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Propagación de Ondas Electromagnéticas

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PROPAGACIÓN DE ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Elaborado por: 
Ing. Iván Ochoa MSc. 
E-Mail: ivanj8a@gmail.com 
 
Propagación de Ondas. 
La propagación de ondas se refiere a la propagación de ondas electromagnéticas en el 
espacio libre. Aunque el espacio libre realmente implica en el vacío, con frecuencia la 
propagación por la atmósfera terrestre se llama propagación por el espacio libre y se puede 
considerar siempre así. La principal diferencia es que la atmósfera de la Tierra introduce 
perdidas de la señal que no se encuentran en el vacío. 
Las ondas electromagnéticas se propagan a través de cualquier material dieléctrico 
incluyendo el aire, pero no se propagan bien a través de conductores con pérdidas como el 
agua de mar ya que los campos eléctricos hacen que fluyan corrientes en el material 
disipando con rapidez la energía de las ondas. 
Las ondas de radio se consideran ondas electromagnéticas como la luz y al igual que 
ésta, viajan a través del espacio libre en línea recta con una velocidad de 300.000.000 
metros por segundo. Otras formas de ondas electromagnéticas son los rayos infrarrojos, los 
ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma. 
 
Las ondas de radio se propagan por la atmósfera terrestre con energía transmitida 
por la fuente, posteriormente la energía se recibe del lado de la antena receptora. La 
radiación y la captura de esta energía son funciones de las antenas y de la distancia entre 
ellas. 
 
Propagación por el Espacio Atmosférico. 
Los trabajos teóricos de Sommerfeld, Norton, Van der Pol y Bremmer ignoraron los 
efectos atmosféricos, suponiendo que la propagación de las ondas en el espacio por encima 
del suelo se produciría en línea recta. En la práctica, la atmósfera de la Tierra se encuentra 
estratificada y posee un índice de refracción que normalmente disminuye con la altura. Por 
término medio, la variación con la altura del índice de refracción es exponencial (véase la 
Recomendación UIT-R P.453). 
En cualquier atmósfera en la que el índice de refracción disminuye con la altura, la 
onda radioeléctrica se refractará hacia abajo en dirección del suelo. En el primer kilómetro 
por encima del suelo la variación exponencial puede aproximarse por un decrecimiento 
lineal y en este caso los trayectos radioeléctricos pueden tratarse como desplazamientos en 
línea recta incrementando artificialmente el radio efectivo de la Tierra. Este tratamiento se 
aplica a menudo a las frecuencias de ondas métricas y frecuencias superiores donde un 
valor típico para el factor radio efectivo de la Tierra es 4/3. 
Para las ondas de superficie a frecuencias por debajo de 10 kHz la atmósfera tiene un 
efecto despreciable y el factor tiende a la unidad. En las proximidades de la banda de 
radiodifusión en ondas hectométricas el factor se encuentra ente 1,20 y 1,25 para la 
mayoría de las clases de terreno. 
Estos resultados se aplican a condiciones atmosféricas típicas (en las que la 
refractividad a nivel del mar es No= 315 y la altura de escala es de 7,35 km) y se utilizan en 
las presentaciones gráficas de la Recomendación UIT-R P.368. Cuando las condiciones 
atmosféricas no son las típicas, pueden necesitarse otros factores del radio efectivo de la 
Tierra para simular los efectos de propagación que predominan. La información sobre las 
condiciones atmosféricas puede conseguirse a partir de observaciones climáticas locales o 
en la Recomendación UIT-R P.453 y estos parámetros pueden utilizarse como datos de 
entrada para el programa informático GRWAVE. 
Fenómenos Ópticos en la Propagación 
Reflexión. 
 La Reflexión se refiere al choque de la onda electromagnética con la frontera entre dos 
medios y parte o toda la potencia de la onda no se propaga en el medio, sino que es reflejada 
en dirección opuesta al segundo medio como se muestra en la Figura N° XX en donde el 
frente de onda incidente choca con el medio 2 con un ángulo de incidencia . Este frente de 
onda es reflejado en su totalidad con un cambio de dirección llamado . 
 
Figura N° 1. Fenómeno de Reflexión. 
Difracción. 
La Difracción es el fenómeno que ocurre cuando una onda electromagnética incide 
sobre un obstáculo. La Tierra y sus irregularidades pueden impedir la visibilidad entre 
antena transmisora y receptora en ciertas ocasiones. La zona oculta a la antena transmisora 
se denomina la zona de difracción (Figura N° 2). En esta zona los campos no son nulos 
debido a la difracción causada por el obstáculo y, por tanto, es posible la recepción, si bien 
con atenuaciones 
superiores a las del 
espacio libre. 
 
 
 
 
 
 
Figura N° 2. Obstrucción causada por la Tierra. 
En primer lugar, es necesario definir la condición de visibilidad entre antenas, es 
decir, cuándo debe considerarse que un obstáculo interrumpe el camino directo entre la 
antena transmisora y la receptora y, por tanto, la difracción es un mecanismo relevante en 
la propagación. 
Refracción. 
 El índice de refracción de la atmósfera varía en función de la concentración de gases. 
Es por este motivo, para una atmósfera normal, que el índice de refracción disminuye con la 
altura. 
 El índice de refracción del aire es muy próximo a la unidad. Para facilitar los cálculos 
se define el coíndice de refracción o refractividad N como 
 ( ) 
de forma que la refractividad tiene en la superficie terrestre valores de centenas de 
unidades N. Si se supone la atmósfera como un gas ideal con una cierta concentración de 
vapor de agua, la refractividad puede obtenerse como 
 
 
 
 
 
 
 
Donde: 
P: Presión Atmosférica en mbar 
T: Temperatura Absoluta en K 
e: Presión parcial del vapor de agua en mbar 
 Tanto la presión atmosférica como la temperatura y el contenido de vapor de agua son 
función de la altura. Para un perfil atmosférico medio la refractividad varía 
exponencialmente en función de la altura. La UIT define como atmósfera de referencia 
aquella en que la refractividad varía como 
 ( ) 
donde h es la altura en km. 
Ésta atmósfera corresponde a un valor promedio sobre la superficie terrestre a lo 
largo del tiempo, en donde 315 es el valor de la refractividad en la superficie terrestre, y se 
supone que la atmósfera está estratificada en sentido horizontal (la refractividad depende 
sólo de la altura). 
La principal consecuencia de la variación del índice de refracción atmosférico es la 
refracción de las ondas, es decir, que las ondas no se propagan en línea recta. Para un medio 
estratificado como el de la Figura N° 3, en que el índice de refracción disminuye con la 
altura, la trayectoria de la onda se curva hacia la región de mayor índice de refracción. El 
radio de curvatura r de la trayectoria está dado por 
 
 
 
 
 ( )
 
 
 
Como el índice de refracción es muy próximo a 1, y dado que en general las antenas se 
encuentran a alturas semejantes, es decir, el ángulo y se aproxima a cero, la expresión 
anterior puede escribirse como 
 
 
 
 
 
 
 
Figura N° 3. Curvatura de las trayectorias en la atmósfera. 
Cuando la variación de n con la altura es significativa, el radio de curvatura no es muy 
grande y la trayectoria de las ondas no es recta sino que se curva debido a la refracción. 
Este efecto debe tenerse en cuenta al considerar la visibilidad entre antenas, la distancia al 
horizonte y la distancia entre trayectorias y obstáculos. 
Para simplificar los cálculos se supone que en la proximidad de la superficie terrestre 
el gradiente de la refractividad es constante. En este caso el radio de curvatura de la 
trayectoria es constante, es decir, describe una circunferencia. Es posible definir un radio 
equivalente de la tierra, para la cual las ondas se propagan en línea recta. La condición que 
debe cumplir este radio equivalente es 
 
 
 
 
 
 
 
 
 ( 
 
 
) 
Para la atmósfera dereferencia al nivel del mar (gradiente de la refractividad igual a -
39 unidades N/km) se obtiene que 
 
 
 
 
 
Figura N° 4. Radio equivalente de la Tierra. 
Nótese que el valor de gradiente de la refractividad de -157 unidades N/km 
corresponde a un punto crítico. En este caso el radio equivalente de la tierra es infinito, ya 
que el radio de curvatura del rayo y el radio real de la tierra es el mismo. Para la atmósfera 
normal (gradiente del índice de refracción de -39 unidades N/km) el radio de curvatura del 
rayo es mayor que el de la tierra. Si el gradiente es inferior a -157 unidades N/km el radio 
equivalente de la tierra es negativo debido a que el radio de curvatura del rayo es inferior al 
radio de la tierra. En este último caso la trayectoria de la onda se curva de tal manera que 
incide sobre la superficie de la tierra. En esta situación puede producirse un guiado de la 
onda entre la superficie de la tierra y una capa atmosférica próxima. Este fenómeno se 
denomina propagación por conductos y permite la propagación de ondas electromagnéticas 
con atenuaciones muy inferiores a las correspondientes al espacio libre. 
La propagación dentro de un conducto puede analizarse a partir de los modos de 
propagación dentro de una guía de ondas. En función de la dimensión del conducto existe 
una frecuencia mínima de corte por debajo de la cual no hay propagación dentro del mismo. 
La formación y dimensión de los conductos sólo puede describirse de forma estadística, si 
bien las alturas habituales son de algunos metros y en condiciones extraordinarias pueden 
alcanzar los centenares de metros. Consecuentemente la propagación por conductos afecta 
primordialmente a las bandas de VHF, UHF y SHF, si bien en esta última banda al ser la 
atenuación específica de la atmósfera mayor el fenómeno es menos relevante. 
En la Figura N° 5 se muestra una simulación por ordenador de la trayectoria seguida 
por rayos con diferentes ángulos de salida, para una antena situada a 50 m de altura y un 
conducto de 200 m de grosor y gradiente de -500 unidades N/km; en la gráfica se 
representa el índice de refracción modificado M en función de la altura h, siendo M = N + 
106 h/RT. Nótese que para ciertos ángulos de salida el rayo queda atrapado entre la 
superficie de la tierra y una capa atmosférica de poca altura. 
 
Figura N° 5. Propagación por conductos. Espesor del conducto 200 m, altura de la antena 
transmisora 50 m [UIT]. 
La formación de conductos está asociada a grandes variaciones del gradiente del 
índice de refracción, debidas a su vez a variaciones elevadas en la concentración de vapor 
de agua en las capas altas de la atmósfera. Es por este motivo que la formación de conductos 
es más probable sobre mares cálidos, mientras que sobre tierra es un fenómeno menos 
frecuente. 
La propagación por conductos es suficientemente impredecible como para no 
constituir un modo de propagación sobre el que se pueda establecer un servicio fijo de 
radiocomunicaciones con parámetros de calidad aceptables; sin embargo, su probabilidad 
es suficientemente elevada como para considerarse, al evaluar las posibles interferencias 
causadas entre estaciones que comparten la misma frecuencia, que en situaciones normales 
no se interfieren pero que ante una eventual formación de conductos pueden dar 
sobrealcances anormales y producir interferencias. Así, en los meses de verano es habitual 
la formación de conductos sobre el mar Mediterráneo que permiten el alcance a grandes 
distancias en las bandas de VHF y UHF, fenómeno que afecta especialmente a los servicios 
de radiodifusión de FM y televisión. 
Interferencia. 
La Interferencia es producida siempre que se combinan dos o más ondas 
electromagnéticas de tal manera que se degrada el funcionamiento del sistema. La 
interferencia está sujeta al principio de superposición lineal de las ondas electromagnéticas, 
y se presenta siempre que dos o más ondas ocupan el mismo punto del espacio en forma 
simultánea. 
El principio de superposición lineal establece que la intensidad total de voltaje en un 
punto dado en el espacio es la suma de los vectores de onda individuales. 
En la Figura N° 6, se muestra la suma lineal de dos vectores de voltaje instantáneo, 
cuyos ángulos de fase difieren en el ángulo . Se aprecia que el voltaje total no es tan solo la 
suma de las dos magnitudes vectoriales, sino más bien la suma fasorial. En la propagación 
por el espacio libre, puede existir una diferencia de fases solo porque difieran las 
polarizaciones electromagnéticas de las dos ondas. Según los ángulos de fase de los dos 
vectores, puede suceder una suma o una resta. Esto implica simplemente que el resultado 
puede ser mayor o menor que cualquiera de los dos vectores, así que las ondas 
electromagnéticas pueden ser anuladas o reforzadas. 
 
Figura N° 6. Suma lineal de dos vectores con distintos ángulos de fase. 
Tipos de propagación. 
Propagación por Ondas Terrestres. 
Las ondas terrestres son todas las ondas electromagnéticas que viajan dentro de la 
atmósfera terrestre, así también, las comunicaciones entre dos o más puntos de la Tierra 
son llamadas Radiocomunicaciones. 
Las Radiocomunicaciones Terrestres se pueden propagar de distintas formas y éstas 
formas dependen de la clase de sistema y del ambiente, las ondas terrestres tienden a viajar 
en línea recta, pero tanto la Tierra como la atmósfera pueden alterar su trayectoria. 
Existen tres formas de propagación de ondas electromagnéticas dentro de la 
atmósfera que corresponden a las ondas terrestres, ondas espaciales y ondas celestes o 
ionosféricas. Éstas se muestran en la Figura N° 7. Cuando las ondas viajan directamente del 
transmisor al receptor se le llama transmisión de línea de vista (LOS: Line of Sight). 
 
Figura N° 7. Modos normales de propagación de ondas electromagnéticas. 
 
Las ondas terrestres son las ondas que viajan por la superficie de la Tierra, éstas 
deben de estar polarizadas verticalmente debido a que el campo eléctrico en una onda 
polarizada horizontalmente sería paralelo a la superficie de la Tierra y se pondría en corto 
circuito por la conductividad del suelo. 
En las ondas terrestres el campo eléctrico variable induce voltajes en la superficie 
terrestre que hacen circular corrientes muy parecidas a las de una línea de transmisión. 
La superficie terrestre también tiene pérdidas por resistencia y por dieléctrico, por lo 
tanto, las ondas terrestres se atenúan a medida que se propagan haciéndolo mejor sobre 
una superficie buena conductora como el agua salada y son mal propagadas en superficies 
como desiertos. La atmósfera terrestre tiene un gradiente de densidad, es decir, la densidad 
disminuye en forma gradual conforme aumenta la distancia a la superficie terrestre, esto 
hace que el frente de onda se incline en forma progresiva hacia adelante 
Así, la onda terrestre se propaga en torno a la Tierra y queda cerca de su superficie, 
pudiéndose propagar más allá de su horizonte o incluso por toda la circunferencia de la 
Tierra como se muestra en la Figura N° 8. 
 
Figura N° 8. Propagación de Ondas Terrestres. 
Propagación por Ondas Troposféricas. 
Anteriormente se ha supuesto que la atmósfera es un medio estratificado en el que el 
índice de refracción varía solamente con la altura. En realidad existen en la atmósfera 
heterogeneidades que producen fluctuaciones locales del índice de refracción. Si mediante 
la antena transmisora se radia hacia una de estas heterogeneidades suficiente energía, la 
energía interceptada y rerradiada hacia la antena receptora bastará para realizar una 
comunicación transhorizonte con niveles de señal superiores a los que se conseguirían por 
difracción sobre la tierra esférica. 
La propagación troposférica es importante en las bandas de VHF y UHF en las que el 
tamaño de las heterogeneidades es comparable a la longitud de onda, y la atenuaciónatmosférica es despreciable. Permite alcances de centenares de kilómetros y, sin embargo, 
está sujeta a desvanecimientos debido a variaciones locales rápidas de las condiciones 
atmosféricas. 
 
Figura N° 9. Propagación Troposférica. 
Este último inconveniente puede superarse aumentando la potencia de transmisión. 
Hasta el advenimiento de los satélites, la comunicación troposférica era la única posibilidad 
de establecer enlaces a grandes distancias en las bandas de VHF y UHF; en la actualidad su 
uso ha disminuido, si bien se sigue usando en los radares transhorizonte. 
Propagación por Ondas Ionosféricas. 
El 12 de diciembre de 1901, Marconi consiguió realizar de forma satisfactoria la 
primera comunicación radiotelegráfica transatlántica cubriendo una distancia de 3.000 km 
entre Gales y Terranova, en el extremo oriental de Canadá. Unos años antes, Hertz había 
comprobado experimentalmente la existencia de ondas electromagnéticas, cuya naturaleza 
era similar a la de la luz. Por este motivo el éxito de Marconi resultaba inexplicable 
considerando que las ondas electromagnéticas deben propagarse según trayectos 
rectilíneos y que la esfericidad de la tierra impedía la visibilidad directa. 
De hecho el éxito inicial de Marconi fue recibido con cierto escepticismo por la 
comunidad científica, que en parte dudaba de su veracidad. En el año 1902 otros 
experimentos realizados por Marconi pusieron de relieve que las comunicaciones a grandes 
distancias sufrían fuertes variaciones según se realizasen durante el día o la noche. Así, 
experimentos de recepción a bordo de un barco desde una estación en tierra mostraron que 
a distancias superiores a 1.000 km las comunicaciones fallaban totalmente durante el día, 
mientras que durante la noche era posible la recepción a distancias superiores a los 3.000 
km. Marconi estaba más interesado en las posibilidades de explotación comercial de las 
comunicaciones radiotelegráficas a grandes distancias que en la explicación de los 
fenómenos responsables de estas comunicaciones, por lo que concentró su actividad en la 
aplicación práctica de estos hechos más que en la justificación teórica de los mismos. 
En el mismo año 1902, Kennelly y Heaviside, de forma independiente, postularon la 
existencia de una capa ionizada en la parte alta de la atmósfera como la responsable de la 
reflexión de las ondas electromagnéticas, explicando de esta forma el mecanismo de 
propagación a grandes distancias. 
El primer experimento para realizar mediciones directas de la ionosfera lo llevaron a 
cabo Appleton y Barnett en Londres, en 1925. Consistía en emitir una señal de onda 
continua de fase variable con el tiempo. En un receptor próximo se recibía la interferencia 
entre la onda directa y la reflejada. A partir de la formación de interferencias constructivas 
y destructivas les fue posible determinar la altura de la capa ionizada. A esta capa la 
llamaron capa eléctrica, o abreviadamente capa E. Estudios posteriores revelaron la 
existencia de capas inferiores y superiores a la capa E, a las que manteniendo el orden 
alfabético se las denominó D y F respectivamente. 
Investigaciones más profundas demostraron que la ionosfera no es un medio 
estratificado, sino que presenta variaciones continuas de la densidad de ionización en 
función de la altura. Por razones históricas se mantiene la nomenclatura de capas D, E y F 
para designar cada una de las regiones de la ionosfera de altitud creciente. Bajo ciertas 
condiciones la capa F se desdobla en dos, las capas F1 y F2. 
La causa primordial de ionización de la ionosfera es la radiación solar en la región del 
espectro de los rayos X y ultravioletas. También contribuyen a la ionización la incidencia de 
partículas cargadas (protones y electrones) de origen solar y los rayos cósmicos galácticos. 
La creación de iones depende de la energía de las radiaciones y de la densidad de moléculas. 
Para alturas elevadas la energía de la radiación incidente es elevada pero la densidad de 
moléculas es baja, mientras que a alturas más bajas la densidad de moléculas es alta pero la 
energía de las radiaciones ha sido absorbida en gran parte, de modo que la densidad de 
ionización máxima se produce en un punto intermedio. La densidad de ionización existente 
es el resultado de un equilibrio dinámico entre la ionización y la desionización producida 
principalmente por la colisión entre iones. 
Dado que la causa principal de ionización es la actividad solar, el comportamiento de 
la ionosfera está muy influido por los ciclos solares observados desde la tierra. Los periodos 
de estos ciclos son: diurno, anual y de once años. Este último está asociado a los periodos de 
aparición de las manchas solares. En la Figura N° 10 se muestra la densidad de ionización 
típica de la ionosfera en función de la altura para el día y la noche. 
La capa inferior D se extiende entre los 50 y 90 km de altura. Su densidad de 
ionización aumenta rápidamente con la altura y presenta grandes variaciones entre el día y 
la noche. De hecho, por la noche prácticamente desaparece, por lo que habitualmente se 
considera que la capa D es una capa diurna. La capa E es la zona intermedia comprendida 
entre los 90 y 130 km de altura. Su comportamiento está muy ligado a los ciclos solares. A 
pesar de presentar grandes variaciones de ionización conserva un nivel apreciable durante 
la noche. Alcanza el máximo de ionización durante el mediodía en los meses de verano con 
niveles en torno a los 1011 electrones/m3. En ciertas ocasiones aparece una ionización 
anómala en la capa E que se denomina capa E (Esporádica). 
 
Figura N° 10. Densidad de ionización típica de la ionosfera. 
En zonas templadas la capa E, es bastante frecuente en verano, y alcanza densidades 
iónicas varias veces superior a la capa E circundante. La capa F se extiende hacia arriba a 
partir de los 130 km de altitud. Debido al distinto comportamiento de la parte inferior y 
superior de la capa, ésta se subdivide en capa F1 entre los 130 y 210 km y F2 a partir de los 
210 km. La capa F1 desaparece durante la noche mientras que la capa F2 mantiene niveles 
de ionización relativamente constantes entre el día y la noche. 
Este comportamiento se explica por la poca densidad de moléculas en las capas altas 
de la atmósfera, lo que dificulta la recombinación por colisiones y por fenómenos dinámicos 
de difusión de iones desde capas inferiores. 
La existencia de la ionosfera permite, tal como comprobó Marconi, las comunicaciones 
a grandes distancias. El efecto de la ionosfera es distinto para las diferentes bandas de 
frecuencias. A frecuencias bajas y muy bajas (bandas de LF y VLF) la ionosfera supone un 
cambio brusco en términos del índice de refracción atmosférico. Esta variación abrupta 
produce una reflexión de la onda incidente en la parte baja de la ionosfera. 
Se puede considerar que la superficie de la tierra y la parte baja de la ionosfera forman 
una guía de ondas que favorece la propagación a grandes distancias en estas bandas de 
frecuencias (típicamente entre los 5.000 y 20.000 km). Dado que la onda no llega a penetrar 
en la ionosfera, este modo de propagación es relativamente insensible a las variaciones de 
la ionosfera. 
A frecuencias más elevadas (MF y superiores) la onda penetra en la ionosfera. La 
ionosfera es un medio cuyo índice de refracción varía con la altura. La densidad de 
ionización aumenta con la altura hasta alcanzar el máximo entre los 300 y 500 km. A 
medida que la densidad de ionización aumenta, el índice de refracción disminuye, 
produciéndose la refracción de la onda, o curvatura de la trayectoria, de forma análoga a la 
refracción atmosférica. Bajo ciertas condiciones la curvatura es tal que la onda regresa a la 
tierra. 
Propagación por Ondas Espaciales. 
Esta clase de propagación corresponde a la energía irradiada que viaja en los 
kilómetros inferiores de la atmósferaterrestre. Las ondas espaciales son todas las ondas 
directas y reflejadas en el suelo como se muestra en la Figura N° 11. 
 
Figura N°11. Propagación de las ondas espaciales. 
Las ondas directas viajan esencialmente en línea recta de la antena transmisora a la 
receptora. Esta transmisión se le llama de línea de vista. Esta transmisión se encuentra 
limitada principalmente por la curvatura de la Tierra. La curvatura de la Tierra presenta un 
horizonte en la propagación de las ondas espaciales, que se suele llamar el horizonte de 
radio. Este horizonte se encuentra más lejano que el horizonte óptico para la atmósfera 
estándar común. 
Aproximadamente el horizonte de radio se encuentra a cuatro tercios del horizonte 
óptico mostrado en la Figura N° 12. 
 
Figura N° 12. Ondas espaciales y horizonte de radio. 
Regiones de Fresnel y de Fraunhofer. 
 Se ha establecido la existencia de dos regiones, la de campos inducidos y la de campos 
de radiación, pero no hemos marcado la frontera inferior de esta última. Vamos a 
establecerla para el problema unidimensional, aunque podría hacerse de forma similar para 
estructuras planas o tridimensionales. 
 Consideremos una distribución lineal de corriente de dimensión D (que se 
corresponde con la dimensión lineal de la antena o el diámetro de la esfera menor que 
circunscribe la antena), que supondremos grande en términos de la longitud de onda, como 
se indica en la Figura N° 13. 
 
Figura N° 13. Regiones de Fresnel y de Fraunhofer. 
 Los campos que rodean una antena se dividen en tres regiones principales: 
 Campo Cercano o Región Reactiva. 
 Radiación de Campo Cercano o Región de Fresnel. 
 Campo Lejano o Región de Fraunhofer. 
 La región de campo lejano es el más importante, ya que esto determina el patrón de 
radiación de la antena. Además, las antenas se utilizan para comunicarse de forma 
inalámbrica desde largas distancias, por lo que esta es la región de operación para la 
mayoría de las antenas. Se empezará con esta región. 
Campo Lejano (Región de Fraunhofer) 
 El campo lejano es la región del extremo de la antena, como se puede sospechar. En 
esta región, el patrón de radiación no cambia de forma con la distancia (aunque los campos 
todavía mueren con 1 / R2). Además, esta región está dominada por los campos 
electromagnéticos, con la E y H-campos ortogonales entre sí y la dirección de propagación 
como con ondas planas. 
 Si la mayor dimensión lineal de una antena es D, entonces la Región de Campo Lejano 
es comúnmente dado como: 
 
 
 
 
 Esta región se refiere a veces como la Región de Fraunhofer, un plazo remanente de la 
óptica. 
 √
 
 
 
Campo Cercano (Región Reactiva) 
 En las inmediaciones de la antena, tenemos el campo cerca de reactivos. En esta 
región, los campos son campos predominantemente reactiva, lo que significa la E y campos 
H-están fuera de fase de 90 grados entre sí (se recuerda que para la propagación de la 
radiación o los campos, los campos son ortogonales (perpendiculares) pero están en fase). El 
límite de esta región se da comúnmente como: 
 √
 
 
 
 
 
 
Radiación de Campo Cercano (Región de Fresnel) 
 La radiación cerca de la región de campo o de Fresnel es la región entre los campos 
cercanos y lejanos. En esta región, los campos de reactivos no se dominan, los campos de 
radiación comienzan a emerger. Sin embargo, a diferencia de la Lejos región de campo, aquí 
la forma del diagrama de radiación pueden variar considerablemente con la distancia. La 
región se da comúnmente por: 
 
 Téngase en cuenta que dependiendo de los valores de R y la longitud de onda, este 
campo puede o no existir. Finalmente, lo anterior se puede resumir a través del siguiente 
diagrama: 
 
Figura N° 14. Zonas de Campos Cercano Reactivo, Cercano Radiactivo y Lejano.

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