Logo Studenta

Maladesky - La tecnica de la hora de juego como instrumento diagnostico 66-88

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

El método psicodiagnóstico y el ejercicio profesional del psicólogo. 
 
LA TECNICA DE HORA DE JUEGO 
COMO INSTRUMENTO DIAGNÓSTICO 
Alicia Maladesky 
 
 
A través de este trabajo, que es el desarrollo de las clases sobre Hora de Juego, he 
intentado articular toda la bibliografía de nuestro programa: Reynoso, Klein, Winnicot, 
Aberastury, Ocampo y Arzeno, etc., con el objeto de que el alumno tenga una ficha guía 
del tema y le resulte más fácil recorrerlo. 
La hora de juego diagnóstica es un instrumento técnico que utilizamos en el 
psicodiagnóstico. A través del juego, que es la actividad más importante del niño, podemos 
entrar en su mundo, pues se configura como un lenguaje rico y cargado de significados. 
Primero nos pondremos a pensar un poco en la historia de los juegos y los juguetes. 
El juguete nos conecta con la diversión, el entretenimiento y la fantasía; y a través de él 
vemos el desarrollo del arte, la ciencia y la técnica. Observando su evolución nos ponemos 
en contacto con la moda, hábitos y costumbres. 
Los niños egipcios, griegos y romanos tenían juguetes no muy distintos a los actuales. 
Se ha encontrado en la tumba de Ur un juego de ludo, con incrustaciones de lapislázuli que 
pertenece al período de los 
Sumerios, 3000 años a. C., que actualmente está expuesto en el Museo Británico. 
El ajedrez aparece en Europa en el Siglo XI a. C. y en la India en el siglo VIII a. C. Los 
naipes aparecen en el año 1120 a. C. en la China; en Europa son introducidos en el Siglo 
XIV. Al principio no estaban numerados (Miguel Ángel los utilizaba para enseñar 
matemática). 
El juego, el culto y la religión estaban muy unidos; entre los griegos, los cargos para 
magistrados se elegían por medio de la suerte, arrojando dados, un sistema que parece 
arbitrario pero para ellos la suerte no significaba azar sino que expresaba la voluntad 
divina. 
Con respecto a las máscaras y los disfraces, el que los utilizaba se posesionaba de 
poderes y privilegios. Esto era común en ritos agrarios, para que las cosechas fueran 
buenas. 
En los niños, actualmente, a través del disfraz o la máscara (superman, zorro, etc.), 
también están asociados a personajes omnipotentes y con gran destreza, y al utilizarlos se 
convierten en ellos y tienen sus cualidades. 
Cabe destacar el sonajero en el año 1300 a. C. Los niños griegos usaban sonajero pero la 
finalidad era ahuyentar a los malos espíritus. Se hacían representando al cerdo, ya que 
éste se sacrificaba ante los dioses para preservar a los niños de las pestes o 
enfermedades, que por no tener medios para combatirlas les ocasionaban la muerte. 
Uno de los últimos es el juego del gallito ciego, las escondidas, que los adultos jugaban en 
el siglo XVI y que actualmente juegan los niños. 
Diremos en general que los juegos fueron hechos por adultos para los adultos y luego 
pasaron a los niños. Y es en el jugar donde expresan su lenguaje, reglas y creatividad. 
Aspectos evolutivos 
Sabemos que la actividad lúdica en los primeros meses, sobre todo a partir del cuarto mes, 
aparece a través de los juegos funcionales, que se producen por necesidad de las 
funciones y cada vez se tornan más complejos. A medida que el bebé crece empieza con 
el pataleo y los movimientos de brazos y manos. Juega con su voz y a través del laleo 
siente placer tanto al emitir como al escuchar sus sonidos. 
A los seis meses se sienta; hacia el séptimo mes comienza a tirar objetos para que se los 
devuelvan y repite la acción (hay un interés por los objetos próximos); ya a los ocho meses 
puede dar y recibir, aparece un interlocutor, pero una vez que entrega es sólo para 
quitárselo. Aparece el gateo y al año aproximadamente empieza a caminar. 
Entre los 12 y 18 meses, corre, salta, arrastra objetos; entre los 18 meses y los tres años 
utiliza el cuerpo y la acción y el juguete como complemento. A los dos años se observa el 
juego paralelo con los otros niños, juega con otros, pero cada uno desarrolla juegos 
independientes. 
Entre los 3 y 5 años el juego aparece acompañado de la palabra, o sea, relata verbalmente 
mientras juega. También hay diferencias entre el juego y los juguetes de los niños y niñas. 
Aparecen los juegos de personificación (doctor, visitas, etc.). 
En cuanto al dibujo, en el curso del tercer año hace garabatos y le asigna un significado. A 
los tres años ya dibuja el renacuajo o monigote (un redondel con piernas y brazos que 
puede tener ojos, etc.). Hacia los cuatro años se roma más completo, posee cabeza, 
tronco y luego lo va realizando más complejo. 
A los seis años aparecen los juegos de competencias: hay un control del cuerpo, aparecen 
los deportes y los juegos de azar: ludo, naipes, etc. Al principio empieza jugando con 
reglas arbitrarias pero luego va incorporando las convencionales. 
Recordemos que en el juego representativo desplaza el placer que siente del cuerpo de la 
madre a los juguetes, en el juego de regla se dramatiza y ejercita la relación que existe 
entre la pulsión y la prohibición. 
Entre los seis y nueve años el juego se torna monótono y repetitivo debido al período de 
latencia. 
En la pubertad debemos utilizar otras técnicas que nos puedan aportar más datos. La hora 
de juego diagnóstica es aconsejable sólo si el niño tiene un comportamiento infantil. 
En la pubertad y en la adolescencia asistimos al abandono lento y progresivo de los juegos 
y juguetes de la infancia. 
Solamente persisten juegos estructurados o reglados, el soñar despierto (fantasías 
diurnas) y las aficciones. 
El ensueño diurno es la característica más importante de la adolescencia, que surge a 
medida que se abandona el juguete: los deseos, en vez de ser satisfechos en el juego, se 
empiezan a elaborar en la imaginación en forma de fantasía. 
Los hobbies o aficciones se hallan a mitad de camino entre el juego y el trabajo y suelen 
persistir a lo largo de la vida adulta. 
Aspectos fundamentales de la técnica 
Como pienso que el niño es capaz de transferencia desde muy pequeño, la hora de juego 
diagnóstica es la primera técnica que se administra al niño, luego de la entrevista a los 
padres. 
En esta entrevista tienen que recorrerse y quedar claros: 1) el motivo por el cual nos 
consultan, 2) la historia del niño desde el momento en que la pareja decide tener un hijo, 3) 
la explicación de lo que hace durante un día de su vida, el día de cumpleaños y un fin de 
semana, 4) Interacción del grupo familiar. 
En ella, al terminar, el psicólogo debe pedirle a los padres que si todavía no le han 
informado al niño que están preocupados por el síntoma que les llevó a la consulta, deben 
explicarle que va a venir a trabajar con nosotros para ver qué le pasa y cómo podemos 
ayudarlo a solucionar ese problema, que de esto se ocupan los psicólogos, quienes no son 
maestros que enseñan, ni médicos que dan remedios. 
El consultorio donde realizamos la Hora de Juego debe ser un espacio cómodo, amplio y 
luminoso. El mobiliario, la mesa y las sillas deben tener un tamaño apropiado para que 
puedan ser utilizados por niños de diferentes edades. 
Se puede incluir un diván y el piso tiene que ser fácilmente higienizable rápidamente 
(cerámica, plastificado, goma). 
El baño tiene que tener solamente toalla, jabón, papel higiénico y un vaso de plástico (por 
si piden agua). Recordemos que no debe haber objetos personales y debe estar cercano al 
cuarto de juego. 
Como estamos en hora de juego diagnóstica, diremos que la caja tiene que estar abierta y 
con los juguetes puestos sobre la mesa. 
En la hora de juego terapéutica la caja se abre cuando llega el paciente y cada uno tiene 
su caja donde al terminar la sesión se guarda todo, si no lo hace el niño, lo debe hacer la 
terapeuta en su presencia. Lo mismo al concluir la hora de juego diagnóstica, se debe 
pedir al paciente que guarde los elementos en la caja que se cierra en su presencia. 
Los elementos que se presentan en lahora de juego diagnóstica incluyen los estructurados 
y los no estructurados. 
Dentro de los estructurados tenemos: muñecos, familia de animales, autos, camiones, 
barcos, tazas, platos, cubiertos, pelota, etc. 
Dentro de los no estructurados tenemos: hojas de papel, lápices, pintura, pegamento, 
papel glacé, hilo, sacapuntas, témpera, cinta adhesiva, plastilina, elementos para armar, 
etc. 
Incluimos también, si es posible, el juguete con el que habitualmente juega el niño. El 
material tiene que estar en buenas condiciones. Recordemos que como la caja de juego 
diagnóstica es la misma para todos los diagnósticos, cada vez que la utilizamos, al 
terminar, debemos retirar el material que ha sido utilizado y reponerlo. 
Vamos a ejemplificar la consigna que se da cuando llega el niño; supongamos que se 
llama Juan, que tiene 7 años y viene por un problema de aprendizaje escolar. Cuando llega 
se le dice: “Hola, Juan, mi nombre es Alicia. ¿Sabés por qué estás acá? -espero la 
respuesta- Tus padres están preocupados porque no podes aprender en la escuela y tal 
vez te pasen otras cosas. Preparé estos juguetes para que los utilices como quieras, 
siempre y cuando no te dañes vos, no me dañes a mí o no dañes al consultorio. Yo voy a 
mirar lo que vos hacés y voy a escribir para comprender qué te pasa y cómo te puedo 
ayudar. Vamos a estar juntos alrededor de una hora”. 
Los juguetes están fuera de la caja en la mesa, son como el interior del niño al moverlos, 
nos muestra, a través de la proyección y de la capacidad de simbolizar su realidad, que 
pertenece tanto al mundo ex temo como a su mundo interno, así como sus fantasías, 
miedos y deseos 
Recordemos que de los mecanismos de defensa, el que se hace evidente y fundamental 
en el juego es la proyección. Por eso podemos entender el juego como Técnica Proyectiva. 
También hay desplazamiento. 
Debido a que cuando el niño mueve los juguetes expresa su realidad interna y externa, 
cuando termina la hora de juego diagnóstica debemos colocar todo en la caja antes de que 
se retire del cuarto de juego; porque el juego en el niño es lo mismo que la asociación libre 
en el adulto (debe guardarse como secreto profesional). 
El registro de la hora de juego diagnóstica debe ser textual, detallando la actividad del niño 
en su totalidad, secuencia de juegos, los gestos, el movimiento, los gráficos y sus 
verbalizaciones. Ocampo y Arzeno proponen ,para analizar estos datos, los siguientes 
indicadores: 
 
“Elección de juegos y juguetes”: 
Cómo se acerca a los juguetes: los mira de lejos, aguarda a que el entrevistador le repita 
nuevamente la consigna, se aproxima muy despacio, elige y deja sin decidirse, se 
aproxima muy rápido sobre el material, se acerca desorganizada e impulsivamente. 
 
“Modalidad de juego”: 
Puede ser “plástico, rígido, estereotipado y perseverativo”. 
- El plástico es el que nos cuenta un conflicto a través de distintos juegos o utiliza un 
mismo elemento o juguete para mostrar distintos conflictos. 
- El rígido es cuando siempre muestra el conflicto a través del mismo juego y 
mediatizador. 
- El estereotipado es cuando hay una desconexión con el mundo externo y su finalidad 
es la descarga, pues carece de comunicación. 
 
“Personificación”: 
En cada etapa evolutiva las características son distintas y posibilitan la elaboración de 
situaciones traumáticas, el aprendizaje y la comprensión de los roles y cómo debemos 
ajustarnos en función del otro u otros; favorece el proceso de socialización e 
individualización. Nos permite evaluar las identificaciones que aparecen. En la hora de 
juego diagnóstica podemos jugar o sea asumir un rol distinto al de observador cuando el 
niño lo pide y lo define (nos dice qué tenemos que hacer y decir). 
 
“Motricidad”: 
Una buena utilización del cuerpo no sólo produce placer sino que muestra un 
fortalecimiento yoico hacia nuevos logros. 
Debemos observar si los gestos y las posturas están o no en concordancia con lo que dice. 
Un mal manejo de las posibilidades motoras provoca una dificultad en el dominio de los 
objetos del mundo externo y en la autonomía para satisfacer sus propias necesidades, 
provocando frustraciones y tensiones. 
En los niños tenemos que tener en cuenta la estimulación ambiental. 
Dentro de la motricidad tenemos en cuenta: “movimiento espacial; encaje; presión y 
manejo; alternancia de los miembros; lateralidad; movimientos voluntarios e involuntarios; 
movimientos bizarros; ritmo del movimiento, hiperkinesia, hipokinesia, ductibilidad". 
 
“Creatividad”: 
Es la unión de elementos independientes para armar uno nuevo y distinto. 
La creatividad se caracteriza por ser “deliberada”, “al servicio del yo" y sus “fines son 
comunicacionales". Estimula el crecimiento y aumenta la capacidad de aprendizaje. 
Es indispensable un yo plástico que pueda aceptar nuevas propuestas, que soporte la falta 
de estructuración del campo y tenga una adecuada tolerancia a la frustración. 
Por ejemplo: un niño armó un barrilete utilizando una hoja de papel, cinta adhesiva, lápiz 
de color y piolín. 
La alteración de esta función puede darse: 
a) Por estar extremadamente sometido a la realidad, 
b) Por no tolerar las frustraciones (esto nos muestra un yo empobrecido). 
 
“Capacidad simbólica”: 
El niño logra mediante el juego la aparición de sus fantasías a través de mediatizadores 
(juguetes) que están alejados del conflicto original. 
El símbolo debe estar bastante próximo al objeto original simbolizado, como para permitirle 
su expresión (deformada). 
A medida que crecemos, aumenta la distancia entre el símbolo y lo simbolizado, pues se 
van produciendo sucesivos desplazamientos. 
Las diferencias las encontramos entre el juego de los niños muy pequeños, que siguen las 
leyes del proceso primario y los latentes, donde predomina el proceso secundario. 
Este indicador nos informa: 
a) La forma rica o pobre que se expresa a través de la búsqueda de significantes que 
realiza el niño para transmitir sus conflictos y fantasías, así como la coherencia al hacerlo. 
b) La ‘‘capacidad intelectual”: cómo lo que hace tiene que ver con la discriminación y el 
manejo de la realidad. 
c) También nos muestra “la calidad del conflicto”: qué símbolos utiliza (oral, anal, etc.). 
Su modalidad de expresión. La intensidad aparece a través de la reiteración de 
determinada fantasía y la forma de ser expresada. 
d) Nos permite observar la fantasía de curación, la fantasía de enfermedad y la 
fantasía de tratamiento. 
 
“Adecuación a la realidad”: 
Lo veremos a través de la aceptación del encuadre, es decir, la consigna, los roles, el 
tiempo, el manejo del espacio y de los elementos. 
Dificultades que se pueden presentar durante la hora de juego diagnóstica 
A veces el niño se quiere llevar algo a su casa. Debemos negarnos a su pedido, 
explicándole que el material debe quedar en el consultorio. 
También puede robarlo; esto será motivo de interpretación en la devolución. 
Es frecuente que traigan algún juguete u objeto desde su hogar, para mostrarnos algo que 
acontece en su vida; en ese caso, se lo puede llevar cuando se va. 
En el juego con agua, nuestro permiso no debe llegar a dejarlo inundar el baño. 
Debemos poner límites cuando: 
a) Utiliza inadecuadamente el material, pisoteándolo y destruyéndolo. Esto nos 
muestra generalmente su impotencia o desconsuelo, si esta acción es la que sigue a 
alguna actividad en la que no pudo realizar algo. 
b) Cuando se lastima a sí mismo o intenta golpearnos o patearnos a nosotros; esto 
ocurre generalmente con psicóticos. 
No debemos aceptar que deje su material fuera de la caja al terminar la sesión; si él no lo 
quiere guardar, lo hacemos nosotros. 
Cuando nos pide que juguemos, sólo lo podemos hacer si antes nos dice qué tenemos que 
hacer y decir. Es el niño quien escribe el libreto, y nosotros lo representamos. 
 
El juego del niño normal 
A través delos indicadores trataremos de ver: cómo se relaciona, su conducta, el grado de 
adaptación y dispersión que se da 
En cada período evolutivo el niño debe pasar por situaciones conflictivas que tienen que 
ver con su crecimiento. 
Su equilibrio estructural le permite resolverlos exitosamente saliendo enriquecido de ellos; 
siendo la situación conflictiva un motor para el desarrollo del niño. 
Las funciones yoicas y un Super Yo no rígido son los que le permiten elaborar las pérdidas 
y aceptar los cambios del crecimiento y de cada experiencia. 
 
El juego del niño neurótico 
Se observa un reconocimiento parcial de la realidad, áreas de conflicto coexisten con otras 
que no son conflictivas. 
Tienen desarrollada la capacidad simbólica, es decir, que hay un como si en el juego, 
diferenciando fantasía de realidad. 
Hay un empobrecimiento de las funciones yoicas, cuya característica tiene que ver con el 
área afectada. 
La mala adecuación a la realidad depende de la magnitud del conflicto, limitando el 
aprendizaje y las posibilidades creativas (que dependen de las funciones yoicas). 
Otra característica será la baja tolerancia a la frustración y la sobreadaptación, siendo el 
juego desplegado por lo general rígido. 
 
El juego del niño psicótico 
Aparece dificultad para jugar. Puede haber inhibición total o irrupción indiscriminada o 
destrucción del material que ofrecemos, pues hay un gran monto de ansiedad que no 
puede controlar, por poseer un yo muy poco estructurado. 
A veces aparecen manifestaciones corporales repetidas y sin sentido (en lugar del juego). 
Ejemplo: balanceo del cuerpo. 
En vez de simbolización hay ecuación simbólica, no hay un como si. 
No puede adecuarse a la realidad, hay predominio del proceso primario distorsionando el 
mundo externo. 
Por supuesto, las funciones yoicas están muy empobrecidas y no hay creatividad; el juego 
se torna estereotipado o cambia muy bruscamente pues no puede mantener lo que ha 
planeado ni la coherencia. 
Puede haber exceso de verbalizaciones, pues utiliza a éstas como descarga, o pueden 
aparecer neologismos y movimientos bizarros. 
Le cuesta aceptar las consignas (roles y normas) por su distorsión de la realidad y su baja 
tolerancia a la frustración. 
Las personificaciones tienen características extremadamente crueles. 
 
Entrevista familiar diagnóstica 
La entrevista familiar diagnóstica debe incluirse en el psicodiagnóstico de niños, pues es la 
que nos va a confirmar o corregir las hipótesis que hicimos en la hora juego diagnóstica 
individual y en la entrevista a padres. 
Nosotros sabemos que el niño es el emergente del grupo familiar. Además, cuanto más 
pequeño es de edad, mayor es la dependencia emocional que tiene con sus padres. 
Lo mismo ocurre con los casos graves, será más importante y necesaria la entrevista 
familiar diagnóstica. 
Además, nos ofrece actitudes y procederes registrables para los padres, el niño y el 
terapeuta, que luego podemos utilizar (primero en la devolución y luego en el tratamiento). 
Nos permite entender y elegir la estrategia terapéutica adecuada y no indicar terapia 
individual en los siguientes casos: 
- Si la patología familiar es muy importante y no se observa la posibilidad de cambiarla. 
El tratamiento individual del niño sería tomarlo a él como el responsable. 
- Si la recuperación del niño provoca el agravamiento de otro miembro familiar. 
- Si hay crisis paralela, es decir, cuando el chico esta atravesando una crisis evolutiva, 
como lo padres al acompañarlo recorren nuevamente esta etapa, no la tienen resuelta, no 
pueden sostener a sus hijos. 
- Si los padres sostienen y refuerzan el síntoma del niño, por el beneficio secundario que 
les produce. 
Por lo tanto, esta técnica debe administrarse salvo que los padres estén separados y no 
toleren estar juntos para esta tarea, o cuando el niño no la soporta (pues lo angustia 
mucho). 
 
Aspectos técnicos 
Cuando llegan, saludo a cada uno de los integrantes y me presento. 
Después de que se acomodan espontáneamente, les pregunto primero si saben qué es 
una psicóloga y cuando escucho la o las respuestas, aclaro si es necesario. 
En segundo término pregunto en general: ¿por qué vinieron? Espero la contestación de 
cada uno: esto me sirve para enterarme de la fantasía consciente de enfermedad que traen 
a través del motivo de consulta, si coincide o no cuando noto que hay confusión, aclaro a 
través de una dinámica grupal. 
Cabe señalar que cuando voy a trabajar con un observador no participante que hace el 
registro, utilizo la presentación para dar su nombre y aclarar su tarea; diremos por ejemplo: 
“Silvia nos va a acompañar en este encuentro y va a escribir lo que ustedes digan y hagan, 
nada más. Cualquier duda que tengan me la preguntan a mí”. 
Es muy importante que aclaremos que cuando se trabaja con un observador no 
participante, es conveniente avisar esto con anterioridad, durante la entrevista a los 
padres. 
Sólo entonces doy la consigna: “En esta caja hay elementos para que jueguen, hablen o 
realicen tareas. Yo voy a observarlos para ver qué sucede cuando están juntos. Vamos a 
trabajar durante 90 minutos”. 
El lugar del terapeuta es observar; sólo se involucrará en algún juego con el mismo criterio 
que en la hora de juego diagnóstica individual, es decir, cuando lo crea conveniente. 
Tratará de contestar las preguntas que surjan sin establecer alianzas. Es aconsejable 
responder lo indispensable. 
El registro debe ser lo mínimo posible, para poder armar la sesión luego que se van (esto 
si no trabajamos con un observador no participante). 
El material debe poderse integrar, separar, graficar, diferenciar, recortar, unir, colorear, etc. 
debe tenerse en cuenta el número de miembros de la familia, su sexo y edad para que 
todos puedan encontrar qué hacer. El lugar tiene que ser cómodo, luminoso y fácilmente 
higienizable. Es recomendable una mesa alta común y otra más baja; sillas de altura 
común para los adultos y almohadones o sillas bajas para los niños. 
En general, acostumbro administrar, casi al terminar la sesión, el gráfico de la familia 
kinética actual con técnicas de consenso, es decir, introduzco una segunda consigna 
donde les pido que: “Entre todos dibujen a su familia haciendo algo". Es un disparador para 
ver, además del dibujo familiar, la interacción, cuando tienen que hacer algo juntos más 
delimitado. 
La familia kinética de consenso prospectiva, es decir cómo se la imaginan dentro de cinco 
años, la utilizo en sesiones familiares terapéuticas, cuando es necesario. 
¿Qué debemos tener en cuenta en la observación de la hora de juego familiar? 
¿Cómo se juegan los roles de diádicos de “padre - hijo” o “madre- hijo” (continente - 
contenido)? ¿Están claros o por el contrario están indiferenciados, donde no se sabe quién 
es quién y todos ocupan lugares similares, o tal vez el padre ocupa el lugar del niño, por 
ejemplo, ofreciéndole un juego o tarea que sólo puede realizarla un adulto (pues es 
incapaz de entender lo que puede hacer su hijo)? 
¿Son roles fijos o intercambiables? 
¿Quién ocupa el liderazgo en la familia y cómo lo ejerce? ¿Es colaborador o entra en 
competencia con nosotros? ¿Podemos establecer una alianza terapéutica? 
¿El líder (papá o mamá) favorece o dificulta el crecimiento del niño? 
¿Cuáles son los valores, las identificaciones que utilizan? ¿Qué es ser valioso? ¿Qué es 
ser despierto o hábil? ¿Qué es ser capaz? 
¿Cómo se transmiten la educación y cómo sancionan? 
¿Qué mitos y qué creencias observamos en la familia? 
¿Observamos la fantasía de enfermedad y curación? 
Recordemos que llamaremos fantasía consciente de enfermedad al síntoma o motivo de 
consulta. Por lo general, el motivo inconsciente o fantasía inconsciente de enfermedad no 
aparece directamente sino indirectamente, porque provoca mucha angustia y como no es 
tolerada, habita en el inconciente. 
Como la represiónno es exitosa, reaparece a través del síntoma, es decir, sale con un 
disfraz que lo hace socialmente aceptable, que es lo que llamaremos motivo de consulta. 
Cuanto más superficial es el síntoma o motivo manifiesto como para justificar una consulta, 
confirmaremos que esconde una problemática más grave, pues es a través del 
psicodiagnóstico, de lo que dice y hace en las distintas tareas, que decodificaremos el 
verdadero motivo de consulta, o sea, la fantasía inconciente de enfermedad. 
La fantasía de curación también la veremos a través de las entrevistas del 
psicodiagnóstico, cómo desde el primer encuentro aparecen distintas posturas, por 
ejemplo: padres que piden ayuda porque solos no pueden solucionar el problema, 
suposición de que se va a resolver todo con el crecimiento, o cuando descalifican la tarea 
del psicólogo, o cuando vienen a la consulta porque los manda el pediatra o la maestra, 
etc. 
La fantasía de curación de los padres, a veces es que el nene deje de hacerse pis o que 
pueda aprender en la escuela sin que se mueva nada en la familia. 
Como el síntoma o motivo de consulta está en lugar de la falta o del conflicto, cuando lo 
resolvemos, ésta queda destapada. Le sacamos el disfraz que la sociabilizaba. Hacemos 
consciente lo inconsciente. Esto provoca mucho dolor y, por lo general, no es aceptado, 
por esto, cuando se trabaja con niños o adolescentes, hay que tener en cuenta las 
relaciones vinculares o familiares para no abortar el tratamiento. 
Integrar el material del Psicodiagnóstico en niños, poder encontrar la fantasía inconsciente 
de enfermedad y curación y responder así, con una estrategia terapéutica adecuada a 
cada caso en particular, supone primero administrar: Entrevista a padres, Hora de juego 
individual, Entrevista familiar, Técnicas gráficas y Técnicas verbales. 
Veremos un ejemplo donde trabajaremos psicoanalítacamente tomando la variable 
transferencia! y contratransferencial en relación con la fantasía de enfermedad y curación. 
También, para integrar el material, tomaremos los concepto de recurrencia y de 
convergencia. 
Llamaremos recurrencia a la repetición del mismo indicador o significante, formal o de 
contenido, dentro de la misma técnica (intratécnica) o en distintas técnicas (intertécnicas). 
Y convergencia, cuando a través de distintos indicadores o significantes se repite el mismo 
significado o mensaje; también puede ser intra o intertécnica. 
Pues sabemos que el paciente no recuerda, repite en acto y es a través de esta repetición, 
en la que intenta elaborar lo no resuelto, en lo que nosotros basamos nuestras 
conclusiones diagnósticas. 
Relataré la Hora de juego diagnóstica de un niño de cinco años que padecía de enuresis 
nocturna desde hace dos años. Es decir, que había controlado desde los dos a los tres 
años, no pudiendo precisar los padres ninguna situación distinta que hubiese 
desencadenado este síntoma. 
Bernardo era el segundo de tres hermanos, tenía una hermana mayor, Silvia de 9 años y 
un hermano menor, Julio de cuatro años que controlaba esfínteres sin problemas desde los 
dos años. 
De la primera entrevista con los padres resaltan dos datos importantes: primero, que en el 
momento de embarazarse, la mamá se estaba cuestionando la pareja, es decir, tenía 
fantasías de separación, que aún no ha resuelto; y el segundo dato es que, a pesar de 
esto, se embaraza por tercera vez cuando Berni (Bernardo) tenía 8 meses y deja de darle 
el pecho. En entrevistas posteriores surgieron otros datos, como un aborto pocos meses 
antes de pedir la consulta y una situación económica difícil debido a un problema laboral 
que había tenido anteriormente el papá de Bernardo. 
Evidentemente es muy contradictorio pensar en separarse y embarazarse. Es como 
ponerle “trabex” (de traba) a una casa a la que se le están moviendo las paredes y que se 
puede desarmar. Y luego, como esto no funciona bien, colocarle una segunda “trabex” 
(embarazo de Julio). Berni llega con la madre y luego de saludarlo le explica a la consigna. 
No manifiesta dificultades en separarse de ella para entrar conmigo al cuarto de juego. 
Se acerca a la mesa de juego y dice: quiero pintar, ¿para qué pusiste esto? (juguetes 
sobre la mesa con la caja abierta). 
Le contesto: “Para que hagas lo que quieras”. Le repito una parte de la consigna para 
tranquilizarlo, pues veo que en ese momento tiene una actitud dependiente, que estaría 
mostrando el indicador de “elección de juguetes y juegos”, debido a que le ha aumentado 
la ansiedad, que da cuenta de cómo se enfrenta a situaciones nuevas. 
Dice: “Bueno” y se pone a dibujar. Hace una figura humana en el centro de la hoja, muy 
bien lograda para su edad; cabeza con pelos, ojos, nariz, boca y orejas; cuerpo con 
brazos, manos con dedos; piernas con pies. 
La hace con los brazos extendidos horizontalmente y en el aire, pues el piso lo pone en el 
borde inferior aunque la figura está a diez centímetros de éste. 
Además, tiene marcado un sombreado, como algo que cae en la zona de los genitales (un 
nene que se orina). 
Cabe consignar unas protuberancias en el cuello y en el cuerpo que describe como 
bolsillos (que se vacían, que no contienen). En el lado izquierdo del extremo superior de la 
hoja, hace una nube y en el lado derecho de la parte superior, hace un sol (a los que no 
toca). 
Siento (contratransferencialmente) que me dice: “Soy un nene que está tironeado (en una 
situación triangular) entre una mamá muy angustiada (nube) y un papá (sol). Que no me 
sostienen, por eso estoy en el aire. Sé que existe lo real, el piso, por eso lo dibujo. Pero 
ellos están desconectados, me tironean, no me sostienen, quieren que yo los sostenga 
pero no puedo, ni siquiera los toco, me angustio y me orino. No pueden pensar en mí. Pero 
estoy maduro para mi edad, mirá qué completa hago la figura humana y qué bien”. 
Luego que termina de dibujar toma los ladrillos y comienza a armar dos partes o columnas 
(dos personas) e intenta ponerles techo (unión y sostén), pero no lo logra, y se le desarma 
varias veces; al final hace un solo bloque que es como una teta, una montaña, algo sin 
forma clara. 
 
¿Qué me transmite nuevamente aquí, a través de este juego?: 
“Intento unir y sostener a papá y a mamá, las dos columnas, y no puedo (techo de unión 
que se desarma), me quedo mal, amorfo, me angustio." 
Vemos que la “elección de juegos y juguetes” es adecuada a su edad. 
En cuanto a la “modalidad de juego”, vemos que es plástica, pues nos muestra el mismo 
conflicto con los mismos mediatizadores; esto sería una convergencia intratécnica entre el 
grafismo y el armado de ladrillos (compulsión a la repetición). 
Hay “creatividad”, pues toma elementos y los transforma con fines comunicacionales. Es 
decir que también hay “simbolización” y “conexión con la realidad”. 
Su “motricidad” es buena tanto en los desplazamientos por el consultorio, su prensión, 
encaje y manejo del material, así como su ritmo de trabajo. 
Puede tolerar bien el encuadre de la tarea, por lo que observamos una buena “adecuación 
a la realidad". 
En cuanto a su “tolerancia a la frustración”, es bastante buena, pues si bien se pone mal 
cuando no le salen las cosas, no entra en desorganización. Por ello, como una 
sobreadaptación que falla y se orina. 
Como ya es la hora, le doy aviso y le digo que vamos a dejar y guardar todo en la caja y lo 
hace sin dificultades. 
Su fantasía de enfermedad y de curación sería: 
“Estoy mal, me angustio y me orino, pues no puedo cumplir con los deseos de mis papis, 
soy un bueno para nada. No sólo no los uno, ni siquiera los puedo alcanzar o tocar y 
además me tironean” (fantasía inconsciente de enfermedad). 
“Sacame de esta situación, no me pidas vos también cosas que no pueda, permitime y 
ayúdame a que sea yo y no el deseo de ellos. Explícales que se vinculen distinto conmigo, 
que se hagan cargo de sus propios lugares y problemas. Necesitoque me sostengan para 
poder crecer y dejar de hacerme pis” (fantasía inconsciente de curación). 
Hora de juego familiar diagnóstica 
El consultorio de familia tiene 7 mt. de largo por 3 m. de ancho, es luminoso, tiene piso 
plastificado y da a un balcón pequeño con protección. Dentro de esta habitación hay una 
pequeña biblioteca; un diván, que sirve también de sillón, con almohadones y dos mesas, 
una de altura común (de 1,20 m. por 90 cm.) y otra octogonal muy baja (de 1 metro de 
diámetro); cuatro sillas comunes, 2 pufs pequeños y una sillita, almohadones, algunas 
plantas y cuadros. A esta habitación dan un baño y otros dos cuartos de atención que 
tienen sus dos puertas cerradas con llave. Las mesas están desocupadas. La caja de 
juego está en la mesa más baja, destapada, con material para todos. 
Llegan puntualmente. Luego de saludarme y presentarnos, doy la consigna. 
Se acomodan todos alrededor de la mesa baja, disputándose la silla pequeña Berni y Julio. 
Terminan negociando y Julio por ser el más pequeño se queda con ella. Berni acepta uno 
de los puf bajitos y los padres y la hermana se sientan en sillas. 
Enseguida Berni dice: “Quiero ir al baño” y Julio, a los pocos minutos, dice lo mismo y entra 
en el baño que está ocupado por Berni; ninguno de los padres pone orden ni escucha las 
protestas de Berni, que hace pis y sale del baño. Enseguida sale también Julio, se 
acomodan en sus lugares y comienzan a jugar; Berni, primero, con el padre y luego con la 
madre con juegos no significativos, consistentes en hacer dibujos. 
Les pido que entre todos dibujen a su familia haciendo algo (técnica de la familia kinética 
actual de consenso). 
Empieza Silvia y todos participan; hace al padre jugando al fútbol con Berni (“el padre le 
tira la pelota”) en el lado superior izquierdo; en la parte inferior izqierda está Julio jugando 
al Zorro con una capa y una espada que se le escapa de la mano derecha. 
En el centro y en la mitad inferior la madre está durmiendo en una cama. Y ella, Silvia, en 
el centro del extremo derecho de la hoja (la más grande en tamaño) está bailando. Todos 
están en el aire. 
La madre está en desacuerdo y hace su propio dibujo a partir de que Silvia muestra su 
falta (está durmiendo, no está). 
Toma una hoja y dibuja a todos apoyados en un piso de izquierda a derecha, en el centro 
de la hoja: Julio caminando; Berni invitando a jugar a la pelota (“¿a quién?”); Silvia 
hablando por teléfono; ella se está yendo a la facultad y el padre está saliendo. 
Cabe consignar que a los tres niños los hace más pequeños, pero transmiten ser más 
grandes en edad de lo que son. 
Berni también toma una hoja y hace la familia, pero dibuja cinco figuras humanas de 
derecha a izquierda con formas de fantasmas (han perdido la forma), incluso la tercera 
figura está tachada y sólo ha puesto cuatro nombres: Berni, Julio, mamá y papá. 
Como ya es la hora, les aviso, ponen todo dentro de la caja, nos despedimos y se van. 
Lo más significativo de este material es: primero, que el lugar del más pequeño de la 
familia, el que ocupa la sillita, es peleado entre Berni y Julio (recordemos que cuando Berni 
tiene 8 meses la madre se embaraza de Julio). La competencia sigue luego en el baño, 
Berni decide ir y es invadido por Julio y ninguno de los padres interviene, no ponen límites 
(parece que Julio siempre vence, invade y ocupa los lugares). 
Luego, el dibujo de la familia que realiza Silvia converge en mostrar lo mismo: un papá de 
pantalón corto que pasa la pelota y se queda pegado a Berni, de pantalón largo, y una 
mamá que se aísla, duerme, lo que podría indicar una actitud poco comprometida, 
depresiva. 
Julio trata de hacer su propia justicia muy particular y Silvia está con otra música o interés; 
es una púber que está necesitando también una mamá y un papá. 
Todos en el aire; es una familia que no tiene sostén. 
La mamá angustiada frente a este dibujo, realiza el suyo donde se está yendo, no se 
puede hacer cargo de los tres niños que los vive o dibuja más grandes de lo que son, y el 
padre también se va. 
Ninguno de los dos pueden ocupar bien el lugar, o no están o se simbiotizan (caso del 
padre con Berni, que no tiene en cuenta a los dos niños), convergencia entre los dos 
dibujos de la familia 
¿A quién invita Berni a jugar?, ¿a quién le devuelve la pelota para que se haga cargo? 
Julio está caminando, ¿hacia dónde? 
Por lo visto, la madre sabe y acepta que le pasaron la pelota 
En la familia que gráfica Berni, al estar muy angustiado, las figuras son fantasmas que 
están en el aire, como monstruos persecutorios que aparecen en el lugar familiar. Es así 
como él los vive, sin sostén, no teniendo formas o límites claros. 
Vuelve a aparecer como recurrencia con el dibujo de Silvia la falta de piso y como 
convergencia, la ausencia de forma; en el dibujo de Berni tiene el mismo significado que la 
falta en los roles, que no aparecen y se desdibujan en el trabajo de Silvia (papá pasando la 
pelota, mamá durmiendo). 
Nuevamente vemos convergencia con el mismo significado entre el dibujo de Silvia, el de 
Berni, la actitud de Julio frente a la utilización del baño y el dibujo de la mamá. 
Vemos cómo el análisis de la entrevista familiar diagnóstica nos confirma la hipótesis que 
teníamos a la hora de juego individual y la Entrevista a padres. 
Pero si a esto unimos los datos significativos del CAT y del Desiderativo, especialmente las 
respuestas +1-1, sumaremos confirmaciones a nuestra hipótesis e integraremos así todo 
el material; también agregaremos lo más significativo que apareció en la sesión de técnicas 
gráficas (Dibujo libre, HTP). 
Si tomamos del CAT el material de las siguientes láminas: 
Nro. 1: 
“Estaba caminando un nene y una nena por el pasto y estaba un caracol, lo pisaron, 
después decidieron tomar un helado. Ya está” (entrega la lámina). 
Encuesta: 
T: ¿Están los chicos aquí? 
B: Eran tres, pero no están allí (devuelve la lámina). 
Nro. 3: 
“Un león sentado en una silla, está mirando tele, después se fue a comer y nada más” 
(entrega la lámina). Entrevista: 
T: ¿Qué pasó antes? 
B: Estaba mirando tele. 
T: ¿Cómo va a terminar? 
B: Se fue a comer (entrega fa lámina). 
Nro. 4: 
“Una mamá canguro, a este más chiquitito el que lleva en la panza la cangura, le ponemos 
Rojotín y a este gran- dote la mamá Negrotín y a este Azultín, el que va en bici. Fueron en 
bicicleta, querían ir a la casa pero no llegaron porque había una hormiga que picaba. Ya 
está (entrega la lámina). 
Entrevista: 
T: ¿Qué pasó antes? 
B: Fueron a andar en bicicleta. 
T: ¿Cómo va a terminar? 
B: Que querían ir a la casa (entrega la lámina). 
Vemos que la figura de la madre o no aparece en la primera, o aparece casi sin 
diferenciación con respecto a los hijos (lámina Nro. 4). Lo mismo ocurre con la imagen del 
padre, está mirando para otro lado (no tiene en cuenta al ratón, éste no es visto). 
Esto es una convergencia con lo que venimos viendo con el tema de cómo no se pueden 
hacer cargo los padres del lugar que les corresponde, durante la Hora de juego familiar y 
Hora de juego individual. 
También se observa que en la lámina de grupo (monos) no diferencia los roles. Esto es 
una convergencia con los grafismos de la familia. 
Debido a esto aparece una dificultad con el control de la agresión y con la posibilidad de 
resolver la triangularidad y la exclusión en las otras láminas. 
En el Desiderativo que tiene que ver con las defensas (respuestas positivas) y lo temido 
(respuestas negativas) vemos tomando (+1 y - 1 ) : 
+1: Sol: porque da luz (simbolismo masculino). 
Casa: podés comer y dormir (simbolismo femenino). 
-1: Sillón: ocupa la casa (simbolismo femenino). 
Anteojos: porque me molestan (simbolismo masculino). 
Vemos que elige de a dos, no puede excluir, elegir uno y quedarse con la falta. 
Lo más valorizado es ser útil y lo más temido es estar y ocupar un lugar nada más ytransformarse así en algo molesto, no querido, por no prestar utilidad. 
Es como se siente él en el Dibujo libre de la Hora de juego individual; esto sería 
nuevamente una convergencia, donde muestra qué le pasa al no poder cumplir el deseo de 
los padres de unirlos y sostenerlos. Se transforma en un inútil, molesto, entonces no 
querido. 
La pregunta es: “Si no sostengo yo uno, no soy nadie ya que es ese el lugar para el que 
me han traído al mundo, me pasaron la pelota y yo no me puedo hacer cargo de esto, me 
quedo solo porque no están, se van y me dejan con la pelota. Necesito otro lugar para ser 
alguien”. 
La pelota podría simbolizar el desencuentro que existe en la pareja. 
Hay una recurrencia en los grafismos (dibujo libre y el árbol del HTP), donde aparece el 
mismo tema del dibujo de la Hora de juego individual. Sólo que las figuras humanas 
aparecen como fantasmas, recurrencia entre el dibujo de la familia lcinética en la Hora de 
juego familiar, el gráfico de persona en el HTP y en el Dibujo libre. 
Estrategia terapéutica 
En el tratamiento de Berni se trabajó con una terapia combinada: una sesión semanal 
vincular (una con el papá y en la siguiente semana con la mamá) y otra sesión con los 
padres cada 15 días. 
A los cinco meses el síntoma empezó a desaparecer. Fue cuando se agregó el grupo 
familiar, uno o dos veces al mes. 
La mejoría de Berni podría provocar el agravamiento de otro de los miembros, por eso es 
que hay que reordenar los lugares y tratar de que por lo menos la mamá entre en 
tratamiento, pues el papá es más resistente. 
Seguimiento (Hora de juego familiar terapéutico después de cinco meses de tratamiento 
cuando él síntoma empezó a remitir): 
Lo más significativo es, primero, que al comenzar a trabajar alrededor de la mesa baja, 
Berni se sienta en el piso y “propone un cambio de lugar”, de tal manera que la familia 
acepta y todos terminan sentados en el piso. “Siento que me confirma su cambio de lugar”. 
Esto es convergente con los dos dibujos que él realiza en esta sesión, donde en uno hay 
un sol (papá) y cuatro nubes (mamá, Berni, Julio y Silvia), los cinco en el extremo superior 
de la hoja, y el otro dibujo, una nube del lado superior izquierdo y un sol del lado superior 
derecho (una pareja -dos-). 
Siento que me dice: “¿Ves? Cambiamos de lugar, pero tanto mi familia como la pareja de 
mis papis no tocan el suelo. La verdad es que estamos todos en el aire. Yo ya me corrí y 
ahora me gustaría que todos estemos apoyados en el piso, es decir, en la realidad”. 
Vemos que hay una convergencia entre la actitud de Berni, aceptada por su familia, de 
cambio de lugar de la mesa al piso y los dibujos. 
Y la segunda situación significativa se da cuando, al terminar la sesión, les pido que 
dibujen la familia kinética prospectiva con técnica de consenso (cómo se la imaginan 
dentro de cinco años). Los chicos se niegan a dibujar, el papá se queda indiferente. Sólo la 
mamá se muestra “muy deseosa de dibujarla”. Yo creo que esto es muy significativo. La 
madre dibuja en una hoja en la que Julio traza dos líneas de abajo hacia arriba en el centro 
de la misma, a sus tres hijos, Silvia, Berni y Julio, en el centro del extremo izquierdo 
saliendo del colegio (a Berni lo hace chico, pero más grande de lo que corresponde, o sea, 
recurre o repite en este tema lo que había hecho en el dibujo de la Familia kinética actual). 
Al padre lo dibuja trabajando, en medio de las dos rayas que había trazado Julio; queda 
“separado” tanto de los hijos como de ella, que se hace en el extremo derecho en la parte 
media superior, saliendo de trabajar de un hospital. Todos apoyados en el piso. 
Cabe consignar que cuando le pregunté qué se le ocurría, me dijo que seguramente se iba 
a encontrar con los chicos, pues tanto ella como los niños, salían de sus tareas. 
¿Por qué los chicos no quisieron dibujar? 
Me preguntó: No quieren o no se imaginan su familia; esta familia dentro de cinco años. 
Qué será esto de quedar separado o divorciado, el padre, del resto. 
Como vemos, en nuestra tarea nos contestamos algunas hipótesis y a partir de estas 
respuestas se abren nuevos interrogantes que van reformulando el psicodiagnóstico, que 
es dinámico y la estrategia que lo acompaña, otro tanto. 
 
Bibliografía 
Klein M.: Obras completas, Paidós, Buenos Aires, 1974. 
Aberastury A.: El psicoanálisis de niños, Paidós, Buenos Aires, 1974. 
Ocampo y Arzeno: Las técnicas proyectivas y el proceso piscodiagnóstico, Nueva Visión, 
Buenos Aires, 1976. 
Winnicott, D.W.: Recuerdo, repetición y elaboración, en Obras Completas, Amorrortu, 
Buenos Aires, 1980. 
García Arzeno, María Esther: Nuevas aportaciones al psicodiagnóstico clínico, Nueva 
Visión, Buenos Aires, 1993.

Continuar navegando