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República Dominicana
Universidad Autónoma de Santo Domingo	
Primada de América
Fundada el 28 de octubre de 1538
Facultad de Humanidades
Escuela de Letras
Unidad de cursos Optativos Equivalentes a la Tesis de Grado
Título
Representación de la identidad dominicana en el poemario ¨Trópico íntimo¨ de Franklin Mieses Burgos.
Tesis de grado para Optar por el Título de Licenciada en Letras 
Sustentantes
Br. Josenny María Reyes Tineo 
Br. Erika Priscila Mieses Peguero. 
Coordinador General:
Asesor:
Santo Domingo, República Dominicana
2021
República Dominicana
Universidad Autónoma de Santo Domingo
Primada de América
Fundada el 28 de octubre de 1538
Facultad de Humanidades
Escuela de Letras
Unidad de cursos Optativos Equivalentes a la Tesis de Grado
Título
Representación de la identidad dominicana en el poemario ¨Trópico íntimo¨ de Franklin Mieses Burgos.
Tesis de grado para Optar por el Título de Licenciada en Letras 
Sustentantes
Br. Josenny María Reyes Tineo 
Br. Erika Priscila Mieses Peguero. 
Coordinador General:
Asesor:
Santo Domingo, República Dominicana
2021
	Los conceptos expuestos en la siguiente investigación son de exclusiva responsabilidad de las sustentantes de la misma. 
REPRESENTACIÓN DE LA IDENTIDAD DOMINICANA EN EL POEMARIO “TRÓPICO ÍNTIMO” DE FRANKLIN MIESES BURGOS.
Tabla de contenidos
Agradecimientos…………………………………………………………………… i 
Dedicatoria………………………………………………………………………… ii
Resumen Ejecutivo……………………………………………………………….....iii
Introducción……………………………………………………………………...….iv 
CAPÍTULO I: CAPÍTULO INTRODUCTORIO
1.1 Planteamiento del problema…………………………………………………....1
1.2 Formulación y sistematización del problema…………………………….…….3
1.3 Justificación de la investigación……………………………………………..…4
1.4 Objetivos de la investigación……………………………………………….……..5
1.4.1 Objetivo general………………………………………………………….……..5
1.4.2 Objetivos específicos………………………..……………………………….…5
1.5 Resumen del tema………………………………………………………………6
1.6 Antecedentes……………………………………………………………………
1.7 Estado de la cuestión……………………………………………………………
1.8 Metodología………………………………………………………………………
CAPÍTULO ll: MARCO TEÓRICO 
1.1 La identidad dominicana, su concepción……………………………………………………………………..
Agradecimientos
A Dios, por acompañarnos en cada una de nuestras etapas, por ser soporte de nuestros planes y permitirnos culminar con éxito una de nuestras metas más anheladas.
A la Universidad Autónoma de Santo Domingo, por ser nuestra casa de estudio y adiestrarnos en una formación basada en valores.
A nuestros padres, por todo su amor, paciencia y apoyo, por acompañarnos y ser partícipes de esta meta que también es de ustedes.
A nuestros asesores, que nos acompañaron en cada módulo, por estar siempre dispuestos a echarnos la mano y confiar en que diéramos lo mejor de nosotras. Este logro también es de ustedes. Dios les bendiga. 
Resumen
La presente investigación ha surgido con el propósito de analizar la representación de la identidad dominicana en el poemario “Trópico íntimo” del autor Franklin Mieses Burgos, la cual se fundamentó en destacar esos elementos que el autor utiliza para referirse a la dominicanidad. La misma se realizará mediante el análisis histórico, teórico y literario, enfocándonos en los conceptos claves que constituyen el poemario y relacionar esos elementos con las inquietudes que predominaban en esa época bajo un enfoque cualitativo donde utilizaremos el método estilístico y filológico. 
Recordando que la identidad dominicana ha surgido mediante una combinación de culturas, se destaca que al contrario de considerarse una cultura alejada, lo que verdaderamente caracteriza su cultura es precisamente esa mezcla que al principio se les fue brutalmente impuesta. Por otro lado, se realizó un análisis tomando en cuenta el espacio y el marco temporal en el que se desarrolló el poemario en vinculación con los aspectos identitarios dominicano, es decir, su contexto histórico. 
En esta investigación se empleó el tipo de investigación documental, por ello, las informaciones contenidas son fruto de diversas lecturas y exploraciones de antologías, artículos científicos, revistas, tesis, entre otros. 
Introducción General 
Desde décadas atrás, la búsqueda de la identidad en la poesía dominicana ha sido uno de los temas más recurrentes. Existe una concepción idealista donde el principal objetivo es ajustarse a los estándares internaciones, a los que fueron impuestos, dejando a un lado lo meramente nacional, lo nativo. La misma ha sido refutada por diversos autores que alzando su voz, ponen en alto la cultura de República Dominicana, las que muchos quieren ocultar. 
La presente investigación se ha centrado en uno de esos autores: Franklin Mieses Burgos, uno de los precursores del movimiento nacional llamado “Poesía Sorprendida”, con su poemario “Trópico íntimo”. Esta ha surgido el propósito de analizar la representación de la identidad dominicana en dicho poemario. Con esta construcción en la que Mieses pone de manifiesto todos los elementos propios de la dominicanidad, se resaltará la importancia de asumir una identidad propia, de identificarse con las raíces nativas que no son más que una fusión de identidades. Aunque por mucho tiempo los colonizadores y sectores dominantes quisieron borrar sus orígenes, se les invita a que por encima de todos los prejuicios y conjeturas con que los que se tacha a los dominicano y las que en ocasiones, ellos mismos son los autores, muestren su verdadera autenticidad, que esa lucha en las que se vieron envueltos los compatriotas no fuera en vano, sino para que esa pequeña porción de tierra hoy fuera libre, única y que tuviesen una identidad propia que no los enlace ni los haga dependientes de otra nación. En ese mismo orden, mediante un enfoque cualitativo, la finalidad de esta investigación reside en resaltar los elementos propios de la dominicanidad con los que el autor se auxilia en los diversos poemas para representarla, esos que son únicos y que las han caracterizado desde tiempos pasados, siendo testigos de nuestro devenir histórico.
En este estudio no solo abordaremos los rasgos que identifican la dominicanidad, sino también presentar el poemario como un medio de rebelión contra la dictadura que imperaba en ese entonces, la cual tenía como objetivo devolver la República Dominicana a la hispanidad, es decir, analizaremos los diversos poemas desde el punto de vista histórico, teórico y literario donde además haremos una exploración de las estrategias o recursos presentes en ellos con los que el autor le da ese toque que pretende elevar la poesía uniendo elementos nacionales con universales, idea central de la poesía sorprendida. 
La presente investigación está organizada en dos capítulos importantes; el primer capítulo se refiere a los aspectos introductorios o generales de la investigación, en ese orden tenemos el planteamiento del problema, los objetivos, preguntas de investigación y justificación así como las motivaciones de la misma, los alcances y límites del estudio, antecedentes, estado de la cuestión y además la metodología utilizada.
El segundo capítulo está dedicado al marco teórico donde iniciamos con la presentación de las ideas con las que fundamentaremos la investigación, y las diversas teorías y enfoques que la respaldan, continuando con el análisis de cada uno de los poemas del poemario que hacen alusión a la identidad dominicana, desde un punto de vista histórico, teórico y literario, es decir, desde todos los puntos posibles para desentrañar los poemas y entenderlos en todas sus dimensiones. Además en este capítulo se presentan los análisis y discusión de los resultados y las conclusiones, es decir, damos respuesta a las preguntas antes formuladas y se comprueba que los objetivos a seguir se han cumplido. 
CAPÍTULO I: CAPÍTULO INTRODUCTORIO
En este capítulo se presentará los aspectos generales de la investigación, presentandoprimero el planteamiento del problema y plasmando las preguntas de investigación que luego se convertirán en los objetivos que se desean alcanzar en esta investigación y la justificación de la misma, además se presentan los antecedentes de manera detallada, se llevará a cabo la realización de un panorama general del problemas que se investiga (estado de la cuestión), es decir, las principales teorías referentes al tema que hasta el momento se han investigado y las metodologías que se pretenden utilizar para el desarrollo del estudio. 
Planteamiento del problema
La construcción de la identidad ha venido siendo un gran reto al que se han enfrentado los dominicanos a lo largo de su historia, fruto de las constantes intervenciones a las que han sido sometidos donde las potencias dominantes han querido imponer su cultura. Al principio, esa pequeña isla, que hoy gracias a unos valiente compatriotas se llama República Dominicana, fue bautizada con el nombre ¨La Española¨, hecho que supuso el punto de partida a lo que vendría siendo el proceso que colonización que llevó a sus ancestros al punto de desaparecer, esa transformación e inserción cultural hasta nuestros días se ha ido repitiendo donde han querido incluso anexar la isla como si los dominicanos estuviesen sueltos en el mundo. Fueron pocos los que se atrevieron a alzar la voz, a crear una defensa donde lo principal era conservar lo que los hace verdaderamente dominicanos.
Actualmente, como si se sintiera vergüenza de las raíces, es normal que un dominicano se siente alagado, bendecido y destacado al ser comparado con alguien extranjero, especialmente con un norteamericano, en oposición al realizarlo con un vecino de la compartida isla. Los americanos, desde su intervención en los años 1916-1924, y por segunda vez en 1965, han traído consigo una variedad de rasgos que se han ido asumiendo en la cultura dominicana, tanto así que algunas calles llevan nombres de estadounidenses como George Washington, Abraham Lincoln, John F Kennedy, Sumner Welles, entre otros. 
De alguna forma esas influencias llevan a los dominicanos a querer ser más cercanos a quienes traen sus “espejitos”, tanto que en ocasiones se le da menos importancia a los inventos y aportes nativos. Se crea una dependencia idealista donde se alega que sus productos son mejores y que ser estadounidense o poseer cualquier otra nacionalidad (menos la haitiana) es sinónimo de ser rico. Por tanto se ve a tantos dominicanos queriendo alcanzar el popular “sueño americano”. 
En ese mismo orden, esta subordinación trae consigo problemas racistas con sus hermanos haitianos, impuestas al principio de la dictadura de Trujillo en el que uno de sus lemas principales era “Ser haitiano es la antítesis de ser dominicano” y aunque parezca una idea ancestral, muchos se han quedado con ella y los tratan como seres inferiores para hacer trabajos pesados. Asimismo, en palabras de un testaferro ideológico del dictador “Dominicanizar la frontera es devolver la patria entera a la hispanidad”, un razonamiento que ha trascendido porque aún en estos días se puede percibir esa inclinación por las culturas americana y española, siendo estos dos países los principales destinos de los dominicanos que emigran, además el trato dado a los haitianos es muy indiferente como si no fuera un hecho que compartiesen islas, una persona de color llega a cualquier lugar y lo primero que se piensa es que es haitiano y en caso de que fuera dominicano ¡Vaya lío!...
En el marco literario, diversos autores se han manifestado, tomando como propuesta una reconciliación con nuestras raíces, entre ellos se encuentran: Juan Antonio Alix, Manuel del Cabral, Pedro Mir, José Joaquín Pérez y Salomé Ureña. Sin embargo para este estudio tomaremos como referencia al autor Franklin Mieses Burgos, con su poemario “Trópico íntimo”, considerando que este autor ha sido uno de los más relevantes en el ámbito poético e hipotéticamente el menos mencionado, y además tachado expresionista de donde a modo de invocación, se le invita a asumir, en conjunto con las demás, la cultura de nuestra madre patria en todo su esplendor, aún con los prejuicios con los que muchas veces la tachan, hace un llamado a apropiarse enteramente de ella porque es igual de merecedora que sus vecinas islas y debe estar a la altura. 
En consecuencia, ha surgido una situación incógnita dónde la cuestión es, de tantas culturas, ¿cuál es la que se debe asumir? Y aunque parezca clara la respuesta, muchas veces los dominicanos se identifican con alguna otra que está lejos de ser la suya. Los dominicanos son españoles y estadounidenses, pero antes que eso fueron negros, africanos, aborígenes. 
A raíz de estas cuestiones de identidad, se han expuesto las siguientes preguntas: 
· ¿Cuáles elementos de la identidad dominicana se representan en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos?
· ¿Cómo se manifiestan los elementos de la identidad dominicana en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos?
· ¿Cómo se construye la identidad dominicana en el discurso poético de “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos
El propósito de este estudio de investigación es analizar los elementos que representan la identidad dominicana en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos, como instrumentos de recolección de datos se utilizará diversas antologías, revistas, tesis, libros que den referencia sobre el movimiento poesía sorprendida, etc. 
La representación de la identidad puede concebirse como una orientación en la que el individuo se siente parte de una comunidad concreta, asumiendo sus prácticas, valores e ideas. 
Con esta investigación se espera contribuir al desarrollo de un cambio en la forma que muchos dominicanos definen a su madre tierra, pues aportará datos significativos en cuanto a la creación de su cultura y a las distintas luchas que se realizaron para que República Dominicana sea llamada con ese nombre y no con algún otro que le fuera impuesto por alguna potencia extranjera. 
Preguntas de investigación:
¿Cuáles elementos de la identidad dominicana se representan en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos?
¿Cómo se manifiestan los elementos de la identidad dominicana en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos?
¿Cómo se construye la identidad dominicana en el discurso poético de “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos?
Objetivos de la investigación 
	
Objetivo General: 
· Analizar los elementos que representan la identidad dominicana en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos.
Objetivos específicos: 
· Describir la manifestación de los elementos de la identidad dominicana en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos
· Identificar la construcción de la identidad dominicana en el discurso poético de “Trópico íntimo” de Franklin Mieses
· Analizar como las culturas introducidas afectaron la identidad dominicana 
Justificación de la investigación 
 La presente investigación ha surgido con el propósito de analizar la representación de la identidad dominicana en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos, la misma es fundamental debido a que permitirá hacer un rastreo de los rasgos culturales dominicanos predominantes en dicho poemario. 
El estudio podría contribuir a lograr un cambio en la forma que muchos dominicanos definen a su madre tierra, pues aportará datos significativos en cuanto a la creación de su cultura y a las distintas luchas que se realizaron para que República Dominicana sea llamada con ese nombre y no con algún otro que le fuera impuesto. 
Asimismo esta investigación funcionará como base para los futuros investigadores porque les permitirá conocer de forma específica que la poesía dominicana se ha ido desenvolviendo en un entorno de luchas y protestas contra las invasiones y dictaduras que han querido dejar a un lado la identidad de un pueblo que ha dado todo por defenderse, por ser única, libre e independiente. 
Ademásse podría utilizar como un antecedente actualizado de investigaciones futuras que contengan variables en cuanto a la representación de la identidad de un pueblo por medio de la poesía y la importancia de esta en la transformación y ejecución de la cultura de un pueblo, les permitirá conocer que en ocasiones la mejor arma para luchar es la literatura.
Antecedentes: 
En relación al tema “Representación de la identidad dominicana en el poemario “Trópico íntimo” de Franklin Mieses Burgos” se realizaron diversas visitas a diferentes bibliotecas del país e investigaciones y lecturas de sitios electrónicos donde se logró comprobar que existen investigaciones realizadas anteriores a estas, siguiendo un orden cronológico, se presentan las siguientes: 
Al respecto, García (2020.) realizó una investigación titulada Representación de la identidad dominicana en la novela Papi, bajo un enfoque cualitativo y descriptivo. Las conclusiones muestras que existe en la obra Papi de Rita Indiana un interés por dar a conocer la cultura de su tierra al resto del mundo, y la forma llamativa en la que dibuja una realidad de República Dominicana, considerando una lectura muy atrayente e convincente hacia las letras dominicana. Se trata de una novela narrada de una forma muy sencilla con la intención, según mi parecer, de llegar a un público mucho más amplio, con el fin de acercar la cultura y la literatura, no solo a una élite social y cultural, sino a todo aquel que quiera acceder a ella, es decir, más concretamente a las clases sociales más bajas, cuyo acercamiento a la cultura ha sido siempre más dificultoso, dado que la autora integra en Papi elementos como la oralidad o las menciones a los mass media acercando esta novela a las clases populares; tanto es así que muchos han calificado esta obra como un rap.
Por su parte, Meza, C. (2021). Mujeres ensayistas del Caribe Hispánico: Cuba, Puerto Rico y República Dominicana. Un estado de la cuestión, con un enfoque cualitativo, descriptivo y documental. Los resultados del estudio muestran que para el caso de Cuba, se lograron identificar 59 ensayistas que no incluyen a las más jóvenes. En Puerto Rico, son 27 las ensayistas identificadas que escriben
en español, otras más lo hacen en inglés desde instituciones norteamericanas República Dominicana fue un territorio difícil de explorar, sin embargo, se logró identificar 12 ensayistas. De igual forma, el estudio revela un fuerte descontento con la construcción de la identidad femenina, una preocupación por la construcción de una ciudadanía plena y representan una respuesta a las demandas sociales políticas y culturales de las mujeres y otros grupos marginales, dado que las intelectuales debatieron, discutieron y polemizaron con las propuestas que llevaban los discursos dominantes y el ensayo de género se vuelve el “arma de combate”.
Asimismo, Pélage (2021) elaboró un estudio Perspectivas artísticas caribeñas ultracontemporáneas: una aproximación a las performances literarias de Rita Indiana (República Dominicana), con un enfoque cualitativo y documental. Las conclusiones demuestran que Rita Indiana elabora una poética inspirada en las performances: sus textos escriben performances o toman la forma de performances, teniendo como resultado una escritura caracterizada por su fuerza, dado que los personajes y la escritura se trasladan, los géneros artísticos se combinan en zonas textuales muy abiertas, dando la impresión de estar en proceso de desarrollo y nunca terminados. Por ello, la narración de La mucama de Omicunlé describe una de las performances de Malagueta, mostrando los preparativos para la siguiente, introduciendo al lector suponiendo este nuevo espectáculo con su propuesta artística e ideológica, convirtiéndolo en un flujo dinámico e incesante que se opone a cualquier encierro. 
En ese mismo tenor, la investigación llevada a cabo por Féliz Lafontaine (2017) titulada: “La identidad cultural dominicana: más allá de los discursos esencialistas” en la Fundación Friedrich Ebert en Santo Domingo, en esta, la autora utilizó el término “Esencialismo” usado por primera vez por Aristóteles para denominar la naturaleza de algo, con un enfoque cuantitativa donde se tenía como finalidad demostrar que con algunas variantes de los discursos contemporáneos sobre “Lo dominicano” se mantienen atados a una concepción fundada en el esencialismo en dos grandes relatos de la dominicanidad. Encontró aspectos de ambos discursos encarnados en los actores sociales y políticos surgidos en este siglo, pero también elementos que muestran rupturas y cambios. Asimismo, un marco de comprensión de la identidad cultural dominicana que se corresponde con una democracia ciudadana implica abandonar los relatos esencialistas desbordados por la realidad. Esta investigación quedó abierta al debate y a la escritura de otras narraciones necesarias que den cuenta de las alteridades de los sujetos sociales y cómo han transformado sus identidades y su cultura.
Seguidamente, Arias (2019) desarrolló una investigación Relación entre la percepción de identidad cultural dominicana y consumos culturales de estudiantes de segundo ciclo de secundaria, con un enfoque cualitativo, de alcance exploratorio y descriptivo, apoyado en una entrevista a profundidad semi-estructurada. Los resultados muestran cómo para los jóvenes estudiantes el ser dominicano confina una serie de cualidades, valores y sentimientos ligados principalmente al patriotismo, ya que para ellos la República Dominicana es un país cuyos habitantes poseen un dinámico sentido de pertenencia a su patria. Por ello, gran parte de los jóvenes se sienten orgullosos de su estado de ser dominicano, valorando el sacrificio de las personas que ayudaron a la liberación del país.
De igual forma, Sang (2017) realizó una investigación Nacionalidad dominicana e identidad nacional como educación de valores. Estudio comparativo entre estudiantes dominicanos y haitianos en la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), bajo un enfoque cualitativo y documental. Los resultados muestran que la coexistencia de una política inclusiva en las universidades dominicanas se ha ejecutado como una composición sin conjetura ni articulación de las singularidades de esta comunidad. Por tanto, la negligencia cierta disiente con los resultados del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe y su Informe Diversidad Cultural e Interculturalidad en Educación Superior. Experiencias en América Latina, ya que la falta de políticas de inclusión sobrelleva a que las experiencias de integración de estudiantes de origen haitiano se hagan en condiciones altamente inequitativas, a pesar de la intención institucional de acoger a estos estudiantes.
La investigación llevada a cabo por Eva Guerrero (2015) en la Universidad de Salamanca que lleva por nombre “Universalidad y dominicanidad en la poesía de Franklin Mieses Burgos”, en el que la autor se auxilió de la frase “Una relación original con el universo” utilizada por el trascendentalista Ralph Waldo Emerson, con un enfoque cualitativo, esta investigación intentó demostrar que la poesía sorprendida elevó el poema hasta unos puntos nunca antes visto en la República Dominicana y la alejó de la esclerosis en que se hallaba históricamente, asimismo la poesía de Franklin Mieses Burgos.
Por su parte, Montero (2011), con su tesis titulada a “Discurso ideológico e identidad dominicana” en la Universidad Complutense de Madrid (España) con la que la autora describe como los discursos ideológicos han influenciado la construcción de la identidad nacional dominicana, en términos generales determina las estructuras de este tipo de discurso que más influencia ejercen. Mediante la utilización del enfoque cualitativo, se tomó como muestra los discursos políticos y educativos, mediante estos se demostró que debido al afán de los dominicanos por redefinirse han llegado a problemas como la hispanofilia, la ignorancia y negación de los orígenes donde se ignoraal negro por desprecio y al blanco por rencor. 
En ese mismo orden, el trabajo realizado por Maglia (2010), quien desarrolló un artículo titulado “¿Qué somos?: Identidades creolizadas, estéticas de resistencia y pathos colonial en la poesía de dominicana del temprano siglo XX. El caso de Franklin Mieses Burgos” . Realizado en la Pontificia Universidad Javeriana en Colombia y utilizando un enfoque cualitativo que tenía como propósito expresar la antillanía desde dentro, legible en la autoafirmación del homo Caribbeans en su complejidad histórica. La autora utilizó el concepto instrumental de texto cultural, proveniente de la Sociocrítica Literaria Francesa del autor Edmon Cros y llegó a la conclusión de que en República Dominicana, el discurso racista de las élites ha constituido una comunidad imaginada de nación blanqueada donde suelen construir una imagen degradada del colonizado, a partir de argumentos raciales, para justificar su conquista y su regulación administrativa y pedagógica.
El estudio realizado por Hayden Carrón Namnum (2009) en la universidad autónoma de Madrid (España) que lleva por nombre “La narrativa y el discurso sobre la identidad nacional dominicana” tomando como método de análisis la crítica formal o estructura de la crítica literaria con un enfoque cualitativo en el que se analizó la historia dominicana y las corrientes de pensamiento que han ido formando la identidad dominicana, en este se concluyó que la narrativa dominicana es conocida como creadora de mitos nacionales que conforman la identidad de los pueblos, asimismo, el análisis de las corrientes del pensamiento, han ido formando el discurso sobre la identidad dominicana, haciendo hincapié en las figuras intelectuales de la dominicanidad.
En los trabajos anteriormente presentados se presentan temas relevantes a las influencias ejercidas para que el dominicano se aleje de su cultura y adopten una postura donde resalten las culturas que los han colonizado, y no la cultura original, además, en base a estos prejuicios se han ido formando problemas de xenofobia hacia los haitiano donde irónicamente se rechaza una de las razas que más predomina en la República Dominica: la negra. 
No obstantes, estas investigaciones están enfocadas en un todo, analizan la cultura dominicana en una vasta colección de texto sin delimitaciones, algunos se refieren a la poética de Franklin Mieses Burgos desde una visión general. . Esta investigación pretende ser más concreta, se hará hincapié en un poemario específico que definió las inquietudes de una época y de una población revolucionaria por la defensa de su identidad. Se rastrearan los elementos presentes en el poemario que distinguen a los dominicanos desde un principio, aquellos que desde antes de toda dominación han estado en momentos de paz y guerra definiendo la dominicanidad. Con el poemario “Trópico íntimo” se buscará desentrañar cada uno de sus poemas y demostrar que estos no son poemas difíciles o “rebuscados” como muchas veces se ha tachado el lenguaje utilizado por Franklin Mieses Burgos sino que este se auxilió de diversas estrategias literarias (pues es necesario recordar que no cualquiera tenía la valentía de referirse a las acciones déspotas que reinaban en la República Dominicana) para referirse y denunciar las acciones de la época. 
De este modo, nuestra investigación se centrará, a diferencia de las anteriores en como un autor dominicano se centra en hacer un llamado a la población para acoger todas las identidades que dieron origen a lo que hoy llamamos: identidad dominicana.
Estado de la cuestión 
La exaltación de la identidad ha sido uno de los temas más abordados en la poesía dominicana. Esta nación, que ha sido participe de diversas incrustaciones culturales desde tiempos ancestrales: la colonización, intervenciones norteamericanas e intentos de anexión, ha tomado la literatura como el instrumento principal para defender su identidad madre, las que muchas veces les han intentado arrebatar.
Estudiosos como Dania Abreu Torres se han referido al tema tomando como referencia a la autora Chiqui Vicioso. En su estudio titulado “Raza y poesía: Chiqui Vicioso y la reconfiguración de la identidad dominicana”, haciendo hincapié en tres de sus poemarios: Viaje desde el agua, Un extraño Ulular traía el viento y Eva/Sión/Es, nos presenta el interés de la autora, quién cabe destacar, es una inmigrante en Estados Unidos, por sus raíces, haciendo hincapié en las diferentes identidades que en ellas convergieron, haciendo la propuesta de forma un nuevo término con respecto a lo que actualmente se considera dominicano; esa unión de identidades, integrar a las razas olvidadas, esas que los dominicanos fueron al principio y que hoy todos tratan de ocultar. 
En ese mismo orden, el analista literario Alain Bienvenu Atouba Edjeda (2016), en su estudio titulado “Representaciones de la cultura negra en la poesía dominicana” abunda en el tema del sincretismo cultural que dio como resultado la dominicanidad.
En palabras de Atouba (2016) “la ideología antinegra y antihaitiana ha sido una constante en los fundadores de la identidad nacional dominicana a través de la historia y a causa de ella se ha negado o silenciado la influencia africana visible en la mezcla racial que caracterizan a los dominicanos actuales” (2016).
Haciendo referencia a autores como Manuel del Cabral, Norberto James Rawlings y Juan Sánchez Lamouth, el autor hace un acercamiento al conflicto de identidad que se dio en épocas cruciales de la historia dominicana, la construcción de esta mediante prejuicios hacia el pueblo vecino u otras identidades que fueran contrarias a las denominadas “blancas”. 
Asimismo, Eva Guerrero en su estudio titulado “Universalidad y dominicanidad en la poesía de Franklin Mieses Burgos” nos conduce en el terreno de la poesía sorprendida, movimiento al que perteneció Mieses Burgos, donde se asumió una nueva vertiente en el marco de la poesía dominicana; resaltar temas concernientes a la historia dominicana y enlazarlos con elementos universales, no solo de interés nacional como hasta ese entonces había sido, sino agregar nuevos atributos que permitieran elevar la literatura del país y escapar de lo acostumbrado. Es en la poesía de Mieses donde se nota con mayor ímpetu esa ruptura. 
Guerrero (2015) afirma que “Nos encontramos frente a un movimiento renovador que tiende a eliminar el insularismo y el nacionalismo ramplón, que se aleja de lo figurativo y de lo social de modo directo, pero que no abandona los problemas del hombre del momento, que eran también, y sobre todo, los del hombre dominicano. Para ello se vale de todas las influencias renovadoras que ofrecía la poesía universal”.
De esta forma, los escritores de la poesía sorprendida se dieron la tarea de rescatar esos elementos propios de la nación dominicana haciendo énfasis además en elementos concernientes a la literatura universal. De aquí su lema “Poesía con el hombre universal”.
Además de estos, Salomé Ureña con su poemario “Ruinas” nos presenta una imagen de lo que les fue arrebatado a los dominicanos y en lo que se ha convertido ese “Pasado Glorioso”.
“Salomé Ureña evoca el pasado glorioso de nuestra isla, específicamente al inicio de la colonización, comparándolo con el estado desastroso en que se encontraba el país en ese momento” (Garcia P, 2020) 
Del mismo modo, Juan Antonio Alix, gran poeta y crítico dominicano, escribió una de las sátiras donde más se destaca el afán de los dominicanos por ocultar su identidad, “El negro tras de la oreja” es una crítica a aquellos que lejos de sentirse orgullosos de sus raíces se empeñan en esconderlas quedando muchas veces parados en la ridiculez. 
De la misma forma, poetas, ensayistas y críticos como Gastón Fernández Deligne, José Joaquín Pérez, Pedro Mir, Tomás Hernández Franco, Freddy Gatón Arce, Domingo Moreno Jiménez, René del Risco, Manuel del Cabral, entre otros, han tomado elementos representativos de la dominicanidad para caracterizar sus obras literarias.
Acto seguido,para esta investigación usaremos como referencia la teoría sobre la Sociología literaria, la cual se define según Numán (2002) citando a sus fundadores Gyorgy Lukács y Lucien Goldman como “Una propuesta para ver en la literatura una posibilidad de comprender al hombre y su cultura. Esto implica analizar las relaciones funcionales entre la literatura y los procesos económicos- sociales o bien político-sociales, o sociocultural, dentro del marco interpretativo”.
Metodología 
El siguiente acápite está conformado por las distintas herramientas y metodologías a usar por el equipo investigador con la finalidad de llevar a cabo los objetivos afines a esta investigación, de esta forma se presentan la metodología a utilizar y el diseño de investigación seleccionado, el enfoque y tipo de investigación literaria, los métodos, técnicas, la población y muestra así como los instrumentos utilizados para la recolección de los datos y el procedimiento seguido. 
En ese orden, el equipo investigador ha decidido desarrollar este proyecto bajo el enfoque cualitativo con la finalidad de analizar los elementos que hacen alusión a la dominicanidad en el poemario “Trópico íntimo ”, así también como identificar los recursos literarios que el autor utiliza para representarlos. 
En este estudio además se utilizaran los métodos o análisis estilístico y filológico. Flavio Lujan (2017) en base a la propuesta desarrollada anteriormente por Ordoñez Días y E. Nievez, se refiere al análisis estilístico de la siguiente manera: 
“Un análisis estilístico consiste en separar las partes del todo, para volver a unirlas, encontrando las relaciones que en ella existen. En esta reconstrucción del todo se encuentra el conocimiento de ese todo y su unión con lo universal. Dos aspectos a tener en cuenta son el fondo y la forma en este análisis”.
En este sentido, se hará necesario un desmenuzamiento de las partes que conforman el poemario y que hacen alusión a la identidad dominicana, considerando las ideas que conforman el mismo y de cada uno de los poemas ubicándolos en tiempo y espacio. 
Siguiendo un diseño bibliográfico y documental nos centraremos en las revisiones de la narrativa concerniente al movimiento de la poesía sorprendida, así como algunas opiniones de literatos en relación a Franklin Mieses Burgos y los elementos que destacan su prosa. Con los métodos histórico, el de análisis de contenido (tomando en cuenta todo lo relacionado al análisis literario) y teórico realizaremos una exploración que nos permitirá desmigajar capa parte de los poemas con el fin de comprender aquellos elementos que a simple vista parecen puntos aislados. En este orden, documentos que destaquen el quehacer literario de Franklin Mieses Burgos serán utilizados para la búsqueda de los elementos dominicanos que componen su poemario “Trópico íntimo” (revistas, artículos y ensayos que estén inclinados en el tema de la identidad Dominicana). Así también diversas antologías donde se destacan una diversidad de colecciones del pensamiento dominicano en el ámbito poético. Entre ellas está la colección ‘Poesía y Teatro”, en el volumen 1, puesta en circulación por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos y Banreservas. 
Los instrumentos utilizados en esta investigación fueron la documentación y la bibliografía. Para la documentación nos enfocamos en leer algunas antologías de la poesía dominicana y tomando como referencia algunos estudios críticos dentro de las mismas y en las bibliografías nos centramos en artículos de revistas y algunas tesis relacionadas al tema de investigación
Marco Teórico 
En documentos que anteceden a este trabajo de investigación, se pudo visualizar que la identidad dominicana es producto de un repertorio de situaciones históricas ocurridas en el país, así también de una mezcla de culturas a las que los dominicanos se han vistos obligados a asumir, entre ellas están: la cultura española, africana y americana
De este modo, ya que la construcción de la identidad dominicana ha sido un reto que todavía en muchos aspectos no se ha consolidado, en están investigación, a través de bases históricas y documentos previamente analizados, se pretende plantear y concretizar el problema de una construcción de identidad en medio de muchas otras ya impuestas. En este caso, un poeta, como muchos otros, ha llegado a hacer un llamado, invocando la aceptación de las identidades que al principio convivían y las que los diferencia de todas las demás; las identidades de color.
En esa misma línea, nos encontramos con la siguiente pregunta: ¿Por qué los dominicanos se encuentran hoy en ese mar de identidad y se niegan a aceptar su descendencia, optando por definirse con alguna otra? 
El transcurrir histórico dominicano se ha caracterizado por una inserción de culturas que están lejos de ser las que en el principio convivían con armonía, lejos de los que muchos historiadores han planteado, esa implementación se ha desarrollado de una manera brusca donde como consecuencia se formó un sentimiento de rechazo al negro por ser negro y al blanco por ser blanco. Al negro porque es lo que se ha aprendido desde el principio, y al blanco por ese sometimiento que llevó a la extinción de la cultura indígena y aborigen, los pioneros habitantes de República Dominicana. 
En tiempos de dictadura, y aquí se hace referencia especialmente a la tiranía de Trujillo, reinaba en el país una situación en la que se pretendía abolir la cultura negra en su totalidad, adoptando elementos de la cultura española, la historia que surgió al principio, volvió a repetirse, pero esta vez, encabezada por un habitante de la isla. 
En sentido general, existe y ha existido desde tiempos remotos esa ironía en la que se rechaza al negro que ha sido hermano mientras que se alaba al blanco que ha sido invasor. Mieses Burgos, no alaba una cultura ni desprecia la otra sino que pretende aprovechar esa diversidad que hoy enriquece el término dominicanidad. 
En los antecedentes encontrados se muestran los siguientes resultados: 
1-Graciela Maglia (2020), señala que en República Dominicana el discurso racista de las élites ha constituido una comunidad imaginada de nación blanqueada donde suelen construir una imagen degradada del colonizado, a partir de argumentos raciales para justificar su conquista y su regulación administrativa y pedagógica.
2- Ana Feliz Lafontaine (2017), que con su estudio propuso una demostración donde el principal objetivo era describir como algunas variantes de los discursos contemporáneos sobre “Lo dominicano” se mantienen atados a una concepción fundada en el esencialismo. La misma llegó a la conclusión de que diversos aspectos encarnados en los actores sociales y políticos surgidos en estén siglo muestran rupturas y cambios en el marco de comprensión de la identidad cultura dominicana y que la misma se corresponde con una democracia ciudadana que implicaría abandonar los relatos esencialistas desbordados por la realidad.
3- Hayden Carron Numnum (2009) aborda el tema de la identidad dominicana desde las corrientes de pensamiento que las has ido formando, donde concluyó que la narrativa dominicana es conocida como creadora de mitos nacionales que conforman la identidad de los pueblos, también, el análisis de las corrientes de pensamiento han ido formando el discurso sobre la identidad dominicana, acentuando las figuras intelectuales de la dominicanidad.
La identidad dominicana, orígenes y concepción
Previamente a hacer referencia a la identidad dominicana, es necesario separar estos elementos y definir identidad, que según Fernández (1999) citado por Moreno y Vicente (2009) es el sentimiento subjetivo del individuo de pertenecer a una nación concreta, a una comunidad en la que existen diversos elementos que la cohesionan y la hacen única, como por ejemplo, la lengua, la cultura, la etnia, etc.; siendo estos elementos objetivos sobre los cuales se asienta el sentimiento de pertenencia a una comunidad nacional. 
Por tanto, el término identidad,más allá de ser un componente aislado, es un conjunto de elementos que hacen a un determinado grupo único, es lo que ha definido su historia y la que de una u otra forma los mantiene unidos como comunidad. 
En ese sentido, al hablar de identidad dominicana es necesario remontarse a la época en la que los primeros moradores habitaban la isla, este apartado es una breve introducción de los orígenes de la gran diversidad de razas que caracterizan al pueblo dominicano, por tanto, no es un análisis histórico completo, pues el propósito de este trabajo es abordar la identidad dominicana desde el punto de vista de un autor específico, sin embargo, tocar los orígenes de la identidad dominicana nos parece pertinente para contextualizar esta investigación. 
De este modo, la identidad dominicana está caracterizada por una valiosa cantidad de caracteres históricos, pues esta surge de una coalición de identidades, de una fusión. Antes de definir la República Dominicana como tal, habitaban en la isla unos pequeños grupos; los tainos recorrían las tierras de lo que hoy se llama República Dominicana. Habían llegado desde la desembocadura del río Orinoco y sus actividades principales eran la pesca, el baile del areíto, la cosecha de yuca, batata y otros víveres que aún perviven. Este grupo de indígenas eran considerados unos salvajes por las grandes civilizaciones, entre ellas la que unos años más tarde los dominó: España. La llegada de Colón hacia el año 1492 fue la peor pesadilla jamás pensada por los taínos, quienes tras diversas luchas por la preservación de su cultura, fueron desapareciendo por los maltratos y la esclavitud a las que fueron sometidos, estaban en manos de España; gobernaban sus tierras, producciones y por tanto, su gente. La colonización supuso para los indígenas un cambio de identidad, una adopción de una nueva cultura, expresada por muchos historiadores como Garcilaso de la Vega, Fernández de Oviedo, Cabeza de Vaca, hasta el mismo Pablo Neruda hizo referencia a esta imposición, en su libro “Canto general”, Neruda, en su poemario describe que antes de los españoles existía en América un espacio de paz, un ambiente mágico y bosques impenetrables: 
“Antes que la peluca y la casaca fueron los ríos, ríos arteriales: fueron las cordilleras, en cuya onda raída el cóndor o la nieve parecían inmóviles: fue la humedad y la espesura, el trueno sin nombre todavía, las pampas planetarias” (Canto general; Amor América, versos 1-6)
Hasta este punto tenemos dos identidades que colisionaron de alguna forma u otra; indios y españoles se unieron y en la pequeña isla que fue descubierta empezaron a verse las primeras referencias de la identidad incrustada: se le llamó por el nombre “La Hispaniola”, se inició un sistema denominado “encomienda” donde se establecía que las tierras pertenecían a la corona española y por tanto, los indios eran considerados huéspedes de sus tierras, se construyeron los primeros edificios y la llamada “ciudad colonial”, la primera ciudad fundada por los europeos en la recién descubierta: América. 8 años más tardes, en el país, la cultura indígena quedó reducida a unos 160 indios por los fuertes maltratos recibidos por los españoles para que estos cosecharan la caña de azúcar, sin embargo, esta disminución de la población taína no calmó sus ansias, sino que consideraron la importación de esclavos africanos, comenzada en el año 1503. Así lo detalla José E. Marcano cuando declara que: 
“Las labores forzadas, abusos contra las cuales los indios no tenían inmunidad, y el crecimiento de la población mestiza contribuyeron, todos a la eliminación del Taino y su cultura. Ya para 1548 la población taína se había reducido aproximadamente a 500 personas”. (E. Marcano, 2021)
Para ese entonces, con la inserción de los esclavos africanos, tres razas recorrían las tierras dominicanas; indígenas o taínos, españoles y esclavos africanos, sin ninguna intención racista, este último llamado también “negro”. Cada pueblo no estaba aislado y por consiguiente estaban obligados a convivir y los españoles se unieron a las indígenas y más tarde a las africanas, así mismo indígenas y africanos se unieron y nuevas razas afloraron en el territorio americano. 
Por estas razones, definir la identidad dominicana con una raza o dicho de otro modo, con un color específico, es una concepción errónea, en palabras de Manuel A. García: 
“El proceso inicial de penetración española en América, cuyo primer escenario fue la isla Española o de Santo Domingo, no solo provocó un fenómeno de fusión cultural en el orden material, sino que corporizó en la aparición de un nuevo tipo humano, mestizo, que vino a encarnar y a definir la nueva realidad producida por el encuentro de dos mundos, constituyéndose en el signo más evidente de la identidad americana”
 Es necesaria la incorporación de una reconciliación de identidades donde todas las razas tengan el mismo valor, de estas forma no solo se centrarían en los elementos nativos sino que aprovecharían las riquezas de las gran diversidad cultural que dejaron los antepasados al servicio de las nuevas generaciones. En República Dominicana esta idea es concebida por el movimiento de la poesía sorprendida, sin embargo hay otros movimientos y autores que trataron el tema de la identidad. En el siguiente acápite se profundizará sobre estos movimientos y literatos que concibieron la identidad como eje central de sus ideas que muchas veces llegaron a ser revolucionarias.
La Sociología de la Literatura
La sociología de la literatura, cuya tendencia está dada hacia lo socio-crítica, parte de la suposición de que la vida del hombre está dada por la comprensión y explicación del pensar y actuar de los humanos, desde el ámbito de la cultura establecido por Terry Eagleton (1976). Todo ello, incluyendo la literatura a partir de la teoría y la crítica literarias, las cuales están establecidas por la forma en que se organiza la vida social en común y las relaciones de poder que ello reconoce, pues la vida del hombre se está sumergida en la cultura que la puede reproducir y modificar
De manera que, la sociología de la literatura enfatiza que las obras literarias no corresponden a una reproducción de la vida ni la copia fiel y exacta de los rasgos de una sociedad dada, ya que la relación entre la vida del individuo y la literatura se basa en correspondencia y semejanzas de estructuras mentales, es decir, una homología entre la cultura, constructo mental y ellas. Además, la cultura a la que hace referencia Eagleton son las elaboraciones mentales que los grupos humanos han hecho de la realidad a través de los conceptos del mundo como lo sostiene George Lukács (1885-1971), Lucien Goldmann (1913-1970) y Mijail Bajtin (1895-1971), establecen que la literatura se produce mediante una evaluación crítica y sistemática sobre las concepciones del mundo de la cultura, que por su enfoque sociológico ubican en las obra su axiología, su ética, en correspondencia a la cultura dada. 
En esta visión Terry Eagleton hace una revisión crítica desde las diversas corrientes a partir de la teoría de la ideología marxista, estableciendo que la división del trabajo histórico dentro de cada modo de producción es fundamental también para el arte y la literatura, dado que la clase dominante en cada uno de esos momentos históricos las distingue Marx y Engels (1964) “entre el trabajo directamente productivo, que es preciso organizar, y el trabajo que no es directamente productivo” (p. 66). 
Todo ello, corresponde a cada momento histórico-social específicamente desde las arte, de artista y de relaciones entre éste, la clase dominante y su ideología y el público, demostrando que Historia y la historia del arte y la literatura son reconocidos desde el paso del feudalismo al capitalismo renacentista, la sustitución del cliente colectivo como la Iglesia, corte, municipio y por el cliente individual noble, burgués, mecenas (Marx y Engels, 1964, p. 67). Esto ha producido que las relaciones cambiantes entre arte y sociedad,junto al desarrollo de la propia sociología, el espectro de la llamada sociología del arte y de la literatura, que cayó de forma inmediata en el propio idealismo burgués, considerando que el arte era «una forma de actividad autónoma enlazada a los aspectos inmutables, eternos del hombre, requiriendo un estudio absolutamente desligado de toda falencia social (De Paz, 1970).
Por otro lado, desde la línea tradicional la positivista está simbolizada por Escarpit, cuya propagación literaria “en una sociedad cualquiera sin que entre realmente en juego el principio de la producción y sin que, de hecho, se atienda a la obra literaria en cuanto tal” (Rodríguez, 1982, p. 32). Además,” un tipo de sociología que contiene la naturaleza social del escritor; su situación nacional, lingüística, profesional; el efecto de la obra en el público, su éxito; los lectores; aparato cultural, está enfocada hacia una versión convenientemente sujetada y dulcificada de la crítica marxista, adaptada para el consumo occidental” (Eagleton, 1976, p. 3). 
De igual forma, dentro del marxismo preciso se ha pretendido establecer una sociología del arte y de la literatura, la sociología de la literatura se refería a la vida concreta de una obra de arte en la unidad del desarrollo de un ambiente literario; el ambiente literario en el seno del proceso de generación del medio ideológico en el cual se inscribe; y finalmente, el medio ideológico en el proceso de generación del medio socioeconómico del cual está penetrado (Voloshinov, 1973). Por ello, las diferencias entre el sociologismo del arte y la estética marxista, se comprime la obra a su condicionamiento se logra conservar los dos términos en su unidad dialéctica para enriquecerla a partir de su condicionalidad como el punto de partida (Sánchez, 1978, p. 99). 
Es importante acotar, que ese punto de partida considera el producto artístico en la sociedad capitalista como genuino objeto de cambio, ya que el arte se transfigura así en mercancía como producto industrial, insertándolo en la economía de mercado. De manera que, la idea de Marx según la cual “la producción capitalista es hostil a ciertas ramas de la producción espiritual, como el arte y la poesía, ya que esa hostilidad se refiere no a toda la producción artística bajo el capitalismo, sino a aquélla a la cual se aplica la ley de la producción material capitalista, es decir, el criterio de productividad que rige para el trabajo asalariado” (Marx y Engels, 1964, p. 46). Por tal motivo, dentro de tal espacio se despliega el paso de correspondencia autor/lector, por la vía de la distribución y el consumo, como otro resultado de la producción capitalista, reduciéndolo a un binomio ideológico: producción/consumo, que encubre el de explotadores/explotados o el de productores/aprovechadores (Vernier,, 1975, p. 35), .
Identidad y Corpus Narrativo
El concepto de Identidad, supone, por una parte, una función cuantitativa respecto del número y variedad de individuos a los que unifica y, por otra, una función disciplinaria por el rol de las instituciones para producir y conservar discursos de identidad con las reglas de acceso a ellos y las posiciones relacionadas con el hacer y el representar de los individuos en las sociedades. 
Al respecto, Ramírez (2002), manifiesta que: La forma, tal vez, más evidente en que se muestra la identificación de los individuos con una cultura es en la aceptación de los valores éticos y morales que actúan como soportes y referentes para preservar el orden de la sociedad. Su aceptación y cumplimiento hacen más soportable las tareas que los individuos deben cumplir y, a la vez que conserva a los individuos en el grupo, limita la acción del indiferente y el peligro de los disidentes. En este sentido, se dice que los valores expresan la tensión entre el deseo (del individuo) y lo realizable (en lo social). Tal tensión es productiva mientras los individuos puedan representarse su propia existencia y darse una imagen estable y duradera de sí mismos, lo que es posible con una memoria atenta que reactualice e integre de manera permanente los acontecimientos fundantes de su propia identidad y los proyecte como orientación hacia acciones futuras responsables y creativas.
Esta tensión es inmanente a todo imaginario social, ya que las tradiciones heredadas del pasado y las iniciativas de cambio del presente se expresan en ellos. La estructura simbólica de la memoria social se encuentra representada en las ideologías, que son las que difunden los acontecimientos constitutivos de la identidad de las comunidades, de lo que se desprende su carácter preservante, legitimante e integrador. La función de la ideología -dice Santos (2002) “es la de servir como posta a la memoria colectiva con el fin de que el valor inaugural de los acontecimientos fundadores se convierta en objeto de la creencia de todo el grupo” (p. 4).
La ideología tiene como contraataque la utopía cuya naturaleza cuestionadora denuncia el carácter distorsionador y encubridor de las ideologías triunfantes. "Es la expresión de todas las potencialidades de un grupo que se encuentra reprimido por un orden existente; es un ejercicio de la imaginación para pensar de otra manera la manera de ser del ser social" (Santos 2002b p. 5).
No es casual que se las interprete, muy livianamente por cierto, como generadoras de desorden, de sin sentido y de pérdida de credibilidad en lo fundacional. El resultado es un ataque deliberado a la diversidad, el silenciamiento de los discursos diferentes con la enunciación ideológica de conceptos pseudouniversales para legitimarse como autoridad, domesticando el recuerdo, creando estereotipos si faltaran y justificando el accionar de la autoridad como garantía de permanencia y continuidad de los valores. Ante la eventualidad de la pérdida del sentido del actuar, la eficacia de la retórica de la ideología es abrumadora porque, si una sociedad no puede mantenerse sin normas, tampoco puede hacerlo sin un discurso público persuasivo que codifique toda realidad. 
Aun siendo tan diferente el accionar de una y otra, lo cierto es que la ideología y la utopía se complementan porque parten del mismo suelo referencial de la identidad cultural, realidad dinámica y no dogmática, por cierto. Pero cuando una sociedad se enfrenta ante el desorden, la ineficacia e incomunicabilidad de los valores y la falta de horizonte al carecer de objetivos comunes, se hacen evidentes los síntomas de una crisis de identidad que se manifiesta en todas las instituciones de la cultura: las familiares, laborales, políticas, estatal, educativas, religiosas y otras. 
Por su parte, el concepto de corpus, tal y como se usa hoy en día en el ámbito de la lingüística o lexicografía de corpus, o en la lingüística computacional en general, no es tan sencillo como podría parecer a primera vista. Arnal (2004 p. 14), hace mención que en principio, “se puede llamar corpus a cualquier colección que contenga más de un texto (corpus como cuerpo textual)”. Sin embargo, cuando este término se usa en la lingüística actual, posee una serie de implicaciones que van más allá del análisis de cualquier cuerpo textual (por ejemplo, dos novelas de un autor o un artículo de un periódico).
Algunos relatos emitidos por las personas que conviven en una localidad se vinculan a la tradición oral, recogiendo sus temas del folklore o la leyenda; otros son reelaboraciones de historias ya fijadas en textos clásicos, con los cuales establecen una relación inter-textual; y otros basan su asunto en anécdotas, casos o sucedidos de la experiencia contemporánea, propuestos como un universo imaginario de significación autosuficiente. 
Para Imbert (1999) señala que el origen de las formas breves puede rastrearse en los inicios de la literatura, hace ya cuatro mil años (en textos sumerios y egipcios), como relatos intercalados, y que luego se van perfilando en la literatura griega (Herodoto, Luciano de Samotracia), como digresiones imaginarias con una unidad de sentido relativamente autónoma.El autor destaca, como función originaria, esa situación de textos enmarcados en un discurso mayor, generalmente en forma de diálogos, y su función digresiva, destinada a desviar al oyente del discurso central de las situaciones expuestas en esos diálogos para reactivar o dosificar su atención con la inclusión oportuna de hechos sorprendentes, inhabituales o extraordinarios. 
Por tanto, no es azaroso que la indagación por los orígenes del cuento literario suela extenderse hasta esos siglos de comprensión todavía incipiente; en la Edad Media no sólo se incuba muchas de las expresiones precursoras de la literatura tal como se entiende hoy, sino las proposiciones estéticas sobre la diferenciación de los géneros, fundamentalmente a través de la revaloración de la poética aristotélica. 
Una línea narrativa que es importante destacar es la que basa sus asuntos en la experiencia colectiva que se trasmite oralmente, sea como sucedido o como anécdota, y que el compilador recoge como una situación de por sí significativa, formalizando sus líneas esenciales. Son narraciones que buscan plasmar a la vez la frescura coloquial del lenguaje de una comunidad y sus claves culturales. Es por esto, que la compilación de los relatos orales constituye un corpus narrativo, donde quien compila es sólo una figura intermediaria que oye y transcribe una historia cuya autoría se adjudica a la comunidad.
Tomando en consideración lo descrito por Vallejo (1999), “convertir un acontecimiento real en hecho literario es un reto que sólo puede resolver satisfactoriamente el escritor talentoso, aquel capaz de unir en su escritura la contingencia de la experiencia narrada con su significación autosuficiente”. Un corpus narrativo oral presenta por lo tanto dos modalidades de discurso que suelen polarizarse: la relación dialéctica entre el testimonio o la relación particularizada de los hechos desde la perspectiva del testigo presencial y la alegoría o la abstracción esencialista de una versión de la realidad (ob. cit. p. 110).
Por lo tanto, se destacan las reelaboraciones de mitos e historias famosas y la predilección por la fábula como modalidad narrativa de renovada eficacia. Esta última forma canaliza usualmente una visión satírica de la sociedad, y las razones de esta preferencia en Hispanoamérica son obvias. 
	Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2004 p.1), Corpus significa en terminología, “el conjunto de fuentes orales y escritas que son utilizadas en un trabajo terminológico especializado” y en lingüística, “conjunto de obras y textos seleccionados a partir del cual se analiza y describe una lengua” (p.1). Entonces, un corpus lingüístico es un conjunto, normalmente muy amplio, de ejemplos reales de uso de una lengua. Estos ejemplos pueden ser textos o muestras orales normalmente transcritas por el compilador. Asimismo, la lingüística de corpus es la subdisciplina de la lingüística que estudia la lengua a través de estas muestra (Pérez 2002. p. 36). Este tipo de aproximación choca con el enfoque chomskiano que tiende a estudiar la lengua a través de la intuición lingüística del hablante.
En EAGLES (2000) se encuentra una tipología de corpórea más específica en la que se distinguen los siguientes tipos de corpus: 
a) Corpus de referencia: creado para que sea una muestra representativa de las variedades más importantes de una lengua, así como de sus estructuras y vocabulario generales, de forma que ofrezca información lo más amplia posible sobre una lengua y pueda servir de base en la construcción de gramáticas, diccionarios y obras de referencia. b) Corpus monitor: es un nuevo tipo corpus que se ha hecho posible gracias a los avances realizados en los últimos años tanto en la capacidad de almacenamiento de texto en formato magnético, como en lo que se refiere a su procesamiento. c) Corpus oral: es un corpus en el que se recogen conversaciones informales y espontáneas, que han tenido lugar sin la intervención de ningún medio de comunicación. En otros casos, el uso del término se amplía para referirse a cualquier tipo de lengua en la que los hablantes se comportan de forma oral. d) Corpus de fragmentos textuales: En la actualidad, casi todos los corpórea de nueva construcción incluyen textos completos, y la práctica de incluir fragmentos de textos puede que sea sólo un vestigio de tiempos pasados.
Como se observa, la variedad de corpórea existentes se debe en la mayoría de los casos a una de las características fundamental en un corpus: el hecho de que son creados para un propósito específico, ya sea éste de carácter general o corpórea de referencia, y mucho más restringido o corpórea especial.
 
Literatura e identidad: una mirada a dos movimientos literarios en la república Dominicana 
Las primeras manifestaciones literarias en República Dominicana surgieron a raíz de la independencia proclamada en el año 1844, sin embargo, cuando aún no se le daba el nombre que hoy lleva la isla, en la época colonial, por tarea de diversos historiadores, afloraban diversos textos de índole literario, el primero de ellos es el famoso “Diario de navegación” de Cristóbal Colón. Este personaje en vida era un ser curioso, al tomar la idea del viaje del descubrimiento, en su país natal lo tachaban de demente, pues lo que pretendía Colón era confirmar lo que en numerosos libros había leído; que existían otros lugares similares a paraísos terrenales, esto lo impulsó a realizar sus populares viajes y luego usó la literatura como medio de transporte cultural para dar a conocer como eran las tierras descubiertas, sus tradiciones y su gente, para difundir y multiplicar la cultura que había encontrado, convirtiéndola, o más bien, fusionándola con la suya dándose el proceso de “Sincretismo cultural” que dio como resultado lo que hoy es el pueblo dominicano. 
Por otro lado, la literatura, al considerarse uno de los principales medio de difusión ha estado presente en cada etapa cumbre de la historia de cualquier pueblo y República Dominicana no es la excepción, para entrar en terrenos más actualizados y dejando atrás la etapa colonial, se considerará la época de la independencia y la literatura de aquel entonces. 
España tenía control y poder absoluto de la isla que ella misma bautizó como “La Hispaniola”, sin embargo, a causa de los diversos conflictos que sostenía España con diversas naciones, la colonia que hacía poco se había descubierto pasaba a mano de esos adversarios, ejemplo de esto es el famoso “Tratado de Basilea” donde la corona española debía abandonar y ceder la parte española de la isla de Santo Domingo a los franceses. Entonces así iba esa pequeña porción de tierra, en las Antillas, de nación en nación, sin ningún poder ni defensa. Esta confusión generada por los diversos cambios de cultura y la intensa búsqueda de una identidad propia por parte de los originarios habitantes de Santo Domingo se vio reflejada en una de las quintillas más famosas, escrita en el siglo XVII, por el padre Juan Vásquez, la misma comienza de esta manera: 
“Ayer español nací
A la tarde fui francés
A la noche etíope fui
Hoy dicen que soy inglés
No sé qué será de mí”.
Esta profunda inquietud, expresada en estas escasas pero fructuosas líneas, muestra las diferentes luchas que libraron los conquistadores por proclamar a Santo Domingo como parte de sus colonias, además está alimentada por un profundo pesar por la dominación a las que fueron sometidos los hoy dominicanos por 21 años en manos de su país hermano; Haití. 
Así fue creciendo en el pueblo dominicano un sentimiento de liberación que fue expresado en su mayor esplendor por medio de la poesía. Pedro Henríquez Ureña en sus vastas investigaciones no obvió el tema de la identidad dominicana, con sus “Seis ensayos en búsqueda de la identidad dominicana” bv la necesidad de sentirse libres de toda opresión.
A raíz de esto nació el primer indicio en el ámbito de la poesía de esta confusión que embargaba a un pueblo: 
“Ayer español nací/ a la tarde fui francés/ a la noche etíopefui/ hoy dicen que soy inglés/ no sé qué será de mí”
En esta célebre composición se percibe un sentir profundo por la búsqueda de una identidad y al mismo tiempo se observa un planteamiento bastante racional por la realidad que había confrontado la isla dominicana 
El Postumismo
Desde esta perspectiva, se logra exponer la estrecha relación entre sociedad y literatura, dado que en el Siglo XX mediante la fundación de la Republica germina los verdaderos escritores en República Dominicana con Gastón Femando Deligne, Salome Ureña de Henríquez y Manuel de Jesús Galván y su Enriquillo (1882), creando la obra más recalcada de en cuanto a la sus valores narrativos y el manejo de su elegante prosa. Por ello, es en este siglo cuando emerge una literatura con autentico sello nacional, y el movimiento postumista se enfocó más a este respecto, ya que en la misma época de la invasión norteamericana Domingo Moreno y su grupo fundaban una obra poética que narraba el paisaje y cotidianidad dominicana, rompiendo con la estética modernista. Se tiene que el Postumismo lo originó Domingo Moreno Jiménez, dado que le llamó así porque estaba convencido de estar subrayando una poesía que sólo sería comprendida más tarde, tratándose de una lírica que se planea prospectivamente hacia el futuro (Perdomo, 1999).
La segunda década del siglo XX, sella un período importante en la historia occidental, dado que en Europa se suscitan diversos cambios en el mundo de la ciencia, política y  en las artes. Es un instante en el que el hombre reflexiona sobre los conceptos y esquemas que buscan una nueva forma de expresión, ya que en este tiempo brotan diferentes propensiones y escuelas como: el Dadaísmo, el Futurismo, el Creacionismo y el Formalismo ruso, y llegan a Santo Domingo bajo el dominio del gobierno norteamericano que acontece  desde 1916 a 1924. Asimismo, el postumismo fue un movimiento literario transformador que surgió en República Dominicana en el año 1921, cambiando de forma radical el discurso poético dominicano, ya que a partir de su origen se da la poesía dominicana tradicional y de poesía moderna, dado que los postumistas colocaron en práctica una nueva manera de poetizar la realidad dominicana (Anderson, 2000).
Para Lantigua (2006) el postumismo es fuente creadora, manantial de convicciones claras, con evidencia transparentes, sin nada de ocultamientos ni malabarismos. Por otro lado Baeza Flores (1976) admite el postumismo como “la liberación mediante la realidad de la propia palabra, descubriendo un modo amplio de la tierra dominicana, el sentido racial y morfológico de nuestra realidad” (p. 414).
La aparición del movimiento del se inicia a partir del año 1921 cuando la revista Cuna de América divulgó un cumulo de poemas que se aislaban de forma radical de las normas de los patrones vigentes del quehacer poético dominicano. Además, en el mismo año 1921, en el prólogo a su primer poemario titulado Fantaseos, Andrés Avelino dio a la publicidad el manifiesto postumista preparado por él, cuyo documento de unos veinte postulados, comunicaba la ruta que debía seguir la poesía dominicana a partir de ese instante (Eagleton, 1998).
Aunado a este postulado, obre el postumismo, en cambio, Rueda (1999) sostiene que fue un movimiento con un carácter criollista, “tomando en consideración en el que Moreno Jiménez vio perspectivas de una América futura. Si la intención era débil y ya bastante trasnochada como filosofía del nuevo hombre americano, al ser trasladada al verso se volvía más que inoperante, inocua” (p. 19).
El movimiento postumista se determina por la fusión de lo material y espiritual, obligando al poeta postumista a integrar la esencia sublime y lo humilde de la vivencia dominicana a los aparatos verbales. De manera que, el poeta postumista afronta los valores heredados de la poesía europea, manifestándose en la adaptación de tópicos y ansiedades a la realidad dominicana, además el poeta plasma las inquietudes dominicanas y expresa su vivencia, tal como lo describe el siguiente poema de Moreno Jiménez:
Viacrucis
Charcos de agua mugrienta.
Sahumerios  de incienso para ahuyentar los malos espíritus
Palmas y sol. Vírgenes
Por rubor de la vida.
Escolares carudos.
La dueña del ventorrillo
mima sus piñonates.
El marido en el patio
rasca el filo a la leña.
Si te haces sacarrona
los guineos se te pudren.
Una vecina sale a yantar.
El cielo anuncia que va a llover
Tengo alas
Y parece que no las tengo.
El sentimiento que emana es que estamos ante la presencia de un cuadro cotidiano tropical, permitiendo captar en lectura una incompatibilidad entre el título y el texto, dado que el título nos remite a una preocupación religiosa.
Adicionalmente, otro poema de Moreno Jiménez como es La ceiba de mi barrio o el sincretismo dominicano plantea poblar los bosques de la poesía dominicana con los frutos de su tierra, convirtiendo La ceiba en material poético.
La ceiba de mi barro
La ceiba centenaria que da sombra a las plantas,
Que da rocío a los niños;
Que pone su halo de espera sobre los caminantes;
Es buena, fuerte, mansa;
Por su actitud es virgen,
Por su experiencia anciana.
Nadie que a su pie llega se aleja, defraudado.
Es el alivio y la recordación de la comarca.
Se puede evidenciar, que el poeta crea el lexema “ceiba” como parte del léxico poético postumista, ya que el árbol es el símbolo de las tradiciones de la esencia de ese pueblo, rindiendo culto a este elemento de la naturaleza que parece persistir mediante los años, eternamente joven, eternamente sabio.
La poesía sorprendida
La poesía sorprendida se descubre como fruto de inquietudes internas e individuales, escapándose la esencia poética, que muchas veces debe persistir muda para poder recogerla, ya que los poetas comienzan a preocuparse por las limitaciones que ofrece el lenguaje. Además, se tiene que desde el comienzo los asombrados muestran una belleza que se aparta del postumismo, inquieto desde sus comienzos por instituir la naturaleza poética de los elementos y el habla humilde dominicano (Piña-Contreras, 2015).
La Poesía Sorprendida anuncia su primer número en el año 1943, dado que su origen expone su propósito de abrir las puertas de las letras dominicanas a la tradición literaria mundial, como poesía nacional nutrida en lo universal, única forma de ser propia; con lo clásico de ayer, de hoy y de mañana; con la creación sin límites, sin fronteras y permanente; con el mundo oculto del hombre, secreto, solitario e íntimo, creador siempre. Por ello, se tiene que se está contra toda restricción del hombre, la vida y la poesía: hacia todo falso insularismo que no brote de una ciudadanía generalizada en lo recóndito de las culturas hacia  la perfidia a la poesía y sus indelebles perjuros por corta visión (Mora Serrano, 2018).
Para García (2011) los sorprendidos proponían “una poesía nacional que se nutriera de lo universal, una poesía sin límites”, dado que la crítica dominicana piensa que los sorprendidos establecen el movimiento literario que más autores de renombres ha dado a la historia de la poesía dominicana. Entre miembros más recalcados se encuentran: Franklin Mieses Burgos, Freddy Gatón Arce, Manuel Rueda, Mariano Lebrón Saviñón, Aída Cartagena Portalatín, Antonio Fernández Spencer, Alberto Baeza Flores, Rafael Américo Henríquez, Manuel Llanes, Manuel Valerio y José Glass Mejía.
Por tanto, en este movimiento concurrieron tres impulsos poéticos distintos, Rafael Américo Henríquez y Miguel Llanes proceden de una promoción más antigua. De una promoción intermedia son Franklin Mieses Burgos y Aída Cartagena Portalatín. (….) Todavía hay una promoción más joven constituida por Freddy Gatón Arce, Manuel Valerio, Antonio Fernández Spencer, Mariano Lebrón Saviñón, José Manuel Glass Mejía y Manuel Rueda (Fernández, 1988), dado que estas tres grupos formaron parte de este movimiento le avaló una persistencia y una influencia en las letras poéticas dominicanas.
Por otro lado, los contenidos de los poetas sorprendidos eran propagados mediante una revista cuyonombre era La Revista de la Poesía Sorprendida, que actuaba como el órgano de propagación artística que usaban los integrantes del grupo, y era descifrada como réplica a Los Cuadernos Dominicanos de Cultura preparados por Trujillo, teniendo como nucleó central la juventud artística dominicana. La aparición de La Poesía Sorprendida sucede en plena fortificación de la opresión de Trujillo, quien despojó el poder desde 1930 y lo conservó con su ímpetu durante 30 años.
A continuación, se describe un texto con los postulados que defendían los sorprendidos, el cual surgió en el primer cuaderno de su revista, formando en su conjunto una variedad de manifiesto:
a. Estamos por una poesía nacional nutrida en lo universal, única forma de ser propia; con lo clásico de ayer, de hoy y de mañana; con la creación sin límites, sin fronteras y permanente; y con el mundo misterioso del hombre, universal, secreto, solitario e íntimo, creador siempre.
b. Estamos contra toda limitación del hombre, la vida y la poesía; contra todo falso insularismo que no nazca de una nacionalidad universalizada en lo eterno profundo de todas las culturas; contra la permanente traición a la poesía y contra sus permanentes traidores por su corta visión.
c. En los silencios y en las letras hay un amor callado que solo podrá ser escuchado por el atento en su interior. No interesa a La Poesía Sorprendida que esta amorosa luz sea comprendida o no de inmediato; le basta con tenerla, con amarla, con darla, y que se recoja más tarde o más temprano es razón aparte de su virtud de nacimiento y crecimiento.
d. La Poesía Sorprendida saluda a todos los trabajadores intelectuales de ambas Américas, y en especial a sus amigos repartidos en los diversos países americanos. Afirma su fe en la creación del mundo más bello, más libre y más hondo de mañana.
e. Saluda a todos los luchadores del pensamiento y la sensibilidad de todas las latitudes de la Tierra, de todos los climas e idiomas, en una fe invariable, permanente y sagrada por el respeto a la creación del hombre, por sobre cualquier circunstancia, fíela su lema poesía con el hombre universal. 
f. Aunque queda en nuestro continente mucha poesía de circunstancia y de anécdota infiel y al parecer seguirá produciéndose con la sabida disculpa de que el fin justifica los medios. Sería mejor que los medios poéticos justificaran un fin poético, porque toda la ética exigible a la poesía, ella la lleva en sí, en su razón de existir y de alentar más allá de sí. 
g. Aun esta poesía de cartel y de ocasión tiene sus seguidores y a veces se llega a llamar social a esta poesía de geografía económica o editorial. ¿Cómo llamar entonces a la otra poesía, que desechando la cáscara, la pelusa, el pellejo fácil o circunstancial, trabaja en la entraña? ¿No es social toda poesía por el hecho de existir en sí?
h. Lo propio sucede con el fondo nacional buscado en poesía, que no está a centímetro sino en entrañas, en profundidades, y que no es accidente botánico, eternidad, sino trabajo profundo que abarca una soledad misteriosa, una amorosa entrega al cultivo interior, donde no hay distracciones salvadoras a las que responsabilizar.
i. Lejos de negar la realidad, La Poesía Sorprendida la interpreta, pero entre cogerla en bruto e interpretarla media un mundo (Gatón Arce, 1988, p. 1-8). 
Referencias bibliográficas 
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https://acento.com.do/cultura/una-lectura-del-poema-ruinas-de-salome-urena-8867565.html
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