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Módulo 4 La macroeconomía a largo plazo 1 6. La macroeconomía a largo plazo En este último módulo, se estudian cuáles son los principales determinantes del crecimiento económico. Así como en la unidad anterior se aprendieron conceptos para analizar las fluctuaciones a corto plazo de la economía, en esta unidad se adquirirán instrumentos para analizar variables a largo plazo, tanto nominales como reales. Como primer paso, se analizará el papel que juega el dinero en las economías modernas, quién lo regula y qué formas existen para expandir o contraer la oferta del dinero; esto último correspondería al ámbito de la política económica. En el segundo punto, se abordará uno de los principales fenómenos ocurridos en toda economía que usa el dinero como medio de cambio: la inflación y sus consecuencias. Para terminar con el análisis macroeconómico, se estudiará la problemática del crecimiento económico de un país, considerando especialmente el rol fundamental de la productividad en el nivel de vida de un país, conjuntamente con las políticas orientadas al crecimiento. Los dos puntos centrales del módulo tienen importantes implicancias de utilidad para quienes precisen visualizar los efectos de las políticas económicas: la interrelación de diferentes variables con las magnitudes monetarias y sus consecuencias en objetivos de política como la estabilidad de precios (o su contraparte el fenómeno de la inflación) y la minimización del desempleo. Finalmente, el cierre de la materia se concentra en las consecuencias de largo plazo de los cambios que van operándose en la economía: mejoras tecnológicas y su apropiación a través de la formación de recursos humanos calificados, denominados capital humano; la acumulación de stocks de capital; los cambios en la disponibilidad de recursos naturales, entre los principales fenómenos vinculados con el crecimiento económico. 2 6.1 El dinero y la estabilidad monetaria ¿Qué es el dinero? Nos podemos preguntar ¿qué es el dinero? Tal vez parezca una pregunta extraña. Una respuesta posible puede estar relacionada al hecho, por ejemplo, de que cuando decimos que existe una persona que es multimillonaria, nos referimos a que ella es tan rica que puede comprar todo lo que quiera. En este sentido, el término dinero se utiliza para referirse a la riqueza. Pero en la economía, la palabra dinero se la emplea en un sentido más específico: es el conjunto de activos de la economía que utilizan los individuos normalmente para comprar bienes y servicios a otras personas (Mankiw, 2012, p. 620). Por ejemplo, el efectivo que llevamos en la billetera es dinero porque podemos utilizarlo para comprar un bien o pagar un servicio. En cambio, por ejemplo, si fuéramos dueños de una empresa muy grande –como por ejemplo: Apple–, seríamos muy ricos, pero ese activo no se consideraría dinero; es decir, no podríamos comprar camisas o pagar una cena con ese activo. Funciones del dinero Todos conocen claramente para qué sirve el dinero, sin embargo se abordarán aquí sus funciones en términos técnicos. Podemos decir, siguiendo a Mankiw (2012), que el dinero desempeña tres funciones esenciales en la economía. 1) Es un medio de cambio: es un artículo que entregan los compradores a los vendedores cuando quieren comprar bienes y servicios. Es importante pensar en los problemas que soluciona en relación con el trueque directo entre dos bienes, por ejemplo: cuando entramos a una concesionaria de automóviles para adquirir un vehículo, nos entregan el auto a cambio de la entrega de nuestro dinero. 3 2) Es una unidad de medida: es el patrón que se utiliza para marcar los precios y registrar las deudas. En definitiva, permite expresar en una misma unidad los valores de bienes de muy diferente naturaleza, que no serían comparables y/o agregables entre sí. Por ejemplo, cuando salimos de compras y vamos a una tienda de ropa a adquirir una camisa, podemos ver que las mismas cuestan $ 160 y que un libro cuesta $320. También podríamos decir que una camisa cuesta medio libro, y esto sería correcto, pero los precios normalmente no se expresan de esta forma. Es decir que “cuando queremos medir y registrar el valor económico, utilizamos el dinero como unidad de cuenta” (Mankiw, 2012, p. 621). 3) Es un depósito de valor. Es un artículo que pueden utilizar las personas para transferir poder adquisitivo del presente al futuro, es decir, se puede utilizar como medio de ahorro en el tiempo, lo cual permite que los recursos que se generan en un determinado momento puedan ser utilizados en otro momento, en el futuro. A su vez, una propiedad fundamental del dinero es la liquidez, que justamente da cuenta de la facilidad con que puede intercambiarse un bien por otro. En economía, cuando un bien o derecho se puede convertir en efectivo fácilmente, estamos diciendo que es un activo líquido. Como el dinero es el medio de cambio de la economía, por excelencia, y no necesita convertirse en efectivo porque ya lo es, podemos decir que es el bien más líquido del que se dispone. En cambio, si poseemos un vehículo, una propiedad (como puede ser una casa o un departamento) u otro bien, cualquiera que sea, se necesita de un esfuerzo de venta para que se conviertan en efectivo. Esto tiene un segundo análisis: cuando una persona decide en qué forma va a poseer su riqueza, tiene que tener en cuenta que hay bienes que no son líquidos y otros que sí, como el dinero. El dinero es el activo más líquido, pero ello no significa que sea perfecto como depósito de valor (ahorrar). ¿Por qué? porque cuando suben los precios de los bienes de la economía, el valor del dinero disminuye (consecuencia de la inflación); es decir, cuando los bienes y servicios se encarecen, podemos comprar menos con cada billete que llevamos en la billetera. Por otro lado, el dinero no rinde ningún tipo de interés ni genera rendimiento alguno, algo que un bono o una acción si lo permite. 4 Tipos de dinero En una economía se pueden definir dos tipos de dinero, según señala Mankiw (2012): 1) Dinero mercancía. Es cuando el dinero adopta la forma de una mercancía que tiene un valor intrínseco. El término intrínseco significa que el bien tendría valor, incluso aunque no se utilizara como dinero. Por ejemplo: el oro, la plata, los cigarrillos. 2) Dinero fiduciario. Es el dinero que carece de valor intrínseco y que se utiliza como dinero por un decreto gubernamental. Por ejemplo, los billetes que los argentinos llevan en la billetera (impresos por el Gobierno de Argentina mediante la Casa de la Moneda). Es el dinero “de curso legal que sirve para pagar todas las deudas, públicas y privadas” (Mankiw, 2012, p. 622). La participación de gobierno es fundamental para que exista un sistema monetario fiduciario en tareas como, por ejemplo, combatir a los falsificadores. Pero también son necesarios otros factores para que tenga éxito un sistema monetario, como la aceptación del público en general del dinero creado por el gobierno. En Argentina, a finales de los años 80, existía como dinero fiduciario, el austral, y el gobierno hasta esos momentos no lo abandonó como moneda oficial; sin embargo, los ciudadanos argentinos preferían el dólar como moneda cambio, unidad de medida y depósito de valor, esto es porque confiaban más en que este dinero-mercancía (extranjero) sería aceptado por otros en el futuro. Si nos preguntáramos: ¿cuánta es la cantidad de dinero en una economía?, es decir, si pretendemos calcular la cantidad de dinero que hay circulando en una economía, nos deberíamos preguntar, a su vez: ¿qué incluiríamos como dinero en nuestra medida? Para responder a ello, podemos decir que si necesitamos medir el dinero circulante en una economía, deberíamos comenzar por el efectivo, es decir los billetes y lasmonedas que hay en manos del público. “El efectivo es claramente el medio de cambio más común y aceptado en nuestra economía” (Mankiw, 2012, p. 623). Sin embargo, el efectivo no es el único activo que podemos utilizar para comprar bienes y servicios. Muchos negocios también aceptan cheques. Es decir, que la riqueza que tenemos en nuestra cuenta corriente es casi tan cómoda para comprar cosas como la que llevamos en la billetera. Por ello, 5 también debemos considerar los depósitos a la vista, que son los saldos de las cuentas bancarias a los que pueden acceder los depositantes extendiendo simplemente un cheque. Si consideramos los saldos de las cuentas corrientes como parte de la cantidad de dinero, tenemos que considerar los otros tipos de cuentas bancarias y en otras instituciones financieras. Ejemplo de ello son las Cajas de Ahorros y Plazos Fijos. Contra esas cuentas no se puede extender cheques, pero si pueden transferirse fácilmente fondos de esa cuenta a otras cuentas corrientes. En nuestra economía existen varias medidas de la cantidad de dinero, pero normalmente se muestran las dos más importantes con las que se trabaja, las cuales conocerás como M1 y M2. M1: Efectivo + cheques de viaje + depósitos a la vista + otras cuentas corrientes. M2: M1 + depósitos Caja de Ahorro + depósitos en Plazos Fijos + Fondos de inversión + otras categorías de menor importancia. La cantidad de dinero de una economía comprende “no solo el efectivo, sino también los depósitos que se encuentran en los bancos y en otras instituciones financieras a los que se puede acceder fácilmente y que pueden utilizarse para comprar bienes y servicios” (Mankiw, 2012, p. 624). La fórmula general sería: Dinero en una economía = M1 + M2 Pero entonces, ¿las tarjetas de crédito y débito forman parte del dinero? La respuesta es: no. Las tarjetas de crédito no son un medio de pago, sino un método de pago diferido. Cuando compramos una camisa con una tarjeta de crédito, el banco que la emite paga al negocio que nos la vendió. Más tarde, tenemos que devolver ese dinero al banco y con intereses, normalmente. Cuando llega el momento de pagar el resumen de cuenta de la tarjeta de crédito, usualmente lo hacemos con efectivo o, alternativamente, con un cheque de nuestra cuenta corriente. Entonces, ese efectivo y el saldo de la cuenta corriente son los que forman parte del dinero de la economía. Las tarjetas de débito son muy diferentes a las tarjetas de crédito porque aquellas retiran fondos de una cuenta bancaria para pagar los artículos 6 comprados. En este sentido, se parece más a un cheque que a una tarjeta de crédito. “Los saldos de las cuentas bancarias que respaldan las tarjetas de débito se incluyen en las medidas de cantidad de dinero” (Mankiw, 2014, p. 155) Siempre que una economía recurre a un sistema de dinero fiduciario, tiene que existir un organismo responsable de regularlo. En Argentina es el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Si observamos la parte superior de cualquier billete de Argentina, podemos ver que dice: “Banco Central de la República Argentina”. El Banco Central El Banco Central (BCRA) es una institución encargada de supervisar el funcionamiento del sistema bancario, de regular la cantidad de dinero que hay en la economía y de preservar el valor de la moneda. La cantidad de “medios de pago” o dinero propiamente dicho (en el sentido amplio que fue presentado aquí) disponible para que las personas adquieran bienes y servicios en los mercados será un determinante de su nivel de consumo. En el caso de que el Estado favorezca el crédito a los consumidores, ya sea por la vía bancaria o por medio de las tarjetas, les posibilitará a los agentes económicos (empresas) mayores oportunidades de producción y comercialización de sus productos. En este sentido, la empresa debería aprovechar dicho contexto en el cual se crean las condiciones para que el consumo de la sociedad se expanda. En lo que respecta propiamente al Banco Central, este define también los niveles de las variables clave del sector monetario, como la emisión de billetes y monedas, las reservas obligatorias de los bancos (reservas legales mínimas), el tipo de descuento que cobra aquella entidad a los bancos por los créditos que les concede para cubrir necesidades transitorias de reservas, así como otras reglamentaciones fundamentales del sistema. Además, el Banco Central realiza operaciones de mercado abierto cuando compra o vende bonos del Estado al público. Si desea aumentar la oferta monetaria, compra bonos y entrega billetes a cambio de los mismos; para reducir la oferta monetaria, realiza ventas de bonos. 7 Los bancos y la creación secundaria de dinero En este apartado es oportuno recordar que la cantidad de dinero de que un individuo dispone, incluye tanto efectivo (los billetes en su billetera y las monedas en su monedero) como los depósitos a la vista (el saldo en su cuenta de cheques). “Debido a que los depósitos a la vista se almacenan en los bancos, el comportamiento de los bancos puede influir en la cantidad de depósitos a la vista en la economía y, por consiguiente, en la oferta de dinero” (Mankiw, 2012, p. 627). Aquí examinaremos la forma en la cual los bancos afectan a la oferta de dinero y, al hacerlo, la forma en la cual inciden en el trabajo del BCRA de controlar la oferta de dinero. Escenario simple: Bancos que operan con reservas del 100 % Para comprender la manera a través de la cual los bancos comerciales influyen en la oferta de dinero, vamos a imaginar primero un mundo donde no existan bancos. En este escenario simple, “el efectivo es la única forma de dinero” (Mankiw, 2012, p. 627). Para ser más concretos, supongamos que la cantidad total de efectivo es $ 1,000; por consiguiente, la oferta de dinero es de $ 1,000. Ahora supongamos que alguien abre un banco llamado Primer Banco de Argentina, que es la única institución depositaria (es decir, que acepta depósitos, pero no hace préstamos). El propósito del banco es proporcionar a los depositantes un lugar seguro para guardar su dinero. Siempre que una persona deposita algún dinero, el banco lo guarda en su bóveda hasta que el depositante lo retira, gira un cheque o utiliza una tarjeta de débito contra su saldo. A los depósitos que los bancos han recibido, pero que no han prestado se les llama reservas. En esta economía imaginaria, todos los depósitos se guardan como reservas, de manera que este sistema se llama banca de reservas del cien por ciento. (Mankiw, 2012, p. 628). Podemos expresar la situación financiera correspondiente al Primer Banco de Argentina con una “cuenta T, que es un registro contable simplificado 8 que muestra los cambios en los activos y pasivos de un banco” (Mankiw, 2012, p. 628). Del lado izquierdo de la cuenta T se encuentran los activos del banco por un monto de $ 1,000 (las reservas que guarda en sus bóvedas). Del lado derecho están los pasivos del banco por un monto de $ 1,000. Debido a que los activos y los pasivos del Primer Banco de Argentina “están exactamente balanceados, este estado contable se conoce como balance general” (Mankiw, 2012, p. 628). Ahora consideremos la oferta de dinero en esta economía imaginaria. Antes de que el Primer Banco de Argentina opere, la oferta de dinero es de $ 1,000 en efectivo que disponen las personas. Después de que el banco abre y las personas depositan su efectivo, la oferta de dinero es de $ 1,000 de depósitos a la vista. (Ya no existe efectivo en circulación, debido a que todo está en la bóveda del banco.) Cada depósito en el banco reduce el efectivo y aumenta los depósitos a la vista exactamente por la misma cantidad, dejando sin cambios la oferta de dinero. Por consiguiente, [la conclusiónque nos deja este ejemplo se resume en el siguiente corolario]: si los bancos tienen todos los depósitos en reserva, entonces no influyen en la oferta de dinero. (Mankiw, 2012, p. 628). Escenario con reservas fraccionadas: creación secundaria de dinero Imaginemos ahora que los banqueros del Primer Banco de Argentina empiezan a reconsiderar su política de banca con reservas del 100 %. Reservas $ 1,000 Depósitos $ 1,000 Primer Banco de Argentina Activo Reservas 9 Dejar todo ese dinero ocioso en su bóveda parece innecesario. ¿Por qué no prestar una parte y obtener una ganancia cobrando un interés sobre los préstamos? Las familias que compran casas, las empresas que construyen nuevas fábricas y los estudiantes que pagan por su universidad estarían felices de pagar un interés por pedir prestado algo de dinero durante un tiempo. (Mankiw, 2012, p. 628). Por ello, el Primer Banco de Argentina “debe mantener algunas reservas de manera que haya dinero disponible si los depositantes quieren efectuar retiros. Pero si el flujo de nuevos depósitos es aproximadamente el mismo que el flujo de retiros, [el banco] necesita conservar sólo una fracción de sus depósitos en reserva. Por consiguiente,… adopta un sistema llamado banca con reservas fraccionarias. A la fracción de depósitos totales que guarda un banco como reservas se le conoce como razón de reservas, la cual se determina mediante una combinación de regulaciones del gobierno y de política bancaria. (Mankiw, 2012, p. 628). El Banco Central …establece una cantidad mínima de reservas que los bancos deben tener, llamada requerimiento de reservas. Además, los bancos pueden tener reservas por encima del mínimo legal, llamadas exceso de reservas, de manera que puedan estar más confiados en que no se quedarán cortos de efectivo. Para nuestro propósito [en este ejemplo], tomamos la razón de reservas como dada para examinar la forma en la cual la banca con reservas fraccionarias influye en la oferta de dinero. (Mankiw, 2012, p. 628). 10 Suponga que el Primer Banco de Argentina tiene una razón de reserva de 0.10 o de 10 %, lo cual significa que mantiene 10 % de sus depósitos en reserva y presta el resto. Veamos ahora la cuenta T del banco bajo este escenario: Este banco comercial todavía tiene $ 1,000 en pasivos, ya que “el hecho de realizar préstamos no alteró la obligación del banco con sus depositantes” (Mankiw, 2012, p. 629). Pero ahora el banco tiene dos tipos de activos: $ 100 de reservas en su bóveda y préstamos por $ 900. “(Estos préstamos son pasivos de las personas que solicitaron los préstamos, pero son activos del banco que hizo los préstamos debido a que los prestatarios le pagarán más adelante al banco)” (Mankiw, 2012, p. 629). En total, el activo del Primer Banco de Argentina sigue siendo igual a su pasivo. Una vez más consideremos la oferta de dinero en la economía. Antes de que el Primer Banco de Argentina haga cualesquiera préstamos, la oferta de dinero era de $ 1,000 de depósitos en el banco. Sin embargo, cuando el Primer Banco de Argentina hace esos préstamos, la oferta de dinero se incrementa. Los depositantes todavía tienen depósitos a la vista que suman $ 1,000, pero ahora los prestatarios tienen $ 900 en dinero. La oferta de dinero (que es igual al efectivo más los depósitos a la vista) es igual a $ 1,900. “Por consiguiente, cuando los bancos sólo tienen una fracción de depósitos en reserva el banco crea dinero” (Mankiw, 2012, p. 629). Al comienzo, esta creación de dinero mediante reservas fraccionarias “puede parecer demasiado buena para ser verdad: parece que el banco está creando dinero de la nada” (Mankiw, 2012, p. 629). Sin embargo, se debe prestar atención a que cuando el banco presta algo de sus reservas y crea dinero, no genera ninguna riqueza. Los préstamos proporcionan a los prestatarios algo de efectivo y, por consiguiente, la capacidad para comprar bienes y servicios. Sin embargo, Reservas $ 100 Depósitos $ 1,000 Préstamos $ 900 Primer Banco de Argentina Activo Pasivo 11 …los prestatarios también están asumiendo deudas, por lo que los préstamos no los hacen más ricos. En otras palabras, cuando un banco crea el activo en forma de dinero, también crea un pasivo correspondiente para aquellos que pidieron prestado el dinero creado. Al final de este proceso de creación de dinero, la economía tiene mayor liquidez en el sentido de que hay más del medio de cambio, pero la economía no es más rica que antes. (Mankiw, 2012, p. 629). El multiplicador del dinero Según Mankiw (2012), la creación de dinero no se detiene aquí. Supongamos ahora que el prestatario del Primer Banco de Argentina utiliza los $ 900 para comprar algo de alguien que después deposita el efectivo en el Segundo Banco de Argentina. La siguiente es la cuenta T para este banco: Después del depósito, este banco tiene pasivos por $ 900. Si también tiene una razón de reservas de 10 %, mantiene activos de $ 90 en reservas y hace préstamos por $ 810. De esta manera, el Segundo Banco de Argentina crea $ 810 de dinero adicionales. Si estos $ 810 finalmente se depositan en el Tercer Banco de Argentina, que también tiene una razón de reserva de 10 %, este banco guarda $ 81 en reserva y hace préstamos por $ 729. La siguiente es la cuenta T para el tercer banco: Reservas $ 90 Depósitos $ 900 Préstamos $ 810 Segundo Banco de Argentina PasivoActivo 12 El proceso continúa. “Cada vez que el dinero se deposita y se hace un préstamo bancario, se crea más dinero” (Mankiw, 2012, p. 630). “La cantidad de dinero que genera el sistema bancario con cada [peso] de reservas se llama multiplicador del dinero” (Mankiw, 2012, p. 630). Ahora bien, resulta oportuno preguntarse: “¿Qué determina el volumen del multiplicador del dinero?” (Mankiw, 2012, p. 630) La respuesta es simple: …el multiplicador del dinero es el recíproco de la razón de reservas. Si R es la razón de reserva para todos los bancos en la economía, entonces cada unidad monetaria de reservas genera 1/R unidades monetarias de dinero. En nuestro ejemplo, R = 1/10 [ó 0.10], de manera que el multiplicador del dinero es 10… Esta fórmula muestra la forma en la cual la cantidad de dinero que crean los bancos depende de la razón de reservas. Si la razón de reserva fuera de sólo 1/20 (5 %), entonces el sistema bancario tendría 20 veces más en depósitos que en reservas, implicando un multiplicador del dinero de 20. Cada unidad monetaria de reservas generaría $ 20 de dinero. De manera similar, si la razón de reservas fuera de ¼ (25 %), los depósitos serían cuatro veces más que las reservas, el multiplicador sería 4 y cada unidad monetaria de reservas generaría $ 4 de dinero. Por consiguiente, mientras más alta es la razón de reservas, menos prestan los bancos de cada depósito y más pequeño es el multiplicador del dinero. En el caso especial de una banca con reservas del 100 por ciento, la razón de reservas es 1, el multiplicador del dinero es 1 y los bancos no hacen préstamos ni crean dinero. (Mankiw, 2012, pp. 630-631). Reservas $ 81 Depósitos $ 810 Préstamos $ 729 Tercer Banco de Argentina PasivoActivo 13 A modo de síntesis, recordamos que se denomina base monetaria a la suma del dinero que el público mantiene en monedas y billetes (efectivo) más las reservas de los bancos. La base monetaria es inferior al volumen de medios de pago de la economía, ya que el dinero depositado en los bancos por el público en cuentas a la vista también puede utilizarse para realizar pagos, como se detalló anteriormente. Debido a que los bancos prestan una parte de los depósitos que recibieron (= depósitos – reservas), los medios de pago (oferta monetaria) son mayores a la base monetaria. Este mecanismose denomina creación secundaria de dinero y la relación entre la oferta monetaria y la base monetaria se denomina multiplicador monetario. El multiplicador monetario es mayor cuanto menor es la relación reservas sobre depósitos, y es mayor cuanto menor es la relación efectivo sobre depósitos. Figura 1: El multiplicador monetario Fuente: Elaboración propia. 14 6.2 La inflación: causas y consecuencias En este apartado se presenta la llamada teoría clásica de la inflación y algunas otras explicaciones de la misma. Al respecto, se analiza una discusión acerca de las causas y efectos de la inflación y los costos sociales que ésta provoca. Como en todo modelo “clásico”, se asumirá que los precios de los bienes y servicios que conforman la economía son flexibles, y también se supondrá que los mercados “se vacían”, lo cual resulta en una situación de equilibrio. La teoría clásica de la inflación tiene plena vigencia en entornos de largo plazo, aun cuando a corto plazo pueda no regir. Para analizarla, cabe recordar la definición de dinero utilizada, la cual aborda al mismo desde la óptica de que constituye un conjunto de activos que en una economía las personas utilizan regularmente para comprar bienes y servicios a otras personas. Respecto de este, ocurrirá la comúnmente conocida “inflación”. Teoría clásica de la inflación Quizá todos hayamos enfrentado en algún momento de nuestras vidas algún episodio de inflación, por lo que todos tenemos algunas ideas acerca de las principales consecuencias de este fenómeno económico. Sin embargo, es probable que si uno pregunta acerca de las causas del fenómeno, el interrogado tenga ciertas dudas acerca de la proveniencia del mismo. Como se analizará en este apartado, las causas de la inflación pueden ser distintas y dependerán de ciertas circunstancias que correspondería examinar debidamente. Lo primero que debe decirse es que la inflación es un aspecto de inestabilidad macroeconómica. Técnicamente, la inflación se define como un incremento en el nivel general de precios. Esto implica, que no basta con que sólo unos pocos artículos o servicios de la economía resulten ahora más costosos para que exista inflación (de hecho, algunos precios pueden mantenerse relativamente constantes y otros hasta pueden bajar), sino que el alza en los precios debe resultar, en algún sentido, un fenómeno generalizado. De hecho, uno de los grandes inconvenientes que genera la inflación es que los precios suelen aumentar en forma desigual, es decir, algunos se incrementan con rapidez, otros lo hacen con lentitud y otros no aumentan, con lo cual se generan mayores distorsiones relativas entre los bienes y servicios de la economía, y esto también actúa negativamente en materia de incertidumbre y confianza. En la práctica, la consideración acerca de la existencia o no de un fenómeno inflacionario se realiza sobre el seguimiento de Índices de Precios al 15 Consumidor (IPC), que permiten medir la evolución del costo que enfrenta una familia para adquirir una canasta de bienes y servicios representativa de su consumo en diferentes momentos de tiempo, teniendo en consideración la proporción del presupuesto familiar que es destinado al consumo de cada tipo de bienes. Por ejemplo, no impacta de igual manera el aumento del precio de la leche que el costo de ir al cine, enviar los niños a la escuela o tomar un colectivo. Cada uno de estos argumentos tiene una determinada participación en el presupuesto familiar y, por lo tanto, impactan de diferente manera sobre el índice de precios utilizado como testigo para dar seguimiento a la evolución del nivel general de precios, evaluando así la existencia o no de un fenómeno inflacionario. La inflación es un fenómeno de toda la economía que se refiere al valor del medio de intercambio utilizado. Lo que implica que cuando el nivel general de precios sube, el valor del dinero cae. En particular, para el caso de Argentina, el índice considerado hasta el año 2014 era el denominado “Índice de Precios al Consumidor”, publicado por el INDEC, que actualmente fue discontinuado y reemplazado por el “Índice de Precios Nacional y Urbano” (IPNU) producido por el mismo organismo oficial. Analicemos, a continuación, algunos otros conceptos relativos a esta cuestión. Conceptualmente, nos referimos a una hiperinflación cuando el ritmo de crecimiento de los precios es extremadamente rápido y vertiginoso, con claras muestras de que el proceso inflacionario está fuera de control. A su vez, definimos a la deflación como el fenómeno opuesto a la inflación, instancia en la cual los precios decrecen en forma generalizada, lo cual se debe a una situación recesiva o de detenimiento económico que moviliza la ocurrencia de este hecho. Como se verá, la teoría cuantitativa del dinero se utiliza para explicar los determinantes a largo plazo del nivel de precios y la tasa de inflación, por medio del análisis del llamado mercado monetario. El mercado monetario, como todo mercado, se compone de una oferta y una demanda, donde el bien comercializado, en este caso, es el dinero. Por un lado, la oferta de dinero es una variable de política que es controlada por el Banco Central a través de instrumentos tales como las operaciones de mercado abierto; el Banco Central controla directamente la cantidad de dinero que suministra a la economía (y, mediante otros instrumentos, también controla indirectamente la cantidad de dinero disponible). Por otro lado, la demanda de dinero (que en este caso viene a depender de los requerimientos de la población para realizar transacciones) tiene varios determinantes, incluyendo entre éstos: la tasa de interés y el nivel general de precios de la economía. 16 Cabe recordar que las personas desean tener dinero porque éste es el medio a través del cual realizan intercambios (compran y venden bienes y servicios en los mercados tradicionales). De hecho, la cantidad de dinero que el público elige mantener en su bolsillo depende positivamente de los precios que tengan los bienes y servicios. A largo plazo, el nivel general de precios debería ajustarse al nivel para el cual la demanda de dinero resulte equiparada con la oferta de dinero, en lo que se denominaría como el equilibrio del mercado monetario. La llamada teoría clásica señala como fuente primordial de crecimiento de los precios al aumento en la oferta monetaria. Veamos, en primer lugar (figura 2), un modelo simple para analizar tales cambios. El gráfico contiene, a diferencia de los presentados hasta el momento, dos ejes verticales que analizaremos conjuntamente. El primer eje vertical indica el nivel del valor del dinero, que matemáticamente no es más que el recíproco del nivel general de precios, ya que el valor del dinero disminuye cuando los precios aumentan, y viceversa. El segundo eje vertical indica justamente el nivel de precios, pero debe notarse que el sentido de variación de tal magnitud en el gráfico es inverso, es decir, los niveles de precios reducidos se encuentran en el tramo superior del eje, en tanto los niveles de precios altos, en la zona inferior del eje. La variable representada en el eje horizontal es la cantidad de dinero. Las dos funciones graficadas corresponden a la demanda y la oferta de dinero, esta vez en función del valor del dinero y del nivel de precios, respectivamente. La oferta monetaria, al ser definida por el Banco Central, es entonces fija para cualquier nivel de precios y también para cualquier valor del dinero, por lo que se representa de manera vertical. La demanda de dinero se relaciona negativamente con el valor del dinero: si el valor del dinero es alto (permite “comprar mucho”), se demanda relativamente poco dinero para transacciones; en cambio, cuando el valor del dinero es reducido, es necesaria una cantidad de dineromás elevada para transacciones. 17 Figura 2: Equilibrio monetario Fuente: Elaboración propia. En cuanto a la relación entre el nivel de precios y la cantidad de dinero demandada, se ve que cuando el nivel de precios es elevado (zona inferior del eje vertical), la cantidad de dinero demandada es elevada. Esto se debe al motivo expuesto previamente, cuando relacionamos dicha cantidad con el valor del dinero; lo contrario ocurre para niveles de precios reducidos. Si se produce un aumento de la oferta monetaria, sin que aumente la cantidad deseada de dinero a cada nivel de precios (figura 3), el resultado es un deterioro del valor del dinero. El proceso tiene lugar porque al nivel de precios de equilibrio inicial, el aumento en la oferta monetaria genera un exceso de oferta de dinero. El público trata de deshacerse del exceso no deseado comprando bienes, prestando dinero y/o depositando en los bancos. Como consecuencia, se eleva la demanda de bienes y servicios en la economía, y como la producción no se altera por cambios monetarios (en el largo plazo vimos que la OA es vertical –neutralidad monetaria–), resulta el aumento de precios. 18 Figura 3: Efecto de un incremento en la oferta monetaria Fuente: Elaboración propia. A partir de pocas variables, la teoría clásica representa esta relación a través de una famosa fórmula: la ecuación cuantitativa del dinero. M. V = P. Y Donde: V es la velocidad del dinero (la rapidez con la que el dinero pasa de unas personas a otras, entre el público, en transacciones); P es el nivel de precios (deflactor del PIB); Y es el PIB real; y M, la oferta monetaria. La ecuación relaciona los siguientes hechos: como V se mantiene relativamente estable en el tiempo, cuando el BC altera M, provoca un cambio en PY (valor nominal de la producción). Debido a que Y es determinado básicamente por la dotación de factores productivos y la tecnología disponible, y no por la cantidad de dinero (neutralidad monetaria), el cambio se traduce en crecimiento del nivel de precios o inflación. Entonces, la teoría cuantitativa del dinero establece que la causa principal de la inflación es el crecimiento en la cantidad de dinero. Esta premisa de la teoría clásica se asocia a la llamada “neutralidad del dinero”, que proviene de la distinción entre variables nominales (que son medidas en unidades monetarias) y variables reales (que son medidas en unidades físicas). 19 Así, según lo establecen Hume (como se cita en Mankiw, 2012) y otros autores de esta corriente, las variables económicas reales no cambian ante cambios en la oferta monetaria, aunque sí lo hacen las variables nominales. En suma, los autores se refieren a que los cambios monetarios (modificaciones en la cantidad de dinero en la economía) no generan efectos reales sobre las variables económicas; esto se denomina neutralidad monetaria. Un hecho típico por el cual puede incrementarse la oferta monetaria de una economía es la monetización de un déficit fiscal. Por ejemplo, si un Estado no tiene dinero para afrontar ciertos gastos y no puede cobrar más impuestos tradicionales para generar los recursos necesarios, puede venderle un título público al Banco Central y, entonces, cubrir dicho gasto con emisión de dinero. Los costos de la inflación Como el gobierno es el único con autoridad para emitir moneda, si recurre a la emisión como modalidad de financiamiento, dada la relación presentada entre emisión e inflación, impondrá a los ciudadanos el costo de la inflación, que en definitiva puede asociarse con un impuesto adicional (impuesto inflacionario), ya que le restará poder de compra o ingreso disponible. En este caso, este gobierno estará obteniendo ingresos mediante la impresión del mismo, gravando a todos aquellos que tienen dinero en sus bolsillos por una alícuota equivalente a la tasa de inflación correspondiente. Este hecho puede definirse como el cobro de un impuesto inflacionario recaudado por el gobierno sobre todas las tenencias de efectivo de la población. Otro efecto, conocido como efecto de Fisher, se origina a partir de la inflación: es el crecimiento de las tasas de interés nominales. Este hecho se refiere a que existe un ajuste “uno-a-uno” entre la tasa de inflación de una economía y la tasa de interés nominal. En términos algebraicos: i = r + π Donde: i es la tasa de interés nominal, r la tasa de interés real, y π es la tasa de interés de la economía. De manera que si en una economía se genera un contexto inflacionario, con una tasa de inflación anual del 20 %, y asumiendo que la tasa de interés real de toda inversión se encuentra en un 5 % anual, la tasa de interés nominal de la economía se encontraría en un 25 %. La inflación genera, además, costos debidos a ineficiencias, como el derivado de la búsqueda de reducir las tenencias de dinero, el cual es llamado “costos de suela de zapatos”. Este caso surge cuando los individuos quieren tener la 20 menor cantidad posible de efectivo en sus manos, de manera que ante un mayor contexto inflacionario, deben ir más seguido a retirar fondos del banco para convertirlos en moneda para realizar transacciones. Por su parte, también existen los costos de modificar permanentemente los precios, comúnmente conocidos como “costos de menú”, sumados a las distorsiones que pueden derivar en una asignación ineficiente de recursos en sectores que no son realmente los más rentables. Asimismo, no debe dejar de considerarse que los retrasos en la realización de ajustes en los precios de los factores (por ejemplo, los salarios) pueden afectar distributivamente más a unos sectores de la sociedad que a otros; además de la confusión, molestias y distorsiones tributarias e impositivas derivadas de tal fenómeno. La disyuntiva entre inflación y desempleo La definición de una tasa natural de desempleo correspondiente a una situación de “pleno empleo” (Mankiw, 2012, p. 732) de una economía en un contexto de largo plazo depende de varias características típicas del mercado de trabajo. Los ejemplos más analizados incluyen “las leyes de salario mínimo, el poder de mercado de los sindicatos, el papel de los salarios de eficiencia y la eficacia de la búsqueda de empleo” (Mankiw, 2012, pp. 785- 786). Por su parte, y como se señaló, la tasa de inflación depende principalmente del crecimiento en la cantidad de dinero en poder del público, controlada directa e indirectamente por el Banco Central. Puede decirse, entonces, que toda sociedad “enfrenta a una disyuntiva a corto plazo entre el desempleo y la inflación” (Mankiw, 2012, p. 786). Por un lado, si se expande la demanda agregada de bienes y servicios, puede reducirse el desempleo, pero probablemente a costa de una mayor inflación (en la llamada inflación de demanda). Por otro lado, si se contrae la demanda agregada, puede reducirse la inflación, pero a costa de un mayor desempleo temporal respecto de su tasa natural. La curva de Phillips (figura 4) ilustra esta relación a corto plazo entre desempleo e inflación. En toda sociedad, se prefieren situaciones en las cuales la tasa de desempleo y la tasa de inflación son reducidas. Pero dada la relación negativa entre ambas variables, los decidores se enfrentarán a una disyuntiva entre “ambos males”. Por ejemplo, un estímulo fiscal a la DA que implicara un aumento de la producción a Y1 a el corto plazo generaría una reducción de la tasa de desempleo de d0 a d1, pero con el costo de aumentar la inflación de I0 a I1. 21 Figura 4: Curva de Phillips a corto plazo Fuente: Elaboración propia. La curva de Phillips pareciera ofrecer a los políticos un menú de posibles resultados de inflación y desempleo. Según la teoría clásica,el crecimiento de la cantidad de dinero es el principal determinante de la inflación; no obstante, la teoría clásica también afirma que el crecimiento monetario no produce efectos reales: altera simplemente todos los precios y las rentas nominales proporcionalmente. En particular, el crecimiento monetario no influye en los factores que determinan la tasa de desempleo de la economía, como “el poder de mercado de los sindicatos, el papel de los salarios de eficiencia o el proceso de búsqueda de empleo” (Mankiw, 2012, p. 789). Ahora bien, ¿qué ocurre a largo plazo, donde la teoría clásica tiene validez incuestionable? Esta pregunta fue respondida durante la década de 1960 por Friedman y Phelps, quienes llegaron a la conclusión de que la inflación y el desempleo no están relacionados en el largo plazo (como se cita en Mankiw, 2012). Como resultado, la curva de Phillips a largo plazo es vertical y está posicionada sobre el nivel de la tasa natural de desempleo. Así, la política monetaria podría ser eficaz para expandir la demanda agregada y reducir el desempleo a corto plazo, pero no a largo plazo. En el panel (a) de la figura 5 puede observarse que un aumento de la oferta monetaria desplaza la curva de demanda agregada hacia la derecha, de DA1 a DA2. Como consecuencia de este desplazamiento, el equilibrio a largo plazo se traslada del punto A al B. El nivel de precios sube de P1 a P2, pero como la curva de oferta agregada es vertical, la producción no varía. 22 Asimismo, en el panel (b), el crecimiento más rápido de la oferta monetaria eleva la tasa de inflación, trasladando a la economía del punto A al B. Pero como la curva de Phillips es vertical, la tasa de desempleo es la misma en estos dos puntos. Por lo tanto, la curva de OA a largo plazo vertical y la curva de Phillips a largo plazo vertical implican ambas que “la política monetaria influye en las variables nominales (el nivel de precios y la tasa de inflación), pero no en las variables reales (la producción y el desempleo)” (Mankiw, 2012, pp. 790- 791). Independientemente de la política monetaria que siga el banco central, la producción y el desempleo se encontrarán, a largo plazo, en sus tasas naturales. Figura 5: Curva de Phillips a largo plazo Fuente: Elaboración propia. 23 6.3 El crecimiento económico El ciclo económico Cualquier sociedad se preocupa por el crecimiento económico, es decir, que exista el mayor nivel de producción de bienes y servicios posibles con la dotación de factores productivos disponibles para aplicar al proceso productivo. También sería deseable que simultáneamente se consideraran aspectos relacionados con la distribución de esta mayor producción de bienes entre los diferentes sujetos económicos, pensando en las consecuencias desde el punto de vista social de una posible inequitativa distribución de los recursos. Sin embargo, este último tema, sin desconocer su importancia, no será abordado en este texto. El crecimiento económico medido a través del análisis de la información histórica sobre la evolución del Producto Bruto (comúnmente se utiliza la medición del PBI) permite comprobar que es factible establecer una tendencia o comportamiento general que habitualmente es creciente, pero en el cual se alterna entre periodos de crecimiento económico marcados (expansión en el PBI) y etapas en las cuales la actividad disminuye en forma considerable (la llamada recesión de la economía), tal como se representa en el siguiente gráfico: Figura 6: Evolución del PBI en Argentina (1980-2010) Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de INDEC y CEPAL. 24 La evolución del PBI muestra momentos de aumento y de disminución de la actividad, lo cual da forma a lo que se denomina “ciclo económico” (Mankiw, 2012, p. 720). Los ciclos económicos varían en duración e intensidad, según cada contexto histórico, pero se reconocen las siguientes fases o etapas: Cima o auge Recesión Depresión Fondo o valle Recuperación o expansión 1) Cima o auge: esta fase se refiere las situaciones en las cuales, en forma general, la actividad económica es elevada con relación a la tendencia. La economía funciona utilizando la mayoría de los recursos que tiene disponibles (pleno empleo) y se establece una competencia entre los distintos sectores por el uso de los factores de la producción. Esta situación puede estar acompañada de un aumento en el nivel de precios debido a una elevada demanda de bienes y servicios que no puede ser compensada con mayores niveles de producción, ya que las empresas se encuentran operando al límite de uso de los recursos disponibles en la economía. 2) Recesión: reducción de la producción y de la actividad con relación a la situación anterior. Se presenta una contracción en todas las actividades. Como hay exceso en los factores de la producción (un claro ejemplo es la aparición del desempleo en este contexto) y una disminución de la demanda, puede llegar a observarse una reducción en el nivel de precios, dado que la demanda de bienes y servicios se encuentra muy retraída. 3) Depresión: cuando la recesión se prolonga en el tiempo o es muy marcada, se está ante la presencia de una depresión económica. 4) Fondo o valle: en esta fase, la producción y el empleo alcanzan sus niveles mínimos. Se reducen los inventarios, no hay producción ni inversiones. La falta de ventas y la abundancia de factores de producción sin utilizar (desempleo y capacidad ociosa) determinan la existencia de una disminución en el nivel de precios. 25 5) Recuperación o expansión: Luego de una etapa de recesión o depresión y después de haber pasado por el fondo o valle del ciclo, como consecuencia de algún cambio de magnitud en alguno de los componentes del gasto (principalmente el consumo privado, el consumo del gobierno, aumento de exportaciones o disminución de las importaciones), se produce un cambio en la situación que determina un aumento de la producción y un crecimiento en la demanda de factores productivos, de manera que puede iniciarse una recuperación y visualizarse un crecimiento de la actividad económica. Las causas del ciclo Para tratar de explicar las causas de los ciclos económicos, los economistas han ensayado distintas explicaciones. Así, los grandes cambios tecnológicos (la máquina de vapor, el ferrocarril, la fabricación en serie, las computadoras personales, etc.) han sido determinantes para el desarrollo de los procesos de producción, el aumento de la productividad y una correspondiente disminución de los precios de los bienes que los hicieron más accesibles para todos los consumidores. También se sugiere que es importante la sucesión de hechos políticos que afectan directamente la actividad económica. Este caso, a nivel mundial, puede comprobarse fácilmente cuando se observan los ciclos económicos y su relación, por ejemplo, con los conflictos bélicos. La mayoría coincide en que los principales determinantes de la producción y utilización de factores son los componentes de gasto. En un sistema económico de tipo capitalista o mixto, las empresas producirán bienes si pueden venderlos, es decir, si existe una familia del país, una empresa, el gobierno o extranjeros dispuestos a pagar para adquirir ese bien. El gobierno podrá, desde su función de regulador de la actividad económica o como demandante de bienes y servicios, incidir sobre esta situación. En la tabla 1, donde se expone la evolución de los componentes del gasto en Argentina, durante el período que va desde 1993 a 2010 (expresada en millones de pesos de 1993), se establece: cuál ha sido la evolución de estos componentes del gasto en Argentina en los últimos años; 26 dónde se pone de manifiesto y cuál es su relación con elcomportamiento de la actividad económica. Tabla 1: Evolución de los componentes del gasto en Argentina – Periodo 1993 al 2010 (Millones de pesos de 1993) Fuente: Ministerio de Economía de la Nación, http://www.economia.gob.ar/ En los últimos años y como consecuencia del proceso de globalización, las vinculaciones entre los sistemas económicos se han hecho cada vez más intensas y, por lo tanto, los fenómenos que se producen en un país repercuten en forma directa sobre el resto. Como ya se mencionó, entre el año 1980 y 2010, diversos hechos externos han influido sobre el rendimiento de la economía nacional. Es muy importante considerar esta información en relación con los otros indicadores de la actividad económica (inflación y desempleo) que se han incorporado en este texto. Período Consumo privado Inversión Consumo público Exportaciones Importaciones 1993 163.676 17.283 31.953 16.341 22.028 1994 173.608 20.702 32.095 18.840 26.682 1995 166.008 17.017 32.339 23.085 24.066 1996 175.196 19.261 33.041 24.850 28.284 1997 190.922 23.709 34.104 27.876 35.884 1998 197.557 25.510 35.249 30.838 38.904 1999 193.610 21.672 36.173 30.449 34.521 2000 192.332 19.729 36.382 31.272 34.466 2001 181.290 14.788 35.629 32.129 29.659 2002 155.267 8.250 33.820 33.123 14.812 2003 167.951 11.985 34.314 35.108 20.376 2004 183.906 18.242 35.247 37.957 28.551 2005 200.317 23.073 37.403 43.083 34.301 2006 215.882 27.150 39.365 46.242 39.575 2007 235.241 33.288 42.341 50.446 47.685 2008 250.629 38.700 45.261 51.030 54.406 2009 251.763 31.446 48.535 47.761 44.055 2010 274.396 44.380 53.097 54.734 59.024 27 Por otra parte, tal como puede observarse en la figura a continuación, el producto bruto interno (PBI) latinoamericano presentó oscilaciones permanentes en su nivel durante los últimos 50 años. Una pregunta natural que surge es la razón de tales cambios; en particular, cuáles son las causas por las que generalmente aumenta el PBI y por qué en algunos períodos son mayores los cambios que en otros. Para esto, se debe analizar básicamente cómo se comporta la productividad de un país. Figura 7: Tasa anual de variación de PBI y del PIB per cápita en América Latina Fuente: Elaboración propia. Los datos del PIB real por persona muestran que los estándares de vida varían ampliamente de un país a otro. Por ejemplo, en Estados Unidos el estándar de vida es alrededor de seis veces mayor que el de China y alrededor de dieciséis veces mayor que el de India. Los países más pobres del mundo tienen niveles promedio de ingresos que no se han visto en el mundo desarrollado en muchas décadas. En 2008 el ciudadano típico de India tenía menos ingreso real que el residente típico de Inglaterra en 1870. En 2008 la persona típica en Bangladesh tenía alrededor de dos terceras partes del ingreso real de un estadounidense típico hace un siglo. (Mankiw, 2012, p. 532). 28 Por su parte, los países también suelen diferir en sus tasas de crecimiento del PBI real. Algunos de ellos, denominados emergentes, han experimentado un crecimiento vertiginoso, mientras que otros, los llamados desarrollados, presentan niveles de crecimiento del PBI cercanos a un 1 % interanual. Como señala Mankiw (2012), Japón es uno de los países que desde 1890 más ha logrado incrementar su PBI per cápita real, con una tasa promedio del 2,71 % por año, entre 1890 y 2008. Es decir que, “hace cien años Japón no era un país rico” (p. 533). Para entonces, su ingreso promedio “era apenas un poco más alto que el de México y estaba muy atrás de Argentina. El estándar de vida en Japón en 1890 era menos de la mitad del de India hoy” (p. 533). No obstante, debido a su espectacular y consistente crecimiento, en la actualidad Japón es una potencia económica, “con un ingreso promedio de más del doble de los de México y Argentina, y similar a los de Alemania, Canadá y el Reino Unido” (p. 533). Debido a las diferencias en las tasas de crecimiento, la clasificación por ingreso de los países cambia sustancialmente con el tiempo. Como hemos visto, Japón es un país que ha crecido en relación con otros. Un país que se ha quedado atrás es el Reino Unido. En 1870, el Reino Unido era el país más rico del mundo, con un ingreso promedio alrededor de 20% más alto que el de Estados Unidos y más del doble del de Canadá. Hoy el ingreso promedio en el Reino Unido es 20% más bajo que el de Estados Unidos y similar al de Canadá. Estos datos muestran que los países más ricos no tienen ninguna garantía de que seguirán siendo los más ricos, ni de que los países más pobres estén condenados a seguir por siempre en la pobreza. Pero, ¿qué explican estos cambios a lo largo del tiempo? ¿Por qué algunos países avanzan a grandes pasos, mientras que otros se quedan atrás? (Mankiw, 2012, p. 533). La respuesta a este interrogante está en la definición y la apuesta que hacen los países por fortalecer la productividad de sus recursos productivos. 29 6.4 Productividad y políticas de crecimiento La productividad es la cantidad de bienes y servicios que puede producir un trabajador por cada hora trabajada. Ésta dependerá básicamente de la dotación disponible de los demás factores que permita hacer eficiente cada hora aplicada de trabajo. Así, las economías serán más productivas si cuentan con capital físico, recursos naturales y desarrollo del capital humano (recursos humanos calificados, en particular con conocimientos tecnológicos). Los hacedores de política económica intentan elevar la productividad de los factores, de manera que sea más fácil lograr el crecimiento económico que hace posible una situación de mayor bienestar para la sociedad. La generación de capital requiere básicamente destinar recursos que podrían ser consumidos en el presente para producir bienes de capital que permitan una mayor producción en el futuro. Esta acumulación se genera a través del ahorro. Dada la presencia de rendimientos decrecientes, las adiciones sucesivas de capital al stock que un país posee incrementan proporcionalmente cada vez menos su productividad. Este fenómeno, conjugado con el efecto de recuperación que enfrentan aquellos países muy pobres, que poseen un stock de capital muy reducido, determina lo que se denomina la convergencia en cierto plazo de tiempo hacia una situación intermedia entre economías ricas y pobres. Otro aspecto importante, que requiere de esfuerzos de inversión, corresponde al capital humano. Este incremento en los saberes incorporados se da a través de la mayor educación y calificación de los trabajadores de un país. Una serie de aspectos resulta clave desde las políticas para facilitar el crecimiento económico: Protección de la propiedad intelectual: garantizar los derechos de quienes hacen aportes originales e invierten en investigación y desarrollo, a fin de poner a disposición del público más bienes y servicios. Generalmente tales protecciones se desarrollan a través de leyes de patentes. 30 Estabilidad económica y política: si el país se encuentra en una situación más previsible, permite a las empresas inversoras conocer el contexto en cual se desarrollará su actividad, minimizando los imprevistos y la necesidad de cambios de rumbo para adaptarse a las nuevas situaciones, que siempre traen costos aparejados. Los inversores privilegian los contextos altamente estables para concretar sus negocios, ya sea en el plano de la política económica como en el de la situación institucional y política. Apertura al comercio internacional: en un contexto de globalización, mientras más conectado se encuentre un país con otros a través del comercio, tendrá más oportunidades de especialización y de incrementar el volumen de actividad, dada la capacidadde absorción que tiene el resto del mundo. Crecimiento armónico del tamaño de la población: las características etarias de la población determinan las posibilidades de desarrollo en diferentes sentidos. Una población con una gran proporción de población joven (por lo general, se considera que los menores de 15 años corresponden a este grupo), a corto plazo tiene una gran dependencia económica con respecto a los grupos en edades activas, es decir, aquella porción de la población que se encuentra ocupada trabajando. Por su parte, los menores son demandantes de una gran cantidad de recursos (para su crecimiento, su educación y su salud) y no están en condiciones de producir todavía. Sin embargo, a medida que tales grupos poblacionales crezcan, podrán generar un significativo aporte a la generación de recursos para sostener su desarrollo y el de las restantes generaciones. Otro aspecto de interés es el porcentaje de población adulta mayor. Demográficamente, se mide la proporción de población con 65 años y más como indicador de envejecimiento de la misma. Este segmento también presenta riesgos relevantes, ya que la gran mayoría se retiró del mercado productivo debido a su edad y depende en gran medida de los recursos generados por las generaciones productivas actuales y por ellos mismos en el pasado. A edades avanzadas, también suelen ser elevados los gastos de salud y, por lo tanto, una importante cantidad de recursos de otros destinos se deben asignar a este segmento de la población. Por ambas razones, si una población tiene una fecundidad elevada (número alto de hijos por 31 mujer), o si la población adulta mayor representa un porcentaje demasiado alto de la población total, podrían aparecer complicaciones en relación a la financiación de ambas etapas con el esfuerzo de las generaciones activas. Deben considerarse otras características de la modernidad que en algunos casos mitigan y en otros exacerban estos riesgos, tales como, por ejemplo: la postergación de la edad de ingreso al mercado laboral (por diferentes razones, pero la fundamental es el incremento generalizado de la escolaridad); la mayor participación laboral de las mujeres, que ayudan a soportar una mayor proporción de población inactiva; así como los porcentajes de empleo formal e informal, en el caso del análisis de los problemas previsionales. Investigación y desarrollo: Las actividades tendientes a desarrollar nuevos productos y procesos permiten acceder a un mayor grado de bienestar. ¿El PIB es una buena medida del bienestar económico? Resulta sumamente oportuno plantearse este interrogante. Anteriormente vimos que: …el PIB mide tanto el ingreso total como el gasto total de la economía en bienes y servicios. Por consiguiente, el PIB por persona indica el ingreso y el gasto de la persona promedio en la economía. Debido a que la mayoría de las personas preferiría recibir un ingreso más alto y disfrutar de un mayor gasto, el PIB por persona parece una medida natural del bienestar económico de la persona promedio. (Mankiw, 2012, 503). Sin embargo, algunas personas discuten la validez del PIB como una medida del bienestar ya que no contempla cuestiones de salud, calidad educativa, valores, ocio, entre otros tantos indicadores. 32 La respuesta es que un PIB grande nos ayuda a llevar una buena vida. El PIB no mide la salud…, pero las naciones con un mayor PIB pueden costear mejores cuidados de la salud... El PIB no mide la calidad de su educación, pero las naciones con un mayor PIB pueden costear un mejor sistema de educación… El PIB no toma en cuenta… el valor, la sabiduría o la devoción hacia su país, pero es más fácil fomentar todos estos atributos loables cuando las personas están menos preocupadas por satisfacer las necesidades materiales de la vida… Sin embargo, el PIB no es una medida perfecta del bienestar. Algunas cosas que contribuyen a una buena vida están fuera del PIB. Una de ellas es el tiempo de ocio. Suponga, por ejemplo, que todos en la economía de pronto empezaran a trabajar todos los días de la semana, en vez de disfrutar de ratos de ocio los fines de semana. Se producirían muchos más bienes y servicios y el PIB aumentaría. Sin embargo, a pesar del incremento en el PIB, no deberíamos concluir que todas las personas se encontrarían mejor. La pérdida por la reducción en los ratos de ocio contrarrestaría la ganancia de producir y consumir una mayor cantidad de bienes y servicios. Debido a que el PIB utiliza los precios de mercado para valuar los bienes y servicios, excluye el valor de casi toda la actividad que tiene lugar fuera de los mercados. En particular, el PIB omite el valor de los bienes y servicios producidos en el hogar. Cuando un chef prepara una deliciosa comida y la vende en su restaurante, el valor de esa comida es parte del PIB. Pero si el chef prepara la misma comida para su familia, el valor que ha agregado a los ingredientes crudos queda fuera del PIB. De manera similar, el cuidado de un niño proporcionado en los centros de cuidado infantil es parte del PIB, mientras que el cuidado de un niño proporcionado por sus padres en el hogar no lo es. El trabajo voluntario también contribuye al bienestar de la sociedad, pero el PIB no refleja estas contribuciones. (Mankiw, 2012, p. 504-505). Referencias Mankiw, N. G. (2012). Principios de Economía (6a. ed.). México: Cengage Learning Editores. Mankiw, N. G. (2014). Principios de Economía (8a. ed.). Estados Unidos, Nueva York. Ministerio de Economía y Finanzas Pública de la Nación Argentina (MECON) http://www.economia.gob.ar/ www.21.edu.ar
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