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¿CÓMO SABEMOS QUE HA HABIDO EVOLUCIÓN? 287 especialmente potente es la capacidad para determinar rápi- damente la secuencia de nucleótidos en una molécula de DNA. En la actualidad los biólogos pueden comparar el DNA de di- ferentes organismos. Estas comparaciones han puesto al des- cubierto las semejanzas bioquímicas que aportan quizás la evidencia más sorprendente de la relación evolutiva entre di- ferentes organismos. Tanto las estructuras anatómicas homó- logas como las moléculas homólogas ponen de manifiesto el parentesco. Una característica particularmente útil de las comparacio- nes moleculares es que pueden revelar el parentesco de orga- nismos que no poseen estructuras anatómicas en común. Por ejemplo, la proteína citocroma c está presente en las células de todas las plantas, los animales y en muchos organismos unice- lulares y desempeña la misma función en todos ellos. Esta pre- sencia difundida de una proteína específica es una excelente evidencia de que estos organismos tan diversos comparten un antepasado común que tenía citocroma c en sus células. Un examen más profundo a nivel del DNA que codifica la citocroma c indica que las diferencias entre organismos son tan reveladoras como las semejanzas (véase los capítulos 9 y 10 para obtener información sobre el DNA y cómo codifica las proteínas). Por ejemplo, la secuencia de nucleótidos de DNA del gen de la citocroma c en los humanos es muy simi- lar a la secuencia de la citocroma c en los ratones, pero unos cuantos nucleótidos (alrededor del 10% del total) difieren en- tre las dos especies (FIGURA 14-11). Estas diferencias, sin las cuales las secuencias serían idénticas, muestran que los huma- nos y los ratones comparten un antepasado común, pero que el gen de la citocroma c que cada uno heredó de un antepasa- do común ha cambiado un poco a lo largo del tiempo en que las dos especies han evolucionado por separado. En especies relacionadas de forma más distante, el número de diferencias es mayor. Por ejemplo, en una comparación de los genes de la citocroma de los humanos y el maíz, aproximadamente un tercio de los nucleótidos difieren. a) b) c) FIGURA 14-10 Las etapas embrionarias ponen al descubierto relaciones evolutivas Etapas embrionarias tempranas de a) un lémur, b) un cerdo y c) un ser humano presentan características anatómicas sorprendentemente similares. A A T T G G G G G G T T G G A A T T G G T T T T G G A A G A A A A A A A G G G G C C A A A A G G A A A A G G A A T T T T T T T T T T A G T T T T A C T A G G A A A A G G T T G G T T T G C C C C C C A A G G T T G G C C C C A A C C A A C C C T G G T T T G G G A A A A A A A A G G G G G G A A G G G G C C A A A A G G C C A A C T A A A A G G A A C C T T G G G G G A C C C C A A A A A A T T C C T T C C C C A A T C G G G G T T C C T T C G T T T T T C G G G G G G C C G G G G A A A A G G A A C C A A G G G G T C C C A A G G G G C C C T C G C C T T G G G G A A T T A T C C T T C C T T T T A A C C A A C C A A G G C A C T G G C C C C A A A A T C A A A A G G A A A A C C A A A A A A G G G G C C A A T T C C A A T C C C T T G G G G G G G G A A G G A A G G G G A A T T A A C C A C C C T T G G A A T T G G G G A A G G T T A A T T T T T T G G G G A A G G A A A A T T C C C C C C A A A A G A A A A A G G T T A A C C A A T T C C C C C C T T G G G G A A A A C C A A A A A A A A A A T T G G A A T T C C T T T T T C G G T C C T G G G G C A A A T T T T A A A A G G A A A A G G A A A A G G G G A G A A G G A A A A A A G G G G G G C C A A G G A A C C T C T T A A T T A A G G C C T T T T A A T T C C T T C T A A A A A A A A A A A A A G G G T T A A C C T T A A A A T T G G A A G G humano ratón humano ratón humano ratón humano ratón humano ratón humano ratón humano ratón humano ratón FIGURA 14-11 La semejanza molecular pone de manifiesto las relaciones evolu- tivas Las secuencias de DNA de los genes que codifican la citocroma c en un humano y en un ratón. De los 315 nucleótidos en el gen, 30 (resaltados en azul) difieren entre las dos especies.
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