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© E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 268 25 Alteraciones de la secreción de mineralocorticoides Ceres Araceli Ochoa Sosa, Juan Eduardo García García Los mineralocorticoides son hormonas esteroides que se producen en la zona glomerulosa de la corteza suprarre- nal. El más importante es la aldosterona, que tiene un papel central en la regulación del sodio (Na+) corporal, promueve su transporte unidireccional a través de los epitelios de los túbulos colectores de la corteza renal, glándulas salivales y sudoríparas, así como la porción distal del colon. Su función es retener sodio y eliminar potasio (K+). Por esta razón, exceso o deficiencia de la misma tienen efectos importantes en los electrólitos sé- ricos, en la presión arterial, la función renal, el músculo esquelético y cardiaco. Los mineralocorticoides actúan mediante receptores citoplasmáticos específicos, el principal es el receptor mineralocorticoide (tipo 1), en su estructura es parecido al receptor de glucocorticoides (tipo 2) y puede también ser activado por glucocorticoides; sin embargo, esto no ocurre, pues los tejidos específicos para aldosterona tie- nen concentraciones particularmente elevadas de 11βSD tipo 2, enzima que se encarga de convertir el cortisol a la forma inactiva cortisona, evitando la activación del re- ceptor mineralocorticoide. La función de esta enzima es muy importante, pues las concentraciones de cortisol son 100 veces mayores que las de aldosterona, y de faltar esta enzima, el cortisol activa al receptor mineralocorticoide originando alteraciones hidroelectrolíticas. La regulación de la secreción de aldosterona se da por varios mecanismos, el más importante es el siste- ma renina-angiotensina-aldosterona. La angiotensina II (ATII) estimula de manera directa las suprarrenales para la producción y secreción de aldosterona. Otros factores que estimulan la secreción de aldosterona son la hormo- na adrenocorticotrópica (ACTH) y la hiperpotasemia, aunque su papel es de menor importancia. La ingestión baja de sodio, por su parte, estimula la secreción de aldos- terona, tanto por activación del sistema renina-angioten- sina, como por aumentar el efecto de la ATII en la zona glomerulosa suprarrenal. La renina se secreta como prorrenina en las células yuxtaglomerulares de la arteriola aferente, se convier- te en renina por efecto de la catepsina-B o de una se- rina-proteasa, su función es promover la conversión de angiotensinógeno en angiotensina I y, por lo tanto, hace posible la conversión de ésta (por efecto de la enzima convertidora de angiotensina ECA) en ATII. Los princi- pales factores que estimulan renina son: baja de presión arterial, posición erecta, depleción de sal, estimulación β-adrenérgica, opiáceos, prostaglandinas vasodilatadoras, calcitonina, factores de crecimiento (TNFa, IL-I), dieta alta en proteínas y noradrenalina liberada en los nervios simpáticos yuxtaglomerulares y en músculo liso de arte- riola aferente glomerular (figura 25-1). Los principales síndromes con exceso de produc- ción de mineralocorticoides se mencionan en los cuadros 25-1 y 25-2. En el cuadro 25-1 se anota el porcentaje aproximado con que contribuyen cada una de las dife- rentes enfermedades al total de los casos informados de hiperaldosteronismo primario (HAP). A continuación se K ECA Angiotensina-II Aldos- terona Renina Angiotensinógeno Angiotensina-I Dieta alta en sal Dieta baja en sal Factores moduladores ACTH Figura 25-1. Mecanismos reguladores de la secreción de la aldos- terona. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Alteraciones de la secreción de mineralocorticoides 269 describirán sólo aquellas que por su frecuencia son las más importantes. HIPERALDOSTERONISMO PRIMARIO Es la causa más común de hipertensión arterial de origen suprarrenal, aunque hasta hace algunos años se conside- raba que sólo 1% de los casos de hipertensión se debían a HAP. Estudios realizados durante el decenio 2000-09 han informado HAP en más de 10% de los pacientes con hipertensión moderada a grave. Es importante recono- cer de manera oportuna esta enfermedad, pues con cifras semejantes de presión arterial, los pacientes con HAP tienen mayor morbilidad y mortalidad cardiovascular que los pacientes con hipertensión arterial esencial, so- bre todo porque es un tipo de hipertensión potencial- mente curable, si se establecen diagnóstico y tratamiento oportunos. El HAP es un síndrome que resulta de la produc- ción y secreción excesivas de aldosterona por la zona glomerular de la corteza suprarrenal. Hasta hace algunos años se informaba que la mayoría de los casos se debían a adenoma único, y con menor frecuencia a hiperplasia bilateral o adenomas múltiples. En los últimos años se han incluido un mayor número de pacientes hipertensos con cuadro clínico menos característico en los protocolos de estudio para investigar HAP y se ha encontrado que la hiperplasia suprarrenal bilateral es la responsable en 60% de los casos. Es importante resaltar que sólo 1% del total de los incidentalomas suprarrenales corresponde a adenomas productores de aldosterona. Existen diferentes tipos de enfermedades relacio- nadas con hiperaldosteronismo, las cuales se exponen a continuación. Aldosteronoma Es el responsable de 35% de los casos de hiperaldostero- nismo. Estos adenomas son tumores por lo general pe- queños, menores a 2 cm, casi siempre benignos. Contie- nen células de las tres zonas de la corteza suprarrenal, y son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Por lo general, se manifiestan entre la 4a y 5a décadas de la vida, y de manera excepcional, en niños. Hiperaldosteronismo idiopático En la mayor parte de los casos se debe a hiperplasia suprarrenal bilateral, que puede ser difusa, micro o ma- cronodular. Es responsable de 60% de los casos de hipe- raldosteronismo. En algunas series se ha descrito también, aunque con menos frecuencia, hiperplasia suprarrenal unilateral. A diferencia del aldosteronoma es más común en hombres y aparece en etapas más avanzadas de la vida. En muchos casos puede encontrarse un adenoma predominante y otros pequeños en la misma glándula o en la otra suprarrenal. En la actualidad se considera que los términos de adenoma e hiperplasia más que entida- des excluyentes, representan un espectro continuo de alteraciones de las suprarrenales, en donde pueden pre- dominar características de uno u otro tipo. Aldosteronismo suprimible con glucocorticoides o dexametasona Es una causa poco frecuente de hiperaldosteronismo. Es un trastorno autosómico dominante que se debe a la du- plicación de un gen en el cromosoma 8, el cual codifica a la 11β-hidroxilasa y a la aldosterona sintetasa. Lo an- terior resulta en sobreproducción de aldosterona que se regula por ACTH y por tanto, presenta ritmo circadiano y es suprimible con la administración de glucocorticoi- des. Su frecuencia es casi de 1% del total de los casos de hiperaldosteronismo. Carcinoma suprarrenal Es una causa mucho menos frecuente de HAP, menos de 1%. En general, son tumores de mayor tamaño y con Cuadro 25-1. Causas de exceso de mineralocorticoides Porcentaje aproximado I. Hiperaldosteronismo primario 1. Adenoma productor de aldosterona 2. Hiperplasia suprarrenal bilateral (aldosteronis- mo idiopático) • Bilateral multinodular • Bilateral simétrica 3. Hiperplasia unilateral 4. Hiperaldosteronismo suprimible con glucocor- ticoides 5. Carcinoma productor de aldosterona 6. Hiperaldosteronismo familiar 7. Carcinoma ovárico productor de aldosterona 35 53 6 1 1 < 1 < 1 < 1 Cuadro 25-2. Causas de exceso de otros mineralocorticoides Aldosterona normal o baja A. Defectos enzimáticos congénitos 1. Deficiencia de 17-hidroxilasa 2. Deficienciade 11-hidroxilasa 3. Deficiencia de 11-hidroxiesteroide deshidrogenasa B. Seudohiperaldosteronismo 1. Síndrome de Liddle 2. Ingestión de orozuz o licorice 3. Carbenoxolona C. Mineralocorticoides exógenos D. Síndrome de Cushing E. Resistencia primaria a cortisol F. Exceso aislado de desoxicorticosterona G. Exceso aislado de corticosterona http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 270 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 25) frecuencia producen otras hormonas además de aldoste- rona. No existen características histológicas específicas para diagnosticarlo; el diagnóstico se establece por la evi- dencia de invasión a tejidos adyacentes o presencia de metástasis. Estos tumores, a diferencia de otros carcino- mas endocrinos, no tienen una base familiar. En su aspecto clínico, la diferencia principal entre los cuatro tipos de patologías que se mencionaron, es su respuesta a cambios fisiológicos. En el aldosteronoma la secreción de aldosterona es prácticamente autónoma y se acompaña por concentraciones bajas de renina. En ge- neral no se suprime por expansión de volumen ni cargas de sal, pues no están regulados por angiotensina II y en la mayoría de los casos existe cierta regulación por ACTH, por lo que es común observar ritmo circadiano en la producción de aldosterona, así como cierta supresión transitoria después de la administración de glucocorti- coides. Sin embargo, hasta en 20% de los casos puede observarse respuesta fisiológica a cambios de posición (prueba postural positiva). Al contrario de lo que ocurre en el aldosteronoma, en el hiperaldosteronismo idiopático la secreción de aldosterona la regula la ATII, por esta razón existe res- puesta normal a cambios posturales, elevación de la al- dosterona al adoptar la posición erecta y ante depleción de sodio, e inhibición al adoptar el decúbito y ante car- gas de sodio; aunque ya se mencionó que hasta 20% de los casos de adenoma pueden tener respuesta a cambios de posición, en general, una prueba postural positiva fa- vorece el diagnóstico de hiperplasia. Por último, el hiperaldosteronismo suprimible con dexametasona es el más dependiente de ACTH, y se observa por tanto, ritmo circadiano. La producción de aldosterona se suprime con la administración de gluco- corticoides. DATOS CLÍNICOS Independientemente de la causa, el cuadro clínico ca- racterístico incluye hipertensión arterial, hipopotasemia, hipernatremia, kaliuresis excesiva y alcalosis metabólica. La hipertensión se debe al efecto presor de la aldoste- rona, la cual (mediante activación del receptor renal de mineralocorticoides) provoca retención de sodio y agua, expansión de volumen circulante, aumento de sodio cor- poral total, así como aumento de las resistencias periféri- cas y de la excreción de potasio. DIAGNÓSTICO Laboratorio Los datos de laboratorio que sugieren el diagnóstico de hiperaldosteronismo son hipopotasemia espontánea con alcalosis metabólica y sodio en límites normales altos. La excreción urinaria de potasio mayor a 30 mEq en 24 h es sugerente del diagnóstico. La mayor parte de las series ha encontrado que estos datos aparecen con más frecuencia en pacientes tratados con diuréticos. Por el contrario, si el paciente lleva una dieta baja en sal puede no presen- tar hipopotasemia, ya que la carga baja de sodio filtrado resulta en menos sodio disponible para intercambiarse por potasio en la nefrona distal. Lo anterior hace que las concentraciones séricas de potasio no sean tan bajas, ni la excreción urinaria tan alta, por lo que el diagnóstico puede no sospecharse. Se ha descrito que sólo 50% de los casos con aldoste- ronoma y 17% de hiperaldosteronismo idiopático tienen concentraciones de potasio inferiores a 3.5 mEq/L. Otros datos de laboratorio pueden ser hipomagnese- mia e intolerancia a la glucosa. Ya que hasta 90% de los casos de hiperaldostero- nismo pueden no tener hipopotasemia si los pacientes no reciben diuréticos como tratamiento para la hiper- tensión, se requieren otros exámenes para investigar esta patología. Se recomienda hacer estudios de detección de hipe- raldosteronismo en los grupos de pacientes considerados como de riesgo alto: pacientes con cifras de presión ar- terial superiores a 160/100 mm Hg; pacientes; con hi- pertensión e hipopotasemia espontánea o inducida por diuréticos; hipertensión e incidentaloma suprarrenal; hi- pertensión y antecedente familiar de hipertensión o en- fermedad cerebrovascular a edades inferiores a 40 años y familiares en primer grado de pacientes con HAP con hipertensión arterial. Se recomienda medir de inicio las concentraciones de aldosterona, que en la mayoría de los casos con HAP son superiores a 15 ng/dL; y actividad de renina plasmá- tica se encuentra suprimida, en general por debajo de 3 ng/mL/h. La prueba de escrutinio más útil para detec- tar HAP es la relación aldosterona/renina que ha mos- trado tener mejor sensibilidad que la medición de aldos- terona o renina aisladas. Una relación superior a 30 es sugerente de HAP. Es importante hacer las mediciones a las 8 am, después de que el paciente haya estado fuera de la cama por lo menos durante 2 h y, de ser posible, haber llevado una dieta normal de sal los días previos al estudio. En pacientes con hipopotasemia grave, las concen- traciones de aldosterona pueden ser normales, por lo que se recomienda reponer el potasio antes de efectuar las pruebas diagnósticas. De ser posible, deben retirarse todos los medica- mentos que afectan la secreción de renina. Es necesario suspenderse cuatro semanas antes diuréticos ahorrado- res de potasio, espironolactona, amilorida, triamtereno y productos derivados de licorice. Otros antihiperten- sivos como los bloqueadores β adrenérgicos, agonistas centrales a2 adrenérgicos (clonidina), antiinflamatorios no esteroides, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAS), bloqueadores del receptor de an- giotensina ARA2, inhibidores de renina y antagonistas de los canales de calcio deben retirarse por lo menos dos semanas antes. En caso de hipertensión grave que requiera trata- miento, pueden utilizarse fármacos que no afecten las concentraciones de renina y aldosterona, como son ve- rapamil, hidralazina, prazosina, doxazosina o terazosina. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Alteraciones de la secreción de mineralocorticoides 271 En pacientes con HAP la relación aldosterona/renina es por lo general mayor a 30. En pacientes con hiperten- sión arterial esencial la relación es, en la mayoría de los casos, menor de 20 si se utilizan las unidades convencio- nales (ng/dL para aldosterona y ng/mL/h para actividad de renina plasmática). En insuficiencia renal crónica puede encontrarse también relación alta, pero la elevación de azoados per- mite establecer la diferencia. En hiperaldosteronismo secundario, aunque la aldos- terona está elevada, la relación aldosterona-actividad de renina es normal y la renina no está suprimida. La pruebas confirmatorias son: medición de aldoste- rona urinaria después de dieta alta en sal por 2 o 3 días, en estas condiciones, la aldosterona menor a 14 μg/24 h excluye el diagnóstico. También se ha utilizado la me- dición de aldosterona plasmática después de 2 a 4 h de infusión de solución salina. Una vez establecido el diagnóstico de HAP se debe investigar la causa. Para hacer el diagnóstico diferencial de las distintas enfermedades debe tenerse en conside- ración que el adenoma productor de aldosterona es par- cialmente dependiente de ACTH, al igual que el hiperal- dosteronismo suprimible con dexametasona, por lo tanto presentan ritmo circadiano, a diferencia de la hiperplasia o hiperaldosteronismo idiopático que está parcialmenteregulado por angiotensina II. Con base en lo anterior, una de las pruebas que se utiliza es la medición de aldostero- na, antes y dos horas después de captopril, para determi- nar si existe o no dependencia de ATII. En pacientes con hiperplasia, las concentraciones de aldosterona plasmáti- ca disminuyen de manera considerable dos horas después de la administración del fármaco. También se utilizan las pruebas con maniobras fi- siológicas que requieren suspensión del manejo antihi- pertensivo dos semanas antes del estudio. Se recomien- da tomar muestras para cortisol, aldosterona y actividad de renina plasmática a las 8:00 am, con el paciente en decúbito. Entonces se pide al paciente que permanez- ca de pie, o deambulando y de nuevo se toman determi- naciones para los mismos parámetros a las 12 del día. En pacientes con adenoma, la aldosterona por lo regular dis- minuye hacia el mediodía, siguiendo el ritmo circadiano, lo mismo que en el hiperaldosteronismo suprimible con glucocorticoides. Por el contrario, en casos de hiperplasia la elevación de renina en respuesta a la posición erecta hace que las concentraciones de aldosterona aumenten. Sin embargo, la respuesta no es del todo específica, ya que entre 10 a 20% de los casos con adenoma pueden ser sensibles a ATII. La prueba de supresión con dexametasona sirve principalmente para identificar hiperaldosteronismo su- primible con dexametasona, pero también ayuda a dife- renciar adenoma de hiperaldosteronismo idiopático. Esta prueba consiste en administrar 0.5 mg de dexametasona oral, cada 6 h durante 24 h, se miden las concentraciones de aldosterona al principio y al final de la prueba. Los pa- cientes con hiperaldosteronismo idiopático no muestran disminución de aldosterona. En personas con adenoma se logra supresión transitoria de las concentraciones de aldosterona con escape subsecuente. En los enfermos con hiperaldosteronismo suprimible con glucocorticoides se logra suprimir la producción de aldosterona por perio- dos superiores a cinco días, y disminución de las cifras de presión arterial. En la actualidad el diagnóstico definitivo de esta entidad se realiza con técnicas de Southern blot o reacciones de polimerasa en cadena para identificar el gen quimérico. También se ha utilizado la medición de 18-hidroxi- cortisol, que es el esteroide urinario más abundante en pacientes con hiperaldosteronismo suprimible con dexa- metasona y del 18-oxicortisol; sin embargo, la medición de estos esteroides no es una práctica común en la mayo- ría de los laboratorios. Radiodiagnóstico Tanto la tomografía axial computarizada como la reso- nancia magnética son de gran utilidad para identificar tu- mores suprarrenales. Ambos métodos pueden identificar lesiones de 10 mm de diámetro; sin embargo, es impor- tante contar primero con el diagnóstico de laboratorio con las pruebas mencionadas, para excluir la posibilidad de diagnosticar como adenoma un incidentaloma supra- rrenal no productor. Cateterización de vena suprarrenal Resulta útil cuando no es posible llegar a un diagnóstico preciso con los métodos descritos. Su principal limitación es que se trata de un procedimiento invasivo, no exento de morbilidad, con frecuencia presenta dificultad técni- ca, en particular en el caso de la vena suprarrenal dere- cha, la cual drena directamente en la vena cava. En caso de adenoma se observa un gradiente importante entre las concentraciones de aldosterona en la vena que drena en la suprarrenal afectada y las concentraciones en la cava y en la vena contralateral. En la hiperplasia, las concentra- ciones de aldosterona están elevadas en ambas venas en comparación con las mediciones en la vena cava. TRATAMIENTO El tratamiento de elección para el adenoma suprarrenal es la cirugía la cual logra resolver la hipertensión arterial en 70% de los casos. Antes del procedimiento quirúrgi- co es necesario corregir la hipopotasemia y normalizar las cifras de presión arterial. El fármaco de elección es la espironolactona que puede utilizarse en dosis de hasta 400 mg/día por periodos de 6 a 8 semanas. De no ser posible el manejo quirúrgico, puede em- plearse el mismo fármaco por periodos prolongados, en la dosis más baja posible, que resulte suficiente para con- trolar las cifras de presión arterial, para evitar la aparición de efectos adversos (ginecomastia y trastornos menstrua- les) de la espironolactona. De ser necesario, puede agre- garse otro diurético, como la amilorida. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 272 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 25) En pacientes con hiperplasia bilateral la cirugía no está indicada, el manejo médico se hace con espirono- lactona y bloqueadores de la enzima convertidora de an- giotensina. Los antagonistas del calcio también pueden ser útiles. En pacientes con aldosteronismo suprimible con glucocorticoides el manejo de elección es con dexame- tasona, por lo regular se emplean 0.25 mg por la mañana y 0.75 mg antes de acostarse. En caso necesario pueden agregarse espironolactona u otros diuréticos como ami- lorida o tiazida (esta última con complementos de po- tasio). DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Hiperaldosteronismo secundario En el cuadro 25-3 se mencionan las principales causas de hiperaldosteronismo secundario: deshidratación hi- ponatrémica, insuficiencia cardiaca congestiva, síndro- me nefrótico, cirrosis con ascitis, síndrome de Bartter, diuréticos, tumores secretores de renina, hipertensión maligna y estenosis de arteria renal. En todos los casos el tratamiento debe enfocarse en corregir la alteración primaria; sin embargo, para el manejo de las alteraciones hidroelectrolíticas son de utilidad los antagonistas de al- dosterona como la espironolactona, en caso necesario en combinación con otros diuréticos. Otros mineralocorticoides En el diagnóstico diferencial siempre debe tomarse en consideración la posibilidad de otros padecimientos que se caractericen por la producción excesiva de otros mi- neralocorticoides, como la hiperplasia suprarrenal con- génita, en particular las deficiencias de 17a-hidroxilasa, 11β-hidroxilasa y 11β-hidroxiesteroide deshidrogenasa. En todas estas entidades, aunque existe un efecto marca- do mineralocorticoide, no hay elevación de aldosterona y su aparición es en edades tempranas de la vida. Síndrome de Liddle Es un trastorno genético con patrón de transmisión au- tosómica dominante. Se caracteriza por sensibilidad ex- cesiva a la ingestión de sodio debido a incremento en la actividad de los canales de sodio del epitelio del túbulo renal distal, que resulta en reabsorción aumentada de sodio y elevación en la excreción de potasio. El cuadro clínico es semejante al de hiperaldosteronismo con hi- pertensión arterial, hipopotasemia e inhibición del sis- tema renina-angiotensina, pero con concentraciones de aldosterona normales. En estos casos el tratamiento es con diuréticos del tipo de la amilorida. FÁRMACOS La carbenoxolona, que se utiliza en la enfermedad áci- do-péptica, es un derivado del ácido glicirretínico. Es un potente inhibidor de la 11β-hidroxiesteroide deshidroge- nasa 2 y por lo tanto, impide la conversión de cortisol a su metabolito inactivo, cortisona. Su administración pro- duce retención de sodio e hipopotasemia. La ingestión del caramelo de azúcar licorice (antes utilizado para la elaboración de algunas golosinas) tam- bién provoca datos de exceso de mineralocorticoides, sus componentes activos son el ácido glicirretínico y glici- rrízico; el primero es un potente inhibidor de la 11β-hi- droxiesteroide deshidrogenasa, por lo que su mecanismo de acción reside en impedir el metabolismo del cortisol. DEFICIENCIA DE MINERALOCORTICOIDES Uno de los datos que orientan a la deficiencia de mine- ralocorticoides es la hiperpotasemia. La falta de aldoste- rona condiciona nosólo falla en el intercambio de sodio por potasio en la nefrona distal, sino también salida del potasio del interior de las células. Lo anterior también ocurre en acidosis y en estados de deficiencia de insulina. Otras causas de hiperpotasemia que deben considerar- se en el diagnóstico diferencial, son la insuficiencia renal aguda, la insuficiencia renal crónica, la enfermedad de Addison, el uso de diuréticos ahorradores de potasio y la seudohiperpotasemia; esta última se observa en caso de defectos de los eritrocitos que condicionan hemóli- sis con liberación de potasio cuando se toma la muestra sanguínea o en caso de toma y manejo inadecuado de la muestra. A continuación se mencionan las principales causas de deficiencia de mineralocorticoides. Éstas pueden divi- dirse en congénitas y adquiridas. Las primeras se mani- fiestan con mayor frecuencia desde el nacimiento, mien- tras que las otras aparecen en la edad adulta. CAUSAS CONGÉNITAS Hiperplasia suprarrenal congénita La más frecuente de todas es la deficiencia de 21-hi- droxilasa, se presenta en 1 de cada 10 000 nacidos vivos. La forma clásica se manifiesta desde el nacimiento y tie- ne como característica natriuresis aumentada por la falta Cuadro 25-3 Causas de aldosteronismo secundario 1. Deshidratación hipernatrémica 2. Insuficiencia cardiaca congestiva 3. Síndrome nefrótico 4. Cirrosis con ascitis 5. Síndrome de Bartter 6. Diuréticos 7. Tumores secretores de renina 8. Estenosis de arteria renal 9. Hipertensión maligna http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Alteraciones de la secreción de mineralocorticoides 273 de producción de aldosterona. En las mujeres se acom- paña, además, de genitales ambiguos y en los varones de precocidad isosexual. Se observa también elevación de la actividad de renina plasmática. En la forma simple, por el contrario, las cifras de aldosterona plasmática pueden ser normales, o incluso elevadas, a causa de una respuesta compensatoria a la natriuresis elevada, resultado de las concentraciones altas de progesterona. En pacientes con la forma clásica es importante mantener un equilibrio óptimo de sodio con reemplazo de glucocorticoides. El diagnóstico se hace por la demostración de valores eleva- dos de 17-OH-progesterona, pregnantriol, 17-cetosteroi- des y actividad alta de renina plasmática. La deficiencia de 3β-OH-esteroide deshidrogenasa es menos común, también es una forma perdedora de sal y produce virilización en las mujeres, en los hombres, ginecomastia e infertilidad. En esta deficiencia hay eleva- ción de pregnenolona y 17-OH-pregnenolona, así como dehidroepiandrosterona. También existe la forma no clá- sica, con bloqueo parcial de la enzima que no presenta alteraciones electrolíticas. Hipoplasia suprarrenal Esta entidad es muy poco frecuente, se transmite con un patrón hereditario ligado al X, por mutaciones del gen DAX. Por lo general, aparece en la infancia como insufi- ciencia suprarrenocortical, y con frecuencia se acompaña de hipogonadismo hipogonadotrófico. El diagnóstico se confirma por medio de TAC de suprarrenales que de- muestran suprarrenales hipoplásicas. Hipoplasia suprarrenal lipoidea o deficiencia de StAR Tiene patrón de transmisión autosómico recesivo y al igual que la enfermedad anterior, se caracteriza por un déficit importante de esteroides suprarrenales y gonada- les. El defecto responsable es una alteración en la proteí- na reguladora de la esteroidogénesis aguda (StAR) que se encarga de la translocación del colesterol hacia la mem- brana mitocondrial. Defectos en la biosíntesis de aldosterona Son dos padecimientos muy raros, se deben a defectos en 18-hidroxilasa o aldosterona sintetasa. El defecto se he- reda de manera autosómica recesiva. La afección es más grave en la infancia y en general, tiende a mejorar con el paso de los años. Como rasgo característico los pacientes tienen elevación de 18-hidroxicorticosterona y desoxi- corticosterona con disminución de aldosterona. Seudohipoaldosteronismo El seudohipoaldosteronismo tipo 1 se divide en dos sub- tipos: el renal y el sistémico. El renal se caracteriza por defecto o ausencia en la unión de la aldosterona al recep- tor mineralocorticoide. La transmisión parece ser autosó- mica dominante. Las manifestaciones clínicas aparecen por lo general desde la infancia, con pérdida importante de sal y dificultad para la alimentación. Los niños de- sarrollan hiponatremia e hiperpotasemia con natriure- sis elevada, también elevación de la actividad de renina plasmática y de las concentraciones de aldosterona. Este trastorno mejora en los primeros años de vida. El subtipo sistémico se debe a diferentes mutaciones del canal epi- telial de sodio, es autosómica recesiva, es grave y persiste a lo largo de la vida. Existe otro tipo, denominado tipo 2, en donde los pacientes tienen hiperpotasemia e hipertensión arterial, pero sin pérdida de sodio; la causa parece ser incremento en la reabsorción de cloro en la nefrona distal, lo que condiciona poca excreción de potasio e hidrógeno y por tanto, acidosis hiperpotasémica. CAUSAS ADQUIRIDAS Enfermedad de Addison Esta enfermedad es una causa importante de deficiencia de mineralocorticoides y se tratará en otro capítulo. Debe mencionarse que, además del reemplazo con glucocorti- coides, muchos pacientes pueden beneficiarse con fluor- hidrocortisona, para un mejor control, normalización de los electrólitos y disminución de las concentraciones de ACTH. Hipoaldosteronismo hiporreninémico Esta patología se presenta principalmente en personas de edad avanzada. La causa parece ser daño al aparato yuxtaglomerular con disminución en la producción de renina. Se manifiesta por hiperpotasemia, acidosis, con frecuencia hay insuficiencia renal de magnitud variable. La causa más común es la nefropatía diabética. No hay respuesta de angiotensina, a cambios de posición y a de- pleción de volumen. El tratamiento de elección es la ad- ministración del mineralocorticoide fluorhidrocortisona y la restricción de potasio, que en la mayoría de los casos, tiene que acompañarse de un diurético de asa, como furo- semida. En los pacientes de edad avanzada y con deterio- ro de la función cardiaca el tratamiento puede provocar retención excesiva de líquidos e hipertensión arterial. FÁRMACOS Diversos fármacos pueden afectar la secreción o la fun- ción de la aldosterona. Se emplean con mayor frecuencia la espironolactona, los inhibidores de la enzima converti- dora de angiotensina y la heparina; esta última disminuye la producción de aldosterona, aunque con poca relevan- cia clínica. Fármacos como la fenitoína y el litio pueden inter- ferir con el efecto de fluorhidrocortisona en pacientes tratados de manera simultánea con este fármaco. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Endocrinología clínica de Dorantes y Martínez 5ª Edición Sección V. Suprarrenales 25. Alteraciones de la secreción de mineralocorticoides booksmedicos.org Botón1:
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