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107 Este no es un libro de microbiología En este capítulo se presenta un panorama general de la forma en la cual microorganismos comunes e importantes y otros parásitos, producen lesiones patológicas, así como enfermeda- des cuando logran acceso al cuerpo humano. No se pro- porcionan datos extensos sobre taxonomía, características de los cultivos y otros métodos de investigación de labora- torio o de tratamiento. Si en realidad los necesita, debe consultar un texto de microbiología. La infección se previene por mecanismos de defensa, tanto específi cos como inespecífi cos El cuerpo tiene mecanismos de defensa, tanto específi cos como inespecífi cos, los cuales sirven, para prevenir el ingreso de organismos a los tejidos y que causen una infección. Los mecanismos de defensa inespecífi cos desempeñan un papel importante en la prevención de la infección, y en la fi gura 8-1 se resumen las diferentes formas en las cuales éstos se quebrantan. La respuesta infl amatoria aguda (capítulo 4) es capaz de inmovilizar y matar muchos tipos de organismos infecciosos en forma inespecífi ca. El sistema inmunitario tiene la capa- cidad de montar una respuesta contra infecciones por medio de mecanismos tanto humorales como mediados por célu- las, neutralizando diferentes organismos mediante diversos mecanismos (capítulo 7). La diseminación de la infección puede realizarse por varias vías Una vez que un organismo infeccioso ha logrado ingresar al cuerpo, rara vez permanece localizado, más bien se dis- persa a otros tejidos, siguiendo varias vías posibles: • Diseminación local. Esta vía es facilitada por la destrucción de tejidos locales, en especial cuando el organismo produce exotoxinas • Diseminación linfática. Es posible que los organismos sean llevados por macrófagos a los ganglios linfáticos, o puedan lograr acceso a la linfa. El aumento de tamaño de los ganglios linfáticos puede obedecer a la generación de una respuesta inmunitaria, pero también es posible que sea el resultado de infección por el organismo. • Diseminación hematógena. Los organismos pueden desplazarse de forma libre en el plasma, como por ejemplo, muchas bacterias y el virus de hepatitis B, o dentro de células, como los monocitos (herpes, citomegalovirus, VIH, micobacterias). Existen varios términos para describir la propagación por la sangre de un agente infectante. Se usan viremia y bacteriemia para hacer referencia al transporte pasivo de virus y bacterias, respectivamente, sin que haya crecimiento en la corriente circulatoria. El término ‘septicemia’ se emplea cuando hay una manifestación sistémica intensa de bacteriemia, con proliferación de bacterias en la sangre, lo que por lo común conduce al síndrome de choque tóxico (págs. 111 y 147). • Diseminación en líquidos tisulares. Esto ocurre en las cavidades pleural y abdominal y es una característica importante de peritonitis e infecciones pleurales. • Diseminación nerviosa. El virus de la rabia y el virus de la varicela zóster producen infección, desplazándose a lo largo de los nervios. En este capítulo se delinean las infecciones e infestaciones comunes e importantes Están divididas en: • Bacterias -páginas 108-21 • Hongos -páginas 122-4 • Virus -páginas 124-8 • Priones -páginas 128 • Fasciolas (tremátodos) -páginas 129-34 • Tenias (cestodos) -páginas 135-6 • Gusanos redondos (nemátodos) -páginas 137-8 Introducción a las enfermedades infecciosas Figura 8.1 Barreras a la invasión bacteriana Barreras a la invasión Predisposición a la infección Capas de queratina de la piel Heridas, picaduras de insectos Secreciones glandulares e IgA, p. ej., en intestino y pulmones Reducidas en la defi ciencia de IgA aislada Corrientes de secreción, p. ej., en las vías respiratorias Reducidas por fumar cigarrillos Reducidas por fi brosis quística (pág. 221) Reducidas en síndromes de cilios inmóviles (pág. 220) Comensales bacterianos, p. ej., en la vagina e intestino Cambiados por terapia antibiótica 8 8 PATOLOGÍAPatología clínica 108 INFECCIONES BACTERIANAS La patogenicidad bacteriana se debe tanto a factores en los organismos como a la respuesta del huésped Patogenicidad es la capacidad de un organismo para causar enfermedad. Las bacterias patógenas pueden causar lesio- nes en varias formas: • Las bacterias pueden producir exotoxinas que conducen directamente a lesión celular y tisular. • Las bacterias pueden liberar endotoxinas que causan enfermedades sistémicas. • Las bacterias pueden producir toxinas que deterioran las células funcionalmente, sin causar muerte celular. • Los productos bacterianos pueden incitar directamente una reacción infl amatoria aguda. • Antígenos de las bacterias estimulan una reacción de hipersensibilidad tipo III por parte del huésped. • Los antígenos bacterianos incitan una reacción infl amatoria crónica, estimulando una reacción de hipersensibilidad tipo IV. De manera habitual se encuentra una superposición entre estos factores, y un organismo puede causar daño a través de varios mecanismos. Las endotoxinas bacterianas son derivadas del componente lipopolisacárido (LPS) de la pared celular bacteriana exterior. Las endotoxinas más importantes son las producidas por microorganismos gramnegativos como la Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa. Producen efectos locales, pero los trastornos más importantes son los asociados con septicemia gramnegativa, en los cuales la liberación de grandes cantidades de exotoxina en la corriente sanguínea produce el síndrome de choque endotóxico, cuyas consecuencias se resumen en la fi gura 8-2. • Los macrófagos son estimulados a producir TNF-α. • Los neutrófi los son activados y se adhieren al endotelio. • El endotelio es activado y libera óxido nítrico que produce vasodilatación. • El factor XII es activado por LPS y causa una activación secundaria del sistema coagulación / fi brinolítico, sistema de cinina, y sistema de complemento. Las principales características clínicas son hipotensión, difi cultad respiratoria, hipoxia tisular, y acidosis sistémica. Los síntomas pueden causar la muerte en un plazo de horas desde su comienzo, y se complica por alteraciones secundarias en los pulmones denominadas ‘síndrome de sufrimiento respiratorio’ (ARDS, del inglés adult respiratory distress syndrome) (págs. 206-7). Si el paciente sobrevive, es común que se desarrollen insufi ciencia renal y hepática. La activación generalizada de mediadores de la infl amación en todo el sistema circulatorio ha llevado a la acuñación del término ‘síndrome de respuesta infl amatoria sistémica (SIRS, del inglés systemic infl ammatory response syndrome) Recién se han usado terapéuticamente anticuerpos monoclonales dirigidos contra LPS, para bloquear sus efectos en estados septicémicos. De manera adicional, se han usado anticuerpos monoclonales para neutralizar IL-1 TNF circulantes, previniendo así, efectos secundarios perjudiciales. hipotensión síndrome de sufrimiento respiratorio del adulto insuficiencia múltiple de órganos activación del sistema de cinina promoción de adherencia y activación de neutrófilos activación intravascular el sistema de coagulación liberación de óxido nítrico liberación estimulada de IL-1, IL-6, PAF efectos vasodilatación generalizada coagulación intravascular daño endotelial exudación capilar monocito/ macrófago lipopolisacárido de la pared celular bacteriana liberación masiva de TNF en la circulación Figura 8.2 Patogenia del síndrome de choque endotóxico. Síndrome de choque endotóxico 8Introducción a las enfermedades infecciosas 109 Algunas bacterias tienen la propensión a producir material purulento y se denominan ‘piógenas’ Algunas bacterias producen una reacción infl amatoria aguda particularmente vigorosa, causando necrosis local de los tejidos. La razón de esta situación es la presencia de factores químicos en las paredes bacterianas, que son quimioatra-yentes para los neutrófi los. El área necrótica infectada es licuada por los efectos de enzimas liberadas por los neutró- fi los moribundos, y se convierte en un material semilíquido homogéneo, compuesto por tejido muerto del huésped, neutrófi los vivos y muertos y bacterias vivas o muertas, todo suspendido en el componente líquido del exudado. La combinación de tejido necrótico, exudado infl amatorio agudo y bacterias, produce un material semilíquido, cono- cido como material purulento, razón por la cual los orga- nismos causales se conocen como bacterias piógenas. Algunas bacterias producen una respuesta infl amatoria granulomatosa crónica Algunos organismos no incitan una respuesta infl amatoria aguda y, en vez de esto, el cuerpo monta una reacción de hipersensibilidad tipo II, y la respuesta del tejido que se pro- duce es bajo la forma de una infl amación granulomatosa (págs. 53-4), según es ejemplifi cada por la TB pulmonar (págs. 53-4 y 195). Los principales organismos que incitan una respuesta granulomatosa a la infección son: • TB, causada por Mycobacterium tuberculosis. • Lepra, causada por Mycobacterium leprae. • Otras infecciones micobacterianas. • Sífi lis (fi gura 8-4) y otras infecciones espiroquetales. • Infección por Yersinia enterocolitica. • Organismo causante de la enfermedad por arañazo de gato (pág. 121). La sífi lis es causada por una espiroqueta, Treponema pallidum, que es transmitida en especial por contacto sexual. El organismo logra acceso al sitio de inoculación, por lo común los órganos genitales, y produce la lesión primaria conocida como chancro duro. El organismo es entonces diseminado a través de muchos órganos desde el sitio de la inoculación. Se desarrolla una respuesta inmunitaria y la lesión primaria se alivia, pero después la enfermedad se transforma en un trastorno infl amatorio crónico que afecta muchos órganos. Pueden practicarse pruebas serológicas para detectar la infección. La infección sifi lítica se divide de manera tradicional en cuatro etapas, primaria, secundaria, latente y terciaria, con un tipo congénito adicional. La efi cacia del tratamiento con penicilina y otros antibióticos ha eliminado la sífi lis terciaria desde hace mucho tiempo, pero la enfermedad en sus tipos primario, secundario y latente, permanece en todo el mundo como una importante enfermedad de transmisión sexual. 1. Sífi lis primaria. Se forma un nódulo infl amatorio crónico (llamado chancro duro) en la piel o mucosa en el sitio de entrada del organismo durante la actividad sexual (de manera típica el pene, vulva o cuello uterino, y menos por lo común, la mucosa bucal o anal). Hay un in fi ltrado denso de células infl amatorias crónicas, en particular linfocitos y células plasmáticas, en la dermis y submucosa, en el sitio de entrada, que se hace aparente como un nódulo elevado, de una a doce semanas después de la exposición. El chancro se ulcera, a menudo se infecta secundariamente por otras bacterias (fi gura 8-3), y puede haber un crecimiento indoloro de ganglios linfáticos regionales. En el chancro, que es altamente infeccioso, hay muchas espiroquetas presentes. Mucho antes de que el chancro se haya desarrollado, las espiroquetas han migrado a ganglios linfáticos regionales, y por todo el cuerpo a través de la sangre. 2. Sífi lis secundaria. Esta etapa ocurre típicamente de uno a tres meses después del comienzo de la infección, y es el resultado de la propagación del organismo a muchos sitios del cuerpo. Las manifestaciones más obvias son: cualquiera de varios exantemas cutáneos (de manera habitual un exantema pardo cobrizo, macular, difuso); implicación mucosa, con la formación de ulceración en la mucosa de las mejillas (rastros de caracol); úlceras superfi ciales en la mucosa genital y a menudo, crecimientos verrucosos alrededor de los órganos genitales (Condiloma lata). La etapa secundaria no sólo es la más infecciosa, con abundantes organismos en las lesiones ulcerosas y verrucosas, sino es cuando es más probable que el organismo sea transmitido a otra persona. También puede producirse el crecimiento generalizado de los ganglios linfáticos, y los organismos abundan en ellos. Esta etapa dura típicamente de cuatro a doce semanas. � La sífi lis causa infl amación crónica con hipersensibilidad tipo IV Figura 8.3 Chancro sifi lítico primario. La piel del cuerpo del pene muestra una úlcera poco profunda, que ha comenzado como un nódulo cutáneo duro que se ha ulcerado con rapidez, formando la lesión grande que se ve en este lugar. El crecimiento obedece a infección secundaria. 8 PATOLOGÍAPatología clínica 110 3. Sífi lis latente. Esta es la etapa en la cual le persona infectada es asintomática aunque, sin embargo, aún abriga la infección. En este período puede haber una recurrencia de la sífi lis secundaria 4. Sífi lis terciaria. Ésta ocurre después de un periodo de latencia de 3 a 30 años. Afecta a cerca de la tercera parte de los pacientes que no han sido tratados de sífi lis. Hay dos tipos histológicos importantes de la enfermedad: • Los vasos pequeños desarrollan proliferación de su recubrimiento íntimo, con infi ltración circundante de células plasmáticas (endarteritis obliterante), lo cual conduce a daño celular por riego sanguíneo defi ciente. La consecuencia principal es el desarrollo de aneurisma de la aorta torácica. • Una respuesta inmunitaria tipo IV mediada por células causa el desarrollo de áreas de necrosis en varios tejidos. Estas áreas, conocidas como ‘gomas’ (fi gura 8-5) están rodeadas por macrófagos activados, fi broblastos, y células linfoides, incluyendo células plasmáticas. Los efectos principales de la sífi lis terciaria se resumen en la fi gura 8-4 5. La sífi lis congénita sigue a la transmisión de las espiroquetas a través de la placenta de una madre infectada. La multiplicación del organismo en el feto causa de manera habitual muerte intrauterina, y los niños que sobreviven exhiben el tipo infantil de enfermedad congénita, en especial rinorrea persistente (‘moqueos’), una dermatitis exfoliativa (en particular en manos y pies), fi brosis intersticial en los pulmones (‘neumonía alba’) e hígado (‘hepatitis sifi lítica congénita’), (fi gura 8-6), y osteocondritis y periostitis. Los lactantes que sobreviven hasta la niñez, pueden mostrar los efectos tardíos de la osteocondritis y periostitis, bajo la forma de un puente de la nariz colapsado (‘nariz en silla de montar’), y arqueamiento de la tibia (‘tibia en sable’), debidos a periostitis crónica. Puede haber cicatrización de las comisuras labiales (‘fi suras’), muescas en los incisivos (‘dientes de Hutchinson’), ceguera por queratitis intersticial, y sordera del octavo par craneal. ENFERMEDADES CEREBRALES Enfermedades meningovasculares: lesiones isquémicas, lesiones de nervio craneal, accidentes cerebrovasculares, alteraciónes sensitivas Enfermedades parenquimatosas: la infección por espiroquetas causa demencia Tabes dorsal: pérdida de cordones medulares posteriores APARATO CARDIOVASCULAR formación de aneurisma de la aorta (figura 8.3), ensanchamiento del anillo aórtico que produce insuficiencia HÍGADO gomas (áreas pálidas de necrosis del hígado) que se resuelven en escaras (aspecto de hepar lobatum) TESTÍCULOS los gomas producen una inflamación firme que simula un tumor HUESO los gomas producen áreas de necrosis de hueso –puede perforarse el paladar duro Figura 8.4 Implicación sistémica en la sífi lis terciaria. La sífi lis tiene sus principales efectos en los vasos sanguíneos y el sistema nervioso. H H H � Figura 8.6 Hepatitis sifi lítica congénita difusa. El hígado del lactante muestra fi brosis fi na difusa y un infi ltrado de células infl amatorias crónicas que comprimen y destruyen los hepatocitos H. Figura 8.5 a y b Gomas en la sífi lis terciaria. (a) muestra un hígado con varias áreas confl uentes de necrosis gomosa blanca, y (b) muestrala histología de un goma activo, con un área central de necrosis N rodeada por una reacción infl amatoria crónica, parcialmente granulomatosa. N ba 8Introducción a las enfermedades infecciosas 111 REPASO BREVE DE BACTERIAS COMUNES Y SUS ENFERMEDADES En esta sección se proporciona un breve resumen de las bac- terias encontradas más de manera habitual, y de las enfer- medades importantes de las que son causantes. Para disponer de detalles más completos sobre taxonomía, características de los cultivos y estudios de laboratorio, los estudiantes deben consultar un libro de texto de microbiología médica. Los estafi lococos son bacterias piógenas (formadoras de material purulento) que también pueden causar enfermedades por las toxinas que secretan Estos microorganismos son cocos grampositivos que colo- nizan de manera normal la piel humana. Hay tres especies comunes, S. aureus, S. epidermidis, y S. saprophyticus, de los cuales S. aureus es el más comúnmente responsable de la infección piogénica, y los síndromes asociados con su enterotoxina. S. aureus es una causa importante de infecciones bacte- rianas comunes de la piel, como la foliculitis superfi cial, forúnculos, y en particular heridas infectadas. También puede causar neumonía y abscesos pulmonares (en especial en niños), abscesos mamarios de la lactancia, y osteomielitis (niños), que son todos caracterizados por la producción de necrosis tisular y formación de material purulento. Las exotoxinas secretadas por S. aureus pueden producir una serie de trastornos, entre los que se incluye una gastroen- teritis aguda (fi gura 8-7). Un grupo importante de especies de S. aureus son el de las que han desarrollado resistencia al potente antibiótico meticilina (Staphylococcus aureus resistente a la metici- lina-MRSA), que es una causa importante de infecciones adquiridas en el hospital. S. epidermidis es menos patógeno que S. aureus, pero es un organismo infectante en particular importante de las prótesis, como las válvulas cardiacas protésicas, derivaciones ventriculoperitoneales, incluyendo a los catéteres urinarios a permanencia. S. saprophyticus causa infección poscoital de las vías urinarias rara vez en las mujeres. Los estreptococos de importancia médica son en especial los hemolíticos de tipos ββ y αα Los estreptococos β-hemolíticos pueden subdividirse en varios grupos por el subagrupamiento Lancefi eld. El grupo más importante en las infecciones humanas es el Streptococcus pyogenes grupo A, que puede causar enfermedades, ya sea por infección directa, por lo común con formación de mate- rial purulento en la piel y tejidos blandos, o por efectos sistémicos tóxicos o inmunitarios indirectos. Las principales enfermedades causadas por Streptococcus pyogenes se resumen en la fi gura 8-9, y un ejemplo se muestra en la fi gura 8-8. El único organismo signifi cativo del grupo B es Streptococ- cus agalactiae, que puede causar infección posparto, tanto en la madre como en el lactante. Produce una enfermedad febril en la madre y es posible que ocasione bacteriemia, neumonía o meningitis en el lactante. El organismo es un comensal en la vagina y la infección puede ocurrir durante el parto. Los estreptococos α-hemolíticos, son también conoci- dos como estreptococos viridans, y causan enfermedades importantes, como la neumonía lobar, infecciones de los oídos y endocarditis bacteriana subaguda. Figura 8.7 Enfermedades importantes causadas por estafi lococos Toxina Enfermedad Características clínicas Enterotoxinas A y D Gastroenteritis aguda Envenenamiento por alimentos, por lo común vómitos, 3-4 h después de la ingestión Carnes procesadas, productos lácteos Toxina del síndrome de choque tóxico Síndrome de choque tóxico Septicemia y toxemia, exantema exfoliativo en las palmas de las manos y plantas de los pies Los tampones colonizados con S. aureus son una causa en la mujer Toxina Epidermolítica (‘exfoliatina’) Síndrome estafi locócico de piel escaldada Por lo común lactantes. La toxina destruye conexiones intercelulares entre queratinocitos → formación de ampollas → descamación/exfoliación Figura 8.8 Erisipela de la cara. Infl amación aguda extendida de la dermis y tejido subcutáneo a causa de infección por Streptococcus pyogenes. 8 PATOLOGÍAPatología clínica 112 El estreptococo αα-hemolítico más importante es el Streptococcus pneumoniae Este organismo (llamado también neumococo), coloniza las vías respiratorias en hasta 5% de la población normal, aumentando en particular en invierno y principios de la primavera en 40 a 50%. La propagación es con infección cruzada por gotitas. Las infecciones más comunes son: • Otitis media aguda, en particular en lactantes y niños (págs. 239, 241-2). • Neumonía, en especial de tipo lobar (pág. 194) • Meningitis aguda purulenta, en particular después de otitis media, infección de senos paranasales y neumonía (pág. 465). En las etapas iniciales de la infección neumocócica aguda, con frecuencia se presenta una bacteriemia transitoria y el hemocultivo puede ser un estudio útil. Otros estreptococos αα-hemolíticos son causa importante de endocarditis bacteriana Los estreptococos del grupo α -hemolítico incluyen a miem- bros del tipo de S. mutans, S. mitior, y S. sanguis, que son bacterias infectantes importantes de válvulas cardiacas daña- das con anterioridad. Aunque son de baja patogenicidad, estos organismos pueden colonizar trombos en las válvulas aórtica y mitral, que han sido deformadas y cicatrizadas por cardiopatías reumáticas previas (pág. 182). La presencia de bacterias estimula la formación continua de trombos, y algunos fragmentos de los trombos se separan, ingresando a la circulación, lo que es base para la enfermedad llamada endocarditis bacteriana subaguda (pág. 183). Los orga- nismos logran acceso al material trombótico en las válvulas durante una bacteriemia transitoria, originándose con fre- cuencia, cuando un número reducido de bacterias ingresa a la sangre, por un traumatismo de un sitio en el cual el estreptococo es comensal, por lo común durante una extracción dental. El género Neisseria son cocos gramnegativos que pueden causar gonorrea o meningitis y una forma en particular virulenta de septicemia Neisseria gonorrhoeae (‘gonococo’) es la bacteria causante de la enfermedad transmitida por contacto sexual llamada gonorrea, que infecta la uretra, próstata, epidídimo y testículos en el hombre, y la vagina, cuello uterino, útero y trompas de Falopio en la mujer (págs. 417 y 418). También puede producir una bacteriemia gonocócica con lesiones pustulosas en la piel y artritis. En la mujer la infección puede ocasionar una salpingitis que, si es intensa, puede progresar a una enfermedad infl amatoria pélvica e infertilidad. Neisseria meningitidis (‘neumococo’) está presente en la faringe en 5% de las personas, y es una causa importante de meningitis bacteriana aguda (pág. 465), en particular en niños pequeños. Tiende a ocurrir en epidemias menores, en especial en instituciones cerradas, o semicerradas, como escuelas. La septicemia meningocócica aguda (que puede ocurrir sin evidencia de meningitis) es uno de los síndromes de choque séptico. Se caracteriza desde el punto de vista clínico por su rápida iniciación, colapso circulatorio, insu- fi ciencia de múltiples órganos, coagulación intravascular Figura 8.10 Exantema cutáneo en septicemia meningocócica. Un exantema petequial diseminado (que no palidece bajo presión) se debe a microtrombosis en vasos sanguíneos de la piel. Se producen cambios similares en otros órganos, incluyendo las suprarrenales y el encéfalo, que conducen a la muerte en muchos casos. Figura 8.9 Enfermedades importantes causadas por Streptococcus pyogenes Infección directa Piel Piel Tejidos blandos Vías respiratorias superiores Útero Impétigo Erisipela Celulitis fascitis necrosante Faringitis Sepsis puerperal Infección pustular de la pielDiseminación de la infección de la dermis (pág. 111, fi gura 8-8) Propagación grave de la infección al tejido subcutáneo y tejidos más profundos (pág. 513) Faringitis bacteriana De la piel, nariz y garganta en asistentes médicas – ahora rara Toxina/infección inmunológica Piel Riñón Corazón y otros órganos Escarlatina Glomerulonefritis aguda Fiebre reumática Exantema rojo por toxinas eritrógenas Reacción inmunitaria de faringitis estreptocócica (pág. 233) Reacción inmunitaria al componente de la pared celular de Streptococcus pyogenes (pág. 187) 8Introducción a las enfermedades infecciosas 113 ampliamente diseminada, con una tasa alta de mortalidad. La presencia de un exantema petequial distribuido de manera extensa en la piel (fi gura 8-10) y necrosis hemorrágica bila- teral de las suprarrenales (pág. 345), es característica. Los géneros corinebacteria son en su mayoría organismos comensales, aunque una especie causa difteria Los géneros cornebacteria están ampliamente distribuidos en la naturaleza, y son mayormente inocuos. No obstante, la difteria es causada por ciertas cepas toxígenas de Coryne- bacterium diphteriae, de manera normal localizadas en la faringe, nasofaringe o amígdalas. En ocasiones el primer foco está en la piel, y es de ordinario una abrasión, cortadura, úlcera o quemadura infectados. La producción local de exotoxinas produce necrosis e infl amación aguda en células y tejidos adyacentes en la faringe y amígdalas, con formación de la llamada ‘membrana diftérica’, compuesta por células necró- ticas de la mucosa y submucosa, y el exudado infl amatorio agudo asociado. La distribución sistémica de la toxina puede producir necrosis de fi bras musculares, nervios craneales y periféricos, y deterioro de la función del riñón, a causa de nefritis inters- ticial. También hay toxemia generalizada y postración. La difteria ha sido erradicada desde hace mucho tiempo en muchas áreas del mundo, como un resultado de la vacunación en la infancia. Las infecciones causadas por clostridios se deben en especial a los efectos de toxinas potentes El género clostridia está formado por bacilos anaerobios que producen esporas de larga vida, que pueden encon- trarse en la tierra y en el intestino de personas y animales. Hay cuatro tipos principales que producen una enfermedad diferente mediada por toxinas (fi gura 8-11). Los géneros Bacillus son organismos de la tierra: un tipo produce envenenamiento por alimentos, y el otro es causante de carbunco El Bacillus cereus es una causa importante de envenenamiento por alimentos de dos tipos diferentes, cada uno producido por diferentes toxinas bacterianas. Una toxina produce vómito después de 1 a 4 horas en seguida de la ingestión, y la otra causa diarrea, cerca de 12 h después de ingerirse. Las toxinas son transportadas por los alimentos y son comunes en el arroz y otros cereales. Esta forma de envenenamiento por alimentos es más común después de ingerir arroz previamente cocinado, que ha sido recalentado. El Bacillus anthracis produce potentes toxinas y causa carbunco, una enfermedad en potencialmente mortal, que es rara en la actualidad. El carbunco es en especial una enfermedad de granjas de herbívoros y animales domésti- cos, y la enfermedad humana se adquiere por contacto con heces, orina o saliva, de los animales afectados. Por lo común, las esporas del carbunco penetran a través de la piel y producen una infl amación y ulceración localizada, con la úlcera cubierta por una costra necrótica negra característica (carbunco cutáneo). En la mayoría de los casos la lesión y la infección permanecen localizadas en el sitio de la pene- tración primaria, pero en un porcentaje reducido de casos se desarrolla una grave septicemia que suele ser mortal. La inhalación de las esporas de carbunco determina que el sitio de la penetración primaria es en el pulmón (car- bunco por inhalación o pulmonar), que causa edema y hemorragia pulmonar, choque y de manera habitual muerte en el transcurso de pocos días. La infección directa por animales infectados es muy poco común en la actualidad, excepto en el mundo en desarrollo, y los casos ocasionales aún son atribuidos al contacto con productos animales, como cueros, pieles y lana, entre otros. Se sabe que las esporas de carbunco viven por un tiempo prolongado. Figura 8.11 Enfermedades causadas por toxinas de clostridios Bacteria Enfermedad Datos clínicos Clostridium diffi cile Colitis seudomembranosa Véase página 257. Ahora una importante infección adquirida en hospital Clostridium perfringes Gangrena gaseosa Infección de heridas sucias ( p. ej., con tierra). Las toxinas causan destrucción tisular diseminada Clostridium tetani Tétanos La neurotoxina (tetanospasmina) causa espasmos musculares y convulsiones Frecuentemente fatal Contaminación con tierra de heridas penetrantes Clostridium botulinum Botulismo Ingestión de toxina preformada en alimentos esterilizados y procesados inadecuadamente Parálisis muscular y muerte 8 PATOLOGÍAPatología clínica 114 Listeria monocytogenes causa meningitis en los recién nacidos y en los ancianos, y abortos o partos con feto muerto en las mujeres embarazadas El organismo Listeria monocytogenes es excretado en grandes cantidades en la leche de vaca y, por tanto, puede estar presente en productos lácteos no pasteurizados. Sin embargo, en ocasiones es también un componente de la fl ora intestinal normal. La infección de los neonatos suele ser resultado de infección transplacentaria por una madre infectada, y los adultos la adquieren por ingestión de alimentos contami- nados. En muchos casos una infección clínica signifi cativa se asocia con un elemento de defi ciencia inmunitaria. Escherichia coli es responsable de una gama amplia de enfermedades, de acuerdo con el tipo de factor de virulencia poseído por la cepa patógena particular Escherichia coli es un organismo comensal en el intestino humano, y todas las cepas producen una endotoxina. Varian- tes patogénicas poseen factores de virulencia asociados que producen tipos diferentes de enfermedad. Uno de los fac- tores de virulencia más importantes es un grupo de ente- rotoxinas que produce enfermedad diarreica, algunas de cuyas variedades también inducen el síndrome hemolítico-uré- mico, que conduce a insufi ciencia renal aguda y muerte. Los elementos patogénicos importantes de la infección por E. coli son: • Infección de vías urinarias –propagación local desde el ano. • Meningitis neonatal -el factor de virulencia es la presencia de una cápsula (tipo capsular K1) alrededor de la bacteria. • Enfermedades diarreicas -de manera habitual intensas, acuosas y hemorrágicas, que están asociadas con cepas que producen enterotoxinas potentes, éstas son una causa común de la ‘diarrea del viajero’, adquirida por ingestión de alimentos o agua contaminados. La cepa conocida como E. coli 0157:H7 (enterohemorrá- gica) tiene una tasa alta de mortalidad porque es compli- cada con el síndrome hemolítico-urémico (págs. 328 y 364). La mayoría de los casos se asocia con la ingestión de carne de res contaminada, insufi cientemente cocinada. Las especies de Proteus son comensales del intestino que también pueden causar infección de las vías urinarias Como sucede con E. coli, este bacilo gramnegativo coloniza de forma normal el colon, pero además puede propagarse de manera local desde el ano, produciendo uretritis, cistitis y pielonefritis. También puede producir infección de heri- das, en particular adquiridas en el hospital. Enterobacter, Serratia y Klebsiella, también son bacilos gramnegativos comensales en el intestino, y pueden causar infecciones de las vías urinarias inferiores. Estas infecciones suelen ocurrir en los ancianos que están hospitalizados o después de cateterización. Klebsiella puede ocasionar una neumonía hemorrágica atípica grave, a menudo con abs- ceso pulmonar, en individuos vulnerables, comolos inmu- nosuprimidos, desnutridos y diabéticos. Las especies de Salmonella y Shigella no están presentes de manera normal como comensales del intestino y causan enfermedad diarreica El grupo Salmonella contiene muchos miembros, la mayo- ría de los cuales causa enfermedades diarreicas que perma- necen confi nadas al intestino, sin propagar las bacterias más allá de ese lugar. Salmonella typhi y Salmonella paratyphi producen enfermedades sistémicas (‘fi ebre tifoidea’ y ‘fi e- bre paratifoidea’), en las cuales la implicación intestinal es sólo parte de la bacteriemia sintomática generalizada. Los organismos son ingeridos en agua contaminada (en países subdesarrollados), o en alimentos que han sido contamina- dos durante su manipulación por algún individuo que es portador del organismo. Los portadores asintomáticos excretan Salmonella typhi en las heces y orina. La iniciación es gradual con malestar general inespecífi co, fi ebre y cefa- lea, a veces con mialgia y artralgia. Este cuadro representa la etapa en la cual el organismo ha entrado a través del intestino, y está siendo diseminado por los linfáticos y, de ahí, a la corriente circulatoria. El tejido linfoide asociado a la mucosa en el intestino, en particular las placas de Peyer en el intestino delgado, aumenta de tamaño y se ulcera (fi gura 8-12), y con frecuencia se manifi esta bajo la forma de una diarrea sanguinolenta. Puede producirse una perfo- ración a través de las placas de Peyer necróticas en el íleon terminal. La recuperación y la recidiva son frecuentes, y después de la recuperación el paciente puede convertirse en un portador crónico y fuente potencial de infección de otras personas. El grupo Shigella comprende cuatro importantes orga- nismos responsables de disentería bacilar. Shigella dysente- riae causa los síntomas más intensos. Hay una iniciación súbita de diarrea acuosa y sanguinolenta, a menudo con abundante moco, con intensa deshidratación (que puede ser mortal en niños sin cuidados médicos apropiados). Los síntomas y el pronóstico son generalmente más graves en niños; los adultos pueden tener una iniciación más gradual y síntomas más leves. La infección se realiza por la vía oro- fecal, a partir de las heces de portadores o convalecientes, así como las moscas y los alimentos también pueden ser escalones intermediarios. Desde el punto de vista patoló- Figura 8.12 Tumores tifoideos del íleon. Esta muestra de un antiguo museo de un hombre que murió de fi ebre tifoidea en 1907, exhibe el crecimiento de placas de Peyer, con ulceración y superfi cie necrótica esfacelada, característico de la fi ebre tifoidea en etapa tardía. 8Introducción a las enfermedades infecciosas 115 gico, la mucosa del colon está hiperémica, activamente infl a- mada y focalmente ulcerada. El género Pseudomonas es una causa importante de infección adquirida en el hospital Pseudomonas aeruginosa, un bacilo aerobio gramnegativo, es un patógeno oportunista importante en pacientes hos- pitalizados, en particular en los que son vulnerables a causa de cierto grado de inmunodepresión (SIDA y pacientes con cáncer), y aquéllos en los que están deterioradas las barreras normales a la invasión bacteriana (págs. 140 y 222). Los ejemplos comunes incluyen a personas con quemaduras inten- sas y pacientes con fi brosis quística. Causa una amplia variedad de infecciones, incluyendo: • Infecciones respiratorias (en fi brosis quística y otras enfermedades pulmonares crónicas). • Infecciones de las vías urinarias (por lo común adquiridas en el hospital después de instrumentación de la vejiga urinaria). • Infecciones oculares (produciendo queratitis destructiva). • Infecciones de heridas/piel (en particular en pacientes quemados). En pacientes inmunodeprimidos pueden presentarse bac- teriemia y septicemia después de una infección localizada por Pseudomonas, en especial por infecciones urinarias. Las lesiones pulmonares en la bacteriemia se presentan de manera habitual con una vasculitis bacteriana, con bacilos de Pseudomonas en los vasos sanguíneos y a su alrededor, en cantidades abundantes, a menudo con trombosis aso- ciada del vaso afectado. Estas alteraciones vasculares con- ducen a múltiples lesiones necróticas blancas pequeñas, con un borde hiperémico o hemorrágico (fi gura 8-13). Vibrio cholerae produce una diarrea acuosa intensa, y conduce a deshidratación y desequilibrio electrolítico El organismo Vibrio cholerae suele propagarse por la inges- tión de agua contaminada con las heces de una persona infectada, y es endémico en los meses de verano, en áreas del mundo en las cuales la sanidad pública y personal es pobre. Además, pueden ocurrir epidemias pequeñas o grandes en cualquier momento, cuando hay un derrumbamiento mayor en salubridad pública, como por ejemplo después de una inundación grande, que destruye los sistemas de drenaje y abastecimiento de agua potable. Los síntomas son producidos por unas enterotoxinas, y el organismo debe ser ingerido en grandes cantidades para producir enfermedad, pues en su mayor parte son destrui- dos por el ácido gástrico. Cualquier bacteria sobreviviente pasa al intestino delgado el cual, cuando las condiciones son adecuadas para el organismo, coloniza con rapidez por adherencia de las bacterias a la superfi cie mucosa. La ente- rotoxina se produce en grandes cantidades y causa el derrame de abundante líquido (de hasta un litro cada hora), pasados como una evacuación de agua clara (‘evacuación de agua de arroz’). La pérdida de agua y electrólitos conduce a una deshidratación y perturbación metabólica intensa (en espe- cial hipopotasemia y acidosis metabólica a causa de pérdida de bicarbonato). A menos de que el equilibrio de líquidos y electrólitos se restaure con líquido intravenoso y terapia electrolítica, se producirán un choque hipovolémico, irre- gularidades cardiacas, y muerte. Yersinia enterocolitica produce una enterocolitis que puede ser similar desde el punto de vista clínico a la apendicitis aguda La infección es el resultado de ingerir alimentos contaminados de muchos tipos. Se cree que durante el periodo de incuba- ción subclínico, el organismo invade el epitelio del intestino delgado, y penetra al interior del tejido linfoide asociado con la mucosa, en particular las placas de Peyer, done causa necrosis. En el aspecto histológico, los focos de necrosis están rodeados por macrófagos y células gigantes formando granulomas, y a veces puede ser difícil hacer la distinción con infección tuberculosa y enfermedad de Crohn. Los ganglios linfáticos mesentéricos están aumentados de tamaño, y pue- den contener granulomas. Desde el punto de vista clínico, estos desarrollos son correspondientes con el dolor abdomi- nal, la diarrea y la fi ebre. Con frecuencia el dolor es en la fosa iliaca derecha, en forma similar a la apendicitis aguda. Los síntomas pueden durar varias semanas. Otra yersinia, la Y. parahaemolytica, causa una enferme- dad diarreica más aguda, a veces con vómito y fi ebre, des- pués de la ingestión de pescado y mariscos contaminados. Los síntomas se inician en cualquier momento, de 12 a 48 h después de la ingestión y duran por 24 a 48 h. Otra Yersinia (Y. pestis) causa la enfermedad famosa desde el punto de vista histórico llamada ‘la plaga’ Rara en la actualidad, durante cientos de años la peste fue una enfermedad epidémica común en Europa, el Medio Oriente y el Lejano Oriente. Enormes epidemias en Europa en el siglo XIV (la ´muerte negra’) y en Inglaterra en 1665, causaron una reducción signifi cativa en la población, esti- mada tan alta como de 25% en algunas áreas. Algunos pue- blos y aldeas pequeños, como Eyam en Derbyshire, Figura 8.13 Pulmón en septicemia por Pseudomonas. Este pulmón, de un niño, que murió después de quemaduras intensas, muestra los focos pequeños blancos característicos de la infección necrótica con hiperemia circundante. 8 PATOLOGÍAPatología clínica 116Inglaterra, fueron casi borrados del mapa en cuestión de meses. El microorganismo causa una infección leve en una variedad de roedores que forma su reservorio natural. Las mayores epidemias humanas son causadas por la transmisión de las ratas a los seres humanos por medio de picaduras de pulgas de rata, que se infectan de manera densa alimentán- dose con sangre de estos roedores. La bacteria prolifera y pasa de los linfáticos a los ganglios linfáticos, los que en unos cuantos días aumentan de tamaño y se vuelven necróticos y hemorrágicos (‘bubones’). A par- tir de estas lesiones, la bacteria puede pasar por la corriente sanguínea a los pulmones, causando la peste neumónica que es casi invariablemente mortal. Una septicemia aguda se asocia con coagulación intravascular diseminada, la cual produce una extensa hemorragia interna y un exantema equimótico petequial y azul-negro confl uente en la piel, razón del nombre ancestral de ‘muerte negra’ Las especies de Campylobacter son una causa común e importante de diarrea El Campylobacter más común es el C. jejuni, que es res- ponsable de la mayoría de los casos de diarrea. Desde el punto de vista clínico, la enfermedad asemeja a la enteritis por Salmonella (pág. 257), pero puede persistir por más tiempo, hasta por 3 a 4 sem. En la enfermedad persistente es posible que los signos y síntomas sean difíciles de distin- guir de un ataque de colitis ulcerosa. El estudio endoscópico del colon puede mostrar una mucosa infl amada y enrojecida, con hemorragia superfi cial focal y ulceración; sin embargo, se ven cambios similares también en el íleon y yeyuno, que no son una característica de la colitis ulcerosa. Los organismos están distribuidos ampliamente en muchos animales domésticos, incluidos el ganado bovino, ovejas y aves de corral, y se piensa que la enfermedad humana puede adquirirse por ingestión de alimentos contaminados, en especial leche y aves. El organismo conocido antes como Campylobacter pilori, asociado con gastritis y úlcera duodenal, ha sido reclasifi cado y cambiado de nombre a Helicobacter pylori (pág. 252). El Haemophilus infl uenzae causa una variedad de infecciones que incluyen la meningitis en niños Las especies de Haemophilus son comensales comunes en las vías respiratorias superiores, aunque sólo Haemophilus infl uen- zae produce enfermedad. Es responsable de exacerbaciones agudas de bronquitis crónica en adultos, pero es en especial una enfermedad de niños pequeños, causante de traqueobron- quitis y neumonía, sinusitis, otitis media y epiglotitis. Con anterioridad era una causa importante de meningitis puru- lenta aguda en niños pequeños, aunque está volviéndose de menor importancia como resultado de la vacunación. Uno de los factores de virulencia del Haemophilus infl uen- zae es la posesión de una cápsula; las formas no capsuladas son rara vez patógenas, excepto como invasores secunda- rios de las vías respiratorias. Haemophilus ducreyi causa la enfermedad en especial tropical llamada chancro blando, en el cual se desarrollan úlceras dolorosas en los órganos genitales, a menudo aso- ciadas con crecimiento de ganglios linfáticos inguinales. Actinomyces israelii causa abscesos supurativos crónicos en el cuello, y menos común en la región apendicular Actinomyces son comensales comunes en la boca, en particular en las criptas de las amígdalas y alrededor de los cuellos de los dientes. En ocasiones el organismo se vuelve patógeno, con propagación al interior de los tejidos blandos del cue- llo, produciendo una infl amación irregular protuberante (fi guras 8-14 y 8-15), que pueden segregar material exu- dativo a la superfi cie a través de múltiples fístulas. La exu- dación es de un líquido acuoso, delgado, en el cual pueden observarse pequeños fragmentos amarillos (‘granos de azufre’) -que son colonias agregadas grandes del organismo. La fuente original de la infección puede ser un diente infectado. La actinomicosis también se puede presentar en el abdomen, en particular en la fosa iliaca derecha después de cirugía del apéndice. Figura 8.14 Actinomicosis del cuello. Abscesos actinomicóticos que rezuman líquido claro en su centro, que muy pronto exudarán con producción de gránulos amarillo, como ‘azufre’. Figura 8.15 Actinomicosis. Colonia de Actinomyces israelii en un absceso de la mandíbula. La colonia está rodeada por neutrófi los. Estas colonias forman los llamados ‘gránulos de azufre’ que son expelidos cuando el absceso supura. 8Introducción a las enfermedades infecciosas 117 Las micobacterias inducen una reacción infl amatoria granulomatosa crónica Las micobacterias son bacterias delgadas, en forma de bas- tones, que se caracterizan por tener una pared cérea, lo que hace al organismo en particular resistente a condiciones ambientales adversas, como la deshidratación, ácidos débi- les y alcohol. Cuando logra acceso al cuerpo, la misma cobertura cérea hace que el organismo sea resistente a la destrucción por neutrófi los. Aunque estos organismos pue- den ser fagocitados por neutrófi los en la forma ordinaria (págs. 40 y 53), las enzimas del neutrófi lo son de manera considerable impotentes contra la bacteria por su pared cérea protectora, y los neutrófi los mueren mucho antes de que los organismos hayan sido dañados, con emergencia de la bacterias completamente indemnes. Sólo los macró- fagos, que viven mucho más que los neutrófi los, pueden fagocitar y contener micobacterias der manera efi caz, aun- que el organismo es capaz de proliferar inicialmente dentro del macrófago y resistir la destrucción bloqueando la for- mación de fagolisosoma (pág. 53). En esta etapa temprana de la infección, las bacterias pueden escapar de los macró- fagos y producir una bacteriemia, con dispersión de los organismos a muchos sitios. Más adelante, una respuesta de célula T colaboradora produce macrófagos activados que pueden matar los organismos, reclutar monocitos de la sangre al sitio de la infección para volverse macrófagos activa- dos, y formar agrupaciones localizadas, que intentan conte- ner y localizar la infección. Esta agrupación localizada de macrófagos activados es el paso inicial en la formación de un granuloma tuberculoso. Así, en resumen, al haber logrado acceso a los tejidos, las micobacterias incitan una respuesta de neutrófi los transito- ria, aunque inefi caz, seguida por una respuesta mediada inmunitariamente de grado muy notable, manifestada por sensibilización de células T con producción de citocinas que reclutan y activan macrófagos, los que son el mayor componente celular de una reacción infl amatoria granulo- matosa crónica. El tipo de respuesta inmunitaria causada por las micobacterias se denomina hipersensibilidad tipo IV (págs. 103-4). Estos cambios se ven en su infección más clásica con Mycobacterium tuberculosis, el organismo causal de la tuber- culosis (TB) en los pulmones, y en otras partes. Un granuloma en TB se denomina ´tubérculo’ En el contexto de TB, los agregados de macrófagos, o sea, los granulomas, de manera habitual se llaman tubérculos. Cada tubérculo tiene un área de necrosis tisular caseosa en su centro, la que se caracteriza por su homogeneidad, y no permanece una sombra leve de la estructura tisular original. Hay micobacterias viables dentro de los desechos necróticos. A simple vista, este tejido necrótico semeja queso crema, de donde surgió en nombre de necrosis caseosa. La razón de la necrosis en el centro del tubérculo es desconocida, pues no se ve en el centro de granulomas causados por otros agentes. Un tubérculo está compuesto por macrófagos activados con células linfoides y fi broblastos a su alrededor En las fi guras 8-16 y 8-17 se ve la estructura de un granu- loma tuberculoso típico. Alrededor del área central de la necrosis caseosa, está situada una acumulación de grandes macrófagos activados. En el aspecto histológico, esta activa- ción funcional se manifi esta por la presenciade citoplasma granuloso voluminoso teñido pálidamente, que es rico en retículo endoplasmático, con un cuerpo de Golgi promi- nente. Debido a una semejanza mínima con algunas células epiteliales, originalmente se acuñó el término de células epi- telioides para estos macrófagos. Algunas de las células macrofágicas activadas se fusionan formando células multinucleadas grandes (macrófagos poli- nucleados), con muchos núcleos dispuestos alrededor de la periferia y una masa citoplásmica central grande. En la TB estos macrófagos gigantes se llaman células de Langhans Alrededor de la zona de macrófagos, que limita la necrosis caseosa central, está situado un collar de linfocitos, refl ejando la respuesta inmunitaria a la presencia de micobacterias. Al persistir el tubérculo, aparecen algunos fi broblastos dentro y fuera del collar de linfocitos, los que son reclutados por secreción de citocinas de los macrófagos activados. célula gigante macrófago activado linfocitofibroblasto necrosis caseosa Figura 8.16 Granuloma tuberculoso (tubérculo). Este simple diagrama muestra la estructura de un granuloma tuberculoso temprano. Hay un área central de desechos necróticos amorfos (necrosis caseosa), rodeada por una zona de macrófagos activados. Dentro de la zona se encuentran macrófagos multinucleados característicos, con el citoplasma en el centro y los núcleos dispuestos periféricamente (células de Langhans). Fuera de la capa de macrófagos hay un borde variable de linfocitos, y por fuera de ellos, una capa de fi broblastos activos, escasos en los granulomas tempranos, aunque más sustancial en lesiones más viejas. 8 PATOLOGÍAPatología clínica 118 El resultado de la formación del tubérculo depende de una adecuada respuesta inmunitaria del huésped Como M. tuberculosis es resistente a la destrucción, las infecciones tienden a volverse crónicas y persistentes, lo que hace difícil lograr su erradicación por los mecanismos natu- rales de defensa. El resultado de la formación del tubérculo depende del equilibrio entre dos conjuntos de factores confl ictivos: los que predisponen a la extensión de la infec- ción y los que predisponen a la contención, o reparación y erradicación de la infección. Los factores que predisponen a la extensión de la infec- ción incluyen: • Ingestión de grandes cantidades de organismos altamente virulentos. • Pobre respuesta inmunitaria, por ejemplo, a causa de desnutrición, prematurez, edad avanzada, enfermedad intercurrente o terapia inmunosupresora. Los factores que predisponen a la contención o erradi- cación de la infección incluyen: • Ingestión de pequeñas cantidades de organismos pobremente virulentos. • Buena respuesta inmunitaria; por ejemplo, salud robusta, estado inmunitario aumentado a causa de inmunización. • Administración de antibióticos apropiados Mycobacterium tuberculosis logra acceso al pulmón por inhalación y causa TB pulmonar El tipo más común de infección micobacteriana es la tubercu- losis pulmonar, en la cual los organismos son inhalados por la víctima en las gotitas expectoradas por alguna per- sona con TB pulmonar activa. Los detalles de esta enfer- medad, y sus diferentes formas y evolución, se proporcionan en el capítulo 11, pág. 195-197. La enfermedad todavía es importante en los sujetos desnutridos de las naciones sub- desarrolladas y pobres, y se ve de manera creciente en el Reino Unido y EUA en las poblaciones inmigrantes y en los individuos inmunodeprimidos (p. ej., SIDA y pacientes con trasplantes). Están emergiendo nuevas cepas de M. tuberculosis que parecen ser resistentes a la quimioterapia antituberculosa previamente exitosa. La infección con Mycobacterium tuberculosis por ingestión es rara en la actualidad, aunque no está por completo erradicada En el pasado, beber leche no pasteurizada de vacas que padecían de tuberculosis bovina, era un modelo importante de enfermedad micobacteriana. La infección empezaba en la región amigdalina con un pequeño foco de infección pri- maria, con frecuencia no reconocido. Los bacilos tubercu- losos se propagaban entonces en linfáticos a los ganglios linfáticos regionales al lado del cuello, causando una linfa- denopatía dolorida. Los ganglios linfáticos, que a menudo alcanzaban un tamaño grande, se ulceraban a través de la piel produciendo fístulas supurantes, en un trastorno lla- mado escrófula. A veces el sitio primario estaba en el intes- tino, causando un crecimiento tuberculoso de ganglios linfáticos mesentéricos, con el riesgo de ruptura al perito- neo, causando peritonitis tuberculosa. Los modelos bovinos de tuberculosis han sido ahora casi en su totalidad erradicados, en la mayor parte de los países, como un resultado de las pruebas de tuberculosis en las vacas y el sacrifi cio de los rebaños afectados, combinados con la pasteurización de la leche. La infección con Mycobacterium leprae causa lepra La lepra es una enfermedad común e importante en algunas áreas del mundo, como el subcontinente Indio y Sahara a b C C M L Figura 8.17 a y b Granuloma tuberculoso temprano H&E. (a) muestra una vista a aumento medio de un granuloma tuberculoso temprano completo. Hay un área central de necrosis caseosa amorfa teñida con rosa C, rodeada por una zona de macrófagos activados M. dentro de la capa de macrófagos puede verse una célula gigante de Langhans típica (fl echa). Fuera de la capa de macrófagos activados hay un anillo de linfocitos L. En este tubérculo muy temprano, los fi broblastos son escasos e insignifi cantes, (b) muestra una vista a mayor aumento de la parte del tubérculo que contiene a la célula gigante de Langhans (fl echa); nótense sus núcleos dispuestos periféricamente y la naturaleza amorfa de la necrosis caseosa C. 8Introducción a las enfermedades infecciosas 119 africano, y se ve en especial en el Reino Unido y EUA en inmigrantes o visitantes procedentes de esas áreas. Se pre- senta en dos tipos principales dependiendo de la respuesta inmunitaria de la víctima: • La lepra lepromatosa afecta en especial la piel, en particular en la periferia (p. ej., pies, orejas), en forma de un engrosamiento nodular irregular, por lo común con disminución o pérdida de sensación en las áreas afectadas. El engrosamiento de la piel se debe a grandes acumulaciones de macrófagos débilmente teñidos (células de lepra), que contienen gran número de organismos y en las capas de la dermis (fi gura 23-17) los engrosamientos nodulares pueden unirse produciendo un desfi guramiento considerable. • La lepra tuberculoide, que produce lesiones planas hiperpigmentadas o hipopigmentadas de la piel, aunque afecta en particular los nervios, con granulomas formados pobremente alrededor de las ramifi caciones de nervios pequeños y medianos, que a veces se destruyen. Esta lesión de los nervios provoca la pérdida de sensación en parches, lo que predispone a la ocurrencia de traumatismos no reconocidos, úlceras de la piel crecientes de manera persistente y el riego de pérdida de dedos, en particular de las manos. La diferencia entre los dos tipos depende de la respuesta de la célula T colaboradora. En la lepra lepromatosa se presenta una respuesta inefi caz, por lo cual las bacterias son abundantes en las lesiones y los granulomas no se forman. En la lepra tuberculoide hay una buena respuesta de la célula T colaboradora, los organismos son muy escasos en las lesiones, y se forman granulomas; es el propio tipo de reacción de hipersensibilidad tipo IV lo que causa el daño tisular. Treponema pallidum es una bacteria en espiral que causa sífi lis El organismo Treponema pallidum es muy sensible y se des- truye con facilidad con calor y desecación, por lo cual el éxito en su transmisión está muy limitado al contacto sexual íntimo entre las superfi cies mucosas. La patología de la sífi lis se ilustra y expone en las páginas 109-110. Otros treponemas que causan enfermedades que no se transmiten por contactosexual se resumen en la fi gura 8-19. Las especies de Treponema no pueden proliferar con éxito en medios de cultivo artifi ciales, por lo cual el diag- nóstico se hace con base en las características clínicas, estu- dio microscópico de tejido infectado y serología. La leptospirosis se contrae por contacto con orina de rata en agua El género Leptospira son bacterias en espiral que causan infección del riñón en mamíferos pequeños, en particular ratas, que luego transmiten el organismo a ríos en su orina. La infección humana puede producirse por ingestión o penetración (p. ej., a través de ruptura de la piel) del orga- nismo que pasa a la corriente sanguínea, y la bacteriemia se asocia con una enfermedad febril leve, que suele resol- verse sin otros síntomas. En un porcentaje reducido de estos casos, la proliferación rápida del organismo en la sangre produce septicemia, con insufi ciencia renal, ictericia, hemorragia e insufi ciencia hepática a causa de hepatitis por leptospira (enfemedad de Weil). Figura 8.18 Enfermedades micobacterianas aparte de la tuberculosis y la lepra Mycobacterium ulcerans Nódulo crónico ulcerado de la piel (úlcera de Buruli) África y Australia Mycobacterium marinum Nódulos crónicos ulcerados de la piel De agua contaminada, p. ej., acuarios, piscinas Mycobacterium avium (intracellulare) Linfadenopatía cervical similar a TB, o lesiones pulmonares Colonización diseminada de macrófagos en todo el cuerpo (relacionada con SIDA) Infección oportunista en pacientes con SIDA Figura 8.19 Otras enfermedades treponémicas Sífi lis endémica (‘bejel’) África occidental Lesión nodular de la piel, lesiones gomosas tardías Treponema pallidum endemicum Frambuesia Mediterráneo oriental Nódulo en la piel en el sitio de la inoculación, granulomas de la piel diseminados, gomas, periostitis Treponema pallidum pertenue Mal del pinto Ecuatorial tropical América Central y del Sur Nódulo en la piel en el sitio de la inoculación que se convierte en placas endurecidas con despigmentación Treponema carateum 8 PATOLOGÍAPatología clínica 120 La enfermedad de Lyme es causada por una espiroqueta transmitida a los seres humanos por picaduras de garrapatas El organismo causal es Borrelia burgdorferi, una espiroqueta que se presenta en un grupo amplio de animales, pero la mayor parte de las enfermedades humanas proceden de ove- jas, venados o perros. La bacteria se transmite al hombre mediante picaduras de garrapatas, cuando las garrapatas sal- tan del mamífero huésped de forma directa a la piel humana o, más por lo común, de la hierba en el cual pastan los ani- males. Las garrapatas son pequeñas y difíciles de ver de manera normal hasta que se fi jan a la piel humana por un tiempo sufi ciente para distenderse con sangre (fi gura 8-20); la bacteria se transmite a las personas durante esta fase de hematofagia. El primer síntoma usual de la enfermedad es una mancha, o placa roja de eritema, en el sitio de la picadura, y la con- fi guración característica de su progresión es el tipo conocido como eritema migratorio, en el cual la mancha roja crece de forma periférica y muestra un aclaramiento central. Este cuadro se acompaña de síntomas sistémicos, como fi ebre, letargia y dolores musculares y articulares. Más adelante muchos pacientes desarrollan artritis fugaces y transitorias, que afectan en particular las rodillas y los síntomas artríticos pueden aparecer y desaparecer durante meses, y a veces años. Unos cuantos pacientes desarrollan síntomas del SNC, en especial meningoencefalitis y lesiones de nervios craneales. La brucelosis se contrae por contacto con animales infectados o sus productos El grupo Brucella está formado en especial por organismos patógenos de animales, y la infección humana se adquiere por contacto directo, ingestión (p. ej., en leche infectada), o inhalación. Los organismos logran acceso a la corriente sanguínea por los linfáticos, y producen una enfermedad caracterizada por malestar general y fi ebre, aunque sin otros signos de localización, aparte de una linfadenopatía ocasional. Desde el punto de vista histológico, los ganglios linfáticos, hígado, bazo y médula ósea, pueden contener focos de infl amación granulomatosa, con necrosis central en algunos granulomas. Los signos no muy bien defi nidos pueden per- sistir por semanas o meses, y unos cuantos casos evolucio- nan a brucelosis crónica, con una enfermedad recidivante que dura más de un año. Hay tres especies patógenas prin- cipales, cada una con un animal huésped diferente: • Brucella abortus (vaca): a nivel mundial, pero la mayoría de los hatos comerciales está ahora libre de Brucella. • Brucella melitensis (ovejas y cabras): países alrededor del Mar Mediterráneo, América del Sur y México. • Brucella suis (cerdo): sureste de Asia, América del Sur y EUA. Legionella causa una neumonía atípica grave conocida como enfermedad del legionario Legionella es un bacilo gramnegativo recién descubierto, que suele contraerse por inhalación de gotitas de agua proce- dentes de fuentes de abastecimiento de agua contaminada, como torres de enfriamiento y sistemas de regaderas insti- tucionales y dispositivos de aire acondicionado. Existen cerca de 20 a 30 especies; sin embargo, Legionella pneumo- phila es responsable de la mayor parte de los casos. La inhala- ción puede conducir a: • El desarrollo de anticuerpos antilegionella, pero sin la aparición de síntomas. • Una enfermedad leve transitoria similar al resfriado, llamada fi ebre Pontiac. • Una enfermedad del legionario por completo desarrollada. En la enfermedad del legionario, un periodo de incuba- ción de 2 a 10 días, durante el cual el paciente puede desarrollar fi ebre, malestar general, y síntomas semejantes al resfriado, es continuado por evidencia de infección pul- monar, la cual se manifi esta por tos con esputo mucoide, fi ebre alta y alteraciones radiográfi cas de consolidación pul- monar en focos. También puede haber diarrea y confusión mental. La consolidación pulmonar focal puede volverse confl uente y a menudo bilateral, con deterioro rápido de la función pulmonar. Aun con un diagnóstico temprano y terapéutica antibiótica apropiada, la tasa general de morta- lidad es tan alta como de 10 a 20%. En las enfermedades graves, los estudios correspondientes muestran deterioro de las funciones del hígado y riñón. La neumonía por Legionella es una importante infección pulmonar adquirida en la comunidad y en el hospital (pág. 194). Chlamydia está reconociéndose cada vez más como asociada con un amplio grupo de enfermedades El género Chlamydia está integrado por organismos intra- celulares que con anterioridad se consideraban como virus, pero ahora se clasifi can como un grupo reducido de peque- ñas bacterias gramnegativas. Existen tres grupos principa- les, el más común, Chlamydia trachomatosis, tiene muchos subtipos que originan un grupo amplio de enfermedades. Los subtipos D-K de C. trachomatosis, son los organis- mos responsables de un gran número de enfermedades por transmisión sexual, de las cuales las más frecuentes son I T Figura 8.20 Garrapata de venado fi ja a la piel. Esta microfotografía muestra una garrapata de venado “T” fi ja a la piel. La garrapata estaba distendida por sangre que se ha perdido en la preparación. Nótese la reacción infl amatoria I en la piel alrededor de la boca de la garrapata. 8Introducción a las enfermedades infecciosas 121 cervicitis, salpingitis y enfermedad, pélvica infl amatoria en las mujeres, y uretritis y epidídimo-orquitis en hombres. Es una causa del síndrome de Reiter (pág. 553). Los miem- bros de este grupo pueden infectar lactantes recién nacidos a su paso a través de un conducto natal materno infectado, produciendo en particular conjuntivitis. El subtipo L de C. trachomatosis produce la enfermedad transmitida por contacto sexual llamada linfogranuloma venéreo. Los otros dos grupos principales son C.psittaci, que causa la neumonitis humana conocida como psitacosis (pág. 198), transmitida por aves y C. pneumoniae, causante de neumonía atípica, en especial en personas jóvenes. La enfermedad más común causada por Bartonella es la fi ebre por arañazo de gato El género Bartonella está formado por bacilos pequeños gramnegativos, que se transmiten a los seres humanos por un insecto vector desde un reservorio animal. El organismo extendido más ampliamente es Bartonella henselae (con anterioridad Rochalimacea henselae), que existe como un comensal en los tejidos y sangre de hasta 50% de gatos domésticos. Se piensa que la enfermedad por arañazo de gato es el resultado del acceso del organismo a la piel humana por medio de un arañazo de las garras de un gato, aunque muchos pacientes no tienen historia de un arañazo, ni evidencia alguna de lesión infl amatoria de la piel primaria, por lo que es posible que en algunos casos el organismo sea transmitido por la pulga del gato. La principal altera- ción en el paciente con esta enfermedad es linfadenopatía regional (pág. 308), en la cual las manifestaciones histoló- gicas son características y casi diagnósticas (fi gura 8-21). En los pacientes con SIDA, las infecciones sistémicas intensas pueden causar una enfermedad febril grave, de manera habitual asociada con lesiones poliposas rojas ele- vadas en la piel (‘angiomatosis bacilar’), que pueden con- fundirse desde el punto de vista clínico con las lesiones iniciales del sarcoma de Kaposi. Otras variedades de Bartonella causan la ‘fi ebre de las trincheras’, un trastorno febril común en los soldados de infantería en ambas guerras mundiales, y una enfermedad en los Andes llamada ‘fi ebre Oroya’. Las rickettsiosis son transmitidas por insectos vectores (de manera habitual garrapatas), y causan una variedad de enfermedades febriles con cefaleas, exantema y malestar general El género Rickettsiae está compuesto por cocobacilos intrace- lulares, por lo común transmitidos a seres humanos por pica- duras de garrapatas desde un reservorio animal, que consiste en especial en roedores de varios tipos. En la mayoría de los casos hay una localización geográfi ca signifi cativa (fi gura 8-22). N N G Figura 8.22 Enfermedades causadas por infección rickettsial Enfermedad Localización Organismo Huésped(es) Transmitido por Síntomas usuales Complicaciones graves Fiebre manchada de las montañas rocosas EUA Rickettsia rickettsii Mamíferos pequeños, p. ej., perro, conejo Garrapatas ioxódides Fiebre, cefalea, mialgia, exantema hemorrágico Encefalitis, neumonía, colapso circulatorio Tifo epidémico Mundial Rickettsia prowasekii Seres humanos Piojo del cuerpo humano Fiebre prolongada, cefalea, exantema (de manera habitual hemorrágico) Encefalitis, neumonía, hipotensión e insufi ciencia renal Tifo endémico (murino) Mundial (esporádica) Rickettsia typhi Roedores Pulgas de gatos y ratas Similares al tifo epidémico Raras Fiebre Q Mundial Rickettsia burnetti Cabras, ovejas, ganado vacuno, roedores En seres humanos por inhalación o ingestión Fiebre, cefalea, mialgia, neumonía Endocarditis de la válvula aórtica, hepatitis granulomatosa Neumonía lobar atípica Tsutsugamushi Lejano oriente Rickettsia tsutsugamushi Roedores Ácaro Fiebre, cefalea, exantema, úlcera en el sitio de la picadura, linfadenopatía Neumonitis grave Miocarditis Figura 8.21 Enfermedad por arañazo de gato. En este trastorno, los ganglios linfáticos muestran granulomas histiocitos grandes (G) que contienen necrosis central e infi ltraciones neutrofílicas (N). Estas lesiones a veces se llaman ‘granulomas supurativos’. 8 PATOLOGÍAPatología clínica 122 Las rickettsiosis más graves son las que producen un cuadro clínico de fi ebre manchada; el exantema se debe a las fugas vasculares a través de células endoteliales dañadas por rickettsias, y puede conducir a un choque hipovolémico profundo y muerte. INFECCIONES MICÓTICAS (MICOSIS) Los hongos son ubicuos en el ambiente. Muchos residen inocuamente en la superfi cie de la piel, algunos son comen- sales en las superfi cies mucosas (p. ej., la boca y vagina), pero muy pocos son patógenos. Las micosis se pueden dividir de acuerdo con el modelo de afectación: • Micosis superfi ciales y profundas de la piel (pág. 512). • Infecciones de superfi cies mucosas. • Infecciones pulmonares a causa de hongos inhalados (pág. 198). • Infecciones sistémicas hematógenas. La inmunosupresión es un factor predisponente impor- tante de las infecciones por hongos. Las infecciones principales por hongos con signifi cado clínico son: hongos dermatófi tos (piel), Candida albicans o muguet (mucosa o sistémica), Aspergillus, spp. (pulmón y sistémico), zigomicosis (senos paranasales), Criptococcus (pulmón y encéfalo) e Histoplasma (pulmón). La reacción de los tejidos a los hongos depende de la infección y el sitio implicado Las reacciones que se observan en la infección micótica son: • Reacción tisular mínima. Esta es una característica particular de las infecciones superfi ciales de la piel por hongos dermatofi tos. Desde el punto de vista histológico, la respuesta tisular es de muy baja intensidad, con dilatación de vasos dérmicos y una acumulación de neutrófi los sumamente reducida en la epidermis. Cryptococcus neoformans de manera habitual muestra una reacción tisular mínima en los pulmones y las meninges, aunque ésta puede ser una manifestación del estado inmunodeprimido del paciente. • Reacción infl amatoria aguda. Esta reacción se ve en especial en infecciones micóticas mucosas primarias, como las infecciones bucal, esofágica y vaginal por Cándida. Hay una dilatación vascular y una intensa infi ltración de neutrófi los en el epitelio, con frecuencia con ulceración. En las etapas iniciales de la infección sistémica transmitida por la sangre, hay una reacción infl amatoria aguda, seguida a menudo por formación de microabscesos. • Reacción infl amatoria granulomatosa. Una de las respuestas tisulares características, en particular en la infección subcutánea profunda, y algunas infecciones sistémicas, es el ‘granuloma supurativo’. Hay una reacción central purulenta de neutrófi los, rodeada por una reacción granulomatosa histiocítica y de células gigantes. De ordinario pueden encontrarse los hongos dentro del material neutrofílico purulento. Algunos hongos, en particular levaduras (p. ej., cromoblastomicosis) incitan una reacción granulomatosa puramente histiocítica y de células gigantes, sin supuración. Los hongos dermatofi tos son comunes y causan una variedad de enfermedades de la piel Estos hongos están ubicados en especial en la superfi cie de la piel, pero las hifas se insertan entre los queratinocitos epidérmicos. Pueden implicarse tanto la epidermis superfi - cial como los queratinocitos de los folículos pilosos, como también las uñas de manos y pies. La interferencia con la maduración de los queratinocitos conduce a la aparición de escamas en la piel, a causa de la presencia de queratinocitos nucleados en la superfi cie (paraqueratosis), en lugar de hojuelas de queratina anuclear (ortoqueratosis), y hay cam- bios vasculares e infl amatorios en la dermis, manifestados desde el punto de vista clínico como enrojecimiento de la piel. La afectación de lechos ungueales causa engrosa- miento, opacidad y alteración en los colores de las uñas. Las características clínicas dependen del hongo implicado y del sitio de piel afectado. En la página 512 del capítulo 23 se muestran los detalles de las más comunes de estas enfermedades (conocidas colectivamente como dermatofi - tosis). La implicación de folículos pilosos (foliculitis micó- tica), en especial por Pityrosporum, es una de las características clínicas del SIDA. Los hongos pueden lograr acceso a la dermis y tejido celular subcutáneo después de una lesión penetrante Aunque son menos comunes que las causas bacterianas,algunos hongos pueden infectar las capas profundas de la piel, produciendo una masa infl amatoria supurativa crónica que exuda material purulento a la piel a través de múltiples fístulas. A veces se descargan masas de hifas bajo la forma de gránulos dentro del material purulento de abscesos pro- fundos (fi gura 8-23). El sitio más común es el pie (para más detalles ver el capítulo 23, pág. 512). F F C P P C Figura 8.23 Infección micótica subcutánea profunda de la piel. Esta microfotografía muestra un absceso multilocular crónico en los tejidos profundos del pie. Cada lóculo contiene material purulento P en el cual hay colonias de hongos, algunas de las cuales forman ‘gránulos’ compactos C, las cuales pueden ser excretadas a la superfi cie de la piel con el material purulento a través de fístulas. La cronicidad de la lesión es manifestada por la presencia de fi brosis F alrededor del absceso. 8Introducción a las enfermedades infecciosas 123 Candida albicans es un comensal normal de la piel y vías digestivas, y las infecciones patógenas son en particular comunes en la mucosa de los orifi cios naturales Este organismo se presenta bajo las formas de levadura e hifas. Los sitios más comunes para infección son la boca (candidiasis bucal –págs. 225 y 228) y el orifi cio vulvova- ginal (págs. 416-7). En individuos inmunodeprimidos puede producirse infección sistémica transmitida por la sangre, con formación de pequeños abscesos por cándida en muchos órganos. Los usuarios de drogas intravenosas, y los pacien- tes con intubaciones endovenosas establecidas por tiempo prolongado, están en particular en riesgo; a veces, la endo- carditis por cándida, con formación de vegetaciones grandes en las válvulas mitral y aórtica, son la base de una disemi- nación sanguínea generalizada. En las infecciones superfi - ciales de la piel y mucosas predominan las formas de hifas, con escasas formas de levaduras, mientras que en la endo- carditis y microabscesos sistémicos predominan las formas de levadura. Aspergillus fumigatus es un hongo oportunista importante en individuos inmunodefi cientes Este hongo que está ampliamente distribuido en el ambiente, suele no ser patógeno. No obstante, en pacientes inmuno- deprimidos puede lograr acceso a la periferia de pulmón y proliferar con rapidez (fi gura 8-24). Una característica importante del organismo es su capacidad para penetrar paredes de vasos sanguíneos causando trombosis, oclusión vascular y necrosis tisular, en particular en el pulmón. La enfer- medad pulmonar por Aspergillus se expone e ilustra en las páginas 198-9. Aunque las lesiones principales están en el pul- món, Aspergillus puede distribuirse de forma sistémica por la corriente sanguínea produciendo lesiones pequeñas, que de manera habitual son necróticas o semiquísticas debido a la oclusión vascular ocasionada por masas de hifas y trombos. Aspergillus niger es una causa de otitis media; el hongo negro puede verse con facilidad desde el punto de vista clínico en el conducto auditivo externo. Cryptococcus neoformans puede causar neumonía y meningitis Este hongo existe solamente bajo la forma de una levadura esférica, y tiene una cápsula gruesa. Es común en evacua- ciones de pájaros. La infección humana se produce por la inhalación de la levadura, en particular cuando es transmi- tida por el aire en tierra seca y polvorienta. En un individuo competente desde el punto de vista inmunológico, la pre- sencia de criptococos inhalados en los alvéolos pulmonares puede ser asintomática, o sólo asociarse con una enferme- dad leve similar al resfriado. La enfermedad está en su peor expresión en el individuo inmunodeprimido, en el cual los criptococos proliferan dentro del pulmón produciendo una consolidación neumónica. Las levaduras pueden disemi- narse a las meninges causando meningitis (fi gura 8-25), y a veces acumulaciones intracerebrales de la levadura encap- sulada. Con frecuencia hay poca, o ninguna, respuesta infl a- matoria de tipo alguno, a la presencia de levaduras en los pulmones o en las meninges, en particular en individuos inmunodeprimidos, aunque a veces se presenta una reac- ción granulomatosa de grado bajo. Histoplasma capsulatum produce lesiones pulmonares cavernosas y puede diseminarse en individuos inmunodeprimidos Como sucede con los Cryptococcus, el género Histoplasma se encuentra presente en el suelo muy contaminado con evacuaciones de pájaros. La infección ocurre por inhalación de polvo con esporas del hongo. En individuos inmunoló- gicamente competentes sanos, los síntomas suelen ser leves, con tos ligera, malestar general y en ocasiones fi ebre (‘histo- C Figura 8.24 Aspergilosis en el pulmón. Microfotografía que muestra la ramifi cación del sistema de Aspergillus fumigatus en el borde de un área de necrosis. Figura 8.25 Meningitis causada por criptococos. Microfotografía a gran aumento que muestra un exudado infl amatorio granulomatoso en las meninges, con un fragmento de corteza cerebral (C). Las formas de levadura criptococócica (fl echas) están presentes en el exudado, junto con células gigantes muy pobremente formadas. 8 PATOLOGÍAPatología clínica 124 plasmosis primaria aguda’); rara vez se desarrolla una neu- monía aguda. Algunos pacientes, quizá con deterioro inmunitario moderado o leve, o expuestos de forma repe- tida a gran cantidad de esporas, desarrollan una enfermedad pulmonar cavernosa crónica (‘histoplasmosis cavernosa cró- nica’) que afecta los vértices de los lóbulos pulmonares superiores y, por tanto, asemeja una tuberculosis de tipo adulto (pág. 195). En individuos en parcialmente inmunodeprimidos ocu- rre una infección sistémica diseminada, con propagación del hongo a partir de una lesión pulmonar a través de la corriente sanguínea, con colonización de ganglios linfáti- cos, hígado y médula ósea. La enfermedad es crónica, con síntomas inespecífi cos de manera sorprendentemente leves. Pueden presentarse síntomas intensos en pacientes con SIDA (en la cual es una de las infecciones oportunistas defi nitorias), y la infección sistémica diseminada a veces ocurre muchos años después de la exposición inicial en un área endémica. La histoplasmosis es poco común en Europa; sin embargo, endémica en parte central de EUA, en especial en los valles de los ríos de Ohio y Mississippi. La coccidioidomicosis y la blastomicosis causan lesiones pulmonares cuando las esporas son inhaladas La coccidioidomicosis es endémica en el suroeste de EUA. Como sucede con la histoplasmosis, la infección humana se adquiere por inhalación de tierra polvosa con esporas de hongos, presentándose a continuación una enfermedad res- piratoria leve que asemeja bronquitis aguda. La respuesta de los tejidos en los pulmones es la formación de una reac- ción granulomatosa de células gigantes que puede crecer y formar una cavidad, produciendo lesiones desde el punto de vista radiológico obvias. La reparación es por fi brosis. En algunos casos, las lesiones pulmonares no se reparan y persisten organismos, en ocasiones con diseminación sisté- mica. Esto puede suceder a individuos que están leve, o de manera transitoria inmunodeprimidos, como por ejemplo, los ancianos, desnutridos, o bajo terapia inmunodepresora. Es posible que los pacientes con SIDA tengan lesiones sistémicas en particular graves que afecten al encéfalo, hue- sos, tejidos blandos y órganos viscerales. En este grupo, las lesiones pulmonares originales a menudo crecen con rapi- dez, con deterioro respiratorio progresivo. La blastomicosis es muy similar en características clínicas y patológicas, con la presencia de lesiones pulmonares, provocadas por la inhalación de esporas transmitidas de polvo del suelo, y caracterizadas por una reacción granulo- matosa de células gigantes al organismo en los pulmones, asociada con síntomas triviales. Algunos pacientes tienen una implicación pulmonar más intensa, con insufi ciencia respiratoria.
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