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CAPÍTULO 4 Rinitis alérgica y su diagnóstico diferencial. Conjuntivitis alérgicas y afines María Eugenia Vicente Tobar, Alicia Torres Orgaz, Juan María Beitia Mazuecos Rinitis es la inflamación de la mucosa nasal que cursa con obs- trucción, rinorrea, estornudos y prurito nasal. Existen numerosas causas, siendo la alérgica la más conocida. ETIOPATOGENIA En la rinitis alérgica, los signos y síntomas característicos son el resultado de una respuesta de hipersensibilidad tipo 1 o inmediata, mediada por Ig E, frente a diversos alérgenos. Los alérgenos que intervienen con mayor frecuencia son los que actúan por vía inhala- toria, contactando directamente con la mucosa nasal, como póle- nes, ácaros, esporas de hongos y epitelios de animales. Esta res- puesta inmunológica consta de una fase precoz y otra tardía. La pri- mera se produce aproximadamente a los 20 minutos de la exposi- ción al alérgeno y consiste en prurito, estornudos y rinorrea. Entre 10-14 horas después del contacto ocurre la fase tardía, que se manifiesta como congestión nasal, aumento de la resistencia de las fosas nasales al flujo aéreo y rinorrea, concluyendo a las 24 horas del inicio de la reacción alérgica. La obstrucción nasal se desencadena por una serie de fenóme- nos vasculares, como son la vasodilatación y la extravasación plas- mática, que conducen a la producción de edema y secreción nasal. Esta última es consecuencia del estímulo glandular directo y de la vasodilatación aferente. Los estornudos son desencadenados por 54 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA un mecanismo reflejo tras el estímulo de los receptores nerviosos del epitelio. El prurito es el resultado de la estimulación de termina- ciones sensitivas libres adrenérgicas o colinórgicas. CLÍNICA Los síntomas principales son: obstrucción nasal, rinorrea, estornudos y prurito nasal. Éstos pueden asociarse a otros como epistaxis, anosmia, síntomas oculares (prurito, lagrimeo y enroje- cimiento conjuntival); apareciendo, en ocasiones, taita de concen- tración, irritabilidad, malestar y fatiga. Los signos clínicos que nos hacen sospechar una rinitis alérgica son: saludo alérgico {frecuente en los niños, que tienden a rascarse el apéndice nasal con el talón de la mano), surco nasal transverso (por el rascado repetido aparece una línea hipopigmentada, de dis- posición horizontal en el apéndice nasal), hábito respiratorio boquia- bierto, hiperplasia gingival, lengua geográfica, nódulos linfoides faríngeos, ojeras y eczema marginal del párpado superior, pseudo- pannus alérgico y líneas de Dennie-Morgan (doble pliegue subpal- pebral). En general, la rinitis alérgica se caracteriza por el prurito, los estornudos en salvas y la hidrorrea, mientras que el síntoma predo- minante de la rinitis no alérgica es la congestión nasal. DIAGNÓSTICO Se basa en la recogida detallada de datos en la historia clínica, la exploración física y la realización de estudios inmunológicos e ins- trumentales adecuados. A) Historia clínica: En la anamnesis los síntomas de rinitis constituyen la base fundamental para el diagnóstico. Es importante el inicio de los mismos, su frecuencia (diaria/episódica/estacional/crónica) e intensidad, sínto- mas específicos, factores precipitantes, eficacia de trata- mientos previos, antecedentes familiares, factores me- dioambientales y coexistencia de otras enfermedades alér- gicas. En la exploración física la apariencia externa de la nariz pue- de aportar datos importantes para el diagnóstico. Se valora- RINITIS ALÉRGICA Y SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL... 55 rán los signos de atopia y la exploración de la mucosa mediante rinoscopia anterior. B) Exploraciones complementarias: El prick-test es la prueba más sencilla, económica y útil para el diagnóstico de rinitis alérgica. El hemograma es útil, especialmente para detectar eosinofilia periférica. La determinación de IgE total y espe- cífica puede orientar hacia la génesis del proceso, siendo además válida esta última si existe afectación cutánea gene- ralizada que impide la realización de pruebas cutáneas, o si éstas no son concluyentes. El estudio de la (unción mucocí- liar puede ser útil en el diagnóstico de pacientes con infec- ciones recurrentes de vías altas. En algunos casos puede recurrirse a la práctica del test de liberación de histamina y test de degranulación de basófilos. C) Radiología de senos paranasales: El estudio radiológico simple es de escaso valor para el diagnóstico de una rinitis alérgica. La TAC de senos paranasales se utiliza en el estu- dio de pacientes que no responden al tratamiento o como prueba previa a la cirugía si se sospecha poliposis nasosi- nusal. D) Citología y biopsia nasal: La citología nasal es de utilidad cuando se sospecha una rinitis alérgica y las pruebas cutá- neas son negativas. La biopsia nasal es fundamental para el diagnóstico de tumores. E) Endoscopia nasal. F) Rinomanometría, rinometha acústica y pico de flujo inspira- torio nasal. Dichas técnicas valoran la permeabilidad al paso del aire a través de las tosas nasales. G) Test de provocación nasal: Consiste en la aplicación direc- ta sobre la mucosa nasal de un alérgeno, valorándose como positivo si aparecen síntomas de rinitis. Resulta de especial utilidad en el estudio de las rinitis ocupacionales (Tabla 4.1). RINITIS ALÉRGICAS O MEDIADAS POR IgE Están desencadenadas por un mecanismo de hipersensibilidad inmediata. Aparecen por exposición de la mucosa nasal a alérgenos inhalados, en pacientes previamente sensibilizados. Su prevalencia actualmente oscila entre un 15 y un 25%. Es más frecuente entre los 56 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA 15 y los 35 anos, disminuyendo su incidencia al aumentar la edad (excepcional su aparición en > 55 años). Los síntomas típicos no aparecen generalmente antes de los 4 años. Prácticamente la mitad de ellas son primaverales. Entre los afectados es mayor la frecuen- cia de antecedentes familiares de asma y de atopia. La rinitis es fac- tor de predisposición para padecer asma bronquial, y el tratamiento de la rinitis suele mejorar su control. Hay presencia de eosinofilia en el exudado nasal. a) Estacional, polinosis o antiguamente denominada fiebre del heno Es la enfermedad alérgica más frecuente (75%), con una preva- lencia del 10-15% en la población general. Ocurre por exposición a Tabla 4.1. Diagnóstico diferencial RINITIS ALÉRGICA V SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL... 57 pólenes, repitiéndose cada año los síntomas en la época de polini- zación correspondiente. Las causas más frecuentes en España son: gramíneas (75%), olea (45%) y parietaria (17%), Aparecen síntomas típicos, asociados a los conjuntivales, prurito ótico, palatino y de mentón o submentoniano. A veces pueden surgir alteraciones sistémicas: cansancio, malestar general, depresión, irritabilidad y anorexia. Otras veces se objetivan además manifesta- ciones digestivas o cuadros de anafilaxia tras la ingesta de frutas, frutos secos, infusiones (generalmente camomila) y miel (hay que evitarlos). El riesgo de que se asocie asma bronquial es de un 30%. Los pacientes con polinosis empeoran en días de viento, con las salidas al campo o tras el contacto con irritantes (humos y olores fuertes). b) Perenne Los síntomas son intermitentes o continuos, en general menos severos que en la estacional. Además, las alteraciones oculares y el prurito nasal son menos Intensos, y no suele aparecer prurito ótico, ni palatino. Los alérgenos más frecuentes son los siguientes: ácaros del polvo (proliferan en zonas húmedas y se alimentan de escamas de la piel; en zonas templadas se observa un aumento estacional de síntomas en otoño), epitelios de animales, hongos (Alternaría y Cladosporium sufren variaciones estacionales, con valores altos en verano y otoño, siendo sus esporas de menor tamaño que los póle- nes, por lo que penetran con facilidad en el árbol bronquialy ocasio- nan con mayor frecuencia que los pólenes, asma bronquial). c) Ocupacional Causada por sensibilización a partículas inhaladas presentes en el lugar de trabajo. Se supone una mayor prevalencia que en el caso del asma ocupacional, ya que muchos pacientes consideran que sus síntomas son llevaderos y demoran la consulta con el médico. A veces el mecanismo implicado suele ser IgE mediado (panaderos, industria farmacéutica, animales de laboratorio), otras veces far- macológico (diisocianato de tolueno) o irritativo. Los alérgenos más importantes son las harinas de cereales, sobre todo la de trigo. Puede preceder la rinitis a un asma ocupacional. Es típica su mejo- ría sintomática en fines de semana y en períodos de vacaciones, empeorando al volver al trabajo. 58 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA RINITIS NO MEDIADAS POR IgE Hasta un 50% de rinitis no responden a un mecanismo alérgico demostrado. INFLAMATORIAS 1. Rinitis perenne eosinofílica no alérgica (NARES) o rinitis intrínseca Es de carácter crónico, no infecciosa, sin causa conocida. Su característica fundamental es la abundancia de eosinófilos en el exudado nasal. Se diferencia de las alérgicas por su inicio en la edad media de la vida, gran obstrucción nasal, secreción acuosa, blanquecina y mucoide (siendo poco (recuentes el prurito y los sín- tomas conjuntivales). Es rara la anosmia, pero a veces el paciente desarrolla ageusia. En 1/3 de casos se asocia a hiperplasia de la mucosa nasosinusal con pólipos eosinofílicos secundarios (aumen- tan la obstrucción), que son más frecuentes en la pared lateral (alre- dedor del meato medio), pudiendo ocupar los senos, sobre todo etmoidales y maxilares. Si los pólipos se asocian a asma y a intole- rancia a AINES el cuadro se denomina tríada-ASA. Hay mejor respuesta a corticoides tópicos, e incluso sistémicos, que frente a antihistamínicos y cromoglicato. 2. Pólipos nasales Pueden ser eosinofílicos (80%) o neutrofílicos (20%). Se dan con mayor frecuencia en varones, pero en la tríada ASA aparecen difusos y con ligero predominio en mujeres. El porcentaje de neutrófilos depende del mayor o menor grado de sobre infección, pero si aparecen en la infancia, es obligado descartar fibrosis quística. El tratamiento con corticoides tópicos nasales mejora los sínto- mas, reduce su tamaño y evita recidivas, en tanto que los corticoi- des sistémicos se utilizan habitualmente como un paso previo a la cirugía para reducir la masa del pólipo. 3. Rinitis infecciosas Al inicio son clínicamente indiferenciables de las alérgicas, aunque después pueden sobreinfectarse, apareciendo rinorrea purulenta. RINITIS ALÉRGICA Y SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL... 59 Agudas: 1) Víricas: rinovirus y otros (VRS, adenovirus, influen- za y parainfluenza). 2) Bacterianas: generalmente secundarias a rinitis viral o sinusitis, siendo los agentes más frecuentes neumoco- co y haemophilus influenza. Cursan con obstrucción nasal, rinorrea mucopurulenta, presencia de costras en el vestíbulo nasal y dolor facial. Crónicas: Son poco frecuentes en países desarrollados, pero en nuestro medio hay que sospechar inmunodeficiencia congénita o adquirida, sobre lodo si los causantes son gérmenes oportunistas (Candida, Aspergillus). a) Gérmenes específicos Sífilis, tuberculosis, rinitis diftérica crónica, rinoesclerema (Klebsiella rhinoescleromatis), lepra. b) Hongos y levaduras Aspergillus y Candida pueden causar infección crónica nasal y de los senos paranasales. Deben tenerse en cuenta en inmunode- primidos, y sobre todo en pacientes con SIDA. c) Inmunodeficiencias humorales La rinitis suele ser la primera manifestación clínica. • ID común variable. • Déficit de IgA: Es la ID congénita más frecuente, favorece infecciones respiratorias de vías altas y la aparición de patolo- gía alérgica. Conviene tenerla presente en niños. • Déficits selectivos de subclases de Ig G. d) Anomalías del aclaramiento mucociliar • Primarias: síndrome de Kartagener (sinusitis con poliposis, bronquiectasias, situs inverso, anomalías en la motilidad ciliar), Síndrome de Young (moco muy viscoso, azoospermia, polipo- sis nasal). • Secundarias: Son más frecuentes por cuadros infecciosos, fundamentalmente de origen vírico. 60 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA 4. Rinitis granulomatosas • Granulomatosis de Wegener y granuloma de la línea media. Etiología desconocida. Lesiones ulceradas, obstructivas y des- tructivas en cavidad nasal y senos. Diagnóstico por biopsia: vasculitis con necrosis, ulceración, granulomas epitelioides y necrosis fibrinoide. • Sarcoidosis: Típicas pápulas o nódulos en piel nasal y engra- samiento de la mucosa anterior de la cavidad. Biopsia: granu- lomas de histiocitos, células gigantes multinucleadas y necro- sis focal. • Tuberculosis: Afecta a la parte anterior del tabique y cornetes. En la mucosa se ven nódulos eritematosos que obstruyen la luz nasal. Biopsia: granulomas de células epitelioides, células gigantes de Langerhans y áreas de necrosis caseosa. 5. Rinitis atrófica primaria Es crónica y rara en países desarrollados. Se caracteriza por atrofia de las estructuras nasales, ocasionando gran aumento de su calibre interno, con sequedad y costras, que se infectan originando mal olor (ocena). De etiología desconocida, aunque se han aislado bacterias en cultivos. Biopsia: metaplasia escamosa, reducción del tejido conectivo submucoso, fibrosis y obliteración de vasos. Hay que diferenciarla de las secundarias: granulomatosis, radio- terapia, traumatismos. 6. Mastocitosis nasal Inicio a cualquier edad. Se caracteriza por rinorrea y obstrucción. Diagnóstico con biopsia: proliferación de mastocitos en mucosa nasal. NO INFLAMATORIAS: 1. Rinitis vasomotora, colinérgica, idiopática o perenne no alérgica no eosinofílica Es más frecuente en mujeres de edad media. Su patogenia es desconocida. Existe una hipertonía colinérgica, que origina una des- RINITIS ALÉRGICA Y SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL… 61 carga acuosa y vasodilatador mucosa, Se caracteriza por una res- puesta nasal exagerada frente a estímulos inespecíficos: cambios de temperatura corporal o de postura, ansiedad, estrés, olores fuertes, vapores y humos, aire acondicionado, corrientes de aire, etc. Tiene un inicio brusco y rápido, con episodios recortados. Predominan las salvas de estornudos e intensa hidrorrea. Las pruebas cutáneas son negativas, la Ig E total normal, y en el exudado nasal hay ausencia de inflamación y de eosinófilos, siendo el diagnóstico de exclusión. Es de difícil tratamiento, siendo fundamental evitar los factores pre- cipitantes. Pueden ser útiles los anticolinérgicos tópicos (bromuro de ipratropio), vasoconstrictores generales, corticoides nasales y menos, los antihistamínicos. 2. Rinitis medicamentosa o yatrógena Causada por uso o abuso de fármacos. Inicialmente la muco- sa es pálida y después atrófica, eritematosa y con costras. Biopsia con pérdida de cilios, metaplasia escamosa y fibrosis. Sus causas son: • Abuso de descongestionantes tópicos (aminas simpaticomi- méticas e imidazoles) que en lugar de vasoconstricción pro- ducen vasodilatación de rebote por un uso prolongado, origi- nando mayor obstrucción nasal. • Medicación sistémica: hipotensores parasimpaticomiméticos (hidralacina, metildopa y reserpina), betaestimulantes (salbu- tamol y terbutalina), lECAs, psicofármacos (haloperidol), anti- conceptivos orales y fármacos que actúan por mecanismo idiosincrático (aspirina y otros AINES). • Abuso de otras sustancias: cocaína, alcohol y nicotina. El tratamiento consiste en retirar el agente causal y administrar corticoides tópicos. 3. Rinitis endocrina u hormonal Asociada a hipotiroidismo, acromegalia, gestación, anticon- ceptivos orales, menopausia, senectud, etc. Mecanismo descono- cido. 62 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCJÓN PRIMARIA RINITIS DE CAUSAANATÓMICA Si el síntoma fundamental en una rinitis es la obstrucción nasal, hay que pensar en una causa anatómica. Es frecuente su aso- ciación a rinitis agudas infecciosas recurrentes. El tratamiento es quirúrgico. 1. Atresia de coanas Si es bilateral origina síntomas al nacimiento, al no poder el bebé lactar y respirar, requiriendo corrección quirúrgica en las primeras 48 horas de vida. Si es unilateral puede no detectarse hasta la edad adulta. 2. Hipertrofia adenoidea Es la causa más frecuente en niños de rinitis anatómicas. Ocasiona obstrucción nasal y secundariamente catarros recurren- tes. Si origina otitis serosas medias de repetición, se debe conside- rar la cirugía. 3. Desviación del tabique nasal Muy frecuente, ocurre por alteración del desarrollo óseo, del cre- cimiento o después de traumatismos. El síntoma fundamental es la obstrucción nasal, y si compromete el paso del aire, se ha de corre- gir quirúrgicamente. 4. Hipertrofia de cornetes 5. Tumores Aunque raros, conviene no olvidarlos. OTRAS: 1. Rinorrea de LCR Tras fractura traumática de la lámina cribosa del etmoides. Se caracteriza por la aparición de rinorrea acuosa (licuorrea), con fre- RINITIS ALÉRGICA Y SU DIAGNOSTICO DIFERENCIAL… 63 cuencia unilateral, que se diferencia del moco nasal por su conteni- do en glucosa. El tratamiento es quirúrgico. 2. Rinitis por cuerpo extraño Más frecuente en niños. Sospecharla ante rinorrea purulenta y maloliente unilateral. TRATAMIENTO: 1. Medidas de desalergenización • Antiácaros: en el domicilio evitar alfombras, moquetas y estan- terías con libros, efectuando una limpieza frecuente con aspiradora y trapo húmedo o «bayetas atrapapolvo», evitando el contacto con animales de pelo o plumas. • Antipolen: en épocas de polinización evitar actividades al aire libre, viajar con las ventanillas del coche cerradas, usar gafas de sol, no realizar ejercicio violento al aire libre, mantener las ventanas cerradas por la noche y usar aire acondicionado con filtros adecuados. 2. Inmunoterapia Constituye en la actualidad el único tratamiento etiológico de las enfermedades alérgicas. Está indicada en sujetos atópicos con pre- dominio de un componente Ig E mediado, cuyos síntomas no se controlan con medidas ambientales y con el tratamiento habitual, en los que se ha demostrado una relación etiológica clara de los sínto- mas con el alérgeno. 3. Tratamiento farmacológico sintomático • Antihistamínicos: Son la base del tratamiento sintomático. Muy eficaces para controlar la rinorrea, los estornudos y el prurito nasal; escaso efecto frente a la obstrucción nasal. • Vasoconstrictores: Alivian la congestión por vasoconstricción y disminución del edema de la mucosa. Se pueden emplear los tópicos (oximetazolina, ximetazolina) u orales (efedrina, pseudoefedrina), durante un breve periodo de 4-5 días. 64 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA • Corticosteroides tópicos: Muy eficaces frente a la obstrucción, disminuyendo la inflamación, la permeabilidad capilar y el ede- ma de mucosas. Entre los más utilizados están el acetónido de triamcinoIona, la mometasona, la budesonida y la fluticasona. • Corticoides sistémicos: No indicados en casos leves-modera- dos. Si hay síntomas persistentes pueden utilizarse en trata- mientos cortos a dosis bajas. • Bromuro de ipratropio: Anticolinérgico eficaz en el control de la hidrorrea. • Inhibidores de cisteinil-leucotrienos (zafirlukast, montelukast): Pueden ser útiles para el bloqueo y la congestión nasal, pero aún no hay evidencias suficientes que justifiquen su empleo. 4. Tratamiento farmacológico profiláctico • Cromoglicato sódico: estabilizador de la membrana del masto- cito. Eficaz como preventivo usado de forma continuada. Constituye el tratamiento de elección en niños pequeños. • Nedocromil sódico: estabilizador de la membrana del mastoci- to. No disponible por vía tópica nasal, pero sí en colirios. • Ketotifeno: propiedades básicamente antihistamínicas, aunque también posee un efecto estabilizador de la membrana de los mastocitos. CONJUNTIVITIS Definición: La conjuntivitis alérgica es un proceso inflamatorio bilateral, recidivante y crónico que se manifiesta por prurito intenso, lagrimeo, edema y congestión de la conjuntiva. Fisiopatología: No establecida en todas; se ha demostrado hipersensibilidad mediada por IgE en alguna de las conjutivitis alér- gicas, mientras que en otras se produce una hipersensibilidad retardada de tipo celular. Clasificación 1. Rinoconjuntivitis alérgica estacional Reacción de hipersensibilidad mediada por IgE, producida por alérgenos específicos (pólenes, ácaros, etc.). Suele asociarse a rini- RINITIS ALÉRGICA V SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL... 65 tis y asma. El síntoma principal es el prurito acompañado de edema, hiperemia y reacción papilar leve en la conjuntiva tarsal superior. El tratamiento consiste en evitar el contacto con el alérgeno; en formas estacionales, tratamiento prolongado con estabilizadores de masto- citos (nedocromil, cromoglicato, etc.) o antihistamínicos tópicos; con rinitis u otras afectaciones sistémicas concomitantes se usan antihis- tamínicos orales (fexofenadina, loratadina, cetirizina, ebastina). 2. Queratoconjuntivitis atópica Es una patología alérgica grave con afectación coniuntival y cor- neal, asociada a dermatitis atópica. Aparecen prurito, costras y eri- tema, destacando la fotofobia, que indica afectación corneal. En casos graves pueden desarrollarse cicatrices corneales, queratoco- nos e incluso cataratas. A diferencia de la rinoconjuntivitis alérgica estacional suelen ser necesarios los corticoides tópicos, preferente- mente en tratamientos cortos. Como terapéutica de mantenimiento se utilizan antihistamínicos o nedocromil. 3. Queratoconjuntivitis vernal Aparece en la preadolescencia y es activa durante 5-10 años, antes de mejorar de forma gradual. Típica de climas templados y secos. Hay dos formas clínicas que pueden coexistir, una con afec- tación palpebral y otra con compromiso limbar. Durante la fase agu- da se trata con corticoides tópicos. El tratamiento de mantenimien- to es a base de antihistamínicos. antiinflamatoria no esteroideos y estabilizadores de mastocitos. 4. Conjuntivitis papilar gigante Inflamación crónica de la conjuntiva tarsal (hiperémica y engro- sada con papilas de hasta 3 mm), habitualmente en portadores de lentes de contacto. El tratamiento consiste en retirar el cuerpo extra- ño, extremar las medidas higiénicas y reintroducir la lente tras ciclos cortos de corticoides tópicos y estabilizadores de mastocitos. 5. Alergia de contacto Reacción de hipersensibilidad retardada de tipo IV mediada por linfocitos, debido generalmente a la utilización de colirios anestési- 66 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA cos, antibióticos y cosméticos. Produce escozor intenso, quemazón, fotofobia y secreción acuosa abundante. El tratamiento consiste en identificar y retirar el alérgeno. La afectación conjuntival se trata con antihistamínicos tópicos. BIBLIOGRAFÍA Bielory L Allergic and immunologyc disorders of the eye. En: Middleton E. J ef al. Allergy. Principles and practice. vol II. 5.a edic. St. Louis, Missouri; Mosby-Year Book Inc. 1998; 1148-1161. Foster CS. The pathophysiology of ocular allergy: current thinking. Allergy, 1995; 50: 6-9 (discusión), 34-38. López M.a C Barranco P, Fiandor AM.a, Martínez F. Rinitis alérgica. En: Tratado de alergología e inmunología clínica, tomo IV (Alergología Clínica II): Madrid: Luzán 5, 1986; 149-209. López M.a C. Rinitis. En: Feo F. (ed.) 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