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307 15Tejido linfoidey hematopoyético ENFERMEDADES DE LOS GANGLIOS LINFÁTICOS CAMBIOS REACTIVOS La linfoadenopatía es la causa más común de crecimiento de los ganglios linfáticos La principal función de los ganglios linfáticos es permitir la interacción de antígeno, células presentadoras de antígeno y células linfoides, en la generación de una respuesta inmu- nitaria. Diferentes tipos de estímulos generan distintas modalidades de respuestas en los ganglios linfáticos, cuya identifi cación puede ser útil para diagnosticar la causa. La causa más común de aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, es una reacción a estímulos antigénicos (linfoade- nopatía reactiva). Hay tres tipos principales de respuesta reactiva, aunque en la mayoría de las enfermedades se observa un tipo distinto: • Hiperplasia folicular: aumento en el tamaño de los centros germinales por incremento de las células B. • Hiperplasia paracortical: aumento de tamaño en la región paracortical por células B. • Hiperplasia sinusal: incremento de células histiocíticas en los senos corticales y medulares. • Infl amación granulomatosa: formación de granulomas histiocíticos en los ganglios. • Linfadenitis aguda: infl amación aguda y supuración de los ganglios linfáticos. La hiperplasia folicular muestra un aumento en el tamaño y número de centros germinales La hiperplasia folicular es una respuesta común a la mayor parte de los tipos de exposición a los antígenos (fi gura 15-1). Las principales situaciones asociadas con esta reacción son ganglios que drenan sitios de infl amación crónica (págs. 50-3) y ganglios en la infl amación reumatoide (pág. 549). Este tipo también se observa en ganglios crecidos, en las etapas iniciales de linfadenopatía generalizada persistente, en la infección por VIH (pág. 308). La hiperplasia cortical muestra un aumento en el tamaño de las áreas de célula T La expansión de la zona paracortical de la célula T se asocia con hiperplasia, como parte de una reacción a la infl ama- ción crónica (fi gura 15-2). Una expansión pura de la para- corteza se presenta en las reacciones de hipersensibilidad a fármacos (p. ej., linfadenopatía en el tratamiento con fenitoína) y en las infecciones virales, sobre todo en la mononucleosis infecciosa (causada por el virus de Epstein-Barr). Figura 15.1 Hiperplasia folicular. En la hiperplasia folicular hay un incremento en el tamaño y número de centros germinales de célula B (G) en el ganglio. G G G G P Figura 15.2 Hiperplasia paracortical. Los ganglios linfáticos muestran expansión de la paracorteza de la célula B (P). Los centros germinales (G) son empujados al margen del ganglio. Este ejemplo fue tomado de un paciente con mononucleosis infecciosa (fi ebre ganglionar). 15 PATOLOGÍAPatología clínica 308 Las células histiocíticas se acumulan en los senos medulares y pueden almacenar material fagocitado En muchas reacciones inespecífi cas a la infección crónica, y en ganglios que drenan tumores, puede verse un aumento en las células histiocíticas en los senos medulares. Los histio- citos pueden también almacenar materiales exógenos dentro de los ganglios, como por ejemplo, carbón en los ganglios linfáticos peribronquiales e hiliares que drenan los pulmones. En los ganglios que drenan piel infl amada se ve un tipo particular de aumento de tamaño en los ganglios linfáticos. En estos casos, la región medular está expandida por histio- citos que a menudo contienen pigmento melanina y lípido (linfadenopatía dermatopática). Con las infecciones bacterianas agudas se produce linfadenitis aguda La infl amación aguda de los ganglios linfáticos (linfadenitis aguda) se encuentra casi exclusivamente en infecciones bac- terianas, en los ganglios que drenan el foco infectado. Los ganglios afectados crecen con rapidez y son dolorosos. Desde el punto de vista histológico, hay una hiperplasia reactiva de folículos e infi ltración ganglionar focal por neutrófi los. Con microorganismos piógenos puede haber necrosis y supuración en ganglio, la que puede progresar a un absceso. En varias enfermedades se puede ver infl amación granulomatosa en los ganglios linfáticos La infl amación granulomatosa en los ganglios linfáticos puede presentarse con linfadenopatía generalizada o loca- lizada; para establecer la causa se practica una biopsia de ganglio. Las principales causas son: • Tuberculosis: los granulomas sufren de manera típica necrosis caseosa. En todos los casos de linfadenopatía no diagnosticados debe confi rmarse TB por cultivo con tejido de biopsia. • La sarcoidosis puede afectar ganglios linfáticos, o ser parte de una linfadenopatía generalizada (capítulo 25). • La enfermedad por arañazo de gato es causada por una bacteria gramnegativa, la Bartonella henselae, transmitida por arañazo de gato. Esta bacteria produce una enfermedad febril de resolución espontánea, con linfadenopatía localizada (fi gura 15-3). • Enfermedad de Crohn: los granulomas son un hallazgo frecuente en los ganglios linfáticos crecidos que drenan el intestino en la enfermedad de Crohn. • Toxoplasmosis. Dentro de los ganglios crecidos se ven múltiples agregados pequeños de histiocitos formando ‘minigranulomas’ (fi gura 5-4). • Reacción al tumor. Pueden encontrarse granulomas en ganglios linfáticos que drenan tumores. Causas menos comunes son infecciones con hongos (histo- plasmosis, coccidioidomicosis), Chlamydia (linfogranuloma venéreo), y otras bacterias (infección por Yersinia, infección por Bartonella). Los pacientes con infección por VIH pueden desarrollar linfadenopatía en varias etapas de la enfermedad Muchos pacientes con infección por VIH desarrollan linfa- denopatía en el momento de la seroconversión. Más adelante en enfermedad la linfadenopatía es común (linfadenopatía generalizada persistente), con evidencia hematológica y serológica de deterioro de la inmunidad mediada por célu- las y números reducidos de células T. Al desenvolverse el SIDA clínico, la hiperplasia folicular generalizada de forma gradual paso a pérdida de folículos disminución de células linfoides en los ganglios linfáticos. Los pacientes con infección por VIH y SIDA están pre- dispuestos al desarrollo de linfomas y sarcoma de Kaposi, los que pueden afectar, ambos, ganglios linfáticos, y causar linfadenopatía. La supresión inmunitaria también aumenta el riesgo de aparición de infecciones oportunistas e infección micobacteriana que pueden causar linfadenopatía. G N Figura 15.3 Enfermedad por arañazo de gato. En este trastorno, los ganglios linfáticos muestran granulomas histiocíticos grandes (G) que contienen necrosis central e infi ltración neutrofílica (N) (‘granulomas supurativos’). G Figura 15.4 Toxoplasmosis. En la toxoplasmosis se forman pequeños granulomas (G) dentro del ganglio linfático y pueden abarcar centros germinales. 15Tejido linfoide y hematopoyético 309 ENFERMEDADES NEOPLÁSICAS EN LOS GANGLIOS LINFÁTICOS El tumor metastásico es una causa común de linfadenopatía Los ganglios linfáticos son el sitio más frecuentes de metás- tasis de tumores que se propagan por vía linfática. Esto se ve frecuentemente con carcinomas y melanomas, y con menor frecuencia en sarcomas. Desde el punto de vista clínico, el desarrollo de ganglios linfáticos crecidos puede ser el signo de presentación del tumor y el diagnóstico se establece sólo después del examen histológico de una biopsia de ganglio linfático. Las células tumorales se ven primero en el seno subcapsular; más adelante forman áreas sólidas remplazando la estructura ganglionar (pág. 77). Con el tiempo el tumor se extiende fuera de la cápsula ganglionar, fi jando los ganglios a estruc- turas adyacentes. De manera típica, los ganglios afectados por tumor metastásico son muy duros y, en casos avanzados, están fi jos a otras estructuras. Los linfomas son neoplasias derivadas de células linfoides Los linfomas malignos son neoplasias malignasorigina- das de células linfoides que han sido divididos en dos grupos principales, con base en sus características clínicas y patológicas. Linfoma de Hodgkin es caracterizado por proliferación neoplásica de una forma atípica de célula linfoide, llamada epónimamente célula de Reed-Sternberg. Los linfomas no-Hodgkin son caracterizados por la pro- liferación neoplásica de linfocitos B, linfocitos T y muy rara vez células histiocíticas. La enfermedad comienza de manera típica en los ganglios linfáticos, diseminándose después para afectar al bazo, hígado y médula ósea. En la enfermedad avanzada están por lo común implicados otros órganos. LINFOMA DE HODGKIN El linfoma de Hodgkin es causado por la proliferación de células de Reed-Sternberg El linfoma de Hodgkin implica la proliferación de una forma atípica de célula linfoide que era difícil de catego- rizar, hasta que se dispuso del uso regular de inmunohis- toquímica; por tanto, recibió el nombre de célula de Reed-Sternberg, en referencia a dos trabajadores que identifi caron su signifi cancia. La célula neoplásica es deri- vada de células B transformadas. Desde el punto de vista clínico, la enfermedad se presenta como el crecimiento de un ganglio linfático simple, o de un grupo de ganglios, y pueden descubrirse ganglios crecidos después de practicar estudios a causa de síntomas sistémicos inespecífi cos, como pérdida de peso, fi ebre o prurito. Desde el punto de vista macroscópico, los ganglios afectados están aumentados de tamaño (en general hasta a 1 cm de diá- metro), y están reemplazados por tejido blanco rosado, duro, como caucho (fi gura 15-5). La evolución natural de la enfer- madad no tratada es de propagación a ganglios linfáticos adya- centes, con afección del bazo, hígado y médula ósea. El diagnóstico de los tumores linfoides, y separarlos de los trastornos reactivos, requiere el uso de marcadores de linfocitos para diferenciar entre los diferentes tipos de neoplasias linfoides. Los marcadores empleados el diagnóstico corresponden al sistema CD. • Los reactivos clásicos usados para mostrar un linaje de célula B detectan CD19, CD20, CD22 y CD79a. • La detección de células como pertenecientes al linaje de célula T se basa en la detección de uno o más marcadores de pancélula T, como CD2, CD3, CD5 o CD7. • CD30 (superfamilia de receptor TNF) y CD15 marcan células de Reed-Sternberg vistas en el linfoma de Hodgkin. • CD1a detecta células de Langerhans características de la histiocitosis. • Los anticuerpos que detectan granzima, perforina, o TIA1 pueden usarse para caracterizar células como pertenecientes al linaje NK. Estas células también pueden expresar CD56, CD57, y CD16. • También pueden usarse anticuerpos que detectan específi camente el producto de oncogenes de fusión, producidos por translocaciones, para caracterizar ciertos tipos de tumores linfoides. Figura 15.5 Ganglios linfáticos en el linfoma de Hodgkin. Estos ganglios linfáticos están crecidos y reemplazados por tejido fi rme blanco amarillento. Aunque este ejemplo fue tomado de un caso de linfoma de Hodgkin, los ganglios linfáticos en los linfomas no-Hodgkin pueden parecer idénticos. La inmunohistoquímica es esencial en la evaluación diagnóstica de las neoplasias linfolides 15 PATOLOGÍAPatología clínica 310 El linfoma de Hodgkin se clasifi ca en cinco subtipos histológicos de acuerdo con la modalidad histológica de la enfermedad Se han defi nido desde el punto de vista histológico cinco variedades de Linfoma de Hodgkin (Clasifi cación OMS) (fi gura 15-6). Común a todos los tipos de linfoma de Hodgkin es la presencia de células de Ree-Sternberg, cuya morfología varía en diferentes tipo de la enfermedad (fi gura 15-8). La diferencia de los tipos es en función del grado y vigor de la respuesta inmunitaria del huésped, asociada con la tranfor- mación neoplásica. La respuesta es marcada en la variedad predominio de linfocitos, moderada en celularidad mixta, variable en esclerosis nodular, y el subtipo de depleción de linfocitos, es pácticamente inexistente. La variedad de linfoma Hodgkin, predomino de linfocitos se ve en especial en hombres jóvenes. Desde el punto de vista histológico, los ganglios son reemplazados por células linfoides reactivas, entre las cuales hay una población redu- cida de células de Reed-Sternberg del tipo linfocítico/his- tiocítico. Un hecho importante, y en contraste con los otros tipos de Linfoma de Hodgkin, es que las células neoplásicas expresan marcadores de inmunohistoquímica de origen de célula B. La mayor parte de los pacientes se presenta con enfemedad en etapa I o II. El Linfoma de de Hodgkin, variedad celularidad mixta afecta en especial adultos en una fase tadía de la vida, aun- que puede afectar a cualquier edad. Los ganglios linfáticos son reemplazados por un infi ltrado de células de Reed- Sternberg de los tipos clásico y mononuclear, con una res- puesta celular compuesta por células linfoides, eosinófi los, células plasmáticas, e histiocitos. Más de 50% de los pacien- tes se presenta en etapas III o IV. El linfoma de Hodgkin, variedad esclerosis nodular es el tipo más común de linfoma de Hodgkin, y afecta en forma predominante a los adultos jóvenes. En la mayor parte de los casos los ganglios linfáticos mediastinales están implicados en la presentación. La característica fundamental consiste en que el infi ltrado está dividido en nódulos por bandas anchas de colágeno. En la esclerosis nodular grado I el infi ltrado es en el aspecto citológico el mismo que el la enfermedad con celularidad mixta. En la esclerosis nodular grado II, el infi ltrado contiene células de Reed-Sternberg pleomorfi cas en alta densidad. El linfoma de Hodgkin, variedad rico en linfocitos, se caracteriza por la presencia de un conjunto de células de Reed-Sternberg clásicas sobre un fondo difuso de células linfoides. Las células de Reed-Sternberg no marcan como células B y, por tanto, son separadas de la enfermedad gan- glionar predominante en linfocitos. El linfoma de Hodgkin variedad depleción de linfocitos es raro, y se ve solamente en adultos de edad avanzada. El infi ltrado está constituido por muchas células de Reed-Stern- berg pleomorfi cas, y exhibe pocas células linfoides reactivas. La mayoría de los pacientes con este modelo se presenta con enferemedad en etapa III o IV, que se asocia con el pronóstico más pobre. Un nuevo examen de casos, en forma previa clasifi cados con esta forma de enfermedad, ha recla- sifi cado a su mayoría como linfomas no-Hodkgin de células anaplásicas grandes, expresando frecuentemete un producto de oncogén ALK específi co (ver adelante). La integración del virus de Epstein-Barr (EBV) se ha asociado con una proporción signifi cativa de casos de lin- foma de Hodgkin, y esto se considera como un factor etiológico frecuente. Diagnóstigo y etapifi cación del linfoma de Hodgkin La enfermedad se diagnostica inicialmente en una biopsia de ganglio linfático. A continuación, se valora la extensión de la enfermedad por estadifi cación. Se usan imágenes por TC o RM para detectar grupos de ganglios linfáticos crecidos e infi ltración del bazo o el hígado. La biopsia del higado permite evaluar la afección hepática, y se emplea aspiración de la médula ósea para determinar la infi ltración medular. La etapa clínica de la enfermedad se describe usando el sistema Ann Arbor (fi gura 15-7). Figura 15.6 Clasifi cación de la OMS de el linfoma de Hodgkin Linfoma de Hodgkin –nodular de predominio linfocítico Linfoma de Hodgkin clásico Esclerosis nodular Rica en linfocitos Celularidad mixta Depleción de linfocitos 3% 67% 3% 25% <1% Figura 15.7 Etapifi cación clínica de Ann Arbor para el linfoma de Hodgkin Etapa Descripción I Enfermedad confi nada a un grupo de ganglios linfáticos o Implicación de un sitio extraganglionar simple (IE) II Enfermedad confi nada a varios grupos ganglionares en el mismo ladodel diafragma o Con implicación limitada de sitio extraganglionar adyacente (IIE) III La enfermedad está presente en grupos de ganglios linfáticos en ambos lados del diafragma o Con implicación limitada de sitio extraganglionar adyacente (IIIE) o Con implicación del bazo (IIIS) IV Implicación diseminada de uno o más tejidos extraganglionares, como el hígado y la médula ósea, con o sin implicación ganglionar Notas: la enfermedad es subclasifi cada de acuerdo con la presencia o ausencia de síntomas sistémicos (p. ej., fi ebre, sudaciones nocturnas, pérdida de peso) Síntomas sistémicos ausentes –A Síntomas sistémicos presentes –B 15Tejido linfoide y hematopoyético 311 El pronóstico del linfoma de Hodgkin está relacionado con la etapa y el subtipo El mejor resultado se ve en las variedades predominio de lin- focitos y esclerosis ganglionar grado I, y el peor pronóstico es el de la variedad depleción de linfocitos y la esclerosis ganglionar grado II. La variedad de celularidad mixta tiene un pronóstico variado que, en gran parte, depende de la etapa en el momento del diagnóstico. En términos generales, la tasa de supervivencia a 10 años de los pacientes con linfoma de Hodgkin es > 80% para la variedad predominio de linfocitos, 75% para el tipo de escle- rosis ganglionar grado I, 60% para el tipo con celularidad mixta, 55% para el tipo de esclerosis ganglionar grado II, y 5% la variedad de depleción de linfocitos (40% tiene una supervivencia a cinco años). Dentro de cada grupo, los factores asociados con sobre- vida reducida y muerte temprana son, la etapa avanzada, la edad avanzada del paciente, y la presencia de síntomas sis- témicos (enfermedad tipo B -fi gura 15-6). LINFOMAS NO-HODGKIN Los linfomas no-Hodkin se pueden clasifi car de acuerdo a su sitio de origen Los linfomas no-Hodkin se pueden clasifi car como gan- glionares (tumores orignados en ganglios linfágticos, que representan la gran mayoría de los casos) y extraganglio- nares (tumores originados en grupos especializados de células linfoides). La mayor parte de los linfomas extragan- glionares surge en células linfoides asociadas con células epiteliales especializadas (células linfoides asociadas con mucosa (MALT, del inglés Mucosa-Associated Linfoid Tissue), y se ven casos en el intestino y el pulmón. Otros ejemplos se desenvuelven en tejidos que han sido el asiento de infl a- mación linfocítica crónica, en órganos en los que no se nota que hayan tenido normalmente población linfoide (p. ej., testículos y tiroides). Los linfomas también se pueden desa- rrollar en el encéfalo y en la piel como enfermedad primaria. Los linfomas no-Hodkin se originan tanto de linfocitos B como T Los linfomas no-Hodkin pueden derivarse tanto de linfo- citos B como de linfocitos T. Están compuestos por un tipo celular predominante, que se puede relacionar con una de las etapas de diferenciación de las células T o B normales. En términos muy generales, el crecimiento de estos tumo- res está relacinado con la morfología de la células malignas: células con núcleos pequeños tienen una tasa baja de proli- feración y están asociadas con una velocidad lenta de creci- miento; células que tienen núcleos grandes, y grandes nucléolos, se asocian con rápida proliferación y comportamiento bio- lógico agresivo. La clasifi cación de los linfomas da una evaluación de su comportamiento clínico Como los esquemas de tratamiento para quimioterapia difi eren con cada tipo de linfoma, se requiere la evaluación del tipo tumoral con propósitos de tratamiento. La clasifi cación de • Las células RS clásicas son binucleadas, semejantes a ojos de buho, y se ven en celularidad mixta (a, b) y en esclerosis ganglionar grado I de linfoma de Hodgkin. • Pueden verse células RS mononucleares en cualquier tipo de linfoma de Hodgkin, pero se encuentran en especial en la variedad de celularidad mixta (c y b). Célula de Reed-Sternberg clásica núcleo células reactivas Célula de Reed-Sternberg mononuclear Núcleo a bc Se han descrito varios tipos de células de Reed-Sternberg (RS), y se encuentran en diferentes subtipos de el linfoma de Hodgkin (LH). La inmunohistoquímica muestra las células RS en el linfoma de Hodgkin clásico, marcadas con CD15 y CD30. Aunque son derivadas de células B no expresan marcadores de células B. Figura 15.8 Células de Reed-Sternberg 15 PATOLOGÍAPatología clínica 312 los linfomas en entidades relacionadas con el pronóstico con intenciones clínicas, ha dado lugar a las clasifi caciones REAL y la más reciente de la OMS (fi gura 15-9). Las principales divisiones en la clasifi cación son tipos de célula B y tipos de célula T. Con cada tipo principal se ha hecho una división entre tipos linfoide precursor y maduro. En general, los tumores de tipos precursores están confi na- dos a la infancia y adolescencia. Este esquema de clasifi ca- ción se ha desarrollado durante varios años. En su interior hay algunas entidades que son en extremo raras, y sólo serán reconocidas por especialistas en linfomas (‘linfomaniacos’) Con base en su etiología, fenotipo y comportamiento clínico, los linfomas no-Hodgkin se pueden dividir en cua- tro grupos principales: 1. Linfomas de células B indolentes, de crecimiento lento (50% de los casos). 2. Linfomas de células B agresivos, de crecimiento rápido (30% de los casos). 3. Linfomas de células T de crecimiento lento (10% de los casos). 4. Linfomas de células T agresivos, de crecimiento rápido (10% de los casos). En clasifi caciones más antiguas se incluían los linfomas histiocíticos. Sin embargo, técnicas modernas de clasifi ca- ción han reclasifi cado la mayoría de esos casos. Los linfomas histiocíticos verdaderos son raros. LINFOMAS DE CÉLULA B El linfoma linfocítico de célula B pequeñas se ve en pacientes de edad avanzada Los linfomas linfocíticos de células B pequeñas son tumores de grado bajo, compuestos por células que asemejan cito- lógicamente a linfocitos pequeños. Hay una superposición con la leucemia linfocítica crónica, que está constituida por células prácticamente idénticas (pág. 326). La enfermedad se presenta de manera típica en personas de edad avanzada, y en la mayor parte de los casos sigue un curso indolente durante muchos años. Puede presentarse con ganglios linfáticos aumentados de tamaño o anemia secundaria a infi ltración de la médula ósea (vista en 80% de los casos). En muchos pacientes se ve defi ciencia inmune secundaria a hipogammaglobulinemia, que a menudo con- duce a la muerte por su predisposición a la infección. Con este tipo la supervivencia a cinco años es superior a 60%. Desde el punto de vista histológico, los ganglios linfáticos están sustituidos por mantos difusos de células linfoides peque- ñas con poco citoplasma (fi gura 15-10). Es común la invasión de celulas a la corriente sanguínea dando un cuadro similar a la leucemia linfocítica crónica. El linfoma linfoplasmacítico se ve en personas de edad avanzada y sigue un curso indolente El linfoma linfoplasmacitoide es una forma de enfermedad que, como sucede con el linfoma linfocítico de célula B, se ve en especial en individuos de edad avanzada, y por lo general sigue un curso indolente. Se caracteriza desde el punto de vista histológico por células con características plasmáticas que de manera habitual secretan inmunoglobu- lina, y producen una banda monoclonal en la electroforesis del suero. Cuando hay producción de IgM, los pacientes pueden desarrollar un síndrome de hiperviscosidad, con fl ujo sanguíneo pobre en los vasos pequeños y una tenden- cia hemorrágica. Este síndrome se llama macroglobuline- mia de Waldenström. Figura 15.9 Clasifi cación de la OMS de los linfomas Neoplasias de célula B Linfoma/leucemia linfoblástica de célula B precursora Neoplasias de célula B Linfoma/leucemia de células B pequeñas, leucemia linfocítica crónica Leucemia prolinfocítica de célula B Linfoma linfoplasmacítico (linfomalinfoplasmacitoide) Linfoma de células del manto Linfoma folicular (linfoma del centro germinal) Linfoma de célula B de zona marginal tipo de tejido linfoide asociado con mucosa (MALT) Linfoma de zona marginal ganglionar con o sin células B monocitoides Linfoma de células B marginal esplénico Linfoma de células peludas (pág. 326) Linfoma de células B grandes difuso Subtipos mediastínico (tímicos), intravascular, linfoma con derrame primario Linfoma de Burkitt Plasmacitoma Mieloma Neoplasias de célula T Linfoma/leucemia linfoblástica de célula T precursora Neoplasias de célula NK y células T Leucemia prolinfocítica de célula T Leucemia linfocítica granulosa grande de célula T Leucemia de célula NK Linfoma de células T/NK extraganglionar, tipo nasal (linfoma angiocéntrico) Micosis fungoides Síndrome de Sézary Linfoma de célula T angioinmunoblástico Linfoma de célula T periférico (no especifi cado) Linfoma leucemia de célula T adulta (HTLV1+) Linfoma anaplásico de células grandes sistémico (tipos T y célula NK) Linfoma anaplásico de células grandes cutáneo primario Linfoma de célula T subcutáneo similar a paniculitis Linfoma de célula T intestinal tipo enteropatía Linfoma de célula T hepatosplénico γ/δ 15Tejido linfoide y hematopoyético 313 Los linfomas foliculares son linfomas de célula B en los cuales los linfocitos recuerdan células de centros foliculares normales Los linfomas formados por células B, que recuerdan células de centros foliculares normales, se disponen en folículos adoptando una confi guración folicular de linfoma. El linfoma folicular (fi gura 15-11) se presenta de forma habitual después del sexto sexenio de vida, y representa uno de los tipos más comunes de la enfermedad. Suele ser extenso en el momento de su presentación, con invasión de la médula ósea e hígado. Aunque tiene un curso indolente, con progresión lenta durante muchos años, es difícil de curar, aun con quimioterapia agresiva. La sobrevida aproxi- mada es de 7 a 10 años. Como parte de la evolución natural de esta enfermedad, muchos casos se transforman en un linfoma difuso de grado alto. Los linfomas foliculares de manera habitual muestran una traslocación cromosómica t(14;18) que activa al oncogén Bcl-2. Los linfomas de célula B compuestos por células grandes de tipo difuso son agresivos, pero responden bien al tratamiento Los linfomas de célula B de células grandes difusos, son comunes (fi gura 15-12). Desde el punto de vista histoló- gico, los ganglios linfáticos son reemplazados por mantos difusos de células linfoides atípicas grandes, con nucléolos grandes prominentes. Como este tipo de linfoma crece rápidamente, el desarrollo de los ganglios es muy obvio, y el paciente nota los signos muy pronto. Por esta causa, al momento del diagnóstico, la enfermedad se encuentra loca- lizada. Su presentación con enfermedad extraganglionar es común, por ejemplo con afectación intestinal. Este tipo de linfoma afecta todas las edades, incluyendo a los niños, aunque es más común más adelante en la vida. Aun cuando esté avanzada esta enfermedad es curable con quimioterapia agresiva. En cerca de 30% de los casos se presenta una traslocación t(14;8) distintiva. Los linfomas de célula B de zona marginal se ven como enfermedades extraganglionares, que se originan en tejido linfoide asociado con mucosa Se cree que los linfomas de zona marginal, son la contra- parte de las células linfoides de la zona marginal que están presentes de manera habitual en los ganglios linfáticos y en el bazo. Estos tumores surgen de forma característica en asociaión con tejidos epiteliales glandulares, con frecuencia sobre la base de un proceso infl amatorio lincocítico pre- existente, clasifi cándose como linfomas de tejido linfoide asociado con mucosa (linfomas MALT) (fi gura 15-13). Estos linfomas pueden surgir en las amígdalas, intestino, bronquios, glándulas salivales, o tiroides. Las células que se vuelven neoplásicas continuan con las mismas funciones especializadas, recirculando sólo al sitio de origen y los ganglios drenantes locales. Desde el punto de vista clínico estos tumores siguen un curso indolente. Tienden a no dar metástasis, por lo que se ha sugerido que las células carecen de las moléculas de adhesión que les permitirían alojarse en otros sitios. F F F Figura 15.12 Linfoma de célula B grandes difuso. Las células neoplásicas son grandes y tienen núcleos abiertos con nucléolos muy prominentes. Figura 15.11 Linfoma folicular de célula B. En el linfoma folicular las células neoplásicas forman folículos (F) que recuerdan centros germinales normales. Figura 15.10 Linfoma de célula B de células pequeñas. Las células neoplásicas están dispuestas en mantos difusos que borran la arquitectura ganglionar normal. Los núcleos son pequeños y tienen poco citoplasma. 15 PATOLOGÍAPatología clínica 314 Los linfomas de las células B del manto se presentan en adultos y tienden a seguir un curso agresivo Se cree que las células neoplásicas en esta forma de linfoma recuerdan a los linfocitos normales del manto, que se encuen- tran en relación con folículos en ganglios linfáticos nomales (fi gura 15-14). La enfermedad se presenta de manera típica como linfadenopatía en adultos, y sigue un curso agresivo, aun con tratamiento. Los linfomas linfoblásticos de célula B precursora son tumores de alto grado que se presentan en especial en la infancia Los linfomas linfoblásticos de célula B precursora están compuestos por células que recuerdan linfocitos transfor- mados. Hay una superposición considerable con la leuce- mia linfoblástica aguda de célula B e implicación de ganglios linfáticos y sitios extraglandulares. Esta es una enfermedad agresiva aunque de manera habitual es curable. Las células expresan marcadores de linaje temprano de célula B. El linfoma de Burkitt es una enfermedad agresiva, pero curable, que se ve en especial en la infancia El linfoma de Burkitt es un tipo de linfoma que es endé- mico en África, pero surge esporádicamente es otros luga- res, afectando sobre todo la mandíbula, ovarios e intestino (fi gura 15-15). En el linfoma de Burkitt endémico se encuentra el genoma del virus de Epstein-Barr en más de 90% de los casos, contrastando con menos de 20% en los casos espo- rádicos. En 80% de los tumores se ven t(2;8), t(8;14), t(8;22), o rearreglos del oncogén cMYC. Las neoplasias de célula plasmática causan lesiones líticas en hueso y secretan inmunoglobulina Tres tumores pueden considerarse neoplasias de células plasmáticas. Estos tumores retienen la propiedad secretora de inmunoglobulina de las células plasmáticas maduras. El mieloma múltiple se presenta frecuentemente des- pués de los 50 años de edad. Es causado por la proliferación neoplásica de un clon simple de células plasmáticas derivadas de la médula ósea. Hay varios efectos principales: • Las células plasmáticas crecen dentro de la médula ósea, remplazando difusamente al tejido hematopoyético nomal. La expansión puede causar lesiones líticas y dolor de hueso (fi gura 15-24, pág. 545). La destrucción de hueso puede producir hipercalemia y fracturas patológicas. Las lesiones más comunes son en las vértebras, costillas, cráneo y pelvis. • Las células sintetizan cadenas de inmunoglobulina monoclonal, que se acumulan en la sangre, y se pueden detectar en electroforesis de suero como una banda monoclonal. En la mayor parte de los casos la inmunoglobulina monoclonal es IgG. Cuando la inmunoglobulina es IgM los pacientes pueden desarrollar hiperviscosidad de la sangre. M M M Figura 15.15 Linfoma de Burkitt. En el linfoma de Burkitt una manifestación característica es la presencia de grandes células macrofágicas (M) esparcidas en el tumor, semejando un ‘cielo estrellado’. Figura 15.14 Linfoma de célula B de la zona del manto. Las células neoplásicas tienen núcleos de forma irregular, con hendiduras y ranuras, y nucléolos prominentes. Figura 15.13Linfoma de célula B de zona marginal. Las células neoplásicas son de tamaño pequeño a mediano, y tienen núcleos irregulares y nucléolos variables. Este tipo se ve en los linfomas MALT. 15Tejido linfoide y hematopoyético 315 • Cadenas ligeras libres por exceso de inmunoglobulina monoclonal pueden fi ltrarse por el glomérulo e ingresar a la orina, y detectarse como proteína de Bence Jones. • El incremento en la concentración de proteína en la sangre es responsable del aumento en la velocidad de sedimentación globular (VSG), como resultado de la formación de rouleaux (pilas de monedas). • Los pacientes desarrollan parálisis y son susceptbiles a infección. • En algunos casos las cadenas ligeras forman amiloide (capítulo 25) que es depositado en los tejidos, sobre todo en los glomérulos renales y corazón. • La disfunción renal es común como un resultado de la formación de cilindros de proteína de cadena ligera, con daño secundario a túbulos y amiloide. El diagnóstico se basa en el examen de aspirados de médula ósea que muestran un exceso de células plasmáticas (fi guras 15-16). Se soporta con el dato de una banda de inmunoglobulina monoclonal en electroforesis de proteína en el suero y proteína de Bence-Jones en la orina. Los plasmacitomas también están compuestos por células plasmáticas neoplásicas y pueden asociarse con la secreción de inmunoglobina monoclonal. En contraste con el mieloma múltiple, son lesiones solitarias circunscritas. En el hueso forman lesiones osteolíticas. También pueden desarrollarse en tejidos blandos. Muchos casos desarrollan mieloma múl- tiple después de varios años. Gammopatía monoclonal benigna es un término aplicado en pacientes que tienen una banda de inmunoglobulina monoclonal en electroforesis de proteína en el suero; sin embargo, en ausencia de anomalía demostrable de células plasmáticas. La evolución natural es para muchos pacientes el desarrollo de mieloma después de varios años. LINFOMAS DE CÉLULAS T Los linfomas de célula T afectan por lo común la piel u otros tejidos extraganglionares La micosis fungoides y el síndrome de Sézary son dos tipos de linfoma de célula T indolentes, de progresión lenta, que afectan la piel y ganglios linfáticos drenantes. Las célu- las T han sido llamadas cerebrifomes, porque su membrana celular es muy plegada, semejante a las circunvoluciones cerebrales. En la micosis fungoides y en el síndrome de Sézary, las células T neoplásicas migran a la epidermis cau- sando un exantema eritematoso (pág. 530). En el síndrome de Sézary estas celulas atípicas circulan también en la san- gre. Los ganglios linfáticos pueden afectarse. Con la pro- gresión de la enfermedad, la piel forma placas gruesas de linfoma y hay afección visceral. El linfoma de célula T angioinmunoblástico se pre- senta en persona de edad avanzada, con manifestaciones sistémicas de malestar general, fi ebre y exantemas; hay una linfadenopatía generalizada. Los estudios revelan hipergam- maglobulinemia policlonal y anemia hemolítica. Desde el punto de vista histológico, los ganglios linfáticos exhiben proliferación de células T pequeñas que atraen a una pobla- ción considerable de células reactivas (células plasmáticas, eosinófi los, histiocitos) por medio de la secreción de lin- focinas. La enfermedad sigue un curso agresivo y puede transformarse en un linfoma de célula T de grado alto. Una forma de linfoma de célula T, llamada linfoma angiocéntrico, crece invadiendo las paredes de los vasos sanguíneos. Este tipo de enfermedad es común en Asia y a menudo se presenta como un trastorno que afecta la nariz o la piel. Desde el punto de vista histológico, pueden verse células T atípicas que invaden y ocluyen vasos, conduciendo al dato común de necrosis de tejidos, tanto normales como neoplásicos. Puede demostrase por medio de inmunohisto- química que estas células tienen un fenotipo de célula T/ célula NK. Los linfomas de célula T intestinal tipo enteropatía se ven en especial como una complicación de la enfermedad celíaca (pág. 258). El intestino delgado muestra engrosamiento de la mucosa por células neoplásicas. De manera habitual hay ulce- ración del intestino que puede complicarse con perforación. Este tipo de enfermedad sigue un curso agresivo. Los linfomas de célula T periférica tienen diversas modalidades clínicas y patológicas Con el empleo más amplio de inmunohistoquímica se están reconociendo cada vez más los linfomas de célulaT perifé- rica, pero aún así, estos tumores sólo representan una pequeña proporción de los linfomas de célula T. Con pro- pósitos prácticos, los linfomas de célula T periférica están agrupados, juntos, bajo el término de linfoma de célula T periférica no especifi cado. Además de la presencia de células T neoplásicas atípicas (fi gura 15-17), estos tumores de manera habitual reclutan una población substancial de células reactivas, supuestamente relacionadas con la habili- dad de las células T de secretar citocinas apropiadas. Además de linfomas de célula T periférica ‘no especifi - cado’, hay un grupo de tipos distintivos: Figura 15.16 Médula ósea en el mieloma múltiple. La médula ósea muestra reemplazo por células plasmáticas, muchas de las cuales exhiben anomalías citológicas con irregularidades nucleares. 15 PATOLOGÍAPatología clínica 316 • En niños y adolescentes, el linfoma linfoblástico de célula T precursora es una forma de enfermedad agresiva, pero curable. Hay característicamente una implicación dominante de ganglios mediastínicos o timo, y la enfermedad suele presentarse con manifestaciones leucémicas. La colonización excesiva de sitios ganglinares y extra ganglionares dicta el uso de terapia, la cual incluye irradiación del neuroeje. • Aunque es poco común en el mundo occidental, en el Caribe y Asia el linfoma de célula T es más común, debido a su causa por virus de leucemia de célula T humana tipo 1 (HTLV-1). En el linfoma de célula T/linfoma adulto resultante (fi gura 15-17), hay una enfermedad extensa frecuente, con afección de la piel, hipercalcemia y leucemia. • El linfoma anaplásico de células grandes está constituido por células grandes, con una semejanza superfi cial a células epiteliales, por tener abundamte citoplasma pálido eosinófi lo. Las células tumorales expresan CD30 (llamado antes Ki-1) así como antígeno de membrana epitelial. Para esto tumores se ha usado el término ‘linfoma anaplasico Ki-1’. Las células tienen un fenotipo de célula T, o célula NK. En muchos casos se ha visto translocación t(2;5), que conduce a la expresión del oncogén ALK. La detección de este producto de oncogén es posible con el uso de inmunohistoquímica, lo que ha conducido al reconocimiento creciente de esos tumores linfoides. Se ha estado usando el término ‘ALKoma’ para este grupo de tumores. En este grupo de tumores se ha encontrado el verdadero diagnóstico en muchos casos que en el pasado habrían sido llamados linfoma de Hodgkin con agotamiento de linfocitos. Figura 15.17 Linfoma de célula T periférico. En este linfoma de célula T periférico las células neoplásicas son grandes, con cantidades moderadas de citoplasma. Aunque las células recuerdan histocitos morfológicamente (lo que en el pasado causó que estos tumores se clasifi caran de forma incorrecta como linfomas histiocíticos), técnicas inmunohistoquímicas revelan que son células T. El tratamiento del linfoma ha evolucionado a un área especializada de la práctica clínica. Es esencial que el oncólogo, cirujano, radiólogo y patólogo, discutan los casos en todas las etapas del proceso diagnóstico. La evaluación histológica del tejido de biopsia es central para el diagnóstico y tratamiento subsecuente. La base para el diagnóstico es la resección quirúrgica de todo un gangio linfático para su examen. En casos de sospecha de linfoma, el tejido obtenido con la biopsia debe enviarse fresco al laboratorio, donde es dividido, para permitir un análisis morfológicoy molecular detallado. Además de la evaluición histológica convencional, es esencial usar marcadores inmunohistoquímicos para clasifi car las células linfoides, en especial para células B y T, como ha sido en forma previa descrito (pág. 309). En algunas circuntancias, el confi rmar que una lesión es maligna depende de mostrar que una proliferación es monoclonal, demostrando rearreglo de gen de inmunoglobulina clonal (linfocitos B), y rearreglo del gen receptor de célula T clonal (linfocitos T). La investigación citogenética puede demostrar la presencia de un marcador cromosómico específi co; por ejemplo, las traslocaciones vistas en los linfomas foliculares (pág. 313) y linfomas de Burkitt (pág. 314). Aunque se han implicado varios factores en el dearrollo de linfomas; por ejemplo, pueden ser causados por el virus de Epstrein-Barr (EBV) o HTLV-1, en la mayoría de los casos la causa es desconocida. Los linfomas pueden desarrollarse sobre la base de una enfermedad crónica prolongada, mediada inmunitariamente, la cual puede ser una enfermedad inmunitaria (tiroiditis, pág. 335). Enfermedad de Sjögren, o una reacción a un antígeno exógeno; por ejemplo, enfermedad celíaca. Se supone que la activación inmunitaria continuada predispone a cambios neoplásicos. La incidencia de linfomas aumenta en los pacientes con defi ciencia inmunitaria, ya sea congénita o adquirida, cuando se asocia con infección por el EBV. Estudios de linfomas Factores etiológicos en los linfomas 15Tejido linfoide y hematopoyético 317 SUPERVIVENCIA Y PRONÓSTICO EN EL LINFOMA La sobrevida en el linfoma-no Hodgkin se valora en 10 años, porque la enfermedad de grado bajo es difícil de curar La sobrevida de los pacientes con linfoma-no Hodgkin varía de acuerdo con el grado y la etapa. Paradójicamente, los pacientes con tumores agresivos de rápido crecimiento pueden curarse, mientras que muchas de la lesiones de crecimiento lento sufren recurrencias tardías. Los pacientes que tienen enfermedad desde el punto de vista clínico agresiva pueden curarse con quimioterapia. Los pacientes con tumores indolentes, de lento crecimiento, a menudo pueden ser contolados con tratamiento, pero la curación se logra con menos frecuencia. Aunque hay alrededor de 70% de supervivencia a cinco años en los tipos indolentes de linfoma-no Hodgkin, con una supervivencia de 40% a 5 años en la enfermedad inicialmente agresiva, la supervivencia a 10 años es aún de alrededor de 40% para ambos tipos, que refl eja muerte continuada de pacien- tes con formas indolentes de la enfermedad. Los pacientes que tienden a morir tempranamente con linfoma-no Hodgkin incluyen a los ancianos, los que tienen diseminación extensa con anomalías hematológicas, y aque- llos pacientes con síntomas sistémicos o pérdida de peso y fi ebre. ENFERMEDADES DEL TIMO Timo normal El timo está compuesto por células linfoides y células epi- teliales especializadas. Es el sitio de desarrollo y maduración de linfocitos T, así como de eliminación (deleción) clonal de linfocitos T autorreactivos. Normalmente el timo sufre regre- sión después de la pubertad. La falta de desarrollo del timo produce, como resultado, inmunidad mediada por célula T defi ciente (pág. 98). El timo es un sitio de desarrollo de varios tipos diferentes de tumor En el timo se producen varios tipos de tumor que suele pre- sentarse como una masa mediastínica anterior, que puede detectarse en las radiografías de tórax como un hallazgo incidental, o producir una enfermedad, por compresión de estucturas adyacentes. Ocasionalmente se atrae atención hacia el timo a causa de una enfermedad autoinmunitaria, como la miastenia grave (capítulo 21). Los principales tumores del timo son los siguientes: • Linfomas, sobre todo linfoma linfoblástico T, linfoma de Hodgkin variedad esclerosis nodular, y algunos linfomas de célula B. • Los tumores de células germinales (teratoma y semionoma) representan cerca de 20% de los tumores mediastínicos. Exhiben un espectro histológico similar al visto en los testículos (pág. 402). • Los tumores neuroendocrinos están constituidos por células neuroendocrinas y recuerdan a los que se ven en otros lugares. Desde el punto de vista clínico pueden estar asociados con el síndome de Cushing. • Los timomas son derivados de células epiteliales tímicas (tipos de célula fusiforme o de célula redonda). Pueden estar asociados con miastenia grave, aplasia de eritocitos y enfermedades autoinmunes no específi cas de un órgano (pág. 104-5). Aunque 80% de los timomas es benigno, 20% se comporta como tumores malignos de grado bajo, infi ltrando estructuras, con propagación metastásica en cerca de 10% de los casos. La hiperplasia tímica puede asociarse con enfermedades autoinmunes La hiperplasia tímica no es común. Desde el punto de vista histológico, los folículos linfoides compuestos por células B se desrrollan en la médula tímica, y puede haber un incre- mento asociado en el tamaño del timo. Esto puede estar relacionado con el desarrollo de enfermedades autoinmu- nes, sobre todo miastenia grave (pág. 492). • Los linfomas suelen originarse en los ganglios linfáticos, y se propagan a otras áreas, en especial médula ósea, bazo e hígado. • El linfoma de Hodgkin es causado por la proliferación neoplásica de células B modifi cadas, llamadas células de Reed-Sternberg. • El linfoma de Hodgkin se divide en cinco subtipos histológicos, de los cuales el más común es el tipo esclerosis nodular. • El linfoma de Hodgkin se estadifi ca con el sistema Ann Arbor. Una etapa baja equivale a un mejor pronólstico. • Los linfomas no-Hodgkin son causados por la proliferación neoplásica de células B o T. Los tipos de célula B son más comunes. • Los linfomas de célula B varían de tipos con células pequeñas, con comportamiento indolente, a tipos con células grandes, con comportamiento agresivo. • Los linfomas de célula T afectan por lo común la piel (periféricos), así como a los ganglios linfáticos. • Los linfomas MALT se originan en sitios de mucosas, y son de tipo de célula B. Puntos clave Linfoma 15 PATOLOGÍAPatología clínica 318 ENFERMEDADES DEL BAZO El bazo nomal pesa 100 a 200 g. Sus dos funciones prin- cipales son atrapar y presentar antígenos circulantes en la sangre y eritrocitos gastados de la circulación El hiperesplenismo se asocia con crecimiento del bazo Un signo físico común, crecimiento del bazo, puede obe- decer a muchas causas, que son resumidas en ls fi gura 15-18. Independientemente de su causa, el crecimiento del bazo puede dar lugar al desarrollo de hiperesplenismo. Este síndrome se asocia con dos problemas importantes: secues- tro de eritrocitos, leucocitos y plaquetas; y destrucción prema- tura de eritrocitos. Por tanto, el hiperesplenismo conduce a una reducción en el número de células en la sangre (pan- citopenia) y, como respuesta compensadora, hiperplasia de la médula ósea. La esplenectomía produce una mejoría hematológica. El hipoesplenismo aumenta el riesgo de infecciones bacterianas graves por microorganismos capsulados La carencia de función esplénica se encuentra desde el punto de vista clínico en tres circunstancias principales: extirpación quirúrgica (por enfermedad o traumatismo), enfermedad de células falciformes –drepanocitosis (la oclusión microvascular causa múltiples microinfartos, conocidos como ‘autoesple- nectomía’) y enfermedad celíaca (atrofi a esplénica). Como consecuencia, los pacientes se vuelven susceptibles a infecciones bacterianas recurrentes, sobre todo por bacterias capsuladas (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus infl uenzae, Neisseria meningitidis, Escherichia coli) y pueden desarrollar una grave septicemia, cogulación intravascular e insufi cien- cia de órganos múltiples. También hay anomalías de los eritrocitos, los que desa- rrollan cuerpos de inclusión (cuerpos de Howell-Jolly) y formas anormales (esquistocitos y células queson objeti- vos). De manera habitual los eritrocitos anormales son reti- rados del bazo, al pasar por el calibre reducido de los sinusoides esplénicos. Figura 15.18 Causas de esplenomegalia Causas infecciosas Bacterianas Virales Protozoarios Por ejemplo, tifoidea, tuberculosis, brucelosis, endocarditis infecciosa Mononucleosis infecciosa Paludismo, leishmaniasis, tripasonomiasis, toxoplasmosis Causas vasculares Hipertensión portal La causa principal es cirrosis (pág. 281) Causas neoplásicas Linfomas Leucemias Hematopoyesis extramedular Metástasis Linfoma de Hodgkin y linfoma no-Hodgkin Sobre todo leucemias crónicas, menos común en tipos agudos Vista en enfermedades mieloproliferativas y enfermedades con reemplazo difuso de la médula ósea por tumor Las metástasis esplénicas de tumores sólidos son raras Causas hematológicas Anemias hemolíticas Trombocitopenia autoinmune Esferocitosis hereditaria, β-talasemia, hemólisis autoinmune La destrucción de plaquetas en el bazo produce acumulación de histiocitos espumosos en los senos Causas inmunológicas Síndrome de Felty Sarcoidosis Amiloidosis Hiperplasia folicular en el bazo asociada con hiperesplenismo con enfermedad reumatoide Bazo infi ltrado con granulomas (capítulo 25) Bazo infi ltrado con amiloide (capítulo 25) Causas metabólicas Trastornos por almacenamiento Por causa de defi ciencias de enzimas hereditarias, por ejemplo, enfermedad de Gaucher, enfermedad de Niemann-Pick, que produce almacenamiento de material en macrófagos esplénicos 15Tejido linfoide y hematopoyético 319 ENFERMEDADES DE LA SANGRE TRASTORNOS DE LOS ERITROCITOS La reducción de la masa de eritocitos circulantes se denomina anemia La anemia puede defi nirse como una concentración redu- cida de hemoglobina. Se detecta por análisis de la sangre periférica (hemoglobina baja, cuenta baja de eritrocitos, hemtócrito bajo). Este es el trasorno de la sangre más común a nivel mundial, y afecta a cerca de 30% de la pobla- ción global. Hay una alta incidencia en los países en desa- rrollo, a causa de factores sociales y cuidados médicos defi cientes. Las defi ciencias dietéticas y la infección parasi- taria intestinal son contribuyentes importantes. Para compensar la falta de capacidad de transporte de oxígeno, se producen varios cambios en la anemia. Los cambios bioquímcos en los eritrocitos reducen la afi nidad de la hemoglobina por oxígeno, y hay un aumento del gasto cardiaco, junto con un intento de aumentar la producción de eritrocitos. Las causas de la anemia se pueden clasifi car de acuerdo con la etiología (fi gura 15-19). En la práctica clínica, la causa más común es la defi ciencia de hierro, seguida por la anemia de los trastornos crónicos y las defi ciencias de vitamina B12 y folato. Todas las otras causas son mucho menos comunes. ANEMIA CAUSADA POR DEFICIENCIA DE HEMATÍNICOS La defi ciencia de hierro es la causa más común de anemia Las causas principales de la anemia por defi ciencia de hierro, son disminución en la ingesta de hierro, pérdida excesiva de sangre (causa más común en adultos) o aumento en la demanda (p. ej., embarazo y lactación). La sangre perférica muestra un patrón hipocrómico microcí- tico (fi gura 15-20). Hay una concentración total baja de hierro en el suero y aumento de la capacidad total de fi jación de hierro. Una concentración reducida de ferritina en el suero refl eja una disminución de los almacenes totales de hierro en el cuerpo. Además de los signos y síntomas de anemia, algunos pacien- tes con anemia por defi ciencia de hierro, pueden presentar queilitis angular, glositis atrófi ca, membranas esofágicas, coiloniquia y uñas quebradizas. La pérdida crónica de sangre es la causa más común de anemia por defi ciencia de hierro Si la pérdida ha sido lenta la anemia puede ser grave. Las causas más importantes son las enfermedades de las vías gastrointestinales, sobre todo la úlcera péptica, carcinoma del estómago y carcinoma del colon (en especial del ciego), menorragia y metrorragia y la pérdida de sangre por lesio- nes de las vías urinarias. Los pacientes con anemia por defi ciencia de hierro inex- plicable requieren estudios de detección de una causa oculta de pérdida de sangre. La defi ciencia de vitamina B12 y folato causa anemia macrocítica megaloblástica La anemia megaloblástica es el resultado del deterioro de la síntesis del DNA en las células precursoras de la médula ósea. Este tipo de anemia se debe a la defi ciencia de vita- mina B12 y ácido fólico. La vitamina B12 se absorbe de manera habitual de la dieta por fi jación con el factor intrín- seco (FI), que es una glucoproteína secretada por las células parietales gástricas. El complejo B12-FI se fi ja a células en Figura 15.20 Eritrocitos hipocrómicos microcíticos. Figura 15.19 Clasifi cación patológica de la anemia Producción reducida de eritrocitos Defi ciencia de hematínicos Defi ciencia de hierro Defi ciencia de B12 y folato Diseritropoyesis Anemia de trastornos crónicos Mielodisplasia Anemia sideroblástica Infi ltración de la médula ósea Aplasia (falta de producción de células) Anemia aplásica Aplasia de eritrocitos Aumento de destrucción o pérdida de eritrocitos Hemorragia Anemia hemolítica Anomalías de los eritrocitos (membrana, enzimas, hemoglobinopatías) Anomalías fuera de los eritrocitos (inmunitarias, microangiopáticas, parasitarias) Hiperesplenismo 15 PATOLOGÍAPatología clínica 320 el íleon terminal donde la B12 se absorbe. La causa más común de defi ciencia de vitamina B12 es la falta de produc- ción del FI, que produce anemia perniciosa. En el esómago, esta situación se asocia con gastritis atrófi ca o puede suce- der después de una gastrectomía quirúrgica. La enfermedad o resección quirúrgica del sitio de absorción en el íleon terminal, también puede causar defi ciencia de vitmina B12. La defi ciencia de ácido fólico se debe más por lo común a una ingestión dietética inadecuada (el ácido fólico se encuen- tra normalmente en verduras, carne y huevos). Esta defi cien- cia se encuentra por lo común en alcohólicos y en pacientes con malabsorcion. En la médula ósea, la falta de vitamina B12 o folato, causa el desarrollo de precursores del eritrocito anormal grande (megaloblastos), que evolucionan a eritrocitos anomal- mente grandes (megalocitos). Como gran parte de la hema- topoyesis produce células defectuosas que son destruidas de manera prematura, el compartimiento de la médula ósea se expande y la médula, de manera habitual grasosa en los huesos largos, se vuelve activa. Los pacientes tienen anemia, neu- tropenia y trombocitopenia. En la defi ciencia de vitamina B12, aunque no en la de folato, pueden producirse enferme- dades neurológicas, con el desarrollo combinado subagudo de la médula espinal. Los pacientes también pueden presen- tar deterioro de la función cardiaca. ANEMIA A CAUSA DE DEFICIENCIA DE LA PRODUCIÓN La anemia aplásica se debe a insufi ciencia de las células madre hematopoyéticas En la anemia aplásica se ha producido ‘insufi ciencia de la médula ósea’. Los pacientes desarrollan una pancitopenia, y padecen de una enfermedad grave que pone en peligro la vida. La médula ósea es despoblada de células que son sustituidas por grasa. Muchos casos son idiopáticos, aunque otros siguen a una agresión a la médula (fi gura 15-21). ANEMIA A CAUSA DE DISERITROPOYESIS La anemia de los trastornos crónicos es la segunda causa más importante de anemia Los pacientes con enfermedades de fondo, como las enferme- dades autoimunitartias no específi cas a órgano (p. ej., artritis reumatoide y lupus eritmatoso sistémico [LES]), enfermedades infecciosas crónicas (p. ej., tuberculosis, paludismo, esquis- tosomiasis) o neoplasias (linfomas y algunos carcinomas), pue- den desarrollar una anemia normocrómica o hipocrómica. Hay tres anomalías principales que se encuentran en estas anemias: el hierro almacenado en los macrófagos no se libera para poderusarse en la médula ósea, los eritrocitos circulantes tienen un periodo de vida reducido y la médula ósea muestra una falta de respuesta a la eritropoyetina. El hierro del suero y la capacidad total de fi jación de hierro (TIBC, del inglés total iron-binding capacity) son bajas, pero la ferritina del suero es nomal, o elevada (com- pare con anemia por defi ciencia de hierro, pág. 319). Los síndromes mielodisplásicos causan anemia resistente y predisponen a la leucemia Los síndromes mielodisplásicos son enfermedades de la vida adulta tardía, en los cuales hay producción de clones anormales de células madre medulares. Los productos de los clones anormales son defectuosos y destruidos de manera prematura; por tanto, dependiendo de la intensidad, pue- den desarrollarse anemia y pancitopenia. La presencia de clones genéticamente anormales en la médula ósea, predispone al desarrollo de leucemia en cerca de 40% de los casos. El pro- blema principal es una anemia indolente que requiere tra- tamiento con transfusiones durante varios años, pero no responde a la administración de hematínicos (anemia resistente). Desde el punto de vista histológico, la médula ósea muestra celularidad normal, o aumentada, con células megaloblásticas. Pueden verse precursores de los eritrocitos anormales que contienen hierro (sideroblastos anillados), y encontrarse mielo- blastos anormales. Con base en el número de mieloblastos y precursores de los eritrocitos anormales,se han defi nido cinco subtipos de mielodisplasia en una clasifi cación Francesa-Ameri- cana-Británica (FAB) (fi gura15-22). Una vez que 30% de las células de la médula está fomado por blastos, se consi- dera que los pacientes se han transformado a leucemia. La infi ltración de la médula ósea puede causar anemia leucoeritroblástica La infi ltración extensa de la médula ósea puede causar obliteración de elementos hematopoyéticos normales, y en consecuencia frecuentemente se desarrolla hematopoyesis extramedular, caracterizada por eritroblastos y leucocitos primitivos circulantes. Los principales trastornos que cau- san infi ltración extensa de la médula ósea son el carcinoma diseminado, el linfoma diseminado, y la mielofi brois (pág. 327). Un cuadro leucoeritroblástico puede también desa- rrollar una hemorragia masiva, una hemólisis intensa, e infeciones graves. Figura 15.21 Factores asociados con el desarrollo de anemia aplásica Radiación Agentes quimioterapéuticos antineoplásicos Fármacos: cloranfenicol, oro, AINE Toxinas: benceno Virus: papovavirus, VIH-1 Anticuerpos: pancitopenia autoinmunitaria Anemia de Fanconi: autosómica recesiva Figura 15.22 Clasifi cación FAB de los síndromes mielodisplásicos Anemia resistente Anemia resistente con sideroblastos en anillo Anemia resistente con blastos excesivos Anemia resistente con blastos excesivos en transformación Leucemia mielomonocítica crónica 15Tejido linfoide y hematopoyético 321 ANEMIA A CAUSA DE LA DESTRUCCIÓN DE ERITROCITOS La anemia hemolítica se caracteriza por la reducción de la supervivencia de los eritrocitos en la sangre En la anemia hemolítica, el aumento crónico en la destucción de eritrocitos causa el desarrollo de anemia, con aumento de reticulocitos en la sangre, esplenomeglia, hiperplasia eritroide, que da lugar a expansion de la médula ósea, e hiperbilirrubi- nemia no conjugada. Hay dos grupos de factores principales causantes de anemia hemolítica. Los defectos intrínsecos de los eritrocitos producen fragilidad eritrocítica anormal. • Defectos de la membrana, por ejemplo, esferocitosis hereditaria. • Defectos de las enzimas; por ejemplo, deshidrogenasa glucosa-6-fosfato. • Defectos fuera de los eritrocitos causantes de su lisis, como traumatismo mecánico y padecimientos autoinmunes contra los reitrocitos. La destrucción de los eritrocitos se produce en el bazo y, por las celulas reticuloendoteliales, en el hígado. HEMÓLISIS A CAUSA DE DEFECTOS EN LOS ERITROCITOS El defecto más común de la membrana celular causante de hemólisis es la esferocitosis La anemia hemolítica puede ser causada por defectos de la membrana en los eritrocitos. La enfermedad más común es la esferocitosis hereditaria. Los eritrocitos tienen un citoes- queleto anormal asociado con membrana, que es causado por anomalías de las proteínas anquirina, espectrina o pro- teína de banda 4.2 , que ligan la membrana del eritrocito. En algunos casos se ha documentado un defecto en uno de los genes de la espectrina. Los pacientes con esta enfermedad tienen ictericia, esple- nomegalia y anemia hemolítica. Los eritrocitos son esféricos en el frotis de sangre (fi gura 15-23), y anormalmente frá- giles, sujetos a destrucción en el bazo. Hay expansión de la médula ósea y esplenomegalia. Para prevenir la hemólisis se practica esplenectomía. Los defectos de las enzimas en los eritrocitos pueden predisponer a hemólisis La anemia hemolítica también puede ser causada por defec- tos de las enzimas que hacen susceptibles a los eritrocitos a daño causado por estrés oxidante. La defi ciencia de la deshidrogenasa glucosa-6-fosfato es un trastorno ligado a X, en el cual se precipitan crisis hemolíticas por infecciones o administración de ciertos fármacos (quinina, fenacetina, ácido acetilsalicílico). La defi ciencia de cinasa piruvato causa una anemia hemolítica crónica. La talasemia es el resultado de anomalías cuantitativas en la producción de globina Los síndromes de talasemia son causados por la síntesis defectuosa de las cadenas α o β de globina de la hemoglo- bina. La enfermedad es hereditaria, y es común en las áreas mediterránea, del Lejano y Medio Oriente y Sureste de Asia, donde se encuentran tasas de portadores de 10 a 15%. Las principales características patológicas son la consecuen- cia del aumento en los requerimientos de la producción de eritrocitos (causado por su destrucción): • El aumento de la hematopoyesis intramedular causa deformación de los huesos (aumento de tamaño y abultamiento del cráneo). • El aumento de la hematopoyesis extramedular produce hepatosplenomegalia. • Consecuencias del exceso de depósito de hierro en los tejidos, derivado de transfusiones con hemólisis (afecta al corazón, hígado y páncreas). En las formas graves de la enfermedad hay una anemia hipocrómica microcítica con hemólisis de eritrocitos. La forma más grave de la enfermedad es la que es el resultado de anomalía de la cadena β de globina. La hemoglobina normal del adulto (HbA) está constituida por dos cadenas de globina α y dos cadenas de globina β (α2β2). En la talasemia, es anormal uno, o más, de los genes responsables de la síntesis de las cadenas de globina α o β. Dependiendo de cuál cadena esté, afectada se produce como resultado una talasemia α o una talasemia β. En la talasemia β se han descrito más de 90 mutaciones diferentes que inducen a la síntesis, ya sea reducida o ausente, de la cadena β de globina, una de las cuales está presente en cada copia del cromosoma 11. Los heterocigo- tos desarrollan una enfermedad leve llamada ‘talasemia menor’ (carácter talasemia), mientras que los homocigotos desarrollan ‘talasemia mayor’, que está asociada con una anemia hemolítica grave. En algunos casos no se produce globina β (β°) mientras que en otros, las cadenas β de glo- bina están notablemente reducidas (β+).En la talasemia α, Figura 15.23 Esferocitosis hereditaria. Los esferocitos son eritrocitos anormales que tienen una forma convexa en vez de cóncava. En un frotis de sangre normal, el centro de los eritrocitos es ligeramente más pálido que en la periferia. En los esferocitos el centro de la célula es más oscuro que la periferia. Estas células son anormalmente frágiles y tienden a la hemólisis. 15 PATOLOGÍAPatología clínica 322 la enfermedad es en especial causada por eliminación (dele- ción) (más que por mutación) de parte de los genes de globina. Cada individuo tiene cuatro genes de globina α (un par de genes deglobina α está presente en cada una de las copias del cromosoma 16), por lo cual hay cuatro posi- bles grados de talasemia α, dependiendo de cuántos genes son anormales. La hemólisis es menos intensa en la talasemia α que en la talasemia β. Las características de los síndromes de talasemia se resumen en la fi gura 15-24. La enfermedad de células falciformes (drepanocitosis) causa un aumento en la destrucción de eritrocitos asociado con hemoglobina anormal En la enfermedad de células falciformes, una mutación de punto en el gen que codifi ca para la cadena de globina β, da por resultado una forma anormal de hemoglobina lla- mada HbS (α2βS2). Esta forma de hemoglobina polimeriza a saturaciones bajas de oxígeno, causando rigidez anormal y deformidades en los eritrocitos, los que asumen una forma de hoz. Como resultado, los eritrocitos son frágiles de manera anormal (sujetos a hemólisis) y densos en los vasos pequeños (causando oclusión vascular). En el carácter de célula falciforme, los individuos son heterocigotos para la anomalía del gen de gobina β, y 30% de la hemoglobina es HbS, sin causar una anomalía clínica signifi cativa. En los pacientes con enfermedad de células falciformes (homocigotos para el gen anormal de globina β) más de 80% de la hemoglobina es HbS, y el resto es HbF y HbA2. Hay tres tipos de deterioro agudo llamados crisis de células falciformes: 1. Crisis de secuestro. En los primeros años de la anemia de células falciformes puede producirse una acumulación súbita de eritrocitos en el bazo, causando un descenso rápido en la concentración de hemoglobina que puede causar la muerte. 2. Crisis de infartos. Se produce obstrucción de vasos sanguíneos pequeños causando infartos. Los tejidos afectados por lo común son el hueso (en especial la cabeza femoral), bazo (que conduce a atrofi a esplénica, fi gura 15-25), y piel (que induce a úlceras de los tobillos). 3. Crisis aplásica. La atrofi a esplénica causada por infarto predispone a infección, que conduce a depresión de la producción de eritrocitos, lo cual precipita una caída rápida en la concenración de hemoglobina en presencia de una hemólisis continuada. Además de la crisis de desarrollo, se producen anomali- dades en muchos órganos (fi gura 15-26). Otras mutaciones de gen de globina β forman hemoglobinas C, D y E, que también dan lugar a hemólisis. HEMÓLISIS CAUSADA POR DEFECTOS FUERA DE LOS ERITROCITOS La hemólisis puede ser causada por destrucción inmunitaria o mecánica Los anticuerpos que se fi jan a antígenos en los eritrocitos pueden causar su destrucción prematura. Los tres tipos principales de enfermedad, en que esto sucede, son la anemia hemo- Figura 15.24 Resumen de la talasemia Enfermedad clínica Cadenas de globina presentes Características β-talasemia Talasemia mayor Homocigoto βo/βo Homocigoto β+/β+ Anemia hipocrómica microcítica. Hemólisis intensa, hepatosplenomegalia, hiperplasia de la médula ósea causante de deformidades esqueléticas. Se desarrolla sobrecarga de hierro con transfusiones repetidas Talasemia menor Homocigoto β+/β Homocigoto βo/β Reducción moderada en HbA, aumento en HbA2 (α2δ2) Anemia leve con células hipocrómicas α-talasemia Portador silencioso −α/αα Asintomático sin anomalía estructural en la sangre Carácter de α-talasemia − − /αα α −/α − Asintomático, pero anemia hemolítica leve con algunas células microcíticas Enfermedad de hemoglobina H − − /α − Anemia hemolítica moderada con hipocromia y microcitosis, se forma HbH de tetrámeros de cadena β Mortal (hidropesía fetal) − − / − − Mortal en el útero 15Tejido linfoide y hematopoyético 323 lítica de anticuerpos calientes (80% de los casos), la anemia hemolítica de anticuerpos fríos (20% de los casos), y la anemia hemolítica isoanticuerpo (rara) (fi gura 15-27). El daño mecánico a los eritrocitos puede inducir a la reduc- ción de su periodo de vida y a hemólisis. Hay tres grupos principales de hemolisis mecánica: • Macroangiopático. Válvulas cadiacas protésicas. • Microangiopático. Fragmentación por bandas de fi brina en vasos pequeños, como se ve en la coagulación inravascular diseminada (CID). En este trastorno hay activación del sistema de colagulación en los vasos pequeños causando microtrombos. Esta situación produce depleción de factores de coagulación y plaquetas (riesgo aumentado de hemorragia), y fragmentación mecánica de eritrocitos (hemólisis). • Esplénico. El hiperesplenismo causado por el crecimento del bazo se asocia con hemólisis. Los eritrocitos son secuestrados en el bazo y destruidos de forma prematura. El aumento en la masa de eritrocitos se llama policitemia La policitemia, llamada tambíén eritrocitosis, se caracteriza por un aumento absoluto en la masa de eritrocitos circu- lantes, detectable por el aumento en el hematócrito. La policitemia secundaria se produce en trastornos que aumentan la hipoxia arterial, cuyas dos causas principales son las enfermedades pulmonares crónicas y la cardiopatía congénita cianótica. En estas circunstancias la hipoxia esti- mula la expansión de la masa de eritrocitos. Un fenómeno similar se observa en individuos que habitan en altitudes elevadas, como en los Andes. Con poca frecuencia la secre- ción anormal de eritropoyetina causa policitemia, como por ejemplo, en las enfermedades renales o en el hemangioblas- toma cerebral. La policitemia primaria se presentan una enfermedad lla- mada policitemia rubra vera, que es uno de los trastornos mieloproliferativos. En un hematócrito por encima de 50%, la viscosidad de la sangre predispone a trombosis vascular, causando, por ejemplo, infarto cerebral. Figura 15.25 Enfermedad de células falciforme –bazo. El bazo está retraído como resultado de cicatrización a causa de múltiples episodios de microinfartos en el pasado. Los microinfartos recientes se señalan con fl echas. Figura 15.26 Complicaciones sistémicas de la enfermedad de células falciformes Pulmones Infarto pulmonar, desarrollo de síndrome torácico agudo (caracterizado por disminución de la función pulmonar que puede ser mortal). Encéfalo Infarto cerebral Riñones Necrosis papilar causada por oclusión vascular en vasos rectos. Huesos La osteomielitis por salmonella es predispuesta por pequeños infartos causados por oclusión vascular. Inmunidad El hipoesplenismo aumenta la susceptibilidad a la infección bacteriana. Hepatobiliar Cálculos biliares de pigmento por causa de hemólisis. Hemosiderosis secundaria a causa de sobrecarga de hierro en pacientes transfundidos. Ojo Ceguera causada por oclusión de vasos pequeños y retinopatía isquémica. Figura 15.27 Causas de anemias hemolíticas inmunitarias Anticuerpos de acción en caliente Clase IgG, destrucción de eritrocitos en el bazo Idiopáticos (50%) LLC Linfoma linfocítico LES Infecciones virales Hemólisis inducida por fármacos (α-metildopa, quinidina) Anticuerpos que reaccionan en frío Clase IgM, destrucción de eritrocitos por células de Kupff er en el hígado Idiopáticos Relacionados con linfoma Neumonía por Mycoplasma Mononucleosis infecciosa Isoinmunitarias Enfermedad hemolítica del recién nacido (incompatibilidad rhesus). Reacciones a la transfusión 15 PATOLOGÍAPatología clínica 324 TRASTORNOS DE LOS LEUCOCITOS CIRCULANTES Y DE LA MÉDULA ÓSEA Las dos razones principales de un aumento en el número de leucocitos (leucocitosis) son los cambios reactivos en el número de leucocitos circulantes (asociados con diferen- tes tipos de enfermedad, ver puntos clave), y las enferme- dades neoplasicas de los leucocitos. La función de los leucocitos puede ser deteriorada por reducción en su cantidad o a causa de funcionamiento anomal La función de los leucocitos se puede deteriorar cualitati- vamente, o puede haber una disminución en el número de células circulantes. La reducción en la función de los neu- trófi los predispone a infecciones bacterianas, sobre todo de las causantes de ulceración en la bocay bucofaringe. Las causas princopales de la dismnución en el número de neu- trófi los (neutropenia) son: • Anomalías generalizadas de la función de la médula ósea (asociadas con desórdenes de eritrocitos y plaquetas). • Hipoplasia de la médula ósea, que se adquiere por lo común a causa de radiación terapéutica o quimioterapia, defi ciencia de B12 o folato, e infecciones severas. En la biopsia de médula ósea se ve su celularidad reducida. • Destrucción anormal de neutrófi los (inducida por fármacos, autoinmunitaria, hiperesplenismo). Esta situación se asocia con aumento en los precursores de neutrófi los en la biopsia de médula ósea. Entre las causas principales de función defectuosa de los neutrófi los se encuntran las enfermedades sistémicas, sobre todo diabetes mellitus, terapia con corticoesteroides, insu- fi ciencia renal, y alcoholismo. Causas congénitas raras pue- den inducir defecto en la fagocitosis y muerte bacteriana. Los números de células linfoides se reducen con la edad (linfopenia), pero esto se ve también en asociación con lupus eritematoso sistémico (LES) (Capítulo 25), terapia con cor- ticoesteroides, y estados de inmunodefi ciencia (Capítulo 7). ENFERMEDADES NEOPLÁSICAS DE LOS LEUCOCITOS Las neoplasias de los leucocitos se dividen en cuatro grupos principales. • Los linfomas malignos son enfermedades basadas en tejidos y linfocitos ganglionares (pág. 309). • Las leucemias y los trastornos mieloproliferativos son neoplasias malignas derivadas de células de la médula ósea. Las células neoplásicas pueden circular en la sangre, colonizando secundariamente otros tejidos. • Los tumores de células plasmáticas son neoplasias derivadas de células B, diferenciadas terminalmente, derivadas de la médula ósea (pág. 314). • Las histiocitosis son neoplasias de células histiocíticas (macrofágicas), sobre todo células de Langerhans. Algunas de estas enfermedades su superponen entre sí: por ejemplo, algunos linfomas tienen un tipo leucémico. Las leucemias son las enfermedades neoplásicas más comunes de los leucocitos La enfermedad neoplásica más común de los leucocitos es la leucemia, cuya incidencia es de 9 por 100 000. La enfer- medad puede ser aguda o crónica. Las características gene- rales de la leucemia incluyen: proliferación neoplásica de células de la médula ósea, formando una o más líneas celu- lares; circulación de células neoplásicas en la sangre perifé- rica, en la mayor parte de los casos (pero no en todos ellos); y supresión de otros elementos de la médula ósea, condu- ciendo a los síntomas causados por la falta de eritrocitos, leucocitos y plaquetas normales. La expansión de la médula ósea y la infi ltración de leucocitos neoplásicos es común en todas las leucemias (fi gura 15-28). Las leucemias agudas se caracterizan por proliferación de células inmaduras, conocidas como blastos, que forman una alta proporción de las células de la médula ósea. De manera típica hay una rápida progresión de la enfemedad la cual, en ausencia de tratamiento, es mortal en un plazo corto. Las leucemias crónicas se caracterizan por proliferación de blastos, aunque éstos forman una proporción menor de las células de la médula ósea que en la leucemia aguda. Frecuentemente hay una progresión lenta de la enfemedad, aunque este tipo también se puede convertir en un modelo más agresivo. • La leucocitosis de neutrófi los se producen frecuentemente como una respuesta a infección bacteriana o necrosis tisular (infarto). • La eosinofi lia se ve como respuesta a infecciones parasitarias, en respuestas de hipersensibilidad asociadas con neoplasia (leucemia granulocítica crónica y linfoma de Hodgkin), y en síndromes de hipereosinofi lia, con vasculitis e infi ltración pulmonar. • La linfocitosis se observa en infecciones virales, sobre todo fi ebre ganglionar (mononucleosis infecciosa), y menos común en infecciones, como tifoidea y brucelosis. • La monocitosis no es común, pero se puede ver en endocarditis infecciosa y en algunas infecciones por protozarios (paludismo, tripanosomiasis). Puntos clave Cambios en los leucocitos circulantes en la sangre 15Tejido linfoide y hematopoyético 325 Las leucemias agudas se dividen en los grupos linfoblástico o mieloide Las leucemias agudas se dividen en las que son derivadas de células linfoides, leucemia linfoblática aguda (LLA) y las derivadas de células mieloides, monocíticas, eritroides, y megacariocíticas, que se agrupan como leucemia mielo- blástica aguda (LMA). En la leucemia aguda, el reemplazo de la médula ósea con blastos causa anemia por pérdida de eritrocitos, susceptibi- lidad a la infección por pérdida de leucocitos normales, y susceptibilidad a la hemorragia por pérdida de plaquetas. Los pacientes presentan fi ebre, malestar general, hemorragias (hemorragias petequiales), y úlceras en la boca, causadas por infecciones. La sangre periférica exhibe una cuenta de leucoci- tos aumentada (incluyendo blastos) en aproximadamente el 50% de los casos; un hecho importante es que, en algunos casos, la cuenta de leucocitos puede ser normal, o reducida. El diagnóstico de leucemia aguda se basa en un examen de aspirado de médula ósea, e histología (fi gura 15-29). Las leucemias agudas presentan de manera habitual infi ltración en muchos órganos, en especial en el encéfalo y gónadas. La esplenomegalia y la linfadenopatía no suelen ser promi- nentes, excepto en algunos casos de leucemia linfoblástica aguda. La leucemia linfoblástica aguda (LLA) afecta predomi- nantemente a los niños, y sólo en ocasiones a los adultos jóvenes. El pronóstico está relacionado con el tipo de leu- cemia defi nido por la clasifi cación FAB (fi gura 15-30).a b Figura 15.30 Clasifi cación LLA. La LLA se clasifi ca por morfología en grupos L1-3. Con el uso de inmunohistoquímica puede defi nirse de manera adicional la naturaleza de las células, lo que se relaciona con el pronóstico. Los pacientes con morfología L3, una cuenta alta de leucocitos, y el tipo de célula B madura, tienen el peor pronóstico Tipo FAB Citología L1 Células linfoides pequeñas L2 Células linfoides grandes L3 Células linfoides grandes con citoplasma vacuolado Fenotipo Incidencia (%) Pronóstico LLA de célula nula (célula B temprana) 12 Intermedio LLA común (célula pre-B) 75 Bueno LLA de célula T 12 Intermedio LLA de célula B madura 1 Pobre Malo Figura 15.29 Histología de la leucemia aguda. En la leucemia aguda la médula ósea está sustituida por células neoplásicas, que borran la médula. Hay hipercelularidad, abundantes blastos caracterizados por núcleos grandes, mitosis y cantidades reducidas de elementos hematopoyéticos normales. Este ejemplo es el de un caso de leucemia linfoblástica aguda. Figura 15.28 Infi ltración leucémica de la médula ósea. En la leucemia, las células neoplásicas remplazan a la médula ósea roja (hematopoyética) y amarilla (inactiva). Las vértebras, costillas y huesos largos, muestran reemplazo difuso de la médula ósea por células neoplásicas (a). Desde el punto de vista histológico (b), la médula ósea normal es sustituida por células leucémicas anormales, monótonas. 15 PATOLOGÍAPatología clínica 326 La leucemia mieloblástica aguda (LMA) se ve frecuente- mente en adultos, y cubre varios tipos diferentes de enfer- medad, según son categorizados por la clasifi cación FAB (fi gura 15-31). M1-M3 son del tipo mieloblástico. Están separados de acuerdo con el grado de diferenciación, el cual es evaluado por detección citoquímica de marcadores de mielocito. M5 esta compuesto por monoblastos y M4 es una superposición entre los tipos mieloblástico y monoblás- tico. Aunque M6 es llamado ‘leucemia eritroblástica’, se ven células tanto mieloblásticas como eritroblásticas. Las leucemias crónicas se dividen en tipos linfocítico, mieloide y de células peludas Las leucemias crónicas se ven en especial en adultos mayores de 40 años, pero pueden presentarse durante la infancia.
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