Planteamiento del Problema de Investigación violencia digital

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Planteamiento del Problema de Investigación
México al igual que otras partes del mundo, cuenta con problemas sociales, que a pesar de los años no se les ha podido dar solución. La Pandemia del Covid-19 ha venido a incrementar estos problemas sociales, y uno de ellos es la violencia que ha elevado sus cifras en cuanto a víctimas que pueden sufrir algún tipo de acoso o daño.
Actualmente las familias han tenido que adaptar su espacio de trabajo y sus actividades dentro de su hogar, de igual manera algunos integrantes de familia se han visto afectados en la situación económica. Este tipo de circunstancias han provocado diferentes emociones como frustración, estrés, miedo que se han visto reflejadas en agresiones hacia un miembro de la familia.
De hecho la Red Nacional de Refugios ha realizado una investigación en la que da a conocer como la violencia intrafamiliar y de género se ha incrementado en estos tiempo de confinamiento, compartiendonos cifras como las siguientes:
De enero a julio de 2020 se registraron 549 feminicidios. En siete meses, se iniciaron 123 mil 927 carpetas de investigación por violencia familiar, pero tan sólo en el mes de julio aumentaron las denuncias en un 3.7% con respecto a las registradas en junio, que fue de 18,882². Por su parte, los servicios de atención a mujeres sobrevivientes de violencias, como los refugios se han visto rebasados ante el incremento de la demanda de espacios de protección para las mujeres, sus hijas e hijos.
Las Organizaciones Feministas y de la Sociedad Civil que somos quienes hemos estado en la primera línea para atender las violencias contra las mujeres, niñas y niños como la Red Nacional de Refugios (RNR) hemos registrado también un incremento en las violencias familiares y de género atendiendo a nivel nacional de marzo a julio a 23 mil 303 mujeres, niñas, niños y adolescentes a través de los Refugios Integrantes, sus Centros de Atención Externa, Casas de Emergencia, Casas de Transición, redes sociales y líneas de atención telefónica a quienes se les acompañó integralmente. Representando un incremento del 71% de las personas atendidas en el mismo periodo del año 2019. (Red Nacional de Refugios,2020)
Tomando en cuenta los datos anteriores México demuestra ser un país con altos índices de violencia y como se puede observar se resaltan las cifras en la violencia de género, gracias a esto es susceptible a que surjan nuevas formas de violentar la integridad y la dignidad de las mujeres mexicanas, pues no conformes con el hecho de que se violenta diariamente a miles de mujeres de manera física, psicológica y emocional. La alerta se potencializa por el confinamiento, expertas en estudios de género como Anayeli Pérez Garrido, María Elena Morera y Marcela Eternod coinciden en que la violencia contra las mujeres es una problemática histórica que se agudiza por el impacto económico y social del aislamiento.
Conforme pasa el tiempo se ha podido observar que se han puesto en práctica diversas formas de realizar algún tipo de violencia, el aumento en el uso de las tecnologías ha denotando el incremento de otro tipo de violencia de la cual poco se conoce, la ciberviolencia que trasladándose al campo de la violencia de género se ha identificado como problemática la ciberviolencia de índole sexual, que en este trabajo denominamos de género. Los ciberataques de género tienen como objetivo una persona, en este caso una mujer, sin embargo estos ataques producen un impacto sobre todas, lo que refuerza el sentido de vulnerabilidad social que tienen frente a los hombres. 
La ciberviolencia en la actualidad ha tomado fuerza gracias a la facilidad de acceso a internet siendo perjudicial para la sociedad ya que somos una sociedad sedentaria que prefiere pasar horas detrás de una pantalla y socializar por medio de redes sociales.
De acuerdo con el estudio Digital 2020 Global Digital Overview realizado en enero por We are Social y Hootsuite 2.449 millones de usuarios están activos en Facebook, 1.000 millones están activos en Instagram, 339 millones en Twitter, 381 millones en Snapchat, 800 millones en Tik Tok, 1.600 millones en Whatsapp. Cifras realmente alarmantes, ya que en redes sociales hay contenido de todo tipo, la privacidad realmente no existe y estamos expuestos a todo. 
Como ya se ha indicado, una de las cosas más alarmantes de internet en los últimos años ha sido la ciberviolencia de género, violencia que ha llevado a las mujeres a quitarse la vida, encerrarse en casa y tener miedo, pues el hecho de que exista tanta afluencia de personas en las redes, agrava la problemática y deja expuestas a más personas de sufrir ciberviolencia. 
En la actualidad ya existen leyes que castigan este tipo de violencia pero la falta de difusión ha llevado a las víctimas a no hacer nada o creer que no existe solución para la situación que presentan. Se considera importante que se tenga acceso a información que respalda este tipo de casos y que sea de su conocimiento que se han implementado leyes que protegen los derechos de la mujer en este tipo de violencia.
De acuerdo al problema social que acontece en nuestro país, es que se plantea como objetivo principal de esta investigación dar a conocer las distintas estrategias que implementan los colectivos feministas para la difusión e impulso de la Ley Olimpia, la cual establece un conjunto de reformas legislativas que tienen como prioridad dar a conocer la existencia de la ciberviolencia de género y sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas, en especial de las mujeres, a través de medios digitales.
Para poder cumplir con el objetivo principal de esta investigación consideramos esencial plantearnos distintas vertientes conocidas como objetivos específicos, que apoyen y respalden la información recabada, y las cuales ayudarán a generar un análisis posteriormente.
· Exponer las repercusiones a las que se enfrentan las mujeres involucradas en la ciberviolencia.
· Identificar las motivaciones que han llevado a la denuncia de la ciberviolencia de género.
· Determinar si las legislaciones que tipifican como delito la ciberviolencia sexual han ayudado a disminuir los casos.