Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
707 © E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. INTRODUCCIÓN Los problemas neuromusculares presentan una extensa gama de síntomas que requieren asistencia médica y cau- san repercusiones clínicas durante el embarazo y el parto; en el medio donde labora el autor, las patologías osteomusculares relacionadas a esta entidad son raras, siendo las más frecuentes: secuelas de poliomielitis, de poscirugía de columna, escoliosis y acondroplasia; en la actualidad todavía existe un mito, la creencia o miedo de aplicar anestesia regional en pacientes con este tipo de enfermedades, o el pensamiento de que está contraindi- cada por el riesgo de desencadenar o complicar el pade- cimiento con que cursa la embarazada; no existen refe- rencias bibliográficas de que éstas técnicas produzcan lesiones neurológicas. En el presente capítulo se tratarán las generalidades de las patologías osteo y neuromuscu- lares, así como en forma particular algunas patologías que se presentan con mayor frecuencia en la paciente embarazada. GENERALIDADES La presencia de patologías osteo y neuromusculares rela- cionadas con el embarazo es muy baja; éstas implican cambios anatómicos y fisiológicos de importancia para el anestesiólogo, así como para el ginecobstetra, y las modi- ficaciones en las respuestas a fármacos, que pueden influenciar la selección de estos, en forma principal de los relajantes neuromusculares (RNM),1,2 todo esto aunado a los cambios fisiológicos propios del embarazo, pueden complicar la evolución de estas pacientes. Las enfermedades musculares son consecuencia de procesos que producen alteraciones de la célula musculoesquelé- tica, que afectan el cordón muscular, los nervios periféri- cos y la unión neuromuscular.3,4 En la actualidad las patologías musculares se dividen en tres grupos dependiendo del sitio de la enfermedad: - anormalidades neurogénicas, - miopáticas, y - de la unión neuromuscular. Éstas se describen de forma breve a continuación.1 Anormalidades neurogénicas Dentro de estas anormalidades se encuentran las genera- das por daño en las siguientes estructuras: 1. Cuerpo celular. La lesión se origina en las neuronas motoras superior e inferior (poliomielitis). 2. Nervio. Alteración de la conducción nerviosa a nivel axonal o por desmielinización (procesos degenerativos).5 Entre las causas de trastornos neurogénicos que produ- cen debilidad se encuentran las siguientes: a) Infecciosas: procesos virales como la poliomielitis, que afecta la neurona motora en el tallo encefálico y la médula espinal. b) Isquémicas: infarto cerebral, donde se pierden los impulsos neuronales aferentes de centros corticales superiores, produciendo debilidad del miembro contralateral o apoplejia c) Enfermedad de neurona motora: atrofia de múscu- los espinales por trastornos genéticos hereditarios autosómicos recesivos y la esclerosis lateral pri- maria. d) Polineuropatías que se dividen en: 1. Axonales: como el síndrome de Guillain Barré que es de tipo inflamatorio, idiopático y de pre- sentación aguda. Capítulo. Anestesia en la embarazada con enfermedad del sistema musculoesquelético 2. Enfermedades desmielinizantes: la esclerosis múltiple es la más común, mediada a nivel inmunológico después de procesos virales o de cirugía mayor. 3. Traumáticas: lesiones a nivel de columna verte- bral o secundaria a quemaduras, en donde se presenta aumento de receptores de acetil coli- na.1,6-8 4. Congénitas: como la parálisis cerebral debido a lesiones no progresivas del sistema nervioso central. e) Metabólicas: la mucopolisacaridosis ligada a tras- tornos enzimáticos que producen alteraciones musculoesqueléticas1,3,4 Miopática (músculo intrínseco) Por daño de las siguientes estructuras: 1. Membrana. Miotonías en las cuales existe retraso de la relajación muscular después de una contrac- ción, estimulación mecánica o a la administración de relajantes neuromusculares despolarizantes (RNMD). 2. Aparato contráctil. Distrofias debidas a atrofia de la fibra muscular, sin datos de denervación; con anor- malidad de la proteína de unión de la membrana. 3. Varios. Puede ser de origen metabólico (alteracio- nes en el metabolismo de lípidos y carbohidratos), autoinmunitaria o por anomalías congénitas.1,9-12 Los trastornos que producen alteraciones osteomuscula- res se refieren a continuación: a) Actividad muscular anormal: procesos autoinmuni- tarios contra el sistema del GABA produciendo rigidez muscular profunda.10-12 b) Distrofias: éstas son enfermedades hereditarias en las que el producto del gen afectado es esencial para la función muscular, por ejemplo la distrofia muscular de Duchenne y la de Becker. c) Enfermedad del núcleo central: trastorno muscular hereditario autosómico dominante. d) Enfermedades musculares metabólicas: alteracio- nes bioquímicas del metabolismo entre la demanda y el abastecimiento, presentándose la sintomatolo- gía de forma principal durante las actividades físi- cas que requieren mayor energía.1,9,12-15 e) Miopatías inflamatorias: son de tipo idiopáticas, adquiridas como la dermatomiositis y la polimio- sitis.10,16,17 f) Miotonías: se produce relajación muscular anormal después de una contracción, observándose cursos repetidos de despolarización consecutivos a esti- mulación de neurona motora, sus variantes son: 1. Distrofia miotónica: síndrome autosómico dominante, ésta es la más frecuente de las mio- tonías.4,8,9,18 2. Miotonía congénita: son entidades nosológicas congénitas autosómicas dominantes y recesivas, con anormalidades del gen del canal del clo- ruro.10-12 3. Paramiotonía congénita (miotonía por el canal del sodio): se presentan mutaciones del gen del canal de sodio muscular, como en la parálisis periódica hiperpotasémica. g) Parálisis periódica familiar: se observan anormali- dades de la conducción de los electrolitos de la membrana causando debilidad en episodios.1,3 Transmisión neuromuscular (unión neuromuscular) Las alteraciones se presentan en la transmisión pre o postsináptica o en la función neuromuscular como en la miastenia grave, donde se reducen los receptores de ace- tilcolina, y el síndrome miasténico de Lambert-Eaton con disminución de liberación de acetilcolina a nivel pre- sináptico.1,7 Una clasificación más sencilla y que abarca procesos osteomusculares donde se toma en cuenta su etiología, las divide en: - adquiridas: paraplejías o hemiplejías por lesiones medulares secundarias a traumatismos espinales, émbolos o infartos cerebrales, - idiopáticas: síndrome de Guillain Barré, escoliosis, - infecciosas: secuelas de poliomielitis, - inmunitarias: miastenia grave, esclerosis múltiple, - hereditarias: autosómicas recesivas o dominantes como la acondroplasia, la parálisis periódica fami- liar, etc.19,20 Los problemas óseos y neuromusculares tienen una extensa gama de sintomatología que requiere asistencia médica; estos pueden presentarse en forma temprana o tardía dependiendo de la patología y la cronicidad de la misma, tienen características especiales durante la gesta- ción y el parto que influyen en el manejo obstétrico y anestésico. Las repercusiones fisiológicas maternas más comunes son las respiratorias, en ellas se observan incre- mento en el tiempo inspiratorio y la relación espacio muerto-volumen, las que pueden producir una deficien- cia en la ventilación.4,21 En algunas patologías pueden presentarse alteracio- nes cardiovasculares debido a disfunción autonómica o a falla cardiaca directa por el mismo proceso, éstas resultan en cardiomiopatía, embolismo, disfunción del músculo cardiaco, arritmias cardiacas, taquicardia e hipotensión postural, y una respuesta incrementada a la hipovo- lemia.3,22 Las alteraciones nutricionales y gastrointestinales están causadas por anorexia, alteraciones de la deglución, disminución del vaciamiento gástrico y la motilidad intestinal, vómitos, íleo paralítico. En algunos pacientes existen alteraciones neurológi- cas de sistemanervioso central, periférico y autónomo, como sucede con la hiperreflexia autónoma, y hemi- plejías. 708 • Anestesia obstétrica (Capítulo 61) MANEJO ANESTÉSICO La evaluación preanestésica se enfocará a obtener infor- mación sobre: antecedentes de aparición y severidad de la patología, presencia de alteraciones cardiorrespirato- rias (disnea, broncoaspiración, falla respiratoria, arritmias, hipotensión o hipertensión, cardiomiopatía, etc.), nutri- cionales (alteraciones hidroelectrolíticas, etc.), neuro- musculares (parálisis, atrofia, espasticidad). En el exa- men físico se evaluará el uso de músculos accesorios de la ventilación, movimientos paradójicos abdominales, presencia de escoliosis. Se solicitarán radiografías de tórax, electro y ecocardiograma, biometría hemática completa (en varias patologías puede presentarse anemia debido a una pobre alimentación), química sanguínea (puede coexistir hiperglucemia), proteínas séricas (hipo- albuminemia), examen general de orina (recurrencia de infecciones urinarias), gases arteriales (hipoxemia, acido- sis respiratoria), pruebas de función pulmonar (capaci- dad vital y fuerza inspiratoria que pueden estar dismi- nuidas).3,22 Las contracturas y las deformaciones esqueléticas causan problemas para colocar al paciente en una posi- ción adecuada, para administrarle anestesia regional epi- dural o espinal (cuadro 61–1); la desmielinización en algunas patologías puede predisponer a toxicidad por los anestésicos locales, a pesar de no existir datos de progre- sión de la enfermedad neuromuscular. Se ha observado interacción medicamentosa con los anestésicos inhalados halogenados, lo cual puede produ- cir un mayor efecto depresor a nivel cardiorrespiratorio, además de suprimir la transmisión neuromuscular; cuan- do se administran estos fármacos en concentraciones altas se disminuye la fuerza de contracción muscular, lo que obliga a administrar los halogenados en concentra- ciones menores a su concentración alveolar mínima (CAM). Los efectos de los relajantes neuromusculares dependen de la patología presente, en general los no des- polarizantes (RNMND) pueden prolongar su acción, la succinilcolina tiene un efecto variable (resistencia, pro- longación del efecto o hipertonía con hiperpotasemia severa) (cuadro 61-2). No se recomienda la reversión sis- temática del bloqueo neuromuscular con anticolineste- rásicos, dada la variabilidad en su respuesta, que va desde la aparición de contracturas en las miopatías miotónicas y a flacidez en la miastenia. Se recomienda en forma general disminuir las dosis de inductores como benzodia- cepinas y opiáceos, debido a que pueden agravar los pro- blemas ventilatorios. Existe la posibilidad de enfrentar problemas en el manejo de la vía aérea; en ocasiones habrá que abordar- la con el paciente despierto para evitar la sinergia de los relajantes neuromusculares, además en estos pacientes con enfermedad neuromuscular existe un elevado riesgo de broncoaspiración de contenido gástrico durante la inducción de la anestesia general.3,4, 7, 8 Debe realizarse la monitorización con electrocardio- grafía, oximetría de pulso, capnografía, presión arterial invasiva (muestreo analítico, gasometría arterial), neuro- estimulador y termómetro, esto último se debe a que con facilidad pueden caer en hipo o hipertermia, ya que muchos de ellos son poiquilotérmicos. La extubación debe realizarse en condiciones de normotermia para evitar los escalofríos, que causan in- cremento en el trabajo respiratorio, o pueden generar insuficiencia respiratoria o contractura muscular en el paciente miotónico; en la emersión de la anestesia el paciente debe estar por completo despierto y coopera- dor. Se debe proporcionar una buena calidad analgésica en el posoperatorio, ya que esto permitirá administrar una fisioterapia respiratoria vigorosa y soporte nutricio- nal precoz. ESCOLIOSIS Es una deformidad ósea de la columna vertebral que se manifiesta por una curvatura lateral excesiva del eje ver-© E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o Anestesia en la embarazada con. . . • 709 Cuadro 61�1. Indicaciones de anestesia regional y general en paciente embarazada con patología osteoneuromuscular (dificultad técnica) Patología Anes Dificul- Anes- Dificul- tesia tad tesia tad regional técnica general técnica Escoliosis ++ +++ + + Cirugía previa de columna ++ +++ + + Lesiones medulares +++ +++ + ++ Secuelas de polio +++ ++ + + Miastenia grave +++ +++ + ++ Parálisis periódica familiar +++ ++ ++ Osteogénesis inperfecta +++ +++ + +++ Acondroplasia + � +++ ++ +++ + Mínima; ++ Regular; +++ Muy difícil; � Ninguna. Cuadro 61�2. Indicaciones y sensibilidad a relajantes neuromusculares en patologías osteoneuromusculares Relajantes Relajantes neuromusculares neuromusculares despolarizantes no despolarizantes Patología Indi- Efecto Indi- Efecto cación cación Escoliosis Sí Normal Sí Normal Cirugía previa de Sí Normal Sí Normal columna Lesiones medulares No Elevación K Sí ++ Secuelas de polio No Elevación K Sí ++ Miastenia grave Sí Variable Variable +++ Parálisis periódica Sí Ninguno Sí +++ familiar normo e hipopotasémica Parálisis periódica No Elevación K Sí +++ familiar hiperpotasémica Osteogénesis Variable Hipertermia Sí � � - imperfecta maligna Fracturas Acondroplasia Sí Variable Sí � � � Sensibilidad aumentada: +; ++; +++; ++++ . Sensibilidad disminuida -; �; � -; ��. K: potasio. tical de la columna. Se clasifica de acuerdo a su etiología o a la descripción de la curva; la mayoría de los casos (80%) es idiopática (infantil 0 a 4 años, juvenil 4 a 9 años y adolescente 10 años de edad), otras son congénitas (espina bífida), neuromusculares (poliomielitis, distrofias musculares, parálisis cerebral) y osteogénicas (acondro- plasia, osteogénesis imperfecta), traumáticas.3,23,24 La prevalencia en EUA es de 4/1 000 nacimientos y de 8.3% entre los 25 y 74 años de edad; esta incidencia aumenta con la edad y es mayor en el sexo femenino.23 En el medio local no existen estadísticas que refieran la inci- dencia y prevalencia de esta patología. La morbimortali- dad se relaciona con el grado de compromiso cardiovas- cular, la mortalidad aumenta si la capacidad vital (CV) es menor de 1.25 litros.3 FISIOPATOLOGÍA Hay dos tipos de escoliosis de acuerdo a la flexibilidad raquídea: la estructural y la no estructural; las no estruc- turales se observan sobre todo con la postura o por el mismo embarazo, y las otras son secundarias a escoliosis idiopática o por procesos patológicos. Las pacientes con escoliosis pueden tener asociada cifosis, y si no son trata- das en forma adecuada tienen el riesgo de desarrollar falla respiratoria que puede inclusive desencadenar la muerte. La progresión de la curva es debida a un aumen- to de cinco grados o más. Existe deformación vertebral, relaciones anormales entre las vértebras, curvatura exa- gerada en el plano frontal, los pedículos y las láminas de los cuerpos vertebrales son más cortos y delgados en el lado cóncavo, el canal vertebral es más estrecho, hay deformación de los cuerpos espinales; esto es más fre- cuente cuando la angulación de la curvatura es mayor a 20 grados. Existen cambios en los arcos costales, los que se mueven hacia atrás en el lado de la convexidad. Se obser- va: disminución de la cantidad de alvéolos con incremen- to de la resistencia pulmonar, un patrón restrictivo de disfunción pulmonar con descenso del volumen y la dis- tensibilidad pulmonar, disminución de la reserva ventila- toria, de la capacidad funcional residual, de la capacidad pulmonar total, capacidad vital y volúmenes pulmona- res; dependiendo del grado de la curvatura, estas altera- ciones pueden llegar a ser muy severas.3,25-27 La resistencia de la vía aérea (VA ) relacionada con el volumen pulmonar es casi normal; existe alteración en la relación ventilación-perfusión por cierre de la vía aérea en regiones dependientes, y dismininución en el tamaño del lechovascular; pueden haber atelectasias por la compresión de la caja torácica, las anormalidades del intercambio gaseoso se presentan sin estar relacionadas con el grado de deformidad torácica. Los pacientes que presentan hipoxemia durante el sueño debido a hipoven- tilación, son hipercápnicos durante el día;28-30 los que tienen escoliosis congénita presentan malformaciones a nivel cardiaco; las alteraciones cardiovasculares en las idiopáticas son secundarias a los problemas respiratorios; éstas producen aumento de la resistencia vascular pul- monar, e hipertrofia del ventrículo derecho, causando inclusive hipertensión pulmonar.31-33 Escoliosis y embarazo Durante el embarazo se presenta por lo común hiperlor- dosis compensatoria; la incidencia de escoliosis en el embarazo es de 1 en 1 471 a 1 en 12 000 casos;34 en esta situación se observa una mayor tendencia al parto pre- término.35 La progresión de la curvatura es lenta, las pacientes con mayor riesgo son las que tienen una curva antes del embarazo, de más de 25 grados.36 Las compli- caciones respiratorias son frecuentes por la asociación de alteraciones preexistentes, asociadas con los cambios fisiológicos del embarazo, causando problemas de hipo- xemia e hipercapnia que repercuten en el bienestar del producto; las pacientes que tienen una enfermedad res- trictiva severa pueden presentar una capacidad vital de menos de 1 L, por lo que debe evitarse el embarazo o realizarse el aborto terapéutico.37-38 El embarazo puede continuar si los volúmenes pulmonares antes del emba- razo son mayores de 50% del predicho. La disnea que se presenta durante el embarazo, puede iniciarse desde el primer trimestre y aumentar en relación directa a las semanas de gestación; este sintoma puede coexistir con datos de insuficiencia cardiaca. El embarazo puede exa- cerbar la severidad de la curvatura raquídea y las altera- ciones cardiorrespiratorias. MANEJO OBSTÉTRICO Y ANESTÉSICO La atención del parto puede ser por vía vaginal si la pel- vis es normal, o por operación cesárea si ésta presenta alteraciones, el trabajo de parto es inefectivo, o si existe sufrimiento fetal agudo o crónico. Las pacientes embarazadas con escoliosis muy pro- nunciada deben ser valoradas por el anestesiólogo en consultas previas; en ocasiones esto no es posible debido a que llegan de urgencia para su atención. Se deben eva- luar por el anestesiólogo las funciones respiratorias, car- diovasculares, neurológicas y el grado de curvatura de la escoliosis, así como obtener los valores de la capacidad vital, el volumen espiratorio forzado (por medio de una espirometría), la saturación de oxígeno (oxímetro de pulso), y alteraciones cardiológicas (electrocardiograma). Durante el trabajo de parto la ventilación por minuto aumenta de 75 a 150% en el primer periodo, y hasta 300% en el segundo periodo, estos niveles pueden ser inalcanzables o insostenibles cuando hay patología res- trictiva, se presenta de manera adicional PaCO2 alta, alteración diafragmática bilateral, debilidad de los mús- culos intercostales, y capacidad vital menor a un litro. Existe en forma concomitante un aumento mayor de la presión vascular pulmonar, por el incremento del gasto cardiaco, la mortalidad es frecuente cuando existe hiper- tensión pulmonar. La paciente embarazada por lo normal presenta hiperlordosis a nivel de L4–L5, la cifosis torácica se redu- ce en la posición supina en el último trimestre del emba- 710 • Anestesia obstétrica (Capítulo 61) razo, esto puede explicar el aumento de la extensión del bloqueo con anestésicos locales hiperbáricos; en pacien- tes con escoliosis la altura que se obtiene pueder variar, ésta puede ser insuficiente o demasiada.3,26, 31,39 El manejo anestésico que se recomienda para el tra- bajo de parto y el nacimiento por vía vaginal o por cesá- rea, es mediante anestesia regional epidural con bajas concentraciones del anestésico local (lidocaína, bupiva- caína o ropivacaína), adicionado de opiáceos en infusión contínua; tanto la anestesia espinal como la epidural pre- sentan dificultades técnicas para su aplicación por la dis- torsión de la columna y del espacio epidural; la coloca- ción del catéter puede ser difícil. Se han aplicado blo- queos subaracnoideos con microcatéteres para cesáreas en pacientes con escoliosis severas causadas por patolo- gías congénitas. La anestesia general puede ser útil para proporcionar control de la vía aérea, ventilación adecua- da, o cuando las dificultades técnicas hacen imposible el acceso al espacio epidural, o la paciente rechaza la técni- ca regional. Debido a los problemas cardiorrespiratorios las dosis de los inductores, benzodiacepinas y opiáceos deben ser menores a las habituales, por la tendencia que tienen estos fármacos a producir hipoxemia y respuesta aumentada a la hipercapnia en la embarazada. La analge- sia posoperatoria puede ser administrada por el catéter epidural o por vía endovenosa o intramuscular.3,31,40 CIRUGÍA PREVIA DE COLUMNA La corrección quirúrgica de cifoescoliosis, hernias de dis- co, traumatismo medular y otras alteraciones, se realiza con la colocación de barras de Harrington, Cottrel- Doubosset y de Luque; las curvaturas que tienen más de 20° requieren de este tratamiento,41,42 el cual corrige estas modificaciones estructurales en un gran porcentaje.43 FISIOPATOLOGÍA La cirugía correctiva de columna debe producir mejoria de las alteraciones cardiorrespiratorias causadas por la escoliosis, cifosis o cifoescoliosis, hernias de disco; en algunas ocasiones el porcentaje de mejoría es de menos de 20%. La cirugía correctiva de escoliosis se realiza cuando existe una angulación mayor de 4°, cuando ésta es de 20 a 40° se colocan abrazaderas como tratamiento no quirúrgico, el objetivo del tratamiento es la fusión de la curva raquídea y prevenir la progresión de la deformidad. En estas cirugías se colocan injertos autólogos del ilí- aco para la cicatrización de la fusión espinal; la prepara- ción por encima del injerto requiere de la remosión de los procesos espinosos con decorticación de la lámina, tan alejado como sea posible de las facetas de unión que son destruidas.44 Cirugía previa de columna y embarazo Las pacientes que tienen el antecedente de cirugía pre- via correctiva de columna, toleran mejor los cambios anatomofuncionales del embarazo, en comparación con aquellas que no han recibido el tratamiento quirúrgico indicado para corregir alguna alteración en su columna vertebral; el propósito de las cirugías es corregir la defor- midad de la columna y las alteraciones cardiorrespirato- rias secundarias a la escoliosis; el embarazo puede cursar en ocasiones como un embarazo normal, sin complica- ciones. MANEJO OBSTÉTRICO Y ANESTÉSICO En estas pacientes la frecuencia de operación cesárea es dos veces mayor que en la embarazada normal.44-46 Cuando se decide administrar anestesia regional obstétri- ca, la consideración primaria es valorar la facilidad de su aplicación, para la atención del parto o la operación cesá- rea. La presencia de barras que cubren los procesos trans- versos y la adhesión cicatricial impiden el acceso al canal espinal, produciendo dificultad técnica para la adminis- tración de anestesia regional de conducción. El sitio de aplicación depende de la extensión de la fusión, lo que puede ser valorado a nivel radiológico; en general éstas terminan en L4, el éxito de la técnica se relaciona con el nivel de la fusión; se ha reportado que se requiere de varios intentos para llegar al espacio epidural;47-48 la inyección del anestésico local debe realizarse a la veloci- dad habitual.42 La cicatrización puede impedir el paso del fármaco en el canal epidural; en algunos pacientes con barras de Harrington se ha observado que requieren mayor dosis del anestésico local. En el caso de existir cirugía previa de columna, la altura para administrar el bloqueo no debe exceder del nivel T10; también existe una mayor posibi- lidad de punción dural accidental. La anestesia regional espinal (subaracnoidea) proporcionauna mejor calidad de analgesia y relajación muscular; ésta debe adminis- trarse por medio de agujas de pequeño calibre de punta de lápiz a nivel de L4-5 o L5-S1.3,46 Existe mayor fre- cuencia de complicaciones en estos procedimientos regionales (falsas positivas, intentos múltiples, bloqueo fallido o analgesia inadecuada) debido a la fusión de los cuerpos vertebrales, a cambios degenerativos, y lesiones del ligamento amarillo. La anestesia general se indica cuando las dificultades técnicas son excesivas, por lo habitual no hay problemas con la administración de este metodo anestésico.3,46, 47,49 LESIONES MEDULARES El embarazo y por lo tanto la atención de partos vagina- les o cesáreas en este tipo de pacientes (hemipléjicas y parapléjicas) ha ido en aumento, debido al mayor cono- cimiento de la fisiopatología de estas lesiones; muchos de los embarazos son debido a violaciones donde la mujer es incapaz de defenderse. La mortalidad se relaciona con el grado de hipertensión, arritmias, hemorragia cerebral y al daño renal. La incidencia de daño en la médula espi-© E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o Anestesia en la embarazada con. . . • 711 nal es de 28 a 50/1 000 000 personas; el traumatismo por accidente automovilístico es su principal causa seguido por las lesiones producidas por proyectil de arma de fuego; en las lesiones medulares de origen no traumá- tico la más frecuente es la esclerosis múltiple, otras cau- sas son hemorragias del cordón espinal (malformaciones arteriovenosas, etc.); la paraplejía se presenta tras la fase de recuperación y rehabilitación.2,50-54 FISIOPATOLOGÍA La paraplejía crónica es la presentación clínica más fre- cuente de las lesiones de médula espinal, ésta se caracte- riza por rigidez y contractura muscular, con disminución de los volúmenes y capacidades pulmonares, dificultad para toser y expectorar, debilidad muscular abdominal e intercostal que causa atelectasias, infecciones respirato- rias y urinarias, hipotensión y úlceras por decúbi- to.2,3,52,55 La cuadriplejía respiratoria se produce por lesiones de C2-C3, las que están por debajo de C4 per- miten la función parcial del frénico, y en las localizadas en un nivel inferior de C6 hay control completo del dia- fragma; de forma adicional existen retención de secrecio- nes, atelectasias, hipoxia, y dilatación gástrica aguda. La capacidad vital se reduce en 30 a 90% en la posición supina, la capacidad vital funcional (CVF) no cambia, la capacidad pulmonar total (CPT) y el volumen de reser- va espiratorio (VRE) disminuyen, manteniéndose nor- mal la capacidad funcional residual (CFR).3,4,50 Se presenta liberación exagerada de potasio a la cir- culación causada por denervación muscular, se piensa que la duración de este fenómeno puede ser de tres a ocho meses después de una lesión aguda. La hiperrefle- xia autonómica es una respuesta refleja de descarga sim- pática masiva, que se genera con un estímulo cutáneo o visceral por debajo del nivel de la lesión medular, la cual se presenta alrededor de dos a tres semanas de la resolu- ción del choque medular en lesiones por arriba de T5 o superiores; en daño en nivel T5 -T8 es rara y en lesiones por debajo de T8 es muy difícil que se presente. Mientras más caudal sea el estímulo periférico mayor es la res- puesta, la cual se caracteriza por hipertensión paroxísti- ca (que puede desencadenar inconsciencia, convulsiones, hemorragia cerebral y retiniana), arritmias cardiacas, bra- dicardia compensatoria; por debajo de la lesión se observa palidez, piloerección, contractura de músculos somáticos y viscerales con espasticidad; en las regiones proximales a la lesión, el sistema nervioso parasimpático produce vasodilatación interna (rubor facial y de membranas mucosas, midriasis, diaforesis), también se puede obser- var alteracion de la termorregulación y poiquilotermia.51 Las causas que desencadenan la hiperreflexia auto- nómica son la estimulación de la piel, dilatación de esfín- teres o de vísceras (vejiga, útero, intestino).2,53-56 Paraplejía y embarazo Los problemas respiratorios que produce la paraplejía, se acentúan durante el embarazo; hay disminución de la capacidad funcional residual y del volumen de reserva espiratoria, se incrementa el volumen minuto (VM) con aumento del consumo de oxígeno, atelectasias y neumo- nías. Se observa además atrofia muscular, osteoporosis, anemia acentuada por el embarazo, mayor riesgo de tromboembolismo pulmonar (TEP), causada por trom- bosis venosa profunda (TVP). La falta de regulación del tono vascular (lesiones de T5 o superiores) produce hipotensión ortostática, distensión vesical, el crecimien- to uterino propio del embarazo puede provocar la hipe- rreflexia autónoma, se observan infecciones urinarias fre- cuentes, úlceras por decúbito, y mayor hipotensión dependiendo de la evolución del embarazo. Existe mayor incidencia de parto pretérmino,2,4, 53,31,57 por lo que la paciente debe acudir a consultas ginecobstétricas fre- cuentes, algunas embarazadas no presentan dolor obsté- trico; es necesario también que el anestesiólogo practi- que una evaluación preanestésica oportuna, de preferen- cia antes que se inicie el trabajo de parto.31,58, 59 MANEJO OBSTÉTRICO Y ANESTÉSICO Dependiendo del caso y del estado del producto se deci- de si la atención del nacimiento es por vía vaginal o por cesárea (parto prolongado); la vía vaginal es la preferida por los obstetras.54,60, 61 La actividad uterina en el últi- mo periodo del trabajo de parto se ve alterada siendo por lo habitual insuficiente, por lo que es frecuente la aplica- ción de fórceps; la episiotomía puede no ser necesaria por la relajación muscular del piso pélvico. Se debe rea- lizar por el anestesiólogo una valoración del déficit sen- sitivo y motor, función cardiopulmonar y renal y si hay tiempo practicar una espirometría incentivada. Si la lesión es por debajo de T10, las pacientes expe- rimentan dolor de parto.3 La hiperreflexia autónoma es la principal complicación en el perioperatorio; ésta pue- de desencadenarse por las contracciones uterinas o por la administración de oxitocina, siendo resistente al trata- miento (ansiolíticos, vasodilatadores-hidralacina, nitro- prusiato de sodio).54 La hipotermia se acentúa durante el parto y la cesárea;2,51,57 durante el trabajo de parto se puede presentar fatiga diafragmática; el incremento del volumen-minuto está causado por el dolor, por lo que es importante proporcionar analgesia en periodos tempra- nos a estas pacientes. La selección del procedimiento anestésico depende- rá también del estado de la paciente y del producto; las embarazadas con lesiones bajas o completas sin historia de hiperreflexia o espasmos musculares severos pueden no requerir manejo anestésico, pero el anestesiólogo debe estar presente para monitorizarla;60 se recomienda administrar analgesia aun en partes insensibles, debido a que la hiperreflexia autónoma puede desencadenarse en forma independiente a la percepción del dolor; el hecho de no existir el antecedente de hiperreflexia no significa que no se vaya a presentar. La anestesia regional es la mejor alternativa para la analgesia en el parto y la cesárea, ya que preveniene la respuesta hiperrefléxica, esto a pesar de que puede pre- 712 • Anestesia obstétrica (Capítulo 61) sentarse dificultad técnica para su aplicación; la analgesia debe iniciarse en cuanto se desencadena el trabajo de parto.31,62-64 Algunos autores sugieren como la mejor técnica en estas circunstancias al bloqueo subaracnoideo, sobre todo en procedimientos de abdomen inferior, extremidades y pelvis; su desventaja es que se aplica en dosis única, y por la alteración de la curvatura de la columna, la difusión del anestésico local es impredecible; el bloqueo epidural (anestésico local con o sin opiáceos a bajas dosis) es el procedimiento de elección para blo- quear los reflejos que se desencadenan; su desventaja es que en ocasiones no se puedenbloquear los segmentos S2-S4.2,3,50,54,58 La anestesia general se emplea sólo si está contrain- dicada la regional, se recomienda la inducción de secuen- cia rápida con relajantes neuromusculares no depolari- zantes (RNMND), debido a que la succinilcolina (Sch) produce hiperpotasemia aun a dosis bajas; también puede realizarse la intubación con la paciente despierta mediante el empleo del fibrobroncoscopio. Los anestési- cos inhalados halogenados como el isofluorano y el sevo- fluorano se pueden administrar con seguridad en con- centraciones bajas; adicionados de opiáceos endovenosos (fentanil), existe el riesgo de que pueda presentarse durante el transanestésico un reflejo masivo, con res- puesta visceral y motriz, esto se controla al profundizar la anestesia general, suspendiendo de manera temporal el estímulo quirúrgico y con la administación de nitropru- siato de sodio, o bloqueadores de los canales del calcio.2- 4,50,52,55,57,59,63 SECUELAS DE POLIOMIELITIS Esta es una enfermedad endémica de distribución mun- dial que ha disminuido su incidencia y secuelas, debido a las medidas preventivas de vacunación (Sabin); sin embargo, a pesar de esto, todavía hay pacientes que la presentan, sobre todo aquellas que tienen más de 15 años de edad, o en las que no se aplicó la vacuna preven- tiva; su incidencia es variable y depende de los programas de vacunación de cada país.53,64-66 La debilidad muscu- lar progresiva puede presentarse aun años después de una crisis grave de poliomielitis. FISIOPATOLOGÍA La infección es producida por un enterovirus (poliovi- rus), el hombre es el único huésped natural; ésta se pro- paga persona a persona por vía fecal-oral y tal vez oral- oral (respiratoria). Los niños son a nivel inmunológico susceptibles y sus hábitos poco higiénicos favorecen la propagación de la enfermedad, implantándose el virus en faringe y en el tubo digestivo inferior. Afecta al sistema nervioso central (SNC), en especial a los núcleos moto- res y a la motoneurona causando cromatólisis de ésta. Las manifestaciones clínicas se han dividido en tres for- mas clínicas de acuerdo al tiempo de presentación de los síntomas: a) Asintomática: 90 y 95% de los pacientes no presen- ta sintomatología, el resto sólo presenta fiebre y odinofagia. b) Sintomática aguda: se caracteriza por fiebre (por lo habitual no mayor a 39.5°C), malestar general, anorexia, náuseas, vómitos, cefalea, dolor de gar- ganta, tos y paresia o parálisis abdominal, pareste- sia flácida con reflejos conservados, disfagia, disfo- nía (polio bulbar); 48 h después de la estabilización del cuadro clínico, la fiebre desaparece pero que- dan secuelas motoras (hemiparesia e hipotrofia muscular) c) Sintomática crónica: puede haber un curso asinto- mático de inicio, seguido de recurrencia de los sín- tomas, terminando el cuadro clínico en parálisis motora flácida con conservación de los reflejos, la atrofia muscular es por denervación y por desuso. Se presenta dolor, espasticidad y dolor de nuca por probables lesiones del tallo cerebral, médula espi- nal (asta anterior, asta dorsal y ganglios de las raíces dorsales) y astas posteriores; otras áreas afectadas son el bulbo (núcleos vestibulares, de pares cranea- les, la formación reticular), el cerebelo (núcleos del techo y el vermis), cerebro medio (sustancia gris, a veces el núcleo rojo), tálamo e hipotálamo, corteza cerebral (motora). La distribución del área de para- lisis es irregular; en la forma espinal hay debilidad de los músculos del cuello, abdomen, tronco, dia- fragma, tórax, extremidades o de ambas; en la forma bulbar se afecta la inervación motora de los pares craneales, con o sin disfunción de los centros respiratorio y circulatorio; en la bulboespinal se presentan alteraciones de ambos, la encefalítica tiene datos de irritabilidad, desorientación, confu- sión y temblores. Estas pacientes pueden tener pro- blemas de hipoventilación, hipoxia e hipercapnia por compromiso de los músculos inervados por los pares craneales del IX al XII, a nivel cervical, espi- nal y los centros vitales, otros síntomas son la fati- ga, intolerancia al frío, deterioro articular, disfagia, apnea del sueño Existe otra clasificación de acuerdo con la sintomatolo- gía, en la que la poliomelitis se divide en: asintomática, abortiva, paralítica y no paralítica.1,53, 54,64-66 Poliomielitis y embarazo La presencia de poliomielitis aguda durante el embarazo es rara; cuando la paciente tiene secuelas (parálisis) cau- sadas por un cuadro previo de este padecimiento, hay una incidencia alta de abortos y retraso del crecimiento fetal. Se ha observado reagudización del cuadro durante el embarazo,54 se debe realizar por lo tanto, un estudio completo de la función neuromuscular, así como de las alteraciones cardiorrespiratorias, por la probablidad de acentuarse esta patología durante el embarazo. Las carac- terísticas clínicas de las alteraciones cardiorrespiratorias son semejantes a las de pacientes con escoliosis y de trau- ma medular (sin presentarse la hiperreflexia autónoma).© E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o Anestesia en la embarazada con. . . • 713 MANEJO OBSTÉTRICO Y ANESTÉSICO La atención del parto puede ser por vía vaginal con o sin fórceps, o si la paciente presenta complicaciones duran- te el trabajo de parto como sufrimiento fetal agudo (SFA), desproporción cefalopélvica, etcétera, por opera- ción cesárea. Debe evaluarse a la paciente que tiene secuelas en consultas previas para determinar su función cardiorrespiratoria; la anestesia regional epidural es la indicada en primer lugar, siguiéndole la espinal tanto para el parto vaginal o la cesárea; las dificultades técnicas para su administración están en relación al grado de esco- liosis que presenta la paciente; existe el riesgo potencial de broncoaspiración en pacientes que tienen alteración de la función laríngea, por lo que deben tomarse las medidas preventivas necesarias (metoclopramida, blo- queadores H2) para evitarla, tanto en anestesia regional como en general; en el caso de emplear esta última téc- nica, recordar que en estas enfermas hay un incremento en la sensibilidad a los relajantes neuromusculares no despolarizantes, y que la succinilcolina produce libera- ción exagerada de potasio.53,54, 67-71 En ocasiones depen- diendo de la severidad del cuadro se puede requerir ven- tilación mecánica posoperatoria. MIASTENIA GRAVE Es una patología neuromuscular en la que dependiendo del momento del día y de la actividad física, se incremen- ta su sintomatología, la cual disminuye con el reposo. Su prevalencia es de 1 por cada 100 000 a 200 000 perso- nas, la incidencia de nuevos casos es de 2 a 5 por millón de habitantes y por año; siendo más frecuente en el sexo femenino 2:1, a la edad de 10 a 40 años, 10% de los casos se presentan antes de los 16 años; se han encontrado cier- tos factores genéticos relacionados con su presenta- ción.2,4,53,72-75 FISIOPATOLOGÍA La miastenia grave es una enfermedad autoinmne con presencia de anticuerpos circulantes (IgG), causada por un proceso que disminuye el número de receptores nico- tínicos de la acetilcolina localizados en la membrana pos- sináptica, originado por destrucción directa del receptor, bloqueo del mismo o destrucción mediada por comple- mento, lo que produce fatiga progresiva de la transmisión neuromuscular.2,4,75-76 La acetilcolina se libera de manera normal, pero con la disminución del número de receptores, se producen potenciales de acción de poca intensidad, resultando en debilidad en la contracción del músculo;76-77 muchas pacientes miasténicas tienen en su circulación anticuer- pos antinucleares, antitiroideos y antimusculares.77 En 75% de los enfermos hay alteraciones del timo (hiperpla- sia, timomas);78-79 los músculos oculares son los más afectados (40%) con ptosis y diplopía, la respuesta de los nervios craneales está afectada y produce limitación de los movimientos faciales y paresiasorofaríngeas, disartria y disfagia, también hay dismininución de la actividad de los músculos cervicales y de extremidades; las alteracio- nes respiratorias se presentan por lo regular durante la crisis miasténica. Los factores predisponentes de una crisis miasténica son el embarazo, cirugía, infecciones virales, esfuerzo, menstruación, estrés, desnutrición, hiper o hipogluce- mia, fármacos (fenitoína, β-agonistas). La clasificación de este padecimiento se basa en rela- ción a los grupos musculares afectados; otra se relaciona con la edad de presentación. Se ha clasificado a la mias- tenia grave en IV grados dependiendo del grado de afec- tación muscular: I. ocular; IIa. benigna generalizada (leve); IIb. benigna moderada generalizada (con cierta afecta- ción bulbar, problemas respiratorios por afectación músculos intercostales, diafragma); III. grave (aguda, con síntomas bulbares graves); IV. grave crónica (síntomas bulbares y paresia genera- lizada). Existen dos formas en relación a la edad en que se pre- senta: la pediátrica que se subdivide en: neonatal transi- toria (hijos de madres miasténicas), neonatal persistente (a los 2 a 3 meses de edad) y la juvenil; la otra forma es la de adulto. La crisis miasténica es la exacerbación de los síntomas, lo que puede afectar los músculos respirato- rios.2,3,79-80 El diagnóstico se realiza por medio de la prueba del edrofonio, fármaco que produce un efecto antimiasténi- co rápido y breve, en resultados dudosos se administra neostigmina; también se emplea la electromiografía y la determinación de anticuerpos antirreceptores de acetil- colina. El tratamiento es con piridostigmina (60 mg cada 6 a 8 h por vía oral), incrementando la dosis hasta con- seguir la óptima para controlar este proceso; se adminis- tra 1/10 parte de la dosis oral por vía intramuscular y por vía endovenosa una 1/30 parte; pueden utilizarse ade- más esteroides e inmunosupresores (azatioprina y ciclo- fosfamida), la azatioprina en dosis de 2.5 mg/kg/día, estos dos fármacos disminuyen los niveles de anticuerpos del receptor acetilcolina. La timectomía se realiza cuan- do no hay respuesta al tratamiento médico; en casos gra- ves se emplea la plasmaféresis y γ-globulinas.53,80-81 Miastenia grave y embarazo La incidencia de embarazo en mujeres con miastenia gravie es rara, 1:68 000; existen riesgos para el binomio madre-producto como: insuficiencia respiratoria, res- puesta adversa a fármacos, exacerbación y presentación de crisis. En un porcentaje de pacientes embarazadas (40.8%, con mayor tendencia en el primer trimestre) se puede presentar exacerbación del padecimiento; no hay cam- bios en 31.5% y se observa remisión de la enfermedad 714 • Anestesia obstétrica (Capítulo 61) (29%, más frecuente en 2º y 3º trimestres o hasta los pri- meros meses del posparto). Se debe además: tratar o evi- tar patologías que puedan afectar su curso (timoma, hipertiroidismo, etc.), determinar los anticuerpos anti- rreceptor de acetilcolina, indicar reposo relativo, tratar en forma precoz infecciones intercurrentes, continuar el tratamiento médico ajustando las dosis de anticolineste- rásicos y mantener la administración de los inmunosu- presores si es necesario.80-82 Se ha observado aumento en la incidencia de trabajo de parto pretérmino, es pro- bable que debido al tratamiento con los anticolinesterá- sicos, los cuales producen incremento del tono muscular uterino; no se ha documentado su influencia en la inci- dencia del aborto espontáneo.83 MANEJO OBSTÉTRICO Y ANESTÉSICO La mayoría de las crisis miasténicas se presentan en el posparto con una mortalidad de 3.4%; en pacientes con preeclampsia severa y eclampsia, es contradictorio el uso del sulfato de magnesio debido a su efecto miorrelajan- te. En este tipo de pacientes se prefiere la cesárea de pri- mera instancia a la atención del parto por vía vaginal, ya que, a pesar de que el músculo liso uterino no está afec- tado, la función del músculo esquelético en el periodo expulsivo puede estar alterada, lo que hace necesario la aplicación de fórceps.81 Debido al riesgo de miastenia neonatal, el producto requiere de monitorización neuro- muscular, o la administración de anticolinesterásicos; la enfermedad se autolimita de 1 a 12 semanas posteriores al nacimiento, sin que se presenten recaídas posteriores. La valoración preanestésica consiste en evaluar el grado de la debilidad muscular (bulbar y bucofaríngea), el daño pulmonar, la magnitud del compromiso bulbar, el riesgo de broncoaspiración y supresión suprarrenal por esteroides. Existe controversia en cuanto a la administra- ción de anticolinesterásicos, algunos autores recomien- dan su disminución o suspensión de uno a cuatro días antes de la cirugía; otros sugieren la administración del fármaco 30 min antes del parto, esta es la tendencia más común; se indica la plasmaféresis cuando hay alteracio- nes severas con riesgo de presentar efecto de rebote; se debe dar en forma adicional tratamiento inmunosupre- sor a base de corticoides-ciclofosfamida o con azatiopri- na, una dieta rica en potasio, fisioterapia respiratoria y practicar una espirometría forzada.2,54,74 El procedimiento anestésico de elección es el blo- queo epidural continuo, para la atención del parto vagi- nal y la cesárea, debido a que protege del aumento del trabajo respiratorio, es de instauración gradual, permite con exactitud determinar su altura y el control del dolor obstétrico y posoperatorio. Se recomienda: administrar dosis menores de anestésicos locales (30% de la dosis habitual), mantener vigilancia de la capacidad vital con espirometría; se pueden administrar en caso necesario dosis mínimas de anticolinesterásicos o ventilación asis- tida controlada; se ha utilizado también bloqueo suba- racnoideo con menores dosis a las convencionales, con resultados satisfactorios.49,81-84 La anestesia general se indica cuando existe altera- ción bulbar, insuficiencia respiratoria, crisis miasténica, rechazo de la técnica regional por la paciente o contrain- dicación de la misma. Se puede realizar inducción de secuencia rápida, con tiopental (3 mg/kg), también se han empleado el propofol y ketamina en dosis de 50% a 75% de las habituales sin riesgo; la administración de succinilcolina (500 µg/kg) tiene un efecto variable, pro- longándose en ocasiones su efecto hasta 90 min;2,53,80,84- 87 los relajantes neuromusculares no despolarizantes no se recomiendan debido a que estas pacientes tienen sen- sibilidad incrementada a los mismos; si son necesarios se administran a dosis 1/10 o 1/20 de la habitual, con con- trol estricto del grado de la relajación muscular; de pre- ferencia se sugiere no administrar ningún tipo de relajan- tes neuromusculares . Los anestésicos inhalatorios halogenados facilitan la relajación muscular y la intubación cuando se adminis- tran en dosis de 2/3 de su CAM; los opiáceos y sedantes se utilizan a dosis menores por el riesgo de mayor inci- dencia de depresión del centro respiratorio y potenciali- zar los efectos bulbares de este padecimeinto. La extuba- ción se realiza con la paciente despierta, espirometría satisfactoria, gases arteriales en límites normales y fuerza muscular evidente; existen criterios para la extubación como: capacidad vital mínima de 2 L, ausencia de timo- ma, no afectación de músculos ventilatorios, y edad menor a 50 años edad. El principal riesgo con anestesia general es la presencia de insuficiencia respiratoria pos- toperatoria que requiere control con ventilación mecáni- ca.80-81,86-91 Se han observado interacciones medicamentosas entre fármacos anestésicos y no anestésicos, que pueden producir agravamiento de la enfermedad por causar mayor interferencia en la transmisión neuromuscular; este fenomeno se ha dividido de acuerdo al riesgo de agravar la enfermedad en: • Alto riesgo: antibióticos (aminoglucósidos, tetraci- clinas cefalosporinas, clindamicina) cardiovasculares (procainamida, quinidina, betabloqueadores), dan- troleno • Riesgo relativo: antagonistas del calcio,diuréticos (furosemida), carbamacepina, magnesio, difenilhi- dantoina, litio, anestésicos inhalatorios (deprimen las funciones de la unidad neuromuscular sin acción en los receptores de acetilcolina, enfluorano e isofluo- rano producen mayor depresión que el halothano), ketamina (desensibiliza la membrana postsinápti- ca), anestésicos locales tipo amida (potencializan el bloqueo neuromuscular de los relajantes neuromus- culares no despolarizantes), relajantes neuromuscu- lares despolarizantes (la succinilcolina presenta resistencia relativa en pacientes sin tratamiento, y efecto prolongado en los tratados con anticolineste- rásicos o plasmaféresis), relajantes neuromusculares no despolarizantes (se disminuyen sus dosis, emple- arlos sélo en casos en estricto necesarios). • Riesgo potencial: eritromicina, inhibidores de la MAO, fenotiacinas, inductores (barbitúricos y eto-© E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o Anestesia en la embarazada con. . . • 715 midato aumentan la liberación de acetilcolina y desensibilizan la membrana possináptica sin alterar la transmisión), benzodiacepinas (mismo efecto que los anteriores, pero se contraindican por su efecto miorrelajante), anestésicos locales tipo éster (proca- ína y tetracaína no se emplean por ser metaboliza- dos por las colinesterasas plasmáticas, y el riesgo de producir toxicidad sistémica).2,53, 54,91 PARÁLISIS PERIÓDICA FAMILIAR Este padecimiento se caracteriza por episodios agudos intermitentes reversibles, en que se produce debilidad muscular hasta llegar a parálisis fláccida de las extremi- dades, respetando los músculos respiratorios; su inciden- cia aproximada es de 1/400 000; se inicia en la infancia y continúa durante toda la vida, disminuyendo en la edad media.75,92-93 FISIOPATOLOGÍA Su etiología es desconocida; se piensa que su causa son anormalidades en el transporte de membrana del potasio y sodio, que producen alteraciones en los potenciales de membrana con inexcitabilidad del músculo esquelético; en la actualidad se ha clasificado esta patología con el término de trastornos de los canales iónicos.93 Se presentan tres tipos de trastornos, los cuales son definidos por los niveles séricos de potasio: hipo, hiper, o normopotasémicas; el cuadro clínico es similar pero su etiopatogenia es diferente.1 • Hipopotasémica. Es la más frecuente y está dada por una alteración genética autosómica dominante por mutaciones en los genes 17q23, se observa con mayor frecuencia en el sexo masculino, y esta rela- cionada en algunos pacientes con tirotoxicosis.1,93- 94 El cuadro clínico se inicia en la infancia tempra- na con ataques frecuentes, los cuales se desencade- nan con ingesta abundante de carbohidratos y sal, reposo o después de ejercicio físico, presentando el paciente al día siguiente parálisis al momento de despertar; otras causas relacionadas son el frío, infec- ciones, estrés, cirugías, anestesia, traumatismos, menstruación, y la administración de glucosa- in- sulina. • El potasio entra a las células disminuyendo su nivel sérico y reduciendo el potencial de membrana en reposo. La parálisis es a menudo asimétrica (extre- midades, tronco y cuello), es poco frecuente en el diafragma, su duración puede ser hasta de 36 h, la severidad de la misma no se relaciona con los nive- les séricos de potasio.3, 4,95-96 Se presenta atrofia muscular en periodos tardíos, puede producirse bra- dicardia transitoria, dilatación cardiaca, soplo sistóli- co apical; durante las crisis aumenta la tensión arte- rial, se desencadenan arritmias cardiacas (supraven- triculares o por defecto de la conducción); hay datos de hipopotasemia en el electrocardiograma y aumento el metabolismo basal. La electromiografía (EMG) muestra alargamiento de los potenciales de acción, hasta llegar al silencio eléctrico; la recupera- ción del cuadro es precedida de diaforesis y diuresis con pérdida de líquido; la calemia vuelve a la nor- malidad de manera posterior. El tratamiento con cloruro de potasio (KCl) (60 mEq) permite la remi- sión del cuadro en dos horas. La administración de acetazolamida más KCl es útil para prevenir una nueva crisis.96-97 • Hiperpotasémica. Esta patología es de transmisión autosómica dominante, en la actualidad está identi- ficada como una alteración del canal de sodio con defecto en los genes 7q23;93,98 la crisis se presenta una hora después de una actividad física intensa como el ejercicio, por ayuno o frío, ingesta de pota- sio en la dieta, administración de corticoesteroides y raras veces por el estrés; esta clase es mucho más rara que la hipocalémica. Existen tres subtipos clínicos (miotónica, amiotó- nica y paramiotónica). Se inicia en la infancia y con el tiempo la frecuencia de presentación del cuadro clinico es menor, pero este es más severo. La crisis dura alrededor de tres horas, iniciándose la parálisis en las extremidades inferiores, continuando en las superiores, tronco, cara y lengua, los músculos respi- ratorios no se afectan, puede presentarse además contractura muscular de inicio, lo que impide la tos y el reflejo de deglución. Los potenciales de mem- brana se reducen, apareciendo aumento de sensibi- lidad a la acetilcolina, hay salida de potasio intrace- lular muscular, y aumento de la permeabilidad para el sodio y cloro intracelular. El electrocardiograma muestra ondas T afiladas antes y durante la paresia. En la electromiografía se observa aumento de la ac- tividad espontánea con descargas miotónicas, los po- tenciales de acción se propagan de manera normal. La administración de solución de glucosa-insulina o gluconato de calcio en infusión es útil para la remisión de la crisis; la prevención de la misma se obtiene con el empleo de acetazolamida e ingesta frecuente de alimentos. La miotonía grave puede ocasionar dificultad respiratoria grave.66 • Normopotasémica. Parece ser una variante de la hipercalémica, donde la concentración sérica de potasio no se altera; se ha identificado una mutación en el gen del canal del sodio; la sintomatología se inicia en la infancia con crisis graves, en donde se presenta abolición del reflejo de la tos. La elevación del potasio sérico la puede desencadenar así como también el estrés, se presenta por la mañana al des- pertar, la crisis puede durar hasta 21 días. Se obser- van también arritmias cardiacas (latidos ectópicos multifocales). 98-99 Paralisis periodica familiar y embarazo La forma hiperpotasémica se agrava, las crisis son más frecuentes y severas, sobre todo en el 2º y 3º trimestres 716 • Anestesia obstétrica (Capítulo 61) del embarazo, remitiendo de forma progresiva en el pos- parto o permaneciendo estable; puede presentarse con mayor frecuencia hipertensión inducida por el embara- zo; lo mismo se observa en la hipocalémica.31,53,54 Debe evaluarse a la paciente en relación con a la presentación de las crisis y tener control de electrólitos séricos, depen- diendo del tipo de hiperreflexia ordenar una dieta ade- cuada y medidas generales para prevenir las crisis. MANEJO OBSTÉTRICO Y ANESTÉSICO En las tres formas deben evitarse los factores predispo- nentes; y corregir las alteraciones electrolíticas. En la forma hipocalémica, la anestesia y la cirugía pueden pre- cipitar una crisis; los relajantes neuromusculares tienen una recuperación tardía, se debe evitar la administración de carbohidratos, y la presentación de hipotermia; se ha reportado buena relajación neuromuscular sin complica- ciones con la administación de succinilcolina, atracurio y vecuronio.95-97,100 En la hiperpotasémica deben evitarse factores que puedan precipitarla, como la administración de succinilcolina (hiperpotasemia), neostigmina, propo- fol, frío, soluciones con potasio, la ketamina puede preci- pitar una crisis; cuando se administran relajantes neuro- musculares no despolarizantes deben disminuirse su dosis a 1/4 o 1/3 parte de la habitual.101 En estas entida- des nosológicas se recomienda la aplicación de anestesiaregional, tanto subaracnoidea como epidural; en ambas técnicas no se observan cambios significativos en los niveles séricos del potasio y por lo habitual cursan sin complicaciones.102-104 OSTEOGÉNESIS IMPERFECTA Es una enfermedad hereditaria autosómica dominante del tejido conectivo, aunque en algunos casos tiene ca- rácter recesivo; es producida por defectos moleculares del colágeno. Presenta manifestaciones multisistémicas que se extienden en todo el tejido conectivo, afectando en lo principal la esclera, el hueso y oído interno; su manifestación principal es la fragilidad y plasticidad del hueso con fracturas recurrentes por traumatismos míni- mos. La incidencia es de 1/25 000 a 50 000 nacidos vivos.3,31, 105 FISIOPATOLOGÍA Existe una falta de maduración de la colágena tipo I (en específico procolágena tipo I), que se detiene en la fase de fibras de reticulina; los osteoblastos tienen actividad normal o mayor pero sin producir ni organizar la coláge- na, causando una osificación anormal. Existen clasifica- ciones de acuerdo a la severidad y el tiempo de presen- tación. La clasificación de acuerdo a la severidad y a los trastronos bioquímicos del colágeno fibrilar tipo I, se subdivide en cuatro tipos: 1. Disminución del contenido de colágeno I en piel y hueso; se lleva una vida normal, es considerada como la forma leve, con peso y talla normal. 2. Perinatal o mortal existe una relación alterada del colágeno I con el colágeno III; es frecuente la muerte intrauterina o neonatal precoz, presenta 3 subtipos. 3. Exceso de manosa en el propéptido carboxilado del procolágeno I. 4. Mutación dominante del gen. La clasificación con base en el tiempo de presentación se divide en: a) congénita (fetal) donde las fracturas esque- léticas con deformaciones secundarias se producen en el útero, y b) tardía, las lesiones son después del nacimien- to; ésta se subclasifica en leve y grave. Los datos clínicos de esta patología son variables: escleróticas azules, dentinogénesis imperfecta, encorva- miento y fragilidad de huesos largos, sordera, función plaquetaria anormal, con prolongación del tiempo de sangrado, elevación de la tiroxina, del consumo de oxíge- no y la tasa metabólica, anomalías cardiovasculares, pala- dar hendido, hidrocefalia y espina bífida. Se presenta es- coliosis en 50% de los casos, con repercusión en la función respiratoria, esta deformidad requiere de multiples ci- rugías para su corrección.3,31,105-107 Kaupilla y et al.,108 han hecho el diagnóstico de la osteogénesis imperfecta (OI), por medio del análisis del líquido amniótico, encontrando valores bajos de la síntesis de colágena y de propéptidos tipo de procolágena; el diagnóstico también se ha establecido por análisis de genes durante el primer trimestre,107,109-111 o la ultrasonografía en donde se observa la tríada: acortamiento de huesos, disminución de la densidad ósea y múltiples fracturas en la osteogéne- sis imperfecta tipo II A.111-113 El tratamiento es a base de hormonas sexuales, la gravedad disminuye en la pubertad y aumenta en la menopausia; también se han empleado esteroides anabó- licos con buenos resultados, y tratamiento ortopédico de las alteraciones esqueléticas.110 Osteogénesis imperfecta y embarazo Se ha reportado un caso de ruptura uterina durante el parto, con disminución del colágeno en el útero; esto ha hecho pensar que las alteraciones abarcan otros órganos y no se limita sólo al hueso y al tejido concectivo.113 Sólo las pacientes con tipo I (la más frecuente) y IV pueden tener embarazos que llegan a término; en estas mujeres se aprecia estatura corta y alteraciones de la dentinogé- nesis. Además de las fracturas en el tipo clínico IV, se presentan elongación de los huesos largos y deformida- des torácicas que alteran la fisiología cardiorrespiratoria, lo que aunado a los cambios fisiológicos propios del embarazo produce mayor repercusión en estos paráme- tros, durante el segundo y tercer trimestres. Las deformi- dades de la caja torácica disminuyen la capacidad vital y la distensibilidad toracoabdominal, esto puede dar lugar a hipoxemia secundaria y desajuste de la relación venti- lación-perfusión, con el progreso del embarazo hay más complicaciones respiratorias e hipoxia fetal.114© E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o Anestesia en la embarazada con. . . • 717 MANEJO OBSTÉTRICO Y ANESTÉSICO Se prefiere la operación cesárea al parto vaginal, debido a la desproporción cefalopélvica que existe causada por esta enfermedad, y el riesgo potencial de producir frac- turas en la madre o en el producto. Varios autores propo- nen la programación de la cesárea antes de que se inicie el trabajo de parto;111-114 se ha observado una mayor ten- dencia a la hemorragia uterina durante la cesárea.114-116 La evaluación preanestésica consiste en examinar la vía aérea para detectar, lengua larga, fragilidad dental, mandibular, y la columna cervical para evaluar su movi- lidad durante las maniobras de intubación traqueal en caso de ser necesaria; también se debe estudiar la función cardiopulmonar (alteraciones por escoliosis), grado de arqueamiento de extremidades, y la historia de fracturas. Si existen deformidades severas de la caja torácica se recomienda administrar un incremento en la fracción inspirada de oxígeno y disminuir del volumen corriente. Durante la anestesia se deben proteger las áreas de pre- sión, el brazalete de la tensión arterial puede provocar fracturas; las maniobras durante el control de la vía aérea pueden producir ruptura de piezas dentarias, fracturas mandibulares o de ambas; estas pacientes se encuentran hipertérmicas, por lo que durante la anestesia general hay riesgo de que se desencadene un cuadro de hiperter- mia maligna.116-117 La succinilcolina está contraindicada por las fascicu- laciones que causa y que pueden producir fracturas espontáneas. La anestesia regional de conducción se pre- fiere si no hay contraindicaciones o si la paciente no rehusa este procedimiento; con esta técnica hay un menor riesgo de presentación de hipertermia maligna, y además permite la detección de una tormenta tiroidea. La anestesia espinal o la epidural pueden aplicarse, a pesar de existir dificultades técnicas derivadas de las alte- raciones morfológicas de la columna vertebral, o por fracturas antiguas de cadera o pelvis. Algunas pacientes presentan equimosis, y en sus exámenes de laboratorio se observa una agregación plaquetaria anormal, aun con resultados normales de sus pruebas de coagulación, se desconoce si existe el riesgo de desarrollo de hematoma epidural después de un bloqueo epidural. 113-117 ACONDROPLASIA Es una displasia esquelética con severo retardo del creci- miento, es de tipo congénito autosómico dominante liga- da al cromosoma X, es raro que se presente en más de dos generaciones; se desconocen los factores etiológicos, aunque puede deberse a mutación o aberración cromo- sómica, anomalías metabólicas, fármacos, etc.; se ha rela- cionado en la actualidad la acondroplasia con la edad paterna en 50% de los casos. Su forma más común de presentación es el enanismo; la incidencia no está rela- cionada con el sexo de los pacientes, aunque hay algunos reportes que mencionan que es más frecuente en el femenino; la incidencia es de 3 a 4/100 000 y la preva- lencia es de 0.5 a 1.5 por cada 10 000 partos.112,118 FISIOPATOLOGÍA Existen defectos en la formación del hueso endocondral, falta relativa de producción de cartílago y calcificación irregular, la osificación perióstica no se altera, el ritmo de crecimiento es lento. De manera reciente se han encon- trado mutaciones en los fibroblastos del receptor 3 del factor de crecimiento, las cuales son de dos tipos (G1138CA y G1138C), observándose una sustitución del aminoácido específico, G380R.118-122 Existen 55 sín- dromes diferentes con subtipos, estos se han dividido en dos grandes grupos: a) baja estatura y desproporcionados, y b) baja estatura con proporcionesnormales. La subdivisión se basa en la existencia de desarrollo anor- mal del hueso y cartílago (osteocondrodisplasias) o en la aparición de malformaciones óseas individuales (disosto- sias); hay otro tipo de clasificaciones de acuerdo con los signos radiológicos en zonas óseas o áreas anatómicas afectadas, o al acortamiento rizomélico. Los datos clínicos son: talla baja (promedio 1.20 a 1.24 m en la mujer) por acortamiento de las extremida- des inferiores; la longitud del tronco, la esperanza de vida y el coeficiente intelectual son normales, el peso corpo- ral aproximado es de 45 kg, con tendencia a la obesidad, cráneo braquicefálico, cara amplia con región frontal prominente, prognatismo, puente de la nariz aplanada y deprimida, tórax con longitud normal, lordosis lumbar intensa con protrusión de región abdominal y glútea, cifosis, estenosis raquídea generalizada, vértebras anor- males, hiperplasia de los discos intervertebrales, sacro horizontal, hendidura ciática estrecha, manos cortas y anchas, desarrollo muscular por arriba del promedio, exceso de piel y tejidos blandos en relación a la longitud de los huesos de los miembros con formación de plie- gues; puede haber datos clínicos asociados como: cardio- patía congénita , labio y paladar hendidos, hipertrofia adenotonsilar, hidrocefalia, retraso mental, convulsiones, compresión radicular, etc.123-127 Las complicaciones que se pueden presentar secun- darias a esta patología son: compresión cervicomedular, estenosis espinal, enfemedad pulmonar obstructiva y res- trictiva, apnea del sueño, otitis media, tibias varas, etc.126- 128 El diagnóstico es clínico y radiológico en los recién nacidos; en la actualidad se ha detectado por medio del ultrasonido en el feto in utero, el cual muestra acorta- miento de los huesos largos; también se ha realizado para confirmación del diagnóstico, la funipunción (molecular) para analizar el DNA de sangre fetal.127-130 La correc- ción quirúrgica de las alteraciones óseas permite mejorar los problemas respiratorios en estos pacientes, pueden ser tambíen útiles la adenoamigdalectomía y otras ciru- gías correctivas (de labio y paladar hendido); de modo adicional se administra a diario hormona del crecimien- to a dosis de 1 UI/kg/semana; con resultados alentadores, como el aumento del tamaño del paciente al segundo año de tratamiento.131-132 718 • Anestesia obstétrica (Capítulo 61) Acondroplasia y embarazo Pocas pacientes portadoras de esta enfermedad se emba- razan: si lo consiguen, lo cual es muy raro, hay que tomar en cuenta que existen anormalidades de los huesos de la pelvis que con el embarazo se hacen más evidentes, por lo que se presenta una mayor incidencia de despropor- ción cefalopélvica, sobre todo cuando los productos son de características normales. Las alteraciones respiratorias por la cifoescoliosis se hacen más aparentes, por los cam- bios fisiológicos de la embarazada como la disminución de la capacidad funcional residual; esto puede complicar más los trastornos respiratorios previos que tienen estas pacientes; hay mayor tendencia para la presentación de hipoxemia, así como de acidosis, la capacidad vital dismi- nuye. De manera adicional hay mayor alteración en la función cardiovascular, la distancia de la sínfisis del pubis al apéndice xifoides es 25% menor que en pacientes nor- males; la hiperlordosis que presentan como parte de los signos de esta patología, causa que el útero sea un órga- no intraabdominal antes del embarazo, el crecimiento del mismo es exagerado y en sentido anterior y superior, lo que causa la impresión de que la paciente tiene un embarazo de tamaño mayor al que en verdad tiene. Existe un diámetro corto entre ambas crestas ilíacas; el parto pretérmino, el óbito y los abortos espontáneos son más frecuentes.133-137 MANEJO OBSTÉTRICO Y ANESTÉSICO La operación cesárea es de elección por la desproporción cefalopélvica (pelvis estrecha, cabeza fetal normal), ade- más de que la presentación pélvica es más frecuente.138 La valoración preanestésica se basa en la evaluación cardiorrespiratoria para detectar alteraciones asociadas; es frecuente encontrar dificultad respiratoria y apnea del sueño; el examen de la vía aérea es esencial por si se requiere anestesia general; con esto se puede detectar inestabilidad atlantooccipital, prognatismo, cuello corto, puente de la naríz plano, frente amplia protruyente, maloclusión, macroglosia; en la exploración física se puede observar distrofia torácica (caja torácica estrecha y contraída con acortamiento intenso de las costillas), que provoca problemas ventilatorios como disminución de la capacidad residual funcional; en cuanto a la colum- na vertebral el acceso para anestesia regional puede ser difícil por la escoliosis, cifosis e hiperlordosis; también puede encontrarse estrechamiento del canal medular, alteraciones cardiovasculares y compresión de vísceras abdominales.125 La canalización para una vía endoveno- sa puede ser difícil, por lo que en muchas ocasiones se realizan venodisecciones, se recomienda practicar una gasometría arterial previa a la cirugía.133 La anestesia regional se prefiere cuando sus ventajas son mayores a los riesgos que pudiera implicar su admi- nistración, esto a pesar de la dificultad técnica a la que hay que enfrentarse, ya que la columna vertebral es de longitud normal, pero los espacios intervertebrales pue- den estar disminuidos; además hay estenosis del canal raquídeo con angostamiento del espacio epidural y suba- racnoideo, la lordosis lumbar exagerada puede producir un compromiso neurológico no diagnosticado, por lo que debe evaluarse esta posibilidad antes de aplicar la anes- tesia neuroaxial; la dosis del anestésico local no se ha determinado, pero se sugiere sea de 1 a 2 mL por metá- mera; se puede aplicar la técnica espinal o epidural para cesáreas.136-138 Algunos autores están en contra del empleo de la anestesia neuroxial o refieren que se deben tomar medi- das extremas precautorias para su aplicación, debido a que por las condiciones de la paciente es probable que se puedan presentar problemas como bloqueos parciales, punciones durales accidentales o trastornos neurológicos por trauma del cordón espinal.125,133,136-142 La anestesia general para otros autores es la de elección, aunque tiene como principal problema el manejo de la vía aérea; las dosis de los fármacos que se emplean en esta técnica deben disminuirse a la mitad o a 2/3 de la dosis de pacientes con estatura “normal”, ya que la correlación del peso y la talla son muy variables; deben preferirse fárma- cos que ofrezcan mayor estabilidad hemodinámica. La intubación de la traquea se puede realizar con la paciente despierta mediante el empleo de fibrobroncos- copia. No existen parámetros para el cálculo del diáme- tro y la longitud del tubo endotraqueal, pero no se han encontrado grandes diferencias en relación al tamaño de la sonda endotraqueal que requieren estos pacientes, en comparación con los de estatura “normal”; se recomien- da el cálculo de la sonda de acuerdo con su peso corpo- ral, sin tomar en cuenta el incremento del mismo por el embarazo, por lo que a pacientes con 6 a 15 kg les corres- ponde una sonda calibre 4.5 a 5 mm de diámetro inter- no, de 20 a 30 kg de 5.5 a 6 mm y de más de 30 kg una de 6.5 a 7.125,133 La mascarilla facial es de difícil adaptación por las al- teraciones propias de la cara. Se debe evitar la sedación en pacientes con obstrucción de la vía aérea, así como tam- bién las manipulaciones excesivas del cuello. El manteni- miento de la anestesia debe individualizarse de acuerdo a los problemas cardiorrespiratorios; si no existiese nin- guna alteración cualquier halogenado, opiáceo y relajan- tes neuromusculares puede emplearse; se deben aplicar medidas preventivas de broncoaspiración.125, 133, 141 © E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o Anestesia en la embarazada con. . . • 719 REFERENCIAS 1. Adams David C, HeyerErick J: Problemas de la aneste- sia con enfermedad neuromuscular. Clin Anest NorteAm 1997;3:665-679. 2. Sánchez Ma J, Plaza A: Manejo anestésico de la gestante con enfermedad neuromuscular. En: Taurá Reverter P (ed.): Anestesia en la paciente de alto riesgo. 1ª ed., Bar- celona, Edika Med 1999:209-225. 3. Karan SM, Colona-Romano P, Rosenberg H: Evaluation of the patient with the neuromuscular disease. En: Longnecker DE, Thinker JH, Morgan EG (eds.): Principles and practice of Anesthesiology. 2ª ed., St. Louis, Mosby 1998:272-285. 4. Bourke DL, Yates AJ, Yates HM: Evaluation of the patient with musculoskeletal disease. En: Longnecker DE, Thin- ker JH, Morgan EG (eds.), Principles and practice of Anes- thesiology, 2ª ed. St. Louis, Mosby 1998:287-301. 5. Russell SH, Hirsh NP: Anaesthesia and myotonia. Br J Anaesth. 1994; 72:210. 6. Hughes SC: Anesthesia for the pregnant patient with Neuromuscular disorders. En: Shnider SM, Levinson G (eds.): Anesthesia for the obstetrics. 3ª ed., Baltimore, Williams & Wilkins 1993:563-578. 7. Martyn JA, White DA, Gronert GA et al.: Up and down regulation of skeletal muscle acetylcholine receptors: effects on the neuromuscular blockers. Anesthesiology 1992;76:822. 8. Mastaglia FL, Laing NG: Investigation of muscle disease. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1996;60:256. 9. Covert C, Brodie S, Zimmermann J: Weanong failure due to acute neuromuscular diseases. Crit Care Med 1986; 14:307. 10. Lo LL: Neurological and neuromuscular disease. Br J Anaesth 1986;58:190. 11. Nawrotzki R, Blake D, Davies K: The genetic basis of neuromuscular disorders. Chest 1996;110:454. 12. Hudson AJ, Ebers GC, Bulman DE: The skeletal muscle. Sodium and Chloride channels diseases. Brain 1995; 118:547. 13. Weng TR, Schultz GE, Chang CH: Pulmonary function and ventilatory response to chemical stimuli familial mio- pathy. Chest 1985;88:488. 14. Johnson JO, Miller KA: Anesthetic implications in stiff- person syndrome. Anesth Analg 1995;80:612. 15. Miller JD, Lee C: Muscle diseases. En: Kats J, Benumoff JL, Kadis LB (eds.): Anesthesia and Uncommun diseases. 3ª ed., Philadelphia, WB Saunders 1990;375-390. 16. Iaizzo PA, Lehmann-Horn F: Anesthetic complication in muscle disorders. Anesthesiology 1995;82:1093. 17. Brown S, Shupack RC, Chandrakant P et al.: Neuro- muscular blockade in a patient with active dermatomyo- sitis. Anesthesiology 1992;77:1031. 18. Barnes PR: Clinical and genetic aspects of myotonic dys- trophy. Br J Hosp 1993; 50:22. 19. Tachdjian MO: Enfermedades óseas. En: Tachdjian MO (ed.): Ortopedia Pediátrica. 2ª ed., México. McGraw Hill Interamericana 1994:742-849. 20. Salter RB: Anomalías congénitas. En Salter RB (ed.): Trastornos y lesiones del sistema músculo-esquelético. 1ª ed., Barcelona, Salvat 1978:123-135. 21. Rochester DF, Esan SA: Assessment of ventilatory func- tion in patients of neuromuscular diseases. Clin Chest Med 1994;15:93. 22. Ishikawa Y, Back JP, Sarma RJ et al.: Cardiovascular con- siderations, in the managment of neuromuscular diseases. Semin Neurol 1995;15:93. 23. Carter OD, Haynes SG: Prevalence rates for scoliosis in US adults: results from the first National Health and Nu- trition examination survey. Int J Epidemiol 1987;16:537. 24. Bernstein RL: Escoliosi y cifosis. En: Roizen MF, Fleisher LA (eds.): La práctica de la anestesia. 1ª ed., Philadelphia, WB Saunders 1997:133. 25. Pehrsson K, Bake B, Larsson S et al.: Lung function in adult idiopatic scoliosis: a 20 year follow up. Thorax 1991;46:474. 26. Bergofsky EH: Respiratory failure in desorders of the tho- racic cage. Am Rev Respir Dis 1979;119:643. 27. Salem MR: Anesthesia for orthopedic surgery. En: Gregory GA (ed.): Pediatric Anesthesia. 1ª ed., New York. Churchill-Livingstone 1983:331. 28. Midgren B, Petersson K, Hansson L et al.: Nocturnal hi- poxaemia in severe scoliosis. Br J Dis Chest 1988;82:226. 29. Crosby ET: Escoliosis y cirugía raquídea mayor. En: Gambling DR, Douglas MJ (eds.): Anestesia obstétrica y trastornos poco frecuentes.1ª ed., México, D.F., MacGraw Hill-Interamericana 1999:205-222. 30. Kesten S, Garfinkel SK, Wrigth T, Rebuck AS: Impaired execise capacity in adults with moderate scoliosis. Chest 1991;99:663. 31. Gummerus M, Laasonen H: Eisenmenger complex and pregnancy. Ann Chir Gynaecol 1981;70:339. 32. Hamilton PP, Byford LJ: Respiratory pathophysiology in musculoskeletal disorders. Probl Anesth 1991;5:91. 33. Sullivan PJ, Miller DR, Wynands JE: Cardiovascular manifestations of musculkeletal diseases. Probl Anesth 1991;5:107. 34. Kopenheager T: A review of 50 pregnant patients with kyphoscoliosis. Br J Obstet Gynaecol 1977;84:585. 35. Visscher W, Lonstein JE, Hoffman DA et al.: Reproduc- tive outcomes in scoliosis patients. Spine 198;13:1096. 36. Berman AT, Cohen DL, Schwentker EP: The effects of pregnancy on idiopathetic scoliosis. A preliminary report on eigth cases and a review of the literature. Spine 1982; 7:76. 37. Robson SC, Hunter S, Moore M, Dunlop W: Serial study of factors influencing changes in cardiac output during human pregnancy. Am J Physiol 1989;256:H1060. 38. Betz RR, Bunnell WP, Lambrecht ME: Scoliosis and preg- nancy. J Bone Joint Surg (Am) 1987;69:90. 39. Hirabayashi Y, Shimizu R, Fukuda H et al.: Anatomical configuration of the spinal column in the supine position II. Comparison of pregnant and non-pregnant women. Br J Anaesth 1995;75:6-8. 40. Dresner MR, Maclean AR: Anaesthesia for cesarean sec- tion in a patient with Klippel-Feil syndrome. The use of a microspinal catheter. Anaesthesia 1995;50(9):807-809. 41. Rogala E, Drummond DS, Gurr J: Scoliosis: Incidence and natural history. J Bone Joint Durg (Am) 1978;60: 173. 42. Feldstein G, Ramanathan S: Obstetrical lumbar epidural anesthesia in patients with previous posterior spinal fusion for kyphoscoliosis. Anesth Analg 1985;64:83. 43. Winter RB: Posterior spinal fusion in scoliosis: Indications, technique and results. Orthop Clin North Am 1979;10: 787. 44. Winter RB: Adolescent idiopathic scoliosis. N Engl J Med 1986;314:1379. 45. Cochran T, Irstam L, Nachemson A: Functional changes in patients with adolescent idiopathic scoliosis treated by Harrington rod fusion. Spine 1983;8:576. 46. Crosby ET, Halpern SH: Obstetric epidural anaesthesia in patients with Harrington instrumentation. Can J Anaesth 1989;36:693. 47. Pascoe HF, Jennings GS, Marx GF: Successful spinal ana- esthesia after inadequate epidural block in a parturient with prior surgical correction of scoliosis. Reg Anesth 1993;18:191. 48. Kardash K, King BW, Datta S: Spinal anaesthesia for Caesarean section after Harrington instrumentation. Can J Anaesth 1993;40:667. 49. Sponseller PD, Cohen MS, Nachemson AL et al.: Results of surgical treatment of adults with idiopathic scoliosis. J Bone Joint Surch 1987;69:667. 720 • Anestesia obstétrica (Capítulo 61) 50. Sultz A, Niejadlik K: Problemas anestésicos en pacientes con lesión de la médula espinal. En Duke J, Rosenberg S (eds.), Secretos de la Anestesia. México, D.F. McGraw-Hill Interamericana 1997:389-402. 51. Tarradellas J, Gomar C, Suárez S: Analgoanestesia en la gestante con enfermedad neurológica. En: Miranda A (ed.): Tratado de Anestesiología y Reanimación: Principios fundamentales y bases de aplicación práctica. Barcelona, Mason 1997:699-734. 52. Ditunno JF, Formal CS: Chronic spinal cord injury. N Engl J Med 1994;330:550-556. 53. Eldridge AJ, Kipling M, Smith JW: Anaesthetic manage- mente of a woman who became paraplegic at 22 weeks gestation after a spontaneous spinal cord haemorrhage secondary to a presumed arteriovenous malformation. Br J Anaesth 1998;81:976-978. 54. Verduyn WH: Pregnancy and delivery in tetraplegic women. J Spinal Cord Med 1997; 20:371-374. 55. Crosby T, Bernard SJ, Reid E: Obstetrical anaesthesia and analgesia in chronic spinal cord-injured women. Can J Anaesth 1992;85:487-494. 56. Amzallog M: Autonomic hyperreflexia. Int Anesthesiol Clin 1993;31:87-102. 57. Hambly PR, Martin B: Anaesthesia for chronic spinal cord lesions.
Compartir