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PRINCIPIOSECONOMIA_Lectura4

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Módulo 4 
La macroeconomía 
a largo plazo 
 
 
1 
 
6. La macroeconomía a 
largo plazo 
En este último módulo, se estudian cuáles son los principales determinantes 
del crecimiento económico. 
Así como en la unidad anterior se aprendieron conceptos para analizar las 
fluctuaciones a corto plazo de la economía, en esta unidad se adquirirán 
instrumentos para analizar variables a largo plazo, tanto nominales como 
reales. 
Como primer paso, se analizará el papel que juega el dinero en las 
economías modernas, quién lo regula y qué formas existen para expandir o 
contraer la oferta del dinero; esto último correspondería al ámbito de la 
política económica. En el segundo punto, se abordará uno de los principales 
fenómenos ocurridos en toda economía que usa el dinero como medio de 
cambio: la inflación y sus consecuencias. Para terminar con el análisis 
macroeconómico, se estudiará la problemática del crecimiento económico 
de un país, considerando especialmente el rol fundamental de la 
productividad en el nivel de vida de un país, conjuntamente con las políticas 
orientadas al crecimiento. 
Los dos puntos centrales del módulo tienen importantes implicancias de 
utilidad para quienes precisen visualizar los efectos de las políticas 
económicas: la interrelación de diferentes variables con las magnitudes 
monetarias y sus consecuencias en objetivos de política como la estabilidad 
de precios (o su contraparte el fenómeno de la inflación) y la minimización 
del desempleo. 
Finalmente, el cierre de la materia se concentra en las consecuencias de 
largo plazo de los cambios que van operándose en la economía: mejoras 
tecnológicas y su apropiación a través de la formación de recursos humanos 
calificados, denominados capital humano; la acumulación de stocks de 
capital; los cambios en la disponibilidad de recursos naturales, entre los 
principales fenómenos vinculados con el crecimiento económico. 
 
 
 
 
 
 
2 
 
6.1 El dinero y la estabilidad monetaria 
¿Qué es el dinero? 
Nos podemos preguntar ¿qué es el dinero? Tal vez parezca una pregunta 
extraña. Una respuesta posible puede estar relacionada al hecho, por 
ejemplo, de que cuando decimos que existe una persona que es 
multimillonaria, nos referimos a que ella es tan rica que puede comprar todo 
lo que quiera. En este sentido, el término dinero se utiliza para referirse a la 
riqueza. 
 
Pero en la economía, la palabra dinero se la emplea en un 
sentido más específico: es el conjunto de activos de la 
economía que utilizan los individuos normalmente para 
comprar bienes y servicios a otras personas (Mankiw, 
2012, p. 620). 
 
Por ejemplo, el efectivo que llevamos en la billetera es dinero porque 
podemos utilizarlo para comprar un bien o pagar un servicio. En cambio, por 
ejemplo, si fuéramos dueños de una empresa muy grande –como por 
ejemplo: Apple–, seríamos muy ricos, pero ese activo no se consideraría 
dinero; es decir, no podríamos comprar camisas o pagar una cena con ese 
activo. 
 
Funciones del dinero 
Todos conocen claramente para qué sirve el dinero, sin embargo se 
abordarán aquí sus funciones en términos técnicos. 
Podemos decir, siguiendo a Mankiw (2012), que el dinero desempeña tres 
funciones esenciales en la economía. 
1) Es un medio de cambio: es un artículo que entregan los 
compradores a los vendedores cuando quieren comprar bienes y 
servicios. Es importante pensar en los problemas que soluciona en 
relación con el trueque directo entre dos bienes, por ejemplo: 
cuando entramos a una concesionaria de automóviles para adquirir 
un vehículo, nos entregan el auto a cambio de la entrega de nuestro 
dinero. 
 
 
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2) Es una unidad de medida: es el patrón que se utiliza para marcar 
los precios y registrar las deudas. En definitiva, permite expresar en 
una misma unidad los valores de bienes de muy diferente 
naturaleza, que no serían comparables y/o agregables entre sí. Por 
ejemplo, cuando salimos de compras y vamos a una tienda de ropa 
a adquirir una camisa, podemos ver que las mismas cuestan $ 160 y 
que un libro cuesta $320. También podríamos decir que una camisa 
cuesta medio libro, y esto sería correcto, pero los precios 
normalmente no se expresan de esta forma. Es decir que “cuando 
queremos medir y registrar el valor económico, utilizamos el dinero 
como unidad de cuenta” (Mankiw, 2012, p. 621). 
3) Es un depósito de valor. Es un artículo que pueden utilizar las 
personas para transferir poder adquisitivo del presente al futuro, es 
decir, se puede utilizar como medio de ahorro en el tiempo, lo cual 
permite que los recursos que se generan en un determinado 
momento puedan ser utilizados en otro momento, en el futuro. 
 
A su vez, una propiedad fundamental del dinero es la liquidez, que 
justamente da cuenta de la facilidad con que puede intercambiarse un bien 
por otro. En economía, cuando un bien o derecho se puede convertir en 
efectivo fácilmente, estamos diciendo que es un activo líquido. Como el 
dinero es el medio de cambio de la economía, por excelencia, y no necesita 
convertirse en efectivo porque ya lo es, podemos decir que es el bien más 
líquido del que se dispone. En cambio, si poseemos un vehículo, una 
propiedad (como puede ser una casa o un departamento) u otro bien, 
cualquiera que sea, se necesita de un esfuerzo de venta para que se 
conviertan en efectivo. 
Esto tiene un segundo análisis: cuando una persona decide en qué forma va 
a poseer su riqueza, tiene que tener en cuenta que hay bienes que no son 
líquidos y otros que sí, como el dinero. El dinero es el activo más líquido, 
pero ello no significa que sea perfecto como depósito de valor (ahorrar). 
¿Por qué? porque cuando suben los precios de los bienes de la economía, el 
valor del dinero disminuye (consecuencia de la inflación); es decir, cuando 
los bienes y servicios se encarecen, podemos comprar menos con cada 
billete que llevamos en la billetera. 
Por otro lado, el dinero no rinde ningún tipo de interés ni genera 
rendimiento alguno, algo que un bono o una acción si lo permite. 
 
 
 
4 
 
Tipos de dinero 
En una economía se pueden definir dos tipos de dinero, según señala 
Mankiw (2012): 
1) Dinero mercancía. Es cuando el dinero adopta la forma de una 
mercancía que tiene un valor intrínseco. El término intrínseco 
significa que el bien tendría valor, incluso aunque no se utilizara 
como dinero. Por ejemplo: el oro, la plata, los cigarrillos. 
2) Dinero fiduciario. Es el dinero que carece de valor intrínseco y 
que se utiliza como dinero por un decreto gubernamental. Por 
ejemplo, los billetes que los argentinos llevan en la billetera 
(impresos por el Gobierno de Argentina mediante la Casa de la 
Moneda). Es el dinero “de curso legal que sirve para pagar todas 
las deudas, públicas y privadas” (Mankiw, 2012, p. 622). La 
participación de gobierno es fundamental para que exista un 
sistema monetario fiduciario en tareas como, por ejemplo, 
combatir a los falsificadores. Pero también son necesarios otros 
factores para que tenga éxito un sistema monetario, como la 
aceptación del público en general del dinero creado por el 
gobierno. En Argentina, a finales de los años 80, existía como 
dinero fiduciario, el austral, y el gobierno hasta esos momentos 
no lo abandonó como moneda oficial; sin embargo, los 
ciudadanos argentinos preferían el dólar como moneda cambio, 
unidad de medida y depósito de valor, esto es porque confiaban 
más en que este dinero-mercancía (extranjero) sería aceptado 
por otros en el futuro. 
Si nos preguntáramos: ¿cuánta es la cantidad de dinero en una economía?, 
es decir, si pretendemos calcular la cantidad de dinero que hay circulando 
en una economía, nos deberíamos preguntar, a su vez: ¿qué incluiríamos 
como dinero en nuestra medida? Para responder a ello, podemos decir que 
si necesitamos medir el dinero circulante en una economía, deberíamos 
comenzar por el efectivo, es decir los billetes y lasmonedas que hay en 
manos del público. “El efectivo es claramente el medio de cambio más 
común y aceptado en nuestra economía” (Mankiw, 2012, p. 623). 
Sin embargo, el efectivo no es el único activo que podemos utilizar para 
comprar bienes y servicios. Muchos negocios también aceptan cheques. Es 
decir, que la riqueza que tenemos en nuestra cuenta corriente es casi tan 
cómoda para comprar cosas como la que llevamos en la billetera. Por ello, 
 
 
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también debemos considerar los depósitos a la vista, que son los saldos de 
las cuentas bancarias a los que pueden acceder los depositantes 
extendiendo simplemente un cheque. 
Si consideramos los saldos de las cuentas corrientes como parte de la 
cantidad de dinero, tenemos que considerar los otros tipos de cuentas 
bancarias y en otras instituciones financieras. Ejemplo de ello son las Cajas 
de Ahorros y Plazos Fijos. Contra esas cuentas no se puede extender 
cheques, pero si pueden transferirse fácilmente fondos de esa cuenta a 
otras cuentas corrientes. En nuestra economía existen varias medidas de la 
cantidad de dinero, pero normalmente se muestran las dos más importantes 
con las que se trabaja, las cuales conocerás como M1 y M2. 
 
M1: Efectivo + cheques de viaje + depósitos a la vista + otras cuentas 
corrientes. 
M2: M1 + depósitos Caja de Ahorro + depósitos en Plazos Fijos + Fondos de 
inversión + otras categorías de menor importancia. 
 
La cantidad de dinero de una economía comprende “no solo el efectivo, sino 
también los depósitos que se encuentran en los bancos y en otras 
instituciones financieras a los que se puede acceder fácilmente y que 
pueden utilizarse para comprar bienes y servicios” (Mankiw, 2012, p. 624). 
La fórmula general sería: 
Dinero en una economía = M1 + M2 
Pero entonces, ¿las tarjetas de crédito y débito forman parte del dinero? La 
respuesta es: no. Las tarjetas de crédito no son un medio de pago, sino un 
método de pago diferido. Cuando compramos una camisa con una tarjeta de 
crédito, el banco que la emite paga al negocio que nos la vendió. Más tarde, 
tenemos que devolver ese dinero al banco y con intereses, normalmente. 
Cuando llega el momento de pagar el resumen de cuenta de la tarjeta de 
crédito, usualmente lo hacemos con efectivo o, alternativamente, con un 
cheque de nuestra cuenta corriente. Entonces, ese efectivo y el saldo de la 
cuenta corriente son los que forman parte del dinero de la economía. 
Las tarjetas de débito son muy diferentes a las tarjetas de crédito porque 
aquellas retiran fondos de una cuenta bancaria para pagar los artículos 
 
 
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comprados. En este sentido, se parece más a un cheque que a una tarjeta de 
crédito. “Los saldos de las cuentas bancarias que respaldan las tarjetas de 
débito se incluyen en las medidas de cantidad de dinero” (Mankiw, 2014, p. 
155) 
Siempre que una economía recurre a un sistema de dinero fiduciario, tiene 
que existir un organismo responsable de regularlo. En Argentina es el Banco 
Central de la República Argentina (BCRA). Si observamos la parte superior de 
cualquier billete de Argentina, podemos ver que dice: “Banco Central de la 
República Argentina”. 
 
El Banco Central 
El Banco Central (BCRA) es una institución encargada de supervisar el 
funcionamiento del sistema bancario, de regular la cantidad de dinero que 
hay en la economía y de preservar el valor de la moneda. 
La cantidad de “medios de pago” o dinero propiamente dicho (en el sentido 
amplio que fue presentado aquí) disponible para que las personas adquieran 
bienes y servicios en los mercados será un determinante de su nivel de 
consumo. 
En el caso de que el Estado favorezca el crédito a los consumidores, ya sea 
por la vía bancaria o por medio de las tarjetas, les posibilitará a los agentes 
económicos (empresas) mayores oportunidades de producción y 
comercialización de sus productos. En este sentido, la empresa debería 
aprovechar dicho contexto en el cual se crean las condiciones para que el 
consumo de la sociedad se expanda. 
En lo que respecta propiamente al Banco Central, este define también los 
niveles de las variables clave del sector monetario, como la emisión de 
billetes y monedas, las reservas obligatorias de los bancos (reservas legales 
mínimas), el tipo de descuento que cobra aquella entidad a los bancos por 
los créditos que les concede para cubrir necesidades transitorias de 
reservas, así como otras reglamentaciones fundamentales del sistema. 
Además, el Banco Central realiza operaciones de mercado abierto cuando 
compra o vende bonos del Estado al público. Si desea aumentar la oferta 
monetaria, compra bonos y entrega billetes a cambio de los mismos; para 
reducir la oferta monetaria, realiza ventas de bonos. 
 
 
7 
 
Los bancos y la creación secundaria de dinero 
En este apartado es oportuno recordar que la cantidad de dinero de que un 
individuo dispone, incluye tanto efectivo (los billetes en su billetera y las 
monedas en su monedero) como los depósitos a la vista (el saldo en su 
cuenta de cheques). “Debido a que los depósitos a la vista se almacenan en 
los bancos, el comportamiento de los bancos puede influir en la cantidad de 
depósitos a la vista en la economía y, por consiguiente, en la oferta de 
dinero” (Mankiw, 2012, p. 627). Aquí examinaremos la forma en la cual los 
bancos afectan a la oferta de dinero y, al hacerlo, la forma en la cual inciden 
en el trabajo del BCRA de controlar la oferta de dinero. 
 Escenario simple: Bancos que operan con reservas del 100 % 
 
Para comprender la manera a través de la cual los bancos 
comerciales influyen en la oferta de dinero, vamos a imaginar 
primero un mundo donde no existan bancos. En este escenario 
simple, “el efectivo es la única forma de dinero” (Mankiw, 2012, 
p. 627). Para ser más concretos, supongamos que la cantidad 
total de efectivo es $ 1,000; por consiguiente, la oferta de dinero 
es de $ 1,000. Ahora supongamos que alguien abre un banco 
llamado Primer Banco de Argentina, que es la única institución 
depositaria (es decir, que acepta depósitos, pero no hace 
préstamos). 
 
El propósito del banco es proporcionar a los depositantes un 
lugar seguro para guardar su dinero. Siempre que una persona 
deposita algún dinero, el banco lo guarda en su bóveda hasta 
que el depositante lo retira, gira un cheque o utiliza una tarjeta 
de débito contra su saldo. A los depósitos que los bancos han 
recibido, pero que no han prestado se les llama reservas. En esta 
economía imaginaria, todos los depósitos se guardan como 
reservas, de manera que este sistema se llama banca de reservas 
del cien por ciento. (Mankiw, 2012, p. 628). 
 
Podemos expresar la situación financiera correspondiente al Primer Banco 
de Argentina con una “cuenta T, que es un registro contable simplificado 
 
 
8 
 
que muestra los cambios en los activos y pasivos de un banco” (Mankiw, 
2012, p. 628). 
 
 
Del lado izquierdo de la cuenta T se encuentran los activos del banco por un 
monto de $ 1,000 (las reservas que guarda en sus bóvedas). Del lado 
derecho están los pasivos del banco por un monto de $ 1,000. 
Debido a que los activos y los pasivos del Primer Banco de Argentina “están 
exactamente balanceados, este estado contable se conoce como balance 
general” (Mankiw, 2012, p. 628). 
Ahora consideremos la oferta de dinero en esta economía imaginaria. Antes 
de que el Primer Banco de Argentina opere, la oferta de dinero es de $ 1,000 
en efectivo que disponen las personas. Después de que el banco abre y las 
personas depositan su efectivo, la oferta de dinero es de $ 1,000 de 
depósitos a la vista. 
 
(Ya no existe efectivo en circulación, debido a que todo está en 
la bóveda del banco.) Cada depósito en el banco reduce el 
efectivo y aumenta los depósitos a la vista exactamente por la 
misma cantidad, dejando sin cambios la oferta de dinero. Por 
consiguiente, [la conclusiónque nos deja este ejemplo se 
resume en el siguiente corolario]: si los bancos tienen todos los 
depósitos en reserva, entonces no influyen en la oferta de dinero. 
(Mankiw, 2012, p. 628). 
 
 Escenario con reservas fraccionadas: creación secundaria de dinero 
Imaginemos ahora que los banqueros del Primer Banco de Argentina 
empiezan a reconsiderar su política de banca con reservas del 100 %. 
 
Reservas $ 1,000 Depósitos $ 1,000
Primer Banco de 
Argentina
Activo Reservas
 
 
9 
 
Dejar todo ese dinero ocioso en su bóveda parece innecesario. 
¿Por qué no prestar una parte y obtener una ganancia cobrando 
un interés sobre los préstamos? 
 Las familias que compran casas, las empresas que construyen 
nuevas fábricas y los estudiantes que pagan por su universidad 
estarían felices de pagar un interés por pedir prestado algo de 
dinero durante un tiempo. (Mankiw, 2012, p. 628). 
 
Por ello, el Primer Banco de Argentina 
 
“debe mantener algunas reservas de manera que haya dinero 
disponible si los depositantes quieren efectuar retiros. Pero si el 
flujo de nuevos depósitos es aproximadamente el mismo que el 
flujo de retiros, [el banco] necesita conservar sólo una fracción 
de sus depósitos en reserva. Por consiguiente,… adopta un 
sistema llamado banca con reservas fraccionarias. 
 A la fracción de depósitos totales que guarda un banco como 
reservas se le conoce como razón de reservas, la cual se 
determina mediante una combinación de regulaciones del 
gobierno y de política bancaria. (Mankiw, 2012, p. 628). 
 
El Banco Central 
 
…establece una cantidad mínima de reservas que los bancos 
deben tener, llamada requerimiento de reservas. Además, los 
bancos pueden tener reservas por encima del mínimo legal, 
llamadas exceso de reservas, de manera que puedan estar más 
confiados en que no se quedarán cortos de efectivo. Para 
nuestro propósito [en este ejemplo], tomamos la razón de 
reservas como dada para examinar la forma en la cual la banca 
con reservas fraccionarias influye en la oferta de dinero. 
(Mankiw, 2012, p. 628). 
 
 
 
10 
 
Suponga que el Primer Banco de Argentina tiene una razón de reserva de 
0.10 o de 10 %, lo cual significa que mantiene 10 % de sus depósitos en 
reserva y presta el resto. Veamos ahora la cuenta T del banco bajo este 
escenario: 
 
 
Este banco comercial todavía tiene $ 1,000 en pasivos, ya que “el hecho de 
realizar préstamos no alteró la obligación del banco con sus depositantes” 
(Mankiw, 2012, p. 629). Pero ahora el banco tiene dos tipos de activos: $ 100 
de reservas en su bóveda y préstamos por $ 900. “(Estos préstamos son 
pasivos de las personas que solicitaron los préstamos, pero son activos del 
banco que hizo los préstamos debido a que los prestatarios le pagarán más 
adelante al banco)” (Mankiw, 2012, p. 629). En total, el activo del Primer 
Banco de Argentina sigue siendo igual a su pasivo. 
Una vez más consideremos la oferta de dinero en la economía. Antes de que 
el Primer Banco de Argentina haga cualesquiera préstamos, la oferta de 
dinero era de $ 1,000 de depósitos en el banco. Sin embargo, cuando el 
Primer Banco de Argentina hace esos préstamos, la oferta de dinero se 
incrementa. Los depositantes todavía tienen depósitos a la vista que suman 
$ 1,000, pero ahora los prestatarios tienen $ 900 en dinero. La oferta de 
dinero (que es igual al efectivo más los depósitos a la vista) es igual a $ 
1,900. “Por consiguiente, cuando los bancos sólo tienen una fracción de 
depósitos en reserva el banco crea dinero” (Mankiw, 2012, p. 629). 
Al comienzo, esta creación de dinero mediante reservas fraccionarias 
“puede parecer demasiado buena para ser verdad: parece que el banco está 
creando dinero de la nada” (Mankiw, 2012, p. 629). Sin embargo, se debe 
prestar atención a que cuando el banco presta algo de sus reservas y crea 
dinero, no genera ninguna riqueza. Los préstamos proporcionan a los 
prestatarios algo de efectivo y, por consiguiente, la capacidad para comprar 
bienes y servicios. Sin embargo, 
 
Reservas $ 100 Depósitos $ 1,000
Préstamos $ 900
Primer Banco de 
Argentina
Activo Pasivo
 
 
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…los prestatarios también están asumiendo deudas, por lo que 
los préstamos no los hacen más ricos. En otras palabras, cuando 
un banco crea el activo en forma de dinero, también crea un 
pasivo correspondiente para aquellos que pidieron prestado el 
dinero creado. Al final de este proceso de creación de dinero, la 
economía tiene mayor liquidez en el sentido de que hay más del 
medio de cambio, pero la economía no es más rica que antes. 
(Mankiw, 2012, p. 629). 
 
El multiplicador del dinero 
Según Mankiw (2012), la creación de dinero no se detiene aquí. Supongamos 
ahora que el prestatario del Primer Banco de Argentina utiliza los $ 900 para 
comprar algo de alguien que después deposita el efectivo en el Segundo 
Banco de Argentina. La siguiente es la cuenta T para este banco: 
 
 
 
Después del depósito, este banco tiene pasivos por $ 900. Si también tiene 
una razón de reservas de 10 %, mantiene activos de $ 90 en reservas y hace 
préstamos por $ 810. De esta manera, el Segundo Banco de Argentina crea $ 
810 de dinero adicionales. Si estos $ 810 finalmente se depositan en el 
Tercer Banco de Argentina, que también tiene una razón de reserva de 10 %, 
este banco guarda $ 81 en reserva y hace préstamos por $ 729. La siguiente 
es la cuenta T para el tercer banco: 
 
Reservas $ 90 Depósitos $ 900
Préstamos $ 810
Segundo Banco de 
Argentina
PasivoActivo
 
 
12 
 
 
 
 
El proceso continúa. “Cada vez que el dinero se deposita y se hace un 
préstamo bancario, se crea más dinero” (Mankiw, 2012, p. 630). “La 
cantidad de dinero que genera el sistema bancario con cada [peso] de 
reservas se llama multiplicador del dinero” (Mankiw, 2012, p. 630). 
Ahora bien, resulta oportuno preguntarse: “¿Qué determina el volumen del 
multiplicador del dinero?” (Mankiw, 2012, p. 630) La respuesta es simple: 
 
…el multiplicador del dinero es el recíproco de la razón de 
reservas. Si R es la razón de reserva para todos los bancos en la 
economía, entonces cada unidad monetaria de reservas genera 
1/R unidades monetarias de dinero. En nuestro ejemplo, R = 
1/10 [ó 0.10], de manera que el multiplicador del dinero es 10… 
 Esta fórmula muestra la forma en la cual la cantidad de dinero 
que crean los bancos depende de la razón de reservas. Si la 
razón de reserva fuera de sólo 1/20 (5 %), entonces el sistema 
bancario tendría 20 veces más en depósitos que en reservas, 
implicando un multiplicador del dinero de 20. Cada unidad 
monetaria de reservas generaría $ 20 de dinero. De manera 
similar, si la razón de reservas fuera de ¼ (25 %), los depósitos 
serían cuatro veces más que las reservas, el multiplicador sería 4 
y cada unidad monetaria de reservas generaría $ 4 de dinero. 
Por consiguiente, mientras más alta es la razón de reservas, 
menos prestan los bancos de cada depósito y más pequeño es el 
multiplicador del dinero. En el caso especial de una banca con 
reservas del 100 por ciento, la razón de reservas es 1, el 
multiplicador del dinero es 1 y los bancos no hacen préstamos ni 
crean dinero. (Mankiw, 2012, pp. 630-631). 
Reservas $ 81 Depósitos $ 810
Préstamos $ 729
Tercer Banco de 
Argentina
PasivoActivo
 
 
13 
 
 
A modo de síntesis, recordamos que se denomina base monetaria a la suma 
del dinero que el público mantiene en monedas y billetes (efectivo) más las 
reservas de los bancos. La base monetaria es inferior al volumen de medios 
de pago de la economía, ya que el dinero depositado en los bancos por el 
público en cuentas a la vista también puede utilizarse para realizar pagos, 
como se detalló anteriormente. Debido a que los bancos prestan una parte 
de los depósitos que recibieron (= depósitos – reservas), los medios de pago 
(oferta monetaria) son mayores a la base monetaria. Este mecanismose 
denomina creación secundaria de dinero y la relación entre la oferta 
monetaria y la base monetaria se denomina multiplicador monetario. El 
multiplicador monetario es mayor cuanto menor es la relación reservas 
sobre depósitos, y es mayor cuanto menor es la relación efectivo sobre 
depósitos. 
 
Figura 1: El multiplicador monetario 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Fuente: Elaboración propia. 
 
 
 
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6.2 La inflación: causas y consecuencias 
En este apartado se presenta la llamada teoría clásica de la inflación y 
algunas otras explicaciones de la misma. Al respecto, se analiza una 
discusión acerca de las causas y efectos de la inflación y los costos sociales 
que ésta provoca. 
Como en todo modelo “clásico”, se asumirá que los precios de los bienes y 
servicios que conforman la economía son flexibles, y también se supondrá 
que los mercados “se vacían”, lo cual resulta en una situación de equilibrio. 
La teoría clásica de la inflación tiene plena vigencia en entornos de largo 
plazo, aun cuando a corto plazo pueda no regir. Para analizarla, cabe 
recordar la definición de dinero utilizada, la cual aborda al mismo desde la 
óptica de que constituye un conjunto de activos que en una economía las 
personas utilizan regularmente para comprar bienes y servicios a otras 
personas. Respecto de este, ocurrirá la comúnmente conocida “inflación”. 
 
Teoría clásica de la inflación 
Quizá todos hayamos enfrentado en algún momento de nuestras vidas algún 
episodio de inflación, por lo que todos tenemos algunas ideas acerca de las 
principales consecuencias de este fenómeno económico. Sin embargo, es 
probable que si uno pregunta acerca de las causas del fenómeno, el 
interrogado tenga ciertas dudas acerca de la proveniencia del mismo. Como 
se analizará en este apartado, las causas de la inflación pueden ser distintas y 
dependerán de ciertas circunstancias que correspondería examinar 
debidamente. 
Lo primero que debe decirse es que la inflación es un aspecto de 
inestabilidad macroeconómica. Técnicamente, la inflación se define como un 
incremento en el nivel general de precios. Esto implica, que no basta con que 
sólo unos pocos artículos o servicios de la economía resulten ahora más 
costosos para que exista inflación (de hecho, algunos precios pueden 
mantenerse relativamente constantes y otros hasta pueden bajar), sino que 
el alza en los precios debe resultar, en algún sentido, un fenómeno 
generalizado. De hecho, uno de los grandes inconvenientes que genera la 
inflación es que los precios suelen aumentar en forma desigual, es decir, 
algunos se incrementan con rapidez, otros lo hacen con lentitud y otros no 
aumentan, con lo cual se generan mayores distorsiones relativas entre los 
bienes y servicios de la economía, y esto también actúa negativamente en 
materia de incertidumbre y confianza. 
En la práctica, la consideración acerca de la existencia o no de un fenómeno 
inflacionario se realiza sobre el seguimiento de Índices de Precios al 
 
 
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Consumidor (IPC), que permiten medir la evolución del costo que enfrenta 
una familia para adquirir una canasta de bienes y servicios representativa de 
su consumo en diferentes momentos de tiempo, teniendo en consideración 
la proporción del presupuesto familiar que es destinado al consumo de cada 
tipo de bienes. Por ejemplo, no impacta de igual manera el aumento del 
precio de la leche que el costo de ir al cine, enviar los niños a la escuela o 
tomar un colectivo. Cada uno de estos argumentos tiene una determinada 
participación en el presupuesto familiar y, por lo tanto, impactan de 
diferente manera sobre el índice de precios utilizado como testigo para dar 
seguimiento a la evolución del nivel general de precios, evaluando así la 
existencia o no de un fenómeno inflacionario. 
La inflación es un fenómeno de toda la economía que se refiere al valor del 
medio de intercambio utilizado. Lo que implica que cuando el nivel general 
de precios sube, el valor del dinero cae. 
En particular, para el caso de Argentina, el índice considerado hasta el año 
2014 era el denominado “Índice de Precios al Consumidor”, publicado por el 
INDEC, que actualmente fue discontinuado y reemplazado por el “Índice de 
Precios Nacional y Urbano” (IPNU) producido por el mismo organismo oficial. 
Analicemos, a continuación, algunos otros conceptos relativos a esta 
cuestión. 
Conceptualmente, nos referimos a una hiperinflación cuando el ritmo de 
crecimiento de los precios es extremadamente rápido y vertiginoso, con 
claras muestras de que el proceso inflacionario está fuera de control. 
A su vez, definimos a la deflación como el fenómeno opuesto a la inflación, 
instancia en la cual los precios decrecen en forma generalizada, lo cual se 
debe a una situación recesiva o de detenimiento económico que moviliza la 
ocurrencia de este hecho. 
Como se verá, la teoría cuantitativa del dinero se utiliza para explicar los 
determinantes a largo plazo del nivel de precios y la tasa de inflación, por 
medio del análisis del llamado mercado monetario. El mercado monetario, 
como todo mercado, se compone de una oferta y una demanda, donde el 
bien comercializado, en este caso, es el dinero. Por un lado, la oferta de 
dinero es una variable de política que es controlada por el Banco Central a 
través de instrumentos tales como las operaciones de mercado abierto; el 
Banco Central controla directamente la cantidad de dinero que suministra a 
la economía (y, mediante otros instrumentos, también controla 
indirectamente la cantidad de dinero disponible). Por otro lado, la demanda 
de dinero (que en este caso viene a depender de los requerimientos de la 
población para realizar transacciones) tiene varios determinantes, 
incluyendo entre éstos: la tasa de interés y el nivel general de precios de la 
economía. 
 
 
16 
 
Cabe recordar que las personas desean tener dinero porque éste es el medio 
a través del cual realizan intercambios (compran y venden bienes y servicios 
en los mercados tradicionales). De hecho, la cantidad de dinero que el 
público elige mantener en su bolsillo depende positivamente de los precios 
que tengan los bienes y servicios. 
A largo plazo, el nivel general de precios debería ajustarse al nivel para el 
cual la demanda de dinero resulte equiparada con la oferta de dinero, en lo 
que se denominaría como el equilibrio del mercado monetario. 
La llamada teoría clásica señala como fuente primordial de crecimiento de 
los precios al aumento en la oferta monetaria. 
Veamos, en primer lugar (figura 2), un modelo simple para analizar tales 
cambios. El gráfico contiene, a diferencia de los presentados hasta el 
momento, dos ejes verticales que analizaremos conjuntamente. 
El primer eje vertical indica el nivel del valor del dinero, que 
matemáticamente no es más que el recíproco del nivel general de precios, ya 
que el valor del dinero disminuye cuando los precios aumentan, y viceversa. 
El segundo eje vertical indica justamente el nivel de precios, pero debe 
notarse que el sentido de variación de tal magnitud en el gráfico es inverso, 
es decir, los niveles de precios reducidos se encuentran en el tramo superior 
del eje, en tanto los niveles de precios altos, en la zona inferior del eje. 
La variable representada en el eje horizontal es la cantidad de dinero. Las dos 
funciones graficadas corresponden a la demanda y la oferta de dinero, esta 
vez en función del valor del dinero y del nivel de precios, respectivamente. 
La oferta monetaria, al ser definida por el Banco Central, es entonces fija 
para cualquier nivel de precios y también para cualquier valor del dinero, por 
lo que se representa de manera vertical. La demanda de dinero se relaciona 
negativamente con el valor del dinero: si el valor del dinero es alto (permite 
“comprar mucho”), se demanda relativamente poco dinero para 
transacciones; en cambio, cuando el valor del dinero es reducido, es 
necesaria una cantidad de dineromás elevada para transacciones. 
 
 
 
 
 
 
 
17 
 
Figura 2: Equilibrio monetario 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente: Elaboración propia. 
 
En cuanto a la relación entre el nivel de precios y la cantidad de dinero 
demandada, se ve que cuando el nivel de precios es elevado (zona inferior 
del eje vertical), la cantidad de dinero demandada es elevada. Esto se debe 
al motivo expuesto previamente, cuando relacionamos dicha cantidad con el 
valor del dinero; lo contrario ocurre para niveles de precios reducidos. 
Si se produce un aumento de la oferta monetaria, sin que aumente la 
cantidad deseada de dinero a cada nivel de precios (figura 3), el resultado es 
un deterioro del valor del dinero. El proceso tiene lugar porque al nivel de 
precios de equilibrio inicial, el aumento en la oferta monetaria genera un 
exceso de oferta de dinero. El público trata de deshacerse del exceso no 
deseado comprando bienes, prestando dinero y/o depositando en los 
bancos. Como consecuencia, se eleva la demanda de bienes y servicios en la 
economía, y como la producción no se altera por cambios monetarios (en el 
largo plazo vimos que la OA es vertical –neutralidad monetaria–), resulta el 
aumento de precios. 
 
 
 
 
 
 
18 
 
Figura 3: Efecto de un incremento en la oferta monetaria 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Fuente: Elaboración propia. 
 
A partir de pocas variables, la teoría clásica representa esta relación a través 
de una famosa fórmula: la ecuación cuantitativa del dinero. 
M. V = P. Y 
Donde: V es la velocidad del dinero (la rapidez con la que el dinero pasa de 
unas personas a otras, entre el público, en transacciones); P es el nivel de 
precios (deflactor del PIB); Y es el PIB real; y M, la oferta monetaria. 
La ecuación relaciona los siguientes hechos: como V se mantiene 
relativamente estable en el tiempo, cuando el BC altera M, provoca un 
cambio en PY (valor nominal de la producción). Debido a que Y es 
determinado básicamente por la dotación de factores productivos y la 
tecnología disponible, y no por la cantidad de dinero (neutralidad 
monetaria), el cambio se traduce en crecimiento del nivel de precios o 
inflación. 
Entonces, la teoría cuantitativa del dinero establece que la causa principal de 
la inflación es el crecimiento en la cantidad de dinero. Esta premisa de la 
teoría clásica se asocia a la llamada “neutralidad del dinero”, que proviene de 
la distinción entre variables nominales (que son medidas en unidades 
monetarias) y variables reales (que son medidas en unidades físicas). 
 
 
19 
 
Así, según lo establecen Hume (como se cita en Mankiw, 2012) y otros 
autores de esta corriente, las variables económicas reales no cambian ante 
cambios en la oferta monetaria, aunque sí lo hacen las variables nominales. 
En suma, los autores se refieren a que los cambios monetarios 
(modificaciones en la cantidad de dinero en la economía) no generan efectos 
reales sobre las variables económicas; esto se denomina neutralidad 
monetaria. 
Un hecho típico por el cual puede incrementarse la oferta monetaria de una 
economía es la monetización de un déficit fiscal. Por ejemplo, si un Estado no 
tiene dinero para afrontar ciertos gastos y no puede cobrar más impuestos 
tradicionales para generar los recursos necesarios, puede venderle un título 
público al Banco Central y, entonces, cubrir dicho gasto con emisión de 
dinero. 
 
Los costos de la inflación 
Como el gobierno es el único con autoridad para emitir moneda, si recurre a 
la emisión como modalidad de financiamiento, dada la relación presentada 
entre emisión e inflación, impondrá a los ciudadanos el costo de la inflación, 
que en definitiva puede asociarse con un impuesto adicional (impuesto 
inflacionario), ya que le restará poder de compra o ingreso disponible. 
En este caso, este gobierno estará obteniendo ingresos mediante la 
impresión del mismo, gravando a todos aquellos que tienen dinero en sus 
bolsillos por una alícuota equivalente a la tasa de inflación correspondiente. 
Este hecho puede definirse como el cobro de un impuesto inflacionario 
recaudado por el gobierno sobre todas las tenencias de efectivo de la 
población. 
Otro efecto, conocido como efecto de Fisher, se origina a partir de la 
inflación: es el crecimiento de las tasas de interés nominales. Este hecho se 
refiere a que existe un ajuste “uno-a-uno” entre la tasa de inflación de una 
economía y la tasa de interés nominal. En términos algebraicos: 
i = r + π 
Donde: i es la tasa de interés nominal, r la tasa de interés real, y π es la tasa 
de interés de la economía. De manera que si en una economía se genera un 
contexto inflacionario, con una tasa de inflación anual del 20 %, y asumiendo 
que la tasa de interés real de toda inversión se encuentra en un 5 % anual, la 
tasa de interés nominal de la economía se encontraría en un 25 %. 
La inflación genera, además, costos debidos a ineficiencias, como el derivado 
de la búsqueda de reducir las tenencias de dinero, el cual es llamado “costos 
de suela de zapatos”. Este caso surge cuando los individuos quieren tener la 
 
 
20 
 
menor cantidad posible de efectivo en sus manos, de manera que ante un 
mayor contexto inflacionario, deben ir más seguido a retirar fondos del 
banco para convertirlos en moneda para realizar transacciones. 
Por su parte, también existen los costos de modificar permanentemente los 
precios, comúnmente conocidos como “costos de menú”, sumados a las 
distorsiones que pueden derivar en una asignación ineficiente de recursos en 
sectores que no son realmente los más rentables. 
Asimismo, no debe dejar de considerarse que los retrasos en la realización de 
ajustes en los precios de los factores (por ejemplo, los salarios) pueden 
afectar distributivamente más a unos sectores de la sociedad que a otros; 
además de la confusión, molestias y distorsiones tributarias e impositivas 
derivadas de tal fenómeno. 
 
La disyuntiva entre inflación y desempleo 
La definición de una tasa natural de desempleo correspondiente a una 
situación de “pleno empleo” (Mankiw, 2012, p. 732) de una economía en un 
contexto de largo plazo depende de varias características típicas del mercado 
de trabajo. Los ejemplos más analizados incluyen “las leyes de salario 
mínimo, el poder de mercado de los sindicatos, el papel de los salarios de 
eficiencia y la eficacia de la búsqueda de empleo” (Mankiw, 2012, pp. 785-
786). 
Por su parte, y como se señaló, la tasa de inflación depende principalmente 
del crecimiento en la cantidad de dinero en poder del público, controlada 
directa e indirectamente por el Banco Central. 
Puede decirse, entonces, que toda sociedad “enfrenta a una disyuntiva a 
corto plazo entre el desempleo y la inflación” (Mankiw, 2012, p. 786). 
Por un lado, si se expande la demanda agregada de bienes y servicios, puede 
reducirse el desempleo, pero probablemente a costa de una mayor inflación 
(en la llamada inflación de demanda). Por otro lado, si se contrae la demanda 
agregada, puede reducirse la inflación, pero a costa de un mayor desempleo 
temporal respecto de su tasa natural. 
La curva de Phillips (figura 4) ilustra esta relación a corto plazo entre 
desempleo e inflación. En toda sociedad, se prefieren situaciones en las 
cuales la tasa de desempleo y la tasa de inflación son reducidas. Pero dada la 
relación negativa entre ambas variables, los decidores se enfrentarán a una 
disyuntiva entre “ambos males”. 
Por ejemplo, un estímulo fiscal a la DA que implicara un aumento de la 
producción a Y1 a el corto plazo generaría una reducción de la tasa de 
desempleo de d0 a d1, pero con el costo de aumentar la inflación de I0 a I1. 
 
 
21 
 
 
Figura 4: Curva de Phillips a corto plazo 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente: Elaboración propia. 
 
La curva de Phillips pareciera ofrecer a los políticos un menú de posibles 
resultados de inflación y desempleo. Según la teoría clásica,el crecimiento de 
la cantidad de dinero es el principal determinante de la inflación; no 
obstante, la teoría clásica también afirma que el crecimiento monetario no 
produce efectos reales: altera simplemente todos los precios y las rentas 
nominales proporcionalmente. En particular, el crecimiento monetario no 
influye en los factores que determinan la tasa de desempleo de la economía, 
como “el poder de mercado de los sindicatos, el papel de los salarios de 
eficiencia o el proceso de búsqueda de empleo” (Mankiw, 2012, p. 789). 
Ahora bien, ¿qué ocurre a largo plazo, donde la teoría clásica tiene validez 
incuestionable? Esta pregunta fue respondida durante la década de 1960 por 
Friedman y Phelps, quienes llegaron a la conclusión de que la inflación y el 
desempleo no están relacionados en el largo plazo (como se cita en Mankiw, 
2012). 
Como resultado, la curva de Phillips a largo plazo es vertical y está 
posicionada sobre el nivel de la tasa natural de desempleo. Así, la política 
monetaria podría ser eficaz para expandir la demanda agregada y reducir el 
desempleo a corto plazo, pero no a largo plazo. 
En el panel (a) de la figura 5 puede observarse que un aumento de la oferta 
monetaria desplaza la curva de demanda agregada hacia la derecha, de DA1 
a DA2. Como consecuencia de este desplazamiento, el equilibrio a largo plazo 
se traslada del punto A al B. El nivel de precios sube de P1 a P2, pero como la 
curva de oferta agregada es vertical, la producción no varía. 
 
 
22 
 
Asimismo, en el panel (b), el crecimiento más rápido de la oferta monetaria 
eleva la tasa de inflación, trasladando a la economía del punto A al B. Pero 
como la curva de Phillips es vertical, la tasa de desempleo es la misma en 
estos dos puntos. 
Por lo tanto, la curva de OA a largo plazo vertical y la curva de Phillips a 
largo plazo vertical implican ambas que “la política monetaria influye en 
las variables nominales (el nivel de precios y la tasa de inflación), pero no en 
las variables reales (la producción y el desempleo)” (Mankiw, 2012, pp. 790-
791). 
Independientemente de la política monetaria que siga el banco central, la 
producción y el desempleo se encontrarán, a largo plazo, en sus tasas 
naturales. 
 
Figura 5: Curva de Phillips a largo plazo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Fuente: Elaboración propia. 
 
 
 
 
 
 
23 
 
6.3 El crecimiento económico 
El ciclo económico 
Cualquier sociedad se preocupa por el crecimiento económico, es decir, que 
exista el mayor nivel de producción de bienes y servicios posibles con la 
dotación de factores productivos disponibles para aplicar al proceso 
productivo. También sería deseable que simultáneamente se consideraran 
aspectos relacionados con la distribución de esta mayor producción de 
bienes entre los diferentes sujetos económicos, pensando en las 
consecuencias desde el punto de vista social de una posible inequitativa 
distribución de los recursos. Sin embargo, este último tema, sin desconocer 
su importancia, no será abordado en este texto. 
El crecimiento económico medido a través del análisis de la información 
histórica sobre la evolución del Producto Bruto (comúnmente se utiliza la 
medición del PBI) permite comprobar que es factible establecer una 
tendencia o comportamiento general que habitualmente es creciente, pero 
en el cual se alterna entre periodos de crecimiento económico marcados 
(expansión en el PBI) y etapas en las cuales la actividad disminuye en forma 
considerable (la llamada recesión de la economía), tal como se representa 
en el siguiente gráfico: 
 
Figura 6: Evolución del PBI en Argentina (1980-2010) 
 
 
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de INDEC y CEPAL. 
 
 
24 
 
La evolución del PBI muestra momentos de aumento y de disminución de la 
actividad, lo cual da forma a lo que se denomina “ciclo económico” (Mankiw, 
2012, p. 720). 
Los ciclos económicos varían en duración e intensidad, según cada contexto 
histórico, pero se reconocen las siguientes fases o etapas: 
 Cima o auge 
 Recesión 
 Depresión 
 Fondo o valle 
 Recuperación o expansión 
1) Cima o auge: esta fase se refiere las situaciones en las cuales, en forma 
general, la actividad económica es elevada con relación a la tendencia. La 
economía funciona utilizando la mayoría de los recursos que tiene 
disponibles (pleno empleo) y se establece una competencia entre los 
distintos sectores por el uso de los factores de la producción. Esta situación 
puede estar acompañada de un aumento en el nivel de precios debido a una 
elevada demanda de bienes y servicios que no puede ser compensada con 
mayores niveles de producción, ya que las empresas se encuentran 
operando al límite de uso de los recursos disponibles en la economía. 
2) Recesión: reducción de la producción y de la actividad con relación a la 
situación anterior. Se presenta una contracción en todas las actividades. 
Como hay exceso en los factores de la producción (un claro ejemplo es la 
aparición del desempleo en este contexto) y una disminución de la 
demanda, puede llegar a observarse una reducción en el nivel de precios, 
dado que la demanda de bienes y servicios se encuentra muy retraída. 
3) Depresión: cuando la recesión se prolonga en el tiempo o es muy 
marcada, se está ante la presencia de una depresión económica. 
4) Fondo o valle: en esta fase, la producción y el empleo alcanzan sus niveles 
mínimos. Se reducen los inventarios, no hay producción ni inversiones. La 
falta de ventas y la abundancia de factores de producción sin utilizar 
(desempleo y capacidad ociosa) determinan la existencia de una disminución 
en el nivel de precios. 
 
 
25 
 
5) Recuperación o expansión: Luego de una etapa de recesión o depresión y 
después de haber pasado por el fondo o valle del ciclo, como consecuencia 
de algún cambio de magnitud en alguno de los componentes del gasto 
(principalmente el consumo privado, el consumo del gobierno, aumento de 
exportaciones o disminución de las importaciones), se produce un cambio 
en la situación que determina un aumento de la producción y un 
crecimiento en la demanda de factores productivos, de manera que puede 
iniciarse una recuperación y visualizarse un crecimiento de la actividad 
económica. 
 
Las causas del ciclo 
Para tratar de explicar las causas de los ciclos económicos, los economistas 
han ensayado distintas explicaciones. Así, los grandes cambios tecnológicos 
(la máquina de vapor, el ferrocarril, la fabricación en serie, las computadoras 
personales, etc.) han sido determinantes para el desarrollo de los procesos 
de producción, el aumento de la productividad y una correspondiente 
disminución de los precios de los bienes que los hicieron más accesibles para 
todos los consumidores. 
También se sugiere que es importante la sucesión de hechos políticos que 
afectan directamente la actividad económica. Este caso, a nivel mundial, 
puede comprobarse fácilmente cuando se observan los ciclos económicos y 
su relación, por ejemplo, con los conflictos bélicos. 
La mayoría coincide en que los principales determinantes de la producción y 
utilización de factores son los componentes de gasto. En un sistema 
económico de tipo capitalista o mixto, las empresas producirán bienes si 
pueden venderlos, es decir, si existe una familia del país, una empresa, el 
gobierno o extranjeros dispuestos a pagar para adquirir ese bien. El gobierno 
podrá, desde su función de regulador de la actividad económica o como 
demandante de bienes y servicios, incidir sobre esta situación. 
En la tabla 1, donde se expone la evolución de los componentes del gasto en 
Argentina, durante el período que va desde 1993 a 2010 (expresada en 
millones de pesos de 1993), se establece: 
 cuál ha sido la evolución de estos componentes del 
gasto en Argentina en los últimos años; 
 
 
26 
 
 dónde se pone de manifiesto y cuál es su relación con 
elcomportamiento de la actividad económica. 
 
Tabla 1: Evolución de los componentes del gasto en Argentina – Periodo 1993 al 
2010 (Millones de pesos de 1993) 
 
 
 
Fuente: Ministerio de Economía de la Nación, http://www.economia.gob.ar/ 
 
En los últimos años y como consecuencia del proceso de globalización, las 
vinculaciones entre los sistemas económicos se han hecho cada vez más 
intensas y, por lo tanto, los fenómenos que se producen en un país 
repercuten en forma directa sobre el resto. 
Como ya se mencionó, entre el año 1980 y 2010, diversos hechos externos 
han influido sobre el rendimiento de la economía nacional. Es muy 
importante considerar esta información en relación con los otros 
indicadores de la actividad económica (inflación y desempleo) que se han 
incorporado en este texto. 
Período
 Consumo 
privado 
 Inversión 
 Consumo 
público 
 Exportaciones Importaciones 
1993 163.676 17.283 31.953 16.341 22.028
1994 173.608 20.702 32.095 18.840 26.682
1995 166.008 17.017 32.339 23.085 24.066
1996 175.196 19.261 33.041 24.850 28.284
1997 190.922 23.709 34.104 27.876 35.884
1998 197.557 25.510 35.249 30.838 38.904
1999 193.610 21.672 36.173 30.449 34.521
2000 192.332 19.729 36.382 31.272 34.466
2001 181.290 14.788 35.629 32.129 29.659
2002 155.267 8.250 33.820 33.123 14.812
2003 167.951 11.985 34.314 35.108 20.376
2004 183.906 18.242 35.247 37.957 28.551
2005 200.317 23.073 37.403 43.083 34.301
2006 215.882 27.150 39.365 46.242 39.575
2007 235.241 33.288 42.341 50.446 47.685
2008 250.629 38.700 45.261 51.030 54.406
2009 251.763 31.446 48.535 47.761 44.055
2010 274.396 44.380 53.097 54.734 59.024
 
 
27 
 
Por otra parte, tal como puede observarse en la figura a continuación, el 
producto bruto interno (PBI) latinoamericano presentó oscilaciones 
permanentes en su nivel durante los últimos 50 años. Una pregunta natural 
que surge es la razón de tales cambios; en particular, cuáles son las causas 
por las que generalmente aumenta el PBI y por qué en algunos períodos son 
mayores los cambios que en otros. Para esto, se debe analizar básicamente 
cómo se comporta la productividad de un país. 
 
Figura 7: Tasa anual de variación de PBI y del PIB per cápita en América 
Latina 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente: Elaboración propia. 
 
Los datos del PIB real por persona muestran que los estándares 
de vida varían ampliamente de un país a otro. Por ejemplo, en 
Estados Unidos el estándar de vida es alrededor de seis veces 
mayor que el de China y alrededor de dieciséis veces mayor que 
el de India. Los países más pobres del mundo tienen niveles 
promedio de ingresos que no se han visto en el mundo 
desarrollado en muchas décadas. En 2008 el ciudadano típico de 
India tenía menos ingreso real que el residente típico de 
Inglaterra en 1870. En 2008 la persona típica en Bangladesh 
tenía alrededor de dos terceras partes del ingreso real de un 
estadounidense típico hace un siglo. (Mankiw, 2012, p. 532). 
 
 
28 
 
Por su parte, los países también suelen diferir en sus tasas de crecimiento 
del PBI real. Algunos de ellos, denominados emergentes, han experimentado 
un crecimiento vertiginoso, mientras que otros, los llamados desarrollados, 
presentan niveles de crecimiento del PBI cercanos a un 1 % interanual. 
Como señala Mankiw (2012), Japón es uno de los países que desde 1890 
más ha logrado incrementar su PBI per cápita real, con una tasa promedio 
del 2,71 % por año, entre 1890 y 2008. Es decir que, “hace cien años Japón 
no era un país rico” (p. 533). Para entonces, su ingreso promedio “era 
apenas un poco más alto que el de México y estaba muy atrás de Argentina. 
El estándar de vida en Japón en 1890 era menos de la mitad del de India 
hoy” (p. 533). No obstante, debido a su espectacular y consistente 
crecimiento, en la actualidad Japón es una potencia económica, “con un 
ingreso promedio de más del doble de los de México y Argentina, y similar a 
los de Alemania, Canadá y el Reino Unido” (p. 533). 
 
Debido a las diferencias en las tasas de crecimiento, la 
clasificación por ingreso de los países cambia sustancialmente 
con el tiempo. Como hemos visto, Japón es un país que ha 
crecido en relación con otros. Un país que se ha quedado atrás 
es el Reino Unido. En 1870, el Reino Unido era el país más rico 
del mundo, con un ingreso promedio alrededor de 20% más alto 
que el de Estados Unidos y más del doble del de Canadá. Hoy el 
ingreso promedio en el Reino Unido es 20% más bajo que el de 
Estados Unidos y similar al de Canadá. 
Estos datos muestran que los países más ricos no tienen ninguna 
garantía de que seguirán siendo los más ricos, ni de que los 
países más pobres estén condenados a seguir por siempre en la 
pobreza. Pero, ¿qué explican estos cambios a lo largo del 
tiempo? ¿Por qué algunos países avanzan a grandes pasos, 
mientras que otros se quedan atrás? (Mankiw, 2012, p. 533). 
 
La respuesta a este interrogante está en la definición y la apuesta que hacen 
los países por fortalecer la productividad de sus recursos productivos. 
 
 
 
29 
 
6.4 Productividad y políticas de 
crecimiento 
La productividad es la cantidad de bienes y servicios que puede producir un 
trabajador por cada hora trabajada. Ésta dependerá básicamente de la 
dotación disponible de los demás factores que permita hacer eficiente cada 
hora aplicada de trabajo. Así, las economías serán más productivas si 
cuentan con capital físico, recursos naturales y desarrollo del capital humano 
(recursos humanos calificados, en particular con conocimientos 
tecnológicos). 
Los hacedores de política económica intentan elevar la productividad de los 
factores, de manera que sea más fácil lograr el crecimiento económico que 
hace posible una situación de mayor bienestar para la sociedad. 
La generación de capital requiere básicamente destinar recursos que 
podrían ser consumidos en el presente para producir bienes de capital que 
permitan una mayor producción en el futuro. Esta acumulación se genera a 
través del ahorro. 
Dada la presencia de rendimientos decrecientes, las adiciones sucesivas de 
capital al stock que un país posee incrementan proporcionalmente cada vez 
menos su productividad. Este fenómeno, conjugado con el efecto de 
recuperación que enfrentan aquellos países muy pobres, que poseen un 
stock de capital muy reducido, determina lo que se denomina la 
convergencia en cierto plazo de tiempo hacia una situación intermedia entre 
economías ricas y pobres. 
Otro aspecto importante, que requiere de esfuerzos de inversión, 
corresponde al capital humano. Este incremento en los saberes 
incorporados se da a través de la mayor educación y calificación de los 
trabajadores de un país. 
Una serie de aspectos resulta clave desde las políticas para facilitar el 
crecimiento económico: 
 Protección de la propiedad intelectual: garantizar los derechos de 
quienes hacen aportes originales e invierten en investigación y 
desarrollo, a fin de poner a disposición del público más bienes y 
servicios. Generalmente tales protecciones se desarrollan a través de 
leyes de patentes. 
 
 
30 
 
 Estabilidad económica y política: si el país se encuentra en una 
situación más previsible, permite a las empresas inversoras conocer 
el contexto en cual se desarrollará su actividad, minimizando los 
imprevistos y la necesidad de cambios de rumbo para adaptarse a las 
nuevas situaciones, que siempre traen costos aparejados. Los 
inversores privilegian los contextos altamente estables para 
concretar sus negocios, ya sea en el plano de la política económica 
como en el de la situación institucional y política. 
 Apertura al comercio internacional: en un contexto de globalización, 
mientras más conectado se encuentre un país con otros a través del 
comercio, tendrá más oportunidades de especialización y de 
incrementar el volumen de actividad, dada la capacidadde absorción 
que tiene el resto del mundo. 
 Crecimiento armónico del tamaño de la población: las 
características etarias de la población determinan las posibilidades 
de desarrollo en diferentes sentidos. Una población con una gran 
proporción de población joven (por lo general, se considera que los 
menores de 15 años corresponden a este grupo), a corto plazo tiene 
una gran dependencia económica con respecto a los grupos en 
edades activas, es decir, aquella porción de la población que se 
encuentra ocupada trabajando. Por su parte, los menores son 
demandantes de una gran cantidad de recursos (para su crecimiento, 
su educación y su salud) y no están en condiciones de producir 
todavía. Sin embargo, a medida que tales grupos poblacionales 
crezcan, podrán generar un significativo aporte a la generación de 
recursos para sostener su desarrollo y el de las restantes 
generaciones. 
Otro aspecto de interés es el porcentaje de población adulta mayor. 
Demográficamente, se mide la proporción de población con 65 años 
y más como indicador de envejecimiento de la misma. Este segmento 
también presenta riesgos relevantes, ya que la gran mayoría se retiró 
del mercado productivo debido a su edad y depende en gran medida 
de los recursos generados por las generaciones productivas actuales 
y por ellos mismos en el pasado. A edades avanzadas, también 
suelen ser elevados los gastos de salud y, por lo tanto, una 
importante cantidad de recursos de otros destinos se deben asignar 
a este segmento de la población. Por ambas razones, si una 
población tiene una fecundidad elevada (número alto de hijos por 
 
 
31 
 
mujer), o si la población adulta mayor representa un porcentaje 
demasiado alto de la población total, podrían aparecer 
complicaciones en relación a la financiación de ambas etapas con el 
esfuerzo de las generaciones activas. 
Deben considerarse otras características de la modernidad que en 
algunos casos mitigan y en otros exacerban estos riesgos, tales como, 
por ejemplo: la postergación de la edad de ingreso al mercado 
laboral (por diferentes razones, pero la fundamental es el 
incremento generalizado de la escolaridad); la mayor participación 
laboral de las mujeres, que ayudan a soportar una mayor proporción 
de población inactiva; así como los porcentajes de empleo formal e 
informal, en el caso del análisis de los problemas previsionales. 
 Investigación y desarrollo: Las actividades tendientes a desarrollar 
nuevos productos y procesos permiten acceder a un mayor grado de 
bienestar. 
 
¿El PIB es una buena medida del bienestar 
económico? 
Resulta sumamente oportuno plantearse este interrogante. Anteriormente 
vimos que: 
 
…el PIB mide tanto el ingreso total como el gasto total de la 
economía en bienes y servicios. Por consiguiente, el PIB por 
persona indica el ingreso y el gasto de la persona promedio en la 
economía. Debido a que la mayoría de las personas preferiría 
recibir un ingreso más alto y disfrutar de un mayor gasto, el PIB 
por persona parece una medida natural del bienestar económico 
de la persona promedio. (Mankiw, 2012, 503). 
 
Sin embargo, algunas personas discuten la validez del PIB como una medida 
del bienestar ya que no contempla cuestiones de salud, calidad educativa, 
valores, ocio, entre otros tantos indicadores. 
 
 
 
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La respuesta es que un PIB grande nos ayuda a llevar una buena 
vida. El PIB no mide la salud…, pero las naciones con un mayor 
PIB pueden costear mejores cuidados de la salud... El PIB no 
mide la calidad de su educación, pero las naciones con un mayor 
PIB pueden costear un mejor sistema de educación… El PIB no 
toma en cuenta… el valor, la sabiduría o la devoción hacia su 
país, pero es más fácil fomentar todos estos atributos loables 
cuando las personas están menos preocupadas por satisfacer las 
necesidades materiales de la vida… 
 Sin embargo, el PIB no es una medida perfecta del bienestar. 
Algunas cosas que contribuyen a una buena vida están fuera del 
PIB. Una de ellas es el tiempo de ocio. 
 Suponga, por ejemplo, que todos en la economía de pronto 
empezaran a trabajar todos los días de la semana, en vez de 
disfrutar de ratos de ocio los fines de semana. Se producirían 
muchos más bienes y servicios y el PIB aumentaría. Sin embargo, 
a pesar del incremento en el PIB, no deberíamos concluir que 
todas las personas se encontrarían mejor. La pérdida por la 
reducción en los ratos de ocio contrarrestaría la ganancia de 
producir y consumir una mayor cantidad de bienes y servicios. 
 Debido a que el PIB utiliza los precios de mercado para valuar 
los bienes y servicios, excluye el valor de casi toda la actividad 
que tiene lugar fuera de los mercados. En particular, el PIB omite 
el valor de los bienes y servicios producidos en el hogar. Cuando 
un chef prepara una deliciosa comida y la vende en su 
restaurante, el valor de esa comida es parte del PIB. Pero si el 
chef prepara la misma comida para su familia, el valor que ha 
agregado a los ingredientes crudos queda fuera del PIB. De 
manera similar, el cuidado de un niño proporcionado en los 
centros de cuidado infantil es parte del PIB, mientras que el 
cuidado de un niño proporcionado por sus padres en el hogar no 
lo es. El trabajo voluntario también contribuye al bienestar de la 
sociedad, pero el PIB no refleja estas contribuciones. (Mankiw, 
2012, p. 504-505). 
 
Referencias 
 
Mankiw, N. G. (2012). Principios de Economía (6a. ed.). México: Cengage Learning 
Editores. 
Mankiw, N. G. (2014). Principios de Economía (8a. ed.). Estados Unidos, Nueva 
York. 
Ministerio de Economía y Finanzas Pública de la Nación Argentina (MECON) 
http://www.economia.gob.ar/ 
 
www.21.edu.ar

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