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© E ls ev ie r. E s un a pu bl ic ac ió n M A S S O N . F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Técnicas de reconstrucción rectal El recto interviene, junto con el aparato esfinteriano, en los mecanismos decontinencia y de defecación. La pérdida del recto tras la cirugía de exéresis provoca problemas funcionales digestivos, con una defecación más frecuente e imperiosa, así como con incontinencia fecal ocasional. Estos síntomas son más frecuentes y graves si la anastomosis se encuentra situada a un nivel bajo, es decir, si se ha extirpado todo el recto. Después de la exéresis total del mesorrecto y la conservación esfinteriana, la mayoría de los pacientes sufre una alteración de la calidad de vida debido a sus secuelas digestivas. Por este motivo, se han desarrollado varias técnicas de reconstrucción rectal. Cada tipo de reservorio tiene sus ventajas e inconvenientes. La reconstrucción rectal mediante un reservorio cólico es la opción recomendada si existen menos de 3 cm de recto residual. Se trata de anastomosis coloanales y colorrectales muy bajas. 130 PROCTECTOMÍAS EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER RESERVORIO CÓLICO EN J El reservorio cólico en J, según la técnica de Lazorthes y Parc, se ha inspirado en el reservorio ileal en J utilizado para las en- fermedades inflamatorias. Su fundamento se basa en una bolsa colocólica realizada a partir del pliegue del colon sobre sí mis- mo. La primera fase consiste en el descenso del colon. Para rea- lizar una anastomosis coloanal sin tensión a nivel de la línea pec- tínea, el colon debe llevarse a dos traveses de dedo bajo el borde inferior de la sínfisis del pubis (fig. 17.1). Si se efectúa un reservorio cólico, entonces es el colon el que debe llegar a ese nivel, alrededor de 10 cm por delante de su parte distal. El co- lon se secciona mediante una grapadora lineal, por lo general en la parte baja del colon descendente, para extirpar la porción sigmoide y tener un colon de buena calidad, distensible y con una pared delgada. No obstante, se debe conservar el tercio su- perior del colon sigmoide para lograr una longitud suficiente. El reservorio se confecciona realizando una anastomosis late- rolateral entre las dos asas cólicas aproximadas tras haber do- blado el colon sobre sí mismo (fig. 17.2). El asa aferente es el segmento cólico proximal y el asa eferente el segmento distal. El vértice del reservorio es su parte baja, donde se realizará la anastomosis coloanal. El colon se expone mediante un hilo si- tuado en su vértice y otro hilo opuesto coge las dos asas del re- servorio. La longitud de dicho reservorio es de 5-7 cm. Una lon- gitud excesiva provocaría una dilatación de la bolsa con el paso del tiempo, una estasis fecal y dificultades de evacuación. Se rea- liza una incisión longitudinal de 2,5 cm en el borde antimeso- cólico del vértice del reservorio y se introduce una grapadora de sutura lineal de 60 mm por la incisión (fig. 17.2). El reservorio se tensa mediante los hilos de exposición y la grapadora se ajusta y a continuación se realiza el grapado. Des- pués de retirarla, se verifica la ausencia de hemorragia en el in- terior del reservorio mediante unos separadores de Farabeuf y torundas montadas. La línea de grapas se coge con una pinza, se explora en toda su longitud y, si es necesario, se aplican unos puntos de hemostasia en U bajo las grapas. La anastomosis, que es de tipo lateroterminal, puede reali- zarse de dos formas (v. cap. 2). La anastomosis coloanal se efec- túa con una sutura manual a través del ano sobre la línea pec- tínea, después de haber descendido el colon al periné mediante dos hilos de tracción (fig. 17.3). Estos puntos permiten también cerrar de forma parcial el colon para evitar una contaminación durante su descenso a la pelvis. La anastomosis colorrectal baja se realiza mediante una sutura mecánica circular. El cabezal se introduce en el colon por la incisión previa del vértice del re- El descenso del colon dos dedos bajo la sínfisis púbica permite una anastomosis coloanal sin tensión. 17.1 El reservorio cólico en J se realiza mediante una sutura colocólica tras la introducción de la grapadora por una incisión en el vértice de dicho reservorio. 17.2 La grapadora debe introducirse con prudencia, para no perfo- rar la sutura distal del asa eferente. El ayudante o el cirujano coloca una mano entre el colon y el meso para rechazarlo se- parando dos dedos, lo que permite una anastomosis sobre el borde antimesocólico y evitar que se atrape una franja epi- ploica. 131 Técnicas de reconstrucción rectal servorio, después de realizar una bolsa de tabaco a este nivel. La grapadora de sutura circular se introduce en el recto a tra- vés del ano y después se realiza la anastomosis. Comentario técnico El reservorio en J también puede efectuarse introduciendo la grapadora lineal en la parte alta del mismo. Esto requiere una sección del puente cólico situado frente al vértice del reservorio y una sutura manual de este punto de entrada de la pinza. La ventaja de este procedimiento es que se desciende un reservo- rio cerrado en caso de anastomosis coloanal y que se puede es- coger en el último momento la localización donde se va a inci- dir el reservorio para realizar la anastomosis. No obstante, nosotros preferimos el primer procedimiento que nos parece más sencillo y más rápido. COLOPLASTIA TRANSVERSA La coloplastia transversa es el equivalente de una piloroplas- tia o de una estenoplastia. El colon se incide longitudinalmen- te y después se sutura en transversal (figs. 17.4 y 17.5). Esta ma- niobra, que suele utilizarse para tratar las estenosis, permite, en los casos de intestino sano, ampliar de forma local la capacidad intestinal y efectuar la función de reservorio. La principal ven- taja de la coloplastia transversa respecto al reservorio cólico en J es que puede realizarse en todos los casos. Se realiza una incisión longitudinal de 8-10 cm en la cara an- timesentérica del colon entre dos bandeletas fibrosas. Se inicia a 5 cm del extremo distal del colon (fig. 17.4a). La conserva- ción de un segmento cólico por debajo del reservorio permite garantizar la vascularización distal. La longitud del segmento de- pende del tipo de anastomosis: 4 cm es suficiente para una anas- tomosis mecánica y 6 cm es una cifra útil para una anastomo- sis coloanal manual. Esto permite descender el colon al conducto anal y realizar una anastomosis muy baja sin dificultades. Una vez realizada la incisión longitudinal se colocan dos hilos a am- bos lados, frente a la parte media de la incisión, para exponer el colon. Una vez aplicada la tracción de este modo, la apertu- ra cólica adopta una forma de incisión transversal (fig. 17.4b). En su zona media se anuda un punto en U para reforzar y faci- litar la anastomosis. La sutura transversal se realiza mediante dos hemisuturas continuas seromusculares con hilo de reabsorción lenta, a ambos lados del punto en U. Algunos autores han pro- puesto que se realice un segundo plano mucoso. En todos los casos, se debe procurar no evaginar la mucosa en ambos ex- tremos de la sutura. Si la pared intestinal es ligeramente grue- sa pueden aplicarse puntos separados. La anastomosis coloanal no presenta características especiales. Se realiza de forma manual por vía transanal y es de tipo tér- mino-terminal (fig. 17.5a). El reservorio se sitúa con el meso en la parte posterior y la coloplastia en la anterior, lo que propor- ciona la mayor longitud. La única precaución que se debe adop- tar es haber anticipado la longitud adecuada de colon necesa- ria bajo el reservorio, porque la sutura transversal confiere una forma ovoide, pero relativamente ancha y rígida al colon fren- te a la coloplastia, lo que le impide introducirse en el conduc- to anal. En caso de que el conducto anal sea largo y el seg-© E ls ev ie r. E s un a pu bl ic ac ió n M A S S O N . F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Reservorio cólicoen J asociado a una anastomosis coloanal a la izquierda y a una anastomosis colorrectal baja a la derecha. 17.3 132 PROCTECTOMÍAS EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER mento cólico distal sea corto, la anastomosis se encontrará a ten- sión de forma obligatoria. La anastomosis colorrectal mecánica puede realizarse me- diante un grapado doble a través de la sutura. El colon que debe anastomosarse se ha cerrado previamente mediante un grapado lineal que sustituye a la bolsa de tabaco. La apertura longitudinal del colon permite la introducción del cabezal, cuyo vástago perfora la sutura lineal cólica. La colotomía se cierra después en sentido transversal. La anastomosis colorrectal se efectúa mediante un grapado doble a través de la sutura, y la cuchilla atraviesa, de forma sucesiva, el grapado rectal y el gra- pado cólico (fig. 17.5b). Antes de apretar la grapadora, el co- lon debe colocarse de forma que se evite la superposición de las dos suturas lineales, cólica y rectal. a. Se realiza una incisión longitudinal del colon de 8-10 cm a 5 cm de su sección distal. b. La colocación de dos puntos en la parte media de la incisión facilita la exposición para una sutura transversal. 17.4 4-6 cm 8-10 cm a. Coloplastia transversa con anastomosis coloanal tras una mucosectomía. b. Coloplastia transversa con anastomosis colorrectal doble a través de la sutura. El cabezal se introduce en el colon antes de cerrar la colotomía. La grapadora circular atraviesa ambas suturas lineales, rectal y cólica. 17.5 a b a b 133 Técnicas de reconstrucción rectal MICRORRESERVORIO O ANASTOMOSIS LATEROTERMINAL La realización de una anastomosis simple de tipo laterotermi- nal en el ano ofrece unos resultados bastante similares a los de los demás reservorios, en especial al de tipo cólico en J (fig. 17.6). El asa ciega, situada en el extremo de la anastomosis, desempe- ña el papel de microrreservorio, cuya presencia es suficiente para mejorar la función digestiva respecto a una anastomosis directa. La configuración de la anastomosis, de tipo lateral, es otra ven- taja respecto a las anastomosis terminales, con una disminución del riesgo de fístula anastomótica. Por último, la anastomosis la- teroterminal también puede realizarse por vía puramente abdo- minal, lo que evita el riesgo, siempre presente, de traumatismo del esfínter anal interno durante la introducción de la grapado- ra circular en el ano. Las distintas ventajas y la sencillez de la téc- nica son las que le proporcionan toda su utilidad. La anastomosis colorrectal baja mecánica lateroterminal pue- de realizarse de dos formas, por vía abdominotransanal conven- cional o por vía abdominal pura. La diferencia entre ambas téc- nicas es el modo de introducción de la grapadora de sutura circular. La primera fase de la vía combinada abdominal y peri- neal es el grapado lineal clásico del recto por vía abdominal tras la disección rectal. La segunda fase es la preparación del colon. El colon movilizado se abre en un punto situado a unos 6 cm en sentido distal al sitio de la futura anastomosis. El cabezal de la grapadora de sutura circular se introduce en el colon y después perfora su borde antimesocólico a 6 cm de la colotomía. No es necesario realizar una bolsa de tabaco. El colon se secciona a con- tinuación tras realizar un grapado lineal a 4 cm del vástago del cabezal (fig. 17.7). El cabezal se ensambla con el cargador de la grapadora introducido por el ano y se realiza la anastomosis.© E ls ev ie r. E s un a pu bl ic ac ió n M A S S O N . F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Elección del tipo de reservorio Todos los reservorios cólicos mejoran la función digestiva res- pecto a la anastomosis directa. Ninguno es mejor que los de- más desde el punto de vista puramente funcional. El reservorio en J tiene la ventaja de provocar menos fístulas anastomóticas que la coloplastia, porque la anastomosis es la- teral y no terminal, y por tanto está mejor vascularizada. En cambio, la coloplastia tiene la ventaja de poder realizarse siem- pre, desde el punto de vista técnico, sobre todo en pacientes obesos, con pelvis estrecha o con un colon algo corto. Tam- bién es útil después de una resección interesfinteriana para sustituir al conducto anal gracias al segmento cólico distal si- tuado bajo el reservorio. En la práctica, el reservorio en J se realiza como primera opción y la coloplastia si llegase el caso. El microrreservorio, o anasto- mosis simple lateroterminal es una alternativa al reservorio en J. La indicación de la cecoplastia sigue siendo excepcional. Anastomosis colorrectal baja de tipo lateroterminal.17.6 El cabezal perfora la pared del colon. El fondo de saco cólico se cierra en un punto situado a 4 cm en sentido distal. 17.7 134 PROCTECTOMÍAS EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER La anastomosis puede realizarse por vía abdominal pura si el muñón rectal puede cerrarse mediante una bolsa de tabaco con- feccionada por el cirujano abdominal (fig. 17.8). La pinza de sutura circular se introduce en primer lugar en el colon a través de una colotomía. El punzón del cargador atraviesa la pared có- lica. Se retira y el vástago del cargador se encaja en el cabezal. El conjunto de la grapadora y el colon se desciende a la pel- vis y el cabezal penetra en el recto. A continuación, el ciruja- no abdominal ajusta la bolsa de tabaco, se efectúa la anasto- mosis, se retira la grapadora del colon por vía abdominal y el colon se cierra con la grapadora lineal, a 4 cm en sentido distal a la anastomosis colorrectal. No obstante, esta maniobra es difí- cil en caso de pelvis estrecha y en los varones, en quienes la ex- posición se ve dificultada por el bloque vesicoprostático. Sobre todo, tras la exéresis total del mesorrecto, la longitud muy corta del muñón rectal restante no permite la realización y el ajuste de la bolsa de tabaco con total seguridad en el fondo de la pelvis. La anastomosis lateroterminal puede asociarse a una anasto- mosis coloanal transanal manual, a partir del momento en el que la adiposidad del paciente no sea excesiva. La ausencia de aper- tura cólica facilita el descenso del colon al ano y permite opti- mizar el sitio de la anastomosis, que está situado, aproximada- mente, a 4 cm del extremo cólico. Anastomosis lateroterminal realizada por vía abdominal exclusiva. Se realiza una bolsa de tabaco rectal. La grapadora de sutura circular se introduce por el abdomen en primer lugar en el colon y después en el recto. 17.8
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