínculo con el otro y con los otros. Lo vincular va más allá de la vida biológica, con los vínculos el ser humano se subjetiviza a través de esa especificidad que otorga la historización la cual solo es posible en relación con los otros.
El vínculo es lo inconsciente en su mayor densidad, es lo que da pertenencia y establece una discontinuidad o una continuidad entre yoes, lo cual no es percibido por la consciencia.
Cadoret: Padres como los demás. Homosexualidad y parentesco.
Punto del programa: Parejas parentales homosexuales y/o transexuales: diversidad y familia.
Afirmarque uno constituye o forma parte de una familia homosexual, cuando tal configuración familiar es infrecuente e inquietante, requiere un enfrentamiento; se trata de revelar la identidad. Lo que apena a todos estos chicos no es la homosexualidad de sus padres, sino la consideración social respecto a esta.
Los padres homosexuales deben afrontar dos cuestiones: la llegada del niño, sus orígenes y la posición que ocupa en estos la madre/progenitora y el padre/progenitor; y la composición del hogar o los hogares implicados. Es preciso tener en cuenta la importancia del rechazo social a la homosexualidad y el homoparentesco, así como la referencia al modelo familiar prototípico.
El término padres se aplica a quienes confieren al niño su estado civil e identidad familiar. Constatamos que todas las funciones parentales pueden ser compartidas, delegadas o transferidas salvo la concepción y el nacimiento. 
Toda sociedad regula la cuestión de la paternidad, porque el hombre engendra pero no gesta, y necesita determinar cual es la madre de sus hijos; si la mujer desaparece antes de dar a luz, el hombre jamás será padre, mientras que si es el quien desaparece, la madre seguirá siendo madre. Básicamente, el hombre ha tenido que apropiarse de las mujeres y situarse como jede de familia para ser padre, y la mujer ha tenido que asegurarse que un hombre permaneciera presente como padre de sus hijos (horror).
El estatus de parentesco, marco simbólico de inscripción en un linaje, puede garantizarse en una familia heteroparental como en una homoparental.
Delucca: Modalidades actuales del ejercicio de la parentalidad, en familias de La Plata.
Punto del programa: Diferentes organizaciones familiares actuales.
Las modalidades de funcionamiento familiar, su organización, la relación entre los sexos, la relación con los hijos y el lugar que se les da en la familia, están en estrecha vinculación con el sistema económico vigente en la sociedad, la organización del estado y sus objetivos, los dispositivos de poder y el lugar que estos asignan al hombre y la mujer. A su vez, se señala que la familia como institución mediadora entre la sociedad y el individuo esta atravesada por mitos, creencias y significaciones socialmente construidas. 
Los estudios socio-historicos profundizan el análisis de las significaciones sociales como universos simbólicos que sirven de fundamento a esta construcción de subjetividad inter, intra y transubjetiva. 
Consideramos la familia en dos niveles: empírico (observable que da cuenta de las relaciones familiares y lo que producen, cercano a la consciencia de sus miembros) y nivel inferible: acceder a los fundamentos, reglas y significaciones que sustentan el ejercicio de las funciones parentales y filiales. 
Desde esta perspectiva consideramos a la familia como una estructura compleja, heterogénea, abierta y cambiante, no solo en tiempos históricos sino en su propio devenir. 
El concepto función refiere a lo que la cultura espera como ideal a cumplir de los lugares de parentesco y a como se ponen en juego en los vínculos intersubjetivos.
En la estructura del parentesco, como construcción cultural y social, consideramos 4 lugares y denominaciones: madre, padre, hijos y representantes de las familias de origen, que generan diferentes vínculos: de alianza o pareja (legal o de hecho), paterno-filial, fraterno y el vínculo ancestral (hijos con la familia de origen de los padres). A su vez, “función” implica que las mismas pueden ser desempeñadas en el grado variable desde diferentes lugares de la estructura familiar, y aun por fuera de la misma, por otros agentes socializadores.
2 funciones fundamentales que se ejercen desde las instancias parentales: 
Función amparadora primaria: Tomar al hijo y sacarlo de la prematuración propiciándole un contexto de cuidados biológicas y un contexto de significación psíquica que lo reconozca como un sujeto de derecho: amparo y sostén biológico y psicológico. El borrego necesita que lo catectice y libidinice, que desee que el niño viva. Es el primer portavoz de la cultura. El amor tierno hacia el bebé, allí donde no hay un yo, el anhelo lo anticipa proyecta enunciado identificatorio anticipó un yo, no hay discriminación sujeto/objeto pero si una anticipación por parte del adulto. 
Función simbólica de corte y diferenciación: La regulación simbólica regula el establecimiento de cierta regulación de la autoridad. Este otro representante como lugar de la alienación ideales quien representa para el infans una regulación cultural simbólica de lo permitido y lo prohibido, de la posibilidad de convertir al otro en un sujeto no negando su diferencia. La representación de la terceridad como aquello que viene a drenar libido de la madre para otro lado, significando que el infans no es un objeto total para la madre y la madre no podría ser un objeto total para él. Corte implica diferenciación con el otro de totalización y diferenciación porque aparecen las diferencias generacionales que luego serán sexuales.
La función filial: Implica la impronta de lo novedoso que cada hijo aporta a la estructura familiar.
Función ancestral: Las familias de origen representan las tradiciones familiares. Se incluyen a través de creencias y mitos.
Vínculo: Tiene un carácter polisémico, refiere a una relación relativamente estable entre dos o más personas, estructurada en torno a intercambios variables. Acentuaremos su matriz inconsciente y su construcción histórica (intra, inter y tansubjetiva).
Configuración vincular: Alude a ciertos organizadores que constituyen y construyen en las relaciones interhumanas, cuya representatividad psíquica otorga el sentido de pertenencia al conjunto y de cierta identidad compartida.
Matriz inconsciente de los vínculos: dos aspectos articulables: Que los sujetos pertenecientes al vínculo no son conscientes del proceso psíquico que dio lugar a la construcción del lazo afectivo y comunicacional que los une; y, a un nivel estrucutal representacional de las significaciones que le dan sustento.
Los sucesos de la realidad y de la vida familiar no impactan del mismo modo a cada uno de sus miembros, sino que depende de su organización psíquica que un hecho se constituya en traumático e inasimilable al yo.
Delucca y Petriz: La transmisión transgeneracional en la familia: su valor y función en la construcción de la subjetividad.
Punto del programa: Transmisión de significaciones transubjetivas y transgeneracionales. Los ancestros. Función donante.
Luego de las dos funciones anteriores, aparece una tercera función fundamental de la familia: la transmisión. Cada sujeto metabolizara esta transmisión creando representaciones objetivas sobre lo recibido, en el marco de los vínculos intersubjetivos entre él y sus objetos primordiales. Pero muy tempranamente irá captando el “fondo de la melodía” construyendo las representaciones transubjetivas (más allá de…) que le permitirán saberse incluido en el conjunto social.
Ese “aprendiz historiador” (Aulagnier llama así al yo como instancia psíquica) es el responsable de la captación de la temporalidad: de un antes y un después. Un antes de su nacimiento y un futuro que lo espera.
La transmisión tiene dos ejes: sincrónico (significaciones del conjunto social) y diacrónico (donde están implicadas las generaciones anteriores y que constituye la transmisión transgeneracional.
Aquí se inscribe la abuelidad. El nacimiento del hijo crea la función de madre y padre, del mismo modo crea la función del abuelo.
Existen diferentes tipos de transmisión que se realizan a través del lenguaje: un tipo de transmisión a través del relato (costumbres, tradiciones, mitos y creencias); y otro modo de pensarla es como sedimento, como la transmisión del resto no significado, lo reprimido por los ancestros, lo no contestado, lo evitado. 
Gomel: Transmisión generacional, familia y subjetividad.
Punto del programa: Transmisión de significaciones transubjetivas y transgeneracionales.
En el terreno especifico de la transmisión, considero a la intersubjetividad eficazproductora de subjetividad, ya que la continuidad psíquica de las sucesivas generaciones a partir de la pertenencia a una cadena genealógica impone una exigencia de trabajo a los sujetos. La transmisión dejará su marca en el sujeto a través de complejas operaciones de reinscripción y transformación.
Acarreo entre generaciones: 3 ejes: transcultural, las SIS y familiares y lo no advenido al campo representacional.
La historia de una familia se construye en su transmisión: transmitir un pasado es construirlo; el pasado como tal está perdido y solo advenido en hecho histórico para lograr un encadenamiento.
La transmisión generacional será el modo peculiar en que verdades y saberes, odios y amores se traspasan de los viejos a los nuevos. La introducción de la realidad psíquica muestra como la herencia no puede ser recibida pasivamente, sino que requiere del sujeto un trabajo de apropiación. Produce una doble acción: adueñarse de lo recibido de los ancestros y al mismo tiempo imprimir un propio sello.
La instancia del ideal, en la oscilación ideal del yo- yo ideal, y la función superyoica, se transmiten a través de las generaciones y establecen desde Freud un eje privilegiado en el eslabonamiento de la historia. 
Un ideal empujado a lo absoluto y aun la tendencia a un cumplimiento moral llevado al fanatismo es superyoico y podría también conceptualizarse como “violencia del ideal”. 
La transmisión de lo no representado: Lo vivido previo a la constitución del inconsciente en cuanto instancia diferente y a la represión originaria como su organizador, deberá ser metabolizado por el infans.
Tres vías de transmisión: discurso familiar; escena fantasmática y trama identificatoria.
Tesone: Las huellas del nombre propio. Lo que los otros inscriben en nosotros.
Punto del programa: Transmisión transgeneracional.
Nuestro nombre propio es inseparable de nosotros, sirve para individualizarnos. El nombre refleja el ser mismo del individuo, lo sitúa en una compleja red de relaciones familiares, sociales, religiosas y espaciotemporales.
Nombrar es llamar a la vida, para existir realmente hay que haber sido nombrado. El nombre sella de forma indeleble el cuerpo del niño, le confiere un titulo de irremplazable. 
El nombre es una construcción con una doble vertiente: reconocer una legalidad más allá de lo singular como del conjunto y que está asociada también con la línea genealógica del apellido, y por lo tanto reconoce y sostiene la diferencia de las generaciones y posibilita un campo de significaciones novedosas en nominar a cada uno de los yoes de la familia.
Tema IV: El cuerpo como representación psíquica en el devenir.
Piera: Nacimiento de un cuerpo, origen de una historia.
Punto del programa: Imagen inconsciente del cuerpo.
Todo acto de conocimiento del mundo esta precedido por un acto de investidura, y este es desencadenado por la experiencia afectiva que acompaña ese estado de encuentro entre la psique y el medio que la rodea.
El niño hará su primera formulación de la realidad: La realidad esta regida por el deseo de los otros. La realidad es auto engendrada por la actividad sensorial.
Respecto del cuerpo: la actividad de las zonas sensoriales, el poderlo todo del deseo y lo que el discurso cultural denuncia sobre el cuerpo, darán lugar a 3 representaciones del cuerpo y a las 3 formas de conocimiento que la psique se proporciona a su respecto. 
Las instituciones sociales impondrán un discurso teórico sobre el cuerpo referido a un cuerpo modelo y universal. El sujeto se apropiará de ciertos enunciados que le van a permitir forjar su representación idéica inconsciente sobre su cuerpo. 
3 hipótesis: 1- El acto que inaugura la vida psíquica plantea un estado de mismidad entre lo que deviene en una zona sensorial y lo que de ello se manifiesta en el espacio psíquico. 2- El yo no puede habitar ni investir un cuerpo desposeído de la historia que vivió. La imagen corporal de este yo, tal como la construyo el portavoz, conserva la marca de su deseo (el deseo materno). 3- A partir del momento en que la psique pueda y deba pensar su cuerpo, el otro y el mundo en términos de relaciones, comenzará este proceso de identificación en que todo lugar identificatorio decidirá la dialéctica relacional entre dos yoes y su mutua repercusión.
La relación de la madre con el cuerpo del infans implica de entrada una parte de placer erotizado, permitido y necesario, que ella puede ignorar parcialmente, pero que constituye el vaciamiento del anclaje somático del amor que dirige al cuerpo singular de su hijo.
Lo que la mirada materna ve estará marcado por su relación con el padre del niño, por su propia historia infantil, por las consecuencias de su actividad de represión y sublimación, por el estado de su propio cuerpo, conjunto de factores que organizan su manera de vivir y su investidura respecto del borrego.
El sufrimiento del cuerpo del niño va a inducir una modificación en el comportamiento materno y en la organización del medio. El cuerpo sufriente cumplirá un papel decisivo en la historia que el niño se construirá acerca del devenir de este cuerpo y de si mismo. 
Delucca y Petriz: Cuerpo y devenir: recorrido de su significación.
Punto del programa: El cuerpo y su significación. Corporeidad. Imagen inconsciente del cuerpo. 
Freud estableció diferencias entre el organismo biológico y el cuerpo, por lo tanto, cuando hablamos de cuerpo ya estamos implicando algún tipo de inscripción psíquica, construcción del ser humano.
F planteo el concepto de pulsión como un límite entre lo somático y lo psíquico, tal vez porque solo es pensable en la medida que la madre como portavoz de la cultura, atravesada por la represión, poseedoras de deseos inconscientes y anhelos libidinales, narcisisticos, relación al bebe, irrumpe en el cuerpo del hijo en el amamantamiento dejándose afectar por él.
Esos enunciados a los que Piera llamo sombra hablada, cavan el lugar al que el yo del infans advendrá y posibilitaran que desde los comienzos de la vida, madre, padre y otros significativos le provean de experiencias unificantes sensoriales (caricias, acuñamiento), que le posibilitaran en primer lugar, esa experiencia como “siendo cuerpo”, que tiene que ver con el narcisismo primario; es en y por la relación con la madre que el infans accede y dispone a una identificación primaria, directa, inmediata, donde adquiere la sensación de ser un cuerpo. Esto es posible si la madre es portadora en su psiquismo, si hay inscripto en ella la función de terceridad (libido en otros lados). (Winnicot).
La corporeidad resulta del encuentro del deseo y el cuerpo funcional, transforma el cuerpo-cosa en un cuerpo-ser (Allouch).
Esta corporeidad originaria constituye lo que Dolto ha llamado la “imagen del cuerpo”.
En un primer tiempo distinguimos dos momentos lógicos: 1- Ligado a la separación-diferenciación del cuerpo de la madre, dialéctica de la alienación-separación; 2- centrado en la lógica de tener o no tener. Aquí se prepara el terreno para la segunda oleada en la elección de objeto (F).
Llegamos así al momento de pasaje y tramitación de los cambios, visiblemente expuestos, en el cuerpo transformado del púber. Tiempos que son de complejización por el encuentro de lo real en el cuerpo y las marcas de sus transformaciones, con lo sincrónico de la estructura narcisista y edípica (imaginaria y simbólica), que se conmueven y obligan al trabajo psíquico de elaboración y resignificación de sus enunciados identificatorios. 
El advenimiento de la pubertad marca la confrontación del sujeto con su propio cuerpo, al tiempo que con su propio yo. A partir de este momento, el devenir del sujeto transitará por la elección de la pareja, la constitución de la alianza y la estructuración de la familia con el advenimiento de los hijos.
El cuerpo no es una realidad en si misma, sino una construcción simbólica compleja.
Freud: Introducción al narcisismo.
Punto del programa: Cuerpo erógeno?
Narcisismo primario: la investidura antes de estar en un objeto estuvo en el yo.
Narcisismo secundario:Replegamiento de investiduras que estaban en el yo.
Ideal del yo: Instancia psíquica con la que el yo se mide constantemente. Implica una introyección de aspiraciones, valoraciones, emblemas y marcas. Heredero del Complejo de Edipo.
Yo ideal: Hereda el amor de si mismo que en la infancia gozo el yo real. Un momento en el que yo no fue criticado, relacionado con el narcisismo primario.
Erogeneidad: Actividad por la cual un lugar del cuerpo envía a la vida anímica estímulos de excitación sexual.
Nasio: Mi cuerpo y sus imágenes.
Punto del programa: Imagen inconsciente del cuerpo. 
La imagen inconsciente del cuerpo es uno de los conceptos centrales del psicoanálisis. Esta formada en la psique de un niño pequeño, continua estando activa durante toda la vida. 
La IIC: es una imagen de las sensaciones experimentadas por el niño cuando era bebé quedan grabadas en su inconsciente y se organizan en un lenguaje interior corporal, es un código intimo; es el conjunto de las primeras y numerosas impresiones grabadas en el psiquismo infantil por el contacto carnal, afectivo y simbólico. Se forma en el niño y sigue activa toda la vida. Es una memoria de nuestro cuerpo infantil.
Toda vivencia afectiva y corporal intensa, sea o no consciente, siempre deja su huella indeleble en el inconsciente, por ello es la memoria del cuerpo infantil.
3 componentes de esta imagen: 1- La imagen de base: le da al niño la convicción de que su cuerpo se asienta sobre un suelo firme que lo sostiene y lo soporta. Es la imagen de la sensación de un cuerpo en reposo, es la más importante porque le proporciona al borrego el sentimiento de existir, de ser. Esto es vital y esencial. 2- La imagen funcional: es la imagen de la sensación de un cuerpo agitado y febril, todo el inclinado a la satisfacción de necesidades y deseos, un cuerpo al acecho de objetos concretos que puedan saciar sus necesidades y entregado a intercambios sutiles con una madre que responde a los deseos de ternura y a las solicitudes de placer. 3- La imagen erógena: Es la imagen de un cuerpo sentido como un orificio entregado al placer, cuyos bordes se contraen y se dilatan al ritmo alternado de la satisfacción y la carencia. Estas 3 están vinculadas entre si de manera fluida y dinámica.
Las sensaciones que mas inviste el niño: 1-Sensaciones barestésicas (debido a la presión del liquido amniótico que lo envuelve) y las sensaciones propioceptivas. 2- Sensaciones interoceptivas o viscerales. 3- Sensaciones erógenas que emanan sobre todo de la boca y el ano y que dan la impresión de que todo su cuerpo es un orificio que palpita de placer.
Tres tipos de sensibilidad: 1- Sensibilidad exteroceptiva. 2- Interoceptiva o visceral. 3- Propioceptiva: reacciona a las excitaciones procedentes d ellos movimientos, las posturas y el tono corporal.
Cuando un niño recibe una herida en cualquiera de las 3 imágenes de un estadio libidinal determinado, regresa automáticamente a la imagen base del estadio precedente, a fin de recobrar lo antes posible la seguridad que le faltaba. En consecuencia, cuando el terapeuta se encuentre en presencia de un niño o adulto que sufre, debe saber que es por dos razones: Porque ha sido afectado por un acontecimiento perturbador, y después, porque como represo al pasado para buscar la seguridad de su imagen de base anterior, se siente desamparado por no estar ya en concordancia con su realidad presente.
*inserte cuadritos*
Rodulfo: La relación de lo desconocido del cuerpo con el lenguaje. 
La observación que Dolto formula sobre como la primacía de lo escópico reprime originariamente las imágenes inconscientes arcaicas, lo cual supone un costo para la subjetividad, se transpone automáticamente en un reparo critico por el modo como a su turno la teoría del espejo de Lacan reproduce en su articulación interna esta exclusión o abolición de todo lo corporal no escópico al escopicavizable. 
Concepto de subjetivación: Se lo puede pensar como un desarrollo y despliegue de la vivencia de satisfacción, punto de partida de la vida psíquica al inscribir paso a paso el cuerpo en el registro, en gran registro del principio de placer. Personalización implica que entra un cuerpo enteramente ordenado por lo biológico y sale un cuerpo bautizado por las marcas de placer/displacer que ya requiere del orden simbólico para ser pensado y para resolver alguna de sus perturbaciones más tempranas.
Tema V: Adolescente, adolescencia y a posteriori.
Bleichmar: Clínica psicoanalítica y neogénesis.
Punto del programa: Temporalidad, historización, tiempo y estructura.
Cuando la realidad simbólica cae sobre el sujeto, el único modo posible de apropiación consiste en metabolizar los elementos que permiten ordenar conocimientos a partir de los cuales se pueden establecer ordenes de significación del mundo. 
La fundación del inconsciente, condición de la clínica psicoanalítica. Hay dos grandes líneas de psicoanálisis posfreudiano: Escuela kleiniana: pulsiones y el inconsciente son correlativos y se encuentran desde el momento del nacimiento. Y el estructuralismo francés de Lacan: quien dice que el inconsciente no es algo con lo que se nace, sino que es un efecto de la cultura producido a partir de la inclusión del sujeto en relaciones estructurantes en el marco de la estructura del Edipo. 
En Klein el inconsciente no solo está dado desde el comienzo, sino que existe en si mismo; Lacan dice que el niño deviene objeto y no sujeto, el niño se convierte en objeto del deseo del otro, constituye su deseo con respecto al deseo del otro.
Para que la implementación del método psicoanalitico sea posible tiene que haber un inconsciente constituido y a partir de eso un conflicto intrasubjetivo, un sujeto capaz de posicionarse ante el inconsciente y una represión. 
El inconsciente se define en términos de conflicto intrasubjetivo. En el ser humano la singularidad no es un accidente, sino su esencia misma. Desde Klein decimos que es un sistema organizado de sentidos, basado en una lectura desde un modelo pulsional que va a ser aplicado al niño. Y desde Lacan sería un esquema con respecto al modo en que una estructura va a determinar las formas de organización deseantes del niño. 
Ahora bien, gran parte de lo que el sujeto considera como interior o producto de si mismo, tiene una proveniencia exterior, tal como ocurre con el yo y su materialidad identificatoria y por otro lado, gran parte de lo interior es vivido como ajeno, una ajenidad radical del inconsciente. Diferenciar lo interior de lo exterior es condición de conservación. 
El inconsciente tiene sus tiempos de constitución que se relacionan con los destinos de pulsión (transformación en lo contrario; vuelta contra la persona propia; represión; sublimación). Estos son destinos del sujeto, modos de constitución del aparato psíquico, los primeros dos conforman tiempos anteriores a la represión originaria y preparadores de su instalación; luego, la represión originaria funda la diferencia entre los sistemas psíquicos. Por último, la sublimación solo es pensable a partir de que hay represión, correlativo a una renuncia pulsional. 
Diferencia entre Complejo de Edipo y estructura del Edipo. Ese momento de la constitución subjetiva que en el pensamiento freudiano se define como tiempo en el cual se van a determinar los modos de pautación de la sexualidad en tanto ordenamiento del deseo genital. En cambio, el complejo de Edipo es posterior y ordenador de las constelaciones deseantes originarias que son pulsionales. Estas organizaciones pulsionales están ya atravesadas por organizaciones edípicas de los adultos que tienen a su cargo los cuidados primarios, para luego ser reensambladas por un movimiento de aprés-coup en el Complejo de Edipo.
Y entre estructura del Edipo y organización familiar, esta ultima remite al modo con el cual, en determinado momento histórico-social, se pautan los intercambios sexuales y se provee la preservación simbólica y material de un modo de agrupamiento caracterizado por relaciones de alianza y filiación. 
Lo inconsciente noaccede a la consciencia sin su transcripción en representaciones-palabra. Esta puede ser recuperada cuando algo fue reprimido y vuelve. La mayoría de las represiones con las que nos enfrentamos en el proceso terapéutico son casos de represión secundaria, son fragmentos discursivos que fueron expulsados de la consciencia y luego pueden ser recuperados, son estos los que dan lugar a la formación de síntoma.
Tiempos de constitución psíquica: El primer tiempo de la vida esta definido por lo biológico, atravesado por el mundo de la necesidad, de la supervivencia. El segundo tiempo de la vida corresponde al primer tiempo de la sexualidad marcado por el autoerotismo a modo representacional, se trata de la instalación de un objeto que ha perturbado la función, destinado a puro placer en el nivel de una zona erógena con un objeto proveniente de la sexualidad del otro. 
El plus traumático introducido por el otro humano es el que obliga a un proceso psíquico de complejización. En el primer momento de la vida se introduce el otro humano que tiene a cargo los cuidados precoces, otro humano que desconoce la existencia del placer sexual obtenido en estos cuidados porque la fuente que lo activa es inconsciente y que debido a ello instaura la pulsión en la cría a través de una implantación traumática.
Entonces, el primer tiempo de la vida psíquica es la instauración de la pulsión. El segundo se caracteriza por la constitución de la represión originaria, por la instauración del yo-representación narcisista que sepulta los representantes del autoerotismo en el inconsciente. Tiempo de la fundación del inconsciente en sentido estricto, ya que corresponde al tiempo de instauración de la represión de la sexualidad autoerótica, constituido por la instauración del narcisismo y la base de las identificaciones, el sujeto comienza a acceder a la cuestión de quien es. Si no se reprimen los representantes pulsionales, si no se funda el inconsciente como diferenciado, el niño queda librado a una no estructuración que no permite que se instale la lógica y no permite el reordenamiento del desorden pulsional ejercido. 
El tercer tiempo de la vida psíquica esta constituido por la fundación de las instancias ideales y de la consciencia moral. El ideal del yo y la consciencia moral se ordenan sobre la base de componentes universales aun cuando recojan su materialidad diferencial en el seno de la cultura en la cual el niño se desarrolle. 
El psiquismo parental es complejo, articulado metabólicamente en sus propias determinaciones históricas. Padre y madre entran en la estructuración edípica con representaciones determinadas históricamente que a su vez son contradictorias y complejas, y esta complejidad va a estar presente en las formas con las cuales produzcan ciertas determinaciones en el hijo. 
Diaz y Hillert: El tren de los adolescentes.
Punto del programa: 
En nuestra cultura la adolescencia esta significada como un tiempo de crecimiento, de búsquedas incesantes, pero no de manera continua y regular. En este contexto puede entenderse tanto la dificultad que los jóvenes tienen para encontrar un espacio propio, como las de los adultos, para dar respuestas apropiadas frente a este momento de cambio. Esto genera dolor y malestar que se expresa de diversas maneras: desde inhibiciones imposibilitantes hasta actuaciones descontroladas. 
La adolescencia implica tanto al actor (hombre joven) como a la acción (crecer o desarrollarse), y también a uno de los afectos concomitantes (dolor).
Tomamos la adolescencia como momento de pasaje, hay sociedades que tiene un pasaje ya ritualizado transmitidos generacionalmente. En relación con los ritos de iniciación, cada sociedad genera su singularidad de rito iniciativo, pero hay un patrón que se repite: incidencia en la sociedad, segregación o inclusión, transmisión y marcas corporales. En nuestra cultura este pasaje no está arreglado.
No hay cambio sin dolor. La maduración sexual es un tiempo de la vida donde se experimenta una radical discordancia entre la realización de las fantasías y la realización del acto sexual. Se trata de un pasaje de la sujeción al deseo del otro, a estar en condiciones de sostener tanto la pregunta por el deseo como la propuesta de un nuevo goce sexual. El joven deberá transitar desde la creencia en el Otro como garante de su deseo, de convertirse el mismo en responsable de su acto. Este pasaje es múltiple, da cuenta subjetivamente de lo que se menciona como transito de la dependencia infantil a la independencia del adulto. Cuando este transito se realiza, siempre se ve acompañado de dolor ya que se trata de una conquista que implica perdidas. 
Tatuajes: Padres los interpretan como transgresivos, rebeldes e irreversibles. El tatuaje es esa marca perpetua que la inscribe el hijo decidido a desprenderse de una relación con su cuerpo que ya no es el del niño imaginizado por su madre. Desde la psicología de las masas, los tatuajes cumplen con diversas funciones: objeto de consumo masivo; insignia común para un grupo; técnica de camuflaje y modo de realizar un duelo por la pérdida de un objeto de amor. El tatuaje funciona como objeto de mirada, ocupando el lugar de falo imaginario ya que la mirada denuncia la impotencia del agente de la castración simbólica. Paradoja en la practica masiva: donde se buscan distintos, se hacen moda. 
Giberti: Acontecimiento y aprés-coup.
Diferencia entra suceso y acontecimiento: El acontecimiento es lo que viene a faltar a los hechos y remite a los efectos de algunos sucesos para los cuales carece de explicación y nominación. Este se refiere a la imposibilidad de prever la presencia o el desencadenamiento de determinados sucesos. Después de haber acontecido algo significativo, nuevo, imprevisto, se producen cambios que implican nuevas formas de conciencia: el acontecimiento adquiere eficacia como tal cuando se ha perdido la memoria del suceso que lo provoco. 
La legalidad transgresiva: coloca al niño en la tensión entre dos instancias contradictorias posibilitándole una actualización entre ambas que, a posteriori, podrá conducir a una vivencia o noción de incompletud. La construcción de esta legalidad transgresiva mediadora y sostén conduce a darse cuenta que ayer podía proceder de un modo y hoy conviene hacerlo de otro; originando una crisis que, tal vez en algún momento, lo conduzca a soportar la incompletud y la falta. 
Grassi y Cordoba: Entre niños, adolescentes y funciones parentales
Punto del programa: Delimitación etimológica conceptual.
La relación significante/ adolescencia. Etimología e historia. 
El significante adolescencia connota para el mundo adulto, el amenazante sentido de anunciar el advenimiento inexorable del recambio generacional. Los adolescentes al crecer agitan las tres figuras de la alteridad en su versión mas radical: el extranjero, la muerte y la sexualidad.
Adolescencia y adolecer no es lo mismo. Grassi afirma que la adolescencia es urgencia de transformar y crear, es puesta en desorden del cuerpo, de la identidad infantil, del desorden familiar y la posición generacional.
 El des-orden. Un desorden organizacional puede nacer a partir de un proceso que produce desorden. La vida psíquica encuentra momentos en los cuales trata de metabolizar lo heterogéneo y así re-organizar, re-ordenar. Son movimientos inaugurales constitutivos del psiquismo.
Lo nuevo, lo heterogéneo proviene de forma intrasubjetiva (cambios en el cuerpo y vicisitudes de la historia personal), intersubjetividad (abarca las relaciones familiares) y transubjetiva (conecta con las generaciones precedentes).
1)Metabolizar el crecimiento y desarrollo que jaquean la identidad.
Es conocido y aceptado el planteo de la adolescencia como un periodo de crisis y duelo. Crisis de identidad, duelo por el “ser infantil”. Son los duelos de los padres de la infancia, por la historia de las relaciones infantiles de objeto, por la mismidad, que toman un carácter distintivo respecto de otros duelos como la perdida de un objeto. 
Los trabajos de duelo en la adolescenciason paradojales. El fin de la infancia requiere de una muerte, pero a la vez una conservación superadora, transformación de lo infantil. Algo se pierde, pero los referentes simbólicos son significados. 
2)Metabolizar los dos tiempos de la sexuación y el entretiempo. 
Lo puberal-adolescente es el entretiempo de la sexuación en la medida en que la culminación de la sexualidad infantil no se produce automáticamente y deviene en su conformación normal definitiva: adulta.
Entre repeticion de lo viejo e inscripción de lo nuevo, lo puberal adolescente demanda un proceso identificatorio que se debate entre principio de permanencia y principio de cambio. El reacomodamiento que la adolescencia implica por sus posibilidades de fecundación y procreación impone al psiquismo un trabajo de simbolización de un nuevo emplazamiento generacional. 
Hartman, Quaglia y Kuffer: Retazos de historia… (político social)
La juventud es una construcción social y cultural. El problema de la juventud se ha definido en la historia de los pueblos, ligado a los ritos de iniciación. La juventud está marcada por ritos de salida o entrada que exceden la marca biológica que sigue la entrada en la pubertad. No solo se define por los cambios, sino que queda sujeta a una conjunción de valores y símbolos. 
El superyo parece hacer su entrada en ese momento de la subjetividad cuando se instala la moralidad, diferenciando así el joven del niño. La articulación con el trabajo de duelo lo plantea como un momento de desprendimiento, como si fuese posible una remoción identificatoria como la perdida de capas que constituyen al yo. Es en este momento de la subjetividad cuando la identificación primaria determina la elección de objeto. 
Tubert: la muerte y lo imaginario en la adolescencia.
Para el psicoanálisis, la infancia no desaparece nunca, las organizaciones sexuales infantiles están contenidas en la adulta: sus elementos persisten, aunque revalorizados o resignificados en una nueva estructura. La conflictiva edípica se repite en la adolescencia, pero siempre se configura sobre una nueva base. 
El autor propone concebir a la adolescencia como una estructura o configuración que no comienza ni finaliza en un momento determinado, sino que es el producto de una historia que se inicia con el nacimiento del niño y aun antes, en cuanto aparece el proyecto de su vida en los padres. En esta estructura se reinscribe todo lo construido hasta el momento de su cristalización y, a su vez, persistirá posteriormente, resignificándose de continuo de diferentes maneras, en función de las experiencias del sujeto y de sus relaciones con el universo simbólico del que forma parte.
El enfrentamiento con la muerte se vincula con las perdidas que supone la “metamorfosis” sexual: perdida de la imagen de sí mismo, perdida de la imagen del “niño ideal”, tanto para el adolescente como para los padres, perdida de los padres como sustento del ideal del yo infantil.
La evolución libidinal no esta señalada solamente por la solución de continuidad entre una etapa y otra: oral, anal, fálica y mucho después genital. Los momentos productivos operan en torno al trabajo del duelo. Para que intervenga el principio de realidad, es preciso que el objeto que antes procuraba la satisfacción se pierda.
Cada uno de esos duelos es el producto de un trabajo y ese trabajo de hallar significación es resultado de una pérdida.
La “metamorfosis de la pubertad” de la que habla Freud, el múltiple y complejo trabajo de duelo que la caracteriza, incluye, junto al interjuego de identificación y corte, la constatación del transcurso del tiempo, y con ella, el reconocimiento de la muerte.
Tema VI: La metamorfosis de la pubertad
Freud: Tres ensayos. Apartado III: la metamorfosis de la pubertad
Con el advenimiento de la pubertad se introducen los cambios que llevan la vida sexual infantil a su conformación normal definitiva. La pulsión sexual era hasta entonces predominantemente autoerótica; ahora halla al objeto sexual. Hasta ese momento actuaba partiendo de pulsiones y zonas erógenas singulares que, independientemente unas de otras, buscaban un cierto placer en calidad de única meta sexual. Ahora es dada una nueva meta sexual; para alcanzarla, todas las pulsiones parciales cooperan, al par que las zonas erógenas se subordinan al primado de la zona genital. Puesto que la nueva meta sexual asigna a los dos sexos funciones muy diferentes, su desarrollo sexual se separa mucho en lo sucesivo. La normalidad de la vida sexual es garantizada únicamente por la exacta coincidencia de las dos corrientes dirigidas al objeto y a las metas sexuales: la tierna y la sensual. 
Mecanismo de placer previo: Las zonas erógenas se aplican para brindar un cierto monto de placer, y de este arranca el incremento de la tensión la cual tiene que ofrecer la energía motriz necesaria para llevar a su termino al acto sexual. Es el provocado por la excitación de zonas erógenas, cuando se vacían las sustancias genésicas, aparece una nueva función de las zonas erógenas. 
La teoría de la libido: Fuerza susceptible de variaciones cuantitativas que podría medir procesos y trasposiciones en el ámbito de la excitación sexual. A esta, la diferenciamos de la energía de los procesos anímicos en general y le conferimos un carácter cualitativo. 
La representación de un quantum de libido yoica esta destinada a ofrecernos la posibilidad de explicar los fenómenos psicosexuales observados. Esta libido yoica solo se vuelve cómodamente accesible al estudio analítico cuando se ha convertido en libido de objeto. 
Pero la elección de objeto se consuma primero en la [esfera de la] representación, fantasías. A raíz de estas, vuelven a emerger en todos los hombres las inclinaciones infantiles, solo que ahora con un refuerzo somático. Y entre estas, en primer lugar, y con la frecuencia de una ley, la moción sexual del niño hacia sus progenitores, casi siempre ya diferenciada por la atracción del sexo opuesto. Contemporáneo al doblegamiento y la desestimación de estas fantasías incestuosas, se consuma uno de los logros psíquicos más importantes, pero también mas dolorosos, del periodo de la pubertad: el desasimiento respecto de la autoridad de los progenitores. Hay personas que nunca superaron la autoridad de los padres y no les retiraron su ternura o lo hicieron solo de modo muy parcial.
Freud: Contribuciones para un debate sobre el onanismo
El onanismo corresponde en lo esencial al quehacer sexual infantil y, luego, a su mantenimiento en años más maduros. 
Divide al onanismo según las edades de vida: 1- Onanismo del lactante (quehaceres autoeróticos al servicio de la satisfacción sexual); 2- Onanismo del niño (proviene inmediatamente de aquel y ya se ha fijado en zonas erógenas definidas); 3- Onanismo de la pubertad (sigue a continuación del onanismo infantil o separado de el por el periodo de latencia).
El onanismo no es equiparable al quehacer sexual puro y simple, sino que es tal quehacer con ciertas condiciones limitantes, Entonces es posible que justamente esas particularidades del quehacer onanista sean las portadoras de su efecto patógeno. 
Grassi y Cordoba: La creación del cuerpo adolescente
El encuentro de la psique con el nuevo cuerpo y su genitalidad produce un trabajo de inscripción que se expresara como proceso de crecimiento en dirección de la integración psicosomática y la subjetivación. 
Para adueñarse activamente de este cuerpo ahora genital, el adolescente deberá crearlo y crearse como tal, en un trabajo de apropiación subjetiva propiciado por el encuentro intersubjetivo con el otro no familiar. La tarea adolescente consistirá metafóricamente en crear-se los ropajes imaginarios y simbólicos para in-vestir con ellos ese real genital en estado de desnudez.
Procesos psíquicos del entretiempo de la sexuación que acompañan las transformaciones del cuerpo infantil durante la pubertad y posibilitan la creación del cuerpo genital adolescente:
1- El nacimiento del cuerpo en lo albores de lo originario: Corpsi, cuerpo psíquico/erógeno. En sus inicios

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