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40 MECANISMOS DEL ASMA MECANISMOS DE LA ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA CRÓNICA VÍAS DE ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS A LOS PULMONES ■ Vía inhalada ■ Vía oral ■ Vía parenteral BRONCODILATADORES ■ Agonistas adrenérgicos β2 ■ Metilxantinas ■ Antagonistas colinérgicos muscarínicos ■ Nuevas clases de broncodilatadores CORTICOSTEROIDES ■ Mecanismo de acción ■ Efectos antiinflamatorios en el asma ■ Efecto sobre la respuesta a los adrenérgicos β2 ■ Farmacocinética ■ Vías de administración y dosificación ■ Efectos adversos ■ Opciones terapéuticas ■ Desarrollo a futuro CROMONES INHIBIDORES DE LA FOSFODIESTERASA ANTAGONISTAS DE MEDIADORES ■ Antihistamínicos ■ Antileucotrienos TRATAMIENTOS INMUNOMODULADORES ■ Tratamiento de inmunodepresión ■ Tratamiento contra los receptores de IgE ■ Inmunoterapia específica NUEVOS FÁRMACOS EN DESARROLLO PARA LA ENFERMEDAD DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS ■ Nuevos antagonistas de mediadores ■ Inhibidores de la proteasa ■ Nuevos medicamentos antiinflamatorios ■ Mucorreguladores ■ Mucolíticos ■ Expectorantes ANTITUSÍGENOS ■ Opiáceos ■ Dextrometorfano ■ Anestésicos locales ■ Neuromoduladores ■ Otros fármacos ■ Nuevos antitusígenos FÁRMACOS PARA LA DISNEA Y EL CONTROL VENTILATORIO ■ Fármacos para la disnea ■ Estimulantes ventilatorios La farmacología pulmonar trata de comprender la forma en que actúan los fármacos sobre los pulmones y el tratamiento farmacológico de las enfer- medades pulmonares. Gran parte de la farmacología pulmonar analiza los efectos de los medicamentos sobre las vías respiratorias y la terapia de la obstrucción de las vías respiratorias, en particular el asma y la COPD, que se encuentra entre las enfermedades crónicas más comunes en el mundo. Tanto el asma como la COPD se caracterizan por una inflamación crónica de las vías respiratorias, aunque existen marcadas diferencias en los meca- nismos inflamatorios y la respuesta al tratamiento entre estas enfermedades (Barnes, 2008b; Postma y Rabe, 2015). Este capítulo analiza la farmacotera- pia de la enfermedad obstructiva de las vías respiratorias, en específico la terapia con broncodilatadores, que actúan principalmente al revertir la contracción del músculo liso de las vías respiratorias y de los medicamen- tos antiinflamatorios, que suprimen la respuesta inflamatoria en las vías aéreas. Este capítulo se centra en la farmacología pulmonar de los agonis- tas adrenérgicos β2 y corticosteroides; la farmacología básica de estas cla- ses de agentes se presenta en los capítulos 12 y 46. En este capítulo también se revisan otros medicamentos utilizados pa- ra tratar las enfermedades obstructivas de las vías respiratorias, como mucolíticos y estimulantes respiratorios, y además se aborda la terapia farmacológica de la tos, el síntoma respiratorio más común. Los medica- mentos utilizados en el tratamiento de la hipertensión pulmonar se ana- lizan en el capítulo 31 y los que se usan en las infecciones del pulmón, incluida la tuberculosis, en el capítulo 60. Mecanismos del asma El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias que se caracteriza por la activación de los mastocitos, la infiltración de eo- sinófilos, linfocitos T auxiliadores de tipo 2 (TH2) y linfocitos innatos de tipo 2 (ILC2) (figura 40-1) (Barnes, 2011b; Lambrecht y Hammad, 2015). La ac- tivación de los mastocitos por alérgenos y estímulos físicos libera media- dores de broncoconstricción, tales como histamina, LTD4 y prostaglandina D2, que causan broncoconstricción, fuga microvascular y exudación plasmá- tica. El aumento en el número de los mastocitos en el músculo liso de las vías respiratorias es una característica del asma. Muchos de los síntomas del asma se deben a la contracción del músculo liso de las vías respiratorias y, por tanto, los broncodilatadores son impor- tantes para aliviar los síntomas. No está claro si, en el asma, el músculo liso de las vías respiratorias tiene una anomalía intrínseca, pero el aumento de la contractilidad del músculo liso en las vías respiratorias puede con- tribuir a la hiperreactividad de las vías respiratorias, el sello fisiológico del asma. El mecanismo de la inflamación crónica en el asma no se comprende por completo. Tal vez el estímulo inicial sea la exposición a alérgenos, pero parece volverse autónomo, de forma que el asma es, en esencia, incurable. La inflamación puede estar orquestada por células dendríticas, pues son las que regulan a las células TH2 que dan origen a la inflamación eosinofí- lica y también a la formación de IgE por los linfocitos B. El epitelio de las vías respiratorias desempeña un papel importante a través de la liberación de múltiples mediadores inflamatorios y mediante la liberación de factores de crecimiento en un intento por reparar el daño causado por la inflamación. El proceso inflamatorio en el asma está me- diado por la liberación de más de 100 mediadores inflamatorios (Hall y Agrawal, 2014). Una red compleja de citocinas, lo que incluye quimioci- nas y factores de crecimiento, desempeña funciones importantes en or- ganizar el proceso inflamatorio (Barnes, 2008a). La inflamación crónica puede conducir a cambios estructurales (remo- delación) en las vías respiratorias, lo que incluye un aumento en el núme- Capítulo Farmacología pulmonar https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 728 Farm acología p ulm on ar CA PÍTU LO 40 corticosteroides en la mayoría de los pacientes, pero inclusive si el asma es bien controlada, la inflamación y los síntomas regresan si se interrum- pen los corticosteroides. El asma generalmente comienza en la primera infancia, luego puede desaparecer durante la adolescencia y reaparecer en la edad adulta. Se caracteriza por la obstrucción variable del flujo de aire y, por lo general, muestra una buena respuesta terapéutica a bronco- dilatadores y corticosteroides. La gravedad del asma por lo común no cambia, por lo que los pacientes con asma leve rara vez progresan al asma grave y los pacientes con asma severa suelen tenerla desde el inicio, aun- que algunos individuos, particularmente aquellos con asma de inicio tar- dío, muestran una pérdida progresiva de la función pulmonar, al igual que los pacientes con COPD. Las personas con asma grave pueden tener un patrón de inflamación más similar a la COPD y se caracterizan por una respuesta reducida a los corticosteroides (Trejo Bittar et al., 2015). Mecanismos de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD) implica la inflama- ción del tracto respiratorio con un patrón que difiere del asma. En la COPD, hay un predominio de neutrófilos, macrófagos, linfocitos T citotóxicos (células Tc1) y linfocitos T auxiliadores tipo 17 (Th17). La inflamación afecta de manera predominante a las vías respiratorias de pequeño calibre y da origen a estrechamiento y fibrosis progresivas de estas (bronquiolitis obstructiva crónica) y destrucción del parénquima pulmonar con destrucción de las paredes alveolares (enfisema) (figura 40-2) (Barnes et al., 2015). Estos cambios patológicos causan obstrucción de las vías respiratorias durante la espiración, lo que provoca atrapamiento de aire e hiperinflación, parti- cularmente durante el esfuerzo en el ejercicio (hiperinflación dinámica). Esto explica la disnea de esfuerzo y la limitación del ejercicio que son sín- tomas característicos de la COPD. Los broncodilatadores reducen el atrapamiento de aire al dilatar las vías periféricas y son la base del tratamiento en la COPD. En contraste con el asma, la obstrucción del flujo de aire en la COPD tiende a ser pro- gresiva. La inflamación en la periferia pulmonar de pacientes con COPD está mediada por múltiples mediadores inflamatorios y citocinas, aunque el patrón de mediadores difiere del que se observa en el asma (Barnes, 2004). A diferencia del asma, la inflamación en pacientes con COPD es, en gran parte, resistente a corticosteroides, y actualmenteno existen trata- mientos antiinflamatorios efectivos. Muchos pacientes con COPD tienen comorbilidades, que incluyen cardiopatía isquémica, hipertensión, insufi- ciencia cardiaca congestiva, diabetes, osteoporosis, pérdida del músculo esquelético, depresión, enfermedad renal crónica y anemia (Barnes y Ce- lli, 2009). Estas enfermedades pueden ocurrir juntas, como parte de la multimorbilidad, como enfermedades del envejecimiento acelerado con mecanismos patogénicos comunes (Barnes, 2015). Vías de administración de fármacos a los pulmones Los medicamentos pueden administrarse a los pulmones por vía oral o parenteral y también por inhalación. La elección depende del medica- mento y de la enfermedad respiratoria. Vía inhalada La inhalación (figura 40-3) es el modo preferido de administración de muchos medicamentos con un efecto directo en las vías respiratorias, particularmente para el asma y la COPD (Sanchis et al., 2013). Es la única forma de administrar algunos medicamentos, como el cromoglicato sódi- co y los fármacos anticolinérgicos, y es la vía preferida para la administra- ción de agonistas β2 y corticosteroides para reducir los efectos secundarios sistémicos. Los antibióticos pueden administrarse por inhalación en pa- cientes con infección respiratoria crónica (p. ej., en fibrosis quística). La principal ventaja de la inhalación es el suministro de medicamentos a las vías respiratorias en dosis que son efectivas con mucho menos riesgo de efectos secundarios sistémicos. Esto es de particular importancia cuando se usa ICS, con lo que se evitan, en gran medida, los efectos secundarios sistémicos. Además, inhalar los broncodilatadores tiene un inicio de ac- ción más rápido que cuando se toman por vía oral. Tamaño de la partícula El tamaño de las partículas por inhalación es de crucial importancia para determinar el sitio de depósito en el tracto respiratorio. El tamaño óptimo para que las partículas se asienten en las vías respiratorias es de 2-5 μm de MMAD. Las partículas más grandes se asientan en las vías respirato- rias superiores, mientras que las partículas más pequeñas permanecen suspendidas y, por tanto, son exhaladas. Hay un interés creciente en es- Abreviaturas AC: (adenylyl cyclase) Adenililciclasa ACh: (acetylcholine) Acetilcolina ALT: (alanine aminotransferase) Alanina aminotransferasa BDP: (beclomethasone dipropionate) Dipropionato de beclometasona cAMP: (cyclic adenosine monophosphate) Monofosfato de adenosina cíclico CCR3: (C-C chemokine receptor type 3) Receptor de quimiocina C-C tipo 3 COMT: (catechol-O-methyl transferase) Catecol-O-metiltransferasa COPD: (chronic obstructive pulmonary disease) Enfermedad pulmonar obstructiva crónica CRTh2: (chemokine receptor homologous molecule expressed on Th2 lymphocytes) Molécula homóloga del receptor de quimiocina expresada en linfocitos Th2 CXCR2: (C-X-C motif chemokine receptor 2) Receptor de quimiocina motivo CXC cis-LT: (cysteinyl-leukotriene) Cisteinil-leucotrieno DPI: (dry powder inhaler) Inhalador de polvo seco FDA: (Food and Drug Administration) Administración de Medicamentos y Alimentos FEV1: (forced expiratory volume in 1 second) Volumen espiratorio forzado en 1 segundo FFA: (free fatty acid) Ácido graso libre GABA: (γ-aminobutyric acid) Ácido aminobutírico γ GR: (glucocorticoid receptor) Receptor de glucocorticoides HDAC2: (histone deacetylase 2) Histona desacetilasa-2 HFA: (hydrofluoroalkane) Hidrofluoroalcano ICS: (inhaled corticosteroid) Corticosteroide inhalado Ig: (immunoglobulin) Inmunoglobulina IL: (interleukin) Interleucina ILC2: (innate type 2 lymphocyte) Linfocito innato de tipo 2 IM: (intramuscular) Intramuscular IP3: (inositol 1,4,5-trisphosphate) 1,4,5-trifosfato de inositol IV: (intravenous) Intravenoso LABA: (long-acting inhaled β2 agonist) Agonista β2 inhalado de acción prolongada LAMA: (long-acting muscarinic antagonist) Antagonista muscarínico de acción prolongada 5-LO: (5′-lipoxygenase) 5’-lipooxigenasa LT: (leukotriene) Leucotrieno MAO: (monoamine oxidase) Monoaminooxidasa MDI: (metered-dose inhaler) Inhalador de dosis medida MMAD: (mass median aerodynamic diameter) Diámetro aerodinámico mediano de masa MMP: (matrix metalloproteinase) Metaloproteinasa de matriz MOR: (μ opioid receptor) Receptor opioide μ NF-κB: (nuclear factor kappa B) Factor nuclear kappa B NMDA: (N-methyl-d-aspartate) N-metil-d-aspartato PAF: (platelet-activating factor) Factor activador de plaquetas PDE: (phosphodiesterase) Fosfodiesterasa PG: (prostaglandin) Prostaglandina PKA: (protein kinase A) Proteína cinasa A PLC: (phospholipase C) Fosfolipasa C pMDI: (pressurized metered-dose inhaler) Inhalador presurizado de dosis medida SABA: (short-acting β2 agonists) Agonistas β2 de acción corta SAMA: (short-acting muscarinic antagonis) Antagonista muscarínico de acción corta TAS2R: (taste 2 receptor) Receptor del gusto 2 Tc1: (cytotoxic T lymphocyte) Linfocito T citotóxico Th17: (T helper-17 cell) Célula T auxiliadora tipo 17 TH2: (T helper 2 lymphocyte) Linfocitos T auxiliadores de tipo 2 TNF: (tumor necrosis factor) Factor de necrosis tumoral TRP: (transient receptor potential) Receptor de potencial transitorio VIP: (vasoactive intestinal polypeptide) Polipéptido intestinal vasoactivo ro y tamaño de las células del músculo liso de las vías respiratorias, vasos sanguíneos y células secretoras de moco. Una característica histológica del asma es el depósito de colágeno (fibrosis) debajo de la membrana ba- sal del epitelio de la vía aérea (figura 49-1). Esto parece ser resultado de la inflamación eosinofílica y se encuentra incluso en el inicio de los sínto- mas asmáticos. La inflamación compleja del asma es suprimida por los https://booksmedicos.org 729 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV Fibrosis subepitelial Hipertrofia/hiperplasia Nuevos vasosHiperplasia Eosinófilo Mastocito Alérgeno Célula TH2 Célula ILC2 Neutrófilo Célula dendrítica Vasodilatación Fuga plasmática Edema Hipersecreción de moco Tapón de moco Broncoconstricción Reflejo colinérgico Desprendimiento de células epiteliales Nervio sensorial Activación nerviosa Miofibroblasto ca Células musculares lisas en las vías respiratorias E 2 N MY YY Y Humo del cigarrillo (y otros irritantes) PROTEASAS Destrucción de la pared alveolar (enfisema) Hipersecreción de moco Fibrosis (vías respiratorias de pequeño calibre) NeutrófiloTc1 Neut filo Monocito Macrófago Células epitelialesp Th1 Ma Fibroblasto T 1T Th17 Figura 40-1 Mecanismos celulares del asma. Múltiples células inflamatorias son reclutadas y activadas en las vías respiratorias, donde liberan múltiples mediado- res inflamatorios, que también pueden surgir de las células estructurales. Estos mediadores producen broncoconstricción, exudado plasmático y edema, vasodilatación, hipersecreción de moco y activación de los nervios sensoriales. La inflamación crónica conduce a cambios estructurales, que incluyen fibrosis subepitelial (engrosamiento de la membrana basal), hipertrofia e hiperplasia del músculo liso de las vías respiratorias, angiogénesis e hiperplasia de las células secretoras de moco. Figura 40-2 Mecanismos celulares en la COPD. El humo del cigarrillo y otros irritantes activan las células epiteliales y los macrófagos en el pulmón para liberar mediadores que atraen las células inflamatorias circulantes, incluidos los monocitos (que se diferencian de los macrófagos dentro del pulmón), neutrófilos y linfocitos T (células TH1, TC1 y Th17). Los factores fibrógenos liberados de las células epiteliales y los macrófagos ocasionan fibrosis de las vías respiratorias de pequeño calibre. La liberación de proteasas provoca la destrucción de la pared alveolar (enfisema) y la hipersecreción de moco (bronquitis crónica). tudiar el suministro de medicamentos a las vías respiratorias de pequeño calibre, específicamente en la COPD y el asma grave (Usmani y Barnes, 2012). Esto implica suministrarpartículas de fármaco de cerca de 1 μm de MMAD, lo que hoy en día es posible con el uso de fármacos formulados en un HFA propelente. Farmacocinética Del total del fármaco administrado, sólo 10-20% ingresa a las vías respira- torias inferiores con un pMDI convencional. Los fármacos se absorben del lumen de la vía aérea y tienen efectos directos sobre las células blanco de las vías respiratorias. Los medicamentos pueden absorberse hacia la circulación bronquial y más tarde distribuirse a regiones más periféricas de las vías respiratorias. Los fármacos con pesos moleculares elevados tienden a permanecer mayor tiempo en las vías respiratorias. No obstan- te, varios medicamentos tienen una mayor eficacia terapéutica cuando se administran por vía inhalada. El ICS ciclesonida es un profármaco activa- do por esterasas en el tracto respiratorio para dar origen al principio acti- vo des-ciclesonida. La distribución pulmonar más extensa de un fármaco con un MMAD más pequeño aumenta el depósito alveolar y, por tanto, es probable que aumente la absorción en los pulmones hacia la circula- ción general, lo que ocasionaría más efectos secundarios sistémicos. Así, aunque los pMDI con HFA suministran más ICS a las vías respiratorias de pequeño calibre, también hay mayor absorción sistémica, de forma que no debe cambiarse la proporción terapéutica. https://booksmedicos.org 730 Farm acología p ulm on ar CA PÍTU LO 40 MDI Boca y faringe Circulación sistémica Efectos secundarios sistémicos ~10-20% inhalado Pulmones ~80-90% ingerido Absorción en el tracto GI Metabolismo de “primer paso” Tracto GI Hígado Figura 40-3 Representación esquemática del depósito de fármacos inhalados (p. ej., corticosteroides, agonistas β2). La terapia de inhalación deposita el fármaco directa- mente, pero no de manera exclusiva, en los pulmones. La distribución entre los pulmones y la orofaringe depende principalmente del tamaño de la partícula y de la eficiencia del método de administración. La mayor parte del material será deglutido y absorbido, ingresando a la circulación sistémica después de experimentar un efecto de primer paso en el hígado. Algunos medicamentos también se absorberán hacia la circulación sistémica desde los pulmones. El uso de un espaciador de gran volumen reducirá la cantidad del fármaco depositado en la orofaringe, reduciendo así la cantidad ingerida y absorbida en el tracto GI, lo que limita los efectos sistémicos. Dispositivos para el suministro Inhaladores presurizados de dosis medidas (pMDI). Los medicamentos son impulsados desde un contenedor en el pMDI con la ayuda de un pro- pelente, anteriormente con un clorofluorocarbono (freón), hoy en día re- emplazado por un HFA que es “amigable con la capa de ozono”. Estos dispositivos son convenientes, portátiles y normalmente proporcionan 50-200 dosis del medicamento. Cámaras espaciadoras. Los dispositivos espaciadores de gran volumen entre el pMDI y el paciente reducen la velocidad de entrada de las partí- culas a las vías respiratorias superiores y el tamaño de las partículas, al permitir la evaporación del líquido propelente. Esto reduce la cantidad de fármaco que afecta a la orofaringe y aumenta la proporción inhalada hacia las vías respiratorias inferiores. La aplicación de cámaras espacia- doras es útil en la reducción del depósito de ICS en la orofaringe y la con- siguiente reducción de los efectos secundarios locales de estos fármacos. Los dispositivos espaciadores también son útiles para administrar medi- camentos inhalados a niños pequeños que no pueden usar un pMDI. Los niños de hasta 3 años de edad pueden usar un dispositivo espaciador equipado con una mascarilla facial. Inhaladores de polvo seco. Los medicamentos también pueden adminis- trarse como un polvo seco utilizando dispositivos que dispersan un polvo fino por la turbulencia de aire inducida en la inhalación. A los niños me- nores de 7 años les resulta difícil usar un DPI. Los DPI se han desarrolla- do para administrar péptidos y proteínas, como la insulina, por vía sistémica, pero han demostrado ser problemáticos debido a la consisten- cia de la dosificación. Nebulizadores. Se dispone de dos tipos de nebulizadores. Los nebulizado- res de chorro utilizan el flujo de gas (aire u oxígeno), mientras que los nebu- lizadores ultrasónicos utilizan un cristal piezoeléctrico que vibra rápidamente y, por tanto, no requieren una fuente de gas comprimido. El medicamen- to nebulizado puede inspirarse durante la respiración del volumen circu- lante, y es posible administrar dosis mucho más altas de fármaco en comparación con un pMDI. De este modo, los nebulizadores son útiles para tratar las exacerbaciones agudas del asma y la COPD, para suminis- trar medicamentos cuando la obstrucción de las vías respiratorias es ex- trema (p. ej., en COPD grave), para administrar medicamentos inhalados a lactantes y niños pequeños que no pueden usar otros dispositivos de inhalación y para administrar fármacos, como los antibióticos, cuando se deben suministrar dosis relativamente altas. Vía oral Los medicamentos para el tratamiento de enfermedades pulmonares tam- bién pueden administrarse por vía oral. La dosis oral es mucho más alta que la dosis inhalada requerida para lograr el mismo efecto (generalmente en una proporción de aproximadamente 20:1), por lo que los efectos se- cundarios sistémicos son más comunes. Cuando existe la posibilidad de ele- gir una vía inhalada u oral para un medicamento (p. ej., un agonista β2 o un corticosteroide), siempre es preferible la vía inhalada, y la vía oral debe reser- varse para los pocos pacientes que no pueden usar inhaladores (p. ej., ni- ños pequeños, pacientes con problemas físicos tales como artritis severa de las manos). La teofilina es ineficaz por la vía inhalada y, por consiguien- te, se debe administrar por vía sistémica. Los corticosteroides pueden tener que administrarse por vía oral para enfermedades pulmonares parenqui- matosas (p. ej., en enfermedades pulmonares intersticiales). Vía parenteral La vía intravenosa debe reservarse para el suministro de medicamentos en el paciente gravemente enfermo, que no puede absorber los fármacos del tracto GI. Los efectos secundarios son por lo general frecuentes, debi- do a las altas concentraciones plasmáticas. Broncodilatadores Los fármacos broncodilatadores relajan el músculo liso contraído de las vías respiratorias in vitro y provocan la reversión inmediata de la obstruc- ción de las vías respiratorias en el asma in vivo (Cazzola et al., 2012). Tam- bién previenen la broncoconstricción (y de ese modo proporcionan broncoprotección). Las tres clases principales de broncodilatadores que están en uso clínico en la actualidad son: • Agonistas adrenérgicos β2 (simpaticomiméticos). • Teofilina (una metilxantina). • Agentes anticolinérgicos (antagonistas de los receptores muscarínicos). Los fármacos como el cromoglicato sódico, que previenen la bronco- constricción, no tienen acción broncodilatadora directa y son ineficaces una vez que se ha producido la broncoconstricción. Los antiLT (antago- nistas de los receptores de LT e inhibidores de la 5’-lipooxigenasa) tienen un pequeño efecto broncodilatador en algunos pacientes asmáticos y pa- recen prevenir la broncoconstricción. Los corticosteroides, aunque mejo- ran gradualmente la obstrucción de las vías respiratorias, no tienen un efecto directo sobre la contracción del músculo liso de las vías respirato- rias y, por tanto, no son considerados broncodilatadores. Agonistas adrenérgicos β2 Los agonistas β2 inhalados son el tratamiento broncodilatador de elec- ción en el asma, porque son los broncodilatadores más eficaces y tienen efectos secundarios mínimos cuando se usan correctamente. Los agonis- tas β sistémicos, de acción corta y no selectivos, como el isoproterenol (isoprenalina) o metaproterenol, sólo se deben usar como último recurso. Química El desarrollo de agonistas β2 se basa en sustitucionesen la estructura de la catecolamina de norepinefrina y epinefrina (véanse los capítulos 8 y 12). El anillo catecol se compone de grupos hidroxilo en las posiciones 3 y 4 del anillo de benceno. La norepinefrina difiere de la epinefrina sólo en el grupo amino terminal; en general, la modificación adicional en este sitio confiere selectividad de receptor β. Ahora se han introducido mu- chos agonistas selectivos β2, y aunque puede haber diferencias en la po- tencia, no hay diferencias clínicamente significativas en la selectividad. Los fármacos selectivos β2 inhalados en uso clínico hasta la fecha tienen una duración de acción similar (3-6 h). https://booksmedicos.org 731 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV Membrana celular AC GTP ATP β β2ARβ2AR K+ Gs Agonista β2 αs γ AMP cíclico Activación del canal K+ activado por Ca2+ Metilxantinas 5 AMP PDE PKA Actividad de la vía PLC-IP3-Ca 2+ Intercambio de Na+/Ca2+ Na+, Ca2+-ATPasa MLCK, fosfatasa MLC Iberiotoxina MLCK, Figura 40-4 Acciones moleculares de los agonistas β2 para inducir la relajación de las células del músculo liso de las vías respiratorias. La activación de los receptores β2 (β2AR) causa la activación de AC a través de Gs, ocasionando un aumento del cAMP intracelular y activación de PKA. La PKA fosforila una variedad de sustratos blanco, dando origen a la abertura de los canales de K+ activados por Ca2+ (KCa), con lo que se facilita la hiperpolarización, disminuye la hidrólisis de PI, se incrementa el intercambio de Na+/Ca2+, aumenta la actividad de Na+, Ca2+-ATPasa y disminuye la actividad de la cinasa de cadena ligera de miosina (MLCK) y aumenta la fosfatasa de la cadena ligera de la miosina (MLC). Los receptores β2 también pueden acoplarse a KCa a través de Gs. PDE, fosfodiesterasa de nucleó- tidos cíclicos. Los LABA inhalados, el salmeterol y el formoterol, tienen un efecto de duración mucho más prolongada y proporcionan broncodilatación y broncoprotección por más de 12 h (Cazzola et al., 2013b). El formoterol tiene sustituciones voluminosas en la cadena alifática y su lipofilicidad es moderada, lo que parece mantener al fármaco en la membrana cerca del receptor, de forma que se comporta como fármaco de liberación lenta. El salmeterol tiene una cadena alifática larga y su larga duración puede de- berse a la unión a receptores en la hendidura sináptica del receptor (“exo- sitio”) que ancla el fármaco en la hendidura. Ahora se han desarrollado agonistas β2 de administración una vez al día, como el indacaterol, el vi- lanterol y el olodaterol, con una duración de acción de más de 24 horas. Modo de acción La ocupación de receptores β2 por agonistas da como resultado la activa- ción de la vía Gs-adenililciclasa-cAMP-PKA, dando origen a eventos de fosforilación que conducen a la relajación del músculo liso bronquial (fi- gura 40-4). Los receptores β2 se localizan en varias células diferentes de las vías respiratorias, donde pueden tener efectos adicionales. Los agonis- tas β2 también pueden causar broncodilatación indirectamente al inhibir la liberación de mediadores de broncoconstricción de células inflamatorias y de neurotransmisores de broncoconstricción de los nervios de las vías respiratorias. Estos mecanismos incluyen: • Prevención de liberación de mediadores a partir de mastocitos pulmo- nares humanos aislados (a través de receptores β2). • Prevención de la fuga microvascular y, por tanto, desarrollo de edema de la mucosa bronquial después de la exposición a mediadores, como histamina, LTD4 y prostaglandina D2. • Aumento de la secreción de moco en las glándulas submucosas y del transporte de iones a través del epitelio de las vías respiratorias (puede mejorar la eliminación mucociliar, revertir la eliminación defectuosa que se encuentra en el asma). • Reducción de la neurotransmisión en los nervios colinérgicos de las vías respiratorias humanas por la acción al nivel de los receptores presi- nápticos β2 para inhibir la liberación de ACh. Aunque estos efectos adicionales de los agonistas β2 pueden ser rele- vantes para el uso profiláctico de estos fármacos contra diversos desafíos, su rápida acción broncodilatadora es probablemente atribuible a un efec- to directo sobre el músculo liso de todas las vías respiratorias. Efectos antiinflamatorios Aún es tema de debate si los agonistas β2 tienen efectos antiinflamatorios en el asma. Los efectos inhibidores de los agonistas β2 sobre la liberación de mediadores por los mastocitos y la fuga microvascular son claramente efectos antiinflamatorios, lo que sugiere que los agonistas β2 pueden mo- dificar la respuesta inflamatoria aguda. Sin embargo, los agonistas β2 no parecen tener un efecto inhibidor significativo en la inflamación crónica de las vías respiratorias de individuos asmáticos, la cual es suprimida por los corticosteroides. Ahora esto ha sido confirmado por varios estudios con biopsia y lavado broncoalveolar en pacientes con asma que reciben agonistas β2 de manera regular (incluidos los LABA), en los que se de- muestra que no hay una reducción significativa en el número o en la ac- tivación de las células inflamatorias en las vías respiratorias, en contraste con la resolución de la inflamación que ocurre con los ICS. Esto puede estar relacionado con el hecho de que hay desensibilización rápida a los efectos de los agonistas β2 en macrófagos, eosinófilos y linfocitos. Uso clínico Agonistas β2 de acción corta. Los SABA inhalados son los broncodilata- dores más utilizados y efectivos en el tratamiento del asma, debido a su antagonismo funcional de la broncoconstricción. Cuando se inhalan de un pMDI o un DPI, son convenientes, fáciles de usar, de inicio rápido y sin efectos secundarios sistémicos significativos. Estos agentes son efec- tivos para proteger contra diversos factores desencadenantes del asma, como el ejercicio, el aire frío y los alérgenos. Los SABA son los broncodi- latadores de elección en el tratamiento del asma aguda grave. La vía de administración por nebulización es más fácil y más segura que la admi- nistración vía intravenosa y tan eficaz como aquella. La inhalación es preferible a la administración oral, porque los efectos secundarios sisté- micos son menores. Los SABA, como el albuterol, deben usarse “según sea necesario” sobre la base de los síntomas, y no de manera regular, en el trata- miento del asma leve; un incremento en el uso indica la necesidad de aumentar la terapia antiinflamatoria. Los agonistas β2 orales se indican ocasionalmente como broncodilata- dores adicionales. Las preparaciones de liberación lenta (p. ej., albuterol y bambuterol de liberación lenta [no disponibles en Estados Unidos]) pueden estar indicadas en el asma nocturna; sin embargo, estos agentes tienen un mayor riesgo de efectos secundarios. Varios SABA están dispo- nibles, son resistentes a la absorción y degradación enzimática por COMT y MAO, todos son utilizables por inhalación y por vía oral, tienen una duración de acción similar (∼3-4 h, menos en asma grave) y efectos secundarios similares. Se ha llamado la atención sobre las diferencias en la selectividad del receptor β2, pero no son clínicamente importantes. Los fármacos en uso clínico incluyen el albuterol (salbutamol), el levalbuterol, el metaproterenol, la terbutalina, el pirbuterol, así como varios no disponibles en Estados Unidos (fenoterol, tulobuterol y rimiterol). Agonistas β2 inhalados de acción prolongada. Los LABA como el salme- terol, el formoterol y el arformoterol han demostrado ser un avance signifi- cativo en el tratamiento del asma y la COPD. Estos medicamentos tienen https://booksmedicos.org 732 Farm acología p ulm on ar CA PÍTU LO 40 TABLA 40-1 ■ Efectos secundarios de los agonistas β2 • Temblor muscular (efecto directo sobre los receptores β2 del músculo esquelético) • Taquicardia (efecto directo sobre los receptores β2 auriculares, efecto reflejodel aumento de la vasodilatación periférica a través de los receptores β2) • Hipopotasemia (efecto directo β2 en la captación de K+ por parte del músculo esquelético) • Inquietud • Hipoxemia (↑ pérdida de la relación V · /Q · debido a la reversión de la vasoconstricción pulmonar hipóxica) • Efectos metabólicos (↑ FFA, glucosa, lactato, piruvato, insulina) una acción broncodilatadora de más de 12 h y también protegen contra la broncoconstricción durante un periodo similar (Cazzola et al., 2013b). Ellos mejoran el control del asma (cuando se administran dos veces al día) en comparación con el tratamiento regular con SABA (cuatro a seis veces al día). Los LABA de una vez al día, tales como el indacaterol, el vi- lanterol y el olodaterol, con una duración de más de 24 h, se han desarro- llado ahora y son más efectivos en pacientes con COPD que los LABA de dos veces al día y los SABA más frecuentes. Se ha demostrado que existe tolerancia a los efectos broncodilatadores del formoterol, además de un efecto broncoprotector del formoterol y el salmeterol, pero su importancia clínica es dudosa. Aunque tanto el for- moterol como el salmeterol tienen una duración similar del efecto en los estudios clínicos, existen diferencias. El formoterol tiene un inicio de acción más rápido y es un agonista casi completo, mientras que el salme- terol es un agonista parcial con un inicio de acción más lento. Estas dife- rencias pueden conferir una ventaja teórica al formoterol en el asma más grave, mientras que también pueden hacer que sea más probable que induzca tolerancia. Sin embargo, no se han encontrado diferencias clíni- cas significativas entre el salmeterol y el formoterol en el tratamiento de pacientes con asma grave (Nightingale et al., 2002). En la COPD, los LABA son broncodilatadores efectivos que se pueden usar solos o en combinación con anticolinérgicos o ICS. Los LABA mejo- ran los síntomas y la tolerancia al esfuerzo, al reducir el atrapamiento de aire y las exacerbaciones. En pacientes con asma, los LABA nunca deben usarse solos, porque no tratan la inflamación crónica subyacente, y esto puede aumentar el riesgo para la vida y de exacerbaciones fatales del asma; más bien, los LABA se deben usar siempre en combinación con un ICS en un inha- lador con combinación de fármacos en dosis fija. Los LABA son un trata- miento eficaz adicional a los ICS y son más eficaces que dosis crecientes de ICS cuando el asma no se controla con dosis bajas. Inhaladores combinados. Los inhaladores combinados que contienen LABA y un corticosteroide (p. ej., fluticasona/salmeterol, budesonida/for- moterol) se utilizan hoy en día ampliamente en el tratamiento del asma y COPD. En el asma, la combinación de un LABA con un corticosteroide ofrece acciones sinérgicas complementarias (Barnes, 2002). El inhalador combinado es más conveniente para los pacientes, simplifica la terapia y mejora la adherencia con el ICS. Además, al administrar los dos medica- mentos en el mismo inhalador se asegura que se entreguen simultánea- mente a las mismas células en las vías respiratorias, permitiendo que se produzcan las interacciones moleculares beneficiosas entre los LABA y los corticosteroides. Los inhaladores combinados son ahora la terapia preferida para los pacientes con asma persistente. Estos inhaladores de combinación también son más efectivos en pacientes con COPD que un LABA y un ICS solos, pero los mecanismos que explican esta interacción beneficiosa son menos conocidos que en los pacientes con asma. Agonistas β2 estereoselectivos. El albuterol es una mezcla racémica de isómeros R-activos y S-inactivos. Aunque el R-albuterol (levalbuterol) fue más potente que el R/S-albuterol racémico en algunos estudios, las res- puestas de dosis cuidadosas no mostraron ninguna ventaja en términos de eficacia y ninguna evidencia de que el S-albuterol sea perjudicial en pacientes asmáticos (Lotvall et al., 2001). Debido a que el levalbuterol es, por lo general, más costoso que el albuterol racémico utilizado normal- mente, esta terapia no tiene una clara ventaja clínica. El formoterol este- reoselectivo (R,R-formoterol, arformoterol) se ha desarrollado ahora como una solución nebulizada, pero también parece no ofrecer ninguna venta- ja clínica sobre el formoterol racémico en pacientes con COPD (Loh et al., 2015). Polimorfismos de los receptores β2. Se han descrito varios polimorfismos de un solo nucleótido y haplotipos de ADRβ2 humano, que afectan la estructura de los receptores β2. Las variantes comunes son Gly16Arg y Gln27Glu, que tienen efectos in vitro sobre la desensibilización de los re- ceptores, pero los estudios clínicos han mostrado efectos inconsistentes en las respuestas broncodilatadoras a SABA y LABA (Hawkins et al., 2008). Algunos estudios han demostrado que los pacientes con la varian- te homocigota común Arg16Arg tienen efectos adversos más frecuentes y una peor respuesta a los SABA que los heterocigotos o los homocigotos Gly16Gly, pero, en términos generales, estas diferencias son pequeñas y no parece haber utilidad clínica en medir el genotipo ADRβ2. No se en- contraron diferencias con las respuestas a LABA entre estos genotipos (Bleecker et al., 2007). Efectos secundarios. Los efectos no deseados están relacionados con la dosis y se deben a la estimulación de los receptores β extrapulmonares (tabla 40-1 y capítulo 12). Los efectos secundarios no son comunes con el tratamiento inhalado, pero son bastante frecuentes con la administración oral o intravenosa. • El temblor muscular debido a la estimulación de los receptores β2 en el músculo esquelético es el efecto secundario más común. Puede ser más problemático en pacientes de edad avanzada y, por tanto, es un problema más frecuente en personas con COPD. • La taquicardia y las palpitaciones se deben a la estimulación cardiaca refleja secundaria a la vasodilatación periférica, por estimulación di- recta de los receptores β2 auriculares (el corazón humano tiene una proporción relativamente alta de receptores β2, véase el capítulo 12) y posiblemente también de la estimulación de los receptores β1 miocár- dicos cuando la dosis de agonistas β2 aumenta. • La hipopotasemia es un efecto secundario potencialmente serio. Se debe a la estimulación de la entrada de potasio al interior del músculo estriado por los receptores β2, que puede ser secundaria a un aumento en la secreción de insulina. La hipopotasemia puede ser grave en pre- sencia de hipoxia, como en el asma aguda, cuando puede haber una predisposición a arritmias cardiacas (capítulo 30). En la práctica, sin embargo, rara vez se observan arritmias significativas después de la administración de agonistas β2 nebulizados en pacientes con asma aguda o con COPD. • La pérdida de la relación ventilación-perfusión V/Q es ocasionada por va- sodilatación pulmonar en vasos sanguíneos previamente contraídos por la hipoxia, lo que provoca el cortocircuito de sangre hacia regiones mal ventiladas con reducción en la tensión arterial de oxígeno. Aun- que en la práctica el efecto de los agonistas β2 en la Pao2 suele ser muy pequeño (reducción <5 mm Hg), en ocasiones, en casos de COPD gra- ve puede ser grande, aunque es posible evitarlo mediante la adminis- tración de oxígeno inspirado adicional. • Los efectos metabólicos (aumento de ácidos grasos libres, insulina, glu- cosa, piruvato y lactato) generalmente se observan sólo después de dosis sistémicas grandes. Tolerancia. El tratamiento continuo con un agonista a menudo conduce a la tolerancia, que puede deberse a la regulación descendente de los re- ceptores (capítulo 12). La tolerancia de la respuesta no respiratoria media- da por receptores β2, tales como temblores y respuestas cardiovasculares y metabólicas, se inducen fácilmente en sujetos sanos y asmáticos. En pa- cientes asmáticos, por lo común no se observa la tolerancia a los efectos broncodilatadores de los agonistas β2. Sin embargo, se desarrollatoleran- cia a los efectos broncoprotectores de los agonistas β2, y esto es más nota- ble con los broncoconstrictores indirectos que activan los mastocitos (p. ej., la adenosina, los alérgenos y el esfuerzo) que con los broncoconstric- tores directos, como la histamina y la metacolina. La razón para esta re- sistencia relativa de las respuestas β2 en el músculo liso de las vías respiratorias a la desensibilización sigue siendo incierta, pero puede re- flejar la gran reserva de receptores: más de 90% de los receptores β2 pue- den perderse sin ninguna reducción en la respuesta de relajación. El alto nivel de expresión de ADRβ2 en el músculo liso de las vías respiratorias en comparación con la periferia de los pulmones también puede contribuir a la resistencia a la tolerancia, porque es probable que haya una tasa ele- vada de síntesis de receptores β. Además, la expresión de GRK2, que fos- forila e inactiva receptores β2 ocupados, es muy baja en el músculo liso de las vías respiratorias (Penn et al., 1998). Por el contrario, no hay reserva de receptores en las células inflamatorias, la expresión de GRK2 es alta y la tolerancia a los agonistas β2 se desarrolla rápidamente en estos sitios. Los estudios experimentales han demostrado que los corticosteroides previenen el desarrollo de tolerancia en el músculo liso de las vías respi- ratorias y previenen e invierten la reducción en la densidad de los recep- tores β pulmonares (Mak et al., 1995). Sin embargo, los ICS no evitan la tolerancia a los efectos broncoprotectores de los agonistas β2 inhalados, posiblemente porque no alcanzan el músculo liso de las vías respiratorias en una concentración lo suficientemente alta. https://booksmedicos.org 733 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV TEOFILINA ADENOSINA AMP CÍCLICO Seguridad a largo plazo. Debido a una posible relación entre la terapia farmacológica adrenérgica y el aumento de las muertes por asma en va- rios países durante la década de 1960, surgieron dudas sobre la seguridad a largo plazo de los agonistas β. Un agonista β2 particular, el fenoterol, se relacionó con el incremento de las muertes por asma en Nueva Zelanda a principios de la década de 1990, porque se observaron más casos de muertes cuando se prescribía fenoterol en comparación con un grupo testigo comparable (Beasley et al., 1999). Un estudio epidemiológico que examinó los vínculos entre los medicamentos recetados para el asma y la muerte o eventos cercanos a la muerte por ataques de asma encontró un marcado aumento en el riesgo de muerte con altas dosis de todos los ago- nistas β2 inhalados. El riesgo fue mayor con fenoterol, pero cuando se ajustó la dosis a la dosis equivalente de albuterol, no hubo diferencia sig- nificativa en el riesgo para estos dos fármacos. El vínculo entre el uso de agonistas β2 en dosis altas y el aumento de la mortalidad por asma no demuestra una asociación causal, porque los pa- cientes con asma más grave y mal controlada, que tenían mayor probabi- lidad de riesgo elevado de ataques mortales, eran más propensos a usar dosis más elevadas de agonistas β2 inhalados y era menos probable que utilizaran un tratamiento antiinflamatorio eficaz. De hecho, en los pa- cientes que usaron esteroides inhalados regulares, hubo una reducción significativa en el riesgo de muerte. El uso regular de agonistas β2 inhalados también se ha relacionado con una mayor morbilidad por asma. El uso regular de fenoterol se asoció con un peor control del asma y un pequeño aumento en la hiperreactividad de las vías respiratorias en comparación con los pacientes que usaron feno- terol “por razón necesaria” para el control de los síntomas durante un periodo de 6 meses (Sears, 2002). Sin embargo, esto no se encontró en un estudio con albuterol regular (Dennis et al., 2000). Existe cierta evidencia de que los agonistas β2 inhalados regularmente pueden aumentar el asma inducida por alérgenos y la eosinofilia del esputo (Gauvreau et al., 1997). Los SABA sólo se deben usar bajo demanda para el control de los síntomas, y si se requieren con frecuencia (más de tres veces por semana), se necesita un ICS. La seguridad de los LABA en el asma sigue siendo controvertida. Un estudio grande sobre la seguridad del salmeterol mostró un exceso de muertes por causa respiratoria y eventos cercanos a la muerte en pacien- tes a quienes se les prescribió salmeterol, pero estas muertes se produje- ron principalmente en afroamericanos que vivían en zonas urbanas deprimidas que no tomaban ICS (Nelson y Dorinsky, 2006). Datos simi- lares también han aumentado las preocupaciones con respecto al formo- terol. Sin embargo, el tratamiento concomitante con un ICS parece evitar ese riesgo, por lo que se recomienda que los LABA sólo se utilicen cuan- do se prescriben ICS (de preferencia en forma de inhalador combinado para que los LABA nunca se administren sin los ICS) (Cates et al., 2014). Todos los LABA aprobados en Estados Unidos llevan una advertencia de recuadro negro contra el uso excesivo. Hay menos preocupaciones de se- guridad con el uso de LABA en la COPD. No se han informado efectos adversos importantes en varios estudios grandes y prolongados y no hu- bo evidencia de problemas cardiovasculares (Kew et al., 2013). Desarrollo a futuro Los agonistas β continuarán siendo los broncodilatadores de elección pa- ra el asma, porque son efectivos en todos los pacientes y tienen pocos o ningún efecto secundario cuando se usan en dosis bajas. Cuando se utili- zan según se requiera para el control de los síntomas, los agonistas β2 inhalados parecen seguros. El uso de grandes dosis de agonistas β2 inha- lados indica un control del asma inadecuado; tales pacientes deben ser evaluados y se deben usar medicamentos apropiados para el control. Los LABA son una opción útil para el control a largo plazo en el asma y la COPD. Probablemente en pacientes con asma, los LABA se deben usar únicamente en una combinación fija con un ICS, para prevenir el peligro potencial asociado con los LABA solos. Existen pocas ventajas de mejorar la selectividad de los receptores β2, porque la mayoría de los efectos se- cundarios de estos agentes se deben a la estimulación de los receptores β2 (temblor muscular, taquicardia, hipopotasemia). Los agonistas β2 inhala- dos una vez al día son útiles en pacientes con COPD y pueden tener efec- tos aditivos con los LAMA. Metilxantinas Las metilxantinas, como la teofilina, que están relacionadas con la cafeí- na, se han usado en el tratamiento del asma desde 1930, y la teofilina todavía se usa ampliamente en los países en desarrollo porque es barata. La teofilina se volvió más útil con la introducción de preparaciones de liberación lenta confiables. Sin embargo, los agonistas β2 inhalados son mucho más efectivos como broncodilatadores y los ICS tienen un mayor Química La teofilina es una metilxantina de estructura similar a las xantinas dieté- ticas comunes: cafeína y teobromina. Se han sintetizado varios derivados sustituidos, pero sólo dos parecen tener alguna ventaja sobre la teofilina: la enprofilina, que es un broncodilatador más potente y puede tener me- nos efectos tóxicos, porque no antagoniza los receptores de adenosina; la doxofilina, una nueva metilxantina disponible en algunos países, que tie- ne un efecto inhibidor sobre las PDE similar al de la teofilina, pero que es menos activa como antagonista de la adenosina y tiene un perfil de efec- tos secundarios más favorable (Akram et al., 2012). Muchas sales de teo- filina también se han comercializado; la más común es la aminofilina. Otras sales no tienen ninguna ventaja. La teofilina sigue siendo la princi- pal metilxantina en uso clínico. Mecanismo de acción El mecanismo de acción de la teofilina es aún incierto. Además de su ac- ción broncodilatadora, la teofilina tiene muchos efectos no broncodilata- dores que pueden ser relevantes para sus efectos en el asma y la COPD (figura40-5). Se han propuesto varios mecanismos moleculares de acción: • Inhibición de PDE. La teofilina es un inhibidor de PDE no selectivo, pero el grado de inhibición es relativamente mínimo a concentracio- nes de teofilina que se encuentran dentro del rango terapéutico. La inhibición de PDE y la elevación concomitante de cAMP celular y GMP cíclico probablemente expliquen la acción broncodilatadora de la teofilina. Ahora se han reconocido varias familias de isoenzimas de PDE, y aquellas que son importantes en la relajación del músculo liso incluyen PDE3, PDE4 y PDE5. • Antagonismo de los receptores de adenosina. La teofilina antagoniza los receptores de adenosina a concentraciones terapéuticas. La adenosina causa broncoconstricción en las vías respiratorias de pacientes asmáti- cos al liberar histamina y LT. El antagonismo de los receptores A1 puede ser responsable de efectos secundarios graves, que incluyen arritmias cardiacas y convulsiones. • Liberación de interleucina 10. La IL-10 tiene un amplio espectro de efec- tos antiinflamatorios, y hay evidencia de que su secreción se reduce en el asma. La liberación de IL-10 aumenta con la teofilina, y este efecto puede estar mediado a través de la inhibición de las actividades de PDE, aunque esto no se ha visto con las dosis bajas que son efectivas en el asma. • Efectos en la transcripción de genes. La teofilina previene la translocación del factor de transcripción proinflamatorio NF-κB en el núcleo, redu- ciendo potencialmente la expresión de genes inflamatorios en el asma y la COPD (Ichiyama et al., 2001). Sin embargo, estos efectos se obser- van a altas concentraciones y pueden estar mediados por la inhibición de la PDE. • Efectos en la apoptosis. La supervivencia prolongada de los granulocitos debida a una reducción en la apoptosis puede ser importante para perpetuar la inflamación crónica en el asma (eosinófilos) y la COPD (neutrófilos). La teofilina promueve la apoptosis en los eosinófilos y neutrófilos in vitro. Esto se asocia con una reducción en la proteína antiapoptósica Bcl-2 (Chung et al., 2000). Este efecto no está mediado por la inhibición de PDE, pero en los neutrófilos puede estar media- do por el antagonismo de los receptores A2A de adenosina (Yasui et al., 2000). La teofilina también induce la apoptosis en los linfocitos T a través de la inhibición de PDE. • Activación de la histona desacetilasa. El reclutamiento de HDAC2 por parte de los receptores GRS desactiva los genes inflamatorios. En con- centraciones terapéuticas, la teofilina activa HDAC, con lo que se in- crementan los efectos antiinflamatorios de los corticosteroides (Cosio et al., 2004). Este mecanismo parece estar mediado por la inhibición de la PI-cinasa-δ, que se activa por la tensión oxidativa (To et al., 2010). efecto antiinflamatorio. En pacientes con asma grave y COPD, sigue sien- do un medicamento eficaz como terapia complementaria (Barnes, 2013c). https://booksmedicos.org 734 Farm acología p ulm on ar CA PÍTU LO 40 Efectos no broncodilatadores La teofilina tiene un beneficio clínico en el asma y en la COPD a concen- traciones plasmáticas de menos de 10 mg/L, lo suficientemente bajas de tal manera que estos efectos son poco probables y se explican por la ac- ción broncodilatadora de la teofilina. Hay evidencia creciente de que la teofilina tiene efectos antiinflamatorios en el asma (Barnes, 2013c). En los pacientes con asma leve, el tratamiento oral crónico con teofilina in- hibe la respuesta tardía a los alérgenos inhalados y reduce la infiltración de eosinófilos y linfocitos CD4+ en las vías respiratorias después de la ex- posición al alérgeno (Lim et al., 2001). En los pacientes con COPD, la teo- filina reduce el número total y la proporción de los neutrófilos en el esputo inducido, la concentración de IL-8 y la respuesta quimiotáctica de los neutrófilos (Culpitt et al., 2002). La retirada de la teofilina en pacientes con COPD provoca un empeoramiento de la enfermedad. Con la teofili- na in vitro es posible aumentar la sensibilidad a los corticosteroides y re- vertir la resistencia a corticosteroides en las células de sujetos con COPD (Cosio et al., 2004). Farmacocinética y metabolismo La teofilina tiene efectos antiasmáticos diferentes a la broncodilatación con cifras inferiores a 10 mg/L, de forma que el intervalo terapéutico con- siderado hoy en día es de 5-15 mg/L. La dosis de teofilina que debe admi- nistrarse para proporcionar estas concentraciones terapéuticas varía entre los sujetos, fundamentalmente debido a las diferencias en la elimi- nación del medicamento. Además, puede haber diferencias en la res- puesta broncodilatadora a la teofilina; con broncoconstricción aguda, pueden requerirse concentraciones más altas para producir broncodilata- ción. La teofilina se absorbe rápidamente y por completo, pero existen grandes variaciones interindividuales en la eliminación debido a las dife- rencias en el metabolismo hepático. La teofilina se metaboliza en el híga- do, principalmente por CYP1A2; innumerables factores influyen en el metabolismo hepático y la eliminación de la teofilina (véase la tabla 40-2). Debido a estas variaciones en la eliminación, es necesario individuali- zar la dosis de teofilina, y las concentraciones plasmáticas deberán ser medidas 4 h después de la última dosis con preparaciones de liberación lenta, una vez que se ha logrado el estado de equilibrio. No hay ninguna variación circadiana significativa en el metabolismo de la teofilina, aun- que puede retrasarse la absorción por la noche, lo que parece estar rela- cionado con la postura supina. Preparaciones y vías de administración La aminofilina intravenosa, un éster de etileno diamina de teofilina que es soluble en agua, se ha utilizado durante muchos años en el tratamien- to del asma aguda grave. La dosis recomendada es de 6 mg/kg por vía intravenosa durante 20-30 min, seguida de una dosis de mantenimiento de 0.5 mg/kg por hora. Si el paciente ya está tomando teofilina, o existe algún factor que disminuya su eliminación, las dosis deben reducirse a la mitad y las concentraciones plasmáticas deben ser comprobadas con más frecuencia. Hoy en día se prefieren los agonistas β2 nebulizados so- bre la aminofilina intravenosa para las exacerbaciones agudas del asma y la COPD. Las tabletas de teofilina de liberación intermedia de administración oral o los elíxires, que se absorben rápidamente, proporcionan amplias fluctuaciones en las concentraciones plasmáticas y no se recomiendan. En la actualidad están disponibles varias preparaciones de liberación sos- tenida que son absorbidas a una velocidad constante y proporcionan con- centraciones plasmáticas estables durante un periodo de 12-24 h. Tanto la aminofilina como la teofilina de liberación lenta están disponibles y son igualmente efectivas (aunque el componente etilendiamina de la aminofilina ha sido implicado en reacciones alérgicas). Para el tratamien- to continuo, se necesita terapia dos veces al día (∼8 mg/kg dos veces al día). Para el asma nocturna, una sola dosis de teofilina de liberación lenta en la noche a menudo es eficaz. Una vez que la dosis óptima se haya de- terminado, no es necesario, por lo general, el control rutinario de las con- centraciones en plasma, a menos que se sospeche un cambio en la eliminación o surja una evidencia de toxicidad. Uso clínico En pacientes con asma aguda, la aminofilina intravenosa es menos efec- tiva que los agonistas β2 nebulizados y, por tanto, debe reservarse para los pacientes que no responden a los agonistas β o no los toleran. La teofi- lina no se debe agregar de forma rutinaria a los agonistas β2 nebulizados, porque no aumenta la respuesta broncodilatadora y puede incrementar sus efectos secundarios. La teofilina se ha utilizado como un controlador en el tratamiento del asma leve persistente, aunque, por lo común, es me- nos efectiva que las dosis bajas de ICS. La adición de teofilina en dosisbajas a un ICS, en pacientes que no están controlados adecuadamente, proporciona un mejor control de los síntomas y de la función pulmonar que duplicar la dosis de esteroides inhalados (Lim et al., 2001). Los LABA son más efectivos como terapia complementaria, pero la teofilina es con- siderablemente menos costosa y puede ser el único tratamiento auxiliar CÉLULAS INFLAMATORIAS Número de células ( apoptosis) Broncodilatación Fuga Eosinófilos CÉLULAS ESTRUCTURALES Músculo liso de las vías respiratorias Célula endotelial Músculos esqueléticos respiratorios Citocinas, tráfico Linfocito T Mediadores Mastocito ¿Fuerza? Citocinas Macrófago TEOFILINA Figura 40-5 Efectos de la teofilina en múltiples tipos celulares en las vías respiratorias. TABLA 40-2 ■ Factores que afectan la eliminación de la teofilina Aumento de la eliminación • Inducción enzimática (principalmente de CYP1A2) por la adminis- tración simultánea de fármacos (p. ej., rifampicina, barbitúricos, etanol) • Fumar (tabaco, marihuana) a través de la inducción de CYP1A2 • Dieta rica en proteínas y baja en carbohidratos • Carne en barbacoa • Infancia Disminución de la eliminación • Inhibición de CYP (cimetidina, eritromicina, ciprofloxacina, alopu- rinol, fluvoxamina, zileutón, zafirlukast) • Insuficiencia cardiaca congestiva • Hepatopatía • Neumonía • Infección viral y vacunación • Dieta rica en carbohidratos • Edad avanzada https://booksmedicos.org 735 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV disponible cuando los costos por los medicamentos son un factor limitan- te. La teofilina todavía se usa como broncodilatador en la COPD, pero se prefieren los anticolinérgicos y agonistas β2 inhalados. La teofilina tiende a añadirse a estos broncodilatadores inhalados en pacientes con enferme- dad más grave y se ha demostrado que brinda mejoría clínica adicional cuando se agrega a un LABA. Efectos secundarios Los efectos no deseados de la teofilina generalmente están relacionados con la concentración plasmática y tienden a ocurrir a una Cp mayor de 15 mg/L. Los efectos secundarios más comunes son dolor de cabeza, náu- seas y vómitos (debido a la inhibición de PDE4), molestias abdominales e inquietud (tabla 40-3). También puede haber una mayor secreción de áci- do gástrico (debido a la inhibición de la PDE) y diuresis (debida a la inhi- bición de los receptores de adenosina A1). La teofilina puede provocar trastornos del comportamiento y dificultades de aprendizaje en niños en edad escolar. A concentraciones elevadas, pueden producirse arritmias cardiacas como consecuencia de la inhibición de PDE3 cardiaca y del an- tagonismo de los receptores cardiacos A1. En concentraciones muy altas, pueden producirse convulsiones debido al antagonismo de los receptores centrales A1. El uso de dosis bajas de teofilina para lograr concentracio- nes plasmáticas de 5-10 mg/L, evita, en gran medida, los efectos secunda- rios y las interacciones medicamentosas. Resumen y desarrollo a futuro El uso de teofilina ha ido disminuyendo, en parte debido a los problemas con los efectos secundarios, pero principalmente porque se ha introduci- do una terapia más efectiva con agonistas β2 e ICS. La teofilina oral sigue siendo un tratamiento complementario útil en algunos pacientes con as- ma difícil de controlar y parece tener efectos más allá de los proporciona- dos por los esteroides. Las preparaciones de teofilina de liberación rápida son el único medicamento antiasmático asequible en algunos países en desarrollo. Cada vez hay más pruebas de que la teofilina tiene algún efec- to antiasmático en dosis inferiores a las necesarias para la broncodilata- ción, y se recomiendan concentraciones plasmáticas de 5-15 mg/L. Antagonistas colinérgicos muscarínicos La farmacología básica de los agentes antimuscarínicos se presenta en el capítulo 9. Modo de acción Como antagonistas competitivos de la ACh endógena en los receptores muscarínicos, estos agentes inhiben el efecto directo del constrictor sobre el músculo liso bronquial mediado por la vía M3-Gq-PLC-IP3-Ca2+ (véanse capítulos 3 y 9). La eficacia se deriva del papel desempeñado por el siste- ma nervioso parasimpático en la regulación del tono broncomotor. Los efectos de ACh en el sistema respiratorio incluyen broncoconstricción y secreción de moco traqueobronquial. Por tanto, los fármacos antimusca- rínicos antagonizan estos efectos de ACh, lo que resulta en broncodilata- ción y secreción de moco reducida. La acetilcolina también se puede liberar de otras células de las vías res- piratorias, incluidas las células epiteliales (Wessler y Kirkpatrick, 2008). La síntesis de ACh en las células epiteliales se ve aumentada por estímu- los inflamatorios (como TNF-α), que aumentan la expresión de colina acetiltransferasa, lo que podría contribuir a los efectos colinérgicos en las enfermedades de las vías respiratorias. Los receptores muscarínicos se expresan en el músculo liso de las vías respiratorias de pequeño calibre que no parecen recibir inervación significativa de los nervios colinérgi- cos; estos receptores pueden ser un mecanismo de estrechamiento coli- nérgico en las vías respiratorias periféricas que podría ser relevante en la COPD, en respuesta a la ACh no neuronal sintetizada localmente. Múltiples estímulos mecánicos, químicos e inmunológicos provocan broncoconstricción a través de vías vagales, y las vías colinérgicas pueden desempeñar un papel importante en la regulación de las respuestas bron- comotoras agudas en los animales. Los fármacos anticolinérgicos sólo in- hibirán la broncoconstricción refleja mediada por ACh y no tendrán efecto bloqueador sobre los efectos directos de los mediadores inflamato- rios, como la histamina y los LT, en el músculo liso bronquial. Además, los antagonistas colinérgicos probablemente tienen poco o ningún efecto sobre los mastocitos, la fuga microvascular o la respuesta inflamatoria crónica. Uso clínico En pacientes asmáticos, los fármacos anticolinérgicos son menos efecti- vos como broncodilatadores que los agonistas β2 y ofrecen una protec- ción menos eficiente contra los factores desencadenantes bronquiales. Los anticolinérgicos se usan actualmente como un broncodilatador adi- cional en pacientes asmáticos no controlados con LABA. Los fármacos anticolinérgicos nebulizados son efectivos en el asma aguda grave, pero menos efectivos que los agonistas β2. En el tratamiento agudo y crónico del asma, los fármacos anticolinérgicos pueden tener un efecto aditivo con los agonistas β2 y, por tanto, deben considerarse cuando el control del asma no es adecuado. Se debe considerar el empleo de antagonistas muscarínicos cuando hay problemas con la teofilina o cuando los agonis- tas β2 inhalados causan un temblor problemático en personas de edad avanzada. En la COPD, los fármacos anticolinérgicos pueden ser tan eficaces co- mo, o incluso superiores a, los agonistas β2. Su efecto relativamente ma- yor en la COPD que en el asma puede explicarse por un efecto inhibidor sobre el tono vagal, el cual no necesariamente está incrementado en la COPD, pero puede ser el único elemento reversible de la obstrucción de las vías aéreas y eso se exagera por factores geométricos en las vías respi- ratorias estrechas de pacientes con COPD (figura 40-6). Los fármacos an- ticolinérgicos reducen el atrapamiento de aire y mejoran la tolerancia al esfuerzo en pacientes con COPD. Opciones terapéuticas El SAMA bromuro de ipratropio está disponible como un pMDI y como una preparación nebulizada. El inicio de la broncodilatación es relativa- mente lento y, por lo común, alcanza su máximo en 30-60 min después de la inhalación, pero puede persistir durante 6-8 h. Por lo general, se administra con MDI tres o cuatro veces al día de forma regular, en lugar de intermitentemente, para aliviar los síntomas, en vista de su lento ini- cio de acción, pero ahora ha sido reemplazado por LAMA, como el bro- murode tiotropio. Antagonistas muscarínicos de acción prolongada Varios LAMA ahora se han desarrollado a partir del tratamiento de la COPD y, más recientemente, del asma grave. El bromuro de tiotropio es un fármaco anticolinérgico de acción prolongada que es adecuado para una dosis diaria como DPI (spiriva) o a través de un dispositivo mininebuliza- dor de partícula pequeña, y fue más eficaz que el ipratropio administrado cuatro veces al día en varios estudios; también reduce significativamente las exacerbaciones (Cheyne et al., 2015). El tiotropio se une a todos los sub- tipos de receptores muscarínicos, pero se disocia lentamente de los recep- tores M3 y M1, lo que le da un grado de selectividad cinética para estos receptores en comparación con los receptores M2, de los cuales se disocia con mayor rapidez. Así, en comparación con el ipratropio, es menos pro- TABLA 40-3 ■ Efectos secundarios de la teofilina y su mecanismo EFECTO SECUNDARIO MECANISMO PROPUESTO Náuseas y vómitos Inhibición de PDE4 Dolores de cabeza Inhibición de PDE4 Malestar gástrico Inhibición de PDE4 Diuresis Antagonismo de los receptores A1 Trastornos del comportamiento (?) ? Arritmia cardiaca Inhibición de PDE3, antagonismo de los receptores A1 Ataques de epilepsia Antagonismo de los receptores A1 A, adenosina. HISTORIA El estramonio y especies relacionadas de la familia de las solanáceas con- tienen una mezcla de antagonistas muscarínicos (atropina, hiosciamina, escopolamina) y se fumaron para aliviar el asma hace dos siglos. Posterior- mente, se introdujo el alcaloide vegetal purificado, atropina, para tratar el asma. Debido a los importantes efectos secundarios de la atropina, parti- cularmente la resequedad de las secreciones, se han desarrollado com- puestos cuaternarios menos solubles, tales como metilnitrato de atropina y bromuro de ipratropio. Estos compuestos son tópicamente activos y no se absorben de manera significativa en el tubo digestivo o en el aparato respiratorio. https://booksmedicos.org 736 Farm acología p ulm on ar CA PÍTU LO 40 bable que el tiotropio antagonice la inhibición mediada por M2 de la libe- ración de ACh (el aumento resultante de la ACh podría contrarrestar el antagonismo de la broncoconstricción mediada por los receptores M3) (capítulo 9). Durante un periodo de 4 años, el tiotropio mejoró la función pulmonar y el estado de salud, y redujo las exacerbaciones y la mortalidad por todas las causas, aunque no hubo ningún efecto sobre la progresión de la enfermedad (Tashkin et al., 2008). El bromuro de glicopirronio y el bromuro de umeclidinio también son LAMA de una dosis diaria con efectos clínicos muy similares al tiotropio, mien- tras que el bromuro de aclidinio debe administrarse dos veces al día (Cazzo- la et al., 2013a). Los LAMA se están convirtiendo en el presente en los broncodilatadores de elección para pacientes con COPD. Los LAMA tam- bién son efectivos como broncodilatadores adicionales en pacientes con asma que no se controlan adecuadamente con la terapia ICS/LABA máxi- ma, aunque no todos los pacientes responden (Kerstjens et al., 2015). Inhaladores combinados Existen efectos broncodilatadores aditivos entre anticolinérgicos y ago- nistas β2 en pacientes con COPD, lo que ha llevado al desarrollo de com- binaciones de dosis fijas. Las combinaciones de SABA/SAMA, como albuterol/ipratropio, son populares. Varios estudios han demostrado los efectos aditivos de estos dos fármacos, lo que proporciona una ventaja sobre el aumento de la dosis de agonista β2 en pacientes que tienen efec- tos secundarios. También se han desarrollado inhaladores combinados LABA/LAMA, que incluyen indacaterol/glicopirronio, vilanterol/bromuro de umeclidinio, olodaterol/bromuro de tiotropio (todos de dosis diaria) y formoterol/bromuro de glicopirronio, formoterol/bromuro de aclidinio (dos veces al día) y todos producen mejores beneficios sobre la función pulmonar en comparación con el uso no combinado de LABA o LAMA, aunque pueden no ser cla- ramente beneficiosos en términos de reducción de las exacerbaciones (Calzetta et al., 2016). Efectos adversos Los fármacos anticolinérgicos inhalados son generalmente bien tolera- dos. Al interrumpir la administración de anticolinérgicos inhalados, se ha descrito un pequeño aumento de rebote en la capacidad de respuesta de las vías respiratorias. Los efectos secundarios sistémicos después de la administración de un SAMA o un LAMA son poco comunes durante el uso clínico habitual, porque hay poca absorción sistémica. Debido a que los agonistas colinérgicos pueden estimular la secreción de moco, existe la preocupación de que los anticolinérgicos reduzcan la secreción y conduz- can a un moco más viscoso. Sin embargo, el bromuro de ipratropio y el bromuro de tiotropio, incluso en dosis altas, no tienen efecto detectable en la depuración mucociliar en sujetos sanos o en pacientes con enferme- dad de las vías respiratorias. Un efecto no deseado significativo es el des- agradable sabor amargo del ipratropio inhalado, que puede contribuir a fallas en el apego terapéutico. El bromuro de ipratropio nebulizado pue- de precipitar glaucoma en pacientes ancianos, debido a un efecto directo del medicamento nebulizado sobre los ojos. Esto se puede prevenir me- diante la colocación de una boquilla, en lugar de una máscara facial, para la nebulización. Los informes de broncoconstricción paradójica con bromuro de ipratro- pio, en particular cuando se administró con nebulizador, se explicaron en gran parte por los efectos de soluciones nebulizadoras hipotónicas y por aditivos antibacterianos, como el cloruro de benzalconio y el EDTA. Este problema no se ha descrito con bromuro de tiotropio u otros LAMA. Ocasionalmente, puede producirse broncoconstricción con bromuro de ipratropio administrado por MDI. Es posible que esto se deba al antago- nismo presináptico de los receptores M2 en los nervios colinérgicos de las vías respiratorias que normalmente inhiben la liberación de ACh. Los LAMA causan resequedad de la boca en 10-15% de los pacientes, pero esto generalmente desaparece durante la terapia continua. La reten- ción urinaria se observa ocasionalmente en pacientes ancianos. Desarrollo a futuro Es probable que los inhaladores de combinación fija LABA/LAMA se conviertan en los broncodilatadores de elección en pacientes con COPD, y los LAMA se agregan a las combinaciones de ICS/LABA en el asma grave. Algunos inhaladores triples que tienen la combinación ICS/LABA/ LAMA, como budesonida/formoterol/glicopirronio, mometasona/indacate- rol/glicopirronio y furoato de fluticasona/umeclidinio/vilanterol, están en de- sarrollo para su uso en pacientes con asma severa y superposición de asma-COPD. Los fármacos de acción dual que son tanto antagonistas muscarínicos como agonistas β2 también están en desarrollo clínico, pero ha resultado difícil equilibrar el agonista β y las actividades anticolinérgi- cas (Ray y Alcaraz, 2009). Nuevas clases de broncodilatadores Actualmente, los broncodilatadores más efectivos son los LABA para el asma y LAMA para la COPD. Ha sido difícil inventar nuevas clases de broncodilatadores; varios fármacos han tenido problemas con efectos se- cundarios de vasodilatación porque relajan el músculo liso vascular con mayor intensidad que el músculo liso de las vías respiratorias. No obstan- te, hay varias clases de broncodilatadores en desarrollo, como se describe a continuación. Sulfato de magnesio El sulfato de magnesio (MgSO4) es útil como broncodilatador adicional en niños y adultos con asma aguda grave. El MgSO4 intravenoso o nebu- lizado beneficia a adultos y a niños con exacerbaciones graves (FEV1 <30% del valor previsto), mejora la función pulmonar cuando se agrega al agonista β2 nebulizado y reduce los ingresos hospitalarios (Kew et al., 2014). El tratamiento es barato y bien tolerado, aunque el beneficio clíni- co parece pequeño. Los efectos secundarios incluyen enrojecimiento ynáuseas, pero generalmente son leves. El sulfato de magnesio parece ac- tuar como un broncodilatador y puede reducir las concentraciones cito- sólicas de Ca2+ en las células del músculo liso de las vías respiratorias. La concentración de magnesio es menor en suero y eritrocitos en pacientes asmáticos que en testigos sanos y se correlaciona con hiperreactividad de las vías respiratorias, aunque la mejoría en el asma aguda severa después del magnesio no se correlaciona con las concentraciones plasmáticas. Los efectos del MgSO4 intravenoso en la COPD son mínimos, y hay muy po- cos estudios como para afirmar cualquier recomendación (Shivanthan y Rajapakse, 2014). Fármacos que abren los canales de K+ Los fármacos que abren los canales de K+ como el cromakalim o el levcro- makalim (la forma isomérica levo de cromakalim) abren los canales de K+ dependiente de ATP en el músculo liso, lo que conduce a la hiperpolari- zación de la membrana y la relajación del músculo liso de las vías respira- torias. Esto sugiere que los activadores del canal de K+ pueden ser útiles como broncodilatadores (Pelaia et al., 2002). Los estudios clínicos en asma, sin embargo, han sido decepcionantes, pues no se ha observado bronco- dilatación o protección contra la exposición a agentes que producen broncoconstricción. Los efectos secundarios cardiovasculares de estos medicamentos (hipotensión postural, rubor) limitan la dosis oral; ade- más, las preparaciones inhaladas son problemáticas. Los nuevos desarro- llos incluyen fármacos que abren los canales de K+ que también abren canales de K+ de gran conductancia activados por Ca2+ (maxicanales de K) que también se abren por agonistas β2; estos medicamentos pueden ACh Nervio vago Constricción intensa Constricción menos intensa Control del tono vagal NORMAL ACh COPD Nervio vago + Antagonista muscarínico Resistencia 1 r4 Figura 40-6 Fármacos anticolinérgicos que inhiben el tono de las vías respiratorias mediadas por el nervio vago, con lo que se produce broncodilatación. Este efecto es pequeño en las vías respiratorias normales, pero es mayor en las vías respira- torias de los pacientes con COPD, que se estrechan estructuralmente y tienen mayor resistencia al flujo de aire, porque la resistencia de las vías respirato- rias está inversamente relacionada con la cuarta potencia del radio r. https://booksmedicos.org 737 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV ser mejor tolerados. Los maxicanales de K también inhiben la secreción de moco y la tos, y pueden ser de particular valor en el tratamiento de la COPD. Hasta el momento, ninguno de estos medicamentos ha sido estu- diado en pacientes con enfermedad de las vías respiratorias. Análogos de polipéptidos intestinales vasoactivos El polipéptido intestinal vasoactivo es un péptido de 28 aminoácidos que se une a dos GPCRs, VPAC1 y VPAC2, los cuales se unen principalmente a Gs para estimular la vía de adenililciclasa-cAMP-PKA que conduce a la relajación del músculo liso. El VIP es un potente dilatador del músculo liso de las vías respiratorias humanas in vitro, pero no es eficaz en los pacien- tes, porque se metaboliza rápidamente (t1/2 en plasma ∼2 min); además, el VIP provoca efectos secundarios vasodilatadores. Se han sintetizado aná- logos más estables de VIP, tales como Ro 25-1533, que estimula selectiva- mente los receptores VIP en el músculo liso de las vías respiratorias (a través de VPAC2). El Ro 25-1533 inhalado tiene un rápido efecto bronco- dilatador en pacientes asmáticos, pero no es tan prolongado como el del formoterol (Linden et al., 2003). Agonistas del receptor del gusto amargo Los receptores de sabor amargo (TAS2R) son GPCR que se expresan en el músculo liso de las vías respiratorias y median la broncodilatación en res- puesta a agonistas, como la quinina y la cloroquina, incluso después de la desensibilización del receptor β2 (An et al., 2012). Sin embargo, estos ago- nistas son débiles, por lo que se necesitan medicamentos más potentes. Otros inhibidores de la contracción del músculo liso También se encuentran en desarrollo agentes que inhiben los mecanis- mos contráctiles en el músculo liso de las vías respiratorias, incluidos los inhibidores de rho cinasa, los inhibidores de la cinasa de cadena ligera de miosina y los inhibidores de miosina. Debido a que estos agentes tam- bién causan vasodilatación, será necesario administrarlos por inhalación. Corticosteroides La introducción de ICS, como una forma de reducir la necesidad y los efec- tos secundarios de los esteroides orales, ha revolucionado el tratamiento del asma crónica (Barnes et al., 1998b). Debido a que el asma es una enfer- medad inflamatoria crónica, los corticosteroides inhalados se consideran una terapia de primera línea en todos los pacientes, excepto en aquellos con las formas más leves de la enfermedad. En marcado contraste, los ICS son mucho menos efectivos en la COPD y sólo deben usarse en pacientes con enfermedad grave que tienen exacerbaciones frecuentes. Los corticos- teroides orales siguen siendo la base del tratamiento de otras enfermeda- des pulmonares, como la sarcoidosis, las enfermedades pulmonares intersticiales y los síndromes pulmonares eosinofílicos. La farmacología general de los corticosteroides se presenta en el capítulo 46. Mecanismo de acción Los corticosteroides entran en las células blanco y se unen a los GR en el citoplasma (capítulo 46). Sólo hay un tipo de GR que se une a los corticos- teroides y no existen pruebas de la existencia de subtipos que puedan mediar en diferentes aspectos de la acción de los corticosteroides (Bar- nes, 2011a). El complejo de esteroides-GR se desplaza hacia el núcleo, donde se une a secuencias específicas en los elementos reguladores aguas arriba de ciertos genes blanco, dando como resultado una trans- cripción aumentada (o, raramente, disminuida) del gen, con posterior aumento (o disminución) de la síntesis de los productos génicos. Los GR también pueden interactuar con los factores de transcripción de proteínas y las moléculas coactivadoras en el núcleo y, por tanto, in- fluir en la síntesis de ciertas proteínas, independientemente de cualquier interacción directa con el DNA. La represión de los factores de transcrip- ción, como AP-1 y NF-κB, es probable que explique muchos de los efectos antiinflamatorios de los esteroides en el asma. En particular, los corticos- teroides revierten el efecto activador de estos factores de transcripción proinflamatorios sobre la acetilación de histona mediante el reclutamien- to de HDAC2 a genes inflamatorios que se han activado a través de la acetilación de histonas asociadas (figura 40-7). Los GR sufren acetilación cuando los corticosteroides se unen y se fijan al DNA en este estado ace- tilado en la forma de dímeros, mientras que el GR acetilado ha sufrido desacetilación por acción de HDAC2 a fin de interactuar con genes infla- matorios y NF-κB (Ito et al., 2006). Puede haber mecanismos adicionales que también son importantes en las acciones antiinflamatorias de los corticosteroides. Los corticosteroides tienen potentes efectos inhibidores sobre las vías de señalización de MAP cinasa mediante la inducción de MAP cinasa fosfatasa 1, que puede inhi- bir la expresión de múltiples genes inflamatorios (Clark, 2003). – Estímulo inflamatorio p. ej., IL-1β, TNF-α Corticosteroide Transcripción génica Citoplasma Núcleo Desacetilación GR GR IKKβ NF-kB kB p65 p50 p65 HDAC2 HAT CBP p50 Acetilación Genes inflamatorios, citocinas, quimiocinas, moléculas de adhesión, receptores inflamatorios, enzimas, proteínas Represión génica Figura 40-7 Mecanismo de la acción antiinflamatoria de los corticosteroides en el asma. Los estímulos inflamatorios (IL-1β, TNF-α, etc.) activan IKKβ, que activa el factor de transcripción NF-κB. Un dímero de las proteínas p50 y p65 NF-κB se transloca al núcleo y se une a sitios de reconocimiento κB específicos
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