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LOS SUJETOS DE LA NUEVA POBREZA DESDE UNA MIRADA SOCIAL, EN BÚSQUEDA DE LA SUPERACIÓN DESDE EL CONTEXTO DE LA PANDEMIA 2020/21
MAGALI ORDOÑEZ
UNIVERSIDA DE MORÓN
LICIENTATURA EN SERVICIO SOCIAL
2021
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN	3
LOS SUJETOS DE LA NUEVA POBREZA, EN BÚSQUEDA DE LA SUPERACIÓN DESDE EL CONTEXTO DE LA PANDEMIA 2020/21	4
MOTIVACIÓN	4
JUSTIFICACIÓN	5
ESTADO DEL ARTE	7
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN	10
INTERROGANTES	13
OBJETIVO GENERAL	13
OBJETIVOS ESPECÍFICOS	13
MARCO TEÓRICO	13
Justificación del Sistema	13
El Desarrollo Humano y la Desigualdad	15
La Justificación del Sistema Económico	19
La Desigualdad Económica	24
La Pobreza	30
La nueva pobreza en américa latina	32
INTRODUCCIÓN
En todas las sociedades conocidas se presentan diferentes evidencias de riqueza material, poder y prestigio entre sus miembros, puesto que el grado de pobreza, desigualdad o los criterios a partir de los cuales se estructura, se encuentran sometidas a una enorme diversidad social y pobreza. Por tanto, la pobreza ha mostrado a la humanidad que, como sistema, ha sido incapaz de solucionar los grandes problemas sociales de carencia y atraso, que él mismo ha generado y, que en el presente se enuncia como el desarrollo desigual. 
Asimismo, esta desigualdad es la dificultad estructural de las actuales sociedades, absorbiendo una mano de obra que le permita crecer de una forma más productiva y que le retribuya al recurso trabajo, unas condiciones que le permitan subsistencia con calidad de vida generosa. Todo ello, se da en mayor o menor medida en todas las economías del mundo, puesto que esto hace que las sociedades busquen una forma legal o personal para subsistir.
Según las nuevas proyecciones de la CEPAL (2021), dado a la dinámica recesión económica en América Latina, para el años 2020 la tasa de pobreza extrema se ubicó en 12,5% y alcanzando una tasa de pobreza del 33,7% de la población, registrando una caída del PIB de -7,7%, estimándose un total de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año 2019. Asimismo, esto condujo a que los gobiernos de la región efectuaran 263 medidas de protección social de emergencia en el año 2020, alcanzando el 49,4% de la población, aproximadamente 84 millones de hogares o 326 millones de personas, teniendo la pobreza extrema una incidencia que consiguió el 15,8% y la pobreza el 37,2% de la población.
De manera que, el papel del Estado se limita a garantizar los servicios básicos, compensando los desequilibrios que genera el mercado, teniendo en cuenta que las políticas sociales tienen un carácter de control, éstas siempre representarán un riesgo político, un foco de participación, resistencia por parte de la población, que en su mayoría, siempre será la más vulnerable. Por ello, los programas sociales como modelos de política social, agravan los procesos excluyentes, aumentando la extrema pobreza, vulnerabilidad, dependencia y aumento de las brechas, asumiendo además, que las personas necesitan la asistencia para su permanencia en la sociedad y llevar una vida mejor 
Por tal razón, la presente investigación tiene como objetivo general estudiar lo sujetos de la nueva pobreza, en búsqueda de la superación desde el contexto de la pandemia 2020/21.
LOS SUJETOS DE LA NUEVA POBREZA, EN BÚSQUEDA DE LA SUPERACIÓN DESDE EL CONTEXTO DE LA PANDEMIA 2020/21
MOTIVACIÓN
La presente investigación guarda tiene una motivación para el estudiante desde el punto de vista del Programa de Servicio Social de la Universidad del Morón, dado que se considera necesario interpretar desde la mirada de los actores sociales tanto internos como externos, la nueva pobreza, y examinar los contextos teóricos existentes al relacionarlos con la praxis en Pandemia 2020-21, elaborando nuevos conceptos y lineamientos teóricos a partir de la experiencia misma lo cual contribuirá invalorablemente a la disciplina.
No menos importante son los aportes que la investigación hará a las ciencias sociales, pues se estudiarán los campos estratégicos de la política social, pretendiendo develar las formas intrínsecas y la red de relaciones existentes entre los diferentes involucrados analizando como la participación del sujeto puede, efectivamente, ocupar un rol protagónico ayudando a conducir la transformación social de Bahía Blanca. De manera que, se considera al objeto de estudio, en las ciencias sociales, como individuos, actores insertos en su dimensión social, requiriendo de ellos una participación activa y colaboradora para la articulación de la teoría y la práctica, la cual se explicara a través de un entendimiento de las condiciones que configuran, limitan y determinan la acción de los actores sociales.
Asimismo, la perspectiva epistemológica adoptada en este estudio, y a la cual se espera poder enriquecer con nuevos aportes, se fundamenta también en el interaccionismo simbólico, basado en una concepción teórica del hombre, a la vez producto y productor de su realidad social, procurando investigar la realidad en su complejidad sin reducirla a lo que el investigador científico cree como esencial. Por tanto, esto orienta el conocimiento que suministra la investigación en su exploración de causas, en la parvedad de conocer la corriente de los diferentes actores que se despliegan en el tiempo y espacio cotidiano que explicita las peculiaridades poblacionales de Bahía Blanca.
JUSTIFICACIÓN
Ésta investigación se justifica en el contexto geográfico debido que en Bahía Blanca es necesario analizar los principios sujetos de la nueva pobreza desde el contexto de la pandemia 2020-21, puesto que en el Barrio ha sido analizado desde múltiples ángulos, pero pocas veces se le sitúa o se le califica como una tendencia propia e inherente a la evolución social y económica de las sociedades; sino más bien, como una anomalía que aunque persistente, es transitoria. 
Por otro lado, el estudio posee una relevancia social motivado que la novedad de este tema es la visibilización de la acción integral de procesos y aplicación de Trabajo Social Crítico, desde las bases, como prioridad en lograr el desarrollo socio-económico de la población afectada, como estrategia de intervención para la construcción de la mejor prácticas con las cuales los principios de derechos humanos informan el contenido de las actividades en materia de buen gobierno, instruyendo la elaboración de marcos legislativos, políticas, programas, asignaciones presupuestarias y otras medida que los derechos humanos no pueden ser respetados, protegidos, así como de procesos políticos, administrativos y de gestión responsables para satisfacer los derechos y necesidades de la población que se encuentra en la nueva pobreza.
De igual forma, conocer la innovación social, oferta institucional, emprendimiento y aliados estratégicos como eje articulador de los derechos humanos bajo metodologías de aprender haciendo, detectar la aplicación de la restitución de los derechos sociales, económicos y culturales en la población que se encuentra en extrema pobreza y vulneración de los derechos humanos.
La investigación posee una justificación económica debido que beneficiará a la población, logrando reafirmar la importancia que tiene el desarrollo de una economía adecuada y dirigida a ofrecer un crecimiento continuo del país, asociado a los cambios que experimentan los derechos fundamentales. Por ello, el libertad de la inversión pública sobre la privada en áreas de elevada rentabilidad, regulaciones laborales, impuestos, controles de toda índole, ineficiencia burocrática, inseguridad en los derechos de propiedad, inestabilidad macroeconómica y deterioro progresivo de la ley.
Seguidamente, la presente investigación posee una pertinencia institucional, puesto que está encaminado a determinar en qué medida estas prácticas por parte de los gobiernos locales, satisfacen las necesidades que establece el Estado Social de Derecho en Argentina; analizando los procesos de planeación, ejecución y evaluación de las políticas asistencialesy determinando si existe algún tipo de complementariedad por parte de políticas de desarrollo local, programas de emprendimiento e innovación, que promuevan el uso óptimo de los recursos disponibles, teniendo en cuenta los efectos de carácter presupuestal y administrativo que tienen las políticas asistenciales en la composición del aparato institucional y su respectiva gestión pública.
Por otro lado, el estudio tiene importancia en el ámbito académico, pues responde a la necesidad de poseer información más detallada que permitirá una comprensión adecuada de la desigualdad económica, contribuyendo a aportar nuevos enfoques para comprender solucionar problemas teórico-prácticos referidos a la materia. De allí que, el estudio formulado aspira generar un constructo participativo desde el punto de vista teórico que pueda orientar posteriores investigaciones, enmarcadas en el análisis de este tipo de fenómenos objeto del debate de opiniones que contrasten la transcendencia del tema.
A través de esta investigación se busca profundizar, detectar aportes y nuevos hallazgos tanto para el Programa de Investigación Social de la Universidad del Morón con respecto al servicio social que fortalece la nueva pobreza, con el fin de obtener un conocimiento más amplio en cuanto al esfuerzo de los profesionales del Trabajo Social por precisar el campo de la intervención y las características de la vida cotidiana que riegan el ejercicio de estos
ESTADO DEL ARTE
Son varios los estudios desarrollados en torno a los sujetos de la nueva pobreza, en búsqueda de la superación desde el contexto de la pandemia 2020/21, debido a su importancia y trascendencia, es así como se pueden revisar investigaciones realizadas desde diversos aspectos.
Al respecto, Martínez Poblete (2021) en su estudio titulado Pobreza y COVID-19. Una mirada general a los ajustes conceptuales y de mediciones de la pobreza en el contexto de la pandemia, bajo un enfoque cualitativo. Las conclusiones de la investigación demuestran el significado amplio del impacto que ha causado de la pandemia COVID-19, en cuanto a los procesos de empobrecimiento y el furor de las desigualdades en América Latina y el mundo, proyectando regresiones en cuanto a la reducción de la pobreza por ingresos. De igual forma, un inherente retroceso de grupos beneficiados por políticas sociales, quienes regresan a la pobreza, dado que está ocurriendo en un argumento de la política social que tornan al dominio progresivo de la pobreza por ingresos.
Por su parte, García, Tornel y Santos (2020) efectuaron una investigación Un retorno inevitable al concepto de pobreza en España en tiempos de confinamiento por el COVID-19, con enfoque cualitativo. Los resultados evidencian que las insuficiencias sociales creadas por esta contexto de crisis, establece una multidimensionalidad del concepto de pobreza, que da lugar a otros más actuales como vulnerabilidad o exclusión, desde la óptica de la pobreza. Asimismo, la actual situación de pandemia COVID-19 forma un recorrido de las nuevas demandas y necesidades detectadas por el modo de afrontamiento por concepto de limitaciones de los recursos, abandonando la idea de un Estado de Bienestar que los derechos fundamentales en consonancia con la solidaridad territorial que viene articulada con las medidas de los Servicios Sociales, trabajo comunitario a la solidaridad de la ciudadanía en todas sus tipologías de individuos y familias.
Asimismo, Boltvinik y Damián (2020) realizaron una investigación titulada El Covid-19 está aumentando mucho la pobreza y la desigualdad, bajo un enfoque cualitativo. Los resultados muestran que la pobreza se identifica según los ingresos a nivel de hogares, dado que es ahí donde ocupados y dependientes comparten el ingreso. Por ello, la dimensión del trastorno es mayor a lo que calculan quienes estiman la caída del PIB o el aumento de la pobreza establecido en la elasticidad-pobreza de la caída del PIB. De manera que, la refutación gubernamental se ha basado en estimaciones donde cada vez es mayor el daño humano de la pobreza.
Guzmán, Barozet y Méndez (2017) desarrollaron una investigación “Legitimación y crítica a la desigualdad: una aproximación pragmática”, con base a una metodología de tipo documental y bibliográfica. Los resultados muestran que en estos espacios de interacción se reproducen las desigualdades de clase y género, se establecen fronteras intergrupales que legitiman las desigualdades, distancias sociales, hacen aceptable la convivencia en un espacio social con lugares prefijados. Además, se evidencia que el grado de interiorización del discurso del esfuerzo y responsabilidad personal se encuentra avalado por la experiencia de movilidad social de corta distancia que muchos han experimentado en Chile, ya que se logra constatar que la legitimación de la lógica del mérito y responsabilidad individual con la vivencia cotidiana de desazón ante la desigualdad de oportunidades, concentración o acaparamiento de ventajas por parte de los grupos sociales altos, por el irrespeto y, finalmente, por la incertidumbre de perder lo logrado (Ruiz y Boccardo, 2011).
Sánchez-Torres (2017) elaboró un estudio Desigualdad del ingreso en Colombia: un estudio por departamentos, haciendo énfasis en las diferencias interdepartamentales y las heterogeneidades en la explicación de la desigualdad para cada departamento según fuentes de ingreso. Se utilizaron los microdatos de las encuestas de hogares de Colombia, calculándose cuatro indicadores de desigualdad y se estimaron diferentes descomposiciones del índice de Theil y el coeficiente de Gini. Las conclusiones del estudio demuestran en el caso colombiano, no existe una relación entre niveles de ingreso y desigualdad, ya que los departamentos con menores niveles de ingresos presentan las más altas cifras de desigualdad; aquellos con la menor desigualdad se destacan por tener ingresos superiores al promedio; sin embargo, los departamentos con mayor nivel de ingreso presentan alta desigualdad, así como departamentos con el mismo nivel de ingreso tienen niveles de desigualdad notablemente diferentes. 
Además, se afirma que las heterogeneidades en la forma como cada fuente de ingreso influencia los niveles de desigualdad por departamentos revela la importancia de percibir la distribución del ingreso como un elemento del bienestar y desarrollo, surgido de las características geográficas, económicas y sociales, observándose la descomposición y reducción del 9% en el coeficiente de Gini entre el 2002 y el 2015 en el total nacional, teniendo como resultado grandes heterogeneidades en el cambio de la desigualdad por departamentos (Departamento Administrativo Nacional de Estadística-DANE, 2016).
De Haro, Marceleño, Bojórquez y Nájera (2017) realizaron una investigación Las desigualdades socioeconómicas entre los municipios de Nayarit, México bajo el enfoque del estudio de divergencias, desde el inicio de un análisis matricial con el índice de desarrollo socioeconómico (IDSE) e índice del potencial de desarrollo socioeconómico (IPDSE). Los resultados descubren desigualdades significativas entre los municipios de Nayarit, México que contribuyen a fortalecer los programas del Plan Estatal de Desarrollo, identificando las necesidades a nivel municipal, admitiendo la distribución de los recursos según lo requiera cada uno de los municipios. 
Herrera Llamas et. al., (2016) realizaron una investigación Eufemismos bioéticos de la pobreza: clase vulnerable colombiana entre las estadísticas y la realidad, fundamentada en la teoría de los sistemas examinando la mutación estadística de los pobres con el nuevo calificativo de clase vulnerable. Las conclusiones del estudio muestran la existencia de una descontextualización de la miseria y un trato eufemístico frustren el presente principialismo bioético, con proyecciones inalcanzables en términos de igualdad, marginalidad y verdadero acceso a la cobertura de los servicios y beneficios que condenan el futuro de un alto porcentaje de la población en Colombia.Anderson (2015), efectuó un estudio titulado ¿Por qué importa la desigualdad? Del economicismo a la integridad social, explorando cuatro categorías: los argumentos económicos, explicaciones sobre la pobreza dinámica y desarrollo humano, las teorías sobre el contrato social, justicia social y aquellas que tratan sobre integridad social. Los resultados evidencian la existencia de poco consenso real sobre las bases por las que deben existir políticas públicas, una lógica débil y dependiente, asumiendo que el crecimiento económico ocupa un lugar común en la política pública, a la vez que trata a la desigualdad grave como algo que tiene poca lógica disfuncional de amplias repercusiones por sí misma y cómo la desigualdad grave puede socavar la agencia social integral, así como a un cuerpo político coherente tan importante para el progreso social y para los derechos de ciudadanía.
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
Comprendiendo que la Republica de Argentina como un estado dinámico cuya característica principal es el proceso evolutivo de su sistema, que describe los elementos del espacio, límites de acción y relaciones que hacen vida dentro de este Estado dinámico abre paso al preámbulo de actores dentro del mismo. Por tanto, la actuación de individuos tiene un carácter recíproco como beneficio mutuo dentro de la sociedad, actuando además bajo las normas, leyes, principios y valores, con sentido de pertenencia e identidad que fortalecen a los denominados grupos sociales.
Resulta evidente, que en la estructura del Estado los grupos sociales son elementos formadores donde las personas son diferentes entre sí y tienen nexos en común. Dentro de esta apreciación, y la esencia misma de esa relación entre personas nada puede ser más relevante que el grupo familiar como vinculante entre diferentes ciudadanos, siendo expresado en la Declaración Universal de Derechos Humanos en su Artículo 16 expresa que es un componente natural y fundamental para la sociedad, el cual sirve para la construcción de una comunidad gozando del reconocimiento por parte del Estado y sociedad para la protección de los mismos (Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948).
En este contexto, hablar de la inclusión social es una de las actividades sociales que han implementado las clases dominantes para disminuir la extrema pobreza que genera el sistema de explotación, al margen de la voluntad de los agentes intervinientes, para relativizar, frenar el conflicto y garantizar los privilegios en manos de pocos. De ahí que los sectores dominantes producían pobreza con pocas alternativas para combatirla e insuficiente a la demanda de las necesidades (Muller, 2006). 
Por otro lado, los problemas sociales que presentan los ciudadanos y sus fuertes críticas al sistema económico-social se tienen en cuenta en la labor social como resultado de la presión de los sectores populares. De igual forma, quién lleve a cabo la política social se considera asistencialista o no, la cual es realizada por gobiernos populares y nacionales, bajo una orientación ideológica-política de la práctica asistencial (Molina, 2002).
Por supuesto, el papel del Estado se limita a garantizar los servicios básicos, compensando los desequilibrios que genera el mercado, teniendo en cuenta que las políticas sociales tienen un carácter de control, éstas siempre representarán un riesgo político, un foco de participación, resistencia por parte de la población, que en su mayoría, siempre será la más vulnerable. Lo anterior, da razón a todos los programas sociales como modelos de política social, agravando los procesos excluyentes, aumentando la extrema pobreza, vulnerabilidad, dependencia y aumento de las brechas, asumiendo además, que las personas necesitan la asistencia para su permanencia en la sociedad y llevar una vida mejor (Roth, 2012). 
A razón de lo anterior se tiene que una investigación realizada en Bahía Blanca sobre la situación social y sanitaria de las personas que se dedican al Cirujeo se detalla que hasta mediados de la década del ´70 la pobreza era una cuestión marginal en la Argentina ya que comprendía el 5% de los hogares. En los ´80 subió al 12%, salto con la hiperinflación de 1989-1990 para descender luego con la estabilidad de precios. Pero este deceso solo duro hasta comienzos de 1994. Desde entonces la recesión, la caída de los salario y egresos, el aumento del desempleo, subieron en forma sostenida, agrandando la brecha entre los que más y menos ganan (Ferreira et al., (2007). 
Así con relación al año 1988 existen 5,5 millones de nuevos pobres y de este total, un poco más de la mitad se generaron en los últimos meses de 2001, dado que A partir de ese momento el crecimiento de la pobreza se fe acelerando por el impacto de los precios, mientras la actividad económica seguía cayendo y subía el desempleo. Durante el año 2001 sobre una base de 36.000.000 de habitantes, se afirma que más de 1.500.000 argentinos se convirtieron en nuevos pobres. 
Todo ello, dado al desempleo, subempleo y precariedad de las ocupaciones llegan especialmente cuando estos fenómenos son soportados por aquellas personas que más contribuyen al sustento de la familia, pues si bien estos fenómenos se verifican en todos los estratos sociales la inestabilidad y la elevada incertidumbre sobre el flujo de ingresos impactan significativamente en la calidad de vida de los hogares que cuentan con una escasa dotación del capital o pasibles de endeudamiento. De manera que, esta realidad los deja expuestos a una clara situación de “vulnerabilidad”, lo cual se expresa en el escaso margen con que quedan estas familias para hacer frente a situaciones imprevistas tales como enfermedad de algunos de sus miembros, pérdidas de trabajo, entre otros. 
De lo anterior, se puede prever que las políticas macroeconómicas de ajustes tenderían a incrementar el núcleo de hogares con necesidades básicas insatisfechas y acentúan los conflictos sociales, ya que repercute en forma directa en el acceso de la población a servicios sociales, de alimentación, educación, y salud. Es por ello, que se observa como necesario tomar conciencia que el Estado, en sus distintos niveles tiene roles que son indelegables e ineludibles.
Por otro lado, la profundidad y persistencia de la crisis iniciada a mediados de la década de 1970, hizo que entre 1980 y 1990, centenares de familias de clase media ingresen en el territorio de la pobreza: los nuevos pobres y los ex pobres estructurales, es decir, pobres de vieja data que en el pasado habían podido escapar de la miseria, hayan visto reducir sus ingresos hasta caer por debajo de la “línea de la pobreza”, que representa un ingreso escaso para adquirir la llamada Canasta Básica de Bienes y Servicios. Con la nombrada crisis de Diciembre de 2001 suscitada en el País, el avance de la pobreza y la depresión económica, agudizó la situación de una amplia franja de la población. 
Si bien estos fenómenos se verifican en todos los estratos sociales, la inestabilidad y la elevada incertidumbre sobre el flujo de ingresos impactan significativamente en la calidad de vida de los hogares que cuentan con una escasa dotación del capital o pasibles de endeudamiento. “Esta realidad los deja expuestos a una clara situación de vulnerabilidad, lo cual se expresa en las escasas posibilidades con que quedan estas familias para hacer frente a situaciones imprevistas tales como pérdidas de trabajo, enfermedad de alguno de sus miembros, entre otros (Ferreira et al. (2007).
INTERROGANTES
¿Qué principios rectores se encuentran en el contexto de la lucha contra la extrema pobreza?
¿Cuáles son los cambios de expectativas que generan las prácticas de los sujetos de la nueva pobreza?
¿Cuál es la situación de los nuevos pobres que se encuentran enmarcados desde el contexto de la pandemia 2020-21?
OBJETIVO GENERAL
Estudiar lo sujetos de la nueva pobreza, en búsqueda de la superación desde el contexto de la pandemia 2020/21.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Examinar los principios rectores en el contexto de la lucha contra la extremapobreza.
2. Indagar sobre los cambios de expectativas que generan las prácticas de los sujetos de la nueva pobreza.
3. Conocer la situación de los nuevos pobres que se encuentran enmarcados desde el contexto de la pandemia 2020-21.
MARCO TEÓRICO
Justificación del Sistema
Desde la sociología, la justificación del sistema está enfocada hacia los grupos que divulgan con bases jerárquicas sociales la desigualdad, puesto que estas corrientes causan una falsa conciencia en los dominados ignorando el dominio de la que son objeto. Por tanto, cuando el individuo reconoce la explotación a la que es sometido por el sistema económico político, puede eliminar los diversos efectos negativos que atañen la ideología individual, revelándose contra el sistema socioeconómico que lo explotaba (Pla , 2013).
Bajo esta concepción, se afirma que la ideología es un conjunto de diferentes dogmas que caracterizan el correcto orden dentro de una sociedad, cuya estructuras compartidas de los diversos modelos mentales de cada grupo de individuos logran interpretar la estructuración del medio. De manera que, ésta posee una función de instituir representaciones mentales para demostrar actitudes, examinar creencias sociales, personales, que pueden influir sobre el comportamiento social de cada individuo, justificando además el orden social, validar ese orden para todos y convertirlo en un sistema de representación subjetiva según las realidades que rodean a los diferentes grupos de individuos (Domínguez-Ríos y López-Santillán, 2016). 
Desde la perspectiva marxista, se logra observar que las ideologías propias de la conciencia, según Marx (1848), reflejan la pertenencia de un grupo social, incorporando el razonamiento de la sociedad para controlarlas, desplazarlas de su posición dominante o definir una situación de adaptación. También, toma medidas de las diversas clases sociales, formaciones o instituciones que forman parte de una sociedad política enfrentada a otras tales como gremios, ejército, Iglesia, entre otros (Soto, 2016). 
Por otro lado, la ideología bajo la concepción de conciencia objetiva está sujeta a una conciencia asignada al sujeto para que logre moldearse a otros sujetos del grupo social que, según Marx, los grupos que direccionan la sociedad capitalista esconden la correspondencia de utilización humana, perturbando al individuo con falsa conciencia para justificar el sistema económico capitalista y no permitirle alcanzar la conciencia de clase al sujeto para que no vaya en contra del régimen socioeconómico. Adicionalmente, Marx salvaguarda la enajenación que hunde al hombre socio-histórico al negarle la alternativa de cambiar diversos aspectos en los cuales se ve involucrado y que le provoca una falsa conciencia de su realidad (Triviño, 2016). 
La persona humana estudiada desde la teoría de la justicia manifiesta estar como una estructura de actos, unidad singular inabarcable, como proceso concreto que termina sólo con la muerte; originando y constituyendo su realidad ante la reflexión psicológica de manera inmediata y concreta, sobre todo en la participación amorosa. Cada vida humana implica partir de las condiciones en que vive, logrando alcanzar metas que se proponen, implicando planificación, organización, coordinación y competencia para establecer diversos actos para obtener fines, puesto que el entorno físico está organizado, cuenta con leyes que han sido descubiertas, organizadas según las aspiraciones de cada individuo (Flórez y Mosquera, 2013). 
De esta forma, la persona es realizable en la sociedad, la individuación psicológica en la forma de persona viene dada por el resultado de un proceso de naturaleza social, puesto que lo individual tiene sentido socialmente y es a partir de la diversificada red de relaciones e interacciones sociales que se conforma el individuo psicológico como persona.
Partiendo de esta realidad, la persona no tiene lugar sino se desarrolla en un contexto donde le sean brindadas todas las posibilidades para sentirse bien y mejorar su calidad de vida pero no entendiendo esta calidad desde conceptos primarios, al hablar de calidad de vida no solo es haber satisfecho las necesidades básicas de alimento, vivienda, trabajo, salud, entre otros, para la mayor parte de los miembros de una comunidad, en un contexto determinado, es más bien hablar de crecimiento personal, realizaciones de las potencialidades, el bienestar subjetivo (Castillo, Suárez y Mosquera, 2017).
Desde esta visión subjetiva, se realiza diversos argumentos que guardan relación con las diferentes teorías que existen acerca de la familia, con el propósito de comprender el problema del ser humano desde distintas perspectivas filosóficas y antropológicas, además se explican las diversas teorías como la ética, moral, libertad, y valores como elementos representativos que caracterizan al ser humano. De manera que, las explicaciones que se realizan servirán de esencia para comprender las interrelaciones entre lo que ocurre en la realidad, conciencia y el espíritu de los individuos.
El Desarrollo Humano y la Desigualdad
La perspectiva de las necesidades básicas, deterioro de la situación económica y social de la familias más vulnerables en la mayoría de los países en vía desarrollo en los años 80 fue propuesta por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (1987) mediante la propuesta de políticas de ajuste con rostro humano de la UNICEF cuyo modelo fue compatible con el crecimiento y equidad, ya que los pobres debían ser protegidos a través de los Programas de Ajuste Estructural (PAE) para poner fin a la caída de la producción y renta, desequilibrios macroeconómicos, endeudamiento externo, inestabilidad política y social, empobrecimiento de las clases medias y sectores populares (García-Sanmartín, 2018).
De manera que, las políticas propuestas tenían como propósito resguardar el gasto público de los servicios sociales, educación, salud y recortes generales en los presupuestos públicos, por lo que el PNUD puso en práctica la teoría del Desarrollo Humano la cual permitió el valorar la vida de las personas, aprovechando todo su potencial humano. Adicionalmente, en el año 1990 presentaron el Informe de Desarrollo Humano cuyo objetivo fue crear un ambiente lleno de posibilidades para las que puedan tener una vida larga, saludable y creativa bajo un ambiente lleno de bienestar humano (UNESCO, 2014).
Por otro lado, el objetivo del desarrollo se centra en las vidas humanas, articuladas con políticas para el bienestar y desarrollo humano, que son motivadas por la ausencia de capacidades funcionales cónsonas con la libertad, bienestar y dignidad de los individuos. De manera que, este enfoque de las desigualdades dentro del contexto del desarrollo humano se centra en las libertades de los individuos, bienestar, felicidad, justicia, seguridad ciudadana y calidad de vida de las personas, ya que el fin del desarrollo tiene que ver con lo que las personas pueden hacer o ser, bajo un concepto de funcionamientos y capacidades de que disponen, entendidas como las oportunidades de elegir y poder llevar cabo otra clase de vida (Moreno et. al., 2018).
En este sentido, la noción de los funcionamientos representa partes del estado de una persona, es decir, cosas que logra hacer o ser al vivir, basados en la combinación de una visión de la vida como quehaceres y seres, para evaluar la capacidad los funcionamientos básicos como la nutrición, poseer buena salud, bienestar, calidad de vida, entre otros. Otros pueden alcanzar la integración dentro de la sociedad y evaluación de las ventajas individuales y sociales dentro de la misma, donde las personas puedan tener capacidad de combinar alternativas para su logro (Recio, 2015).
Evaluar las capacidades de una persona supone valorar su habilidad para lograr su funcionamiento en su vida cotidiana, describiendo, estimulando y definiendo la elección de los valores que pueden ser importantes y valorables que otros. Por tanto, esta necesidad de selección y evaluación no supone dificultad algunapara su consecución, sino una reflexión necesaria de su bienestar individual (Borderías y Gálvez, 2014)
El bienestar es una valoración de las condiciones de vida que constituyen los hechos de la vida personal de cada individuo, donde cada vez está alimentado, sano, protegido, puede leer, viaja, y participa dentro de la sociedad. Adicionalmente, puede afirmarse que su vida está contemplada mediante el conjunto de funcionamientos definidos como el estado general de la personan y su forma de vivir, puesto que la vida puede considerarse como un conjunto de funcionamientos interrelacionados que dependen de sus acciones.
La importancia de la capacidad que posee un individuo de obtener su bienestar constituye el bienestar de cada persona, capacidad para alcanzar funcionamientos, constituir su propia libertad, oportunidades reales para obtener bienestar. El hecho de que las personas puedan elegir los tipos de capacidades contribuye un enriquecimiento propio de su vida, dándoles la oportunidad de elegir su bienestar, para obtener y alcanzar su libertad, por ello, la teoría de la capacidad tiene la facultad de evaluar el bienestar humano y la igualdad de la libertad individual definiendo logros y funcionamientos valiosos alcanzados y que dicha libertad tienda a conseguir el bienestar.
Desde otra óptica, se puede observar que el bienestar de la familia está determinado por la búsqueda y satisfacción en el transcurrir de su vida, pues cada individuo posee un proyecto racional de vida, sus intereses están ligados a la promoción y realización de cada proyecto, dicha racionalidad supone un atributo de toda vida humana que busca descartar toda forma de automatismo, considerando que todo ser humano cuenta con una autonomía de la voluntad guiada por sus proyectos. Cada individuo tiene un plan de vida, según las condiciones de su entorno, que le permite la satisfacción de sus intereses, por lo que los integrantes de una sociedad mantienen un plan racional de vida, bajo el ideal de una política de la justicia (Paleo y Alonso, 2014)
Los proyectos que persigue cada persona requieren de su capacidad para autodeterminarse, porque no todo el tiempo está dotado de razón y de facto libre en la acción, es más racional debido que persigue sus propios planes de vida, contando con diversos recursos para llevarlo a cabo. En efecto, el despliegue de la capacidad para autodeterminarse es posible a través de principios de justicia que aseguren la eficaz posesión de los bienes primarios, que son necesarios para la elaboración y ejecución de un proyecto racional de vida (Lombardo y León, 2014)
La idea de los bienes primarios busca otorgarle a la autodeterminación de toda vida humana de los recursos necesarios, que puedan ser llevados a cabo de forma eficiente, cuando la concepción de la justicia en la vida humana, es para satisfacer las necesidades básicas con el fin de garantizar el bienestar de la sociedad. Por tanto, los bienes primarios son capacidades humanas cuyos principios son políticos para la consecución de una sociedad liberal y pluralista, por lo que la idea de los bienes no logra captar la diversidad y diferencia de los seres humanos.
Este enfoque de las capacidades verifica que un Estado garantice al individuo el máximo de desarrollo de acuerdo a las capacidades y libertades, con el fin de fomentar aquellas según sean sus expectativas, siempre y cuando la sociedad adecue los medios humanos, tecnológicos y accesibilidad necesarios para emplazarla en igualdad de condiciones. Adicionalmente, la sociedad valora el bienestar de las personas gracias a sus capacidades y recursos para su aprovechamiento, goce y disfrute de su libertad (Comás D`Argemir, Marrey San Román, 2016).
En esencia, la justicia debe garantizar el beneficio mutuo en la que se vieran protegidos los intereses de los ciudadanos, especialmente aquellos que están vinculados a sus poderes morales, este proceder deja que la justicia quede anclada solo el beneficio, excluyendo cualquier vinculación de los hombres a su amor por amor por la justicia, negándolas capacidades que la misma justicia garantiza el beneficio mutuo, y la misma los seres humanos aman y persiguen por sí mismas. Todo ello, evidencia que, los bienes primarios están unidos a la concepción Kantiana de la persona, mientras no goce de sus dos poderes morales y disfruten de los bienes primarios para lo cual fueron diseñados llevando una vida cónsona con sus propias capacidades, implicando que los seres humanos no siempre son iguales en poderes y capacidades, son animales políticos que pueden separarse, razonables a sus fines e intereses por sus semejantes. 
En términos generales, la pobreza, desigualdad, exclusión social y falta de oportunidades constituyen una limitante a las libertades, privación a las personas de su dignidad asociadas a los derechos humanos. Por ello, la capacidad en los diferentes derechos como alimentos, educación, libertad de expresión, participación, son derechos que tiene el individuo para salir de la pobreza, y les permite vivir sin discriminación, logrando expandir su libertad y su desarrollo.
La Justificación del Sistema Económico
Desde la sociología, la justificación del sistema está enfocada hacia los grupos que divulgan con bases jerárquicas sociales la desigualdad, puesto que estos corrientes causan una falsa conciencia en los dominados ignorando el dominio de la que son objeto. Por tanto, cuando el individuo reconoce la explotación a la que es sometido por el sistema económico político, puede eliminar los diversos efectos negativos que atañen la ideología individual, revelándose contra el sistema socioeconómico que lo explotaba (Marx y Engels, 1846/1991).
Bajo esta concepción, se afirma que la ideología según Jost (2006), es un conjunto de diferentes dogmas que caracteriza el correcto orden dentro de una sociedad, cuyas estructuras compartidas de los diversos modelos mentales de cada grupo de individuos logran interpretar la estructuración del medio. De manera que, ésta posee una función de instituir representaciones mentales para demostrar actitudes, examinar creencias sociales, personales, que pueden influir sobre el comportamiento social de cada individuo, justificando además el orden social, validar ese orden para todos y convertirlo en un sistema de representación subjetiva según las realidades que rodean a los diferentes grupos de individuos (Jost, Pelham, Sheldon y Sullivan, 2003). 
Desde la perspectiva marxista, se logra observar que las ideologías propias de la conciencia según Marx (1973), reflejan la pertenencia de un grupo social, incorporando el razonamiento de la sociedad para controlarlas, desplazarlas de su posición dominante o definir una situación de adaptación. También, toma medidas de las diversas clases sociales, formaciones o instituciones que forman parte de una sociedad política enfrentada a otras sociedades políticas como gremios, ejército, Iglesia, entre otros. 
Por otro lado, la ideología bajo la concepción de conciencia objetiva está sujeta a una conciencia asignada al sujeto para que logre moldearse a otros sujetos del grupo social que según Marx los grupos que direccionan la sociedad capitalista esconden la correspondencia de utilización humana, perturbando al individuo con falsa conciencia para justificar el sistema económico capitalista y no permitirle alcanzar la conciencia de clase al sujeto para que no vaya en contra del régimen socioeconómico. Adicionalmente, Marx salvaguarda la enajenación que hunde al hombre socio-histórico al negarle la alternativa de cambiar diversos aspectos en los cuales se ve involucrado y que le provoca una falsa conciencia de su realidad (Jost y Kay, 2005).
Esta falsa conciencia que hace referencia Marx tiene su preeminencia en el pensamiento de cada individuo, que no es firme en sus contextos existenciales dificultando tener una visión íntegra de la verdad, ya que es el ser social quien establece la conciencia y no la conciencia la que fija al ser social. Así, que a través de la falsa conciencia el hombrepodrá demostrar la existencia del sistema socioeconómico, conformando una clase social consciente diferentes a las relaciones sociales opuestas que actúan según sus intereses (Jost y Thompson, 2000). 
La persona humana estudiada desde la teoría de la justicia manifiesta estar como una estructura de actos; unidad singular inabarcable; como proceso concreto que termina sólo con la muerte; originando y constituyendo su realidad ante la reflexión psicológica de manera inmediata y concreta, sobre todo en la participación amorosa. Cada vida humana implica partir de las condiciones en que vive, logrando alcanzar metas que se proponen, implicando planificación, organización, coordinación y competencia para establecer diversos actos para obtener fines, puesto que el entorno físico está organizado, cuenta con leyes que han sido descubiertas, organizadas según las aspiraciones de cada individuo (Goleman, 1998). 
La persona desde el punto de vista psicológico es aquella que posee la capacidad para actuar, alcanzar logros específicos, tratando de dominar una determinada ocupación, junto con sus características estructurales que logran determinar los procesos de desarrollo continuo desde su aprendizaje a lo largo de toda la vida (Landy y Conte, 2005). En un primer momento desde la mirada psicológica, en esta área se puede encontrar aportes que van a ayudar a direccionar hacia dónde se quiere llegar. Por tanto, la personalidad en la formación de las relaciones sociales viene de la raíz latina “persona”, que significa mascara de actor, posteriormente individuo de la raza humana (Ribes, 2005).
El concepto de persona desde la psicología según Ribes (2005), quién afirma que la persona posee un carácter distinto del organismo fisiológico propiamente dicho. La persona es algo que tiene desarrollo; no está presente inicialmente, en el nacimiento, sino que surge en el proceso de la experiencia y la actividad social. La inteligencia de las formas inferiores de la vida animal, como gran parte de la inteligencia humana, no involucra una persona.
De esta forma, la persona es realizable en la sociedad, la individuación psicológica en la forma de persona viene dada por el resultado de un proceso de naturaleza social, puesto que lo individual tiene sentido socialmente, y es a partir de la diversificada red de relaciones e interacciones sociales que se conforma el individuo psicológico como persona.
Partiendo de esta realidad, la persona no tiene lugar sino se desarrolla en un contexto donde le sean brindadas todas las posibilidades para sentirse bien y mejorar su calidad de vida pero no entendiendo esta calidad desde conceptos primarios, sino como lo plantea Ardila (2003), al hablar de calidad de vida no solo es haber satisfecho las necesidades básicas de alimento, vivienda, trabajo, salud, entre otros, para la mayor parte de los miembros de una comunidad, en un contexto determinado, es más bien hablar de crecimiento personal, realizaciones de las potencialidades, el bienestar subjetivo.
Desde esta visión subjetiva, se realiza diversos argumentos que guardan relación con las diferentes teorías que existen acerca de la persona, con el propósito de comprender el problema del ser humano desde distintas perspectivas filosóficas y antropológicas, además se explican las diversas teorías como la ética, moral, libertad, y valores como elementos representativos que caracterizan al ser humano. De manera que, las explicaciones que se realizan servirán de esencia para comprender las interrelaciones entre lo que ocurre en la realidad, conciencia y el espíritu de los individuos.
El juicio de lo humano es razonable desde el punto de vista de lo propio, típico y característico; por lo que es considerado como lo humano del hombre en sí mismo, es decir, su naturaleza, y su relación con los demás seres. Imparcialmente, desde cualquier sistema de deseos, las expectativas en el humano son deseable, apuntando a ésta como una comunidad de esencia. El reconocimiento y vivencia concreta del principio de universalidad de lo humano, tiene su condición de igualdad en la dignidad de todos los seres humanos, sin distingos, excepcionalidad, selección, exclusión, discriminación por diferentes motivos (Echavarría, 2002).
De manera que, se trata entonces de la afirmación de los principios de lo ético, moral, religioso y jurídico, de lo humano del hombre como elementos que versan en la convivencia humana, fuentes, fundamentos de la moral, perspectiva ética, principio de universalidad de lo humano, han poseído diversos espacios en el desarrollo de la filosofía práctica como bien del hombre. Se destaca dentro de esta perspectiva la afirmación de la persona como clímax o expresión máxima de la dignidad humana. En términos de lo que indistintamente se pudiera considerar como lo más deseable, su carácter de ser personal y efectiva realización como dignidad para el reconocimiento de sus características ontológicas y axiológicas, que garantizan las condiciones efectivas de lo humano para su cabal desarrollo y cumplimiento (Guariglia, 2001).
Bajo esta valoración, se puede apreciar que el ser humano posee características de conciencia, existencia y permanencia en el mundo, estableciendo relaciones que lo llevan a estar en y con el mundo, condicionado por la praxis, acción-reflexión, trabajo que transformador de todo su ser. Las relaciones entre los propios seres humanos y la inequidad llevan a los hombres a mantener relaciones de poder desiguales, someter a otros y generar un proceso de alienación, negación del propio ser, tanto de los dominadores como de los dominados. Además, para romper con la dependencia de dominación de unos sobre otros, es importante desarrollar un proceso comunicativo para la consecución, que posibilite al hombre a la responsabilidad de su participación en los procesos sociales (Bauman, 2005).
Ante esta situación, el hombre moderno de hoy, el cual es dominado por las diferentes fuerzas de los mitos e ideologías, renuncia cada vez más a su capacidad de decisión, puesto que el hombre simple no capta las tareas propias de su entorno, son a su vez, presentadas por una élite que los interpreta y que deben ser seguidas. Por lo tanto, la lucha debe orientarse a posibilitar la capacidad de decisión de todos, mediante una educación que les permita a los seres humanos asumirse como tales (Salomone, 2006). 
Los seres humanos tienen capacidad de pensar para tomar sus propias decisiones, pensar libremente bajo una información adecuada, caracterizada por una dimensión cambiante, planteándose el problema del ser como un asunto de discernimiento entre el ser como sujeto y no como objeto, puesto que la relación opresor / oprimido es una relación enajenante para ambos. Y mientras sigan existiendo relaciones de dominación habrá deshumanización, por lo que todo ser humano tiene la oportunidad de participación, decisión, pensar y actuar según sus intereses, así podrán romper con esta y liberar a los opresores para ser humanizados (Asensi, 2010). 
Esto lleva a otra situación del ámbito del ser donde la concepción de la realidad sujeto/objeto del hombre se convierte en una limitante para su comprensión. Para Freire (2005), el tema de las diversas relaciones entre sujeto y objeto, conciencia, realidad, pensamiento, ser, teoría y práctica es transformado en un acto de estudio, disciplina, sistematicidad, conciencia; puesto que es una relación de la realidad que propicia que el ser humano sea conocedor de su propia autonomía. Además, que el ser humano se ve en la necesidad de libertad, democracia, aprendizaje crítico, conciencia sobre la realidad histórico-cultural, posibilidad de una lectura del mundo y su condición de ser social.
Esta acepción desde el enfoque de la filosofía busca explicar una multiplicidad de objetos, con el afán de sistematizar mejor las disciplinas teóricas o gnoseológicas que consideran la teoría del conocimiento en el humano para el estudio de los modos, clases o posibilidad, de cómo se adquiere la lógica, que pueden ser consideradas como partede la ciencia que estudia los actos del pensar, desde el punto de vista de su estructura o forma. Por otro lado, las disciplinas prácticas en las acciones humanas o praxis humana, es decir, demuestran la naturaleza de la conducta individual y colectiva. 
En este sentido, las diferentes disciplinas como la ética estudian el comportamiento racional del hombre dentro de la sociedad; axiología o teoría de los valores que se ocupa de la teoría de los valores y la estética que estudia las formas y principios de la contemplación y creación artística en el ser humano. Todas estas disciplinas se vinculan en una sola y se transforma en antropología filosófica, cuyo principio es estudiar al hombre como sujeto cultural, creador, sustentador de valores morales, religioso, estético, económico, simbólico, entre otros, y que en su concepción etimológica se traduce en el vocablo ethos para demostrar el temperamento, carácter, habito o modo de ser; para trata los hábitos y costumbres (Ojeda et. al., 2007).
Respecto al fenómeno moral se puede afirmar que es una creación de los diferentes actos de los seres humanos, calificados como buenos o malos, es un fenómeno social, puesto que regula o rige la vida del hombre en sociedad. Esto significa que una sociedad o un grupo definen la visión del hombre, sentido del individuo como, modelo ideal de ser, puesto que son características de los seres humanos y concedido por la razón, voluntad, sentimiento, instintos y el lenguaje y cuyos los límites interpretativos y actitudes socialmente funcionales transforman lo humano en social y, lo social en individual (Cruz, 1992).
Aquí se puede ver que todo tratamiento filosófico de la moral presupone el juicio moral, en los individuos, cultivando la importancia de su autonomía o independencia, el juicio o el razonamiento moral; cruzado por ideas, justicia, libertad, deber, felicidad y otros, que interfieren en el hombre de modo diferente, muchas veces estas ideas bloquean la formación del juicio moral y razonamiento moral. Esta autonomía de la conciencia moral sólo se muestra mediante la ley moral formal, es decir, la libertad, la cual es considerada como una consecuencia de la propia acción moral.
Bajo esta apreciación, los valores trascendentales del ser humano están dado por la libertad que según Martínez y Martínez (1998) “es el estado de la persona que tiene como facultad realizar por sí misma algo por su propia iniciativa” (p. 339). La libertad se basa en la tendencia natural del hombre que conduce a la felicidad, a través de la representación de acciones libres y voluntarias vinculadas con la razón de libre y voluntariamente.
La libertad es lo decisivo de la elección que se tiene por elegir lo que se desee, no es absoluta, debido que el hombre se hace en la libertad y es guiado por los diversos principios existenciales. La relación de proceso de socialización que posee cada persona en desarrollar su propia individualidad y libertad, puesto que cada uno demuestra un sentido de identidad propia y capacidad de pensar para actuar de manera independiente (Giddens, 2001).
Las consideraciones antes expuestas, implican que los hombres poseen derechos y deberes, que los obliga a vivir de conformidad con los preceptos la mejor interrelación con el resto de los individuos, que este valor representa el logro de su plenitud al goce de la vida personal y espiritual. De acuerdo con estos preceptos, se puede afirmar que todos constituyen la justa relación entre el individuo y sociedad, puesto que los hombres deben ser regidos como personas, no como cosas para el bien común, cuyo principal valor es la libertad. 
Por ello, el hombre debe ser el objetivo fundamental de la sociología, ofreciendo las mejores condiciones para su realización plena, poder lograr el desarrollo de una sociedad donde se consiga las mejores condiciones para su consecución individual y responsable, centrado en valores para el ejercicio completo de libertad. 
La Desigualdad Económica
A pesar del aumento significativo de la desigualdad económica en todo el mundo, García-Sánchez, et. al. (2018) afirma que las personas han pasado por alternancia de brechas de ingresos entre los que tienen y los que no tienen, con un nivel alto, ya que la percepción de diversas personas por la disparidad económica se asocia a la falta de información en cuanto a la distribución de los recursos económicos en la sociedad. Por otro lado, la desigualdad económica es percibida en los individuos como la disparidad de ingresos/riqueza o asignación de los recursos, según las necesidades básicas de la colectividad dentro de la sociedad.
Aunado a lo anterior, García-Sánchez et al., (2018) sostienen que la desigualdad económica y el respaldo a las creencias que justifican el sistema tienen relación con una mayor aceptación de la desigualdad, según las estimaciones ideales sobre lo que debería ser, lo que afecta la relación entre la percepción de una mayor desigualdad económica y apoyo a la redistribución. Por tanto, las creencias que justifican el sistema económico condicionan el efecto de la desigualdad económica, y que dan lugar a las normas utópicas para el sostenimiento de las necesidades y situación económica que justifican el sistema.
Desde esta perspectiva de las necesidades básicas, el deterioro de la situación económica y social de la población más vulnerable en la mayoría de los países en vía desarrollo en los años 80 fue propuesta por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (1987) mediante la propuesta de políticas de Ajuste con Rostro Humano de la UNICEF cuyo modelo fue compatible con el crecimiento y equidad, ya que los pobres debían ser protegidos a través de los Programas de Ajuste Estructural (PAE) para poner fin a la caída de la producción y renta, desequilibrios macroeconómicos, endeudamiento externo, inestabilidad política y social, empobrecimiento de las clases medias y sectores populares (PNUD, 1990).
De manera que, las políticas propuestas tenían como propósito resguardar el gasto público de los servicios sociales, educación, salud y recortes generales en los presupuestos públicos, por lo que el PNUD puso en práctica la teoría del Desarrollo Humano la cual permitió el valorar la vida de las personas, aprovechando todo su potencial humano. Adicionalmente, en el año 1990 presentaron el Informe de Desarrollo Humano cuyo objetivo fue crear un ambiente lleno de posibilidades para las que puedan tener una vida larga, saludable y creativa bajo un ambiente lleno de bienestar humano (PNUD, 2006).
Por otro lado, el objetivo del desarrollo se centra en las vidas humanas, articuladas con políticas para el bienestar y desarrollo humano, que son motivadas por la ausencia de capacidades funcionales cónsonas con la libertad, bienestar y dignidad de los individuos. De manera que, este enfoque de las desigualdades dentro del contexto del desarrollo humano se centra en las libertades de los individuos, bienestar, felicidad, justicia, seguridad ciudadana y calidad de vida de las personas, ya que el fin del desarrollo tiene que ver con lo que las personas pueden hacer o ser, bajo un concepto de funcionamientos y capacidades de que disponen, entendidas como las oportunidades de elegir y poder llevar cabo otra clase de vida (Sen, 1984).
En este sentido, la noción de los funcionamientos representa partes del estado de una persona, es decir, cosas que logra hacer o ser al vivir, basados en la combinación de una visión de la vida como quehaceres y seres, para evaluar la capacidad los funcionamientos básicos como la nutrición, poseer buena salud, bienestar, calidad de vida, entre otros. Otros pueden alcanzar la integración dentro de la sociedad y evaluación de las ventajas individuales y sociales dentro de la misma, donde las personas puedan tener capacidad de combinar alternativas para su logro (Nussbaum y Sen, 1993).
Evaluar las capacidades de una persona supone valorar su habilidad para lograr su funcionamiento en su vida cotidiana, describiendo, estimulando y definiendo la elección de los valoresque pueden ser importantes y valorables que otros. Por tanto, esta necesidad de selección y evaluación no supone dificultad alguna para su consecución, sino una reflexión necesaria de su bienestar individual (Sen, 1999).
El bienestar es una valoración de las condiciones de vida que constituyen los hechos de la vida personal de cada individuo, donde cada vez está alimentado, sano, protegido, puede leer, viaja, y participa dentro de la sociedad. Adicionalmente, puede afirmarse que su vida está contemplada mediante el conjunto de funcionamientos definidos como el estado general de la personan y su forma de vivir, puesto que la vida puede considerarse como un conjunto de funcionamientos interrelacionados que dependen de sus acciones (Sen, 1999).
La importancia de la capacidad que posee un individuo de obtener su bienestar constituye el bienestar de cada persona, capacidad para alcanzar funcionamientos, constituir su propia libertad, oportunidades reales para obtener bienestar. El hecho de que las personas puedan elegir los tipos de capacidades contribuye un enriquecimiento propio de su vida, dándoles la oportunidad de elegir su bienestar, para obtener y alcanzar su libertad, por ello, la teoría de la capacidad tiene la facultad de evaluar el bienestar humano y la igualdad de la libertad individual definiendo logros y funcionamientos valiosos alcanzados y que dicha libertad tienda a conseguir el bienestar (Sen, 1999).
Desde otra óptica, se puede observar que el bienestar humano está determinado por la búsqueda y satisfacción en el transcurrir de su vida, pues cada individuo posee un proyecto racional de vida, sus intereses están ligados a la promoción y realización de cada proyecto, dicha racionalidad supone un atributo de toda vida humana que busca descartar toda forma de automatismo, considerando que todo ser humano cuenta con una autonomía de la voluntad guiada por sus proyectos. Cada individuo tiene un plan de vida, según las condiciones de su entorno, que le permite la satisfacción de sus intereses, por lo que los integrantes de una sociedad mantienen un plan racional de vida, bajo el ideal de una política de la justicia (Rawls, 1986).
Los proyectos que persigue cada persona requieren de su capacidad para autodeterminarse, porque no todo el tiempo está dotado de razón y de facto libre en la acción, es más racional debido que persigue sus propios planes de vida, contando con diversos recursos para llevarlo a cabo. En efecto, el despliegue de la capacidad para autodeterminarse es posible a través de principios de justicia que aseguren la eficaz posesión de los bienes primarios, que son necesarios para la elaboración y ejecución de un proyecto racional de vida (Rodríguez, 2004).
La idea de los bienes primarios busca otorgarle a la autodeterminación de toda vida humana de los recursos necesarios, que puedan ser llevados a cabo de forma eficiente, cuando la concepción de la justicia en la vida humana, es para satisfacer las necesidades básicas con el fin de garantizar el bienestar de la sociedad. Por tanto, Nussbaum (2007) en contraposición con Rawls afirma que los bienes primarios son capacidades humanas cuyos principios son políticos para la consecución de una sociedad liberal y pluralista, por lo que la idea de los bienes no logra captar la diversidad y diferencia de los seres humanos.
Este enfoque de las capacidades verifica que un Estado garantice al individuo el máximo de desarrollo de acuerdo a las capacidades y libertades, con el fin de fomentar aquellas según sean sus expectativas, siempre y cuando la sociedad adecue los medios humanos, tecnológicos y accesibilidad necesarios para emplazarla en igualdad de condiciones. Adicionalmente, la sociedad valora el bienestar de las personas gracias a sus capacidades y recursos para su aprovechamiento, goce y disfrute de su libertad (Nussbaum, 2007).
En esencia, la justicia debe garantizar el beneficio mutuo en la que se vieran protegidos los intereses de los ciudadanos, especialmente aquellos que están vinculados a sus poderes morales, este proceder deja que la justicia quede anclada solo el beneficio, excluyendo cualquier vinculación de los hombres a su amor por amor por la justicia, negándolas capacidades que la misma justicia garantiza el beneficio mutuo, y la misma los seres humanos aman y persiguen por sí mismas. Todo ello, evidencia que, los bienes primarios están unidos a la concepción Kantiana de la persona, mientras no goce de sus dos poderes morales y disfruten de los bienes primarios para lo cual fueron diseñados llevando una vida cónsona con sus propias capacidades, implicando que los seres humanos no siempre son iguales en poderes y capacidades, son animales políticos que pueden separarse, razonables a sus fines e intereses por sus semejantes (Nussbaum, 2007). 
Desde el punto de vista de las capacidades es cuando cada individuo es capaz de conseguir los recursos disponibles para sobrevivir y su aprovechamiento varía según las situaciones personales que éste posea, tomando en consideración que una persona con recursos limitados necesitará más de los elementos para el disfrute de capacidad personal y realización de sus actividades cotidianas, donde los costes extraordinarios de éstos, contribuirán a mitigar la pobreza, falta de libertad y vulneración de los derechos humanos (Cejudo, 2007).
En este sentido el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en sus diversos informes de desarrollo humano incluyen indicadores sociales que logran captarla dimensión no económica de la pobreza y su enfoque de Índice de Desarrollo Humano (IDH) en consonancia con el nivel de desarrollo o bienestar entre los diferentes países con valor del PIB. El valor del producto generado en un país se reconoce de mejorar el bienestar de las personas, cuyo indicador permita el uso que se hace de ella en cuanto al desarrollo humano (PNUD, 2006).
La amplitud y capacidad de estos enfoques contrastan con el Índice de Desarrollo Humano, puesto que medir el bienestar posee múltiples dimensiones que tiene relación con las necesidades humanas, varía según el tiempo y contexto, lo cual es determinante parta la capacidad productiva de las sociedades, su distribución y consumo de los bienes o servicios producidos. Los indicadores permiten evaluar los diversos avances y retrocesos del proceso de desarrollo y el impacto de las políticas económicas y sociales en cuanto a las condiciones de vida de la población, a su vez, mide el bienestar dentro de las sociedades mediante la longevidad cuya esperanza de vida al nacer intenta captarla capacidad de las personas por tener una vida sana; escolaridad que incluye la tasa de alfabetización de los adultos y tasas brutas de educación primaria y secundaria; nivel general de vida alcanzado con un valor real del producto interno bruto per cápita que intenta captarlas otras dimensiones del desarrollo humano (PNUD, 2000).
La existencia de limitaciones en cuanto al Índice de Desarrollo Humano deriva del nivel de bienestar y libertad de los individuos bajo los factores políticos, económicos, sociales, legales, epidemiológicos, y otros, los cuales se encuentran interrelacionados entre sí. Además, dichos indicadores son utilizados para cuantificar el bienestar y evolución de las diversas condiciones de vida de la población y sus respectivas comparaciones por grupos de población dependiendo su vulnerabilidad dentro de un entorno geográfico específico (Fukuda-Parr y Shiva Kumar, 2003).
El criterio para medir el progreso es la calidad de vida, el cual valora los ingresos de una persona, las diversas oportunidades con las que cuenta para emplearlos dentro del contexto en el que se encuentra, los ingresos y posibilidades que le brinda el entorno para obtener acceso a la educación, gozar de buena salud, y participar de una vida política dentro de la sociedad. Por tanto, la renta no está correlacionada con el acceso a los bienes públicos, ya que los individuos pueden transformar su renta en una variación para cubrir sus necesidades en su vidadiaria (Sen, 2000).
En términos generales, la pobreza, desigualdad, exclusión social y falta de oportunidades constituyen una limitante a las libertades, privación a las personas de su dignidad asociadas a los derechos humanos. Por ello, la capacidad en los diferentes derechos como alimentos, educación, libertad de expresión, participación, son derechos que tiene el individuo para salir de la pobreza, y les permite vivir sin discriminación, logrando expandir su libertad y su desarrollo.
La Pobreza 
Las personas en condiciones de pobreza pueden ser producto de la combinación de la deficiencia o de otra característica personal; recursos disponibles del individuo y ambiente para actuar en forma independiente, teniendo como resultado las diversas barreras en el ambiente, culturales, sociales, económicas, políticas o físicas, bajo un nivel de estigmatización, pobreza relacionada con ingreso, entre otros, además, la privación resulta un impacto económico que está generado por la condición personal de los individuos, en cuanto a la disponibilidad y demanda de recursos para su bienestar (Mitra, 2006). 
Figura 1. Aproximación de capacidades de Sen.
Fuente: Tomado de Mitra (2006)
La existencia del círculo vicioso de la pobreza la pobreza y vulnerabilidad, poseen condiciones de estigma, exclusión social y cultural; negación de oportunidades para el desarrollo humano, económico, social, reducción de la participación en la toma de decisiones, negación de los derechos civiles y políticos y déficit en derechos económicos, sociales y culturales. Por ello, las Naciones Unidas sostienen que cada 20 personas se encuentran en pobreza. 
Figura 2. Círculo de la pobreza y la discapacidad.
Fuente: DFID (2000).
Según Salas (2008) el adecuado acceso a bienes y servicios, procesos de elección colectiva, garantía plena de los derechos de los ciudadanos y eliminación de prácticas inherentes a la marginación y segregación de cualquier tipo de las personas, permitiendo el acceso a los espacios sociales, culturales, políticos y económicos en igualdad de oportunidades dentro de la sociedad.
La nueva pobreza en América Latina
La pobreza tradicional persiste y el peso de los sectores medios se ha considerado históricamente como reducido, la noción de nueva pobreza no ocupa en América Latina el lugar central que ha tenido en otras latitudes. En efecto, las clases medias han sido afectadas de uno u otro modo en distintos países por la crisis de la deuda en la década de 1980 y más tarde por los programas de ajuste estructural, los procesos de concentración de los ingresos, el encarecimiento de los servicios privados y pérdida de calidad de los servicios públicos, así como por los cambios en el mercado de trabajo en los años 1990.
En Chile, en uno de los primeros trabajos publicados en el país sobre el tema, Lomnitz y Melnick (1991) examinaron la situación de los docentes bajo el régimen de Pinochet. Las reformas en el sistema de enseñanza nacional y la interdicción de la acción sindical habían provocado una pérdida de poder económico y social de los maestros y, en particular, habían debilitado las bases materiales del “compadrazgo”. Este sistema informal de intercambio de favores en el seno de una clase media ocupante de los puestos públicos constituía una red de reciprocidad ampliada que les permitía a sus integrantes usufructuar de las mejores prestaciones en salud y educación y aprovechar las oportunidades laborales en el Estado. 
Casi dos décadas más tarde, la preocupación por la pauperización volvió a Chile pero de un modo distinto. Según Ugalde y Prieto (2001), luego de haberse acunado la idea de “clase media emergente” caracterizada por su movilidad ascendente a puestos calificados en un sector de servicios en expansión, los límites del modelo de desarrollo y el freno al descenso de la pobreza hicieron resurgir el tema. Ya en el año 2000 se observaba que los sectores de menores recursos eran los más afectados por la pérdida de empleo y por la depreciación de sus ingresos. 
De manera que, el aumento de las tasas de desempleo abierto en el país y en la Región Metropolitana a partir de 1998 tuvieron “como contracara la reproducción de altos niveles de desigualdad” (Sabatini y Wormald, 2005, p. 233). El empobrecimiento de sectores medios bajos y una clase media emergente que asciende son dos aspectos de la particular configuración de la desigualdad que Torche (2005) constato en Chile.
Asimismo, Wormald, Cereceda y Ugalde (2002) sostienen que en un entorno en que el mercado de trabajo privilegia las altas calificaciones, ha surgido un nuevo fenómeno de “pobreza dura” que afecta a personas y hogares carentes de los recursos y oportunidades mínimos para superar esa condición por sus propios medios. Favorece el desarrollo de la pobreza dura el modelo de provisión mixta y la mercantilización de los servicios sociales según el nivel socioeconómico de los hogares; esta situación resulta especialmente crítica en el acceso a servicios como los de educación (Sabatini y Wormald, 2005).
Por su parte, en México la evolución de la pobreza exhibe también particularidades. En los años 1990 las tasas de desempleo fueron bajas; sin embargo, los bajos niveles de desempleo no impidieron una marcada reducción de los salarios ni el crecimiento del sector informal (Bayón, 2006). Las reducidas tasas de desempleo abierto tuvieron como contrapartida una alta ocupación en el sector informal de la economía, salarios bajos y escasa participación salarial en el producto interno bruto (López, 1999).
De la población trabajadora en general, solo el personal directivo y los trabajadores en servicios semiprofesionales mejoraron considerablemente sus ingresos reales a lo largo de la década de 1990: hacia fines de esa década sus ingresos eran 25% más altos que en el año 1990. Los restantes grupos ocupacionales, algunos de ellos pertenecientes a sectores medios como empleados administrativos, trabajadores por cuenta propia, trabajadores manuales calificados, semicalificados y sin calificación y trabajadores manuales en servicios de baja calificación, que sufrieron el deterioro de su ingreso real, que a fines de la década era inferior al de 1990.
Bajo el nuevo modelo económico creció la desigualdad de oportunidades existente entre los integrantes de las clases más bajas y los originarios de la clase más alta: profesionales, funcionarios y empleadores de más de cinco trabajadores. Así, no solo se intensifico la desigualdad, sino que el sistema de movilidad ocupacional se tornó más rígido (Kessler y Di Virgilio, 2008).

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