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© E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 744 70 Síndrome de ovarios poliquísticos Julio César Roberto Mayorga Camargo, María del Carmen Cravioto Galindo Hace 80 años, en 1935, los doctores Irving F. Stein y Michael L. Leventhal publicaron una serie de siete ca- sos de mujeres que presentaban amenorrea, infertilidad, obesidad y ovarios aumentados de tamaño con múltiples estructuras quísticas en su superficie. Mediante resec- ción parcial de la corteza ovárica se logró restaurar la menstruación en todas las pacientes, y en dos se logró embarazo. Esta entidad fue denominada síndrome de Stein-Leventhal, y corresponde a lo que hoy se conoce como síndrome de ovarios poliquísticos (SOP). Sin em- bargo, el concepto que en la actualidad se tiene del sín- drome difiere de la descripción original, en cuanto a que ahora se reconocen su heterogeneidad clínica y el papel fundamental que en su fisiopatología tienen los andróge- nos y la resistencia a la insulina. El SOP es una de las patologías endocrinológicas más frecuentes en mujeres en edad reproductiva, y la principal causa de infertilidad endocrina. Por estos mo- tivos y por los problemas metabólicos que se le asocian, o ambos, el SOP representa una consulta de la práctica médica cotidiana. DEFINICIÓN La definición de SOP ha cambiado a través de los años. En la actualidad se considera que es un diagnóstico de exclusión cuyo cuadro clínico puede asemejarse al de otros padecimientos, como deficiencia de 21-hidroxilasa en su variedad no clásica (21OHD), hiperprolactinemia, hipotiroidismo, tumores ováricos y suprarrenales produc- tores de andrógenos, síndrome de Cushing, acromegalia e insuficiencia ovárica prematura en sus fases iniciales. Con el advenimiento de novedosas herramientas diagnósticas de laboratorio y de gabinete, en especial el ultrasonido, ha sido posible conocer que las caracterís- ticas hormonales y morfológicas del SOP, al igual que sus manifestaciones clínicas, son heterogéneas. En ausen- cia de un cuadro clínico universal, los criterios para su diagnóstico se han definido por consensos de expertos internacionales. En el primer consenso, auspiciado por los Institutos Nacionales de Salud de EUA (NIH) en 1990, se conclu- yó que el diagnóstico de SOP puede establecerse cuando existen hiperandrogenismo o hiperandrogenemia y dis- función ovulatoria, en ausencia de los otros padecimien- tos mencionados. En el segundo consenso, realizado en Rotterdam en el año 2003, auspiciado por la Sociedad Europea de Em- briología y Reproducción Humana y la Sociedad Ameri- cana de Medicina Reproductiva, se introdujo un tercer elemento, la morfología ovárica. Según este criterio, el diagnóstico del SOP se establece cuando existen, por lo menos, dos de los tres elementos emblemáticos: hiperan- drogenismo o hiperandrogenemia, disfunción ovulatoria y poliquistosis ovárica, en ausencia de causas secundarias. Este cambio es de gran trascedencia pues lleva implícita la existencia de varios fenotipos del SOP y por eso, la posibilidad de que un número mayor de mujeres pueda reunir criterios diagnósticos del padecimiento. En 2006, la Sociedad de Andrógenos y Síndrome de Ovarios Poliquísticos (AE-PCOS) reconsideró las pro- puestas previas. Con objeto de seleccionar las caracterís- ticas clínicas y bioquímicas que debieran incluirse en la definición del SOP, hizo una revisión sistemática de cada uno de los criterios de los dos consensos previos, bus- cando evidencias sólidas de su asociación con la entidad. Con base en la revisión, se concluyó que el diagnóstico del SOP es sindromático y que dentro de los criterios que lo sustentan debe incluirse de manera obligada el hiperandrogenismo (definido como hirsutismo e hipe- randrogenemia, o ambos), acompañado por disfunción ovárica que puede manifestarse ya sea por oligoameno- rrea y por poliquistosis ovárica, o ambas. Al igual que en los dos consensos previos, se ratificó que la entidad tiene una expresión clínica variable (cuadro 70-1) y que http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Síndrome de ovarios poliquísticos 745 para el diagnóstico deben excluirse, además de las causas secundarias ya consideradas, uso o abuso de anabólicos o andrógenos y síndrome de hiperandrogenismo con re- sistencia a la insulina y acantosis nigricans (HAIR-AN). En este consenso se enfatizó que la característica fundamental del SOP es el exceso de andrógenos, y por eso su existencia es indispensable. Considerando al hiperandrogenismo como factor principal de la patología, quedarían excluidos aquellos casos de disfunción ovárica caracterizados por anovula- ción crónica y poliquistosis ovárica sin datos clínicos o bioquímicos de hiperandrogenismo, que podrían corres- ponder a trastornos ováricos con etiopatogenia distinta a lo descrito en el SOP. Asimismo, la sola aparición de quistes ováricos no asociados a manifestaciones clínicas serían insuficientes para establecer el diagnóstico de SOP. En el cuadro 70-1 se muestran los posibles fenotipos del SOP y a cuáles de los consensos pueden corresponder. EPIDEMIOLOGÍA El SOP es una patología de origen multifactorial en don- de factores génicos, étnicos y ambientales tienen un pa- pel importante para su desarrollo. En consecuencia, la prevalencia puede variar de acuerdo a la región geográ- fica, al estilo de vida y las características de la población estudiada. Asimismo, varía en función del diseño del es- tudio, del número y la edad de las pacientes estudiadas y del criterio diagnóstico empleado para definir los casos de SOP. Como puede observarse en el cuadro 70-2 la prevalencia es mayor cuando se incluye la poliquistosis ovárica como criterio diagnóstico. A pesar del impacto de los factores que influyen en la estimación de la preva- lencia, ésta se ha encontrado en forma consistente entre 6 y 10% en diversas poblaciones. En México aún no se cuenta con datos precisos sobre la prevalencia del SOP y su impacto en los sistemas de salud debido a la caren- cia de estudios diseñados para generar tal información en muestras de la población general. FISIOPATOLOGÍA A partir de la descripción original de Stein y Leventhal se han podido identificar diversas alteraciones en el nivel de la unidad hipotálamo-hipofisaria, del ovario y de la su- prarrenal; no obstante, la fisiopatología del SOP no se ha podido dilucidar por completo. El modelo más aceptado comprende incremento de la producción de andrógenos, secreción inapropiada de gonadotropinas y cambios en el patrón de secreción de la hormona liberadora de gonado- tropinas (GnRH, figura 70-1). Producción ovárica de andrógenos La manifestación clínica más frecuente del SOP es el hirsutismo que resulta de un exceso de andrógenos cir- culantes, en su mayoría de origen ovárico. Como se des- cribió en el capítulo 67, la biotransformación de los este- roides en el ovario se lleva a cabo en las células de la teca y la granulosa. Las células de la teca expresan el receptor de la hormona luteinizante (LH) que al unirse a su li- gando induce la expresión y activación de las enzimas requeridas para la producción de andrógenos, en parti- cular androstendiona (∆-A). Esta hormona se difunde a las células de la granulosa en donde es biotransformada a testosterona (T) y después a estradiol (E2) y estrona (E1). La hormona foliculoestimulante (FSH) es la encar- gada de regular la producción de estrógenos a través de la inducción de la enzima aromatasa (figura 70-2). La mayor parte de los esteroides sexuales son trans- portados en la sangre unidos a proteínas, a la globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG) o a la albúmina, y sólo la fracción libre del esteroide es activa desde el aspecto biológico y ejerce su efecto en los tejidos. Se ha demostradoque los ovarios de las mujeres con SOP tienen hiperplasia de las células de la teca y produ- cen mayor cantidad de andrógenos (∆4-A y T) que las de mujeres sanas, tanto en condiciones basales como en respuesta a la estimulación con hormona gonadotropina coriónica humana (hCG). La producción de andrógenos es mayor debido a aumento del estímulo que ejercen LH, insulina y factor 1 de crecimiento similar a la in- sulina (IGF-1) en las células tecales. En fechas recientes se ha detectado que en las células productoras de an- drógenos existe hiperactividad del citocromo P450c17 y de la enzima 17-hidroxilasa, originando aumento de la producción de 17a-hidroxipregnenolona y 17a-hidroxi- progesterona (17a-OHP4), precursores inmediatos de la dehidroepiandrosterona (DHEA) y la ∆4-A, respectiva- mente. PRODUCCIÓN SUPRARRENAL DE ANDRÓGENOS Hasta 40% de las pacientes con SOP producen andróge- nos suprarrenales de manera excesiva, en particular sul- fato de dehidroepiandrosterona (DHEA-s), en ausencia de disfunción del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. Cuadro 70-1. Posibles fenotipos del síndrome de ovarios poliquísticos de acuerdo a las manifestaciones clínicas y a los tres criterios diagnósticos A B C D E F G H I J Hiperandrogenemia + + + + - - + - + - Hirsutismo + + - - + + + + - - Oligoanovulación + + + + + + - - - + Poliquistosis ovárica + - + - + - + + + + NIH 1990 ü ü ü ü ü ü Rotterdam 2003 ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü AE-PCOS 2006 ü ü ü ü ü ü ü ü ü Abreviaturas: NIH= National Institutes of Health, AE-PCOS= Androgen Ex- cess and Polycystic Ovary Syndrome Society. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 746 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 70) Figura 70-1. Eje hipotálamo-hipófisis-ovario en el síndrome de ovarios poliquísticos. El ovario produce andrógenos y estrógenos de manera excesiva. Los estrógenos actúan en el hipotálamo estimulando la producción de kisspeptina. Este neuromodulador a su vez incrementa la frecuencia y amplitud de los pulsos de secreción de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) en el hipotálamo basal, con lo cual la hipófisis anterior sintetiza preferentemente hormona luteinizante (LH). En el ovario la LH y la insulina actúan de manera sinérgica estimulando a las células de la teca para producir mayor cantidad de andrógenos. El exceso de andrógenos y la cantidad relativamente menor de hormona foliculoestimulante (FSH) impiden el desarrollo folicular completo. Cuadro 70-2. Prevalencia de SOP de acuerdo a los criterios empleados para su diagnóstico Autor Año País Población Consenso Prevalencia % Michelmore KF 1999 Gran Bretaña Británicas (n = 224) NIH + USG NIH 20 8.0 Diamanti- Kanda- rakis E 1999 Grecia Griegas (n = 192) NIH 6.70 Asuncion M 2000 España Caucásicas (n = 154) NIH 6.50 Azzis R 2004 EUA Raza: negra (n = 223), caucásica (n = 166), otras razas (n = 11) NIH Total: 6.6 Negra 8.0 Blanca 4.8 Kumarapeli V 2008 Sri Lanka Sri Lanka (n = 2 915) Rotterdam 6.30 Moran C 2010 México Mexicanas (n = 150) NIH 6.00 March WA 2010 Australia Australianas (n = 728) 94% raza caucásica NIH Rotterdam AE-PCOS 8.7 11.9 10.2 Gabrielli L 2012 Brasil Brasileñas (n = 859) 90% raza negra Rotterdam 8.5 Abreviaturas: NIH= National Institutesof Health, AE-PCOS= Androgen Excess and Polycystic Ovary Syndrome Society. Se ha propuesto que la hipersecreción de andrógenos suprarrenales también se genera por hiperactividad del P450c17, y que la insulina, al igual que en el ovario, pue- de exacerbar su función actuando en forma sinérgica con la hormona trófica, en este caso con ACTH. ACTIVIDAD PERIFÉRICA DE LOS ANDRÓGENOS El hirsutismo aparece como resultado del efecto de los andrógenos en la piel. En la piel este efecto se ejerce Neuronas productoras de GnRH Kisspeptina Estrógenos Insulina ↑ Andrógenos ↑ Estrógenos ↑ LH, ↓ FSH http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Síndrome de ovarios poliquísticos 747 Fi gu ra 7 0- 2. E st er oi do gé ne si s ov ár ic a en e l s ín dr om e de o va rio s po liq uí st ic os . E n la s cé lu la s de la te ca la L H s e un a a su re ce pt or , a co pl ad o a pr ot eí na G , i nd uc ie nd o la a ct iv ac ió n de ad en ila to c ic la sa p ar a la p ro du cc ió n de a de no si n- m on of os fa to c íc lic o (A M Pc ). El A M Pc in du ce la a cc ió n de la s en zi m as 1 7- hi dr ox ila sa /1 7, 20 d es m ol as a (P 45 0c 17 ), 17 β- hi dr ox ie st er oi de de sh id ro ge na sa (1 7β -H SD ) y 3 β- hi dr ox ie st er oi de d es hi dr og en as a/ ∆ 4- ∆ 5 is om er as a (3 β- H SD ) p ar a la p ro du cc ió n de a nd ro st en di on a (∆ -A ). La in su lin a ej er ce u n ef ec to s in ér gi co c on la L H pa ra a um en ta r l a ac tiv id ad e nz im át ic a, s ob re to do a n iv el d el c om pl ej o P4 50 c1 7, q ue re su lta e n m ay or s ec re ci ón d e an dr óg en os . L a ∆ -A d ifu nd e ha ci a la s cé lu la s de la g ra nu lo sa e n do nd e es b io tra ns fo rm ad a a te st os te ro na p or e fe ct o de la 1 7β -h id ro xi es te ro id e de sh id ro ge na sa (1 7β -H SD ). La a lta c on ce nt ra ci ón d e an dr óg en os y la d ef ic ie nc ia re la tiv a de F SH d is m in uy e la ac tiv id ad d e la a ro m at as a (P 45 0a ro ) e n la s cé lu la s de la g ra m ul os a, y p or e nd e, la s ín te si s de e st ro na y e st ra di ol . L a ho rm on a an tim ül le ria na (A M H ) p ro du ci da e n la s cé lu la s de fo líc ul os in m ad ur os , j un to c on la in su lin a y la d ef ic ie nt e ca nt id ad d e FS H in hi be n el d es ar ro llo fo lic ul ar . A M P c P I3 K M A P K M ad ur ac ió n fo lic ul ar A M H N úc le o ce lu la r m A R N – – O H O H O H O + + + + + + P 45 0a ro O Te st os te ro na A nd ro st en di on a 17 β- H S B E st ra di ol O R ec ep to r de in su lin a ↑ In su lin a F S H -R ↓ F S H G sα IG F -1 R ec ep to r de IG F -1 C = O C H 3 O H H O C = O C H 3 O C ol es te ro l P re gn en ol on a P ro ge st er on a 17 α -H id ro xi pr og es te ro na P 45 0s cc LD L- R A M P c LH -R ↑ L H ↑ IG F -1 ↓ IF G B P ↑ In su lin a G sα IG F -1 R ec ep to r de IG F -1 R ec ep to r de in su lin a + + + 3β -H S D C = O C H 3 O O H 17 α -H id ro xi pr eg ne no lo na C = O C H 3 H O O H D eh id ro ep ia nd ro st er on a A nd ro st en di on a O H O O O 17α-hidroxilasa17,20 desmolasa P450C17 P 13 K M A P K C in as as de s er in a C él u la s d e la t ec a C él u la s d e la g ra n u lo sa http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 748 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 70) principalmente por 5a-dihidrotestosterona (5a-DHT), producto de la biotransformación de la testosterona por acción de la enzima 5a-reductasa. Se ha descrito que en aquellas mujeres con SOP con hirsutismo más grave e hiperandrogenemia, o ambos, la actividad de la enzima es mayor en la piel y en el ovario, lo que genera una mayor producción local de 5a-DHT y por lo tanto, mayor efec- to biológico. La mayor actividad de la enzima se asocia a ciertos haplotipos del gen que codificapara la enzima, lo que explica en parte la heterogeneidad de las mani- festaciones clínicas. Debido a los efectos metabólicos de los andrógenos, como la función de la insulina, el meta- bolismo de los lípidos, entre otros, se ha identificado que las mujeres con mayor relación de 5a-DHT/T tienen un fenotipo con más alteraciones metabólicas. DISFUNCIÓN OVULATORIA Y POLIQUISTOSIS OVÁRICA En pacientes con SOP existe detención en la maduración folicular, con acúmulo de folículos primordiales y pri- marios. En condiciones basales, y posestímulo con FSH, estos folículos producen estradiol en cantidades superio- res a las correspondientes a mujeres sanas, pero en forma tónica, sin alcanzar el umbral necesario para estimular la secreción cíclica de LH. Los mecanismos implicados en la detención de la maduración folicular no son del todo claros; sin embargo, existen evidencias de que la disminución de las concen- traciones de FSH, el aumento de los andrógenos intrao- váricos y de la insulina, así como la hormona antimülle- riana (AMH, del inglés, Anti-Müllerian Hormone) tiene una función importante. Las células de la granulosa de los folículos primor- diales y primarios producen AMH, cuyo efecto es la modulación de la velocidad de reclutamiento de los fo- lículos para su maduración. Se ha observado que en las pacientes con SOP, las concentraciones de AMH están incrementadas y se relacionan con el número de folículos antrales y preantrales detectados por ultrasonido. Cuan- do estos folículos se estimulan por la administración exó- gena de gonadotropinas existe un mayor reclutamiento, lo cual conlleva a un mayor riesgo de síndrome de hipe- restimulación ovárica. SECRECIÓN INAPROPIADA DE GONADOTROPINAS El patrón de pulsatilidad de la GnRH determina en gran parte la proporción relativa de LH y FSH sintetizadas y secretadas por el gonadotropo. Un aumento en la fre- cuencia de los pulsos favorece la transcripción de la su- bunidad β de la LH sobre la subunidad β de la FSH, ge- nerando una mayor secreción de LH que de FSH. Esto se traduce en incremento de las concentraciones circulantes de LH, sin cambios o ligera disminución de la de hormo- na foliculoestimulante. En el SOP están aumentados los pulsos de LH, refle- jando mayor actividad del generador de pulsos de GnRH, así como la cantidad de LH que llega al ovario. Ésta indu- ce mayor actividad celular para incrementar la produc- ción de andrógenos. Se desconoce si existe un defecto intrínseco en el generador de pulsos hipotalámico o si el defecto es secundario al efecto que pueden ejercer los progestágenos, andrógenos y estrógenos sobre el patrón de secreción de hormona liberadora de gonadotropinas. RESISTENCIA A LA INSULINA Distintos investigadores han demostrado que la mayoría de las pacientes con SOP, ya sean delgadas u obesas, cur- san con resistencia la insulina (RI) e hiperinsulinemia. Los mecanismos que explican la RI en el SOP son diversos. El principal involucra defectos en el receptor de insulina y en el sustrato del receptor de insulina (ISR- 1), que de manera constitutiva tiene mayor fosforilación de los residuos de serina. Esto hace menos eficiente la activación del fosfoinositol 3 cinasa (PI3K) y, por lo tan- to, disminuye la expresión de la proteína facilitadora del transporte de glucosa tipo 4 (GLUT-4) para la captación de glucosa. El defecto se ha descrito tanto en tejidos dia- na de la insulina (adipocito, músculo esquelético) como en el ovario (células granulosa-luteínicas). Otra altera- ción es la activación constitutiva de las cinasas de serina en la vía de señalización de las MAPK-ERK, que contri- buye a la resistencia a la insulina en el músculo esqueléti- co. Por último, se ha demostrado disfunción de la célula β pancréatica y disminución en el aclaramiento de insulina. HIPERINSULINEMIA La insulina juega un papel importante en la patogéne- sis del SOP, favoreciendo la producción de andrógenos ováricos y suprarrenales, de manera directa e indirecta, e inhibiendo la síntesis hepática de la globulina fijadora de hormonas sexuales. En el ovario, la insulina actúa de manera sinérgica con la LH estimulando las células de la teca para la pro- ducción de androstendiona, y ejerciendo un efecto di- recto en las enzimas involucradas en la biotransforma- ción de los esteroides. Estimula al citocromo P450c17 de tal manera que las concentraciones circulantes de 17a-hidroxiprogesterona llegan a superar los 2 ng/mL, superponiéndose a los valores observados en la 21OHD. De allí la necesidad de hacer el diagnóstico diferencial entre SOP y deficiencia enzimática. En el nivel suprarrenal estimula la producción intrín- seca de los andrógenos. Se han descrito grupos de pacien- tes con hiperinsulinemia y aumento de la relación de los esteroides ∆5 (pregnenolona, 17a-hidroxipregnenolona y dehidroepiandrosterona) sobre los esteroides ∆4 (pro- gesterona, 17a-hidroxiprogesterona y ∆4-A), sugerente de deficiencia de la enzima 3β-hidroxiesteroide deshi- drogenasa; sin embargo, en dichos casos se han descarta- do mutaciones en el gen que codifica para la enzima, y la relación ∆5/∆4 se reduce al disminuir la cantidad de insulina. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Síndrome de ovarios poliquísticos 749 FACTORES GENÉTICOS La agregación familiar de los casos con SOP ha hecho plantear el origen genético de la patología. Estudios rea- lizados en gemelas monocigotas han mostrado que entre ellas existe una mayor correlación de SOP que en ge- melas dicigóticas. Los estudios de asociación de genoma completo (GWAS, del inglés, Genome Wide Association Studies) han identificado diversos locus asociados al SOP. En estos locus se localizan genes como los que codifican para el receptor de FSH, LH e insulina. Uno de los genes de mayor interés ha sido el DENND1A que codifica para la proteína DENNA1, que tiene efectos diversos en la regulación de la expresión del gen que codifica para la P450c17 (CYP17), y por lo tanto, en la formación de an- drógenos. En la actualidad no se conocen todos los genes involucrados en la fisiopatogenia del síndrome de ovarios poliquísticos. CUADRO CLÍNICO Las manifestaciones clínicas que pueden hacer que una mujer busque atención son: hirsutismo, irregularidades menstruales e infertilidad, o ambas. Por eso es importan- te conocer cuál es la prevalencia de SOP en mujeres con estas manifestaciones en forma aislada o en conjunto. Hirsutismo Es la principal manifestación clínica de hiperandrogenis- mo. En mujeres que acuden a consulta por hirsutismo, confirmado por > 8 puntos en la escala de Ferriman-Ga- llwey, el diagnóstico del SOP se integra en 78% de los casos. De estos, 56.6% se asocia a disfunción ovárica (fenotipo clásico del SOP), mientras que 15.5% se rela- ciona sólo con poliquistosis ovárica por ultrasonido. En pacientes que ya tienen el diagnóstico, la prevalencia de hirsutismo es de 72%. La prevalencia de SOP es muy baja cuando existe acné o alopecia androgénica no asociada a disfunción ovulatoria, 20 a 40% y 10%, respectivamente. Asimismo, en pacientes con diagnóstico de SOP, el acné y la alope- cia androgénica son poco frecuentes, ya que aparecen en 12 a 14% y 10% de los casos respectivos. Estos datos su- gieren que como elementos para el diagnóstico del SOP no son muy útiles. Alteraciones menstruales Son la manifestación de la disfunción ovárica. Con ano- vulación crónica pueden observarse alteraciones en la frecuencia de los ciclos menstruales (oligomenorrea o amenorrea) y poliquistosis ovárica, o ambos, así como infertilidad en ciclos menstruales regulares. Las alteraciones menstruales debidas al SOP apare- cen en forma temprana, desde o poco después de la me- narca, y se caracterizan por amenorrea u oligomenorrea (ciclos > 45 días). En casos de adolescentes con irregu- laridades menstrualesque persisten después de dos años de haber aparecido la menarca, deberán investigarse las causas de amenorrea secundaria, dentro de las cuales se encuentra el síndrome de ovarios poliquísticos. Las alteraciones del SOP corresponden a la catego- ría II de la clasificación de las amenorreas propuesta por la OMS, y su característica principal es que cursan con concentraciones normales de gonadotropinas y estradiol. En mujeres que acuden a consulta por este motivo, el diagnóstico de SOP se integra entre 85 y 90%. Entre 75 y 85% de las pacientes con SOP tienen amenorrea o san- grados menstruales > a 35 días, en 5% ciclos con duración < de 25 días; el restante 10 a 15% presenta ciclos regula- res anovulatorios. El estado de anovulación crónica con producción sostenida de estrógenos, sin el efecto oposi- tor de la progesterona, origina proliferación endometrial que puede ocasionar sangrados en mayor cantidad y en el largo plazo conducir a hiperplasia o cáncer de endo- metrio. Infertilidad La infertilidad atribuída a la anovulación crónica se ob- serva entre 60 y 70% de los casos. Poliquistosis ovárica La poliquistosis ovárica se define, por ultrasonido, como la presencia de 12 o más folículos de 2 a 9 mm de diáme- tro en cada ovario y aumento uni o bilateral del volumen ovárico (> 10 mL), o ambos. Se manifiesta en 80% de los casos del SOP; sin embargo, no se puede considerar un elemento distintivo del síndrome ya que en las muje- res en edad reproductiva la prevalencia de poliquistosis ovárica evaluada por ultrasonido es de 20 a 30% y sólo en 20% se completan los criterios diagnósticos del síndrome de ovarios poliquísticos. ALTERACIONES HORMONALES Andrógenos Se define por hiperandrogenemia a la mayor con- centración de andrógenos en suero. Los andrógenos cuantificables en la práctica clínica son testosterona, androstendiona, dehidroepiandrosterona y sulfato de de- hidroepiandrosterona. Pero su utilidad en el diagnóstico del SOP se limita a descartar la existencia de tumores ováricos o suprarrenales productores de andrógenos. La cuantificación de testosterona puede ser útil en casos de disfunción ovárica sin hirsutismo. Durante muchos años, la cuantificación directa de testosterona con el principio de inmunoanálisis ha sido el método rutinario para evaluar hiperandrogenemia; sin embargo, su desempeño no ha sido el deseable por mos- trar coeficientes de variación intra e interensayo > 10%. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 750 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 70) Se ha descrito que utilizar radioinmunoanálisis (RIA) con doble anticuerpo mejora el rendimiento de la cuan- tificación de la hormona total. En general, las concentra- ciones de testosterona total > 0.5ng/mL se consideran como criterio de hiperandrogenemia, pero en el SOP suelen ser < 1.2 ng/mL. Debido a las limitantes en la cuantificación de tes- tosterona total y al hecho de que la testosterona libre es la hormona biológica activa, pareciera más adecuado cuantificar esta última. Existen estuches comerciales que utilizan el principio del RIA para la cuantificación de la fracción libre, con muy poca precisión y exactitud, por lo que su uso no es recomendado por las asociaciones médicas internacionales. La cuantificación de la fracción libre de testosterona mediante el método de diálisis en equilibrio es el más preciso pero no está accesible en nuestro medio. En las pacientes con SOP, la hiperandrogenemia a expensas de testosterona libre cuantificada por método de diálisis en equilibrio se encuentra hasta en 70% de los casos en comparación al 50 a 60% de los casos median- te la cuantificación de la total. Con la cuantificación de ∆4-A se logra identificar 10% de otros casos. Debido a que DHEA es una hormona producida principalmente por la suprarrenal en condiciones basales y estimulada por el estrés, y a que tiene ritmo circadiano y gran variabilidad entre individuos, no se recomienda su uso para fines diagnósticos. La cuantificación del sulfa- to de DHEA parece ser una mejor opción ya que tiene menos variabilidad por los factores mencionados para DHEA, sin embargo, sólo una fracción cercana a 9% de los casos de SOP tiene incremento aislado de este an- drógeno conjugado y hasta 20% puede tener incremento asociado a los otros andrógenos. Mediante la cuantifica- ción de otros andrógenos, como androstendiona y sulfato de dehidroepiandrosterona, se logra identificar del 0 a 15%de los casos restantes. Progestágenos La cuantificación en suero de 17 a-hidroxiprogesterona está indicada para hacer el diagnóstico diferencial con de- ficiencia de 21-hidroxilasa variedad no clásica (21OHD) o de inicio tardío. Las concentraciones < 2 ng/mL en los días 2 a 5 de un sangrado menstrual espontáneo o inducido, descartan la 21OHD con un valor predictivo negativo cercano a 100%. Si las concentraciones son > 2 ng/mL, se requerirá practicar la prueba de estimulación con hormona adrenocorticotrópica (ACTH). Los valores de 17 a-OHP4 > 10 ng/mL a los 60 min de administrar 0.250 mg de ACTH IV, son consistentes con el diagnós- tico de 21-hidroxilasa variedad no clásica. Lo ideal será confirmar el diagnóstico mediante estudio molecular del CYP21A2. De acuerdo con lo descrito en la literatura, existe una proporción que va de 6 a 25% de pacientes con diagnós- tico del SOP con concentraciones basales de 17a-OHP4 > 2 ng/mL, en fase folicular temprana. En este grupo de mujeres sólo en 20% se confirma el diagnóstico de 21OHD después de la estimulación con ACTH. En el 80% restante, 17a-OHP4 se mantiene por debajo de 10 ng/mL después de la estimulación. El significado biológi- co de este fenotipo no lo analizaron los autores, pero es posible que esté relacionado a un mayor grado de resis- tencia a la insulina. Gonadotropinas En las pacientes con SOP existe secreción preferencial de LH sobre FSH, incremento en la relación LH/FSH e hiperrespuesta de LH a la administración exógena de GnRH o sus análogos. Estas características se conside- raron elementos diagnósticos del SOP durante algunos años, pero en la actualidad el concepto se ha descartado debido a la variabilidad que presentan. La disociación de gonadotropinas es muy consistente entre las mujeres del- gadas con SOP, pero no con obesidad, porque el metabo- lismo de las hormonas se modifica en función del peso. Por otro lado, existen limitaciones metodológicas para la cuantificación de las gonadotropinas. Cuando se sospecha insuficiencia ovárica prematura incipiente la cuantificación de LH y FSH es indispensable. Hormona antimülleriana La AMH participa en la regulación del desarrollo fo- licular. Debido a que en el SOP las concentraciones de AMH son mayores que en mujeres sanas y a que existe una fuerte correlación entre sus concentraciones circu- lantes y el número de folículos antrales, podría ser útil para evaluar la disfunción ovulatoria, adicional a otros criterios. Se ha propuesto que una concentración de la hor- mona > 4.7 ng/mL tiene un buen rendimiento como prueba diagnóstica (sensibilidad y especificidad de 79 y 83% respectivamente); sin embargo, aún no puede reco- mendarse su uso clínico, ya que se requiere de validación en estudios poblacionales. Las concentraciones elevadas de AMH se asocian a una menor tasa de embarazo y a mayor riesgo de síndro- me de hiperestimulación ovárica en pacientes con SOP sometidas a técnicas de fertilización asistida. COMORBILIDADES DEL SOP A lo largo de los años se ha reconocido que existen pa- tologías estrechamente asociadas al SOP, pero que no forman parte de los criterios diagnósticos. Estas incluyen resistencia a la insulina, alteraciones en el metabolismo de los lípidos y carbohidratos y obesidad. Resistencia a la insulina No existen estimaciones de la prevalencia del SOP en mujeres con RI, peroen aquellas mujeres con síndrome metabólico, la prevalencia es de 40 a 60%. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Síndrome de ovarios poliquísticos 751 La prevalencia de RI en el SOP se ha encontrado entre 50 a 70% de los casos, por lo que no es una caracte- rística universal en estas pacientes. Se manifiesta en mu- jeres con SOP con peso normal, sobrepeso u obesidad, pero en mayor proporción cuando hay obesidad. Las mu- jeres con el síndrome, obesas y delgadas, tienen en mayor proporción RI en comparación con las mujeres obesas y delgadas sin síndrome de ovarios poliquísticos. La variabilidad en la estimación de la prevalencia de RI se explica por las diversas herramientas diagnósticas empleadas. Éstas se pueden clasificar en dos grupos, las que utilizan sólo valores aislados de glucosa, insulina y triglicéridos en muestras de suero obtenidas en ayuno y aquéllas que utilizan valores de glucosa e insulina en muestras de suero obtenidas en ayuno y durante una cur- va de tolerancia oral a la glucosa. Las herramientas que pertenecen a la primera ca- tegoría son HOMA-IR (del inglés, Homeostatic Model Assesment Insulin Resistance), QUICKI (Quantitative Insulin Sensitivity ChecK Index) e índice del producto tri- glicéridos-glucosa, entre otros. Entre las de la segunda ca- tegoría se puede mencionar el índice de Matsuda. Todos estos métodos se han validado para aplicarse a distintos grupos étnicos, en personas de uno u otro sexo, sanos, obesos y diabéticos. También se han validado en muje- res con SOP delgadas, obesas, con y sin diabetes mellitus tipo 2. Se recomienda que en estudios epidemiológicos se utilicen los método que requieren valorar la glucosa e insulina en ayuno; sin embrago, debido a que el SOP se considera un factor de riesgo para diabetes mellitus tipo 2 (DM2), es conveniente realizar una curva de tolerancia oral a la glucosa de 2 horas, con 75 g, a todas las mujeres afectadas, y evaluar la insulina a los 60 o 120 minutos. Esta práctica brinda información sobre la tolerancia a la glucosa y la presencia o no de hiperinsulinemia. Trastornos en el metabolismo de los carbohidratos En mujeres con DM2 se ha estimado la prevalencia de SOP entre 26 y 32%. En las pacientes con SOP se ha estimado una prevalencia de intolerancia a la glucosa y DM2 ya conocidas de 30 a 35% y 7.5 a 10% respectiva- mente. Además cerca de 40% de las pacientes tienen intolerancia a la glucosa o diabetes no diagnosticadas antes. Obesidad Al parecer el riesgo de tener el síndrome aumenta con el peso, ya que con sobrepeso u obesidad la prevalen- cia de SOP es entre 28 y 33% en comparación con 5.5 a 7.0% en mujeres delgadas. En pacientes con SOP, la prevalencia de obesidad es de 50 a 60%, pero esta pre- valencia es menor en países en donde la obesidad no es un problema de salud pública. La coexistencia de la obesidad con el padecimiento tiene un efecto aditivo en las alteraciones metabólicas. Síndrome metabólico (SM) La prevalencia de SM con SOP es mayor en comparación con mujeres sanas, 33 contra 7%, respectivamente. Dislipidemia Es probable que la dislipidemia sea la alteración metabó- lica más frecuente en las mujeres con SOP, ya que se ha reportado en 70%. Las dislipidemias más frecuentes son hipoalfalipoproteinemia e hipertrigliceridemia, ambas consecuencia de la hiperinsulinemia. EVALUACIÓN DE LA PACIENTE CON SOSPECHA DE SOP Las mujeres que tienen un mayor riesgo de cursar con SOP son aquellas en etapa reproductiva con hiperandro- genismo (hirsutismo, acné o alopecia androgénica), con disfunción ovulatoria e irregularidades menstruales, o ambas, con poliquistosis ovárica; e incluso, con alteracio- nes metabólicas y datos de resistencia a la insulina. La historia clínica deberá recabar los antecedentes familiares y personales, y los datos físicos positivos y ne- gativos necesarios para descartar las patologías a excluir, así como las comorbilidades asociadas. La evaluación ini- cial del SOP dependerá de la manifestación clínica por la que acuda la paciente. Debido a que una buena proporción de pacientes tienen oligoamenorrea, puede inducirse sangrado trans- vaginal con progestina (aceto de medroxiprogestrona: 10 mg/día o acetato de clormadinona 5 mg/día, administra- dos por vía oral durante 10 días) para verificar que existe integridad endometrial y cantidad normal de estrógenos endógenos. El sangrado permite realizar la cuantificación de los estudios hormonales durante los días más adecua- dos, lo cual es fundamental cuando se trata de gonado- tropinas, estradiol y progestágenos. Se debe recordar que el diagnóstico de SOP es de exclusión, por lo que de manera conjunta se pueden rea- lizar los estudios pertinentes para descartar las causas secundarias: enfermedad tiroidea, hiperprolactinemia, 21OHD, tumores productores de andrógenos e insufi- ciencia ovárica prematura incipiente (TSH, prolactina, 17a-OHP4, testosterona total y hormona foliculoesti- mulante/hormona luteinizante). En pacientes con manifestaciones clínicas de acro- megalia, síndrome de Cushing o datos de virilización, de- berán realizarse los estudios específicos para confirmar el diagnóstico. Por último, una vez integrado el diagnóstico de SOP, deberán evaluarse las comorbilidades más frecuentes, http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 752 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 70) como resistencia a la insulina, trastornos en el metabo- lismo de la glucosa, dislipidemias, síndrome metabólico, entre otros. TRATAMIENTO DE LOS SÍNTOMAS El tratamiento debe individualizarse en función del mo- tivo de consulta, las características clínicas de la paciente y las comorbilidades. El tratamiento consiste en modifi- caciones en el estilo de vida, tratamiento farmacológico de las irregularidades menstruales, del exceso de andró- genos, de la infertilidad y de los trastornos metabólicos concurrentes. Modificaciones en el estilo de vida Las modificaciones en el estilo de vida son la piedra an- gular en las mujeres con sobrepeso u obesidad, ya que tienen como objetivo principal la reducción del peso. Sus efectos son de impacto metabólico y reproductivo, pero a pesar de que se ha asociado a disminución de las con- centraciones de andrógenos, no tiene efecto significativo en la mejoría del hirsutismo. En estudios observacionales se ha descrito que la reducción de 5 a 10% del peso ini- cial se asocia a recuperación de los ciclos menstruales y a mejoría de las tasas de embarazo; sin embargo, no exis- ten datos de estudios clínicos controlados que confirmen estas observaciones; tampoco algunos que muestren que estos efectos sean sostenidos a largo plazo. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO Estrógenos y progestágenos Los anticonceptivos combinados (AOC) que contienen 30 o 35 μg de etinil-estradiol más una progestina, cons- tituyen la primera opción para el tratamiento de altera- ciones menstruales e hirsutismo. Su principal mecanismo de acción radica en la supresión de las gonadotropinas hipofisarias y el incremento de la SHBG, que conllevan a disminuir la producción de andrógenos de origen ovárico y la fracción de andrógenos libres. Debido a las comorbilidades que pudieran existir, en cada caso deberá evaluarse si los AOC pueden adminis- trarse en forma segura. Para este fin son útiles los criterios médicos de elegibilidad de la Organización Mundial de la Salud. A pesar del efecto antiandrogénico que podrían te- ner algunas progestinas, no existe evidencia de superio- ridad de algunas formulaciones sobre otras en términos de sus efectos en hirsutismo, hiperandrogenemia o re- gularización de los ciclos. Esto incluye a la formulación más frecuentemente utilizada en pacientes con SOP,que contiene 35 μg de etinilestradiol + 2 mg de acetato de ciproterona (Diane®, Bayer; Eunice-35ED, Darier). Tratar los trastornos menstruales tiene como objeti- vo evitar la hiperplasia endometrial. Los AOC están indi- cados en mujeres con oligoamenorrea o sangrados abun- dantes que no tengan deseos de embarazo. En aquéllas que no están en riesgo de tener un embarazo no deseado y que no tienen hirsutismo, puede emplearse progestina sola de manera cíclica, para protección endometrial e in- ducción de sangrados. El efecto de los AOC en el hirsutismo es limitado, y depende de la gravedad del crecimiento del vello. El impacto de los AOC sobre el metabolismo de los carbohidratos en mujeres con SOP es debatible, ya que no existen evidencias suficientes acerca de sus efectos a largo plazo. Los escasos datos en mujeres con SOP en tratamiento con AOC durante 12 a 18 meses no indican que aumente la incidencia de intolerancia a la glucosa o diabetes. Tampoco se ha observado mayor incidencia de DM2 en las usuarias de AOC de población abierta y con antecedente de diabetes gestacional (DG) seguidas a largo plazo. Por lo anterior, se puede concluir que no hay evidencia de efectos deletéreos en el metabolismo de la glucosa exacerbados por uso de AOC en las mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos. En relación con los lípidos se ha observado predomi- nio del efecto estrogénico sobre el efecto progestacional, por lo que el uso de AOC tendría un efecto benéfico, al incrementar el colesterol de alta densidad (c-HDL), muy por encima del efecto negativo derivado del aumento de triglicéridos y colesterol de baja densidad (c-LDL). Con respecto al peso se ha observado que no hay un efecto deletéreo, comparable con las usuarias sanas. Antiandrógenos El uso de los antiandrógenos, como espironolactona, ace- tato de ciproterona, flutamida y finasteride como mo- noterapia, no se recomiendan para el tratamiento del hirsutismo en el SOP debido a sus potenciales efectos teratogénicos. Estos compuestos pueden usarse de ma- nera conjunta con AOC, sin embargo, no han mostrado efecto aditivo al propio de la anticoncepción combinada. Sensibilizadores de insulina El fármaco más empleado para el tratamiento del SOP es la metformina, no del todo apropiada, ya que se debe enfatizar que su uso debe limitarse a los casos en los que se corrobora que existe RI y alteraciones en el metabo- lismo de los carbohidratos, o ambos. En estas pacientes se debe considerar como el tratamiento farmacológico de primera elección. La administración del fármaco tie- ne como resultado la disminución de las concentraciones de insulina en ayuno y posprandiales, así como de las de los andrógenos. No obstante, no se acompaña de mejoría clínica del hirsutismo ni de las tasas de embarazo cuando se administra sola o asociada al citrato de clomifeno. En algunos estudios se ha observado mejoría de las irregula- ridades menstruales. En las mujeres que estén ingiriendo el fármaco y logran el embarazo, al parecer reduce el ries- go de desarrollar DG sin asociarse a mayor incidencia de malformaciones fetales. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Síndrome de ovarios poliquísticos 753 Al igual que metformina, las tiazolidinedionas están indicadas sólo cuando existe RI. Su uso durante el em- barazo no se ha probado en grandes estudios clínicos. Se recomienda en pacientes que no toleran la metfor- mina. Los análogos del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) se han estudiado poco, por lo que se cuenta sólo con datos preliminares de estudios piloto. El uso de exenatide y liraglutide administrados solos y junto con metformina fueron superiores a la metformina sola, en términos de concentraciones de insulina, andrógenos y restauración de la ovulación. En el caso de liraglutide, se observó una mayor reducción del peso. La utilidad de estos fármacos será aclarada con mayores estudios en un futuro. TRATAMIENTO DE LA INFERTILIDAD La primera intervención a realizar en la mujer con SOP e infertilidad es brindar consejería preconcepcional, en- fatizando la importancia de las modificaciones en el esti- lo de vida, como plan alimentario, ejercicio y reducción del peso. Estos cambios tienen el objetivo de mejorar las condiciones generales para la búsqueda del embarazo y disminuir el riesgo de morbilidades maternofetales. La anovulación no es el único factor que puede con- dicionar infertilidad en las pacientes con SOP, por lo que es conveniente completar el estudio de la pareja infér- til antes de iniciar los ciclos de inducción de ovulación. En nuestra experiencia es necesario investigar si existe patología del factor masculino (con estudio de semen) y alteraciones cérvicovaginales (por cultivos y citología cervical), así como anormalidades uterinas (mediante histerosalpingografía). En casos de que se demuestre alteración en los factores masculino y tubo peritoneal, o ambos, o cuando no se haya obtenido respuesta a los inductores de ovulación se puede recurrir a las técnicas de fertilización asistida de alta complejidad (fertilización in vitro con transferencia de embriones o inyección intra- citoplasmática de espermatozoide). Estas intervenciones están fuera del alcance de este capítulo, por lo que no se tratarán. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO Existen varias alternativas para inducir la ovulación en pacientes con SOP: citrato de clomifeno (CC), inhibido- res de aromatasas y gonadotropinas exógenas. Citrato de clomifeno El citrato de clomifeno (Omifín®, Sanofi Aventis; Sero- phene®, Merck) continúa siendo la primera opción de tratamiento de la infertilidad en mujeres con SOP. Es un modulador selectivo de los receptores de estrógenos que, administrado a dosis que varían entre 50 a 150 mg/día durante cinco días induce la ovulación en 75 a 80% de estas pacientes. La tasa de niños nacidos vivos es menor, entre 50 y 60% al cabo de seis meses de tratamiento. El CC actúa en la unidad hipotálamo-hipofisaria es- timulando la secreción de gonadotropinas hipofisarias, que a su vez restablece en el ovario el desarrollo folicular e incrementa la producción de estradiol. Cuando las con- centraciones de estradiol alcanzan un mínimo de 200 pg/ mL se produce la descarga cíclica LH y la ovulación. La disociación entre las tasas de ovulación y embarazo se ha explicado en parte por efectos antiestrogénicos del CC en el moco cervical. El riesgo de embarazos múltiples con citrato de clo- mifeno se estima entre 3 a 8% y el de síndrome de hipe- restimulación ovárica en menos de 10%. No hay eviden- cia de que el CC aumente el riesgo de malformaciones congénitas. Inhibidores de aromatasas En los últimos años se han introducido en el mercado los inhibidores de las aromatasas, cuyo mecanismo de acción consiste en inhibir la formación de estrógenos. En virtud del mecanismo de retroalimentación negativa, la falta de estrógenos induce efectos similares a los del clomifeno, es decir, aumento de gonadotropinas endógenas. El letrozo- le (Gesamaf®, PISA; Zolstro®, Accord Farma) es el prin- cipal producto de este grupo, y se utiliza a dosis que van de 2.5 a 7.5 mg/día, con un esquema de administración similar al del clomifeno. En un estudio clínico controla- do recién publicado se demostró que en pacientes con índice de masa corporal entre 30.3 y 39.4 kg/m2, letro- zole podría ser discretamente superior a CC en cuanto al número de nacimientos vivos logrados. Sin embargo, en pacientes con peso normal o sobrepeso este fármaco no parece ser superior a CC en términos de nacimientos vivos, ovulación, pérdidas fetales o número de productos. En la actualidad, el letrozole se considera una alternativa en aquellos casos en los que CC ha fallado, pero hay que señalar que el producto aún no cuenta con aprobación sanitaria para usarse como inductor de ovulación.GONADOTROPINAS Existen múltiples esquemas para inducir la ovulación con gonadotropinas exógenas, siendo los más recomen- dados aquellos que inician con las mínimas dosis y tienen menor riesgo de ocasionar síndrome de hiperestimula- ción ovárica. Las tasas de éxito en términos de desarro- llo monofolicular, tasa de embarazo y tasa acumulada de nacidos vivos son de 70, 20 y 72%, respectivamente. Con estos esquemas la tasa de embarazo múltiple que llega a término es de 4.6%. Estos procedimientos están indica- dos en casos de falla de clomifeno y deben ser implemen- tados por especialistas en biología de la reproducción. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Endocrinología clínica de Dorantes y Martínez 5ª Edición Sección IX. Gónadas 70. Síndrome de ovarios poliquísticos booksmedicos.org Botón1:
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