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concentraciones de angiotensina II, como ocurre con un tumor renal secretor de renina, solo se da una retención transitoria de sodio y de agua en los riñones, lo que inicia un aumento de la presión arterial; esto incrementa rápidamente la pérdida renal de sodio y de agua, lo que supera los efectos ahorradores de sodio y agua de la angiotensina II y restablece el equilibrio entre la ingestión y pérdida de sodio a una presión arterial más alta. Por el contrario, tras un bloqueo de la formación de angio- tensina II mediante fármacos, como inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina y antagonistas de la angioten- sina II, aumentamucho la capacidad de los riñones de excretar sal y agua, pero no causa un cambio importante en el volumen del líquido extracelular. Después del bloqueo de la angioten- sina II, se produce un aumento transitorio de la excreción de sodio y agua, pero esto reduce la presión arterial y ayuda a restablecer el equilibrio de sodio. Se ha demostrado que este efecto de los antagonistas de la angiotensina II es importante para reducir la presión arterial en los pacientes hipertensos. La aldosterona tiene una importante función en el con- trol de la excreción renal de sodio. La función de la aldoste- rona en la regulación del equilibrio del sodio está muy relacio- nada con la descrita para la angiotensina II. Es decir, con una menor ingestión de sodio, las mayores concentraciones de angiotensina II que aparecen estimulan la secreción de aldos- terona, que, a su vez, contribuye a la reducción de la excreción urinaria de sodio y, por tanto, al mantenimiento del equilibrio del sodio. Por el contrario, con una ingestión alta de sodio, la supresión de la formación de aldosterona reduce la reabsorción tubular, permitiendo a los riñones excretar mayo- res cantidades de sodio. Los cambios en la formación de la aldosterona también colaboran con el mecanismo de la natriu- resis por presión en el mantenimiento del equilibrio del sodio durante las variaciones en la ingestión de sodio. Sin embargo, cuando hay una formación excesiva de aldos- terona, como ocurre en pacientes con tumores en las glándulas suprarrenales, la mayor reabsorción de sodio y la menor excreción de sodio en los riñones dura solo unos días y el volumen del líquido extracelular aumenta alrededor de un 10-15%, produciéndose un incremento simultáneo de la presión arterial. Cuando la presión arterial aumenta lo sufi- ciente, los riñones «se escapan» de la retención de sodio y agua (por la natriuresis por presión) y, por tanto, excretan cantida- des de sodio iguales a la ingestión diaria, a pesar de la presencia continua de concentraciones altas de aldosterona. La ADH controla la excreción renal de agua. Como se comentó anteriormente, la ADH desempeña una función importante al permitir a los riñones que formen pequeños volúmenes de orina concentrada a la vez que excretan 232 UNIDAD V Los líquidos corporales y los riñones 232.pdf
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