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Las áreas auditivas primarias (área acústica) se locali- zan en la parte ventral del surco lateral. La superficie supe- rior del giro temporal superior, que forma el piso del surco, está marcada por los giros temporales transversos. Los dos más anteriores se denominan circunvoluciones de Heschl. Éstas se corresponden a las áreas 41 y 42 de Brodmann. La principal fuente de aferencias es el cuerpo geniculado medial del tálamo. Las aferencias provienen del órgano de Corti de ambos oídos. El área del gusto se localiza adya- cente al área sensitiva general para la lengua, en el extremo inferior de la circunvolución poscentral, y se extiende hacia la ínsula y el opérculo frontal (área 43 de la carta de Brodmann). La olfacción llega a regiones del uncus del hipocampo, al limen insular y al cuerpo amigdaloide sub- yacente. Algunas más terminan en el componente entorri- nal, el cual es una región importante del sistema límbico. En animales con una sensibilidad olfatoria elevada (macrosmáticos), esta conexión activa funciones como la reproducción o aspectos relacionados con la territorialidad. La representación vestibular cortical se ha trazado mediante estudios de estimulación eléctrica, y se ha podi- do distinguir una zona en el llamado lobulillo parietal infe- rior y en la región que corresponde a la cabeza de la banda sensoriomotriz. La neocorteza del lóbulo frontal presenta una serie de regiones motoras, además de otras funciones que se rela- cionan con las llamadas funciones mentales superiores o cognitivas complejas. El área motora primaria se localiza por delante del surco central, y corresponde al área 4 de Brodmann, es una corteza gruesa agranular heterotípica, compuesta de mane- ra preferente por neuronas piramidales. Las aferencias a esta área provienen de otras regiones motoras y premoto- ras, de la corteza somestésica y la división posterior del núcleo talámico ventral lateral, el cual a su vez recibe impulsos del cerebelo. Las eferencias de esta área forman los dos tractos de la llamada vía piramidal: corticoespinal y corticobulbar. La estimulación eléctrica de la región pre- central produce la contracción de masas musculares prin- cipalmente contralaterales y de manera organizada, formando un homúnculo motor. El área motora suplementaria corresponde al área 6 de Brodmann y se localiza en la superficie medial de los hemisferios, en tanto que el área motora del cíngulo está en la parte anterior del surco del cíngulo. Estas áreas tam- bién tienen una representación somatotópica. El área pre- motora también ocupa parte del área 6 de Brodmann y se localiza por delante del área motora primaria. Esta área premotora contribuye con fibras a la vía piramidal, y ade- más se conecta con la corteza motora primaria. El área mencionada elabora programas motores para rutinas de movimientos que son necesarios para el desarrollo de habilidad y actividades que pueden ser entrenadas. Las áreas premotoras y motoras suplementarias son las que programan la actividad motora de destreza y se ha pro- puesto que son zonas que generan movimientos espontá- neos, es decir, sin que sean respuesta a estímulos externos, sino por motivaciones propias del individuo o internas (véase más adelante). Las alteraciones en esta función pueden dar manifestaciones clínicas conocidas como apra- xia, es decir, alteración de la manera en que se ejecutan los movimientos en ausencia de parálisis. Cuando el problema afecta a la escritura se denomina agrafia. La región prefrontal corresponde al polo frontal, com- prende las áreas 9 a 12 de Brodmann y presenta amplio desarrollo en el ser humano. Recibe aferencias de las cor- tezas de los lóbulos parietal, temporal y occipital. Las áreas del lenguaje se localizan en dos zonas. El área receptora del lenguaje (área sensitiva del lenguaje) está formada por la corteza de asociación auditiva o área de Wernicke y ocupa el área parietal en los giros supra- marginal y angular. El área de expresión del lenguaje (áre- as 44 y 45 de Brodmann) ocupan las porciones opercular y triangular del giro frontal inferior, y se la conocía ante- riormente como el área de Broca en honor al neuroanato- mista francés. Estructuras subcorticales Hay una serie de estructuras que están formadas por grupos celulares y que tienen una comunicación anatómi- ca y funcional con la corteza cerebral. Estas estructuras son los ganglios basales, el hipocampo y el núcleo amig- dalino (Fig. 11.4). Los ganglios basales están formados por el núcleo caudado, el putamen y el globo pálido. Estas estructuras se encargan de la regulación del movimiento fino e intervienen en la cognición de la llamada memoria de habilidades o no declarativa. Estas estructuras reciben información de las diferentes áreas de la corteza cerebral y una vez procesada esta información los ganglios basales se comunican con la corteza cerebral a través del tálamo, que dirige las proyecciones hacia el lóbulo frontal. El hipocampo y las regiones de corteza asociadas a esta estructura forman el asta inferior de los ventrículos F U N C I O N E S C O G N I T I VA S 187 Tálamo Cola de núcleo caudado Brazo posterior de la cápsula interna, entre el núcleo lentiforme y el tálamo Brazo anterior de la cápsula interna, entre los núcleos lentiforme y caudado Cabeza del núcleo caudado Continuidad entre núcleo caudado y putamen Putamen y núcleo lentiforme Cuerpo amigdaloide Figura 11.4. Configuración de los ganglios basales.
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