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Principios de la administración de fármacos

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Principios de la administración de fármacos
El principal papel del profesional de enfermería en la administración de fármacos es garantizar que los medicamentos prescritos se administren de forma segura.
La administración de los fármacos constituye una parte importante de una atención de enfermería integral que incorpore todos los aspectos del proceso de enfermería. Para la administración de los fármacos, los enfermeros colaborarán estrechamente con médicos, farmacéuticos y, por supuesto, con sus pacientes. El objetivo de este capítulo es presentar el papel y las responsabilidades del profesional de enfermería en una administración de la medicación segura y eficaz.
Conceptos clave
Los conceptos clave proporcionan un breve resumen de los aspectos más importantes de cada uno de los apartados correspondientes dentro del capítulo. Si alguno de estos puntos no está claro, acuda al apartado correspondiente para su revisión.
El profesional de enfermería debe conocer en profundidad las acciones y los efectos secundarios de los fármacos antes de administrarlos con el fin de reducir el número y la gravedad de las reacciones adversas.
Los cinco aciertos y las tres comprobaciones son directrices para la administración segura de los fármacos y suponen un esfuerzo común de enfermeros, médicos y otros profesionales sanitarios.
Para lograr el cumplimiento terapéutico, el paciente debe entender y asimilar el valor del tratamiento farmacológico prescrito. Comprender las razones del incumplimiento terapéutico puede ayudar al enfermero a potenciar el éxito de la farmacoterapia.
Existen órdenes médicas y tiempos establecidos para la administración rutinaria de la medicación. El registro de los fármacos administrados y la notificación de los efectos secundarios son importantes responsabilidades de enfermería.
Los sistemas de medida empleados en farmacología son los sistemas métrico, farmacéutico y casero. Aunque el sistema métrico es el más usado, el enfermero debe ser capaz de convertir las dosis entre los tres sistemas de medida.
La vía enteral incluye los fármacos suministrados por vía oral y aquellos administrados a través de sondas nasogástricas o gastrostomías. Es la vía de administración de fármacos más frecuente.
Los fármacos tópicos son aquellos que se aplican en la piel o en el revestimiento mucoso de ojos, oídos, nariz, tracto respiratorio, tracto urinario, vagina y recto.
La vía parenteral consiste en la administración de fármacos mediante una aguja en las distintas capas de la piel (ID), el tejido subcutáneo (SC), los músculos (IM) o las venas (IV).
Conocimientos y responsabilidades del profesional de enfermería en la administración de medicamentos
Tanto en la administración de los fármacos como en la supervisión de su empleo, se espera que el profesional de enfermería conozca los principios farmacoterápicos de la medicación que se administra a cada paciente. Debido a la gran diversidad de fármacos y a las posibles consecuencias de los errores de medicación, esta constituye, sin duda, una tarea titánica. El profesional de enfermería tiene la responsabilidad de conocer y comprender lo siguiente:
· Qué medicamento se prescribe Nombre (genérico y comercial) y clase de fármaco
· Objetivo perseguido
· Efectos en el organismo
· Contraindicaciones
· Consideraciones especiales (ej. influencia de la edad, el peso, la distribución de la grasa corporal y el estado fisiopatológico individual sobre la respuesta farmacológica)
· Efectos secundarios
· Por qué se ha prescrito este medicamento para este paciente en particular
· Cómo se dispensa el medicamento en la farmacia
· Cómo debe administrarse el medicamento, incluyendo los rangos de la dosis
· Qué aspectos del proceso de enfermería relacionados con la medicación pueden aplicarse a este paciente
Antes de la administración de cualquier fármaco, el enfermero debe obtener y procesar la información pertinente sobre los antecedentes del paciente, la exploración física, los procesos patológicos y sus necesidades y capacidades de aprendizaje. También deben tenerse en cuenta los factores de crecimiento y desarrollo. Es importante recordar que en la respuesta del paciente a la medicación influyen numerosas variables, por lo que un conocimiento sólido de estas variables puede potenciar el éxito de la farmacoterapia.
Un objetivo principal del estudio de la farmacología es reducir el número de reacciones farmacológicas adversas, muchas de las cuales pueden prevenirse, y también su gravedad. Los enfermeros profesionales pueden evitar sistemáticamente que sus pacientes sufran muchas de las reacciones adversas más graves aplicando su experiencia y sus conocimientos sobre farmacoterapia a la práctica clínica. Sin embargo, algunas reacciones adversas no pueden prevenirse y es vital que el enfermero esté preparado para reconocer las potenciales reacciones adversas de los medicamentos y responder ante ellas.
Las reacciones alérgicas y anafilácticas son reacciones especialmente graves que deben vigilarse cuidadosamente y evitarse siempre que sea posible. Una reacción alérgica es una respuesta adquirida en la que las defensas del organismo responden de forma exagerada frente a una sustancia extraña (alérgeno).
Los signos de las reacciones alérgicas varían en intensidad e incluyen erupción cutánea con o sin prurito, edema, rinorrea o enrojecimiento ocular con lagrimeo. Si se descubre que el paciente es alérgico a un producto, es responsabilidad del enfermero avisar a todo del personal registrando la alergia en la historia clínica y colocando etiquetas en la historia y en la hoja de medicación (MAR, por sus siglas en inglés). Sería conveniente colocar al paciente una pulsera de uso aprobado por el centro para avisar a todos los cuidadores de la alergia medicamentosa específica. Las alergias medicamentosas deben comunicarse al médico y al farmacéutico para que pueda revisarse el tratamiento farmacológico y se evalúen las sensibilidades cruzadas entre distintos productos farmacológicos.
La anafilaxia es una reacción alérgica grave caracterizada por una liberación sistémica y generalizada de histamina y otros mediadores químicos de la inflamación que puede conducir a un shock, potencialmente mortal. Síntomas como la disnea aguda y la súbita aparición de hipotensión o taquicardia tras la administración de un fármaco son indicativos de anafilaxia, la cual requiere tratamiento inmediato.
Comprobaciones en la administración de fármacos
La clásica regla de los cinco aciertos constituye la base práctica de una administración segura de los medicamentos. Los cinco aciertos aportan una guía práctica y sencilla que el profesional de enfermería podrá emplear durante la preparación, distribución y administración del fármaco, centrándose en su práctica individual. Los cinco aciertos son los siguientes:
1. Paciente correcto
2. Medicamento correcto
3. Dosis correcta
4. Vía de administración correcta
5. Momento de administración correcto
Con el paso del tiempo, se han ido añadiendo nuevas comprobaciones dependiendo del plan de estudios específico o de la política de la institución. Estas comprobaciones complementarias incluyen aspectos como el derecho a rechazar la medicación, el derecho a recibir información sobre el fármaco, la preparación correcta y el registro adecuado.
Las tres comprobaciones de la administración de fármacos, empleadas por los profesionales de enfermería junto con los cinco aciertos, ayudan a garantizar la seguridad del paciente y la eficacia del fármaco. Estas comprobaciones incluyen lo siguiente:
1. Comprobar el fármaco en el RAM o en el sistema de registro de la medicación al cogerlo del cajón de la medicación, la nevera o el armario de sustancias reguladas.
2. Comprobar el fármaco durante su preparación, su extracción del envase o durante la conexión de la bolsa al equipo IV.
3. Comprobar el fármaco antes de administrárselo al paciente.
A pesar de todos los intentos por lograr una distribución segura de los fármacos, los errores, algunos de ellos fatales, siguen ocurriendo. Aunqueel enfermero asume la responsabilidad de la preparación y la administración de los medicamentos, la seguridad en el tratamiento farmacológico es el resultado de un esfuerzo multidisciplinario. La responsabilidad de una administración de fármacos precisa recae en diversos individuos, incluyendo médicos, farmacéuticos y otros profesionales sanitarios.
Cumplimiento terapéutico y éxito de la farmacoterapia
El cumplimiento terapéutico es un factor fundamental en el éxito de la farmacoterapia. En el ámbito de la farmacología, el cumplimiento terapéutico consiste en tomar un medicamento en la forma prescrita por el médico o, en el caso de los fármacos de venta directa, siguiendo las instrucciones del prospecto. El incumplimiento terapéutico abarca desde no tomar la medicación hasta no tomarla en el momento oportuno o de la forma adecuada.
Aunque el enfermero puede ser extremadamente concienzudo poniendo en práctica todos los principios para una administración eficaz, estas estrategias tienen escaso valor si el paciente no considera que el tratamiento prescrito sea beneficioso para él.
Antes de administrar el fármaco, el enfermero debe aplicar el proceso de enfermería para elaborar un plan de cuidados personalizado que permita al paciente participar activamente en su cuidado de la mejor manera posible. De este modo, el paciente podrá aceptar o rechazar el planteamiento farmacológico del tratamiento basándose en una información precisa presentada en una forma que se adapte a su estilo de aprendizaje individual. Resulta obligado recordar que un adulto responsable y adecuadamente informado siempre tiene la opción legal de rechazar la medicación.
El plan de cuidados debe contemplar la información esencial que el paciente debe conocer sobre la medicación prescrita. Esto incluye datos como el nombre del fármaco, el motivo de su prescripción, las acciones farmacológicas esperadas, los efectos secundarios asociados y las interacciones potenciales con otros medicamentos, alimentos, plantas medicinales o alcohol. Es necesario recordar a los pacientes que también desempeñan un papel activo en mantener la eficacia y seguridad de su medicación.
En el cumplimiento del tratamiento farmacológico pueden influir muchos factores. El fármaco puede ser demasiado caro o puede que el seguro sanitario del paciente no lo cubra. En ocasiones, los pacientes olvidan alguna dosis, especialmente cuando el medicamento debe tomarse tres o cuatro veces al día. A menudo, los pacientes interrumpen los tratamientos que tienen efectos secundarios molestos o aquellos que alteran de manera importante su estilo de vida. Las reacciones adversas que suelen llevar al incumplimiento terapéutico son cefaleas, mareos, náuseas, diarrea o impotencia.
A menudo, los pacientes toman la medicación de formas inesperadas, en ocasiones autoajustando sus dosis. Algunos pacientes consideran que si un comprimido es bueno, dos comprimidos serán mejores; otros creen que si se ajustan a la pauta llegarán a depender de la medicación, por lo que sólo toman la mitad de la dosis prescrita. Los pacientes suelen ser reticentes a admitir el incumplimiento terapéutico e informar sobre él, ya sea por miedo al reproche o por vergüenza. Dado que los motivos de este incumplimiento son muchos y muy variados, el enfermero debe estar alerta al preguntar al paciente sobre su medicación. Cuando la farmacoterapia no obtenga los resultados esperados deberá contemplarse el incumplimiento terapéutico como una posible explicación.
Órdenes médicas y momento de administración
Los profesionales sanitarios emplean abreviaturas consensuadas para comunicar las instrucciones y el momento de administración de los fármacos. La tabla 4.1 enumera las abreviaturas más comunes empleadas en la posología.
	Tabla 4-1. Abreviaturas empleadas en la administración de fármacos
	Abreviatura
	Significado
	ac
	antes de las comidas
	ad lib
	a demanda
	AM
	por la mañana
	bid
	dos veces al día
	cap
	cápsula
	gtt
	gotas
	h o hr
	hora
	IM
	intramuscular
	IV
	intravenoso
	no
	número
	pc
	después de las comidas
	PO
	por boca
	PM
	por la tarde
	PRN
	si precisa
	q
	cada
	qh
	cada hora
	qid
	cuatro veces al día
	q2h
	cada 2 horas (hasta)
	q4h
	cada 4 horas (hasta)
	q6h
	cada 6 horas (hasta)
	q8h
	cada 8 horas (hasta)
	q12h
	cada 12 horas
	Rx
	tomar
	STAT
	inmediatamente
	tab
	comprimido
	tid
	tres veces al día
Una orden STAT o de administración inmediata indica que un medicamento debe administrarse inmediatamente y sólo una vez. Suele asociarse a la medicación de emergencia empleada en situaciones en las que peligra la vida del paciente. El término STAT procede de statim, palabra latina que significa «inmediatamente». Cuando el médico pauta una orden de este tipo suele advertir al enfermero para que este pueda obtener el fármaco de la farmacia y administrarlo inmediatamente. El tiempo entre la pauta de la orden y la administración del fármaco no debería exceder los 5 minutos. Aunque menos urgente, una orden ASAP debería administrarse al paciente en los 30 minutos posteriores a la orden.
La orden única se pauta para un fármaco que debe administrarse una única vez y en un momento específico, como es el caso de una orden preoperatoria. Una orden PRN (del latín pro re nata) se administra si lo precisa el estado del paciente. Será el enfermero quien tome la decisión de administrar dicho medicamento basándose en la valoración del paciente. Las órdenes que no se acompañan de STAT, ASAP, AHORA ni PRN se denominan órdenes rutinarias. Estas suelen llevarse a cabo en las 2 horas posteriores a la orden médica. Una orden permanente se pauta con antelación a una situación que debe llevarse a cabo bajo circunstancias específicas; por ejemplo, el conjunto de órdenes PRN postoperatorias que se pautan a todos los pacientes que se han sometido a un procedimiento quirúrgico específico. Una orden permanente habitual en los pacientes sometidos a una amigdalectomía es «paracetamol elixir 325 mg VO q6h PRN por dolor de garganta». Debido a las implicaciones legales de administrar un mismo tratamiento a todos los pacientes, algunas instituciones han prohibido este tipo de órdenes.
Las políticas de las instituciones exigen que el médico encargado revise las órdenes médicas cada cierto tiempo, generalmente cada 7 días como mínimo. La pauta de estupefacientes y otros fármacos regulados suele suspenderse automáticamente después de 72 horas, salvo que el médico vuelva a pautarlo específicamente. La interrupción sistemática no suele aplicarse cuando se especifican el número de dosis o un período exacto de tiempo.
Algunos medicamentos deben tomarse en momentos determinados. Si un fármaco provoca malestar gástrico, suele administrarse con las comidas para evitar epigastralgias, náuseas o vómitos. Otros medicamentos deben administrarse entre las comidas ya que los alimentos interfieren en su absorción. Es aconsejable administrar algunos fármacos del SNC y algunos antihipertensivos al acostarse ya que pueden causar somnolencia. El sildenafilo, único en su tipo, debe administrarse 30-60 minutos antes de las relaciones sexuales para conseguir una erección eficaz. El enfermero debe prestar especial atención a la educación de los pacientes sobre el momento en que deben tomar su medicación para mejorar el cumplimiento terapéutico y aumentar sus posibilidades de éxito.
Una vez administrada la medicación, el enfermero debe registrar adecuadamente que el paciente la ha recibido. Es necesario incluir el nombre del fármaco, la dosis, el momento de la administración, cualquier valoración pertinente y la firma del enfermero. Si el paciente rechaza un medicamento o este no se administra, este hecho debe registrarse en la hoja correspondiente de la historia clínica. Es obligatorio registrar la razón siempre que sea posible. Si el paciente expresara cualquier preocupación o queja sobre la medicación, estas también deben incluirse.
Sistemas de medida
Las dosis se determinan y administran por peso o por volumen. En farmacología se empleantres sistemas de medida: métrico, farmacéutico y casero.
El sistema de medida más habitual para los fármacos es el sistema métrico. En este, el volumen de un fármaco se expresa en litros (L) o mililitros (mL). El centímetro cúbico (cc) es una medida de volumen equivalente a 1 mL de líquido, pero la abreviatura cc ya no se emplea ya que puede confundirse con la abreviatura de unidad (u) y provocar errores de medicación.
El peso métrico de un fármaco se expresa en kilogramos (kg), gramos (g), miligramos (mg) o microgramos (mcg). Nótese que la abreviatura μg no debe emplearse en lugar de microgramo, ya que esta también puede confundirse con otras abreviaturas y conducir a un error de medicación.
Los sistemas farmacéutico y casero son sistemas de medida más antiguos. Aunque la mayoría de los médicos y farmacéuticos emplean el sistema métrico, estos sistemas todavía pueden encontrarse. Hasta que el sistema métrico reemplace por completo a los demás, el enfermero debe reconocer las dosis expresadas en cualquiera de los tres sistemas de medida. Los equivalentes aproximados entre las unidades de volumen y peso de los sistemas métrico, farmacéutico y casero se enumeran en la tabla 4.2.
	Tabla 4-2. Equivalentes aproximados de medidas en los sistemas métrico, farmacéutico y casero
	Métrico
	Farmacéutico
	Casero
	1 mL
	15-16 mínimos
	15-16 gotas
	4-5 mL
	1 dracma líquido
	1 cucharadita o 60 gotas
	15-16 mL
	4 dracmas líquidos
	1 cucharada o 3-4 cucharaditas
	30-32 mL
	8 dracmas líquidos o 1 onza líquida
	2 cucharadas
	240-250 mL
	8 onzas líquidas (1⁄2 pinta)
	1 vaso o taza
	500 mL
	1 pinta
	2 vasos o 2 tazas
	1 L
	32 onzas líquidas o 1 cuarto de pinta
	4 vasos o 4 tazas
	1 mg
	1/60 granos
	—
	60-64 mg
	1 grano
	—
	300-325 mg
	5 granos
	—
	1 mcg
	15-16 granos
	—
	1 kg
	—
	2,2 libras
Dado que los usuarios están muy familiarizados con las cucharaditas, cucharadas y tazas es importante que el enfermero sea capaz de convertir cantidades entre los sistemas métrico y casero. En el hospital, un vaso de líquido se mide en mililitros (un vaso de agua se registra como 240 mL). Si a un paciente al que se le da el alta se le pauta la ingesta de 2.400 mL de líquido diarios, el enfermero debe indicarle que beba 10 vasos o 10 tazas de líquido al día. Del mismo modo, cuando se administra un fármaco líquido a un niño, el enfermero debe explicar que 5 mL de fármaco corresponden a 1 cucharadita. El profesional debe potenciar el uso de instrumentos de dosificación precisos en el domicilio tales como una jeringuilla de administración oral, cuentagotas, cucharas cilíndricas y vasos de medicación, que se prefieren sobre las clásicas cucharas caseras por su mayor precisión. A menudo los cubiertos que denominamos cucharita o cuchara no se corresponden con el volumen que sus nombres indican.
Vías de administración
Las tres vías principales para la administración de fármacos son la enteral, la tópica y la parenteral, cada una de ellas con varios subtipos y todas ellas con ventajas y desventajas. Algunos fármacos están pensados para administrarse por varias vías, mientras que otros son específicos de una sola vía.
Algunos protocolos y técnicas pueden aplicarse a todos los métodos de administración. El estudiante debe repasar las directrices de la administración de fármacos que aparecen en la siguiente lista antes de avanzar hacia los apartados siguientes, que explican las vías específicas de administración:
· Compruebe la orden médica y las alergias medicamentosas.
· Lávese las manos y póngase guantes cuando sea preciso.
· Mantenga la asepsia durante la preparación y la administración de la medicación parenteral.
· Identifique al paciente preguntándole a él, o a un familiar o tutor, su nombre completo, compruebe la pulsera de identificación y contraste esta información con la hoja de medicación.
· Pregunte al paciente las alergias conocidas.
· Informe al paciente del nombre del fármaco y la técnica de administración.
· Coloque al paciente en una posición apropiada para la vía de administración.
· En el caso de fármacos enterales, ayude al paciente a sentarse.
· Si el fármaco se presenta en envase individual (monodosis), siempre que sea posible, evite retirar el envoltorio hasta que se encuentre junto al paciente.
· A menos que se indique específicamente en las órdenes médicas, no deje los fármacos en la mesita.
· Registre la administración del medicamento, así como cualquier respuesta notable del paciente, en la hoja de medicación.
Administración enteral
La vía enteral incluye los fármacos que se administran por vía oral y aquellos administrados mediante una sonda nasogástrica o gastrostomía. Esta vía es la más habitual, la más adecuada y, generalmente, la más barata. También se considera la vía más segura ya que no se compromete la barrera cutánea y, en caso de sobredosis, puede retirarse la medicación que permanezca en el estómago mediante la inducción del vómito. Los preparados orales están disponibles en comprimidos, cápsulas y formas líquidas. Los medicamentos administrados por esta vía aprovechan la extensa superficie de absorción de la mucosa oral, gástrica e intestinal.
Comprimidos y cápsulas
Los comprimidos y las cápsulas son las formas de presentación más frecuentes. Los pacientes las prefieren frente a otras vías o presentaciones debido a su fácil empleo. En algunos casos, los comprimidos pueden fragmentarse para obtener una dosis más individualizada.
Algunos pacientes, especialmente los niños, tienen dificultad para tragar comprimidos o cápsulas. Triturar los comprimidos o abrir las cápsulas y mezclar el fármaco con alimentos o zumo lo hará más agradable y facilitará su deglución. Sin embargo, el enfermero no debe triturar los comprimidos ni abrir las cápsulas a menos que el fabricante lo permita específicamente. Estas acciones pueden inactivar algunos fármacos, mientras que otros pueden irritar la mucosa gástrica y provocar náuseas y vómitos. En ocasiones, los fármacos no deben triturarse porque irritan la mucosa oral, son extremadamente amargos o contienen colorantes que manchan los dientes. La mayoría de las guías farmacéuticas proporcionan una lista de los fármacos que no pueden triturarse. Las directrices para la administración de comprimidos o cápsulas se muestran en la tabla 4.3A.
El contenido extremadamente ácido del estómago puede suponer un obstáculo insalvable para la absorción de algunos medicamentos. Con objeto de superar esta barrera, los comprimidos pueden tener una cubierta dura y aislante que les permite resistir esa acidez. Estos comprimidos con cubierta entérica están diseñados para disolverse en el medio alcalino del intestino delgado. Es importante que el enfermero no triture este tipo de comprimidos ya que el medicamento se vería entonces directamente expuesto al medio gástrico.
Algunos estudios han demostrado, sin lugar a dudas, que el cumplimiento terapéutico empeora a medida que el número de dosis diarias aumenta. Teniendo esto en cuenta, los investigadores han intentado diseñar nuevos fármacos que puedan administrarse en una o dos dosis diarias. Así aparecen los comprimidos o cápsulas de liberación prolongada, diseñados para disolverse muy lentamente. De esta forma, el medicamento se libera durante un largo período de tiempo, con lo que se consigue aumentar la duración de la acción del medicamento. También denominados medicamentos de liberación lenta, mantenida o retardada, estas formas ofrecen la comodidad de una o dos dosis diarias, pero no deben triturarse ni abrirse.
La administración oral tiene algunas desventajas. El paciente debe estar consciente y debe ser capaz de tragar adecuadamente. Las enzimas digestivas presentes en el estómago y el intestino delgado inactivan algunos tipos de fármacos, como las proteínas. Los medicamentos absorbidos en el estómago y el intestino delgado viajan primero al hígado, donde pueden inactivarse antes incluso de alcanzar los órganos diana. Las significativas diferencias en la motilidad del tubo digestivo y en su capacidad para absorber el medicamentopueden ocasionar variaciones en la biodisponibilidad.
Además, los niños y algunos adultos tienen cierta aversión a tragar comprimidos y cápsulas de gran tamaño o a tomar medicamentos de sabor desagradable.
	Tabla 4-3. Administración enteral
	Forma farmacéutica
	Instrucciones de administración
	A. comprimido, cápsula o forma líquida
	1. Valore el nivel de conciencia del paciente y su capacidad para tragar. 2. Coloque los comprimidos o las cápsulas en el vaso de medicación. 3. Para formas líquidas, agite el frasco para mezclar el contenido y mida la dosis colocando el vaso a la altura de los ojos. 4. Entregue al paciente el vaso de medicación. 5. Ofrézcale un vaso de agua para facilitar la deglución; puede ofrecérsele leche o zumo si no existe contraindicación. 6. Permanezca con el paciente hasta que haya ingerido la totalidad del medicamento.
	B. sublingual
	1. Valore el nivel de conciencia del paciente y su capacidad para mantener el medicamento bajo la lengua. 2. Coloque el comprimido sublingual bajo la lengua. 3. Indique al paciente que no mastique ni trague el comprimido ni desplace el medicamento con la lengua. 4. Indique al paciente que debe dejar que el comprimido se disuelva por completo antes de tragar saliva. 5. Permanezca con el paciente para comprobar que se ha disuelto la totalidad del medicamento. 6. Si el paciente lo desea, dele un vaso de agua.
	C. bucal
	1. Valore el nivel de conciencia del paciente y su capacidad para mantener el medicamento entre las encías y la mejilla. 2. Coloque el comprimido entre la línea de encías y la mejilla. 3. Indique al paciente que no mastique ni trague el comprimido ni desplace el medicamento con la lengua. 4. Indique al paciente que debe dejar que el comprimido se disuelva por completo antes de tragar saliva. 5. Permanezca con el paciente para comprobar que se ha disuelto la totalidad del medicamento. 6. Si el paciente lo desea, dele un vaso de agua.
	D. nasogástrica y gastrostomía
	1. Administre formas líquidas siempre que sea posible con el fin de evitar obstrucciones de la sonda. 2. Para formas sólidas, tritúrela hasta obtener un polvo fino y mézclelo completamente con un mínimo de 30 mL de agua templada hasta lograr su disolución. 3. Compruebe la correcta posición de la sonda. 4. Detenga la alimentación, si la tiene. 5. Aspire el contenido gástrico y mida el volumen residual. Si supera los 100 mL, en un adulto, compruebe el protocolo del centro. 6. Retorne el volumen residual por gravedad y limpie la sonda con agua. 7. Vierta la medicación en el cuerpo de la jeringa y deje que esta pase a la sonda por gravedad. Administre cada medicamento de forma independiente, limpiando la sonda entre cada uno de ellos. 8. Mantenga la cabecera de la cama elevada durante 1 hora para prevenir la broncoaspiración. 9. Reinicie la alimentación continua al ritmo indicado. Mantenga la cabecera de la cama elevada 45° para evitar la broncoaspiración.
Administración oral y sublingual
En la administración bucal y sublingual, el comprimido no se traga sino que se deshace en la boca. La mucosa de la cavidad oral está muy vascularizada, lo que la convierte en una excelente superficie de absorción para ciertos fármacos. Los medicamentos que se administran por esta vía no se exponen a las destructivas enzimas digestivas ni sufren el metabolismo de primer paso hepático.
En la vía sublingual, el medicamento se coloca bajo la lengua, donde se disuelve lentamente. Esta vía consigue un rápido inicio de la acción gracias a la rica vascularización de la zona. Las formas de presentación sublinguales suelen ser comprimidos de rápida disolución o suaves cápsulas gelatinosas rellenas de fármaco líquido.
Cuando son varios los fármacos pautados, los preparados sublinguales deben administrarse después de ingerir los medicamentos orales. Debe indicarse al paciente que no mueva el medicamento con la lengua y que no coma ni beba nada hasta que el medicamento se haya disuelto por completo. La mucosa sublingual no es adecuada para las formas de liberación retardada ya que es una zona relativamente pequeña bañada constantemente por una importante cantidad de saliva. La tabla 4.3B y la figura 4.1A muestran importantes datos sobre la administración sublingual.
En la administración por vía bucal, se coloca el comprimido o la cápsula en la cavidad oral, entre las encías y la mejilla. Debe indicarse al paciente que no manipule el medicamento con la lengua; de no ser así, este puede desplazarse al área sublingual, donde se absorbería más rápidamente, o hacia la orofaringe, donde podría tragarse.
La mucosa oral es menos permeable a la mayoría de los medicamentos que el área sublingual, lo que se traduce en una absorción más lenta. Se prefiere esta vía sobre la sublingual para la administración de sustancias de liberación retardada debido a la mayor extensión de la superficie mucosa. Los fármacos diseñados para este tipo de administración no suelen provocar irritación y son suficientemente pequeños para no causar incomodidad al paciente. Al igual que sucede con la vía sublingual, los fármacos administrados por la vía bucal evitan el metabolismo de primer paso en el hígado y los procesos enzimáticos del estómago y el intestino delgado. La tabla 4.3C y la figura 4.1B proporcionan importantes directrices para la administración por vía bucal.
Fig. 4-1. A. Administración por vía sublingual. B. Administración por vía bucal.
Administración por sonda nasogástrica y por gastrostomía
Es posible que los pacientes portadores de una sonda nasogástrica o de un dispositivo de alimentación enteral, como una sonda de gastrostomía, deban recibir medicación a través de estos. Una sonda nasogástrica (SNG) es un tubo suave y flexible que se inserta a través de la nasofaringe y cuyo extremo descansa en el estómago. Una sonda de gastrostomía (SG) se introduce directamente en el estómago del paciente mediante cirugía. Generalmente, la SNG se emplea para tratamientos a corto plazo, mientras que la SG se coloca en pacientes que precisan un tratamiento prolongado. Los fármacos que se administran mediante estas sondas suelen ser preparados líquidos ya que, aunque los fármacos sólidos pueden triturarse o disolverse, estos tienden a provocar la obstrucción de las sondas. Los fármacos de liberación prolongada no deben triturarse ni administrarse mediante estas sondas. Los fármacos administrados por esta vía están expuestos a los mismos procesos fisiológicos que aquellos administrados por vía oral. La tabla 4.3D presenta importantes directrices para la administración de fármacos a través de estas sondas.

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