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Espasmo vascular Plaquetas Hemorragia Coágulo verdadero Fibrinólisis Vía intrínseca Vía extrínseca Calcio Protrombina Trombina Fibrinógeno Fibrina Activador tisular del plasminógeno Plasminógeno Plasmina Retracción del coágulo –Retracción –Adhesión –Agregación 1 2 3 4 Figura 16-5. Fases de la coagulación. exceso de plaquetas se denomina trombocitosis (> 400 000/ mm3) y el déficit trombocitopenia (< 140 000/mm3). Su principal función es intervenir en la hemostasia o coagulación y proteger al organismo de la pérdida de sangre por una herida o una solución de continuidad en el árbol circulatorio. Sin embargo, no son los únicos elementos que participan en la hemostasia. 16.4. COAGULACIÓN DE LA SANGRE Es un proceso fisiológico por el cual la sangre, que es un elemento líquido, se vuelve viscosa y finalmente se solidifi- ca formando un coágulo que impide la salida del resto de la sangre de los vasos. La coagulación se inicia de forma inmediata en cuanto se produce una lesión que altera el endotelio vascular y la sangre sale del vaso. Las fases de la coagulación, que des- cribiremos sucesivamente, aunque la mayoría transcurren de modo simultáneo, son las siguientes: espasmo vascular, for- mación del tapón plaquetario, formación del coágulo verda- dero, y organización y disolución del coágulo (Fig. 16-5). El espasmo vascular es la primera respuesta a la lesión endotelial. El vaso se contrae de forma refleja, con lo cual disminuye el flujo de sangre que pasa por él y se aproximan las plaquetas entre sí. El espasmo es proporcional a la lesión y se mantiene alrededor de 20 segundos, el tiempo necesario para que se ponga en marcha el resto de las reacciones. El tapón plaquetario está formado por las plaquetas que acuden inmediatamente al punto de la lesión. Desde su llegada se adhieren entre sí y se van deformando. Luego, emiten seudópodos, se hinchan y se vuelven más viscosas. Las primeras en llegar liberan las sustancias contenidas en su citoplasma: el factor plaquetario 3, la trombomodulina, la serotonina, el calcio y, en especial, una gran cantidad de ADP. La acción conjunta de todas ellas consigue que se atraigan más plaquetas y se adhieran unas a otras. Esta adhesión sólo es posible cuando las plaquetas están activa- das. La fase que comprende el vasoespasmo y el tapón plaquetario se denomina hemostasia primaria y es sufi- ciente para tapar pequeñas lesiones del endotelio y solucio- nar el sangrado, pero si el desgarro endotelial es mayor será necesaria la formación de un coágulo. Cuando la lesión endotelial es más importante se inicia la denominada hemostasia secundaria, que comprende la for- mación del coágulo verdadero y su organización. El coágulo verdadero es el responsable de tapar los defectos de un vaso. En su formación interviene una gran cantidad de proteínas plasmáticas que se producen en el hígado y circulan por la sangre de forma inactiva hasta que son necesarias (Fig. 16-6). Estas proteínas son los llamados factores de la coagulación, que se enumeran con cifras romanas (Cuadro 16-4). Entre ellos los más importantes son: la protrombina (factor II), que se encuentra en el plasma en una proporción inferior al 1 % de las proteínas plasmáticas, y el fibrinógeno (factor I), que circula de forma inactiva por el plasma y constituye el 7 % de las proteínas plasmáticas (véase Fig. 16-1). Al igual que el factor II, los factores VII, IX y X necesitan vitamina K para su formación en el hígado. La formación del coágulo consta a su vez de tres fases: a) Activación de la protrombina por la protrombina- sa. En el momento de la rotura del endotelio vascular se produce una serie de reacciones que activan la protrombi- nasa, cuya misión es activar la protrombina que circula por el plasma de forma inactiva. Estas reacciones se producen por dos vías: intrínseca y extrínseca. La vía extrínseca se inicia a partir de la liberación de una sustancia de las células del endotelio, denominada tromboplastina tisular (factor III), que produce la activación de la protrombinasa. La vía intrínseca se pone en marcha al entrar en contacto la sangre con las membranas activadas de las plaquetas y actuar sobre el factor XII. Éste, a su vez, activa otros factores en forma de «cascada», en la que cada factor activa el siguiente, hasta que finalmente se forma la protrombinasa. La mayoría de las reacciones por las que se activa un factor consume calcio (factor IV), tanto en la vía extrínseca como en la intrínseca. La carencia de calcio puede dificultar la coagulación. b) Síntesis de la trombina. Cuando la protrombinasa está formada, ejerce su acción catalítica sobre la protrombi- na del plasma y la transforma en trombina activa. Esta reacción tarda entre 10 y 15 segundos y también consume calcio. c) Activación del fibrinógeno y síntesis de fibrina. Una vez que se ha formado la trombina, ésta actúa sobre el fibrinógeno (factor I) e inicia su activación. El fibrinógeno se transforma en monómeros de fibrina que evolucionan a hilos de fibrina. Gracias al factor estabilizador de la fibrina (XIII), estos hilos llegan a formar una red tridimensional que va aprisionando en su interior glóbulos rojos, leucoci- tos, plaquetas y diversas sustancias disueltas en el plasma, que acaban formando una masa sólida o coágulo. 16.4.1. Organización del coágulo Al cabo de 30 a 60 minutos de la formación del coágulo, los fibroblastos, que han quedado atrapados en su interior, inician una retracción que hace que el coágulo vaya expri- miendo todo el suero de su interior. Esto contribuye a un mayor espesamiento y solidificación del coágulo y a la aproximación de los bordes de la herida. Parte V. Sistemas de defensa 379
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