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391© Ed ito ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 36 Epidemiología y perspectivas de la diabetes mellitus tipo 2 en México Agustín Lara Esqueda La diabetes mellitus, en la actualidad, se está convirtien- do en un problema de salud global. La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que en menos de 20 años las cifras se han triplicado. En conjunto con las en- fermedades cardiovasculares (ECV) y la diabetes son las principales causas de muerte en el Continente America- no, incluyendo México, además de ser una causa común de discapacidad, muerte prematura y gastos excesivos para su prevención, control y tratamiento de las compli- caciones. Afectan con mayor intensidad a los grupos de población de escasos recursos, más vulnerables, y cuando se presentan, empobrecen a las personas y a sus familias. GENERALIDADES El Programa de Prevención y Control de Diabetes 2000- 2006 estableció prioridades y estrategias orientadas a reducir la morbilidad y mortalidad por diabetes en Mé- xico; así como la instauración de lineamientos homogé- neos de aplicación sectorial y la unificación de criterios para el diagnóstico y manejo de los casos detectados. Las acciones estratégicas incluyeron, ante todo, el desarrollo de campañas de difusión sobre medidas de autocuidado de la salud, aplicación de encuestas de factores de riesgo a población de más de 20 años de edad, desarrollo de competencias y metodologías didácticas para el personal de salud, y acceso a la información entre el personal de salud y la población general. En la actualidad, la prevención y el control de la diabetes representan un reto para los responsables de la salud pública del país, ya que al igual que otras enfer- medades crónicas, es el resultado de estilos de vida no saludables (modificables), como los hábitos de alimen- tación deficientes, sedentarismo, tabaquismo y consumo excesivo de alcohol. Estos, sumados a la carga genética (no modificable), el estrés psicosocial, constituyen los principales determinantes que inciden en el desarrollo de la enfermedad. Los factores de riesgo (cuadro 36-1) que inciden en la distribución y frecuencia de la diabetes y sus complica- ciones son bien conocidos; no obstante, y a pesar de que México cuenta con un Programa de Acción Específico de Diabetes Mellitus, teniendo como marco la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, aún existen serias limitaciones que impiden la contención efectiva y eficaz de este pa- decimiento. DEFINICIÓN La diabetes mellitus (DM) es un padecimiento complejo catalogado como un síndrome de evolución crónica, en el que existe insuficiencia pancreática que ocasiona una alteración cualitativa, cuantitativa, o ambas, de la insu- lina y que en sus diferentes etapas de evolución puede ocasionar daño micro o macrovascular comprometiendo el control en los pacientes y los consecuentes trastornos en la calidad de vida, muertes prematuras e incremen- to en los costos de atención y tasas de hospitalización. EPIDEMIOLOGÍA De acuerdo con la OMS, las enfermedades crónicas son la principal causa de mortalidad y representan más de 60% del total de las defunciones en el mundo. Tan sólo en el último año este tipo de padecimientos causaron 36 millones de defunciones en todo el planeta, lo que significó el doble de muertes ocasionadas en conjun- to por enfermedades infecciosas, maternas, perinatales y por desnutrición. Dentro de las enfermedades crónicas, http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 392 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 36) la DM es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad. La epidemia de la DM la reconoce la OMS como una amenaza mundial. Se calcula que en el mundo existen más de 347 mi- llones de personas con diabetes (OMS), y es probable que esta cifra aumente a más del doble para 2030. En 2012, 1.5 millones de muertes se debieron a diabetes, de las cuales alrededor de 80% ocurrieron en países de ingresos bajos o medios, que en su mayoría se encuentran menos preparados para enfrentar esta epidemia. En México, la DM ocupa el primer lugar en número de defunciones por año. Las tasas de mortalidad mues- tran una tendencia ascendente en ambos sexos, con más de 70 000 muertes anuales. En incidencia y prevalencia la tendencia es ascen- dente, más de 400 000 casos nuevos al año. Comparativa- mente la proporción reportada en la Encuesta Nacional de Salud (ENSA) 2000 (5.8%) y en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2006 (7%), siendo que la prevalencia en adultos con diagnóstico médico previo por esta causa fue de 9.2% (ENSANUT, 2012) lo que representa que 6.4 millones de personas adultas viven con esta enfermedad, de la totalidad, 1.8 millones mani- fiestan complicaciones y tan sólo 1.6 millones tienen un buen control. Al igual que otros países, México enfrenta proble- mas diversos que limitan la eficacia de los programas institucionales para la contención de esta enfermedad. Destacan por su importancia: insuficiente abasto de medicamentos, baja insulinización, equipo inadecua- do y obsoleto en las unidades de salud, inaccesibilidad a exámenes de laboratorio, deficiencias en el sistema de referencia y contrarreferencia de pacientes, limitaciones de los servicios de apoyo psicológico, nutricional, nula promoción de actividad física, deficiente actualización y capacitación de los profesionales de la salud y escasa supervisión de los servicios para alcanzar la adherencia terapéutica. El descontrol metabólico y las consecuentes compli- caciones se agravan cuando en los servicios de salud no se realiza una detección oportuna y un seguimiento de grupos con factores de riesgo eficiente, aunado a que en la población hay una percepción inadecuada y descono- cimiento del riesgo para desarrollar diabetes. Lo anterior ocasiona que no se realice un diagnóstico a tiempo y no se dé la incorporación pronta de los pacientes detectados. Se debe señalar la asociación de altas tasas de co- morbilidad que inciden en la gravedad de diabetes y la presencia cada vez mayor de complicaciones micro y macrovasculares por la falta de diagnóstico y tratamiento oportunos, y de seguimiento a los pacientes. La escasa utilización de intervenciones eficaces deriva en que, has- ta el momento, no se ha utilizado la evidencia científica disponible en la materia como base para una mejor aten- ción. La insuficiencia de recursos es otro de los factores que inciden en la magnitud de la diabetes en México y en el cumplimiento de los objetivos de los programas es- tatales. La utilización de mono y polifármacos preventivos para el tratamiento de pacientes, la innovación en la pres- tación de los servicios con modelos de manejo integral, el impulso a las competencias del personal de salud; las campañas de promoción, educación para la salud, co- municación de riesgos y comunicación social; también la incorporación del sector privado y la sociedad civil, la sistematización de indicadores y mecanismos de se- guimiento, desde luego prácticas gerenciales exitosas, son algunas medidas estratégicas que pueden contribuir al fortalecimiento de las acciones institucionales de lucha contra la DM. Un ejemplo de lo anterior se refleja en los resultados alcanzados en el uso de la polipíldora en India, que ha demostrado su eficacia para disminuir la mortali- dad por enfermedad cardiovascular. El número de muer- tes y las serias complicaciones causadas por diabetes y enfermedad cardiovascular podrían reducirse si todos los pacientes recibieran un polifármaco de bajo costo con medicamentos utilizados para tratar la enfermedad. El uso de metformina en EUA, India, Japón, Gran Bretaña como estrategia para la prevención de diabetes en perso-nas con factores de riesgo, ha demostrado su utilidad al haberse observado una disminución de la incidencia de diabetes y retraso en la aparición de la enfermedad. La focalización de acciones a través de modelos de atención integral de la diabetes, como es el caso del Plan Integral de Diabetes de Andalucía, España, constituye una experiencia valiosa al aportar elementos para la me- jora en el acceso a la información del público, desarrollo de competencias en el personal de salud y fomento de la investigación. Como parte de otras experiencias gerenciales para la mejora continua de los programas de prevención y control de DM y otras enfermedades no transmisibles, Cuadro 36-1. Factores de riesgo para el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 1 Mayor de 45 años de edad 2 Tener familiares de primer grado con diabetes: padres, hermanos, hijos 3 Diámetro de cintura abdominal > 90 cm en hombres Diámetro de cintura abdominal > 80 cm en mujeres Índice de masa corporal (IMC) > 25 kg/m2 4 Tener hijos que hayan pesado más de 3 800 g al nacer, haber presentado diabetes gestacional 5 Poca o nula actividad física diaria 6 Niveles altos de presión arterial: por encima de 140/90 mm Hg 7 Colesterol HDL en sangre < 40 mg/dL Triglicéridos en sangre igual o > a 150 mg/dL 8 Mujeres con síndrome de ovario poliquístico 9 Glucosa en ayuno entre 100 y 125 mg/dL 10 Otras condiciones clínicas asociadas con insulinorre- sistencia, como obesidad grave (IMC > 30) o acantosis nigricans http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Epidemiología y perspectivas de la. . . 393 se han establecido mecanismos de seguimiento e indica- dores específicos que han demostrado su utilidad en la efectividad de las acciones de prevención y control, tal y como lo demuestra el modelo de indicadores utilizado por el Programa de Diabetes en Arizona. El modelo mexicano de evaluación y seguimiento Caminando a la Excelencia, también ha probado su uti- lidad para el seguimiento de resultados y la toma de de- cisiones en el marco del Programa Sectorial. México ha logrado avances moderados en el tamizaje de enfermeda- des crónicas, como diabetes e hipertensión, que han in- cidido en una mayor cobertura de diagnóstico oportuno de diabetes con respecto a años anteriores al tratamiento. Las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición han permitido conocer la magnitud de la diabetes en los dis- tintos grupos de población; sin embargo, se reconoce la necesidad de mejorar estos y otros mecanismos de in- formación y vigilancia epidemiológica para un óptimo conocimiento de la misma. Lo que también ha contri- buido la Red Nacional de Grupos de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas, el diseño y difusión de normas y guías clínicas para la estandarización de los criterios en la atención de pacientes, las Unidades de Especialida- des Médicas para Enfermedades Crónicas (UnEMeEC), actualmente Sistema de Información en Crónicas (SIC). También, se ha logrado incrementar la cobertura de atención de la diabetes en población mayor de 20 años de edad a través del Sistema de Protección Social en Sa- lud, en todos los estados del país. México requiere de una figura jurídica y esquemas de reingeniería en su organización y funcionamiento sec- torial e interinstitucional, con la incorporación de nuevas tecnológicas y el fortalecimiento de los recursos financie- ros para atender con mayor eficacia la problemática de la diabetes en el país. MORTALIDAD En 1940, la diabetes no formaba parte de las principales causas de mortalidad en México al registrar una tasa de 4.2 defunciones por cada 100 000 habitantes. El padeci- miento era, por tanto, considerado como una enferme- dad de baja frecuencia, ya que sólo afectaba a 1 de cada 100 personas adultas. Su importancia se reflejaba en la población de más de 20 años de edad. La trascendencia y magnitud de la enfermedad se in- crementó en forma correspondiente al proceso de tran- sición epidemiológica que afectó al país en las últimas décadas del siglo pasado, en que empezó a formar parte de las principales causas de muerte en el país. En 1980 y en 1990, las tasas de mortalidad por diabetes se incre- mentaron a 21.8 y 31.7 defunciones por cada 100 000 habitantes, ocupando el 9o y 4o lugar, respectivamente. En 2000, la tasa aumentó a 46.8; en la actualidad se es- tima en 70.0 por cada 100 000 habitantes, siendo la se- gunda causa de muerte en ese año. A partir del año 2000, la DM es la primera causa de muerte en mujeres. En varones fue la segunda después de la cardiopatía isquémica, padecimiento relacionado con frecuencia a la diabetes. En 2006, representó 13.8% de todas las muertes ocurridas en el país, con una edad promedio al morir de 66 años. El análisis de las tasas de mortalidad estandarizada muestra una tendencia ascendente entre 2001 y 2010, es decir, pasó de 79.9 a 118.84 por 100 000 habitantes en mujeres, y de 73.7 a 119.57 en hombres, con una varia- ción prácticamente igual. La mortalidad por diabetes ha tenido un ritmo de crecimiento de 6% en los últimos siete años. En su análisis por regiones geográficas, se aprecia un patrón de comportamiento que concentra las tasas más altas en los estados del centro y norte del país, con un rango de tasas que van de 29 a 96 defunciones por cada 100 000 habitantes, respectivamente, en 2006. Este mis- mo patrón se observó en años previos, aunque la mag- nitud de las tasas es algo menor. En su distribución por grupos de edad, la diabetes afecta sobre todo a adultos en edad productiva y a población adulta mayor. MORBILIDAD En relación con la morbilidad, la diabetes tipo 2 repre- senta 97% del total de casos nuevos registrados. En general, se reconoce un alza significativa de la in- cidencia en las últimas décadas. En el periodo 2001-2012, se aprecia un incremento de 23% al pasar de una tasa de 291.0 a 358.2 por 100 000 habitantes. No obstante, en los últimos cuatro años se supone una estabilización de las tasas de incidencia respectivas. En el año 2012 se reportaron 417 632 casos nuevos, de los cuales un tercio corresponde a población abierta (36.46%) y más de la mitad a población derechohabiente (57.56%). Los estados con las tasas más altas fueron Mo- relos, Coahuila, Durango, Jalisco y Sinaloa. Al analizar la información por región geográfica, se observa un incremento de la incidencia en las distintas regiones del país, en comparación con las cifras registra- das en el año 2000. PREVALENCIA Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud (ENSA) 2006, la prevalencia nacional de DM para adul- tos de más de 20 años de edad fue de 7.0% (IC 95% 7.1 a 7.9), lo que representa 3.6 millones de casos pre- valentes, de los cuales, 77% contaba con diagnóstico médico previo. La prevalencia fue un poco mayor en mujeres (7.3%) con respecto a los hombres (6.5%). La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012, del total de la población de adultos en México, 9.17% (IC 95, 8.79 a 9.54%) reportó tener un diagnós- tico previo de diabetes por un médico, lo que equiva- le a 6.4 millones de personas. Por sexo, este porcentaje fue de 8.60% (IC 95, 8.00, 9 a 20%) entre los hombres y 9.67% (IC 95, 9.13 a 10.22%) entre las mujeres, lo que equivale a 2.84 millones de hombres y 3.56 millo- nes de mujeres. En el caso de los hombres las entida- http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 394 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 36) des con mayor proporción de individuos con diagnós- tico de diabetes son: Distrito Federal (12.7%), Estado de México (11.5%) y Veracruz (10.7%), en tanto que para las mujeres, las entidades con mayor proporción de personas con diagnóstico de diabetes son Nuevo León (15.5%), Tamaulipas (12.8%) y Distrito Federal(11.9%). En la población urbana la prevalencia fue mayor (8.1%) que en la población rural (6.5%). La enfermedad fue más frecuente en la región norte del país (8.4%) y en el área metropolitana de la ciudad de México (8.1%). La prevalencia de diabetes se agudiza (11.4%) en población con antecedentes familiares (padre, madre o ambos) en comparación con quienes carecen de familia- res afectados (5.6%). La población con obesidad, según su índice de masa corporal (IMC) y circunferencia de la cintura, presentó una prevalencia mucho mayor que aquella sin obesidad. La población con enfermedades crónicas concomitantes, ya sea por diagnóstico médico previo, ya detectadas mediante la encuesta, reveló una mayor prevalencia en comparación con la población no afectada, lo que incluye hipertensión arterial (13.7%), hipercolesterolemia (23.3%), microalbuminuria (15.5%) y enfermedad renal (12.3%). Referente a la determinación de hemoglobina gluco- silada (HbA1c) en población de 20 años de edad y más, con diagnóstico médico previo de diabetes de acuerdo con resultados de ENSANUT 2012, a 9.6% se les realizó esta prueba en los últimos 12 meses, 10% de mujeres y 9.1% de hombres. El porcentaje más bajo en mujeres fue en el grupo de edad de 80 años y más (6.0%) y el más alto en el grupo de 30 a 39 años (11.4%), en cambio en los hombres el más bajo se observó en el grupo de 20 a 29 años (5.2%) y el más alto para el de mayores de 80 años de edad (20%); los datos detectados a través de esta encuesta reflejan que 1 de cada 5 pacientes con DM (19.6%) tienen cifras menores a 8% de hemoglobina glu- cosilada (HbA1c); 40.0% oscila entre 8 y 12%, y el resto (40.4%) registra cifras mayores a 12%, lo que refleja una cobertura de control de 20% en el país. En cambio, los datos por institución permiten identificar que la cuarta parte (24.7%) de las personas con diabetes adscritas al Seguro Popular registró cifras de control adecuadas, en contraste con 18.8% en derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 18.5% del Institu- to de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), 17.8% de población no asegurada y 17.4% de otras instituciones de seguridad social. Los da- tos arrojados de esta misma fuente permiten inferir que las personas con diabetes no controlada tienen un riesgo más alto (25 a 40%) de sufrir amputación de miembros inferiores con una frecuencia de hospitalización alta. Un alto porcentaje sufre hipertensión arterial, concentra- ciones anormales de colesterol, triglicéridos, colesterol HDL y LDL antes de la aparición de la hiperglucemia (concentración de glucosa aumentada en sangre). En resumen, la diabetes inicia con el incremento de peso que ocurre años previos al diagnóstico mismo, se relaciona con resistencia a la insulina y la consecuente hiperglucemia, riesgo de aterosclerosis manifestada por infarto del miocardio y embolias cerebrales, principal causa de insuficiencia renal, ceguera, amputaciones no traumáticas, incapacidad prematura, lo cual explica el 30% de la mortalidad general. Sumado a lo anterior, la enfermedad consume un porcentaje muy elevado del presupuesto en salud. En 2005, los costos en montos fueron equivalentes a un ter- cio del presupuesto para la atención del IMSS (34%). Se estima que las erogaciones anuales se duplicarán en los siguientes cinco años. De no implementar intervenciones oportunas, la diabetes podría llevar a un colapso econó- mico y a saturación de los servicios de salud en el país. En 2005, la DM ocupó el noveno lugar como causa de egreso hospitalario en el Sector Salud, con 130 223 casos que representaron 3% del total de egresos en las instituciones del Sector Salud. De acuerdo con la información obtenida por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, los principales motivos de ingreso asociados a diabetes durante 2006 fueron: complicaciones crónicas (33%) y afecciones agu- das (32%); así como procesos infecciosos (11%). Según esta misma fuente de información llegan al hospital sin ninguna referencia y el promedio de estancia hospitalaria es de siete días, lo que refleja la ausencia de un siste- ma adecuado de referencia y contrarreferencia para la atención oportuna de casos; lo que incide en los costos de atención. En cuanto al pie diabético, se le considera como un problema de salud pública por su trascendencia social y económica en la población afectada. La frecuencia regis- trada varía de la úlcera a la amputación en casi todos los pacientes en su estancia hospitalaria, reflejo de un diag- nóstico parcial, falta de acciones en detección temprana, falta de higiene, pobreza y otros determinantes, como el caminar descalzo, lo que incrementa el riesgo de lesiones en los pies. En México, los egresos hospitalarios por pie diabético se incrementaron 10% entre 2004 y 2005. Los procedi- mientos quirúrgicos relacionados con amputaciones por diabetes también aumentaron 4% en el mismo periodo. El informe de resultados de la Rendición de Cuentas, en el periodo de referencia, permite identificar avances importantes en el logro de las metas institucionales y el desarrollo de los mecanismos y acciones de rectoría hacia la mejora continua del Programa en sus distintos compo- nentes. Destaca la conformación y activación de la Red Nacional de Grupos de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas en las entidades federativas como base para la educación, control metabólico y adherencia terapéutica de las personas con diabetes que forman parte de la red. Los grupos de ayuda mutua son una estrategia edu- cativa esencial para mejorar el control de la enfermedad, ya que las personas con diabetes, sobrepeso u obesidad, o hipertensión arterial desempeñan un papel activo en la adherencia terapéutica al igual que en la prevención de estos padecimientos. Los pacientes que forman parte de esos grupos logran mayores beneficios en el control glucémico. Hasta 2006 se registraron 11 040 grupos activos con un total de 308 400 integrantes en todo el país. En la actualidad funcionan 7 059 grupos de ayuda mutua haciendo un total de 172 595 integrantes, con un logro de 2 116 gru- http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Epidemiología y perspectivas de la. . . 395 pos acreditados y un promedio de 172 124 integrantes beneficiados. Un grupo de ayuda mutua para personas con dia- betes es la organización educativa de retroalimentación y capacitación a estos pacientes que permite el inter- cambio de experiencias entre los enfermos y familiares, apoyados en los cambios conductuales requeridos para el control de la enfermedad, facilitando el cumplimiento de las metas de tratamiento y la acreditación del grupo como actividad indispensable. En 2006 se realizaron 40 millones de tamizajes, 2.5 veces más que en 2000, lo que redujo de 35 a 22% las personas que desconocían su enfermedad. Durante el 2012 se realizaron 11 069 836 de detecciones sólo para diabetes, y conforme a la ENSANUT, 1 de cada 5 adultos acudió a realizarse pruebas de determinación de glucosa en sangre, en contraste con 10% de adultos que demandó dichos servicios en el 2000. Se avanzó en la actualización de la NOM-015- SSA2-2010 Norma Oficial Mexicana para la Prevención, Tratamiento y Control de la Diabetes en la Atención Pri- maria; así como en el uso de insulinas en el tratamiento de la enfermedad, con aval de las sociedades mexicanas e instituciones de salud; sin embargo, se requiere un mayor esfuerzo de difusión entre el personal de salud de las in- stituciones del sector. Estas acciones se fortalecieron con la elaboración y distribución de guías de práctica clínica y material de actualización para el personal de salud de todo el sector. De los retos derivados de la problemática y necesi- dades en torno a la diabetes, se desprende la importan- cia de establecerestrategias para realizar 40 millones de tamizajes, 2.5 veces más, que permitan atender, con esquemas de manejo integral la diabetes y sus compli- caciones. En este marco de necesidades, es indispensable contar con una nueva estructura de organización con un esquema de reingeniería, para una mayor eficacia dando prioridad a: • Desarrollo y mejoramiento continuo de la estructura para la atención y realización de 40 millones de ta- mizajes en el Sistema Nacional de Salud. – Modelos innovadores para la detección tempra- na, lo que permitirá disminuir el crecimiento de la mortalidad por DM, con respecto a la tenden- cia observada en los años anteriores. – Integración efectiva de los mecanismos innova- dores de promoción para la modificación de hábitos dirigidos a la prevención. • Introducción de intervenciones y modelos innova- dores basados en las mejores evidencias, que garan- ticen la eficacia en el control metabólico y la fun- cionalidad del programa en sus distintos niveles de operación. • Coadyuvar en la modificación de los patrones de consumo de alimentos con baja densidad energéti- ca, bajo contenido de grasa animal así como de sal; incremento de la actividad física, disminución del tabaquismo (activo y pasivo), así como moderar el consumo de alcohol, además de promover el acceso y utilización de los servicios de salud. • Fortalecimiento de habilidades y competencias del personal de salud como estrategia para mejorar la calidad de la atención a los usuarios de servicios y garantizar la oportunidad y adherencia al trata- miento. • Organización de los servicios de salud y creación de mecanismos rectores para mejorar la capacidad de respuesta institucional, con el fin de brindar una mayor cobertura y atención integral a las personas con diabetes y propiciar cambios en el comporta- miento y la autonomía para el autocuidado de la salud. • Ampliar y mejorar la infraestructura de recursos humanos, financieros y equipamiento en salud; así como garantizar el abasto oportuno, suficiente y permanente de medicamentos que permitan la co- bertura universal de atención especial a grupos vul- nerables. • Mejorar la cobertura de detección y control de pa- cientes con diabetes en las unidades del Sistema Na- cional de Salud. • Establecer y consolidar un sistema nacional de in- dicadores de seguimiento para verificar la eficacia y eficiencia del Programa en los distintos niveles de operación. • Garantizar la expansión de la Red Nacional de Uni- dades de Especialidades Médicas en Enfermedades Crónicas, para la infraestructura de recursos hu- manos y el desarrollo de modelos basados en el pa- ciente y su familia para el cambio de estilo de vida: alimentación y actividad física mediante un trabajo integral e interdisciplinario (médicos, psicólogos, nu- triólogos, educadores en diabetes, trabajadores socia- les y personal de enfermería) que otorgue atención integral. Esta estrategia requiere de la participación de las insti- tuciones de seguridad social, considerando su disponibi- lidad de infraestructura en el primer nivel de atención. El cuidado de las personas con diabetes necesita de profesionales de la salud a través de diferentes escenarios, como la promoción de la salud, la comunidad, los hospi- tales y las instituciones privadas. Se requiere trabajar en forma individual con el pa- ciente para modificar los comportamientos, orientar y educar de una manera consciente, para modificar lo que en el año 2000 se logró, permitiendo reducir de 35 a 22% las personas que desconocían su enfermedad. CONCLUSIONES Indudablemente la DM es un problema de salud pública mundial, de causa multifactorial, que repercute no sólo física sino emocionalmente en el individuo y personas cercanas, a la que se debe dedicar especial atención con acciones preventivas y oportunas para evitar su aparición o detenerla mediante una serie de intervenciones inte- grales, multidisciplinarias de todos los sectores: público, empresarial, industrial y de la sociedad misma. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Endocrinología clínica de Dorantes y Martínez 5ª Edición Sección VII. Diabetes mellitus 36. Epidemiología y perspectivas de la diabetes mellitus tipo 2 en México booksmedicos.org Botón1: