Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
© E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 484 46 Cetoacidosis diabética Paloma Almeda Valdés La cetoacidosis diabética (CAD) es una complicación aguda de la diabetes que representa una deficiencia casi absoluta de insulina y se caracteriza por la triada de hi- perglucemia, cetonemia y acidosis metabólica. EPIDEMIOLOGÍA La CAD se presenta entre 2 y 10% de los pacientes con diabetes tipo 1 y es menos frecuente en pacientes con diabetes tipo 2. En México, la CAD fue la causa de ingre- so de 6.9% del total de hospitalizaciones en individuos con diabetes tipo 2 en el 2013. En EUA, en 2009 se re- portó una incidencia anual de CAD de 7.1 episodios por 1 000 admisiones de pacientes con diabetes. En un estu- dio multicéntrico en individuos con diabetes, menores de 20 años de edad, la prevalencia de CAD al diagnóstico fue mayor a 25%. FISIOPATOLOGÍA La fisiopatología de CAD consiste en un desequilibrio hormonal que incluye: 1. Deficiencia de secreción de insulina. 2. Aumento de hormonas contrarreguladoras (glu- cagón, catecolaminas, cortisol y hormona de creci- miento). 3. Hiperglucemia. 4. Estimulación de vías lipolíticas con producción de ácidos grasos libres oxidados a cuerpos cetónicos (acetona, acetoacetato y 3-β-hidroxibutirato). ALTERACIONES METABÓLICAS Y HEMODINÁMICAS La hiperglucemia que caracteriza a CAD es el resultado del aumento de gluconeogénesis y glucogenólisis acom- pañadas de la disminución de la utilización de glucosa por el hígado, músculo y tejido adiposo. Los mecanismos que favorecen el aumento de la glu- coneogénesis hepática incluyen disminución de insulina y concentraciones elevadas de cortisol que ocasionan re- ducción de la síntesis de proteínas y aumento de la pro- teólisis con incremento de aminoácidos, como alanina y glutamina, que sirven como sustratos para la gluconeo- génesis. Además, la glucogenólisis transforma al glucóge- no del músculo en ácido láctico que también sirve como sustrato para la gluconeogénesis en el hígado. Por último, el incremento de glucagón, catecolaminas y cortisol junto con deficiencia de insulina estimulan enzimas gluconeo- génicas, en especial, carboxicinasa de fosfoenolpiruvato (PEPCK). La disminución de la utilización de glucosa se exacerba por el incremento de la concentración de áci- dos grasos libres y catecolaminas. El exceso de catecolaminas y la deficiencia de in- sulina existentes en CAD favorecen la transformación de los triglicéridos a ácidos grasos libres y glicerol, que son sustratos para la formación de cuerpos cetónicos y gluconeogénesis, respectivamente. La elevación de ácidos grasos libres ocasiona aumento de la producción de cuer- pos cetónicos a través de la β-oxidación y también au- mento de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). La cetogénesis se exacerba por la disminución de ma- lonil coenzima A (malonil-CoA), resultado del incre- mento del glucagón. La malonil-CoA inhibe la carnitina palmitoilaciltransferasa (CPT1), enzima limitante de la cetogénesis. Así, la reducción de malonil-CoA ocasiona estimulación de CPT1 y aumento de la cetogénesis. El aumento de cuerpos cetónicos (acetoacetato y β-hidroxi- butirato) ocasionan cetonemia y acidosis metabólica con anion gap elevado. En CAD es habitual que aparezca déficit de casi 6 L de agua. La hiperglucemia presente en CAD constituye una carga osmótica que favorece la deshidratación intra- celular y diuresis osmótica. La hiperglucemia produce salida de agua y potasio de las células hacia el espacio extracelular y la entrada de potasio a las células está dis- minuida por la falta de acción de insulina. La náusea y el vómito inducidos por la cetonemia contribuyen a la pérdida de líquidos y al estado hipovolémico. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Cetoacidosis diabética 485 La diuresis osmótica favorece la pérdida de minera- les y electrolitos incluyendo sodio, cloro, potasio, calcio, magnesio, cloro y fosfato. El déficit de insulina contribu- ye a las pérdidas renales de agua y electrólitos por falta de reabsorción de sodio y agua mediada por insulina en el túbulo renal. ESTADO PROINFLAMATORIO Y PROTROMBÓTICO La CAD se acompaña de incremento de citocinas proin- flamatorias y factores procoagulantes, como el inhibidor del activador del plasminógeno 1 y proteína C reactiva que se normalizan con el tratamiento y corrección de la hiperglucemia. FACTORES DESENCADENANTES La búsqueda del factor precipitante del episodio de CAD es imprescindible. La corrección de la causa es parte del tratamiento y se asocia con un mejor pronóstico. La cau- sa desencadenante identificada más comúnmente, entre 25 y 56% de los casos, son los procesos infecciosos. Otros desencadenantes y el porcentaje de casos en los que se han descrito incluyen: 1. Factores psicológicos-sociales. a. Omisión o reducción de la dosis de insulina (15- 30%). b. Anorexia. c. Transgresión dietética (9%). 2. Patologías gastrointestinales (5%). Pancreatitis. 3. Otras causas (5%). a. Infarto agudo del miocardio. b. Consumo excesivo de alcohol. c. Uremia. d. Enfermedad cerebrovascular. e. Hipertiroidismo. f. Embarazo. g. Traumatismos. 4. Fármacos que afectan en metabolismo de la glucosa (5%). a. Corticosteroides. b. Tiazidas. c. Simpaticomiméticos (dobutamina, terbutalina). d. Antipsicóticos. 5. Disfunción de bomba de infusión continua de insu- lina. En entre 20 y 30% de los casos no es posible encontrar un evento desencadenante específico. En los casos en los que la causa es la omisión o re- ducción de la dosis de insulina, con frecuencia existen otros factores psicológicos asociados, como trastornos de la conducta alimentaria o negación de la enfermedad, que condicionan un mal apego. CUADRO CLÍNICO La CAD se establece con rapidez, por lo general, en un periodo de 24 horas. Los síntomas más tempranos, como poliuria, polidipsia, polifagia, pérdida de peso y debilidad reflejan hiperglucemia. Hasta en 80% de los casos puede aparecer vómito. Otros síntomas incluyen anorexia, náu- sea, visión borrosa, contracturas musculares y dolor ab- dominal. El dolor abdominal está asociado con la grave- dad de la acidosis metabólica. Mientras que se manifiesta en 86% de los individuos con bicarbonato < 5 mEq/L, ocurre sólo en 13% de quienes tienen bicarbonato > 15 mEq/L. Entre 50 y 75% de los casos el dolor abdominal puede simular un cuadro de abdomen agudo. Entre las causas potenciales del dolor abdominal se encuentran re- traso del vaciamiento gástrico e íleo paralítico. En ausen- cia de acidosis, la falta de resolución del dolor abdominal con el tratamiento o un dolor localizado debe investigar- se y descartar otras causas. A medida que el grado y la duración de la hiperglu- cemia progresan, se manifiestan síntomas neurológicos, incluyendo signos focales y obnubilación que pueden progresar a coma. Las alteraciones neurológicas aparecen con mayor frecuencia en el estado hiperosmolar, sin em- bargo, pueden ocurrir hasta en 30% de los casos de CAD. La alteración del estado mental rara vez ocurre con os- molaridad menor a 320 mOsm/kilogramos. A la exploración física es frecuente encontrar taqui- cardia, hipotensión arterial y datos de deshidratación, como resequedad de la mucosa oral y disminución de la presión venosa yugular. La respiración de Kusmaul, ca- racterizada por ser profunda y forzada, aparece cuando el pH es < 7.2. El pH < 7 puede asociarse con depresión respiratoria. Puede presentarse aliento afrutado por el incremento de cetonas. Otros signos y síntomas incluyen hipotermia o fiebre, íleo paralítico, distensión gástrica e hiporreflexia. HALLAZGOS EN ESTUDIOS DE LABORATORIO En general, CAD se acompaña con cifras de glucosa en- tre 300 y 350 mg/dL pero menores de 800. El grado de hiperglucemia nodetermina la gravedad de CAD. Los factores que contribuyen a que haya menor grado de hiperglucemia en CAD en comparación con el estado hiperosmolar no cetósico incluyen: 1. Síntomas como dolor abdominal y disnea, que pro- pician que se solicite atención médica en etapas más tempranas. 2. Edad de aparición más temprana que se asocia a fil- tración glomerular mayor, que permite excreción de glucosa considerable en comparación con pacientes de edad más avanzada. En el examen general de orina se detecta glucosuria y cetonuria. En etapas iniciales la cetonuria es a expensas http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 486 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 46) de β-hidroxibutirato por lo cual puede no detectarse de- bido a que las tiras reactivas utilizan la reacción de nitro- prusiato que detecta sólo acetoacetato. Por esta razón, la medición de cetonas en orina no es el método ideal para indicar la respuesta al tratamiento ya que β-hidroxibuti- rato se convierte a acetoacetato durante el tratamiento y la prueba puede detectar valores elevados, sugiriendo un falso deterioro de cetonemia. En plasma los valores de β-hidroxibutirato y acetona están incrementados, sin em- bargo, su medición no está disponible en la mayor parte de los centros hospitalarios. Es frecuente encontrar hiponatremia debido a diure- sis osmótica inducida por glucosuria y al movimiento de agua hacia afuera de las células por aumento de osmola- ridad por hiperglucemia. Se recomienda corregir la cifra de sodio medido, utilizando un factor de corrección de 1.6 mEq/L de disminución en la concentración de sodio por cada 100 mg/dL de incremento en la glucosa. En casos de hipertrigliceridemia se encontrarán concentra- ciones de sodio falsamente disminuidos. En general existe un déficit de potasio, aunque pue- den observarse cifras normales en 45% de los casos, bajas en 15% y elevadas en 40%. Los valores normales bajos o bajos de potasio en la evaluación inicial sugieren una de- ficiencia grave de potasio requiriendo vigilancia cardiaca y reposición inmediata para la prevención de arritmias. Es frecuente encontrar leucocitosis, sin embargo, cifras mayores a 25 000 sugieren un proceso infeccioso concomitante. Tanto la amilasa como la lipasa se encuentran, con frecuencia, elevadas en el contexto de CAD, sin que esto implique pancreatitis. La hiperamilasemia tiene correla- ción con el valor de pH y con osmolaridad sérica y su origen puede ser salival. Se puede manifestar elevación de lipasa en 16 a 25% de los casos. Debido a lo anterior, si se sospecha pancreatitis, el diagnóstico se deberá fun- damentar con base en hallazgos clínicos y tomográficos. En el cuadro 46-1 se mencionan los valores prome- dio de los parámetros en 98 casos de CAD que se trata- ron en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nu- trición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ) en un periodo de 15 años. La edad promedio de los pacientes incluidos en este estudio fue de 35 ± 14 años, con edad promedio al diagnóstico de 27 ± 14 y duración de la diabetes de 10 años. Los valores de pH fluctuaron entre 6.9 y 7.22 y de bicarbonato entre 3 y 10 mEq/L. La mayoría tuvo acido- sis con anion gap promedio de 30.4. Las concentraciones de potasio se encontraron normales en 70% de los casos, las de sodio disminuidas en 41.2% y normales en 44.3%. DIAGNÓSTICO El diagnóstico CAD debe sospecharse con base en la his- toria clínica, signos y síntomas, pero los estudios de labo- ratorio son necesarios para confirmar el diagnóstico. La obtención de una medición de glucosa capilar es el pri- mer paso. Otras pruebas básicas iniciales incluyen ceto- nas en orina o (idealmente) en suero, sodio, potasio, cloro, bicarbonato, nitrógeno ureico, creatinina, glucosa, lactato y gases arteriales. Se deberán solicitar estudios adiciona- les de acuerdo al cuadro clínico que pueden incluir enzi- mas cardiacas, gonadotropina coriónica humana, concen- tración de ácido acetilsalicílico y acetaminofeno, pruebas de función hepática y tiroidea; lipasa y concentraciones de etanol. Otros estudios que pueden considerarse in- cluyen perfil toxicológico en orina, examen general de orina, análisis de líquido cefalorraquídeo, coprocultivo, cultivo de expectoración y hemocultivo. Los estudios de imagen, como radiografía de tórax, tomografía de cere- bro, abdomen y pelvis o tórax pueden proporcionar in- formación relevante. El diagnóstico se realiza con una cifra de pH menor a 7.3, bicarbonato menor a 18 mEq/L, glucosa, por lo general, > 250 mg/dL y cetonas en suero u orina. Puede haber cetoacidosis con cifras menores de glucosa, por lo común se observan en pacientes con embarazo, tratados con bombas de infusión de insulina y en alcohólicos. En el cuadro 46-2 se muestran los criterios diagnósticos de CAD y su clasificación en leve, moderada y grave. La gra- vedad de CAD depende de la velocidad de la producción de los cetoácidos, duración del aumento de la producción y velocidad de su excreción en la orina. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Existen otras condiciones que pueden tener algunas ca- racterísticas similares a CAD, como: estado hiperosmo- lar no cetósico, cetoacidosis alcohólica y rabdomiólisis. Otras causas de acidosis con anion gap elevado incluyen acidosis láctica, insuficiencia renal crónica avanzada e in- toxicaciones por salicilato, metanol y etilenglicol. Estas condiciones y los hallazgos asociados se enumeran en el cuadro 46-3. Cuadro 46-1. Valores promedio de parámetros al ingreso en pacientes con cetoacidosis en varias series de la literatura Kitabchi (n = 123) Foster (n = 88) INCMNSZ* (n = 98) Glucosa (mg/dL) 606 476 439 Sodio (mEq/L) 135 132 138 Potasio (mEq/L) 5.7 4.8 4.4 Bicarbonato (mEq/L) 6.3 6.1 5.6 BUN** (mg/dL) 29 25 41 Osmolaridad 316 310 311 pH 7.11 - 7.22 * INCMNSZ = Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. ** BUN = Nitrógeno ureico sanguíneo. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Cetoacidosis diabética 487 TRATAMIENTO Las metas del tratamiento son mejorar el volumen circu- latorio y la perfusión tisular, reducir, en forma gradual, la concentración de glucosa, corregir el desequilibrio elec- trolítico, resolver la cetosis e identificar y tratar la causa precipitante. Medidas generales El tratamiento inicial de CAD incluye las siguientes me- didas generales: 1. Mantenimiento de una vía área permeable que, de acuerdo al estado del paciente, puede ser con suple- mento de oxígeno a través de puntas nasales o de ventilación mecánica. 2. Establecer una vía intravenosa adecuada, para lo cual en la mayor parte de los casos se requerirá la colo- cación de un catéter central para la medición de la presión venosa central. Esto es necesario principal- mente en pacientes con cardiopatía, adultos mayores y nefropatía. 3. Colocación de sonda de Foley en casos de oliguria, estado de choque, alteración del estado de alerta o vejiga neurogénica. 4. Colocación de sonda nasogástrica en casos con dis- tensión gástrica, sospecha de oclusión intestinal o de pancreatitis. Trastorno desencadenante Desde el primer momento se debe iniciar la búsqueda de la causa precipitante del cuadro de CAD. Los procesos infecciosos más comunes pueden documentarse median- te un examen físico cuidadoso, realización de estudios es- pecíficos, como urocultivo y radiografía de tórax. En pa- cientes adultos se indica realizar un electrocardiograma con la finalidad de descartar isquemia coronaria como desencadenante. Cuadro 46-2. Criterios diagnósticos y clasificación de cetoacidosis Cetoacidosis Parámetro Leve Moderada Grave Glucosa (mg/dL) > 250 > 250 > 250 pH arterial 7.25 a 7.30 7.00 a < 7.24 < 7.00 Bicarbonato (mEq/L) 15 a18 10 a 14 < 10 Cetonas en orina Positivas Positivas Positivas Cetonas en suero Positivas Positivas Positivas Osmolaridad efectiva (mOsm/kg)* Variable Variable Variable Anión gap+ > 10 > 12 > 12 Estado neurológico Alerta Alerta/som- nolencia E s t u p o r / coma * Osmolaridad efectiva en mOsm/kg = 2 (sodio en mEq/L) + glucosa en mg/ dL/18 + Anión gap en mEq/L = Na – (Cl– HCO3) (valor normal 12 ± 2) Cuadro 46-3. Diagnóstico diferencial de cetoacidosis diabética Condición pH Glucosa Glucosuria Cetonas Anion gap Osmolari- dad Ácido úrico Otros Ayuno Normal Normal Negativa Elevación leve Elevación leve Normal Normal CAD Disminución Elevación Positiva Elevación Elevación Elevación Elevación Acidosis lác- tica Disminución Normal Negativa Normal Elevación Normal Normal Elevación de lactato Acidosis uré- mica Disminución leve Normal Negativa Normal Elevación leve Elevación Normal Cetosis por alcohol Elevación o disminución Disminución o normal Negativa E l e v a c i ó n leve a mode- rada Elevación Normal Elevación Elevación de etanol Intoxicación por salicila- tos Disminución Normal o dis- minución Negativa Normal Elevación Normal Normal Valores ele- vados Intoxicación por etilengli- col Disminución Normal o dis- minución Negativa Normal Aumento Normal Normal Valores ele- vados Estado hiper- osmolar Normal Elevación Positiva Normal o ele- vación leve Normal Elevación Normal Rabdomió - lisis Disminución leve Normal Negativo Normal Elevación Normal o ele- vación leve Elevación Mioglobinuria http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 488 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 46) Reposición de volumen En CAD existe un déficit de volumen de 6 a 9 L (70 a 100 mL/kg). La reposición inicial debe realizarse con solución salina isotónica al 0.9% con el objetivo de res- taurar el volumen intravascular, elevar la presión arterial y mejorar la perfusión renal. En general, la reposición se inicia con una infusión de 15 a 20 mL/kg por hora o 1 a 1.5 L durante la primera hora. Después de la mejoría en el estado de hidratación, la cifra de sodio corregida debe utilizarse como guía para la selección de la solu- ción. En caso de hiponatremia se debe continuar con solución salina al 0.9% a una velocidad de infusión de entre 250 y 500 mL/h. Cuando el sodio sérico es > 150 mEq/L, deberá utilizarse solución salina hipotónica al 45%, preparada con la mitad de agua destilada inyectable y la mitad de solución salina isotónica. La meta es lograr reemplazar la mitad del déficit de agua estimado en las primeras 12 a 24 h. La hidratación disminuye la glucosa por aumento de su excreción renal. La meta es obtener una diuresis de entre 0.5 a 1 mL/kg/h. Además, la hi- dratación disminuye los valores de cortisol, adrenalina y noradrenalina, que también contribuye a la disminución de las cifras de glucosa. Se deberá agregar solución glucosada al 5% cuando se alcance una glucosa capilar de entre 200 y 250 mg/dL. Es importante vigilar la función cardiopulmonar durante la reposición de líquidos, sobre todo en pacientes de edad avanzada, con compromiso renal o cardiaco. Insulina El objetivo del tratamiento con insulina es dual, por una parte disminuir la concentración de glucosa y por otra la reducción de la producción de cetonas. La insulina no debe administrarse si la concentración de potasio es < 3.3 mEq/L. En general, se administra insulina de ac- ción rápida o ultra rápida a través de una infusión con- tinua vía intravenosa, con una bomba de infusión, pre- parando una solución de 100 mL de solución salina con 100 unidades de insulina rápida. Es importante purgar el equipo desechando los primeros 30 a 50 mL para satu- rar la superficie del equipo. Puede administrarse un bolo inicial de 0.1 unidades/kg de peso y continuar con una infusión a 0.1 unidades/kg/h o bien iniciar la infusión a 0.14 unidades/kg/h sin administrar un bolo inicial. Des- pués del inicio de la infusión de insulina se debe medir la glucosa capilar cada hora. Se espera una disminución entre 50 y 70 mg/dL/h en las cifras de glucosa y se de- berá duplicar la velocidad de infusión hasta que se logre esta meta. En ocasiones se requieren dosis mayores por resistencia a la insulina, infección, anticuerpos antiinsuli- na o en pacientes con hipotensión y grados importantes de deshidratación. Cuando la glucosa alcanza cifras de 200 mg/dL se debe disminuir la velocidad de infusión de insulina a entre 0.02 y 0.05 unidades/kg y se administra junto con la solución salina una solución glucosada al 5%. La meta es mantener cifras de glucosa entre 150 y 200 mg/dL. Debe evitarse una reducción muy rápida de los valores de glucosa por el riesgo de hipoglucemia y efec- tos deletéreos en el sistema nervioso central por cambios súbitos en la osmolaridad. En caso de no contar con la posibilidad de admi- nistrar insulina en infusión continua se puede hacer en forma de bolos horarios por vía intravenosa. El esquema de administración en bolos por vía intravenosa es el si- guiente: 1. Un bolo inicial de 10 unidades. 2. Bolos de 5 unidades (o de 0.1 unidades/kg en perso- nas con peso menor de 50 kg) cada hora. La desventaja de este esquema es que su uso podría re- lacionarse con un efecto “en olas”, ya que la vida media de la insulina circulante es de 4 a 5 min y la vida media eficaz en los tejidos, de 20 minutos. Sin embargo, en un estudio (cuadro 46-4) el efecto de la infusión continua no fue diferente con respecto al de la administración de insulina en bolos, y se considera que el método es útil cuando no se cuenta con una bomba de infusión porque la insulina se deposita directamente, casi en forma ínte- gra, en el torrente circulatorio. El uso de análogos de acción ultra rápida (lispro o aspart) por vía subcutánea cada 1 a 2 horas es una al- ternativa segura y eficaz en el tratamiento de CAD no complicada, asociada a un costo 30% menor. La dosis inicial en este esquema es de 0.2 unidades/kg seguidas de 0.1 unidades/kg cada hora o una dosis inicial de 0.3 unidades/kg seguidas de 0.2 unidades/kg cada 2 horas. La administración de insulina por vía intramuscular no se recomienda, ya que además del inconveniente de ser más dolorosa, tiene una absorción menos predecible, so- bre todo en individuos con hipotensión arterial y con- lleva también un riesgo de una acción tardía por su acu- mulación con liberación posterior, una vez corregida la hipotensión. Durante el seguimiento del cuadro de CAD se de- ben de tomar muestras de sangre cada 2 a 4 horas y con- tinuar la administración de insulina hasta la resolución de CAD, indicada por los siguientes criterios: Cuadro 46-4. Efecto comparativo de infusión intravenosa continua de insulina y administración en bolos por vía intravenosa Infusión Bolos Pacientes (n) 9 10 Tiempo hasta la recuperación (h) 6.1 8.3 Dosis de insulina (U) 58.8 66.4 Descenso de glucosa por hora (mg/dL) 50 36 Fallas 0 0 Muertes 0 0 Hipoglucemia 1 1 Hipopotasemia 2 2 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Cetoacidosis diabética 489 1. Glucosa < 200 mg/dL. 2. Anion gap < 12 mEq/L. 3. pH venoso > 7.3. 4. Bicarbonato > 18 mEq/litro. Al suspender la infusión de insulina por vía intraveno- sa se debe iniciar su administración por vía subcutánea cada 4 a 6 h, sobreponiendo la infusión intravenosa con la administración subcutánea durante 1 a 2 horas. Al interrumpir la infusión de insulina por vía intravenosa también se debe hacer con la infusión de solución glu- cosada. La dosis de insulina rápida subcutánea puede ser un cuarto de la dosis utilizada por el paciente antes del cuadro de CAD o de 6 a 10 unidades si no se cuenta con esta información. La dosis subsecuente dependerá de larespuesta de los valores de glucosa capilar. Es apropiado realizar determinación de glucosa capilar cada 2 horas en la etapa inmediata después de la suspensión de la infu- sión. Se debe indicar un esquema de insulina basal-bolos al iniciar con dieta. Reposición de potasio Independiente a la concentración de potasio sérica ini- cial en los individuos con CAD, existe déficit de pota- sio debido a acidosis, proteólisis, insulinopenia, pérdidas urinarias y gastrointestinales. En los casos en los que el potasio se encuentra elevado en forma inicial se debe al movimiento de potasio hacia afuera de las células por de- ficiencia de insulina e hiperosmolaridad. El tratamiento con insulina, corrección de acidosis y expansión de vo- lumen disminuyen la concentración de potasio entre las primeras 2 y 4 h del inicio del tratamiento con insulina. La disminución de potasio se explica por: 1. Aldosteronismo secundario a la deshidratación. 2. Entrada de potasio a las células por corrección de acidosis. 3. Efecto de la insulina en la captación de glucosa en tejido adiposo, músculo e hígado, relacionada con mayor ingreso de potasio. La reposición de potasio se debe de iniciar con cifras < 5 mEq/L, después de documentar diuresis adecuada (50 mL/h). Se agregan entre 20 y 40 mEq de potasio a cada litro de solución administrada. Debido al efecto irritante de las sales de potasio sobre el endotelio de los vasos se recomienda utilizar grandes vasos. Asimismo, es conveniente la vigilancia electrocardiográfica cuando se administran cantidades elevadas de potasio. La meta es mantener una cifra de potasio entre 4 y 5 mEq/L. En el cuadro 46-5 se muestra una guía para la administración de potasio. Reposición de fosfato y magnesio Es característico que los pacientes con CAD tengan défi- cit de fósforo en promedio de 1 mmol/kg. Esto lo causa la disminución de la ingesta y la fosfaturia por diuresis osmótica. A pesar de lo anterior, se encuentra hipofos- fatemia en sólo 11% de los casos debido a que la defi- ciencia de insulina y la acidosis metabólica ocasionan que el fósforo salga de las células. Al iniciar el tratamiento con insulina se observa una disminución rápida de los valores de fósforo. Cuando las concentraciones de fósforo son menores a 0.5 mg/dL se producen repercusiones en el metabolismo y la función de diversos órganos. Otra consecuencia de la hipofosfatemia es la reducción del 2, 3-difosfoglicerato en los eritrocitos, lo cual aumenta la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno y condicio- na hipoxia tisular. La mayoría de los pacientes no tienen complicaciones relacionadas con hipofosfatemia y la re- posición de fósforo no ha demostrado ser de beneficio. Una excepción a lo anterior es la disminución extrema de los valores de fósforo, por debajo de 1 mg/dL, ya que se relaciona con insuficiencia respiratoria, debilidad de músculos estriados, rabdomiólisis y disfunción del siste- ma nervioso central. En estos casos, para la reposición de potasio puede utilizarse cloruro de potasio y fosfato de potasio por partes iguales. Cuando se administra fos- fato de potasio es necesaria la vigilancia de los valores de calcio, ya que la administración de fosfato puede asociar- se a hipocalcemia. En cuanto al magnesio, su concentración se encuen- tra elevada en 68% y baja en 25% de los casos de CAD. En general, la concentración de magnesio se reduce des- pués del tratamiento y son bajas en 55% de los pacientes, aunque no es necesaria su reposición. En raras ocasiones la reducción del magnesio puede producir arritmias car- diacas. Reposición de bicarbonato La reposición de bicarbonato en CAD es un aspecto con- trovertido. La acidosis metabólica puede producir depre- sión cardiaca, respiratoria y vasodilatación periférica. Por otra parte, la corrección rápida de la acidosis con suple- mentos de bicarbonato puede condicionar hipopotase- mia, hipoxia tisular, edema cerebral y acidosis paradójica. Los estudios aleatorios en pacientes con CAD con pH entre 6.9 y 7.1 demostraron que el tratamiento con bi- carbonato no se asoció con riesgo o beneficio. En el caso de pH entre 6.9 y 7 se puede considerar la administra- ción de bicarbonato. En este caso el pH se revalúa cada 2 h y el tratamiento puede repetirse hasta que el pH sea mayor a 7. El cuadro 46-6 muestra las guías generales para la administración de bicarbonato. Cuadro 46-5. Reposición de potasio en cetoacidosis diabética < 2 mEq/L 40-60 mEq por L de solución 2-4 mEq/L 30-40 mEq por L de solución 4-5 mEq/L 20 mEq por L de solución > 5 mEq/L No reponer hasta su disminución http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 490 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 46) SEGUIMIENTO DURANTE EL TRATAMIENTO En los casos de CAD es conveniente registrar los resul- tados de los estudios de laboratorio, de glucosa capilar y dosis de insulina utilizando una hoja de concentración de datos. Este registro permite la valoración rápida de la situación actual. Al ingreso se deberá realizar la determi- nación de glucosa, nitrógeno ureico, creatinina, electróli- tos séricos, gasometría arterial, biometría hemática, exa- men general de orina, electrocardiograma, urocultivo y radiografía de tórax. Se deberá realizar medición de glu- cosa capilar cada hora hasta que se suspenda la infusión de insulina por vía intravenosa. Durante el seguimiento deberán realizarse determinación de electrólitos séricos, glucosa y gasometría cada dos a cuatro horas. Después de la gasometría arterial inicial se puede utilizar el pH venoso para evaluar el estado ácido base agregando 0.03 para estimar el pH arterial. Con cada determinación de electrólitos se debe calcular el anion gap utilizando la siguiente fórmula: (Na + K) – (Cl + HCO3). El valor normal es entre 12 y 20 mEq/L y este parámetro es un estimado de los valores de cetonas. Su normalización re- fleja la desaparición de cetonas en suero y, por lo tanto, la corrección de CAD. La cetonemia y cetonuria pueden persistir por más de 36 h debido a que la eliminación de acetona es lenta. Se puede considerar que CAD se ha resuelto cuan- do la glucosa es < 200 mg/dL y se cumplen dos de los siguientes criterios: 1. Bicarbonato > 18 mEq/L. 2. pH > 7.3. 3. Anion gap < 12 mEq/L. En el cuadro 46-7 se enumeran los puntos clave y los errores frecuentes durante el tratamiento de CAD. COMPLICACIONES La hipoglucemia e hipopotasemia, asociadas con el trata- miento, son las complicaciones más frecuentes de CAD. Durante la fase de recuperación es frecuente el desarro- llo de acidosis hiperclorémica con anion gap normal cau- sada por la pérdida de cantidades grandes de cetoaniones y el exceso de infusión de líquidos con cloro durante el tratamiento. Esta alteración no se asocia a consecuencias clínicas significativas. Los fenómenos trombóticos son otra complicación potencial de CAD. Aunque cualquier vaso puede afec- tarse, las trombosis arteriales cerebrales, coronarias y de abdomen son las que se relacionan con desenlaces más graves. Esta complicación es común que aparezca horas o días después del inicio del tratamiento. Entre los fac- tores condicionantes se encuentran deshidratación, au- mento de la viscosidad sanguínea, disminución del gasto cardiaco, alteraciones locales de la perfusión, trastornos neuropáticos autonómicos, elevación de la agregación y adhesividad plaquetarias, hipoxia y liberación de trom- boplastina. El uso profiláctico de heparina puede ser útil. El edema cerebral es una complicación rara, se pre- senta en niños (1 en 200 episodios) y excepcionalmente en pacientes > 20 años de edad. En estos casos, los signos neurológicos se aparecen varias horas después del inicio del tratamiento. La manifestación clínica más temprana es cefalea seguida de la alteración del estado de concien- cia. Esta complicación puede ocasionardaño neurológico permanente y muerte en hasta 70% de los casos, con re- cuperación sin déficit neurológico sólo entre 7 y 15%. El tratamiento debe ser oportuno y consiste en administra- ción de dexametasona, manitol y ventilación mecánica. Para su prevención deben evitarse cambios abruptos de Cuadro 46-7. Puntos clave y errores frecuentes durante el tratamiento de CAD 1. Identificar la causa. La mayor parte de los casos de CAD son provocados por infección o administración inadecuada de insu- lina. La obtención de una historia completa, interrogatorio por aparatos y sistemas, así como una exploración física adecua- da son útiles para la identificación de la causa precipitante 2. Evitar hipopotasemia. Se recomienda medir el potasio antes de la administración de insulina ya que el inicio del tratamiento con insulina puede precipitar hipopotasemia y causar arritmias, crisis convulsivas o edema cerebral 3. Evitar hipoglucemia. Es necesaria la medición de glucosa con frecuencia y mantener valores entre 150 y 200 mg/dL 4. Evitar la corrección rápida de volumen. El déficit de agua es entre 6 y 9 litros y se debe corregir en las primeras 24 a 48 ho- ras. Los cambios rápidos de volumen contribuyen al desarrollo de edema cerebral y la administración de cantidades grandes de solución salina se asocian a acidosis metabólica hipercloré- mica 5. Evitar suplementos innecesarios de fosfato. La hiperfosfa- temia puede causar hipocalcemia, por lo cual el fosfato sólo se debe reponer en individuos con debilidad muscular o rabdo- miólisis 6. Evitar uso de bicarbonato. El uso de bicarbonato se reco- mienda sólo cuando el pH es de 7 o menor, ya que puede retrasar la resolución de cetonemia, contribuir a hipopotasemia y edema cerebral 7. Sobreponer la infusión de insulina intravenosa y la admi- nistración de insulina subcutánea 1 a 2 horas. Después de la resolución de CAD es inapropiado suspender la infusión de insulina e iniciar la insulina vía SC sin un periodo de traslape. Esto puede causar recaída de CAD 8. Reexplorar y solicitar estudios de laboratorio cada 1 a 2 horas permite identificar signos de descompensación Cuadro 46-6. Guías para la administración de bicarbonato en cetoacidosis diabética pH Dosis de bicarbonato 6.9-7 50 mEq + 10 mEq de KCl en 200 mL de agua en 2 horas < 6.9 100 mEq + 20 mEq de KCl en 400 mL de agua en 2 horas http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Cetoacidosis diabética 491 osmolaridad que se pueden ocasionar por dosis masivas de insulina y grandes cantidades de soluciones hipo- tónicas. MORTALIDAD La mortalidad general reportada asociada a CAD es me- nor a 2%. En niños es de 0.15 a 0.30%, siendo edema cerebral la causa entre 60 a 90% de las muertes. En adul- tos la mortalidad relacionada con CAD con frecuencia se vincula con los factores precipitantes o concomitan- tes, como septicemia, neumonía, hipopotasemia, infar- to agudo del miocardio y síndrome de insuficiencia res- piratoria. En la serie de casos de CAD del INCMNSZ ocurrieron tres muertes (6.5%), dos casos se atribuyeron a broncoaspiración y un caso a edema pulmonar agudo. La mortalidad relacionada con CAD ha disminuido de forma importante debido a los avances en el conoci- miento de su fisiopatología y su tratamiento. En EUA, la mortalidad disminuyó 22% entre 1980 y 2001. PREVENCIÓN La educación de las personas con diabetes y sus familia- res es un elemento primordial para la prevención de los episodios de CAD. La información sobre el manejo de diabetes en días de enfermedad, el contacto con el médi- co en caso de datos de alarma, uso de insulina y nutrición apropiada son elementos importantes. De igual forma, el seguimiento frecuente (cada tres o cuatro meses) de los individuos con diabetes ha demostrado disminuir el número de admisiones por CAD. Es primordial la educa- ción del paciente y sus familiares para prevenir episodios de CAD. BIBLIOGRAFÍA Adrogue HJ, Lederer ED, Suki WN et al.: Determinants of plasma potassium levels in diabetic ketoacidosis. Medicine 1986;65:163-171. Buyukasik Y, Illeri NS, Haznedarogu IC, et al.: Enhanced sub- clinical coagulation activation during diabetic ketoacido- sis. Diabetes Care 1988;21:868. Centers for Disease Control and Prevention. Diabetes Public Health Resource. United States Department of Health and Human Services. Disponible en: http://www.cdc.gov/ diabetes/statistics/dkafirst/fig3.htm. Acceso 19 de abril, 2015. Centers for Disease Control and Prevention. Diabetes surveil- lance system. Atlanta: US Department of Health and Hu- man Services; 2003. Disponible en: www.cdc.gov/diabe- tes/statistics/mortalitydka. Acceso 8 de marzo, 2014. Exton JH.: Mechanisms of hormonal regulation of hepatic glu- cose metabolism. Diabetes Metab Rev 1987;3:163-183. Fisher JN, Kitabchi AE: A randomized study of phosphate in- fusion during treatment of diabetic ketoacidosis and hy- perosmolar coma. Diabetes 1980;29:87-95. Gamba G, Oseguera J, Castrejón M et al.: Bicarbonate ther- apy in severe diabetic ketoacidosis. A double blind, ran- domized, placebo controlled study. Rev Invest Clin 1991;43:234. Gómez-Diaz R, Rivera R, Ramos R et al.: Diabetic ketoacidosis in adults: Clinical and laboratory features. Arch Med Res 1996;27:177-178. Katz MA: Hyperglycemia-induced hyponatremia—calcula- tion of expected serum sodium depression. N Engl J Med 1973;289:843-844. Kelly AM: The case for venous rather than arterial blood gases in diabetic ketoacidosis. Emerg Med Australas 2006;18:64- 67. Kitabchi AE, Umpierrez GE, Miles JM et al.: Hyperglyce- mic crises in adult patients with diabetes. Diabetes Care 2009;32:1335-1343. Kitabchi AE1, Umpierrez GE, Fisher JN et al.: Thirty years of personal experience in hyperglycemic crises: Diabetic ketoacidosis and hyperglycemic hyperosmolar state. J Clin Endocrinol Metab 2008;93:1541-1552. McGarry JD, Woeltje KF, Kuwajima M et al.: Regulation of ke- togenesis and the renaissance of carnitine palmitoyltrans- ferase. Diabetes Metab Rev 1989;5:271-284. Morris LR, Murphy MB, Kitabchi AE: Bicarbonate therapy in severe diabetic ketoacidosis. Ann Intern Med 1986;105: 836-840. Nyenwe EA, Kitabchi AE: Evidence-based management of hy- perglycemic emergencies in diabetes mellitus. Diabetes Res Clin Pract 2011;94:340-351. Oh MS, Carroll HJ, Uribarri J: Mechanism of normochlor- emic and hyperchloremic acidosis in diabetic ketoacidosis. Nephron 1990;54:1-6. Okuda Y, Adrogue HJ, Field JB, et al.: Counterproductive effects of sodium bicarbonate in diabetic ketoacidosis in childhood. J Clin Endocrinol Metab 1996;81:314. Rewers A, Klingensmith G, Davis C, et al.: Presence of dia- betic ketoacidosis at diagnosis of diabetes mellitus in youth: The search for diabetes in youth study. Pediatrics 2008;121:e1258-1266. Savage MW, Dhatariya KK, Kilvert A, et al. Joint British Dia- betes Societies guideline for the management of diabetic ketoacidosis. Diabet Med 2011; 28:508–15. Secretaría de Salud. Subsecretaría de Prevención y Promo- ción de la Salud. Dirección General de Epidemiología. Disponible en: http://www.epidemiologia.salud.gob.mx/ http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Endocrinología clínica de Dorantes y Martínez 5ª Edición Sección VII. Diabetes mellitus 46. Cetoacidosis diabética booksmedicos.org Botón1:
Compartir