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INTRODUCCIÓN La circulación coronaria presenta varias característi- cas que la diferencian de otras circulaciones regionales. En primer lugar, el corazón presenta un metabolismo funda- mentalmente aeróbico, por lo que el aporte coronario de O2 al miocardio debe de ser constante. Además, las arte- rias coronarias irrigan el miocardio, que es el órgano que genera la presión arterial y determina el flujo sanguíneo en los distintos tejidos del organismo. Por último, la obstruc- ción de las arterias coronarias por una placa de ateroma, un trombo o un aumento del tono coronario (vasoespasmo) conduce a un desequilibrio entre el aporte coronario y las demandas miocárdicas de O2 (MVO2), denominado car- diopatía isquémica, que representa la principal causa de mortalidad en los países más avanzados. VASOS SANGUÍNEOS CORONARIOS El flujo sanguíneo coronario se realiza a través de las arterias coronarias principales, izquierda (ACI) y derecha (ACD), que nacen de los senos de Valsalva, situados inme- diatamente por detrás de las valvas derecha e izquierda, respectivamente, de la válvula aórtica (Fig. 43.1). Ambas arterias discurren inicialmente por la superficie epicárdica del corazón. La ACI discurre unos 0.5-2 cm entre la arteria pulmo- nar y la aurícula izquierda antes de bifurcase en dos grandes ramas, la descendente anterior y la circunfleja izquierda. La rama descendente anterior desciende por el surco interven- tricular anterior, suele rodear la punta cardíaca y asciende por la cara posterior, mientras que la rama circunfleja reco- rre el surco AV izquierdo y dobla hacia la izquierda y hacia atrás. Ambas ramas dan origen a arterias marginales que irrigan la aurícula izquierda, la porción anterior del tabique interventricular, la cara anterior de ambos ventrículos y la pared lateral del ventrículo izquierdo. La ACD discurre inicialmente entre la arteria pulmo- nar y la aurícula derecha, continúa por el surco auriculo- ventricular (AV), donde pasa a denominarse arteria circunfleja derecha, y se divide en dos ramas: la marginal derecha, que irriga la parte lateral del ventrículo derecho, y la interventricular posterior, que irriga la parte posterior de los ventrículos. Cuando la dominancia es derecha, lo que ocurre en el 90% de los casos, de la ACD nace la arte- ria coronaria descendente posterior, que corre por el surco interventricular posterior y emite colaterales que irrigan la cara inferior de ambos ventrículos y la parte posterior del tabique interventricular. En un 10% de los pacientes, ambas estructuras se irrigan por la arteria circunfleja izquierda (dominancia izquierda). La porción más interna del endocardio puede nutrirse directamente de la sangre que contienen las cavidades cardíacas. El nódulo sinoauricular recibe su sangre en el 55% de los casos de una rama de la ACD y en el 45% de una rama de la arteria circunfleja izquierda; esta arteria también aporta la sangre a la musculatura auricular y al tabique interauricular. El nódulo AV está irrigado en el 90% de los casos por una rama posterior de la ACD; en el 10% restan- te se irriga por la arteria circunfleja izquierda. Esta arteria irriga también el fascículo de His, así como la parte proxi- mal de sus ramas derecha e izquierda, mientras que la parte distal la irrigan ramas de la arteria descendente anterior. Desde el punto de vista funcional, en las arterias coro- narias podemos distinguir (Fig. 43.2): a) una porción sube- picárdica, que discurre por la superficie cardíaca, formada por arterias musculares conductoras de baja resistencia. b) las arterias marginales, que penetran en ángulo recto en el interior del músculo cardíaco al que irrigan. Estas arterias se van ramificando de forma progresiva hasta alcanzar el endocardio, por lo que casi el 75% de las resistencias vas- culares coronarias está determinado por los vasos cuyo diá- metro interno es menor de 150 �m. c) Una alta densidad de capilares (2500-4000 capilares/mm2), de los que el 60-80% están abiertos, por lo que la distancia existente entre capi- lares y miocitos cardíacos es de tan sólo 10 �m (muy infe- rior a los 40-70 �m que existen en otros tejidos). Ello asegura el rápido intercambio por difusión de gases (O2, CO2) y nutrientes entre los capilares y las células cardíacas. Circulación colateral En el corazón no existen conexiones anastomóticas entre los grandes troncos arteriales, pero sí entre las arte- riolas de 20-150 �m de diámetro de las arterias coronarias derecha e izquierda o entre ramas de cada una de ellas (p. ej., entre las arterias interventriculares y las circunflejas), 564 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A C A R D I O VA S C U L A R NS TCI CX MI ACD MD CDP CDA D Figura 43.1. Arterias coronarias normales. Dominancia dere- cha. ACD, arteria circunfleja derecha; CDP, coronaria descen- dente posterior; MD, marginal derecha; MI, marginal izquierda; TCI, tronco coronario izquierdo; NS, nodo sinusal; CDA, coro- naria descendente anterior; CX, circunfleja.
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