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Borrego_2007_LIBRO_Comunicación_herramienta_para_enfermería

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33333
 La Habana, 2007
http://booksmedicos.org
Edición: Lic. Yudexy Pacheco Pérez
Diseño: Ac. Luciano Ortelio Sánchez Núñez
Emplane: Dunia Maritza Herrera Arozarena
© Colectivo de autores, 2007
©Sobre la presente edición
 Editorial Ciencias Médicas, 2007
Editorial Ciencias Médicas
Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas
Calle I No. 202, esquina Línea, Vedado,
Ciudad de La Habana, 10400, Cuba
Correo electrónico: ecimed@infomed.sld.cu
Teléfonos: 838 3375 y 832 5338
 Borrego Borrego, Martha
Comunicación: herramienta para el trabajo de Enfermería / Martha Borrego
Borrego, Dayami Ribalta Naranjo [y colaboradores].— La Habana: Editorial
Ciencias Médicas, 2007.
 XI, 68 p. : il.
Bibliografía al final de cada capítulo.
ISBN978-959-212-251-2
COMUNICACIÓN
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
EDUCACION EN ENFERMERÍA
W 18.2
44444
Autores
Lic. Martha Borrego Borrego.
Máster en Comunicación Social, Educativa y Comunitaria.
Diplomada en Vías y Alternativas de trabajo comunitario.
Profesora Auxiliar de Enfermería
Profesora Principal del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana.
Lic. Dayamí Ribalta Naranjo.
Máster en Comunicación Social, Educativa y Comunitaria.
Profesora Auxiliar de la Facultad “Julio Trigo”.
Colaboradores
Lic. Beatriz M. Hernández Izaguirre.
Máster en Sexualidad y Salud Mental
Asistente en la Facultad “Julio Trigo”.
Lic. José García García.
Instructor de la Facultad “Julio Trigo”.
55555
Estimados alumnos, profesores y colegas, este modesto libro pretende poner en sus manos
algunos elementos del conocimiento de la comunicación, ciencia que a nuestro parecer
tiene un amplio campo de aplicación en la Enfermería como profesión, ya que este profesio-
nal es educador por excelencia y para ello debe desarrollar habilidades comunicativas que
le permitan poder enfrentar esta competencia, desde el punto de vista comunicativo.
Creemos que a partir de la lectura de este libro, alumnos de diferentes niveles de la carrera
de Enfermería, podrán apropiarse de los conocimientos sobre la historia de la comunica-
ción, los tipos de comunicación, a utilizar, los diferentes métodos y estilos comunicativos,
que favorecen las relaciones enfermero-individuo-familia-comunidad; los medios y técni-
cas a utilizar para el trabajo de enfermería básica, técnica y profesional con los grupos de
riesgo, individuos sanos o enfermos y comunidades, en dependencia del problema de
salud, necesidad afectada o crisis que deben resolver.
Este libro está estructurado en 7 capítulos para poder abarcar los aspectos fundamentales
que debe tener el (la) enfermero (a) incorporados en su competencia como profesional
dentro del campo de la comunicación. En el primer capítulo abordaremos la introducción a
la comunicación, para adentrarnos en la historia y aplicación de esta ciencia en nuestra
profesión y por último arribaremos a las teorías de enfermería que fundamenta el trabajo
comunicativo del profesional, desde la óptica de 3 paradigmas fundamentales:
Paradigma de la categorización: se desarrolló a finales del siglo XIX. Filosofías como la de
Florence Nightingale estarían incluidas dentro de este paradigma.
Paradigma de la integración: la mayor parte de los modelos de Enfermería se han desarro-
llado con este prisma, destacándose las escuelas de necesidades (V. Henderson, D. Orem),
de interacción (H.Peplau), de efectos deseados (C.Roy) y de promoción de la salud.
Paradigma de la transformación: Las escuelas principales en esta corriente de pensamien-
to serían la del ser humano unitario (Rogers) y la del cuidado humano (J.Watson).
En el segundo capítulo hablaremos de los tipos de comunicación, exponiendo fundamental-
mente la comunicación verbal y no verbal, la persuasiva, la masiva, la institucional y otras.
En el tercer capítulo explicaremos, en toda su profundidad, la comunicación interpersonal y
grupal.
Dentro del cuarto capítulo nos adentraremos en el mundo de la Comunicación Educativa,
aspecto fundamental como educadores, pues podrán conocer cuáles son los métodos y
estilos que deben utilizar los facilitadores y profesores, para más adelante encontrar en el
capítulo cinco los métodos educativos comunicativos y en el capítulo seis, las técnicas
participativas.
Presentación
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Por último, en el séptimo capítulo abordaremos la temática de los medios y técnicas con que
puede contar el profesional de Enfermería para desarrollar sus habilidades y competencias
comunicativas, en la solución y tratamiento de los problemas de salud, necesidades afecta-
das y crisis que se pueden presentar en el individuo sano o enfermo, la familia y la comuni-
dad a la que le brinda sus cuidados integrales.
Por esta razón esperamos que cuides con amor este libro que te servirá, no sólo ahora que
eres alumno de enfermería básica, técnica o de licenciatura; sino también cuando termines
tus estudios y quieras recordar cómo estructurar tu trabajo comunicativo con aquellas
personas a las que les brindas cuidados integrales, para lo que necesitas fortalecer tus
relaciones enfermero-individuo-familia-comunidad utilizando las técnicas, métodos, me-
dios y conocimientos de la ciencia comunicación.
Los Autores
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Contenido
Capítulo I. Introducción a la comunicación/ 1
Origen de los cuidados en la vida y en la muerte/ 4
Referencias bibliográficas/ 12
Capítulo II. Tipos de comunicación/ 13
Referencias bibliográficas/ 15
Capítulo III. Comunicación interpersonal y grupal/ 16
Comunicación interpersonal / 17
 Desarrollo grupal y equipo/ 19
Referencias bibliográficas/ 28
Capítulo IV. Modelos de comunicación y educación/ 29
Modelos de la comunicación/ 30
Referencias bibliográficas/ 37
Capítulo V. Comunicación educativa/ 39
Modelos comunicativos/ 40
Comunicación, educación y trabajo comunitario/ 41
Referencias bibliográficas / 48
Capítulo VI. Técnicas participativas/ 50
Promoción de salud / 50
Prevención de salud/ 51
Técnicas participativas/ 53
Referencias bibliográficas/ 58
Capítulo VII. Medios de comunicación/ 59
Evolución histórica de los medios de comunicación/ 59
Medios de comunicación para Enfermería/ 61
Referencias bibliográficas/ 66
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Introducción a la comunicación
DAYAMÍ RIBALTA NARANJO
Si repasamos la historia de la comunicación veremos que no faltan especula-
ciones sobre esta necesidad de comunicarse. El lenguaje y la escritura se presen-
tan como primitivos instrumentos de comunicación oral y escrita, supeditados a las
limitaciones del espacio y lugar y a su transmisión a través de la distancia entre el
emisor y el receptor.
La necesidad de comunicarse fue el motor impulsor de todo tipo de codifica-
ciones expresivas. La primera fase de codificación de signos y fonemas al servicio
de la relación interhumana la tenemos de las antiguas culturas, como la china o la
peruana, esta última utilizaba con mucha frecuencia el "quipu" o serie de cuerdas
anudadas, de muchos colores con el que suplían la falta de escritura y hacían las
cuentas.
A medida que se complica la estructura social se complica igualmente el siste-
ma de comunicación. En el año 2.400 antes de J.C. el imperio Egipcio organizó un
sistema de correos al servicio del rey, de los príncipes y de los gobernadores y
desde el poder se crea un sistema de comunicados dirigidos al pueblo precedente
de los futuros edictos y comunicados. El Gran Correo de Ciro, en Persia se limitaba
a perfeccionar las técnicas de los sistemas de correos habituales en todos los
imperios de la antigüedad, mediante un sistema de agilización del servicio por una
planificación concienzuda del relevo de caballos y caballistas y de las etapas a
cubrir. El correo como instrumento de acceso a las fuentes noticieras estaba reser-
vado a las castas minoritarias dominantes, en correspondencia con la organización
esclavista de la sociedad.
En las disputas entre faraones y sacerdotes, unos y otros utilizaron los comuni-
cados persuasivos para atraerse la opinión pública. Los faraones o los emperado-
res manipulaban la información que les traíanmercaderes y emisarios de otras
tierras, según sus intereses. Las rutas comerciales y de expansión territorial de la
Antigüedad fueron auténticos canales informativos, lentos y precarios, que abaste-
cieron a los hombres de un conocimiento aproximado de los límites del mundo
conocido y estimularon su interés por aquellas tierras que hasta el momento habían
ignorado.
Los romanos que creyeron haber heredado el correo vía directa de Persia y
Egipto, se sorprendieron cuando descubrieron en las Galias sistemas similares de
comunicación a distancia. Antes la de la conquista de César, ya disponían de las
condiciones que permiten considerar la existencia de un sistema de transporte y
Capítulo I
1
cambio en el que no podría excluirse la correspondencia. El propio César testimonia
que los celtas tenían un sistema de mensajes que permitía recibir en Auvernia el
mensaje de lo que había ocurrido en Orleáns en el mismo día. Estos sistemas de
transmisión fueron primarias aproximaciones al organizado por Augusto para, se-
gún Suetonio, tener al poder central al corriente de lo que ocurría en las provincias
más alejadas.
La organización del primitivo correo consistía en pequeños puestos que jalonaban
las rutas militares donde equipos de jóvenes mensajeros recibían la noticia del
mensajero del puesto anterior, cumplían su etapa y así cubrían una cadena de
relevos desde la fuente al destinatario. Al servicio del correo se crearon las muta-
ciones o lugares donde estaban los caballos de refresco y las mansiones, almace-
nes con alimentos de reserva para aprovisionar a los viajeros y correos oficiales.
En documentos posteriores al establecimiento del correo de Augusto (cincuenta
años) ya consta la existencia de rutas de correos que llegaban desde Cádiz hasta
Aquae Apollinares, al norte de Roma, a través de los Pirineos y los Alpes. En la
tabla de Peutinger consta un itinerario entre Burdeos y Jerusalén. Las rutas impe-
riales, no sólo servían para la rápida marcha de las legiones romanas, sino también
para la circulación de una inestimable información al servicio de la supervivencia
política del imperio.
En cuanto a la relación comunicativa intracomunal hay antecedentes remotos
y paralelos en distintos puntos del mundo que abarcan desde las piedras grabadas
(Axones) y las tablillas de madera (Cyrbes) de los griegos, situadas en lugares
públicos para hacer saber los comunicados oficiales, hasta soportes materiales
equivalentes utilizados por los chinos. Este cartelismo embrionario precisaba la
existencia de habituales lugares de paso y reunión para que se garantizara la rela-
ción comunicativa entre emisor y receptor. Los romanos crearon el Album, muros
blanqueados de cal, divididos en rectángulos iguales, situados en plazas públicas
donde se escribían anuncios que completaban el pregón oral. Estaba rigurosamen-
te controlada la escritura sobre álbmunes y prohibida y gravemente reprimida la
escritura clandestina sobre paredes.
En Roma se redactaban los Annali massimi donde constaban los hechos con-
trolados y que posteriormente pasaban al archivo. Cada ciudad del Imperio imitaba
el ejemplo de la metrópoli. También ensayaron los romanos la información de lo
cotidiano mediante las Actas diurna populi urbana, diario de los aconteceres de la
comunidad urbana escrito cada día, fijado en los lugares públicos y transmitidos
entre el patriciado mediante copias manuscritas. El praeco (pregonero) y el strilloni
(voceador comercial) recorrían las calles de la cuidad. El subrostrani era un profe-
sional del rumor y de la información subterránea que vivía de vender noticias a los
interesados. Roma, tanto bajo la República, como bajo el Imperio desarrolló bases
materiales de una comunicación intracomunal perfectamente adscrita a los propó-
sitos del Estado; integró las culturas aborígenes y desarmó de razones ideológicas
a los pueblos que conquistó.
Los reyes helénicos que habían heredado el imperio de Alejandro, pero no su
cultura aristotélica, aplicaron duramente el principio de autoridad frente a cualquier
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derecho de expresión. El gramático Dáfidas fue crucificado por el Rey Atalo I de
Pérgamo por haber osado recordar el origen inmoral del reino. Ptolomeo Filadelfo
hizo crucificar a Zoilo de Anfípolis porque criticaba la veracidad de Homero.
La primera condena de un libro se había hecho en el año 325 contra una obra
de Arrio; ocho años después Constantino mandó a quemar toda su obra. En el 496,
el papa Gelasio promulgó la primera lista de libros prohibidos.
 El Imperio ideológico de la Iglesia afectó a una concepción de la vida en la que
todo tipo de actividad, desde la manual a la intelectual, estaba mediatizada por la
marcha hacia el Bién Último; y el predominio de la Fe sobre la Razón era una
virtud personal y colectivamente administrada por el sacerdote, por el médium
omnipotente con la Verdad. Este freno ideológico contribuyó a que perdurara cier-
ta parálisis intelectual, dinamitada por la necesidad de investigación científica y
desarrollo tecnológico que aportó la burguesía desde el Renacimiento.
La Iglesia favoreció también la supervivencia del latín como "idioma oficial",
mientras fomentaba la práctica de la lengua vulgar en sus prácticas de apostolado,
consciente de los progresivos avances de las lenguas romances. En una capitular
franca del año 313 se estimula a los obispos a que prediquen en lengua vulgar y
Carlomagno en el 802 ordenó la traducción de las leyes del Imperio a la lengua
hablada por el pueblo.
Pese a la atomización feudal, la Iglesia acierta a crear unas normas de persua-
sión y penetración idelógica basadas en la traducción espiritual de todas las con-
venciones de la cultura y la civilización antigua fijadas en la memoria colectiva. La
cristianización de mitos y símbolos crea unos nuevos valores universales de comu-
nicación propuestos por la Iglesia para la uniformación cristiana.
La pauta marcada por Constantino en el Edicto de Milán será seguida a lo
largo de toda la Edad Media. El poder temporal perseguía a los herejes por cuanto
se era consciente de que la salvación de la organización social dependía de la
unidad cristiana. Los príncipes eran conscientes de que el dominio espiritual de la
Iglesia favorecía sus intereses temporales y trasladaban, vigilantemente a la Iglesia
la función de celadora de las verdades establecidas.
Los castigos corporales por la difusión de calumnias y ataques a los poderes
establecidos, temporales o espirituales, estaban a la orden del día y en cuanto al
nivel cultural, permitió la fusión de la información escrita aparecieron las ordenan-
zas reales (como la inglesa de 1257) en contra de propagadores de falsas noticias.
La Iglesia utilizó procedimientos inquisitoriales desde su llegada al poder y
prestó a la Inquisición como aparato de represión al mismísimo poder temporal
hasta el siglo XIX. La Inquisición perduró como aparato ideológico de Estado, apli-
cado a la defensa de un orden espiritual-temporal heredero de la Contrarreforma y
se establece precisamente en 1233, en uno de los momentos de máximo esplendor
temporal-espiritual del Papado, pero también uno de los momentos de mayor con-
ducción doctrinal en toda Europa, activabada por las nuevas condiciones en las
relaciones políticas , económicas y sociales. En 1252, el Papa Inocencio IV auto-
riza explícitamente el uso de la tortura para arrancar confesiones a los herejes.
3
Con la aparición de las ciudades el marco físico se amplia, el crecimiento
demográfico dificulta el control, la necesidad de relación comercial favorece la
llegada de información espontánea a través de los forasteros. La plaza pública
recupera la función del ágora romana y se forman los embriones de mentideros,
donde el rumor crea estados de opinión y a veces sirve incluso de detonador de
importantes acontecimientos históricos.
En la Alta Edad Media determinados tipos, hijos de los caminos y cuya función
es caminar, van a cumplir una inestimable función de intercomunicación que pade-
ce la precariedad fundamentalde la falta de regularidad y sistematización entre las
auténticas fuentes de noticias importantes y la auténtica necesidad de recepción
de estas noticias.
El peregrino acude a las Mecas de una nueva espiritualidad Europea y relacio-
na países, cruza noticias, activa el intercambio de conocimientos, tan dificultado
por la falta de sistema de comunicación que, hasta cultura de supervivencia como
la agricultura, permanecen aisladas y el sistema de cultivos rotatorios, por ejemplo,
tarda dos siglos en llegar desde los primeros lugares donde se practicó hasta la
Europa Oriental.
La comunicación con Oriente, la propia dinámica de la producción y el comer-
cio, empujaron a la Europa de la baja Edad Media a una serie de descubrimientos
técnicos que afectaron el sistema de comunicación social: las nuevas guarniciones
para caballerías, la agujas de marear, el timón de codaste, el papel y la imprenta,
fueron inventos que llegaron tras un larguísimo período experimental de hallazgos
acumulativos que dan lugar finalmente al invento renovador.
La imprenta nació cuando un tipo móvil susceptible de alinearse para compo-
ner palabras, líneas, después de entintada la composición se producía sobre el
papel mediante presión. En todo el siglo XIV hay una serie de aportes tecnológicos
que culminan en el tipo móvil de Gutenberg y la aparición de la publicación de
libros. La invención de la imprenta incidió inicialmente más en el terreno de la
literatura que en el de la información. Pese a todo este tipo de limitaciones, la
imprenta crea un modelo de comunicado informativo que tiene las características
plenamente fijadas en el siglo XIV; pronto aparecen los grabados complementarios
para satisfacer la curiosidad de un público compuesto por una minoría de
alfabetizados procedentes de la nobleza, la burguesía y el clero. La abundancia de
hojas noticieras impresas es evidente, no así la regularidad y la periodicidad de su
publicación.
Origen de los cuidados en la vida y en la muerte
Los cuidados que se han prestado a través de los tiempos han estado
influenciados por el contexto sociocultural y el momento histórico en el que han
estado inmersos, por lo que la evolución histórica de la actividad de cuidar no puede
analizarse aisladamente, debe ser analizada teniendo en cuenta las diversas situa-
ciones sociales, la religión, los conocimientos sobre la enfermedad, el concepto de
los enfermos y del enfermar, cuestiones todas en la cultura, es decir, en el modo de
vida de cada sociedad.
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En el breve repaso histórico que exponemos a continuación, analizaremos cómo
los cuidados que se prestan a lo largo de la historia, de una manera u otra, van
marcando la relación y la comunicación entre las personas que cuidan y las que son
cuidadas.
Desde el comienzo de la humanidad los seres humanos han necesitado llevar
acabo tareas específicas para el mantenimiento de la vida de cada individuo y para
el desarrollo y la continuidad del grupo. Era indispensable procurarse alimento,
refugio, abrigo y todo un conjunto de necesidades a satisfacer para lo cual surgie-
ron diversas prácticas, conjugando con ellas unos hábitos de vida que fueron gene-
rando ritos, costumbres y creencias que constituirán el patrimonio del grupo social.
La necesidad de asegurar el mantenimiento de las funciones vitales da lugar a
ese conjunto de actividades cuidadoras indispensables, que son efectuadas por
hombres y mujeres empleando los recursos existentes. La organización de estas
actividades da origen a la división sexual del trabajo, hecho que va a marcar de
forma determinante el lugar que ocuparán el hombre y la mujer en las diversas
culturas y épocas históricas.
Durante miles de años los cuidados para mantener la vida han estado vinculados
fundamentalmente a la mujer, desde el nacimiento hasta la muerte. Los cuidados
que tejen la trama de la vida diaria son objetos de prácticas especialmente estudia-
das, proporcionadas con más intensidad en algunos periodos de la vida como la
maternidad, el nacimiento, la infancia, así como la vejez y la enfermedad precurso-
ra de la muerte.
El origen de la práctica de los cuidados está en las actividades de alimentación
del grupo relacionadas fundamentalmente con los aspectos de supervivencia en los
que viven los primeros hombres. Las diferencias biológicas van hacer determinan-
tes a la hora del reparto de tareas. En un principio, la actividad de cuidar esta
ligada a las peculiaridades biológicas femeninas relacionadas con la fecundidad y
se irán configurando y concretando en tareas asignadas por la comunidad, por lo
que las principales responsabilades de las mujeres será mantener el fuego, el cui-
dado del embarazo, de los partos y de los niños, aprendiendo mediante la observa-
ción todo aquello que garantice la continuidad de la vida, así mismo, serán encar-
gadas de recolectar los vegetales y seccionarlos para alimento o para su empleo
en prácticas curativas.
En un inicio, la práctica médica se realizó en función de la creencia de la
existencia de espíritus buenos y malos, atribuyendo a los últimos la causa de las
enfermedades. Así, se intentaba la curación a través de ritos, conjuros y la utiliza-
ción de algunos elementos de la naturaleza, combinando progresivamente el méto-
do de curación mítico-mágico, con el natural o tradicional.
El gradual conocimiento de las plantas y sus diversos preparados serán, du-
rante cientos de años, la base principal de las prácticas curativas, mejorando la
actividad de las mujeres y participando de todos los cuidados fundamentales de
conservación y mantenimiento de la vida. Este saber es trasmitido de forma oral,
pasando a las antiguas civilizaciones, manteniéndose hasta la Edad Media en la
sociedad occidental.
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Las antiguas civilizaciones se asentaron junto a los grandes ríos, en zonas
fértiles, aproximadamente 300 años a.c. Egipto, Mesopotamia, India y China fue-
ron las culturas más antiguas del Oriente; culturas altamente desarrolladas, en las
que persisten elementos mágicos (o religiosos) dentro de la práctica de los cuida-
dos, sin embargo, va a predominar la mezcla de la medicina natural y la empírica.
Semejante a los pueblos primitivos, la superstición y las formas primarias de reli-
gión se utilizaron para controlar las situaciones cuando otras medidas no daban resultados.
En cuanto al conocimiento de las prácticas de cuidados en estas civilizaciones,
además de los objetos hallados en excavaciones arqueológicas, los papiros consti-
tuyen una importante fuente de información, pues muchos de ellos se refieren
claramente al tema de la salud. El Papiro de Ebers (1550 a.c.) encontrado en una
tumba, contiene información sobre cuidados de la piel, cabello, dientes y lengua;
preparados caseros contra las pestes, consideraciones sobre la vida, la salud y la
enfermedad, usos de diversos aceites y plantas. El Papiro de Smith contiene el
libro de las heridas y técnicas de vendajes, entablillamientos y suturas.
En la antigua Grecia los cuidados que se practicaban no se incluyeron en
movimiento intelectual que cambió el destino de otras disciplinas .Siguieron inmersos
en el mundo mágico religioso, relegados al círculo doméstico. Los cuidados que se
realizaban en los templos tenían una orientación mística por un lado y de medicina
natural por otro. En los escritos de Hipócrates aparece una de las primeras figuras
que realizan prácticas de enfermería, es la figura del asistente o servidor del mé-
dico y actuaban por delegación del mismo preparando ungüentos, dietas alimenti-
cias y baños al enfermo. El papel de la mujer estaba relegado al hogar y sus
actividades en el terreno de los cuidados aparecen recogidas en la literatura clásica
como nodrizas o parteras empíricas. El hecho de que el trabajo manual en Grecia
fuese despreciado explica la escasa importancia que tuvieron las prácticas de
cuidados, quedando relegadas al mundo de sirvientes y esclavos.
En la antigua Roma existieron subalternos que actuaban como enfermeros en
valetudinariasu hospitales de campaña. La situación de la mujer romana, aún es-
tando excluida de la tarea del gobierno y la política, estaba presente en la vida
pública y en el entramado del poder económico, social e indirectamente en el polí-
tico y poseedora de patrimonio tenía acceso a una formación. Las mujeres roma-
nas prestaban cuidados en el hogar y estaban en sus manos los cuidados relaciona-
dos con el parto y el recién nacido. Para Quintiliano la enfermera es la primera
persona que escucha a los niños y atempera sus manifestaciones y necesidades,
compartiendo su actividad en el ámbito doméstico romano en el educador.
Las primeras civilizaciones de las que deriva el mundo occidental moderno,
asentadas en el área oriental del Mediterráneo, mostraban unos modelos cultura-
les caracterizados por una notable interdependencia entre religión, gobierno, bien-
estar social y salud, al igual que en las sociedades primitivas, las creencias y mitos
religiosos constituían la base de los cuidados. Con el paso del tiempo y la llegada
del mundo clásico se efectúa el paso del pensamiento mágico al pensamiento ra-
cional. Sin embargo, los cuidados practicados no participaron de dicho movimiento
intelectual, sino que se mantuvieron casi exclusivamente en el ámbito doméstico.
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Influencia del cristianismo en las prácticas de cuidados
El cristianismo originó importantes cambios en todos los órdenes de la vida,
incluyendo al enfermo y la enfermedad. La doctrina de Cristo, del amor y la frater-
nidad, transformó la sociedad y dio lugar al desarrollo de la enfermería organiza-
da. El altruismo consistía en prestar un servicio desinteresado a los demás, sin
esperar recompensa alguna, es decir, este concepto se manifiesta a partir del cui-
dado de enfermos y desvalidos como una obra de misericordia.
Desde el evangélico se marca el camino a seguir por los cristianos. La caridad
va a ser el servicio para salvar el alma, por lo cual enfermos y pobres van a ser los
sujetos a los que se prestará asistencia y cuidados.
Obispos, nobles, y ricos van a ser los primeros en ejercer esa caridad con
donaciones y limosnas, además van a ser los fundadores de hospitales para reco-
ger y cuidar en ellos a todos aquellos desafortunados enfermos y pobres, viudas,
huérfanos y ancianos. Durante siglos los cuidados van a estar practicados por
religiosos y religiosas.
En el siglo III, San Basilio, obispo de Cesárea, elabora una regla destinada a la
labor social y contempla la creación de hospitales para atender enfermos .En el
siglo VI, la regla de San Benito marcará la pauta para el desarrollo de la vida
monástica en toda Europa y plantea que una de las misiones del monasterio y sus
frailes sea la ayuda a enfermos e impedidos, la hospitalidad como forma de salvar
el alma.En siglos posteriores en todos los monasterios se van a acoger enfermos y
necesitados, por lo que muchas de las órdenes religiosas que se fundan lo hacen
para este fin , cuidar a los necesitados.
Durante la Edad Media todo este proceso se va a ir afianzando y el cristianis-
mo, por medio de las órdenes religiosas, va a tener influencias en épocas sucesi-
vas. Órdenes femeninas y masculinas van a dedicarse a la labor hospitalaria para
ejercer la caridad y salvar su alma. Los cuidados que prestaban se basaban funda-
mentalmente en la alimentación y la higiene.
Una de las enfermedades más conocidas durante esta etapa era la lepra. Para
los afectados se construyeron leproserías y el trabajo en ellas era considerado
como la más cristiana de todas las obras de caridad, por lo que el cuidado de los
leprosos se constituye en elemento de salvación.
Durante la Baja Edad Media las plagas y epidemias asolaron Europa. La peor
de todas ellas fue la ocurrida en el año 1348 fecha en que la muerte negra, después
de haber arrasado Asia y África, pasa al continente europeo diezmando a la pobla-
ción. Fue la plaga más devastadora que haya azotado a la humanidad.En los últi-
mos siglos del medioevo se produjeron algunos cambios: el sistema feudal se dete-
rioró, se fueron desarrollando las ciudades y surgiendo con ellas la clase media.El
lujo y la miseria, el conocimiento y la ignorancia coexistían y las necesidades cam-
biantes de la sociedad dieron lugar al comienzo de la reformas.
En el siglo XVI surgen dos grandes movimientos: el Renacimiento y la Reforma.
Aparecen como resultado de un espíritu de cambio y una búsqueda de nuevos
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conocimientos. El Renacimiento comienza en Italia hacia 1400, extendiéndose du-
rante el siglo siguiente. La nueva forma se reflejó en las artes y en la literatura,
principalmente.
Con el descubrimiento de América, el mundo se agrandó y el comercio por mar
y tierra cobró especial importancia. La invención de la imprenta (1454) acercó el
conocimiento a sectores más amplios de la sociedad, propagando ideas con mayor
rapidez; en este contesto tiene lugar la Reforma.
La Reforma protestante liderada por Lutero (1517) trajo como resultado la
división del mundo cristiano. Las razones básicas por las que se llega a esta situa-
ción son los abusos del clero y la debilidad de la autoridad papal, a causa de existir
dos cabezas en la iglesia, una en Roma y otra en Avignon. Estos hechos favorecie-
ron la popularidad de las ideas de Lutero hasta llegar a declarar su independencia
y la de sus seguidores con respecto al Papa. Alemania, Suisa, Noruega, Dinamarca
se hacen pronto luteranas. La repercusión que tuvo para la enfermería fue grave.
El hecho de considerar que sólo con el acto de fe, la salvación del alma queda
garantizada, los cuidados y la asistencia de los enfermos pierden el sentido de
salvación. Ya no es necesario practicar la caridad para salvar el alma, con tener fe
bastaba. Por este motivo la mayoría de los hospitales dirigidos por órdenes religio-
sas católicas fueron cerrados y sus mojes y mojas expulsados sin ser sustituidos.
La idea de Lutero era que la mendicidad tenía que estar prohibida y el individuo
que no tuviese trabajo fuera asistido por los poderes locales, proponiendo que la
ayuda no sobrepasase el umbral de subsistencia. En Inglaterra se reclutaron muje-
res de todos los orígenes para engrosar las filas de la enfermería, a muchas de ellas
se le conmutaba la pena de cárcel que debían cumplir a cambio de realizar dichas
tareas. Este periodo oscuro que transcurre entre 1550 y 1850 fue testigo de los
peores momentos de la enfermería.
En el mundo católico surge la contra reforma, los cuidados de enfermerías
siguieron en manos de las órdenes religiosas. San Juan de Dios (1495 y 1550) en
España, funda la orden de los Hermanos Hospitalarios y un hospital en Granada.
San Camilo de Lelis (1550 y 1614) en Italia funda la orden de los ministros de los
enfermos. Vicente de Paul (1633) junto con Luisa de Marillac, en Francia, fundan
la orden de hermanas de la Caridad, estableciendo un programa de capacitación
que duraba cinco años, basado en experiencias hospitalarias y visitas domiciliarías.
Tras el descubrimiento de América , la reina Isabel ordena la fundación de
hospitales para los enfermos pobres , ya fuesen indígenas o españoles; más tarde,
en 1541, Carlos V amplió esta política al gran imperio americano dando instruccio-
nes a los virreyes para que estableciesen hospitales en todos los pueblos para
asistir caritativa y cristianamente a los enfermos pobres. Los cuidados que se
prestaban en el Nuevo Mundo eran similares a los que se daban en los países de los
colonizadores. España y Francia enviaron órdenes religiosas con el fin de ejercer la
caridad, cuidados a indígenas y colones y predicar el evangelio. Las zonas colo-
nizadas por los países protestantes registraron un vacío de cuidados de enfermería, ya
que carecían de la asistencia organizada que proporcionaban los misioneros. Los
enfermos eran cuidados por la propia familia y los menesterosos que acudían al
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hospital era cuidados por sirvientes, muchas veces por delincuentes. Estos hechos
retrazaron el crecimiento de los hospitales y el trato a los enfermos fuefunesto. La
trasmisión de los cuidados al continente americano fue tal como se desarrollaba en
los países de origen.
En España, la asistencia sanitaria prestada en los hospitales de los siglos XV al
XVII experimentó un gran avance, ya que los monarcas se preocuparon de mejorar-
la con la construcción de nuevos hospitales bien dotados y con sus propios regla-
mentos. Este hecho favorece el desarrollo de la enfermería, ya que sus acciones se
recogen en dichos reglamentos hospitalarios y en los primeros manuales que se
elaboraron en la época. Entre 1550 y 1650, además de las órdenes y congregacio-
nes que se formaron para dedicarse a la enfermería, se elaboran manuales escri-
tos por enfermeros y para enfermeros. En ellos se señalan las funciones propias de
los enfermeros y las dependientes del médico. Estas líneas se siguen en las órde-
nes dedicadas a prestar cuidados hasta bien entrado el siglo XIX.
La influencia del cristianismo a través de las órdenes religiosas, dominó en
mayor o menor medida todas las épocas posteriores, manteniéndose hasta princi-
pios del siglo XIX el concepto de los que rigen el papel de los que cuidan, basado en
los valores morales religiosos y de vocación de servir. Esta forma de presentar
cuidados puede considerarse un modelo religioso que persiste en la actualidad de
muchos profesionales y que va en coherencia con el sentimiento de culpa y pecado
que tiene el proceso de enfermar en la cultura popular.
El profesional que basa su relación con el paciente en este modelo toma
actitudes maternalitas / paternalistas, dará consejos, transmitiendo sus propias con-
vicciones al paciente como buenas y comentando lo que está bien, lo que debe
hacer o no. En general, son profesionales poco tolerantes con las opiniones del
paciente que no coinciden con las suyas, no permitiendo en muchos casos su ex-
presión.
Con estas conductas lo que se consigue es infantilizar al paciente, convirtién-
dose el profesional en el protagonista que tiene todas las respuestas a las preguntas
del primero, debiendo solventar todos sus problemas fomentando la dependencia
del mismo. No debe extrañarnos que muchos pacientes, inmaduros y dependientes
se encuentren encantados con estos profesionales y viceversa.
A mediados del siglo XIX Florence Nightingale, formada en el Instituto de
Diaconisas de Kaiserswerth, lleva el modelo en que ella se formó a una Inglaterra
donde el personal de asistencia a enfermos estaba secularizado. En 1860 crea la
Escuela del Hospital de Santo Tomás en Londres, allí adiestraban y educaban a las
alumnas para ser enfermeras asistenciales en hospitales, enfermeras de distritos
para prestar servicios domiciliarios y estudiar la salubridad e higiene del entorno y
enfermeras docentes para transmitir sus conocimientos de forma sistemática y
pedagógica.
La Escuela Nightingale supuso una gran importancia para la enfermería, sir-
viendo de modelo para otras escuelas, envió a sus graduadas a otros países y elevó
la Enfermería, de la degradación y la deshonra, al rango de profesión respetable
9
para las mujeres. El libro Nota de Enfermería (1859), escrito por Florence
Nightingale, se utilizó como texto en su escuela y en muchas otras. Los principios
fundamentales plasmados en este libro siguen siendo tan validos actualmente como
cuando fueron escritos.
Los grandes descubrimientos realizados desde mediados del siglo XIX permi-
tieron darle a la medicina un enfoque cada vez más analítico, analizando la separa-
ción entre cuerpo y espíritu. El cuerpo y sus alteraciones se constituyen en el
objeto de la Medicina reduciendo al enfermo y su enfermedad, convirtiéndose el
Hospital en el centro de investigación clínica por excelencia.
 La Medicina necesitada de una ayuda eficaz, contribuyó a la tecnificación y
profesionalización de la enfermería en la mayoría de los países y el hospital se
convirtió en uno de los enclaves habituales de la actividad desarrollada por las
enfermeras. De esta forma, la enfermería se esctruturó alrededor del acto médico,
el cual presidía un conjunto de tareas para detectar y curar la enfermedad.
El desarrollo de la técnica y el hecho de que la enfermería se transformase en
profesión laica, modifica totalmente la concepción de los cuidados. Se produce
una verdadera escisión de dicho concepto, que dirigida por una corriente médica y
asociada al modelo religioso va a dar lugar a un Modelo Técnico. Esta doble de-
pendencia de la enfermería, heredada del modelo religioso y sometida al modelo
médico, marcará la imagen de la misma. Los cuidados van a centrarse en la enfer-
medad, y la actividad va a ordenarse alrededor de tareas, siendo la comunicación
cada vez más impersonal, mermándose las relaciones humanas. La formación se
orientó hacia el hipertecnisismo, hecho que supuso una devaluación de los servicios
de cuidados que no requerían tal condición. Además de la devaluación de los cuida-
dos, estos hechos influyeron para el abandono de la de otros campos interesantes
para nuestra profesión. Al adoptar este modelo técnico, el profesional se presenta
ante el paciente frío y distante, ya que no se para a contemplarlo como ser humano,
como todo su significado.
La consideración de la Enfermería como ciencia humana nos ha llevado a
reflexionar sobre el dualismo ciencia-persona. Analizando el primer concepto se
observa la evolución que ha ido experimentando desde el racionalismo, empirismo
o historicismo y que constituye la base de lo que hoy se considera ciencia enfer-
mera. Respecto a la persona, tema de debate y estudio a lo largo de toda la historia
de la filosofía, las distintas corrientes nos llevan a comprender al hombre desde una
perspectiva filosófica humanista, en la cual las relaciones interpersonales tienen
una considerable repercusión.
La disciplina enfermería ha ido evolucionando con los acontecimientos históri-
cos y corrientes de pensamiento que se han ido sucediendo a lo largo de la historia.
Apoyada en esta base y utilizando saberes de otras ciencias, ha ido describiendo
distintos paradigmas o formas de pensamiento que de una forma u otra han guiado
la actuación de Enfermería. Entre ellos se señalan:
Paradigma de la categorización: Se desarrolló a finales del siglo XIX y en el
que la búsqueda de un factor causal es la base de sus elementos y manifesta-
ciones que poseen características bien definidas y medibles mediante el análi-
10
sis, el racionamiento y la argumentación lógica. Filosofías como la de Florence
Nightingale estarían incluidas dentro de este paradigma.
Paradigma de la integración: En el que las orientaciones van dirigidas hacia
la globalidad del ser humano y en interacción constante con su entorno. La
mayor parte de los modelos de Enfermería se han desarrollado con este prisma,
destacándose las escuelas de necesidades (V. Henderson, D. Orem), de
interacción (H.Peplau), de efectos deseados (C.Roy) y de promoción de la
salud.
Paradigma de la transformación: Que inspiró nuevas concepciones de la
disciplina que suponen una orientación de apertura al mundo. Las escuelas prin-
cipales en esta corriente de pensamiento serían la del ser humano unitario
(Rogers) y la del cuidado humano (J.Watson).
Estas tres grandes corrientes han influenciado en la elaboración de los distintos
modelos conceptuales entre los que destacamos los más conocidos en nuestro
entorno haciendo referencia a las relaciones interpersonales en los mismos.
F. Nightingale: Aunque sus contribuciones al desarrollo teórico de la enferme-
ría han sido muy importantes, la relación enfermera-paciente es, tal vez, la peor
delineada en sus escritos, pues expuso abiertamente las relaciones interpersonales
que debían asumir las enfermeras, aunque propone la necesidad de cooperación y
colaboración para favorecer la participación del paciente.
V.Henderson: Esta autora aborda la relación enfermera-paciente dentro del
rol de enfermería tratando: suplencia-ayuda (en el que la enfermera inicia, controla
y es responsable de los cuidados básicos, individualizadosy dirigidos a la persona
en su totalidad), trabajo en equipo (el paciente está incluido y es visto como en
sujeto activo y responsable de su propia salud), relación enfermera-paciente pro-
piamente que es considerada como terapéutica.
H.Peplau: La base de este modelo y una de las grandes aportaciones que esta
autora ofrece a la enfermera es la interrelación, donde el centro de la intervención
de la enfermera consiste en la relación interpersonal enfermera-paciente en cual-
quiera de los roles que esta ha de cumplir (extraño, enseñante, líder, sustituto,
asesor) en las distintas fases de la intervención (orientación, identificación, explo-
tación y resolución).
C.Roy: Este modelo se orienta de forma preponderante hacia las dimensiones
psicosociales de la persona, que se adapta según cuatro formas de las cuales tres
tienen un carácter psicosocial y de interrelación: autoconcepto, dominio de su rol e
interdependencia. La enfermera percibe a la persona como participante activo en
el desempeño de sus funciones en cada una de las formas de adaptación, siendo
ella guía en los momentos en que surgen dificultades.
J.Watson: En este modelo el paciente y la enfermera son agentes de cambio,
están asociados, motivados y orientados hacia el crecimiento mental y espiritual,
buscando el sentido de su propia existencia para mantener la dignidad e integridad
humana; por tanto, los cuidados de enfermería son resultado de una continuación
11
de estudios científicos y humanísticos sobre los que se construye la relación tera-
péutica enfermera- paciente. El cuidado se inicia en el momento que la enfermera
entra en el campo fenoménico de la persona y percibe, siente y responde a lo vivido
por la otra, permitiéndole exteriorizar los sentimientos y pensamientos.
Referencias bibliográficas
Hernández Conesa, J (1996): Historia de la Enfermería, Ed. McGraw-Hill, Madrid.
España.
Leddy Susan et.al: Bases conceptuales de Enfermería, J.B. Lippincott Company,
Filadelfia.
Marrinner, A., Raile, M (1998): Teorías y modelos de Enfermería, Ed, Harcourt
Brace. Madrid. 4ª ed.
Montalvan M.V. (1993): Historia y comunicación social, Empresa Nacional de
Producción del Ministerio de Educación Superior, Ciudad Habana. OP-0186.
Nightingale, F (1990): Notes of nursing New York Dover Publications.1859. Bar
celona Ediciones Masson- Salvat.
Ojalvo V. et.al (1989): Comunicación educativa, CEPES, Ciudad Habana.
Peplean, H (1992): Relaciones interpersonales en Enfermería, Masson-Salvat.
Barcelona. España.
Tazón, M.P, et.al (2000): Relación y comunicación. Ed Difusión Avances de Enfer
mería, Madrid, España.
12
Capítulo II
Tipos de comunicación
DAYAMÍ RIBALTA NARANJO
La comunicación constituye un componente clave en la relación con el pacien-
te. Sin comunicación es imposible expresarle al enfermo nuestra intención de ayu-
darle o el tipo de cuidados que le vamos a ofrecer. Por lo tanto, en la ciencia de la
enfermería, cuyo paradigma y función principal se considera que es la relación de
ayuda, la comunicación constituye uno de los elementos más importantes para
definir la calidad de los cuidados de enfermería y la capacitación profesional del
individuo.
La comunicación es un acto o proceso de transmisión de ideas, información,
habilidades, emociones y otras mediante el empleo de signos y palabras que
influencien a otro (destinatario) mediante la transmisión de señales que pueden ser
trasferidas por el canal que los liga y provoca un proceso de interrelación social,
basado en el intercambio de signos por los cuales los seres humanos comparten
voluntariamente experiencias bajo condiciones libres e igualitarias de acceso, diá-
logo y participación. Siendo un acto de relación o interacción mediante el cual los
seres vivos (dos o más sujetos) evocan un común significado y ejecutan sus accio-
nes y/o representaciones, teniendo como recurso el uso informativo de energías.
Tiene diferentes enfoques según su génesis, su contenido y su acción trasmisiva
que explicaremos a continuación.
Según la génesis:
Capacidad de comunicar que surge en la evolución de determinadas especies.
Privilegio de la especie humana.
Según su contenido:
– Comunicación como transmisión de información (modelo de Shanon, Schramin,
esquema de Berlo).
– Comunicación como intercambio de información (modelo dialéctico de Serrano).
– Comunicación como "hacer común", compartir experiencias (Paradigma de
acción participativa, cultural y modelo semiótico-informacional).
Según concepción trasmisiva:
Es el más difundido y utilizado por medio del cual un individuo (comunicador)
trasmite estímulos (generalmente símbolos verbales) para modificar comportamientos
de otro individuo (receptor).
13
Sin embargo, desarrollar una comunicación efectiva no es algo que suceda de
forma natural. Es un proceso altamente complejo que debe ser entendido antes de
que podamos comprender por qué fracasa estrepitosamente en ocasiones, o que
tipo debemos aplicar para mejorarla.
También es importante destacar que existen diferentes tipos de comunicación
que se establecen entre profesionales y pacientes con el objetivo de utilizarlas para
la atención de enfermería a los pacientes, la familia, la comunidad y para la vida
diaria; además resultan de gran utilidad para el educador o facilitador. Dentro de
los tipos de comunicación:
Interpersonal o verbal (cara a cara): Es la interacción entre dos o más
personas, físicamente próximas, en la que pueden utilizarse los cinco sentidos;
hay retroalimentación inmediata e intercambio de información verbal o no verbal
en un determinado contexto. Para este tipo de comunicación, los profesionales de
Enfermería realizan en los centros de salud la entrevista o visita domiciliaria, así
como la orientación sanitaria brindada al paciente cuando la pide. Otras veces, se
establece qué pacientes y profesionales saben qué procederes les van a realizar y
la experiencia nos dice cuán absurdo es pensar que no tengan dudas o preocupa-
ciones que les inciten a pedir consejos o simplemente a desahogarse.
Existen algunos factores que entorpecen la comunicación verbal como son:
– No mirar al paciente.
– Realizar una técnica mientras nos habla, ya sea buscando datos en la historia,
mirando papeles o entreteniéndonos con la computadora o el teléfono.
– Hablando en vez de escuchar o aplicando sistemáticamente protocolos.
– Ruidos en la comunicación como el teléfono, otros pacientes que nos hablan,
gente que entra y sale.
No verbal: Interacción mediante formas expresivas diferentes de la palabra
hablada, se conoce como lenguaje mudo del cuerpo y sin palabras y juega un
importante papel en la comunicación interpersonal e implica:
– Para el lenguaje: un tono, ritmo, cambios, intensidad, inflexión, acento, lenguaje
formal o informal y otros sonidos (suspiros, bostezos).
– Para la cinética: movimientos corporales, postura, posición, expresión facial y
conducta visual.
– Para usar el espacio: una intimidad cercana, una distancia (íntima lejana, personal
cercana, personal lejana, social cercana y social lejana) y una distancia pública.
– Para la conducta táctil: implica tocar la cara, acariciar, pellizcar y mordisquear.
– Además del uso del tiempo, la apariencia física y el vestuario.
Pública: Interacción social en la cual la información se produce y distribuye
por medio de un sistema de comunicación especializado y que concierne a la co-
munidad como un conjunto.
Institucional: Interacción que supone la asignación de recursos materiales y
humanos a una organización especializada en la obtención, procesamiento y distri-
bución de información destinada a la comunicación asamblearia, por emisarios, por
redes o por medio de tecnologías de producción y distribución masiva.
14
De masas: Interacción donde existe transmisión de contenidos de actualidad,
distracción, instrucción; dirigidos a un conjunto de receptores (heterogéneos, anó-
nimos, no aislados socialmente) con ayuda de un montaje técnico organizado de
forma compleja.
Referencias bibliográficas
Apuntesde la conferencia de la profesora Raysa Portal (2001): Comunicación,
Facultad. Comunicación, Cuba.
Colectivo de autores (1989): Temas sobre la actividad y la comunicación. Ed. Ciencias
Sociales. Habana.
González Morales, J.C. (1995): AILENA; una propuesta para el desarrollo de la
comunicación y el crecimiento humano. CIPS, Ciudad de La Habana.
_____________ (1996): AMBOS; una metódica para el estudio y entrenamiento
de Habilidades de Autoexpresión. CIPS, Ciudad de La Habana.
Herrera, L. (1999): Comunicación y Desarrollo Grupal. Universidad de La Habana,
Facultad de Psicología, Ciudad de La Habana. (Tesis para optar por el título de
Licenciado en Psicología).
_____________ (1994): Formación para el Cambio. CIPS, Ciudad de La Habana.
_____________ (1999): Los Grupos de Dirección y el Cambio Humano, CIPS,
Ciudad de La Habana.
http:idg.es comunicaciones. Febrero 2004.
http:www.comunicaciónymedios.com. Febrero 2004.
http:www uhu.es comunicar revista. Htm. Febrero 2004.
Kaplum, M. (1987): El comunicador popular. 2da ed, Argentina: Editorial Humanitas.
Varios: PixelBit. Revista de Nuevas Tecnologías y Educación, Sevilla, Universidad
de Sevilla. (1993-2000).
15
Capítulo III
Comunicación interpersonal y grupal
BEATRIZ M. HERNÁNDEZ IZAGUIRRE
La comunicación es una de las maneras que utilizan los seres humanos para
relacionarse entre sí, facilita la convivencia de las comunidades, por lo que significa
un elemento positivo y elemental de la vida. Puede ser definida como el proceso
que involucra el establecimiento de enlaces interpersonales, así como las activida-
des diseñadas para informar al público en general de cualquier evento a través de
los medios de comunicación masiva impersonales.
Esta interacción se realiza por medio de códigos y símbolos, que al ser desci-
frados colocan en un estado de interacción a dos o más personas para dar a cono-
cer una idea, un mensaje, una necesidad, una orden, un concepto y como conse-
cuencia, se actuará o no de acuerdo al rechazo o la aceptación de dicho mensaje.
Todos los procesos de comunicación se realizan entre seres humanos, entre
personas, esto es una constante a tener en cuenta siendo diferente el concepto
acerca de los medios de comunicación que son instrumentos usados por las perso-
nas para transmitir mensajes.
Siempre debe existir el que emite el mensaje (emisor) y el que lo recibe (receptor)
pero este rol no es estático, todo lo contrario, puede variar en diferentes momentos
de la comunicación. Sus esfuerzos se dirigen a solucionar obstáculos tales como
falta de conocimiento, no aceptación de una determinada conducta, falta de habi-
lidad para desempeñar determinada actividad; por lo tanto, la comunicación debe
lograr la motivación, información e instrucción de quien va dirigida.
Partiendo del principio de que saber comunicar forma parte del inconsciente
colectivo, para que una organización funcione eficazmente y, más aún, si pretende
alcanzar excelencia, necesita disponer de una "masa crítica" de cuadros responsa-
bles, capaces de hacer un uso constante de las técnicas de comunicación
interhumana. Tanto en su entorno externo, como internamente, toda vez que la
comunicación constituye la forma más elemental de participación y fundamento de
todas las demás.
Y, sin embargo, la comunicación ha venido siendo la asignatura pendiente de
buena parte de quienes tienen a su cargo la responsabilidad de dirigir conjuntos
humanos, por no haberse prestado la debida atención a ese componente de su
bagaje de técnicas, prácticas de dirección y gestión que, en la nueva sociedad de la
información, constituye una "herramienta" indispensable.
La comunicación es el acto de trasmitir información a través de los signos,
cualquier emisión de energía que afecta a un organismo, siempre que sea entendida
16
por el receptor (uso que hacemos con la información intuición, respuesta latente a
una comunicación, sistemas, grupos o individuos que actúan en la comunicación),
según el papel que desempeñen son denominados: emisor, receptor, intérprete, fuente,
destino, público, codificador, decodificador, audiencia.
Gerard Miller, quien es un estudioso de la Comunicación Interpersonal plantea
que según el tiempo, el número, el grado de relación interpersonal en que se realiza
la comunicación como información e intercambio de información, produce una
variación en cualquiera de las probabilidades de elección del receptor.
Este capítulo tiene como objetivo ampliar el conocimiento en comunicación
para todas aquellas personas de la salud que tienen la ardua y difícil labor de
enseñar a los individuos cómo lograr un bienestar social, biológico y psíquico armó-
nico con su entorno. Además, tiene la intención de ser un material práctico que
permita enfrentar un problema de salud utilizando la comunicación social que en
gran medida ayuda, refuerza y sirve de sostén a la comunicación cara a cara, de
innegable efectividad en la consecución de los cambios conductuales.
Comunicación interpersonal
Desde este ángulo del problema, intentaré brindar una definición operacional
de la comunicación interpersonal en el ámbito organizacional. Para los fines del
modelo, consideramos a la comunicación interpersonal como el intercambio de
“puntos de vista” para la solución de las “cuestiones” de trabajo o de salud
que se deben enfrentar.
Esta definición, por sencilla que parezca tiene la virtud de aportar lo que consi-
deramos esencial en el proceso: el "punto de vista", como elemento integrador en
cada sujeto, de la información interna y externa; la "cuestión", como factor central
de la situación comunicativa, que aporta el contenido para la comunicación. El
intercambio como calidad básica de la relación sujeto-sujeto en el proceso interactivo.
La cuestión es el elemento central de la situación comunicativa generadora de
contenido para la comunicación. Ésta constituye un elemento situacional con un
alto componente de objetividad; sin embargo, su reflejo subjetivo, es decir, la forma
específica en que ella se configura internamente en cada actor implicado en la
situación, se constituye en un elemento regulador importante para el curso exitoso
de la comunicación y se clasifican en rutinarias o sustantivas; no obstante, sean de
un tipo u otro, enlazan a las personas.
El punto de vista lo concebimos como el conjunto de conocimientos, percep-
ciones, juicios, sentimientos, deseos, orientaciones de valor y otras formaciones
estructuradas internamente en el sujeto, para configurar un criterio respecto a la
cuestión. Es por tanto, una formación subjetiva que se conforma a partir de:
1. La percepción de la cuestión como elemento externo central de la situación
comunicativa.
2. Los pensamientos, sentimientos, emociones, deseos y otros contenidos que guar-
dan relación con la cuestión y que forman parte del mundo interno de cada
persona.
17
Hemos podido comprobar que toda persona, como consecuencia de la percep-
ción de la cuestión, configura un punto de vista propio que conforma su criterio
respecto a la cuestión e integra una postura o actitud hacia ella. Este criterio puede
estar más o menos elaborado y resulta de la integración de factores internos y
externos. Además, puede y debe ser desarrollado y modificado en el curso del
intercambio con los demás.
En el proceso interactivo de la comunicación, los puntos de vista de unos acto-
res influyen en los otros en la conformación de sus propios puntos de vista, pero
pueden aparecer coincidencias y divergencias entre cada uno de ellos. Aparece
entonces un elemento clave, conformador de los puntos de vista personales: el
punto de vista de los demás.
Según Kootz, la comunicación interpersonal transfiere la información desde
emisor-receptor, donde ambos comprenden la información. Para Stoner es el pro-
ceso por el cual se comparten significados entre varias personas mediante mensa-
jes simbólicos, donde se usa la comunicación de forma:
– Ascendente (el más importante).
– Descendente.
– Transversal (horizontal y diagonal).
– Escrita.
– Verbalu oral.
– No verbal.
Por tanto, la comunicación interpersonal es interrelación, comprensión, empatía,
diálogo, interdependencia, inter subjetividad, o sea intercambios de puntos de vis-
tas para la solución de las cuestiones de trabajo y de la vida cotidiana.
Principios
– Respeto al criterio ajeno.
– Comprender para ser comprendido.
– Ganar, ganar.
– El punto de vista interactivo.
– Dos cabezas piensan más que una.
Habilidades
– Percibir adecuadamente tu posición.
– Saber el rol que te corresponde jugar en tu posición.
– Percibir adecuadamente a tu interlocutor.
– Percibir adecuadamente la situación comunicativa.
– Diferenciar tu punto de vista al punto de vista del otro.
– Identificar claramente la cuestión.
– Combinar estilos de comunicación.
– Comunicarse bajo presión.
– Escuchar y expresarse.
– Autenticidad.
18
Definiciones operacionales de comunicación: Intercambio de puntos de
vista para la solución de cuestiones de trabajo. Por tanto, podemos resumir que
Comunicación no es discusión, es conversación, diálogo, donde debe estar presen-
te el principio ganar - ganar (donde todos ganan) no es yo gano- tú pierdes, yo
pierdo - tú ganas.
Modelos mentales entorpecedores de la Comunicación Interpersonal
– No respetar el criterio ajeno.
– Primero ser comprendido.
– Competencia contra cooperación: yo gano-tú pierdes.
– Punto de vista personal contra interactivo.
 Desarrollo grupal y equipo
Los grupos son actualmente una de las vías más utilizadas para aumentar la
efectividad de las organizaciones y generar cambios que contribuyan al desarrollo
organizacional.
Los grupos de trabajo adquieren gran importancia en el desempeño de funcio-
nes vitales de la Organización. Por sus características propias como unidad social,
garantizan la efectividad y permanencia de los cambios individuales que se necesi-
tan para hacer las Organizaciones más eficientes. Ellos ocupan dentro de las mis-
mas, un lugar privilegiado como estructura intermedia entre éstas y el individuo, lo
que hace que sean un ente clave en el abordaje de cualquier proceso organizacional
y fortalezcan su papel como agente promotor de cambios a otras partes del sistema.
El desarrollo de un grupo es un proceso natural, consustancial con su propia
existencia y se reflejará en las potencialidades concretas que éste adquiera, tanto
para la realización exitosa de su actividad conjunta, como en sus posibilidades de
ejercer influencia en la formación y desarrollo de la personalidad de sus miembros.
Algunos autores entienden el desarrollo grupal como un proceso gradual y
relativamente largo, que permite el tránsito de un determinado estado cualitativo
hacia otro, bajo la influencia de condiciones externas e internas, objetivas y subje-
tivas. Considerando estas opiniones, los cambios que se operan en el grupo, en la
medida que éste va alcanzando nuevos grados de madurez social, tendrán una
expresión no cuantitativa, sino cualitativa y se reflejarán en la comunicación e
interacción entre sus miembros.
Asímismo se plantea que, siendo como es, un proceso concomitante a la propia
existencia del grupo, el desarrollo grupal es constante y se expresa en la adquisi-
ción -por parte del grupo- de cualidades socio psicológicas que le permiten funcionar
de manera diferente como estructura en el marco de un contexto social determinado.
Hemos partido de considerar el desarrollo del grupo como una cualidad
integradora, que resulta del modo en que se configuran para su existencia y funcio-
namiento, un conjunto de aspectos que se han agrupado del modo siguiente:
19
Construcciones del Sujeto Grupo:
– Propósito,
– Metas,
– Visión de Futuro,
– Roles,
– Supuestos Compartidos,
– Normas de funcionamiento.
Procesos del Sujeto Grupo:
– Relaciones Interpersonales.
– Comunicación.
– Relaciones Sociales.
Unidad del Grupo:
– Compromiso.
– Sentido de pertenencia.
Liderazgo:
– Estilo.
– Reconocimiento.
– Aceptación.
Un Grupo debe reunir las condiciones siguientes:
– Propósito definido y compartido por todos los integrantes.
– Metas claras que regulan el comportamiento de los miembros.
– Visión de futuro elaborada de conjunto.
– Valores, conceptos y juicios compartidos.
– Normas de funcionamiento conocidas, que son tomadas en cuenta siempre.
– Roles bien identificados y flexibles.
– Comunicación auto expresiva.
– Relaciones interpersonales constituidas como una fuerte red.
– Unidad, confianza, fuertes sentimientos de pertenencia.
– Liderazgo participativo y adecuado a la situación.
El éxito de la comunicación dependerá en parte de que los actores sean capa-
ces de desarrollar habilidades que les permitan en las diferentes situaciones, expre-
sar clara y positivamente sus puntos de vista, e influir con ello en el desenvolvi-
miento provechoso de los problemas y cuestiones.
Comunicación Grupal es la que ocurre cuando un conjunto de personas
conforma una unidad prácticamente identificable y realizan transacciones
de mensajes para la interacción como convivencia y desarrollo del grupo en
busca del cumplimiento de sus metas.
En la misma medida en que se conforma la personalidad del sujeto a través de
su vida, éste incorpora y elabora su propio arsenal de recursos comunicativos.
20
En primer lugar, entre estos recursos está, el desarrollo de su lenguaje verbal y
la correspondiente riqueza en el dominio del idioma que amplía o reduce las posibi-
lidades de comunicación con los demás. Paralelamente, el sujeto se hace más o
menos capaz de interpretar y expresar la información en sus intercambios con los
demás, mediante la asimilación de códigos no verbales.
El sujeto desarrolla su habilidad para escuchar y aprender de la experiencia de
los demás, al tiempo que se entrena en el arte de interactuar, mediante métodos y
estilos de comunicación. Capaces de ampliar sus habilidades en el uso de sus
recursos comunicativos, lo que conforma un componente importante de su Comu-
nicación Afectivo Educativa (CAE).
Unas personas se caracterizan por ser menos comunicativas que otras, lo que
no depende sólo de la riqueza de su mundo interno, sino de su capacidad de aplicar
eficientemente toda una variedad de medios de expresión y de escucha.
Existe un conjunto de habilidades que las personas desarrollan en mayor o
menor grado. Ya hemos hecho mención de ellas y pasaremos a explicarlas a con-
tinuación:
Habilidades para combinar diferentes estilos de comunicación, a partir
de las exigencias de la situación comunicativa
Siempre que se dice algo, el mensaje contiene dos partes: lo que se dice, el
contenido; y el cómo se dice, la forma que se manifiesta en el estilo.
El contenido es lo que se quiere decir y el estilo le dice a los demás cómo tomar
su mensaje. El estilo abarca, tanto el aspecto visual -el lenguaje corporal no verbal-,
como el oral, que incluye el tono e inflexión de la voz.
 Utilizamos una clasificación de los estilos que los agrupa en cuatro grandes
grupos:
1. En el primer grupo se encuentran la Conversación Breve y la de Taller, como
variantes formales de intercambios de información de rutina para incrementar
las buenas relaciones en el trabajo.
2. En el segundo grupo se incluyen las Conversaciones de Control, Pelea y Resen-
timiento, que resultan tres variantes diferentes para mantener el control de la
situación comunicativa. La primera de las tres representa una manera positiva
que cuenta con el otro en el proceso, mientras que las otras dos son tan fre-
cuentes como negativas.
3. El tercer tipo comprende la Conversación de Búsqueda, que se explica como
una forma de lograr más información a través de preguntas.
4. Finalmente, en el cuarto grupo se halla la Conversación Directa o el estilo direc-
to, que consiste en hablar sin reservas de la cuestión de que se trate, expresan-
do y demandando toda la información que ayude a la real comprensión de los
participantes del proceso.
Con independencia de que el estilo directo es el que guarda una mayor relación
con los procesos de la auto expresión, la habilidad secentra en las posibilidades de
combinarlos en función de las cambiantes condiciones de las diferentes situaciones
específicas.
21
Habilidades de hablar y enviar mensajes claros
En este caso utilizamos las habilidades trabajadas por Miller y colaboradores
que muy en correspondencia con los propósitos del modelo auto expresivo, ense-
ñan a sacar de sí las diferentes calidades de contenido que pueden formar parte del
punto de vista propio.
– Hablar por sí mismo.
– Dar datos sensoriales.
– Intercambiar pensamientos.
– Exponer los sentimientos.
– Expresar los deseos
– Plantear acciones.
Después de la primera habilidad descrita, que se refiere precisamente a hablar
en nombre de uno mismo y expresar el criterio propio, el resto se orienta a externalizar
los diferentes elementos que deben componer un punto de vista propio de calidad.
Es decir, datos sensoriales, pensamientos, sentimientos, deseos y acciones, que
recorren las diferentes formaciones psicológicas que deben estar presentes.
Habilidades para escuchar
Diferentes autores identifican distintos tipos o niveles de escucha. Para el
logro de nuestros propósitos utilizamos operacionalmente la clasificación siguiente:
Escucha Fingida: Significa, en la práctica, no escuchar en absoluto y fingir lo
contrario o sencillamente interrumpir a la persona que habla y darle una respuesta,
o hacer algún comentario sin dejarla que concluya.
Escucha Selectiva: En este caso, se oyen sólo ciertas partes de la conversa-
ción. Generalmente aquellas que reafirman nuestros propios puntos de vista.
Escucha Atenta o Activa: Se presta atención y se centra toda nuestra energía
en las palabras que se pronuncian, pero con la intención de contestar, controlar,
contrarrestar y manipular.
Escucha Empática: Se traduce en una escucha indagatoria, que da la oportu-
nidad al otro de expresar su criterio de forma completa, con el objetivo de com-
prenderlo y respetarlo. En la escucha empática, uno escucha con los oídos, pero
también, y esto es más importante, con los ojos y con el corazón. Se escuchan los
sentimientos, los significados; se escucha la conducta. Usted percibe, intuye, siente.
Resulta evidente el vínculo de la escucha Empática con los fines de la auto expresión.
Otras Habilidades funcionales específicas
Flexibilidad: Capacidad de tener en cuenta el punto de vista ajeno en la con-
formación del propio.
22
Criticidad: Habilidad para entender y asumir los puntos débiles del criterio
propio.
Capacidad de ponerse en el lugar del otro: Habilidad para hacer abstrac-
ción de su lugar en el intercambio, para comprender las particularidades de la
argumentación del otro.
Existen otras habilidades más directamente vinculadas a la percepción vivenciada
del interlocutor y la situación comunicativa, éstas son:
Habilidades para la comunicación bajo presión: Habilidades que contribu-
yen a enfrentar con éxito situaciones particularmente difíciles o estresantes.
Habilidades para crear estrategias de solución: Permiten el desarrollo de
un pensamiento estratégico en la regulación del comportamiento comunicativo.
Definimos otra y muy importante habilidad funcional, se trata de la Autentici-
dad: concebida como la tendencia y habilidad del sujeto para expresar el punto de
vista propio, con independencia de lo diferente que éste sea respecto al criterio
social predominante en la Organización, así como de otros factores situacionales o
de los interlocutores, que puedan presentarse como barreras a la auto expresión
personal.
La comunicación, es entonces, un proceso clave para la formación de la subje-
tividad grupal, que posibilita la integración y organización de las categorías antes
mencionadas, ayudando así a la concreción del sujeto grupo.
El grupo va construyendo, mediante el proceso comunicativo y con la interacción
entre sus miembros, una serie de supuestos que le permiten realizar sus tareas con
mayor eficiencia, formarse como grupo, unirse y desarrollar en el líder cualidades
que impulsen el trabajo en conjunto. En otras palabras, el proceso comunicativo y
la interdependencia entre sus miembros permitirán que lleguen a un consenso grupal,
se mejoren las relaciones sociales, las relaciones interpersonales a su interior, lo
que trae como consecuencia, la existencia de una atmósfera favorable que ayuda
a su unidad.
El grupo regula su comportamiento comunicativo, al tiempo que se comparten
valores, conocimientos, expectativas, se forman normas colectivas. En este senti-
do, la comunicación tiene un carácter formador, un papel central en el desarrollo
del grupo.
De esta forma posibilitamos una relación de interdependencia entre el desarro-
llo individual y grupal, en la evolución del grupo hacia niveles superiores de desa-
rrollo, lo que depende en gran medida, del perfeccionamiento de sus procesos
comunicativos. Esto hace posible el florecimiento de una atmósfera grupal favora-
ble y el crecimiento de sus miembros como personas y como conjunto.
 Para lograr un perfeccionamiento en los procesos comunicativos en el grupo,
tomamos como base el modelo anterior, reajustando algunos de sus conceptos
básicos a la situación grupal. Recordemos que dicho modelo, en su versión inicial,
se dirige al interior del sujeto persona, para explicar los procesos que se estructuran
a ese nivel y que regulan el comportamiento de su comunicación.
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Componentes de la comunicación grupal
El ciclo de comunicación: La cadena de interacciones persona-persona que
cierra con la conformación de un punto de vista grupal, más o menos elaborado,
pero diferente a los criterios personales que le dieron origen, es el centro del proce-
so comunicativo grupal.
El punto de vista grupal: Se trata de construir a nivel de grupo, una interpre-
tación de la cuestión, superior a la que cada uno tiene por separado. Este punto de
vista o criterio se configura a partir de un conjunto de conocimientos, pensamien-
tos, percepciones, deseos que presentan los miembros del grupo y que los identifi-
can como tales. Dentro de un mismo grupo, cada miembro, como consecuencia de
la percepción de la cuestión, configura un punto de vista, que puede estar más o
menos elaborado y que resulta de la integración de factores internos y externos.
Este punto de vista inicial debe ser desarrollado y modificado en el curso del inter-
cambio con los restantes miembros.
En el proceso interactivo de la comunicación, los puntos de vistas de unos,
influyen en la conformación de los de los otros, aunque pueden aparecer coinciden-
cias y divergencias entre cada uno de ellos. En este proceso donde se conforman
los puntos de vistas personales e interactúan con los demás, se forma el común, es
decir, el punto de vista grupal.
Es necesario crear una cultura participativa en el grupo, donde cada cual ex-
prese su criterio, su punto de vista de la cuestión a discutir, con independencia de lo
común o no que éste pueda tener con los otros puntos de vistas. Es preciso refor-
zar la idea de que una misma cuestión puede ser interpretada por varias personas
de diferente manera y todos aportar una parte de verdad. Esto enriquece el proce-
so comunicativo y ayuda a la flexibilización del pensamiento de las personas impli-
cadas.
La configuración del punto de vista grupal es un mecanismo importante del
aprendizaje en equipo. Desentrañar los mecanismos subjetivos que subyacen en su
formación, puede resultar un paso significativo en su comprensión y una premisa
de su desarrollo.
Los procesos para la formación del punto de vista grupal: Son el conjunto
de procesos inductores y ejecutores del comportamiento, que deben ser activados
en el grupo y las personas para el logro de una comunicación eficiente. Forman
parte de los procesos para la formación del punto de vista grupal los siguientes:
Procesos de identificación clara de la cuestión: Recordemos que la cues-
tión es el elemento central de la situación comunicativa, es la generadora del con-
tenido para la comunicación. Por esta razón se hace importante este proceso, ya
que se necesita precisarclaramente los límites del contenido, con el fin de delinear
lo más posible los propósitos de la comunicación. De esta manera, se evita la
dispersión del contenido, la cual genera percepciones e interpretaciones diversas
que pueden realizarse dentro del grupo. Así como, ayuda a emplear mejor el tiempo
y a facilitar el acuerdo entre los miembros.
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Procesos de expresión: Expresar los puntos de vistas en los intercambios
comunicativos, de forma clara y concisa, evita las interpretaciones erróneas, los
malentendidos y agiliza el proceso comunicativo. De la interacción de los estilos
personales de los integrantes del grupo, en las diferentes situaciones, surge una
tendencia predominante de estilo del grupo, que llega a caracterizarle e influye
decisivamente en la calidad de su comunicación.
Procesos de escucha: Aprender a escuchar en el grupo, ayuda a su unidad.
En el proceso comunicativo uno de los factores más importantes, es lograr la com-
prensión de los diferentes puntos de vista existentes. La mayor parte de las perso-
nas no escuchan con la intención de comprender, sino de contestar o de reafirmar
sus propios puntos de vista. La escucha es, como ya se ha expresado, uno de los
aspectos más maltratados en la comunicación. Como vimos en el acápite relacio-
nado con las Habilidades de Escucha, para nuestros entrenamientos hacemos uso
de una clasificación operacional, que incluye diversos tipos de Escucha.
Específicamente, fomentamos en el grupo la tendencia hacia la Escucha Empática,
lo que significa -como ya vimos- escuchar con la intención de comprender, ver las
cosas como las ve la otra persona. La esencia no consiste en estar de acuerdo, sino
en comprender de manera profunda y completa a la otra persona, en respetar los
otros criterios y construir de conjunto nuevas alternativas.
El desarrollo de este tipo de Escucha, como tendencia predominante, ayuda a
que se desarrollen en el grupo las habilidades funcionales definidas en el acápite de
Auto expresión Personal.
Posibilidades de Auto expresión Grupal: Hemos enfatizado en la comunica-
ción como proceso interactivo entre los miembros del grupo; en el curso de este
proceso aparecen facilidades o barreras a la expresión que pueden ser de dos
tipos: Intragrupales e Intergrupales. Las barreras y facilidades intragrupales sur-
gen de los propios miembros del grupo, de sus características personológicas y
fundamentalmente de las capacidades de expresión individuales. Surgen del con-
tacto comunicativo, de la confrontación entre el mundo interno y el externo del
grupo. Ejemplo de éstas pueden ser el insuficiente desarrollo de los procesos de
escucha en el grupo, que impiden su vínculo informacional con otros grupos de la
Organización.
En el proceso comunicativo real, resulta difícil establecer fronteras entre am-
bos tipos de facilidades o barreras, ya que en la mayoría de los casos las intragrupales
se encuentran relacionadas con las intergrupales y viceversa. Una cultura
organizacional caracterizada por el autoritarismo y la centralización, obstaculiza la
comunicación, la participación de los grupos en la toma de decisiones y la expre-
sión de las ideas.
 Se trata de desarrollar en el grupo una comunicación que acreciente la inter-
dependencia entre sus miembros, la sinceridad y la flexibilidad. De perfeccionar el
proceso comunicativo, para que cada miembro ocupe un lugar relevante en la
expresión del punto de vista grupal, donde se haga uso de la Escucha Empática, se
eliminen las barreras que entorpezcan la interacción y prevalezca un estilo que
potencie la confianza.
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Las diferentes formaciones que participan en la regulación del comportamien-
to, tanto personal, como grupal, se configuran de modo diferente en las distintas
situaciones comunicativas, dando lugar a diferentes niveles de calidad de los com-
portamientos resultantes.
La Auto expresión vista como proceso implica que:
– La Persona y el Grupo sean considerados como sujetos capaces de conformar
un punto de vista propio, diferente, positivo y útil sobre las cuestiones de trabajo.
– Exista la necesidad y posibilidad de que esos puntos de vista sean expresados e
intercambiados en un contexto donde puedan ser perfeccionados.
– El intercambio de puntos de vista, sirva para resolver las cuestiones y los pro-
blemas que surgen en el proceso de trabajo.
– Las personas y los grupos tengan la capacidad de aprender a resolver sus pro-
blemas y cuestiones de manera interactiva.
– Las personas posean la habilidad suficiente, para identificar los errores que
cometen en el trabajo y aprender a trazar estrategias conjuntas de solución.
– Se tenga la posibilidad de desarrollar estrategias de comportamiento comunica-
tivo creativas y superiores.
Comunicación grupal ideal
Principios gobernantes:
– Asumir que existe más de un punto de vista válido.
– Ganar - Ganar.
– Primero comprender y luego ser comprendido.
– Punto de vista interactivo superior al punto de vista personal.
Estrategia de comportamiento comunicativo:
– Escucha Atenta y empática.
– Expresión abierta del punto de vista. Sin reservas.
– Uso de estilo directo y de búsqueda.
Calidad del punto de vista sobre la cuestión:
– Multilateralidad de los argumentos.
– Criterio fundamentado en datos.
– Flexibilidad ante los elementos disonantes.
Consecuencias:
– Cierre de los ciclos de comunicación.
– Solución de las cuestiones que dieron origen a la conversación.
– Clima grupal armónico. Surgen conflictos, pero se desenvuelven favorablemente
– Acercamiento mutuo.
– Confianza.
– Compromiso.
– Eficiencia. Bienestar.
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Algunos principios metodológicos para la intervención
Investigación-Acción: Una mirada a las personas, los grupos y las organiza-
ciones como sujetos y objetos de una investigación que tiene entre sus fines, de-
mostrar la conveniencia de asumir una estrategia de transformación.
Diagnóstico en etapas sucesivas: Seguimiento y auto evaluación constante
del desarrollo grupal, visto integralmente, que obligue a un diagnóstico permanente
de su evolución.
Auto transformación: La Persona, el Grupo y la Organización son concebidos
como los sujetos principales de sus transformaciones. El investigador, que aparece
en ocasiones en la posición de consultor, desempeña un papel de facilitador de los
procesos de cambio y no como su gestor.
Automovimiento de adentro hacia fuera: Se necesita primero, del desarrollo
personal, para lograr el desarrollo grupal y éste se constituye en premisa indispen-
sable, para el desarrollo de la Organización.
Enfoque en sistema: Concepción de la Organización como sistema, conside-
rando que todas sus partes están indisolublemente relacionadas y que de su
interacción e interdependencia se originan cualidades superiores, diferentes y esen-
cialmente nuevas. Diferenciación e interrelación entre Individuo-Grupo-Organiza-
ción.
Diferenciación: Cada Persona, Grupo u Organización representa una unidad úni-
ca, perfectamente identificable e irrepetible, que exige de un tratamiento específico.
No deben aplicarse métodos estereotipados y generalizables a todas las situaciones.
Cada situación debe ser enfocada desde su singularidad.
En cada uno de los entrenamientos se realizan los tipos de acciones siguientes:
Caldeamiento: Ejercicios introductorios que tienen el propósito de facilitar que
el grupo entre en tarea.
Retroalimentación: Devolución de resultados y productos de prácticas, ya
realizadas por el grupo en sesiones anteriores.
Conceptos: Acciones cuya finalidad última es el manejo de los conceptos,
utilizados en los ejercicios y que consideramos claves para el éxito de los entrena-
mientos.
Lecturas: Lectura comentada, de fragmentos de libros u otros materiales que
amplían y enriquecen su cultura alrededor de los temas tratados.
Sensibilización: Actividades que persiguen la formación de disposiciones emo-
cionales positivas de los participantes hacia ciertos asuntos de importancia para el
trabajo en equipo.
Diagnóstico: Evaluaciones de diverso tipo, para la determinación del estado

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