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364 © 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 40Mycoplasma y Ureaplasma Mycoplasma pneumoniae es el patógeno más importante en este grupo de microorganismos. 1. ¿Qué tiene de singular la estructura celular de los micoplasmas? ¿De qué modo afecta este hecho a su sensibilidad a los antibióticos? 2. ¿Qué infecciones se atribuyen a Mycoplasma pneumoniae? ¿A M. genitalium? ¿Y a M. hominis? 3. ¿Cuál es la prueba más sensible para el diagnóstico de la infección por M. pneumoniae? Las respuestas a estas preguntas están disponibles en www.StudentConsult.es El orden Mycoplasmatales se subdivide en cuatro géne-ros: Eperythrozoon, Haemobartonella, Mycoplasma y Ureaplasma. Los géneros con mayor significación clínica son Mycoplasma (125 especies) y Ureaplasma (7 especies), y la especie más importante es Mycoplasma pneumoniae (llamado también agente de Eaton por el investigador que lo aisló por primera vez). M. pneumoniae causa enfermedades del aparato respiratorio, como la traqueobronquitis y la neumonía (cua- dro 40-1). Otros patógenos que se aíslan con frecuencia son Mycoplasma genitalium, Mycoplasma hominis y Ureaplasma urealyticum (tabla 40-1). fisiologíA y estructurA Los microorganismos de Mycoplasma y Ureaplasma son las bacterias más pequeñas de vida libre. Son peculiares debido a la ausencia de pared celular y a la presencia de esteroles en su membrana celular. Por el contrario, otras bacterias que ca- recen de pared celular (conocidas como formas L) no poseen esteroles en la membrana celular y pueden formar paredes ce- lulares en condiciones de crecimiento adecuadas. La ausencia de pared celular confiere resistencia a los micoplasmas frente a las penicilinas, las cefalosporinas, la vancomicina y otros antibióticos que interfieren en la síntesis de la pared celular. Los micoplasmas adoptan formas pleomorfas, que van desde cocos de 0,2-0,3 mm hasta bacilos de 0,1-0,2 mm de ancho y 1-2 mm de longitud. Muchos pueden atravesar los filtros de 0,45 mm que se emplean para eliminar las bacterias de las soluciones y por eso se pensó inicialmente que los mico- plasmas eran virus. Sin embargo, estos microorganismos se dividen por fisión binaria (típico de todas las bacterias), cre- cen en medios artificiales acelulares y contienen tanto ácido ribonucleico (ARN) como ácido desoxirribonucleico (ADN). Los micoplasmas son anaerobios facultativos (excepto M. pneumoniae, que es un aerobio estricto) y necesitan esteroles exógenos que les proporciona el suero animal que se añade al medio de crecimiento. Los micoplasmas crecen lentamente, con un tiempo de generación de 1 a 6 horas, y la mayoría forma colonias pequeñas que resultan difíciles de detectar sin una incubación prolongada. Debido a la ausencia de pared celular en Mycoplasmatales, los principales determinantes antigénicos son los glucolípidos y las proteínas de membrana. Estos antígenos tienen reac- tividad cruzada con los tejidos del ser humano y con otras bacterias. PAtogeniA e inmunidAd M. pneumoniae es un patógeno extracelular que se adhiere al epitelio respiratorio mediante una estructura de anclaje especializada, que se forma en un extremo de la célula. Esta estructura está constituida por un complejo de proteínas para adherencia, en la que destaca la adhesina P1 como la más importante. Las adhesinas interactúan de manera es- pecífica con los receptores de glucoproteínas sialidadas en la base de los cilios de la superficie de las células epiteliales (así como en la superficie de los eritrocitos). A continuación tiene lugar la ciliostasis, tras la que son destruidos en primer lugar los cilios y posteriormente las células del epitelio ciliar. La pérdida de estas células interfiere en el aclaramiento normal de las vías respiratorias superiores y permite que las vías respiratorias inferiores se contaminen con microorganis- mos y sufran una irritación mecánica. Este proceso es el responsable de la tos persistente que tienen los pacientes con enfermedad sintomática. M. pneumoniae funciona como un superantígeno y estimula la migración de las células in- flamatorias al lugar de la infección y la liberación de citocinas por las mismas, inicialmente factor de necrosis tumoral a e interleucina 1 (IL-1) y posteriormente IL-6. Este proceso participa tanto en la eliminación de las bacterias como en la enfermedad. Varias especies de Mycoplasma son capaces de cambiar rápidamente la expresión de las lipoproteínas de superficie, lo que probablemente tenga importancia para evadir la res- puesta inmunitaria del hospedador y establecer infecciones persistentes o crónicas. ePidemiologíA M. pneumoniae es un patógeno humano estricto. La enfermedad respiratoria (es decir, traqueobronquitis, neumonía) producida por M. pneumoniae tiene una distribución universal durante todo el año, sin que exista ningún aumento de la actividad de carácter estacional. Sin embargo, puesto que la neumonía causada por otros agentes infecciosos (p. ej., Streptococcus pneu moniae, virus) es más frecuente durante los meses de invierno, la enfermedad por M. pneumoniae es proporcionalmente más frecuente en verano y en otoño. La enfermedad epidémica se produce cada 4-8 años. La enfermedad es más frecuente en los niños en edad escolar y en los adultos jóvenes (de 5 a 15 años), aunque todos los grupos de edad son susceptibles. MYCOPLASMA y UREAPLASMA 365 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Se ha estimado que cada año se producen 2 millones de casos de neumonía por M. pneumoniae y 100.000 ingresos hospitalarios relacionados con esta entidad en Estados Uni- dos. Sin embargo, la enfermedad por M. pneumoniae no es de declaración obligatoria, y no se dispone ampliamente de pruebas diagnósticas fiables, por lo que no se conoce cuál es su verdadera incidencia. M. pneumoniae coloniza la nariz, la garganta, la tráquea y las vías aéreas inferiores de los sujetos infectados y se di- semina a través de las gotículas respiratorias más grandes durante los episodios de tos. La infección se suele diseminar entre compañeros de clase, familiares o contactos estrechos. La tasa de ataque es mayor en niños que en adultos (media global, alrededor del 60%), probablemente debido a que la mayoría de los adultos disfruta de una inmunidad parcial como consecuencia de una exposición previa. El período de incubación y el tiempo de infectividad son prolongados; por tanto, la enfermedad puede persistir durante meses. Los niños, especialmente las niñas, están colonizados cuando nacen por M. hominis, M. genitalium y especies del género Ureaplasma, aunque son estas últimas las que se aíslan con una frecuencia mayor. Aunque el estado de portador de estos micoplasmas no suele ser persistente, una pequeña población de niños prepúberes está colonizada. La incidencia de mico- plasmas genitales aumenta después de la pubertad, lo que se corresponde con la actividad sexual. Alrededor del 15% de los hombres y de las mujeres sexualmente activos están colonizados por M. hominis, mientras que una proporción comprendida entre el 45% y el 75% lo está por Ureaplas ma. La incidencia del estado de portador en adultos que son sexualmente inactivos no supera a la de los niños en la etapa prepuberal. M. pneumoniae no forma parte de la flora normal de las mucosas en humanos; sin embargo, se describen portadores prolongados tras la enfermedad sintomática. enfermedAdes clínicAs (caso clínico 40-1) La exposición a M. pneumoniae produce típicamente un estado de portador asintomático. La presentación clínica más frecuente de la infección por M. pneumoniae es la tra- queobronquitis. A las 2-3 semanas de la exposición aparece CUADRO 40-1 Resumen de Mycoplasma pneumoniae Biología, virulencia y enfermedad La bacteria más pequeña de vida libre; capaz de atravesar los poros de 0,45 mm de los filtros La ausencia de pared celular y una membrana que contiene esteroles son características únicas entre las bacteriasVelocidad de crecimiento lento (tiempo de generación, 6 horas); aerobio estricto La adhesina P1 se une a la base de los cilios de las células epiteliales, lo que lleva a pérdida de las células del epitelio ciliado Estimula la migración de las células inflamatorias y la liberación de citocinas Patógeno humano estricto Consulte en la tabla 40-1 la enfermedad Epidemiología Distribución universal sin incidencia estacional (en contraposición con la enfermedad que producen la mayor parte de los patógenos respiratorios) Infecta fundamentalmente a niños de entre 5 y 15 años, pero todos los grupos de población son susceptibles a la enfermedad Se transmite por la inhalación de las gotitas aerosolizadas Diagnóstico Véase la tabla 40-2 Tratamiento, prevención y control El fármaco de elección es la eritromicina, la doxiciclina o las nuevas fluoroquinolonas La inmunidad a la reinfección no dura toda la vida, y las vacunas no se han mostrado eficaces Tabla 40-1 Micoplasmas con importancia clínica Microorganismos Localización Enfermedad en el ser humano Mycoplasma pneumoniae Aparato respiratorio traqueobronquitis, faringitis, neumonía, complicaciones secundarias (neurológicas, pericarditis, anemia hemolítica, artritis, lesiones mucocutáneas) Mycoplasma genitalium Aparato genitourinario Uretritis no gonocócica, enfermedad inflamatoria pélvica Mycoplasma hominis Aparato respiratorio, aparato genitourinario Pielonefritis, fiebre puerperal, infecciones sistémicas en inmunodeprimidos Ureaplasma urealyticum Aparato respiratorio, aparato genitourinario Uretritis no gnocócica, pielonefritis, aborto espontáneo, parto prematuro CASO CLÍNICO 40-1 Neumonía mortal por Mycoplasma pneumoniae en un adulto joven Caxboeck y cols. (Wien Klin Wochenschr 119:379-384, 2007) describieron un caso raro de neumonía mortal por M. pneumoniae en una mujer de 18 años sana. Antes del ingreso hospitalario, la paciente había consultado al médico de cabecera por síntomas respiratorios y la radiografía de tórax era compatible con neumonía. Se le prescribió una fluoroquinolona, pero la enferma no respondió. Cuando fue ingresada en el hospital, tenía fiebre de 40 °C y tos con expectoración. Se cambió el antibiótico por un macrólido y cefalosporina, pero el estado de la paciente siguió deteriorándose con progresión de los infiltrados pulmonares, aparición de derrame pleural bilateral y datos de insuficiencia hepática. A pesar del tratamiento antibiótico agresivo y el soporte respiratorio, la paciente desarrolló una neumonía hemorrágica con insuficiencia multiorgánica y falleció en el día 35 de ingreso. El diagnóstico de infección por M. pneumoniae se basó en la serología positiva y en la ausencia de otros patógenos respiratorios en los estudios microscópicos, los cultivos y las pruebas antigénicas. Aunque el diagnóstico mediante cultivo o la reacción en cadena de la polimerasa hubiera resultado más convincente, este caso ilustra la susceptibilidad de los adultos a las infecciones por micoplasma y el riesgo raro, aunque bien descrito, de que aparezcan complicaciones graves en pacientes susceptibles. Se debe recordar también que esta paciente probablemente presentara alguna alteración inmunológica no diagnosticada que aumentó su susceptibilidad a este patógeno. 366 MICROBIOLOGÍA MÉDICA febrícula, malestar, cefalea y tos seca sin expectoración. Puede aparecer también una faringitis aguda. Los síntomas empeoran de forma gradual en los siguientes días y pueden persistir durante 2 semanas o más. Las vías bronquiales se infiltran por linfocitos y células plasmáticas. También se pue- de producir una neumonía (conocida como neumonía atípica primaria o neumonía «ambulatoria»), en la que se observa una neumonía parcheada en las radiografías de tórax que característicamente es más llamativa de lo que lo son los hallazgos físicos. Las mialgias y los síntomas digestivos son infrecuentes. Las complicaciones secundarias incluyen alte- raciones neurológicas (p. ej., meningoencefalitis, parálisis y mielitis), pericarditis, anemia hemolítica, artritis y lesiones mucocutáneas. Como la vía genitourinaria se coloniza por otras especies de Mycoplasma y Ureaplasma, resulta difícil determinar la implicación de estos microorganismos en un paciente con- creto. Sin embargo, se acepta en general que M. genitalium produce uretritis no gonocócica (UNG) y enfermedad in- flamatoria pélvica; U. urealyticum puede ocasionar UNG, pielonefritis y abortos espontáneos o partos prematuros, y M. hominis puede ser causa de pielonefritis, fiebres puer- perales e infecciones sistémicas en inmunodeprimidos. Los indicios que relacionan estos microorganismos con estas enfermedades se basan en 1) el aislamiento de las bacterias de las muestras de los pacientes infectados, 2) una respuesta serológica frente al microorganismo, 3) la mejoría clínica después del tratamiento con los antibióticos específicos, 4) la demostración de la enfermedad en un modelo animal o 5) una combinación de estos hallazgos. diAgnóstico de lABorAtorio Las pruebas diagnósticas para las infecciones por M. pneumo niae se resumen en la tabla 40-2. Microscopia La microscopia no tiene valor diagnóstico. Los micoplasmas se tiñen mal debido a la ausencia de pared celular. Detección de antígenos Aunque se han desarrollado pruebas antigénicas para el diag- nóstico rápido de M. pneumoniae, estas pruebas tienen una sensibilidad y especificidad bajas y no se recomiendan. Pruebas basadas en los ácidos nucleicos Se han desarrollado pruebas de amplificación basadas en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de dianas específicas de la especie para todas las especies patógenas de Mycoplasma y Ureaplasma. Las pruebas muestran una sensibilidad excelente, pero la especificidad está mal defini- da, de forma que estas pruebas pueden mostrar reacciones cruzadas con especies avirulentas que colonizan a las perso- nas. Además, no existen pruebas de PCR comercializadas en este momento, de forma que estos estudios se limitan a laboratorios de investigación y referencia. Cultivo Al contrario de lo que ocurre con otros micoplasmas, M. pneumoniae es un aerobio estricto. Este micoplasma se puede aislar de los lavados faríngeos, de los lavados bronquiales o del esputo expectorado. Los lavados son más fiables que el esputo expectorado, ya que la mayoría de los pacientes presenta una tos seca no productiva y, por tanto, no expectoran. La mues- tra se debe inocular en medios especiales complementados con suero (que proporciona esteroles), extracto de levadura (el cual aporta precursores de los ácidos nucleicos), glucosa, un indicador de pH y penicilina (para inhibir a otras bacte- rias). Los microorganismos crecen lentamente en cultivos y su tiempo de duplicación es de 6 horas. Aunque un cultivo positivo es un indicio definitivo de enfermedad, es relativamente poco sensible. En un estudio bien diseñado, el 36% de las cepas se detectó en un plazo de 2 semanas, mientras que la detección de las restantes cepas necesitó un período más prolongado de incubación (hasta de 6 semanas). En otro estudio, tan sólo el 64% de los cultivos de pacientes con indicios serológicos de una infección aguda por Mycoplasma obtuvo resultados positivos. El crecimiento de los microorganismos en cultivo está indicado por el me- tabolismo de la glucosa, el cual se acompaña de un cambio del pH. Las colonias de M. pneumoniae son pequeñas y tienen un aspecto granular homogéneo («forma de mora»), lo que se diferencia de la morfología «de huevo frito» de otros mico- plasmas. La identificación de las cepas se puede confirmar por la inhibición de su crecimiento con los antisueros es- pecíficos. Como este microorganismo es de difícil crecimien- to y los resultados no suelen estar disponibles en muchas semanas, en la mayor parte de los laboratorios no se realizan los cultivos. M. hominis es un anaerobio facultativoque crece en 1 a 4 días, y que metaboliza la arginina, pero no la glucosa. Las colonias tienen un aspecto característico «de huevo frito». La inhibición de su crecimiento con antisueros específicos se usa para distinguirlos de otros micoplasmas genitales. Ureaplas ma necesita urea para su crecimiento, pero se inhibe por la elevada alcalinidad que provoca el metabolismo de la urea. Por tanto, el medio de cultivo debe estar complementado con urea y muy tamponado. Incluso aunque se tomen estas medidas, los ureaplamas mueren rápidamente tras su ais- lamiento inicial. Tabla 40-2 Pruebas diagnósticas de las infecciones por Mycoplasma pneumoniae Prueba Valoración Microscopia La prueba no es útil porque los microorganismos no tienen pared celular y no se tiñen con los reactivos convencionales Cultivo La prueba es lenta (2-6 semanas para dar resultado positivo) y no es sensible; la mayoría de los laboratorios no disponen de ella Diagnóstico molecular Las pruebas de amplificación basadas en la PCR disponen de una excelente sensibilidad; no se ha definido bien la especificidad; se espera que se conviertan en las pruebas diagnósticas de elección a medida que se extienda su utilización Serología Fijación del complemento Los títulos de anticuerpos frente a antígenos glucolípidos alcanzan un valor máximo tras 4 semanas y se mantienen durante 6-12 meses; sensibilidad y especificidad bajas Enzimoinmunoanálisis Se dispone de un gran número de pruebas dotadas de unas sensibilidades y especificidades variables; las pruebas frente a la proteína adhesina P1 podrían ser las más específicas Aglutininas frías La sensibilidad y la especificidad son bajas, y se producen reacciones cruzadas con otros patógenos respiratorios (p. ej., virus de Epstein-Barr, citomegalovirus, adenovirus); aunque se trata de una prueba frecuentemente utilizada, no se recomienda su aplicación MYCOPLASMA y UREAPLASMA 367 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Detección de anticuerpos Únicamente se dispone de pruebas serológicas para M. pneumo niae. La detección de los anticuerpos frente a M. pneumoniae mediante la fijación del complemento constituye el patrón de referencia serológico convencional. Sin embargo, la sensibili- dad de la prueba es baja y los anticuerpos frente al antígeno glucolípido diana también se forman como consecuencia de la exposición a otras especies de Mycoplasma y a los tejidos del hospedador. Se han comercializado algunos enzimoinmunoa- nálisis para la detección de anticuerpos de inmunoglobulina M (IgM) e IgG. En general, estas pruebas resultan más sensibles que las de fijación de complemento y los cultivos. La des- ventaja de estas pruebas es que se deben recoger los sueros en las fases iniciales de la enfermedad y después repetirlos a las 3-4 semanas para demostrar el aumento del título de los anticuerpos. Históricamente se emplearon reacciones no específicas a los glucolípidos de la membrana externa de M. pneumoniae. La más útil de estas reacciones es la producción de agluti- ninas frías (anticuerpos IgM que se unen al antígeno I de la superficie de los eritrocitos humanos a 4 °C). Esta prueba es poco sensible e inespecífica, por lo que no se debería realizar. trAtAmiento, PreVención y control La eritromicina, las tetraciclinas (especialmente la doxici- clina) y las fluoroquinolonas más modernas son igual de efi- caces para tratar las infecciones por M. pneumoniae, aunque las tetraciclinas y las fluoroquinolonas se reservan para los adultos. Las tetraciclinas tienen la ventaja de ser eficaces frente a la mayoría de los otros micoplasmas y clamidias, una causa frecuente de UNG. La eritromicina y las tetraciclinas se usan para tratar las infecciones por Ureaplasma. Al con- trario que otros micoplasmas, M. hominis es resistente a la eritromicina y algunas veces a las tetraciclinas. Se ha usado la clindamicina para tratar las infecciones producidas por estas cepas resistentes. La prevención de la enfermedad por Mycoplasma es pro- blemática. Las infecciones por M. pneumoniae se propagan por contacto estrecho; por tanto, el aislamiento de las perso- nas infectadas teóricamente reduciría el riesgo de infección. Sin embargo, el aislamiento es impracticable, puesto que los pacientes suelen ser infecciosos durante un período de tiem- po prolongado, incluso mientras están recibiendo antibióticos. Tanto las vacunas inactivadas como las vivas atenuadas han presentado malos resultados. La inmunidad protectora que confiere esta infección es baja. Las infecciones por M. homi nis, M. genitalium y Ureaplasma se transmiten por contacto sexual. Por tanto, estas enfermedades se pueden prevenir evitando los contactos sexuales sin protección. EStUDIO DE UN CASO y PREGUNtAS Una estudiante universitaria de 21 años presentó letargo, cefalea, tos, febrícula, escalofríos y sudoración nocturna. Cuando fue examinada en el centro de salud, tenía tos no productiva y disnea con el ejercicio. El pulso era de 95 latidos/min y la frecuencia respiratoria fue de 28 respiraciones/min. La faringe tenía un aspecto eritematoso; a la auscultación tenía roncus y sibilancias diseminadas sin signos de condensación. Los resultados de la radiografía de tórax mostraban infiltrados parcheados. Una tinción de Gram del esputo reveló la presencia de numerosos leucocitos, pero no de microorganismos. El título de anticuerpos en la prueba de fijación del complemento para Mycoplasma que se llevó a cabo en una muestra recogida en el momento del ingreso fue de 1:8; el título en una muestra recogida 1 semana más tarde fue de 1:32. La paciente se trató con eritromicina, y la enfermedad respondió lentamente en 2 semanas. 1. Si se hubieran hecho cultivos, ¿cuáles habrían sido las mejores muestras? ¿Cuándo se dispondría de los resultados? ¿Cuáles son la sensibilidad y la especificidad del cultivo en un paciente infectado por M. pneumoniae? 2. Describa la epidemiología de las infecciones por M. pneumoniae. ¿Qué aspectos de este caso son característicos de estas infecciones? Las respuestas a estas preguntas están disponibles en www.StudentConsult.es BIBLIOGRAFÍA Blasi F, et al: Chlamydia pneumoniae and Mycoplasma pneumoniae, Semin Resp Crit Care Med 26:617-624, 2005. Citti C, Nouvel L, Baranowski E: Phase and antigenic variation in myco- plasmas, Future Microbiol 5:1073-1085, 2010. Loens K, et al: Molecular diagnosis of Mycoplasma pneumoniae res- piratory tract infections, J Clin Microbiol 41:4915-4923, 2003. McGowin C, Anderson-Smits C: Mycoplasma genitalium: an emerging cause of sexually transmitted disease in women, PLoS Pathogens 7:e1001324, 2011. 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