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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (209)

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b) Situados en el cordón lateral
— Olivoespinal. Denominado también reticuloespinal
lateral, pertenece a la vía extrapiramidal y conduce infor-
mación relacionada con movimientos automáticos. Los im-
pulsos provienen del cerebelo con estación en el bulbo
(olivas) y se sitúan en el cordón lateral de la médula.
— Rubroespinal. Como los anteriores, es extrapiramidal
y participa en los movimientos automáticos involuntarios.
Sus impulsos proceden del cerebelo, hacen relevo en el
núcleo rojo (mesencéfalo) y descienden por la médula.
— Corticoespinal lateral o piramidal cruzado. Perte-
nece a las vías piramidales y, por tanto, es responsable de
los movimientos voluntarios. Conduce impulsos que proce-
den de la corteza cerebral (área motora), descienden por el
neuroeje, sufren la decusación en el bulbo raquídeo y siguen
descendiendo por la médula, pero por el lado contrario del
hemisferio cerebral que ha originado el impulso motor.
En el cordón posterior no se sitúa ningún haz descenden-
te, sólo lo ocupan haces ascendentes.
7.8.2.2. Haces ascendentes (Fig. 7-34, lado derecho)
a) Cordón anterior
— Haz espinotalámico anterior o ventral. En su inte-
rior se encuentran los cilindroejes de neuronas que proceden
de los receptores del tacto general y tosco. Estos impulsos
llegan al neuroeje por el bulbo, se unen en la protuberancia
al espinotalámico lateral, y hacen relevo en el tálamo para
llegar a la corteza cerebral.
b) Cordón lateral
— Haz espinotalámico lateral. Está formado por cilin-
droejes que llegan de neuronas situadas en el asta posterior y
que provienen del lado contralateral del cuerpo (cruzan la línea
media). Su función es conducir impulsos generados en recep-
tores del dolor, temperatura, cosquillas, prurito y sensaciones
sexuales. Ascienden hasta el bulbo y en la protuberancia for-
man un único haz al juntarse con el espinotalámico anterior,
antes de llegar al tálamo y a la zona somestésica del cerebro.
— Haz espinocerebeloso anterior o ventral y haz espi-
nocerebeloso dorsal o posterior. Ambos haces están for-
mados por cilindroejes de neuronas que conducen impulsos
generados en receptores de la piel, músculos y articulacio-
nes, y que llevan la sensibilidad cinestésica inconsciente (es
el tipo de sensibilidad que nos informa de los movimientos
musculares y de la situación y posición de los miembros y
articulaciones). De forma ascendente llegan al cerebelo y de
allí a la corteza cerebral; se diferencian por su situación en
el cordón lateral (uno es más anterior que el otro).
c) Cordón posterior
— Haces posteriores. Son los que ocupan todo el cordón
posterior (no hay haces descendentes). Se dividen en dos, el
de Goll o gracillis (más medial), y el de Burdach o cunei-
forme (más externo).
Llevan impulsos ascendentes hacia el bulbo raquídeo,
donde ocupan su cara posterior (núcleos de Goll y Bur-
dach), para posteriormente decusarse y alcanzar la corteza
cerebral.
Sus fibras conducen una gran cantidad de sensaciones,
que informan de la presión, las vibraciones, la cinestesia
consciente y el tacto profundo y fino. Este último se deno-
mina sensibilidad epicrítica (es el tacto que permite diferen-
ciar la localización, matiza intensidades y distingue textu-
ras).
7.8.3. Características funcionales integradas
de la médula
La médula es una parte del SNC que recibe información
de todo el cuerpo y distribuye órdenes a todas las partes que
lo componen, a través de los nervios espinales. Éstos deli-
mitan un segmento medular, pero a su vez cada segmento
medular está conectado con los situados inmediatamente
por encima y por debajo, formando una unidad funcional.
El segmento medular contiene neuronas aferentes (de
axón largo) con información sensitiva de la parte del cuerpo
inervada por los nervios espinales correspondientes, inter-
neuronas (de axón corto) que controlan las funciones refle-
jas del segmento o tienen funciones asociativas (por las que
se mantiene la coordinación entre los diferentes segmentos)
y, finalmente, neuronas eferentes que inervan los músculos.
Los diferentes segmentos medulares están atravesados al
mismo tiempo por las fibras que recorren los cordones de
sustancia blanca en sentido ascendente hacia la corteza —y
llevan sensaciones originadas en partes del cuerpo que se
hallan por debajo de ese segmento medular— y por las que
lo hacen en sentido descendente —llevando órdenes moto-
ras de la corteza a los músculos situados por debajo del
segmento medular—. Esto permite entender que cualquier
lesión en un segmento medular que interrumpa totalmente
la conducción de los impulsos no sólo producirá alteracio-
nes en la zona inervada por los nervios espinales de ese
segmento, sino que dejará sin sensibilidad y sin movilidad a
todas las zonas del cuerpo situadas por debajo del mismo.
7.9. SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO
Está formado por el conjunto de nervios que salen de la
médula o del tronco encefálico y que se ramifican y distri-
buyen por todo el organismo dando inervación a todas las
estructuras del cuerpo humano. Los que funcionan bajo el
control de la voluntad se llaman nervios raquídeos o espi-
nales (si nacen en la médula) o nervios craneales (si nacen
en el tronco encefálico), mientras que los que funcionan con
independencia del control de la voluntad forman el sistema
neurovegetativo o autónomo.
Un nervio periférico está formado por varias fibras ner-
viosas y según el tipo de conducción de éstas, será un nervio
sensitivo, un nervio motor o un nervio mixto (estos últimos
son los más numerosos).
Con independencia del tipo de nervio de que se trate,
todos tienen la misma estructura (véase Fig. 7-4). Tanto las
fibras sensitivas como las motoras están recubiertas por un
tejido fibroso, denominado perineuro, y forman un haz, que
puede contener cientos de fibras mielínicas y amielínicas.
Debido a la superposición de los diferentes haces, da la
sensación de que el nervio está formado por tiras. Todos los
haces se encuentran recubiertos por una gruesa capa fibrosa,
llamada epineuro, que los protege y los hace más resisten-
tes a las lesiones por presión, ya que las fibras son sensibles
a las presiones prolongadas.
190 Estructura y función del cuerpo humano

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