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Anatomía clínica606 ral del hígado. Este triángulo está atravesado por la arteria cística, y a menudo por la arteria hepática dere- cha y hasta por el conducto hepático derecho. Vascularización Las arterias provienen de la arteria cística, rama de la arteria hepática derecha. Desde su origen la arteria cística se dirige transversalmente hacia la derecha, pasando a la derecha (o por detrás, o por adelante) del conducto hepático común, dependiendo de su origen. En el área del trígono cistohepático aborda el cuello de la vesícula biliar, donde termina dando dos ramas, una anterior y otra posterior; éstas rodean la vesícula biliar, suministrándole una red de finas arteriolas. Las arterias para el conducto cístico son recurrentes e irrigan la unión cistohepática. La arteria cística es muy varia- ble: puede tener un origen bajo y un trayecto paralelo al conducto cístico; un origen alto a partir de la arteria hepática derecha; puede pasar por detrás del conducto hepático común; pueden existir de dos a tres arterias dis- tintas. Existen dos vías de drenaje venoso. La superficial, con venas satélites de las arterias, que terminan en la rama derecha de la vena porta hepática. La profunda, por medio de 15 o 20 vénulas que atraviesan la placa vesicular, penetran en el lecho de la fosa de la vesícu- la biliar y drenan en las ramas de la vena porta intrahe- páticas. Constituyen venas porta accesorias. Linfáticos Numerosos vasos linfáticos nacen de los plexos sub- mucoso y subseroso de todas las caras de la vesícula biliar y el conducto cístico. Los de la cara hepática de la vesícula biliar se conectan con los vasos linfáticos intra- hepáticos. El resto drena en el nodo cístico. Este nodo, y algunos vasos linfáticos que desvían la linfa del nodo cís- tico, drenan en nodos ubicados en el borde anterior del borde libre del omento menor. Los nodos hepáticos ubi- cados en el hilio hepático recogen la linfa de los vasos que acompañan a los conductos hepáticos y la parte superior de la vía biliar. Vasos linfáticos de la parte infe- rior del conducto biliar común drenan en los nodos hepáticos inferiores y en los pancreaticoesplénicos supe- riores. Inervación Proceden de los plexos hepáticos anterior y posterior. PíloroFlexura cólica derecha del colon Vesícula biliar Estómago Yeyuno Colon transverso Tronco celíaco Colon descendente Pilar izquierdo del diafragma Porción superior del duodeno Conducto pilórico Conducto colédoco A. hepática V. porta hepática V. cava inferior Bazo A. y v. esplénicas Glándula suprarrenal izquierda Polo superior del riñón izquierdo Glándula suprarrenal derecha Aorta torácica Páncreas Tríada portal Fig. 6-73. Corte horizontal del abdomen a nivel de la vesícula biliar. Vista inferior del corte. ¿Los tumores de qué regiones pueden expresarse en forma similar a la de nuestro paciente? Los signos y síntomas padecidos por nuestro paciente se engloban dentro de lo que se cono- ce por síndrome coledociano; éste es la expre- b027-06.qxd 7/14/11 12:55 PM Page 606
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