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Bases para la formación de los sistemas en eje central

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Bases para la formación de los sistemas en eje central
1. Partir de una planta de buena calidad: planta terminada (con o sin ramificaciones) o plantas a ojo dormido, que tienen como ventaja arrancar con un brote de buena dominancia apical.
2. Mantener la dominancia del eje o leader sobre las ramas laterales, atando el eje a un tutor y/o eliminando los brotes con tendencia vertical.
3. Seleccionar buenas ramas: vigor medio, bien espaciadas o distribuidas (garantizar penetración de luz), buenos ángulos inserción (resistencia y precocidad) y que se mantenga la diferencia entre diámetro (1:3 o 4) respecto al diámetro del eje en el punto donde se insertan.
4. Raleo, durante la formación, de las ramas muy vigorosas con ángulos cerrados.
5. Establecer la forma piramidal o sea las ramas inferiores de mayor longitud que las superiores lo más temprano posible y mantenerla.
6. Ralear ramas cuando sea necesario penetrar luz.
7. Controlar la altura final de la planta y el desarrollo de las ramas laterales.
8. Evitar que las ramas de estructuras, principalmente las inferiores o de la parte media, pierdan su posición y se verticalicen ya que cerraría la planta perdiendo su estructura piramidal y por lo tanto su equilibrio.
9. A medida que la planta envejece, renovar las ramas cuando éstas por sucesivas cargas caigan debajo de la posición horizontal.
10. Control del crecimiento excesivo con mayor carga, poda en verde, poda de raíces, estrés hídrico, aplicación de reguladores del crecimiento, cloruro de calcio o cualquier otra práctica adecuada.
El desafío de todos estos sistemas se basa en poder efectuar la ortopedia o inclinación de ramas oportunamente, por ello la disponibilidad de mano de obra capacitada en primavera / verano es fundamental. Si se deja crecer libremente la planta, se presentan muchas situaciones a veces insalvables, porque exigen podas enérgicas en invierno lo que origina una fuerte respuesta vegetativa que contrarresta la diferenciación floral, perdiendo así el fundamento del sistema.
Durante la formación de estos sistemas (2 a 3 años) se exige un control riguroso para evitar desequilibrios, una vez que la planta entra en fructificación el sistema se contiene mejor y más equilibradamente.
	En los primeros años de formación de una planta, cualquiera sea el sistema, se contraponen situaciones, por un lado el manejo exigente con fertilización nitrogenada para lograr importantes crecimientos y formar rápidamente una planta, induce fuertes crecimientos que si los controlamos con poda de rebaje invernal retrasamos marcadamente la diferenciación floral y nos alejamos del objetivo básico: precocidad. Por ello, debemos trabajar sobre todo con poda en verde, permitiendo el máximo crecimiento vegetativo pero sólo de los requeridos para la formación de la estructura del sistema de conducción elegido.
Palmetas
Es un sistema de conducción muy difundido en Italia. La palmeta original de Baldasari, desarrollada como palmeta regular de brazos oblicuos está constituida por un eje central y ramas dispuestas en forma regular, opuestas e inclinadas (45º-60º) en el sentido de la hilera. La distancia mínima entre las ramas de los pisos sucesivos (3 ó 4) no debe ser inferior a 50-60 cm. Sobre esas ramas de estructura se disponen en posición horizontal las ramas temporarias o productoras.
	Según la regularidad en la disposición de las ramas y el grado de inclinación, la palmeta puede ser regular o irregular de brazos oblicuos u horizontales.
	La “cruceta” muy difundida en nuestra fruticultura y en Chile surge de una modificación adaptación de la palmeta clásica de ramas oblicuas, permitiendo al piso inferior de la palmeta una expansión hacia el interfilar (ganando superficie o volumen productivo) y para poder ubicar o posicionar dichas ramas debió incorporarse al espaldero o estructura básica de la palmeta, dos alambres paralelos que se sostienen sobre un poste transversal originándose así la cruceta. Sería entonces un híbrido entre eje central (en la parte inferior) y palmeta (parte superior).
	En duraznero, como es una especie que no tiene mucha dominancia apical sus ramas son naturalmente abiertas que ayudan a su formación y además son fuertes como para soportar la carga, no lleva sistema de apoyo y por lo tanto tiene una formación irregular. Se la denomina semipalmeta.
Palmeta Regular
Marchand o Bandera
	Adoptado principalmente para combinaciones de variedad y portainjerto muy vigorosos y especies muy poco precoces como por ejemplo cerezo. Consiste en una formación donde la planta esta inclinada a 45º y los brotes que se desarrollan en la parte dorsal se fijan en posición perpendicular al eje de la planta mientras que las ramas de la parte inferior se colocan totalmente horizontalizadas para inducir rápidamente la diferenciación floral. Al igual que la palmeta todas las ramas que salen de las ramas de estructura se manejan horizontales para desarrollar yemas frutales anticipadamente.
Sistema prado
	Permite una muy elevada densidad de plantación (más de 5.000 plantas/ha), distanciadas a 1 - 1,5 x 0,8 - 1,0 m, cortando la planta completa a 30 cm del suelo con la cosecha mecánica. Este sistema es factible de aplicar en cultivares de maduración muy temprana de durazneros y en zonas con una estación de crecimiento lo suficientemente larga para asegurar la brotación y diferenciación floral, luego de la cosecha, para la próxima producción.
	En situaciones donde esa secuencia (cosecha, brotación y diferenciación) no es posible se deja una temporada en reposo para la nueva formación de la planta y se cosecha así alternadamente.
	Estos sistemas con tan alta densidad de plantación exigen el empleo de plantas de muy buena calidad y económicas cumpliendo las plantas autoradicadas (variedades comerciales propagadas agámicamente: estacas o micropropagación) esas condiciones.
	El sistema prado no está aún difundido mundialmente en gran escala a nivel comercial.

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