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104 Capítulo 6 FLUJO DE ENERGÍA EN LA VIDA DE UNA CÉLULA reactivos productos consumo de energía + + FIGURA 6-4 Reacción endergónica Combustión de glucosa (azúcar): una reacción exergónica alto bajo avance de la reacción contenido energético de las moléculas energía de activación necesaria para encender la glucosa liberación de energía al quemar glucosa glucosa + O2 CO2 � H2O FIGURA 6-6 Relaciones energéticas en las reacciones exergónicas Una reacción exergónica (“cuesta abajo”), como la “combustión” del azúcar, procede de reactivos de alta energía (aquí, glucosa y O2) hacia productos de baja energía (CO2 y H2O). La diferencia de energía entre los enlaces químicos de los reactivos y de los pro- ductos se libera en forma de calor. Sin embargo, para iniciar la reacción se requiere un aporte inicial de energía, la energía de activación. PREGUNTA: Además de calor y luz solar, ¿cuáles son algunas otras fuentes potenciales de energía de activación? En cambio, una reacción es endergónica (en griego “ener- gía que entra”, con el prefijo “endo—“ que significa “aden- tro”) si requiere una entrada neta de energía, es decir, si los productos contienen más energía que los reactivos. De acuer- do con la segunda ley de la termodinámica, las reacciones endergónicas requieren un aporte neto de energía de alguna fuente externa (FIGURA 6-4). Para iniciar todas las reacciones químicas requieren energía de activación Aunque en general la combustión de azúcar libera energía, una cucharada de azúcar no arde por sí sola. Esta observación nos lleva a un importante concepto: todas las reacciones quí- micas, incluso aquellas que pueden continuar espontánea- mente requieren un aporte inicial de energía para ponerse en marcha. Piensa en una roca que está en la cima de una colina. Permanecerá ahí de manera indefinida hasta que algo le dé el empujón para que comience a rodar cuesta abajo. En las reac- ciones químicas, este aporte inicial de energía o “empujón” se denomina energía de activación (figura 6-6). Las reacciones químicas requieren energía de activación para ponerse en marcha, ya que una capa de electrones con carga negativa rodea todos los átomos y las moléculas. Para que dos molécu- las reaccionen entre sí, es preciso juntar sus capas de electro- nes, a pesar de su mutua repulsión eléctrica. Forzar a las capas de electrones a que se junten requiere energía de activación. La fuente más común de energía de activación es la ener- gía cinética de las moléculas en movimiento. Si las moléculas se mueven con suficiente rapidez, chocarán con la fuerza necesaria para hacer que sus capas de electrones se unan y reaccionen. Puesto que las moléculas se mueven con mayor rapidez conforme se incrementa la temperatura, casi todas las reacciones químicas se efectúan más fácilmente a tempe- raturas altas. El calor inicial proporcionado por una flama que enciende el azúcar permite que se pongan en marcha tales reacciones. Entonces, la combinación del azúcar con el oxíge- no libera suficiente calor para mantener la reacción y ésta continúa de forma espontánea. Pensemos ahora en cómo encendemos un cerillo. ¿De dónde proviene el calor que ini- cia esa reacción? ¿Qué tan adecuada es la energía de activa- ción generada en el cuerpo para hacer que el azúcar se “encienda”? Ten en cuenta esta pregunta; encontrarás la res- puesta un poco más adelante en este capítulo. liberación de energía C6H12O6 O2 (glucosa) (oxígeno) � 6 CO2 (dióxido de carbono) 6 H2O (agua) � FIGURA 6-5 Combustión de glucosa Veamos dos procesos que ilustren ambos tipos de reaccio- nes: la combustión de azúcar y la fotosíntesis. Las reacciones exergónicas liberan energía En una reacción exergónica, los reactivos contienen más energía que los productos. El azúcar, que los cuerpos de los corredores utilizan como combustible, contiene más energía, que el dióxido de carbono y el agua que se producen cuando ese azúcar se descompone. La energía extra se libera como movimiento muscular y calor. El azúcar también puede arder, como todo cocinero sabe. Cuando el azúcar (por ejemplo, la glucosa) se quema con una flama, experimenta las mismas reacciones básicas que cuando se quema en el cuerpo del corredor: el azúcar (C6H12O6) se combina con oxígeno (O2) para producir dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O), libe- rando energía como se muestra a continuación (FIGURA 6-5). Puesto que las moléculas de azúcar contienen mucho más energía que las moléculas de dióxido de carbono y agua, la reacción libera energía. Una vez encendida, el azúcar seguirá ardiendo de manera espontánea. Podría ser útil pensar que las reacciones exergónicas proceden “cuesta abajo”, de alta ener- gía a baja energía, como se muestra en la
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