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Hematopoyesis

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La hematopoyesis es la formación de células sanguíneas. En el ser humano, la eritropoyesis inicia en la segunda semana de vida intrauterina en los islotes sanguines de la pared del saco vitelino, mientras que la mielopoyesis empieza en el saco vitelino alrededor de las 3 a 4 semanas de gestación. Más tarde, se sustenta en las células madre hematopoyéticas (HSC – Hemopoietic Stem Cell).
Las HSC son células madre pluripotenciales que se auto renuevan por mitosis y son capaces de diferenciarse en varios tejidos y de reparar y regenerar tejidos dañados. En condiciones normales, hay una HSC por cada 100 mil células nucleadas de la médula ósea y sólo 5 a 10% están en mitosis. Al dividirse, pueden diferenciarse en células madre mieloides o linfoides.
La célula madre mieloide es conocida como unidad formadora de colonias de granulocitos, eritrocitos, monocitos y megacariocitos o CFU-GEMM (Colony Forming Unit-Granulocyte, Erythrocyte, Monocyte, Megakariocyte). La CFU-GEMM origina 3 CFU:
a) CFU-EM: célula madre bipotencial precursora de CFU-E, precursora de eritroblastos y de CFU-Meg, precursora de megacarioblastos.
b) CFU-GM: célula madre bipotencial común a mieloblastos y monoblastos que prolifera y se diferencia en células madre unipotenciales de neutróftlos (CFU-G), de monocitos (CFU-M), de eosinófilos (CFU-Eo) y de basófilos/mastocitos (CFU-Bas/MC, Basen la médula ósea y MC en la mucosa gastrointestinal)
c) CFU-DC: se diferencia en células dendríticas (DC), aunque estas también se pueden derivar de monocitos y de células madre linfoides.
La célula madre linfoide (CFU-L) origina células madre de linfocitos T, células madre de linfocitos B, células Natural Killer (NK) y Linfocitos NKT (T citotóxicos). La célula madre de los linfocitos T, NK y NKT sale de la médula ósea, circula en sangre y se diferencia en timo. La de los linfocitos B permanece y se diferencia en la médula ósea.
Ontogenia de las tres fases de la hematopoyesis. 
Mesoblástica (1), hepática (2), mieloide (3). Postnatalmente, la hematopoyesis normal sólo ocurre en la médula ósea. Alrededor de la pubertad empieza a decaer en el esqueleto apendicular, pero se mantiene en los huesos planos e irregulares del esqueleto axial durante toda la vida. El timo y todos los órganos linfoides secundarios no están representados, aunque también contribuyen mediante la linfopoyesis.
Modelo de hematopoyesis
Órganos linfoides primarios
Médula ósea: Es el principal órgano linfohematopoyético. El tejido óseo y la propia médula aportan diferentes microambientes para el mantenimiento y la diferenciación de las HS, las CFU y todas las estipes de células de la sangre. La médula carece de vasos linfáticos y está organizada en dos compartimentos, el vascular, que está formado por vasos arteriales y venosos y el hematopoyético que está formado por las HSC, las CFU y las estirpes mieloides y linfoides en diferenciación, las series de leucocitos morfológicamente identificables, el estroma de la médula ósea, proteoglicanos y glucoproteínas. 
Timo: El timo es un órgano linfoepitelial altamente especializado y organizado. En él, las células comprometidas con el linaje T originadas en la médula ósea circulan en la sangre y son guiadas por quimiocinas hacia la región corticomedular del timo. Al llegar, migran hasta la región subcapsular de la corteza y, a medida que van madurando, se mueven a lo largo de la corteza hasta llegar a la médula. Durante este viaje de tres semanas, completado con éxito sólo 1 a 3% de los timocitos, las células epiteliales del timo (CET) y las DC presentes en la corteza y la médula fungen como las educadoras principales de los timocitos en su diferenciación a linfocito T maduro
Órganos linfoides secundarios
Vasos linfáticos: Los vasos y ganglios linfáticos integran el sistema linfático. La linfa de todo el cuerpo (con excepción de la parte derecha de la cabeza, el cuello, la mitad superior derecha del tórax y el miembro superior derecho) drena la sangre a través del conducto torácico que desemboca en el ángulo venoso izquierdo, conformado por la unión de las venas subclavia y yugular interna izquierdas. 
El conducto torácico se constituye en la cisterna del quilo que, a su vez, recibe la linfa de la mayoría de los órganos abdominales, pélvicos y de miembros inferiores. Los vasos linfáticos torácicos y del resto de la mitad izquierda del cuerpo drenan el conducto torácico.
En el ángulo venoso derecho, integrado por las venas subclavia y yugular interna derechas, desemboca el conducto linfático derecho que drena los territorios derechos del cuerpo ya mencionados. Así, toda la linfa del cuerpo es vertida eventualmente a la circulación sanguínea. Los vasos sanguíneos, por su parte, irrigan a los órganos linfoides secundarios para llevar nutrientes, pero también contribuyen a la recirculación y al establecimiento de diferentes tipos celulares, en particular linfocitos T y B.
Bazo: localizado en la parte superior e izquierda de la cavidad abdominal. Está irrigado por la arteria esplénica o lienal, una rama de tronco celíaco, la primera rama anterior de la aorta abdominal. Lo envuelve una cápsula de tejido conjuntivo denso que emite trabéculas hacia el interior del órgano, conformando así una red compleja que subdivide el parénquima esplénico en compartimentos. 
La irrigación es relevante para que el bazo realice sus dos funciones esenciales: inducir respuestas inmunológicas frente a Ag solubles y patógenos presentes en la circulación sanguínea, y filtrar detritos y los componentes de la sangre. Cada una de estas funciones las lleva a cabo en dos compartimentos, visibles a simple vista, conocidos como pulpa blanca y pulpa roja.
Tejido Linfoide asociado a las mucosas (MALT)
Se calcula que la superficie de las mucosas en el ser humano es de más de 400 m2, lo que las convierte en los principales sitios de interacción con patógenos y diferentes antígenos. Junto con la piel, las mucosas integran la primera barrera de defensa fisicoquímica, pero también la primera línea de respuesta inmunológica innata y adaptativa una vez que se traspasan dichas barreras.
Una mucosa está conformada por un epitelio y una lámina propia. 
El tipo de epitelio varía de acuerdo con las características funcionales de la estructura anatómica que reviste y puede formar glándulas. 
La lámina propia es un tipo de tejido conjuntivo laxo donde se localizan la microcirculación y diversos tipos de leucocitos.
Para su estudio, se propusieron los conceptos sitios inductivos y sitios efectores del MALT. Los sitios inductivos son áreas específicas de las mucosas donde un Ag induce el inicio de una respuesta adaptativa primaria, y los sitios efectores son áreas de las mucosas a las que migran los linfocitos efectores.
Sitios Inductivos 
Los sitios inductivos del GALT son las placas de Peyer, el apéndice cecal y los folículos solitarios difusos, distribuidos a lo largo de la lámina propia del intestino, inmediatamente por debajo del epitelio. 
En el BALT (Bronchi AssociatedLymphoid Tissue) el sitio inductivo principal es el epitelio traqueobronquial (llamado respiratorio), mientras que en el NALT (Nasopharynx Associated Lymphoid Tissue) son las tonsilas palatinas, nasofaríngea (adenoides), tubarias y lingual. 
Sitios Efectivos
Los sitios efectores más importantes de las mucosas son las glándulas salivales y las lagrimales, ya que su secreción (saliva y lágrimas) es protectora por la composición heterogénea de moléculas antimicrobianas y por la presencia de anticuerpos. 
El hígado es un sitio efector del GALT, ya que transfiere IgA hacia la bilis, y la distribuye por la luz intestinal desde el duodeno, donde desemboca el colédoco. Asimismo, las glándulas mamarias lactantes cumplen con el criterio de sitio efector.
En los tractos respiratorio y digestivo se han identificado sitios inductivos en respuesta a infección o daño tisular crónicos. Este tipo de MALT inducido se desarrolla de modo similar al del tejido linfoide terciario, el cual, a su vez, lo hace siguiendo las estrategiascelulares y moleculares que dan forma a los órganos linfoides secundarios.
Cuando los linfocitos T y B son activados en un sitio inductivo, pueden migrar por la linfa o por la sangre a varios sitios efectores donde completan su diferenciación hacia linfocitos Th efectores, Te y células plasmáticas. Así, un sitio inductivo puede surtir de células efectoras a sitios efectores de la misma mucosa o de distinto tipo. 
Algunos antígenos que interactúan con las placas de Peyer inducen la generación de anticuerpos no sólo en la mucosa intestinal, sino también en la mucosa urogenital, e incluso en las glándulas mamarias

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