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Preeclampsia y UCI - Proyecto de aula - 2874

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Preeclampsia y UCI
Manuela Arboleda, Alejandra Argel, Andrés Arroyo, Leidy Ciprian, Jorge Guzmán, María González, Stephania Naizzir, Lauren Negrette, Lauren Ortíz y Carlos Tovar
Universidad del Sinú – Elías Bechara Zainúm
Programa de Medicina
Esp. Félix Guillermo Canencia
Montería, Córdoba
2022
ÍNDICE
I. Historia y definición………………………………………………...…………... Pág. 3
II. Etiología y etiopatogenia………………………………………………………... Pág. 7
III. Clasificación…………………………………………………………………….. Pág. 12
IV. Diagnóstico……………………………………………………………………… Pág. 17
V. Tratamiento……………………………………………………………………… Pág. 22
VI. Integración de la UCI y paciente……………………………………………..…. Pág. 27
VII. Manejo en UCI……………………………………………………………..…… Pág. 32
VIII. Complicaciones mortales……………………………………………………..… Pág. 40
IX. Manejo especiales en UCI………………………………………………...…….. Pág. 47
X. Proyección a futuro y avances médicos…………………………………...…….. Pág. 52
XI. Referencias…………………………………………………………………...….. Pág. 58
Historia y Definición de la Preeclampsia
Según los inicios de esta enfermedad esta dramática y alarmante enfermedad recibe su nombre del griego “relámpago” o “brotar violentamente”, cuadro extremadamente grave que puede presentarse durante el embarazo, el trabajo de parto, y en ocasiones en el postparto. El papiro de Kahun (Petrie), que data de alrededor de 1850 años a.C, parece haber contenido cierta descripción de la enfermedad , cuando cita un artículo de F. L. Griffith (British Medical Journal, 1893) quien interpreta dicho papiro de la siguiente manera: “para prevenir a una mujer de morder su lengua un día después del parto…”. De acuerdo con Chesley, los griegos conocían ya de la existencia de la preeclampsia, manteniendo que Hipócrates (460-377 a.C) escribió en sus aforismos acerca del cuadro. Sin embargo, Adams, en su traducción dice: “resulta fatal para una mujer en estado de gestación si ella convulsiona con cualquier enfermedad aguda”, lo cual amplía su relación no solo a la eclampsia. Sostiene también Chesley, que Galeno, en el siglo II d. C., estaba de acuerdo con Hipócrates y comentaba que la epilepsia, apoplejía, convulsiones y tétanos, eran también mortales. La literatura sobre la Eclampsia, comienza realmente con el advenimiento de las matronas varones en Francia (siglo XVII). La preeclampsia (PE) no fue diferenciada de la epilepsia hasta 1739 por Sauveges. Demanet, en 1797, encontró anasarca en 6 pacientes eclámpticas. Lever y Simpson en 1843 encontraron proteinuria en pacientes eclámpticas (desaparecía en el posparto). Entre 1837-1867 la mortalidad materna por esa causa era del 30%, y a finales del siglo XIX se ubicaba en 24% (efecto de los anestésicos y la sedación con narcóticos). Atención del parto, razón por la cual, a partir de 1930, hubo gran interés en proporcionar mejor educación y formación de los profesionales sanitarios implicados en la atención de las gestantes. La introducción de los cuidados prenatales se le atribuye a J. W. Ballantyne, en el Royal Maternity y Simpson Memorial Hospital de Edimburgo, en 1901. 
Definición
La preeclampsia se define como cifras tensionales sostenidas por arriba de 140/90 asociado a proteinuria en embarazadas con edad gestacional mayor a 20 semanas. Siendo esta una de las patologías con mayor morbi-mortalidad materna y perinatal es de gran importancia mantener dentro de los controles prenatales un adecuado seguimiento para documentar la presencia de factores de riesgo, signos y síntomas que nos conlleven a un posible diagnóstico además criterios de severidad para evitar llegar a fases tan críticas como lo son el síndrome de HELLP o la Eclampsia entre otros.
Las principales causas de defunciones maternas son las hemorragias postparto, las infecciones y los trastornos hipertensivos, ocupando estos últimos el 12 al 25% del total de las defunciones.
Los trastornos hipertensivos del embarazo y en particular la preeclampsia son las principales causas de morbimortalidad materna y perinatal.
La preeclampsia, forma parte de los trastornos neurohipertensivos propios del embarazo, caracterizado por presencia de proteinuria más hipertensión arterial durante la gestación, además, está asociado a una alta morbimortalidad materna y fetal. Algunos factores de riesgo predisponen a padecer este trastorno, y por lo tanto, se debe establecer una adecuada valoración clínica para cada paciente, para así emplear las medidas preventivas que se han obtenido por medio de estudios realizados, con el objetivo de minimizar la incidencia de preeclampsia, además de reducir su impacto negativo y el resultado perinatológico final. Diferentes manejos, principalmente farmacológicos, se emplean en las pacientes con este trastorno, los cuales dependerán de los resultados finales de pruebas a realizar.
Los trastornos hipertensivos, son una de las principales complicaciones que afectan el embarazo, lo cual los convierte en una de las causas más importantes de alta tasa de morbimortalidad materna y fetal. Los trastornos hipertensivos se clasifican de acuerdo a características y criterios clínicos establecidos. Clásicamente, la preeclampsia se ha definido como la presencia de proteinuria más hipertensión arterial después de la semana 20 de gestación. El 80% de los casos aproximadamente, se presentan durante el término de la edad gestacional, mientras que el porcentaje restante inicia a edades gestacionales más tempranas. Esto presenta un impacto en el pronóstico y resultado final, debido que a mayor edad gestacional, existe mejor pronóstico, sin embargo, a menores edades, el riesgo aumenta y los resultados son desfavorables. Durante el control prenatal, a través de la historia clínica médica y obstétrica, cada mujer embarazada es valorada por factores de riesgo que predisponen a padecer este y otros trastornos, lo cual permite iniciar las medidas preventivas de la forma correcta, para reducir el riesgo de sufrir alguna complicación posterior. Actualmente, a la hora de emplear las medidas terapéuticas, se debe diferenciar qué pacientes presentan criterios de severidad, para entonces decidir el manejo definitivo, el cual es diferente en los casos en donde no se presente preeclampsia con estos criterios. El control posterior al parto, incluye una vigilancia cercana de signos vitales, sintomatología e inclusive estudios de laboratorio. Las mujeres que padecen de preeclampsia, se encuentran en mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y por ende, el control se continúa a largo plazo. Este artículo, tiene como objetivo, presentar una visión acerca de la preeclampsia que permita conocer con base a su fisiopatología, cuales son los factores de riesgo que presenta una paciente de padecer este trastorno, y así poder emplear en estas mujeres las medidas preventivas que actualmente tiene validez. Además, se busca definir los criterios de severidad recientemente actualizados, lo cual permita establecer un manejo definitivo para cada una de las mujeres que padecen este trastorno.
Conocer los criterios de severidad de la preeclampsia, permite decidir el manejo definitivo para cada paciente, por lo tanto, un adecuado abordaje clínico más exámenes de laboratorio y gabinete, forman parte de la evaluación a realizar previo al manejo definitivo. Debido a que es un trastorno con afectación multisistémica, se presenta un riesgo cardiovascular a largo plazo en estas pacientes, lo que genera que se debe llevar una vigilancia cercana posteriormente al parto. A pesar de algunas similitudes dentro de los trastornos hipertensivos en el embarazo, existen criterios diagnósticos puntuales que permiten diferenciar entre estos. El control prenatal ayuda a identificar a las pacientes que tienen factores de riesgo de padecer preeclampsia, y en las cuales se debe iniciar vigilancia y medidas preventivas. . Se debe iniciar aspirina con las dosis recomendadas a edades gestacionales tempranas en todas las pacientes con factores de riesgo evidenciados durante la historia clínica yobstétrica. El manejo será individualizado para cada paciente, además que el tratamiento cambia en los casos en que existan criterios de severidad, comparado con las pacientes en las que no los cumplan. La preeclampsia no es criterio de cesárea y su práctica dependerá de factores obstétricos generales para cualquier paciente. 6. Monitorizar signos vitales cada 2 a 4 horas en el postparto y repetir pruebas de laboratorio cada día, hasta que se obtengan de forma consecutiva dos recuentos normales en los valores. Se debe tener un control a largo plazo en estas pacientes, debido a que se ha demostrado mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Los trastornos hipertensivos del embarazo como la hipertensión crónica, gestacional y preeclampsia son particularmente desafiantes, ya que su patología y manejo terapéutico afectan simultáneamente a la madre y al feto, poniendo en peligro su vida. La preeclampsia es una de las más temidas complicaciones del embarazo, siendo esta una de las patologías con mayor morbimortalidad materna y perinatal. La preeclampsia se define como cifras tensionales sostenidas por arriba de 140/90 mmHg asociado a proteinuria en embarazadas con edad gestacional mayor a 20 semanas. A menudo se presenta como hipertensión de inicio reciente y proteinuria durante el tercer trimestre, la preeclampsia puede progresar rápidamente a complicaciones graves, incluida la muerte de la madre y el feto. Por esto, es de gran importancia mantener dentro de los controles prenatales un adecuado seguimiento para documentar la presencia de factores de riesgo, signos y síntomas que nos conlleven a un posible diagnóstico además criterios de severidad para evitar llegar a fases tan críticas como lo son el síndrome de HELLP o la Eclampsia, entre otros.
Los trastornos hipertensivos del embarazo como la hipertensión crónica, gestacional y preeclampsia son particularmente desafiantes, ya que su patología y manejo terapéutico afectan simultáneamente a la madre y al feto, poniendo en peligro su vida. La preeclampsia es una de las más temidas complicaciones del embarazo, siendo esta una de las patologías con mayor morbimortalidad materna y perinatal.
Etiología
Es probable que la identificación de la causa exacta de la preeclampsia resulte en una reducción significativa de la morbilidad y mortalidad materna y perinatal. Sin embargo, dado que su etiología sigue siendo desconocida, no es posible actuar eficazmente para prevenir su desarrollo (prevención primaria). Por otro lado, existe una preocupación constante por identificar los factores de riesgo para actuar preventivamente frente a la manifestación de formas graves de la enfermedad (prevención secundaria). Los intentos por explicar la etiología de la preeclampsia han resultado en una miríada de hipótesis, aunque una única explicación para la enfermedad es realmente poco probable.10–16 Actualmente, la patogenia más importante implica placentación deficiente, predisposición genética, alteración de la tolerancia inmunológica, respuesta inflamatoria sistémica, desequilibrio angiogénico y estado nutricional deficiente.
Para mejorar la comprensión de la fisiopatología de la preeclampsia, las teorías más importantes se integraron en dos etapas (preclínica y clínica) descritas por Redman et al. En la primera etapa, los cambios en el desarrollo placentario y los cambios insuficientes en la circulación uterina son resultado de la hipoxia del tejido placentario, y principalmente del fenómeno de hipoxia y reoxigenación, y propician el desarrollo de estrés oxidativo y de producción excesiva de factores inflamatorios y antiangiogénicos. En la segunda etapa, la disfunción placentaria y los factores que libera dañan el endotelio sistémicamente dando lugar a la aparición de hipertensión y al compromiso de órganos diana. Los cambios glomerulares (glomeruloendoteliosis) son los más característicos, y son los responsables de la aparición de proteinuria. Roberts et al propusieron una teoría más compleja, en la que asocian estas etapas con factores constitucionales maternos en la creencia de que la disfunción placentaria per se no es suficiente para causar la enfermedad. Además, dado que la mayoría de las alteraciones metabólicas de la preeclampsia representan una exacerbación de los cambios observados en embarazos normales, en mujeres embarazadas con factores predisponentes (obesidad, síndromes metabólicos, enfermedades responsables de la respuesta inflamatoria basal crónica), cambios placentarios sutiles e incluso cercanos a la normalidad, pueden ser suficiente para inducir la segunda etapa, es decir, la forma clínica de la enfermedad. A pesar de que se desconoce la etiología de la preeclampsia, cada vez es más evidente que las mujeres obesas o con un índice de masa corporal alto (IMC > 30 kg/m2) tienen un riesgo particularmente alto de desarrollar la enfermedad. Otros cambios de riesgo son la hipertensión crónica, la diabetes pregestacional y el lupus eritematoso sistémico. La asociación de la preeclampsia con la obesidad puede deberse al estado crónico de inflamación sistémica. (José Carlos Peraçoli, 2019)
Etiopatogenia
En la actualidad, las teorías que apoyaban un desbalance entre vasodilatadores y vasoconstrictores, así como la mala adaptación inmunológica materna a alelos fetales paternos, predisposición materna, enfermedades maternas preexistentes, factores riesgo del embarazo, y procesos de inmuno y vasomodulación, se sabe que por sí solos, no presentan un rol protagónico. Existen varios estudios realizados en relación a la presencia de factores angiogénicos y antiangiogénicos en la última década.La presencia de la placenta (trofoblasto) es un requisito aceptado para su desarrollo. La placentación anormal sería responsable de alteraciones que pudieran conducir al desencadenamiento del resto de los mecanismos, aunque a opinión de los autores, en ciertas circunstancias esto es poco demostrable como se abordará más adelante.
En el segundo trimestre del embarazo la placenta necesita incrementar el acceso a la sangre materna, lo que se consigue a través del remodelado de las arterias en espirales. En esto interviene la invasión trofoblástica en sus dos y se convierte en un sistema de alto flujo y baja resistencia, donde se incrementa el acceso al flujo materno. Este proceso es influenciado por una serie de eventos que comienzan tan temprano como desde el día 21 de la gestación, en que los factores angiogénicos solubles son expresados en células trofoblásticas, decidua materna y macrófagos mediando el proceso de angiogénesis. Los más importantes son el Factor de Crecimiento Vascular Endotelial (FCVE) y el Factor de Crecimiento Placentario (FCP). Para que estos cambios ocurran además de secretarse, se deben mantener en equilibrio con los factores antiangiogénicos, que tienen un rol protagónico en el desarrollo de la entidad de los cuales el más fuerte es la forma soluble semejante a la tirosin quinasa (Flt-1s).
El FCVE, induce angiogénesis y desarrollo vascular placentario a través de la unión a los receptores de alta afinidad tirosina quinasas (Flt1), localizados en la membrana de la célula endotelial. El FCP actúa al unirse exclusivamente al receptor Flt1.El síndrome se produce por las alteraciones sistémicas ocasionadas por la disfunción endotelial. Las alteraciones en los niveles circulantes de muchos factores que la provocan han sido reportadas hasta varias semanas antes de la aparición de la enfermedad manifiesta. La Flt1s es una forma truncada del receptor Flt-1 del FCVE-A y la Endoglobinas solubles(Engs) es una forma truncada de la Endoglobina, un receptor celular que se une y antagoniza el factor transformador de crecimiento-ß e interfiere con la vasodilatación mediada por el óxido nítrico.
La Flt-1s inhibe las funciones proangiogénicas de FCVE y FCP mediante la unión directa a estos y a través de la unión a receptores de la membrana celular endotelial. Reduce la biodisponibilidad de los mismos y sus niveles elevados están fuertemente correlacionados con lagravedad de la PE, la aparición de disfunción endotelial, la HTA, la proteinuria y las alteraciones del sistema hemostático disminuyen el flujo sanguíneo, no ocurriendo el remodelado y conducen a la disfunción placentaria y vascular 1250 sistémica con daño endotelial extenso, responsables de las alteraciones fetales (infartos placentarios, CIUR, hipoxia, trastornos metabólicos, hematológicos, muerte fetal), y maternas.
Sin embargo, estos factores tienen poca utilidad clínica en las pacientes con bajo riesgo de PE, por lo que varios autores plantean que la inclusión de factores no placentarios en los modelos diagnósticos permitiría una mayor efectividad de estas herramientas.
Los autores coinciden en que sí existen factores no placentarios relacionados con el desarrollo de la preeclampsia, lo que explicaría la aparición de esta tardíamente en pacientes que han terminado el embarazo, la predisposición a la disfunción cardiovascular materna como etiología de la preeclampsia, y las diferencias hemodinámicas entre la preeclampsia de inicio tardío y la de inicio temprano. Esta mala adaptación de la respuesta materna se evidencia también en los casos que se acompañan posteriormente de restricción de crecimiento, en los que el gasto cardiaco al inicio del embarazo aumenta mucho menos que en el resto de los casos. En este tiempo gestacional todavía la placenta no ejerce influencia, pues se produce semanas antes de que se desarrolle una circulación útero placentaria funcional.
Existe la hipótesis de que, en lugar de una mala adaptación, un subgrupo de las mujeres tenga un riesgo predeterminado para la enfermedad cardiovascular y la continuidad de este riesgo se manifiesta como la preeclampsia o hipertensión que ocurre en el embarazo, lo que es apoyado por las asociaciones entre los factores de riesgo cardiovascular, la preeclampsia, el preembarazo, los niveles altos de triglicéridos, las lipoproteínas de baja densidad, el colesterol y la hipertensión esencial.
Los mecanismos exactos no son claros; sin embargo se plantea que la influencia predominante de uno u otro factor, puede producir dos fenotipos separados de preeclampsia: un fenotipo de inicio temprano, que se asocia con una pobre placentación y la restricción del crecimiento fetal, y uno de inicio tardío, que se cree que puede no estar relacionado con causas de la placenta, apoyado a demás por la evidencia de relación con secuelas a largo plazo que en la madre se expresan en un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, vascular periférica, diabetes mellitus e insuficiencia renal crónica y en el recién nacido (RN) de HTA en edades tempranas y de síndrome metabólico, lo cual tampoco guarda relación con el trofoblasto. (Dr. Gipsy Lezcano Cabrera, 2019)
La etiopatogenia del síndrome HELLP continúa siendo desconocida. Si consideramos que se trata de una forma severa de PE, su desarrollo estaría relacionado con una anomalía en la placentación que desencadena un desequilibrio entre factores angiogénicos y antiangiogénicos. Sin embargo, existen diferencias en el perfil angiogénico de los casos de síndrome HELLP aislado, HELLP asociado a PE y PE severa, presentando los casos de síndrome HELLP aislado una ratio SFlt1/PlGF menor que los casos asociados a PE severa. Algunos casos de síndrome HELLP podrían estar relacionados con microangiopatías trombóticas, causadas por disrregulación del complemento, lo cual abre una vía hacia posibles tratamientos con terapia biológica dirigida
Las manifestaciones clínicas fundamentales son dolor epigástrico, dolor abdominal localizado en cuadrante superior derecho, náuseas y vómitos. La mayoría de los pacientes refiere malestar general los días previos. Entre el 30 y 60% de las mujeres refieren dolor abdominal, y el 20% presentan síntomas visuales. En el examen físico, el 85% de las pacientes presentan hipertensión y proteinuria, siendo frecuente también la presencia de edemas y de aumento de peso en los días previos. La sintomatología habitualmente evoluciona rápidamente presentando agravamientos súbitos. La regresión espontánea de la clínica ocurre de forma excepcional. (M. Arigita Lastra, 2020)
Clasificación de la Preeclampsia
 La preeclampsia es un trastorno progresivo multisistémico caracterizado por la nueva aparición de hipertensión y proteinuria o la nueva aparición de hipertensión y disfunción significativa de los órganos finales con o sin proteinuria en la última mitad del embarazo o posparto (tabla1). Está causada por disfunción vascular placentaria y materna y se resuelve después del nacimiento durante un período de tiempo variable. Aunque aproximadamente el 90 por ciento de los casos se presentan en el período prematuro tardío (≥34 a <37 semanas), a término (≥37 a <42 semanas) o posparto (≥42 semanas) y tienen buenos resultados maternos, fetales y neonatales, la madre y el niño todavía tienen un mayor riesgo de morbilidad o mortalidad grave. El 10 por ciento restante de los casos tienen una presentación temprana (<34 semanas) y conllevan los altos riesgos adicionales asociados con el parto moderadamente prematuro, muy prematuro o extremadamente prematuro. A largo plazo, los pacientes con preeclampsia tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y renales. (Phyllis August, Preeclampsia: Clinical features and diagnosis, 2022)
La preeclampsia es una patología con una prevalencia a nivel mundial de 10% de los embarazos. Presenta una mayor incidencia en mujeres menores de 20 años y mayores de 35 años al momento del embarazo y de éstas el 75% de los casos corresponden a pacientes primigestas. (Sánchez, 2018)
La preeclampsia anteriormente se clasificaba como preeclampsia leve, moderada y severa pero dentro de la nueva clasificación solamente se habla de preeclampsia con criterios de severidad o sin criterios de severidad. Es una patología que en la mayoría de los casos es asintomática y ya cuando presenta síntomas presenta por lo general criterios de severidad por lo que es importante el control de la presión arterial dentro de los controles prenatales. (Sánchez, 2018)
Tabla 1
Criterios para el diagnóstico de preeclamsia
	La presión arterial sistólica ≥140 mmHg y/o la presión arterial diastólica ≥90 mmHg en al menos 2 ocasiones con al menos 4 horas de diferencia después de 20 semanas de gestación en un paciente previamente normotenso Y el nuevo inicio de 1 o más de los siguientes*:
	· Proteinuria ≥0,3 g en una muestra de orina de 24 horas o en una relación proteína/creatinina ≥0,3 (mg/mg) (30 mg/mmol) en una muestra de orina aleatoria o tira reactiva ≥2+ si no se dispone de una medición cuantitativa
	· Recuento de plaquetas <100.000/microL
	· Creatinina sérica >1,1 mg/dL (97,2 micromol/L) o duplicación de la concentración de creatinina en ausencia de otra enfermedad renal
	· Transaminasas hepáticas al menos el doble del límite superior de las concentraciones normales para el laboratorio local
	· Edema pulmonar
	· Cefalea persistente y de nueva aparición no contabilizada por diagnósticos alternativos y no responde a las dosis habituales de analgésicos¶
	· Síntomas visuales (por ejemplo, visión borrosa, luces intermitentes o chispas, scotomata)
	· 
Nota. Adapted from: American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) Practice Bulletin No. 222: Gestational Hypertension and Preeclampsia. Obstet Gynecol 2020; 135:e237.
La presión arterial generalmente aumenta gradualmente, alcanzando el rango hipertensivo (definido como ≥140/90 mmHg) en algún momento del tercer trimestre, a menudo después de los 37ésimo semana de gestación. La presión arterial a menudo es de alrededor de 135/85 mmHg en la una o dos semanas antes de alcanzar el rango hipertensivo. Sin embargo, en algunas pacientes, la hipertensión se desarrolla rápidamente, antes de las 34 semanas de gestación, o posparto. (Phyllis August, Preeclampsia: Clinical features and diagnosis, 2022)
La trombocitopenia es la anomalía de la coagulación más común en la preeclampsia. La lesión endotelial microangiopáticay la activación dan lugar a la formación de trombos de plaquetas y fibrina en la microvasculatura. El consumo acelerado de plaquetas conduce a trombocitopenia; los mecanismos inmunes también pueden desempeñar un papel. Se produce un recuento de plaquetas inferior a 150,000 / microL en aproximadamente el 20 por ciento de los pacientes con preeclampsia [2]. El extremo grave del espectro de la enfermedad se caracteriza por un recuento de plaquetas inferior a 100.000/microL. (Phyllis August, Preeclampsia: Clinical features and diagnosis, 2022)
La preeclampsia es la causa más común de proteinuria grave en el embarazo. La proteinuria se debe, en parte, a la integridad deteriorada de la barrera de filtración glomerular y al manejo tubular alterado de las proteínas filtradas (hipofiltración) que conduce a un aumento de la excreción de proteínas no selectivas. Tanto el tamaño como la selectividad de carga de la barrera glomerular se ven afectados. Utilizando estudios especiales, se ha observado podocituria (excreción urinaria de podocitos) en pacientes con preeclampsia . El desprendimiento urinario de podocitos puede indicar pérdida de podocitos del glomérulo, lo que puede conducir a una interrupción de la barrera de filtración glomerular y la consiguiente proteinuria. La señalización deficiente del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) parece explicar, al menos en parte, estos hallazgos. (Phyllis August, Preeclampsia: Clinical features and diagnosis, 2022)
El aumento fisiológico de la TFG durante un embarazo normal resulta en una disminución en la concentración sérica de creatinina, que cae en un promedio de 0.4 mg / dL (35 micromol / L) a un rango de 0.4 a 0.8 mg / dL (35 a 70 micromol / L). La concentración sérica de creatinina en pacientes con preeclampsia generalmente permanece en este rango o sólo ligeramente elevada. Un nivel de creatinina >1,1 mg/dL (97,3 micromol/L) indica el extremo grave del espectro de la enfermedad. Algunas guías también incluyen la duplicación de la creatinina basal del paciente en ausencia de otra enfermedad renal como indicativo del extremo grave del espectro de la enfermedad. Aunque los niveles de creatinina siguen siendo <1,5 mg/dL (133 micromol/L) en la mayoría de los pacientes, la preeclampsia es la causa más común de lesión renal aguda en el embarazo. El aumento de la creatinina sérica se debe principalmente a una caída de la TFG; el flujo plasmático renal también disminuye, pero en menor grado. (Phyllis August, Preeclampsia: Clinical features and diagnosis, 2022)
La química hepática es normal, excepto en el extremo grave del espectro de la enfermedad, que se caracteriza por niveles elevados de transaminasas (definidos como el doble del límite superior de lo normal para el laboratorio local). Las anomalías en la química hepática se deben a la reducción del flujo sanguíneo hepático, lo que puede provocar isquemia y hemorragia periportal. La deposición de fibrina peri portal y sinusoidal y la deposición de grasa microvesicular también ocurren y pueden afectar la función de los hepatocitos. (Phyllis August, Preeclampsia: Clinical features and diagnosis, 2022)
El edema pulmonar es una característica del extremo grave del espectro de la enfermedad. Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, tos, sibilancias, ansiedad/inquietud, dolor en el pecho, palpitaciones o transpiración excesiva. (Phyllis August, Preeclampsia: Clinical features and diagnosis, 2022)
En 2013, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos eliminó la proteinuria como criterio esencial para el diagnóstico de preeclampsia (la hipertensión más los signos de disfunción significativa del órgano final son suficientes para el diagnóstico). También eliminaron la proteinuria masiva (5 g / 24 horas) y la restricción del crecimiento fetal (FGR) como posibles características de la enfermedad grave porque la proteinuria masiva tiene una correlación deficiente con el resultado, y la FGR se maneja de manera similar, ya sea que se diagnostique o no preeclampsia. La oliguria también se eliminó como una característica de la enfermedad grave. La Sociedad Internacional para el Estudio de la Hipertensión en el Embarazo continúa incluyendo la FGR como uno de los criterios que pueden establecer un diagnóstico de preeclampsia en una paciente con hipertensión de nueva aparición después de las 20 semanas de gestación, ya que tanto la preeclampsia como la restricción del crecimiento son manifestaciones de un trastorno placentario primario. (Phyllis August, Trastornos hipertensivos en el embarazo: Enfoque del diagnóstico diferencial, 2021)
Diagnóstico
Es fácil entender el diagnóstico de la preeclampsia y a su vez es un tema muy importante, porque las pruebas diagnósticas que realizaremos nos permitirán, no sólo establecer el diagnóstico de preeclampsia, sino también determinar su gravedad.
Los criterios clásicamente utilizados en el diagnóstico de la preeclampsia son los mismos que definen la enfermedad: hipertensión arterial y proteinuria.
a) Hipertensión arterial: definida como tensión arterial sistólica≥140mmHg y/o tensión arterial diastólica≥90mmHg, medida en 2 ocasiones separadas al menos por 4h, a partir de las 20 semanas de gestación en una mujer sin hipertensión previamente diagnosticada; o bien una tensión arterial sistólica≥160mmHg y/o tensión arterial diastólica≥110mmHg, medida en 2 ocasiones separadas por unos minutos.
b) Proteinuria: definida como la excreción de≥300mg de proteína en orina de 24h; o un cociente proteína/creatinina≥0,3
La proteinuria es una de las características que nos ayuda al diagnóstico de preeclampsia, sin embargo la gravedad de la proteinuria no se asocia directamente con resultados maternos y neonatales adversos, además, la proteinuria grave mayor de 5 g en 24 horas ya no se considera una característica diagnóstica de la preeclampsia con signos de gravedad.
La proteinuria sugestiva de preeclampsia es aquella que tiene un valor igual o mayor de 300 mg en orina de 24 horas, o una relación proteinuria/creatinuria en muestra aislada de orina al azar igual o mayor de 30 miligramos sobre milimoles (mg/mmol) o igual o mayor de 0.26 mg proteinuria/mg de creatinuria o proteinuria al azar con tira reactiva igual o mayor de 1+.
El Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia eliminó la proteinuria como un criterio para el diagnóstico de preeclampsia con signos de gravedad. También eliminó la proteinuria mayor de 5 gramos/24 horas y la restricción del crecimiento intrauterino y la oliguria como posibles características de la enfermedad grave.
El síndrome de HELLP se caracteriza por hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y plaquetopenia. Representa una complicación grave de la preeclampsia. Aproximadamente del 15 a 20 por ciento de los pacientes con síndrome de HELLP no tienen hipertensión o proteinuria, por lo que puede tratarse de un trastorno separado de la preeclampsia. Tanto la preeclampsia con signos de gravedad y síndrome de HELLP pueden estar asociados con disfunción hepáticas grave, incluyendo infarto, hemorragia y rotura hepática. La evidencia ha demostrado que el uso de cefalea como criterio de diagnóstico para la preeclampsia con signos de gravedad no es confiable y no es específica.
Por lo tanto, se requiere un enfoque diagnóstico más exhaustivo cuando faltan otros signos y síntomas que corroboren el diagnóstico de preeclampsia con signos de gravedad. La cefalea de inicio reciente que no responde al paracetamol y que no se explica por diagnósticos alternativos es muy probable que sea un síntoma de preeclampsia con signos de gravedad.
La preeclampsia se caracteriza por la aparición de un cuadro hipertensivo en el embarazo asociado a proteinuria, o hipertensión más afectación de un órgano blanco, a partir de la segunda mitad del embarazo, parto o puerperio. Las complicaciones que pueden presentarse por esta patología son convulsiones, accidente cerebro vascular, síndrome de HELLP, desprendimiento normoplacentario, edema agudo de pulmón, insuficiencia renal aguda, compromisodel bienestar fetal e inclusive muerte fetal intrauterina o muerte materna. Por lo tanto, es fundamental que todas las instituciones de salud que atienden mujeres gestantes tengan un protocolo actualizado y en base a la evidencia científica más actualizada sobre el diagnóstico y manejo de esta patología; y la clave es reconocer esta patología, y utilizar esta protocolización que ayudaría al cumplimiento adecuado de su tratamiento para disminuir la morbimortalidad materno perinatal.
Además, los establecimientos de salud y el personal médico que atiende a gestantes deben adoptar políticas, protocolos y directrices para hacer frente a complicación materna.
Dentro de los criterios para dar el diagnóstico de preeclampsia de encuentran:
· Embarazo mayor a las 20 semanas de gestación excepto en los casos de embarazo molar. · Presión arterial mayor a 140/90mmHg en al menos dos tomas distintas con 6 horas de diferencia.
· Proteinuria mayor o igual a 300mg/dl en 24 horas. Dentro de los criterios de severidad se encuentran:
Presión arterial mayor a 160/110mmHg en al menos 2 tomas con al menos 4 horas diferencia más dos de los siguientes:
- Proteinuria mayor a 5g en orina de 24 horas. o Creatinina sérica mayor a 1.2mg/dl.
- Dolor epigástrico o de hipocondrio derecho intenso y persistente.
- Oliguria menor a 500ml en 24 horas.
- Trombocitopenia por debajo de 100 000.
· Alteración en las pruebas de función hepática con valores que doblan su nivel normal.
· Trastornos visuales. Caracterizados principalmente por fosfenos o la presencia de tinnitus o acufenos.
· Cefalea.
· Edema pulmonar
Síndrome de HELLP
Es una forma de preeclampsia severa con mayor gravedad la cual se describe por los siguientes signos clínicos:
· Plaquetas por debajo de 100 000.
· Transaminasas elevadas.
· Aumento de la LDH.
· Hiperbilirrubinemia (hemolisis).
· Hiperuricemia por fallo renal agudo
Plaquetas
El recuento de plaquetas es clave en la evaluación de la gestante con preeclampsia, ya que la trombocitopenia es uno de los signos de gravedad de la preeclampsia y criterio diagnóstico del síndrome de HELLP
Transaminasas
Dado que las gestantes con preeclampsia muestran en ocasiones alteraciones de la función hepática, se ha planteado la utilización de las enzimas aspartato-aminotransferasa y alanina-aminotransferasa en el diagnóstico de la enfermedad. De hecho, la elevación de estas enzimas es uno de los indicadores de preeclampsia concriterios de gravedad y criterio diagnóstico del síndrome de HELLP
Ácido úrico
Las gestantes con preeclampsia presentan concentraciones séricas de ácido úrico superiores a las de mujeres con embarazos sin complicaciones. Por este motivo este marcador bioquímico ha sido propuesto en el diagnóstico de la enfermedad y de hecho se utiliza habitualmente en la valoración de la gestante con sospecha de preeclampsia
Marcadores de laboratorio
Los criterios diagnósticos así como los signos y síntomas clínicos que presentan las gestantes con preeclampsia muestran importantes limitaciones. Muchos de estos parámetros son inespecíficos e incluso subjetivos, no siempre correlacionan con la gravedad de la enfermedad, no se anticipan a la instauración de la misma y no permiten realizar el diagnóstico en gestantes con hipertensión o proteinuria previas.
Se han propuesto como predictores diagnósticos de preeclampsia el USG Doppler de las arterias uterinas, con una sensibilidad del 60-70% para detectar los casos de preeclampsia de manera precoz, medir el grosor íntima-media de la arteria carótida común con USG, así como el uso de los marcadores bioquímicos como posibles predictores de preeclampsia, aunque su utilidad no ha sido totalmente dilucidada, por lo que el objetivo de este trabajo es ubicar los diversos marcadores estudiados en el ámbito pronóstico de la preeclampsia.
Tratamiento de la Preeclampsia
Prevención de la preeclampsia
La prevención de la preeclampsia es un área de amplia investigación y discusión, que se ha planteado ante la necesidad de reducir las complicaciones que esta patología puede causar tanto a la madre como al producto de la concepción; por ejemplo, la restricción del crecimiento intrauterino, amenaza de parto prematuro y mortalidad materna y fetal; por esto, se proponen diversas medidas tanto no farmacológicas como farmacológicas, de estas últimas, una de las principales es el uso de aspirina durante en el embarazo. (García Vásquez, Cisneros Orozco, & Moya Robles, 2022)
La aspirina o ácido acetil salicílico es un fármaco antiplaquetario que inhibe la síntesis del tromboxano A2 por acetilación irreversible de la enzima ciclooxigenasa, actuando directamente sobre la vasoconstricción y estimulación de la agregación plaquetaria que ocurre en la fisiopatología de la preeclampsia. (García Vásquez, Cisneros Orozco, & Moya Robles, 2022)
 En gestantes con riesgo de desarrollar preeclampsia se recomienda suministrar ácido acetilsalicílico a una dosis de entre 100 a 150 mg desde las 12 a 16 semanas de gestación.
Para poder determinar el tratamiento de las pacientes con preeclampsia es necesario conocer si estamos en presencia de un trastorno con criterios de severidad (cuando presenta 2 o más) o sin criterios de severidad, teniendo en cuenta esto se establece el tratamiento definitivo y el pronostico tanto para la madre como para el feto. (García Vásquez, Cisneros Orozco, & Moya Robles, 2022) (Isabel, Saavedra Moredo, de la Torres Sieres, & Sánchez Lueiro, 2012)
Tratamiento de preeclampsia con criterios de severidad
Después de que definamos los criterios de severidad de la paciente, el tratamiento se va a realizar dependiendo de la edad gestacional en la que se encuentre la madre y las necesidades que se estén cursando. (Calvo, 2020)
Manejo en pacientes con edad gestacional < 24 semanas
En aquellos embarazos que son menores a las 24 semanas, y que no son viables, lo más indicado es desembarazar a la madre después de que esta esté estable, debido a que la aparición de una preeclampsia temprana es muy riesgosa para la madre y para el feto, se establece la vía del parto, la cual es preferible que sea la vía vaginal y se recomienda el uso de análogos de las prostaglandinas para la maduración cervical. (Calvo, 2020)
Manejo en pacientes con edad gestacional entre 24-34 semanas
El manejo para los embarazos que se encuentran entre las 24 a 34 semanas de gestación se considera el manejo expectante con el fin de lograr o alcanzar una maduración del feto que garantice la sobrevida fetal una vez se de el parto, evitando también complicaciones a nivel de la madre. La meta es poder llevar ese embarazo hasta la semana 34 para poder desembarazar a la paciente, dado el caso que se presenten deterioros, complicaciones de ambos o no haya mejoría de la madre, se desembaraza a la paciente cuando sea necesario. (Calvo, 2020)
Tratamiento farmacológico
Corticoides
En estos casos se les dan corticoides para la maduración pulmonar, betametasona 12mg IM cada 24 horas dos dosis.
Antihipertensivos
· El uso de nifedipino se da en dosis de 10 mg, se repite cada 20 minutos si no se consigue la meta terapéutica, hasta llegar a los 60mg y luego cada 10-20mg cada 6 horas via oral.
· El labetalol se comienza con 20mg IVa los 10 min control, si no se consigue meta terapéutica se sigue con dosis de 20mg hasta llegar a 80mg IV cada 10 minutos, la dosis máxima 300mg por día.
Referente al labetalol se han realizado estudios en los cuales las pacientes tratadas con labetalol oral presentaron valores significativamente más bajos de presión arterial sistólica, diastólica y media comparadas con las pacientes tratadas con alfa-metildopa oral. Ninguna paciente que fue tratada con labetalol presentó persistencia de la hipertensión, en cambio las pacientes que fueron tratadas con alfa-metildopa. segun estos resulatdos se cree que el labetalol oral fue más efectivo que la alfa-metildopa en el tratamiento de la hipertensión severa en preeclámpticas. (Morales-Avendaño, 2017)
Sulfato de magnesio
El uso del sulfato de magnesio es como profilaxisen las pacientes con criterios de severidad, se suministran 4gr (2 amp) + 100 cc SSN 0.9%IV.
Al dar sulfato de magnesio, frente a no dar tratamiento, a 1.000 gestantes con preeclampsia con criterios de severidad, se evitan 17 casos de eclampsia (IC 95 %: 21-10 menos). Sin embargo, no se evitan muertes perinatales ni admisión a UCI neonatal, y posiblemente tampoco se evitarían muertes maternas, casos de accidentes cerebro-vasculares (ACV), falla renal ni falla hepática. (Grupo elaborador de la guía (GEG) - Dirección de Guías de Práctica Clínica,, 2022)
 En cuanto a los daños, dar sulfato de magnesio a esta población no modificaría el riesgo de recién nacido (RN) con Apgar < 7 a los 5 min, y probablemente no modificaría el número de casos de paro respiratorio ni hemorragia posparto. (Grupo elaborador de la guía (GEG) - Dirección de Guías de Práctica Clínica,, 2022)
Tratamiento no farmacológico
Manejo expectante
Si la paciente mantiene cifras tensionales controladas (prehipertensivas o estadío I) y no tiene compromiso progresivo orgánico, se debe manejar hospitalariamente de manera expectante con control cada 72 horas de cuadro hemático, transaminasas, creatinina, perfil biofísico completo y Doppler (en RCIU). Ante la presencia de alteración en alguna de las pruebas anteriores se solicitarán: bilirrubinas, LDH, frotis de sangre periférico y tiempos de coagulación. Se recomienda iniciar profilaxis antiembólica con heparina de bajo peso molecular o heparina no fraccionada.
Manejo en pacientes con edad gestacional > 34 semanas
Para las gestantes mayores a las 34 semanas con criterios de severidad, el manejo ideal es desembarazarlas, definir la vía departo dependiendo de las condiciones de la madre y el feto, se realiza monitoreo fetal y se les administran antipertensivos y sulfato de magnesio de 24 a 48 horas después del parto como profilaxis. (Calvo, 2020)
Para el manejo general de pacientes con preeclampsia severa se procede a:
· Hospitalizar
· Suministar líquidos endovenosos dependiendo el gasto urinario y estabilidad hemodinámica
· Exámenes de laboratorio
· Pruebas de bienestar fetal dependiendo de la edad gestacional.
Vía de parto y tratamiento intraparto
Ya sea que el caso a manejar sea una preeclampsia con criterios o sin criterios de severidad, la decisión para la vía de parto se basa en todas las indicaciones que existen en la obstetricia, y no se considera que la preeclampsia como tal, sea una indicación de parto por cesárea. (Calvo, 2020)
Durante el periodo intraparto, se tiene que tener un control cercano de la presión arterial, debido a que iniciará tratamiento para pacientes con cifras de presiones severas, con tratamiento parenteral intravenoso u oral, dependiendo de la disponibilidad y el caso.
En pacientes que presentan criterios de severidad y que no presenten contraindicaciones, se inicia profilaxis con sulfato de magnesio para la prevención del desarrollo de eclampsia. En los casos donde no hay criterios de severidad, ACOG, recomienda que la decisión para iniciar la profilaxis sea determinada por el médico tratante. (Calvo, 2020)
Integración de la UCI y la Paciente con Preeclampsia 
En este artículo el cual tiene por nombre una mirada actualizada de los criterios fisiopatológicos de ingreso a una unidad de cuidados intensivos o cómo se le conoce UCI habla principalmente de que existen unas condiciones o unos estados de riesgo para indicar un ingreso unidad de cuidados intensivos en el cual se describen que requiere maniobras especiales de soporte se decretan bien que el paciente debe estar en un estado crítico y todo esto para disminuir el impacto de las secuelas orgánicas es decir para evitar un daño orgánico futuro en este artículo se describe no solo en lo que corresponde a un estado de cuidados intensivos describe características dentro de los posibles factores que pueden indicar un ingreso a UCI Dentro de los cuales vamos a encontrar en lo que corresponde una enfermedad grave el segundo va a ser un potencial de revertir la enfermedad que va a ser lo que va a definir el paciente vamos a tener la necesidad de asistencia y cuidados de enfermería y medicina especializadas contigo lo cuarto la necesidad de un área tecnificado sin embargo este artículo no solo describe la parte fisiológica en los cambios del embarazo este artículo inicia con una descripción breve sobre todos los criterios correspondientes a un dándonos como final un punto de vista desde la zona del embarazo ahora por qué se tiene en cuenta este para lo que eres de preeclampsia pues piensa lo que la preeclampsia es un estado crítico en el cual vamos a tener alteraciones de la fisiología del embarazo y por ende puede conllevar a un daño materno fetal sin embargo no solo eso se alcanza apreciar en este artículo se alcanza a apreciar también cuáles son las metodologías que se utilizan para el paciente está en UCI la metodología que se debe utilizar ante cada uno de ellos y el tratamiento más la vigilancia que se deben realizar cuáles son las prioridades que se le dan que se tiene en cuenta para mirar la prioridad y qué pacientes se considera verdaderamente crítico cuál es la incidencia que se presenta en cada uno de ellos y los datos todo demostrado a través de algunas tablas que se pueden evidenciar en dicho artículo.
Este artículo el cual tiene por nombre complicaciones maternas en paciente con preclancia e hiperuricemia en la unidad de cuidados intensivos hace referencia principalmente como su nombre lo indica a todas estas pacientes que cumpliendo estos dos criterios estos dos patologías necesitan un ingreso a UCI lo anterior descrito tenía como objetivo determinar las complicaciones maternas en las pacientes con preclancia e hiperuricemia atendidos en la unidad de cuidados intensivos del hospital de alta especialidad Lo cual tenía como objetivo no solo determinar estas complicaciones sino también que las pacientes debían cumplir ciertos requisitos es decir que la hiperuricemia sea un factor relacionado con mayor frecuencia a las complicaciones maternas en pacientes con preeclampsia todo esto se realizó a través de un estudio transversal y retrospectivo en el que se revisaron los expedientes clínicos de las pacientes embarazadas con preeclampsia con criterios de severidad las complicaciones maternas solo se estudiaron en los pacientes que cumplieron hamburguesito es decir que presentar a ambas patologías dando como resultado que la frecuencia de las pacientes con hiperuricemia puede hasta un 88.1% decir aproximadamente 112 casos y en esto se realizó en pacientes que tuvieron una edad gestacional aproximadamente entre las 28 semanas y las 32 semanas porque se tuvieron en cuenta este tiempo pues la materna de 28 semanas da una paridad de 2 es decir en la edad gestacional da un mayor riesgo ante una complicación temprana y a una mayor edad gestacional va a presentar un menor riesgo sin embargo el embarazo se realiza o se culmina ante una cesárea ante las posibles complicaciones debido a que puede existir y hace un síndrome de hellp una lesión renal aguda un abrupto placentario una hemorragia por atonía uterina y edema agudo de pulmón dentro de las cuales se encontraron algunos casos reportados entre este grupo selecto de pacientes llegando a la conclusión qué la frecuencia de las pacientes con hiperuricemia y de las complicaciones maternas fue elevada las complicaciones registradas de ambas fueron diferentes reportadas por estudios previos todas las complicaciones se resolvieron con tratamiento médico lo que puede ser un reflejo del efecto beneficioso de los cuidados intensivos dándolo desde un punto de vista de los cuidados intensivos base para una mayor medicación un cuidado más atento ante estas pacientes las cuáles podrían presentar una mortalidad aún mayor y así tener un cuidado adecuado con cada una de estas pacientes además de un cuidado personalizado y medicamentos de una mejor calidad todo una mejor atención médica.
Este artículo el cual tiene por nombre caracterización de pacientes ingresadas a cuidadosintensivos por preeclampsia y eclampsia Hablo un poco sobre las características que definen la preclamsia decir que produce una proteína urea un edema y una hipertensión arterial la eclampsia es el curso que ocurre después de la preeclampsia y es que de una forma ayuda a comenzar con convulsiones ambos suelen estar producidos al final de la gestación durante el parto y habla sobre las características que deben tener para ingresar a la unidad de cuidados intensivos qué objetivo tuvo caracterizar las gestantes y puérperas con preeclampsia más eclampsia ingresadas a la unidad de cuidados intensivos de adultos del hospital general docente Octavio de la concepción y de la pedrada de Baracoa Guantánamo en Cuba este fue un estudio en el cual se incluyó 38 pacientes a las que le realizaron examen físico completo estudios Complementarios de utilidad para su diagnóstico y se aplicó el índice APACHE II Demostrando que predominaron las mujeres puerperas con preeclampsia y las edades entre 21 y 35 años se asociaron más a los factores de riesgo o alas antecedentes personales de hipertensión arterial en edades extremas y antecedentes familiares de preeclampsia la estadía auxilio entre 4 y 5 días en ambos grupos y no una mortalidad en pacientes llegando a una conclusión de que con una estrategia de seguimiento precoz en gestantes y puerperas con riesgo se puede llegar a diagnósticar de formas graves e incipientes de preeclampsia y mejorar así la supervivencia de estos casos teniendo en cuenta desde un punto de vista de la unidad de cuidados intensivos dándole un seguimiento adecuado y teniendo una guía a través de la cual podamos atender mejor hasta pacientes paracas y su diagnóstico llegue a ser de una forma leve o presente una adecuada mejoría clínica.
Este artículo el cual tiene por nombre ingresos en UCI por causas obstétricas se centra principalmente en analizar los ingresos de las mujeres en edad fértil en una unidad de cuidados intensivos obstétricos esto con el fin de documentar ya sea de forma de un estudio transversal y retrospectivo la unidad de terapia intensiva obstétrica ubicada en fortaleza cadera con la presencia de mujeres en edad fértil admitidas en esta unidad entre el año 2016 y 2017 los datos fueron recolectados en un registro que se dieron en los criterios de inclusión durante el mes de abril de 2017 mediante un formulario Semiestructurado y analizados por medio de estadística descriptiva siendo incluidos 106 registro la mayoría de las mujeres tenían un grupo de edad entre 20 y 29 años uno mío en estable con enseñanzas medias se tuvieron en cuenta todos sus criterios básicos tiempo de estudio nivel de estudio edad parejas y datos de su vida cotidiana para tener una relación directa además de su inicio prenatal en el trimestre gestacional con por lo menos entre 4 a 6 consultas entre las causas obstétricas Dentro de las cuales las causas técnicas directas tuvieron un 61% las principales fueron eclampsia síndrome de hellp preeclampsia grave y para las obstétricas indirectas tuvieron una relación de un 38.9% en el cual se observa la insuficiencia renal el edema agudo de pulmón y la cardiopatía los datos se revelan en una línea que en lo que concierne a la atención en salud de las mujeres del ciclo puerperal también se encontraron características dentro de este lo cual nos ayuda a relacionar la patología que en nuestro caso nos confiere qué es la preeclampsia nos va a dar indicios de los motivos por los cuales la paciente obstétrica entra a una unidad de cuidados intensivos qué criterios tienen base para esto y cuáles son las patologías más frecuentes que pueden asociarse a una paciente preeclamptico o una paciente obstétrica.
Este artículo el cual tiene por nombre la importancia de los cuidados intensivos obstétricos en la disminución de la mortalidad materna tiene como objetivo indicar que la muerte materna no solo se mide como indicador de datos estadísticos el estado de salud de una población a su nivel organizativo es un determinado país sino que constituye una catástrofe para la estabilidad familiar y social sobre todo cuando pudo ser prevenida se pretende con el artículo deposición reflejar algunos aspectos técnicos organizativos en la reducción y enfrentamiento de la morbilidad materna paso fundamental para lograr la disminución de la muerte materna es que está basado en la revisión de las mejores evidencias nacionales e internacionales y en la experiencia de los autores en atención de este grupo de pacientes cómo es la unidad de cuidados intensivos dentro de este vamos a encontrar que la maternidad como un proceso natural está libre de complicaciones y por lo tanto la muerte va a ser una de las alteraciones más trágicas que se puedan encontrar en ellas dentro de este artículo se describe la estabilidad o las estadísticas en múltiples países dentro de los cuales se tienen en cuenta no solo las características de la madre sino también la tasa de nacidos vivos la tasa de neonato sin alteraciones los antecedentes maternos y dándole un desarrollo a la comunidad médica ante el término morbilidad materna severa o extremadamente grave este artículo si bien tiene en cuenta no se centra en lo que corresponde a la preeclampsia sí 60 principalmente la integración que tiene la UCI con la paciente obstétrica dándole una influencia importante de los cuidados intensivos en la evolución de los pacientes dándoles así un mejor cuidado una mejor comprensión y una manera de que nosotros los médicos podamos entender cómo se desarrolla cada una de las alteraciones en una unidad de cuidado intensivo bien cómo debemos hacer sus cimientos cómo podemos escribir dichas alteraciones para así evitar el desemboque en esta trágica situación que sería la muerte materna en algunos casos la mortalidad fetal sin embargo no solo se centra en estos se centra en dar información de Asia de estudios imagenológicos la intubación y la ventilación mecánica los métodos que se utilizan en una unidad de cuidados intensivos cómo son los principios básicos en la atención de los pacientes obstétricas en cuidados intensivos y cada uno de esos factores que consideramos importantes ante la muestra en dicha unidad para esto se tuvieron en cuenta no solo las patologías de base sino todos los criterios que pueden influir en la activación de este de esta patología o en sí todo esto se puede llevar a dicha unidad.
Manejo en UCI de Pacientes con Preeclampsia 
El propósito fundamental del cuidado de la mujer embarazada o puérpera ingresada en las UCI’s es minimizar el riesgo de morbilidad y mortalidad asociados, tanto para la madre como para su hijo. En este sentido es importante para el equipo médico responsabilizado con la atención estas mujeres el conocimiento de las múltiples enfermedades y condiciones que interfieren con las adaptaciones fisiológicas que ocurren durante la gestación o en el puerperio, así como la influencia que estas últimas pueden provocar en una enfermedad subyacente.
 Las UCIs deben cumplir con determinados principios en el enfrentamiento para alcanzar reducir la muerte materna. Dentro de los principales se encuentran:
1. Mantener constantemente una visión adelantada de riesgo. Esto se traduce en no demorar la admisión a la UCI de una paciente obstétrica que ha constituido, por algún motivo, preocupación y motivo de llamada por el equipo actuante de obstetricia. Así se garantiza “es mejor temprano que tarde”, construyendo el concepto de morbilidad obstétrica con necesidad de cuidados intensivos (MONCI) y de esta manera, la llegada a la UCI antes que esté “extremadamente crítica”.
2. Disponibilidad de una cama para la admisión inmediata de la paciente obstétrica que demande cuidados intensivos. Así se sigue el principio de “UCI a puertas abiertas” para la obstétrica.
3. Si la paciente necesita atención especializada del intensivista, pero por alguna razón no se puede admitir aún en UCI, es prioridad ofrecer los cuidados especializados intensivos fuera de la UCI, exactamente en el lugar donde se encuentre la enferma. Asíse sigue el concepto de “UCI sin paredes”, o sea, ofrecer cuidados intensivos fuera de la UCI.
4. Realizar investigaciones periódicas y sistemáticas, además del análisis institucional de toda la morbilidad obstétrica crítica que se genere en el hospital, así se obtendrán experiencias para nuevos casos y de esta manera evitar muertes maternas.
Principios básicos en la atención a pacientes obstétricas en cuidados intensivos
Acreditación de unidades de cuidados intensivos para la atención a este tipo de pacientes: no se trata de concentrar todas las pacientes obstétricas en una sola institución, sino considerar siempre el principio de regionalización establecido en cada área geográfica y establecer niveles de atención para tratar afecciones de diferente complejidad y gravedad.
Adherencia a protocolos asistenciales: los protocolos para la atención a estas pacientes deben actualizarse periódicamente, discutidos en el servicio, aprobados por el Consejo Científico Institucional y sustentados por las Guías de Práctica Clínica nacionales y extranjeras vigentes. Deben adaptarse según los recursos disponibles en cada institución, así como unidades de apoyo en medios diagnósticos, criterios de ingreso, de egreso y de traslado de la unidad. Es fundamental considerar el manejo de las complicaciones que puedan presentarse. Sin embargo, no se puede olvidar que la estrategia a seguir con cada paciente es individual y dependerá de las características de cada una y de la condición que presente. Por tanto, la adherencia a protocolos asistenciales no es un aspecto formal, administrativo, sino que traduce calidad en la atención médica y garantiza el accionar uniforme según principios aprobados en diferentes consensos ante situaciones clínicas cambiantes. Cada institución será responsable de la actualización de los mismos y su empleo por los profesionales responsabilizados en la atención a estas enfermas.
Identificación de los especialistas con mayor experiencia y preparación: resulta un aspecto clave en el éxito de toda estrategia institucional para disminuir la mortalidad materna. Los profesionales que integrarán la Comisión de Atención a la Materna Grave Institucional (CAMGI) no solo deben liderar la atención a estas enfermas, sino conducir investigaciones sobre la morbilidad materna extremadamente grave y capacitar a especialistas de la institución y otros especialistas vinculados y de interés dentro del área geográfica de atención de la institución hospitalaria.
Atención multidisciplinaria: se garantizará a través de la CAMGI que cada paciente sea valorada por todas las especialidades que fueran necesarias. Como norma, debe tratarse que los diferentes especialistas coincidan en el tiempo en la discusión colectiva que se realice para evitar, de esta manera, criterios incompletos o fraccionados.
Activación y funcionamiento de la CAMGI: debe ser nombrada por el director de la institución, que además es quien la preside. Formarán parte de ella vicedirectores, responsables de servicios (obstetricia, medicina intensiva, cirugía general, medicina interna, hematología, medios diagnósticos, entre otros), así como especialistas de reconocido nivel y experiencia profesional (especialistas de segundo grado, docentes con categorías superiores) que la dirección institucional considere. Dentro del equipo de trabajo se debe jerarquizar la atención por los profesionales de mayor calificación. En el horario nocturno, fines de semana y días feriados o festivos, se activará por el jefe del equipo de guardia de obstetricia, en consenso con el de medicina intensiva y el responsable de la guardia administrativa institucional. En horario laboral lo realizará el vicedirector del programa materno-infantil de la institución hospitalaria, previa consulta con los jefes de servicio correspondientes e informando de inmediato al director. La primera atención (primera línea) la realizarán los jefes de los equipos médicos de guardia de obstetricia, medicina intensiva, medicina interna y cuantas especialidades se requiera. Posteriormente, se incorporarán al llegar al centro los demás miembros convocados. En todo momento se trabajará como comisión, evitando la atención fraccionada. Se establecerán por escrito en la historia clínica las consideraciones diagnósticas de cada paciente en particular, así como la terapéutica que debe cumplirse en las siguientes horas. Siempre debe quedar plasmado el horario planificado y acordado en que la comisión se vuelve a reunir. Atención diferenciada de las gestantes y puérperas considerando las particularidades de estas pacientes: existen aspectos propios de estas enfermas, condicionados fundamentalmente por los cambios fisiológicos que se presentan en las mismas y que pueden resumirse en:
a) Intubación y ventilación mecánica. La reducción de la capacidad residual funcional y el incremento del consumo de oxígeno predisponen a la rápida caída de la presión parcial de oxígeno en situaciones de incremento de la demanda respiratoria. Cuando se requiere intubación endotraqueal, la disminución de la motilidad gastrointestinal y del tono del esfínter esofágico inferior, así como el incremento de la presión intraabdominal por el útero grávido, incrementan el riesgo de aspiración. Por otra parte, el embarazo se asocia al incremento del edema de la mucosa respiratoria, que se hace más friable y con un mayor riesgo de traumatismo y sangramiento durante la intubación. Particularmente las pacientes con preeclampsia son propensas a estas complicaciones, debido al marcado edema de la mucosa asociado a la disminución de la presión oncótica y del calibre de las vías aéreas superiores, mientras que es bien conocido el riesgo de sangramiento asociados a una trombocitopenia concurrente. No ha sido bien estudiado el efecto de las diferentes estrategias de ventilación en enfermas con Síndrome de Disfunción Respiratoria Aguda (SDRA), aunque se recomienda la estrategia de ventilación protectora empleando bajos volúmenes corrientes
b) Manejo hemodinámico. Existen variaciones fisiológicas en ciertas variables cardiocirculatorias durante el embarazo y en el período puerperal. Así, la presión arterial sistémica disminuye en el primer trimestre de la gestación, alcanzando el mínimo de su disminución en el segundo trimestre y aumenta hasta valores previos a la gestación en el tercer trimestre. El gasto cardiaco aumenta progresivamente hasta alcanzar un incremento del 40-60 % por encima de su valor basal alrededor de las 28 semanas de gestación, manteniéndose con dicho aumento hasta el final del embarazo. Las resistencias vasculares periféricas disminuyen hasta un 25 % durante la gestación por aumento de la prostaglandina I2 por interferir con la acción de la angiotensina (potente vasoconstrictor) y de esta manera disminuye la postcarga cardiaca. Se incrementa la frecuencia cardiaca en 15-25 lpm sobre la frecuencia basal hacia el final del embarazo. Aumenta la precarga cardiaca por el aumento del volumen plasmático, incluso hasta 30-40 % más alrededor de la semana 34 de gestación en comparación con no gestantes. No olvidar la compresión del útero grávido sobre la vena cava inferior (VCI) cuando este se encuentra por encima de la cicatriz umbilical, disminuyendo el retorno venoso, sobre todo cuando la gestante se encuentra en decúbito supino
c) Estudios imagenológicos. Los estudios radiográficos con la exposición de las gestantes a radiaciones no están excepto de riesgo, fundamentalmente durante el primer trimestre del embarazo, donde el efecto teratogénico y oncogénico para el feto es alto. El peligro es máximo entre la segunda y séptima semana de gestación, donde ocurre la organogénesis. Si bien se considera que después de la semana 16 de gestación se requieren dosis elevadas de radiaciones ionizantes para que ocurra algún tipo de efecto teratogénico, el riesgo de enfermedad maligna, particularmente leucemia aguda, está presente con cualquier exposición en cualquier momento del embarazo. Se requiere el empleo juicioso de este tipo de estudios,con la aplicación de los principios inviolables del método clínico y la ética médica, pero siempre con la prioridad de que, si el beneficio supera con creces el riesgo, el bienestar y la salud materna deben prevalecer
d) Efectos adversos de los fármacos empleados en UCI. Los fármacos empleados en el contexto de las UCI requieren una evaluación juiciosa y el conocimiento de los efectos que pueden tener tanto para el feto como para el lactante. Se han establecido 5 categorías de riesgo
e) Traslado seguro. Resulta un aspecto fundamental. Cuando sea necesario trasladar a la paciente por la gravedad de su enfermedad a un centro de referencia acreditado de mayor nivel, se deben cumplir una serie de principios inviolables. En primer lugar, no se remitirán pacientes en trabajo de parto, pendientes de solución quirúrgica impostergable, inestables hemodinámicamente o en estado de choque, sin reanimar según protocolos de hemorragia y transfusión de hemocomponentes, sin realizar estudios microbiológicos en el caso de sepsis e iniciar la primera dosis de antibióticos, garantizando la presencia de personal especializado en el transporte. El documento de remisión debe ser explícito, detallado y realizado por los especialistas de mayor nivel actuantes.
f) Capacitación continua. Debe ser garantizada por las autoridades correspondientes y reglamentadas por los departamentos de docencia, enfocada en primer lugar a las causas obstétricas (hemorragia, sepsis, hipertensión) y no obstétricas (enfermedad tromboembólica (ETE), neumonía grave, insuficiencia cardiaca, entre otras), preferentemente como talleres de participación o cursos cortos. Es importante que obstetras, anestesiólogos y clínicos participen en los Diplomados de Cuidados Intensivos que se ofertan en todo el país.
Seguimiento por el obstetra durante la permanencia de la paciente en UCI. Cuando una paciente obstétrica ingresa en las UCIs, el obstetra debe mantenerse todo el tiempo en comunicación con el personal de dicha unidad, pues la paciente es una responsabilidad de los profesionales que la atendieron durante la gestación, el parto y el puerperio.
El obstetra debe:
· Participar en el pase de visita matutino junto al personal de la UCI. En éste dará sus opiniones y recomendaciones.
· Informar al médico de la UCI cuando detecte algún síntoma de alarma.
· Participar en cada discusión colectiva o del equipo multidisciplinario que se realice en la unidad durante el proceso de atención a la gestante o puérpera grave o crítica.
· Es su responsabilidad las reintervenciones quirúrgicas de las pacientes, independientemente de la institución donde se encuentren, de conjunto con otros equipos de obstetricia y/o cirugía general, si así fuera necesario.
Evaluación nutricional. De estar constituido, garantizar la participación del Grupo de Apoyo Nutricional (GAN), de lo contrario, se impone la evaluación al ingreso en la UCI y diariamente, mediante protocolo establecido en cada servicio.
 Lo que no debe hacerse en cuidados intensivos
1. Olvidar la importancia de los cambios fisiológicos del embarazo y puerperio en el diagnóstico y tratamiento de las afecciones obstétricas graves.
2. No aplicar los protocolos establecidos.
3. Demorar la movilización precoz de las pacientes.
4. No realizar la profilaxis de la enfermedad tromboembólica.
5. Mantener sondas y dispositivos intravasculares más tiempo del requerido.
6. Demorar la nutrición enteral.
7. No brindar apoyo psicológico.
8. Olvidar a la familia.
Complicaciones Mortales de la Preeclampsia y su Manejo
En el mundo, cada 3 minutos muere una mujer a causa de la preeclampsia (PE), aproximadamente 50,000 mujeres mueren anualmente. Afecta a entre 3 y 10% de los embarazos, es la principal causa de muerte materna en el mundo. (S, 2020)
Como bien sabemos, la preeclampsia puede llegar a causar daños permanentes en órganos vitales y llevar a la muerte a la mujer si no se trata como corresponde. Estas complicaciones pueden darse en el momento en que se manifieste la preeclampsia, es decir, durante la gestación o en el puerperio donde, a pesar de que la preeclampsia es poco frecuente, las complicaciones son más comunes y más riesgosas para la vida de la madre.
La mayoría de los casos de preeclampsia durante el puerperio se manifiestan en un plazo de 48 horas después del parto. Sin embargo, a veces se presenta hasta seis semanas o más después del parto, lo que se conoce como preeclampsia posparto tardía. Este tipo de preeclampsia, requiere tratamiento, si no sucede así puede ocasionar convulsiones y otras complicaciones graves.
Las complicaciones de la preeclampsia posparto incluyen:
· Eclampsia posparto. La eclampsia posparto es esencialmente la preeclampsia posparto con convulsiones. La eclampsia posparto puede provocar daños permanentes en los órganos vitales, entre ellos el cerebro, los ojos, el hígado y los riñones.
· Edema pulmonar. Esta enfermedad pulmonar potencialmente mortal ocurre cuando se presenta un exceso de líquido en los pulmones.
· Accidente cerebrovascular. Un accidente cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe o disminuye gravemente el suministro de sangre hacia una parte del cerebro, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. Un accidente cerebrovascular es una emergencia médica.
· Tromboembolia. La tromboembolia es la obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo de sangre que viaja desde otra parte del cuerpo. Esta afección también es una emergencia médica.
· Síndrome de HELLP. El síndrome de HELLP (que por sus siglas en inglés hace referencia a la hemólisis o destrucción de los glóbulos rojos, la elevación de las enzimas hepáticas y el conteo bajo de plaquetas) puede volverse potencialmente mortal rápidamente. Los síntomas del síndrome de HELLP incluyen náuseas y vómitos, dolores de cabeza, y dolor en la parte superior derecha del abdomen. El síndrome de HELLP es particularmente peligroso porque implica daños a varios sistemas de órganos. En ocasiones, puede manifestarse repentinamente, incluso antes de que se detecte la presión arterial alta, o sin ningún síntoma.
Accidente cerebrovascular
En la última década 4 revisiones sistemáticas y meta-análisis han comprobado la asociación de preeclampsia con enfermedad cerebrovascular y han mostrado una gran consistencia en la magnitud del riesgo futuro; se triplica el riesgo de hipertensión arterial y se duplica el de enfermedad coronaria y de muerte cardiovascular. (S, 2020)
La isquemia miocárdica, la mayor causa de muerte en mujeres, permanece subdiagnosticada y tratada debido a varios factores; entre estos destacan la presentación solapada de la enfermedad coronaria en mujeres, la mantención de criterios bioquímicos y electrocardiográficos aplicados a los hombres, la menor frecuencia de lesiones coronarias y la disfunción microvascular de un 30% de las pacientes que en ausencia de lesiones obstructivas presenta más complicaciones adversas.
La fisiopatología para el desarrollo de esta complicación sucede ya que la existencia de riesgo cardiovascular preexistente y la disfunción endotelial, pueden progresar a una deficiencia de la pared uterina, provocando la reducción de la pared trofoblástica y la remodelación de las arterias uterinas que pueden manejarse con aspirina, calcio, arginina y pravastatina. Sin embargo, esta remodelación, si no hay tratamiento, puede progresar a una isquemia placentaria y un daño mecánico de las vellosidades, provocando una liberación de partículas que junto a los factores placentarios acentuar el daño endotelial. Todo esto va a dar como resultado complicaciones clínicas donde se debe puede hacer la corrección del riesgo cardio vascular, o que en embarazos posteriores también se deba hacer una corrección. En caso tal de que no se realice dicha corrección, esto es lo que va a producir las enfermedades cardiovasculares el infarto y la enfermedad cerebrovascular que pueden provocar la muerte. Por otro lado, si esto se deja pasar en un primer embarazo, en un futuro la gestante puede desarrollar directamenteel infarto o la enfermedad cerebrovascular. (S, 2020)
El manejo pre y post concepcional ofrece varias etapas para que la prevención cardiovascular se inicie en la práctica obstétrica habitual. La evidencia demuestra que ha llegado el tiempo de reconocer tempranamente el riesgo gestacional y remoto de preeclampsia. (S, 2020)
Se debe iniciar el control obstétrico, en el alta hospitalaria del postparto indicar corrección de riesgo cardiovascular clínico y de laboratorio evidentes, para a los 6 meses evaluar el índice de masa corporal, presión arterial, perfil lípídico y la relación proteína/creatinina en orina. En este proceso es fundamental involucrar su cuidado posterior por lo que la revisión termina con consejos para prevención y manejo. (S, 2020)
Si la paciente debe saber que tiene mayores riesgos de enfermedad cardiovascular, accidente vascular encefálico, diabetes, enfermedad tromboembólica o renal que quienes han tenido embarazos con presión normal. Le recomendamos que tenga un seguimiento regular por un médico general para controlar la presión arterial y determinar periódicamente grasas y azúcar en sangre. (S, 2020)
Si presentó preeclampsia tiene un riesgo aproximado de 15 % de repetirla o de desarrollar hipertensión gestacional por lo que debe recibir aspirina en embarazos futuros. La paciente tiene mayor riesgo de tener hijos pequeños para la edad gestacional en un próximo embarazo aun cuando no presente una preeclampsia. Por esto, se debe advertir a los pediatras si los hijos han sido prematuros y/o han tenido bajo peso de nacimiento para que sean sometidos a una vigilancia especial. Si el recién nacido tuvo bajo peso no se puede sobrealimentar para que alcance el peso normal rápidamente; pasar de un ambiente intrauterino que lo hizo “ahorrador” a uno de “abundancia” es más perjudicial que si gana peso lentamente. La lactancia será beneficiosa para la madre y a su hijo. (S, 2020)
Trombocitopenia
El embarazo normal muestra una inversión del volumen plaquetario medio y del conteo plaquetario. La activación plaquetaria es desencadenada por distintos procesos moleculares, como cambios morfológicos y liberación de gránulos intraplaquetarios que permiten su agregación. (Aguilar-Hidalgo, y otros, 2021)
En pacientes embarazadas se ha visto que hay incremento en la agregación plaquetaria con aumento de la expresión de GP53. También se ha demostrado que hay aumento de la adhesión plaquetaria por aumento de la expresión de los receptores de fibrinógeno. (Aguilar-Hidalgo, y otros, 2021)
La causa más frecuente de trombocitopenia en el embarazo es la trombocitopenia gestacional, que no tiene significado clínico porque no implica riesgo a la madre o al feto. En contraste con la trombocitopenia inmunitaria primaria, que implica riesgo en el periparto y hemorragia severa al feto. Otra afección que pone en riesgo a la madre y al feto es el síndrome HELLP. (Aguilar-Hidalgo, y otros, 2021)
La cuenta plaquetaria de la trombocitopenia gestacional frecuentemente es mayor de 70,000, incluso, hasta el 70% de las cuentas plaquetarias se encuentran entre 130,000 y 150,000. No hay indicación de tratamiento contra la trombocitopenia gestacional porque la mayor parte de las ocasiones es de alivio espontáneo. El parto vaginal es sugerido si no hay contraindicación o comorbilidad agregada que lo impida. (Aguilar-Hidalgo, y otros, 2021)
La fisiopatología del síndrome de HELLP se relaciona con daño endotelial y vasoespasmo subsecuente, con activación plaquetaria, disminución de la liberación del factor relajante derivado del endotelio. La trombocitopenia es la alteración en la hemostasia más temprana y frecuente. La disminución de las plaquetas menor a 50,000 y de los productos de la degradación de fibrina pueden orientar hacia una coagulopatía diseminada. Es esta coagulopatía diseminada la que puede provocar disfunción orgánica y hemorragia, llevando a la muerte de la paciente. (Aguilar-Hidalgo, y otros, 2021)
Su manejo se realiza según la edad gestacional y el volumen plaquetario. Se induce el término del embarazo si la embarazada tiene < 34 semanas de gestación en caso de que las condiciones no se controlan rápido; si está > 34 semanas de gestación se realiza el término del embarazo de manera pronta. Y la transfusión de plaquetas se indica sola si las plaquetas están < 20,000; si están > 20,000, se realiza la transfunción y se planea a cesárea, llevar a 50,000 como mínimo. (Aguilar-Hidalgo, y otros, 2021)
Síndrome nefrótico
El síndrome nefrótico es una entidad infrecuente durante el embarazo. La proteinuria en muestra recolectada durante 24 horas en esta entidad suele ser superior a 3-3,5 g4-6; sin embargo, en el contexto del embarazo se suele utilizar como punto de corte para su definición 3 g/día. Esta debe necesariamente estar acompañada de hipoalbuminemia, hipercolesterolemia y manifestaciones clínicas que reflejen disminución de la presión oncótica (edemas, ascitis, derrame pleural o derrame pericárdico). (Ghelfi, y otros, 2022)
Durante la gestación, la preeclampsia con criterios de severidad es la causa más común de síndrome nefrótico. Es conocido que existe una relación inversa entre proteinuria y filtrado glomerular, así como también que las resoluciones del daño renal secundario a PE resultan más rápidas cuanto menor es el grado de proteinuria. La proteinuria masiva, situación en la cual se superan los 5 g/24 horas, se ha vinculado a mayores eventos agudos materno-fetales y a elevada morbimortalidad anteparto y periparto. (Ghelfi, y otros, 2022)
El manejo terapéutico del síndrome nefrótico y sus implicaciones sobre la evolución del cuadro resultan controvertidos. Deberán tenerse en cuenta la edad gestacional, el estado clínico materno, los parámetros de bienestar fetal y el pronóstico a corto plazo de la mujer. Si bien es cierto que el nivel de proteinuria no se considera una indicación para el parto por sí mismo, a peor severidad de los edemas y de los registros de la presión arterial, peores serán los riesgos de desarrollo de daño orgánico agudo materno a otros niveles. Se ha demostrado que a mayor gravedad de la preeclampsia (y a mayor intervalo entre diagnóstico y parto), mayor será el tiempo de recuperación para la resolución de la hipertensión y la proteinuria, pudiendo incluso condicionar el desarrollo de enfermedad renal crónica a largo plazo. (Ghelfi, y otros, 2022)
Los IECA se encuentran contraindicados de forma terminante durante el embarazo; sin embargo, resultan muy útiles como estrategia antiproteinúrica en el posparto. En pacientes gestantes con enfermedad renal crónica se ha indicado que algunos antagonistas cálcicos, como diltiazem y nifedipino, disminuirían los valores de proteinuria, por lo que estos podrían representar una estrategia válida en la etapa anterior al nacimiento. Durante el puerperio, la introducción de un IECA, especialmente de enalapril en dosis de 5 a 20 mg/día, ha demostrado mejorar la proteinuria. Sin embargo, debe monitorearse los valores de creatinina por la posibilidad de precipitación de fallo renal, y los niveles de potasio por riesgo de hiperkalemia. (Ghelfi, y otros, 2022)
Por lo general, el síndrome nefrótico secundario a preeclampsia remite entre las 2 y 12 semanas del puerperio, por lo que la persistencia de alteraciones urinarias fuera de este período reviste una indicación para el estudio anatomohistológico. (Ghelfi, y otros, 2022)
Es importante la realización del trabajo interdisciplinario, en vistas de que cada especialidad aportará un ángulo de visión único e irrepetible. Cada perspectiva permitirá la apreciación de elementos fundamentales para la valoración de cada caso particular y para la toma de decisiones individualizadas. (Ghelfi, y otros, 2022)
Manejos Especiales en UCI para Pacientes con Preeclampsia 
Diálisis peritoneal posparto con catéter rígido en pacientes preeclámpsicas intervenidas de cesárea. 
La hemodiálisis es el método de primera elección para la terapia de reemplazo de la función renal durante el embarazo y el posparto. Pero en este

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