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La glándula submandibular ocupa casi todo el triángulo submandibular (figs. 9-6 y 9-8 C). Se palpa como una masa suave inferior al cuerpo de la mandíbula, especialmente cuando se empuja la lengua contra los dientes incisivos maxilares. Los nódulos linfáticos submandibulares se sitúan superficiales a la glándula y, si están hipertrofiados, pueden palparse moviendo los dedos desde el ángulo de la mandíbula a lo largo de su borde inferior (fig. A9-1 D). Si se continúa hasta que los dedos se sitúan por debajo del mentón, en el triángulo submentoniano pueden palparse los nódulos linfáticos submentonianos agrandados. El sistema arterial de la carótida se localiza en el triángulo carotídeo. La vaina carotídea puede trazarse mediante una línea que une la articulación esternoclavicular a un punto en la línea media entre el proceso mastoides y el ángulo de la mandíbula (fig. A9-1 C). El pulso carotídeo puede palparse poniendo los dedos índice y medio en el cartílago tiroides apuntando posterolateralmente entre la tráquea y el ECM. El pulso se palpa justo medial al ECM. ESTRUCTURAS PROFUNDAS DEL CUELLO Las estructuras profundas del cuello son los músculos prevertebrales, localizados posteriormente en las vísceras cervicales y anterolaterales a la columna vertebral, y las estructuras localizadas en el lado cervical de la apertura torácica superior, la raíz del cuello (fig. 9-10). 1142 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-10. Músculos prevertebrales. A y B) Vista general. C) Inserciones de los músculos a las vértebras cervicales. C) En la región cervical lateral. ECM, esternocleidomastoideo. Músculos prevertebrales Los músculos prevertebrales anterior y lateral, constituidos por los músculos largo del cuello y largo de la cabeza, el recto anterior de la cabeza y el escaleno anterior, se sitúan directamente posteriores al espacio retrofaríngeo (v. fig. 9-2). Los músculos vertebrales laterales, constituidos por los músculos recto lateral de la cabeza, esplenio de la cabeza, elevador de la escápula y escalenos medio y posterior se sitúan posteriores al plano vasculonervioso de los plexos cervical y branquial y la arteria subclavia; salvo el recto lateral de la cabeza, que se sitúa en el suelo de la región cervical lateral. Los músculos prevertebrales están ilustrados y descritos en la figura 9-10 A y C y la tabla 9-5. TABLA 9-5. MÚSCULOS PREVERTEBRALES 1143 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Raíz del cuello La raíz del cuello es la zona de unión entre el tórax y el cuello (fig. 9-11 C). El límite inferior de la raíz del cuello está formado lateralmente por el 1.er par de costillas y sus cartílagos costales, anteriormente por el manubrio del esternón y posteriormente por el cuerpo de la vértebra T1. Aquí solo se describirán los elementos vasculonerviosos de la raíz del cuello; las estructuras viscerales se describen más adelante en este mismo capítulo. ARTERIAS DE LA RAÍZ DEL CUELLO El tronco braquiocefálico, cubierto anteriormente por los músculos esternohioideo y esternotiroideo, es la rama más grande del arco de la aorta. Se origina en la línea media, posterior al manubrio, pasa superolateralmente hacia la derecha y se divide posterior a la articulación esternoclavicular (EC) derecha, en las arterias carótida común derecha y subclavia derecha (fig. 9-11 A a D). Las arterias subclavias irrigan los miembros superiores y sus ramas van al cuello y el encéfalo. La arteria subclavia derecha se origina en el tronco braquiocefálico y la arteria subclavia izquierda se origina en el arco de la aorta (fig. 9-11 A a D). Sus recorridos en el cuello se inician posteriormente a las respectivas articulaciones EC cuando ascienden a través de la apertura torácica superior. Las arterias se arquean superolateralmente y se extienden entre su origen y el borde medial del músculo escaleno anterior. A medida que las arterias empiezan a descender, corren profundas a la mitad de las 1144 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org clavículas y cruzan la superficie superior de la 1.a costilla. En el borde externo de la 1.a costilla su nombre cambia al de arterias axilares. Con propósitos descriptivos, el músculo escaleno anterior divide cada arteria subclavia en tres porciones: la primera porción es medial al músculo; la segunda, posterior a él y la tercera, lateral al mismo (fig. 9-11 A y C). Las pleuras cervicales, los vértices de los pulmones y los troncos simpáticos se sitúan posteriores a esta porción de las arterias (fig. 9-11 C). Las ramas de la arteria subclavia son (fig. 9-11 A a C): La arteria vertebral, la arteria torácica interna y el tronco tirocervical de la primera porción de la arteria subclavia. El tronco costocervical, de la segunda porción de la arteria subclavia. La arteria dorsal de la escápula, que a menudo se origina de la tercera porción de la arteria subclavia. 1145 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1146 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-11. Raíz del cuello y región prevertebral. A) Ramas de la arteria subclavia. La arteria subclavia tiene tres porciones respecto al músculo escaleno anterior: (1) medial, (2) posterior y (3) lateral. B) Vista general de las arterias de la cabeza y el cuello Raíz del cuello y región prevertebral. C) Disección de la raíz del cuello Raíz del cuello y región prevertebral. D) Tronco y plexos arteriales 1147 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org simpáticos. La porción cervical de la arteria vertebral se origina en la primera porción de la arteria subclavia y asciende por el espacio piramidal formado entre los músculos escalenos y largos (fig. 9-10 A). La arteria pasa después a través de los forámenes transversos de las vértebras C1-C6. Esta porción transversa (vertebral) de la arteria vertebral puede entrar por un foramen más superior que el de la vértebra C6. La porción atloidea (suboccipital) de la arteria vertebral discurre por un surco en el arco posterior del atlas antes de entrar en la cavidad craneal a través del foramen magno, delimitando el inicio de la porción intracraneal de la arteria vertebral. La arteria torácica interna se origina en la cara anteroinferior de la arteria subclavia y pasa inferomedialmente hacia el interior del tórax (fig. 9- 11 A a C). La arteria torácica interna no tiene ramas en el cuello; su distribución torácica se ha descrito en el capítulo 1. El tronco tirocervical se origina en la cara anterosuperior de la primera porción de la arteria subclavia, cerca del borde medial del músculo escaleno anterior. Tiene dos ramas laterales: la arteria supraescapular, que irriga músculos posteriores de la escápula, y el tronco cervicodorsal (fig. 9-11 A a C). Del tronco cervicodorsal surgen las arterias dorsal de la escápula y cervical superficial, que envían ramas a los músculos de la región cervical lateral, el trapecio y los músculos escapulares mediales. Las ramas terminales del tronco tirocervical son la arteria tiroidea inferior, la principal arteria visceral del cuello, y la arteria cervical ascendente, que irriga los músculos laterales de la porción superior del cuello. El tronco costocervical se origina posteriormente en la segunda porción de la arteria subclavia (posterior al músculo escaleno anterior en el lado derecho y, normalmente, justo medial a este músculo en el lado izquierdo). El tronco discurre posterosuperiormente y se divide en las arterias intercostal superior y cervical profunda, que irrigan los dos primeros espacios intercostales y los músculos cervicales posteriores profundos, respectivamente (fig. 9-11 A y B). La arteria dorsal de la escápula se origina a menudo como rama descendente profunda del tronco cervicodorsal, pero puede ser una rama independiente de la segunda o tercera porción de la arteria subclavia. Discurre en profundidad para irrigar los músculos elevador de la escápula y romboides, y participa en la red arterial situada alrededor de la escápula (v. cap. 3). 1148 https://booksmedicos.orghttps://booksmedicos.org VENAS DE LA RAÍZ DEL CUELLO En la raíz del cuello terminan dos grandes venas: la vena yugular externa, que drena la sangre proveniente principalmente de la piel cabelluda y la cara, y la variable vena yugular anterior (VYA) (v. fig. 9-5 A). La VYA se origina habitualmente cerca del hueso hioides por confluencia de las venas submandibulares superficiales. En la raíz del cuello, la vena gira lateralmente, posterior al ECM, y desemboca en la terminación de la VYE o en la vena subclavia. Superior al manubrio, las VYA derecha e izquierda se unen generalmente a través de la línea media para formar el arco venoso yugular en el espacio supraesternal. La vena subclavia, la continuación de la vena axilar, empieza en el borde lateral de la 1.a costilla y termina cuando se une con la VYI, posterior a la extremidad esternal de la clavícula, para formar la vena braquiocefálica (fig. 9-11 C). Normalmente, esta unión se denomina ángulo venoso y es el punto donde el conducto torácico (lado izquierdo) y el tronco linfático derecho (lado derecho) drenan la linfa que se recoge de todo el cuerpo en la circulación venosa. A lo largo de su recorrido, la VYI está rodeada por la vaina carotídea (v. fig. 9-8 B). NERVIOS DE LA RAÍZ DEL CUELLO En la raíz del cuello hay tres pares de nervios principales: 1) los nervios vagos, 2) los nervios frénicos (descritos anteriormente en este capítulo con el plexo cervical) y 3) los troncos simpáticos (fig. 9-11 D). NERVIOS VAGOS (NC X) Tras su salida por el foramen yugular (v. fig. 8-3 A y D), cada nervio vago discurre inferiormente por el cuello en la parte posterior de la vaina carotídea, en el ángulo entre la VYI y la arteria carótida común y posterior a ellas (v. figs. 9-2 B y 9-8 B). El nervio vago derecho pasa anterior a la primera porción de la arteria subclavia y posterior a la vena braquiocefálica y la articulación EC para entrar en el tórax (fig. 9- 11 C y D). El nervio vago izquierdo desciende entre las arterias carótida común izquierda y subclavia izquierda y posterior a la articulación EC para entrar en el tórax. Los nervios laríngeos recurrentes se originan de los nervios vagos en la porción inferior del cuello. Los nervios tienen esencialmente la misma distribución en ambos lados; sin embargo, se originan y recurren (forman un asa) alrededor de diferentes estructuras y a diferentes niveles a cada lado. El nervio laríngeo recurrente derecho gira inferior a la arteria subclavia derecha (fig. 9-11 C) y el nervio laríngeo recurrente izquierdo gira inferior al arco de la aorta (fig. 9-13 B). Tras formar el asa, ambos nervios laríngeos recurrentes ascienden hacia la cara posteromedial de la glándula tiroides, donde suben por el surco traqueoesofágico (fig. 9-13 A) e inervan la tráquea y el esófago y todos los músculos intrínsecos de la laringe excepto el 1149 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org cricotiroideo. Los ramos cardíacos del NC X se originan tanto en el cuello como en el tórax, y transportan fibras parasimpáticas presinápticas y aferentes viscerales hacia el plexo nervioso cardíaco. TRONCOS SIMPÁTICOS La porción cervical de los troncos simpáticos se sitúa anterolateral a la columna vertebral y se extiende superiormente hasta el nivel de la vértebra C1 o de la base del cráneo (figs. 9-11 C y D). En el cuello, los troncos simpáticos no reciben ramos comunicantes blancos. La porción cervical de los troncos contiene tres ganglios simpáticos cervicales: superior, medio e inferior. Estos ganglios reciben fibras presinápticas conducidas al tronco simpático por los nervios espinales torácicos superiores y sus ramos comunicantes blancos asociados, que luego ascienden a través del tronco simpático hacia los ganglios. Después de hacer sinapsis con neuronas postsinápticas en los ganglios simpáticos cervicales, las neuronas postsinápticas envían fibras a: Los nervios espinales cervicales, a través de ramos comunicantes grises. Las vísceras torácicas, a través de los nervios esplácnicos cardiopulmonares. La cabeza y las vísceras del cuello, a través de ramos arteriales cefálicos que acompañan a las arterias (especialmente la vertebral y las carótidas interna y externa) como plexos periarteriales simpáticos. Normalmente, el ganglio cervical inferior se fusiona con el 1.er ganglio torácico para formar el gran ganglio cervicotorácico (ganglio estrellado). Este ganglio, con forma de estrella, se sitúa anterior al proceso transverso de la vértebra C7, justo superior al cuello de la 1.a costilla a cada lado y posterior al origen de la arteria vertebral. Algunas fibras postsinápticas pasan desde el ganglio a través de ramos comunicantes grises hacia los ramos anteriores de los nervios espinales C7 y C8. Otras fibras pasan hacia el corazón a través del nervio cardíaco cervical inferior (un nervio esplácnico cardiopulmonar), que pasa a lo largo de la tráquea hacia el plexo cardíaco profundo. Otras fibras pasan a través de ramos arteriales y contribuyen al plexo nervioso periarterial simpático situado alrededor de la arteria vertebral que discurre hacia el interior de la cavidad craneal. El ganglio cervical medio, normalmente pequeño y en ocasiones ausente, se sitúa en la cara anterior de la arteria tiroidea inferior, a nivel del cartílago cricoides y del proceso transverso de la vértebra C6, inmediatamente anterior a la arteria vertebral. Las fibras postsinápticas pasan desde el ganglio a través de ramos comunicantes grises hacia los ramos 1150 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org anteriores de los nervios espinales C5 y C6, y a través de un nervio cardíaco cervical medio (esplácnico cardiopulmonar) hacia el corazón; a partir de ramos arteriales, forman los plexos periarteriales para la glándula tiroides. El ganglio cervical superior se localiza en las vértebras C1 y C2. Debido a su gran tamaño, constituye una buena referencia para la localización del tronco simpático. Las fibras postsinápticas pasan desde este ganglio a través de ramas arteriales cervicales para formar el plexo simpático carotídeo interno y entrar en la cavidad craneal con la arteria (fig. 9-11 D). Este ganglio también da ramos arteriales a la arteria carótida externa y ramos comunicantes grises a los ramos anteriores de los cuatro nervios espinales cervicales superiores. Otras fibras postsinápticas pasan desde el ganglio hacia el plexo nervioso cardíaco a través de un nervio cardíaco cervical superior. C U A D R O C L Í N I C O Bloqueo del ganglio cervicotorácico La inyección de un anestésico alrededor del gran ganglio cervicotorácico bloquea la transmisión de estímulos a través de los ganglios cervicales y torácico superior. Este bloqueo ganglionar puede eliminar espasmos vasculares que afectan al encéfalo y a los miembros superiores. También es útil para decidir si la resección quirúrgica del ganglio beneficiará a un paciente con una excesiva vasoconstricción en el miembro homolateral. Lesión del tronco simpático en el cuello Una lesión del tronco simpático en el cuello provoca una alteración simpática denominada síndrome de Horner, que se caracteriza por: Constricción pupilar provocada por parálisis del músculo dilatador de la pupila. Ptosis palpebral (caída del párpado superior) provocada por parálisis del músculo liso (tarsal) entremezclado con el músculo estriado del elevador del párpado superior. Depresión del ojo (enoftalmos), probablemente causada por parálisis del músculo liso (orbitario) en el suelo de la órbita. Vasodilatación y ausencia de sudación (anhidrosis) en la cara y el cuello, provocadas por pérdida de la inervación simpática (vasoconstricción) de los vasos sanguíneos y las glándulas sudoríparas. 1151 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org VÍSCERAS DEL CUELLO Las vísceras cervicales (órganos) están dispuestas en tres capas, denominadas según su función principal (fig. 9-12). De superficial a profunda son: la capa endocrina (glándulas tiroides y paratiroides), la capa respiratoria (laringe y tráquea) y la capaalimentaria (faringe y esófago). FIGURA 9-12. Capas funcionales de las vísceras cervicales. Capa endocrina de las vísceras cervicales Los órganos cervicales de la capa endocrina forman parte del sistema endocrino corporal de glándulas secretoras de hormonas. La glándula tiroides produce hormonas tiroideas, que controlan la tasa de metabolismo, y calcitonina, una hormona que controla el metabolismo del calcio. Las glándulas paratiroides producen paratormona (PTH), que controla el metabolismo del fósforo y el calcio en la sangre. GLÁNDULA TIROIDES La glándula tiroides se localiza anteriormente en el cuello. Se sitúa profunda a los músculos esternotiroideos y esternohioideos en los niveles de las vértebras C5-T1 (v. fig. 9-2 A y B). Está principalmente compuesta por los lóbulos derecho e izquierdo, anterolaterales a la laringe y la tráquea. Un istmo relativamente delgado une los lóbulos sobre la tráquea, normalmente anterior a los anillos traqueales 2.º y 3.º (fig. 9- 12). La glándula tiroides está rodeada por una delgada cápsula fibrosa que envía tabiques hacia la profundidad de la glándula. El tejido conectivo denso une la cápsula fibrosa al cartílago cricoides y los anillos traqueales superiores. Externa a la cápsula hay una vaina fascial laxa formada por la porción visceral de la lámina pretraqueal de la fascia cervical profunda. La abundante vascularización de la glándula tiroides procede de las 1152 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org arterias tiroideas superiores e inferiores, pares (figs. 9-13 y 9-14). Estos vasos se sitúan entre la cápsula fibrosa y la vaina fascial laxa. Frecuentemente, las primeras ramas de cada arteria carótida externa, las arterias tiroideas superiores, descienden hacia cada polo superior de la glándula, perforan la lámina pretraqueal de la fascia cervical profunda y se dividen en ramas anterior y posterior. Las arterias tiroideas inferiores, las ramas más grandes del tronco tirocervical, se originan de las arterias subclavias y discurren superomedialmente posterior a las vainas carotídas para alcanzar la cara posterior de la glándula tiroides. Las arterias tiroideas inferior y superior derecha e izquierda se anastomosan ampliamente dentro de la glándula y aseguran su irrigación, además de proporcionar una eventual circulación colateral entre las arterias subclavias y carótidas externas. En un 10 % de la población, aproximadamente, una arteria tiroidea ima se origina del tronco braquiocefálico, del arco de la aorta o de las arterias carótida común derecha, subclavia o torácica interna (fig. 9-13 B). Esta pequeña arteria asciende por la cara anterior de la tráquea, a la que irriga, y continúa hasta el istmo de la glándula tiroides. La posible presencia de esta arteria ima debe tenerse en cuenta cuando se llevan a cabo maniobras en la línea media del cuello inferiormente al istmo, dado que es una posible causa de hemorragia. Normalmente, tres pares de venas tiroideas drenan el plexo venoso tiroideo en la cara anterior de la glándula tiroides y la tráquea (fig. 9-13 B). Las venas tiroideas superiores acompañan a las arterias tiroideas superiores y drenan los polos superiores de la glándula. Las venas tiroideas medias drenan la porción media de los lóbulos y las venas tiroideas inferiores drenan los polos inferiores. Las venas tiroideas superiores y medias desembocan en las VYI, y las venas tiroideas inferiores drenan en las venas braquiocefálicas posteriormente al manubrio del esternón. Los vasos linfáticos de la glándula tiroides comunican con una red capsular de vasos linfáticos. Desde esta red, los vasos pasan inicialmente hacia los nódulos linfáticos prelaríngeos, pretraqueales y paratraqueales, que a su vez drenan en los nódulos linfáticos cervicales profundos superiores e inferiores (fig. 9-14 B). Inferiores a la glándula tiroides, los vasos linfáticos drenan directamente en los nódulos linfáticos cervicales profundos inferiores. Algunos vasos linfáticos pueden drenar en los nódulos linfáticos braquiocefálicos o en el conducto torácico. 1153 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1154 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-13. Glándulas tiroides, paratiroides y laringe. A) Disección de la parte izquierda de la raíz del cuello Glándulas tiroides, paratiroides y laringe. B) Vasos, nervios y nódulos linfáticos de la laringe. Los nervios de la glándula tiroides derivan de los ganglios simpáticos cervicales superior, medio e inferior (fig. 9-13 A). Llegan a la glándula a través de los plexos periarteriales cardíacos y tiroideos superior e inferior que acompañan a las arterias tiroideas. Estas fibras son vasomotoras, causan vasoconstricción. La secreción endocrina de la glándula tiroides es regulada hormonalmente por la hipófisis. GLÁNDULAS PARATIROIDES Las glándulas paratiroides, pequeñas, aplanadas y ovoides, se sitúan fuera de la 1155 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org cápsula fibrosa de la glándula tiroides, en la mitad medial de la cara posterior de cada lóbulo (fig. 9-14 A). La mayor parte de la población tiene cuatro glándulas paratiroides; un 5 % tiene más, y algunos pacientes solo tienen dos. Las dos glándulas paratiroides superiores se localizan con frecuencia al nivel del borde inferior del cartílago cricoides. Normalmente, las glándulas paratiroides inferiores están cerca de los polos inferiores de la glándula tiroides, aunque pueden situarse en localizaciones diversas. Las arterias tiroideas inferiores irrigan tanto las glándulas paratiroides superiores como las inferiores; sin embargo, estas glándulas también pueden estar irrigadas por ramas de las arterias tiroideas superiores, la arteria tiroidea ima o las arterias laríngeas, traqueales o esofágicas. Las venas paratiroideas drenan en el plexo venoso tiroideo de la glándula tiroides y la tráquea. Los vasos linfáticos de las glándulas paratiroides drenan, con los de la glándula tiroides, en los nódulos linfáticos cervicales profundos y paratraqueales (fig. 9-14 B). Los nervios de las glándulas paratiroides derivan de ramos tiroideos de los ganglios simpáticos cervicales. Los nervios son vasomotores, pero no secretomotores, ya que estas glándulas se regulan hormonalmente. FIGURA 9-14. Glándulas tiroides y paratiroides. A) Irrigación. B) Drenaje venoso y linfático. C U A D R O C L Í N I C O 1156 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Tiroidectomía Durante una tiroidectomía total (escisión de una glándula tiroides malignizada), las glándulas paratiroides corren el riesgo de ser dañadas o extirpadas. Estas glándulas se encuentran fuera de peligro durante la tiroidectomía subtotal, en la que se suele conservar la porción más posterior de la glándula tiroides. La variabilidad en la posición de las glándulas paratiroides, en particular de las inferiores, puede ser un problema durante la cirugía de la glándula tiroides. Si por error se extirpan estas glándulas durante la intervención, el paciente sufre tetania, un trastorno convulsivo grave. Los espasmos musculares convulsivos generalizados se deben a una caída de los niveles plasmáticos de calcio. Se requiere terapia de reemplazamiento hormonal. Tejido glandular tiroideo accesorio El tejido tiroideo accesorio puede desarrollarse en el cuello lateral al cartílago tiroides (fig. C9-5); generalmente, la glándula tiroides accesoria se sitúa sobre el músculo tirohioideo. El lóbulo piramidal y su prolongación de tejido conectivo también pueden contener tejido tiroideo. El tejido tiroideo accesorio, semejante al de un lóbulo piramidal, se origina a partir de los restos del conducto tirogloso, un tubo endodérmico transitorio que se extiende desde la región posterior de la lengua del embrión y conduce el tejido formador del tiroides en su descenso hacia su extremo distal. Aunque el tejido accesorio puede ser funcional, normalmente es demasiado escaso para mantener la función normal si se extirpa la glándula tiroides. FIGURA C9-5. Tejido tiroideo glandular accesorio.1157 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Capa respiratoria de las vísceras cervicales Las vísceras de la capa respiratoria, la laringe y la tráquea, contribuyen a la función respiratoria (v. fig. 9-12). Las principales funciones de las vísceras cervicales respiratorias son: Dirigir el aire y el alimento hacia la vía respiratoria y el esófago, respectivamente. Proporcionar una vía aérea permeable y una válvula activa para ello, que permite sellarla de manera temporal. Dar tono a la boca (lengua, dientes y labios) para modificar la voz. LARINGE La laringe, el complejo órgano de producción de la voz, se sitúa en la parte anterior del cuello, a nivel de los cuerpos de las vértebras C3-C6 (v. fig. 9-1). Conecta la porción inferior de la faringe (bucofaringe) con la tráquea. Aunque por lo general es más conocida por su papel como mecanismo de fonación para la producción de la voz, la función esencial de la laringe es proteger la vía respiratoria, especialmente durante la deglución, cuando actúa como un esfínter o válvula del tracto respiratorio inferior y mantiene así una vía aérea permeable. ESQUELETO DE LA LARINGE El esqueleto de la laringe está constituido por nueve cartílagos unidos por ligamentos y membranas (fig. 9-15). Tres de los cartílagos son impares (tiroides, cricoides y epiglótico) y tres son pares (aritenoides, corniculados y cuneiformes). El cartílago tiroides es el mayor de los cartílagos. Su borde superior se sitúa frente a la vértebra C4. Los dos tercios inferiores de sus dos láminas, con forma de escudo, están fusionados anteriormente en el plano medio y forman la prominencia laríngea («nuez de Adán»). Por encima de esta prominencia, las láminas divergen para formar una incisura tiroidea superior en forma de V (fig. 9-12 A). La pequeña incisura tiroidea inferior es una ligera hendidura en la línea media del borde inferior del cartílago. El borde posterior de cada lámina se proyecta superiormente como cuerno superior e inferiormente como cuerno inferior (fig. 9-15 A). El borde superior y los cuernos superiores del cartílago tiroides se unen al hioides mediante la membrana tirohioidea. La porción media, gruesa, de esta membrana constituye el ligamento tirohioideo medio y sus porciones laterales forman los ligamentos tirohioideos laterales. Los cuernos inferiores del cartílago tiroides se articulan con las caras laterales del 1158 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org cartílago cricoides mediante las articulaciones cricotiroideas (fig. 9-15). Los movimientos principales en estas articulaciones son la rotación y el deslizamiento del cartílago tiroides, que provocan cambios en la longitud de los pliegues vocales. El cartílago cricoides es el único cartílago del tracto respiratorio que forma un anillo completo alrededor de la vía aérea. Su forma es parecida a un anillo de sello con su aro orientado anteriormente. La porción posterior (sello) del cartílago cricoides es la lámina; la porción anterior (aro) es el arco. El cartílago cricoides es más pequeño pero más grueso que el cartílago tiroides. El cartílago cricoides se une al borde inferior del cartílago tiroides mediante el ligamento cricotiroideo medio y al primer anillo traqueal mediante el ligamento cricotraqueal (fig. 9-15). El ligamento cricotiroideo medio puede notarse como una zona blanda durante la palpación inferior al cartílago tiroides, en la zona en que la laringe está adosada a la piel y es más accesible. FIGURA 9-15. Esqueleto de la laringe y ligamentos y membranas asociados. A N A T O M Í A D E S U P E R F I C I E Laringe El hioides, en forma de U, se sitúa superior al cartílago tiroides, a nivel de las vértebras C4 y C5 (fig. A9-2). La prominencia laríngea está producida por la fusión de las láminas del cartílago tiroides, que se unen en el plano medio. El cartílago cricoides puede palparse inferior a la prominencia laríngea. Se sitúa a 1159 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org nivel de la vértebra C6. Los anillos traqueales cartilaginosos son palpables en la porción inferior del cuello. Los anillos 2.°-4.° no pueden palparse debido a que el istmo de la glándula tiroides, que conecta los lóbulos derecho e izquierdo, los cubre. El primer anillo traqueal se encuentra justo superior al istmo. FIGURA A9-2. Anatomía de superficie de la laringe y la glándula tiroides. Los dos cartílagos aritenoides son cartílagos piramidales con tres caras que se articulan con las porciones laterales del borde superior de la lámina del cartílago cricoides. Superiormente, cada cartílago tiene un vértice, un proceso vocal anteriormente y un gran proceso muscular que se proyecta lateralmente desde su base (fig. 9-15 B). El vértice de cada cartílago aritenoides soporta al cartílago corniculado y se une al pliegue aritenoepiglótico. El proceso vocal proporciona la inserción posterior al 1160 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org ligamento vocal (figs. 9-17 y 9-18 A) y el proceso muscular actúa como palanca en la que se insertan los músculos cricoaritenoideos posterior y lateral. Las articulaciones cricoaritenoideas se localizan entre las bases de los cartílagos aritenoides y las caras superolaterales de la lámina del cartílago cricoides, permiten el deslizamiento de los cartílagos aritenoides, alejándose o aproximándose entre sí, la basculación anterior y posterior, y la rotación. Estos movimientos son importantes en la aproximación, tensión y relajación de los pliegues vocales. Los ligamentos vocales, elásticos, se extienden desde la unión de las láminas del cartílago tiroides anteriormente hasta el proceso vocal del cartílago aritenoides posteriormente (figs. 9-16 y 9-17). Los ligamentos vocales forman el esqueleto submucoso de los pliegues vocales. Los ligamentos vocales son el borde superior libre engrosado del cono elástico o membrana cricovocal (fig. 9-18 A). Las porciones de la membrana que se extienden lateralmente entre los pliegues vocales y el borde superior del cricoides son los ligamentos cricotiroideos laterales. El fibroelástico cono elástico se fusiona anteriormente con el ligamento cricotiroideo medio. El cono elástico y su mucosa de recubrimiento cierran la entrada a la tráquea, excepto por la hendidura glótica central (abertura entre los pliegues vocales). El cartílago epiglótico, constituido por cartílago elástico, proporciona flexibilidad a la epiglotis (figs. 9-17 y 9-18 A). Es un cartílago con forma de corazón y recubierto de mucosa. Situado posteriormente a la raíz de la lengua y al hioides y anterior a la entrada de la laringe, el cartílago epiglótico forma la porción superior de la pared anterior y el borde superior de la entrada. Su amplio extremo superior está libre, mientras que su extremo inferior afilado, el pecíolo de la epiglotis (tallo de la epiglotis), se une al ángulo formado por las láminas tiroideas y el ligamento tiroepiglótico (fig. 9-18 A). El ligamento hioepiglótico une la cara anterior del cartílago epiglótico al hueso hioides. Una delgada lámina submucosa de tejido conectivo, la membrana cuadrangular, se extiende entre las caras laterales de los cartílagos aritenoides y epiglótico (fig. 9-17). Su borde inferior libre constituye el ligamento vestibular, que está cubierto laxamente por mucosa para formar el pliegue vestibular (figs. 9-16 y 9-17). Este pliegue se sitúa superior al pliegue vocal y se extiende desde el cartílago tiroides hasta el cartílago aritenoides. El borde superior libre de la membrana cuadrangular forma el ligamento aritenoepiglótico, que se recubre de mucosa para formar el pliegue aritenoepiglótico. 1161 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Los cartílagos corniculados y cuneiformes se muestran como pequeños nodulillos en la porción posterior de los pliegues aritenoepiglóticos (figs. 9- 15 y 9-17). Los cartílagos corniculados se unen a los vértices de los cartílagos aritenoides; los cartílagos cuneiformes no se articulan directamente con los otros cartílagos. INTERIOR DE LA LARINGE La cavidadlaríngea se extiende desde la entrada de la laringe, a través de la cual se comunica con la laringofaringe, hasta el nivel del borde inferior del cartílago cricoides. Ahí, la cavidad laríngea se continúa con la luz de la tráquea. La cavidad de la laringe incluye (fig. 9-16): FIGURA 9-16. Interior y compartimentos de la laringe. A) Sección coronal. B) RM coronal. El vestíbulo laríngeo, entre la entrada de la laringe y los pliegues vestibulares. La porción media de la cavidad laríngea, la cavidad central (vía aérea) entre los pliegues vestibulares y vocales. El ventrículo laríngeo, un receso que se extiende lateralmente desde la porción media de la cavidad laríngea, entre los pliegues vestibular y vocal. El sáculo laríngeo es un saco ciego que desemboca en cada ventrículo, tapizado a su vez con glándulas mucosas. La cavidad infraglótica, la cavidad inferior de la laringe entre los pliegues vocales y el borde inferior del cartílago cricoides, donde se continúa con la luz de la tráquea. 1162 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-17. Interior de la laringe. La pared posterior de la laringe está hendida en el plano medio y las dos caras se han separado. 1163 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-18. Hendidura glótica. A) Cono elástico. B a E) El tamaño de la hendidura varía según la posición de los pliegues vocales. Los pliegues vocales (cuerdas vocales verdaderas) regulan la producción de sonido. El vértice de cada pliegue, con forma de cuña, se proyecta medialmente hacia la cavidad laríngea (figs. 9-16 a 9-18). Cada pliegue vocal contiene: Un ligamento vocal, constituido por tejido elástico engrosado que es el borde medial libre del cono elástico. Un músculo vocal, constituido por fibras musculares excepcionalmente delgadas, inmediatamente laterales a los ligamentos vocales y que terminan a intervalos relacionados con la longitud del ligamento (tabla 9-6). Los pliegues vocales son la fuente de los sonidos (tono) procedentes de la laringe. Los pliegues vocales producen vibraciones audibles cuando sus bordes libres se acercan mucho (pero sin juntarse) durante la fonación y el aire es espirado de forma intermitente y forzada. Los pliegues vocales también sirven como principal esfínter inspiratorio de la laringe cuando están fuertemente cerrados. La aducción completa de los pliegues forma un esfínter eficaz que impide la entrada de aire. La glotis (aparato vocal de la laringe) comprende los pliegues y procesos vocales, junto con la hendidura glótica, la abertura entre los pliegues vocales. La forma de la hendidura glótica varía en función de la posición de los pliegues vocales. Durante la respiración normal, la hendidura glótica es estrecha y cuneiforme (fig. 9-18 B); durante la respiración forzada, es ancha y se asemeja a una cometa (fig. 9-18 C). La hendidura glótica tiene forma de hendidura cuando los pliegues vocales se aproximan estrechamente durante la fonación (fig. 9-18 D). La variación en la tensión y longitud de los pliegues vocales, en la anchura de la hendidura glótica y en la intensidad del esfuerzo espiratorio produce cambios en el tono de voz. La escala de tonos más baja de la voz masculina pospuberal se debe a una mayor prominencia laríngea que produce una mayor longitud de los pliegues vocales. Los pliegues vestibulares (cuerdas vocales falsas), que se extienden entre la cara posterior de la prominencia laríngea y los cartílagos aritenoides (figs. 9-16 y 9-17), participan poco o nada en la fonación. Su función es de protección. Están formados por dos gruesos pliegues de mucosa que envuelven a los ligamentos vestibulares. El espacio entre estos ligamentos es la hendidura del vestíbulo. Los recesos laterales entre los pliegues vocales y vestibulares son los ventrículos laríngeos. 1164 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-19. Músculos y nervios de la laringe. A) Ramos laríngeos del nervio vago (NC X) derecho. B) Músculos y nervios. La lámina derecha del cartílago tiroides se ha girado hacia delante (como al abrir un libro). MÚSCULOS DE LA LARINGE Los músculos laríngeos se dividen en grupos extrínseco e intrínseco: Los músculos laríngeos extrínsecos mueven la laringe como un todo (v. tabla 9-4). Los músculos infrahioideos son depresores del hueso hioides y la laringe, mientras que los músculos suprahioideos y estilofaríngeos son elevadores del hueso hioides y la laringe. Los músculos laríngeos intrínsecos mueven porciones de la laringe, produciendo modificaciones en la longitud y tensión de los pliegues vocales y en el tamaño y la forma de la hendidura glótica. Todos menos uno de los músculos intrínsecos de la laringe están inervados por el nervio laríngeo recurrente (fig. 9-19), un ramo del NC X. El músculo cricotiroideo está inervado por el ramo externo del nervio laríngeo superior, uno de los dos ramos terminales del nervio laríngeo superior (fig. 9-19). Las acciones de los músculos laríngeos intrínsecos se ilustran y se describen en la figura 9- 20 y la tabla 9-6. VASOS DE LA LARINGE Las arterias laríngeas, ramas de las arterias tiroideas superior e inferior, irrigan la laringe (v. fig. 9-13 B). La arteria laríngea superior acompaña al ramo interno del nervio laríngeo superior a través de la membrana tirohioidea y se ramifica para irrigar la cara interna de la laringe. La arteria laríngea inferior, una rama de la arteria tiroidea inferior, acompaña al nervio laríngeo inferior (porción terminal del nervio laríngeo 1165 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org recurrente) e irriga la mucosa y músculos de la porción inferior de la laringe. Las venas laríngeas acompañan a las arterias laríngeas (v. fig. 9-13 B). Generalmente, la vena laríngea superior se une a la vena tiroidea superior y a través de ella drena en la VYI. La vena laríngea inferior se une a la vena tiroidea inferior o al plexo de venas tiroideas en la cara anterior de la tráquea, que drena en la vena braquiocefálica izquierda. Los vasos linfáticos de la laringe superiores a los pliegues vocales acompañan a la arteria laríngea superior a través de la membrana tirohioidea y drenan en los nódulos linfáticos cervicales profundos superiores (v. fig. 9- 14 B). Los vasos linfáticos inferiores a los pliegues vocales drenan en los nódulos linfáticos pretraqueales o paratraqueales, que a su vez drenan en los nódulos linfáticos cervicales profundos inferiores. NERVIOS DE LA LARINGE Los nervios de la laringe son los ramos laríngeos superior e inferior del nervio vago (fig. 9-19). El nervio laríngeo superior se origina del ganglio inferior del vago y se divide en dos ramos terminales en el interior de la vaina carotídea: el nervio laríngeo interno (sensitivo y autónomo) y el nervio laríngeo externo (motor). El nervio laríngeo interno, el mayor de los ramos terminales del nervio laríngeo superior, atraviesa la membrana tirohioidea junto con la arteria laríngea superior y aporta fibras sensitivas a la mucosa laríngea del vestíbulo laríngeo y de la porción media de la cavidad laríngea, incluida la cara superior de los pliegues vocales. 1166 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-20. Músculos de la laringe. TABLA 9-6. MÚSCULOS DE LA LARINGE El nervio laríngeo externo desciende posterior al músculo esternotiroideo acompañado de la arteria tiroidea superior. Al principio, el nervio se sitúa sobre el músculo constrictor inferior de la faringe, después atraviesa el músculo y contribuye a su inervación (junto con el plexo faríngeo), primero, y a continuación a la del músculo cricotiroideo. El nervio laríngeo inferior, la continuación del nervio laríngeo recurrente (un ramo del nervio vago), inerva todos los músculos intrínsecos de la laringe excepto el cricotiroideo, que está inervado por el nervio laríngeo externo. También aporta fibras sensitivas a la mucosa de la cavidad infraglótica. El nervio laríngeo inferior pasa profundo al borde inferior del músculo constrictor inferior de la faringe y penetra en ella. Sedivide en los ramos anterior y posterior, que acompañan a la arteria laríngea inferior hacia el interior de la laringe. TRÁQUEA La tráquea se extiende desde el extremo inferior de la laringe hacia el tórax y termina en el ángulo del esternón, donde se divide en los bronquios principales derecho e izquierdo (v. fig. 9-13). A menudo, la desviación de la tráquea de la línea media señala la presencia de un proceso patológico. En el adulto, la tráquea tiene 2,5 cm de diámetro, aproximadamente, mientras que en los lactantes tiene el diámetro de un lápiz. La tráquea es un tubo fibrocartilaginoso sostenido por anillos traqueales 1167 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org cartilaginosos incompletos. Estos se hallan incompletos en la zona en que la tráquea contacta con el esófago (v. fig. 9-12 B). Los anillos mantienen permeable la vía respiratoria. La abertura posterior de los anillos traqueales está cubierta por el músculo traqueal, de movimiento involuntario, un músculo liso que conecta los extremos de los anillos traqueales. De forma lateral a la tráquea se encuentran las arterias carótidas comunes y los lóbulos de la glándula tiroides (v. figura 9-13 B). Inferiores al istmo de la glándula tiroides están el arco venoso yugular y las venas tiroideas inferiores. C U A D R O C L Í N I C O Lesiones de los nervios laríngeos Los nervios laríngeos inferiores son vulnerables a lesiones durante la tiroidectomía y otras intervenciones quirúrgicas en los triángulos cervicales anteriores. Como el nervio laríngeo inferior inerva los músculos que mueven el pliegue vocal, la lesión provoca una parálisis del pliegue vocal. Al principio, la voz es débil, ya que el pliegue paralizado no puede unirse al pliegue vocal normal. Cuando se produce una parálisis bilateral de los pliegues vocales, la voz está casi ausente debido a que los pliegues vocales están inmóviles en una posición ligeramente más estrecha que en la posición respiratoria neutra habitual. No pueden aducirse para la fonación, tampoco pueden abducirse para incrementar la ventilación, lo que da lugar a un estridor (respiración ruidosa, silbante) que suele estar acompañado de ansiedad. La lesión del ramo externo del nervio laríngeo superior causa una voz monótona debido a la parálisis del músculo cricotiroideo que inerva, el cual es incapaz de variar la longitud y la tensión del pliegue vocal. La voz ronca es el síntoma más frecuente de las alteraciones de la laringe, como el carcinoma de los pliegues vocales. Fracturas del esqueleto laríngeo Las fracturas laríngeas pueden estar provocadas por golpes, como los recibidos en deportes como el kick boxing o el hockey, o debido a la compresión causada por el cinturón de seguridad en un accidente de automóvil. Las fracturas laríngeas provocan hemorragia submucosa y edema, obstrucción respiratoria, afonía y, en algunas ocasiones, incapacidad temporal para hablar. El cartílago tiroides, el cricoides y la mayor parte de los aritenoides se osifican a menudo en edades avanzadas; en el cartílago tiroides, por ejemplo, la osificación comienza aproximadamente a los 25 años de edad. 1168 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Aspiración de cuerpos extraños Un cuerpo extraño, como un trozo de carne, puede ser aspirado accidentalmente a través de la entrada de la laringe hasta el vestíbulo laríngeo, donde queda atrapado superiormente a los pliegues vocales. Cuando un cuerpo extraño penetra en el vestíbulo, los músculos laríngeos sufren un espasmo que tensa los pliegues vocales, la hendidura glótica se cierra y no entra aire en la tráquea, se produce asfixia y la persona muere por hipoxia en unos 5 min, si el objeto no es retirado. Para abrir la vía aérea debe realizarse un tratamiento de urgencia. El método utilizado depende de las condiciones del paciente, de los medios disponibles y de la experiencia de la persona que realiza los primeros auxilios. Dado que los pulmones aún contienen aire, una compresión súbita del abdomen (maniobra de Heimlich) causa la elevación del diafragma y comprime los pulmones, que expelen aire desde la tráquea hacia la laringe (fig. C9-6). Esta maniobra suele desalojar la comida u otro objeto de la laringe. FIGURA C9-6. Maniobra de Heimlich. Traqueostomía Una incisión transversa a través de la piel del cuello y la pared anterior de la tráquea (traqueostomía) establece una vía aérea en pacientes con obstrucción de vías respiratorias altas o insuficiencia respiratoria. Se separan lateralmente los músculos infrahioideos, y se divide o retrae superiormente el istmo de la glándula tiroides. Se realiza una abertura en la tráquea entre el 1.er y el 2.° anillos traqueales o a través de los anillos 2.° a 4.°. Después se inserta un tubo de traqueostomía en la tráquea y se fija (fig. C9-7). Para evitar complicaciones durante una traqueostomía, las siguientes relaciones anatómicas son importantes: Las venas tiroideas inferiores se originan en un plexo venoso sobre la glándula tiroides y descienden anteriores a la tráquea. En un 10 % de la población, aproximadamente, se presenta una pequeña arteria 1169 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org tiroidea ima que asciende desde el tronco braquiocefálico o el arco de la aorta hacia el istmo de la glándula tiroides. La vena braquiocefálica izquierda, el arco venoso yugular y las pleuras pueden encontrarse en esta zona, particularmente en lactantes y niños. El timo cubre la porción inferior de la tráquea en lactantes y niños. La tráquea en los lactantes es pequeña, móvil y blanda, por lo que es fácil seccionar su pared posterior y lesionar así el esófago. FIGURA C9-7. Traqueostomía. Laringoscopia La laringoscopia es el procedimiento utilizado para examinar el interior de la laringe. La inspección de la laringe puede realizarse visualmente mediante laringoscopia indirecta, con la ayuda de un espéculo laríngeo, o mediante laringoscopia directa, en la que se utiliza un laringoscopio. Los pliegues vestibulares y los pliegues vocales pueden observarse en la figura C9-8. 1170 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA C9-8. Laringoscopia. FIGURA 9-21. Deglución. A) El bolo alimenticio es propulsado hacia la parte posterior de la boca por la presión de la lengua contra el paladar. B) La nasofaringe queda sellada y la laringe se eleva, ensanchando la faringe para recibir el alimento. C) Los esfínteres faríngeos se contraen secuencialmente, creando un «reborde peristáltico» e impulsan el alimento hacia el esófago. D) El bolo alimenticio desciende por el esófago mediante contracciones peristálticas. Capa alimentaria de las vísceras cervicales Las vísceras de la capa alimentaria toman parte en las funciones digestivas del organismo. Aunque la faringe conduce aire hacia la laringe, la tráquea y los 1171 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org pulmones, sus músculos constrictores dirigen (y la epiglotis desvía) el alimento hacia el esófago (fig. 9-21). El esófago, también implicado en la propulsión del alimento, es la entrada del tubo digestivo. FARINGE La faringe es la porción superior expandida del sistema digestivo, posterior a las cavidades nasal, oral y laríngea (fig. 9-22 A). La faringe se extiende desde la base del cráneo hasta el borde inferior del cartílago cricoides, anteriormente, y hasta el borde inferior de la vértebra C6, posteriormente. La faringe es más ancha frente al hueso hioides y más estrecha en su extremo inferior, donde se continúa con el esófago. La pared plana posterior de la faringe está adosada a la lámina prevertebral de la fascia cervical profunda (v. fig. 9-2 A). INTERIOR DE LA FARINGE La faringe se divide en tres porciones: Nasofaringe o rinofaringe posterior a la nariz y superior al paladar blando. Bucofaringe u orofaringe posterior a la boca. Laringofaringe o hipofaringe posterior a la laringe. La nasofaringe, la extensión posterior de las cavidades nasales, tiene una función respiratoria (fig. 9-22). Las cavidades nasales desembocan en la nasofaringea través de las coanas (aberturas pares entre las cavidades nasales y la nasofaringe). El techo y la pared posterior de la nasofaringe forman una superficie continua que se sitúa inferior al cuerpo del hueso esfenoides y a la porción basilar del hueso occipital. Las tonsilas (amígdalas) faríngeas (que reciben con frecuencia el nombre de «adenoides» cuando aumentan de tamaño) son concentraciones de tejido linfoide agregado que se encuentran en la mucosa del techo y la pared posterior de la nasofaringe (fig. 9-22 B). Desde el extremo medial de la tuba (trompa) auditiva se extiende inferiormente un pliegue vertical de mucosa, el pliegue salpingofaríngeo (fig. 9-23 B). Este cubre el músculo salpingofaríngeo (fig. 9-22 C), que abre el orificio faríngeo de la tuba auditiva durante la deglución. La acumulación de tejido linfático en la submucosa de la faringe cerca del orificio faríngeo de la tuba auditiva forma la tonsila (amígdala) tubárica (fig. 9-23 C). Posterior al rodete tubárico de la tuba auditiva y al pliegue salpingofaríngeo, el receso faríngeo, una extensión lateral de la faringe en forma de hendidura, se extiende lateral y posteriormente (fig. 9-22 B). La bucofaringe tiene una función digestiva. Está limitada superiormente por el paladar blando, inferiormente por la base de la lengua y lateralmente 1172 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org por los arcos palatogloso y palatofaríngeo (figs. 9-22 y 9-23). Se extiende desde el paladar blando hasta el borde superior de la epiglotis. La deglución es el proceso que transfiere un bolo alimenticio desde la boca a través de la faringe y el esófago hasta el estómago. El alimento sólido se mastica y mezcla con saliva para formar un bolo blando más fácil de tragar. La deglución tiene lugar en tres fases (fig. 9-21): Fase 1: voluntaria; el bolo es comprimido contra el paladar e impulsado desde la boca hacia la bucofaringe, principalmente por movimientos de los músculos de la lengua y del paladar blando. Fase 2: involuntaria y rápida; el paladar blando se eleva y sella la nasofaringe respecto de la bucofaringe y la laringofaringe. La faringe se ensancha y se acorta para recibir el bolo alimenticio a medida que los músculos suprahioideos y faríngeos longitudinales se contraen y elevan la laringe. Fase 3: involuntaria; la contracción secuencial de los tres músculos constrictores de la faringe empuja el bolo alimenticio hacia el interior del esófago. Las tonsilas (amígdalas) palatinas («amígdalas») son cúmulos de tejido linfático a cada lado de la bucofaringe que se sitúan en la fosa tonsilar (también denominada seno o lecho amigdalino y fosa amigdalina). La fosa tonsilar se encuentra entre los arcos palatogloso y palatofaríngeo (fig. 9- 23). Está formada por el constrictor superior de la faringe y la delgada lámina de la fascia faringobasilar (fig. 9-22 C). Esta fascia se fusiona con el periostio de la base del cráneo y define los límites de la pared faríngea en su porción superior. 1173 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-22. Nasofaringe, bucofaringe y laringofaringe. A) Partes de la faringe. B) Pared anterior de la faringe. Esta pared ha sido seccionada a lo largo de la línea media y separada. C) Músculos. La pared posterior de la faringe ha sido seccionada en la línea media y reclinada lateralmente; en el lado derecho se ha extirpado la mucosa. 1174 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-23. Cavidad bucal y tonsilas. A) Estructuras de la cavidad bucal de un hombre adulto, con la boca abierta y la lengua protruida. B) Cara interna de la pared lateral de la faringe que muestra las tonsilas palatinas y su relación con las estructuras circundantes. C) Disección profunda que muestra la fosa tonsilar. La laringofaringe (hipofaringe) se sitúa posterior a la laringe y se extiende desde el borde superior de la epiglotis y los pliegues faringoepiglóticos hasta el borde inferior del cartílago cricoides, donde se estrecha y se continúa con el esófago (fig. 9-22). Posteriormente, la laringofaringe entra en relación con los cuerpos de las vértebras C4-C6. Sus paredes posterior y laterales están formadas por los músculos constrictores medio e inferior de la faringe. Internamente, la pared está formada por los músculos palatofaríngeo y estilofaríngeo (fig. 9-22 C). La laringofaringe comunica con la laringe, en su pared anterior a través de la entrada de la laringe (fig. 9-22 A). El receso piriforme es una pequeña depresión de la cavidad laringofaríngea a cada lado de la entrada (fig. 9-22 B). Esta fosa tapizada por mucosa está separada de la entrada de la laringe por el pliegue aritenoepiglótico. Lateralmente, el receso piriforme está limitado por las 1175 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org caras mediales del cartílago tiroides y la membrana tirohioidea. Ramos del ramo interno del nervio laríngeo superior y del nervio laríngeo recurrente se sitúan profundos a la mucosa del receso piriforme. MÚSCULOS FARÍNGEOS La pared de la faringe posee una capa muscular totalmente compuesta por músculos voluntarios, dispuestos en una capa circular externa y una capa longitudinal interna. En la mayor parte del tubo digestivo, la capa muscular consta de músculo liso. La capa externa consta de tres constrictores de la faringe: superior, medio e inferior (figs. 9-24 y 9-25). La capa de músculos interna, principalmente longitudinal, está formada por el palatofaríngeo, el estilofaríngeo y el salpingofaríngeo. Estos músculos elevan la laringe y la acortan durante la deglución y el habla. Las inserciones, inervación y acciones de los músculos faríngeos se describen en la tabla 9-7. 1176 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-24. Faringe y nervios craneales. A) Vista general Faringe y nervios craneales. B) Relaciones de los vasos y nervios. En A y B, una gran cuña del hueso occipital (incluyendo el foramen magno) y las vértebras cervicales articuladas se han separado y eliminado del resto (porción anterior) de la cabeza y las vísceras cervicales en el espacio retrofaríngeo. Los constrictores de la faringe tienen un fuerte recubrimiento fascial interno, la fascia faringobasilar, y un delgado recubrimiento fascial externo, la fascia bucofaríngea. Los constrictores de la faringe se contraen de manera involuntaria, así que la contracción tiene lugar secuencialmente desde el extremo superior al inferior de la faringe e impulsa el alimento hacia el interior del esófago. Los tres constrictores de la faringe están inervados por el plexo nervioso faríngeo situado en la pared lateral de esta, principalmente sobre el constrictor medio (fig. 9-24 A). El solapamiento de los músculos constrictores de la faringe deja cuatro hendiduras en la musculatura para la entrada o salida de estructuras en la faringe (fig. 9-25 A; tabla 9-7): 1. El elevador del velo del paladar, la tuba auditiva y la arteria palatina ascendente, superiores al constrictor superior, pasan a través de la hendidura entre el constrictor superior y el cráneo. En este punto, la 1177 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org fascia faringobasilar se fusiona con la fascia bucofaríngea para formar, junto con la mucosa, la delgada pared del receso faríngeo (fig. 9-24 B). 2. La hendidura entre los constrictores superior y medio forma una vía de paso que permite que el estilofaríngeo, el nervio glosofaríngeo y el ligamento estilohioideo alcancen la cara interna de la pared faríngea. 3. La hendidura entre los constrictores medio e inferior permite el paso hacia la laringe del ramo interno del nervio laríngeo superior y la arteria y la vena laríngeas superiores. 4. La hendidura inferior al constrictor inferior permite que el nervio laríngeo recurrente y la arteria laríngea inferior pasen superiormente hacia la laringe. VASOS DE LA FARINGE La arteria tonsilar, una rama de la arteria facial (fig. 9-23 C), pasa a través del músculo constrictor superior de la faringe y penetra en el polo inferior de la tonsila palatina.La tonsila palatina también recibe ramitas arteriales de las arterias palatina ascendente, lingual, palatina descendente y faríngea ascendente. La gran vena palatina externa (vena paratonsilar) desciende desde el paladar blando y pasa próxima a la cara lateral de la tonsila palatina antes de entrar en el plexo venoso faríngeo. Los vasos linfáticos tonsilares discurren lateral e inferiormente hacia los nódulos linfáticos cercanos al ángulo de la mandíbula y al nodo yugulodigástrico (fig. 9-26 B). El nodo yugulodigástrico es conocido como nodo tonsilar a causa de su frecuente agrandamiento cuando la tonsila palatina se inflama (tonsilitis o amigdalitis). Las tonsilas palatinas, linguales y faríngeas forman el anillo tonsilar faríngeo (de Waldeyer), una banda circular incompleta de tejido linfático alrededor de la porción superior de la faringe. La porción anteroinferior del anillo está formada por la tonsila lingual, un cúmulo de tejido linfático en la porción posterior de la lengua (fig. 9-23). Las porciones laterales del anillo están formadas por las tonsilas palatinas y tubáricas, mientras que las porciones posterior y superior están formadas por las tonsilas faríngeas. NERVIOS FARÍNGEOS La inervación de la faringe (la motora y la mayor parte de la sensitiva) deriva del plexo nervioso faríngeo (figs. 9-24). Las fibras motoras del plexo derivan del nervio vago (NC X) a través de sus ramos faríngeos. Inervan todos los músculos de la faringe y el paladar blando, salvo el estilofaríngeo (inervado por el NC IX) y el tensor del velo del paladar (inervado por el NC V3). El constrictor inferior de la faringe también recibe algunas fibras motoras del ramo externo del nervio laríngeo superior y del laríngeo recurrente del vago. Las fibras sensitivas del plexo derivan del NC IX. 1178 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Estas inervan la mayor parte de la mucosa de las tres partes de la faringe. La inervación sensitiva de la mucosa de las partes anterior y superior de la nasofaringe deriva principalmente del nervio maxilar (NC V2). Los nervios tonsilares derivan del plexo nervioso tonsilar, formado por ramos de los NC IX y X y del plexo nervioso faríngeo. ESÓFAGO El esófago, un tubo muscular, se extiende desde la laringofaringe, a nivel de la unión faringoesofágica, hasta el orificio del cardias del estómago (v. fig. 9-22 A). El esófago está constituido por músculo estriado (voluntario) en su tercio superior, músculo liso (involuntario) en su tercio inferior y una mezcla de músculo liso y estriado en el tercio medio. Su primera porción, el esófago cervical, empieza a nivel del borde inferior del cartílago cricoides (a nivel de la vértebra C6) en el plano medio. FIGURA 9-25. Músculos de la faringe. TABLA 9-7. MÚSCULOS DE LA FARINGE 1179 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Externamente, la unión faringoesofágica aparece como una constricción producida por la porción cricofaríngea del músculo constrictor inferior de la faringe (el esfínter esofágico superior). El esófago cervical se sitúa entre la tráquea y los cuerpos vertebrales cervicales y está en contacto con la pleura cervical a nivel de la raíz del cuello (v. fig. 9-11 C). El conducto torácico se adhiere al lado izquierdo del esófago y se sitúa entre este y la pleura. Las arterias del esófago cervical son ramas de las arterias tiroideas inferiores (v. fig. 9-13 A). Cada arteria da origen a ramas ascendentes y descendentes que se anastomosan entre sí y cruzan la línea media. Las venas son tributarias de las venas tiroideas inferiores. Los vasos linfáticos del esófago cervical drenan en los nódulos linfáticos paratraqueales y cervicales profundos inferiores (v. figs. 9-13 B y 9-26 B). 1180 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-26. Drenaje linfático de la cabeza y el cuello. A) Nódulos linfáticos superficiales. B) Nódulos linfáticos profundos. C) Terminación de los conductos torácico y linfático derecho. La inervación del esófago es somática, motora y sensitiva en su mitad superior y parasimpática (vagal), simpática y sensitiva visceral en la inferior. El esófago cervical recibe fibras somáticas a través de ramos de los nervios laríngeos recurrentes y fibras vasomotoras de los troncos simpáticos cervicales a través del plexo alrededor de la arteria tiroidea inferior (v. fig. 9- 13 A). LINFÁTICOS DEL CUELLO La mayoría de los tejidos superficiales del cuello son drenados por vasos linfáticos que, a su vez, drenan en los nódulos linfáticos cervicales superficiales, localizados a lo largo de la VYE (fig. 9-26 A). La linfa de estos nódulos drena en los nódulos linfáticos cervicales profundos (fig. 9-26 B y C). El grupo específico de nódulos linfáticos cervicales profundos inferiores implicado desciende a través de la región cervical lateral con el nervio accesorio (NC XI). La mayor parte de la linfa de estos seis-ocho nódulos drena luego en los nódulos linfáticos supraclaviculares, que 1181 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org acompañan a la arteria cervical transversa. El grupo principal de nódulos cervicales profundos forma una cadena a lo largo de la VYI, casi todos cubiertos por el ECM. Otros nódulos cervicales profundos incluyen los nódulos prelaríngeos, pretraqueales, paratraqueales y retrofaríngeos (fig. 9-26 C). Los vasos linfáticos eferentes de los nódulos cervicales profundos se unen para formar los troncos linfáticos yugulares, que drenan normalmente en el conducto torácico, en el lado izquierdo. En el lado derecho, los vasos penetran directamente en la unión de las venas yugular interna y subclavia (ángulo venoso derecho) o a través de un corto conducto linfático derecho. El conducto torácico atraviesa la apertura torácica superior en el borde izquierdo del esófago. Se arquea lateralmente en la raíz del cuello, posterior a la vaina carotídea y anterior al tronco simpático y a las arterias vertebral y subclavia (v. fig. 9-11 C). El conducto entra en la vena braquiocefálica izquierda, en la unión de las venas subclavia y YI (ángulo venoso izquierdo) (fig. 9-26 C). Drena la linfa de todo el cuerpo, excepto el cuadrante superior derecho (lado derecho de la cabeza y del cuello, del miembro superior derecho y del cuadrante superior derecho del tórax), que drenan a través del conducto linfático derecho (v. fig. 1-17). Los troncos linfáticos yugular, subclavio y broncomediastínico izquierdos a menudo se unen para formar el conducto torácico, que desemboca en el ángulo venoso izquierdo. Sin embargo, a menudo estos troncos linfáticos desembocan en el sistema venoso de forma independiente, en la región del ángulo venoso derecho. C U A D R O C L Í N I C O Disecciones radicales del cuello Las disecciones radicales de cuello se realizan cuando un cáncer afecta a los linfáticos. Durante este procedimiento, los nódulos linfáticos cervicales profundos y los tejidos circundantes se extirpan lo más radicalmente posible. Aunque se preservan las arterias principales, el plexo braquial, el NC X y el nervio frénico, se extirpan la mayoría de los ramos cutáneos del plexo cervical. La finalidad de la disección es extirpar, en una pieza, todo el tejido que contenga nódulos linfáticos. Los nódulos linfáticos cervicales profundos, en especial los que se encuentran a lo largo de la arteria cervical transversa, pueden estar implicados en la diseminación del cáncer desde el tórax y el abdomen. Dado que su aumento de tamaño suele alertar sobre la presencia de cáncer en estas regiones, a menudo se denominan nódulos linfáticos cervicales centinelas. Adenoiditis 1182 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org La inflamación de las tonsilas faríngeas (adenoides) se denomina adenoiditis. Esta condición puede obstruir el paso del aire a través de las cavidades nasales desde las coanas a la nasofaringe y causar respiración bucal. La infección de las tonsilas faríngeas hipertrofiadas puede propagarse también hacia las tonsilas tubáricas y causar hinchazón y cerramiento de las tubasauditivas. La obstrucción nasal y el bloqueo de las tonsilas auditivas pueden causar hipoacusia. La infección que se extiende desde la nasofaringe hacia el oído medio causa otitis media, la cual puede producir una pérdida de la audición temporal o permanente. Cuerpos extraños en la laringofaringe Los cuerpos extraños que penetran en la faringe pueden quedar alojados en las fosas piriformes. Si el objeto (p. ej., un hueso de pollo) es puntiagudo, puede perforar la mucosa y lesionar el ramo interno del nervio laríngeo. El nervio laríngeo superior y su ramo laríngeo interno también son vulnerables a las lesiones si el instrumento empleado para retirar el cuerpo extraño perfora accidentalmente la mucosa. Esto puede provocar una anestesia de la mucosa laríngea en sentido inferior hasta el nivel de los pliegues vocales. Los niños pequeños suelen tragarse objetos, la mayoría de los cuales alcanzan el estómago y pasan a través del tubo digestivo sin dificultad. En algunos casos, el cuerpo extraño se detiene en el extremo inferior de la laringofaringe, su porción más estrecha. Un examen radiológico o una TC revelarán la presencia de un cuerpo extraño radiopaco. Generalmente, los cuerpos extraños en la faringe se retiran mediante inspección directa con la ayuda de un faringoscopio. Amigdalectomía La amigdalectomía (tonsilectomía o extirpación de las amígdalas) se realiza disecando la tonsila (amígdala) palatina del seno (lecho) tonsilar o mediante un amigdalótomo. Cada procedimiento implica la extirpación de la tonsila y de la fascia que recubre el seno tonsilar. Debido al rico aporte vascular de la tonsila, el sangrado suele proceder de la gran vena palatina externa o, con menor frecuencia, de la arteria tonsilar o de otras anastomosis arteriales (v. fig. 9-23 C). El nervio glosofaríngeo acompaña a la arteria tonsilar en la pared lateral de la faringe y puede lesionarse dada la delgadez de esta pared. La arteria carótida interna es especialmente vulnerable cuando es tortuosa y se encuentra directamente lateral a la tonsila (fig. C9-9). 1183 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA C9-9. Amigdalectomía. Zonas de traumatismo penetrante Las guías clínicas para evaluar la gravedad de los traumatismos del cuello lo dividen en tres zonas (fig. C9-10), que proporcionan al médico una comprensión de las estructuras que se encuentran en peligro en caso de heridas penetrantes. La zona I incluye la base del cuello que se extiende desde las clavículas y el manubrio esternal hasta el borde inferior del cartílago cricoides. Las estructuras que se encuentran en peligro son las pleuras cervicales, los ápices pulmonares, las glándulas tiroides y paratiroides, la tráquea, el esófago, las arterias carótidas comunes, las venas yugulares y la región cervical de la columna vertebral. La zona II se extiende desde el cartílago cricoides hasta los ángulos de la mandíbula. Las estructuras que están en peligro son los polos superiores de la 1184 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org glándula tiroides, los cartílagos tiroides y cricoides, la laringe, la laringofaringe, las arterias carótidas, las venas yugulares, el esófago y la región cervical de la columna vertebral. La zona III se encuentra superior a los ángulos de la mandíbula. Las estructuras que están en peligro son las glándulas salivares, las cavidades bucal y nasal, la bucofaringe y la nasofaringe. Las lesiones en las zonas I y III obstruyen la vía aérea y presentan el mayor riesgo de morbilidad (complicaciones posquirúrgicas) y mortalidad debido a que las estructuras afectadas son difíciles de visualizar y reparar y el daño vascular es difícil de controlar. Las lesiones en la zona II son más frecuentes; sin embargo, la morbilidad y la mortalidad asociadas son inferiores porque los médicos pueden controlar la lesión vascular por presión directa y los cirujanos ven y tratan las estructuras lesionadas más fácilmente que en las zonas I y III. FIGURA C9-10. Zonas de traumatismos penetrantes del cuello. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO POR LA IMAGEN Cuello 1185 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org La radiografía tiene usos limitados y específicos en el diagnóstico por la imagen del cuello. La radiografía que se toma de pie de los senos se puede usar para evaluar los niveles de aire-líquido en la sinusitis purulenta. La radiografía del tejido blando del cuello (una técnica radiográfica diferente a la radiografía espinocervical) (fig. 9-27) se usa para buscar un agrandamiento de las adenoides y para examinar el contorno de la vía aérea en casos de laringitis (infección viral de la tráquea subglótica). En casos en los que se sospecha epiglotitis aguda (una infección bacteriana de la epiglotis potencialmente mortal), la rápida identificación del aumento de la epiglotis, que puede lograrse con una radiografía lateral de tejido suave del cuello, puede proteger la vía aérea y salvar la vida. Las TC se usan para diagnosticar enfermedades inflamatorias de los senos paranasales, fracturas faciales graves e imágenes de corte transversal del cuello (fig. 9-28 A). Se realizan en el plano axial, y los datos se pueden usar después para reconstruir imágenes en los planos sagital y coronal. Las TC son superiores a las radiografías, ya que revelan diferencias de densidad radiológica entre los tejidos blandos y dentro de ellos (p. ej., en las glándulas salivares). Las angiografías por TC permiten la reconstrucción de las arterias en 3-D (fig. 9-29). Los sistemas de RM construyen imágenes de secciones transversales, sagitales y coronales del cuello, y tienen la ventaja de no usar radiaciones (fig. 9-28 B). Las RM del cuello son superiores a las TC para mostrar el detalle de los tejidos blandos, pero ofrecen poca información sobre los huesos. La ecografía también es una técnica útil de diagnóstico por la imagen para el estudio de los tejidos blandos del cuello; proporciona imágenes de muchas afecciones de forma no invasiva con relativo bajo coste y con molestias mínimas. Es útil, por ejemplo, para diferenciar masas sólidas de masas quísticas, que pueden ser difíciles de distinguir durante la exploración física. La ecografía es la modalidad principal del diagnóstico por la imagen para evaluar los cambios morfológicos de la glándula tiroides (la enfermedad funcional tiroidea se evalúa con procedimientos de medicina nuclear y con estudios de laboratorio). Mediante la ecografía endovenosa se pueden obtener imágenes de las arterias y venas del cuello (fig. 9-30 A y B). Para obtener las imágenes, se coloca el transductor dentro del vaso sanguíneo. Las técnicas de ecografía Doppler ayudan a evaluar el flujo sanguíneo intravascular (p. ej., para detectar estenosis [estrechamiento] de una arteria carótida). 1186 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-27. Región cervical de la columna vertebral. FIGURA 9-28. Diagnóstico por la imagen del cuello a través de la glándula tiroides. TC (A) y RM (B) transversales que muestran las estructuras del cuello. 1, esófago; 2, tráquea; 3, lóbulos de la glándula tiroides; 4, istmo de la glándula tiroides; 5, esternocleidomastoideo; 6, esternohioideo; 7, arteria carótida común; 8, vena yugular interna; 9, arteria vertebral; 10, cuerpo vertebral; 11, médula espinal en el líquido cerebroespinal; 12, músculos profundos del dorso; 13, espacio retrofaríngeo. 1187 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 9-29. Diagnóstico por la imagen del cuello a través de la glándula tiroides. A) TC de las arterias de la cabeza y el cuello. B) Angiografía por RM frontal que muestra una estenosis grave en la unión de la arteria vertebral izquierda (flecha larga) y la arteria basilar (flecha corta). La arteria vertebral distal derecha también está ocluida (punta de flecha). FIGURA 9-30. Imagen en color mediante ecografía Doppler del flujo de una arteria carótida interna. A) Normal. B) Arteria ocluida. http://thepoint.lww.com/espanol-Moore6e 1188 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.orghttp://thepoint.lww.com/espanol-Moore6e Push Button0:
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