Logo Studenta

Fluctuaciones minerales en pastos de clima frío Colombiano II kikuyo (Pennisetum clandestinum, Hochst), anual y estacional

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

FLUCTUACIONES MINERALES EN PASTOS DE CLIMA FRIO 
COLOMBIANO - II KIKUVO (Pennisetum clandestinum, Hochst), 
ANUAL V ESTACIONAL* 
Max Alberto Laredo C. 
Hector Anzola Vásquez 
Armando Ardila G.* 
I. RESUMEN 
El experimento se llevó a cabo en la Hacienda Pie-
dra Gorda, municipio de Ubaté (Cundinamarca), si-
tuado a 2600 m.s.n.m. con una temperatura promedia 
de 13,5° C; desde Octubre de 1980 a Marzo de 1982, 
correspondiendo a un periodo de liuvia y dos de se-
quIa. 
Se utilizó ci pasto kikuyo sometido a pastoreo en 
franjas con ganado Holstein en levante y producción 
(7,7 L/dIa) con una carga de 2,5 cabezas/ha. Las 
muestras de pasto se tomaron a mano, de las porcio-
nes que los aniniales estaban consumiendo y que una 
vez secados y molidos se determjriaron las concentra-
ciones de proteIna cruda y de los macro y micro ele-
mentos. 
La protemna cruda presentó contenidos de 14,6% a 
16,2%, suficientes para no menoscabar ci consumo de 
alimento por parte de los animales. 
Los contenjdos de calcio en la época de liuvias y 
sequia fueron de 0,51% y 0,79%, respectivamente, 
niveles que Ilenanlos requerimientos de este nutriente 
para ci ganado lechero del area bajo estudio. 
Los macroelementos fOsforo, magnesio, azufre y 
sodio se encuentran en niveles deficitarjos en ci forra-
je- 
Mientras que ci potasio, hierro y manganeso están 
por encima del nivel normal y posiblemente ocasiona-
nan imbalances en los niveles de magnesio y cobre 
provocando probiemas metabólicos en ci ganado. 
En zonas donde las praderas son predominante-
mente de kikuyo, es posible esperar deficiencias gra-
ves de cobre y zinc. 
2. INTRODUCCION 
El kikuyo (Pennisetum clandestinum, Hochst) es 
una de las plantas forrajeras ms comOnmente utiiza-
das en las praderas del clima frfo de Colombia, debido 
a so rusticidad, agresividad y faciidad de propaga-
ción. 
En Africa, Hawaii, Australia y Colombia se ha 
mostrado que la calidad nutritiva de este pasto se in-
crementa hasta Ia edad de 55 a 60 dfas para despus 
disminuir; la concentracjón de los elementos minera-
les no sigue normalmente la anterior tendencia. Entre 
los factores que pueden afectar la concentración mi-
neral está la relación hoja, tallo y densidad del siste-
ma radicular, ci equilibrio entre los elementos minera-
les, ci medio de transporte (agua), la humedad relativa 
y Ia temperatura. 
En zonas donde las praderas se usan para pastorco, 
es recomendable conocer los cambios que puedan 
presentarse en ci valor nutritivo y mineral en las por-
ciones de la planta que el animal logra consurnir y 
las posibles variaciones que puedan sufrir la concen-
tración de los elementos mineraies en periodos más o 
menos largos. 
Este trabajo se programó con ci objeto de conocer 
las concentraciones minerales en el pasto kikuyo, 
cuando es sometido a pastoreo rotacional, las fluctua-
ciones mensuales de los mismos y ci efecto de la can- 
Contribuciór, del Prograrna Nacional de Nutrjcióri Animal, Division de Ciencias Animales del Instituto Colombiano Agrope-
cuarlo Tibaitat6 y del Departamento Agropecuario de CICOLAC. Bogota. 
* Respectivamente: l.A.; Ph.D. Director Programa Nacional do Nutrición Animal ICA 
M.V.Z.; M.S. Programa de NutniciOn Animal; CNIA. Tibaitatá, A.A. 151123 Bogota. 
MV., M.S. Jefe Departamento Agropecuarlo, Compafi(a Colombiana de Alimentos Lácteos S.A. CICOLAC. 
Revista I.C.A. Bogota (Colombia) Vol. XVIII - No.4 pp. 269-278 Diciembre 1983. CK-ISSN-0018.8794. 
269 
tidad de iluvia en la concentración mineral de este fo-
rraje. 
3. REVISION DE LITERATURA 
En praderas de kikuyo es posibie obtener produc-
ciones promedias de leche de 10,8 a 12 kg/dIa (4). 
En Cedara, Sudáfrica, donde los suelos son de alto 
potencial productivo, con el kikuyo, se lograron 45 
L/ha!dIa sin suplementación durante un periodo de 
pastoreo de 195 dIas en verano (3). 
Estos rendimientos son factibles de obtener si se 
mantiene un buen manejo de las praderas de kikuyo 
y se les utiiza a edades tempranas después del rebro-
te. 
Asi en el Brasil, algunos autores (7) encontraron 
valores altos de K y P en este pasto (0,54% y 0,26%) 
pero ci P disminuyó en un 6017c cuando la edad de re-
brote paso de 4 a 36 semanas. 
En la estación experimental de Kabanyolo, tigan-
da (18), encontraron valores nutricionales de acepta-
bie calidad on este pasto as(: proteIna 171/(; calcio 
0,37%; fósforo 0,32%; sodio 005%; potasio 3,56%; 
magnesio 0,23%; cobre 12 ppm; zinc 40 ppm; manga-
neso 71 ppm y molibdeno 1,20 ppm. Valores muy pa-
recidos fueron reportados por Hennessy and William-
son (9) cuando trabajaron con kikuyo (Pennisewm 
clandestinwn CV Whitter): protena 21 8%; fdsforo 
0,321.4c; potasio 3,461;'c; calcio 0,34%; magnesio 0,21%; 
sodio 0,0817r; azufre 0,28%; manganeso 2,09 ppm; 
cobre 11 ppm y zinc 45 ppm. 
Al evaluar la calidad nutritiva del kikuyo, en la 
Sabana de Bogota, algunos autores (20) haliaron que 
este pasto tiene un potencial energético y proteico 
suficiente para cubrir los requerimientos nutriciona-
les de vacas adultas de 550 kg de peso con produc-
ciones de 16 kg de leche (3,5 de grasa). 
Para obtener las anteriores producciones de leche 
es necesario garantizar un suplemento adecuado de 
elementos minerales, ya que altos niveles de unos 
elementos pueden interferir ci uso de otros, un ejem-
plo es ci alto contenido de potasio on Ia dicta que 
puede interferir con Ia absorción del magnesio en ru-
miantes, la ingestion de estos niveles pueden además 
predisponer a los animales a la tetania hipomagnesd-
mica (16). La baja disponibiidad del magnesio puede 
agravarse cuando este forraje se cultiva en suelos mai 
drenados y se utiliza para pastoreo (5). Sinembargo, 
Kemp y Geurink (10), reportaron una conceritración 
promedia de 0,23% de magnesio on ci pasto, un nivel 
que generalmente se considera adecuado. 
Ensayos realizados en varios sitios de Nueva Zelan-
da (14), mostraron cambios estacionales en Ia concen-
tración mineral en grammneas y leguminosas que se 
encontraban periódicamente pastoreadas por ovejas. 
Las concentraciones de calcio y magnesio fueron más 
altos on ci verano y menores a Ia mitad del invierno, 
con menos variación on los niveles de magnesio; of po-
tasio mostrO grandes fluctuaciones mensuales, con 
mds bajos niveles al principio del verano y valores pi-
co en ci inicio de la prirnavera. 
Cuando se analiza los requemientos minerales de 
los animales y se relaciona con las necesidades de los 
forrajcs se encuentran diferentes situaciones que muy 
claramente describen Reid y 1-lorvath (19): 
-- Los requerimientos de potasio y posihiemente de 
manganeso y zinc, por las plantas pueden exceder 
a los requerimientos del animal hasta ci grado de 
que ci creciiuiento animal no estarfa limitado por 
una deficiencia del elemento, mientras que ci ren-
dimiento del forraje podra verse afectado; 
En contraste, los requerimientos de los animales 
para ci sodio, cloro, cobre, yodo, pueden exceder 
ci de las plantas ( o éstas no necesitan algunos de 
elios) hasta el punto de que éstos necesiten ser 
suministrados al animal por suplementación direc. 
ta o fertilización y en canibio no presentar en la 
producción de la cosecha que podria esperarsc. 
Donde los requerimientos de un elemento por la 
planta y el animal SOfl aproximadamente iguales, 
como on el caso del fósforo, una deficiencia del 
elemento puede limitar la respuesta de ambos, y 
la aplicaciOn de fósforo supiementario por fertih-
zación para alcanzar una maxima produccción de 
forraje no siempre puede producir en ci pasto una 
concentraciOn suficientemente aita de fósforo que 
liene las necesidades del ganado; 
Las plantas que crecen a una tasa normal pueden 
contener cantidades de seienio, cadmio, molibde-
no o plomo que causen toxicidad o imbalances en 
los animales; 
- El sistema suelo-planta es una barrera efectiva para 
la potencial toxicidad de arsénico, yodo, beriho, 
floor, niquel y zinc, ci crecimiento de la planta 
puede inhibirse antes de aicanzar concentracionesque sean daninas para ci ganado. 
Underwood (2 1 ) hace referencia a que la menor in-
cidencia de desórdenes nutricionales atribuidos al cal-
cio cuando se compara con ci fósforo se pueden deber 
a tres factores: 
A una mayor concentraciOn de calcio que de fós-
foro en las hojas y tailos, en la mayorIa de las es-
pecies vegetales, on cambio ci fósforo se concentra 
más en las semillas que el calcio. 
- La dcficiecia dc fósforo es más frecuente que la 
deficiencia de calcio en los suelos. 
270 
- Menor tasa de disminución en la concentración de 
calcio que de fósforo con el incremento en la ma-
durez de Ia planta. 
Acerca de los sIntomas de la defIciencia de fósforo 
en los rumiantes, como pobre crecimiento, bajo nivel 
reproductivo, apetito depravado y anormalidades en 
los huesos, son generalmente observados cuando la 
conccntración de fósforo en los forrajes disminuye 
aproximadamente a 0,10 - 0,15% de la materia seca. 
El mismo autor (21) anota que Ia concentración de 
fósforo en forrajes en algunas regiones de Africa dis-
minuyen de 0,13 - 0,18% en el verano hámedo a va-
lores tan bajos como 0,05 - 0,0717r, en el invierno se- 
CO. 
El cobre, en rumiantes, con mucha frecuencia pre-
senta inibalances que pueden deberse a la interferen-
cia de otros elementos tales como molibdeno, azu-
fre, calcio, zinc y hierro, aunque la concentración 
del cobre también puede variar con las caracteristi-
cas del sueio, el uso de fertilizantes y ci sistema de 
aiimentaciOn o pastorero (19). 
Whitead (22) demostró que un buen suministro 
de cobre, molibdeno y azufre a partir de especies 
forrajeras serian de 2-15 ppm, 0,1 - 4 ppm y 0,20 - 
0,45%, respectivanlente. 
Lessard et al. (13) mostró que valores de azufre 
mayores que 0,35'/ en ci forraje frecuentemente 
están asociados con hipocupremia en animales; por 
otro lado Campbell et al. (2) en Nueva Zelanda en-
contraron que consurnos altos de hierro pueden de-
primir los niveies de cobre en ci ganado. 
Las variaciones en las concentraciones de los ma-
cro y micro elementos en ci suelo y plantas determi-
nan cambios en ci comportazniento de los animales 
que es necesario conocer para luego establecer crite-
rios claros que permitan a los animales ci uso eficien-
te de los elementos rnineraies que provengan de los 
forrajes. Este hecho sugiere la necesidad de estudiar 
ci comportamiento de los minerales en pastos some-
tidos a pastoreo y por perIodos suficientemente lar-
gos para encontrar pautas que permitan controlar 
los excesos o deficiencias de ciertos elementos. 
4. MATERIALES Y METODOS 
El experirnento se realizó durante 16 meses, de 
Octubre 1980 hasta Marzo de 1982, en la Hacienda 
Piedra Gorda del municipio de !Jbaté, Cundinamar-
Ca, situado a 2600 m.s.n.m. con una temperatura 
media de 13,5°C y una precipitación promedia 
anual de 1169 mm, que correspondieron a 1068 mm 
ala época de liuvia y de 101 mm a la época de sequla. 
Sc utiizó el pasto kikuyo, sin fertilización ni riego, 
bajo pastoreo en franjas con cerca eléctrica con un 
dIa de ocupación y 85 dIas de descanso. El ganado 
fue Holstein en levante y producción (7,7 litros/dla); 
con una carga de 2,5 cabezas/ha. 
Las muestras de este pasto se tomaron mensual-
mente y a mano de las porciones que los .animales 
consumIan; se secaron en estufa por 48 horas a 
60° C para luego molerlas hasta la ejecución de los 
anáiisis qumicos programados. 
Se determinó nitrágeno por ci método de Kjel-
dahi, descrito en A.OA.C. (1). Los macro y micro-
elemcntos por cI método descrito por Harris et al. 
(8) y ci fósforo por ci método de Fiske y Subbarow 
(6). 
El discflo experimental fue ci compictamente 
al azar, considerando las épocas como tratamien-
tos. 
5. RESULTADOS Y DISCUSION 
No hubo diferencias significativas entre las épocas; 
para valores de protcIna cruda, porque en la sequIa 
fucron rnás altos que los de Iluvias, 16,19%y 14,64%, 
respcctivamente; a través de todo ci perlodo de estu-
dio tuvo un promedio de 1S,22%(Tabla l);en la figu-
ra 1 se aprecia que todos los valores obtenidos duran-
te 16 meses, cstãn por cncima del nivcl c@nsiderado 
como normal (8%) garantizando que los animales 
lienan sus necesidades de proteIna si se tiene en cuen-
ta que no existió limitación en el corisumo de forraje. 
Estas con centraciones de protemna cruda son Superio-
res a los reportados por Soto et a! (20) quienes obtu-
vieron 13,5617r; 15,32% y 13,11% para 39; SOy 78 
dias del rebrote del pasto kikuyo. Hay que aclarar 
que en los meses de Fcbrero y Marzo de 1981, se en-
contraron valores tan altos como 27,13% y 26,69%, 
respectivamente, sin encontrar una explicación lógica 
para ellos (Figura 1, apéndice 1). 
El calcio no presentó diferencias significativas en-
tre las épocas analizadas y sus valores fueron de 0,51% 
y 0,79% para Iluvias y SequIa, respectivamentc, con 
un promcdio de 0,62% durante todo ci perIodo (Ta-
bla 1). 
Las recornendaciones que da ci NRC (15) para va-
cas lecheras de 500 kg y con una producción entre 17 
y 23 kg de leche, consideran que necesitan 0,54% de 
calcio quc lo llenarIan sin dificuitad los animales en la 
sequIa (0,7917c.) excepto durante algunos meses de las 
Iluvias, especialmente desde Abril a Agosto (Figura 1 
y apéndice I), lo que concuerda con lo reportado por 
Metson y Saunders (14) en Nueva Zelanda cuando de-
terminaron cambios estacionales en la concentracjón 
de minerales en forrajes. 
El fósforo no mostró diferencias significativas en-
tre ëpocas, en sequIa el valor fue de 0,287c y superior 
a Ia Concentración de las Iluvias, 0,26% y a la media 
aritmética de todo ci ensayo, 0,271,;r (Tabla 1). Estos 
valores no llenan las necesidades del ganado lechero 
271 
S 	Sequla 
Ca % 	 LL 	Liuvia 
- 	 . 	 - 	 N 	: Nivel Normal 
.40 
.35 
.30 
.25 
.20 
.15 
.10 
.05 
	
S 80 	I 	LL 81 	 I 	S 82 	1.30 
1.20 
1.10 
1.00 
.90 
' 	1 
.80 
.70 
60 
.50 
.40 
N 	.30 
ON D E F M A M J JASOE FM 
M99 
I 	 I 
	
N 	.30 
—. 	 .28 
.26 
/ 	
.24 
S 	 .22 
.20 
\ / 
.18 
.16 
S80 	I 	LL81 	 I 
N 
' 	• 
N/ 
S 
S 
ON 0 E F M AM J J A SO E FM 
N 
I \ 
S 	• 	S 
\•/ \ A 	r / S 
28 
26 
24 
22 
20 
18 
16 
14 
12 
10 
ON D E FM AM J .1 AS OE FM 	 0 ND E F MA M J J AS OE FM 
FIGURA 1 . Fluctuaciones del contenido do elernentos minerales mensual y estacional an Pasto Kikuyo bajo pastoreo rotacional. Proteina cruda y caiclo 
(arriba) y fósforo y magnesio (abajo). Ubaté 1980 . 1982. 
TABLA 1. Contenido promedio de proteina cruda y minerales en el Kikuyo en épocas delluvias y sequ(a. Base Seca. 1980- 1982. 
EPOCA 	 % 	 P.P.M. 
PC 	Ca 	P 	Mg 	K 	S 	Na 	 Fe 	 Mn 	Cu 	Zn 
Lluvias 	14,64a 0,51a 0,26a 0,20a 3,18a 0,13a 0,036a 
Sequia" 16,19a 0,79a 0,28a 0,23a 3,08a 0,12a 0,017b 
Promedjo 
Anual 	15,22 	0,62 	0,27 	0,21 	3,14 	0,13 	0,029 
Promedios con la misma letra no son significativamente diferentes al nivel del 5% 
lOmeses 
6meses 
249,80a 272,20a 8,70a 46,40a 
244,50a 239,83a 9,1 7a 44,67a 
247,81 26006 8,87 45,75 
que requiere de 0,38%(15), la deficiencia de este ele-
mento es manifiesta a través de los 16 meses del 
muestreo y solo en Diciembre de 1980 llegó a poseer 
0,39% (Figura I y apéndice 1). Estos bajos niveles de 
fósforo ya hab Ian sido reportados para pastas de cli-
ma frIo por RamIrez y Laredo (17). 
Los contenidos de 0,20%; 0,237o y 0,21% de mag-
nesia (Tabla 1) para iluvias, sequia y promedio anual, 
no difirieron estadIsticamente entre épocas, pero sus 
valores están por debajo del nivel considerado normal 
en forrajes(0,29%) (1 1) figura 1. 
Aigunos autores (15) sostienen que las vacas leche-
ras solo requieren de 0,20% de magnesia cuando estári 
en lactancia; Ia posible deficiencia se puede deber a 
los altos contenidos de potasio (3,144 promedio del 
ano) y de proteina cruda 15,22% (Tabla I) que afec-
tan la disponibilidad aparente del magnesia (10) y 
producen problemas de hipomagnesemia en el ganado 
(16). Ademds de los factores mencionados anterior-
mente, Elkins et al. (5) mostraronla relación existen-
te entre sueios pobremente drenados y la incidencia 
de tetania hipomagnesémica. Lo anterior podria rela-
cionarse con este estudio que se iLevó a cabo en las 
orillas de la laguna de FOquene, donde el nivel freáti-
co en ci suelo es alto; hasta ci punto de no necesitar-
se riego en las praderas. 
Las concentraciones de potasio, fueron aitas a tra-
yes de todo el año, pero tampoco mostrarors diferen-
cias significativas entre las épocas estudiadas; los valo-
res fueron: 3,18% en las lluvias, 3,08% en la sequIa y 
con un promedio anual de 3,14% (Tabla 1). Cuando 
Gomide et al. (7) analizaron la composición de seis fo-
rrajes tropicales, el kikuyo presentó ci mayor conte-
nido de potasio (0,54%). Este valor es muy baja si 
se compara con los reportados en este artIculo y al 
3,56% hallado por Reid et al. (18) en pasto kikuyo. 
En la figura 2 se aprecia que durante todo ci muestreo 
el potasio está por encima de las necesidades del gana-
do lechero (0,93%) (15). 
Todo lo contrario sucede con el azufre, ya que ci 
nivel recomendado por Laredo (11) es de 0,14% en ci 
forraje y por el NRC (15), 0,20% para vacas lecheras 
en producciOn de 17 a 23 kg de ieche/dIa. En la tabla 
1 se aprecia que ni en las épocas de liuvia y sequIa, ni 
en el promedio anual obtuvieron el nivel considerado 
como normal ya que los valores encontrados fueron 
0,1311o; 0,12% y 0,13% respectivarnente; tampoco se 
halló diferencias significativas en este pasto en las 
épocas analizadas. Las cifras anteriores contrastan con 
las reportadas por Herinessy and Williamson (9) con 
valores de 0,28% de azufre en pasto kikuyo variedad 
Whitter. 
En ci presente estudio el Onico mineral que presen-
tO diferencias estadIsticas (P ( 0,05) entre estaciones 
fue ci sodio, ya que ci contenido de él en las iluvias, 
01036%, fue ci doble del encontrado en la sequla, 
0,017% los cuaies están muy por debajo de los niveles 
normales (Tabla 1) para ci forraje 0,27% (11). Esta 
deficiencia en el contenido de sodio del pasto kikuyo, 
cancuerda con los datos presentados por RamIrez y 
Laredo (17) quienes reportan una deficiencia generali-
zada de sodio en los pastas de las sabanas de Bogota 
y Ubaté. 
Como era de esperarse los contenidos de hierro es-
tan muy por encima del nivel normal 100 ppm (Figu-
ra 2); a pesar de no encontrar diferencias significativas 
entre estaciones los niveles en las Iluvias fueron un p0-
cc más altos que en la sequIa 250 y 244 ppm, respec-
tivamente (Tabla 1). Cuando RamIrez y Laredo (17) 
determjnaron ci contenido de este elemento en once 
fincas de la Sabana de Bogota encontraran que una 
finca en Zipaquirá (Cundinamarca) que poseIa solo 
praderas de kikuyo el contenido de hierro fue solo 
102 ppm diferente a la tendencia hallada en este cx-
perimento y al rnuestreo de las otras diez haciendas 
donde los contenidos fueron superiares a 130 ppm. 
Estos altos niveles de hierro en el kikuyo pueden 
deprimir los niveles de cobre en el ganado camo lo 
dernostró Campbell et al. (2) en estudios realizados 
en pastoreo en Nueva Zelandia. 
273 
5.0 
4.5 
4.0 
3.5 
3.0 
2.5 
2.0 
1.5 
1.0 
S 	Sequua 
LL 	Lluvia 
K % 
	 s7 
	
N 	: Nivel Normal 
S 80 	 LL 81 	 S 82 	 I 	S 80 	I 	LL 81 	 I 	
S 82 
I' 
I' 
I 	
.17 
I 	 .16 	 / 
I' 	• 
is 	 ,\ / 	 N I 	. 
.14 
/ ,\•\ / ' .13 I.' / " 	
•/• 
. 	 S .12 
% 	I 
.10 
S N 
.09 
0 ND E FM AM J J A SO E F M 
	
0 ND E F MA M J J AS 0 E FM 
Na% 
	 Fe ppm. 
-4
Ph 
I 	I 	 I 
N 
.27 
.07 
.06 
.05 
.04 
.03 
.02 
.01 
ON D EF M A M J J AS OE FM 
/ 
\I\ \ 
,7 
	
\ I 	
\S-•-- / 
	
"4 	 N 
0 ND E FM AM J J A SO F F M 
500 
450 
400 
350 
300 
250 
200 
150 
100 
FIGURA 2 - Fluctuaciones del contenido do elementos mirterales mensual y estacional an Pasto Kikuyo bajo pastoreo rotacional. Potasio y azufre (arribal 
y sodio y hierro (abojo). Ubaté. 1980 . 1982. 
El alto contenido de manganeso en ci kikuyo fue 
manifiesto ya que los contenidos fueron 260 ppm en 
el Promedio anual y 272 ppm en las liuvias y 240 
en Ia sequIa, aunque sin diferencias estadIsticas al 
nivel del 5% entre épocas (Tablas 1 y figura 3). Con 
el solo consumo de forraje por el ganado lechero se 
llenarIan los requerimientos de este elemento para 
producir entre 17 y 23 kilos de leche/dIa ya que ci 
NRC (15) estima las necesidades para este tipo de 
ganado en 40 ppm. 
Este exceso de mangarieso coincide con los datos 
reportados por RamIrez y Laredo (17) ya que en las 
once fincas arializadas los contenidos siempre estuvie-
ron por encima de 60 ppm ci cual es ci nivel normal 
recomendado por Laredo (11). 
S 	Sequua 
LL 	Liuvia 
Mn ppm. 	 Cu ppm. 
	 N 	Nivel Normal 
S80 	 LL81 S82 
450 16 
:: 
14 
12 
300 
: / ,/' 
• 
__ 
10 
250 
/ 8 
 t 
200 6 
150 1 4 
100 N 	2 
0 ND E F M AM J J AS 0 E F M 
S 80 	 LL 81 	 S 82 
V 
ON DE F MA M J J AS OE FM 
Zn p.p.m. 
	
I 	I 	 N 
60 
I' 
55 . 	\ 	I' 
50 
45 
40 - 
1 	
S 
35 
30 
'I 25. 
20 - 
I 	I 	I 	I 	I 	I 	I 	I 	 I 	I 	I 
ON D E F M A M JJ AS 0 E FM 
FIGURA 3 . Fluctuacionas del contenido de elementos minerales mensual y estacional an Pasto Kikuyo bajo pastoreo rotacional. 
Manganeso y cobra tarriba) y zinc (abajo). Ubaté. 1980 -1982. 
275 
La deilciencia de cobre (Figura 3 y tabla 1) es mis 
notona en las Iluvias, 8,70 ppm, que en la sequia, 
9,17 ppm; el promedio de todo el estudio, 8,87 
ppm, todavla se considera bajo si se estima que cuan-
do los forrajes tienen niveles normales de Fe, Mo y 
Zn, ci nivel de Cu deberia ser 10 ppm. Los valores 
anteriores se asemejan mucho a los hallados en el 
pasto tetrelite (12) donde se reporta ci contenido 
de 9 a 7 ppm para iluvias y sequia, respectivarnente. 
De las once fincas estudiadas por Ram irez y Lare-
do (17), tres presentaron bajos contenidos de cobre 
8,0; 8,3 y 8,5 ppm, en donde los pastos predominan-
tes eran kikuyo (en una finca) y kikuyo en mezcIa 
con raigrás (en dos fincas), respectivamente. 
Los bajos contenidos de cobre puede agravarse por 
la interferencia de otros elementos tales como molib-
deno, hierro, calcio, zinc. Como lo sugieren Campbell 
etal. (2); Reid y Horvath (19). 
Resumiendo la situación mineral en praderas de 
diferentes zonas ganaderas del pals, Laredo (11) pre-
senta al zinc como uno de los elementos deficientes 
en los forrajes, lo que se ratifica con el kikuyo y rai-
gras tetrelite (12). Considerando el nivel normal de 60 
ppm en forrajes (Figura 3) (11), en este pasto los va-
lores encontrados solo fueron de 46,40; 44,67 y 
45,75 ppm de Zn para la época de Iluvias, sequia y el 
promedio anual, respectivamente. 
También hay que aclarar que estos niveles aunque 
deficientes no fueron tan bajos como los reportados 
por Laredo et al. (12) en raigräs tetrelite donde los 
valores fueron 39 ppm en Iluvias y solo 28 ppm en la 
sequia. Los valores de Zn de este experinlento mos-
traron que el kikuyo es deficiente en ël y que están 
de acuerdo con los niveles reportados por Ram lrez 
y Laredo (17) en las mencionadas once fincas mues-
treadas en Ia Sabana de Bogota. 
6. CONCLUSIONES 
Los resultados obtenidos y las observaciones he-
chas durante la realización de esta investigación, per-
miten concluir: 
- Los contenidos de protemna cruda de ci kikuyo He-
nan los requerimientos de este principio para ci ga-
nado lechero con producciones hasta 20 kg de Ic-
che por dla. 
- El contenido alto de calcio en el kikuyo en las dos 
pocas del aflo garantizan la produccióri iáctea del 
ganado que pastorea en esa area. 
- El fósforo y el magnesio se hallan en niveles defici-
tarios durante todo el aflo siendo adn más crltica 
la situación en la época de Iluvias, sugiriendo que a 
las sales minerales se deben adicionar estos elemen-
tos sobre las concentraciones comerciales especial-
mente para vacas de alta producción lechera. 
Las altas concentraciones de potasio, hierro y man-
ganeso en ci pasto kikuyo pueden provocar deli-
ciencias de otros minerales. 
- En areas con suclos mal drenados, entreeflas algu-
nas del municipio de Ubaté, se necesita on manejo 
especial para prevenir Ia tetania hipomagnesémica; 
ésta puede agravarse aOn mas por los elevados con-
tenidos de protemna cruda y potasio en el kikuyo. 
-- Elernentos como ci sodio, azufre, cobre y zinc se 
encuentran en niveles deficitarios, siendo más agu-
do el cuadro en la estación de sequla; lo que me-
noscaha la producción lechera del ganado. 
Al preparar una sal nuneralizada para una region 
determinada y de clima frio clebe tenerse on cuen-
ta las deficiencias y excesos de los minerales para 
que ci ganado que pastorea praderas de kikuyo, no 
sufra dificultades on su producciOn y reproduc-
cion. 
7. SUMMARY 
Mineral variation in grasses of high altitude of Colom-
bia. 11. Kikuyu grass (Pennisetum clandestinum, 
Hochst) annual and seasonal 
This experiment was carried out at the Piedras 
Gordas Farm, Ubaté (Cundinarnarca) valley, located 
at 2600 inabove sea level, with a mean temperature 
of 13,50 C, from October 1980 to March 1982, 
corresponding to one period of wet season and two 
periods of dry season. 
Kikuyu grass was used under rotational grazing 
with 2.5 Ilolstein cows per hectare and 7,7 L/day of 
milk production. 
The gtass samples were taken by hand from the areas 
and fractions that the animal were grazing. Those 
samples were dried at 60° by 48 hr, ground and kept 
until the chemical determinations were made. 
The crude Protein content were 14,6%and 16,19% 
for dry and wet season, respectively, with enough 
concentration to guarantee the fulfillment of the 
animal requirements. The Ca content in wet and dry 
season were 0,51% and 0,79% respectively, enough 
for animals in lactating period and during the year. 
The P, Mg, S and Na were in low concentration 
during the year in kikuyu grass. However the K, Fe 
and Mn were at vcry.high levels and could have been 
producing metabolic interferences to Mg and Cu. 
In paddocks with kikuyu grass will be possible to 
found serious deficiencies of Cu and Zn. 
276 
APENDICE 1 Fluctuaciones minerales en Kikuyo mensual y estacional Ubaté 1982 
FECHA EPOCA 
PC Ca 
PORCENTAJE 
P 	Mg K S Na Fe 
P.P.M. 
Mn Ca Zn 
X/80 Lluvias 11,20 125 0,32 0,26 2,65 0,12 002 437 425 8 58 
X1/80 Sequra 18,06 1,28 0,33 0,31 3,45 0,11 0,01 187 243 16 37 
X11/80 Sequia 12,25 0,92 0,39 0,26 2,88 0,10 0,03 147 325 2 21 
/81 Sequa 13,03 0,94 0,35 0,19 1,31 0.13 0,01 328 122 4 35 
11/81 Sequia 27,13 0,77 0,36 0,26 5,85 0,12 0,01 331 156 18 71 
111/81 Lluvias 26,69 0,75 0,23 0,16 3,65 0,13 0,07 178 147 8 46 
IV/81 Lluvias 16,28 0,30 0,35 0,22 4,43 0,12 0,03 181 212 11 47 
V/81 Lluvias 14,44 0,25 0,20 0,16 2,50 0,14 0,06 331 182 6 39 V1/81 Lluvias 13,65 0,35 0,28 0,18 3,25 0,13 0,04 241 198 7 44 
Vu/81 Lluvias 14,00 0,40 0,35 0,19 3,75 0.12 0,03 172 212 13 53 V111/81 Lluvias 11,90 0,31 0,27 0,16 3.01 0,15 0,02 138 375 4 38 
IX/81 Lluvias 10,85 0,56 0,21 0,20 2,35 0,14 0,03 196 365 10 49 
X1/81 Lluvias 11,34 0,54 0,20 0,20 2,46 0,15 0,02 187 294 8 41 
/82 Sequia 12,69 0,52 0,17 0,21 2,71 0,17 0,02 286 312 9 48 
11/82 SequLi 14,00 0,30 0,11 0,18 2,31 0,10 0,02 188 281 6 56 
111/82 Lluvias 16,100,42 0,16 0,28 3,71 0,12 0,04 437 312 12 49 
8. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 
A.O.A.C. Official methods of analysis of the Association of Official Agricultural Chemist 9th, Ed. Washington, A.O.A.C., 
1960. 832 p. 
CAMPBELL, A.G.; COUP, M.R.; BISHOP, W.H. and WRIGHT, D.E. Effect of elevated iron intake on the cooper Status of 
grazing cattle. New Zealand Journal of Agriculture Research., v. 17 p. 393-399. 1974. 
CROSS, G.W. Maintaining the nutritive value of Penniserum c/andestinum for milk production. Proceeding of the Grass-
land Society of Southern Africa. v. 14; p.61 -63. 1979. 
DAVISON, T.M.; MURPHY, G.M.; MAROSKE, M.M.; ARNOLD, G. Milk Yield response following sodium chloride sup-
plvrnoiitation of cows grazinG a tropical yrcss-lig.une psstL're. Aust'alian Journal of Experinieiutil Agi icu!ture and 
Animal Husbandry. v. 20 no. 106; p. 543-546, 1980. 
ELKINS, GB.; HAA LAND, R.L.; HOVELAND, C.S. and GRIFFEY, W.A. Grass tetany potential of fall fescue as affec-
ted by soil 02. Agronomy Journal i, 70, r. 309-311. 1978. 
FISKE, C.M. and Y. SUBBAROW. The colorimetric determination of phosphorus. Journal of Biological chemistry. v. 66; 
p. 375- 1925. 
GOMIDE, .i.A.; C. H. NOLLER, G.O. MOTT, J.H. CONRAD and D.L. HILL. Mineral composition of six tropical grasses 
as influenced by plant age and nitrogen fertilization. Agronomy Journal. v.61, p. 120-123. 1969. 
HARRIS, L.E. Métodos para el Anthlisis quimico y Ia evaluación biolOgica de alimentos para animales. Traducido por J.J. 
Salazar. Gainesville, Florida, Center for tropical Agriculture, 1970. 200 p. 
HENNESSY, D.W. and P.F. WILLIAMSON. The nutritive value of kikuyu Penn/saturn clandestinurn) leaf and the use of 
pelleted leaf in rations high or low in energy. Australian Journal of Experimental Agriculture and Animal Husbandry. 
v. 16, p.. 729.734. Octubre 1976. 
KEMP, A. and GEURINK, J.H. Grasaland forming and minerals in cattle. Netherlands Journal Agricultural Sciences., v.26, p. 
161 -169. 1978. 
LAREDO, M.A. Utilización de minerales en la nutriciOn animal. En: Guia para producir came en Colombia. Suplemento Ga-
nadero de Ia Carta Gariadera v. 2 no. 3, p. 40-51. Diciembre 1981. 
LAREDO, M.A.; ANZOLA, H. y A. ARDILA. Fluctuaciones minerales en pastos de clima fri'o colombiano. I. Raigrás tetreli-
te (Loliurn hybridum, Hausskn). Anual y Estacional. Rev. ICA (en proceso de publicación). 
LESSARD, JR., HIDIRIGLOU M., CARSON, RB, and WAUTHY, J.M. Cooper, molibdenum and sulphurcontent of forage 
crops at Kapuskasing, Ontario. Canadian Journal Plant Science, v. 50, p. 85-691. 1970. 
277 
METSON, A.J. and SAUNDERS, W.M.M., Seasonal variation in chemical composition of pasture I. Calcium, magnesium, p0-
tassium, sodium and phosphorus. New Zealand Journal of Agriculture Research. v. 21 , P. 341 -353. 1978. 
NATIONAL RESEARCH COUNCIL. Nutrient requirements of domestic animals. No. 3 Nutrient requirements of dairy 
cattle. Fourth revised edition. National Academic of Sciences. Washington D.C. 1978. 
NEWTON, H.L.; J.P. FONTENOT; R, TRECKER and C.E. POLAN. Effects of high dietary potas5ium intake on the metabo-
lism of magnesium by sheep. Journal of Animal Science, v.35, p.44O. 1972. 
RAMIREZ, N.M.; M.A. LAREDO. Relaciones entre los niveles de minerales en el suelol forraje y tejido animal de bovinos. 
Rev. Analac. v. 7 no. 38. p. 55-65. Julio 1982. 
REID, R.L.; A.J., POST; F.J. OLSEN. Chemical composition and quality of tropical forages. Bulletin 669 T. West Virginia 
University. Agricultural an forestry Experiment Station, June 1979. 43 p. 
REID. R.L. and D.J. HORWATH. Soil chemistry and mineral problems in farm livestock. A review. Animal feed Science 
and technology v.5, p.95-167. 
SOTO, L.; M.A., LAREDO y E. ALARCON. Digestibiliaad y consumo voluntariodel pasto kikuyo (Pennisetum clandestinurri, 
Hochst) en ovinos bajo fertilización nitrogenada,Rev. ICA.v. 15, no.2; p. 79-90. 1980. 
UNDERWOOD, E.J. The mineral nutrition of livestock. Commonwealth Agricultural Bureau The Central Press (Aberdeen(. 
U.K., 237 pp. 1966. 
WHITEHEAD, D.C. Nutrient minerals in grassland productivy. Bull. 48. Commonwealth. Bureau. Pastures field Crops, 
Commonwealth Agricultural Bureau, Farnham Royal, Bucks, 202 pp. 1970. 
278

Continuar navegando