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Acerca del humor y el insight
• Nasim Yampey
Introducción. Mi propósito en este trabajo es intentar el esclare-
cimiento de la estructura dinámica del humor; definirlo en su aspecto
semántico, clínico y metapsicológico.
Las manifestaciones solapadas del odio y la destructividad, tales
como la mala fe, la perversidad, la ironía, etcétera, son a menudo difí-
ciles de interpretar; pero tampoco resultan siempre fáciles de com-
prender las expresiones sutiles de Eros como la ternura, la bondad, la
alegría o el humor.
Cuando el humor surge de manera inequívoca en el paciente, ello
expresa algo más que una simple modificación en el estado de ánimo
del sujeto; anuncia un cambio en la estructura y la conducta al que
atribuyo un valor muy significativo en el proceso de su desarrollo.
El problema. El humor cae bajo la observación directa de todo
el mundo y sin embargo nadie lo conoce bien. Se lo confunde frecuen-
temente con el chiste, la burla, la comicidad, el humorismo y la ironía.
Esta compleja realidad psíquica ha sido abordada por filósofos, pen-
sadores y literatos en diversas épocas y lugares, sin que la ambigüedad
fuese superada. Desde luego las ideas sobre el humor han evolucio-
nado a lo largo del tiempo y el espacio, razón por la que no será
ocioso esquematizar su historia.
Humor y humorismo existieron seguramente en todas las épocas;
pero el vocablo humor ha pasado por la conscientización del fenó-
meno que lo expresa y por diversas transformaciones históricas que
* Dirección: J. A. Pacheco de Melo 1872, P.B. "C", (1126) Capital Federal, R.
Argentina.
1174 Naslm Y (1 111 pev
le dieron nuevo o más elaborado sentido. El origen del término humor
es médico: proviene de humores, y hasta cierto punto este sentido lo
conserva aún. En la teoría de Hipócrates integraba un criterio cos-
mogónico ligado al temperamento, según que predominase uno de los
cuatro elementos orgánicos (bilis, atrabilis, sangre y pituita), y esta
concepción perduró hasta fines de la Edad Media. En el siglo II de
nuestra era, Galeno derivó de esa teoría su doctrina humoral; pero
correspondió a Paracelso el mérito de haber trazado, a principios del
siglo XVI, un puente entre lo físico y lo psíquico. En Inglaterra, Ben
Jonson le confirió el significado de un rasgo del carácter".
En España surgió El Quijote, de Cervantes, en un período de auge
del humor también en otros países europeos. La quiebra de lo he-
roico y la entrada del Renacimiento y de la lírica en la península
ibérica tuvieron más bien una expresión satírica, conceptista y me-
lancólica. Por eso, el humor de Cervantes, comprensivo y piadoso,
constituye en realidad una excepción. El Quijote, la más genial obra
de humorismo, se caracteriza por su multivocidad, pues las vidas
que logra abarcar pueden ser interpretadas de muchas maneras. Lo
que no hay que perder de vista es el humorismo de Cervantes: su
esfuerzo y su capacidad de comprender, su experiencia de vida y su
serenidad, su compasión y su renovada esperanza aunque ella fuese
"débil y flaca" 1, como dice en una de sus novelas ejemplares.
Por el año 1700, Addison describió su árbol genealógico: la Ver-
dad es la fundadora de la familia y madre del Buen Sentido; éste
engendra al Ingenio, el cual se desposa con la Alegría y con ella tiene
un hijo, el Humor. Un siglo más tarde, Thackeray afirma que el Hu-
mor es hijo del Ingenio y del Amor, mientras que el falso Humor
tiene por madre a la Risa (y no a la Alegría).
En el psicoanálisis interesa como una actitud o disposición ante
el conflicto, porque su aparición marca un cambio importante en la
economía emocional y el punto de vista del sujeto. Pero el humor
suele aparecer, tanto para el analizando como para el analista, por lo
general en forma ambigua a causa de la mezcla de afectos o de sus
múltiples matices, de las situaciones relacionales y de la intenciona-
lidad subyacente, factores que no pocas veces introducen confusión
o incertidumbre.
Conceptos [reudianos. Freud estudia el humor ("uno de los más
elevados rendimientos psíquicos") en 1905 y en 1927. Lo analiza en
primer lugar desde el punto de vista económico: el placer humorís-
tico proviene del gasto del afecto ahorrado. También lo conceptúa
como un mecanismo de defensa que difiere de la represión por cuan-
to en él no se niega las representaciones ligadas al dolor para domi-
nar el automatismo defensivo, y señala que aquí el Yo tiene la apti-
tud de autobservarse pues la superioridad del Yo en el humor se
Acerca del humor y el insiglit 1175
debe a la comparación que el sujeto efectúa entre su Yo presente y
su Yo infantil. Lo que busca alcanzar por su intermedio "es el estado
de ánimo de nuestra infancia, en la que no conocíamos lo cómico, no
éramos capaces del chiste y no necesitábamos del humor para sentir-
nos felices en la vida" ''. En este pasaje quizá Freud alude al hecho
de que, cuando en la infancia uno se siente feliz, no tiene humor sino
que es humor. Sin embargo, las huellas del humor pueden seguirse
hasta la niñez: el niño es un humorista por excelencia; es un panto-
mimo, hace chistes y ostenta su humor aun antes de dominar el len-
guaje. La sonrisa representa, en el niño como en el adulto, una honda
expresión de humor, el cual enraíza en los estados placenteros que
se acompañan de cierta autobservación, de un intento de autocon-
solarse sin negación maníaca ni exigir perentoriamente la presencia
del otro; es un ensayo de individuación e independencia.
Freud lo relaciona, además, con el narcisismo: lo grandioso del
humor "reside en el triunfo del narcisismo, en la victoriosa confir-
mación de la invulnerabilidad del Yo" 4. Este concepto y los ejemplos
que da casi nos llevan a pensar en la manía; pero Freud añade algo
que deseo subrayar y es que en el humor el principio de placer triunfa
sobre la adversidad de las circunstanicas reales sin abandonar el
terreno de la salud psíquica. El humor se funda en que el sujeto
sobreinviste al Superyó y desde ahí modifica las reacciones del Yo,
el cual se siente confortado cariñosamente por el Superyó 4.
Considero que este vínculo con el narcisismo y la dinámica de
las relaciones intrapsíquicas son fundamentales para comprender la
naturaleza del humor.
Situacion analítica. Las expresiones del humor se manifiestan en
cualquier momento del análisis, sea con una connotación de ingenio,
de burla, de humor negro o ironía. Mi propósito se orienta a diferen-
ciar el genuino humor de todas esas manifestaciones, lo cual sólo
puede lograrse merced al esclarecimiento de la situación en que se da.
El humor emerge cuando disminuyen las ansiedades paranoides, de-
presivas o confusionalcs que impedían al analizando tener cierta ca-
pacidad de autobservación tolerante. Con mucho, la ansiedad paranoi-
de es el afecto menos favorable al humor, y los estados paranoides
constituyen los más opuestos para la verdadera vivencia humorística.
Cuando el analista logra modificar un tipo de relación transferencial
persecutorio, ayudando a su comprensión en la situación de campo,
puede provocar el surgimiento del humor en sus múltiples matices.
Entonces el paciente pasa de la autoscopia persecutoria a una
autobservación más discriminativa; han cedido en ese momento de-
terminadas resistencias narcisistas y, tras un desorden inicial, comien-
za a reorganizarse su constelación psíquica con una nueva modalidad
de relaciones objctables, Hay un pasaje de la vivencia dramática y
1176 Nasim Yampey
la tendencia a actuar hacia un dominio de la escena y una disposición
optativa del fantasear. Esta actitud refleja cambios cualitativos en el
Self y en las relaciones objetales del individuo.
Durante el análisis, esta percepción crítica autoconsciente ocurre
unas veces muy pronto y en forma plena; otras veces, después de
muchos años y de manera incompleta. En oportunidades es precedida
de manifestaciones transaccionales como el humorismo o las humo-
radas. El humor difiere del humorismo porque este último implica
una combinación de humor e ironía, una coexistencia de lo acrey tris-
te con lo animoso y risueño, un contraste entre lo que uno es con
lo que uno debiera ser.
Ejemplos de humor. Cuéntase que Luis Ponce de León, al salir
de la cárcel de Valladolid donde estuvo injustamente preso durante
cinco años y medio por orden de la Inquisición, reanudó su cátedra
con estas sencillas palabras: "Decíamos ayer ... ", dando con ello
pruebas de humor y de elevado espíritu. También puede considerarse
de un fino humor la expresión poética de Juan Boscán que dice: "Ya
pasó mi dolor, ya sé qué es vida". O la frase del poeta lírico Arquíloco
cuando relata un episodio nada heroico de su propia vida y concluye:
"Más vale que se diga aquí corrió que aquí murió". Una analizanda,
al comentar, en lo manifiesto, la psicoprofilaxis del parto y, en sentido
latente, el proceso analítico, manifestó: "Parto sin dolor, no, doctor,
parto sin gritos; pero yo rechazo la anestesia, acepto la alegría de
este sufrir". La comprensión del humor contenido en todas estas ex-
presiones exige desde luego considerar el contexto situacional, como
en todo análisis. Pero sobre todo el humor suele verse y comprender-
se en lo situacional, en lo relacional, en la forma en que es presentado
y en sus implicaciones más que en el producto. Independientemente
del contenido, el sentido del humor se aprecia, v. gr., en el modo poé-
tico o el tono en que es expresada una situación de conflicto, tal se
observa en los ejemplos que acabo de citar. Las reacciones contra-
transferenciales que suscitan son también de índole muy diferente a
las provocadas por las burlas y el chiste del paciente, y la correcta
captación empática del analista produce una íntima y profunda co-
municación mutua. Las interpretaciones con humor no sólo pueden
ser útiles sino que, en determinados momentos y para ciertas con-
formaciones situacionales, decisivamente operantes y mutativas. Aun
más, la regular actitud benevolente del analista ante todas las produc-
ciones del paciente constituye un aspecto esencial del setting psico-
analítico.
Transformaciones del narctsismo. Los cambios del narcisismo
primitivo condicionan el desarrollo personal y la individuación y en
este proceso evolutivo importa mucho la aptitud de percibirse a sí
Acerca del humor y el insight 1177
mismo, la fantasía o representación del propio Self, a través de las
distintas experiencias vivenciales. La autoestima se regula por la ten-
sión entre el Yo y el Superyó, regulación que se transfiere a las rela-
ciones de la personalidad con el ambiente. La capacidad del Yo para
cambiar las constelaciones narcisistas primitivas en otras más dife-
renciadas, incluye el desarrollo del humor por la exitosa comparación
de distintos Selves.
El humor significa cierta tolerancia afectiva ante la frustración
y el dolor psíquico; nutre y favorece el verdadero insight. Es sabido
que el insight no siempre produce la integración y que, en ocasiones,
motiva un incremento de las defensas. Para que ello no ocurra, el
sujeto debe poder aceptar los términos del conflicto y la resolución
no ha de ser puramente teórica, sino constituir una reconciliación de
aspectos disociados o reprimidos de sí propio merced a la interven-
ción de las interpretaciones analíticas. En este sentido, es general-
mente un re-conocimiento y no algo vivenciado como total y absoluta-
mente desconocido.
Las raíces ontogenéticas del humor radican tal vez, más Que en
las "experiencias de satisfacción" (Freud) , en la "relacionalidad bási-
ca del Yo" (Winnicott) . Estas vivencias involucran algún grado de
idealización, base de la creencia en la bondad del obieto y precursora
de las buenas relaciones ob ietales (Sezal) . A estas nrimeras experien-
cias se van agregando otras en un encadenamiento enivenético que las
van transformando en modelos mentales: modelos de vivencias ele
desilusiones graduales, aceptadas positivamente. El terapeuta nuede
ayudar a su naciente a confrontar, reconocer o intezrar distintos as-
nectos. sucesivos o alternativos. de sus Selves. de 10 cual deriv» carn-
hios v transformaciones v ansiedades Que han el" ser manejadas o
rpP"uladas. Los elementos del humor hunden ~11<; bases en ternnranas
vivencias: pero se van estructurando y consolidando a través de las
vicis+rudes vitales.
Cahe recordar oue lo cómico se vincula especialmente al cuerpo.
a lo ¡ypstu<11v mímico. así como d chiste a Ia nalahra: arribos cons+i-
tnven tentativas de superar el miedo v la ansiedad. El humor se halla
más cerca de la comicidad Que del chiste y puede realizarse en una
sola persona, no añadiéndole nada la participación de otra, según
Freud. Por mi parte destaco que, a diferencia del chiste y lo cómico, el
humor no provoca risa V es siempre intencional. Existe en el humor
la percepción interna de estar superando una situación conflictiva
o una etapa depresiva; implica el triunfo de una actitud amorosa o
sublimatoria en que se establece un doble puente ernpático hacia
la realidad exterior e interior y no una conexión caótica o desor-
ganizante,
1178 Nasiiu Y ampc»
Por el contrario, el "humor negro" expresa ironía de connotacio-
nes macabras o siniestras; encubre impotencia o desesperación y está
ligado a fantasías terroríficas infantiles de desamparo, aniquilación
y muerte. En su expresión literaria, el "humor negro" suele represen-
tar a menudo un intento de sublimación; pero en el campo analítico,
este "humor" suele disfrazar 10 siniestro, hasta que esos contenidos
se transforman, por el análisis, en "ironía reveladora".
El equiparar el humor y la ironía obedece a una técnica de de-
fensa; pero, en el fondo, radica en la mezcla de lo bueno y alegre con
lo desquiciado y destructivo; responde a impulsos y deseos hostiles
que se expresan de manera disfrazada. La indagación psicoanalítica
permite develar su trama y su apariencia, permite entender sus signi-
ficados particulares y hace posible la modificación en el sujeto de sus
actitudes y conductas desquician tes e irónicas por otras más cons-
tructivas de un narcisismo más saludable.
Estructura relacional y comunicativa. En el análisis el humor es
despertado por el oportuno levantamiento de las resistencias y la
movilización del statu qua; es una forma de insight que facilita a su
vez nuevos insights y elaboraciones.
El sentimiento de humor se funda en una relación buena del
Yo con los objetos internos. El Yo percibe la gratificación yel aliento
de sus objetos tanto en las circunstancias favorables como en las
adversas. No desaparecen los afectos negativos sino que predomina
un saldo a favor de sentimientos comprensivos. De esta manera, el
Yo puede enfrentar las situaciones conflictivas, sin negarlas pero con
dolor atenuado y posihilidades de éxito. Por regla sucede la salida de
un momento crítico, afectivizando en forma adecuada un vínculo in-
trapersonaI e interpersonal. La relativa estabilidad de esta configu-
ración, esto es, su conversión en un rasgo del carácter, dependerá de
que se mantenga la imagen de objeto intcrnalizada que gratifica, con-
suela y estimula al Yo. En el tratamiento tiene mucho que ver la
postura del psicoanalista cuando ofrece al analizando, no sólo su com-
prensión, sino además la ilusión de contener sus necesidades básicas
v de despertar su aptitud latente de amor v creatividad.
En el humor funciona un Yo más capaz de relaciones objctales
internas y externas. Por el contrario, en la ironía exige mayor regre-
sión y narcisismo patológico. La identificación del Yo en el humor
entraña una identificación proyectiva con otros momentos integrati-
vos exitosos del propio Self que son vividos v observados a un tiempo.
El análisis puede diferenciar identificaciones introyectivas de cualida-
des y objetos "parciales" de procedencia materna o paterna que dan
al humor sus matices diferenciales, como "piadoso", "ingenioso" y
aun "burlón", "satírico", "punzante", etc. La vivencia narcisista no
sucumbe en esta confrontación de la personalidad consigo misma, sus
Acerca del humor y el insight J1JY
objetos y las situaciones que observa. Se comprendeque sufra alter-
nancias y, en ocasiones, se tiña de modalidades que desdibujan su
expresión primigenia.
En el humor el Yo distingue entre fantasía y realidad; distingue
entre las exigencias del Superyó y las demandas del Ideal del Yo por
un lado, y lo que el Yo alcanza o puede alcanzar por otro lado. El
sujeto muestra ya un amplio proceso de simbolización, confronta-
ción y comparación en desarrollo, con una capacidad creativa para
enfrentar experiencias de amor y discordia por sentir el apoyo del
objeto internalizado con el cual el Yo establece una identificación
proyectiva. Supone un grado de conocimiento de la realidad intrapsí-
quica como de la realidad externa, conocimiento no perturbado por
un exceso de ansiedad.
El humor refleja por eso confianza en sí mismo que estimula
la función autobservadora: la de conocerse e integrarse con los demás.
El humor es una forma de relación distintiva, una reconciliación
con la vida (que supone un estado de conflicto) como un antídoto de
la desesperación, que mitiga los excesos del sentimiento trágico. El
humor denota no solamente la capacidad de ver y conocer lo conocido
y de aceptarlo cuando el objeto de la aceptación es la propia persona
que la expresa. Esta es, entonces, una forma de autoconciencia. Este
suceso vital depende de que comience por uno mismo: es la actitud
de quien no puede tomarse a sí mismo demasiado en serio porque
se conoce bien. La sonrisa atenúa el desengaño, que es inherente al
humor como a toda forma de conocimiento. Constituye una suerte de
desdoblamiento que, a veces, pone en peligro aquella benevolencia '.
Con humor, las "penas y fatigas" de las situaciones humanas no
son experimentadas como los "duelos y quebrantos" que resignan y
anonadan o que han de ser repudiados y negados por insoportables.
La reconciliación no disuelve las causas del conflicto; se reconocen
y aceptan que los deseos son ilimitados en contraste con la contin-
gencia, limitación e inseguridad de la vida. Por eso, el placer que
busca la persona de humor resulta un componente de su saber vivir.
La compleja evolución semántica e intelectual del humor puede
esquematizarse de este modo: ser humor (Jonson) : tener humor
(Addison); hacer humor (Home); lo que expresado en términos del
desarrollo evolutivo vendría a representar; a] la disposición o tem-
peramento humorístico, b] la comprensión y manejo del propio hu-
mor, y e] la utilización y aplicación de los recursos humorísticos,
sucesivamente. Las formas más profundas y plenas del humor impli-
can el reconocimiento de la muerte, la noción de valores realistas, la
aceptación de las dificultades del vivir, las limitaciones individuales,
las adversidades y 10 desconocido.
1180 NaS;/I1 Yampcy
Síntesis conceptual. ¿En qué consiste, pues, el humor? Consiste
en una actitud de aceptación benevolente del propio rol frente al de
los demás y ante los propios ideales. Es la respuesta con un sentido
realista, ni negador ni desorganizado, a una situación conflictiva. Es
una manera de sentir y percibir la vida, a cuya percepción contribu-
yen todas las tendencias del sujeto y de la que resulta esta integración
psíquica autoafirmadora. Constituye un reconocimiento de límites y
valores, una forma de saber y de tolerar. Su correlato expresivo es
la sonrisa.
Tal como puede observarse en el proceso analítico, el humor
representa el soporte afectivo que facilita el insight adecuado y el
trabajo de elaboración. Implica un peculiar género de autoconscien-
cia positiva que surge de vivenciar la gratificación y el apoyo de las
figuras superyoicas ante circunstancias críticas para el sujeto. Esta
actitud puede estabilizarse y condicionar un rasgo de carácter.
El sentimiento de humor resulta entonces fundamental para el
individuo y para la sociedad por ser el elemento que nutre la com-
prensión, la reconciliación y la cooperación humanas en el nivel de
las personas y en el nivel de los pueblos y de las culturas.
Resumen
El autor intenta definir el humor en sentido conceptual y semántico; trata
de aclarar su significado en la situación clínica y de ubicarlo en la estructura de
la personalidad. Distingue el humor del chiste y lo cómico y especialmente de la
ironía.
Sintetiza las contribuciones de Freud sobre el tema. Esboza su desarrollo
histórico y su mitología. y da algunos ejemplos para ilustrarlo. Se refiere luego
a sus modalidades relacionales y comunicativas y caracteriza la estructura in-
terna de la conciencia de humor: el Yo no está perturbado por ansiedades
excesivas porque percibe la gratificación y el apoyo del objeto superyoico, lo
que permite al sujeto salir de una posición crítica autobservándose de modo
no persecutorio; esta actitud puede estabilizarse y condicionar un rasgo del
carácter.
Considera que el humor es una forma de autoconsciencia y constituye el
resorte afectivo para el insight adecuado. El humor significa la consciencia del
propio rol en relación con otros personajes y una actitud activa, intencional
y benevolente.
/1ccrca del ltuntor y el insiglu 1181
Résumé
SUR L'HUMOUR LT CINS[GT/[
L'autcur lente de définir l'humour á niveuu conccptuct el scmant ique ; il
chcrchc a éclaircir sa signil icat ion dans la situat ion clinique ct de le placer
dans la st ructurc de la personnalité. II distingue I'hurnour du mot d'csprit ct
du cornique et tout en particulicr, de l'ironie.
Il Iait une synthese des contributions de Frcud á ce sujet. Il cbauche son
dévcloppcrncnt historique ainsi que sa mythologie el fournit quclqucs excmples
illuslratifs. 11 se rapporte cnsuite, aux modalités rclat ionnellcs ct cornmunica-
t ivcs curactcrisant la structure interne de la conscicnce d'hurnour: le Moi n'cst
pas t roublé par des anxiétés exccssivcs car il pcrcoit la gratification ct l'anpui
de l'objct surmoiíque, ce qui permet au sujet de se t ircr d'une position criti-
que lout en s'auto-observant d'une Iacon non persécutrice: cet tc at t it udc pcut
se stabiliscr ct conditionner un trait de son caracterc,
11 t rouvc que l'humour cst une forme d'au to-conscicncc ct qu'il const ituc
le rcssort aff'ect if pour l'insigth approprié. L'hurnour signif ic la conscicncc du
propre role par rapport a d'autres personnagcs ainsi qu'unc attitude active,
intentíonne Ilc ct bienveillante,
Summary
REGARDING HUMOUR AND INSIGHT
The author aims at dcfining hurnour in conceptual and semantic meaning;
his purpose is to clarify its significance in the clinical situation and to locate
it within the structurc of personality. Differenccs are drawn betwecn humour
and joking or what is comic and especially irony.
Contributions from Freud on the subject are summarised. Historical ancl
mythological dcveloprnents are sketehed and somc examplcs are givcn. Rcfcr-
encc is then rnadc to the subject's relational and comrnunicative modalit ies
and thc interna! structurc of the conscience of humour is charactcrised: the
Ego is not perturbed by excessive anxiety becausc it perceives the gratification
and the support of the Super-Ego object, which permits the subject to emerge
from a posit ion 01' criticisrn through non-pcrsecutory sclf-obscrvancc: this
attitude can beco me established and condition a character trait.
Humour is considered as a Iorrn of conscicncc of sclf and constitutes thc
aff'cctive rcsort for adequate insight. Humour significs consciencc of the own
role in relation with other personages and an active, intentional and bcnevolent
att itudc.
Bibliografía
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