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El niño y sus juegos [Arminda Aberastury]

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ArmillM Aberastury brinda en El l1ifio y sus juegos SI< aguda . 
compremión y ms descubrimientos originales /lcerca de la vidll pslquic/l 
tÚl niño. Lo hace evitando el vocabuülrio técnico, para que este libro 
pueda beneficiar no sólo a los psicoanalistas, psicólogos y pediatras, 
sino también a los maestros y a los padres en gmeral. 
El valor didlÍctico de esta obm esrd enriquecido por una galerla 
de notas fotogrdficas obtenidos por Andy Goldstein. 
Por todo ello, éste es un libro excepcional para la comprensión del hijo 
y tÚl alumno. Padres y maestros obtienen respuesta o preguntas como 
las siguientes: ¿es normal este juego de este niño?, ¿corresponde este juego 
a la edad cronológica de este niño?, ¿qué juguete es el adecuado para 
regalarle a un niño de esta edad?, ¿por qué este niño no quiere jugar con 
este juguete? ':Al responder traté -dice la lLUtora- de resumir veintiséis 
años tÚ experiencia sobre ,m tema al que he dedicado la mayor parte 
tÚ mis horas de trabajo. " 
ISBN 978-950-12-2499-3 
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PA1DÓ - E DU . DOR 
{ t ltinlP'" "rul, .. ., publ ll: 3d .. -,.. ... 1 
-6 " ,.' " uren - Formación y puesta a disflI lIcia 1_" .1,.. . 1 .1 
J5 7. E. \Viniem . ., - El oido musical 
158. S. Schlemenson (comp.) - Nií;os que 110 aprenden 
159. R. Gfazman - Evaluación y exclusión en la ellsena,,:a universi-
lana 
/60 . X. Lobato - Diversidad y educaciÓI/ (libro y cuaderno) 
161. J. Das y otros - Dislexia y dificul/ades de lectura 
162. C . Carrion - Valores y principios para evall/ar la edl/caciól/ 
163. L. Viniegra - Educación y crítica 
165. M. Benlloch (comp.) - La educaciól/ en ciencias : ideas para 
. " . mejorar s u practica 
166. E. Wi ll ems - El valor hum11no de la educación /IIusical 
J 67. E. C. Wragg - Evaluación y aprendizaje el/ la escuela primaria 
168. E. Aguilar Mejía y L. V iniegra - A/ando teoría y práctica en la 
labor docente 
169 . J . L. Á lvarez Gayou - Cómo hacer in vestigaciól/ cualitativa 
170. E. C . Wragg - Evaluac ión y aprendizaje en la escuela secl/I/ -
doria 
J 71. M . Siguan - Inmigración Y adolescencia d . 
1.72. M . Farell - Temas clave de la ensel1an za secul7 ano 
173. M. Van Manen - E l tono en la enSeilC
d
ll1 Za
l 
. I 1" . 
S . Schlemenson y cols. - Subjelivida y enguaJe en a c mica 176. 
psicopedagógica " ... 
1 L kowicz - Pedagog lO del abUl licio 177. C. Corea e . ew 
178 . 1. Glbert - Motivar en el au~a 
179. M . Alvarado - Haciendo numeras .. . 
Á vila _ Coslllmbres y transformaCIOnes e~, la escuela 
181. A. M Knobel _ La adolescellclG I/ormol 
182 A Aberastury Y . ( 
.. A Rosa y M. F. González comps.) - ElIselianza 
183 M. Carretero. . . 
. de la historia Y memoria colecllva 
. G S Petrie - El acoso ell la escuela 
184. S. Hams y . i teligencias mtÍltiples ell el aula 
185 T Armstrong - n I 
186: G. Santiago - Filosofta. niñas, escue a 
Arminda Aberastury 
El niño y sus juegos 
Il ustración fotográfica: Andy Goldstein 
Diagramación: Joaquín Pichon RiviclC 
______ .. ____ ... ______ ._. _h-_. _ 
58 retr'l'lP- - Buenos Aires Paldós, 
20,1. cm - (Ed\JC8ÓOr) 
ISBN 978-950-12-2499-3 
t. Tlfuto - 1 
Cco 155 7 
1" .-d' :>1". 1965 
;·e.ti..""i't1L '99,~ 
PsIcoIOgia evolutiva 
RE J(I", ~ ""*" "" duid .. '" Quotd.t np.; :' 7 ,." pr-.J.Ibk1. MIlI 1.1 .rutortr. ....... , tlliifiitl M 
k ..... l~utJ1't"" dd ~..,. ha,o ~« ,wj"'OOU 1: ,ta' 1I ;;.tI - rn lb It')u . .. ji p4w'. 'i6n pa¡&Ii 
(1 k'Ita~ .:tfor"'t~ ~.t.r. r"" cu'!'fLIÍM" IliCd.1O o ptOOf'd.ULli ,dO, tnduidoI ... r.pr ....... , .. 
tr.\amil(¡An .. ~:.x.. 
e. 1968 de 'oda .. lile. í"dio~ en cMtellano. 
fAltonal P O1dÓ'- SAICF 
lnd<r .... d"""'~ lN<2 / 16M. Bu,""'" A" ... 
E.mail: difu~ió~. i.If(. .. paldO.5i.("tlm -... r 
www.paioo!."lt~(.ntiM .rom .af 
Q.aecU he [ha rl dc'¡XIrito que previel'lt la 1.ry 11 .12.3 
"""eeoen la Argentina - Pri",td in ArK'"J1IiPUJ 
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QIIIIDrnIII 1231. Oudad de JIu'''' , Ai18 
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Amishijotl 
Enrique, 
fN DJCE 
INTROI)UC( IÓN .......... , ... ........... ...... .. ......... .......... . .... . ...... . ..... ..... . 
El niño trae a l nacer .............. .. .... .... ...... ....... .... ... ............... . 
A partir de la concepción ....... .............. ........... .... ..... ........ . 
Cuando el bebé nace .......................... .......... ..... ................ .. 
Desde su nacimiento ...... ........ .. ...... .... .. ...... ... ...... .............. . 
Es imprescindible .. .. ....... .... .... ...... ... .. ... .... ........ .................. . 
Entre el tercero y cua rto mes ...... ....... ...... ............. .......... .. 
Alrededor de los cuatro meses .. .. .... ..... ........................... .. 
J uga r ..... .............. ..... ..... .... .. ...... .. o • •• •••••• • •• o .... . . .............. ........ -. 
De su cuerpo salen sonidos .. .... ......... .. .. ...................... u.u_ 
El niño experimenta ...... .. ... ... ......... ... ... .......... ................. u •• 
Entre los eua tro y seis meses .. .. .. .. ............................... u_ .... 
La pérdida del vínculo ... .. ..................................... u ... u ...... _ 
El niño ha descubierto ....... ........... .. ............................. _ .. _ . 
En la segunda mitad del primer año ....................... _." ... 
Luego .... ....... ...... .... .. ........ .. ............ .. ............................... _ _ 
Entre los ocho y doce meses ................................. _._ .... 
Las heces y orina ...................................................... _ .. .:. 
El tambor ... ........................................................... _~ ... 
Al finalizar el primer año ......................... ~ .... ..... 
Además de las muñecas ..................... _ .. .... 
Tazas, platos .......................................... _ 
Desde muy pequeño ....................... ... 
Niñas y varones .............................. _ .. ... 
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3D 
. . . . . . . ........ ••••• • •••• • • • ••• . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ; ,..: ..... .. .. . ....... . 
\
' ne'" \' nll ~ ,0>.. ...... ...... ........... ..... . 
aro '. . vestlga .......... ,- ... . 
~I ,-ñO c..¡Ue juega In - _ ............... . .. . ............... . 
lO n" t es anos .... ··········· 
AI~<.icJdor de 0:<> r .......... ..... ......................... . i ........ . . Ya ,] e~ta edal.. ........... "bi~da de imágen~S .... ................. . 
Su vjda mental está p~ .... ................... ... .. ......... .. 
. d lo tres anoS .. ......... . . 
D~sput?!) e ~ I .... ... ....... ... , ... ..... . 
L
os deseos genHa e:'i .... ~. o., ••••••• • ••• • •••••••• • •• • 
De~ ués de los cincO ~nos ...... .......................................... . 
La e~trada en el coleg1o ....... .......... ... .. .... .. ... ...... .... ... .... ..... . 
El ni.ño realiza .. ........ ......... ....... ............................. .............. . 
. -- ........................ .. .... ....... .. El Judo ... ......... ... .......... ..... ... ...... . 
• • •• •• •• • ••••••••• •• • ••••• •• •• • ••• • ••• • •• • La loterJa .................................... . 
Todos los niños juegan ...................................... ............... . 
En el estanciero se inicia e l juego con un azar .. .... ......... . 
En las damas y el ajedrez .......... ...... ···················· ·· ······· ·· .... . 
En esta edad ....... ... ...... ....... .... ....... ................. : ... .. ............. .. 
Hay juegos que reve lan su s ignificado genttal... ...... ... ... . 
Los adultos 
...... ... ......... ............. ..... . . . . . . . . . . . . .. .. 
•••••••••••••••••••••• 
A partir de los s iete u ocho a.ños ...... ............... ...... .......... . 
Si en el comienzo ......... ...... ....... ... ........................ ...... ....... .. 
Des renderse de los juguetes .......................... ......... ..... ... . 
p .......................... 
El adolescente .. .. ... .... ...... ...... ..... ... ............ . ......... .............. .... 
El niño al nacer ........................................ . 
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INTRODUCCIÓN 
Uno de mis h'Jos, Marcelo Pichon Riviere, me preguntó tm día 
qué podría leer sobre actividad de juego y desarrollo. 
algo q ue no fuese muy técnico; debía preparar un programa de 
televisión sobre el significado del juego en cada edad y le parei H 
interesan te transmitir a los padres experiencias cotidianas o aJso 
que les resultara útil para comprender a sus hijos. ¿Era nCJIUlal un 
determinado juego a los cuatro años? ¿Respondía a su edad aMI" 
lógica? ¿Qué era adecuado regalarle a un bebé de ocho . ¿EIa 
p~s,ble, para eV itar celos, hacer el mismo regalo a un hijo de das 
anos que al de cuatro? ¿Por qué no juegan algunos niños? ¿Por ~ 
sólo pueden lugar con un Juguete detellllinado y a WI solo jaep 
co~ una monotonía que entristece? ¿Por qué hay obos niños 
achvldad es puramente motriz, que se mueven durante mI.., 
pero cuyo movimiento no es un verdadero juego? 
¿A qué edad aparece el primer juego -me preglll l l6- '1 
consiste? 
Pensé entonces que era muy poco lo que se había 
el te,,;a,. y que aun esas pocas obras eran muy 
d~cld, dIalogar con él y transmitirle mi experiencia. 
di que para explicarle por qué a una determinada 
n.ormal, siempre aparecía el mismo juego -el de las 
eJemplo-, que era idéntico en todas piUtes del 
Ciaba entre los cuatro y cinco meses, también 
algo más sobre el desarrollo del mismo. 
Seguimos así hasta llegar a los juegos 
tomaba notas, hacía reflexiones a 
tes. "Me parece escuchar mi 
nar. Al día siguiente me trajo una 
en la que resumió lo más 
ma~' realizó ~hre (''''.1 t'a~e ~. él m<.~ <;.ugirió la o(,\L' .. ¡d aJ d l.' l 'COc nbi r 
u n lib ro ,:>(lbrt~ el tema. . 
L:o: do~ pcnsam o.'i "-I uc debía ser Cl)rto , ac('c~ ibh.· y l' \' lta r toJ o 
t~~mc~smo. P{)f ('s.o traté de resu m ir en esta ... pocas p áv, incls veinti-
se Is anos d e expe rie ncia sobre un te ma a l que he d edicado 1,,\ mayor 
parte d e mb horas de trabajo . 
;Y!c habia preguntad o muchas veces por qué aparece este juego 
y no otro a una edad determmada, por qué hay nit'\os en los cuales 
n o aparece, y éstos siempre pr.csentan trastornos. Por qué no juga r 
en el momento adecuado al luego correspond iente al desarro ll o 
acarrea perturbaciones. Por qué puede ser un índice de mal desa-
rrollo el solo hecho de qu e no aparezca un determinado juego. 
Recordé así, vertiginosan\ente, muchisirnos casos. Pad res que 
me consultaban porque su bebé de ocho o nueve meses no dormía, 
o había tenido una convulsión, o sufría de an ginas de repeti ción, y 
cómo los cambios en la rutina diaria, la o rganización de su vida, 
pero sobre todo la orientación de la actividad de juego, habfan 
motivado no sólo la desapari ción de los síntomas si no una modifi-
cación profunda de la estructura del niño. 
Por supuesto, esto sólo ocurría en niños en el primer año de 
vida, pero también recordé muchos otros casos en los cuales el 
único síntoma de neurosis grave era una inhibición de juego: niños 
nonnales en apariencia. niños modelo, que no jugaban ni lo habían 
hecho nunca. ~lientras recordaba todo esto aparecían con frecuencia más imá-
genes que palabras. Pensamos entonces que seria conveniente enri-
quecer el texto con fotografías, Y Jaime Bernstein me puso en con-
tacto con Andy Goldstein. La sugerencia resultó un éxito; creo que 
nadie podría haber interpretado mejor que él lo que yo necesitaba. 
No fue necesario explicarnos; él me mostró algunas fo tos de niños 
y yo le di mi texto. 
Trabajamos juntos durante muchas horas y nos apasionamOS 
por los mismos hallazgos. Lo vi esperar la aparición de un juego Y 
emocionarse cuando éste se cumplía con exactitud casi matemática. 
. Hubiera sido muy sencillo poner en las manos de un bebé de 
onco me<..es la sabanita, luego descubrir el ojo y fotografiarlo. Pero 
no fue asl; esperó muchas horas, el bebé hizo todo ti po de juego 
menos ése, hasta que de pronto apareció la sábana y apareció el 0)0. ¿ se los captó allf, en el momento mismo de la creación. Creo 
'l"" esto se advierte en las fotografías. 
I Ja'ita aquí la an(Td t f 
p (' ro aho ra lJld r.; 'f>r(l mt:" f~ (e
J 
cómo la ~dea de escribir--
t". . Lsar os en el < ·t· ~ .. 
.. una p <;, ICOtl n él lílic¡'l del ue o . ,,1gOl Icado del ru...A --
esta fo rm a Idn H'ncilla J
h 
~ ,en el por qué quiero ,--~, ---
L 
Y aeJa qué -br ea 
os t<'xtos son del lb· d ' pu /CO me dirijo. (: ra amente eOft . 
~oco con los sueños: aJ recordarlos s os, caSI los cOllipa" .. fa I/wm, 
Teve, a veces imágenes y al . . u contenido 
dU I:Cc1 un sueño cs -ncc ~ " gunas palabras. Pero para que es 
. . esa na una larga h· t· . se ",o-
preCIso que l/n hecho t '1 d ' " ~s ona prevIa; tam""~ . _ ( e la _ resto dI" VRm es 
mIento toda csa historia del pas d . urno -, p<mga en rnovj.. 
para llega r a la creaCIón. . a o y tenga asila fuerza suficieltlie 
A~(, en cierto modo, se hizo es .. ' 
[ro dl~ l ogo; )a his toria m . . . t~ ~,bro. El resto diurno fue ~--
e 
' 15 vE'mtIsels años d •• ~~ 
omo en los sueños trabaJ·áb ' . e trabajo con -''''-. é " amos con imág .~""'­
no qu e s tas se ex presasen con I b enes, pero era necesa-
la conciencia . pa a ras para que pudiesen llegar a 
No podrla d ecir que aqu · 1 . 
texto se ilustre con la ima e~. a Imagen aclare el texto ni que el 
cuyo mensaje debe llegar t~nt~ ~~nstJtuyen u_na unidad expasiva 
dor del desa rro llo del niño q Pd
adre 
comun como al investi_ 
dos, muchos de los cu 1 ' ue pue e redescubrir hechos observa-"'" 
F
a es no se han e r 
reud sostuvo que . _. "p Icado aún. 
nes 1 un nmo Juega n '1 p acenteras sino también o so o para repetir situacio-
dolorosas o traumáticas Q tara elaborar las que le resultaron 
~né el juego del niño, lo ~o;pe r~~ s~tuaciones traumáticas apaICe e; 
I n me mteresaba v a a en mi labor díari - I 
desarrollo motivab ler qué relaciones entre la da, P~lO lano-
d d an a aparí . - ma uración y el 
e a determmada DOn O desaparición de . 
También me" . un JUego a una 
impulsaba a ·u paSlOnaba la evolución de .-
ban las cond!ci~ar un Juego específico o más b ~n runo al qlle se le 
juego que le e nes necesarias para q~e 'p di le~, al se le ' 
Mis prim ra necesario a su edad u ese JUgar 
vidad ·lúdica eras experiencias fuero~ em . 
dizar en I y observaba los resul píncas: 
modo se fua:r~elaDI·ones de desarr:I~~os'ILuego trataba 
do t n ac arando ch y a 
emprano d 1 d mu os miste . 
Para mí e esarrollo, la se n~. sobre 
comprobar' el descubrimiento k~a nutad del 
un períod que todo bebé Pasab amental en 
o en el que 1 . a, entre los 
a gerutalidad era muy 
,=-..:.~ .. \,;l;" &~-.l.n:3 .,l\.~",-"t~htl""" En,tn~ dl~l'" un,\ .. k 1" ... m,' ''' ,,,~tl1h 
Colti\ .1:" t,-.\ ~. JUt:"')-.'"\" ; '-'I'\."I ;'l .. ' un Illlt.'fl.."I \."l.M1"lUh:r,1 .... H'" Unl\ IlHI\ 
(""pt"~(\"'; c .et\.'r v ';, •. l\,~,U ... ,,\,-,\:, intf\:~ju\.lr ,-'n ,1~\1l\.'r\ ' '''' llbil..'t\' .. P~·'l\l'· 
trarttt-...... Ut:'oar ""\.,,,\tt;'I\h .. i\.~ \..' ... n r ... ··'p.1('ú\."" llP¡\.'t\"" \., , ~..,t\'r.\f .\~\li\.'t'\) .... · 
De .i4..'"l.tt.' l\.ll"l ... "\.'n k':.:. h.ln.1l~\'~ "h .. ' Fn.'ud. F .... ·n'lt-~lnh."" que ll ur~\I \* 
te tl."'Idü d Frimt.~r añ ... ") do t?' \ *td .\ h..")~ l.nn-rc ... ('''' I.:h.' un miil' ~(' l.."'\:'ntr\\b.11l 
en 1\. .... .;, ahmenh .......... Y en k'lS rtJ(\~rt:'.;, \. ("ig~nl2 i .l~ d~n\" .. ldl..l:.:. dl' 1.\ 1'\.111.1 
oral: chupar, morder Ve$..1f. I.lnwr. e '\pl\.")r .:l f k).;, objeh..1" con 1.1 bor .. l , 
l.l e'\periencia me denlo~tro que e:::0 '-"f ... l as to intens.l mentc. lhlsta 1.1 
aparición de los dientes. para d.1f pa:::o !uego ,.1 tlUC\ "O!"l II1 tcn~H'S. 
Aparecía. por ejemplo. una necesIdad Impenosa de c'plorar el 
cuerpo, el propio " el de los demas, y esto lo cond uCla a descubrir. 
en el suyo, los genitales. De esta zonagenita l s urg ían exigenciJs 
que buscaban ser satisfechas. Comprobé que e l n iño no sólo cono-
da la diferencia de sexos sino que también tenfa su modo de expre-
sar formas de busca r satisfacerlo, lo que signifi caba conocer sus 
funciones. Estas excitaciones y exigencias necesitaba n desca rga, la 
cual, de acuerdo con la maduración Y el desa rro llo, e ra específi ca 
para esa edad. 
Una parte de las necesidades genita les se satisface en la mastur-
bación, y en mostrar su p ropio cuerpo Y curiosea r e l de los o tros. 
Otras se satisfacen mediante la identificación proyectiva con la 
pareja de los padres unidos y, por último, en la ac tividad lúdica a 
través de la cua l logra la unión simbólica de los sexos. 
Al mismo tiem po, en ese momento, surgía el aprendizaje del 
movim iento y la necesidad de desplazarse en e l espacio, lo que 
traía también una nueva serie de exigencias: move rse, ejercita r la 
fuerza. manipular objetos, a veces con v iolencia . 
Al aparecer estas nuevas necesidades era necesario atenderlas 
para que el desa rrollo sig uiese su curso no rmal, y si se las descui-
daba el niño comenzaba a manifesta r trastornos. 
La experiencia me mostró que e l juego o frecía a l bebé una la rga 
serie de experiencias que respondían a estas necesidades específi-
cas de la etapa del desarro llo a la que me he referido, y en todas las 
posteriores. 
El juguete posee muchas de las caracter ísticas de los objetos rea-
les, pero por su tamaño, por su condición d e ju guete, por el hecho 
de que el niño ejerce dominio sobre é l po rque e l ad ulto se lo otorga 
COillO algo propio y permitido, se transfor ma e n e l instrumento 
para el dominio de situaciones penosas, difíci les y traumáticaS que 
't' le . "n~t lT1 t'n 1" rl'l "ción ' 
rl'\' lllpl.l.t.ü-.ll' ' 1, l' {on 10 ... ('bjPh"'ls rt .... llt"'S p 
r , _ It ' f' rmll" r' t· . or otra pa .... 
\:'loll : ' f\ )1I pl ~ll l'nh.' r . l"" 1 . l pt' Ir .1 vnluntdd situ. 1"'1:", es 
p~ ) r '" .... \110 t'n l'I OHm t t dlllorO<';,l'" pt.'rll qut:" no p :;ones que le 
Frt,.'ud tll l' l'l "l (l r(\ll. u e rep¡oducir 
lid I'U. ' rnnwro ("n rh"'scribi ~. 
,I..;llr l u .mdo mll'rpr ,() l. r ( ... te mt'C'dnismo . 
r'lt,.'t1
U
l'ño h ,. t ( \.' Juel"Fo d ' . r ,l l ht llpclfl'Cpr V ti -...; ~ {' un niño de 18 
dorn m,lr .. u ilng u ... tla fn,:n ~ .1Pllrcn·r un carretel, trat rne5CS. El 
Il",d r,,, "mpoll/adJ le a 1" "PMición y d~ ?~do así de 
l
. por el CMrel I ,.,apanaón de 
pt' 'Aro de perderlel, ucsto . t' , Y al mismo tiem SU 
ba . [, ll' luego Ic pe;"'i tía d
que 
el carretel volvía cuan: ~a~ 
frente" su madre s in TlCS oe~~drgar fantd,fas agresIvas ~e 
la s Itu acIón. Ad em.is, elabgorab guno, ya que era dueño a6solu amor 
d,d a de su madre a asf sus angustias ante d to de . ' . ca a des 
Al jugar, e l n iño desplaza a l , . JII!" 
problemas mtemos. dominál exleTl or sus miedos, an . 
juego tocl as Jas situaciones e~~O lo~ mediante la acción. Re~::tias ~ 
mlte, po r su dominIO sobre obes lt,as para su yo débil y esto lee:. 
activo lo q f . Je os ex terno' ,..--
so, to le rar ~:;~I;~óy~~~vamente, cam biar u~ ~n:ls~:~~ar;:' hacel 
bldos desde dentro aClones que e n la vida real le e e peno-
situaciones PJacenter~sdesde fuera, y también repeti:earf~~rr~ 
. La de Freud sig ue siendo a ' un 
~~:g~:~~o ~o descubrí que lo ~~~~r h~~:'1elo d e observación de 
en el desa;"ol i~e:lo de las escondIdas, surgía :.~ para los d iedo-
de hacer apa . Juego de esconderse ap o más tem prano 
. ,recer y des ' arecer y desa 
se Ilustra en e l libro aparecer obje tos, como el d I::~r, o el 
vos psicológic ' aparece entre los " y 6 " e sabanlta, que 
atraviesa por l~.rrofundos. En ese momc: e.;es y responde a moti-
cual tra ta de e lab eta pa que se denomina "po~.d~ desaliollo el bebé 
única COn la orar la necesidad de sla n , enla 
padre; de est: adre para poder pasar ludespren~erse de la I 
la base de las fu~'Odo Se establece la trfadego h~aa la reladón flM'. 
Desprend uras re laciones del indo .~ ma re padre-hijo. qD4IiI. 
hacia e l p d e rse de la relación _ . IVI uo con el mundo. 
mundo a re abre al niño el Untca con la madre 
va ri adose;t~nor y lo conecta c~~mlOo de múltiples 
nes de cam~~erosos . Estas nuev:rsonas y objetos 
Juego le ofrece p¿ue ~endonáramos le y 
r vanos caminos la 
Se ha producido una si tuación traumática. hila pucJe imC1~inar, 
la puede pensar. puede qui tarle ~l suei'io, provocarle pav~res, aun 
es posible que desarrolle una fabla, pero no puede condICIOnar esa 
nueva situación en el mundo externo. Puede, sí, repetir muchas 
veces esa experiencia. puesto que el psiquismo dispone de una 
capacidad denominada "compulsión de repetición" que impulsa al 
sujeto a reiterar las sltuaeOnes no elaboradas Y tIende a que pueda 
llevarlas cada vez más a la conciencia. Por ejemplo, los celos que se 
despiertan por el nacimiento de un hermano pueden ser jugados 
con juguetes, porque estos personifican los objetos reales y la 
acción sobre ellos puede realizarse sin la angustia y la culpa que 
sobrevendría si la descarga de sentimientos agresivos y celosos 
~aycse sobre los objetoS reales. No olvidemos que el ni ño no sólo 
rechaza a su hermano, a SU madre y a su padre smo que también 
los ama, los necesita y quiere conservarlos. 
La derivación de afectos Y conflictos en objelos que él domina y 
que son reemplazables cumple la ~ecesidad de desca rga y de ela-
boración sin hacer peligrar la relaeón con sus objetos on gman os. 
En la medida en que va creciendo surgen nuevoS intereses, nue-
vas situaciones de cambio, y los juegos se modifican. Esto es lo que 
he querido transmitir a través de este libro. 
La sustitución del objeto originario, cuya pérd ida se teme y 
lamenta, por otros más numerosos y reemplazables, la d istribución 
de sentimientos en múltiples objetos y la elaboración de sentimien-
tos de pérdida a través de la experiencia de pérdida y recuperación, 
tal como lo vio Freud al analizar el juego del carretel, son las bases 
de la actividad lúdica y de la capacidad de transferir afectos en el 
mundo externo. 
Frente a los objetos, por el mecanismo de identificación proyec-
tiva, los niños hacen transferencias positivas y negativas, según 
estos objetos exciten ° alivien su ansiedad, y este mecanismo está 
en I~ base de toda su relación con los objetos originarios. En las per-
sorúficaáon~ en el juego se observa cómo puede cambiar el objeto, 
WIl gran rapIdez, de bueno a malo, de aliado a enemigo; por esa 
Ic:.regos ?el ~ño, cuando es normal, progresan consta~temente 
h ; a Identificaoones cada vez más aproximadas a la reaJ¡dad. , 
Pienso que al leer este libro, un padre, un observador co
mun
, 
!lit podrán ir descubriendo las relaciones entre loS 
de maduración, y crecimiento y la aparición de nue~o~ 
y tambIén que al observar el juego de un hIlO 
dI! un niño curtlq . 
d e~arro lJ o , ( ulera pueden orient El . ' arse sobre la 
primer paso en I . .. -
expuesto sobre el si .. a aphcación de los c 
dad lÚd ica a la te rag~'fI Cado del juego fue la aO~cCf'!OS que 
~~dl~~~~ gl~uepgz laP ~~:::r~11:"~o,;%~~~Ó laK~lb~:~~e1a1a 
ro '. numeroso de ' le em y en 
n, SIgUiendo mIS dire f pSIcoanalistas de 'ñ' ~ 
nas modi fi caciones c Ivas, la técnica de Mel m os, que apliw-
A través de I . . . . ame Kleill COn ~I-... 
d 
. a actiVidad I ' d ' ---
Y e este modo u Ica el niño m '. 
adul to I h podemos reconstru ' amflesla sus 
o acemos a tra é d 1T su pasado { 
vincente de có mo e l 'u V s e las palabras. Es~a es' as como en el 
fli ctos pasados y p J ego es una de las formas d ' una prueba COIIi 
Un resentes. . e expresar lo!! ""'~ 
paso muy impo t aH, de' r ante fue el t'l' Juego pa ra el dia ó . u I Izar la obse . 
la concl usión de gn 511co de las enfermedad ' rvaClón de horas que en la . es, y asf Ue 
muestra no sólo la f ,. pnmera hora de 'u gaDlOiI a 
sino, en muchos d at aSla mconsd ente de cuáJI ego un niño -
curación; ésta es ot:a :s ~asos, cuál es la fantasf:SSu enf~IUiedad 
emoCIonal, la norma lid~~~:~~ede las relaciones en;;~~nte de 
jue::~oe~~i~s~e li bro he querido:~~~~a~ la actividad lúdica 
el punto de .. normal. Hasta ahora, tod lamente, refeIinue 
. _ vISta pSlcoan r . o o que se ha . 
runos que pade . a 1Iico acerca del' esenio desde 
tado de mostra~en confltctos o tienen seri Juego se relaciona 
rrolla. a qué Juega un niño en l:s enf~lIlledades. He tila-
Si he hecho hin . _ medIda en que se des¡¡.. 
esos dos 'u ' ~aple sobre tod . . 
en ese pj¡::~:~aslcos del primer ~ñ~nd~a truaación del 
cen en la' o y en esos dos' V1da, es porque 
t pnmera y s Juegos funda 
os de todos l d egunda mitad d mentales 
toda activid dOS esarrollos poster' e ese año están las 
Dice Ha . subltmatoria lores de la actividad 
b Ulzmga el' 
d ase de la cultura y n Su ibro sobre el 'ue 
a las bases del" o agregarla que el.J go que éste le 
eso, sino que Juego y las sublim . JUego del 
últimas pá . Conduce al jueg d aaones de la 
gtnas de mi libro. o e amor tal 
El niño 
trae al nacer 
la expectativa de qué tipo de madre 
la velldrá al ellcuentro. Si se combinan ese hijo 
que necesita madre con una madre 
dispuesta a entregarse, se da la gozosa experienciJl 
de ulla l1Iatemidad feli ::. . 
Lo mismo ocurre con la paternidad, porque con la misma 
Ílltensidad COII que el nitl0 necesita ulla madre al nacer, 
precisará del padre, cualldo, aproximadamente 
en el cuarto mes de vida, se va separando 
de la madre y en especial de la relación única con ella. 
Encon trar al padre no sólo significará 
poderse separar bien de la madre sino también hallar 
UIIa fu ente de identificación maswlilla 
imprescilldible tal/to para la nifia como para el varón, 
porque la condición bisexual del hombre 
hace necesaria la pareja padre 
y madre para que se logre un desarrollo armónico 
de la personalidad. 
Una :naternidad y paternidad buenas permiten 
al/lino superar gran parte 
de las dificultades inherentes al desarrollo. 
A partir de 
la c011cepción 
del nj¡io la situaciólI de la pareja 
frente al hijo es diferel!te. La madre siel/le 
• 
que se ennql<ece 
con algo que está crecielldo 
dentro de su cuerpo y el! call1bio el padre se siente, 
de algúlI modo, excluido. 
El !lijo rompe la relación ú/lica de la pareja 
ya partir de ese dra es /lecesario aceptar 
la inc111sió/l del tercero, 
lo que 110 siempre resulta fácil. 
Cuol/do el beb' e nace 
I/ecesila adaptarse a 
al cllal deba a' . 1111 mundo /lue710 
tOnoeer y com ' 
percepILvas van forjando un prender. Sus capacidades 
110Cl6n de ese mundo a . 
Il/nita 511 posibilidad lero su II1c~pacidnd motriz 
Muchos de SI . I e exploraeLOll. 
d 15 lfl en/os de e su futura aclividad d . explorar se hallarán en 1- lo-
e Jucgo. '"-
h.:~t,J d ~· .. "U1ldl' tcrc;l't dt' ~Il pril1lt'r ¡Hit1 lit' ~·ida . 
f: jr:tfft~ .id Uitill 5(' ú'ntra 
(a~i de' nlodt) f.l du~i¡'ll ('H ~tl madre', 
A 1(1~ P()Cl)~ dÚl~ dl' pida l'~ capa:: dr rCCOllOl..yr!a 
Pl'" /n ¡'[1: .11/,01' el ,,/{tllo. 
Yn n/I/nca sabe /11 l/rilO sobre ella: pl/edc recol/ocer 
mire /III/chos olros el ril/110 de SI/ cora::óll, 
n/ I/ue se IIa/lill/ó dl/rllHlt' 
los //l/CI'e meses el/ I/I/C vivió dCl/lro de ella. 
La vista se desarrolla desde e/ primer 
mamen lo; pl/ede fijar/os ojos ell U/I objeto 
y distinguir la luz de la sombra. 
Su capacidad de gus tar y reconocer los silbares es l1Iuy 
notable ya desde las primems IJoms 
de vida, y todlls estas experiencias 
van configurando 
en su mente 111 imagen de la madre. 
22 
I~~ iI/1P"('~cil/dihl(' 
'll/f la "id d,'l(/ II/lldr,' c.;1 ; . 
[(11/ "1 "id dd I>,'/J,' . ( <,1/ (vlllac/o 
desde Ivs I'ri ,.. . 11/UO .... 1II01l1l'lItO':;' e"t 
prepara (/II/hio 'ara," b o 
La pérdida de 1_ ,,. /I!/ I>/lUI desarrollo. 
,1 upenellc/G d 
malemo se II/ilil(a COII b e eslar dClllro del vientre 
el cual, jl/stall/c;/Ic, /111 l/en cOlllaclo ftsico, 
le permile elaborar I ' . 
relacióll ftsica e< t a perdida. Esta 
luego del na . '. olalmellte Ilecesaria 
C/t/Ucnto I '/ 
ser reemplazada Jlor ~/ so o de manera gradual podrá 
La CIlrencia de esta rella~formas de COI/tacto, 
sallsfactori I aClOn 
e I a rae COII/O r 1 
1/ e eOlllaelo esu tado trast 
!J lo predi Con la realidad amos 
spolle a enfermedades di' . e a pIel, 
ti ~Il.~rt' l':: 
• 
b 'os hm dame ll lales seprod"cetl cnl/l ' J ' .. 
I el! SIl cuel po, en su tlle ll e y I na y la ree/laza, nadre a al 
ya CO lloce a Sl' I recí¡azado por ella, 
se sienle al/lado ~ 'ugar CO /1 su cllerpo. 
la loca y CO llllen"a a J 
b· I de su amor Elo Je o . isma pers01la . 
Y de su odIO es la m l 'd d 1'/1icia un proceso "' de lola I a 
Esa revelacLO/l . ue lo conducirá 
de despre/1d/1me/110 q. del mundo circundante. 
a la búsqueda del padl e y . 
Al n·tlnlor dI' los Cl/afro meses 
comic/lza su actividad lúdica. Ha ocurrido 
algo ftllldamelltal e/l la vida mental 
del Il irio: los objetos f ltllciollan como sfmbolos 
!I al mismo tiempo se producen 
e/l su cuerpo cambios que le facilitan su examen del mundo. 
Empieza a ser capaz de controlar sus movimientos, 
coordina el movimiento con la vista y ya puede, 
con bastante certeza, acercar la mano al objeto que 
previamente ha focalizado CO/1 sus ojos, 
siempre que éste se encuentre cerca. 
Cuando, entre los cuatro y seis meses, un niño es capllZ 
de sentarse, cambia su relación 
con los objetos que lo rodean. Con habilidad 
cada vez mayor puede apoderarse de lo 
que necesita, siempre que esté cerca, tocarlo, l1evIIrIé 
a la boca y abandonarlo a voluntad. 
Ese trozo de sábana que lleva a su boca y tras dttl 
se esconde represen ta a la madre' 
ell sbonajero que sacude, chupa y:n
uerde 
SU 
e arrale di' 
vida l e. a cama, cada objeto cetca y. 
y o eSl!mula a nuevas 
Jugar 
H lu~ ' f~nm¡f;itf1 ( .... su l'ri".,rra QclitJidad 
IlIt/¡OI 11 W fila t"l1I/>(Jll1 • 
la (//I~'I.'//lI del d"'Prt'/Id"'"cnt(l, 
d (Jllclo /'or 111. 01'/('/0 
l/Uf ,lrl>c I'.:rr/¡-r. A lo,; Cll/llro m~ 
cllIl/lo 11It~'(n rOl! u ntrrl'O 
l/ eOIl los ob/clOs; drsal'ar.-cl' Irlh 
• 
lo ~á¡'llI1t1 y ¡ I/clt'/' ti n{Jllren'r; 
de t . /1' modo el 111 ¡mtlo 
se ocultllll/Oll/CI/lál/<'Ilt/l/'I/'" y vud",. 
a rt'el/{Jerarlo Cllnlldo Sil • ojos 
Se l ibc/'Iill del objL'lo Im~ dl'l unl l' In/m 
e cOlldido. T(/mbiéll j l/cga 
eOI/ SI/S ojos: nI cerrarlos y abrtrlo. 
tipII /' el mundo o lo pierde. 
, 1'7:' 
,.)¡.,nl ,-.,.. ,(7 '1'))(11 1.)0 
, 
t, M y.1/1'1I1 . "" , (111M Y ~II 
r \ prC ¡.)/I "11111>;,1. ~.), :<lJ!i,IM 
llamado. li1h'<l' s.lIl ,,11 pi Hllel-
;nWIIO de éX'PI'!,,,;¡jll j,.,,.h,ll, 
0"'0 la palabl,t. ,'(lIIf;.' II ZIl11 
por ,er Wl objeto Ollcreto 
para , 11 IIImte, y tOIll/Jif ll COII 
él puede ju¡¡al'. lA rep~ t i iÓII 
es 1111 jlAego verbal, puede 
hacer con lo sOllidos lo que ya 
experimellt6 CO /l los objetos. 
El primer juguete que se ofrece 
al 11i/io, el sonajero, 
es el heredero del primer 
instrumento musical: la sOlltlja. 
La sonaja de calabaza es hueca 
como el sonajero y lleva dentro 
pequeiios guijarros o trozoS 
de madera casi siempre 
con un valor mágico, 
que al dwcar contra las paredes 
producen un sonido. Los nÍ1ios 
africanos, los japoneses, 
los espafioles, los finlandeses, 
los niTios de todos los tiempos, 
han jugado con un sonajero. 
También con él algo aparece 
y desaparece: los sonidos. 
28 
Ell1itio expel'imell fa 
f ' t' mO¡'lInifllttlS, tamI'a'u me, !1m ~ ¡, 'do tambióI pl/~de 
D',,' br,' ql/C ,11 :\,'lpc¡n Illl o J 
" ,u . . f).; Sabe que ¡lll cuerpo 
pTtldl/,"!r ~l"/¡ 1 . ' , . , ' ierra de golpe, 
que ca,', IlIla Fuata qlIC >" l 
pm,tIIC"ll ~ollldos; de ellos 
todos le ¡/ltcresa/l ~ 1/~I:C:~;~oducirlos 
lo sonresalta ll . rra a ~ el sana 'ero le sirve para 
para "''l/cer ell/lIedo y ~l o 
t ' e~ tas expenellc/Os, Es g repe Ir • 'm balIza 
'po ql/e SI 
fuera de S I/ ClIe/ :1 leJ'a CO II su malla. a su madre 11 que e 11Ia1 . 
. 'd e y como élll/lSl/10, CO//lO su pa r 
el SOllajero tielle algo odl/ce sonidos. 
hltro que se /Ill/eve !I pr d 
" I lo /Il uer e, Lo c[¡l/pa, lo <,xp ora, 
lipa '<'Produciel/do , , 
. .' 'lo tral/ll'dlzal/. 
e"1!t'ncIIClas qw I barrotes de sucuna, 
Lo golpea COl/tra os 
lo tira cOl/tra el sl/elo, '1 
I b l/a lo malllpu a. . 
lo muerde, Da o .' I suelo, espera Y eXIge 
Cual/do arroja los ¡l/guetes a 
que se los devuelvan. 
No actlÍa por maldad , I ad u/to. 
ni para (Olltrolar I/i esclaVIzar a '. 
Este juego es molesto pero I/ecesano, 
el niña experimenta lo que ama. 
as( que puede perder y recuperar 
30 
Entre los cuatro y seis meses 
d l/ iiío el/Ira el/ posesión de diversos modos 
de elaborar In al/gustia de pérdida . A tra!'és de sus juegos 
intuye, experimenta y elabora que las persollas o los objetos 
tal/to pl/eden aparecer Como desaparecer, 
Expresa esto en su mundo lúdico, Es capaz de pasar 
bastnnte tiempo en reconocer objetos y apartarlos y atraerlos 
hacia sr. Emite sonidos y juega con ellos. De manera 
paradójica, al el/contrar la forma de elaborar sus angustias 
de pérdida, reclama con urgencia incontrolable la presencia 
de sus l'erdaderos objetos: los padres. Llora y se llena de rabia 
si no lo COI/sigue, si no se lo comprende; l/O es necesariamente 
alimel/to lo que reclama: su madre 
es !/a para él algo más que lo que calma el hambre, 
es UI In 1'0: , 1111 cOI/tacto, una sonrisa, 
el ritmo de sus pasos; la I/ecesita simplemente 
para saber que l/O ha desaparecido, 
'lue puede tellerla y cuenta COn el/a; el temor a su pérdida 
es In angustia más il/tel/sa a esa edad; toda su "ida 
emocional está marcada por ella: 
es e/lIlotor del juego y de todas las actividades 
que describimos. Ha empe:ado el doloroso proceso 
de abandol/nr la relación única con Sil madre y aceptar 
en f?r
ma 
defil/itiva la presencia del padre. En este 
~enodo sufre verdaderas depresiones. 
I./S tendencias destructivas 
Se II/crementan d 
qUe PUede cuall o aparece el diente, instrumento 
COn I usa~se para morder y desgarrar. 
a apanclOn de Id' 
hasta entoncesfr os lentes, el desprendimietzto, 
uta de la !antasfa, se 
1 ,11 J1(~rrfidl7 dt'l V{I1CI//O 
úllico cOllla madre y la necesidad de u/! tace ro 
determinan lata nueva primada de necesidades en la vida 
del lIi/lo: ya no le basta su madre 
para el desarrollo, necesita un padre. Pero /10 
es suficiente la presencia del padre 
para elnÍ110, también es necesario que aquél encuentre 
una forma de comunicación con él 
que responda a las necesidades de paternidad 
del pequeño, que, si bien se 
parecen a las de maternidad, tienen matices diferentes. 
Un padre que puede bal1ar al hijo, 
darle alimento, jugar con él, salir COI! él, es importante. Lo es 
más aún el rol que cumple reforzando 
su unión con la madre y ofreciendo 
al hijo la pareja como fuente de identificación. 
Si el hombre o la //Iujer no puedell superar 
su rivalidad frente al hijo, y sienten que ni dar afecta 
al ni/io están impidiendo 
que el otro lo exprese, plleden inhibirse e/¡ sus jt/llciolles. 
Las cOl/secllencias de la carencia paterna 5011 ton graves 
como las de la mateTlla, pero 
aún no fuerol/ objeto de un estudio profr./Ildo. 
Ji! nifio ha descubierto 
que hay partes de su cuerpo que - I 
la diferellcia entre los sexos sena an 
y también la re7.'elación d ' 
pueden llevarlo a la Ullió~. que esos órganos 
La angustia de pérdida . 
t
. , ' que motIVó sus' . 
con lIIua elaborándose pnmerOSJueoos en este perlad o , 
en cuyo trallscurso 105 ob 'etos . o, 
en !II¡ continuo repetir d ~ se JLmtan y se separan 
Asf como 105 ftllldament: e;c~ent:os y desencuentros. 
se construyen en I . s :. ~u Vida mental 
lúdico se o '. e pnmer ano de vida tamb" ngma en esos' .' len su muTIIÚJ 
y recuperación d przmeros Juegos de pérd'(Ja 
, e encuentro y sepa" l raClon. 
En la segunda 
mitad del 
primer año 
• ' . . - - -
• -
• 
• 
• 
• 
• , 
" - M 
-. ~ 
, ... "-
· - ~ • 
• 
.. -• • -. -
• 
• 
sllrge 1/11 nI/evo 
interés ell s"s jlAegos: 
Ira descllbierto l/l/e 
algo i1l/eco p"ede cOllteller 
objetos, I/ue algo 
perletml/te puede elltrar en 
"" ¡",eco. ] uega 
il/cesantelllellte a eso. 
Este gmll deswbrimiel·,to 
es el mil/licio 
de la fo rllla adulta de expresar 
• 
• 
. .. 
• --
,---
G/1wr: en/mr en alguien, 
reclbll' a alguien 
dentro de sr, "nirse 
y sepamrse. Pasa as( 
a explorar cuanto 
sea penetmble 
ya IIsar todo lo que puede 
servir para penetrar; 
los ojos, los ordos, 
las bocas de las personas 
que están cerca, 
le permiten hacer sus primeras 
• • expenencJaS 
de exploración. Sus objetos 
preferidos son pequeños: 
son herederos 
de sus dedos exploradores . 
Luego 
36 
, , ,'llego, 1', Ir {'sto, drJ red , ~, 
COII su c lI<, rPlo , p~,'SO /las 
lo' de (/' CO /l , 
y lo rodeLIII , sas 
qu' CO /l ca ¡ 
pasa a jU8a~ ~I ag/.lj~ro I e 
. ,·'lZadas. mall 
In bn¡/" I"O, Cnlios, 
dl'~ng lles, la lacila 
de jl/guele, 
"Ita rot"ra en la pared, 
el agujero de Ulla 
cerradura, lodo es objelo 
de SI/S juegos, 
UI/ palo, IIn ltipiz, anteojos, 
sus dedo, lodo sirve 
para poner y sacar, 
• 
L/lur y separar, 
Entre los ocho y doce meses 
las diferencias anatómicas 
de los sexos se manifiestan 
en los juegos. J..¡¡ nifia prefiere depositar objetos en U// !tl/CCO, 
y sus juegos repetirán esta experiencia; 
en cambio el varón elige aquellos jugl/etes COIl los que pueda 
penetrar. Sin embargo, este ill terés 
no es exclusivo: su condición bisexual les permite 
disfrutar también del juego del otro sexo, 
pero, si el niíío es /lOrmal, su elección se hace 
ya sumamente clara en este período. 
Elltr~ los ocho y doce meses 
el 1'1/110 se de5pla ~a el' . - n e espacIO 
circundante gateando S 
se amplía y CO/nJéI
7
a' u campo de acción 
. ,..... una 
conCienzuda y pacient 
Ya al final del primer :'i~r:ploración de los objetos. 
ponerse d . ' e pie y caminar I . . 
voluntariamente de los ob e perml/lrán alejarse 
En el aprendizaje de la ~etos y reencontrarlos 
no hay andad marcha . 
d or que r e /a madre. eemplace a los brazos 
Las heces 
yorilla 
los sólidos, ~ usc<!pti [¡ l l's 
de origillar for llla" , 
se transforllla ll CII el slII luolo 
de 511 capacidad 
creadora. El 11 ;,io allla 
1/ te llle las SI/stall c/Os 
ql/e salell de S tl , 
,. ya nue es tas CI/erpo, pelO ., 
estnll co lldenodas 
a desaparecer .. 
debido a las p l'Ol~llI c , o ll es 
del adl/lt o, clllll lO 
busca t!1l d n~tlt1, ~ 
I t· "Ta 1( la "rcna lo, (l 11.: • 
sus/illllos !J{'rl1lil/{l()s 
de las !tcces y In orilla. 
De 1'5 (1' II/orlo, 
el agua, la tierra y la arena 
pasarrfl/ del estado 
puro de sl/slal/cias para 
adquirir aspecto 
de o/1jetos. Serál/ 'úlios, 
castillos, al/ill/ales 
salm}es, II/al/gueras para 
apagar il/eel/dios, 
I(quidos eOI/ poderes II/rigicos. 
Más tarde, d adulto 
le ofrecerá l / Ita 
• , 
• 
sustancia, la plash1l111l, «Ji 
In que podrá 
modelar objetos. 
Su píentre fecundo y el de 
In madre irán tomando el 
primer plano, 
La fecundidad, consecuenCÚl 
de la unión, 
comienza a interesarle, 
Aparecen los tambores, 
los globos y las pelotas 
cOlno juguetes predilectos, 
que simbolizan el virntre 
fecundo. 
El tambor 
junto CO II el SOllfljcro, 
fu e ti no de los 1m meros 
instrumelltos n/usicales. 
En épocas primitivas 
era ti Ha cavidad "eclla 
en la tierra 
e se cubr(a COI' 1/11 trozo qu 
de corteza; s6lo 
/0 locnbrlll las m¡¡il're.fO 
y St: lI$rtúa CII 108 rit"alcs 
de j eC/llldidnd. 
La 111flllO crn l'I ¡ltslrumellfo . , de perCI/SIOI/, 
que II/ego se recmplaz6 
por el palillo cual/do 
el /tombre comenz6 
a participar CI/ el ritual; 
despl/és fue un medIO 
de transmitir 
mensajes a larga distancia 
.'1 muy posteriormente 
se Uliliz6 para ceremonias 
de guerra y de muerte. 
Cada /liño repite, 
COI/ su lambor , 
este de<arrOllo histórico. 
Es 1010 de s u~ primeros 
jUf? uetes y le i/lteresa sobre 
todo a partir del final 
del primer año, porque para 
él simboliza el vientre 
fecundo de la madre, 
luego se hace un medio de . . , cOmUI11CaClon 
y por último un objeto 
para La descarga 
de sus tendencias agresivas. 
U na ol/a de aLuminio 
y una cuchara de madera 
son para eL niiio 
eL mejor tambor. Entre 
Los 011ce y diecioclw 
• meses Sirve 
a sus necesidades 
de descarga motriz. y el hecho 
de serirrompible 
facilita esta descarga, 
ya que al demostrarle 
la realidad que 
no se destruye disminuye 
en el nirio el temor 
a sus tendencias destructiVfl8 
y, en consecuencia, 
también la culpa. 
Al finalizar 
el primer año, 
el g/olJO y Itleso 
/a pe/ot.a cOlIstit/;;/'{II / 
el cellt ro de S/I h/terts. 
Las fOl ,tas(as de unión 
VO/I dO/Ido paso 
al fuerte deseo de tener tln 
hijo. El cuerpo de su madre 
y también el sI/yo propio 
se simboliznn 
en las forll1as esféricas. 
La lI.i1'ia y el. varóI1 
se ident ificO/'1 con la madre, 
quierell UI'/ hijo delltro 
de su cuerpo, lo fan taseat1 
y juegall con ese deseo. 
Ese hijo es el que después 
se hará palabra, 
ya que la palabra 
es para elnÍ1'io un objeto 
C011 creto capaz 
de reemplazar l'I1ágicamente 
al objeto real externo. 
Cuando dice "mall'lá" 
posee a su madre; 
cuando dice "nene" es 
como si tuviera U11 hijo. 
El globo y la pelota 
son el vientre fecundo 
de su madre, 
y también el propio; 
persistirán como juguete a 
través de los años. 
Además de 
las muñecas , 
los nl/hl/I/h' pI' dilectos 
cO l'/JOI'iznrrfll a los 
Ilijos fn ll/tI ados: erárl 
ollj¡'/o dI' IIIlIor y de malos tratos. 
"(¡¡dos S il. experiencias 
úiol6g i o SI! trndu irán en 
• • Juegos con mu.neeos 
y Ol1ill/Oles. DI! es te modo 
Ira eOll/ellzado 
el aprendizaje de la maternidad 
y la paternidad. 
Tazas, platos, 
48 
ubiertos, ollas, sartenes, e .. 
a reelbn sirven par someter 
1 dar alimelltos o 
y . es . 
a privae /Ol1 periell c¡n 
a sus hijos. Es ta :x 
. y sel de alimel1tal d sa 
d eOIl en alimenta o . cías de 
., expenell 
tamblen raci611. 
pérdida y recupe I 
- 41 ' • 
A los dos afias 
aproximadamente, comie7lzan 
a interesar/e 
los recipientes, que utiliza 
para trasvasar Sustancias 
de Un lugar 11 otro. 
Esta actividad lÚdica 
PUede tornarse 
conl0 Un indicio de que 
-
• 
---
espera y I/ecesi ta 
la ense(íall:::a del control 
de esj(llteres, es decir, 
adquirir la capacidad 
de entregar a volulltad 
los contellidos del cuerpo. 
Desde /l/l/y pcquciio, 
/11 illlllgC/lI/1/1' 11/"11"1'(1' lj dl'srI/ltll't'C(' 
//(/ OCI/I'III/O SI/ lllt/a 1111'11111/, L:I/lI'r1lt1 d,' ,/11t' la 111/118"11 
1111110/11 n/('llla COII/() /a /11'II¡tia -
sca f llSitilll1, /0 nllgl/slill, Pero a/rededor di' /0:; .1M 
olrl's Il//PS (/1'511//1/'1' nílllO I"I'cI"I'rlr/alj 1'['/1'1/1'1'/11 
mcdillllll' di/mjos, y de ,'sIL' //Iodo dis//Iill/I.lft' /n nllSlIslm, 
CO//liellzu el lIitio por exp/omr Sil CIIClpO, 
/111/'11 illlaesllrse IlIego ell los objelos ill(//¡jllllldos; 
tOl/lbiéll CIIalldo di/mja, es el cl/erpo Sil prilller illtere!s, 
La (I1sa, ql/e /0 sl/lIboliza, sera IlIego 
el objeto c('/Ilml de SI/S paisajes, 
so 
Ni/7ns .tI vnrol7cs 
II/al/ijieslnll rialo rechnzo por los ¡'l/OII,'II'S '/ . l.' . . (e Cllf1rdw 
los //II(lrcs y 1I/IIIgOS lo;, regalnll rolllO algo ' 
/l/I/lj llnl/(/so, pero dlna IIl/e /ll/llca 1/1/ ¡¡¡VIII't' d ' J, . ."1 l e ( lwrda 
se Imll,;or//lrl 1'/1 predIlecto del I/ifío, ' 
CI/a:,do es PI'III/(:I"O.tl SI/ f/~lI/l('jo 1,. res1Ilta díjlí'il, 
110 h (I1/1S11 plan 1 Ij aclcIl/ns le fllerl'lll '1 t , ' (1 a 
IIlIa prol'l/,da (rl/strncicí/l 1/ dolor ,,(JI' la ' t ' , ' ' " • r lmpo ellCla 
y 1'01 la /Ilcapnudad de 1Isarlo, 
Le cl/esla I/lI1l/cjarlo o se le rOl/lpe eOI/ 1I1IIcJI '," , 
lo [/fal es ff/olivo dc nl/gustin, a jaulldarl, 
Todos aquel/os ¡'L/Ollet" /, ..'" es lIue por su sCllcil/c~ 'tI 'i!'t 
a plol/rcCIOI/ de filfllaSlfl" l ' -.J' ( I llll 
lilas posi/1ilidndc's I ' ~isOI/ (J~ que tl'ndrnn 
" 1 e Clljlll orlo '1 I f' '-
del jl/eoo IIl/e as In /,'1 1 tIa IIf1ClOfI t'Sl/CC(11Cl/ 
.("11 ( [(e01ornr t) 
las Sllllnciol/es trallmnticas, 
Varones y niiias 
juegan, indistintamente, a alimentar, 
alimental'se, evacuar, reteller. 
Sólo los adultos, 
proyectando sus prejuicios sobre la diferencia de sexos, 
rechazal¡ este juego en los varones 
y lo permiten en las nil'ias . 
Olvidan que también 
ellos jugaron a tener hijos y a cuidarlos. 
52 
El niño que juega investiga 
y necesita cIIlI/plir IIIJ{/ experiellcia lolal 
que debe respelarse. Su I1wlldo es rico, CGmbiall/e, e illc/uye 
ínterjueg05 permanelltes de fatlla sra y reaildad. 
Sí el adu/lo interfiere e irrumpe en su actividad lúdica 
puede perturbar e/ desarrollo de la experiencia 
decisíva que el niño reali za a/lugar. 
No son muchos lo~ juguetes que necesita 
para e~ta activídad; por el ~(Jnlrario, si ~on ~emasiados 
pueden trabar/o y confundIrlo en sus expmencias. 
Tampoco prtcísa grandes e'pacíos, 
F'0 sf un dmbilo propio del que 5l' sienta dueRo. 
I 
I 
Alrerfedor de los tres años, 
la pasi61l ele UII var6n 
SO/l los autos y las locomotoras, 
pasi6n que comparte1l las niñas. 
La orgrlllizaci6/1 genital 
se ha ic/o desarrollando; la llena 
y el var6n se siente/l 
ell/p/ljac/os a experiencias genitales 
y las s/lblimall 
a lravés del juego. Jllgando 
represe/l/nll sus !an/as(as 
de la vida amorosa de sus padres 
y de ellos lI/islI/os, 
elnacimie/lto del hijo, 
las aclividades de masturbacióll. 
el pequelio garaje de juguetes 
se usa para juegos 
de penetración, 
(ntimamen/e ligados con la 
alimentaci6n y la reparación; 
lo mismo ocurre con los puentes 
que utilizan con los trent!5. 
El juego con muñecas 
y al/imales satisface sus 
de paternidad y 
Ya a esta edad, 
ni/las y varones 
empiezan a valorar un cajón, 
-u 11 ropero, Ult peq ue no 
mueble donde puedan 
guardar sus juguetes. 
La destrucción y el desorden 
les producen angustia 
y empiezan a interesarles 
la limpieza 
y el orden. Neces itan 
ver que algunas 
cosas pueden reponerse, 
y en ese período 
resulta más placentero 
para un niño 
volver a ver un juguete 
que ha sido arreglado que 
recibir uno nuevo. 
La lucha con tra las 
destructivas ha comenzado 
a hacerse activa. 
La simbología de la vida 
gen ital es muy rica 
ent re los tres 
y cinco años. El juego 
del niño se amplía 
y se compLica en esta époaI; 
la intensidad deL mismo 
y La riqueza 
de su fantas(a nos permiltlt 
evaluar su armon(a 
mentaL. EL niño 
que juega bien, 
con imaginación, 
nos da una 
de salud menttlL 
Su vida mental 
está poblada de imágenes 
que le apaciguan y de otras que lo inquietan; 
a ambas teme perderlas, necesita conservarlas, 
recuperarlas, revivir/as, rehacer 
la angustia que le provocan, y de este modo abundan 
en detalles los objetos reales y fantásticos que recrean 
todos sus dibujos. La imagen es fugitiva 
yel dibujo la retiene y la inmoviliza; esta capacidad 
de recrear objetos en imágenes inmóviles 
es una llueva forma de luchar contra la angustia de pérdida. 
La imagen entra también por otro camino en el mundo 
de sus juguetes: aparece con el libro, 
y In monotonía COl1 que pide que le repitan 
sus pequeiias historias y le lIIuesh'en sus dibujos 
es también UlUl fon/Ul de elnborar esta angustia de pérdida. 
J-fuy lIiijos cuyos juguetes 5011 sólo las imágenes de sus libros. 
La vida moderna le ofrece alniiio peque/io In posibilidad 
de lUleer aparecer y desaparecer In imagen a ooltmtad. 
Después de los tres afias, 
cualldo un /¡¡/io dibuja 
su cuerpo o el de los padres, {¡erl//(lIIos o alme/os, 
logra ya /<l/a illlage/I total del CIlerpo, y esto 
lo trmlquiliza. Está tml interesado ell recollorer su cl/erpo 
como el de los lIil10s de otro sexo, 
el de su padre C0ll10 el de su /l/adre; por eso, mirando 
sus dibujos es difícil reconocer 
a qué sexo perle/Ieee el dibujallle. 
5ó/o al entrar en la pubertad esla diferellcia 
se hace muy llamativa. La nhia 
dibuja mujeres COII formas marcadas y por lo general 
cargadas de adornos. El varólI, en cambio, dibuja personajes 
cargados de revólveres, espadas y ametralladoras. 
Los deseos genitales 
adqLlieren pujanza e/ltre los tres y cinco alías 
y se expresan el/ todo tipo de actividades, 
de modo que sólo una parte de ellos queda libre 
para la relación edípica con los padres. Los juegos 
entre niños son la l/arma, y 110 sólo no son negati1Jf1fJ 
sino que cO/ltribuyen al buen desarrollo. 
Los deseos genitales pueden canalizarse en el juego 
a la mamá yel papá, al doctor, a la enferme,u, 
a los Ilovios, a los casados, a la sirvienta, 
yen ellos satisfacen sus necesidades de tocar, 
de mostrarse, de ser vistos y ver. 
Después de los 
. -
CI1lCO anos 
el [IG r (¡ '1 St· dc'lei ta 
CO"'! ¡ ... egos de conquista, 
de misterio, dI! acción. 
Pistolas, revólveres, escopetas, 
ropa de co-..obvys, 
Salman, disfraces de pistoleros 
pueblan sus juegos. 
LA niña, en cambio, 
prefiere un juego más tranquilo; 
se entrrnene con sus muñecas, 
prepara comida, sirve el té, 
finge relaciones ¡;ocia/es, 
entra en un aprendiz¡¡je 
de iDs rasgos femeninos 
colllos que busca identificarse 
COI. su madre. 
SUI!Ie a ésta ropa, 
IJ 
.. 
• 
. , , 
, 
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, 
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, 
, 
-
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• 
el mundo d~ 10 iu~gos . 
[A,lktr~y los númtros se convíertnl 
. . n.r los niños. La curiosidad por el conocinrkn lo 
, ~ . aJtt1i~ de f¡¡ curiosidad que sintieran 
,. ~hilu1l4o citCltlidAnk h4sl1llos cincó o seis aflos. 
e .. tl tSa1IlIr , 
~ rrlltws j~ tn /lI$ que se combi1U1fI 
. .. i1JtdtttAAlts COl1 el /lZIlT'. 
, 
• • 
, 
• 
., 
El nifio -reaU7J1 
, 
de IR mpde1l iR 'J rk ~'tmjptllfir 
ItIJIlliples 
ca pariciJt. 
~ · jtnw. eJ 
, E It tlr mltndó 
• 
, 
, 
, 
, , 
--------
Ellud. 
le permite al niño 
simbolizar un encierro inicial en el que la apertura 
hacia el mundo surge del azar: el dado. 
Una vez que ha salido de su casilla, 
recorre un camino salvando obstáculos o recibiendo ventajas. 
Este camino es el símbolo del que recorrerá 
en la vida real hasta llegar al éxito o al fracaso. 
Sólo podrá decidir si sacará sus cuatro 
fichas desde el principio o economizará alguna 
para una posible estrategia final. 
De este modo simboliza el manejo de sus fu erzas 
en esta lucha de adaptación y conquista del mundo. 
I 
1./1 I () I (' ni / 
también sitúa al jugador en Ull engarce 
de habilidad y suerte. La atención y cOllcentración 
con las que juegue decidirán mucJzas veces el éxito. 
El juego con barajas ofrece asimismo 
/Ina amplia gama de posibles 
combinacio/les wtre habilidad y azar. 
En todos ellos debe afrontar la lucha contra un 
entregarse o tmmfar. Pueden ayudarlo 
algunos golpes de suerte pero su pericia decidirti 
también el manejo de esa suerte. 
Es/os juegos, placenteros para la niña 
y el varón, se alternan con otros en los que 
se acentlÍa la diferencia de sexos. 
Todos los 
, - . nznos Juegan 
74 
y hall jugado al lalelí. 
Cada jl/gador dispol/e 
de I res fiel las, 
y Ralla aql/el ql/e evila 
ql/c su rompel idor 
las ordelle ell la misma lí/lea 
y <'11 cambio COI/siR l/e 
"fo ' , " para SI I a dI', '" • '. " I'0SIC/O/1 
• 
I 
I 
J 
, 
• 
\ 
de las líneas l/O il/leresa, 
sólo es ill/porla/lte 
inferpol/erse CI/tre 
dos ql/e q/lierm ser tres, 
o llegar a ser freso 
[sil' JI/ego es el s(mbolO 
de las vicisitlldes 
que la vida impolle 
hasta /legar a establecer 
u /la buena situaci6n 
Los competidures 
SO/l los hermanos, ti" 
por conseguir 
/0 relaci6n ideJJ/ CQII 
los padres, a 
del uno que 
En el estanciero, 
se inicia el juego con un azar, 
~(m/Jf/lfI cid ec¡u1lJO co// el cual cada U/'l O c/e N()8() l ro~ 
111 ídl/ll1l1/J /ltIeHJ ru ¡'/lf r,'nlcm/ ielll rJ 
f<J/1 d mllmln, r;" ,.¡ j /l/'filO, 
lo d,·tm"h,rl ,.¡ 1/I1"/I'rt) qlll' fi¡1l1a ltlll IIlB daÚ<l8. 
•• J 
U/ltIIWZ /r/ícll/tlo, hay dlvI'rHI/S IJtlMlJillrllltll!s dt' llItlt'rtir 
t'I/'O/litlll , Ptlt't/<'IIltnCt' rs<' IlItl'/llIs 0/1/(11118 IIIVers /ol/i'A. 
Si ftl/ll/lllrtfmlllos lo,. "ivc¡"s dí' eOll/llrt'//si61/ 
dell1ltllfcj0.'l siglliflCtldo cid dinero 
76 
I 
I 
I 
I 
I 
I 
• 
I 
I 
I 
1 
en el mundo actual con el que se ejercíta 
en ese juego, diffei/mente eneon/rarramos mucha 
Los actos de ge/lerosidad y avaricia, 
de derroche .ti ahorro, se ejercitan, 
revelando mucho de la personalidad del jugador 
y de su !ormn de relación eOIl el clinero. 
Parn ell/()mbre C/ct ual, el dinero 
y'" mI/nejo dvl dinero configuran una situaci6n 
/NI/y ir/tensa; CII l1ueMra sociedad, 
Inl como estd orgorlÍzoda, 
ncnrren ulln serie' dI' angustias y 
La creació" de est~ juego, el jugarlo, ,1»1 
de elaboración de esas angustias. 
, ." 
.'1 el a 'edrez 
i'I mi' 11 l/'tll 
Jtl 11\ t·,lltn.f dI' m ('n/ar I Ikll/,,' 
".tYlr (n u mI/mil' d adfi/,<I'o 'J annprflr rllll (1/ 
y" "') "f' 1"lTlf' ;I"¡ flUir, ;IIU 
IfI'lI'I "n dl'f'mdr lo hnhl/¡dM 
ptIr/llnx)'lIrla mrdullltr rl ~Jn ,m til l O d ,lo f ,1(1 
ytl~,o 
Ik ~U' ctlpil idad(s. 
• 
En esta edad 
ti., nlll /,,,. 111 mi l' " I/U,¡ (1 14 ~ 
, /t'.1 Id' I(t 1 • '/t ' ,,'1 Jiithfl/, 
I '" I Ii l ' 1'\' 11 /¡¡ /lit1tl 1'/llIc' .'u , 
, '"" 1) 1 '1 C'<iI1IrJ,¡.ft" 11 llm l. 
¡/. lo I / 11 .. ' ,/ ¡ .la t'IItc ,/1 muPlrlo. 
Hay juegos 
que revelan su significado genital 
de Illl modo I1my poco el/cubierto: las bolitas, el balero, 
el fútbol. En cambio, hay otros que lo elJwbrell 
widadosame¡¡te, qlle lo /levall, 
digamos, a un plalJo casi de abstracción. 
¿Qué sigllifica la rayuela? 
Se entra y se sale, el qlle se de/ielle pierde, 
hay difiwltades y ¡'el/tajas, 
cielos e inflemos. Lo juegall lJi/laS y varones. 
80 
, 
I 
I 
I , 
I 
-
-• . ' 1.-, • • • - • --.. .- -, • • • -• • • 
:;- -::-.-:----- • 
• , • 
• 
• • • • 
• 
• • - • 
Lo' adulto' 
obr/can los j uguete 
dc 1m, /III1os; 
olR,mos permanecen 
. in mod/I/coc¡onc , 
á lo largo de los afios, 
(omo r1 f.<mlljcro y la pelóta, 
I,~ sen copia 
dI' ,,1 uotítme9 nUI'IJáS, 
'I IJQ,1 ,,'~ptrndíltl1d(l 
11 ra /1ttl'~ídad del adullo 
(//, laborar la Indu~kJl1 
d ,¡uroa AIt/./(/cí(lnc 
de pr/!k ro, templ(l de el/o 
1'4 la mva4í611 dI' pla/(ls 
oolad(Jrf9 y ciernen/o, dI' 
Ruerra a16míca 'lile ftIcíertm 
8/./ aparld6// el' el mundo 
de 1!"lu~uele9 
IJ el/ IllJ ím4Relles 
dI' la~ hi~ loríe/a5 para 
ni¡¡~ de 1'5/a edad. 
84 
A partir de los 
siete u ocho mtos, 
y hasta /legar a la pl/batad, el cl/erpo 
vuelve a tellC1' Wl rol fl/nda/ll ental . 
Se intensifica el gusto por la II/cha, por las cnrrcrns, 
por el fútbol; se acentlía el placer por el juego 
de la mancha y las escolldidas, por los juegos de lIla /l Os. 
La culminación de estos jllegos 
es el cuarto oscuro, dOl!de la explornción 
y la búsqueda ya tienen contenidos genitales muy evidentes. 
La oscuridad, como condición necesaria 
en ese juego, nace en la medida el! que se van definiel7do 
más las capacidades gel'litales, y se ¡lace posible 
la utilización de los órgallos. 
I 
Si fl/ el comienzo 
de su vida cl llÍilo pasó del juego COIl el cuerpo 
al j I/ego CO II objetos, ahora irá abandonando 
estos objetos para orientarse Ilueval/lente 
y de U/I modo defillitivo 
hacia Sil cuerpo y el de su pareja. 
e:.'i eann- mudaT alabordedueJo. 
v. que gUllTdan al un ueles 
de Slo' ¡ :;Indo cuando ljI1 hl1Ce mucho 
utilizan PQTQ ju ar. 
A . iT de kI5 dia ti o'rotaMs la. n iria 
y d nmSn "u.<enn a mpar ' . Los var(11l M fOdct¡n de IC/"\" . 
Y j¡¡,; n¡'¡1IS de nirias, porq.a n=Í/a/l a;moa:r~ 
!f /lpn da /~ funoolll!S de cada sero, 
ANndonQ/1 pau/a.tinamenle d mundo 
* los j u ueles y frI ./n ¡llIbcr IJid, (¡;a"do 1 
s.t unat. /ns n:pcriencias I1rtrOr'CStl /J lituird" 
4 511'5 j I/liSOS can jugl/r les. 
El adolescente 
rIl.1 se c:piJe d( los 'u!/1Icles, 
' :u mund/¡idico, , infl qu hnnbiln ~ 
i . dl' :u cuttpo dI! /tiño, 
di ,~ . n . dul/o el Tl!Sultllllo dr SUCfIJifIa 
~ jo iJrfontiJ y 
.1, ~ 'TUI' lo pit¡KIftln f1Il'P UNllIl'tt<l 
rTl 'r¡ ' IU.- In Jc.1 mio-
El niño al nacer 
trajo 111 apectJllit'll del tipo 
de padres que vendrÚln a ,u rncuentro. 
La totalidlld de sus apnimdllS ron elkIs y con el mUlldo 
Mlt,,,,ina,'dn ahora u jot"1IJI de 
fI7Ihdtu Y ITCibír un hi¡O. 
I 
I 
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PAIDÓS 
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