Vista previa del material en texto
CAPÍTULO 1 Vasos sanguíneos 13 FIGURA 1-34 Arteritis de células gigantes (temporal), vista macroscópica Esta forma de arteritis es la más frecuente de las vasculitis, y en la mayoría de los casos afecta a las ramas de la arteria carótida externa, especialmente la arteria temporal, aunque en ocasiones resultan afectadas las arterias vertebrales, las arterias coronarias y la aorta. En el cuero cabelludo de los pacientes con arteritis de células gigantes puede apreciarse una arteria temporal visible, dura, palpable y dolorosa. La inflamación tiende a ser focal. El segmento arterial afectado puede resecarse para diagnóstico o tratamiento. Otras ramas de la arteria carótida externa proporcionan flujo colateral. Una complicación muy temida es la oclusión de la arteria oftálmica, que provoca ceguera. FIGURA 1-35 Arteritis de la temporal, vista microscópica La arteritis de la temporal es una manifestación de la arteritis de células gigantes, que afecta principalmente a las ramas de la arteria carótida externa, pero a veces también a los grandes vasos del arco aórtico y las coronarias. La arteritis de células gigantes (temporal) es rara antes de los 50 años de edad. La velocidad de sedimentación a menudo se encuentra muy elevada (100 mm/h o más). La mitad de los pacientes presentan polimialgia reumática. La etiología está relacionada con la respuesta inmune mediada por células. El resultado es la inflamación granulomatosa de la media con estenosis de la luz arterial, tal como se observa aquí. Puede haber inflamación activa con infiltrados mononucleares y células gigantes, o bien fibrosis en las lesiones más crónicas. FIGURA 1-36 Arteritis de Takayasu, vista macroscópica Esta arteritis granulomatosa afecta de forma típica al arco aórtico, pero también puede afectar a la aorta distal, mostrada en la ilustración izquierda, así como a las arterias renales y coronarias. Hay estenosis pronunciada de la luz, principalmente por el engrosamiento de la íntima, observable en el corte transversal de la arteria carótida que se muestra en la ilustración derecha. La estenosis de la luz produce pulsos disminuidos, más a menudo en las extremidades superiores y el cuello.