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441 Enfermedades de la glándula mamaria 20 LA MAMA NORMAL Los tejidos contienen epitelio y estroma que responden a los estímulos endocrinos La mama femenina normal adulta está compuesta por lóbu- los de tejido epitelial glandular (conductos pequeños que terminan en conductillos o ácinos). Estas estructuras se enlazan por ramifi caciones a conductos más grandes, que fi nalmente convergen y drenan en el pezón (fi gura 20-1). Rodeando los componentes del epitelio lobular se encuen- tra un estroma especializado, que responde a hormonas (estroma intralobular). Alrededor de los lóbulos, la mama contiene tejido de soporte fi broconectivo no especializado y tejido adiposo prominente (estroma extralobular). TRASTORNOS INFLAMATORIOS DE LA MAMA La mastitis y el absceso mamario son complicaciones de la lactancia Las infecciones de la mama suelen asociarse con la lactación, y los microorganismos (comúnmente Staphylococcus aureus y Streptococcus) logran acceso a través de grietas y fi suras en el pezón y la areola. La infección inicial causa mastitis aguda, con crecimiento hipersensible dolorido de la mama, que generalmente se resuelve después del tratamiento con antibióticos apropiados. Sin tratamiento con antibióticos, la mastitis bacteriana es seguida frecuentemente por la formación de un absceso mamario, que puede requerir drenaje quirúrgico. La infl amación crónica de la mama es rara, pero puede desarrollarse después de la resolución incompleta de una mastitis aguda. Puede presentarse una mastitis tuberculosa, pero no es común en los países occidentales. La necrosis grasa se presenta después de traumatismos, y puede simular clínicamente enfermedades neoplásicas Después de episodios de traumatismos pueden presentarse áreas de infl amación en la mama que dan como resultado necrosis grasa. El traumatismo causa necrosis del tejido adiposo, que desencadena una reacción infl amatoria localizada y repara- ción en respuesta a la muerte de las células adiposas; los macrófagos que han fagocitado material lípido son por lo general prominentes (fi gura 20-2). La reorganización con reparación fi brosa produce una masa fi rme e irregular en el tejido mamario. El principal signifi - cado clínico de esta lesión es la posibilidad de que las pacien- tes no recuerden el antecedente de traumatismo, y el hecho de que estas lesiones pueden semejar clínicamente al carci- noma mamario, con la presencia de adherencias de la piel que las cubre. conductillos terminales lóbulo estroma intralobular conducto intralobular P N FFigura 20.1 Lóbulo. El lóbulo mamario normal contiene elementos epiteliales en la forma de conductos y conductillos terminales. Estas estructuras están rodeadas por estroma celular intralobular especializado. Cada lóbulo drena por un pequeño conducto terminal. Figura 20.2 Necrosis grasa. En respuesta a la necrosis grasa (N) ocurre una reacción infl amatoria aguda inicial, seguida por una respuesta infl amatoria crónica, en la que se encuentran numerosas células plasmáticas (P). Los macrófagos fagocitan los lípidos liberados por los adipocitos, formando células gigantes multinucleadas, así como células espumosas (F), llamadas también ‘lipófagas’. 20 PATOLOGÍAPatología clínica 442 La ectasia ductal es causada por infl amación y daño de los tejidos que rodean el conducto La dilatación de los conductos galactóforos es una enfer- medad de patogenia desconocida. Consiste en una dilata- ción progresiva anormal de los conductos grandes, con acumulación y retención dentro del conducto de productos de secreción y restos del epitelio esfacelado. Esta enfermedad se presenta principalmente en mujeres multíparas, en el grupo de edad perimenopáusica. Aunque la causa precisa es incierta, se cree que la principal anomalía que causa la dilatación, es la infl amación y destruc- ción del tejido elástico que normalmente contienen los tejidos de sostén que rodean los conductos. A causa del componente infl amatorio, existe el término alternativo de ‘mastitis peri- ductal’ para esta afección. Clínicamente, las pacientes desarrollan un tumor mamario fi rme, que puede semejar un carcinoma, también puede pre- sentarse secreción por el pezón. Macroscópicamente, las áreas afectadas de la mama muestran conductos dilatados, de hasta 1 cm de diámetro, llenos de material espeso inspisado. La histología muestra conductos dilatados que contienen material proteináceo y macrófagos fagocíticos grandes y llenos de lípidos. Hay fi brosis alrededor de los conductos con infl amación crónica inespecífi ca. ENFERMEDADES BENIGNAS DE LA MAMA El cambio fi broquístico es común con el avance de la edad El término ‘cambio fi broquístico’ describe alteraciones estructurales vistas en los componentes tanto epitelial como de tejido conectivo de la mama. Es común en las mamas de mujeres maduras, con incidencia creciente hacia la menopausia. Este padecimiento ha sido conocido por una variedad de otros términos, ya poco usados, como ‘fi broade- nosis’, ‘displasia mamaria quística’, ‘hiperplasia quística’, ‘mastopatía quística’ y ‘mastitis crónica’. La causa de la enfermedad fi broquística es incierta. La mayoría de los autores consideran que se debe a trastornos de los niveles cíclicos de estrógeno y progesterona ováricos, acompañados por una respuesta alterada de los tejidos mamarios, en las mujeres que se acercan a la menopausia. Hay dos componentes en el cambio fi broquístico, que se dividen en no proliferativos y proliferativos. Los quistes y la fi brosis representan cambios fi broquísticos no proliferativos Macroscópicamente, las áreas de enfermedad fi broquística aparecen como áreas fi rmes que reemplazan el tejido mamario, con consistencia de caucho, en el que puede haber quistes visibles. Los quistes son un componente notable, cuya incidencia crece al acercarse la menopausia. Varían de tamaño, desde los que sólo son detectables por histología, hasta lesiones palpables de 1 a 2 cm de diámetro. Los quistes están recu- biertos por epitelio plano, derivado de la unidad lobular- ductal, llenos de líquido acuoso. El epitelio que recubre los conductos quísticos puede transformarse de un tipo normal cúbico bajo a un tipo cilíndrico (transformación cilíndrica). En muchos casos, el epitelio que recubre los conductos quísticos sufre un tipo de metaplasia similar al epitelio de las glándulas apocrinas normales (metaplasia apocrina) (fi gura 20-3). La fi brosis se caracteriza por un mayor depósito de colá- gena alrededor de conductos quísticamente dilatados, den- tro del tejido mamario. La enfermedad fi broquística puede manifestarse como reemplazo del tejido mamario por tejido fi broso denso, lo que se denomina fi brosis mamaria, en especial en mujeres posmemopáusicas. En el cambio fi broquístico pueden verse cambios proliferativos epiteliales Es posible ver hiperplasia epitelial en cerca de 30% de los casos de enfermedad fi broquística; ello es importante porque este tipo de cambio se asocia con un aumento en el riesgo de desarrollo subsecuente de carcinoma (fi gura 20-4). En la mayoría de los casos, la citología y la arquitectura del epitelio proliferante no muestran atipia, estas lesiones se clasifi can como hiperplasia de tipo usual. En otros casos, existen anormalidades en la citología y la arquitectura celu- lar, lo que se denomina hiperplasia atípica (fi gura 20-5d). En las pacientes que tienen hiperplasia de tipo usual (cerca de 25% de los casos de enfermedad fi broquística), el riesgo relativo de desarrollo subsecuente de carcinoma aumenta dos veces; en las que tienen hiperplasia atípica (cerca de 5%), el riesgo de desarrollo ulterior de carcinoma aumenta cuatro veces. P C F Figura 20.3 Cambio fi broquístico. En el cambio fi broquístico hay proliferación de conductos, tejido lobular y tejidos de soporte del estroma, formando una masa con espacios quísticos (C) y tejido fi broso (F). El epitelio de algunos conductoses reemplazado por epitelio eosinófi lo inténsamente teñido, (P) que recuerda el de las glándulas apocrinas normales. 20Enfermedades de la glándula mamaria 443 Las lesiones esclerosantes de la glándula mamaria con frecuencia se detectan por estudios radiológicos Varias lesiones de la mama se caracterizan por la presencia de un componente fi broso predominante, que forma un área localizada de esclerosis colagenosa irregular, estrellada, en la cual también hay elementos epiteliales presentes. Estas lesiones se vuelven signifi cativas en la práctica clínica moderna puesto que pueden ser confundidas en un estudio mamográfi co de detección con un carcinoma. Los tipos principales son: • Adenosis esclerosante. Esta puede presentarse como una lesión solitaria palpable en mujeres jóvenes, además de verse en las áreas de cambio fi broquístico en mujeres de más edad. Hay proliferación del estroma que reacciona a hormonas, y células mioepiteliales, que separan y comprimen acinos y conductos, formando cordones celulares. (fi guras 20-4c y 20-6). c Figura 20.5 Histología en el lóbulo. (a) En el lóbulo normal el epitelio que recubre los lobulillos es cúbico, con núcleos regulares pequeños. (b) En algunos tipos de hiperplasia de los conductos, células cilíndricas pueden remplazar el epitelio cúbico en los conductillos (transformación cilíndrica). (c) La hiperplasia de tipo usual se caracteriza por crecimiento epitelial desordenado, con núcleos estratifi cados citológicamente benignos pero superpuestos. (d) En la hiperplasia atípica, las células son monótonas y están distribuidas regularmente, con formación de espacios glandulares. a b Figura 20.6 Adenosis esclerosante. El lóbulo mamario está distorsionado por crecimiento excesivo del estroma intralobular y conductillos pequeños proliferantes, que se comprimen formando cordones y hendiduras. Figura 20.4 Cambio fi broquístico. (a) En el cambio fi broquístico el estroma intralobular es reemplazado por tejido colágeno, y hay dilatación quística frecuente de conductos pequeños recubiertos por epitelio de citología benigna. Es común la metaplasia apocrina como recubrimiento de los quistes, teñidos de rosa intenso.. (b) En una proporción de los pacientes hay cambios epiteliales proliferativos dentro de los lobulillos (hiperplasia epitelial). Esto da como resultado expansión de la celularidad en el interior de los lóbulos. El examen histológico puede distinguir entre la hiperplasia del tipo usual, en la que no hay atipia citológica o arquitectónica, y la hiperplasia atípica, en la cual la arquitectura o la citología son motivo de preocupación. (c) La adenosis esclerosante se caracteriza por la proliferación de elementos tanto estromales como epiteliales dentro del lóbulo. Este patrón puede simular la histología de algunos tipos de carcinoma. Histología en el lóbulo 20 PATOLOGÍAPatología clínica 444 • Las cicatrices radiales y las lesiones esclerosantes complejas están compuestas por tejido colágeno y elástico, que aprisionan y distorcionan conductillos. Se requiere un examen histológico cuidadoso de estas lesiones, ya que algunas formas de carcinoma (carcinoma tubular) pueden adoptar una forma de crecimiento. El fi broadenoma se presenta como un tumor móvil en la mama de las mujeres jóvenes Una de las lesiones que es más a menudo responsable de formar una masa en la mama es el fi broadenoma, una proliferación localizada benigna de abundante estroma y estructuras epiteliales ramifi cadas semejantes a conductos. Existe debate sobre la posibilidad de que esta lesión sea una verdadera neoplasia, o que en realidad represente una forma nodular de hiperplasia. Los fi broadenomas se ven con más frecuencia en mujeres de 25 a 35 años de edad, como lesiones solitarias bien circunscritas; la presencia de focos pequeños de lesiones histológicamente similares tam- bién puede ser un componente del cambio fi broquístico. Desde el punto de vista clínico, éstos se presentan como tumores lisos, fi rmes y móviles algunas veces dífi ciles de evaluar en la exploración física al deslizarse entre el dedo y el pulgar de la mano que palpa. Esta propiedad móvil elu- siva da origen a la expresión coloquial ‘mama de ratona’. Macroscópicamente, los fi broadenomas suelen medir 1 a 4 cm de diámetro, y aparecen como lesiones blancas, bien circunscritas y fi rmes, con consistencia de caucho. Tienen superfi cie de corte lustrosa y consistencia fi rme. Hay dos componentes en su histología (fi gura 20-7): el componente epitelial, que forma estructuras complejas como glándulas ramifi cadas, revestidas con epitelio de tipo ductal, y el componente estromal, correspondiente a estroma de tejido fi broso celular laxo, situado alrededor de las áreas epiteliales. ENFERMEDADES NEOPLÁSICAS DE LA MAMA TUMORES MAMARIOS BENIGNOS Los tumores benignos de la mama son menos comunes que los malignos Existen varios tumores benignos de la glándula mamaria. La mama también puede ser el sitio de desarrollo de tumo- res benignos de los tejidos de sostén, por ejemplo lipomas y leiomiomas. Los principales tumores benignos de la mama son hamartomas, adenomas, papilomas canaliculares y tumo- res fi lodes. Los hamartomas se descubren en mamografías de detección Los estudios mamográfi cos de detección están revelando actualmente varias lesiones mamarias benignas asintomáti- cas, las cuales llaman la atención de los patólogos ya que en la actualidad se les reseca o somete a biopsia. Los hamar- tomas semejan fi broadenomas macroscópicamente. Están constituidos por una masa de estroma fi broso que encierra estructuras lobulares y de conductos. Los papilomas de los conductos son una causa común de secreción sanguinolenta del pezón Los papilomas del epitelio de los conductos mamarios pueden surgir como lesiones solitarias o múltiples. Los papilomas solitarios suelen localizarse en los conductos galactóforos más grandes cerca del pezón. Son más comunes en mujeres maduras, y una causa frecuente de secreción sanguinolenta del pezón (fi gura 20-8). Las lesiones usualmente miden de 1 a 2 cm, y consisten en un estroma de soporte delicado cubierto por una capa doble de células epiteliales cúbicas o E S Figura 20.7 Fibroadenoma. El fi broadenoma está constituido por componentes epitelial (E) y estromal (S). Aunque las lesiones forman masas circunscritas localizadas, se cree que son hiperplásicas más que neoplásicas. Figura 20.8 Papiloma de la mama. Se muestra un papiloma mamario dentro de un conducto dilatado. Está compuesto por frondas de tejido, con un estroma vascular cubierto por dos capas de epitelio del conducto. 20Enfermedades de la glándula mamaria 445 cilíndricas bajas, que semejan el recubrimiento de un con- ducto; en lesiones más grandes el conducto a menudo está dilatado. Los cambios malignos son raros. Los papilomas múltiples son mucho menos comunes que las lesiones solitarias, y se localizan en conductos más peque- ños, más profundamente en las mamas de mujeres jóvenes. Este tipo está asociado con un aumento en el riesgo relativo de desarrollo posterior de carcinoma mamario. Los adenomas de la mama son tumores primarios poco comunes En comparación con las lesiones proliferativas nodulares, como los fi broadenomas y las lesiones esclerosantes, los adenomas mamarios verdaderos son raros. Los adenomas tubulares ocurren en mujeres jóvenes, y están compuestos por glándulas de forma tubular regular y un estroma mínimo. No hay un riesgo asociado de desa- rrollo de carcinoma. El adenoma del pezón se presenta por lo común como ulceración y enrojecimiento del pezón, y se confunde clínica- mente con la enfermedad de Paget del pezón (pág. 446). Estas lesiones están compuestas por estructuras similares a conductos, asociadas con un estroma de colágeno. Los tumores fi lodes están compuestos tanto por elementos epiteliales como estromales Un tumor fi lodes está compuestopor espacios similares a hendiduras con recubrimiento epitelial, rodeados por un estroma de células fusiformes (fi gura 20-9). Estas lesiones eran llamadas anteriormente ‘cistosacomas fi lodes’ y ‘fi broade- nomas gigantes’, pero en la actualidad se recomienda evitar esos nombres. En la clínica, los tumores se presentan como un tumor en el tejido mamario, y pueden verse a cualquier edad después de la pubertad, aunque en su mayor parte se encuentran después de los 40 años. Macroscópicamente son lesiones blancas con consistencia de caucho, en las cuales pueden verse un patrón verticilado de espacios como hendiduras y áreas sólidas. El aspecto histológico de estas lesiones es variable, y es posible clasifi car estos tumores como benignos, de bajo poten- cial maligno, o defi nitivamente malignos. En el 90% de los casos, tanto los elementos estromales como los epiteliales son benignos, y no son motivo de preocupación. Sin embargo, en el 10% restante hay carac- terísticas atípicas de los elementos estromales, con pleomor- fi smo y mitosis, que conducen a una califi cación de bajo potencial maligno o defi nitivamente maligna. Desde el punto de vista de comportamiento biológico, en su mayor parte los tumores fi lodes son benignos, pero alrededor de 10% presentan recurrencias de manera local. Los tumores con características histológicas atípicas tienden a recaer, y la muy reducida minoría con características his- tológicas marcadamente atípicas (clasifi cada como maligna) puede diseminarse, con desarrollo de metástasis. TUMORES MALIGNOS DE LA MAMA El carcinoma de la mama afecta a una de cada diez mujeres Los tumores malignos de la mama femenina son extrema- damente comunes, y representan 20% de todas las malig- nidades en mujeres. Alrededor de una de cada diez mujeres desarrollará car- cinoma mamario en algún momento de su vida. La inciden- cia aumenta notablemente durante los años reproductivos, y disminuye a partir de la edad de la menopausia, cerca de los 50 años. El factor de riesgo principal del cáncer de mama se relaciona con la exposición a estrógenos, lo que tiene que ver con varios factores epidemiológicos asociados con el aumento en el riesgo de la enfermedad. La mayoría de los tumores son carcinomas invasores, que se originan en los conductos terminales y unidades lobulares, formando carcinomas invasores lobulares o carcinomas invasores de los conductos. El carcinoma mamario también puede encontrarse en una etapa previa a la invasión, en la forma de carcinoma in situ de los conductos o lóbulos mamarios (carcinoma ductal in situ y carcinoma lobulillar in situ), que constituye un factor de riesgo para el desarrollo de carcinoma invasor posteriormente. Además de los dos grupos principales de carcinoma, de los conductos y lobular, hay tipos especiales de carcinoma mamario que son menos comunes y que con frecuencia se asocian con un mejor pronóstico, como el carcinoma tubu- lar y el carcinoma mucinoso. El carcinoma de la mama se presenta en cuatro formas principales: • Un tumor palpable en la mama que las propias pacientes detectan cada vez más, como resultado de la educación sobre la salud. • Anormalidad detectada en mamografía como resultado del desarrollo de programas de detección del cáncer mamario. • Hallazgo histológico incidental en tejido mamario resecado por otra causa. • Primera manifestación de enfermedad metastásica (pág. 449). S Figura 20.9 Tumor fi loides. Los tumores fi loides están constituidos por un estroma de células fusiformes (S) y espacios de tipo hendidura recubiertos por epitelio. 20 PATOLOGÍAPatología clínica 446 El carcinoma intraductal de la mama es una forma de carcinoma in situ El carcinoma ductal in situ (CDIS) puede presentarse como un nódulo en el tejido mamario (cerca de 5% de esos casos), o detectase como una anormalidad mamográfi ca (cerca de 20% de esos casos). Es más común en mujeres entre 40 y 60 años de edad. Histológicamente, las células atípicas llenan y distienden conductos de tamaño mediano (fi gura 20-10). Hay dos tipos histológicos principales: de grado bajo y de grado alto. En los CDIS de grado alto, los conductos están dilatados por masas sólidas de epitelio atípico, o con necrosis central, con pleomorfi smo nuclear signifi cativo. En los CDIS de grado bajo las células son monótonas y forman patrones micropa- pilares o cribiformes complejos, con expansión del conducto. Se ha estimado que, cerca de 30% de los casos no tratados avanzarán a carcinoma invasor. Si se tratan con mastectomía tienen un pronóstico excelente. El carcinoma lobulillar in situ aumenta el riesgo de cáncer invasor en ambas mamas El carcinoma lobulillar in situ constituye cerca de 6% de todos los casos de cáncer mamario. No suele presentarse como una masa palpable, sino que frecuentemente se encuentra como un hallazgo histológico en tejido mamario resecado a causa de una mamografía sospechosa. Histoló- gicamente, las células llenan los lóbulos mamarios (fi gura 20-11). La importancia de este diagnóstico radica en el hecho de que conlleva un riesgo alto de desarrollo subsecuente de car- cinoma invasor. Se ha estimado que alrededor de 20% de las pacientes con carcinoma lobulillar in situ desarrollarán car- cinoma invasor después de 20 años. El riesgo de neoplasia está presente en ambas mamas, no sólo en la mama que presenta la enfermedad in situ, y puede generarse cualquiera de los carcinomas invasores, lobular o ductal. La enfermedad de Paget del pezón es un tipo de propagación de tumor in situ a la piel La enfermedad de Paget del pezón es un tipo de propaga- ción in situ de carcinoma intraductal de la mama. Las pacientes presentan enrojecimiento, engrosamiento y descamación de la piel del pezón y de la aréola, similar a eccema (fi gura 20-12a), seguida ocasionalmente por ulcera- ción. Cualquier dermatitis de tipo excematosa en el pezón debe llevar a considerar este diagnóstico. Histológicamente, la epidermis del pezón y de la aréola está infi ltrada por células epiteliales neoplásicas pleomórfi - cas, pálidas y grandes, llamadas ‘células de Paget’, que suelen estar dispersas a lo largo de la capa basal (fi gura 20-12b). Los trastornos eccematosos o infl amatorios del pezón siempre deben considerarse con suspicacia, y debe practi- carse una biopsia para excluir la enfermedad de Paget. a b C S c L S Figura 20.11 Carcinoma lobulillar in situ de la mama. En el carcinoma de la mama no invasor se mantiene la arquitectura lobular normal, pero los lóbulos (L) están aumentados de tamaño, repletos con células atípicas que los llenan y expanden. La membrana basal permanece intacta, y no hay evidencia de invasión del estroma (S). Figura 20.10 Carcinoma ductal in situ de la mama. (a) El CISC de grado alto muestra pleomorfi smo, a menudo con necrosis central con calcifi caciones. (b) El CDIS de grado bajo se caracteriza por patrones arquitecturales complejos con células monótonas. (c) Histología de CDIS de grado alto que muestra calcifi cación en una zona necrótica. 20Enfermedades de la glándula mamaria 447 El carcinoma invasor de la mama se divide en seis tipos histológicos principales, de los cuales sólo dos son comunes Hay seis tipos principales de carcinoma mamario invasor, cada uno de los cuales recibe su nombre con base en su patrón histológico, y ocurren con frecuencia variable. • Carcinoma ductal invasor, no de tipo especial (55%) • Carcinoma lobular y del ductal mixto (30%) • Carcinoma lobular invasor puro (10%) • Tipos especiales (pág. 448) (5%) En contraste con lo que ocurre en la neoplasia in situ, hay invasión a los tejidos locales, con la posibilidad de propa- gación metastásica. La apariencia macroscópica del carcinoma invasor es determinado principalmente por el componente estromal no neoplásico El carcinoma invasor de la mama puede variar de tamaño, desde menor de 1 mm de diámetro, hasta el de masas que ocupan la totalidad de la glándula,aunque la mayoría tie- nen de 1 a 3 cm de diámetro en el momento del diagnós- tico. En los últimos años el tamaño de los tumores tratados está reduciéndose, al detectarse una proporción creciente en una etapa más temprana, gracias a la promoción de la autodetección por salud pública, o a programas activos de detección mamográfi ca. El aspecto macroscópico del carcinoma invasor es determi- nado principalmente por la calidad y cantidad de su com- ponente estromal. Las respuestas del estroma son importantes en la biología de la mayoría de los tumores, y la existencia de un estroma de soporte es un requerimiento esencial para el crecimiento tumoral. • La mayoría de los tumores de la mama provocan una reacción fi brosa del estroma (respuesta desmoplásica), que se presenta como áreas de tejido blanco amarillento fi rme, arenoso, con la consistencia de una manzana no madura (fi gura 20-13). • Los tumores que tienen poca respuesta desmoplásica están compuestos principalmente por células neoplásicas con estroma fi broso, y son de aspecto blando y carnoso. • Algunos carcinomas secretan grandes cantidades de mucina al estroma, y se ven blancos, con consistencia gelatinosa (carcinoma mucinoso o coloide). a b P T N Figura 20.13 Cáncer invasor de la mama con abundante estroma. En la superfi cie de corte se observa un área de carcinoma invasor de la mama como una zona blanca amarillenta irregular (T). Debido a la respuesta estromal, estos tumores a veces se llaman ‘carcinomas escirrosos’. La respuesta fi brosa del estroma ha causado la formación de hoyuelos de la piel suprayacente con retracción del pezón (N), que es un signo importante. Figura 20.12 Enfermedad de Paget del pezón. Macroscópicamente (a), la enfermedad de Paget se presenta como un exantema rojo, descamativo, alrededor del pezón. Histológicamente (b), la parte inferior de la epidermis es remplazada por células grandes, pálidas, con núcleos pleomórfi cos (P). Éstas son células de carcinoma mamario que se han diseminado a lo largo de los conductos galactóforos y del pezón, invadiendo la epidermis. En la mama subyacente hay un carcinoma ductal in situ o invasor. 20 PATOLOGÍAPatología clínica 448 Los tipos más comunes de carcinoma invasor de la mama son el ductal y el lobular El carcinoma ductal invasor es el tipo más común de cáncer de mama. Puede presentarse en forma pura, o mezclado con otro tipo de carcinoma, más comúnmente el carcinoma lobu- lar. Las células tumorales invaden el tejido mamario, usual- mente se produce una respuesta desmoplásica, con formación de un estroma fi broso denso (fi gura 20-14). Una minoría de los tumores son lesiones de grado bajo, pues la mayoría son de los tipos intermedio o de grado alto, pobremente diferen- ciados. Cuando el carcinoma ductal se mezcla con tumores especializados que tienen buen pronóstico (p. ej., carcinoma tubular o coloide), el pronóstico es ligeramente mejor que el del tumor ductal puro. El carcinoma lobular invasor es el segundo tipo más común de cáncer de mama. Un hecho importante es que a menudo el tumor es multifocal dentro de la mama, y se asocia con una alta frecuencia de implicación mamaria bila- teral respecto a otros tipos. Las células tumorales invaden el tejido mamario, con una respuesta desmoplásica. De manera característica, los tumores se disponen en cordones estrechos, lo que se describe como patrón de crecimiento ‘en fi la india’ (fi gura 20-15). Aunque son raros, algunos carcinomas especializados de la mama se asocian con un mejor pronóstico Aun cuando representan alrededor de 5% de todos los cánceres mamarios invasores, ciertos tipos histológicos especializa- dos de carcinoma invasor están asociados con un mejor pronóstico que los tipos ductal y lobular. Los carcinomas tubulares están compuestos por células bien diferenciadas, que forman estructuras tubulares regu- lares semejantes a conductos pequeños. Aunque represen- tan 2% de todos los carcinomas invasores, constituyen cerca del 20% de los casos detectados con mamografía. General- mente hay una respuesta desmoplásica con formación de estroma fi broso dando un aspecto estrellado. En esta forma de carcinoma las células están bien diferenciadas, y este tipo histológico se asocia con una buena supervivencia, en com- paración con el carcinoma ductal convensional. El carcinoma mucinoso (llamado también ‘carcinoma coloide’) es más común en mujeres posmenopáusicas. Las células en la lesión secretan mucina al estroma, dando a los tumores una estructura viscosa blanda. Este tipo de tumor TS a b a b Figura 20.14 Adenocarcinoma ductal invasor de la mama. Adenocarcinoma ductal infi ltrante moderadamente diferenciado; se muestra de manera esquemática (a) y en histología (b). Los islotes de tumor invaden el estroma adyacente (S). El tumor aún forma estructuras similares a túbulos (T). Figura 20.15 Carcinoma lobular invasor de la mama. El carcinoma lobular invasor de la mama, mostrado de manea esquemática (a) y en histología (b), se caracteriza por invasión en cordones estrechos de células llamada invasión ‘en fi la india’. Las células son menores que las que se ven en los carcinomas ductales típicos. 20Enfermedades de la glándula mamaria 449 se asocia con una excelente sobrevida, en comparación con los carcinomas ductales de tamaño similar. Los carcinomas medulares de la mama se ven más a menudo en mujeres posmenopáusicas. Forman masas bien circunscritas y, al carecer de una respuesta desmoplásica, son blandos y carnosos. Las células neoplásicas suelen ser grandes y altamente pleomórfi cas y con numerosas mitosis. Es carac- terística la presencia de un denso infi ltrado de células linfoides en la periferia del tumor, que representan una respuesta del huésped al tumor. Estas lesiones se asocian con una supervi- vencia sólo ligeramente mejor que los carcinomas ductales de tamaño similar. El carcinoma de la mama se propaga en una forma característica El carcinoma de la mama se propaga en una forma caracterís- tica, lo que explica varias de las manifestaciones clínicas comu- nes de la enfermedad. Es posible que la enfermedad metastásica y la recurrencia sean sucesos tardíos, que ocurren muchos años después del tratamiento local de la enfermedad. La propagación local ocurre a la mama adyacente, a la piel suprayacente (adherencias de la piel), y de manera profunda a los músculos pectorales (fi jación profunda del tumor). La diseminación linfática se da a través de los linfáticos locales en la mama. Cuando está implicado el drenaje lin- fático de la piel, resulta el aspecto de piel de naranja. La diseminación a los ganglios linfáticos axilares, y a los gan- glios de la arteria mamaria interna, es causada por la embo- lización de células neoplásicas a los ganglios. La invasión vascular causa la diseminación del tumor a sitios distantes. Los sitios referidos para las metástasis son hueso (fracturas patológicas, hipercalcemia, anemia leu- coeritroblástica, compresión de la médula espinal), pulmón (disnea), pleura (derrame y disnea) y ovario (tumor de Krukenberg, págs. 255 y 433). Es común que se vean impli- cados otros sitios, pero con menor frecuencia. En el cáncer de mama, los factores pronósticos son utilizados para predecir la sobrevida El cáncer de mama no es una sola enfermedad, y hay una gran variación en la supervivencia después del tratamiento. Los factores relacionados con el pronóstico en el cáncer mamario revisten importancia clínica porque permiten pro- porcionar información y asesoría a las pacientes. La etapa del tumor se considera en general el factor pronóstico más poderoso. Actualmente están en uso varios sistemas de estadifi cación, como la clasifi cación TNM (págs. 79 a 81). • El tamaño grande del tumor primario (>2 cm), o la fi jación a tejidos locales, se asocia con mal pronóstico. • La propagación a los ganglios linfáticos se asocia con reducción signifi cativa en la sobrevida a cincoaños, de alrededor de 80 a 60%. • La propagación vascular de asocia con mal pronóstico y supervivencia a cinco años de alrededor de 10%. La relación entre etapa temprana y buena respuesta clínica es una de las principales razones para promover los progra- mas de detección del cáncer mamario. El grado del tumor, que se establece con el porcentaje de formación glandular, pleomorfi smo y número de mito- sis, proporciona datos pronósticos adicionales. Los carci- nomas pueden asignarse a tres grupos, que están relacionados con la sobrevida a 10 años: • Grado I (85%) • Grado II (60%) • Grado III (45%) El tipo histológico del tumor es otro factor pronóstico; algunos tipos especializados de cáncer de mama (tubular, mucoide) se asocian con mejor pronóstico que los tipos ductal y lobular comunes, porque tienen baja propensión a las metástasis. El pronóstico también puede relacionarse con el estatus de receptores hormonales. Las pacientes con tumores mamarios que expresan receptores para estrógeno y pro- gesterona tienen mayor sobrevida libre de enfermedad que las que carecen de ellos. Esto refl eja la diferenciación del tumor y la probable respuesta a la terapia antihormonal. Perfi les moleculares recientes han identifi cado subtipos de tumor con signifi cado pronóstico (fi gura 20-16). La causa del cáncer de mama es incierta, pero hay varios factores de riesgo defi nidos Estudios epidemiológicos han demostrado que el cáncer de mama está relacionado con varios factores de riesgo. Los factores ambientales contribuyen con 75% al riesgo, y los fac- tores genéticos con un 25%. Factores geográfi cos. La incidencia de la enfermedad es cinco veces mayor en los países occidentales desarrollados que en los menos desarrollados. Cáncer mamario familiar. Hay un aumento en el riesgo genético de desarrollar cáncer de mama en alrededor de 5% de todos los casos (véase el recuadro rosa, pág. 451). Enfermedades mamarias proliferativas. La hiperplasia epitelial usual se asocia con un incremento del riesgo de aproximadamente dos veces más de desarrollar carcinoma. La hiperplasia atípica se asocia con un incremento de cuatro veces en mujeres sin antecedente familiar de cáncer de mama, pero el riesgo aumenta 11 veces en la que tienen dicho antecedente. Inicio temprano de la menarquía. Una reducción de 5% se relaciona con cada año de retraso. Parto. Un hijo reduce el riesgo en 25%, y cinco hijos en 50%, en comparación con lo que ocurre en mujeres nulíparas. Menopausia tardía. Hay un aumento de 3% en el riesgo por cada año de retraso en alcanzar la menopausia. Hormonas exógenas. Hay un incremento del riesgo en pacientes bajo tratamiento de reemplazo hormonal después de la menopausia. El riesgo aumenta en mujeres que toman anticonceptivos orales combinados. Factores dietéticos. Un aumento de 50% en el riesgo de desarrollar cáncer de mama se ha relacionado con obesidad en el período premenopáusico, así como con una ingestión alta de alcohol, pues se estima un aumento de 10% en dicho riesgo por cada 10 g de alcohol consumidos al día. 20 PATOLOGÍAPatología clínica 450 El diagnóstico del cáncer de mama se establece usando un ‘triple abordaje’: Clínico. No debe permitirse que mujer alguna que tenga una masa en un seno carezca de un diagnóstico fi rme. Cada vez más mujeres practican el autoexamen, y todos los abultamientos que se descubran deben estudiarse clínicamente. Estudios de imagen. Algunos tipos de cáncer mamario no producen masas palpables. Los estudios mamográfi cos de detección pueden identifi car lesiones por microcalcifi cación, o patrones alterados de los tejidos. Citología por aspiración con aguja fi na. Puede obtenerse información diagnóstica aspirando células con el uso de una aguja fi na y examen citológico (fi gura 20-17). carcinoma mamario Positividad para receptor de estrógeno Edad máxima 50 años Negatividad para receptor de estrógeno Edad máxima 70 años Positividad para HER-2 Positividad para HER-2 Negatividad para HER-2 Negatividad para HER-2 fenotipo luminal B 20% de los casos Sobre-expresión de HER-2 10% de los casos fenotipo luminal A 50% de los casos Fenotipo tipo basal 20% de los casos mejor pronóstico mal pronósticomejor pronóstico Mal pronóstico asociado con lesiones de grado alto La mayoría de los tumores BRCA1 tienen este fenotipo Diagnóstico del cáncer de mama Figura 20.17 Citología por aspiración con aguja fi na. La aspiración de tumores mamarios con una aguja fi na puede producir preparaciones citológicas que son confi ables para el diagnóstico de la naturaleza de la lesión. En este caso, los núcleos grandes con un patrón de cromatina anormal indican un carcinoma. Figura 20.16 Clasifi cación molecular del cáncer de mama. La aplicación de los perfi les génicos ha permitido la identifi cación de subtipos de carcinoma relacionados con el pronóstico con base en la expresión de receptores de estrógeno (RE) y HER-2 (llamado también ErbB2 o Neu, una tirosincinasa miembro de la familia del receptor ErbB). El mal pronóstico del fenotipo basal puede confi rmarse demostrando la expresión de queratinas específi cas. El fármaco herceptina puede usarse para tumores que expresan HER-2. 20Enfermedades de la glándula mamaria 451 El carcinoma mamario es raro en varones El adenocarcinoma de la mama en el varón representa apenas 1% de todos los casos de cáncer de mama. Las lesiones corresponden al mismo espectro visto en la mama feme- nina, con excepción del carcinoma in situ lobular (puesto que el varón carece de tejido lobular). La enfermedad de Paget (págs. 446 a 447) también se puede encontrar en varones, y cualquier eccema del pezón debe verse con la misma sospecha que en las mujeres. La invasión de la pared torácica se ve con mayor frecuen- cia en el varón, posiblemente a causa del tamaño pequeño de la mama, y más a menudo las lesiones están avanzadas localmente en el momento del diagnóstico. Una alta pro- porción de los tumores son positivos para receptores de estrógenos (RE), lo cual hace posible la terapia antiestró- geno en la mayoría de los casos. Si se excluyen los carcinomas, otros tumores malignos son raros en la glándula mamaria Aparte de los carcinomas, los tumores malignos no son comunes en la mama. Se ha mencionado que los tumores fi lodes pueden ser malignos (pág. 447) y causar invasión local y metástasis. Los sarcomas primarios de la mama no son comunes, y los principales tipos descritos son angiosarcomas, histioci- tomas fi brosos malignos, y fi brosarcomas. Los linfomas pueden presentarse en la mama como enfer- medad primaria, o como parte de un linfoma sistémico. La ginecomastia del varón es más comúnmente idiopática La mama masculina normalmente no está desarrollada y es inactiva; consiste en tejido fi broadiposo con conductos galactóforos rudimentarios. El crecimiento de la mama masculina, llamado ginecomastia, puede ser unilateral (70% de los casos) o bilateral. En la mayoría de los casos es idiopática, y se presenta poco después de la pubertad. Otras causas incluyen: • Síndrome de Klinefelter (pág. 407). • Exceso de estrógeno (cirrosis, pubertad, tumor suprarrenal, estrógenos exógenos). • Exceso de gonadotropina (tumor testicular). • Exceso de prolactina (enfermedad hipotalámica o hipofi saria). • Fármacos: (espironolactona, clorpromacina, digital). El crecimiento de la mama se manifi esta como una masa fi rme, elevada, con consistencia de caucho por debajo del pezón (fi gura 20-18). Alrededor de 5% de los casos de cáncer de mama se asocian con una predisposición genética dominante penetrante. La sospecha clínica es obligatoria en caso de varios sujetos afectados en una familia, pacientes con inicio temprano de la enfermedad, pacientes con cánceres mamarios bilaterales, pacientes con cáncer ovárico y mamario, y familias en las que hay cánceres de mama, ováricos, endometriales y del colon, o sarcomas, tanto en varones como en mujeres. Se han observadomutaciones de la línea germinal en varios genes, todos ellos implicados en el mantenimiento de la integridad genética, lo cual lleva a un mayor riesgo de cáncer mamario. • De todas las familias con un antecedente familiar fi rme de cáncer de mama, muchas tienen una anormalidad en los genes BRCA1 o BRCA2, asociada también con el desarrollo de carcinoma del ovario. El riesgo de cáncer mamario hacia los 70 años de edad es de 35% para BRCA1 y 50% para BRCA2. • Alrededor de 5% de las familias tienen una mutación del gen p53 (síndrome de Li-Fraumeni). Los miembros de la familia desarrollan una gama amplia de otros tumores además del cáncer de mama. • La enfermedad de Cowden asociada con mutaciones de PTEN incluye el cáncer de mama como parte del síndrome. • Mutaciones en CHEK2, ATM, NBS1, RAD50, BRIP1 y PALB2 se asocian con duplicación del riesgo de cáncer mamario. • Hasta el año 2007, 50% de casos familiares no tenían un gen identifi cado. D T Cáncer mamario familiar Figura 20.18 Ginecomastia. En la ginecomastia los conductos galactóforos simples (D) aumentan de tamaño, a menudo con proliferación de la capa epitelial, y con un aumento del tejido fi broso alrededor de los conductos (T), que puede ser marcadamente colagenoso. 20 PATOLOGÍAPatología clínica 452 Caso 1 Mujer con carcinoma de mama Una vendedora retirada de 67 años de edad se presenta a su médico refi riendo que desde hace un mes advierte una masa en el seno derecho. A la exploración física esta masa es fi rme, mal defi nida, con adherencia a la piel, y está fi ja al músculo pectoral subyacente. Mide unos 4 cm en su diámetro mayor. En la axila derecha hay ganglios linfáticos crecidos palpables. La citología por aspiración con aguja fi na (CAAF) confi rma que hay células de carcinoma presentes. La paciente se somete a mastectomía simple con vaciamiento axilar. Las muestras quirúrgicas se envían al laboratorio para examen patológico. El examen histológico revela un adenocarcinoma ductal invasor grado 3, no de tipo especial. Cuatro de los ganglios linfáticos eran positivos para carcinoma metastásico. 1. ¿Cuál es la incidencia del cáncer de mama? 2. ¿Cuáles son los benefi cios de la CAAF, y cuáles son las características de malignidad en la preparación de citología? 3. ¿Cómo y a dónde se propaga el carcinoma de la mama? 4. Cuando vea a la paciente para discutir el pronóstico, ¿cómo puede usar su conocimiento de la evolución natural de la enfermedad en su exposición? 5. ¿Cuáles otros resultados de los estudios patológicos estaría interesado en conocer en relación con el tumor antes de ver a la paciente? Caso 2 Mamografía sospechosa Una mujer de 60 años de edad asiste para un estudio de detección; Tiene buena salud. En su mamografía se evidencia una lesión espiculada y es llamada para evaluación. No hay masa palpable clínicamente. El aspecto radiológico se considera sospechoso de carcinoma, y se practica una citología por aspiración con aguja fi na, que revela células de carcinoma. La lesión se localiza con un marcador de alambre, y se somete a resección terapéutica y muestreo de ganglios linfáticos. Las muestras quirúrgicas se envían al laboratorio para análisis. La histología revela un carcinoma tubular pequeño (0.9 cm de extensión máxima) grado 1. Los cinco ganglios linfáticos están libres de tumor. 1. ¿Qué características histológicas se evalúan para determinar el grado histológico de un carcinoma mamario? 2. Aparte del grado, ¿qué otras características pueden ser útiles a fi n de predecir el pronóstico para una mujer con carcinoma de mama? 3. ¿Cuál es el pronóstico? Caso 3 Masas mamarias y dolor axilar Una mujer de 44 años de edad se presenta a su médico con un área mal defi nida de abultamientos y dolor en el cuadrante superior externo de la mama, que ha estado causándole molestia desde que inició un curso de salto en paracaídas, hace cerca de tres meses. Por lo demás está bien. Una historia clínica completa revela que siempre ha tenido irregularidades menstruales, ha tomado la píldora anticonceptiva, y también ha notado recientemente dolor axilar derecho. En el pasado ha experimentado dolor mamario, en particular premenstrual. En la exploración presenta múltiples nódulos en ambas mamas, muchos de las cuales parecen ser de los quistes. Se practica una aspiración con aguja fi na y se drena líquido quístico. Este estudio revela grupos de células benignas que muestran metaplasia apocrina. Se establece un diagnóstico de cambio fi broquístico (CFQ). 1. ¿Cuán común es el cambio fi broquístico, y cuál es su etiología? 2. ¿Cuáles son los componentes del cambio fi broquístico? 3. ¿Cuál de estas características es importante con respecto al aumento en el riesgo de desarrollar carcinoma mamario, y que tan alto es el riesgo? 4. ¿Cuál es la causa probable del dolor axilar? En la página 593 se proporcionan respuestas breves a estas preguntas basadas en casos. Preguntas basadas en casos PATOLOGÍA CLÍNICA 20. ENFERMEDADES DE LA GLÁNDULA MAMARIA La mama normal Los tejidos contienen epitelio y estroma que responden a los estímulos endocrinos Trastornos inflamatorios de la mama La mastitis y el absceso mamario son complicaciones de la lactancia La necrosis grasa se presenta después de traumatismos, y puede simular clínicamente (...) La ectasia ductal es causada por inflamación y daño de los tejidos que rodean el conducto (...) Enfermedades benignas de la mama El cambio fibroquístico es común con el avance de la edad Los quistes y la fibrosis representan cambios fibroquísticos no proliferativos En el cambio fibroquístico pueden verse cambios proliferativos epiteliales Las lesiones esclerosantes de la glándula mamaria con frecuencia se detectan por (...) El fibroadenoma se presenta como un tumor móvil en la mama de las mujeres jóvenes Enfermedades neoplásicas de la mama Tumores mamarios benignos Los tumores benignos de la mama son menos comunes que los malignos Los hamartomas se descubren en mamografías de detección Los papilomas de los conductos son una causa común de secreción sanguinolenta del pezón Los adenomas de la mama son tumores primarios poco comunes Los tumores filodes están compuestos tanto por elementos epiteliales como estromales Tumores malignos de la mama El carcinoma de la mama afecta a una de cada diez mujeres El carcinoma intraductal de la mama es una forma de carcinoma in situ El carcinoma lobulillar in situ aumenta el riesgo de cáncer invasor en ambas mamas La enfermedad de Paget del pezón es un tipo de propagación de tumor in situ a la piel El carcinoma invasor de la mama se divide en seis tipos histológicos principales, de los (...) La apariencia macroscópica del carcinoma invasor es determinado principalmente por el (...) Los tipos más comunes de carcinoma invasor de la mama son el ductal y el lobular Aunque son raros, algunos carcinomas especializados de la mama se asocian con un (...) El carcinoma de la mama se propaga en una forma característica En el cáncer de mama, los factores pronósticos son utilizados para predecir la sobrevida La causa del cáncer de mama es incierta, pero hay varios factores de riesgo defi nidos El carcinoma mamario es raro en varones La ginecomastia del varón es más comúnmente idiopática FIGURAS Figura 20.1 Figura 20.2 Figura 20.3 Figura 20.4 Figura 20.5 Figura 20.6 Figura 20.7 Figura 20.8 Figura 20.9 Figura 20.10 Figura 20.11 Figura 20.12 Figura 20.13 Figura 20.14 Figura 20.15 Figura 20.16 Figura 20.17 Figura 20.18
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