Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Fascia temporal Vientre del occipitofrontal Esternocleidomastoideo Trapecio Masetero Fascia parotidomaseterina Aponeurosis epicraneal Vientre frontal del occipitofrontal Músculo temporal Transverso de la nariz mirtiforme Orbicular del ojo Elevador del labio superior y del ala de la nariz Elevador del labio superior Cigomático menor Cigomático mayor Orbicular de la boca Depresor del ángular de la boca Cuadrado de la barba Figura 6-31. Principales músculos de la cara. El hioides y la musculatura hioidea tienen varias fun- ciones. En primer lugar, actúan como punto de flexión de la musculatura cervical en el ángulo anterior entre la cabeza y el cuello, y en segundo lugar, mantienen tersa la piel de la sotabarba, que de otra forma molestaría con la flexión anterior del cuello. También intervienen en el descenso activo de la mandíbula y colaboran en el ascenso de la región anterior de la laringe durante el proceso de la deglución. 6.8. EL RAQUIS 6.8.1. Elementos óseos y articulares del raquis La pieza básica del raquis es la vértebra. Esta estructura ósea se repite en forma vertical hasta 33 veces, formando una auténtica columna en equilibrio. Las 33 vértebras se clasifican según su situación en cinco regiones diferentes: la región cervical tiene 7 vértebras, va desde el hueso occipi- tal de la cabeza hasta el tórax y forma el armazón óseo del cuello; la región dorsal tiene 12 vértebras y sirve de apoyo al tórax; la región lumbar tiene 5 vértebras y se correspon- de con el abdomen; la región sacra también cuenta con 5 vértebras, que se han fusionado formando un único hueso denominado sacro, que forma parte de la pelvis; y final- mente existen 4 (en ocasiones 3 ó 5) vértebras de muy pequeño tamaño, también fusionadas, que forman el cóccix (Fig. 6-33). La columna vertebral no debe tener curvaturas laterales, sino que debe ser recta en ese sentido. Las desvia- ciones laterales del raquis reciben el nombre de escoliosis y siempre son patológicas. En cambio, en el sentido antero- posterior, la columna tiene cuatro grandes curvaturas fisio- lógicas. La región cervical tiene una curvatura de concavi- dad posterior, lo que se denomina lordosis, y la región dorsal tiene una curvatura de concavidad anterior que recibe el nombre de cifosis. En la región lumbar vuelve a haber una curva lordótica y el hueso sacro tiene una concavidad anterior cifótica. Estas curvas son normales hasta cierto límite, a partir del cual son patológicas (la más importante es la hipercifosis dorsal). En las vértebras se pueden distinguir dos partes diferen- tes. Por un lado, el cuerpo vertebral, que tiene la forma de un cilindro sólido donde recae el esfuerzo de soporte y articulación entre las diferentes vértebras, y por otro, el agujero vertebral, por donde discurre la médula espinal y cuyas paredes están formadas por un arco óseo del cual surgen unas prominencias o apófisis. Éstas son las apófisis transversas, que están situadas en la pared lateral del arco óseo, y la apófisis espinosa que lo hace en la región poste- rior (Fig. 6-34). Estas apófisis sirven para completar la unión entre las vértebras por medio de ligamentos interapo- fisarios, así como para permitir la articulación de las vérte- bras dorsales con las costillas. Las vértebras varían bastante de forma de una región a otra. En general, desde la región cervical a la región sacra va aumentando el tamaño del cuerpo vertebral y disminu- yendo el diámetro de su agujero. La primera vértebra se 112 Estructura y función del cuerpo humano
Compartir