Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
¿QUÉ SUCEDE CUANDO EL SISTEMA INMUNITARIO NO FUNCIONA CORRECTAMENTE? 733 siva o si los microbios producen subproductos particularmen- te tóxicos, las defensas no específicas podrían traspasarse y la respuesta inmunitaria podría llegar demasiado tarde. Además, algunos organismos patógenos han desarrollado ingeniosas defensas que les ayudan a evadir al sistema inmunitario. Por ejemplo, el parásito de la malaria pasa por tres etapas de su complejo ciclo de vida dentro de los humanos, pero cada eta- pa expone diferentes antígenos por muy poco tiempo para que el sistema inmunitario realice un ataque efectivo. Los antibióticos son medicamentos que retardan el creci- miento y la multiplicación de muchos organismos patógenos, entre ellos, bacterias, hongos y protistas (pero no de los virus). Aunque los antibióticos por lo regular no destruyen a todos y cada uno de los microbios, dan al sistema inmunitario el tiem- po suficiente para terminar la tarea. Sin embargo, un problema de los antibióticos es que son potentes agentes de selección natural (véase el capítulo 15). De vez en cuando aparecen mi- crobios mutantes que son resistentes al antibiótico y transmiten a su progenie el gen o los genes de su resistencia. El resultado es que los mutantes resistentes proliferan, mientras que los mi- crobios susceptibles se extinguen. Tarde o temprano, muchos antibióticos pierden su eficacia para tratar enfermedades, y los investigadores médicos trabajan continuamente para desarro- llar otros nuevos. Hasta hace muy poco, casi nada podía hacerse respecto a las infecciones virales, más allá de tratar los síntomas y abrigar la esperanza de que el sistema inmunitario saliera victorioso. En la actualidad se dispone de fármacos que atacan a los virus en diferentes etapas de su ciclo infeccioso, lo que incluye su adhesión a la célula huésped, la duplicación de partes virales utilizando la maquinaria celular del huésped, el ensamblaje de los virus dentro de la célula huésped, y la liberación de incon- tables virus en el líquido intersticial, lo que les permite infec- tar nuevas células. Los medicamentos antivirales no se prescriben para la mayoría de los virus, pero se utilizan para tratar el VIH, graves infecciones provocadas por el virus del herpes y, en algunos casos, el virus de la gripe (véase “Guar- dián de la salud: El combate a la influenza: ¿Es inminente una pandemia de gripe aviar?”). 36.5 ¿QUÉ SUCEDE CUANDO EL SISTEMA INMUNITARIO NO FUNCIONA CORRECTAMENTE? Las alergias son respuestas inmunitarias mal dirigidas Cuando un compañero de clase estornuda cerca de nosotros, tenemos la leve esperanza de que simplemente sea alérgico a algo que flota en el aire, en vez de estar contagiado con gripe. Más de 35 millones de estadounidenses padecen alergias Una reacción alérgica comienza cuando un antígeno (como el polen) entra en el cuerpo y una célula B que porta un anti- cuerpo a alguna molécula en la superficie del polen lo recono- ce. Esta célula B prolifera y produce células plasmáticas que generan “anticuerpos alérgicos” contra los antígenos del polen. Los anticuerpos se unen a las membranas plasmáticas de los mastocitos, preparándolas para responder a posteriores exposi- ciones a los antígenos mediante la liberación de histamina (FI- GURA 36-13). La histamina causa inflamación (véase la figura 36-5) y, en las vías respiratorias, una mayor secreción de muco- sidad. Puesto que las sustancias que flotan en el aire, como los granos de polen, suelen entrar en la nariz y la garganta, las reac- ciones alérgicas resultantes a menudo incluyen el flujo nasal, los estornudos y la congestión de la “fiebre del heno”. Si una persona sufre excesivamente de alergias, particular- mente al polen o al veneno de abeja o de avispa, es candida- ta a recibir inyecciones contra las alergias, también conocidas como vacunas contra las alergias, que gradualmente “entre- nan” al sistema inmunitario a ignorar alérgenos específicos. El tratamiento comúnmente consiste en una serie de inyecciones de pequeñas y crecientes cantidades de alérgeno purificado. Finalmente, los síntomas alérgicos ceden, y los efectos benéfi- cos pueden durar varios años. Aunque se desconoce el meca- Las células plasmáticas producen anticuerpos de alergia. 2 La unión del polen estimula a los mastocitos a liberar histamina, desencadenando la respuesta inflamatoria. 5 La reexposición al polen da por resultado la unión del polen a anticuerpos de alergia en los mastocitos. 4 Los anticuerpos de alergia se unen a los mastocitos. 3 La primera exposición al polen estimula las células B para que produzcan células plasmáticas “de alergia”. 1
Compartir